TFP 23 de Marzo 2018.

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1

INTRODUCCIÓN

La historia mundial del Siglo XX marchó a paso tambaleante, evolucionó con garrafales
tropezones, es entendible que esto aconteciese, porque con la Segunda Revolución Indus-
trial que recién se inició por el año 1850, se puede establecer que apenas empezaba un
nuevo capitalismo, el cual, según nuestras certezas no llegó ni a su adolescencia como
formación histórica, sino que anduvo dando enormes zancadas, las cuales originaron
desarrollos de fondo espectaculares, pero no le permitió al sistema alcanzar una total
madurez debido a esos dramáticos saltos, ese raudo y brevísimo período culminó recién
en el año 2008. Es bajo esa historia a trompicones que se suceden complejos procesos
tanto en las países centrales como en los periféricos, en donde lo propiamente histórico
está cargado de lo nuevo, inédito, crucial, intenso y relevante, y donde la formación
histórica capitalista se caracteriza por unas conexiones y vínculos que siguen unos
cánones nada armónicos y poco proporcionados, lo que dificulta entender su lógica
interna si no se toma en cuenta esas especificidades de su descoyuntado desarrollo. El
Estado Zulia durante el Siglo XX dentro de ese contexto errático tuvo un proceso histórico
impregnado de absurdas situaciones y paradójicos cursos, de allí el estupor que causa el
curso de su evolución. Para dar comienzo al esclarecimiento de su proceso histórico, la
estrategia que se ha considerado, es de que si bien en su vigésimo siglo se visualiza un
corpus constituido por varios frentes económicos, donde se entrecruzan los desarrollos
de tipo agropecuario, industrial, comercial, financiero y el petrolero, solo enfocaremos
éste último, el de los hidrocarburos, porque él es el que le otorga a esa centuria catártica
una identidad particular, a la cual se restringirá el análisis aplicando el apotegma
anunciado como previo de una historia a trompicones. Con tal azimut de estudio, análisis
e interpretación de los hechos, la actividad petrolera se ha seleccionado para visibilizar los
fenómenos y procesos que se consideran claves para entender aquellos años. En ese
sentido, los aspectos políticos, sociales, económicos, culturales y de otros signos que se
suscitaron, ofrecen la oportunidad de percibir la existencia de una serie de ciclos que van
dejando en el proceso una huella de notable impronta, porque nada semejante ocurrió en
la mayoría de las otras entidades político-territoriales de la nación venezolana. Para poder
atrapar ese particular y peculiar devenir que se oculta debajo de lo fáctico en esta entidad
político-territorial, se ha recurrido al rico testimonio que dejaron unos personajes
extraordinarios, advirtiendo que algunos de ellos no los conoce la historiografía zuliana.
Estos dejaron para la posteridad, noticias del beligerante frente petrolero, además
esbozaron algunas líneas maestras que apuntaron hacia la elaboración de un proyecto de
desarrollo de la nación venezolana como un país portentoso. Es pertinente decir a estas
alturas, que se intenta con este libro escribir una Historia del Estado Zulia desde otra
perspectiva a la que ofrece la historiografía tradicional y habitual, la cual está centrada en
los hechos que impulsa la ciudad de Maracaibo, límite inaceptable que aspiramos superar.
2

CAPÍTULO I

LA SOSPECHA

Hechos aparentemente baladíes dieron inicio al arranque del vigésimo siglo, la


apariencia de estos primeros sucesos como parte de una simple crónica del pasado es
engañosa, porque detrás de lo acontecido lo que estaba era la sinergia de una actividad
extractiva de nuevo cuño, esto es, la de la explotación de los hidrocarburos que sacudía al
mundo con gran revuelo. Esa nueva dinámica económica despertó la inquietud de
sinnúmero de hombres en diferentes latitudes, ávidos de enriquecerse bajo esas
expectantes perspectivas. Fenómeno que ocurrió tanto en los países potencia como en las
naciones débiles, la historia del Estado Zulia, no fue la excepción, también en esta región
era despertada su sociedad por esos aldabonazos.
Además, estaba operando en simultáneo esa gran fuerza transformadora de la
segunda revolución industrial, la cual irrumpía con grandes adelantos como la electricidad,
los vehículos automotores, la cinematografía y otras novedades. Una de las fuentes de
esos avances espectaculares, los Estados Unidos de Norteamérica, ya estaba incidiendo
con inusitado impacto sobre el habitante zuliano, porque este territorio ya poseía rubros
agropecuarios que exportaba de manera regular a ese enorme país, lo que no sospechaba
la gente de estos lares era el olímpico salto que darían al descubrirse los veneros del crudo
en su territorio
Ese toque de puerta anunciador de los grandes cambios que sobrevendrían, se
sintió con fuerza en Venezuela, y como sabuesos salieron los nuestros a la búsqueda de
esa sustancia denominada petróleo, mediante la cual se podrían obtener las deseadas
divisas extranjeras, medios idóneos para ampliar de manera significativa las compras de
todos esos signos de alto estatus, modernización, confort y progreso, sustituyéndose así
un modo de vida de égloga sostenido durante siglos por productos agrícolas por uno
extraño, pero altamente atractivo por sus volúmenes de venta astronómicos.
En el Estado Zulia los reportes de manaderos de esa materia prima tan anhelada
por los países industrializados, empezaron a circular, y uno de ellos quedó registrado
como un documento oficial, denuncio que por cierto resultó fallido, pero no así
descaminado, es el caso de Troncone, Soto y Sánchez Mármol que estuvieron a un tris de
adelantar el siglo veinte aceitero antes de que empezara su tiempo cronológico.
Cuando por fin esa explotación de los hidrocarburos inicie su marcha, un poco más
adelante de Troncone, Soto y Sánchez Mármol, la historia de esta parte del país empezará
a dar gigantescos avances, comenzando, primero, por catapultar los territorios secular-
mente abandonados a zonas protagonistas señeras de esta entidad política-territorial, es
así como la Historia del Estado Zulia del siglo XX deja de ser marabina y se transustancia
en la historia colectiva de las poblaciones de La Concepción-La Paz, Cabimas, Lagunillas,
3

Mene Grande(En 1914 el Pozo Zumaque-1 o MG-1 descubrió el campo gigantesco que allí
existía [Revista “El Farol” del 50 Aniversario de la Creole: pp. 13 y 14]), Bachaquero,
Casigua-El Cubo, las cuales solo se mencionaban como notas al margen en las páginas de
nuestros libros de historia. Y no solo ocurre esa voltereta histórica, este prodigioso Estado
debido a esos cambios de orden cualitativo, empieza a convertirse en el epicentro de todo
un complejo conglomerado de fenómenos de gran magnitud y de profunda trascendencia
que impactará de modo indeleble la historia nacional. El resultado, es una historia de una
riqueza insondable en cada uno de los procesos históricos que son echados al vuelo. El
Zumaque introdujo en la estructura económica del país la industria petrolera como una
nueva cuña, pero la agricultura siguió siendo predominantemente en el rubro exportador,
la era petrolera se inicia en realidad, entonces, es con el Barrosos N° 2, porque con “El
Reventón” se inicia la firme marcha hacia la superación de las exportaciones agrícolas,
hecho que se alcanza el año fiscal 1928-1929, nace por lo tanto la Venezuela petrolera
propiamente dicha (“El Farol”: pp. 70, 73).
De allí que el hecho fallido del caso Amílcar, Eliodoro y Félix nos sirva como umbral
del ingreso a una nueva era, donde una sospecha que resultó infructuosa, solo lo fue de
modo momentáneo, la sospecha no era infundada, sino todo lo contrario, el denuncio de
la existencia de petróleo apuntaba hacia un lugar que resultaría pletórico en ese recurso
natural. Siendo así, se puede decir con propiedad que todo empezó con una conjetura de
apariencia baladí u anecdótica, es decir, más propia de una crónica que de una historia
académica. No nos dejemos confundir, entonces, esa crónica que se le va a presentar al
lector lo que va a expresar es un proceso histórico inscrito en la categoría de una
verdadera revolución, revelada en una ebullición de fenómenos históricos que se irán
registrando uno a uno en este libro -donde cada nuevo capítulo de este libro va ganando
mayor nivel académico y calidad intelectual que el anterior-, cosa que abordaremos
apenas superemos este breve y delicioso preámbulo dedicado a tres exploradores que se
aventuraron a cruzar el Estrecho y apersonarse en el Municipio Cabimas buscando ávidos
ese valioso recurso natural. Así como lo hizo otro maracaibero, Benjamín González
Maldonado, en el territorio de Los Puertos de Altagracia entre los años 1901 y 1914.
Amílcar, Eliodoro y Félix hacen un denuncio
Para el año de 1894 se sospechó que en el Municipio Cabimas existía petróleo.
Todo se inicia cuando tres particulares hicieron el denunció de una mina localizada en ese
lugar, y paradójicamente la prueba que presentaron, para demostrar la existencia de ese
recurso natural, resultó fallida. Amilcar Troncone, como ingeniero, presidía a aquel grupo
de denunciantes, y fue él quien se apersonó en la Secretaría General del Gobierno del
Estado Zulia, para acusar la existencia de esa materia prima en aquel territorio. Ese
denunció formal se incorporó a un Expediente que se intituló como “Denuncio dado por
4

los Ciudadanos Amilcar Troncone, Eleodoro1 Soto y Felix Sanchez Marmol, acerca de una
mina de petróleo existente en el Municipio Cabimas del Distrito Bolívar - 1896” (AMEMH:
Denuncio de Mina) 2
En ese Despacho se tomó la resolución de someter a reconocimiento químico la
muestra consignada como prueba, y la Presidencia del Estado, para los efectos, solicitó
una experticia, donde se “ordena someter al reconocimiento quimico la respectiva
muestra, para lo cual se nombra á los Señores farmaceutas Carlos S. Munch y Asdrubal
Urdaneta en unión del Ingeniero Civil Doctor Aurelio Beroes.-“ (ídem3), la juramentación
de esa Comisión de expertos procedió a las 3 de la tarde. Cumplidos esos protocolos, el
trío habría de concurrir de seguidas a la Oficina de Estadística, lugar donde estaba
depositada la muestra presentada por los denunciantes de la mina 4, para que de este
modo Munch, Urdaneta y Beroes pudiesen cumplir con el cometido encomendado.
El denuncio de mina realizada por Amílcar, Eliodoro y Félix acusaba que la
sustancia de la muestra era de petróleo, pero sometida a la Comisión de “expertos”, éstos
expusieron, frente al Doctor Alejandro Andrade -quien presidía el Despacho de la
Secretaría General de Gobierno-: “que la muestra que les ha sido presentada es de
asfalto.-“ (ídem). Y en el Acta de Experticia, dejan constancia expresa que: “la mina a que
se refiere aquel expediente es de asfalto y no petróleo únicamente” (ídem), fallo que trae
como consecuencia lógica un “Resuelto”, en el cual se dejó sin efecto el denuncio, en
otras palabras, perdían la oportunidad Amílcar, Eliodoro y Félix de solicitar los derechos
sobre la mina en cuestión, por haber restringido su petición a petróleo únicamente. La
certidumbre histórica contra-factual que se desprende de ese hecho, es que este
denuncio fallido retardó la movilización de capitales hacia la jurisdicción político-territorial

1
Este nombre aparece en el mismo documente de dos formas: Eleodoro y Eliodoro. Otro fallo observable en
el texto citado es el escaso uso del acento ortográfico. De allí que las citas tomadas de todos los
documentos que se insertan en este libro se recogen literalmente, sin realizar en ellos correcciones
ortográficas, gramaticales, morfosintácticas o de estilo, se transcriben tal y como están en el original.
2
Archivo del Ministerio de Energía y Minas e Hidrocarburos (AMEMH), Carpeta: Denuncio de Mina. El
arqueo de este repositorio documental se realizó el año de 1994, del voluminoso lote de documentos
seleccionados se utilizó, en ese entonces, un grueso fajo, para una investigación en curso, y otro cuantioso
número de oficios permanecían inéditos y son los que se emplean y se citan en el presente trabajo
(2017/2018). Creemos que con estos registros contribuimos a crear un patrimonio documental tan
necesario como imprescindible para las futuras investigaciones históricas que se realicen sobre esta región.
3
Este legajo -Denuncio de Mina- totaliza un irrisorio número de páginas, de allí que se utilizará en el ídem
para referirse a ese reducido conjunto de folios, prescindiendo del ibíd., el cual se utiliza cuando es una
página distinta.
4
La explotación petrolífera no es minera, el petróleo pertenece a la química orgánica y no a la inorgánica, en
la inorgánica se contempla el hallazgo de minerales valiosos y el sitio donde se localiza su presencia se
denomina mina, el petróleo es un hidrocarburo, y su yacimiento se registra con la denominación de campos
petrolíferos. En esos Campos se taladran pozos, para los cuales se utilizan las torres de perforación o
“cabrias”, y para bombear el petróleo a la superficie se utilizan los balancines o “burros cabeceros”. Esos
artilugios hacen patente y notorio el paisaje artificial propio de una Zona Petrolera.
5

de Cabimas, lo cual hubiese podido tal vez provocar de un modo temprano el


descubrimiento de los enormes campos petroleros existentes en ese municipio.
Iniciándose así el Siglo XX zuliano antes de que comenzase el siglo cronológico. Tal es el
profundo significado de esa noticia en apariencia baladí, el tiempo histórico se podía
desfasar del tiempo cronológico, el siglo veinte zuliano fue de signo petrolero, estuvo a un
tris con esos sucesos de nacer de un modo prematuro.
El aroma oleoso de los hidrocarburos 5 y los rezumaderos de mene, no solo se
percibía por Cabimas, en otros lugares de esta geografía zuliana existían manaderos, por
los cuales afloraba hacia la superficie esa sustancia pletórica que desprendía esa fragancia
inconfundible. Ese olor fue percibido por quienes recorrían a pie o en bestia durante el
Siglo XIX esta inmensa cuenca lacustre, desde sus selváticas extensiones al sur hasta los
xerofíticos lugares del norte, pasando por las costas del este que se dilataban desde las
poblaciones del Sur del Lago hasta Los Puertos de Altagracia (entre 1901 y 1914 descubre
y obtiene una concesión en ese territorio Benjamín González Maldonado [AMEMH,
“Denuncio de Mina y Petróleo” ff: 10]), Maracaibo y La Concepción-La Paz. El Estado Zulia
rezumaba, en efecto, el tufo de los hidrocarburos por todos sus poros, y tarde o temprano
produciría muchos milagros, es decir, el milagro del pan que asoma por la puerta
aherrojada del horno, listo para ser rebanado y servir de acompañante central de la mesa
de la comensalía6.
Estudiar esa revolucionaria levadura que levanta la masa, no restringe el campo de
estudio del proceso histórico zuliano, sino que por lo contrario lo amplía a lo que es su
verdadera especificidad y a su magnificencia. La ganadería o la agricultura, las haciendas y
los hatos, fue la levadura de los siglos pretéritos, el petróleo y sus campamentos lo fue del
siglo XX, su mancha de aceite se esparció e impregnó por todos sus intersticios el espacio
histórico7, ya que el siglo vigésimo es una centuria donde tanto la energía como los
insumos industriales dependen en alta proporción de ese recurso natural fósil.
En los años decimonónicos no solo se sospechó que en Cabimas existía una
botijuela enterrada en sus suelos ahíta con ese valiosísimo recurso cotizado en morocotas

5
Que el epitelio olfatorio capta cuando se está en la inminente cercanía de entrar a los predios de la ciudad
de Lagunillas, o cuando viniendo desde el Estado Trujillo, se olfatea en el vaho del aire al entrar en las tie-
rras de Mene Grande. Pedro Cunill Grau en Geografía del poblamiento venezolano en el Siglo XIX (Ediciones
de la Presidencia, año 1987) en su Tomo II y capitulo La consolidación del poblamiento zuliano nos describe
en la página 1.201 esas peripecias de los especieros por esos lugares ahítos de petróleo al sur del lago y en
otras latitudes.
6
Por primera vez los menesterosos se sentaban a la mesa a compartir la comida, el pan ácimo y el vaso de
vino, esa es la historia que Venezuela empieza con los hidrocarburos, la gente sentía el furor de estar senta-
dos en la mesa con el Mesías, la comensalía imponía un concilio nunca antes logrado. Desde las Antillas
hasta Chile y desde otras latitudes del planeta se venían los más osados a vivir la aventura venezolana.
7
En lo físico también se puede decir lo mismo, en este escenario geográfico zuliano, rezuma petróleo no
solo en sus tierras sedimentarias, sino incluso bajo las capas de arena que reposan en el fondo del lago.
6

de oro, también al suroeste del Lago de Maracaibo, los explotadores de aceite cabimas
dejan saber en el año de 1876 de la existencia de manantiales de petróleo por aquella
latitud, esos cabimeros indican que de la tierra emana por esos lugares esa sustancia 8. Los
extractores de aceite cabimas tenían razón y allí años después se obtuvo esa materia
prima con un éxito total, dando lugar a la fundación de una población petrolera 9.
También se sospecha de la existencia de esa materia prima oculta al noroeste de la
región, y el año 1900 en esa ubicación se concede precisamente una porción de terreno a
un venezolano, este derecho se conoce como la Concesión Inciarte, este nativo la negoció
con un grupo de capitalistas norteamericanos, quienes la perdieron más adelante,
retornando ese sitio a la posesión y dominio del Estado venezolano. En ese último caso
coincidió el tiempo histórico con el cronológico en un mismo punto, pero este esfuerzo no
cristalizó, lo cual coloca en evidencia como lo histórico no se objetiva con facilidad, porque
se han de satisfacer las condiciones determinantes y factores fundamentales que no
pueden ser obviados10. Las iniciativas en torno a esa búsqueda, no se detuvieron, alcanzó
su clímax con el otorgamiento de dos macro concesiones de considerable superficie, a
partir de las cuales, ahora sí arranca todo un operativo explotador de vastas proporciones,
donde lo histórico por fin emergió con todo su esplendor. El año crucial de esas dos
concesiones, orientadas a la explotación de los hidrocarburos que empapan las capas
subterráneas de esta entidad político territorial, es el 1907 11, lo que indica que el siglo
veinte propiamente dicho empezó con un septenio de demora 12.
La historia del Estado Zulia, con esas particularidades, pone a prueba con rigor al
tiempo histórico y su dimensión espacial, porque echa a andar el nuevo proceso -ponerlo
en movimiento13-, no fue nada fácil, en este particular caso se puede decir que el marullo

8
Pero en este caso, no se somete a experticia el descubrimiento, ni se realiza el denuncio formal de ese
yacimiento. Solo será entre 1914 a 1916 que una exploración realizada con geólogos es movilizada hacia el
austro de esta región, grupo que confirmará su existencia, y se inicie, en efecto, las perforaciones con la
cuales van a lograr extraer esa sustancia por medios mecánicos en este impresionante escenario selvático.
9
Para ampliar esta información está además de los datos ofrecidos por Pedro Cunill Grau, la del Esbozo
crítico de la Historia de Casigua-El Cubo, trabajo que tiene por autor a Reyber Antonio Parra Contreras,
estudio que fue publicado en la Revista de la Universidad del Zulia Año 3 N° 7 de 2012, Maracaibo -
Venezuela.
10
En aspectos como estos es que reside parte de la explicación histórica de los fenómenos observados, el
historiador ha de reconocer, tratar, reflexionar y resolver problemas tempo-espaciales desde diferentes
ángulos y perspectivas.
11
Para ampliar ese conocimiento se recomienda el libro titulado Aproximación a la Historia de Cabimas,
donde se dan a conocer documentos históricos inéditos acerca de esos inicios de la explotación petrolera
propiamente dicha. El libro aparece en la Colección La Memoria Ilustrada editada por la Dirección de Cultura
de la Universidad del Zulia y CORPOZULIA del año 1995, sus autores son Carlos Medina y Magda de Camargo.
12
El caso Amilcar, Eliodoro y Félix no es ocioso, es uno de los datos que sirven para marcar con exactitud
cuando se inicia el Siglo XX zuliano.
13
El tiempo y el espacio histórico están acompañados por un movimiento histórico, tanto los unos como los
otros pertenecen al reino de las categorías históricas, es decir, a un mundo conceptual, el cual no se puede
7

de la historia con su ir y venir acercaba y alejaba el objetivo a conquistar, hasta que al fin
las inversiones de capital fueron lo suficientemente grandes, para dar inicio a ese
maremoto que crearía tras de sí un paisaje artificial de inconfundible factura modernista.
La periodificación de ese tiempo histórico es algo que no se puede soslayar, pero
esa tarea es algo ociosa porque ata los aspectos superficiales -mediante hitos fácticos- del
proceso histórico, de allí que se incluya solo como una ayuda pedagógica, ha de servirnos
solo para establecer los referentes cronológicos que resultan orientadores de por donde
marcha la andadura. En este estudio lo que se intenta es descubrir más bien los ciclos que
se materializan en esa dinámica dialéctica, objetivo que se intenta alcanzar aunque sea de
un modo aproximativo. De allí la importancia del ciclo de la sospecha, porque éste
anuncia las necesidades perentorias que asoman con una nueva era, disparándose tras
ese clarín todos los resortes humanos, sociales, empresariales y públicos, los cuales dan
inicio a una nueva carrera en pos de ese horizonte de la obtención de hidrocarburos, meta
que pasa a ser suprema.
Etapas históricas
Entre la primera década y comienzos de la segunda la historia zuliana va encajando
muesca a muesca dentro de esa nueva dinámica descrita líneas arriba, durante ese lapso
de tiempo que va de 1900 a 1929 se puede trazar una primera etapa histórica que
empieza a configurar la existencia de esta jurisdicción como un nuevo ser. Esa etapa, se
puede dividir en dos fases, la inicial, abarca desde el otorgamiento de la Concesión
Inciarte el año de 1900 -localizada al noroeste del lago- hasta el hecho petrolero que se
conoce como “El Reventón” que ocurre el año de 1922, que fue la erupción del Pozo Los
Barrosos N° 2 en el Campo La Rosa dentro de la jurisdicción del Municipio Cabimas. En esa
primera fase la colonización petrolera del Estado se realiza con particular empeño por
parte de Antonio Aranguren y Max Valladares, el primero captura el norte de la cuenca
con la obtención de una monumental concesión que abarca los extensos distritos
Maracaibo y Bolívar, y el segundo atrapa el doble de territorio de lo que obtuvo
Aranguren, pero en el suroeste del lago. Con Aranguren y Valladares, los acaudalados
ingresan a la región echando a andar lo que hemos denominado como la Etapa de
Penetración, sobreviniendo a continuación, una segunda fase ascendente y vertiginosa
que la crónica petrolera denomina como la danza de las concesiones, semejante a un
torbellino, ésta se extiende desde 1922 hasta 1929, durante el cual la penetración de los
potentados -los negociantes de esos derechos- en el territorio genera un impacto masivo
e irreversible sobre la Formación histórica de esta parte del país 14. El año de 1929 cierra

confundir con el mundo físico del cual son un reflejo. Solo bajo el impacto de una masa de capital
considerable, fue que se pudo poner en movimiento el proceso histórico petrolero en el territorio zuliano.
14
Las fronteras petroleras se van extendiendo por la geografía regional, y en paralelo emerge el espacio
petrolero donde tienen lugar fenómenos de naturaleza cultural y de otros signos que echan a andar los
8

esa fase final, porque allí empieza un fenómeno económico mundial -la Gran Crisis- que
incidirá en múltiples aspectos sobre esa actividad en la región petrolera zuliana.
Recapitulando, tras esa Primera Etapa pergeñada de relevantes hechos, entonces,
sobreviene a continuación la etapa histórica marcada por la Gran Crisis, fenómeno
económico que se desarrolló a escala planetaria, durante esos años 30 se, evolucionó con
sucesivas oleadas depresivas, recesivas y de agenesia. Cuadro preocupante que lleva a las
Corporaciones petroleras instaladas en esta vasta Cuenca del Lago de Maracaibo a tomar
medidas especiales, medidas que definirán este segundo lapso como la Etapa de
Supervivencia. Los años treinta, serán debido a esas razones extremas un ciclo de ultra
intensidad, de allí su supremo interés, porque los hechos poseen durante ese tiempo de
excepción una carga histórica fuera de lo común que incide en quienes la vivieron de un
modo muy peculiar, esto es, con una actuación histórica que se aleja de lo convencional,
tradicional y habitual, esos personajes ofrecen un testimonio sinóptico de ese tiempo.
En los años que restan después de esas tres primeras décadas del Siglo XX, se
opera una tercera etapa de larga duración, la Etapa Mágica, donde lo que aparenta ser lo
real se descubre que solo es algo ficticio e iluso. Esa etapa se remonta desde los años en
que se inicia la Segunda Guerra Mundial (1939/1945), en la cual Venezuela adquiere una
connotación estratégica debido a su carácter de gran exportador petrolero, y concluye el
año 2008, donde arranca la presente Crisis Económica Global 15 que explosiona con macro
escándalos empresariales. En el 2008 se pone en marcha una nueva etapa, la cual rebasa
los límites de este informe 16. Dentro de esa larga Etapa Mágica la nación venezolana se
sustentó en una fabulosa renta petrolera, a partir de la cual se podía en teoría17 hacer

procesos de orden histórico, es el espacio histórico, donde se ubica, por ejemplo, la evolución e involución
de las leyes de hidrocarburos. Ese espacio histórico es de una sustancia distinta a la del medio geográfico, no
deben confundirse el uno con el otro, la geografía petrolera es una, y el espacio petrolero es otro, los
asuntos que atiende cada uno tienen sus especificidades y concreciones propias. Para conocer la historia
que se urde en las adyacencias de Antonio Aranguren se puede consultar: Carlos Medina y Magda de
Camargo “Aproximación a la Historia de Cabimas”, Colección La Memoria Ilustrada, Editada por la
Universidad del Zulia, 1995.
15
Hechos como este confirman la existencia de una historia a trompicones, donde el capitalismo avanza sin
haber madurado por completo los órganos contenidos en su cuerpo, lo cual provoca esos marasmos catas-
tróficos -tropezones- para numerosos países y trágicos para millones de víctimas. El corpus capitalista, se ha
señalado, no alcanza su estado de plenitud en cada etapa, y sin haberla concluido avanza hacia una nueva, la
cual agrega otros estados inconclusos, este fenómeno de inmadurez acumulada no ha sido estudiado, hace
falta una teoría sobre este asunto de capital importancia, porque genera terribles contradicciones y
ralentiza importantísimos desarrollos.
16
El Siglo XX Zuliano como centuria petrolera se extiende desde el año 1907 hasta el año 2008, este informe
se enfoca en medio siglo, donde se opera lo básico, es decir, donde se asientan los pilares que soportarán el
resto de la centuria. Pilares que ya no soportan las cargas que se fueron agregando al edificio nacional
desatándose la Gran Crisis, después de haber sufrido recurrentemente algunas menores pero cada vez más
intensas y preocupantes. Clarificar este asunto con A. U. Pietri en Revista UNICA Año 2, N° 3, 2001.
17
Esta etapa padeció esa visión mágica, ya que alcanzó extraordinarios logros, pero sin materializar la armo-
nía estructural propia de un capitalismo “normal”, sino que -por lo contrario- aparece y se consolida una
9

factible el despegue económico y alcanzar a continuación el desarrollo propio de un país


avanzado18.
En el orden no-cronológico19 que se ha escogido para exponer esta desconcertante
Historia del Estado Zulia del Vigésimo Siglo, se seleccionó primero el testimonio que
corresponde a la década cataclísmica de los años 30 20, tiempo donde el sistema capitalista
parecía entrar en una caída que le llevaría a un desplome espectacular, por lo contrario, lo
que ocurrió durante esos años fue una catarsis que expulsó los menos competitivos 21. Esa
crisis se extendió hasta el territorio zuliano y puso a prueba a las empresas que se
dedicaban a la explotación de los hidrocarburos, la reacción de estas corporaciones ante
esa devastadora fuerza es presenciada y registrada por unos funcionarios del Ministerio
de Fomento, y entre esos testimonios se ha seleccionado uno en especial, el del Inspector
de Campo C. A. Velutini, quien se radica en el Municipio Cabimas 22. Este testigo y prota-
gonista mediante sus Informes Mensuales va aportando los datos de extraordinaria
relevancia, información que por su calidad permite comprender lo que tiene de nuevo e
inédito el mundo petrolífero que se construía viga a viga en esta región 23.

estructura deformada, distorsionada y de asimetrías negativas, que alejan al país del anhelado momento de
despegue que debía apuntar hacia la transformación de Venezuela en una potencia en el concierto mundial,
y no a una ilusión de realidad o progreso postizo como en efecto sucedió. Para detallar este aserto es
esclarecedor el libro publicado en el año 1984 titulado El Caso Venezuela: una ilusión de armonía, (Editorial
IESA) quien fue coordinado por Moises Naím y Ramón Piñango que reunieron expositores de la talla de
Asdrúbal Baptista, Pedro Cunill Grau, Tomás Eloy Martínez y otras grandes figuras. Y más recién, se puede
recurrir a Fernando Coronil Ímber quien publica El Estado Mágico (Editorial Alfa, 2013) en el cual se engarza
esa cuestión con el tema de la modernidad, tal y como ésta se presenta en Venezuela, la cual difiere de la
que se manifiesta en los países centro. La locución Venezuela potencia no la refrendamos.
18
Diferimos, con la tesis de Samir Amín que descarta esa posibilidad para los países periféricos, pero tampo-
co comulgamos con la categoría países en vías de desarrollo, la cual sugiere que tarde o temprano se
alcanzará esa condición plena. Es probable que el despegue económico que pueden alcanzar algunos países
(como los BRChIS) coadyuve a desatar una última etapa del sistema capitalista, al propender a derrumbar los
grandes colosos de sus pedestales. Esta reflexión puede dar origen a toda una novedosa teoría histórica.
19
En el orden cronológico se seguiría el desarrollo que marcan las etapas históricas, mas lo que se prefiere
en este análisis es buscar la secesión del tiempo por comportamientos de otra naturaleza, como son el ir
estableciendo los ciclos históricos marcados por fenómenos como la transición, la expansión, el impacto…, y
no la simple sucesión religiosa de acontecimientos, eventos y sucesos que se adaptan a un período histórico.
Cada uno de esos probables ciclos están expuestos en cada uno de los capítulos de los que consta este libro.
20
Tratándose en el último capítulo las dos primeras décadas y las décadas posteriores a los años 30. En esa
década de los treinta se concentra todo el tiempo histórico en un grado superlativo, otorgándole en unos
pocos años un profundo sentido crítico a todo el proceso histórico que se manifiesta en ese Siglo XX. Ese
grupo de documentos históricos que registran esos escasos años son, en este sentido, de un inconmensu-
rable valor para el legado patrimonial zuliano.
21
Los supervivientes llevaron al capital a un estadio superior, sufriendo enormes cambios su sistema.
22
“Los dos primeros Inspectores de Campo nombrados (…) se instalaron en Cabimas y Lagunillas (…) los dos
campos más importantes de la región. Más tarde el Ministro de Fomento (…) nombró otros (…) que para
fines de 1930 había 5 Inspectores de Campo, uno en cada uno de los campos petrolíferos” los tres que se
agregaron son los de Mene Grande, Concepción-La Paz, El Cubo (I.T.H. 1930, 1931: p. 2, 4).
23
No es una Historia del Petróleo, es la historia de un proceso en el cual la explotación petrolera rebasa los
alcances del resto de los ejes económicos, y al hacerlo se pone a la cabeza de la estructura económica,
10

Bajo la Etapa de la supervivencia se verán actuar a los nuevos protagonistas de la


historia zuliana24, los cuales en su quehacer echan mano de variados instrumentos tangi-
bles e intangibles, para lograr superar un contexto cargado de fuerzas destructoras que se
cernían como amenazas para este mundo empresarial de gran escala. Tanto el cuerpo
gerencial de las corporaciones como los funcionarios del gobierno durante aquellos años
proponen salidas a la emergencia, lo curioso es que los segundos poseían una visión más
avanzada y audaz que la de los representantes de la empresa privada.
Es en esta parte de la exposición donde el espectador asiste al momento de la
creación del frente petrolero, porque en este segmento los actores sociales mueven sus
divisiones, regimientos y batallones, para desarrollar un plan de combate en prosecución
de establecer su dominio, control y poder sobre el espacio histórico emergente. Las
tácticas empleadas por los oponentes convirtieron a algunos de los participantes -en esos
hechos- en descollantes figuras históricas, y es a partir de estos personajes que se recogen
en este estudio valiosos y esclarecedores testimonios para la historia, testimonios que se
exponen y se valoran en estas páginas en toda su trascendencia.
El primer capítulo recoge un ciclo histórico, la sospecha, la cual corresponde a la
conducta que asumen quienes exploran un lugar donde se tiene cierto grado de certidum-
bre de que allí está oculto un yacimiento petrolífero de importancia económica. La sospe-
cha es, en este sentido, el paso previo para declarar ese territorio como un nuevo Campo
Petrolero, por supuesto si el bolsón petrolero es lo suficientemente importante 25. Poner
en evidencia la existencia de estos ciclos históricos es lo que interesa descubrir, para
connotarlos como los resortes principales que se disparan con las actividades
petrolíferas 26, por lo contrario, menos atención se presta a las etapas históricas, las cuales
se colocan metodológicamente como secundarias, puesto que éstas solo se emplean en
este trabajo como un marco histórico, es decir, como una simple referencia para ubicarse
dentro del relato. El título de cada capítulo de este libro es precisamente un primer
intento de acercamiento a ese propósito interpretativo, esto es, el indagar los ciclos
históricos que se desprenden de la actividad económica dedicada a la explotación de los
hidrocarburos, porque con ellos toman forma los procesos históricos y sus fenómenos

entronizando un nuevo Modo de Vida y un desarrollo inusitado de las relaciones capitalistas, en ese sentido,
es un estudio centrado en lo más significativo del Estado Zulia durante el Siglo XX.
24
Ya no serán el General Rafael Urdaneta o los integrantes de la Escuela de Cristo, ahora serán personajes
de otro calibre, como Velutini, Zuloaga y tantos otros que se irán trayendo a colación en esta relatoría, los
cuales son unos totales desconocidos por la historiografía zuliana.
25
El proceso histórico zuliano durante el siglo veinte se va desarrollando a partir de ese hecho histórico: Al
declarar un lugar como Campo petrolero, va desarrollando una geografía petrolera, y con ese cambio de
escenario las representaciones montan nuevas obras teatrales con los actores sociales inéditos que van
apareciendo. Tal es la naturaleza de la historia del Estado Zulia durante la primera mitad del Siglo XX, esa es
su sustantividad.
26
Las cuales muestran un comportamiento y una conducta que marca el paso de los actores sociales sobre
el terreno.
11

sociales, políticos, ideológicos, culturales o antropológicos que se ponen en marcha con


esa explotación económica.
En esta narrativa se empieza con el personaje más resaltante de esta historia, es
decir, el testigo estrella de esa gesta sin par que adquirió visos espectaculares. A través del
testimonio de ese personaje se muestran hechos históricos de una sustancia distinta a los
que han venido nutriendo la historiografía regional, por otra parte, el trabajo se inclina a
mostrar los fenómenos históricos que se van manifestando en el proceso, porque estos
llevan a observar el comportamiento de la realidad como una totalidad. El registro de
personajes que se hace en este estudio desconcierta, porque no responden a los que son
valorados por los historiadores habituales como protagonistas de primera línea 27.
Con el testimonio que rinde C. A. Velutini, el primero que se trae a colación, el
lector podrá percibir los ejes temáticos nada convencionales presentes en este estudio, así
como podrá tomar conciencia de asuntos que se juzgan de crucial importancia para la
región y el país. Este primer tramo testimonial registra sus actuaciones mensuales como
Inspector de Campo en Cabimas, y por todo lo que acontece en ese intervalo narrado por
ese testigo, se puede percibir las características pasmosas que desata la actividad
petrolera, es decir, se da el fenómeno de que la cotidianidad se hace a un lado y lo
extraordinario toma su lugar, y que el cambio permanente es la nota dominante que
opera con esa nueva dinámica económica. La sospecha de que en el Municipio Cabimas
se ocultaba un gigantesco depósito de hidrocarburos ya hacía años que había
desaparecido, no quedaba duda de esta gigantesca botijuela enterrada en estos suelos,
pero la sospecha cobra nuevas formas ¿Sobreviviría la actividad petrolera en medio de la
Gran Crisis?, ¿Soportarían la presión del frente petrolero los involucrados en esa
actividad?, ¿Se tendría la creatividad suficiente para resolver los problemas técnicos que
se van presentando, aumentando al mismo tiempo la rentabilidad de esa explotación? y
por último ¿Se mantendrían las expectativas en alza sobre el potencial petrolífero de los
yacimientos o, por lo contrario, éste entraría en declinación? Es bajo esas nuevas capas de
sospechas que aparece en escena C. A. Velutini como inspector de campo en la Zona

27
Lo cual causa estupor. Ese interés por presentar nuevos protagonistas de esa historia vinculada a la explo-
tación petrolera, se viene realizando desde la publicación de la “Aproximación a la Historia de Cabimas”,
trabajo que fue realizado en conjunto con la investigadora Magda de Camargo, quien jugó un papel central
en la organización del repositorio documental consultado, y en el hallazgo de materiales decisivos para
contar esta historia vinculada a la actividad petrolera, en ese estudio -Aproximación…- se dio a conocer un
personaje de alta relevancia como fue Don Antonio Aranguren, escribir esa historia del lugar sin este
protagonista sería una total incongruencia, inconsecuencia y falla gigantesca. En ese proceso se da a conocer
cómo Cabimas realiza el enorme salto de un núcleo urbano-rural a una población citadino-industrial. Ahora
en este presente trabajo se propone como otro gran protagonista, C. A. Velutini, así como a otras
destacadas figuras de la historia de esta región, quienes dan un sentido histórico especial a esa población
citadino-industrial y a los demás núcleos urbanos de esta entidad zuliana.
12

Petrolera más importante del Estado Zulia, y es él quien nos ha de despejar con sus
informes esas interrogantes inquietantes.
Velutini llega al frente
a) El “Sábado” de Velutini.
Velutini desembarca en el muelle de Cabimas el 27 de agosto de 1930, y para el 8
de septiembre tiene ya el primer informe destinado a su jefe el Doctor Guillermo Zuloaga,
allí le indica que “llegué a Cabimas, donde instalé una pequeña Oficina” (AMEMH: Carpeta
I.T.H. Legajo I.M: 8 de Septiembre de 1930) 28. Zuloaga era el Inspector Técnico de
Hidrocarburos, y su Despacho tenía por sede a la ciudad de Maracaibo. También le pone al
tanto de que había enviado “una circular a las Compañías que trabajan en esta región,
participándoles que había sido nombrado Inspector de Campo de Hidrocarburos” (I.M: 8
Sep. 1930), además le dice:
Unos días después a mi llegada a ésta, hice un recorrido por las carreteras que atraviesan
varios campos de petróleo (…) visité la Planta Electrica que está montando la Martin
Engineering Co. para la Lago Petroleum Co. en Punta Gorda29 (…) sobre dicha planta (…) Mr
Mc Dermond ya presentó un informe al Ministerio de Fomento (ídem).
Hasta acá, todo transcurre con entera normalidad, pero los acontecimientos
históricos inevitablemente siempre terminan por transitar caminos escabrosos, debido a
la tortuosa dinámica que impone la imperfección estructural de la cual adolece toda
Formación histórica y/o Sistema económico-social. Todo ese trasunto empieza cuando
Velutini le cuenta en su Informe Mensual al Doctor Guillermo Zuloaga:
[Visité el] Sabado (…) a la Venezuelan Oil Concessions30, a participarles que estaba en
cuenta que ellos estaban perforando tres pozos (…) y también estaban montando las cabrias
para seis pozos más y que no habían cumplido con el Artículo N° 91 del Reglamento de la
Ley de Hidrocarburos; también les manifesté que deseaba medir unos tanques y unos
contrafuegos de uno de sus Campamentos, ellos se opusieron diciéndome que no tenían
autorización de la Oficina de Maracaibo para permitirme hacer esos trabajos (…) (ídem)
(Negritas nuestras31).
Ese día Sábado, Velutini sufrió su bautizo de fuego en el Campo Petrolero Cabimas,
la empresa visitada se opuso a su labor de inspección, lo que indica que la calma entre las

28
Archivo del Ministerio de Energía, Minas e Hidrocarburos (AMEMH): Contiene los informes de la Inspecto-
ría Técnica de Hidrocarburos (I.T.H.) de Maracaibo; y los Informes Mensuales (I.M.) de cada uno de los
Campos petroleros. Los Informes Mensuales son muy breves y están organizados por ítems, de allí que baste
con solo colocar la fecha del Informe Mensual (I.M: 8 Sep. 1930) para la indexación de la fuente.
29
Punta Gorda es un sitio que está bajo la jurisdicción del Municipio Cabimas, ese poblamiento (caserío)
queda al sur de la población de Cabimas.
30
Las tres empresas petroleras que se habían instalado en Cabimas eran: la Venezuelan Oil Concessions
Limited (V.O.C.), la Lago Petroleum Corporation (L.P.C.) y la Gulf Oil Company (G.O.C.).
31
A todo lo largo del libro en las citas, los tipos en “Negritas” son nuestros, del mismo modo las letras en
Cursivas y los subrayados.
13

partes actoras era aparente, la Compañía no cumplía con el Reglamento de la Ley, recién
aprobado a “comienzos del mes de agosto de 1930” (I.T.H. 1930, 1931: p. 1) y, en
consecuencia, impidieron a Velutini franquear los portones, es decir, le opusieron una
resistencia pasiva32. La empresa pretendía establecer una línea que no podía ser rebasada
por el poder público. Velutini como Inspector de Campo estaba facultado por el marco
jurídico venezolano para hacer caso omiso de ese límite, porque estaba bajo su responsa-
bilidad el hacer valer la soberanía nacional en ese lugar. El batallar de Velutini para
impedir que allí se consolidase un espacio extra nacional crea el frente petrolero. El frente
petrolero se activa en todo el Estado Zulia y suscitará en su línea ofensiva principal un
forcejeo entre las Corporaciones petroleras instaladas en el país y las Instituciones
gubernamentales venezolanas33. En esos años, entonces, se puede decir que el principal
combate que se dirime en este territorio zuliano, es aquel que se libra para decidir quién
controla el proceso histórico que aflora a partir de la actividad económica dedicada a la
explotación de los hidrocarburos. Esto como es lógico provoca un espacio de malestar,
debido a los toscos roces entre el poder económico del capital privado y el poder político
del gobierno, por lo que se originaría un conflicto de intereses encontrados.
En esa línea de confrontación el inspector denuncia una serie de anomalías: filtra-
ciones de petróleo en las tuberías, crudo derramado sobre la superficie de la tierra,
escapes de gas peligrosos para los transeúntes, tanques mal colocados, contrafuegos muy
mal hechos o sin construir; indica también que dejan perder mucho gas, y algo más grave
aún, señala que estas empresas por sus métodos de trabajo recortan la vida de los campos
de petróleo; además denuncia -y esta parte de su informe es sobrecogedor-: que
contaminan las aguas del lago; que el personal médico del hospital que es venezolano lo
mantienen en minusvalía con respecto al extranjero; que a los obreros les han rebajado
sus salarios, los maltratan, y si se accidentan no les pagan los días perdidos y los retiran
(I.M: 8 Sep. 1930). Desde su primer Informe Mensual (IM) hasta el último este venezolano
meritorio siempre colocará en alto la defensa de los intereses nacionales, no se
amedrenta con el enorme poder de aquellos consorcios y no se aviene en consecuencia en
rendirles una pleitesía injustificable tal como lo demuestra con sus observaciones una y
otra vez desde diferentes perspectivas.
Los variados conflictos34 en los cuales se ven envueltas las Compañías en suelo
venezolano, alcanzan un grado de escándalo, y bajo la lupa de Velutini se capta cada una
de esas situaciones, el balance es que hay varios conflictos de las Compañías, y estos son
con: el Reglamento de la Ley sobre Hidrocarburos y Demás Minerales Combustibles, así
32
Oponerse a una autoridad mediante la no cooperación.
33
Los principales Estados productores del país, en ese entonces -según informa Guillermo Zuloaga-, eran
Zulia, Falcón y Monagas, siendo el Zulia el más importante según su conocimiento (I.T.H. 1930,1931: p. 1).
34
Los conflictos son lo sustantivo a los procesos históricos, puesto que corresponden a la naturaleza
imperfecta de las Formaciones históricas, como ya se ha señalado con anterioridad.
14

como con otros cuerpos de leyes; con el Inspector de Campo; con la Naturaleza; con la
sociedad local; con el Estado venezolano; con la Nación; y con el sector obrero y el
profesional; como se nota en esas denuncias hay líneas secundarias, donde se libran
también intensas luchas entre los diversos actores sociales presentes en ese escenario
petrolero35. Esos conflictos ponen de manifiesto las tensiones del frente petrolero, lo cual
produce en su concreción debilidades o fortalezas a las partes que antagonizan. Ese frente
es ampliado rápidamente por Velutini, con la denuncia que hace de la pérdida de
inmensos volúmenes de gas natural, y con el valor que le asigna a ese recurso como
insumo industrial, así como el papel que puede llegar a tener ese recurso natural para
prolongar la vida de los campos. El inspector, en síntesis, coloca en evidencia de que se
puede erigir, en consecuencia, el frente gasífero, creando de este modo una segunda línea
ofensiva para defender los intereses del estado venezolano. Velutini como ya es notorio se
constituye en un protagonista de envergadura a los pocos días de residir en el Campo
petrolero de Cabimas. La Historia del Estado Zulia tiene de este modo una nuevo tipo de
personajes, los cuales deben ser recogidos, para ubicarnos dentro de las especificidades
del siglo veinte 36. Velutini está frente al actor social corporativo en calidad de beligerante,
y esa circunstancia nos coloca ante una realidad histórica que no se puede obviar, porque
muestra una realidad que permanecía oculta. El papel de Velutini es el de garantizar los
ingresos fiscales al gobierno, y para estos efectos ese inspector de campo no podía ser
visto con buenos ojos por las empresas. Por otro lado, Velutini, se identifica con las
aspiraciones de los empleados y obreros de esa industria, en lo que se refiere a las
condiciones de vida que soportan y los ingresos económicos que devengan, aspecto este
que se le debe hacer un seguimiento de cerca de aquí en adelante, por razones que se irán
exponiendo, ya que esa deriva hacia lo social establece un crack imprevisto e inesperado,
lo que mueve a reflexión, en consecuencia esa sorprendente actitud del inspector debe
ser explicada por lo que tiene de rareza37.
Con respecto al conflicto de las empresas con los obreros, Velutini no está de
acuerdo que se precarice su situación, es decir, que se proletarice ese sector de la
sociedad, porque lo que se debe hacer según su parecer es calificarlo y optimizarlo, es

35
Los conflictos no se dirimen solo entre las empresas y el gobierno como resulta obvio por esa lista, sino
que las contradicciones se expanden por el todo societal, es decir, abarca una gran porción de la realidad
histórica, asunto este que nos indica que el frente petrolero es heterogéneo, aún cuando los opuestos
fundamentales sean las Corporaciones y el Estado venezolano. Ver solo el conflicto fundamental, es dejar de
lado el verdadero impacto sobre la realidad total, de allí que la interpretación debe incluir todos esos
aspectos. En definitiva no nos restringimos a las relaciones entre gobierno y compañías, esto sería un error
imperdonable.
36
Una historia ideologizada intenta mantener en la primera línea a otro tipo de actores sociales y a otros
aspectos de la realidad, la intención de esos estudios es la de dejar a un lado a quienes desde sus puestos de
trabajo libraban verdaderas luchas inspiradas en altos intereses y en grandes metas.
37
Tarea ineludible para quienes ejercen la profesión de historiador.
15

decir, capitalizarlo (actitud no convencional). Ese logro, por supuesto, como es obvio
redundaría en una transformación capitalista acelerada, porque extinguiría el desfase
entre capital y trabajo originado en una historia a trompicones. Velutini también se inclina
a pensar que, se debe garantizar un negocio petrolero a largo plazo -alargando la vida de
los Campos-, en vez de tomar la vía de una maximización de las ganancias a corto plazo,
que era la que transitaban las corporaciones -reduciendo los gastos de mantenimiento y
conservación de las instalaciones-, eso como es obvio nos muestra una gran clarividencia
de este funcionario. Para este inspector la visión de futuro que concibe, es que había que
industrializar el gas, conservar en buen estado las instalaciones, introducir mejoras en
todos los procesos y capitalizar la masa trabajadora. Con esa sólida visión holística el
inspector Velutini traza algunas líneas de lo que pudiese llegar a ser todo un Proyecto de
desarrollo38para alcanzar grandes metas, de allí que no tiene empacho en confrontar a
dichas empresas, para que éstas sean gestionadas como corporaciones de vanguardia y
no como empresas destartaladas dirigidas por mentalidades oxidadas. Tal tesitura coloca
paradójicamente al bando gubernamental en ese frente como el defensor de la moder-
nidad39, y absurdamente se da el caso que en el polo contrario se ubica el bando
empresarial desempeñando un inaudito papel retrógrado.
Por otro vértice, se debe tener en cuenta en esta interpretación que, la acumu-
lación del capital fortalecía el espacio del tener más, el cual irrumpe con inaudita fuerza
con las instalaciones que realizan las corporaciones petroleras, donde lo neo-técnico lucirá
como la corona de una nueva era para la sociedad -al desarrollar la tecnosfera en un grado
jamás conocido-. Del mismo modo brotaría un espacio del bienestar, el cual fue fundado
con instituciones como las asistencialistas. Ese espacio tridimensional (malestar / tener
más / bienestar) crea circunstancias nuevas e inéditas, para esta nueva era puesta en
marcha, y a resultas de esos cambios se suscita un fenómeno histórico de enorme
significado: En el Zulia se forma el hombre y la mujer del siglo veinte antes que en el resto
del país40.

38
Este es uno de los aspectos de fondo más caros contenido en los testimonios, y se constituyó en algo
esencial para este trabajo. Ese proyecto que esbozan los testigos citados se erigen en un hecho histórico
que se destaca en este discurso historiográfico con todo su esplendor, es impostergable en nuestra opinión
exponer sus trazos maestros, para crear una historia zuliana de carácter cualitativo apoyada en hechos
inspiradores de grandes metas. Sobre la capitalización de la masa trabajadora, hoy es un hecho en los
países escandinavos, con elevados salarios y un mínimo de desigualdad social, y un resultado, máxima
eficiencia administrativa y de armonía social, no solo en lo económico-productivo, sino en todos los órdenes.
39
El Reglamento fue decretado “Con el objeto de proteger más eficazmente los intereses de la nación en la
industria petrolera del país” señala el Dr. Guillermo Zuloaga (I.T.H 1930, 1931: p. 1). Esas cortas líneas
valoran los altos méritos de estos personajes que actuaban con plena consciencia de su papel cimero en el
frente petrolero que aquí se había establecido.
40
Este tipo de fenómenos son los que recoge como Historia del Estado Zulia este estudio. El lector debe
estar atento a esos logros y esos alcances, porque allí están los grandes objetivos de esta investigación y no
16

Las Corporaciones petroleras ostentaban a nivel planetario un enorme poder, pero


la Gran Crisis económica que se expandía por todos los continentes, las tornaba vulne-
rables, condición de debilidad que podían aprovechar los Estados más sólidos y decididos,
como era el caso de los Estados Unidos de Venezuela. Venezuela estaba regida por una
tiranía autócrata que gobernaba cada resquicio de la realidad del país de un modo mono-
lítico, y el Estado contaba con unos cuadros de profesionales, intelectuales, políticos y de
gente culta, capaz de asumir los retos y desafíos que representaban esos capitales
internacionales invertidos en Venezuela. El Benemérito General Juan Vicente Gómez,
favorecido por esas dos condiciones, no está dispuesto a percibir menos ingresos de esa
pletórica actividad de los hidrocarburos, sino que aspira más bien a incrementar el
aprovechamiento de esa fuente de riqueza, y en esas nuevas circunstancias -la Gran Crisis-
se le presentaba una oportunidad única que no desaprovecha. El Ministerio de Fomento
actúa entonces bajo esa política de Estado, lo que permite entender cómo Velutini no
solo continúa en su cargo, sino que incluso arrecia su incansable fustigamiento de las tres
empresas que explotan el Campo Cabimas41.
Todas esas concreciones históricas que se vienen reseñando son el sentido
profundo de la Historia del Estado Zulia del Siglo XX, lo demás sólo es una serie de
fotogramas que retratan lo idílico de la cumbre 42 de esa corpulenta montaña. No es el
pico de esa cumbre lo que nos interesa, sino las fuerzas de lo extraordinario que formaron
gruesos estratos que elevaron esa cumbre a tal altura celestial. Velutini en medio de ese
contexto de una “nueva era” escribe al Doctor Guillermo Zuloaga al final de su Informe, lo

en lo fáctico. La historia fáctica es una de las fallas que Don Germán Carrera Damas apunta en sus observa-
ciones críticas a la historiografía nacional.
41
La historiografía regional insiste en simplificar el proceso histórico bajo el gomecismo a un marco mani-
queista, lo cual impide captar los altibajos, virajes bruscos y demás particularidades de ese régimen guber-
namental. El gomecismo tiene muchas facetas, una historiografía ideologizada solo resalta sus peores caras,
birlando así a la historia otras verdades, el antigomecismo se ha convertido en una limitante para la
investigación histórica libre. Honrosa excepción a esa tendencia malsana es la de Manuel Caballero, este
autor en Gómez el tirano liberal (Editorial Alfa 2007) revela, por ejemplo, como el Presidente de los Estados
Unidos Woodrow Wilson para referirse a Gómez le dice a Su Secretario Lansing “Hay que echar a ese
canalla”, y le pregunta si se podrán desembarazar de ese canalla, la respuesta no se hizo esperar, el
Secretario le espeta: “Los expertos (…) del Departamento de Estado son bastante pesimistas (…) El general
está asentado con mayor firmeza de cuanto desearían sus enemigos, incluyendo dentro de estos al gobierno
norteamericano (…) Ese gobierno es financiera y económicamente independiente” (pp. 168 y 169).
42
El registro de la existencia de un ilustre científico como Fernández Morán, y bajo ese mismo signo de
excelencia, sobrevendría también la mención honorífica de nuestros cineastas, artistas plásticos, deportistas
célebres, políticos excepcionales, intelectuales de gran talla y escritores destacados, empresarios y educado-
res resaltantes, así como de una élite numerosa y de alta formación. O son registros de años de realización
de magníficas obras de ingeniería, instituciones ejemplares de diverso género, y así un sinfín de conquistas
valiosísimas que hacen del Estado Zulia una jurisdicción de riquezas singulares y de logros epítomes como la
Nacionalización petrolera y la inauguración del Complejo Petroquímico del Tablazo “Ana María Campos”.
Aún cuando esa sea una tentadora vía para ofrecer una Historia de esta entidad, pensamos que no es la más
acertada para nuestra disciplina científica, y recomendamos que ese tipo de datos sean entregados a los
cronistas altamente calificados, sus libros ofrecen al lector esa variante de la historia de singular belleza.
17

que ha de ser la misión ministerial suprema: “El próximo informe será más explícito, pues
entonces estaré mas al corriente de todo y las Compañías no se negarán a darme datos y
me permitirán visitar sus campos de modo de hacerles las inspecciones que manda la Ley”
(ídem).
Bajo esa especial confrontación es que aparece el eje Maracaibo-Caracas, el cual a
partir de ahora se convertirá en un vértice sobre el que empieza a rotar la vida nacional,
hay, en consecuencia, un reordenamiento geográfico en Venezuela, producto de estos
hechos que se concatenan en el Estado Zulia. Velutini en diez días había removido cielo y
tierra, y revuelto el infierno el “Sábado”. Al interesante proceso histórico que vivió el
Estado Zulia durante el siglo XIX, le sucedía ahora un nuevo proceso histórico en el siglo
XX, y éste era de magnitudes inconmensurables.
El epicentro del país dependía de las líneas maestras que se trazaran en la región
zuliana, es decir, el proyecto de desarrollo en ciernes que allí se empezaba a esbozar de un
modo espontáneo. Esa línea ofensiva es estratégica para fortalecer no solo la capital de la
república, sino que el eje Maracaibo-Caracas es clave para el futuro que el país pudiese
construirse bajo el imperio de las grandes metas a partir de microdecisiones ciudadanas y
macrodecisiones públicas. La historia zuliana bajo el impulso de esas colosales fuerzas,
estaba en capacidad de colocar bajo su zona de influencia al resto de la nación
venezolana, porque lo que aquí acontecía tomaba la forma de un proyecto de desarrollo
en torno al cual se podía construir un consenso nacional. El Siglo XX venezolano se podía
zulianizar en el mejor sentido de la palabra, por lo menos esa era su tendencia 43.
El “Sábado” de Velutini se transformaba en una gran causa, de allí que un Memo-
rándum que una corporación presentó al Ministro de Fomento se convirtiese en el quid
crucial del momento histórico.
b) Velutini y el Memorándum
En la Introducción del segundo Informe Mensual el inspector previene de unas
relaciones que aún no se ha normalizado, dice: “Las compañías Petroleras todavía no
están conforme con el nuevo Reglamento. Ellas, hasta se negaron a darme los datos sobre
producción, exportación ni querían darme datos técnicos” (I.M: 8 Octubre 1930).
La relación que presenta al respecto es la siguiente:
[La Venezuela Oil Concessions] quedaron de acuerdo con nosotros de cumplir con el
Reglamento, pero (…) varios artículos los estaban estudiando en Caracas (…) Esta

43
También podría tomar otros derroteros, porque en historia más que determinismos asoman más bien los
posibilismos, y los resultados a veces no son los esperados -la conquista de altas metas-. La zulianización
podía convertirse también en algo negativo, porque lo peor es que ocurriese una ruptura del flujo histórico
Maracaibo-Caracas como una nueva forma de relacionamiento entre el poder de Caracas y el poder de las
regiones del país. El fortalecimiento del eje Caracas-Maracaibo daría al traste con un equilibrio de poderes, e
iría en desmedro del Zulia que marcaba otro derrotero con otras entidades estatales, lo cual abría paso a la
construcción de una estructura distinta a esta nación, tal cosa no ocurrió he allí el hecho histórico a valorar.
18

Compañía me ha dado últimamente unos datos que le he pedido. [La Lago Petroleum Corp.]
también me ha cedido varios datos que he necesitado, (…) esta Compañía no quiso darme la
producción ni exportación. [La] Venezuela Gulf Oil Co. Es la Compañía que no ha querido
cumplir en nada con el Reglamento (…) telegrafié a Ud. sobre el particular y al recibir su
telegrama donde me decía que había arreglado todo con la Gulf, volví a su Oficina (…) y
llamaron a Maracaibo y pidieron la producción allá (…) Yo les manifesté que el Reglamento
decía que yo debía ver sus libros, me contestaron que no tenían. Creo que se les debiera
llamar fuertemente la atención (…) (ídem).
Lo que se deduce de ese texto es que las tres corporaciones no se presentan como
un bloque empresarial compacto frente al Gobierno, la rivalidad entre ellas como
competidoras las divide. La Venezuelan Oil Concessions (V.O.C.) le participó a Velutini que
la finalidad de estudiar algunos artículos del Reglamento era “para presentar un
Memorándum al Sr. Ministro de Fomento”. La Lago Petroleum Corp. (L.P.C.) “me dijeron
que ellos iban a dar esos datos [de producción y exportación] a Usted [Doctor Guillermo
Zuloaga] directamente en Maracaibo”. Y la Venezuela Gulf Oil Co. (V.G.O) le “dijeron que
fuera a Maracaibo por esos datos” (ídem). Por lo visto, la Lago y la Gulf, intentaban
deshacerse de la presencia de Velutini en sus Campamentos. Y la primera empresa, la
V.O.C. iba más allá pretendía modificar el Reglamento recurriendo al Ministro de Fomen-
to, para que atendiera sus demandas y así retraer al Inspector. El Memorándum por esta
vía alterna se convertía en un punto crítico y crucial de este proceso en marcha.
Por otra parte, la más peligrosa de las tres corporaciones era la Venezuelan Oil
Concessions, esta empresa era ladina hasta los tuétanos, y como tal busca extra
territorializar la problemática, es decir, poner al margen el Estado Zulia y caraqueñizar la
resolución de los conflictos, para darle así a la situación un giro de ciento ochenta grados.
Si lograba ese objetivo el eje Maracaibo-Caracas quedaba obviado y se crearía uno que
fuera de dirección Caracas-Maracaibo. Esa estrategia tan astuta, tiene el sello inconfun-
dible del venezolano Antonio Aranguren y del equipo de abogados que asesoraba a la
empresa. Aranguren ocupa un alto puesto en esa compañía, este empresario dentro de
este medio, valga la digresión, se hacía llamar como General Aranguren, sin haber nunca
tenido ninguna relación vinculante con el ejército venezolano, pero actuaba desde años
atrás como un consumado estratega44.

44
Sobre este personaje y el entorno histórico en el que anduvo se puede consultar el libro “Aproximación a
la Historia de Cabimas”, trabajo de investigación realizado por la historiadora Magda de Camargo y mi
persona, publicado el año de 1995. Ese personaje es otro de los protagonistas de la historia del Estado Zulia
rescatado para la posteridad por este esfuerzo de mostrar una historia diferente a la convencional. Antonio
Aranguren cumplió una función crucial en el frente petrolero, colocándose al lado de los intereses de la
Royal Dutch Shell, pero en sus primeras incursiones en esta actividad hizo un importante intento en los
tiempos del Cabito -Cipriano Castro- de crear una empresa petrolera nacional en alianza con capitalistas
caraqueños, sobre todos estos detalles se puede y se debe consultar a “Aproximación…”.
19

Velutini consciente del poder del régimen político en Venezuela, ante ese paso tan
bien meditado por la Venezuelan Oil Concessions Limited, pide en consecuencia al
Inspector Técnico en Maracaibo su respaldo para resistir esa acometida, y le solicita la
medida de “llamar fuertemente la atención” a la empresa más rebelde, la Gulf, la cual no
quería cumplir en nada lo previsto en el reglamento. Si La Gulf cedía terreno, las otras dos
quedarían con menos espacio para maniobrar.
La oposición, resistencia y negativas con las cuales las Compañías hacían oposición
tenía su razón de ser, porque exigirles mantenimiento, mejoras e innovaciones en sus
infraestructuras y en sus actividades implicaba hacerles elevar los costos de explotación, y
en consecuencia las tasas de ganancias extraordinarias apuntarían a la baja, pero no
consideraban que unas tasas de acumulación de capital más sanas (cuido de las
instalaciones, por ejemplo), a la larga engrosaría sus beneficios. En otras palabras, si se
acataba el Reglamento, disminuía la anarquía de la explotación y se abrían expectativas
positivas, por lo contrario, si privaba una política cortoplacista, se iba al encuentro de un
caos que a mediano o largo plazo se convertiría en un cuello de botella del proceso
económico. El nuevo Reglamento estaba en función, entonces, de imponer un orden
económico favorable a las tendencias racionales del desarrollo histórico del Capital, hacer
lo contrario, atentaba contra el proceso modernizador 45.
La fricción agresiva entre esas compañías o los acercamientos tácticos entre ellas,
acá en Venezuela, reproducía las estrategias de los grandes capitales que se movilizaban
en el mercado mundial petrolero, donde se libraban feroces combates, para ganar
posiciones de dominio ante los otros contendientes a nivel global 46.

45
En un Informe Técnico de Hidrocarburos rendido por Guillermo Zuloaga, éste señala sin ambages: “las
disposiciones de carácter técnico tiene por principal objeto proteger los yacimientos en sí de los posibles
daños debidos a una explotación competitiva. Estas disposiciones han sido en su mayor parte tomadas de
disposiciones semejantes tomadas en los campos petroleros de los Estados Unidos, donde la larga experien-
cia justifica la aplicación de esos principios” (I.T.H. 1930, 1931: p. 1). Esa política conservacionista la
ejemplifica el Inspector Técnico mostrando la irracionalidad con la cual se explotan los yacimientos, señala
que se han perdido cuantiosos volúmenes de petróleo y gas, debido a una conducta que califica de criminal
en que han sido explotados, explica que debido a la feroz competencia que se desató entre las empresas,
éstas taladraban un pozo al lado del otro y dejan abiertos los que solo producían gas, causando así un
daño al patrimonio del país, y agrega Guillermo Zuloaga que gracias a la crisis petrolera de los últimos tres
años se ha logrado el “cierre de pozos que estaban demasiado cercanos y las compañías han convenido en
no taladrar a menos de 200 metros, porque la competencia inter-empresas ha disminuido (ídem, p. 7).
46
Peter Odell en Geografía Económica del Petróleo ofrece una panorámica de la estructura de la demanda y
de la oferta mundial de petróleo, así como de la estructura del refinado, y la problemática del transporte y
distribución, haciendo énfasis en la relación de esta industria con el desarrollo. Su trabajo ofrece una visión
de las confrontaciones que se dan en esa escala global, y el caso venezolano sale a relucir a todo lo largo de
su investigación. Su libro fue publicado por Libros Tau, Edición castellana de 1968. En nuestra opinión esa
obra es un clásico de la literatura petrolera, libro que no debe faltar en una buena biblioteca con esa
temática. No recurrimos a citar a este autor en función de no extender el número de páginas de este trabajo
a una abultada cifra.
20

El Estado aprovecha esa falta de cohesión entre las empresas, para imponer el
nuevo Reglamento, lo cual garantiza -una más inteligente recaudación de tributos para las
arcas de la nación47, además, velaba por la preservación de las instalaciones en buen
estado -faceta positiva del gomecismo que cierta historiografía deja fuera de registro-.
Velutini se concentra en sus tareas para objetivar todas esas intenciones favorables no
solo para la nación sino también para las corporaciones.
En estos asuntos, no se puede perder de vista que el gran objetivo del Estado
venezolano era llenar las arcas de la nación tanto como fuere posible. De allí que el
Inspector Velutini con ese asunto entre ceja y ceja pasa de la estrategia a la táctica, y
libra en el campo de combate batallas orientadas a lograr una participación en la riqueza
causada más integral, en consecuencia, toma acciones que vistas desde nuestra pers-
pectiva actual algunas son realmente sorprendentes: mide todos los tanques de
almacenamiento para establecer su volumen y verificar su capacidad; participa cuando se
han encontrado acuíferos 48; reporta lo que se taladró y el nivel de éxito alcanzado 49; y

47
Guillermo Zuloaga expone cómo las Compañías pagaban impuestos de explotación al exportarlo, y bajo la
intervención fiscalizadora del gobierno ese método fue suplantado por el pago del impuesto al momento de
producirlo (de tal modo que si ocurría un desperdicio o era consumido antes de embarcarse ya habían
cancelado el tributo, además, el crudo lo almacenaban y venían a pagar el impuesto mucho tiempo después
de haber sido extraído, y de este modo peligraba el cobro del impuesto si ocurría un incendio o si se produ-
cía una ruptura de los tanques donde se depositaba). El fisco obtendría esos gravámenes, registrando
religiosamente mes por mes lo que era almacenado en los tanques (I.T.H. 1930, 1 931: p. 5).
48
“La Venezuela Gulf Oil Co., taladró dos pozos, uno el N° 176 está produciendo agua (…) sería bueno
averiguar de a donde viene esa agua”.
49
Solo en lo que respecta al agua, el Informe del Inspector y Fiscal de Hidrocarburos -José Jesús París- de
diciembre de 1928 dirigido al General Juan Vicente Gómez es del todo negativo, allí dice que los taladros
causan un gran tormento y perjuicios a todos los vecinos de la zona de Cabimas y Lagunillas con los ruidos,
escape de vapores, escapes de aguas hirviendo y cauces de aguas arenosas y barrosas que sacan de los
mismos, que invaden sus domicilios. Todas las aguas de lagunas, lagunetas y canales, están completamente
cubiertas por una gran capa de petróleo, las aguas del lago están así mismo contaminadas de petróleo, por
dieciocho millas hay una sola capa de petróleo entre Cabimas y Lagunillas, de allí que los pueblos en ese
trayecto no pueden hacer uso de las aguas para sus necesidades más urgentes, las Compañías se han
comprometido a suplirlos de agua, lo cual no hacen; la muy poca que dan es a personas privilegiadas que
ellos quieren proteger. París en ese informe califica de desastroso las operaciones que llevan a cabo esas
empresas y cómo afectan la navegación, invaden las poblaciones, causan incendios, no indemnizan a los
perjudicados debidamente, entorpecen la circulación por vía terrestre, hacen perder el valor de las
propiedades inmobiliarias, obtienen la servidumbre de los terrenos por medios irregulares, ofrecen unas
condiciones de vida y de trabajo a su personal obrero inaceptable, otorga privilegios a los trabajadores
extranjeros, construyen viviendas antihigiénicas, sin servicios mínimos y en condiciones de hacinamiento
para su nómina de obreros “quienes duermen apiñados como una banda de murciélagos”-, los hospitales
no tienen suficientes equipos, ni medicinas, ni algodón, ni el número de camas necesarias. París describe
las instalaciones industriales a la entrada de los puertos de Cabimas, La Rosa, la Salina y Lagunillas y
concluye con contundencia de que toda aquella parafernalia son inmensas redes “sin ninguna organización”
(Archivo Histórico de Miraflores, Caja 657-C, Cartas: p. 3). Impactante y contundente testimonio el de París.
Como se nota un Velutini o un Paris o un Zuloaga son un nuevo tipo de protagonistas, en sus perfiles lo
técnico y lo social es lo dominante de su visión del mundo que perciben desde sus sensibilidades y
reflexiones.
21

recalca lo negativo de desperdiciar recursos como el gas natural. Sobre ese último aspecto
informa:
La cantidad de gas que se pierde en éstos campos es enorme (…) los campos de Cabimas
producen como término medio mil doscientos pies cubicos por barril de petróleo: La
Venezuela Oil Concessions [desperdició] un total de 1.569.250.800 pies cubicos. La Lago Pet.
Corp. [dilapidó] 490.452.000 pies cubicos, (…). La Venezuela Gulf Oil Co. [botó al aire]
453.450.600 pies cubicos de gas. Por estas cifras se nota claramente el gran desperdicio de
gas y se debiera tomar medidas enérgicas para evitar este desperdicio (I.M: 8 Oct 1930).
Además, hace notar -nuestro personaje- que las empresas no contaban con
suficientes plantas de Absorption y de Compresión para disminuir este “gran desperdicio
de gas”. También elabora un plan para una mejor fiscalización:
Una de las cosas más importantes que debemos de ocuparnos es la de la Fiscalización del
Petroleo y me permito recomendar el siguiente plan: Los Inspectores de Campo debiéramos
de obtener diariamente de las Compañías la producción (…) de cada pozo, la producción
total del pozo para esa fecha, la cantidad de gas (…) también debiéramos de conseguir el
petróleo exportado por cada vapor-tanque (…) necesitaríamos de diez a doce obreros para
medir los tanques y vapores-tanques, pero como esto sería un gasto muy grande, por los
momentos pudiéramos poner dos o tres hombres (…) y un día se hace la fiscalización a una
Compañía y otro día a otra (ídem).
Es válido señalar que la resolución de estos problemas de carácter técnico, tal
y como lo expone Velutini para su momento, redundaría en efectos multiplicadores positi-
vos indudables, es decir, traería para la Venezuela de ese entonces una inmediata inver-
sión de capitales, reportaría mayor modernización tecnológica, aumentaría los logros en la
eficacia administrativa e incrementaría la calidad de la gestión empresarial, así como en lo
social tendría efectos positivos sobre el empleo de trabajadores y arrojaría mayores
beneficios económicos a largo plazo tanto para el Estado como para las Empresas petrole-
ras. De allí que Velutini no vacila en solicitar “medidas enérgicas” para enderezar esos
entuertos de las Corporaciones. El instrumento que permitía cumplir con esa alta misión
no era otro que el Reglamento, de allí que aquel Memorándum cobrase tanta
notabilidad50.
Como ya resulta obvio, por lo narrado, lo que la sociedad empieza a valorar en
aquellos días es ese tipo de mentalidad emergente de tipo tecno-científica -que forma
parte de la logosfera, la cual a su vez debe ser valorada al estudiar la estructura histórica
de la nueva era-. De allí que tecnólogos como Fernández Morán se conviertan en íconos
válidos de la zulianidad del siglo veinte, pero es tarea de la historiografía descubrir tras de
esas grandes figuras a aquellos que operaron esos grandes cambios, es decir, los que

50
El Inspector Técnico de Hidrocarburos del Estado Zulia expone la resistencia pasiva que asumen las
Compañías ante la política regularizadora, pero luego señala que para fines de 1930 se han convencido que
las intenciones del Ministro de Fomento es en provecho de ambas partes (!!) (I.T.H. 1930, 1931: Pp. 1 y 2).
22

lograron la transición del siglo decimonónico al vigésimo siglo, centuria que trae una
nueva era y con ella una nueva cultura. Velutini es en este sentido un excelente
exponente de quienes impulsaron ese cambio de era, él como Paris son los nuevos héroes
de la identidad regional y nacional, y ubicándolos y rescatándolos para la memoria
colectiva es que escribimos la nueva Historia del Estado Zulia..
Velutini cierra el informe de este mes con una alusión al Memorándum: “Deseo
que pronto se arregle el asunto del Memorándum que presentaron las Compañias, pues
así ellos sabrán que tienen que cumplir con el Reglamento” (ídem). Todo esto que se ha
sacado a flote con este trabajo investigativo permite decir y afirmar que la nueva élite
zuliana que aflora en los Campos petroleros, es una élite que busca y pretende la erección
de un capitalismo acorde con el siglo XX, dejando atrás el capitalismo decimonónico que
opera en esta parte del continente 51 , en otras palabras, como gente ilustrada,
universitaria, profesional y de mundo, tienen en mente un esbozo de proyecto de desa-
rrollo que pudiese marchar en consuno con los objetivos de las Compañías petroleras, es
decir, dentro del posibilismo sí era viable y factible seguir ese camino. Hombres como el
inspector Velutini o como Paris o como Zuloaga pertenecen a esa élite, porque tenían
claro lo que se debía lograr y sabían que se obtendría con una gestión disciplinada, en
otras palabras poseían una gran herramienta con el Reglamento, de allí que era crucial la
cuestión del Memorándum. Todo podría resultar en un chasco o en un glorioso acierto.
Por otro lado, el contexto histórico también cobraba día a día, semana a semana, mes a
mes cada vez mayor importancia, de allí que no solo se debe colocar en la lupa el
Memorándum, sino también debe ser sometido a riguroso análisis la Gran Crisis mundial
del capitalismo. Velutini no ignora ese poderoso factor histórico, y en sus informes emite
su opinión autorizada sobre ese fenómeno que daba tumbos por todos los continentes
generando distintos efectos.
c) Velutini y la Crisis mundial
En el Informe Mensual del 8 de Noviembre de 1930 se nota que ha disminuido la
tensión, allí se narran hechos técnicos e históricos, lo que permite suponer que las com-

51
Durante el siglo XIX se importa la tecnología que permite los flujos de una economía de puerto, como son,
por ejemplo, los ferrocarriles, medios que modifican la estructura latifundista en cuanto a la explotación de
la tierra, no así en lo que respecta a la mano de obra. Las vías ferroviarias harán acto de presencia en esta
jurisdicción zuliana en una proporción significativa al sur de esta cuenca, como un poderoso auxiliar en las
plantaciones de caña dulce. El trabajo de Marisol Rodríguez Arrieta Cuando llovió azúcar en Bobures (Edición
Vice Rectorado Académico de la Universidad del Zulia, 2008) cubre ese tema con profusión de datos,
constituyéndose en una referencia de oro, para quien quiera seguir de cerca el proceso de desarrollo de un
capitalismo en el agro en el Estado Zulia, además, aporta información sobre las actividades petroleras en
esa misma locación. Ese capitalismo azucarero avanzado antecedió al capitalismo petrolero, hecho de
enorme importancia para la Historia del Estado Zulia del Siglo XX, en ese sentido el libro de Marisol R. A. es
de un inestimable valor para elaborar una historia armada con una nueva estructura, es un lujo para los
investigadores más avezados contar con esa fuente de nueva factura.
23

pañías habían cedido o bien consideraban una tregua táctica. Velutini cuenta a Su
Superior:
De los taladros más interesantes que perforaron en ese mes [de Octubre], es el de la Gulf N°
176 situado al norte de Ambrosio52, que produjo una gran cantidad de agua (…), para aislar
el agua que brotaba de la capa superior situaron una tubería (casing) (…) y para aislar el
agua de la capa inferior cementaron, y aún así continuó produciendo agua [cementaron tres
veces con el mismo resultado] (…). La Compañía ha hecho todo para hacer éste pozo
producir petróleo, pero parece que han fracasado (…) están esperando un día mas para
resolver si lo abandonan y llamarlo seco (dry), cerca de este pozo perforaron otro el N° 177
y no encontraron petróleo (…) de manera que se cree que encontraron la falla (fault) que
pasa al Norte de Ambrosio y que esto contribuirá a que dicha Compañía no taladre más en
esa región (I.M.: 8 Noviembre 1930).
El parte da a conocer dos reservorios de agua de importancia vital para los asuntos
domésticos y económicos de los vecinos que allí residen, esos habitantes sufren la caren-
cia de ese líquido debido a que ha sido contaminada por las compañías petroleras. Por
otro lado, una de las empresas teme que en el Campo Ambrosio se deba cerrar el progra-
ma de perforaciones, porque allí se está alcanzando un cénit en el proceso de explotación,
esto es crucial, ya que sería el comienzo del fin del auge petrolero de Cabimas, debido a la
sobreexplotación irracional al que se ha sometido ese campo.
El descubrimiento de los acuíferos pletóricos connota una bendición para el sector
primario de las actividades productivas ligadas a la tierra, es decir, lo agropecuario, en
este sentido es una noticia motivo de goce de aquellas comunidades asentadas en ese
lugar bautizado con el topónimo Ambrosio. Pero para Campo Ambrosio tiene otro
significado, la sospecha de que allí hay un yacimiento petrolero empieza a esfumarse, y
ese resultado es de mal pronóstico para quienes exploran y perforan en busca de un
venero petrolero. Esa mala noticia connota para Campo Ambrosio su posible ingreso en
una situación crítica, y la causa antropogénica es uno de los factores que pueden ser
traídos a colación para explicar el prematuro agotamiento de esa región petrolera. El caso
merecía un análisis más integral y el Inspector económico emite en su informe su opinión
técnica, política y económica a la cual otorga un sesgo histórico.
El inspector está consciente que los datos de la producción son determinantes, de
allí que ofrece una ráfaga de cifras, y a continuación analiza la causalidad y evalúa el
impacto de las fuerzas históricas en esos resultados, indica:
Las Compañías produjeron en el mes de Octubre en los Campos de Ambrosio, La Rosa y
Punta Benites (…) 1.194.572, barriles y en el mes anterior (Setiembre) (…) 2.094.302 barriles
(…). Esta diferencia es debido a la paralización de la perforación, a los pozos que tienen
taponados o mejor dicho cerrados y a la disminución de la producción de varios pozos y

52
Ambrosio es un lugar del Municipio Cabimas que queda en el extremo opuesto a Punta Gorda. Mientras el
vecindario de Punta Gorda se ubica al sur de Cabimas, Ambrosio tiene su locus al norte de Cabimas.
24

todo esto es consecuencia de la gran crisis mundial, a la excesiva producción de petróleo y


naturalmente al poco precio del petróleo.- Las Compañías están disminuyendo el personal
en todos los departamentos.- (ídem).
El informe es descarnado, muestra la tendencia negativa que apunta a la baja de
la producción y al aumento del desempleo. Y adelanta una interpretación del fenómeno,
Velutini conecta lo exógeno con lo endógeno, y apunta a la existencia de un triangulo
letal, consistente en tres lados perniciosos para el sistema: sobreproducción petrolera,
mengua de los precios del barril petrolero y crisis económica de escala internacional. En
otras palabras, el nuevo enemigo, “la gran crisis mundial”, intimida por sus proporciones
vastas e inconmensurables. Pero el gobierno venezolano no se arredra, de allí que había
creado (para dar respuesta a ese amenazante contexto) el cargo de Inspectores de Cam-
po, quienes deben garantizar al Estado venezolano una información precisa sobre esas
actividades, el testimonio de estos funcionarios será clave para realizar un balance del
Gran Negocio. Fue así como Velutini apareció por Cabimas abriendo su pequeña oficina,
desde la cual oteaba todo ese horizonte petrolero que iba desde lo local hasta lo mundial.
El gobierno del General Juan Vicente Gómez daba cara a la crisis mundial, dando vuelta de
tuerca en el negocio petrolero del modo más civilizado, ahora tenía una vanguardia de
profesionales y técnicos -élite petrolera- que el dictador colocaba en primera línea en el
frente de los hidrocarburos, y mediante ese grupo selecto se impuso un método de
calcular y llevar cuentas, de analizar y evaluar, y de realizar propuestas.
Velutini -cumple su cometido de interés nacional- primero presenta los records de
la Venezuela Oil Concessions:
Campo La Rosa Field va desde el norte de Ambrosio hasta el sur de La Rosa 53. Producción en
metros cúbicos 202.633; Embarco 170.900 toneladas métricas. Usaron 713 toneladas
métricas de gasolina para esa cantidad de petróleo; 181 metros cúbicos de petróleo en las
carreteras; 7 metros cúbicos como combustible; 87 metros cúbicos los restituyeron a las
formaciones. Gas crudo consumido 4.493.800 toneladas métricas; Gas crudo vendido:
“nada”; Gas crudo entrado en la Planta de Captación: 9.072.900 toneladas métricas. Sub-
total: 13.566.700 toneladas métricas; Gas devuelto a los pozos 7.486.400 toneladas
métricas. Total de gas que pagarán impuesto 6.080.300 toneladas métricas (ídem).
El uso de esos recursos está especificado metro por metro en su detallado informe.
Con La L.P.C. indica cuánto produjo, cuánto embarcó, etcétera, dice:

53
La Rosa es un vecindario de las Cabimas, está localizado en la medianía del poblamiento, es decir, está
más o menos equidistante entre Punta Gorda y la Cabimas de La Plaza. El Campo La Rosa abarca desde la
Cabimas de La Plaza hasta el sur de La Rosa, es decir, el vecindario de La Rosa no quedaba incluido dentro de
sus límites. El Campo La Rosa Field era enorme, servía de referencia para calificar a los campos del Estado
Zulia.
25

La Lago Petroleum Corp. Produjo en el Campo de Ambrosio (…) en el Campo de La Rosa (…)
en el Campo de Pta. Benites 54 (…). Embarcó 228.352 barriles. La Refinería consumió 72.155
barriles. Petróleo consumido como combustible 914 barriles. Gas consumido por la Planta
de Absorción 141 barriles. La Refinería de la Lago embarcó para los puertos del Interior
6.200 tambores de gasolina, 500 tambores de kerosene, 650 tambores de Gas Oil, 2.100
cajas55 de gasolina, 3.300 cajas de kerosene (ídem).
En otras palabras hace un seguimiento de todo el espectro económico, porque así
se podría ponderar de qué modo podía estar incidiendo la crisis económica mundial
en la industria petrolera instalada en Venezuela. De este informe resalta la constatación
de la existencia de un mercado interno para los derivados petroleros, aspecto este que
contrarrestaba a nivel venezolano los efectos perversos de la crisis general del sistema
capitalista.
Ese mercado venezolano, es óbice, para poder denominar con propiedad al país
desde la perspectiva histórica como una Venezuela petrolífera. Ese mercado es el de los
derivados del petróleo -como el queroseno, gasoil y la gasolina-, el cual tiene su base
operativa en el Estado Zulia, las refinerías le confieren a esta entidad un nuevo baluarte. El
registro histórico de este hecho es de significación mayúscula, tal proceso da pie al aserto
colocado líneas atrás donde se indica que Venezuela se zulianizaba, esto es, en esta
entidad se dieron los pasos para crear un mercado interno de derivados de hidrocarburos,
el cual se proyectó a mediano plazo a todo el territorio nacional, aparece por tanto la
Venezuela petrolífera, es decir, un país productor/consumidor de manufacturas prove-
nientes del tratamiento del crudo. El proceso histórico zuliano en su parte sustantiva
incidía por esa vía mercantil como un factor positivo de progreso sobre los principales
conglomerados urbanos que se esparcían por todo el territorio federal, eran los primeros
pinitos de la criatura que había nacido y que pronto ya empezaba a caminar. Ese asunto
de trascendencia será seguido en este trabajo de reconstrucción histórica, porque es un
hecho de superlativa importancia dentro de aquellos acontecimientos y sucesos inéditos.
Ese nuevo mercado era muy importante, porque concurría a dinamizar las economías de
esas regiones al dotarlas con este tipo de energía revolucionaria, es decir, en vez de una
gran crisis a nivel del país sobrevenía un nuevo impulso desde las profundidades.
Cuando Velutini expone los números de la G.O.C. (Gulf Oil Company) amplía la lista
de los derivados que se proveen en Venezuela, donde incluye el consumo interno que se
da en las mismas compañías, en otras palabras, el gobierno no se cruzaba de brazos, no

54
Punta Benítez venía en continuación -en dirección sur- después de Punta Gorda. Todos estos detalles los
recogemos porque son indispensables para elaborar mapas y planos de la Cabimas de aquellos años treinta
y cuarenta.
55
Es probable que se trate de lo que en nuestro medio cultural referimos como “latas”, ejemplo, latas de
manteca “Los Tres Cochinitos” -marca comercial-, hoy en día casi inexistentes por su suplantación con
envases de plástico.
26

ponía mano sobre mano como un espectador pasivo, por lo contrario estaba ojo avizor,
porque la Gran Crisis se podía y se debía contrarrestar mediante esa demanda potencial
que debía ser explotada:
Gulf Oil Co. Campo Parcelas Rodríguez, Campo Michigan, Campo Superior. Producción
330.889 barriles. Entregó a la Refinería 26.663 barriles (…) usaron un total de 29.742
barriles. Y obtuvieron: Gasolina 861 barriles, Gas Oil 141 barriles, Petróleo combustible Fuel
Oil 27.030 barriles, Diestellet 1.593 barriles, Kerosene 30 barriles (...) la Compañía dice que
ellos usan todos esos productos y por eso, no pagan derecho, é impuestos (ídem).
Velutini forma parte de esa cadena de gente de avanzada56, donde se avizora un
lenguaje y un discurso diametralmente opuesto al de los mandones y caudillos
pueblerinos (protagonistas de la historia tradicional), ellos están en la primera línea del
Gran negocio y se esmeran en velar por los intereses de la Nación (pagos de derechos e
impuestos). En su léxico los vocablos Fuel Oil, Diestellet [combustible diesel], Kerosene
están presentes, porque están inmersos en ese mundo técnico sobre el cual ahora
cabalga la historia nacional. Todo ese conocimiento no era en vano, tenía un sentido,
Velutini descubre que ese mercado al interior de esas empresas no paga la correspon-
diente tasa impositiva, es decir, no se gravaba, debía pues ser aplicada allí la recaudación
de impuestos, para que la Gran Crisis golpease con menor fuerza al país. Saber de todo
acerca de los hidrocarburos era una de las mejores maneras de defender la línea ofensiva
del frente petrolero, según lo demuestra el valioso testimonio del Inspector de Campo C.
A. Velutini57.
Las corporaciones, por su parte, tampoco se arredraban ante la Gran Depresión,
las tareas de construcción no se detienen, en el Informe se indica que:
El edificio de la Planta Electrica de la Lago Petroleum Corporation está ya construido el 20%.
También están montando las sub-estaciones desde aquí hasta Lagunillas, y trabajando las
líneas de alta tensión. La Gulf continúa poniendo los pilotes para los postes. La Venezuela
Oil Concessions está ensanchando la Planta de Compresión (ídem) (I.M.: 8 Noviembre 1930)
Las empresas con esa acción están salvando las distancias que pueden provocar un
desfase técnico58, y del éxito de ese plan dependía las futuras tasas de ganancias, las

56
Su jefe pertenece a una familia de emprendedores, los Zuloaga, y el Ministro de Fomento, es en ese
momento Gumersindo Torres, autor de grandes avances legales muy mal visto por las Compañías. Estos
actores sociales como Velutini, Zuloaga, París, Torres habitan la logosfera, es decir, la capa del saber que
dota con los productos del intelecto a la sociedad y a la humanidad.
57
Mal servicio se presta a la patria si se desconocen los intersticios del negocio petrolero, somos del parecer
que desde la escuela primaria se debiese formar al ciudadano petrolero que requiere Venezuela, es decir,
cada venezolano debe ser un potencial experto en esa materia, porque de allí saldrán los genios que se
enfrentarán o avendrán de modo provechoso -para ambas partes- al Cartel Petrolero internacional con total
éxito.
58
Muchos de los equipos, incluyendo los buques petroleros se movían con la fuerza del vapor, de tal modo
que era urgente suplantar el vapor con el fuel oil, de no hacerlo se entraba en un desfase técnico que ponía
27

cuales debían estar acordes con el desarrollo de la industria en el mundo. El empleo de la


energía eléctrica, redundaría en un salto cualitativo, lo cual garantizaba a estas compañías
su supervivencia a futuro en el mercado petrolero.
El alcance geográfico de la Planta Eléctrica ubicada en el caserío de Punta Gorda se
extendía hasta la población de Lagunillas, creándose entre ambas una mancomunidad
petrolera. Las compañías cofinancian esos adelantos, tal convergencia fue en buena
medida posible por la Gran Crisis económica. Con esas acciones hay toda una estrategia
anti cíclica en marcha para salvar a este negocio de los coletazos furiosos de la Gran Crisis
mundial59, y esa reacción positiva es posible, porque el optimismo en el sistema capitalista
no menguaba a pesar del horroroso cuadro que se desencadenaba entre finales de 1929 y
el transcurso del año 1930.
Estos nuevos protagonistas no son solo “los técnicos”, de haber sido así no se
hubiese podido esbozar un proyecto de desarrollo, estos individuos son también
humanistas, y como tal poseen una mentalidad más abierta y un horizonte más amplio de
lo común, la evolución del gomecismo adquiere por ese aspecto social en esta parte del
país nuevos atributos que escapan a la observación de la historiografía convencional.
Cuando Velutini llega al frente petrolero en el Municipio Cabimas, coincide su arribo con
el inicio de la Gran Depresión, y en medio de ese maremágnum se va a topar con
decisiones indeseables como aquella de cerrar el hospital de Cabimas, hecho conectado
con la crisis, porque las empresas tomaban medidas para reducir sus costes, y el área
donde es más inmediata sus aplicación es la de la asistencia social. Otras rutas para lograr
el mismo propósito fueron: rebajar los salarios de los obreros, no indemnizar a sus
trabajadores por los accidentes en las áreas laborales, cesantear a las víctima de esos
accidentes y reducir en general sus gastos en los servicios relativos a la salud y la vivienda,
además, la de descuidar las instalaciones. Velutini reacciona contra esa salida a la crisis
que se cernía sobre estos campos, no comparte esa solución fácil y mediocre, posee la
certeza que la resolución de ese complejo problema debe ser integral. Escribe con
respecto al hospital:
Visité el Hospital que mantienen las tres Compañías, y fui informado por uno de los médicos
que las Compañías piensan eliminar el Hospital, la Venezuela Oil Concessions fue la primera
en proponer la eliminación é inmediatamente fue apoyada por la Venezuela Gulf, parece
que estas dos Compañías no están muy contentas con el servicio del hospital; la Lago
Petroleum Corp. es la que tiene a su cargo el hospital y han puesto de enfermeras a unas

en peligro la explotación a mediano plazo, la inversión en la Planta de Electricidad de Punta Gorda une a las
tres compañías, en ese sentido, para evitar más adelante un cierre económico tipo cuello de botella.
59
Antes de la aparición de la obra maestra de John Maynard Keynes, ya las élites empresariales libraban
arduos combates para contrarrestar los efectos perniciosos de las crisis depresivas que sobrecogían al
sistema.
28

negras Trinitarias y según dicen los médicos de la Gulf y V.O.C. no tratan bien a los
enfermos venezolanos60.- (ídem).
El subterfugio que emplean las empresas, es que se cierra el hospital por el
descontento de los usuarios, cuando lo que verdaderamente motivaba esa clausura era la
política de austeridad de perfil antihumanitario -que presta un flaco servicio al Capital
como fuerza de cambio histórico-, y al radicar en Maracaibo ese servicio podrían cerrar
todos hospitales que se habían fundado en los distintos campos 61, era una política de
racionalización económica, no así de desarrollo regional, porque perjudicaba y entorpecía
el desarrollo de estas costas (en ese sentido atentaba contra el progreso que estimula
poderosamente al mercado). Ese hecho asesta un golpe brutal al papel histórico que
empezaba a jugar este estado en el ámbito nacional, la zulianización del país entraba en
un terreno accidentado, porque la fuerza evolutiva se revertía en una fuerza involutiva. En
esas circunstancias -posible cierre del hospital de las compañías en Cabimas- la V.O.C.
espera contestación del gerente de esa empresa quien se encuentra en Europa. Y si De
Booy apoya esa decisión draconiana, porque decide que “la V.O.C. hospitalizará a sus
enfermos en una casa en La Rosa y la Gulf y la Lago los hospitalizarán en los dispensarios
de las Compañías.-“(ídem). Velutini expresa su opinión, le dice a Zuloaga: “Si las
Compañías dan ese paso de eliminar el hospital harían muy mal pues es de suma
necesidad mantener un hospital (…) porque con mucha frecuencia hay accidentes”
(ídem).
El informe no solo se pronuncia contra esa intención retrógrada de aquellas em-
presas, también incluye unas fotografías para destacar otras realidades perniciosas, en
ellas el Inspector indica, por ejemplo, que en esa toma “verá Ud los pozos que tiene la
V.O.C. en el centro del Pueblo de Cabimas”62, al pie de esta vista coloca de su puño y letra
lo siguiente:
Como se nota en esta fotografía, esos taladros de la Venezuela Oil Concessions están en el
centro del Pueblo de Cabimas uno esta a 60 metros de la Iglesia y a 50 metros de la plaza,
cuando ese taladro entro en producción, bañó de petroleo a la Estatua del Gral. Juan C.
Gómez, a la Iglesia y a todas las casas al rededor (…) (ídem).

60
Esto se entiende, las enfermeras son un personal extranjero, formado bajo la cultura británica y francesa
radicada en las Antillas, en la cruda realidad tales circunstancias provocan el choque de dos estilos de vida,
donde el carácter rústico y folklórico del hombre de campo venezolano no engrana con el carácter refinado
de los citadinos o urbanitas, surgiendo un desprecio mutuo entre ambos actores sociales.
61
“en Lagunillas existe otro (hospital) (…) la Ley dice que las Compañías que utilizen mas de Cien hombres
tienen que tener su hospital propio, por lo tanto hacen falta (en Cabimas y Lagunillas) cuatro, una vez que el
promedio de obreros de cada una de ellas (de las Compañías) usa es de dos mil” José Jesús París (A.H.M.,
Caja 657-C, Cartas, 1928: p. 4). En esos centros, además, se carecía de: insumos médicos, camas, fármacos.
62
José Jesús París en 1928 dice: “Están taladrando en pleno poblado, especialmente en (…) Cabimas, la
Venezuela Oil Concessions Ltd., tiene unos cien taladros en la población, i en el caserío Ambrosio están mui
apiñados” (ídem: p. 1).
29

Velutini con ese registro fotográfico 63 revela un orden de prioridades, donde la


maximización de las ganancias corporativas, deja a un lado las demás consideraciones.
Esas instalaciones en el perímetro urbano violaba los Reglamentos, y la inversión en esas
obras fue tacaña, lo cual incrementó la intensidad del espacio de malestar. El frente
petrolero estaba al rojo vivo con esos rocíos petroleros, con el desperdicio del agua de los
acuíferos del Campo Ambrosio, con la evasión de tributos, con el alza del desempleo, con
la discriminación del personal venezolano, con la eliminación del Hospital. Los Inspectores
de Campo están ante un complejo cuadro socio-económico que alcanza un alto grado de
escándalo64. La crisis mundial del capitalismo hacía estragos en todos los continentes,
pero aquí en el Zulia un puñado de dignos hombres se empeñaban en trazar una línea
defensiva detrás de la cual la nación se escudase.
La disminución de los gastos sociales solo agravaba las circunstancias negativas,
porque la identificación de los trabajadores con la empresa es una garantía de producti-
vidad, lo que había era que aumentar la eficacia en todos los renglones empresariales,
para fortalecer a las Compañías. El problema era que dentro del cuerpo gerencial de
directores y superintendentes de estas corporaciones existía un personal de mentalidad
conservadora en su formación política y en su visión histórica que era extremadamente
retardataria, además, la calidad humanista no asomaba por encima del cuello de sus
camisas. Un duro batallar estaba por delante, dos criterios diametralmente opuestos
estaban sobre el terreno de los acontecimientos.
d) Velutini y los tanques grandes
El Comandante C. A. Velutini encabezaba en Cabimas una ofensiva, para someter a
las empresas petroleras a la Ley de Hidrocarburos venezolana. El Reglamento era el
instrumento fundamental para librar esos combates, esa confrontación era necesaria para
alcanzar un mayor progreso, racionalidad, orden y eficacia en esa explotación económica.
Y dentro ese orden de ideas, entonces se imponía colocarle el cascabel al gato 65. Con ese

63
“A cada uno de los Inspectores de Campo le han sido suministrados un automóvil Ford, máquina de
escribir, archivador metálico, aparato fotográfico, instrumentos de dibujo, etc.” (AMEMH. Carpeta, Ministe-
rio de Fomento, Informe Técnico de Hidrocarburos. Primer Informe de la Inspectoría Técnica. Compañías del
Estado Zulia, 1930, 1931. página 4).
64
El inspector técnico informa que las Compañías han acaparado la superficie de las tierras que podrían
servir para la agricultura y la cría [convirtiéndose bajo esas Corporaciones] en desiertos, también dice que
dentro de las poblaciones se han taladrado pozos y se ha restringido la fabricación de casas en los pueblos,
además, está el trato desconsiderado dado a los vecinos y al peonaje, desarrollándose una marcada
hostilidad en contra de las Compañías explotadoras, a lo cual se ha sumado el aumento del desempleo
originado en la crisis petrolera, que de acuerdo al relator, es sin igual en la historia de esta industria (I.T.H.
1930, 1931: páginas 3 y 4).
65
En una memorable fábula los ratones sufren muchas bajas por los ataques letales de un enorme gato gris,
y deliberan de cómo podrán resolver tan vital asunto, la propuesta que fue aprobada en ese conclave fue
ponerle un cascabel (sonajera) al gato, de tal modo que cuando el gato se mueva puedan oírlo al acercarse,
para que ya no les pueda atacar por sorpresa, el problema era quién podría realizar tan peligrosa hazaña. En
30

objetivo en mente, se las ingenia, dice: “He estudiado detenidamente los métodos para
medir exactamente el petróleo y lo que cuesta 66.-” (ídem) Y adelanta que va a disentir del
método de una fiscalización por pozos, con el cual se ha identificado el Ministro de la
cartera, dice: “El Señor Ministro de Fomento desea que se mida el petróleo por pozos,
cosa que es algo difícil y muy costoso.-“(I.M: 8 Dic. 1930). Y propone, en una primera
instancia que, acatando se proceda por esa vía que es la misma que utilizan las empresas
concesionarias, con la diferencia de que se puede reducir el número de hombres “si se
tienen varios autos y lanchas para ir de una estación a otra rápidamente (…) así un
hombre pueda atender unos dos flowing Station (…) la Lago y Gulf tienen tres hombres
para cada flowing Station”, de lo que resulta “se reduciría el número de hombres [si]
tuviéramos todos los medios para movilizarnos” (ídem). En otras palabras:
Si fueramos a poner el mismo número de medidores67 que tienen las Compañías para medir
el petróleo por pozos le costaría al Gobierno Nacional mas o menos como dos millones y
medio de bolivares (…) en el Estado Zulia (…). Estos gastos se podrían reducir (… …) le
costaría al Gobierno la fiscalización por pozos no menos de un millón y medio de bolívares.-
(ídem).
En esa primera solución la cuadrilla de gaugers al servicio del Gobierno lograría ser
más productiva que las cuadrillas al servicio de las Compañías, Velutini logra con sus mo-
dificaciones duplicar el rendimiento laboral. La otra propuesta de Velutini es aún más
innovadora, observa como de los pozos sale el petróleo en dirección a las Flowing Stations
-tanques pequeños-, pudiéndose calcular el volumen producido por todos los pozos de
esa área productiva, luego se bombea de estas estaciones a los tanques grandes, donde
Velutini indica que “Se puede fiscalizar la producción diaria que equivale a medir la
producción por pozo pero en conjunto”, con la ventaja de que:
únicamente se necesitaría mas o menos de 15 a 20 hombres, eso si deben ser personas con
cierta educacion y sería mejor si se consiguiera gaugers que ya hayan trabajado con las
Compañías, a éstos hombres no se les puede pagar menos de 20 a 25 bolivares, creo que
con 12 o” [más bolívares diarios no se obtendría lo que se puede esperar de ese personal
más educado y con experiencia laboral] (ídem) (Corchete incluye fragmento del texto).
En esta fórmula introducía nuestro inspector una nueva racionalidad en el proceso
de trabajo. El asunto del método del aforamiento no era algo meramente técnico,

el caso que se comenta, el trasfondo es el siguiente: Estos avanzados se proponen que la explotación
petrolera en Venezuela se realice con las mismas exigentes normas que el estado norteamericano le aplican
a sus compañías, se resisten a ser tratados como países de segunda, lo que hoy en día se conoce como el
Tercer Mundo. La aplicación del Reglamento nos colocaba en la condición de un país de primera, porque el
talento, experiencia, formación, preparación y sabiduría venezolana está en capacidad de competir con la de
los foráneos como se constata en los documentos citados a todo lo largo de este análisis.
66
Con “lo que cuesta” se refiere a los gastos de la mensura de los volúmenes petroleros extraídos de los
yacimientos.
67
Se refiere a los gaugers, es decir los hombres dedicados a calcular el volumen de petróleo -los aforadores-.
31

mediante lo cual se lograba más eficiencia, en plena Gran Crisis este inspector técnico
desarrolla una estratagema para impulsar un cambio mediante el cual eleva el
rendimiento, baja los costos y eleva los salarios, es decir, logra una formula anti crisis que
en uno de sus vértices valora al personal más educado y con experiencia personal, y en el
otro vértice demuestra cómo es posible una mejora gerencial que contemple el funciona-
miento de la empresa como un diseño de ingeniería, lo que le permite a él ver como al
medir el petróleo que recibe el tanque grande mide toda la producción del conjunto de
pozos, ahorrando tiempo del aforamiento, es decir, hace más económico el proceso de
trabajo. No es así un hecho trivial lo que se reseña, la solución no era disminuir los gastos
en el sector obrero, bajando sus ingresos, despidiendo personal y desmejorando sus
condiciones de vida, sino todo lo contrario, era introduciendo cambios que revolucionaran
a la empresa de arriba abajo y abajo-arriba. Y esto lo hace Velutini dentro del mejor
criterio capitalista, es decir, respetando la lógica del capital, porque al intensificar el
rendimiento del trabajo, el mismo número de obreros podría hacer las tareas de muchos
más obreros. Velutini propone un cambio que provocaría otros cambios, pero en vez de
tomar la reversa y huir hacia atrás, emprende una carrera hacia adelante, es decir,
persigue incrementar la calidad de la empresa en vez de retrogradarla, su forma de ver el
capitalismo no admite límites establecidos e inconmovibles, concibe un neocapitalismo -
un capitalismo maduro).
Y para completar el cuadro sobre ese tema, Velutini en su informe contempla las
zonas petroleras del Estado Zulia, la cual discrimina por Campos y por la cantidad de
gaugers que allí trabajan: “Cabimas 155 hombres, Lagunillas 220, Mene Grande 70, El
Cubo 20 y La Paz 20, para un total de 485 hombres, y éstos hombres reciben de 12 a 20
bolívares diarios” (ídem). Como se nota, las mancuernas Lagunillas-Cabimas poseen 375
gaugers, mientras que el resto de los Campos totalizan solo 110 aforadores. Ese asunto
nada trivial permite visualizar lo siguiente: La historia del Estado Zulia durante esta pri-
mera mitad del Siglo XX marcha dentro de este tipo de temática muy especializada, aquí
en estos campos, en torno a esas actividades se libraban combates de otro signo, los
cuales eran fundamentales para un país que ahora era petrolífero. Maracaibo como
capital de esta entidad político-territorial encabezaba esos cambios y establecía un eje con
Caracas, lo que aquí ocurría transformaba a este conjunto societal en la vanguardia de un
ejército, y el comando de esa vanguardia estaba en la capacidad de traducir un esbozo de
Proyecto de desarrollo que venía gestando de un modo espontáneo, en toda una serie de
postulados que sí se asumieran conscientemente podrían revolucionar la nación vene-
zolana. La élite petrolera podía orientar la historia nacional por otros cursos, de allí que el
Reglamento y el Memorándum fuesen puntos cruciales para fortalecer o debilitar a ese
grupo selecto de técnicos humanistas y de sagacidad económica que en estos campos
32

petroleros se estaban forjando a partir de esas transformaciones profundas de la realidad


que se estaban operando semana a semana, mes a mes.
Ahora bien, ahondando un tanto más sobre el hecho histórico que se ha traído al
escenario de las interpretaciones, se puede percibir como lo que subyace a esos
acontecimientos está relacionado con el objetivo pragmático y mercantilista de obtener
más dinero de las Compañías. Velutini lo señala de un modo explícito:
el Ministerio de Fomento desea medir la explotación debido a que ahora las Compañías van
a pagar el impuesto por la explotación y no por la exportación, recomiendo fiscalizar el
petróleo midiendo los tanques grandes que como ya he dicho dá el mismo resultado que
medir la producción por pozos.- (ídem) (Negritas nuestras).
Esta asunción del problema, por parte de Velutini, es un referente de claridad que
muestra quiénes tenían tiempos adelantados en esa partida de ajedrez, el gobierno le
llevaba ganada la partida a las corporaciones, y la línea del frente se movía sí, pero
ampliando cada vez más la autoridad de los funcionarios estatales. Las Compañías se
deslegitimaban con esa rebeldía cavernícola, y el estado se legitimaba con esa ofensiva,
para que lo neotécnico se impusiese en todas las instancias y niveles de la actividad de
hidrocarburos, es decir, en el frente se libraba una batalla por la modernización de esa
industria con parámetros más avanzados, y quienes encabezaban ese logro eran los
funcionarios al servicio del estado venezolano -eso es lo que nos dicen a viva voz esos
documentos-. La iniciativa histórica la marcaba el Estado venezolano en ese momento.
Y sobre la fiscalización de la exportación del producto, propone Velutini como
realizarlo y como también de nuevo se puede hacer con más bajos costos: “La exportación
se puede medir fácilmente, midiendo los vapores-tanques para hacer esto se necesitaría
de 6 a 8 hombres que sería lo menos costoso” (ídem).
Armado de todo ese aparataje intelectual, Velutini es capaz de precisar lo que se
produjo y lo que exportó durante el mes de noviembre, cifras que son claves para cobrar
las gabelas a favor del gobierno:
La Venezuela Oil Concessions 190.843 metros cúbicos en el Campo La Rosa -que abarca
desde el Norte de Ambrosio hasta el sur de La Rosa- ; La Lago Petroleum Corporation 26.177
barriles en el Campo Ambrosio, 216.923 barriles en el Campo La Rosa, 3.873 barriles en el
Campo Punta Benites; La Venezuela Gulf produjo 295.507 barriles: en la concesión o Parcela
Rodríguez 191.107, en la Superior 59.308, en la Michigan 45.020. Lo que exportaron [estas
Compañías] respectivamente fueron: 183.025 toneladas métricas; 177.622 barriles; 186.337
barriles.
Toda esa labor de ajuste milimétrico, para alcanzar cotas de eficacia acordes con la
riqueza generada por esas empresas, fue necesario para fortalecer al Estado venezolano
en plena crisis, y fue parte esencial en esta Etapa histórica de supervivencia, y era
relevante, de ese esfuerzo profesional dependía una buena parte del presupuesto
nacional, porque allí se reafirmaba el carácter de tributarias de aquellas corporaciones. El
33

impuesto ahora no se pagaba por lo que se exportaba, sino por lo que se producía, lo cual
aumento la recaudación fiscal, el coletazo de la Gran Crisis mundial nos afectaba así en
menor medida gracias a ese celo estricto de estos funcionarios que están en la primera
línea del frente petrolero.
Inspirado Velutini en tan alta responsabilidad, despliega un trabajo infatigable,
para fortalecer esa dirección que ha establecido en la cual “todos ganan”, porque las
empresas quedan con un mejor diseño gerencial, los sectores laborales quedan
estimulados con sus nuevos ingresos a desarrollar su experiencia laboral y su formación
educativa, y el gobierno recoge frutos económicos más abundantes. La tarea que
emprende es interminable, no obstante la inicia y meses más adelante obtiene un
inventario total de los pozos que salpican este Campo Cabimas:
visité la mayor parte de los pozos de la Venezuela Oil Concessions sobretodo fui a ver los
que estaban taladrando, también estuve en algunos pozos de la Lago y la Gulf pero con
menos frecuencia debido a que (…) están situados en el Lago y (…) es difícil de encontrar
alguna lancha.- (I.M: 8 Diciembre 1930).
Valga agregar que la selección del medio lacustre determinaría un reimpulso,
porque en tierra firme la intensidad de la explotación de los hidrocarburos estaba cercana
al punto de saturación, y para el colmo los métodos de explotación que allí se utilizaron
eran los menos recomendables 68, y en consecuencia quedaron exhaustos un buen número
de pozos, desastre ejecutado en nombre de la maximización de las ganancias a corto plazo
-capitalismo avanza a tropezones y muy lejos de la perfección-. El escenario del lago se
abría como un nuevo horizonte petrolero.
Las tareas de Velutini se multiplicaban debido a ese marco cada vez más amplio y
más complejo. Con los problemas que se va encontrando podía llenar un tanque de

68
“Como consecuencia La Rosa es un campo ya casi agotado; con tristeza se vé que una región en que hubo
un pozo que produjo más de 100.000 barriles por día en 1922 hoy producen los pozos (…) unos 100 barriles
diarios (…) Los pozos nuevos (…) apenas producen unos 300 barriles” (ídem: p. 7). La explotación en el lago
ya la había concebido un director de la British Equatorial el año de 1912, quien señala que esa área será más
productiva que la terrestre, cuando Los Barrosos N° 2 sacudió el mundo petrolero internacional, ese
visionario de inmediato ordenó adquirir una porción de la “faja del kilómetro” del lecho lacustre, frente al
Campo La Rosa y a la altura de “El Reventón”, obteniendo en esa concesión a los seis meses por primera vez
en el mundo petróleo fuera del área terrestre, alcanzando el éxito parcial con el segundo pozo perforado y
el éxito total con el pozo tercero (3.500 barriles diarios) a los seis meses del suceso de “El Chorro”, pero el
Pozo LR44 fue el primero en aguas profundas -porque los tres pozos que le antecedieron estaban cerca de la
orilla de la playa-, será el histórico, porque cuando explotó brotó un chorro incontenible que ascendía
cincuenta metros arrojando más de 10.000 barriles por día durante 6 días, cuando lograron por fin controlar
el flujo de ese pozo que dará origen a una compra apresurada de derechos entre esas grandes compañías
petroleras (“El Farol - 50 Aniversario: pp 57, 60).” Seis meses después de “El Reventón” surge, pues, este
segundo “Chorro” el LR44 (¿Lacustre Rosa 44?). Con ese adelanto tecnológico comenzando el año 1923 (se
detalla en “El Farol”) se aportará un nuevo instrumento para esa industria internacional: las gabarrras, las
cuales son hoy en día las enormes y avanzadas plataformas de explotación de las áreas marítimas (alta mar).
34

almacenamiento grande69, y Velutini con su constancia proverbial se puso a bombear uno


a uno a esa estación todos los aspectos negativos que se debían subsanar. Velaba por
aquellos bienes como si fuesen propios, ¡y lo eran!. Incansable va llevando registro de
todos esos tropiezos, uno de estos era el de dejar de instalar tuberías para los mechurrios
-para reducir gastos-:
Noté que algunos de los pozos que estaba taladrando (…) no estaban conectados a ninguna
tubería de gas (…) estaban botando libremente al aire varios millones de pies cubicos de
gas, como Ud. muy bien sabe esto es muy perjudicial para los habitantes de ésta región y
también para la vegetación70, siguiendo sus instrucciones le participé al Sr. Dickson
Superintendente de la Venezuela Oil Concessions que prendiese cuanto antes todos los
escapes de gas, éste Señor me contestó fríamente que estaba bien, pero que habían varios
escapes que estaban muy cerca de los pozos que no podrían prender pues se podían
incendiar dichos pozos, también me dijo que los pozos nuevos no estaban conectados a las
tuberías de gas, esto me parece muy mal hecho de las Compañías (…) están obligadas a
tener (…) las tuberías listas (…) (ídem)
Otro registro que se efectúa versa sobre el derecho de supervisar la operación
cuando van a montar un nuevo pozo:
Las Compañías nos debieran de participar cuando vayan a construir las bases para montar
algún taladro para que así nosotros los Inspectores de Campos ver si ellos cumplen con el
Reglamento; para esta fecha la V.O.C. ha prendido como once escapes y tienen 191 pozos
en producción (ídem).
O la realización de obras sin la debida previsión de seguridad:
Hace unos días paso un grave accidente, un americano de la Venezuela Oil Concessions
retrocedió en su automóvil (…) el auto rompió una valvula (…) conectada a un tubo de alta
presión de gas (…) la presión del gas elevó el auto como a diez pies de altura, sufriendo
graves lujaciones el americano y una de las costillas fracturadas perforó el pulmón
causándole una hemorragia (…) (ídem).
Con motivo de este trágico evento Velutini buscó interrogar los testigos del hecho
y se enteró mediante un interpuesto sobre lo sucedido: “el Jefe Civil del Municipio me
dice que otros creen que el automóvil al retroceder, el escape incendió una gran filtración
de gas que había en la llave o valvula” (ídem). Velutini, con este caso, añade algo más a su
lista negra: Las empresas ejercían sobre sus trabajadores la tiranía del empleo: “Yo fui
pocas horas después del accidente al punto donde sucedió y nadie me dio razón pues

69
Metáforas como esta forman parte del estilo literario seleccionado para esta narrativa histórica. Ese recur-
so será ampliamente usado a todo lo largo del texto, porque permiten una comprensión más cabal y
profunda de los fenómenos históricos que se reseñan, pasando los hechos objetivos a su dimensión de las
verdades lumínico-subjetivas.
70
Esta observación reafirma como Velutini tiene conciencia de unos costos que no se están incluyendo en
los libros contables, esas pérdidas sencillamente se las arrojan encima al Estado venezolano.
35

muchos de los que estaban allí trabajan con las Compañías y tuvieron miedo de darme
ninguna clase de informes” (ídem).
Todas esas observaciones críticas tenían un motivo: De ese conjunto abigarrado
dependía una modernización que no fuese trunca. Había que ser vigilante de los salarios,
del impacto petrolero que sufren los habitantes de Cabimas, de los servicios de salud que
recibe el personal… y de un asunto que Zuloaga 71 también debió observar días atrás:
Como Ud notaría en su viaje a Cabimas, las Compañías que trabajan en el Lago, la Gulf y la
Lago debieran de quitar los pilotes que pusieron cuando construyeron bases para pozos ó
para otra construcción cual quiera y que han abandonado, éstos pilotes forman un gran
peligro para la navegación, de manera que creo se les debiera imponer a esas Compañías
quitar esos pilotes.- (ídem).
Velutini también muestra un nicho que se puede gravar, para obtener así más
ingresos para los venezolanos, y para corregir despilfarros e irracionalidades:
Es una lastima ver el gas que pierde la Venezuela Gulf, es la única Compañía que no tiene
Plantas de Captación, como nuestra Ley de Hidrocarburos no les impone pagar impuesto
por ese gas que no usan, pero si creo que se les pudiera imponer algún impuesto por el
valor que tiene la Gasolina que ellos podrían producir de ese gas.- (ídem).
Y luego de hacer esa aguda observación científica pasa a bombear otro problema
más hasta el tanque grande de almacenamiento que está llenando con hechos cuestiona-
bles que se deben corregir, y éste es el del personal extranjero que ocupa puestos que
pueden ser desempeñados por venezolanos:
“Para Noviembre ultimo la Gulf tenía el siguiente números de empleados y pozos:
Americanos 103, Venezolanos 773, Negros 47 y Chinos 5. Total 928. 101 pozos en
producción”. “La Lago Petroleum Corp. Se negó a darme la lista de los empleados que
tienen.-“ “La Venezuela Oil Concessions, tenía (…) Americanos 37, Venezolanos 1122,
Ingleses 70, Holandeses 25, Alemanes 10, Suizos 4, Negros 120, otros 34. Total 1.422.
Pozos: En producción 81, Gas Lift 81, Bombeando 11, Cerrados 210, esperando reparaciones
18, abandonados 22. Total 423 pozos” (ídem).
En el tanque grande que en su imaginario llenaba con los problemas que se debían
resolver para que las empresas funcionasen como verdaderas corporaciones de avanzada,
Velutini bombea ahora la problemática de la venezolanización del empleo, asunto de
trascendente importancia como se podrá evaluar a lo largo de todo este libro. Acá la
empresa con mayor proporción de venezolanos era la que atendía mayor número de

71
Velutini, Paris, Zuloaga son los protagonistas de esta historia renovada. Son los héroes de una gesta que
tuvo distintos campos de batalla, y en ese sentido nos motivan una gran admiración y sobre todo un
poderoso deseo de emularlos con lo mejor de nuestros esfuerzos. El frente petrolero es un aspecto
estructural de este ensamblaje histórico, de allí que desde aquellos ya lejanos años hasta nuestros actuales
días esa línea de confrontación no solo permanece sino que se ha recrudecido, de allí que libros como este
tenga por finalidad incorporarnos a esa línea de confrontación que en ocasiones alcanza el grado de nítida
beligerancia.
36

pozos petroleros. Velutini estaba, entonces, en condiciones de demandar de las restantes


empresas que aumentaran el personal nativo, porque este sector demostraba su alta
calidad como operarios.
No obstante, a pesar del carácter modernizador de todas sus propuestas, y su
visión de futuro de gran clarividencia, la plana mayor de estas empresas no estaba a la
altura de esa visión amplia e integral que Velutini preconizaba, y en vez de desaparecer el
frente petrolero, este se intensifica. Velutini en este Informe, deja de último ese asunto
crucial, hace saber a Zuloaga la incomodidad que generan a las petroleras sus
inspecciones, porque éstas disputan palmo a palmo la primacía que asiste a lo venezolano
frente a lo extranjero, dice: “Yo he participado a ésta Compañía de las filtraciones de gas
pero parece que ellas están renuentes a cumplir con el Reglamento y no me consideran
como un Inspector nombrado por el Ministerio de Fomento” (ídem). No extraña que
éste Inspector no fuese del agrado de las empresas, era un hombre digno, porque era
honesto, infatigable y creativo. C. A. Velutini escribe:
Las Compañías continúan con la misma actitud de siempre para conmigo, me dán los datos
que les pida cuando ellos quieran dármelos, pero todavía no han participado sobre los pozos
que vayan a taladrar como tampoco los que ván a cementar.- Como siempre le he
manifestado, las Compañías nos debieran dar aviso cuando vayan a construir las bases
para montar un taladro para que nosotros los Inspectores, podamos darles el permiso si
están conformes a La Ley.- (ídem).
Las empresas pretendían actuar sin ser supervisadas, ni ser permisadas, ni
tampoco fiscalizadas, en fin, pretendían comportarse como en tierra de nadie o como si
estuviesen en un patio de chivos.
Velutini era a todas estas el ratoncito valiente e inteligente, con aptitudes y
actitudes, que podía ponerle el cascabel al enorme y salvaje gato gris, porque éste
diezmaba las filas de la sociedad venezolana con sus políticas miopes. Velutini tenía por
misión colocarle el Reglamento al cuello a esas corporaciones, y podría hacerlo, porque
con el aforamiento de los tanques grandes había demostrado al gobierno y a las
compañías que las cosas se podían hacer con mayor eficacia y mejor rentabilidad 72, es
decir, con mayor eficiencia que las mismas Corporaciones. El mito de las grandes
empresas no amilanó ni encandilo -ambas son formas negativas de la zulianización- al
Inspector de Campo C. A. Velutini., el demostraba que las grandes metas se pueden
alcanzar por otras vías, como era replicar en Venezuela su eficiencia dentro de los EE. UU.
Las empresas petrolera extranjeras no sospechaban de lo que estaban hechos los
venezolanos de ese entonces, y el General Antonio Aranguren topó con el Strategus o

72
En cuanto a la construcción de infraestructura indica que ya se tiene adelantado un 65% de la edificación
de la Planta de Punta Gorda. E informa que la Lago Petroleum Corporatión le dio un contrato a la Martin
Engineering Company para pintar los 52 tanques grandes que tienen.
37

General en jefe Velutini en este campo de batalla, Velutini le dio una lección de dignidad
anti pragmática y de osadía creativa a ese aliado irrestricto del capital anglo-holandés.
Así como el asunto de los tanques grandes pasó de un análisis de lo real a una
reflexión simbólica73, del mismo modo el Pozo N° 170 nos lanza en esta Historia del Estado
Zulia al ancho mundo de la imaginación, donde las paradojas se convierten en la sustancia
de la reflexión histórica 74.
e) Velutini y el Pozo N° 170
En el Informe del 8 Enero del año 1931 nuestro Inspector de Campo expone:
Visité varias veces el pozo N° 170 que estaba taladrando la Venezuela Gulf Oil Co. En la
Concesión Rodriguez. Como los pozos N° 176 y 177 no produjeron petróleo, se creía que
ésta Compañía había encontrado una falla y que por consiguiente no encontrarían más
petróleo hacia el Norte de la concesión, pero como el taladro N° 170 es el que está más al
norte y entró en producción el 22 de Diciembre, produciendo 325 barriles diarios, la
Compañía se ha animado mucho (…) hay muchas probabilidades de extender el campo
algo mas hacia el norte (I.M: 8 Enero 1931).
En pocas palabras, la sospecha que tuvieron Amílcar, Eliodoro y Félix en el año de
1894 de que en el Municipio Cabimas tenía en su territorio petróleo, no solo resultó en un
rotundo positivo, sino que además no se dejaba de encontrar esa sustancia, para sorpresa
mayúscula de los taladradores.
Desde sus días iniciales el potencial petrolero extendía las fronteras por todas
partes y continuaba su expansión por doquier, esto trajo la incorporación de nuevos
medios de transporte y más vías de comunicación. El Informe lo confirma: La Venezuela
Oil Concessions están poniendo unos taladros al sur del campo de La Rosa, hacia Punta
Benites, éstos pozos son Wild Cats y los están situando paralelamente a la línea ferrea de
la Lago Pet. (ídem).
La conquista del territorio bajo esa ola tecnológica se consumaba al ritmo de la
locomotora que salvaba las distancias, esa línea que partía de Cabimas rumbo al sur
estaba creando la Zona Petrolera de la Costa Oriental del Lago. En el siglo XIX la
estructura económica del Estado Zulia estaba lejos de constituir una región, las costas
permanecían aisladas y abandonadas, pero con el siglo XX con esta nueva actividad los
núcleos pueblerinos se convierten en ciudades y éstas se conglomeran entre sí,

73
Esto forma parte del estilo literario que se le ha conferido a este Informe, y es parte de lo que debe ser
evaluado cuando se reseñe este aporte a la historiografía regional. Para Germán Carrera Damas ese asunto
es uno de los problemas que el historiador debe resolver al exponer sus resultados, preocupándose porque
el estilo literario no sea un simple aditamento retórico y sobre todo prescindible, sino que por lo contrario
sea una fusión de ciencia y arte.
74
La Ciencia de la Imaginación no debe faltar en quien se precie de ser historiador, es una disciplina que se
ha echado al olvido porque es muy peligrosa, al igual que la filosofía es un saber central en las luchas más
auténticas del ser humano. Una Historia del Estado Zulia del Siglo XX no puede estar huérfana en esos dos
campos de la sabiduría.
38

interconectándose a la vez con la capital marabina. Una conurbación nacía, y de haberse


desarrollado hubiese sido convertida en un Complejo petrolero internacional de gran
escala industrial. Esto nos indica algo de gran relevancia, una mancomunidad de
poblaciones citadinas estaba dentro de las perspectivas de desarrollo del Estado Zulia, si
ese horizonte se hubiese colocado como política de Estado, la nación habría asumido un
azimut apropiado para llevar al país a desarrollar sus potenciales a escala continental. La
constitución de la Zona Petrolera de la Costa Oriental del Lago era el primer paso dado en
esa dirección, es decir la de ampliar el mercado nacional de derivados petroleros en un
mercado sudamericano, para lo cual era indispensable desatar un proceso de
industrialización que tuviese por base a esa materia prima y sus sustancias. Esa
perspectiva alentadora fue captada por muchos venezolanos meritorios, incluso llegó a
orientar la política gubernamental de un estadista excepcional que ocupó la presidencia
durante aquellas décadas.
En esa Zona Petrolera de la Costa Oriental del Lago los adelantos no cesaban, a la
línea férrea se sumaba también el empleo del transporte marino, para interconectar esos
dos campos de enorme potencial petrolífero: “La Venezuela Gulf está embarcando
petróleo de Lagunillas para Cabimas” (ídem). Hecho que viene a ratificar el surgimiento de
componentes claves para fundar un Complejo petrolero e Industrial en este territorio,
donde entran en comunicación intensa Cabimas y Lagunillas, y los núcleos intermedios -
como Tía Juana o Punta Benítez-. Toda una dinámica nueva y radical como era la
explotación capitalista de hidrocarburos era puesta en marcha bajo el contexto de la
Segunda Revolución Industrial que a grandes zancadas renovaba a Europa y a los Estados
Unidos de Norteamérica, y que podía extenderse a nuestros horizontes.
La historia del Estado Zulia entra a participar de esos grandes fenómenos que
revolucionan la economía-mundo. Y debió transitar bajo el influjo poderoso de ese
contexto, viviendo las paradojas de ese sistema capitalista en toda su dimensión. Uno de
los fenómenos que se observaron con estupor fue la de observa cómo el auge de esa
economía capitalista noratlántica entró de improviso en el tobogán de la sobreproduc-
ción, originando un descontrol mayúsculo del mercado que se tradujo en una crisis
petrolera espectacular. En el Zulia las actividades petrolíferas, no obstante, no se
paralizaron del todo, disminuyó el ímpetu, pero los estrategas que dirigían estas grandes
corporaciones mantuvieron activas sus empresas a pesar de su ralentización preocupante.
En esos reacomodos tuvo mucho que ver el celo puesto por hombres como
Velutini, porque estos funcionarios se dedicaron a seguir de cerca todos los pasos que
daban las Compañías, haciendo observaciones pertinentes y oportunas para obtener
nuevos índices de eficacia. En esa vigilia permanente nada se le pasaba por alto, así fuese
algo nimio. En Cabimas, por ejemplo, el inspector descubre un negocio que ignora el
Ministerio y lo reporta: “la Venezuela Oil Concessios está vendiendo en ésta población gas
39

a dos fabricas de hielo particulares, me estoy ocupando en averiguar la cantidad y demás


datos, le avisaré oportunamente sobre esto.-“(ídem). De allí:
Le pedí a ésta Compañía (La Lago) que me dieran todos los datos sobre los productos
refinados, los negaron dármelos y únicamente me dieron los datos sobre las ventas en el
País, yo quería saber los totales producidos en la Refinería para confrontarlos con la
Refinería de la Gulf; me ha extrañado muchísimo que ésta Compañía se haya negado a
darme los datos todos de la Refinería.- (ídem).
Las Compañías eran extraordinariamente eficaces en esos ardides mediante los
cuales buscan birlar la parte de las utilidades que le correspondía a Venezuela, tanto es así
que nos arriesgamos a decir que la modernización de estas corporaciones consistía en
nuestras tierras en esas tramposerías 75. Sin embargo, a pesar de la importancia histórica
de ese asunto, lo relevante, no se nos debe olvidar, es la aparición de un mercado interno
(señal de que entre el siglo XIX y el siglo XX ocurren discontinuidades creativas y rupturas
progresistas), porque esta red de distribución de los derivados petroleros está en
expansión, lo cual es una noticia alentadora. La Refinería de “La Lago”, informa Velutini,
colocó en el país durante ese mes tambores/cajas de gasolina, kerosene, gas Oil y petróleo
crudo. Ese mercado es el capitalista moderno, y como tal tiene por epicentro al Estado
Zulia y abarca todo un vasto hinterland que Velutini irá revelando con su testimonio. El
Zulia con ese mercado de derivados petroleros se proyecta sobre toda Venezuela, es decir,
crea el primer foco capitalista de irradiación nacional.
De allí la importancia simbólica del Pozo N° 170. Este pozo, reanimó al personal de
La Gulf, y no era para menos, porque la empresa por esos días: “piensa retirar varios
perforadores tanto aquí como en Lagunillas y paralizarán la perforación.-” (ídem). El pozo
N° 170 trajo la expectativa de que el Campo petrolífero Ambrosio se pudiera expandir, y
esa era una buena noticia, tanto para la empresa como para los trabajadores, se esfumaba
en parte la amenaza de quedar cesanteados o trasladados. Velutini da noticias del pozó N°
170 en sus relaciones:
Empezaron a perforarlo el 8 de Diciembre y lo terminaron el 22 de Diciembre.- Producción
inicial, 325 barriles. 18,1 grados Baume Peso específico Profundidad mil docientos sesenta y
cuatro pies. Diciembre 23 la producción subió a 550 barriles pero inmediatamente bajó a
365 (ídem).
El pozo N° 170 se parecía a la Gran Crisis, por un lado creaba situaciones
angustiosas y por el otro lado alentaba nuevos horizontes. El pozo N° 170 no rendía

75
Francisco Mieres en El petróleo y la problemática estructural venezolana, nos introduce en ese laberinto
delincuencial en el que entran esas empresas para estafar a la sociedad nacional (Edición Banco Central de
Venezuela, Colección Venezuela y su petróleo, 2da. Edición, Caracas, 2010). Al final del presente libro se
colocará un Apéndice en el cual no se recoge todas esas truculentas maniobras impregnadas de ilícitos, sino
del gigantesco poder que han desarrollado esas corporaciones a escala planetaria, para los efectos se
utilizará como fuente la obra citada en esta nota.
40

grandes volúmenes de crudo, pero su modesta producción creaba nuevas expectativas,


era similar al mercado interno de los derivados petroleros crecía a un ritmo modesto pero
sostenido, que a la larga podría ser un gran negocio que se extendiera fuera de nuestras
fronteras para crear un mercado exclusivo que Venezuela pudiese explotar en su
beneficio76.
Otro mercado que también es puesto bajo la mira por Velutini, es el mercado de
trabajo, este interesa porque, entre otras cosas, introducía la cuestión social. Desde esa
perspectiva, el problema era que el régimen que ejercía el Gobierno era el de una
dictadura con características tiránicas, pero no obstante en Cabimas un funcionario como
Velutini, no solo salía en defensa de los trabajadores petroleros, sino que también
intercede incluso por dos conuqueros. El conuquero es un tipo de personaje doblemente
vulnerable ante el poderoso, primero, porque sus condiciones económicas son precarias, y
segundo, porque casi nadie reconoce los derechos que le asisten, que por lo general son
los frágiles derechos de ser simples pisatarios (no tienen el rango superior de propietarios,
que otorgaba en la mentalidad decimonónica la condición de ciudadanos), de allí que se
da por un hecho que su expulsión del sitio y los abusos en que se pudiese recaer en ese
proceso pueda ser considerado como algo normal, lógico y hasta natural, y no como algo
irregular y violatorio de toda norma de convivencia. Velutini tenía claro que para
desalojarlos, debía mediar -como previo- entre las partes un acuerdo para ceder el sitio a
la empresa a cambio de un pago compensatorio, es decir, su manera de ver el problema
correspondía a un ángulo muy distinto. Velutini participa de esa irregularidad:
Conforme le participé en mi telegrama N° 42, la Venezuela Oil Concessios está taladrando
sus pozos C.R.J. que está situado a 20 metros de un conuco y el C.T.B. que está a 10 metros
de otro conuco, en éste último picaron 77 los alambres, al entrar en producción sufrirán
muchísimo esos dos conucos (ídem).
Otra noticia desalentadora, relacionada también con la cuestión social, es la
referida a los trabajadores petroleros, su Hospital estaba en pico de zamuro:
El Doctor Weiss está en Maracaibo y están esperando que la Venezuelan Oil Concessions
termine su hospital en Maracaibo para cerrar el Hospital que tienen aquí en Cabimas, los
que sufrirán muchísimo cuando cierren el hospital de aquí van hacer los obreros
venezolanos pues dado el caso de algún accidente los extranjeros serán enviados en lanchas
a Maracaibo pero los venezolanos dudo de que los envían a Maracaibo.- (ídem).
El Pozo N° 170 no era gran cosa, pero era la razón de ser de aquellas empresas, la
cuestión social era algo semejante, no era en apariencia algo sobresaliente, pero no
obstante era esencial, el descontento social se puede llegar a constituir en un factor de
desequilibrio del poder gubernamental, y eso era grave porque incrementaría la repre-
76
El Pozo N° 170 es utilizado en este texto como un personaje histórico, y como tal nos permite captar las
realidades ocultas que poseen un elevado sentido en este significativo proceso petrolero.
77
Cortaron.
41

sión dictatorial que pudiese llegar a niveles de desestabilización del Estado que no conve-
nía a ninguna de las partes. Velutini insiste en traer esa cuestión social al primer plano,
porque su enfoque se sale de lo común.
Mientras que a conuqueros, vecinos y personal petrolero se les somete a una
situación de inseguridad y abuso, las Compañías petroleras viven significativos adelantos
en su espacio de tener, poseer y disfrutar:
La Venezuela Gulf Oil Co, continua trabajando en las líneas de alta tensión y está montando
en los trabajos taladros al equipo para bombear por medio de la electricidad.- La Lago Pet.
Tiene construida ya el 89% del edificio de la Planta Electrica de Punta Gorda y el 10% de las
maquinarias (ídem).
Y el muelle recién construido trajo también nuevos aparatos tecnológicos: “Tienen
una máquina excavadora trabajando en el muelle de concreto para profundizar el lago.- La
Venezuelan Oil Concessions está construyendo cuatros Pumping Powes para bombear sus
pozos.-“(ídem). También se “Construyó 3 casas de cuatro cuartos en Punta Gorda para los
Electricistas que van a trabajar en dicha Planta.-“ (ídem).
En síntesis, en este frente petrolero coexistían tres espacios históricos, el espacio
del malestar, el espacio del bienestar y el espacio del tener-más, entre estos espacios los
hechos se van adscribiendo ininterrumpidamente, transformándose la realidad bajo el
impulso de esa trinidad voluptuosa. En medio de la Gran Crisis Mundial, en esta
jurisdicción político-territorial, emergía una infraestructura neotécnica (tecnosfera).
Correspondiente a esa circunstancia, el gomecismo en este territorio adquiría una faz
modernizadora que rivalizaba con la que llevaba adelante las Corporaciones petroleras a
escala planetaria78. Esas circunstancias se hacen visibles con el testimonio que rinde el
Inspector de Campo C. A. Velutini y de funcionarios como Guillermo Zuloaga, José Jesús
París y Alberto Salas. Ellos son los grandes testigos de cómo la actividad corporativa
sobrevive durante esa etapa con un piélago de calamidades a su alrededor 79. Otros

78
Esto es lo verdaderamente histórico de ese proceso y de su contexto. La estructura histórica del Estado
Zulia adquirirá un fuerte contraste, coexisten en esa estructura componentes basados en las tecnologías
más avanzadas del planeta, con componentes estructurales modernizadores en otras actividades a diferente
gradiente de avanzada, y también hay componentes que no solo se rezagan sino que se desvinculan con ese
proceso de cambios en marcha. La historia a trompicones es un hecho contundente en esta región.
79
José Jesús París como Inspector y Fiscal de Minas de Hidrocarburos estuvo de gira por Cabimas y
Lagunillas en una misión que le encomendó el General Juan Vicente Gómez, estando de en su visita en
ambos lugares cuenta al Presidente de los Estados Unidos de Venezuela que “he estado siempre rodeado
de un enorme número de personas dándome toda clase de quejas (por) el modo arbitrario como se
manejan las Compañías (en) sus operaciones como pueden dar fé el Coronel Duno Heres, Gobernador del
Dist Bolívar y el Coronel Manuel Belisario, Jefe Civil del Municipio Cabimas (…) ambos han convenido en que
esta situación tiene el carácter de desesperada por las enormes faltas que estas Compañías están
cometiendo en el desarrollo de la Industria Petrolera en estos campos” (AHM, Caja 657 C, Cartas, 1928: pp.
4 y 5). El testimonio de estas autoridades confirma lo que se ha venido sosteniendo, el Estado venezolano
era el defensor más cabal e integro del polo de la modernidad y, las Compañías, mucho dejaban que desear
en ese sentido en esta parte del planeta, constituyéndose por oposición semántica y conceptual en los
42

cimeros testimonios atienden los diferentes frentes petroleros en el Estado Zulia, como
los que rinden los Inspectores de Campo: Dr. C. A. Pérez de la Cova en Lagunillas, Dr.
Gustavo Gabaldón en Mene Grande, Alberto Salas en La Concepción y La Paz y José R.
Velasco en El Cubo (I.T.H. 1930, 1931: p. 4). La sospecha de que en Cabimas existía
petróleo se disuelve y se volatiliza, en su lugar el Pozo N° 170 sugiere que a pesar de la
irracionalidad con el que fue explotado el Campo Cabimas, todavía es posible que
aparezcan nuevas locaciones donde el hidrocarburo puede causar nuevos “Reventones”.
No queda duda la historia zuliana del siglo veinte está petrolizada, todo giraba en torno a
mantener “el chorro” y pozos como el N° 170 mantenían viva esa expectativa
generalizada.
El Campo Cabimas, palabras más palabras menos, sintetiza lo mismo que acontece
en campos como los de Lagunillas, Mene Grande, La Concepción, La Paz, Casigua-El Cubo,
en sucintas palabras, condensa al Estado Zulia petrolero. La sospecha de que esta entidad
era un bolsón petrolero, fue despejada, y estas poblaciones se incorporaron a la geografía
mundial del petróleo, es decir, los zulianos entraron al siglo veinte por el portón principal.
Una vez cumplido este introito que ambienta a esta historia, vamos a asumir
además de lo significativo, lo novedoso, lo crucial, lo relevante, lo que posee un carácter
crítico, porque lo que se aspira a realizar no se limita a lo inédito, sino por encima de todo
llega a visualizar la realidad recóndita que se oculta bajo lo que subyace a la capa fáctica.
El Pozo N° 170 esfumó la tendencia negativa que marcaron los pozos N° 176 y N°
177, y reafirmó que esta Formación petrolífera no se agostaba, sino que por lo contrario,
ratificaba que la Costa Oriental del Lago persistiría el resto del siglo como una plataforma
productiva de gran alcance, esto garantizó que estas empresas asumiesen nuevas inver-
siones económicas en plena Gran Crisis mundial, porque oteaban excelentes negocios más
adelante.
Sobre esas empresas no solo se cierne en ese entonces de modo amenazador ese
contexto internacional de carácter económico depresivo, como se verá en el siguiente
capítulo, también esas empresas serán acometidas por otras fuerzas devastadoras que
pondrán a prueba sus fortalezas, entrando así en este análisis la naturaleza como
protagonista de esta historia con la presencia de un ciclón, además, el fuego como
ancestral compañero de la larga aventura humana sobre este planeta como un incendio,
las fuerzas sociales como una alianza político-económica conflictiva y también el
desempleo como una pérdida de oportunidades productivas. Ante esas acometidas las

detentores de una posición retrógrada, que tenía por fin incrementar las ganancias al alto costo de
perjudicar al país recipiendario que les acogía. Cabe aplicar al caso el refranero popular que de modo
retrechero indica que las compañías petroleras eran más papistas que el Papa, es decir, que las
Corporaciones petroleras eran más gomecistas (“arbitrarias”) que la sagrada (cuerpo represivo integrado
por los chácharos que eran unos funcionarios catalogados como los intocables, cuya función principal era
velar por la seguridad del Benemérito, lo que les otorgaba total impunidad ante sus delitos sociales).
43

compañías soportan todas esas pruebas con éxito, y entonces se podrá decir con
propiedad de que no se puede albergar la sospecha de que estas Corporaciones se
colocarían definitivamente al frente de la economía-mundo que se había estructurado a
nivel planetario, tal era su destino manifiesto. El tipo de capital que ingresó al territorio
venezolano, se debe tener presente, era en este globo terráqueo el que poseía una
estructura más avanzada, llamando poderosamente la atención su alcance intercon-
tinental80. El Capital estaba preparado para escribir su historia violenta con su poder
creador destructivo, y es el Estado Zulia durante el Siglo XX uno de sus escenarios más
importantes a escala planetaria donde ese proceso se presenta, porque está entre los tres
inmensos centros petrolíferos más importantes a nivel de la economía global (ver mapa al
final del trabajo p. 239).

80
En el Apéndice del presente libro se incorporará un resumen sobre este aspecto grandilocuente de estas
gigantescas corporaciones y su colosal presencia planetaria (“El Frente petrolero en el mundo entero”),
dentro de ese marco el Estado Zulia es al mismo tiempo lo local y lo global, de allí su forma inédita como una
realidad glocal.
44

CAPÍTULO II

FUERZAS DEVASTADORAS

Agricultores hacen oposición

En un nuevo Informe Velutini indica que presenció la perforación del pozo


“Curacao N° 2”, ésta tarea lo impresionó y juzgó esa horadación de las capas terrestres
como la “más interesante”:

Taladrándose este pozo, a poca profundidad se empezó a desviar, y con conocimiento de


esto se continuó el taladro. Cuando llegó a la profundidad de 890 pies, tenía una desviación
de 18 grados; entonces resolvieron llenarlo de cemento hasta 760 pies para seguir la
perforación, tratando de enderezarlo. Sin embargo continuó desviándose de nuevo; por dos
veces más volvieron a llenarlo de cemento, continuando el taladro, a pesar de ello seguía
pronunciándose la desviación, de tal suerte que decidieron abandonarlo (…) (I.M.: 8 Feb.
1931)
La naturaleza del subsuelo, por lo visto, torcía el curso de la tubería, y el equipo de
trabajo resuelve abandonar esa perforación “y empezar otro taladro cerca del primero,
empleando el Sistema de Percusión hasta cierta profundidad y entonces continuar la labor
con el Sistema Rotatorio” (ídem).
La actividad petrolera -por lo descrito- era una empresa en vías de desarrollo, el
“Curacao N° 2” lo hacía evidente, pero no solo se trataba de un asunto de adelanto
técnico-mecánico, la actividad empresarial exige también avances de otro orden como es,
por ejemplo, las mejoras que se introducen en la gestión administrativa de la empresa,
porque se trata del manejo de una creciente masa de información que desborda la
capacidad de de procesamiento de datos. Ese segundo factor, el de la comunicación de
cifras y datos, puede también producir una “desviación” (pero en este caso producida por
la mala intención por parte de las empresas concesionarias), y ésta no solo retrasa las
operaciones, sino que también dificulta el descubrimiento de objetivos muy relevantes
como los que se exponen en este análisis.
Sobre esa masa de información y su manejo, Velutini dice:
He tratado con las Compañías para obtener copias de los tickets o notas de las medidas de
los tanques para calcular la producción. Ellas convinieron gustosamente en permitir que
haga las copias; no he procedido a efectuarlo, debido a que todavía las Compañías no han
entregado a Ud., todas las tablas necesarias de calibración de los tanques para poder hacer
los cálculos.- (ídem).
En otras palabras, al faltar las tablas -herramienta técnica imprescindible- todo lo
demás resultaba infructuoso, lo que nos permite inducir que se estaba obstaculizando el
cálculo de la producción, tal trasfondo oscuro lo denominaremos como una Operación
45

Curacao N° 2. Esa Operación estaba en pleno desarrollo, pero ahora no se trataba de ese
forcejeo entre hombre y naturaleza, sino de la brega hostil entre los hombres
disputándose entre sí por intereses contrapuestos, es así como en esta ocasión lo que se
intentaba era neutralizar, bloquear, retrasar e incomodar al Inspector de Campo. En
resumidas cuentas, así como la naturaleza hacía oposición con sus fuerzas al taladrado del
pozo “Curacao N° 2” y desviaba la broca de su curso para alcanzar el bolsón petrolero, del
mismo modo las oficinas administrativas y ejecutivas de las empresas obstruían la barrena
imparable e implacable de Velutini, para impedir la impecable eficiencia de su labor.
Pero las empresas no solo fastidiaban al gobierno, como éstas fueron horadando
toda la superficie, de un lado a otro, el terreno que ocupaban con sus aparatos y
carreteras se ensanchaba, y la consecuencia era que el área geográfica dedicada al agro se
reducía, se estrechaba y se agostaba, de allí que la situación de los agricultores era deses-
perante y éstos se resistiesen a las pretensiones de las compañías. En Cabimas ese sector
social en defensa de su uso de la tierra recurrió a establecer alianzas históricas con los
criadores y con los obreros, para proceder contra aquellas empresas que les estaban
desalojando de su territorio, de allí que incluso intentan ganarse para su causa a la
voluntad del Benemérito. Velutini da razón de este acontecimiento histórico de perfil
político, social y económico, escribe en su I.M.:
Refiríendome a la carta que los obreros, agricultores y criadores en fecha pasada dirigieron
al Ciudadano Benemerito General Juan V. Gomez, y a la otra carta que dirigieron a Ud.
éstos mismos señores, que trajo como consecuencia la visita que en ésta hicimos Ud. y yo al
señor Parodi, encargado del Departamento de Tierras de la Venezuelan Oil Concessions Ld.
Y tengo que manifestarle que se presentaron en ésta Oficina de Inspectoría de Campo de
Hidrocarburos el mencionado señor Parodi y dos abogados extranjeros de la Compañía, con
el objeto de tratar los puntos referentes a las cartas y a la conversación sostenida entre Ud.
y el Señor Parodi (ídem).
Y le comenta a Su Jefe lo que podían traerse entre manos esos representantes de
la empresa aludida:
A mi parecer, he notado, que la Compañía V.O.C. efectuó la visita a ésta Oficina debido a
que está en conocimiento de que el Ministerio ha tomado la debida atención y estudio en
lo referente al contrato celebrado entre ésta Municipalidad y la Venezuelan Oil Concessios
Ltd., y a los contratos celebrados entre ésta misma Compañía y los agricultores.- (ídem).
El problema como es obvio ya a esta altura del relato, era por la posesión, dominio
y propiedad de la tierra, es decir, allí ocurría un estruendoso choque del frente petrolero
con el frente agrícola. Esa colisión histórica estaba prevista por la V.O.C., había creado en
su estructura administrativa un Departamento de Tierras, presidido por el Señor Parodi,
quien participa en el acontecimiento con el respaldo de dos abogados. El bloque político-
social que se les enfrenta, incluye labriegos, conuqueros, cultivadores, plantadores, cria-
dores de animales y, además, se hace acompañar en este reclamo con los representantes
46

de los obreros 81. También tenían a su favor un contrato rubricado con la Compañía que
les otorgaba poder al ser reconocidos como beligerantes. Pero existía otro contrato
celebrado entre las autoridades públicas locales y los representantes empresariales, y ese
tercero debilitó a los agricultores porque elevaba a los concejales a la calidad de
representantes del sector socio-económico reclamante, resultando favorecidas en esa
negociación las compañías petroleras, debido a la actitud complaciente y laxa de esos
funcionarios con respecto a la Compañía. Fue de esa vergonzosa manera como ese amplio
bloque de actores sociales del campo coaligados con el sector obrero sufrieron una de-
rrota histórica, y de allí en adelante el área agrícola y pecuaria perdería poder político a
nivel local, así esa acción quedó reducida a un conato frustrado, y fueron a partir de ese
momento que fueron diezmados como actores sociales. Las empresas, por lo contrario,
salieron fortalecidas, porque sumaron para su causa a los ediles. Los consorcios en este
escarceo político dieron al traste con una fuerza que pudo llegar a ser devastadora en
otras circunstancias, Parodi y sus abogados las fulminaron cuanto antes para impedir que
crecieran y se convirtieran en un huracán de reivindicativo, del que la agricultura podía
salir fortalecida como sector económico.
Lo dramático de esta situación es que mientras se va dejando sin tierras a los
agricultores y criadores, la cosecha petrolera sufría también percances: Ni La Lago, ni La
Gulf taladraron durante el mes de enero. Y sobre el Pozo “Curacao N° 2” la noticia es
luctuosa: “Abandonado”. La Gran Crisis hacía estragos en todos los campos petroleros del
planeta, y el Zulia no era la excepción, no obstante tampoco se rendía.
En estos lares ninguno se cruza de brazos, las corporaciones petroleras en el suelo
que arrebatan a los agricultores siembran parte de sus utilidades en nuevas actividades,
y ahora al entrar en la Gran Crisis empezaban a recoger la cosecha de esa inteligente
decisión. La refinería que la La Lago había construido crea una importante red de
distribución de derivados por todo el país, Velutini ofrece noticias a este respecto, dice:
“despachó para el Interior de Venezuela: 5971 tambores de gasolina, 50 tambores de
kerosene, 783 tambores de Gas Oil, 1 tambor de Petróleo combustible, 4.300 cajas de
gasolina, 4.033 cajas de kerosene (ídem); lo significativo de esa zafra es que esa red
mercantil crea una fuerza contraria a la de la crisis, y al hacerlo la contrarresta. Además
esa empresa también destaca con la petrolización de las vías de comunicación que

81
No extraña esa amplitud de la visión político-social de los agricultores de conformar un bloque político
amplio, porque entre ellos existen propietarios que han accedido a la cultura capitalista, es el caso, por
ejemplo, de Matías Meléndez de la población de La Rita quien participa como miembro fundador en la
capital zuliana del Banco de Maracaibo. Esos capitanes dueños de haciendas, también habían diversificado
sus negocios, y aparecían como dueños de piraguas y como comerciantes, y los dominios de algunos eran
extensos, se habían hecho con propiedades agrícolas e inmobiliarias en diversos municipios. Y al sur del lago
tenían plantaciones, donde se utilizaba como medio de transporte el ferrocarril. En síntesis, tenían un pie en
los espacios del Capital y otro en el del Latifundio, como se aprecia muy bien en la obra de la historiadora
Marisol Rodríguez Arrieta.
47

interconecta las áreas bajo explotación, amplían la Planta eléctrica, reparan el dique,
hacen mantenimiento al ferrocarril y terminan unas Plantas de bombear (ídem), de ese
modo la «siembra del petróleo» en la industria petrolera desacelera el efecto depresivo.
En cuanto a los agrarios, si bien perdían terrenos a manos de las compañías, sin
embargo, también incrementaban su producción donde conservaban su dominio sobre el
suelo o donde adquirían nuevos terrenos. En la entidad zuliana -como en el resto del país-,
los propietarios del sector rural aprovecharon el desarrollo de un mercado capitalista, y
crecieron82.
En un segundo Informe que lleva la misma fecha del 8 de febrero de 1931, Velutini
deja entrever la sabia necesidad de que el Gobierno venezolano deba utilizar los cálculos
más avanzados, es decir, de que deba renovar su capacidad de procesamiento de
información para obtener conocimiento útil. En esta relación, consecuente con su
sugerencia, informa sobre la producción neta por compañía, cifra que obtiene una vez
que se ha descontado el porcentaje de agua i sedimento, y el petróleo perdido por su
movimiento (ídem). Además, establece el petróleo liviano y pesado que extrae la V.O.C.
en los campos de Cabimas, Benítez, Ambrosio, así como lo que aflora la L.P.C. en sus
campos de Ambrosio, La Rosa, Punta Gorda, Ulé, los datos muestran algo patente, el
Municipio Cabimas era el Rey del petróleo liviano y en Punta Benítez era el príncipe de los
pesados (I.M. 8 Feb 1931: IIda. parte). El sentido histórico que adquiere todo ese tipo de
datos obtenidos por métodos sofisticados, es que Venezuela ya disponía en esta parte del
país de una sociedad del conocimiento, el Occidente había adquirido un estatus superior,
porque aquí los petroleros enfrentaron circunstancias muy difíciles para mantener a flote
el Gran Negocio. Esta sociedad emergente que descolla en esta entidad, correspondía a
una selecta esfera de alta preparación intelectual. Tal hecho es importante, porque esa
calidad incidía sobre la industria petrolera, fortaleciéndola ante los embates sociales,
económicos, naturales, que asomaban sobre ese escenario como fuerzas devastadoras.
En esta historia intensa que se viene narrando, donde intervienen personajes como
Parodi, tiene importancia y significación histórica los objetos que eran elaborados
mediante esos procesos productivos muy avanzados, porque de esos procesos surgen los
productos que caracterizan una nueva era, los cuales son fabricados con los insumos
obtenidos mediante el refino del crudo. Velutini, en esta ocasión, menciona algunos de

82
Carlos Rafael Silva, indica que la agricultura de exportación fue decayendo, no así la que se dedica a
abastecer el mercado interno debido al proceso de urbanización, al mayor nivel de ingresos, a las industrias
que consumen materias primas de origen agrícola y al aumento de la población (Venezuela Moderna -
Medio siglo de historia 1926 - 1976. Editorial Ariel, 1979. Varios autores. Sección: Bosquejo histórico del
desenvolvimiento de la economía venezolana del Siglo XX. Cita: p. 809). Se supone que la proveeduría de las
necesidades de alimentos, materia prima e insumos agro-industriales también diversificó la producción de
ese sector económico, es decir, se erigió una agricultura de espaldas al monocultivo que fue cobrando cada
vez mayor prestancia, por otra parte, se sembraba la renta petrolera en el campo venezolano.
48

esos líquidos: Destilado83, Napta Bottom e Insecticida -con anterioridad han sido aludidos
la gasolina, el queroseno, gasoil-. Además se da noticia en el Informe de los que consume
la misma Compañía, y los que son colocados en los mercados de compra de Venezuela y
de Colombia. Esto nos indica que el Municipio Cabimas tenía una actividad exportadora
en la región (también San Lorenzo…) que abarcaba un espacio cada vez más grande,
actividad que podía apuntarse en dirección a un objetivo aún más relevante, como era el
de la posibilidad de crear un vasto mercado regional -Sudamérica, Centroamérica y el
Caribe-, porque se reunían algunas de las condiciones fundamentales para intentarlo, ya
que de facto estaba surgiendo acá en el Estado Zulia un modesto Complejo Industrial
Moderno, que se podría agigantar fundando empresas que ofrecieran lubricantes para
motores, insecticidas y otros subproductos a esa escala regional de horizontes vastos, tal
objetivo era factible, porque: a) aquí se preparaba todos los días un grupo social dirigente
de alta estofa, caracterizado por su precisión, racionalidad, organización, disciplina y
eficacia. Y esto es trascendente, porque ellos podían contagiar a otras capas dirigentes
con esa nueva mentalidad. Del Gran Negocio, entonces, podía aflorar un empresariado de
alto vuelo, y un liderazgo a la altura de ese siglo rebosante de oportunidades 84. Para tal
proyecto de desarrollo era necesario, además: b) Calificar la masa trabajadora, per se las
empresas eran centros de formación de obreros, empleados, técnicos y profesionales, y
había que garantizar que una vez que adquirieran una rica experiencia no se largaran, y en
ese sentido, lo más conveniente es que fueran venezolanos; y c) agregar a la fundación de
esas empresas un pool de capitalistas de diverso origen, porque Venezuela era
sumamente atractiva, ya que se podía convertir en un centro estratégico del Gran Negocio
de los hidrocarburos en este hemisferio. El sueño venezolano latía en estos Campos, pero
para realizarlo había que proceder a la «siembra del petróleo» dentro de la misma
industria petrolera, verdad de Perogrullo que asombra de que no sea visualizada por
quienes han dirigido al país desde aquellos días hasta el presente. En vez de echar a andar
ese Proyecto de desarrollo que exigía una acción unitaria, ocurrió todo lo contrario, los
manufactureros (burguesía citadina), los agropecuarios (latifundistas) y los partidos
políticos y/o funcionarios gubernamentales (clase media) se apoderaron de la renta
petrolera como un provento personal en desmedro de las grandes metas de
transformación nacional. En conclusión la ola petrolera venezolana no se ha levantado a
las alturas que es previsible imaginar, proyectos personalistas suplantaron a un proyecto
de neodesarrollo que bien valía la pena. Se puede decir en lenguaje figurado que la broca

83
En ingles: Distilled. En cuanto al diesel se puede referir tanto al consumido en los motores de combustión
interna, como a los conocidos como gasoil o gas oil (gasóleo) para el mismo fin.
84
Robert G. Wesson (experto en asuntos latinoamericanos) en su libro Política Exterior para una Nueva Era
(Editorial Troquel, Buenos Aires, 1979) indica algo de enorme trascendencia: “Por lo menos Brasil, México y
Venezuela no están lejos de integrar las filas de las naciones desarrolladas” (Wesson, 1979: p. 323).
49

de perforación se desviaba de su gran objetivo histórico, del mismo modo como lo hacía el
taladro en el Pozo Curacao N° 2.
A la amenaza de los agricultores que fue abortada por la coyunda del
Departamento de Tierras y el Concejo Municipal, sobrevino otra, pero ahora ésta provino
de las fuerzas descomunales de la Naturaleza.
Un gigantesco ciclón
Informe Mensual del Campo de Cabimas, 8 de Marzo de 1931:
El 26 de Febrero, en las horas de la mañana se desarrolló un ciclón en el punto denominado
“Punta Benites”.- Según las observaciones, el ciclón corría en una dirección Este á Oeste y
más o menos de un kilometro y medio de ancho. Su velocidad no se pudo precisar.- La
Venezuela Gulf Oil Co. Sufrió considerablemente. Fueron arrancadas de su base tres torres
de taladro y 23 postes de acero de los que sostienen las líneas de alta tensión que están en
el Lago; además hubo pérdidas de menor significación (…) La Lago Pet. Corp. Tuvo algunas
pérdidas de menor consideración y la Venezuelan Oil Concessions tan solo perdió una
torre.- (I.M.: 8 Mar. 1931).
Esa relación indica a continuación que La Gulf está reparando los postes que
arrancó el ciclón del 26 de Febrero y reparando algunas torres” (ídem). En otras palabras,
la Compañía se recuperaba de los daños que aquella pavorosa fuerza le había ocasionado.
El escenario geográfico donde se desataron esos acontecimientos, para ese entonces, era
levantado en planos que el poder ejecutivo gubernamental había ordenado realizar, así lo
expresa el Informe Mensual, donde se da noticia de que el Estado venezolano llevaba a
cabo un trabajo planimétrico de aquel territorio petrolífero, lo levantaba siguiendo una
dirección de Norte a Sur, viniendo a reventar aquella tarea en la misma Punta Benítez, ese
conocimiento no era ocioso, por lo contrario era muy útil para la labor fiscalizadora de los
inspectores de campo. Dice Velutini acerca de ese trabajo a escala:
El plano de Cabimas de la Inspectoría de Hidrocarburos, que abarca los campos petrolíferos
desde el Norte de Ambrosio hasta Punta Benites, no tenía todas las carreteras que
atraviesan dichos campos y se me hacía dificil de encontrar algunos pozos y locaciones, al
efecto lo he perfeccionado dibujandole la red de carreteras y marcando todos los pozos en
producción, perforación, etc.- (ídem).
La red de carreteras y la profusión de instalaciones que habían creado las
Compañías tenían por resultado la compleja trama de una Cabimas industrial, y se hacía
indispensable, en consecuencia, disponer de mapas, para poderse orientar en ese
enrevesado escenario, allí el paisaje natural había sido arrancado (como si hubiese
ocurrido un devastador fenómeno natural) y en su lugar había sido construido un paisaje
lleno de artificios, erigido por las fuerzas tremendas del Capital85.

85
Este tipo de fenómenos y procesos históricos es lo que nos interesa poner de relieve para poder construir
como historiadores el hecho histórico (según una teoría hoy en boga), de allí que el aspecto de historia
fáctica que tiene el relato solo tiene un sentido auxiliar en la narrativa científica que se pretende concretar,
50

Esa transformación del medio rural en uno industrial no estaba exenta de fractu-
ras, Velutini llama la atención sobre el empleo, dice: “Las Compañías han continuado
reduciendo sus actividades y por consiguiente siguen disminuyendo el número de sus
empleados y obreros.- La única Compañía que está taladrando es la Venezuela Oil
Concessions” (ídem).
Lo que quiere decir que desde el Campo Ambrosio hasta el Campo Ulé se había
puesto en movimiento otro tipo de ciclón, el cual era silencioso, pero igual de grueso y
devastador, nos referimos al fenómeno económico de la crisis cíclica del Capital que
dejaba por donde pasaba toda una cadena de víctimas, es decir, iba dejando una estela de
desempleo en su destructor recorrido. Ante ese siniestro las corporaciones trazan una
política para contrarrestar la tendencia reductora de la nómina de personal: “La
Venezuela Gulf ha recibido instrucciones de su Oficina principal en reparar, pintar y tener
listo todos los materiales de perforación (…)” (ídem). Como se ve, la empresa no se dejaba
arrastrar por el pánico, tenía conciencia de que la actividad a la cual estaban dedicados
era una de las más sólidas, de altos beneficios y de mayor futuro, y frente a estas
adversidades reaccionaba garantizando a una parte de su personal un empleo. Pero por
otro lado toman también medidas anti-venezolanas, insistían en deslastrarse de sus
compromisos monetarios con los arrendatarios, y esto lo hacen bloqueando los intentos
del Gobierno de obtener información, y para ello recuren a diferentes recursos evasivos,
en el Informe se describe esta tirante situación:
De conformidad con lo pautado en el artículo N°87 del Reglamento de Hidrocarburos, se
ordena a las Compañías presentar entre el primer y el segundo día de cada mes los libros de
producción y los demás libros que faciliten al Inspector de Campo, lograr la exacta
producción del més vencido. La Lago Pet. en varias ocasiones, a pesar de haberles advertido
y señalado el citado artículo, no me han permitido ver los libros y vienen entregándome el
resultado de la producción cuando a ellos les plazca, casi siempre el 8 de cada mes.
Es decir, que la Corporación le venía entregando los libros el día en que Velutini le
tocaba enviar su informe a Maracaibo. Ese proceder lo cuestiona, dice:
Es de extrañarse, y yo lo he presenciado varias veces que la Oficina de la Lago en Cabimas,
que es donde se produce el petroleo y como es logico debe tener en sus oficinas todos los
datos relacionados con la producción, perforación etc, ocurre telefónicamente a sus
oficinas en Maracaibo para despues darme los datos por mi pedido a ese respecto.- (ídem).

en ese sentido, el ciclón que en realidad nos interesa es aquel que arrancó de ese paisaje geográfico una
zona biótica natural (Zona de Vida) y de paso erradicó las unidades de producción agrícolas que allí estaban
instaladas desde hace siglos; y luego cómo sobre esa desolación erigieron un paisaje industrial que no le
interesa el uso de la superficie de la tierra sino del subsuelo; ocurriendo a continuación que ese paisaje
artificial fue a su vez vapuleado por las fuerzas de la naturaleza ese 26 de febrero, echando a andar con ese
suceso los descomunales mecanismos de reconstrucción que las fuerzas del capital son capaces de poner en
movimiento, para restituir la producción, esto es, la extracción de hidrocarburos en ese lugar.
51

La falla de la empresa cuestionada la contrasta con la de las otras dos Compañías


que trabajan en su área, señala como incurren en impuntualidad para cumplir con sus
compromisos, haciendo notar las indeseables consecuencias que ese vicio genera en la
administración pública, dice:
Esta Compañía adolece también de otra impuntualidad; los registros de los tanques deben
darlos las Compañías diariamente (…). La Venezuela Gulf y la Venezuela Oil Concessios Ltd.
dan cabal cumplimiento a ésta obligación pero la Lago Pet. se niega a cumplir oportu-
namente este requisito, cosa ésta que me trae trastornos pues se me acumula el trabajo.
Generalmente me dan los registros de los tanques 7 ú 8 días atrasados, de modo que, no
podré calcular la producción total del més para el primero ó segundo día y por consi-
guiente no podremos comparar la producción a tiempo.- (ídem).
Luego pasa a denunciar la situación extrema en la que ha recaído la L.P.C. es decir,
la actitud escandalosa en la que se han subsumido para no cumplir con “el acuerdo entre
la Inspectoría Técnica de Hidrocarburos y dichas Compañías”. Acusa, pero también sugiere
una reunión para resolver esos tropiezos:
Ésta Compañía se ha negado a darme la relación de los productos refinados, me han
contestado que la oficina de Maracaibo le ha prohibido darme esos datos.- Me parece
conveniente que Ud tuviera una conferencia con La Lago Pet. Para dejar sentados de que
ellos me dén todos esos datos cuando yo se los exija. Varias veces les he pedido que me den
el número de obreros, pozos que están en producción etc etc, unas veces se han negado y
otras me han contestado satisfactoriamente pero con varios días de retardo (ídem).
Recapitulando, las empresas salieron avante en su enfrentamiento con las fuerzas
coaligadas que habían formado los agricultores, se recuperaban de los daños que les había
producido un impresionante ciclón de pavorosa fuerza, pero no podían someter a sus
caprichos la voluntad de Velutini, quien como un hombre dique las contenía con relativo
éxito, impidiendo que hicieran las cosas “cuando a ellas les plazca”, es decir, cuando se les
diera la gana. Las empresas tenían a su lado fuerzas descomunales que embate contra los
intereses nacionales de Venezuela, pero el funcionariado responsabilizado por el control
de las actividades petroleras aguanta ese frente ciclónico con estoicismo. En definitiva, las
compañías petroleras pretenden salir indemnes de la crisis cíclica del capital, cargando los
costos de las mismas al estado venezolano, pero el funcionariado al servicio del gobierno
resiste a esas pretensiones con gente como Velutini.
El Informe señala, además, algunos hechos puntuales, como lo del petróleo que
una de las compañías instaladas en Cabimas reciben de Lagunillas. También ofrece nuevas
noticias sobre el gas que vende la Venezuela Oil Concessions a unas plantas de hielo en
esta localidad, dice:
según me han informado en esta población, está vendiendo gas a dos plantas de hielo por
un valor de tres mil bolívares mensual.- Me parece extraño que en los datos que me dá esa
Compañía mensualmente y que yo los copio del Informe que la Oficina de esa Compañía
52

presenta mensualmente a la Oficina de Maracaibo; tratando del gas dice en parte así: “Gas
vendido…. Nada”- Si es importante éste asunto, sírvase avisarme para informarme bien del
caso.- (ídem).
Ni lo más nimio se pasa por alto, lo que estaba en juego era una danza de dinero
que se debía canalizar hacia Venezuela en más justa distribución, aquellos consorcios
internacionales poseían debido a la escala mundial en la que trabajaban demasiados
mecanismos que les permitían una estafa de proporciones globales, y el gobierno
venezolano no era pendejo, dónde podían ganarle algunas batallas presentaban pelea en
el caliente y permanente frente petrolero que les ponía en situación beligerante.
Un tercer hecho, significativo, muestra la situación desoladora en la producción:
“La Lago Petroleum Corp. Ni la Venezuela Gulf Oil Co., taladraron durante el mes de
febrero.-“ (ídem). Eventos que eran desalentadores para la masa laboral, hacinada en
Cabimas, en busca de una oportunidad de vivir el sueño corporativo. Se trataba de una
fuerza devastadora que causa terror en las familias como es el fantasma del desempleo,
equivalente a la devastadora fuerza de un ciclón natural, este huracán económico no solo
atemorizaba a la masa trabajadora, sino que también incidía desesperanzadora sobre las
empresas, porque la plusvalía la obtienen precisamente de la fuerza laboral en actividad y
no de la que se mantiene ociosa que nada rinde de ganancias, como si fuese un barco que
se mantiene surto en el puerto sin cargarse. El pleno empleo es el anhelo de toda
economía que busca en su auge el apogeo de las ganancias. La respuesta que dieron las
empresas para paliar los efectos negativos de esa amenaza, fue mediocre, es decir, sin
ninguna traza de imaginación86, estas organizaciones capitalistas procedieron a la clausura
del hospital de Cabimas, lo cual obligó a improvisar medidas tipo paños calientes para
amortiguar el grave vacío que creaban:
El último de febrero las tres Compañías cerraron el hospital que mantenían las tres.- Ya la
Lago Petroleum Corp. Arregló en el dispensario que tienen en el Campamento de Las Salinas
un pequeño Hospital con 12 camas, pero tienen suficiente espacio para seis camas más. Han
organizado muy bien todo, tienen una nurse87, un médico y tres ayudantes.- La Venezuela
Oil Concesssios piensan arreglar un pequeño hospital en su campamento de Cabimas otro.
Según me informado las tres Compañías que trabajan aquí, tienen como termino medio
12 accidentes mensual que necesitan permanecer en cama, tienen muchos más pequeños
accidentes que se curan en el dispensario. De manera que con los pequeños hospitales que
van a organizar será suficiente para atender todas las necesidades del caso, su hubiera un
accidente grave, inmediatamente lo enviaran para Maracaibo.- (ídem).

86
La historia tiene que deslastrarse de mitos, uno de ellos es el carácter divino que se le ha otorgado a esas
empresas, es decir, se les erige en modelos que rayan con la perfección. A la inversa, se coloca al aparato
estatal como ente un administrativo por naturaleza desastroso, criterio que solo es aplicable a algunos casos
históricos concretos, pero que también puede ser rebatido por el carácter exitoso que en otros casos
célebres como el New Deal (Nuevo trato) fueron impulsados por el aparato estatal en ese país y en otros.
87
Nurse es un término inglés, se traduce por enfermera, practicante o asistente de un médico o sanitarista.
53

Con la misma intención, se supone por extrapolación, realizan obras que servirán
para contener el descontento de las masas laborales al ver deteriorándose el espacio de
trabajo -sustitución de los hospitales por dispensarios mejorados que eufemísticamente
denominan como “pequeños hospitales”-. Con esa finalidad, se toman decisiones
compensatorias como la de sostener el ritmo de construcción de las grandes obras, o
poner en marcha el mantenimiento de las vías o abriendo unas nuevas:
La Venezuela Oil Concessios continúa construyendo las estaciones de bombear y haciendo
las necesarias carreteras para los nuevos taladros como también constantemente están
reparando todas las carreteras.- La Lago Petroleum Corp., está trabajando en la Planta
Electrica de Punta Gorda y poniendo las líneas de alta tensión para Ambrosio y otros
puntos.- (ídem).
Solo algunos estados de los Estados Unidos de Venezuela vivían esa dinámica
empresarial, el Estado Zulia era uno de ellos, y Cabimas es uno de sus municipios donde
mejor se observa cómo ese proceso cobra forma gracias al valioso testimonio de Velutini.
En Cabimas se opera el milagro de la electricidad, con su Planta de Punta Gorda, se
tendían las líneas de alta tensión, y con ese soporte se echaba a andar, con nuevo vigor,
un aparato industrial de punta, el cual era para ese momento histórico un hito sin
parangón en toda la vida de la nación. En otras palabras, mientras en el país hacia
estragos el vendaval de la Gran Depresión, y el desempleo golpeaba a los humildes de la
tierra, los zulianos en los campos petroleros vivían un estado de excepción. En estos
Campos nadie tenía puesta mano sobre mano, las presiones de la labor fiscalizadora de los
Inspectores de campo estaban vigilantes de lo más nimio, y esto sirvió en buena medida
para paliar con mayor éxito el vendaval que se desataba con furia sobre el mercado de
trabajo.
El auxilio económico que estas empresas obtienen, para superar los estragos que
les produjo el embate de aquel ciclón desmesurado que avanzó abarcando un kilómetro y
medio de ancho, lo obtenía de los rendimientos del sector petrolero y del gasífero -
incluyendo sus refinerías y plantas de absorción-. Velutini la cuantifica en su informe 88:
“En el mes de marzo ésta Compañía [V.O.C.] produjo 179.952, metros cúbicos (….) que
viene siendo 160.692 toneladas, ésta producción es bruta.- Embarcaron 170.794, 677
toneladas de petróleo incluyendo 950,23 toneladas de gasolina” (ídem); “Las Plantas de
Absorción [de la V.O.C.] produjeron la siguiente gasolina: Planta N° 1…160.514 litros
netos; Planta N° 2….222.561 litros netos; Planta N° 3….185.7222 litros netos. Gasolina

88
Cifras que rinden cuentas de los aspectos técnicos más avanzados propios de la Segunda Revolución
Industrial en marcha por estas tierras zulianas, con la cual Venezuela hubo de colocarse codo a codo en esta
etapa neotécnica con respecto a lo que se hacía en otros lugares del mundo, y lo hizo con propiedad y con
iniciativas de vanguardia con hombres como Velutini, quien representaba los intereses del Estado y
respondía a las expectativas gubernamentales. Ese es el sentido por lo cual ese tipo de dato histórico se
incluye con fruición en este estudio, para poder ponderar este «otro» gomecismo.
54

total….568.797 litros netos” (ídem); la Venezuela Gulf Oil Co. con el movimiento en su
Refinería, obtuvo de 33.787 barriles de crudo: 1.005 barriles de gasolina, 30.925 barriles
de combustible Fuel Oil, Destilado 1.715 barriles, Kerosene 18 barriles y las pérdidas de
123 barriles que se generaron en el proceso de destilación; la Lago en su Planta de
Absorción, produjo 2.148, 83 barriles de gasolina, habiéndose usado para producirla
152.625.000 pies cúbicos de gas; la refinería de La Lago, obtuvo: gasolina, nafta,
destilado, kerosene, Gas Oil y combustible Fuel Oil. Entre los “Despachos” indica uno que
se refiere a treinta “Tambores de aceite de motor” (ídem).
No solo se preservaba un ingreso económico, se mantenía también una fuente de
trabajo, y sobre todo había progreso, porque el patrimonio de los derivados se mantenía
diversificado y se ensanchaba con nuevos productos. Ese mercado de productos fabrica-
dos en las refinerías lucía esperanzador, apuntaba hacia el futuro, hacia los nuevos
derroteros de sembrar la rente petrolera en la misma industria petrolera, intención que
permitiría a Venezuela, de llevarse a cabo ese proyecto de desarrollo en toda su
extensión, a soportar a cualquier ciclón que se desatara en la economía internacional.
Entre esos productos generadores de altas expectativas sobresalía ahora la producción de
aceites para motores.
Con esos adelantos motivadores, Velutini recalca cómo algo que le causa sentida
satisfacción el incremento de los artificios que se instalan en su localidad, con ese aparato
industrial que se ensancha crece el patrimonio del Estado Zulia a grandes saltos, de allí
que menciona las empresas que desarrollan planes de infraestructura, y una vez
efectuada esa observación apunta su dedo acusador contra la compañía que no hace
nada:
La Venezuela Oil Concessions, continúa trabajando en las estaciones de bombas y
construyendo los necesarios caminos para transportar sus maquinarias para los pozos que
vayan a taladrar. La Lago Petroleum Co., continúa trabajando en la Planta Electrica y la Gulf
está construyendo nada.- (ídem).
El Capital como magnífico motor de la historia, hace presencia imbatible en el
proceso histórico zuliano irradiando su tremendo empuje multiplicador en todas las direc-
ciones (agrícolas, comerciales, bancarias, manufactureras…), es decir, impactando toda la
estructura económica, pero donde alcanza las cúspides más altas es cuando la masa
monetaria la invierte en la misma actividad petrolífera -siembra en su mismo sector o
esfera-, de allí que tal objetivo es determinante para un verdadero proyecto de desarrollo,
porque allí está el punto crítico del hecho económico fundamental -invertir en otros
sectores es solo lo complementario (y por supuesto ineludible y necesario)-.
El capital petrolero durante el siglo XX barrerá en una alta proporción con los
modos de producción no-capitalistas, como si fuese un ciclón que arrancase de cuajo esas
economías silvestres, mientras, que en sentido contrario, llevaba unos cuantos escalones
55

arriba sus propias actividades. El capital petrolero crea un emporio de empresas inmensas,
tamaño decisivo a la hora de enfrentar las fuerzas devastadoras económicas, sociales o de
la naturaleza. Estas empresas colosales se resarcían de las pérdidas causadas por esos
ciclones, mediante una febril actividad de reconstrucción inmediata, para no perder
oportunidades. Lo que se había instalado en Venezuela no era cualquier tipo de capital
extranjero, era un capital con nuevas magnitudes, que solo temblaba al enfrentar los
efectos negativos de la rémora del desempleo.
La rémora del desempleo
Como previo a la cuestión que se alude en este título, hay que establecer en el
nivel teórico lo siguiente: el descenso en el ritmo de actividades trae como consecuencia
inmediata la pérdida de puestos de trabajo, lo cual es el peor escenario que puede
sobrevenir para la generación de riqueza, dicho de otro modo, solo bajo el pleno empleo
la economía se puede decir que está en todo su esplendor, esto es, en un pujante auge, si
por lo contrario, lo que se incrementa es el desempleo en vez de la producción, lo que se
vuelve notorio y visible es una depresión económica, dentro de la cual la crisis pasa a
presidir las actividades económicas convirtiendo las expectativas en una pesadilla corpo-
rativa89.
Velutini ha venido observando que en su jurisdicción en vez de aumentar la
producción lo que se incrementa es el desempleo:
Las Compañías han continuado reduciendo sus actividades, y por consiguiente siguen
disminuyendo el número de sus empleados. La Venezuela Gulf Oil Co. Y La Lago Petroleum,
han paralizado completamente la perforación de pozos y la Venezuelan Oil Concessions Ltd
vá a reducir la perforación a tres pozos mensuales.- (I.M: 8 Abr. 1931).
Bajo esas condiciones negativas -de que la temida crisis económica mundial llegue
al país en toda su crudeza-, el Estado venezolano reaccionó con renovado vigor buscando
favorecer su percepción de rentas del sector hidrocarburos, y lo hace con un impulso
racional e inteligente, consistente en mantener en un proceso de calificación técnica
permanente la labor fiscalizadora. Es bajo esa atmósfera civilizatoria que anima la esfera
gubernamental que, se entiende y se explica la política permisiva y tolerante del régimen
dictatorial con respecto a los Inspectores de Campo 90. Velutini y Zuloaga en medio de esas

89
El Capital puede avanzar como un tambaleante monstruo ebrio o surcar el cielo como un ligero ángel,
crisis o auge son las caras de ese engendro económico bicéfalo. La gran cuestión filosófica de este asunto
peliagudo, es la de resolver el problema de difícil solución consistente en «proletarizar o capitalizar» al
recurso humano como fuerza de trabajo, debido a las arduas connotaciones que tal decisión tiene desde las
perspectivas éticas, ecológicas, antropológicas y existenciales. Para capitalizar al obrero hay que inyectar
dinero en su hábitat extenso, convirtiéndolo en fuerza intelectual, medida que demanda una renovación del
mundo conceptual que orienta a la alta gerencia y que conlleva a repensar no solo el capitalismo del siglo
XX -que era apenas un nonato- sino también la de la presente centuria que avanza a pasos agigantados.
90
Acosan a las Compañías, se identifican con los obreros, defienden los derechos de los habitantes del lugar,
protestan los daños causados a la naturaleza, se solidarizan con los navegantes del lago, les preocupa el
56

circunstancias favorables obtienen amplias facultades en el frente petrolero, y en


consecuencia, afinan sus instrumentos metodológicos, para mejorar sus métodos y sus
cálculos:
Adjunto envío las planillas (…) de los tanques pertenecientes a las tres Compañías. Como Ud
verá (…) he detallado claramente como obtuve las producciones por medio de (…) los
tanques. Chequée muy aproximadamente la producción de la Gulf y de la V.O.C., pero tuve
una diferencia bastante grande con La Lago. Yo le reclamé a dicha Compañía esa diferencia,
y ellos me alegaron que ya la habían explicado al Dr Zuloaga en meses pasado, debido a que
el Dr Zuloaga le había reclamado sobre el particular. Ellos me dijeron que esa diferencia la
llamaban “Field Storage”, entonces yo insistí en que quería ver esa diferencia en sus
libros, al efecto, me fueron mostrado varios libros y obtuve [que] (…) la diferencia consiste:
en el petróleo usado en circulación (Circulating), consumido como combustible, el petróleo
recuperado por los pozos debido a la circulación, filtraciones ó roturas en las tuberías y el
petróleo almacenado en los tanques en el lago. Todas esas cantidades sumadas
algebraicamente vienen siendo igual a esa diferencia (ídem)91.
La “pequeña Oficina” bajo esta nueva ola de procedimientos técnicos incrementa-
ba su capacidad de procesar datos, para poder elaborar la información más precisa e inob-
jetable. En función de esa meta el Inspector realiza una solicitud, para dotar a su despacho
de medios, con los cuales desempeñar mejor su papel:
Es de urgente necesidad comprar una maquina de calcular, aun cuando que las Compañías
no se niegan a facilitarme una cuando no están ocupados por sus empleados. Me es
bastante penoso molestarlos con frecuencia y varias veces me han dicho, en este momento
no podemos prestarle una maquina, porque están todas ocupadas. Como Ud muy bien sabe
que para obtener los resultados netos en toneladas métricas hay que hacer varios cálculos
larguísimos que con una maquina se hacen rápidamente (ídem).
Velutini controla de un modo exhaustivo, revisa todos los entresijos y no se deja
sepultar por la avalancha de datos cada vez mayor:
El porcentaje de agua y sedimentos en los petróleos de la V.O.C. y de La Lago (…). Notando
[una] diferencia; fui acompañado de uno de los medidores trinitarios de La Gulf y con
autorización del Superintendente, tomamos una muestra del petróleo de los tanques Nos
55011 y 55012. Allí mismo en el campo tomamos la gravedad, con un resultado mayor (…)
que generalmente me dan, la diferencia era de tres grados. Lleve dichas muestras a La Lago
y allí hice la prueba del sedimento (…) en una máquina Centrifuga (…) el porcentaje que
ésta Compañía siempre me ha dado [era muy alto en sedimento] (…). Hace varias semanas

desempleo, les indigna la pérdida de recursos como el gas e incluso llegan a avalar el derecho a organizarse
de los trabajadores para socorrerse mutuamente.
91
Estos forcejeos de alto perfil técnico-profesional entre la gerencia de las empresas y los funcionarios
ministeriales, son los que imprimen al proceso histórico un aspecto cualitativo, el cual nos ofrece una
percepción de la realidad totalmente nueva, con la cual se construye en este libro la historia del Estado Zulia
desde una perspectiva que no es la habitual, porque se parte de los testimonios y no de ideas
preconcebidas que pretenden imponerse a la relatoría alegando principios de autoridad.
57

yo le pregunté al Jefe medidor de la Gulf (un americano) que [por qué] ellos tenían un
porcentaje tan alto de sedimento, él me contestó, “we don´t take any chances”.- Al
encontrar esa diferencia, fui a La Gulf y se lo participé, ellos dijeron que la gravedad era 24,6
baume en lugar de 21 como siempre me daban, porque con casualidad ese día habían
bombeado una cantidad de destilado, pero que el porcentaje si les extrañaba (…) La
diferencia es grande tanto en la gravedad como en el sedimento y creo que esa Compañía
es muy descuidada y muy rara vez toma la gravedad ni el sedimento.- Creo que se le
debiera participar esa diferencia a dicha Compañía.- Me parece que es una gran casualidad
que ese día que yo fui a tomar las muestras habían bombeado DESTILADO92.- Si Ud notará
cuidadosamente las planillas de la Gulf se fijará que nunca han tenido durante el mes de
marzo ningún petróleo de esa gravedad (…) Baume, conforme yo lo obtuve en los tanques
Nos 55011 y 55012 (…) Dudo muchísimo que ellos ese día hayan bombeado DESTILADO (…)
el mismo medidor estaba presente cuando yo leí la gravedad (…) y él dijo siempre le
quitamos un decimo (…) con seguridad él fue a participarlo a la Oficina y allí decidieron decir
que habían bombeado destilado. También me fijé en las hojas donde ellos llevan la
producción que habían cambiado la gravedad, se notaba que habían borrado.- (ídem).
Registra, así mismo, Velutini todo lo referente al gas, en especial, el que se
desperdicia, esto revela la alta conciencia que ha adquirido de que el gas es un recurso
valioso, lo cual provoca en el frente de hidrocarburos dos flancos: el petrolero
propiamente dicho y el gasífero. Así que se enfila siempre a cubrir ambos extremos, dice:
“En los primeros días del presente mes (…) fui a obtener los datos sobre producción (…) de
gas producido por cada una de las Compañías como también el gas usado por ellas.-
“(ídem). Y cuando, lleva a cabo esa inspección, calcula las toneladas de gas “que botan al
aire”. Esos datos los recoge con La Lago y con la V.O.C., cuando llega a La Gulf coloca “Gas
consumido: nada” y agrega como nota: “No tiene planta de absorción” -éstas y las
refinerías son un tercer frente (petrolero, gasífero y de refino)-, y a continuación informa
otra incongruencia en los datos que esa empresa entrega:
Gas producidos aproximadamente según ellos: 295.000.000 de pies cubicos”, cantidad que
a su juicio es falsa: La Venezuela Gulf, tiene que haber producido mas de 295.000.000, pues
su producción fue mayor que La Lago y el Gas Oil Ratio debe haber sido mas ó menos igual.-
(ídem).
Su balance sobre el gas es que: La V.O.C. y La Lago utilizan más ó menos el 40% del
gas que producen y La Gulf lo desperdicia todo. Y añade, las Compañías están desperdi-
ciando ó botan al aire más ó menos 33.000 toneladas. Velutini considera que ese desper-
dicio, es destrucción de riqueza, y además tiene como agravante que ese botar gas al aire
es utilizar la atmósfera como un basurero, y expresa su sentimiento al respecto: “Es muy
lamentable” la “inmensa cantidad de gas” desperdiciado, y sentencia: “El Gobierno

92
Este uso de mayúsculas en los documentos aparecen así en los originales, por lo contrario, todo el uso de
subrayados, cursivas o negritas son nuestros.
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debiera de estudiar detenidamente éste punto, para tomar medidas enérgicas sobre el
particular.-“(ídem). Ese desperdicio si se convirtiese en recurso económico, traería el
empleo de mano de obra, de allí que había que presionar en esa dirección, y lo viable era
percibir ese problema desde la perspectiva técnica y económica.
El Inspector de Campo ahonda en el punto, e incisivo apunta que se deja de extraer
gasolina de ese gas, y recomienda del mismo modo que al gas se le pueda dar otro uso,
recurso cuantioso que se puede traducir en nuevos ingresos de divisas, y para explicar su
percepción va paso a paso, hasta llegar a la relación clave. Empieza por decir:
Se ha probado multitud de veces que con los métodos ordinariamente usados para la
extracción de petróleo, se extrae solamente una parte del petróleo que existe en el
subsuelo. Se puede decir, que es un hecho, que cuando se abandona un campo,
generalmente siempre queda más petróleo en las capas, que el que han extraido (ídem).
El escrito muestra como es de Perogrullo que esos métodos deben ser
descartados, porque son devastadores de fabulosas masas de riquezas, porque son de una
notabilidad anti-económica intolerante. Y en apoyo a lo que denuncia cita “varias
investigaciones” que tienen por objeto encontrar un método “para sacar de las capas
petrolíferas la mayor cantidad posible de petróleo” (ídem). Expone el Inspector que en
esas investigaciones se demuestra que existe una relación probada “que la producción
total de un campo, depende más del Gas disponible (…) que del petroleo disponi-
ble“(ídem), en otras palabras, que es de crucial importancia que el volumen de gas en el
depósito sea alto, para incrementar la capacidad del pozo de arrojar a la superficie de
modo natural el petróleo que allí yace. A partir de esa idea científica, se podía entonces
desarrollar un nuevo método de extracción.
Velutini bajo esta inquietud asume un papel de asesor económico, social y
científico, esa perspectiva para abordar la realidad (la de una sociedad del conocimiento)
era lo que se vivía en los Campos dedicados a la zafra petrolera, en ese frente se libraba
un combate entre quienes toman las armas del conocimiento para enfrentarlas contra
quienes actúan bajo los dictados de la irracionalidad económica (caracterizada como una
visión cortoplacista, inmediatista y exasperantemente simplista, porque de esta beligeran-
cia activa dependía una nueva tasa de enriquecimiento colectivo (Empresas/ Estado), idea
que por demás es de gran contenido político.
Velutini continúa bajo esa orientación multidisciplinaria del tema, del siguiente
modo: Cuando el GAS en un estrato se agota, la producción de petróleo cesa (…). Por
consiguiente, cualquier método que se aplique para conservar o aumentar el volumen
de GAS, aumentaría la producción final y prolongaría la vida del campo.- (ídem). Basado
en ese principio causal describe lo que en fase experimental se ha llevado al terreno con
resultados satisfactorios: “Se ha notado, que inyectando con aire ó GAS comprimido
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algunos pozos escogidos de un campo, la producción de varios pozos alrededor de esos ha


aumentado.-“(ídem).
Con ese éxito en puertas, Velutini replantea la cuestión del desperdicio de gas y
dice:
Como he dicho anteriormente, las Compañías desperdician o botan al aire treintetres mil
toneladas de GAS en los campos de mi jurisdicción, parte de este GAS lo debieran inyectar
en las formaciones, como también inyectar el que sale de las Plantas de Compresión de
Alta Presión y que no utilizan en GAS LIFT.- (ídem).
Nuestro Inspector expone esos aspectos técnicos, y luego pasa a verificar el
aspecto económico, es decir, responde la pregunta de ¿Si es comercial el empleo de esa
tecnología? Y establece de entrada que:
El método de elevar petróleo por medio del GAS (Gas lift), se puede aplicar
comercialmente (… …). El costo de comprimir un mil pies cúbicos de gas es cuatro centavo
oro y se calcula que cada mil pies cubicos de gas produce un barril de petróleo (…), creo no
estar tan errado, en apreciar [ese barril] en dos bolívares (…), de manera que, como ya he
dicho, es comercial elevar el petróleo por medio del gas.- (ídem).
Velutini, aporta además al asunto tratado, hechos históricos y una visión en
prospectiva, dice:
La Lago Petroleum Corp., actualmente está produciendo en La Rosa alrededor de siete mil
barriles diarios por elevación por medio del GAS.- El asunto del GAS es muy importante (…)
conservando o aumentando el GAS, se prolonga la vida de un campo.- Es muy triste que
campos como Ambrosio y La Rosa, que son campos relativamente nuevos, la producción ha
disminuido tanto y ya los están bombeando; si éstas Compañías hubieran inyectado gas a
tiempo, todavía estos campos estuvieran produciendo mas petróleo y la producción final
sería mucho mayor. El Ministerio de Fomento debiera de hacer algo a favor del GAS, sobre
todo en los campos nuevos como Maturín, Falcón y aún en Lagunillas.- (ítem).
Para poner fin al asunto que viene tratando de un modo sistemático93, Velutini
remata esta parte de su Informe con un fallo demoledor sobre la pésima administración
de estos consorcios en suelo venezolano, cuando afirma “si estas Compañías hubieran
inyectado gas a tiempo, todavía estos campos estuvieran produciendo más petróleo. Y
para cerrar adjunta al Informe un croquis (propio de un ingeniero mecánico) en el cual se
especifican los pasos y los medios mediante el cual funciona el Sistema para elevar
petróleo utilizando el gas inyectado. Este croquis fue realizado por Velutini, porque coloca
al pie de ese dibujo de su propio puño y letra su nombre “C.A. Velutini” para dejar
constancia de su autoría.

93
Donde Velutini recurre a los conocimientos de diferentes campos profesionales, como el tecnológico,
científico, económico, social, político, histórico y prospectivo, para captar la realidad como los términos de
una ecuación matemática.
60

Esas apreciaciones de Velutini acerca del drama del gas, lleva de retorno al punto
de partida, esto es, si mediante el frente gasífero se estimulan nuevas actividades en los
Campos de hidrocarburos, entonces, la creación de esa infraestructura para aprovechar el
gas de un modo integral, ofrece una política antidepresiva, porque genera nuevas fuentes
de trabajo y rescata a la economía del abrazo asfixiante de la crisis y del nudo de soga que
recibe el nombre de la rémora del desempleo que aprieta la garganta del condenado. De
allí que recomiende: “El Gobierno debiera de estudiar detenidamente éste punto, para
tomar medidas enérgicas sobre el particular”.
Cabimas con esas recomendaciones se proyecta en el Estado Zulia como un adalid
de una política de industrialización gasífera, frente económico que se puede fortalecer y
ampliar al incluir a Lagunillas, Maturín y Coro como cuarteles generales que comanden esa
línea de combate para obtener un incremento de los ingresos al fisco nacional. El frente
gasífero y el frente petrolero se fusionan con ese hecho en una línea ofensiva de primer
orden, y la batalla histórica para contrarrestar la Gran crisis económica mundial cuenta en
este estado con comandantes de gran valía como son Zuloaga y Velutini. Con ese tipo de
propuestas de vanguardia, en la que el frente del refino presentaba unas perspectivas
colosales a desarrollarse, la historia del estado zuliano marcaba pautas a lo interno y
externo de su jurisdicción, lo significativo de todo esto es que era posible, por una parte,
contrarrestar la actitud negligente de las corporaciones que estaban desperdiciando para
siempre gigantescos volúmenes de hidrocarburos, y por la otra parte, la de atacar la
terrible rémora del desempleo, tema que retomamos en el siguiente inciso con más brío.
En conclusión la línea de acción gasífera y la línea de acción de la refinación, podían lograr
una inmensa victoria contra esa fuerza devastadora de signo malévolo. El ingenio humano
y la voluntad de hierro demostrada por protagonistas como Velutini y Zuloaga hicieron
posible esos avances en aquel tiempo, lo cual redundaban en el ascenso histórico del
Estado Zulia dentro del marco de la contemporaneidad.
En el nuevo escalón que se presenta en este capítulo del libro, las analogías
asumen la línea literaria con mayor compromiso, porque es necesario exhibir los nuevos
contrastes que se presentan en la realidad observada, de allí que un pavoroso incendio,
que se trata en el siguiente fragmento, se connote con hechos de sustancia social que
también arden como fuerza devastadora capaz de reducir a cenizas y pavesas grandes
obras si no son contenidas a tiempo por la toma de conciencia humana 94. En este nuevo
avance se darán a conocer otros protagonistas que enriquecen esta Historia del Estado
Zulia del Siglo XX que ofrecemos con el presente libro (son una especie de vanguardia
pensamental), allí hacen acto de presencia individuos que ocuparon altos puestos en el
gobierno del General Juan Vicente Gómez, así como actores sociales que echaron a andar
un movimiento obrero bajo la tiranía gomera, quienes una vez fallecido El Benemérito
94
O incluso que lleve a nuevos estadios históricos.
61

asumieron los nuevos retos políticos. Ambos, tanto los personajes individuales como los
colectivos, rinden invalorables testimonios mediante los cuales podemos abordar el eje
petrolero, el cual otorgaba a la historia de esta entidad zuliana una especificidad
asombrosa.
Pavoroso incendio
En el “informe sobre los Campos petrolíferos de Cabimas correspondiente al
pasado mes de Abril”, se da la noticia de que se desató un incendio, éste siniestro resultó
sobrecogedor, porque se podía llegar a extender a una de las refinerías. Para
contrarrestarlo, se puso en marcha una movilización general que acudió presurosa a
detener el fuego, escribe Velutini:
El 16 de Abril se incendió una estación de bomba de la Lago Pet., la que bombea el petróleo
a los vapores-tanques, debido a que dicha estación está situada a unos 80 metros de la
Refinería de La Lago, hubo una gran alarma. Las sirenas de las tres Compañías tocaron el
aviso de “fuego”, inmediatamente La Lago envió una gran cantidad de obreros, maquinas de
extinguir fuegos, muchos extranjeros y los Jefes de los distintos departamentos, también
llegaron en ayuda muchos empleados de las otras Compañías. Debido a las medidas tan
energicas y con tanta rapidez, la Lago pudo apagar el fuego rápidamente. No hubo desgracia
y las perdidas fueron muy pocas.- (I.M.: 8 Mayo 1931).
El suceso muestra el grado de disciplina que se había alcanzado dentro de La Lago,
al escucharse la “señal” 95 , se inicia una movilización perfectamente organizada de
cuadrillas de obreros hacia el lugar, y se despachan, por un lado, partidas de extranjeros
como posibles portadores de experiencias similares en otros países donde habían presta-
do sus servicios, y también acude un grupo de jefes, quienes con su alto grado de profe-
sionalidad eran determinantes para dirigir las acciones conjuntas. Llama la atención, cómo
son enviados refuerzos de las otras Compañías, obteniéndose con esa abigarrada actua-
ción la extinción de la candela en un breve tiempo, sin saldos lamentables de víctimas, ni
perdidas mayores de bienes materiales. Las empresas habían pasado con éxito una nueva
prueba, mostrando nuevamente la fortaleza de su organización, a su interior funcionaba
una sociedad corporativa identificada con un comportamiento altamente disciplinado,
mediante el cual había acumulado experiencias proactivas.
El pavoroso incendio quedó extinguido y todo aparentemente regresó a la norma-
lidad ¿Pero existía tal normalidad? o ¿Existían serios trastornos sociales que pudiesen de-
generar también en pavorosos incendios? La respuesta a estas preguntas nos llevan a
rastrear las fuentes que tratan esos escabrosos temas, entre los testimonios hallados,
están unas remembranzas de quien fuera Inspector General de Minas y Director General

95
La sirena tenía un código similar a la que tienen los cornetas en las fuerzas armadas o el campanario de las
iglesias en las poblaciones, aún hoy en día se escuchan esas sirenas en la Zona Petrolera, el pito tiene un
código que es conocido por todo el personal de la empresa y por los vecinos de la población.
62

de la Sala Técnica de Minas. El inspector aludido era Luis Calvani, y él en su libro de


recuerdos remite como prueba de sus actuaciones al lector a las Memorias de Fomento
correspondientes a los años que van de 1923 a 1931, donde aparecen sus actuaciones y lo
que opinaba ante sus superiores, dice que él:
llama la atención al Gobierno (…) sobre las diferencias de trato que existían en los campos
petroleros entre trabajadores extranjeros y los hijos del país (…) los bajos salarios con que
remuneraban allí a los empleados y obreros venezolanos, [la necesidad que tenían) éstos
de hospitales, viviendas adecuadas, mejor asistencia en todo sentido y escuelas para sus
hijos (…) (Calvani, Luis. Reminiscencias, Editorial Grajolit, Caracas 1947: p. 12).
Luis Calvani96 en esa misma publicación profundiza acerca de esos trastornos que
denuncia, escribe:
los manejos de que se valían las Compañías para evadir, asesoradas por abogados
venezolanos, el cumplimiento de sus obligaciones en cuanto a los daños causados a los
trabajadores por accidentes involuntarios, incapacidad temporal o la muerte (…) y cómo
llamé la atención del Ministerio de Fomento sobre los sufrimientos a que estaban
sometidos los habitantes de las costas del lago de Maracaibo a causa de la contaminación
de sus aguas, con el petróleo (…) (ídem).
Narra, además, como nadie se atrevía a hablarle al General Gómez de los proble-
mas obreros, por lo contrario, sobraba quienes le dijeran que aquí no existían, porque él
como Presidente los había resuelto todos. Deja saber, además, que su intervención como
Inspector en esos diversos asuntos dio origen a la redacción de una Ley encaminada a
suprimir la contaminación petrolera, y como durante esos años él propuso también la
creación de un Ministerio de Trabajo bajo la sagaz fórmula del Ministerio de Agricultura,
Cría y Trabajo, insinuación que fue acogida con benignidad por Juan Vicente Gómez, pero
incluyeron “Sanidad” en vez del “Trabajo” por el consejo taimado y conservador de uno de
los Ministros.
En otro libro el mismo Luis Calvani da a conocer las consecuencias sociales que
creaba la contaminación del Lago:
Cuando estuve el año último en La Rosa se me quejaron sus habitantes de que en virtud de
las explotaciones sin control se había ensuciado el agua del Lago, única de que disponían
para beber, bañarse y demás usos domésticos, y que con ese motivo estaban pasando los
mayores tormentos. Les hice ver a los representantes de las Compañías que como eran

96
Este personaje pasa a ser miembro de esa élite ilustrada que poseían una visión extraordinaria y amplia de
la realidad, la percibían como una fortaleza rica en bastiones que apuntaban en todas direcciones, es decir,
lo económico, lo social, lo político, lo cultural, lo institucional, lo científico y lo técnico. En la primera mitad
del siglo veinte Luis Calvani, Manuel Egaña, Gumersindo Torres (Ministro de Fomento en dos ocasiones en
los años 20), Alberto Adriani, Arturo Uslar Pietri, Isaías Medina Angarita, López Contreras, Guillermo
Zuloaga, C. A. Velutini y José Jesús París (entre otros) formaban el corpus de esa vanguardia intelectual que
ofrecía respuestas a la problemática venezolana, en ese sentido, conformaban un sector pensamental de
vanguardia en las cuestiones petroleras, porque estaban a favor de introducir cambios significativos en esa
industria para que ésta trascendiera más allá de lo previsto por el grupo petrolero foráneo.
63

estas las que inutilizaban esas aguas (…) trataran de poner remedio al mal que ocasionaban
(…) pues disponían de agua en abundancia (…) encontré que solo la V.O.C. proporciona el
líquido, pero únicamente al pueblo de La Rosa, y eso en escasa cantidad. (Calvani, Luis.
Nuestro máximo problema, Editorial Grajolit, Caracas, 1947: p. 24)
También denuncia Luis Calvani en su valioso testimonio la discriminación que sufre
en esas Compañías el nacido en el país:
Esas empresas, que no omiten cuidados, ni gastos para proporcionar comodidad a los
empleados extranjeros, para propender a la conservación de su salud y para todo en
cuanto con ellos se relaciona, muestran la mayor indiferencia y la más estricta economía
cuando se trata de nuestros compatriotas (ídem).
Ofreciendo este Inspector la siguiente estadística acerca de las nóminas de empleo
según su origen:
La Caribbean [En lo correspondiente al año último] dice que tiene a su servicio 3.337
empleados venezolanos, y extranjeros 1.123; y la Venezuela Gulf Oil Co. (…) daba trabajo a
3.323 venezolanos y a 742 extranjeros; y semejantes datos están muy lejos de lo cierto,
pues de los 6.660 venezolanos que figuran como empleados, un 2%, cuando más, son tales,
y eso en cargos insignificantes, siendo el 98% restantes simples obreros que perciben un
jornal. Cuanto a la L.P.C. dice que con ella trabajan 1.450 peones, 412 artesanos, 9
perforadores, 78 técnicos, 272 oficinistas y 144 ocupados en otros oficios, y que de esos
trabajadores 1.671 son venezolanos, 229 americanos, 277 antillanos, 36 chinos, 131
europeos, 19 latinoamericanos y 3 de las Guayanas (ídem, p. 48).
Bajo esa atmósfera nada auspiciosa de armonía social que el testimonio expone
con su cruda realidad, la situación fue dando tumbos hasta convertirse en un tumulto, el
cual la historiografía convencional y tradicional engloba en el tema de las Huelgas de
Obreros Petroleros97. Esos paros fueron motivados por unos salarios que no se correspon-
dían con la dureza y la peligrosidad de las tareas que allí tenían que realizar los operarios,
y se extendía también a otros aspectos violatorios de los derechos laborales o humanos,
así como por las pésimas condiciones del hábitat en los campamentos. En síntesis, en
paralelo a la acumulación de capital, también acontecía un proceso de acumulación de
descontentos, los cuales terminarían por implosionar a los sectores populares, lo que en
lenguaje literario -que se hace imperioso usar cuando en historia se juega con los planos
espaciales superpuestos- es un pavoroso incendio, ya que pondría a prueba a los altos
empleados de las Compañías y a los encumbrados funcionarios del gobierno nacional. Ese

97
Para los interesados en estos asuntos de orden sindical se recomienda la consulta de un trabajo
compendio que registra todos los documentos que al respecto reposan en el Acervo histórico del Estado
Zulia, este trabajo es el siguiente: Ivan José Salazar Said, La Huelga Petrolera de 1936-1937, Colección V
Centenario del Lago de Maracaibo, Biblioteca Temas de Historia del Estado Zulia. Ars Gráfica S.A., Maracaibo,
2001. Este autor tiene numerosos libros de temática histórica referida a esta entidad político-territorial, el
problema es que las bibliotecas públicas nos los reúnen en una colección por autor, donde se indique la obra
total de ese escritor diferenciado de los demás por lo prolífico de su obra que se constituye en Colección.
64

pavoroso incendio de otro signo, también va a generar una movilización general


(semejante a la del incendio que puso en peligro a una refinería), lo cual pone en
evidencia que ante esa fuerza devastadora sí tiemblan esas colosales empresas y con ellas
el Estado venezolano que debe garantizarles la paz social.
Con respecto a las causas que agitaban a los obreros, hay un documento fechado
en Maracaibo del 15 de Enero de 1936, allí Francisco Domínguez98 -Delegado obrero de la
Lago Petroleum Corporation- informa al Doctor Pedro París -Ministro de Fomento- en
Caracas, sobre cómo viven los obreros de Lagunillas, y dice:
Las casas construidas por la L.P.C. para familias “nativas” (…) ninguna tiene instalaciones
de agua ni departamento sanitario, teniendo las madres, esposas, hijas, etc. Que salir fuera
de sus hogares, pues los baños y excusados están situados a distancia de la comunidad…
Esta clase de casas son pocas, viviendo la mayoría en piezas sumamente reducidas, en las
cuales pueden verse viviendo desde 6 hasta 10 personas, piezas que tendrán
aproximadamente 4 metros por cuatro. En cuanto a los trabajadores solteros, estos viven
en campamentos completamente incómodos i expuestos a los mosquitos transmisores del
paludismo. Estos campamentos alojan frecuentemente de 50 a 100 personas. Sobre salarios
muchos obreros ganan Bs. 6,00 diarios con los cuales apenas pueden medio comer, pues el
costo de la vida aquí es más caro que en cualquier otro punto de la República. Sobre
accidentes, la “Ley del Trabajo” se explica sola, observándose su poca aplicación a favor del
accidentado (AMEMH, Carpeta Huelga de Obreros Petroleros de Lagunillas [HOPL]). Carta:
15 Ene 1936).
Lo cual ratifica, por enésima vez en este texto, que tarde o temprano debía ocurrir
por todos esos trastornos, tormentos y sus respectivas quejas un paro completo de todas
las operaciones de explotación, es decir, debía estallar una huelga general de obreros
(ídem. Carpeta HOPL, Miscelánea: p. 6). Y este cese intempestivo de actividades ocurrió
cuando el contexto histórico le fue favorable, es decir, “Inmediatamente después de los
disturbios del 22 de diciembre pasado que tuvieron en este campo proporciones mayores
quizás que en ninguno otro” (ídem). Esos disturbios fueron registrados en sendos artículos
periodísticos por la prensa.
En uno de esos escritos -(Carpeta HOPL. Artículo: La Verdad Desnuda sobre los
Sucesos de Lagunillas, autor J. F. Bolívar, Fuente: Panorama, 31 de diciembre de 1935)-
redactado desde Campo Rojo, el reportero J. F. Bolívar resumía la cadena de sucesos que
se dan a partir del deceso de Juan Vicente Gómez, hecho que según Bolívar es confirmado
en Lagunillas el 18 de diciembre de 1935, lo cual trajo como consecuencia que el día 22,
las autoridades locales huyeran, de ese grupo en fuga dieciséis lo hicieron en una lancha

98
Este es un protagonista histórico proveniente de las filas de los de abajo. Su informe demuestra como
entre los descontentos existe un nivel intelectual básico, con el cual logran adquirir una conciencia de los
intereses de sus compañeros y compañeras de infortunio, no era un simple y llano descontento lo que
tomaba fuerza, fue más bien un asomo de esa clase social a la esfera de lo político y lo doctrinario.
65

con sus armas y talegos de dinero, pero en ninguna parte fueron bienvenidos y debieron
regresar, siendo buscados por todas partes por las turbas enardecidas que se enteraron
de su retorno. El pueblo estuvo sin gobierno alguno desde la mañana del domingo 22
hasta la medianoche del día 23, hora en que desembarcó el coronel Agustín Graterol con
150 reclutas, venía como representante del nuevo gobierno presidido por el General Ló-
pez Contreras.
Durante esos días en que estuvieron acéfalos de autoridades -del 18 al 22- el
pueblo recorrió los caseríos adyacentes, donde encontraron a algunos de los que se ha-
bían ganado el rencor de los pobladores bajo la dictadura, salvándose de ser ejecutados
por la intervención oportuna de quienes en la marcha contenían estas venganzas, pero
otros fueron ultimados por la poblada airada, fueron tres las víctimas, muertos a machete
i luego quemados en el incinerador que tiene la Gulf en Lagunillas.
El día 24 el Coronel Graterol se entera de que había, además, estallado una huelga
de obreros (!!!). Y ante esa nueva situación mandó a llamar a sus cabecillas para que
expusieran sus demandas, y fue designado por los obreros el joven Francisco Domínguez
para presentar sus alegatos. Francisco Domínguez expuso que la huelga solo pretendía el
mejoramiento del obrero y carecía en absoluto de móviles políticos 99, dejando claro que
tal demanda se realizaba debido al advenimiento de los derechos civiles y sociales. Con
posterioridad, desde el sitio de Campo Rojo los Delegados obreros en pleno enviaron el 12
de enero, como representantes de una masa laboral de 3.000 obreros (de la V.O.C; V.G.O;
y L.P.C.), al Ministro de Fomento Pedro París una aclaratoria, en la cual le expresan:
Informes i hasta acusaciones han sido enviados al Gobierno Superior, queriéndole dar a la
necesidad obrera el carácter de movimientos extremistas o comunistas, que no han
existido en absoluto (…) Obsérvense al respecto las falsas noticias propaladas en el Exterior,
oídas por radio, sobre atentados contra las Compañías petroleras, incendio de pozos,
muerte de ciudadanos americanos, etc. (…) aquí en Maracaibo las publicadas por el
periódico americano “The Maracaibo Herald” (…) que tiende a hacer aparecer el pueblo
venezolano i en especial a los obreros (…) como verdaderos malhechores ejerciendo el
comunismo u otras prácticas extranjeras (…) tales prácticas extremistas no han sido (…)
aprendidas ni mucho menos usadas por nuestros representados (Carpeta HOPL, Carta al
Ministro de Fomento: 12 Ene 1936).
Las prácticas extremistas a que se refieren los susodichos eran el comunismo y el
nazismo, lo relevante -según nuestro criterio- no es si en aquel medio ya existían comu-
nistas y nazis por la Costa Oriental del Lago, sino que la actividad de la Industria petrolera
99
Como dirigente astuto no entregaba a aquel movimiento reivindicativo a la represión de las nuevas
autoridades, no les ofrecía justificativos al desmarcarse de la esfera política que era por donde podían ser
atacados. En la Ley de Orden Público vigente para esos años de 1936 - 1937 se dispone en el Artículo 29 que
se prohíbe “La huelga o paro con fines políticos, ya sea de patronos u obreros” y los infractores de esa
disposición “serán penados con prisión de uno a tres años” (Iván José Salazar Zaíd, La Huelga petrolera de
1936-1937, Acervo Histórico del Estado Zulia, 2000: página 28).
66

como puntera en la economía nacional, ubica al Estado Zulia dentro de un contexto


político global, y al hacerlo coloca a quienes viven en las áreas de influencia de esa
actividad al alcance de estas doctrinas catalogadas como extremas, en relación con las
tradicionales e imperantes como el liberalismo. Ese marco histórico amplio origina una
mentalidad abierta y curiosa en la masa proletaria, y porque no decirlo, una visión
cosmopolita. Llama la atención, en ese sentido, que el periódico “Panorama” cuando
publica el reportaje de J. F. Bolívar, incluye una noticia proveniente de Alemania, en la cual
se reseña lo expresado por el Canciller Adolfo Hitler al partido Nazi, donde este dirigente
les expone que Alemania es el baluarte que defiende al mundo contra el peligro bolche-
vique y que el año 1936 será de energía y determinación del nacional-socialismo (ídem.
Carpeta HOPL. Panorama: 31 de diciembre). Por otra parte, también sirve de prueba del
aserto expresado líneas arriba, como en un periódico que circulaba en la Costa Oriental
del Lago, denominado ¡Aquí Está!, el 23 de agosto de 1944 registra la siguiente noticia:
Notas de Cabimas. - Propagandistas Nazis en la Barriada de Ambrosio - Existe en Ambrosio
un señor de nombre Luis Ríos que se la pasa escuchando la Voz de Alemania y haciéndole
una gran propaganda a Hitler, con lo que ha logrado captarse algunos elementos para la
causa de Hitler, los que a su vez pregonan las consignas facistas ¿Será consciente tal
posición? De todos modos ojo e´garza (Biblioteca Nacional - Caracas. Prensa y Periodismo).
Como es notorio, el Estado Zulia como centro de un Complejo industrial moderno-
petrolero fue caldo de cultivo para cuanta corriente política estaba en boga en el mundo
occidental, hablar de comunismo, nazismo o fascismo era parte de la incipiente formación
política de una buena porción de sus habitantes, quienes estaban al tanto de lo que
sucedía en el mundo mediante las emisoras radiofónicas, y a través de prensa como ¡Aquí
Está!, Panorama y The Maracaibo Herald. Ese cosmopolitismo que caracteriza al zuliano
de hoy y de ayer lo expresa en su artículo J. F. Bolívar cuando de modo sucinto establece
una analogía entre la bíblica Babilonia y Lagunillas, refiriéndose a ésta población lacustre
como la Babilonia venezolana. La literatura cargada de simbolismo, paradojas y contrastes
extremos colide con esta historia fascinante, alucinante y trastocante.
No obstante, según nuestra opinión, si bien es cierto que la mayoría de los
manifestantes lagunillenses no actuaron bajo el móvil político ni el revolucionario 100, sino
bajo la catarsis de sentirse liberados de las garras de una prolongada tiranía que imponía
el silencio ante los abusos y humillaciones a que los sometían quienes estaban en el
poder. Este pueblo sí se movilizó con ira contra los ¡chiton!101, la cual se convirtió en
disturbios, y bajo esa anomalía las cosas en Lagunillas tomaron un cariz serio, los

100
Desde Campo Rojo los Delegados de los obreros aclaraban al Ministro de Fomento: “también se le ha
imputado a la huelga un carácter revolucionario (…) [hemos de] desmentir categóricamente ese otro rumor
igualmente falso (…) hemos visto la acogida unánime, optimista, llena de confianza, con que el gremio
obrero recibió al nuevo gobierno” (Carpeta HOPL: Carta al Ministro de Fomento: 12 Ene 1936).
101
Los que mandan a hacer silencio son los ¡Chis! o los ¡chitón! Interjección altisonante de los mandamases.
67

pobladores destruyeron parcialmente las propiedades de los gomecistas más conspicuos,


como bien lo reseña J. F. Bolívar en su reportaje. En el artículo se describe como las masas
arremetieron contra los Casinos-mabiles y los Botiquines-mabiles 102, invadieron las casas y
edificaciones de esos jerarcas, así como acometieron con saña contra las Oficinas de
gobierno y policía. Y bajo los efectos de ese espíritu indignado, estuvieron a punto de
perder la vida los serviles de baja estofa de ese régimen. Durante el desarrollo de esa
acción turbulenta, la mayoría de ellos se salvaron de ser ejecutados, no así el policía N° 8
Antonio López, alias “El Tuerto”, quien fue ultimado, la misma suerte corrieron “El
Quebrado” y un tal Francisco, esos tres después de ser asesinados fueron echados en el
quemador. Además, por una orden impartida por el Coronel Graterol que fue mal
entendida por los reclutas bisoños, perecieron tres manifestantes y 27 quedaron heridos,
entre los heridos había tres mujeres de la vida alegre y la mayoría de estas víctimas eran
gente sin trabajo, es decir, vivían bajo el azote del desempleo. El desempleo como es
obvio obstaculiza el desarrollo humano, y al detener el crecimiento del hombre y la mujer
como seres especiales, provoca anomalías en su existencia, una de ellas es la prostitución,
otras la delincuencia y la mendicidad. Es, en síntesis, la otra cara de la moneda del
progreso capitalista, cuando dentro de este sistema se gesta la rémora del desempleo.
En definitiva, ocurrió al fin un pavoroso incendio, pero ahora este no se desató en
una instalación petrolera sino en las calles de Lagunillas, Tasajeras, Las Morochas y demás
caseríos de esa zona, y esta vez tuvo que mediar medio mundo -entre ellos el Gobernador
León Jurado- para llegar a un arreglo con los amotinados y restablecer la “normalidad” (J.
F. Bolívar op. cit.)-
Los obreros, mientras tanto en medio de esas circunstancias, resultaron
vencedores morales con sus demandas gremiales en esta contienda generalizada. Las
Compañías lograron el retorno a la regularización de las actividades -reanudación del
trabajo- en un tiempo record, lo obtuvieron concediendo parte de lo que exigían los
obreros. Los trabajadores llegaron a exigir un aumento de salario, a los que ganaban
menos de diez bolívares diarios, llevarlos a Bs. 10, y para los que ganaban 10 o más pedían
un incremento del 25%; se previno a las empresas que la jornada de trabajo que excediera
las 8 horas diarias sería calificada como sobretiempo; se solicitó extender la atención
médica y de medicinas para los familiares inmediatos que vivan con el trabajador; se
conminó a las Compañías que tomaran las previsiones indispensables en caso de
accidente, enfermedad e incapacitación, así como que se reconociera el sueldo mientras
el trabajador estuviese hospitalizado; además, se les previno de que deberían tomar
medidas de saneamiento de los campamentos, y la dotación de casas adecuadas, con
alumbrado eléctrico, agua, y tela metálica para impedir la entrada de la plaga a la

102
Los mabiles son prostíbulos, es probable que el origen del término mabil o mabile provenga del francés,
porque la puta que traían de esa nación recibían a los clientes con la expresión “Ma vie”, es decir, “Mí vida”.
68

vivienda, y la construcción de un local para el esparcimiento social del obrero y sus


familiares (Carpeta HOPL. Miscelánea: p. 6).
Las cosas no fueron a mayores en esos tiempos, porque quienes vivían en los
campamentos petroleros venían de algo peor que el mismo gomecismo, esto es, el régi-
men de vida bajo los mandones de las grandes haciendas latifundistas, donde los
miserables tenían menos valor que las bestias. El estar en un medio urbano y en el medio
industrial, sin duda alguna, les cambió la vida de un modo radical en todos los sentidos (a
pesar de todas las incomodidades que allí tenían), y ahora con las conquistas que
obtuvieron con sus Delegados obreros Blas Vides, Francisco Domínguez, Pedro Solano,
Jesús Quijada, Rafael Boadas y Félix Ducharme les auguraba nuevas jornadas históricas
en el futuro, para hacerse de un lugar en este nuevo mundo que se abría a sus ojos
maravillados por tantos adelantos de la era moderna 103.
Así como no les temblaban las manos a los terratenientes para abusar de sus
peones y de sus cuadros familiares, tampoco vacilaban las Compañías durante comienzos
del siglo XX, para tomar decisiones nada halagüeñas para la masa laboral y la economía
nacional. Estas Compañías tomaron medidas extremas para lograr la reducción de gastos,
medidas que de 1929 a 1931 fueron in crescendo104, tendencia crónica que daría origen a
la larga a la huelga obrera y los disturbios que reventaron entre diciembre de 1935 y
enero de 1936 en la Costa Oriental del Lago.
En 1931, por ejemplo, la V.O.C. hizo algo insólito, y Velutini de inmediato lo
registra, porque había que impedir que la rémora del desempleo cobrase fuerza devasta-
dora:
El 18 del pasado mes, la Venezuela Oil Concessions Ltd., cerró sus plantas de absorción en
Cabimas y La Rosa. Esta Compañía venía desde hace tiempo operando tres plantas y usaba
alrededor de once mil toneladas de gas mensualmente. Ahora que las han cerrado están
botando al aire esa cantidad de gas. Ellos dicen que estaban perdiendo dinero en dichas
plantas, esto naturalmente es difícil de comprobarlo (I.M: 8 May 1931).

103
En el Estado Zulia a esta huelga le precedieron otros paros laborales como el de Mene Grande. La huelga
de Lagunillas creó las condiciones para que en Cabimas se hiciese pública la fundación del Sindicato de Obre-
ros y Empleados Petroleros (SOEP), porque éste estaba constituido en la clandestinidad. Esa asociación
gremial lideraría la Gran huelga del año 1936/1937, la cual tuvo un impacto noticioso internacional,
recibiendo apoyo y ayuda en esa misma escala. Estos personajes de los de abajo son protagonistas históricos.
104
Francisco Domínguez se lo exponía a Pedro París, le dice: “Las compañías a medida que sus operaciones
prosperaron en el país, fueron cortando las prerrogativas i remuneraciones de sus empleados principales
de nacionalidad venezolana que trabajaban en los campos. Poco a poco fueron eliminados éstos emplea-
dos (…) a fin de que no pudieran vivir con ellos en el campo especial para empleados americanos i de otras
nacionalidades (…) eliminaron gastos de viaje (…) i vacaciones de un mes reducidas a 2 semanas (Carpeta
HOPL, Carta: Maracaibo 15 Ene 1936).
69

No solo botaban al aire, ahora, ese gas, también botaron a la calle al personal que
allí laboraba. Por estas razones, nuestro Inspector no calla, y expresa en su Informe la
duda que le asalta sobre la veracidad del argumento, y expresa:
Si tuvieran pérdidas, La Lago Petroleum también habría cerrado su planta, pues están más o
menos en las mismas condiciones.- Me he informado privadamente sobre el costo de
producción de un galón de gasolina natural y es de dos centavos oro y algunas veces hasta
menos. Este costo se puede comprobar del siguiente modo:
En cada planta tienen un técnico, un ayudante y un hombre quienes al mes representan en
sueldos y salarios en dólares…, como son tres guardias ese monto en dólares se debe
multiplicar por tres. A este total se agrega la depreciación de las plantas, tuberías, etc. etc.
Además se ha de registrarlo que la V.O.C. produjo durante ese mes de galones de gasolina y
esa cifra se multiplica por el valor de cada galón en centavos, obteniéndose de esta
operación el total de dólares. A ese total de dólares se le resta lo que se gastó en personal y
se le deduce lo que se calculó por depreciación de las instalaciones, obteniéndose una cifra
que servirá para establecer el costo de producción de cada galón de gasolina (ídem).
Esos trabajadores realizaron ese paro sin actos de violencia ni desorden público,
demostraron con esa conducta y comportamiento su alto nivel de formación obtenido
dentro de la organización corporativa de las compañías petroleras, ellos eran parte y arte
de un nuevo sistema económico que exige cada vez más un mayor dominio del conoci-
miento, en especial, a nivel profesional. Sin temor de exagerar, se puede decir que en este
Estado petrolero se formó una tecnocracia altamente disciplinada y preparada,
fenómeno que no tiene lugar en los estados no petroleros, donde, por lo contrario, se
formó desgraciadamente una burocracia nutrida con los incondicionales del gobierno,
burocracia nacional que se caracterizó por el personalismo de sus integrantes 105, sin negar
por supuesto las valiosas excepciones de gente muy calificada que se integra al Estado y
al Gobierno como funcionarios y empleados de trayectoria prestigiosa, y que ocupan altos
puestos. En el Zulia la clase obrera petrolera emuló a los profesionales que eran sus jefes
en el área de trabajo, y en esta huelga obrera petrolera de Lagunillas dieron un ejemplo
de organización, disciplina y claridad de la misión y fines de su acción (los episodios
violentos descritos por J. F. Bolívar se refieren es a la poblada convertida en turba). De tal
modo que en su seno no hubo peligro que se desatase un incendio, porque en sus filas
estaba lo mejor, lo que sí provocó fueron pérdidas económicas para las empresas dirigidas
por mentalidades que no había roto con los paradigmas de un capitalismo conservador.
En el Estado Zulia se ve aflorar de la dinámica capitalista una realidad neotécnica
sin parangón, que crea generaciones enteras que adquirieron una excelente calificación,
formación que se caracterizó por su disposición a identificarse con los adelantos
permanentes, porque lo que allí se vive es que tras de cada nuevo avance sobreviene otro
105
Esa burocracia hace inútil todo el esfuerzo de esa élite profesional, porque la burocracia estatal lo único
que busca es satisfacer sus intereses propios, razón por la que actúan como un filtro pernicioso.
70

que deja obsoleto el anterior. Esta situación sui generis de vértigo tecnológico, provoca un
campo propicio para diversos tipos de fenómenos sociales, intelectuales, culturales,
institucionales y científicos. Se puede decir, que en la Historia del Estado Zulia del Siglo XX
ha ocurrido debido a ese trasfondo singular un salto cualitativo en el tiempo histórico,
porque los cambios ocurren con una nueva frecuencia, acortándose la distancia entre las
innovaciones bajo esa Revolución petrolera. Tal es la increíble sustancia con la que se
desenvuelve y se desenrolla la historia profunda de este estado del país, un tiempo
histórico distinto aleja a esta entidad de las otras jurisdicciones político-territoriales. Esa
ventaja tempo-espacial solo se aprovechó en una fracción muy pequeña, no obstante el
Estado Zulia se encumbró a nivel nacional bajo esas fuerzas tectónicas. No obstante los
proyectos históricos nacionales no lograron cristalizar a sus más altos niveles de
expectativas, y si bien sucedieron cambios de enjundia y la vida nacional vive todo un
proceso de transición exitoso, los más altos sueños no se hicieron tangibles, no se
objetivaron, no se materializaron en un despegue que nos colocase a la cabeza del
continente sudamericano.
A pesar de esas limitaciones, crecimos, nos modernizamos y obtuvimos algún plus
de enjundia, porque contamos con capital humano profesional/obrero de excepcionales
valores. En otras palabras, la jurisdicción zuliana avanzaba, bajo los efectos de la
Revolución petrolera, la cual se hacía visible en numerosos hechos: “La Planta Electrica de
la Lago ya está funcionando desde el 1° de Abril. Ya están bombeando el petroleo a los
barcos por medio de la electricidad, y ya tienen montada dos bombas en la estación de la
Refinería” (ídem). Esa dinámica convulsiva donde las alternativas son todas válidas
facilitan la construcción del futuro:
También están ensayando unos tipos de bombas en los taladros, todavía no han resuelto
que tipo usarán.- La Venezuela Oil Concessions, tiene instalada ya dos estaciones de bombas
(Pumping Powers) y están montando tres más, adjunto le envío fotografías de esas
estaciones. La V.O.C. cree que esas Punping Powers son tan eficientes y menos costoso que
una planta eléctrica (ídem).
Velutini analiza los inconvenientes que se pueden presentar para esas nuevas
aplicaciones productivas, pero expone sus criterios para hacerlas efectiva, esto es, que
mediante electricidad se atienda unos 22 taladros, que éstos se ubiquen en un terreno
plano, que estén los pozos a una corta distancia entre sí y que la profundidad del pozo no
pase de 3.000 a 4.000 pies.
Velutini salta del Capital maquinaria al Capital trabajo humano y desnuda la
situación que allí se vive en unos momentos en que la situación para los obreros es muy
difícil:
La Lago Pet. Tiene todavía 110 negros antillanos trabajando, y han retirado muchísimos
venezolanos, la proporción es de 5 venezolanos para un antillano. La V.O.C. ha retirado
71

muchísimos negros106 y creo que ahora que la situación para los obreros es muy difícil, la
Lago debiera de retirar la mayor parte de esos negros y preferir a los hijos del país.- (ídem).
Y en la sección sobre “Personal” recalca la necesidad de hacerle un seguimiento
estadígrafo a ese asunto tan delicado:
Venezuela Oil Concessions. Personal extranjero… 65; Negros… 6; Oficinistas venezolanos… 8;
obreros… 600. Total 679. Lago Petroleum Corp. Venezolanos… 685; Europeos… 9; NEGROS…
110; Altos empleados… 124; chinos… 10. Sub-total 938. Empleados mensuales pagados en
bolívar… 29. Total… 967. Venezuela Gulf Oil Co. Americanos… 54; negros… 15;
venezolanos… 513. Total… 582 (ídem).
Para entender mejor las dimensiones percentiles de este asunto vital para el
connacional, hay que señalar que en el Campo petrolífero Cabimas las empresas petrole-
ras disponían de un personal de 2.228 individuos para ese entonces.
En cuanto a Velutini hay que decir que es un hombre de mentalidad capitalista
integral, de allí que velase con celo por el estado del Capital, Tierra y Trabajo, es decir, que
se preocupase por las instalaciones petroleras, el recurso de hidrocarburos, el gas, los
refinos, y por el personal de obreros y empleados. Este inspector era tenido por todos
esos aspectos como un profesional competente107, porque como él mismo lo anota: Uno
de los químicos de La Lago me mandó a avisar para que fuera a ver el análisis que iba a
hacer del petróleo de Cumarebo N° 1 y resultó lo siguiente: Gasolina… 56,5%; Kerosene…
20,5%; Petroleo base parafina, Lubricantes etc… 23% (ídem). Todos estos datos que se
obtienen de los testimonios de esos personajes permiten captar la organización, disci-
plina, conocimientos, cuido y entrega como cualidades que emergían en aquella
Venezuela neotécnica, cualidades que de haberse intensificado, expandido y generalizado
a toda la sociedad venezolana el país no hubiese sufrido las devastaciones de diferente
signo que se produjeron durante el resto del siglo XX, esos efectos indeseables han dejado
nuestra historia llena de heridas abiertas como las de la pauperización, peculado,
dilapidación, ostentosidad, demagogia, analfabetismo funcional, derroche e inconsciencia
colectiva e individual. Esas candelas seguirán desatando pavorosos incendios, provocando,
por un lado, graves quemaduras en nuestras correosas dermis, y por el otro lado, calci-
nando significativos y considerables patrimonios nacionales, comunitarios y vecinales.
En la historia reciente 108 se observa que desde la guerra de independencia
Venezuela no ha descansado sino por breves ciclos de calma, por lo contrario, cada tanto

106
Se refiere a los afroantillanos.
107
Es probable que su formación universitaria fuese la de Ingeniero, profesión que cobró gran vigor en el
país con las obras públicas realizadas durante el guzmanato, porque en esa época surgió un mercado laboral
seguro para los egresados en esta disciplina, y esa profesión adquirió un gran prestigio como carrera para los
jóvenes.
108
Nos remitimos a los últimos cinco siglos, los cuales son una breve sección de nuestros quince milenios de
historia repartida entre paleo-historia, meso-historia e historia precolonial, es decir, entre diez o treinta
siglos que van desde los tiempos de la coexistencia humana con la megafauna hasta el arribo de los
72

tiempo han ocurrido largos y prolongados siniestros económicos, sociales y políticos de


proporciones lamentables y sobrecogedores 109, porque son fuerzas devastadoras tan
descomunales y perniciosas como las de la naturaleza ¿Hasta cuándo se ha de abrasar en
ese averno a nuestro conjunto societal110 sufriente111?

europeos a este continente, pasando por numerosas y diversas organizaciones societales durante las épocas
intermedias.
109
No transcurre un siglo entero sin que ocurra una traumática tragedia nacional que abarca décadas.
110
Se entiende por societal a lo que pertenece a la totalidad de un sistema, es decir, su forma de
organización como la tribu o el estado, y los valores que dentro de ellas se practican, las instituciones que se
fundan y van evolucionando, las formas y estilos de vida que van emergiendo, etcétera.
111
La emersión de fuerzas devastadoras que sacuden a nuestra formación histórica también aparecen y
desaparecen de forma cíclica, con la explotación petrolera ha adquirido un poder destructor inconmen-
surable y cada vez se pronuncia con un impacto más sobrecogedor en la realidad nacional, donde se pasa de
un permanente estado de dolor a un estado sufriente difícil de arrostrar. Es oportuno a este nivel del trabajo,
para insistir en la importancia de los ciclos históricos, como concepto metodológico aplicado a este trabajo
sobre la historia de esta región, porque estos ciclos marcan un proceso crucial, dentro del cual se opera una
transformación de fondo que lleva a lo existencialmente nuevo, como son: un cambio antropológico del
trabajador petrolero; un cambio de las fronteras de lo local que se expanden hasta lo nacional y luego a lo
intercontinental; un cambio urbano que dará origen a un hábitat que ya no es ni el rural ni el urbano de la
Revolución industrial, sino es el de las ciudades petrolíferas, las cuales son en-sí un tercer medio o glocal,
cualitativamente diferenciado de los dos anteriores; y los cambios políticos de gran impacto ideológico,
porque traen el esbozo de Proyectos de desarrollo orientados a construir una Formación histórica donde
puede tener lugar, como posibilidad, nuevos Paradigmas societales. Todo esto es lo que echa a andar el
proceso histórico zuliano durante el siglo veinte, y sobre esto se puede decir con propiedad que como
hechos históricos, éstos no tienen parangón en las demás entidades político-territoriales venezolanas. Los
ciclos históricos, en consecuencia, marcan en las procesos los pasos que se dieron para transformar la
realidad de un modo alquímico (fenómeno de la permutación), esto es metafóricamente, transustanciar el
plomo en oro, es decir, operar un cambio áureo, donde se abre la posibilidad de pasar de lo ordinario a lo
noble, porque el ser humano en su aventura evolutiva y en ascenso, pretende no solo lo mejor sino lo bueno,
porque es en esencia un ser ético, y como tal, su estado superior le lleva a construir poco a poco una
etosfera, donde la virtud se convierte en su conducta vinculante con su especie, con la naturaleza, con la
vida y con el universo. Su Proyecto de desarrollo, en ese sentido, tiene como su búsqueda suprema cons-
ciente o inconsciente a un grandioso logro antropológico trascendente, en el cual se traduce la máxima
posibilidad histórica realizable. Los ciclos históricos, por todo lo dicho, van mostrando la transición de un
estado en otro, pasando así del estado inicial a uno final, objetivando ideales, y no se detiene allí sino que se
repite reabriendo ese proceso a obtener nuevos desarrollos, mediante los cuales se va configurando las nue-
vas relaciones societales, tal es lo que esta investigación alienta alcanzar, de allí que se propone a los histo-
riadores como tarea clave la consecución de los ciclos históricos porque estos traen a la superficie los
fenómenos de las permutaciones que se van produciendo. Este libro hace marchar su análisis por ese cami-
no, lo que se percibe en sus segmentos o Capítulos en los cuales se divide esta obra académico-intelectual.
73

CAPÍTULO III
LA TRANSICIÓN
El cazador-obrero: Ramón Díaz
El mes de mayo trajo a Velutini una gran satisfacción, mediante un “Memo-
rándum” recibía un respaldo decisivo para que continuase con todo rigor su labor
fiscalizadora sobre las Compañías, dice:
Inmediatamente que recibí el Memorandum con las nuevas instrucciones para los
Inspectores de Campo, visité todas las Compañías que trabajan en esta región, para tratar
sobre los diferentes puntos de que consta el Memorandum” (I.M: 8 Junio 1931).
A continuación describe las reacciones de cada una de las empresas ante su visita:
La Lago Petroleum Corp. Tradujo el Memorandum al Ingles y envió varias copias a todos sus
Departamentos de la Oficina de Cabimas. Esta Compañía parece estar dispuesta a cooperar
con los Inspectores de Campo de manera de cumplir con las nuevas instrucciones.- Como
Ud notará en éste Informe, ésta Compañía me permitió ver sus reportes diarios, sus libros
de la Refinería, y libros de los despachos de los productos refinados, y ha dado orden a
todos los Departamentos de permitirme ver todos los reportes y libros que yo desee.-
(ídem)
En otras palabras, los altibajos de resistencia/doblegación parecía estar llegando a
su fin, daba la impresión de que por fin se empezaba a entrar definitivamente en un
estado de transición112 y de sosiego, donde las empresas internalizaban su reconocimiento
al dominio del Estado venezolano y el ejercicio soberano del papel administrativo del
gobierno nacional -sin ocultar (de nuestra parte) los contubernios que se pudieran
implementar para burlar las disposiciones legales). Todo parecía indicar que La Lago como
empresa foránea estaba dispuesto a acatar la voluntad política de Venezuela, es decir, a
sus políticas reguladoras.
En cuanto a la receptividad de La Gulf, escribe:
La Venezuela Gulf Oil Co. También tradujo el Memorandum y envió varias copias a su
Oficina en Cabimas; a pesar de esto, no han tomado en serio dichas instrucciones y los
pocos datos que pude obtener de ellos para éste Informe, me los dieron verbalmente, no
obstante de haberles insinuado de que deseaba ver los reportes.- (ídem).
De nuevo se pasa al “Ingles” el contenido, pero ahora se niegan a responder en
venezolano, dicho de otra manera, se resisten a establecer un canal de comunicación
entre la empresa y el inspector de campo dentro de los términos expresados en el Memo-
112
Hasta aquí se ha indicado la existencia general de tres grandes etapas históricas, la de Penetración, la de
Supervivencia y la Mágica. Pero en el fondo de esas etapas se observa, además, un forcejeo entre el poder
económico de las Corporaciones petroleras y el poder político del Estado venezolano, en síntesis, se da una
oposición no antagónica en la dicotomía: Empresas/Estado. Esa oposición se manifestó en los opuestos
resistencia/doblegación, y, en ese sentido, era necesaria una negociación que procuraría entre ambas partes
un estado de transición, el cual hubo de actualizarse con sus respectivas novedades más de una vez a todo
lo largo del siglo veinte. Toda negociación implica que la otra parte no obtenga todo lo que aspira.
74

rándum, la empresa no tomaba en serio esos acuerdos, es decir, pretendía burlar la


autoridad de Venezuela, prescindiendo de presentar la demostración documental de los
datos, lo cual era una grave flagrancia legal.
Acatar las instrucciones contenidas en ese Memorándum era, en este sentido, un
gesto de obedecer la Ley venezolana, y tal paso tocó una frontera que el Capital foráneo -
en especial el británico. no estaba acostumbrado a reconocer a quienes hacían negocios
con ellos en el campo internacional, nos referimos al caso de los países atrasados que
ellos consideraban como inferiores.
La actitud de La V.O.C. ante esa nueva fuente de roce fue la siguiente:
La Venezuela Oil Concessions se extrañó de las nuevas instrucciones, y me dijo el
Superintendente que esa era la primera vez que había visto ese Memorandum y que la
Oficina de Maracaibo no le había dado orden ninguna respecto a esas instrucciones, de
manera que no me permitieron ver sus reportes diarios ni ninguno de sus libros. Los pocos
datos que me dieron fueron verbalmente. Tanto la Gulf como la V.O.C. hacen diariamente
un reporte diario muy parecido al que hace La Lago, donde está expuesto: la producción de
petróleo, producción de gas, comportamiento de los pozos & &.- En mi telegrama N° 36 le
comuniqué a Ud los inconvenientes que había tenido con esas dos Compañías (ídem).
El comportamiento de La V.O.C. fue de franca hostilidad. No se puede olvidar que
entre los principales de la empresa está un venezolano -Antonio Aranguren- y que éste
hace valer sus contactos en las altas esferas del gobierno.
La transición no era fácil, pero era inevitable, era un reacomodo a las nuevas
circunstancias de una realidad en permanente cambio. Tampoco se podía evitar que con
esas transformaciones los seres humanos vayan cambiando el sistema societal, y con ello
asomase a la superficie una nueva sociedad. La transición empujaba en esa dirección, y
ese cambio se podrá constatar en la realidad histórica en un hecho de significativa calidad,
esto es, en la transformación de la existencia del ser humano, es lo que se registrará en las
líneas que siguen.
Velutini por esos días es testigo de un terrible accidente, éste percance se utilizará
en este análisis para comprender lo que se viene exponiendo, pero ahora desde una
interesante perspectiva antropológica. El Inspector recalca a Su Superior sobre lo sucedi-
do, porque lo considera de significación:
En mi telegrama N° 35 le participé a Ud sobre el accidente que había sufrido el obrero
Ramón Diaz. Este obrero estaba cazando en los montes de la jurisdicción de La Rosa y
llevaba una lámpara de carburo con el objeto de encandilar conejos y al pasar cerca de un
tubo de escape de gas que se había caído de su posición vertical y estaba completamente
tendido en la tierra se prendió dicho escape sufriendo el referido obrero serias quemaduras
en la cara, cuello y brazos (ídem).
Por lo que narra, el obrero durante algunas noches se desdoblaba en cazador de
conejos, esto es, complementaba sus subsistencias mediante esa actividad primitiva - y
75

extendía con ese sobretiempo un subsidio voluntario a las Compañías petroleras sin
saberlo 113 -. Aquel Ramón Díaz dejaba aflorar con esas salidas nocturnas desde las
intimidades de su ser, el placer de la caza como actividad humana ancestral. En Ramón
Díaz coexistía, al lado del ser primigenio un nuevo ser, el cual se ubicaba en el polo distal
del cazador: el obrero petrolero. La transición del primero al segundo no se había operado
por completo, Ramón era un obrero diurno, un cazador nocturno, un ser humano entre
dos mundos, entre lo rural y lo urbano, entre lo rústico y lo citadino, vivía en el mundo
heterogéneo del campamento, y en sus estrategias de vida persistía la caza y ahora
incluía una estrategia inédita la de devengar un salario, un modo de vida distinto se
vislumbraba en su existencia, y colocaba a su ser en perspectiva, es decir, la de percibir
por primera vez en su vida de que existía un tiempo futuro, porque en este tiempo
histórico revolucionario es posible que hoy cocine con leña, y mañana estarlo haciendo
con querosene, y al día siguiente con gas natural, esto es, había entrado en un mundo que
cambiaba una y otra vez bajo sus pies, a diferencia de aquel mundo estancado e inerte del
que venía, donde el presente tiene todo el peso del pasado y lo que se valora y se
reafirma es la tradición 114 , por oposición un mundo donde el presente puede ser
construido con ricas alternativas gracias al extraordinario desarrollo de la ciencia y la
tecnología queda contextualizado en el futuro. La cultura campesina sobrevivía ahora bajo
un nuevo contexto que la negaba: el maquinismo, el complejo industrial, la empresa
corporativa, la civilización capitalista. La cultura tecnológica de Ramón se transmutaba al
pasar de una cultura energética a otra: de la leña al carbón, al carburo, al querosén, al gas
combustible y a la electricidad. Lo que se valora ahora es la renovación, la actualización, la
puesta al día y el prepararse para una permanente transformación e innovación.
En ese universo donde la transformación es lo cotidiano, se hacía patente, en
consecuencia, un espacio del rechazo, espacio que recoge Velutini en detalle en su Infor-
me, allí cuenta que con motivo de lo que le sucedió al cazador-obrero Ramón Díaz:
El Watchman115 que estaba por allí, salió enfurecido contra Diaz obligándole a apagar la
llama. La esposa del obrero Diaz, fue al día siguiente a la Oficina de la Venezuela Oil
Concessios a quien le pertenecía dicho tubo de escape para que le enviaran el médico de la
Compañía a su marido, pero ellos no se ocuparon del caso. Entonces la Señora vino a ésta
Inspectoría para que yo intercediera con el Superintendente pues Diaz se sentía mal (ídem).

113
El salario debe cubrir las necesidades elementales y otras propias de su condición de obrero industrial
como aquellas que corresponden a su especie zoológica cultural, y la de reproducirse como trabajador.
114
Giussepe Galeasso realiza un manejo del tiempo histórico en unos niveles teóricos críticos que permiten
replantear esa temática por vías no convencionales y que se puede apoyar en los grandes descubrimientos
de la ciencia física a partir de Albert Einstein. Galeasso es autor del libro intitulado Nada más que historia -
Teoría y metodología (Ariel Historia, Barcelona, España, 2001: 318 pp.), el cual es un verdadero diamante
intelectual.
115
El hombre que cuida las instalaciones de la empresa es el watchmen, término que en ingles quiere decir
vigilante, los habitantes de estos campos los bautizaron como los guachimanes, porque así les sonaba.
76

El watchman representa el perro guardián del nuevo modo de vida, este


guachimán rechaza al modo de vida tradicional -representado en Ramón-, él juzga desde
su nueva perspectiva de ver las cosas, de que esa forma de vivir de Ramón es algo que
debe ser sepultado, erradicado y extinguido, la necesidad de futuro (signada por la
aparición de nuevas necesidades e innovadoras mercancías que las satisfacen) exige
destruir el pasado.
Con el caso de Ramón Díaz en sus manos Velutini procedió primero a las
averiguaciones, para poder asumir una posición justa ante aquel hecho lamentable:
Yo estuve en el punto donde ocurrió el accidente y se nota que el tubo tenía tiempo que se
había caído pues ya había formado una depresión en la tierra116.- Ahora la V.O.C. dice que el
hombre tiene la culpa y que las autoridades de Cabimas debieran prohibir la cacería
(ídem).
El comentario de la V.O.C., pone en entredicho la mentalidad de quienes dirigen
esa empresa, no era justo arrojar sobre Ramón una condena de culpable y lanzar sobre la
comunidad a la cual él pertenece una prohibición de ejercer la cacería como un medio de
obtener sustentos alimenticios adicionales que, aquellas empresas no le garantizaban con
los salarios. El fallo de la V.O.C. es más propio de la actitud de un latifundista feudal que
de un capitalista moderno, con esa reacción arbitraria se expresa una concepción de un
mundo en el cual no existen ni tribunales ni cartas jurídicas, ni instancias conciliatorias o
procesos donde se entablan pleitos judiciales, es sencillamente la voluntad arrogante del
poderoso descargada con brutalidad sobre el débil, es el ejercicio del que tiene más
fuerza, es un retorno a la barbarie en vez de una muestra de modernidad, la V.O.C. deja
en manos de su perro guardián el watchman el orden que debe prevalecer, y donde la
mentalidad que impera es la de la Ley del máuser. De allí que Velutini no duda en calificar
esa reacción de la empresa como una burda muestra de falta de civilidad, dice:
Es una injusticia de parte de la Compañía pretender que las autoridades prohíban la
cacería en éstos lugares, pues además de que gran número de padres de familia se ganan la
vida de esa manera117, no creo que es culpabilidad de los pobres cazadores que sucedan
accidentes de esa naturaleza, por el contrario, creo más bien que la Compañía es la
culpable pues ellos debieran de cercar con alambre los lugares donde exista un tubo de
escape de gas y quien es culpable [pone en peligro] hasta cien personas habitan allí.- (ídem).
Este recuento lo acompaña Velutini con unas fotografías, tomas que llevan adjun-
tas unas notas muy significativas, las cuales bien vale la pena transcribir. Una dice: “En el
centro de los tanques de almacenamiento de La Lago a 100 metros de la Refineria y
próximo a taladros de la V.O.C., La Lago [está] quemando maderas viejas y otras cosas”, es
decir, están poniendo en peligro valiosas instalaciones y, además, amenazando a quienes
116
Resultado del gas que por allí se escapaba, el cual iba cavando una hondonada.
117
Dedicarse a capturar y vender carne de cacería, la cual no era solo de conejos sino también de otras
presas.
77

por allí viven con la pérdida de todos sus bienes. Y continúa su denuncia de La Lago con
otra toma fotográfica, donde señala: “Vista mostrando algunos de los pilotes que han
dejado las Compañías adentro del Lago constituye un peligro para la navegación” (ídem),
porque no retiran los tocones de concreto armado que dejaron erectos y abandonados en
ese cuerpo de aguas.
Lo que faltaba en ese marco de abusos era que exigieran a las autoridades de que
se prohibiese también la pesca, con tal de no proceder a remover los pilotes que dejaban
abandonados en las aguas del lago. También incluye, por supuesto, la patética toma de la
imagen del obrero-cazador Ramón Díaz sentado sobre el borde de un catre en su casa,
donde la luz se filtra por la puerta mostrando al fondo el campamento en el cual reside
con su esposa, y le coloca como nota a pie de la foto una frase lacónica “Ramón Diaz, el
obrero que se quemó” (Se puede visualizar esa imagen en “Portafolio” que aparece en el
“Apéndice” del “ÍNDICE”). De último coloca “Una vista del Campamento de obreros N° 2
de La Lago”. Y en el informe lo alude, cuando escribe desde su núcleo de racionalidad
cordial118: “Las Compañías en nada se preocupan por el obrero venezolano, las viviendas,
los trabajos y todo lo mejor es para los negros antillanos” (ídem).
Velutini valora la calidad humana del trabajador nativo que recién llegaba del me-
dio rural, y por esa banal razón era despreciado por los urbanitas:
Es un crimen que las Compañías continúen empleando negros y retirando obreros
venezolanos. La Lago solamente tiene 140 negros antillanos, que significa 140 venezolanos
sin trabajos, pasando muchas necesidades y la mayor parte de ellos con familias (…). Las
Compañías debieran de retirar a esos negros y proteger a los hijos del país, que
generalmente son buenos peones, trabajadores, dóciles y honrados.- (ídem).
Una vez valorado el venezolano de aquella primera época petrolera como buen
trabajador y como hombre honrado, pasa a otra arista de la realidad, y esta es muy
importante, es el caso de la exportación de trabajadores con experiencia de la Zona
Petrolera zuliana hacia otros lugares del país, como un modo de resolver el problema de
los trabajadores sin empleo y como una fuente de trabajadores calificados gracias a las
destrezas adquiridas en estos Campos. Esa mano de obra capitalizada remitida hacia
Campos que se abrían en otros lugares fuera del Estado Zulia, es de impronta histórica
indudable119, el Zulia pasaba a ser exportador de trabajadores petroleros, dicho de otro

118
Algunos hombres piensan y se comunican desde su núcleo racional ideológico, otros por lo contrario
razonan a partir de sus sentimientos, es decir, por lo que les dicta su centro cordial, esto es, el corazón como
el gran mediador entre la vida racional y la vida espiritual, allí interviene su dimensión ética.
119
La base de ese hecho es la siguiente: el obrero petrolero no es simple “fuerza de trabajo”, porque posee
o adquiere una fuerza intelectual como operario dentro de una organización empresarial compleja e
integrada que abarca procesos de diferente orden y naturaleza. Esa cualidad debía ser explotada, para
cambiar desde abajo la sociedad venezolana, pero para que esto ocurra es indispensable una política laboral
que fortalezca la tendencia capitalizadora del recurso humano, tal vez Velutini entreviese esa oportunidad
para echar a andar el desarrollo nacional, pero no eran esas ideas lo que imperaban entre los otros actores
78

modo, de los campos petrolíferos de esta cuenca lacustre un excedente de fuerza de


trabajo era traficado para ese circuito económico: “A diario salen camiones cargados con
obreros venezolanos para Falcón y Lara y embarcaciones llenas de obreros para La Ceiba
con rumbo a Los Andes, El Centro y Oriente.-“ (ídem). Un mercado de trabajo fue el
resultado de ese fenómeno, que no se puede pasar por alto, este hecho indica que el Zulia
es un estado capitalista avanzado exitoso dentro de la geografía nacional (!!!). Esa
capacidad de exportar mano de obra con experiencia en las labores petroleras, es el
resultado de una transición histórica exitosa, un nuevo ser humano se ha formado en los
Campos petroleros zulianos, y con ese trabajador se construye a nivel nacional la
Venezuela petrolífera, dicho de otro modo, se zulianiza la Venezuela emergente del Siglo
XX.
Con ese cambio de la piel quemada por una nueva piel, todo se transfiguraba, la
actividad petrolera zuliana empezaba a crear un perfil petrolífero a la Venezuela de ese
entonces. Velutini reporta como:
La Lago construyó una tubería de seis pulgadas desde su Refinería hasta el muelle para
enviar gasolina por vapores tanque 120, ya construyeron un tanque en la Refinería y están
construyendo otros en los Haticos, Maracaibo, y creo en Puerto Cabello y La Guaira,
supongo que al empezar a enviar gasolina por vapores tanques la Lago podrá bajar el precio
de ella.- (ídem). ”
Nuestro inspector va trazando un mapa petrolero de esa Venezuela emergente
mediante su testimonio: Cabimas, Los Haticos, Puerto Cabello, La Guaira quedan inter-
conectados, la Venezuela petrolífera se está edificando, el mercado de hidrocarburos se
va estructurando, el cual no solo tiene por destino el mundo noratlántico, sino que
también es el de un mercado antillano y venezolano. El Estado Zulia con su eje petrolero
en pleno desarrollo sale del aislamiento, y tiende sus redes sobre una geografía cada vez
más lata, su historia cambia la historia de la nación venezolana, el país se zulianiza al
estructurarse dentro de sus fronteras una economía de base petrolera (!!!). “Ramón Díaz
el obrero que se quemó” se va arrancando el pellejo muerto y en su lugar va asomando
una nueva piel, se hubo de quemar para que operase esa dolorosa transición entre un
pasado lastrado de tradición e impregnado de desesperanza y un presente cargado de
renovación e impregnado de sueños. La nueva realidad, anuncia con ese cambio dérmico
la buena nueva de la economía de mercado, y Velutini intuye que si ésta funciona los
vapores-tanque que conectan a Cabimas con la distante ciudad de La Guaira deben
provocar el abaratamiento de la gasolina en el país, porque de ser así Venezuela tendría

sociales de aquella época, ni lo es aún en la Venezuela actual, donde esa propuesta no rebasa los marcos de
la propaganda y sus eslogan publicitarios, capitalizar es dar vida de alta calidad al trabajador.
120
El vapor como fuente de energía era aún utilizado. Los vapores-tanque eran buques empleados en el
transporte de hidrocarburos hacia el exterior, estos buques eran conocidos como los petroleros.
79

un impulso propio dentro del reino de lo expectante, es decir, el país estaría estructuran-
do una economía capitalista auténtica 121.
Y el mercado caminó, creció e ilusionó a los actores sociales del país, las relaciones
que establece el Campo La Rosa lo ponen en evidencia, La Rosa estableció un hito espec-
tacular, de La Rosa emerge una irradiación variopinta: La Rosa/Cabimas, La Rosa
/Lagunillas, La Rosa/Zulia, La Rosa/Venezuela, la Rosa/Curazao, La Rosa/Aruba, la Rosa
/Noratlántico, e incluso La Rosa/LR 44, en definitiva el Campo La Rosa es un epicentro de
un remezón geológico que elevó el país hacia los cielos, hacia la nueva época, hacia la
historia nueva, es decir, inédita. La Rosa es la luz que cae sobre el Campo que se observa
desde el vano de la puerta que queda a la espalda de “Ramón Diaz, el obrero que se
quemó”.
La Rosa
Por el informe del 8 de Julio de 1931 se conoce que las novedades del frente
petrolero fueron las de una espera angustiosa por las difíciles condiciones que se vivía en
el mercado internacional: la contracción económica disminuía la compra de las materias
primas y el precio del crudo se derrumbaba. La repercusión de esas condiciones adversas
se reflejan en los Campos petroleros, de allí que la noticia se centre en registrar cómo en
esta etapa de supervivencia van a reaccionar las Compañías, para mantener activo a su
campo dentro de los parámetros productivos:
A fines del mes de Junio, La Lago Petroleum Corp. cerró los pozos que tenía en producción
en los campos de Punta Benites y Ambrosio, de manera que el único Campo que tienen esa
Compañía en producción es “La Rosa”, y según he sido informado, dicha Compañía, y
también la Venezuela Oil Concessions Ltd., piensan aumentar la producción en ese campo
[La Rosa].- (I.M: 8 Jul. 1931).
Se colige por lo actuado, del esbozo de toda una estrategia para hacer operativa
una reducción de gastos, un campo -La Rosa-, va a suplir en la producción a los campos de
Punta Benítez y Ambrosio que van a ser paralizados, es decir, un vasto territorio que es
atendido por un numeroso personal entrará en suspensión, y se intensificará el trabajo de
los que se ocupan de mantener activo el de La Rosa. Dos de las tres empresas pueden

121
En vez de esa economía sana y normal, en el siglo veinte nuestra economía contrajo la enfermedad del
populismo, la cual tuvo como vectores transmisores a los partidos políticos, que neurotizados por alcanzar el
poder y mantenerse en él a toda costa (allí se monopolizaba el dinero de la renta petrolera), subsidiaron los
precios de los combustibles, traicionando así a la élite inspirada que trazaba líneas teóricas a seguir, para
abaratarlo. Con esa patología demagógica, irrumpió en nuestra historia el nefasto Estado mágico. Ese
Estado productor de espejismos vino al mundo como una economía de mercado tipo talidomida, esto es, un
corpus que le faltaban los brazos al nacer, era solo un tronco con dos muñones, pero eso sí con dos piernas
para avanzar por un muelle camino hacia vastos horizontes de ilusión de realidad que dio origen a un país
alimentado de ilusiones de desarrollo. El resultado fue un mercado trunco, que crecía y crecía subsidiando
los servicios públicos y energéticos (gigantismo elefantiásico), política que crea una economía ficticia.
80

llevar a cabo ese plan, porque ellas tienen pozos en La Rosa, la Gulf, por lo contrario,
queda fuera porque sus parcelas son La Rodríguez, La Superior y La Michigan (en el lago).
En esta historia nueva, la máquina, la tecnología, el recurso natural explotable, el
aparato industrial, el mercado, la estrategia empresarial, los controles estatales, pasan a
ser el centro de interés de los acontecimientos y de los cambios del proceso histórico. Es
de este modo que los pozos petroleros o las refinerías se convierten en los nuevos
“protagonistas” del acontecer histórico encandilador y alucinante. Esa operación entre la
realidad subjetiva y la objetiva, forma parte de lo esencial de la transición que está
avanzando, y en esa transición un Campo petrolero, el de La Rosa, descolló por el papel
que juega en el tablero de ajedrez donde se decide la supervivencia o la muerte de
aquellas empresas. La Rosa Field se convierte en una constante petrolera.
Esa historia fetichista relata, en consecuencia, tanto los avatares de La Rosa como
el de las plantas industriales. Sobre las operaciones industriales de las refinerías, el
inspector señala que esa importante planta logra un resaltante logro: “La Refinería de La
Lago Pet. ha aumentado su producción, en el mes de Junio refinaron 15.609 barriles o
sean aproximadamente 2.229 toneladas de petróleo crudo más que en el mes anterior”
(ídem), ese aumento obedece a la demanda nacional de gasolina, así lo confirma las
remesas de ese derivado: “Ésta Compañía ha continuado enviando gasolina para varios
puertos de la República en un vapor-tanque Invercoi.-“ (ídem).
La extracción de crudo, el embarque de petróleo para venderlo en el exterior, la
inversión de dinero en las refinerías, la colocación en el mercado de esos productos con
valor agregado, la expansión del mercado a unas nuevas fronteras, la intensificación de la
explotación del mercado ya conquistado, tal es la historia apasionante del Capital, donde
el hombre queda condicionado al papel de satisfacer a las necesidades vitales del
Complejo industrial que ha creado, de allí que el hombre del Staff sea factor fundamental,
porque su grupo de élite trazará las estrategias que mantendrán a la Compañía dentro del
mercado como una entidad competitiva, no es un simple empleado, él-es-el Capital que
puede salvar a la empresa del vendaval de la Gran Crisis o la Gran Depresión. La
Corporación, en otras palabras, dispone a su servicio de: mano de obra calificada, de
maquinaria de alta tecnología y sobre todo, y en especial, de un equipo pensamental, tal
es en el fondo el núcleo duro de una empresa capitalista, y tales son los factores históricos
que se deben atrapar en ese tejemaneje que aflora desde las vísceras del propio sistema
capitalista.
Por supuesto la Naturaleza de cuando en cuando vuelve a salir al tablado de las
representaciones -en este informe se hace registro de ese fenómeno atmosférico-, y de
nuevo la tripleta de conocimiento, organización y disciplina empresarial se imponen con
contundencia como lo recoge el inspector Velutini:
81

El seis de Junio en medio de un gran aguacero, una descarga eléctrica incendió los gases
que salen por el gaseometro del condensador de la Refinería de La Lago, como era de
suponer hubo una gran alarma en las Compañías, pero felizmente fue apagado en pocos
momentos y no hubo perdidas algunas que lamentar.- (ídem).
En el Campo petrolífero Cabimas Las Tres agraciadas, como se ha descrito, se
mantuvieron activas, la crisis las afectaba, pero la estrategia basada en concentrar todos
los esfuerzos en el Campo La Rosa (La Rosa Field) era en realidad una solución original y
genial, de tal modo que la actividad productiva no se detiene y no se declara la bancarrota
empresarial gracias al preparado hombre Staff. El reporte señala esa victoria militar:
La V.O.C. produjo en el mes de Junio 147.185 toneladas de petróleo; la Venezuela Gulf Oil
Company produjo 245.331 barriles netos de petróleo; La Lago produjo 463.062 barriles
netos de petróleo (ídem).
Pero la perforación bajó su promedio estadístico. Esa situación con anterioridad
fue prevista, y la empresa ante esa eventualidad recurrió a otros arbitrios tácticos para
librar ese combate: “En el mes de Julio únicamente dejarán una cuadrilla para perforar, la
otra que tenían aquí la mandarán para La Concepción.-“ (ídem); En cuanto a “La
Venezuela Gulf Oil Co., no taladró durante el mes de Junio”, pero esta empresa trazaba
otra salida contra la parálisis, mantenía en operaciones a su refinería y también conserva-
ba en funcionamiento los pozos que tenía activos; Y en lo que respecta a La Lago, esta
empresa cuidaba su movimiento mercantil, y su refinería tenía por radio de acción un
triángulo entre Lagunillas, Aruba y Cabimas, y una red de cobertura nacional, logrando de
este modo mantener su presencia con altivez. El informe reza acerca de La Lago que ha:
Embarcado para Aruba 100.092 barriles de combustible y entregado al vapor tanque que
está llevando gasolina para los puertos del País: 801 barriles de combustible.- Hace ya
varios meses que La Lago está enviando combustible para Aruba, para que allá sus vapores
tanques, tomen el petróleo combustible necesario, para hacer el viaje de ida y vuelta de
Aruba a Cabimas y Lagunillas.- (ídem).
Velutini en sus relaciones discrimina ese tráfico de productos refinados entre los
de “Ventas locales” y “Despachado para varios puntos del país”, por ejemplo, la venta
local de gasolina alcanzó la cifra de 56.400 litros, mientras que el despacho de gasolina
para el país alcanzó el monto de 1.843.161 litros. También muestra como:
Para Junio 30, La Lago tenía los siguientes pozos” (ídem): Pozos en producción por flujo
natural en el Campo La Rosa 27, en el de Punta Benítez 3 y en el de Ambrosio 1. Como es
notorio resalta el Campo La Rosa por su vigor. Pozos por Gas lift: 25 en La Rosa, 0 en Punta
Benítez, 0 en Ambrosio. Pozos en Air Lift en La Rosa 2, en Pta. Benítez 0 y en Ambrosio 0.
Pozos en Pumping bombeando en La Rosa 4, en Pta. Benítez y Ambrosio 0. Pozos de nuevo
trabajándose 13, en Pta. Benítez y Ambrosio 0. Pozos inactivos temporalmente en La Rosa
40, en Pta. Benítez 8 y en Ambrosio 33 (ídem).
82

El balance arroja que La Rosa es el soporte crucial de la dinámica petrolera. Pero


no todo es de color de rosa, en los pozos negativos, es decir, cerrados por exceso de
reparaciones hay: 6 en La Rosa, 19 en Pta. Benítez y 6 en Ambrosio, esos datos evidencian
un marco que incide en el límite soportable para mantener la rentabilidad mínima. El ciclo
decisivo en la estructuración de esas compañías opera en medio de un contexto
económico depresivo, tal circunstancia negativa hace aún más admirable que en ese
momento histórico la transición continúe su proceso, las corporaciones no solo acumula-
ban capital monetario o capital tecnológico, también acumulaban experiencia de gestión
en tiempos difíciles, es decir, capitalizaba al recurso humano gerencial o equipo pensa-
mental bajo esas difíciles condiciones. El Estado Zulia por otra parte, no solo producía
crudo, se dotaba también de un recurso humano de avanzada, esto es, de un ser humano
más propio de un país desarrollado, tal hecho es de sustancia histórica inconfundible, el
Siglo XX zuliano crea un patrimonio socio-cultural de primer orden.
La historia reinterpretada (distinta a la habitual) también tiene otros registros muy
interesantes. Bajo la nueva piel que ahora cubre a Ramón Díaz, se mueve el espíritu de un
nuevo ser, hombres como Ramón Díaz (“El obrero que se quemó”) crearán una nueva
lengua, para comunicarse en esta nueva realidad. El mundo que se construía en torno a
los obreros, era el de las máquinas, y esto incidió en su lenguaje, un nuevo hombre surgía
de esa profunda transformación, nuestro inspector con su acostumbrada clarividencia
observa estos cambios sutiles y dice: “Me estoy ocupando en hacer una lista con los
nombres de las diferentes partes de que consta las maquinas de perforar y de términos
usados en los campos petroleros por los obreros venezolanos (…)” (ídem). Velutini debió
desdoblarse en lingüista con motivo a ese fenómeno, él debía cuidar por la comunicación
entre el personal profesional y el personal obrero, para mantener en marcha a la industria
petrolera en un nuevo estado de su existencia histórica -el estado de transición-, que
demanda una constante adaptación. Los obreros adquirieron en esta transición una
segunda lengua instrumental, la neotécnica.
La Rosa dentro de ese orden de ideas ya no aludía al mundo rural, sino a la
materialización del mundo que crea el Capital en su versión más avanzada: el Campo
petrolífero y su Complejo Industrial como un nuevo medio alterno al medio y al urbano.
Ese tercer medio trae un espacio transnacionalizado, ese cambio corresponde al
fenómeno de la transición, porque la nación venezolana petrolera se incorpora a nuevos
circuitos internacionales de carácter intercontinental, así las ciudades petrolíferas como
localidades se hacen globales, es el fenómeno de lo glocal.
Curaçao
83

Curazao es una isla holandesa en el mundo caribeño 122, esta isla queda concate-
nada con la Costa Oriental del Lago, es decir se une, se enlaza y se relaciona con sus
ciudades petrolíferas:
La producción de la Venezuela Oil Concessions Ltd., en el mes de julio fue seis mil
ochentisiete (6.087) toneladas mayor que en el mes anterior. Este aumento de producción
fué debido a que los Campos de La Paz y La Concepción no produjeron en el mes la cantidad
de petróleo que ellos acostumbran extraer de dichos campos, y como ésta Compañía tiene
una obligación de enviar mensualmente una cantidad de petróleo a la Refinería de
Curacao, y como ese petróleo lo producen los campos de Lagunillas, Cabimas, La Paz y La
Concepción, cuando en uno de éstos campos por cualquier motivo disminuye la producción,
entonces la aumentan en cualquier otro de dichos campos.- (ídem).
La dotación de crudo para la Refinería de Curaçao se entroniza. En ese sentido,
como el problema central, ante esa obligación la V.O.C. de Cabimas aumenta la produc-
ción, para suplir el déficit de extracción que se ha presentado en los Campos de la vertien-
te occidental, el problema así se solventa. Pero la trama petrolera que coloca al Campo de
Cabimas como protagonista en el evento, señala a otro actor que pudo haberlo
suplantado en ese papel, este es, el Campo de Lagunillas. Tal narrativa nos presenta de un
modo luminoso lo que es el mercado petrolero, cuatro Campos de hidrocarburos que
están en una extensa área del territorio, están al servicio de una gran Refinería, la de
Curaçao, la cual está ubicada fuera del territorio nacional. Esto permite suponer un merca-
do de productos refinados que es atendido por esa isla antillano-holandesa, la cual tiene
por base ese complejo industrial mixto -donde convergen La Gulf, La Lago y la V.O.C.- que
Velutini describe.
Con ese mismo tono especializado, Velutini incluye en su narrativa la colocación de
derivados en el mercado nacional:
La Refinería de La Lago continúa aumentando su producción (…) refinaron 2.334 toneladas
aproximadamente más que en el mes anterior. Vendieron en el País (…) 1.870.371 litros de
gasolina, 100.296 litros de kerosene; 123.760 litros de gas oil; y 1.200 litros de destilado.-
(ídem).
O bien resalta como se produce el Gas Lift y la importancia que tiene ese derivado
en la producción de petróleo, esto es, describe los avances tecnológicos que se van
implementando para elevar la competitividad de la empresa:
La Lago montó una Planta de Compresión de tres unidades y movida por motores
eléctricos. Tiene una capacidad para seis millones de pies cúbicos de gas por día y es del
Tipo de dos períodos (two stages).- El gas después de haber pasado por la planta de
compresión lo envían a la Planta de Absorción y entonces el gas seco lo vuelven a pasar por
la Planta de Compresión para comprimirlo es decir aumentar la presión a trescientas libras

122
El Caribe es un archipiélago noratlántico (inglesa, francesa, holandesa, danesa…), no pertenece en lo
cultural al continente americano, todo lo contrario es la idiosincrasia de Cuba, Dominicana, Puerto Rico.
84

que entonces lo utilizan en Gas Lift.- Actualmente esta Compañía está produciendo diez
mil barriles aproximádamente de petroleo por medio de Gas Lift.- (ídem).
El Informe de Velutini es atrapado por esos laberintos del mercado, donde se
dilucida el peso que toma cada corporación en el Campo Cabimas, donde de paso incluye
también el papel que juegan en esa historia los campos de Lagunillas, La Concepción y La
Paz que nuestro Inspector de Campo registra en su testimonio. Esa historia que Velutini va
describiendo, analizando y explicando, es la historia de la transición permanente, donde
una empresa se va superando a sí misma, para superar a las demás, es la historia
portentosa de un poder que se agiganta en el Municipio Cabimas, la cual escribe sus líneas
en tres Campos y tres Parcelas, pero no se agota en los límites municipales, trasciende
esas fronteras y muestra como, Lagunillas está vinculada a las mismas corporaciones que
trabajan en Cabimas, lo mismo sucede con La Paz y La Concepción, las que a su vez están,
por un lado, en conexión con Curaçao y con Aruba, por el otro, con un mercado local123 y
con el nacional -el “País”-124.
La organización empresarial como un Complejo Industrial de facto es lo que permi-
te ese devenir avasallante y avasallador que se viene reseñando. Pero mientras Venezuela
se zulianiza, la actividad petrolera se internacionaliza, Curazao y el Caribe es uno de los
puntos críticos de ese segundo proceso.
Los Informes provenientes de Cabimas muestran que la situación, en general, sigue
siendo crítica a pesar de que se continúa produciendo, procesando, consumiendo y
realizando los productos en el mercado. No obstante, Las Tres ya poseen una fortaleza
que las saca airosas de ese lance (así lo ha demostrado ya en el ciclo donde estas
empresas se ponen a prueba ante fuerzas devastadoras), el poder que han desarrollado
las hace resistentes a esas enfermedades económicas, y buena parte de ese poder
acumulado está alimentado por las actividades crecientes de sus refinerías, que vienen a
hacer de tercera columna del edificio petrolífero, de allí la importancia de Curazao.
La parte técnica bajo esas circunstancias había resultado crucial, es de ese modo
que el aparato productivo pasa a ser un protagonista relevante, los personajes de esta
historia de transición dejan por esa vía de ser de carne y hueso para pasar a ser una febril
industria, ha ocurrido una transustanción, el hombre queda subsumido en la maquinaria.
La energía que mueve ese enorme cuerpo industrial ya no es la sangre, sino el vapor, la
electricidad, la gasolina y las neuronas de los 103 altos empleados, la historia nueva se
convierte en Capital-dinero-maquinaria-trabajo. La transición muestra esa surrealista
transfiguración kafkiana.

123
Lo consumido por la propia empresa en sus calderas y en los campamentos, además la que se empleaba
en la planta eléctrica; y la consumida como gasolina, destilado, kerosene y gas oil vendido en Cabimas.
124
En este Informe, aparece La Gulf remitiendo barriles a Paraguaná, la Arreaga” y para la Planta Eléctrica de
Bella Vista.
85

En ese nuevo mundo, el del Complejo Industrial conformado por La Paz, La


Concepción, Lagunillas, Cabimas y Curaçao, echa a andar una superposición de mercados
que devienen con sus respectivas prolongaciones en un gran mercado global y en terrible
lucha entre Corporaciones que, compiten entre sí, por esos mercados teniendo por
campos de batallas a enormes regiones en los diferentes continentes (globalización). Esa
es la escala en la cual se mueve la Historia del Estado Zulia durante el Siglo XX. Esa lucha
crea frentes dirigidos por hombres de carne y hueso, los cuales obedecen a diferentes
intereses, uno de ellos es Velutini quien forma parte de una cadena de mando encabezada
por el Ministro de Fomento, donde la Oficina Técnica de Hidrocarburos del Estado Zulia,
está encabezada por Zuloaga y, más adelante, por su sucesor Salas, quienes están al
frente de los Inspectores de Campo de Cabimas, Lagunillas, La Concepción, La Paz,
Maracaibo, Mene Grande y Colón, en otras palabras, configuran un nuevo tejido histórico
que envuelve a esta jurisdicción político territorial que es el Estado Zulia. Seguir hilo a hilo
la trama de ese tejido pone en evidencia los motores que mueven un Complejo Industrial
sin fronteras, porque más allá esos hilos van a Colombia, Curazao, Aruba, Noratlántico. La
transición deviene en la globalización del mercado petrolero. La Historia del Estado Zulia
se mueve dentro de esas grandes magnitudes históricas, y es Curazao la puerta que se
abre de par en par, para dejarnos ver esa totalidad en la que quedamos inmersos.
Ratas, gente y tenderos
En el Informe fechado “el 8 de Setiembre de 1931” Velutini presenta una Relación
donde se da cuenta del aumento de la “producción en esta región” tanto por parte de la
Venezuelan Oil Concessions como por la Lago Petroleum Corp., pero… también da cuenta
cómo en “Los campamentos de obreros, muchos están en muy mal estado, con pisos de
tierras y por consiguiente muchas ratas.-” (I.M: 8 Sep. 1931).
El contraste entre lo que se incrementa en uno y otro espacio es irritante, mientras
los pozos obtenían miles de toneladas de valioso petróleo y de inestimable gas natural, y
las refinerías obtenían miles de galones de licuados, las viviendas para los trabajadores
rasos ofrecían un aspecto ruin, y quienes la habitaban recibían un trato de sabandijas,
porque quienes en ellas residían les ruñían sus callosos pies los abundantes roedores
durante las horas de sueño, y las astutas ratas les desfalcan sus alimentos incluso a plena
luz del día, el hombre en esas circunstancias quede integrado a ese zoo, en vez de estar
incorporado a la sociedad, es por tanto una sabandija, un bicho. Velutini dice:
A ésta oficina siempre vienen obreros venezolanos buscando apoyo y quejándose de los
maltratos de las Compañías. Ellos me han dicho que las Compañías no les pagan el sobre
tiempo conforme manda la Ley, que no los tratan bien en los dispensarios y que si sufren
algún accidente en alguna pierna en lugar de pagarle su tiempo sin trabajar, los ponen
hacer alguna cosa sentados aunque el accidente sea doloroso. Una de las Compañías está
ahora dando trabajo a los obreros a prueba, dicha prueba dura hasta tres días pero sin
86

sueldo. Si algunos de esos obreros sufriéra algún accidente, el obrero no podría reclamar,
pues según La Ley de Obreros la base para cualquier accidente es el salario (ídem).
Los “obreros venezolanos” eran tratados como bichos, y como tales, era natural
para la Superintendencia de las Compañías de que estos trabajadores rasos fueran
alojados en viviendas en muy mal estado, donde convivían con múltiples y variadas plagas.
No obstante el peón, el labriego, el campesino obtuvo un cambio de expectativas al
trasladarse desde sus aldeas y caseríos donde los inutilizaban y mataban las niguas hasta
los Campos petroleros donde las ratas solo los molestaban, y ese cambio constituyó un
aliciente poderoso para quedarse en este nuevo medio, sin embargo tales avances socio-
económicos son neutralizados por la prosperidad cada vez mayor que obtienen los demás
sectores sociales involucrados en las actividades de esas empresas. Las brechas de
desigualdad son acusadas y se hacen visibles y notorias, no solo para los observadores
exteriores, sino también para los propios sujetos de ese drama social.
Los campamentos de empleados de las Compañías, eran un mundo distinto al de
los obreros, este personal recibía el trato de gente, en especial si eran empleados
extranjeros, en otras palabras, sus campamentos estaban modernizados y gozaban de un
notorio confort. Esta nómina habitaba en casas amobladas, y disponían no solo de
aparatos enfriadores -frigoríficos- para conservar sus alimentos y bebidas, sino que incluso
sus viviendas estaban dotadas de máquinas de escribir: “Todas las casas de éste campa-
mento estaban amuebladas (…) [entre otras cosas disponen de] maquinas de escribir,
Frigidaires y varias cosas traídas del extranjero” (ídem).
Ese mundo bipolar creaba la oposición antropológica ratas/gente, el primer lote, el
de los obreros venezolanos, resignificado como plaga, y el segundo grupo humano,
reconocido como gente o civilizados. El empleado staff de las Compañías debía incidir en
esa concepción discriminadora, para ellos quienes venían del medio rural, es decir, los
cazadores-obreros, era normal otorgarles el trato de rústicos, y asignarles las viviendas
antihigiénicas, porque estaban acostumbrados -según ellos- a recibir el trato de peones
que les daba el latifundista, el hacendado, el finquero, el propietario de hatos, eran los
Ramón Díaz, y su triste figura recogida por una fotografía tomada de este obrero por
Velutini que bien habla por mil palabras, era un espantajo, un harapiento, un descamisa-
do, un ranchificado, un bicho, una rata-humana, por lo contrario, quienes tenían por
origen las ciudades venezolanas, las Antillas o eran oriundos de los Estados Unidos de
Norteamérica o de Europa, se les reproducía el ambiente urbanita, tenían por tanto
reconocido su don de gentes. Como resulta de esa política social errónea, la transus-
tanciación del cazador-obrero en obrero-moderno fue retardada, y ese bloqueo mental
fue en perjuicio de la Industria petrolífera. Esa política era una garrafal equivocación,
porque estaba desfasada con la poderosa fuerza de cambio que es consustancial al
desarrollo del Capital, el trabajador petrolero estaba destinado a convertirse en el obrero-
87

moderno de un modo ineluctable e irreversible, y la mejor prueba de ello era como ese
hombre en su centro de trabajo fabricaba un lenguaje técnico alternativo -como ya lo ha
reseñado con anterioridad Velutini-, para nominar ese nuevo mundo tecnológico donde
ahora crecía y se cualificaba. Sin ese gran cambio histórico que ocurre a nivel
antropológico, no se puede hablar del surgimiento de una Industria petrolera venezolana,
Velutini apostó todo por esa tendencia nacionalista y progresista, porque solo por esa vía
se obtendría la necesaria transición deseable. El factor trabajo no podía ser mantenido en
las mazmorras, si se quería dar un gran salto adelante en esta industria, el siglo XX así lo
confirmará, ser obrero petrolero era y es aún la gran meta para todos los trabajadores del
Zulia, porque alcanzar ese objetivo transforma su existencia de un modo más o menos
integral.
Velutini deseaba fortalecer la organización de la actividad económica petrolífera,
solicitando poder para los asuntos laborales, decía que había que “defender mucho más al
obrero venezolano”, para lograr que fuesen considerados como gente, lo cual era un salto
adelante, un verdadero avance, con esa idea en mente ubica a su jefe con respecto a esa
problemática:
En muy pocas ocasiones he podido ayudar a los obreros pues el Ministerio del Interior tiene
un Inspector de Obreros radicado en Maracaibo. Sería mucho mas conveniente que los
Inspectores de Campos fuesen a la vez Inspectores de obreros, ya que nosotros
permanecemos en los campos y estamos al corriente de todo, creo que de ese modo se
defendería mucho más al obrero venezolano.- (ídem).
Piensa Velutini en cambios institucionales, porque tiene en cuenta la dificultad que
entraña para el obrero el traslado hasta Maracaibo para exponer su queja o reclamo, pien-
sa Velutini, dentro de ese orden de ideas, en la importancia que tiene la residencia del
Inspector en el lugar, porque esto le permite estar bien informado in situ, en otras
palabras, tiene clara la importancia que tiene la resolución de conflictos, así como el que
alcancen un standard de vida cónsono con esa gran industria. Velutini señala que los
Inspectores de Campo “estamos al corriente de todo”, es decir, que como tales son los
más idóneos para la tarea de mantener la buena marcha de la Industria petrolera con
respecto a los obreros.
Otra colisión socio-económica de importancia histórica que se suscitó, fue la que se
produjo entre la V.O.C. y los comerciantes cabimenses y marabinos, es decir, con los
tenderos. Las empresas petrolíferas, sin proponérselo, les hicieron una asimétrica
competencia en la venta de muebles, artículos, aparatos y máquinas. Las Corporaciones
eran exoneradas en algunas importaciones del pago de impuesto aduanero, de tal modo
que podían vender más barato que los comerciantes locales. El hecho ocurrió con el cierre
del Campo La Rosa, esto arrostró una dramática situación, porque trajo el desalojo de las
viviendas, y con ello el remate de los bienes muebles con el que estaban dotadas esas
88

viviendas, golpeando con esas ventas el sector de los tenderos. Se sembraba ahora la
desolación, en otras palabras, lo que era un espacio de agrado se transfigura en su
opuesto, un espacio de desesperación125.
Debido a la gran crisis petrolera, la Venezuela Oil Concessions, cerró su campo de La Rosa
(campamento), hace unos meses, porque tuvieron que retirar un gran número de
empleados extranjeros. Todas las casas de éste campamento estaban amuebladas y la
Compañía resolvió vender esos muebles. Hace unos meses vendió un lote de 900 piezas por
siete mil quinientos bolívares, y hace unos día vendió otros por siete mil (…) Como es de
suponerse el comercio de Maracaibo y de éstos lugares (las casa vendedoras de esos
artículos) han sufrido mucho, pues están vendiendo esos artículos por sumas risibles. La
Compañía puede vender esos artículos tan baratos pues muchos de ellos no han pagado
impuesto de Aduana. Me informó el comprador del segundo lote de muebles que la
Compañía iba a vender otro lote y treinta Frigidairs (ídem).
Es decir, hasta los empleados extranjeros estaban viendo en peligro su condición
de gentes. No obstante la grave situación, ésta no se le va de las manos, a pesar de la gran
crisis petrolera la escala de operaciones que había alcanzado esas empresas mediante
desarrollos verticales y horizontales no se detenía del todo, donde se realizaba las
actividades de exploración, producción, refinación, distribución y mercadeo -es lo que se
denomina en este trabajo como Industria integrada-, algunas de esas áreas se paralizaban,
otras conservaban e incluso aumentaban su vigor, de tal modo que ratas, gente y tenderos
sobrevivían al incrementarse algunos rubros:
La Lago Petroleum Corp. ha aumentado su producción en cuatro mil docientos quince
barriles.- La Refinería refinó cinco mil ochentiseis barriles menos que en el mes de julio,
pero en cambio las ventas fue muy superior. En el mes de Agosto vendieron en el País
2.335.015 litros de gasolina, en el mes anterior vendieron 1.870.371litros; en agosto
también más que en el mes anterior, de los otros productos refinados.
La Venezuela Gulf Oil Co., ha disminuido su producción en sesenta mil ochenta y cinco
barriles, pero de todos modos éstos campos aumentaron la producción en agosto en cinco
mil cuatrocientos noventitres toneladas aproximadamente.-
La Venezuelan Oil Concessions ha aumentado su producción en ésta región por motivo de
que los campos de La Paz y La Concepción no están produciendo lo suficiente.- En el mes de
agosto produjeron 13.475 toneladas más que en el mes de julio (ídem).
Velutini, ante esas circunstancias contempla como enfrentan las empresas esas
posibles contingencias que se pueden presentar y como van a dar una respuesta rápida
para satisfacer las demandas imprevistas que se puedan dar en el mercado petrolero:

125
La historia es una ciencia tempo-espacial, donde el concepto de espacio no se puede confundir con el de
un área, zona o lugar geográfico. Se hace un esfuerzo en este trabajo por crear categorías que puedan ser
útiles para la narrativa histórica desde esa perspectiva espacial donde los fenómenos y las estructuras
históricas tienen lugar.
89

Esta Compañía [la V.O.C.] está cerrando sus pozos nuevos que pueden producir por flujo
natural, y en cambio están abriendo los pozos viejos. Una de las razones que están
haciendo eso, es que si en el futuro necesitan inmediatamente aumentar la producción,
con abrir esos pozos les es muy fácil aumentarla, pues producen por flujo natural, y son
pozos de mayor producción; de lo contrario tendrían que poner los pozos a bombear.-
(ídem).
Nuestro Inspector y ducho Comandante del frente petrolero, también contempla
como parte de esa reacción positiva ante las adversidades que deben ser enfrentadas y
vencidas, es también la implantación de las más novedosas y actualizadas técnicas de
extracción petrolera: “Actualmente ésta Compañía [la V.O.C.] está produciendo alrededor
de 750 metros cúbicos por medio de las estaciones de bombear (Pumping Powers).-“
(ídem).
A todas estas, el 19 de Agosto Velutini se había acogido a unas vacaciones,
concedidas por el Ministro de Fomento a su persona, y se reintegró a su Inspectoría el 1°
de Septiembre. Su Oficina -es de justicia reconocerlo- estaba identificada plenamente con
esta población, ese Despacho se preocupaba por este Municipio y por la suerte tanto del
conuquero como de los vecinos de La Plaza, así como por quienes vivían en los campa-
mentos petroleros, por quienes se dedicaban al comercio, por los cazadores y los que
vivían de las actividades económicas lacustres, de igual manera por la vegetación, por la
calidad del aire, por los desempleados, por los enfermos y accidentados, Cabimas no era
para él un mundo pequeño y ajeno, era por lo contrario una compleja realidad donde este
inspector estaba “al corriente de todo”. La industria petrolera semejaba los huecos negros
que observa y estudia la ciencia astronómica, allí iban a ser tragadas todas las manifesta-
ciones y expresiones de la realidad total, y ese universo lo capta nuestro Inspector de
Campo, lo cual se hace obvio cuando presta su testimonio sobre ese proceso inusitado y
demiúrgico que acontecía en este territorio donde reina la canícula.
Su mundo, además, no estaba restringido a ratas, gente y tenderos. Su mundo
petrolero mantenía la lupa puesta sobre el proceso de venezolanización de la nómina de
obreros y empleados, es decir, la problemática bipolar Venezolanos/Extranjeros:
Venezuelan Oil Concessions Ltd.: Personal. Obreros… 480; Empleados mensual… 15;
Empleados extranjeros mensual… 45. Total: 539, de este total solamente hay 10 negros
antillanos.
Lago Petroleum Corporation: Personal. Obreros… 735; Empleados bolívares mensual… 25;
Empleados extranjeros… 99. Total… 859, de este total alrededor de cincuenta son negros
antillanos.-
Venezuela Gulf Oil Co.: Personal. Obreros… 352; extranjeros… 39. Total… 391. Esta
Compañía tiene 23 negros antillanos y chinos.- (ídem).
Porque de esto dependía en buena medida que algunos venezolanos dejasen de
ser desempleados y que otros venezolanos accediesen a las comodidades de algunos
90

extranjeros, y tal vez de que muchos hombres-ratas pasasen a ser hombres-gente. No es


de sospechar, entonces, que Velutini apunte hacia esos nichos del mercado de trabajo que
puede ser desempeñado por los trabajadores venezolanos a medida de que se van califi-
cando. Todos estos aspectos como ya es obvio ofrece una temática inusual y novedosa
que no cubre la Historia del Estado Zulia en su versión tradicional, habitual y convencional.
Otros datos de interés de este informe que no pueden ser obviados por su valor
intrínseco son los siguientes:
La Lago Petroleum Corporation embarcó petróleo combustible para Aruba, y utilizó para
sus entregó combustible a los Vapores: Villamizar, Progreso, Orinoco, 24 de Julio, 19 de
Diciembre y Olivia, al vapor Invercoi le entregó combustible para su propio consumo.
La Venezuela Gulf Oil Co. Embarcó petróleo para Paraguaná y para la Arreaga, entregó
petróleo para su consumo a la Planta Eléctrica de Bella Vista y a Cabimas. Y durante el mes
de Agosto no recibió petróleo de Lagunillas (ídem).
Ese mes fue fatídico para el nivel de perforación, puesto que éste tocó fondo en su
caída, no obstante la producción se mantenía en pie para satisfacer tanto el mercado cer-
cano como los lejanos, en cuanto a los productos de las refinerías, por ejemplo, éstos eran
vendidos “para el interior” y “localmente”.
Con toda esa información Velutini sabía qué se hacía con cada barril de petróleo y
de gas, y con cada litro de los refinos. De ello dependía el ingreso fiscal, y más importante
aún: el acervo de conocimiento sobre ese negocio. Esa acuciosa tarea realizada por el
Inspector de Campo, se puede denominar como una política de control militante, la cual
alcanzaba un nivel de alta eficacia, porque el seguimiento de la producción,
almacenamiento, distribución que él registraba llegó a ser diario. Esa fiscalización debía
producir una terrible neuralgia a los capitales extranjeros acostumbrados a enfrentarse a
gobiernos débiles, que cedían sin gran resistencia a sus pretensiones omnímodas. Y menos
aún les caía en gracia que un simple inspector de campo venezolano les cuestionase, por
una parte, esa dicotomía de ratas/gente, y por la otra, el perjuicio que las corporaciones le
causaron a los tenderos de Cabimas y Maracaibo. La transición, no obstante, se fue
objetivando en avances concretos y su logro en mayor o en menor medida dio origen a
una nueva fase histórica: la civilización petrolífera, la cual cobró una colosal fuerza de
cambio en nuestro medio dando origen a las ciudades modernas -gran fenómeno del
Siglo XX- que en el Zulia alcanzó su apogeo con Lagunillas, Ciudad Ojeda, Cabimas y
Maracaibo, la conurbación denominada la Costa Oriental del Lago. La cual se constituyó
en el constructo de mayor relevancia histórica para este siglo veinte. El fenómeno urbano
marcó con mayor vigor el proceso histórico, pero ahora se dinamiza en aquellas entidades
federales donde existían las Zonas petroleras. La transición fue un ciclo pletórico de
hechos históricos de enorme envergadura, ese ciclo especial catapultó al Estado Nacional
a un nuevo estadio histórico.
91

CAPÍTULO IV

CIUDADES PETROLÍFERAS

Levantando casas

La intranquilidad que causaba “la gran crisis petrolera” que Velutini reportaba en
su anterior Informe Mensual -el del 8 de Setiembre de 1931-, no era una alarma
infundada, en el introito del nuevo Informe dice:
La producción de éste campo en el mes de Septiembre montó a 252.575 toneladas
aproximadamente, es decir 9.650 toneladas menos que en el mes anterior. La Venezuela
Gulf Oil Co. Y La Lago Petroleum Corp. han continuado la paralización de la perforación; La
Venezuelan Oil Concessions todavía está taladrando el pozo “Curazao N° 2 a”. (I.M: 8 Oct.
1931).
Y más adelante señala: “En el mes de septiembre La Lago vendió únicamente
995.419 litros de gasolina; 1.339.596 litros menos que en el mes anterior“.
No obstante, a pesar de esa declinación, las Compañías mantenían -aún cuando en
muy bajo perfil- su política de construcción, mediante la cual conservan parte del personal
experimentado -o los enviaban a otros Campos como el del Distrito Colón-. Esa masa
obrera calificada constituye un factor de la producción esencial, no solo porque se eleva a
esos trabajadores a la condición de capital de la empresa126, sino porque esta industria no
puede evolucionar sin unos operarios de alta formación. Dentro ese mismo orden de ideas
-la de la capitalización de sus recursos-, también constituye un saldo positivo de esa
política de desarrollo, que llevan a cabo esas corporaciones, el dotarse de infraestructuras
cada vez más modernas, porque tales obras son el fundamento de su capital fijo o
constante. En resumen esos factores elevan o conservan el valor de las acciones
bursátiles de estas empresas en las Bolsas de valores, lo cual era vital en aquellos
momentos críticos. El Inspector reseña esos trabajos que pueden incrementar de valor de
las empresas, dice:
En el ramo de la construcción, las Compañías han trabajado poco.- La Venezuela Gulf,
construyó una tubería de 10” y de 8” pulgadas, desde el Lago hasta su campamento en
Cabimas y montó una bomba para mejorar el sistema de agua en dicho campo; la
Venezuela Oil Concessions está pintando sus tuberías y La Lago Petroleum está levantando
126
Esa masa obrera calificada constituirá la base de la citadinización petrolífera. Así como la Revolución
petrolera constituirá en ciudades a un importante número de poblaciones venezolanas durante todo el siglo
XX. Una visión interesante de este fenómeno se puede percibir al consultar a Manuel Caballero en su libro
Contra la abolición de la Historia (Editorial Alfa, Caracas, 2008), allí este intelectual indica que ese proceso es
uno de los de mayor enjundia de ese siglo venezolano “(…) algunos de los procesos (…) que han llevado a
Venezuela a ser lo que es hoy (…) es el trasvase poblacional del campo a la ciudad (…) para 1950 , ya el 47
por ciento de los venezolanos vivían en las ciudades (…) agrupamientos poblacionales de más de 5.000
habitantes (…) una urbanización (….) que subraya que nuestro principal recurso (…) no es el petróleo (…)
sino las ciudades” (pp. 162, 164/166).
92

sus casas en el Campamento de La Salina; las están poniendo sobre bases de madera.-
(ídem).
Mantenimiento colide con depreciación, y mejora converge con incremento de la
valoración. Los pisos de madera de las viviendas son todo un signo de adelanto, el cual
pone en evidencian la aparición de una Cabimas petrolífera propiamente dicha, es decir, la
aparición de un paisaje urbano-industrial con un área residencial atractiva en La Salina. El
campamento en Cabimas abría paso a un espacio citadino, el cual ofrecía ahora un
ambiente moderno para el sector de los empleados, donde se surte de agua potable
abundante. Las Compañías prevén que sin ese espacio no les sería posible atraer personal
altamente calificado -extranjero y nacional- para estos campos, los cuales constituían en el
planeta uno de los de mayor volumen de recursos en hidrocarburos, en ese sentido, el
tiempo histórico estaba cargado de futuro, y todo era cuestión de esperar que la Gran
Depresión perdiese ímpetu y se restituyeran las tasas de crecimiento económico en pos
de un auge y prosperidad sin parangón en los países industrializados 127. La Urbanización
La Salina era, dentro ese orden de ideas, una inversión en vista a ese desarrollo ulterior
del negocio petrolero, y La Lago tuvo esa visión en perspectiva proclive a la erección de
una ciudad industrial. Cabimas tendría un nuevo gran salto adelante con esa citadinización
neotécnica, pero no solo se urbanizaron bajo ese impacto económico las zonas petroleras,
sino también los núcleos que giran en torno a otros ejes en ese siglo veinte.
Velutini en este Informe narra las peripecias de ese proceso neotécnico, describe
las dificultades por las cuales pasa la perforación de los pozos bautizados como Cura-
zao128. Lo hace, porque así como: los fenómenos atmosféricos de la naturaleza, las
marejadas del desempleo, las perforaciones fallidas, los gravámenes tributarios, la compe-
tencia de las empresas rivales y la Gran Depresión afectaban a estas empresas, del mismo
modo las dificultades técnicas también incidían como un tropiezo para lograr elevar las
tasas de ganancia de las corporaciones. El inspector Velutini registra los avatares de una
de esas empresas:
Debido a los varios inconvenientes que ha tenido la Venezuelan Oil Concessions en los
taladros de Curazao, y por ser ese campo nuevo, he creido conveniente informar sobre el
particular. Este nuevo campo denominado “Curazao”, está situado al Este de Cabimas a 18
kilometros en línea recta y a 26 kilometros por la carretera. La Compañía paso taladrar allí
con la idea de explorar verticalmente esa región.- El 8 de Marzo de 1930 empezaron a
taladrar el pozo Curazao N° 1 (…) Las coordenadas de este pozo (…) [tienen como] Punto de
Referencia (…) La Rosa; y está a 47,9 metros sobre el nivel del lago.- A los cien pies de
profundidad encontraron la formación denominada “The Micacecus Sandstone”; que es la

127
El optimismo en la capacidad de recuperación del sistema nunca se perdió, sin negar el pánico que se
generó sobre aquellos hombres de empresa debido a que aquella debacle echó fuera del mercado a muchos.
128
Bautizo que debió obtener por la importancia que revestía, para los Campos de La Paz, La Concepción,
Lagunillas y Cabimas, la refinería de Curazao.
93

misma formación (…) que produce el petróleo en los campos de Cabimas y a una
profundidad media de dos mil pies.- Los geólogos han calculado que alrededor de siete mil
pies de profundidad, es que probablemente encontrarán el estrato que producirá
comercialmente.- (ídem).
A continuación va contando “los varios inconvenientes” que tienen que asumir con
paciencia en esa exploración vertical, en la cual la expectativa queda fijada a partir de los
siete mil pies de profundidad. En esa perforación deben atravesar diferentes tipos de
capas, las cuales en ocasiones desvían las mechas (brocas) de la vertical porque consiguen
una capa inclinada, desplazándose del curso vertical que llevaba y llegando incluso a pasar
a uno perpendicular. En Curazao empezaron por unos 5° a los 500 pies de profundidad y a
los 2.000 pies de profundidad la desviación ya iba por los 45°. Lo que trajo por resultado
que cuando empezó a enderezarse a 3.000 y 3.500 pies de profundidad no era ya lo
suficiente y no continuaron perforando. Resolviendo taladrar el 29 de Octubre en nuevas
coordenadas el Curazao N° 2, el cual cementaron en varias oportunidades -también
utilizaron la obstrucción con piedras- para intentar enderezar la perforación, porque
también se perdió la vertical de un modo muy pronunciado, lo que les llevó de nuevo a un
abandono del pozo. Movieron, entonces, la cabria a otra localización y empezaron a
taladrar el “Curazao N° 2 a”. Esta nueva perforación también se desvió pero en cifras de
un dígito, lo que les llevó a utilizar diferentes tipos de mechas de taladro y alternar entre
los métodos de perforación rotatorio y los de percusión, así como la de aforar el desvío
utilizando la botella de aside, cambiaron, así mismo, las calderas por unas de más caballos
de fuerza, y continuaron taladrando, pero el 26 de Julio se torció el tubo que lleva el
cilindro de sacar la muestra, por lo que tuvieron que ponerse a “pezcar” el tubo,
recuperándose el 5 de agosto. Al reiniciarse la perforación varios días más adelante se
torció de nuevo el tubo que guarda el cilindro de muestra y también tuvieron
inconvenientes con los tubos de perforar 129, sucediendo que el 3 de Septiembre:
[que] el tubo de perforar se derrumbó completamente y desde esa fecha están pezcando
la tubería, ya han pezcado gran parte, pero todavía hay varios pedazos (…) Se puede decir
que tienen cerca de un año perforando ese taladro y todavía no han obtenido nada,
parece que al terminar de pezcar los pedazos de hierro que quedan probablemente
cementarán otra columna de tubería de revestimiento y abandonarán temporalmente dicho
taladro, otros creen que probablemente continuarán perforando.- (ídem) (Corchetes
nuestros).
Como se observa los costos de extracción se elevan con los pozos del nuevo Campo
Curazao, pero, además, la empresa debe incurrir en el gasto de “construir una carretera
para ese campo”. Tal esfuerzo a pesar de todo se justifica, porque es el intento de abrir un
nuevo campo petrolífero en el Municipio Cabimas, donde ya se dispone de los Campos
129
Este tipo de recuento de lo sucedido lleva a la historia a un discurso de distinto corte, el técnico, el cual es
apasionante por su sabor científico-tecnológico.
94

denominados: Ambrosio, Cabimas, La Rosa, Punta Benítez, Ulé y las parcelas Michigan,
Superior y Rodríguez, además, eso es positivo porque concentraría aún más la actividad
industrial en un microespacio, lo cual favorece el uso intensivo del capital fijo y del capital
humano.
Todo ese descomunal esfuerzo industrialista que se realizaba en este municipio,
toda esa gigantesca inversión de capitales y la infinita paciencia de perforar pozos en
nuevos campos -como el Curazao-, fue lo que catapultó la aparición de una ciudad
petrolífera al lado de la Cabimas tradicional. Hecho histórico de indudable importancia,
porque se trata de un nuevo tipo de ciudad, es decir, la ciudad neotécnica, urbe que
guarda paralelo con las ciudades industriales modernas de los países avanzados. Ese gran
fenómeno histórico se alcanza con diferentes grados de desarrollo en las poblaciones de
Casigua El Cubo, Mene Grande, Lagunillas, La Concepción y La Paz, aflorando así en el
Estado Zulia un poblamiento de nuevo cuño histórico de gigantescas proporciones, donde
las ciudades emergentes no tienen precedentes autóctonos, son fenómenos urbanos
enteramente novedosos e inéditos, donde la arquitectura norteamericana y/o europea
mezclada con la tropical -antillana, falconiana y zuliana- ofrece un discurso arquitectónico
de singular diversidad y sello particular.
Otros datos de interés que ayudan a reconocer la aparición de una ciudad
moderna, es una noticia referida a la Refinería, donde se indica que allí obtuvieron en el
refino “Flit para matar zancudos & &”, consistente en 169 litros. Una tercera noticia da
razón del almacenamiento de petróleo liviano y pesado por parte de la Lago Petroleum
Corporation en Ambrosio, La Rosa, Punta Gorda y Ulé. Por último hay el registro de una
“Donación al gobierno Municipio Cabimas” de 90 barriles de petróleo. Todos esos eventos
llevan la impronta de las nuevas ciudades petrolíferas, con las cuales se transforma el
paisaje poblacional de buena parte del Estado Zulia durante el siglo veinte, colateral a este
hecho el poblamiento de la zona es prolífico de fenómenos demográficos, sociales y
culturales de amplio espectro. Ese fenómeno zuliano, el urbanita, se extiende al resto del
territorio nacional. La transición ya había sido superada, una nueva y desconcertante
civilización dejaba atrás la que le antecedía.
Sociedad de Auxilio: Rodolfo, Sotillo, Grillet
Las ciudades petrolíferas también sorprenden por otro tipo de realizaciones,
donde lo institucional, lo ético, lo social, lo político y lo cultural afloran con toda su
plenitud. De allí que constituyan un enorme salto adelante, en el cual lleva a horcajadas al
proletariado petrolero así como a los demás actores sociales urbanos, en resumen ya no
solo actúa la industria petrolera como un medio de transformación del peonaje en clase
obrera, sino que a ese proceso se suma la ciudad como entorno de cambio -que puede
resultar intensamente negativo o positivo-. Esos trabajadores de las compañías ahora
actúan como citadinos y muestra de esa condición es que el 25 de Octubre de 1931, en la
95

“Oficina Técnica de Hidrocarburos de Cabimas” se recibe una misiva dirigida a Carlos


Alberto Velutini, la cual llevaba este encabezamiento130:
Estimado Doctor.
Convencidos de la necesidad de ayudarnos mutuamente en los casos de sin trabajo,
enfermedad, etc, un grupo de obreros petroleros de este municipio nos reunimos con el fin
de fundar una Sociedad de Auxilio Mutuo (…) (I.M: 25 Oct. 1931: Anexo S.A.M.O.P.)
Llama la atención el asunto que exponen, porque ese propósito indica de que
estaban conscientes de que la ayuda que obtenían de las empresas contratantes, en esos
casos, no los sacaría de apuros, de allí que ellos tuviesen que recurrir a la solidaridad de
sus compañeros para poder sobrellevar el impacto gravoso que les origina el quedar
cesantes de su empleo, o en el caso de quedar en situación de convalecencia por contraer
una enfermedad o sufrir un accidente laboral, así como otros percances que no pudieran
cubrir por lo limitado del nivel de sus ingresos económicos salariales. El cuadro que les
causaba pavor era el de que algunas de las corporaciones con sus servicios asistenciales
no les cubrían a sus familias, y no solo eso, incluso les discriminaban en caso de contraer
el paludismo, y les maltrataban por ser venezolanos. Teniendo presente, esas feas
experiencias decidieron fundar esa Sociedad, la cual tenía un carácter solidario.
No obstante, de que esa Sociedad representaba un egreso adicional para sus
salarios, sin afectar los dineros de las empresas, hubo quienes quisieron impedirles la
conformación de esa organización, entonces, los trabajadores petroleros recurren como
punto de apoyo para apalancar su loable propósito al Inspector de Campo C. A. Velutini,
para que este respetado funcionario dé a conocer su buen criterio con respecto a ese
objetivo de formar esa sociedad, escriben:
Ahora bien, en vista de que algunos elementos131 (quizás mal enterados) han tratado de
obstaculizar la marcha de la Sociedad, y convencidos de que usted es un imparcial
funcionario que se inclinará hacia el lado de la razón, le adjuntamos una copia exacta de
nuestros estatutos para que después de un estudio minucioso se sirva manifestarnos su
conciensuda opinión sobre el particular (ídem).
La misiva acompañada de los Estatutos le fue remitida a Carlos Alberto Velutini por
Rodolfo Quintero Q. como Presidente de la Junta Provisional encargada de fijar las bases y
resolver los asuntos de la recién fundada Sociedad de Auxilio Mutuo de Obreros Petrolero
(SAMOP). La esquela dirigida al Doctor Carlos Alberto Velutini se cierra así: “Esperando su
interesante contestación, me suscribo. Rodolfo Quintero Q.”. La comunicación iba en

130
Se conoce por fin el apelativo completo de Velutini, es Carlos Alberto y es Doctor, es decir, era con toda
probabilidad como profesional un Ingeniero civil, a los cuales les otorgaban el trato de “Doctor”. En
documento del Inspector Técnico de Hidrocarburos, Alberto Salas, se reconoce a Velutini su formación
universitaria, allí se dicta al escribiente: “el Inspector de Campo en Cabimas el doctor Velutini” (Oficio N° 6
Maracaibo 15 Nov. 1931).
131
Se refiere a individuos, personas.
96

papel impreso, donde se identificaba el oficio con las siglas de la Organización y su lugar
de Sede: Cabimas.
Los estatutos nos ofrecen para este estudio una valiosa información, la cual se irá
comentando de inmediato, a medida que se vaya citando sus clausulas:
Art° -1 La Sociedad (…) fundada en Pueblo Nuevo de este Municipio Cabimas, el 27 de
Setiembre de 1931 (…) (ídem).
Llama la atención de que seleccionasen a “Pueblo Nuevo” para fundar esa
asociación obrera132. El texto continúa así:
(a) Auxiliar a sus miembros material y moralmente en los siguientes casos: desempleo,
enfermedad, muerte y demás siniestros (ídem).
Entre las quejas que hacían públicas los obreros venezolanos estaba la de recibir
maltrato y menosprecio por parte de quienes les prestaban asistencia social, de allí que
entre las “Bases Fundamentales” de esta Nueva Sociedad Obrera, no solo se contemplaba
la ayuda material sino también el auxilio moral 133. La desocupación y el maltrato
espiritual desde los inicios fue un mal endémico, porque los campesinos al huir de los
terratenientes, hacendados, finqueros, dueños de hatos y de materas, también huían de
las arbitrariedades de los caudillos locales, gerifaltes, callones y mandones, llegando a ser
los fugados en su conjunto un verdadero amontonamiento de gente en torno a los
campamentos petroleros, y ahora en los años treinta se había agravado esa tragedia a
extremos intolerantes, porque la Gran Depresión daba una tunda a la agricultura de
exportación, creándose una segunda oleada de migrantes internos. Ese alto número de
brazos actuó como una competencia para quienes ya tenían un puesto en las

132
Pueblo Nuevo era un Campo de la V.O.C. construido para alojar a los peones y sus familias, las casas
eran de bahareque con techo de hierro acanalado y piso de concreto, eran 30 casas para 60 obreros, tenían
solo un cuarto, una cocina en cuerpo independiente e inmediato, y servicio colectivo de agua, una para uso
potable y otra para limpieza, una sola fuente de agua abastecía a todo el Campo. Pueblo Nuevo disponía de
10 focos eléctricos para el alumbrado de las calles, al interior de las viviendas no existía servicio eléctrico; y
poseía un sistema de tuberías para las aguas cloacales conectadas a unos “mal llamados pozos sépticos”, y
de un Dispensario recién establecido. Todo el Campo de Pueblo Nuevo disponía de solo un excusado. El
campo de Las Cuarenta, destinado para obreros de categoría superior y oficinistas con sus familias lucía
frente a Pueblo Nuevo muy superior, las casas aún cuando de bahareque disponían de 2 cuartos, baño,
excusado, servicio de agua de limpieza, servicio de electricidad, y en el Campo funciona una escuela mixta
sostenida por los residentes y por la Compañía (Informe de la visita a los Campamentos de la V.O.C. en
Cabimas, N° 15 fechado 20 de Mayo de 1936. Realizado por el Inspector de Campo Eneas Iturbe, dirigido al
Inspector Técnico de Hidrocarburos en Maracaibo). Los fundadores del SAMOP escogieron a Pueblo Nuevo,
es probable, por razones simbólicas relacionadas con los más necesitados y los más desasistidos. Parte del
techo de estas viviendas era de paja y la otra parte era de latas de zinc; los obreros utilizaban lámparas de
carburo para iluminar el interior de sus viviendas, pero el uso de éstas produjo muchos accidentes. El
bahareque es una mezcla de barro con algún anti plástico para darle rigidez, y este compuesto se incorpora-
ba a una estructura de caña brava, esa vivienda-bahareque era propia del período aborigen precolonial.
133
La ética humanista estaba presente en las filas de los trabajadores. Al Zulia arribaron personalidades de
todos los niveles sociales, portadores de altos valores de diferente género. A partir de esa diversidad se
estructurará un proceso multicultural, el cual se sumará como un inapreciable recurso a este Estado.
97

corporaciones, lo que trajo un estancamiento de los salarios y de la asistencia social. De


allí que los contratados por las empresas recurrieron a la solidaridad, pera sobrellevar sus
difíciles condiciones de vida. “La Sociedad” fue la vía que asumió este “grupo de obreros”
que se reunió para fundar el SAMOP, organización mediante la cual enfrentarán ese
complejo drama de nuevo formato que ahora les desafiaba, donde el desempleo, la
enfermedad, accidentes y muerte eran los más notables males que les apremiaban.
El Art° 1 continúa así:
(b) Alusiones a la religión y política serán terminantemente prohibidas en la Sociedad.
Este artículo se imponía, porque con el arribo a Cabimas de los antillanos, chinos,
norteamericanos y europeos llegaron religiones diferentes a la católica e incluso distintas
a la cristiana, esta diversidad de credos podía crear conflictos entre los miembros de la
Sociedad, así que se resolvió erradicar puertas adentro las polémicas religiosas. En el
estado Zulia estas diferentes creencias y credos que llegaron con esas inmigraciones
sembraron diversos cultos, surgen nuevas iglesias, y paralelas a ellas surgirán otras
manifestaciones de distinto cuño como centros espiritistas, dentro de los cuales adquiere
enorme fuerza y presencia la Comuna Universal de Joaquín Trincado, también cobra
ímpetu inusitado las cofradías de las logias masones, a resultas de todo ese reverbero de
complejidad espiritual el proceso cultural se enriquece en las ciudades petrolíferas.
En cuanto a la política, el contexto histórico presentaba un régimen de gobierno
que proscribía la formación de partidos políticos, tal disposición era algo inherente a la
tiranía establecida, así que esa prohibición era obvia en aquel ambiente represivo, porque
de hecho ese veto formaba parte de lo que ya era convencional. Bajo el régimen gomecis-
ta era impensable fundar un sindicato obrero, y la SAMOP fue una fórmula de transición
que se abrió paso en medio de la dictadura del General Juan Vicente Gómez. En Cabimas
también cobró vida la Sociedad de Obreros del Bien, y finalmente tomo prestancia el
Sindicato de Obreros y Empleados Petroleros o SOEP el cual se funda antes del deceso del
Benemérito. Un proceso gremial semejante cobra vigor en Mene Grande, Lagunillas y
otros centros de la industria petrolera. Las ciudades petrolíferas reúnen ese tipo de
manifestaciones que van aflorando a la superficie, porque tuvieron como previo una
existencia subterránea.
La Junta Provisional que presidía esta novedosa institución -la SAMOP- se blindaba
contra quienes podían adversarla, de allí que se prevé que:
(c) La Sociedad podrá unirse a otras de la República que tenga los mismos fines.
Esto es, se previene una Confederación de Sociedades de Mutuo Auxilio para
universalizar el socorro entre sus afiliados, y fortalecer ese tipo de institución mediante la
formación de una red sin fronteras estatales.
Esa nueva e inédita Sociedad emergente, constará de: una Directiva, de los
afiliados y de una Asamblea General (Art° -3). La Sociedad realizará sesiones y en éstas se
98

realizarán debates (Art° -11 -c-). “Podrán ser miembros de la Sociedad todos los obreros
petroleros cualquiera que sea su nacionalidad, religión, o edad, quedando obligados a
darse el trato de “COMPAÑERO” para todos los actos de la S.A.M.O.P” (Art° -20). Nótese
que en ese Artículo no se menciona la doctrina política, sino que se salta de la creencia
religiosa a la “edad”, porque el apoliticismo era el sello oficial impuesto a las comunidades
por parte de las élites que asesoraban el gobierno del Benemérito en cuanto al orden
público. El Art°24 señala que los cargos se desempeñan sin remuneración alguna; los
afiliados deberán cancelar cuotas y “Hacer valer su influencia para conseguirle empleo al
compañero cesante de acuerdo con sus capacidades.”; también deberán “Sacrificar la
opinión personal en pro de la colectiva; la minoría debe seguir a la mayoría”. Del Art°-25
hasta el 27 se trata sobre los “BENEFICIOS”, para ello se crea un Fondo Mortuorio y un
Fondo de Incapacidad. En el siguiente artículo se contempla la posibilidad de que un
compañero sea transferido a otro campo, y se indica que no perderá su condición de
“Activo”, por lo cual continuará gozando todos los beneficios. Del Art° 28 al 30 se trata
“DEL DESEMPLEO”. Allí se contempla que el cesante recibirá TRESCIENTOS BOLIVARES,
“pagados en una sola suma, o a la razón de CINCO BOLIVARES DIARIOS hasta SESENTA
DIAS”, si recupera el empleo antes de los SESENTA DIAS deberá reintegrar lo excedente. Si
pierde su puesto de trabajo “por causa denigrante no tendrá derecho al beneficio de
desempleo” (ídem). Del Art° 31 al 35 se trata “DE ENFERMEDADES” la ayuda es de Bs. 5
diarios, pero si es un empleado mensual que mantiene su ingreso no gozará de ese
derecho, gozándolo por lo contrario el empleado diario. Además “Queda sobre entendido
que la asistencia médica por cuenta de la Sociedad, tanto la ayuda de Bs. 5,00 diarios,
sería exclusivamente en el caso de que su compañía no le asistiere”. El Compañero no
gozará de beneficio alguno en los casos de enfermedades venéreas (ídem).
En caso de “MUERTE” (Artículos del 36 al 39) tratan de todos los gastos que la
Sociedad cubre a los deudos. La Sociedad también contempla penas pecuniarias y de
separación (Artículos 40 al 43) para quienes no asistan con determinada regularidad a las
sesiones del SAMOP, incumplan con la cancelación de sus cuotas o concurran a las
sesiones armados. Quien sea expulsado por una entidad asociada no podrá ser admitido
en esta Sociedad y viceversa.
El “LEMA” Art° 44 será “UNION Y ADELANTE”, y la “INSIGNIA” (Art° 45) “un cuadro
rectangular representado un taladro en producción, con las letras del S.A.M.O.P. (…) en el
borde superior y “CABIMAS” en el inferior; en los laterales figurarán las palabras que
componen el lema”. El día y mes de la fundación es declarado festivo para esta
Organización de carácter cívico (Art° 46) (ídem).
El esquema conceptual, los contenidos estatutarios, los principios filosóficos, en
otras palabras, el nivel cultural de quienes fundaban esta institución era de avanzada,
formaba parte de la sociedad del conocimiento que se venía estructurando en las
99

ciudades petrolíferas. La fuerza de trabajo ahora mostraba su fuerza intelectual, es decir,


su vía hacia la adquisición de una conciencia de cuáles son sus intereses societales.
Y frente a ese nivel cultural de los miembros fundadores de la SAMOP de nuevo las
empresas petroleras quedaban rezagadas, la mentalidad de las empresas mostraba signos
de muy limitada cultura, este tipo de hechos indica y pone de relieve que el papel
civilizador y modernizador que se le endilga a estas corporaciones es en buena parte un
mito historiográfico. La mentalidad modernizadora, por lo contrario, sí recorría los pasillos
y las dependencias del Ministerio de Fomento, también lo hacía por las filas obreras y en
general entre el personal global de las corporaciones y en la sociedad venezolana con dos
generaciones estelares las de 1918 (la de A. Adriani) y la del 28 (la de R. Betancourt).
Tanto la organización, como los principios, cautelas, alcances y metas del SAMOP llenaba
el vacío de poder que dejaba la política social de las Corporaciones, y un mundo
institucional asambleario tomaba lugar para ejercer su influencia bienhechora entre su
personal, estableciendo de este modo una identidad alterna a la de la Compañía. Los
obreros se identificaban más con el SAMOP que con los Consorcios petroleros durante esa
etapa, cuando las empresas eleven el nivel de vida de sus trabajadores la identidad será
plena con las Compañías. La Sociedad SAMOP era benéfica, altruista, solidaria, democrá-
tica, cultural, humanista, y sobre todo apropiada para contrarrestar los ciclos negativos
que se pudiesen desatar bajo la Formación histórica capitalista.
Sociedad perjudicial
Velutini haciendo gala de astucia política, busca comprometer a su superior con la
Directiva de la Sociedad de obreros petroleros que se ha fundado en Cabimas, y de este
modo obtener para esa Junta provisional de fundadores una mayor fuerza, puesto que ya
él como individuo se había sumado de inmediato a esa iniciativa, le dice al Inspector
Técnico de Hidrocarburos:
Como le participé a Usted, la Junta directiva de la Sociedad Auxilio Mutuo Obreros
Petroleros se dirigió a mi con el objeto de que yo les diera una opinión sobre dicha sociedad,
Yo le contesté a ellos que me comunicaría con Usted inmediatamente para que usted como
Inspector Técnico opinara sobre el particular (I.M: 8 de Nov. 1931).
Es decir, para que fuese reconocida de un modo oficial como una Sociedad
benigna, puesto que según su criterio como Inspector de Campo ésta organización obrera
es de fines altruistas, y le amplía de qué se trata:
La SOCIEDAD MUTUO AUXILIO OBREROS PETROLEROS, se constituyó el 27 de setiembre
último y su domicilio es Cabimas, actualmente tiene alrededor de ochenta miembros.
Como Ud habrá visto los Estatutos que rigen en ella, sus fines son perfectamente altruistas,
ya que sus bases fundamentales son las siguientes: (a) Auxiliar a sus miembros material y
moralmente en casos de enfermedad, desempleo, muerte i demás siniestros. (b) Alusiones a
la religión i a la política serán terminantemente prohibidas en la Sociedad. (c) La Sociedad
podrá unirse a otras de la República que tengan los mismos fines (ídem).
100

Velutini prosigue su labor de dar a conocer esa iniciativa haciendo un balance de


las reacciones que han tenido las Corporaciones petroleras sobre la aparición de dicha
sociedad:
Sin embargo, la Venezuelan Oil Concessions parece haberle dado otro carácter exponiendo
que esa sociedad perjudica la Compañía é inmediatamente separó de la Compañía al
Presidente y Secretarios de esa Sociedad que eran empleados de ella, i ha amenazado con
la orden de pago134 a todos aquellos de sus empleados que pertenezcan a la SOCIEDAD
MUTUO AUXILIO OBREROS PETROLEROS. Esta medida que ha tomado la Venezuelan Oil
Concessions parece ser muy arbitraria y es de advertir que es la única Compañía que ha
tomado esas medidas, pues La Lago Petroleum Corp. Ni la Venezuela Gulf no siquiera han
tomado en cuenta la existencia de dicha sociedad.- (ídem)
La Cabimas petrolífera tiene en ese episodio, un documento escrito que revela, por
una parte, la calidad de los ochenta miembros fundadores de la SAMOP, y por la otra
parte, una de las primeras páginas históricas propias de esa ciudad industrial. Aquellos
individuos -los ochenta- tomaban una decisión de organizarse, partiendo de un hecho
común, todos eran asalariados de las empresas petroleras, condición sine que non
expresada en los Estatutos para poder aspirar a ser miembros de esa Sociedad. Ese hecho
tenía y tiene un alto significado, porque con ese acontecimiento se creaba un nuevo
espacio histórico, como era el espacio del proletariado petrolero, dentro del cual se podían
desarrollar relevantes eventos y sucesos históricos en lo adelante. El lema y la insignia del
SAMOP, el taladro en producción y “Unión y adelante”, creaba un nuevo actor social,
nacido en las entrañas de la Santísima Trinidad de las Corporaciones Petroleras. Cabimas
tenía ya montado el escenario de las representaciones, donde estos neoprotagonistas
desarrollan sus guiones históricos en la nueva era.
Este suceso tiene en perspectiva -para el siglo XX zuliano- una fuerza equivalente a
la de una tormenta, la cual por aquellas casualidades extrañas que en ocasiones acaecen
en los grandes eventos históricos, esos mismos días zarandeó a su antojo a las instala-
ciones de las Compañías. Narra Velutini los efectos de esa inusual tempestad atmosférica
desató sus furias sobre esta Zona Petrolera, y arrojó graves daños sobre sus campos
petrolíferos, cuenta a su Jefe que:
El 19 de octubre se desató una gran tempestad en esta región135, la cual se cree haya sido la
más grande durante estos últimos cuatro años, sufriendo considerablemente las
Compañías que trabajan en el Lago. Las descargas eléctricas interrumpieron por varias
horas la fuerza traída por las líneas de alta tensión de la Gulf Oil Co. Paralizando así el

134
Es decir con la liquidación de sus servicios, cancelándoles todo lo que se les adeuda para dejarlos fuera de
la nómina de la empresa, es decir, cesanteados.
135
Con región, Velutini alude a la Zona Petrolera de Cabimas.
101

bombeo de los pozos operados eléctricamente. Varias planchadas en la parcela Michigan136


que comunican a los taladros con tierra i las cuales soportan al mismo tiempo oleoductos,
tuberías de agua, etc. fueron destruidos por el embate de las aguas, habiendo sido
necesario cerrar doce pozos en producción por el espacio de dos días. Durante la
tempestad una gabarra de acero chocó contra uno de los postes que sostienen las líneas
de alta tensión derribándolo.- Tres estaciones de calderas pertenecientes a La Lago
Petroleum Corp. fueron azotadas de tal modo que se derrumbaron y todo el equipo que se
componía de nueve calderas, tres bombas de alimentación y tres generadores que se
encontraban en las plataformas fueron al agua. También cayo al agua un tanque de 250
barriles vacío que permaneció a flote (ídem).
Tras esos daños, estas grandes empresas echan manos a sus variados recursos y se
recuperan, la industria petrolera ya había desarrollado una capacidad de respuesta ante
esas contingencias devastadoras, y no entraba en bancarrota:
Luego que hubo cesado la tormenta se llevó a cabo una operación de salvamento donde La
Lago recuperó todo lo anterior. Una tubería de alta presión se rompió y hubo que cerrar
todas las válvulas colocadas en las diferentes ramificaciones durante cinco días que duró la
reparación de aquella (ídem).
Ya en la introducción a su informe se había referido a la relación tempestad-
producción:
La producción total de estos campos (Ambrosio, Cabimas, La Rosa y Pta. Benitez) montó a
261.788 toneladas aproximadamente, es decir 10.429 toneladas más que en el mes de
setiembre. Por motivo de la tempestad ocurrida el 19 de octubre, que más abajo describo,
se rompió una tubería de alta presión de gas, por lo cual se cerraron muchos pozos que
estaban produciendo por “gas lift” por un espacio de cinco días, se calcula que la
producción disminuyó por ése motivo alrededor de siete mil toneladas.- (ídem).
Las Compañías, por lo señalado, en plena crisis económica mundial habían llevado
las operaciones de perforación a casi nada, pero la producción no se había detenido,
incluso en ocasiones crecía de mes a mes como se registra en esa noticia. Ese compor-
tamiento productivo es la base sobre la cual reposa el medio citadino, es decir, podrá
entrar en crisis, pero no llega a convertirse en una ciudad fantasma. La Cabimas
petrolífera era un hecho firme, sólido y consolidado, la fortaleza de estas empresas podía
detenerse por una semana debido a un fenómeno atmosférico de grandes proporciones,
podía aminorar su ritmo de velocidad por la Gran Depresión, pero no se paralizaba por
completo, la producción petrolera, el refino y hasta las exploraciones seguían adelante. La
parálisis solo era parcial, las caídas en unos rubros era acompañada con el aumento de
otros rubros, algunos trabajos se abandonaron por el intento fallido, mientras otros

136
Las parcelas Rodríguez, Superior y Michigan quedaban en el lago; las planchadas son el término utilizado
en la localidad para referirse a los muelles mediante los cuales se presta el servicio de mantenimiento y
reparación de esos pozos, y por donde se tienden los oleoductos para cargar o descargar los buques petrole-
ros.
102

trabajos se asumían en busca de nuevos horizontes en la producción. Velutini registra esos


altibajos de la industria de hidrocarburos:
Las Compañías continúan la paralización de la perforación. La Venezuela Oil Concessions,
cementó su pozo N° Curazao 2 a y lo abandono (…) Usaron 1.200 sacos de cemento sin
cloruro de calcio. En 39 minutos mezclaron el cemento y lo bombearon y pusieron los
tapones en 25 minutos.- La Refinería de La Lago Petroleum Corp. Refinó 5.600 toneladas
menos que el mes de setiembre y las ventas de gasolina aumentaron en octubre en 218.280
litros.- (ídem).
La eficacia y eficiencia empresarial se agigantaba con esas operaciones, como la
Operación de Salvamento, que se puso en marcha con motivo a los daños que produjo la
tempestad del 19 de octubre de 1931 o con la operación de encementamiento que realizó
en un tiempo record, donde se mezcla 1.200 sacos de cemento y se colocan los tapones
en una hora. Lo que no pudieron prever esas corporaciones es que con el espacio obrero,
ponía en arranque un motor que no se detendría de aquí en adelante ni un minuto, hasta
lograr finalmente tras un largo número de años de estar andando que, esas instalaciones
se las arrancase el Estado venezolano a esas Compañías con la nacionalización petrolera.
La SAMOP en ese concierto fue el primer vestigio de esa gran Operación de Soberanía
Venezolana, porque los ochenta son el inicio de una fuerza que desde abajo irá impreg-
nando toda aquella estructura económica-social de un sentir contagioso que se puede
reducir a una simple locución: lo nuestro.
Las sospechas de que la SAMOP podía “perjudicar” a la compañía, resultó que no
era infundada, porque el movimiento proletario tuvo sus primeros pinitos relevantes con
la fundación de esa Sociedad, al abrirse ese espacio histórico, daba cabida a que la
organización obrera empezase a actuar como una organización gremial-sindical. La V.O.C.
tuvo una buena intuición, creyó ver unos “enemigos” en sus miembros fundadores, y no
estaba despistada, el Presidente provisional de la SAMOP era un comunista que había
llegado a la zona para llevar a cabo una labor organizativa de los obreros mediante la cual
más adelante se pudieran movilizar en función de objetivos políticos, en cuanto a los
demás integrantes, será necesario indagar más para conocer cuáles eran sus motivaciones
sociales, culturales y políticas 137.

137
Las sospechas sobre Rodolfo Quintero -miembro fundador de la SAMOP- como portador de doctrinas
extrañas para las masas trabajadoras, no eran infundadas, este dirigente fue el creador de las primeras célu-
las comunistas en el país en el mes de marzo de 1931 y fue activo protagonista de lo que se denominó como
la Generación del 28, en la huelga petrolera del año 1936 está entre sus principales dirigentes. Rodolfo
Quintero perteneció dentro del Partido Comunista de Venezuela a una corriente que no se subordinó a la
política estalinista que el PCV acataba sin chistar. Quintero fue un prolífico escritor y estudioso del
movimiento obrero venezolano, y su formación académica se amplió durante toda su vida, en sus últimas
décadas vitales se hizo antropólogo y con esa calidad dictó cátedra en la UCV donde era docente-
investigador. Para fundar al SAMOP se vino de Caracas -nació en Maracaibo- bastante joven hacia la Zona
Petrolera de la Costa Oriental del Lago, donde consiguió empleo dentro de la V.O.C.
103

Mientras tanto la labor de Velutini en defensa del trabajador venezolano seguía


registrando la estadística del personal de aquellas magnificas empresas:
Venezuelan Oil Concessions: Obreros… 454; Extrangeros… 41; Oficinistas…. 10 pagados
mensualmente. Total… 505, incluyendo 13 antillanos”. “Lago Petroleum Corp. Personal:
Obreros… 684; Oficinistas y otros empleados 20 pagados mensualmente; Extrangeros… 94.
Total… 798. Entre los obreros y pagados mensuales hay treinticinco (35) entre antillanos y
chinos, sin contar con el equipo de lavandería que se compone de chinos (ídem).
Esa datidad permite percibir que Velutini mantenía su política de venezolanización
del personal petrolero, pero también es justo aclarar que no comparte la xenofobia, pues-
to que al adherirse a la concepción de la SAMOP apoyaba la norma expresa de sus Estatu-
tos que reza:
Podrán ser miembros de la Sociedad todos los obreros petroleros cualquiera que sea su
nacionalidad, religión, o edad, quedando obligados a darse el trato de “COMPAÑERO” para
todos los actos de la S.A.M.O.P (ídem).
Entre los datos interesantes que aparecen en este Informe está una referencia a La
Lago donde se indican los productos refinados “exportados para Colombia”. Y vuelve a
mencionarse una producción de “Insecticida… 4 litros”.
La Cabimas petrolífera se nutría con esta filosofía humanista de la SAMOP, de allí
que esa institución se declarase como una Sociedad solidaria, tolerante y benigna. En esa
Sociedad solo perdían sus derechos aquellos enfermos que fuesen contagiados con
enfermedades venéreas, porque estas eran contraídas en las empresas que se dedicaron
al tráfico de mujeres, para incorporarlas a esta población como rameras, es decir, para
someterlas a explotación en sus prostíbulos y burdeles, los cuales fueron siendo abiertos
al público en Cabimas como un sector del comercio boyante, pero que para la altruista
SAMOP solo podía ser una actividad económica a ser rechazada, por ser el lenocinio un
acto contemplado jurídicamente como un delito de corrupción y un atentado a la salud. El
espacio del proletariado empezaba así a ser ocupado por un elenco de actores muy
amplio, entre los ochenta debían haber: activistas políticos, altruistas, humanistas,
sindicalistas, clasistas y compañeros.
Voto de silencio
En un Informe del Inspector Técnico de Hidrocarburos del Estado Zulia, Alberto
138
Salas , se pone al corriente al Ministro de Fomento de las cosas más resaltantes de esta

138
Quien sustituye a Guillermo Zuloaga. Guillermo Zuloaga es el hermano de Ricardo Zuloaga fundador de la
Compañía de Electricidad de Caracas. Esta familia tiene numerosos emprendedores entre sus miembros,
uno de ellos es el fundador de la planta televisora denominada Globovisión, y otro miembro de este linaje
fue un explorador al sur de Venezuela, quien andaba por aquellas vastas lejanías prospectando posibles
minas de oro. El linaje de los Zuloaga se remonta en la historia venezolana a destacados militares en la
época colonial. En la Revista “El Farol 50 Aniversario”, hay una fotografía de tres de los Zuloaga de visita a
los Campos petroleros del Zulia (la foto está en la página 50 de esa publicación).
104

jurisdicción. Esta relación de Alberto Salas está fechada “Maracaibo, 15 de Noviembre


1931”, y en ella se lee sobre el fenómeno de la subsidencia en Lagunillas:
HUNDIMIENTO E INUNDACIÓN DE LAGUNILLAS. Sobre este asunto (…) me propongo
informar próximamente, a base de mis observaciones personales en el campo y de los datos
que he solicitado de las Compañías (Informe del Inspector Técnico de Hidrocarburos de
Maracaibo [I.T.H.], Oficio N° 6: 15 Nov. 1931).
El fenómeno consistía en que a medida de que se extraía petróleo de este Campo,
el nivel de la superficie del suelo pasaba a estar cada vez más bajo en relación a las aguas
del lago, en otras palabras, Lagunillas se hundía y se inundaba. Esto, por supuesto,
arrojaba sobre estos pobladores una nueva tragedia colectiva, antes habían perecido por
las llamas y ahora estaban amenazados a fallecer ahogados por una inundación de pro-
porciones bíblicas.
Otro punto de interés destacado por Salas, señala:
TRABAJOS DE PERFORACION. Lago Petroleum Corporation y Venezuela Gulf Oil Company.
Estas Compañías no perforan en la actualidad ningún pozo. Venezuela Oil Concessions
Limited. El pozo Curazao 2 fue cementado (…) y los perforadores enviados al Distrito Colón.
(ídem).
Y con respecto a la:
PRODUCCIÓN (…) Todas las Compañías139 aumentaron su producción con la excepción de la
Gulf que continúa disminuyendo la suya considerablemente. Esta disminución fue de treinta
mil toneladas en el mes de octubre (…) entiendo que la disminución se debe sobre todo a
falta de tanques de almacenamiento (ídem).
Agregando algo de sumo interés: esa empresa disponía de una flota de transporte
bastante respetable a nivel local, aún cuando era movida a vapor, dice: “Actualmente
tiene la Gulf ocho vapores-tanques paralizados en Cabimas (…)” (ídem).
Salas no pasa por alto la tempestad que azotó a Cabimas, y la coloca en su informe
en un ítem que titula como: “Temporal”, allí el Inspector Técnico expone que ese
fenómeno “azotó las regiones de Cabimas y Lagunillas causando considerables estragos en
las instalaciones de las Compañías”, indica que esa tormenta fue violenta, y agrega: “En
los informes de los Inspectores de Campo doctores Velutini y Gabaldón -este último es el
Inspector de Campo de Lagunillas- se encuentran estos [daños] detallados” (ídem). El
comentario sarcástico a estos asuntos es que unas cuantas cosas se estaban hundiendo,
entre ellas Lagunillas, y otras flotaban, pero estas últimas con medios propios del siglo XIX
-como los tanqueros movidos a vapor-. No será lo único desfasado con el siglo veinte,

139
El Informe es una relación sobre el Estado Zulia, en este sentido, además de las tres corporaciones que
trabajan en Cabimas, menciona las que operan en esta entidad, a saber, Caribean Petroleum Company,
Colon Development Company, California Petroleum Exploration Company y Orinoco Oil Company. Prestan-
do atención a sus denominaciones se entiende por qué se las mienta en la zona como las Compañías (las
Company).
105

Salas va a dar muestras de una actitud cavernícola con respecto a lo que llevaba adelante
en política social el Doctor Velutini. Lo que sí cabe destacar como altamente positivo es
que en la subregión Costa Oriental del Lago se exporten perforadores para el sur del lago.
El Inspector Técnico de Hidrocarburos Salas, lamentablemente, obstaculiza la labor
que llevaba adelante Velutini en pro de crearle buenas condiciones de trabajo al personal
obrero, conducta que nunca fue reprimida ni contenida por su anterior jefe Guillermo
Zuloaga, se lee en el Informe de Salas, antes de entrar en ese punto tan delicado:
Recientemente recibió el Inspector de Campo de Cabimas doctor Velutini, la carta y
estatutos (…) de una sociedad de mutuo auxilio, fundada recientemente en Cabimas, la
cual según los interesados ha recibido considerable oposición de parte de la V.O.C. 140 El
señor Mc Kellar del Departamento de Personal de esta Compañía me informó que la
Compañía no se opone a que sus obreros pertenezcan a la mencionada sociedad, pero sí, a
que figuren en la junta directiva141 pues esto equivaldría a darle el visto bueno de la
Compañía. El señor Mc Kellar encuentra que los fondos de los obreros están garantizados 142,
y que entre los elementos143 de la directiva figuran los llamados Quintero, Presidente;
Sotillo, Secretario de Actas; y Grillet, Secretario de Correspondencia; sujetos recientemente
llegados al campo y por consiguiente más o menos desconocidos (ídem).
La manera de percibir Mister Mc Keller como jefe del Departamento de Personal
de la V.O.C. es de extrema perspicacia, llega a sugerir que esos “elementos” son “sujetos”
que deben ser vigilados, puesto que según él aparecieron de pronto ingresando en la
Compañía, como si se estuviesen infiltrando para fines inconfesables, siendo muy sospe-
choso de que estos fuesen más o menos desconocidos en ese campo. Y esa suspicacia
intuitiva le lleva a tomar esa decisión de intolerancia, mediante la cual les despide de la
empresa, que era tanto como execrarlos de los campos petroleros, porque es obvio que
no volverían a obtener un puesto de trabajo en ninguna de las Corporaciones.
Esa reacción oficial de La V.O.C. parece que influyó en el ánimo de Alberto Salas,
quien secundó a Mister Mc Kellar en su medida al imponer un voto de silencio a su subor-
dinado el Doctor Carlos Alberto Velutini:

140
No fue la Directiva la que informó de ese hecho, fue Velutini el que puso al tanto a su Despacho sobre esa
actitud beligerante por parte de la empresa en contra del SAMOP. La Junta provisional de la SAMOP solo
señaló que “algunos individuos quizá mal enterados han tratado de obstaculizar la marcha de la Sociedad”.
141
Aquí se muestra cómo la empresa emite, en este caso, un mensaje fuerte y claro, la Compañía no le
otorgaba el visto bueno a esa Sociedad, y en este sentido optó por decapitar a esa organización integrada
por obreros petroleros. Por supuesto oculta que la medida no solo iba contra los directivos sino también
contra los ochenta, en otras palabras, persistir en incorporarse a la SAMOP era de mal pronóstico para
quienes intentasen dar ese paso.
142
Es decir, el Fondo Mortuorio, el Fondo de Incapacidad (Art° 25), y otros (Art° 4), los cuales el Tesorero de
la Junta Directiva percibe y deposita en un Banco (Art° 15), no serán embargados, decomisados o secuestra-
dos por la V.O.C.
143
Individuos o personalidades.
106

El doctor Velutini en su informe de este mismo mes es de opinión que los fines de dicha
sociedad son perfectamente altruistas, sin embargo, yo le manifesté que debía abstenerse
de emitir toda opinión sobre el particular por no ser este asunto atribución de los
Inspectores de Hidrocarburos (ídem).
Lo grave de este asunto era que la Sociedad en vez de atentar contra la empresa, lo
que pretendía era crear un ambiente de bienestar material y moral para su personal, y es
ese el sentir general que debió animar a la mayoría de sus fundadores, pero como se vivía
bajo un régimen sin libertades y con severas represiones tiránicas y abusos dictatoriales,
cualquier organización de los trabajadores tarde o temprano debía transformarse en una
institución con fines destinados a defender los derechos laborales y los políticos. Así que
en la realidad lo que debe haber incomodado a “algunos elementos” es que los obreros
petroleros se organizasen, tuviesen Asambleas, creasen fondos de asistencia, realizasen
reuniones, debatiesen, y adquiriesen sentido de su valor como seres humanos que
practican altos principios de convivencia como compañeros. Siendo ese punto de partida
la base no solo del movimiento sindical zuliano y venezolano, sino también a algo aún más
significativo, esto es, la SAMOP propendía a la creación de la clase trabajadora con una
«conciencia para-sí» , con la cual se superase su «conciencia de clase en-sí», y esos eran
las metas y el fin hacia el cual apuntaba su presidente Rodolfo Quintero. En otras palabras,
la S.A.M.O.P. mostraba su fin altruista pero solapaba su fin clasista y propósito público de
sesgo político -estatuir un régimen democrático-. Es difícil indagar cual era la posición de
sus ochenta miembros iniciales, de allí que prefiramos su clasificación heterogénea como
lo más apropiado para sus momentos fundacionales.
La Cabimas petrolífera era, por decirlo de alguna manera, una ciudad bicéfala, una
cabeza tenía el aura del altruismo (Sociedad benéfica), y la otra el tufo del botiquín
(Sociedad perjudicial y/o tóxica), y en ese dilema se sometía a Velutini a no emitir opinión
sobre asunto tan delicado y a no tomar posición ante esa disyuntiva, es decir, se le impuso
un chitón por parte de los callones (los que mandan a callar existen en todas las épocas,
actitud con la cual lastran los ideales que persigue el debate y esfuma los chaparrones de
ideas que trae la libertad intelectual). Velutini sin ninguna duda estaba inclinado a
favorecer la formación de un obrero altamente calificado y con una ética ejemplar, es
decir, educado en valores humanos básicos para su sociabilidad y moralidad. Tal era el
Proyecto de desarrollo futurista que podía tener la ciudad petrolífera, para poder
completar su transición hacia la civilidad bajo su mejor expresión 144 . Las ciudades

144
Manuel Caballero en Rómulo Betancourt, político de nación (Editorial Alfa, Caracas, 2004) concluye que
es un absurdo endilgar a Rómulo Betancourt la paternidad de la democracia, porque como un político de
nación sus preocupaciones centrales fueron más bien la de convertir en ciudadanos a una inmensa mayoría
de venezolanos y venezolanas que permanecían al margen de los asuntos del poder, su gran tarea histórica y
la de sus adherentes -señala Caballero- fue la creación de esa ciudadanía (pp. 418, 421, 16). Germán
Carrera Damas disiente de Manuel Caballero, y en su libro Rómulo histórico (Editorial Alfa, Caracas, 2013) le
107

petrolíferas que afloraron en el Estado Zulia durante el Siglo XX, trajeron la aparición de
los urbanitas145, la SAMOP como hechos histórico es muestra de ese cambio, con esa
agrupación se intentaba el desarrollo del hombre, es decir, dar inicio a una nueva realidad
societal, lamentablemente los callones en nombre del gomecismo impusieron los votos
del silencio, para impedir esa tendencia humanista que se dirigía a materializar una
revolución ciudadana. No se trataba solo de conquistar un mundo mejor, sino más bien de
crear un nuevo orden basado en lo bueno, lo virtuoso, lo ético, lo sano y lo raigal del
humanismo como finalidad suprema. Entendiendo lo sano como la vida cargada de
sentimientos, emociones y actitudes edificantes que proyectan energías positivas, como la
serenidad, la cual es el máximo poder que puede desarrollar el ser humano. Esperanza y
lucha se prefiguraban como respuestas de los trabajadores a las condiciones inhumanas
que les infravaloraban dentro de esas inconmensurables empresas, el SAMOP era parte
de un Proyecto humanista enfrentado a un Proyecto tecno-económico. Una Sociedad de
compañeros surgía colateral a una Sociedad anónima. La problemática socio-política se
pondrá al frente de ese proceso donde la clase media deja sentir su pensamiento y su
fuerza intelectual, una nueva era pensamental se abre paso en esta historia regional y esa
ola producirá una marejada por el medio urbano nacional.

endilga “una exitosa hazaña socio-política: la fundación de la Republica liberal democrática en Venezuela
enmarcada en lo que denominó la revolución democrática o evolutiva” (p. 478).
145
Representados per excellence por la clase media emergente. Ese sector social insurge en las ciudades
petrolíferas, pero al desarrollarse la Venezuela petrolera hará su explosiva aparición en todos los centros
urbanos que recibían los efectos de la modernización, esa clase social jugará un papel central, decisivo y
determinante en el curso político, cultural y económico que toma el siglo XX venezolano. Por lo dicho se
puede decir que este nuevo ciclo es de importancia histórica por el mundo de posibilidades que entraña
para el país y la nación, ciclo que se renueva permanentemente impulsando o menguando la clase media. La
historia del estado Zulia propulsa el desarrollo de esa clase social en todo el país, y al llevar a cabo esa
diáspora modifica la estructura social de la nación, que ahora girará en torno a ese eje, de ella saldrán los
más importantes fenómenos que nutren los hechos históricos de ese siglo espectacular. La historiografía
convencional engarza la explotación del petróleo con la aparición de la clase obrera en Venezuela, ese es un
fenómeno secundario, lo verdaderamente histórico es el extraordinario desarrollo de una vigorosa clase
media que va a orientar al sector político hacia la propulsión de sus intereses, de allí se deriva de que
obtenga todos los servicios públicos subsidiados, y adquiera los energéticos a precios simbólicos, incluso
obtiene bienes inmobiliarios que nunca canceló al Estado, y que sus partidos políticos gobiernen a
Venezuela durante cinco décadas de despilfarro. El Estado populista es el resultado de una clase media
dominante en la estructura política y social de la nación venezolana, y su psicología será la del consumismo
de bienes improductivos, su clase es la gran consentida para todos los gobernantes, porque su volubilidad
determina quién ha de ganar las elecciones a todos los cargos públicos representativos. El proceso histórico
zuliano arranca ese motor de alto caballaje.
108

CAPÍTULO V

EL TABLERO

La partida con el Schilling

La partida ya estaba echada, todas las piezas estaban colocadas en el tablero, y


todos los actores sociales, tanto los gubernamentales como los empresariales iniciaban el
juego a un nuevo nivel competitivo. La Gran Depresión había definido mejor los papeles, y
gracias a ese escollo una larga experiencia fue alcanzada en un breve tiempo -el tiempo
histórico se puede elongar o contraer 146, con la crisis se contrajo-. En estos cortos meses,
se pone a prueba la solidez de las Compañías, estas se las han de ver con: un gigantesco
ciclón y una gran tempestad, con el bloque de los agricultores que gozaba de la simpatía
de la población, con las Corporaciones rivales, con el SAMOP, y con el Gobierno. Todo ese
escarceo se traduce en una intensa preparación de los jugadores que se mueven en torno
del tablero de ajedrez, porque esa defensa/ataque les trae renovadas experiencias.
Esas experiencias obtenidas en ese cuadro rico en actores sociales que, están en
plena confrontación, llevan a las empresas a unirse en algunos planes conjuntos:
La Planta Electrica de la Lago Pet. está algo adelantada ya terminaron de construir toda la
armazón de acero.- Los postes para las líneas ya están parados y están poniendo los
alambres.- La Venezuela Gulf Oil está poniendo pilotes en el Lago para poner sus líneas
eléctricas (… …) La Lago está haciendo trabajos de Sismografía en el Lago (I.M: 8 Noviembre
1930).
Unión interempresarial que les fortalece frente a su gran contrincante Velutini,
quien a su vez se prepara para enfrentar a la Santísima Trinidad en el terreno con su
última adquisición el instrumento denominado Schilling. Velutini describe esa experiencia
de campo en su Informe Mensual del 8 de Diciembre de 1931 147, con ese aparato busca

146
Bajo las incidencias revolucionarias de la actividad petrolera, lo normal es que se contraiga, disminuyen-
do así la carga de pasado que pierde vigencia y validez con celeridad, y acentuándose la deriva hacia el
futuro que se manifiesta en la proliferación de cambios -como una reacción en cadena-.
147
Velutini es una familia venezolana proveniente de la Córcega francesa, llegaron al llano acompañados por
inmigrantes que venían -desde 1830- desde Italia y el Medio Oriente y se establecen en la ciudad de Zaraza,
la cual se convertirá en la cuarta ciudad de Venezuela decimonónica. Solo Caracas la duplicaba en población,
había más zaraceños que maracuchos o barquisimetanos, ubicación que mantuvo hasta los comienzos de la
explotación petrolera a gran escala, cuando empieza a ser superada por ciudades como Cabimas. Zaraza se
ganó el apelativo de la Atenas de Venezuela por sus generales, médicos, poetas, intelectuales, eruditos,
músicos, pintores, abogados. Otros córcegos que llegaron a esa ciudad agropecuaria y de descollante papel
cultural de relieve nacional fueron los Lusinchi y los Penzini, de Oriente Medio llegaron los Dager. Los
Velutini arribaron por el oriente de Venezuela, algunos se sembraron allí y otros se desplazaron a Zaraza, de
cualquiera de estos sitios de origen pudo provenir Carlos Alberto Velutini (Grisanti, Luis Xavier, Manuel R.
Egaña Volumen N° 64 de la Biblioteca Biográfica Venezolana. Ver pp. 11/15, en la página 14 se cita como
vecino de Zaraza al General José Antonio Velutini). Puede consultarse también el libro “Zaraza biografía de
109

ejercer con mayor eficacia su labor fiscalizadora, en otras palabras ese artefacto científico
le servirá para establecer un control más estricto sobre las Compañías, dice:
En días pasados estuve en La Venezuela Gulf Oil Co. Para hacer unas observaciones de la
densidad del gas, para el efecto, usamos el aparato “Schilling” que consiste en lo siguiente:
Un recipiente de vidrio de forma cilíndrica con una tapa de metal. Adentro (…) vá una
columna de cobre que está agujereada, de manera de poderse ver un tubo de vidrio
graduado que está dentro de la columna (…) que sirve para medir el volumen de gas ó aire.
(…) del recipiente una llave de tres conductos (…) también una tuerca para asegurarlo en el
recipiente.- Para obtener la densidad (…) Se llena el recipiente de agua limpia hasta (…) dos
centímetros arriba de la marca (…) superior del tubo; entonces se saca el tubo (…) para que
se llene de aire [y el] agujerito en la tapa (…) se cierra y se introduce de nuevo el tubo (…) se
abre la llave (…) de manera que el aire pase por el conducto (…) Cuando el aire empieza a
salir por el orificio de platino se [a]nota el tiempo en segundos (…) [que tarda el] nivel del
agua para subir desde la marca (…) inferior (…) a la marca (…) superior; entonces se conecta
un tubo de caucho al adaptador (…) para llenar o vaciar el tubo a uno de los medidores de
gas (…), se abre la llave del gas (…) poco a poco (…), este gas empujará hacia afuera el aire
que está adentro (…) [en] unos tres minutos (…) no hay más aire, se cierra la llavecita (…) y
el gas empieza a salir [por el tubito con el orificio de platino], se [a]nota el tiempo en
segundos (…), se divide el número de segundos [del gas] por el numero de segundos
[obtenidos con anterioridad al medir el tiempo del aire, este cociente entonces se eleva a la
segunda potencia.- (…) a nosotros nos dio el siguiente resultado (…) 0,81 que es la
densidad del gas, que es algo más que la densidad que nos ha dado la Gulf (0,775) (I.M: 8
Dic. 1931).
Velutini daba jaque al Rey, la operación había sido milimétrica, y el resultado era
macroeconómico148. Así se jugaba en este tablero de juego empleando los recientes
avances tecnológicos, su cálculo resultó más preciso que el obtenido por la empresa, todo
un éxito. Velutini estaba exultante con esos resultados, se refirió al aparato Schilling como
“es muy sencillo y su uso también, las observaciones son muy rápidas.-“ (ídem).
El Schilling era un punto de inflexión para determinar con mayor exactitud el valor
de la materia prima que se obtenía, y así entre su costo de extracción y su precio en el
mercado, se podía conseguir los datos relativos a ganancias/rentas. Esos cálculos forma-
ban parte crucial a la hora de tomar decisiones en pleno juego, la partida demandaba de

un pueblo” de J. A. de Armas Chitty, allí aparece Don Vicente Velutini, corso, reconstructor del pueblo y
padre del General J. A. Velutini p. 69; ver también en ese mismo texto las pp. 64, 70, 111.
148
Sobre el papel de los actores sociales y los protagonistas individuales opina Germán Carrera Damas:
“Cabe pensar que su sentido histórico le permitió a Rómulo Betancourt encarar de manera constructiva la
fuerza inhibidora de la postulada subordinación de la factibilidad del cambio social a la correlación materia-
lista mecanicista entre las denominadas condiciones objetivas y las denominadas condiciones subjetivas, al
comprender que si bien las primeras las genera la sociedad como organismo, las segundas las genera el
hombre como individuo social (Op. cit. p. 474). Cámbiese el personaje por Velutini o cualquier otro y se
tendrá el cómo un hombre de acción y de ideas transformadoras puede mover una montaña de dificultades
y de imposibles.
110

los contrincantes las armas más sofisticadas, había que aprender a manipular los aparatos
más versátiles, para confrontar con éxito a los magníficos contendientes que libraban esas
partidas, y es en este sentido que los resultados de los encuentros dependían de los
jugadores con una visión muy amplia de los recursos a los cuales podían echar mano, para
dominar el espacio del contrario y llevarlo al desenlace del mate al Rey.
Uno de los jugadores más temidos de esos torneos era el Doctor Carlos Alberto
Velutini, él hacía patria al ganar partidas en el tablero de ajedrez a favor de los intereses
de los Estados Unidos de Venezuela, porque a esta República empezaron a tenerle mira-
miento las petroleras desde los mismos tiempos del Cabito y del Benemérito. La Historia
del Estado Zulia durante el Siglo XX obtuvo prestigio en ese torneo permanente, y la
historiografía regional tiene la enorme responsabilidad ética de intentar establecer las
partidas más memorables que se jugaron entre esos contendientes cada vez más
experimentados, esta historia registra esos encuentros de antología en el frente petrolero
venezolano donde el Zulia fue el pionero más resaltante.
Favoritismo en juego
Ninguna ventaja quería Velutini concederle a las empresas petroleras, de allí que
prestara especial atención a los peones 149 que se utilizaban en el tablero de juego, puesto
que en las sucesivas partidas estos trebejos eran imprescindibles a la hora de ir configu-
rando el espacio en el terreno de juego, porque un cambio de un caballo, un alfil, una
torre o la Reina por un peón era una enorme desventaja o un alto costo a la hora de
inclinar el juego hacia uno de los contendientes. La lealtad de los peones con su Rey era
decisiva, porque ellos constituían una barrera que iba avanzando en el terreno, para limi-
tar los movimientos de las piezas contrarias y neutralizar sus estratagemas con sus
acciones conjuntas. Velutini debió ser un buen jugador de ajedrez, porque siempre valoró
los obreros que las empresas contrataban, para ganarlos para el bando del gobierno,
quería además convertirlos en verdaderos obreros, para impulsar hacia nuevos estadios a
aquella nueva industria, la cual arrojaba dinero por todos sus poros, es decir, los hidrocar-
buros eran un buen negocio y como tal había que velar por su desarrollo y por su suerte.
Velutini, que había sido vedado por su nuevo jefe, de no inmiscuirse en el asunto
del la SAMOP, directiva la cual acató como subalterno, no cejó en su empeño de ganarse a
ese sector de los peones, y se mantuvo activo en su defensa. En el Informe Mensual del 8
de marzo de 1.932 escribe:
La Lago Petroleum Corp. todavía conserva en su personal de oficinistas i obreros a 70
(setenta) antillanos, (algunos chinos i la mayor parte negros antillanos) y en cambio todos
los días va reduciendo el número de oficinistas i obreros venezolanos. Es de notarse que la
Venezuelan Oil Concessions, que produce cuatro veces mas petróleo que La Lago Pet. en

149
Nos estamos refiriendo a la pieza o trebejo del ajedrez que lleva tal nombre, en la realidad a uno de los
objetos de estudio en esta investigación, el peón correspondería en este discurso reflexivo a los obreros.
111

éste campo, ha disminuido notablemente el número de sus empleados antillanos, éste


número que hace un año montaba a 80 ha sido reducido para ésta fecha a 14 y la Venezuela
Gulf Oil también ha reducido el número de esos empleados a 12. Esa determinación tomada
por esas dos Compañías, sobre todo La Venezuelan Oil Concessions, con respecto a los
trabajadores antillanos, demuestra que la Lago Pet. conserva a los antillanos y chinos en
sus trabajos únicamente que por favoritismo i nó porque los venezolanos no sean aptos
para desempeñar esos trabajos (ídem).
La contundencia del argumento resultaba avasalladora, la empresa petrolera que
obtenía en los campos los mejores resultados era la V.O.C:
La V.O.C…. 212 pozos, La Lago… 73; La Gulf… 49.
El personal empleado por cada empresa:
La V.O.C…. 410; La Lago… 760; La Gulf… 340 (ídem).
Con esos datos salta a la vista la alta eficiencia del personal de la V.O.C. porque la
relación personal y número de pozos lo pone en evidencia. La proporción de la V.G.O. y la
L.P.C. muestra todo lo contrario 150. Por otra parte, nuestro protagonista especifica la
presencia de antillanos y chinos en el personal obrero y el personal de oficina, dice:
La VOC tiene 10 empleados mensuales y 372 obreros, 10 son obreros antillanos i 4
antillanos empleados mensuales.
La Lago tiene 19 empleados mensuales y 652 obreros, de los cuales 14 antillanos o chinos
son empleados mensuales, y de los obreros 55 son antillanos.
La Gulf tiene un empleado mensual y 302 obreros y empleados diarios, donde 12 son
antillanos (ídem).
Lo que indica que la V.O.C. tenía más operarios venezolanos, de lo que resulta un
corolario a favor de la venezolanización del personal.
Esos obreros de la V.O.C. tenían que atender un mayor número de pozos y por lo
visto lo hacían con especial eficiencia, porque la empresa cambió su política de contrata-
ción de personal, ingresando venezolanos y retirando antillanos y chinos. El favoritismo
hacia los antillanos tal vez se derivase de que este personal era anglófono, lo que le
permitía un mejor desempeño con sus jefes gringos o musiues europeos, además, esos
antillanos recibían educación en sus lugares de origen con los métodos británicos y eran
conocedores de las costumbres europeas, lo cual se ganaba también la voluntad de sus
contratantes; en cuanto a los obreros, la competencia de los venezolanos con los
antillanos fue cada vez mayor, porque de todos los rincones del país concurrieron a este
mercado de trabajo trayendo consigo los mejores atributos de cada región, de allí que
terminasen por imponerse a los forasteros; y con respecto a los chinos el favoritismo se
podía deber a su lealtad con la empresa, ésta llegaba hasta la obediencia ciega, debido a

150
Aún cuando hay que tomar en cuenta, para estas dos compañías, que la explotación de hidrocarburos
dentro del lago es más difícil que la explotación en tierra firme, por lo que ese medio demanda como es
obvio mayor personal.
112

su desconexión cultural con el medio venezolano, en el que estaban fuera de lugar, lo cual
los aislaba y los entregaba como subalternos extremadamente fieles a sus jefes
corporativos. Velutini quería tener en las oficinas y en los trabajos calificados
a venezolanos, por razones obvias, eso le facilitaba obtener información oportuna y con-
fíable, objetivo que se le facilita si ese personal se siente comprometido con Venezuela
por los lazos de identidad151.
Velutini en su afán reivindicador, continúa velando porque los trabajadores reciban
adecuada y oportuna atención médica, así como protegerlos de algunas epidemias que
causaban estragos. Nuestro Inspector de Campo destaca la labor de La Lago, en esta
dirección sanitarista, esa compañía para hacer frente a una de esas enfermedades endé-
micas, indica: “Todavía se presentan muchísimos casos de paludismo. La Lago Pet. ha
hecho tomar la sangre de todos sus obreros para examinarlas en Maracaibo.” (ídem).
También asume nuestro inspector el problema del desempleo y destaca dos nichos de
trabajo ocupado por los negros antillanos y los chinos:
Hay muchos obreros venezolanos sin trabajos, las Compañías tienen muchos extranjeros
negros trabajando y lo que más me ha llamado la atención es que las Compañías utilizan
muchísimos chinos en trabajos de Oficinas, puestos que deberían de desempeñar los
Venezolanos (I.M: 8 Octubre 1930).
Y ese asunto lo reasume en el punto de “Hospitales”, allí asienta con desenfado
poniendo el acento en la escala jerárquica superior, donde también el fuereño goza de la
mayor jerarquía a pesar de estar en condición de indocumentado:
El Doctor Bowen, medico Americano quien no ha revalidado su titulo en Venezuela y quien
tiene el Hospital a su cargo, se ausentó por unos meses, y vino en su remplazo el Dr. Weis
medico Aleman, quien tampoco ha revalidado su título (ídem) (I.M: 8 Octubre 1930).
En esa época histórica estaba en boga un sistema filosófico ético, donde el «altru-
ismo» desempeñaba el papel del núcleo duro del pensamiento filantrópico. Velutini con
su obrar en la Zona Petrolera, pone en evidencia esa formación doctrinal de tipo huma-
nista, de allí que se pueda indicar que ésta concepción de la existencia del hombre estaba
en su bagaje cultural. Esa concepción de la vida además no era ajena al medio venezolano,
la pusieron de manifiesto con sus quehaceres el inspector técnico Guillermo Zuloaga, o los
históricos ministros de fomento Gumersindo Torres y Manuel R. Egaña, o un gran jefe
como Luis Calvani, así como en Cabimas la pusieron en práctica un Rodolfo Quintero Q.,
un Sotillo y un Grillet con su Sociedad de Mutuo Auxilio, o los líderes obreros de las

151
Los trinitarios, tobagueños y martiniquenses con el tiempo también desarrollaran esos lazos, llegando a
fundar en Cabimas un barrio que es conocido en el lugar como “La Colonia inglesa”, y convirtiéndose en el
alma de las procesiones de San Benito, uno de los pilares de la idiosincrasia local, del mismo modo fundan
“La Logia” un lugar de encuentro y jolgorio, en pocas palabras, las “Madamas inglesas” llegan a ser
personajes entrañables de la más genuina estirpe cabimense, entre ellas, la comadrona Elisa Neri.
113

huelgas de trabajadores petroleros, y todos ellos son grandes personajes relacionados con
la actividad de hidrocarburos venezolana.
En esta Relación también anotó Velutini un hecho histórico generado fuera de
nuestras fronteras, lo que muestra a alguien que observa lo que acontece en el mundo, lo
que le capacita para emitir su opinión acerca de esos sucesos:
He sido informado que el Congreso de los E.E.U.U. ha prescindido del proyecto de ley por el
cual los petróleo extranjeros pagarían un impuesto de $ 1 por barril, y que pasarán una ley
por la cual las gasolinas manufacturadas en los Estados Unidos y las importadas pagarán un
impuesto de 1 centavo oro por galón. Ese impuesto no nos afectará en absoluto (ídem).
El informe cierra con una de sus angustias permanentes: “Todavía se presentan
muchísimos casos de paludismo” e indica como la Lago Petroleum Corporation toma
medidas de investigación médica en sus laboratorios hospitalarios, para intentar darle una
respuesta apropiada a ese mal endémico en Venezuela.
En definitiva, en El Tablero de los hidrocarburos, las Compañías asumían una
política de favoritismo hacia los negros antillanos y los chinos, como parte de su estrate-
gia, mientras que los nuestros luchaban para que la prioridad fuese para los nacidos en el
país, en pocas palabras, los contendores frente al ortágono de juego llevaban a cabo una
serie de partidas como excelentes maestros de ese juego ciencia, donde los nuestros
utilizan a los peones como una infantería que a pie disputaba palmo a palmo el terreno a
aquellos insaciables geófagos.
Otras nacionalidades
El personal era un factor crucial de la partida de ajedrez, Velutini lo tiene claro, de
lo contrario no insistiría en ese ítem, ni indagaría cada vez con mayor precisión ese asunto.
Hay de su parte un interés manifiesto por estar al día con respecto a esos actores sociales.
En su Informe del 8 de Abril de 1932 en lo que concierne a la sección de “Personal” coloca:
Extranjeros que devengan sueldos mensuales pagados en dollars: V.O.C…. 31; L.P.C…. 92;
V.G.O…. 38. / Empleados mensuales pagados en bolívares. Chinos i antillanos: V.O.C…. 3;
L.P.C…. 12; V.G.O… __; Venezolanos: V.O.C…. 10; L.P.C…. 7; V.G.O….. __. / Obreros.
Venezolanos: V.O.C…. 359; L.P.C…. 515; V.G.O….. 270. Antillanos: V.O.C….. 12; L.P.C…. 55;
G.O.C…. 16. Otras nacionalidades: V.O.C….. __; L.P.C…. 31; G.O.C…. __. (I.M: 8 Abr. 1932).
Como se observa, Velutini como estratega, toma en cuenta varias fronteras, la
primera, entre quienes reciben su peculio en moneda extranjera y quienes la devengan en
moneda nacional, la segunda, entre quienes reciben sus pagos como mensuales y los
conocidos como “los diarios”, y tercera, toma en cuenta su origen, esto es, si son hijos del
país o sin son naturales de las Antillas o de China, y es en esta tercera frontera donde se
consigue Velutini con una nuevo ardid introducido por las petroleras que consiste en la
contratación de “otras nacionalidades”.
114

La contratación de otras nacionalidades coloca en evidencia la fuerza que está


detrás de estas Compañías locales, es decir, las empresas matrices, las cuales se mueven
en el terreno internacional, desde donde pueden enviar trabajadores especializados para
la más nimia tarea. Con esa reacción la compañía L.P.C. extranjerizó más a su empresa,
porque elevó a un total de ochenta y seis obreros su personal nacido fuera de Venezuela,
es decir, pasó del 11% al 17%, elevando de este modo su influencia sobre este actor social
como era el personal obrero, y ya disponía del 58% de los empleados mensuales. La
partida estaba, en pleno desarrollo, los contendientes usaban todos los trebejos, es decir,
el Rey (la empresa matriz), la Reina (su representante local), las torres (el personal staff),
los alfiles (los profesionales universitarios), los caballos (los técnicos de campo, los
empleados de oficina, y los obreros calificados) y los peones (los obreros-tropa).
La Lago Petroleum Corporatión utilizaba una artimaña en su confrontación con los
intereses que Velutini representaba en el Campo petrolífero del Municipio Cabimas, y no
solo empleo dentro de ese ardid -la extranjerización del personal trayendo “otras
nacionalidades”-, sino que además procedió con descarado despotismo desvenezo-
lanizando la Compañía, al respecto dice Velutini:
Es de notarse que cuando las Compañías al tener que retirar obreros a causa de la
reducción de los trabajos, siempre despiden a los venezolanos. Durante el mes de marzo La
Lago Pet. retiró más de 50 obreros venezolanos y no retiró a ningún antillano ni chinos.- Lo
mismo se observará comparando las cifras del número de obreros venezolanos i antillanos
en las otras compañías.- (ídem).
En esas condiciones, donde las circunstancias creadas por la crisis económica
mundial obligaba a “la reducción de los trabajos”, las Compañías tenían varias herramien-
tas para apretar las tuercas a su personal para colocarlo bajo su voluntad, una era amena-
zarlos con el despido, otras eran más sutiles, como era el de que pudieran permanecer
dentro de la empresa desempeñándose en trabajos inferiores. Velutini recoge en su
informe esa jugada, donde se pone de manifiesto una política de conservación de
personal asignándole otras tareas: “La V.O.C. limpió (desmontó) todas las carreteras, los
pozos i la línea telefónica de Cabimas a Lagunillas. La Lago Pet. Petrolizó la línea ferrea de
Cabimas a Lagunillas (...)” (ídem).
Por último, tenían aún otro recurso para colocar el personal venezolano bajo su
ominosa voluntad, y éste consistía en prestarles servicios con los cuales nunca habían
soñado, es así como, colocan a su favor el personal mediante la introducción de mejoras
en sus servicios médicos, al respecto Velutini recoge los siguientes datos:
ACTIVIDADES MEDICAS. Venezuela Oil Concessions Ltd.: Consultas del personal de
extranjeros… 54; Consulta del personal mensual Bs.-… 20; Consultas de obreros…. 161. Total
de consultas… 235. Accidentes menores… 8; Accidentes mayores…. 1, Antonio Medina quien
sufrió la fractura de la bóveda craneana, muriendo 12 horas después del accidente.- Casos
de paludismo… 6, Disentería… 6; Anquilostomosis… 2. Lago Petroleum Corp.: Consultas de
115

extranjeros… 54; Consultas de empleados mensuales… 98. Total de consultas… 152.


Accidentes menores… 31, Paludismo… 8. Venezuela Gulf Oil Co.: Accidentes menores… 12.
Accidentes mayores… 1 Ruptura de hernia, hospitalizado en el Hospital de Maracaibo.- Esta
Compañía no trata a los obreros enfermos de paludismo. (ídem).
Las partidas de ajedrez son bastante complicadas, son harto prolijas en variantes
para cada jugada, y exige un gran nivel de concentración de los contendientes, porque
estos no pueden perder la perspectiva de los sesenta y cuatro escaques. Ni mucho menos
recurrir a la imaginación para sorprender al contrario con estratagemas que convierten la
partida en célebre. El negocio de los hidrocarburos pues se desarrollaba en varios
escenarios, uno de estos eran esos tres tableros, donde Velutini se sentaba a confrontar la
inteligencia de los superintendentes de esas Sacrosantas Corporaciones. Los otros
escenarios eran peor de farragosos, uno de ellos era el de los costos de producción,
escenario este en el cual las empresas estaban en su peor momento histórico, debido al
contexto económico mundial adverso al Capital para esos años treinta. Las Compañía
frente a ese desafío, la Gran Depresión, deben mantener sus niveles de producción tan
alto como les fuese posible, para que la tasa de ganancia no se desplome y hagan colapsar
sus actividades explotadoras. Ese contexto incidía sin duda alguna sobre la serie de
partidas que se están librando entre esas corporaciones internacionales y el gobierno
venezolano.
Entre las cifras y datos más significativos para establecer el escenario de costos, a
manera de ejemplo, se selecciona uno que Velutini coloca bajo el ítem de “Estado de los
pozos”, lo realiza por Compañía, por campo y, en especial, los clasifica como “En
producción” y “No produciendo”. En producción lo discrimina en: Por flujo natural; Por
Gas Lift; Por bombeo. Y en no produciendo por: Emulsión; Working over; Exceso de
reparación; Alto G.O.R.; Limpiándose; Inactivos; Suspendidos; Abandonados, o bien en
reparación, muertos, cerrados, y esperando reparación. También da el dato aureo sobre
“Total de pozos por cada Compañía”, donde registra: La V.O.C…. 479 (208 en producción;
271 no produciendo); La Lago Petroleum Corporation… 225 (83 en producción; 145 no
produciendo); La Venezuela Gulf Oil Company… 277 (51 en producción, 226 no producien-
do) (ídem).
Como es obvia esa proporción entre pozos en producción y no activos, muestra la
fortaleza o la debilidad de la empresa, lo cual a la hora de sentarse frente al tablero de
ajedrez ofrecerá ventajas o desventajas de la Compañía frente al poder del Estado vene-
zolano. La V.G.O. luce precaria y vulnerable, esa corporación de 277 pozos tenía fuera de
producción 226, es decir, el 82% de sus pozos estaban en el estado de “no produciendo”, y
dentro de ese rango 173 pozos aparecían declarados como “Muertos”, 32 como
“Cerrados” y 17 como “Abandonados”, lo que pone en evidencia un estado de salud
alarmante. La Gran Crisis cobraba víctimas en Venezuela.
116

La victoria y la derrota podían alternarse en aquellas partidas memorables que


jugaba como un maestro consumado Carlos Alberto Velutini con apoyo en Guillermo
Zuloaga y del Ministro Gumersindo Torres (quien en 1929 se posesiona por segunda vez
de ese cargo) y del Presidente del Estado Zulia Vicencio Pérez Soto (otro baluarte histó-
rico de gran peso porque desempeñaba las funciones de Gobernador en esta entidad). La
sustitución de Zuloaga por Salas que sobrevino en estos momentos claves, parece que no
favoreció a Velutini y, con ese cambio la nación venezolana también flaqueo algo en esos
eventos históricos de alto perfil. Lo cierto es que los peones en el tablero no eran ajenos a
ese forcejeo entre los grandes contendientes, lo pequeño -los peones- no era despreciado
ni por las piezas blancas ni por las negras (en ajedrez son los dos extremos cromáticos
supernumerarios).
Extranjerización vs. Venezolanización
Informe: Cabimas de 8 de Mayo de 1932.
Abriendo un paréntesis dentro de la exposición que se viene desarrollando, debido
a que es un asunto relacionado con un Proyecto de desarrollo de Venezuela como nación,
nos detendremos unas líneas para tratar sobre el flit, un producto que nos hubiese
colocado a explotar un mercado continental (América Latina) e insular (Las Antillas). El
caso del flit es el de un insecticida. De tal modo que se trata de un dato de interés
proveniente de la Refinería de La Lago, ya que en esta planta se produjo 0,325 toneladas
de insecticida, suponemos que fue empleado en el saneamiento de plagas de los
campamentos, porque no figura en los productos vendidos por el Departamento de venta,
ni fue colocado en el mercado por el Departamento de producción, tampoco aparece en
los productos embarcados de cabotaje, ni se registra en la existencia de productos
refinados para el 1° de mayo. No aparece tampoco ese insecticida (flit) en los consumidos
por la Compañía, es decir, no fue empleado para sanear sus instalaciones industriales, ni
tampoco en las Oficinas, de allí que se deduzca que debió destinarse al exterminio de
bichos en las áreas residenciales del personal staff. Ese producto tenía una potencial
demanda a nivel nacional, pero ese nicho del mercado no se colocó en la mira de la
producción de refinos 152. Pero el Informe Mensual de Velutini lo incluía como un dato de
interés para el Ministerio de Fomento. Cierre de paréntesis.
Retomando el tema obrero, se dirá que en cuanto a la iniciativa de La Lago de
contratar personal obrero de otras nacionalidades, mediante la cual se creaba un sector
de origen extranacional en ese colectivo laboral, éste subterfugio se extendió a la V.O.C.,
empresa que acogió esa política de extranjerización o desvenezolanización. De tal modo

152
Dentro de las empresas petroleras internacionales existía una corriente opuesta a la reinversión de
capitales dentro de los países productores, temían que los pudiesen llevar a convertirse en países
manufactureros modernos, disminuyendo de este modo sus importaciones de artículos de consumo de sus
países de origen.
117

que las cifras del personal obrero, de “Otras nacionalidades”, para fines del mes de abril
eran las siguientes: Quince obreros en la V.O.C. y veintiocho obreros en La Lago. En el
Informe precedente La Lago tenía de “Otras nacionalidades… 31” (I.M: 8 Mayo 1932),
ahora había bajado a 28.
En cuanto al número de “Antillanos” a fines del mes de abril la V.O.C. tenía
contratados 11, en el Informe precedente eran 12; La Lago tiene ahora 46 antillanos, tenía
antes 55, lo que quiere decir que prescindió de nueve; y La Gulf mantuvo el mismo
número de antillanos, es decir, 16. El balance general es que se desantillanizó el personal
obrero, es decir, que la gerencia empresarial privada cedió a la presión de los
representantes del gobierno con respecto a esa exigencia, pero por el otro flanco del
frente petrolero, se intensificó la extranjerización al sumarse la V.O.C. a esa fórmula de La
Lago de incorporar en sus filas a obreros nacidos en otros países. En cuanto a La Gulf
permaneció en un terreno neutral.
En cuanto al volumen del número de obreros venezolanos para finales de abril en
comparación con los que tenía en la relación anterior, los resultados son los que siguen: La
V.O.C. tiene 362 y tenía 359, es decir, que incorporó tres nacidos en el país; La Lago tiene
538 y tenía 515, lo que indica que contrató 23 venezolanos; y La Gulf tiene 314 y tenía 270
lo que nos arroja la cifra en esa Compañía de cuarenta y cuatro nuevos operarios, todos
naturales de Venezuela (ídem). El balance es de un acatamiento masivo en las tres
Compañías de aumentar el número de nacidos en Venezuela, la siembra de venezolanos
en las empresas petroleras preconizada por Velutini arrojaba por esta vertiente del
problema una cosecha significativa.
En cuanto a la proporción que guardan estas cifras entre sí, se puede sintetizar del
siguiente modo:
La VOC contrato 15 de otras nacionalidades y 3 nacidos en Venezuela. La Lago
mantuvo contratados 28 de otras nacionalidades y contrató 23 venezolanos. La Gulf no
contrató ninguno de otras nacionalidades y contrató 44 nacidos en el país (ídem). De lo
que resulta obvio una tendencia extranjerizadora en la política de contratación de
personal de la V.O.C., en La Lago una búsqueda de un punto de equilibrio entre ambas
políticas -la de la extranjerización y la de la venezolanización-, y en La Gulf el fenómeno es
muy curioso, porque mantuvo su personal antillano, no incorporó ninguno de otras
nacionalidades y, por último, contrató de un modo masivo a venezolanos a sus campa-
mentos, eslorando con ese gesto el balance total hacia la venezolanización del personal en
el Campo petrolífero del Municipio Cabimas. La partida de ajedrez se inclino, por lo
aducido, como un contundente triunfo obtenido por la cadena de mando institucional del
Ministerio de Fomento, cadena que tenía como eslabón final y protagonista resaltante al
Inspector de Campo Velutini, quien en este complicado proceso funge como representan-
118

te de los intereses nacionales. Velutini, en resumen, hace frente a los superintendentes de


la Santísima Trinidad con éxito en ese asunto tan delicado.
Otros aspectos de interés de estas relaciones entre extranjerización y
venezolanización se pudieran establecer por el tipo de signo monetario que devengan los
operarios según sus lugares de origen. Los “Extranjeros que devengan sueldos en dollars”
son de la V.O.C…. 40; de la L.P.C…. 89; y de la V.G.C…. 38 (ídem). Y de los “Empleados
mensuales en bolívares” en estos informes aparecen discriminados entre “Venezolanos” y
antillanos, de tal modo que los que devengan bolívares y son venezolanos los datos son:
de la V.O.C…. 15; de la L.P.C…. 9; y de la V.G.O…. no aparece ninguna cifra; en cuanto a los
“Antillanos” (V.O.C…. 11; L.P.C. 10; V-G.O….. no aparece ningún dato) (ídem). De esa
información interpretamos que para las Compañías existían dos tipos de extranjeros, por
un lado los gringos y europeos o los dolarizados, y por el otro lado los antillanos o negritos
que se les pagaba en bolívares igual que a los venezolanos.
Lo de fondo hasta ahora es, que así como los chinos y negros antillanos debieron
competir dentro del mercado de trabajo venezolano por sus cargos contra una avalancha
de braceros y urbanitas provenientes de todos los rincones de Venezuela, ahora los
venezolanos debían enfrentar a los de “Otras nacionalidades” que provenían de
numerosos países de diferente grado de desarrollo económico-social y que poseían
atributos personales, cualidades culturales y valores económicos diversos, los cuales se
ofrecen en el mercado de trabajo de las Zonas Petroleras en toda Venezuela, entrando en
rivalidad con la masa obrera nacional y las capas de empleados de oficina, técnicos y
profesionales de campo venezolanos. La industria petrolera como negocio que se desen-
vuelve en una economía de escala internacional, causaba este fenómeno de movilización
del factor trabajo153, donde el natural de Venezuela tenía a su favor la Política Velutini
para contrarrestar a esa ola de inmigrantes, puesto que, una buena parte de ellos y ellas
estarían dispuestos a asumir sin protestar las desmejoras en las condiciones de trabajo,
para así ganarse en mala lid un lugar dentro de la empresa, deteriorando de este modo la
calidad de la Industria petrolera venezolana, otros, por lo contrario, podían tal vez traer
consigo conocimientos y habilidades que en algunos casos superaban a los nuestros, por
lo que no se podía negar su acceso a ingresar a la Industria como un derecho bien ganado
y además beneficioso para la nación. Solo los acontecimientos nos irán a contar de lo que

153
La política de contratación se anclaba en una nueva faceta: La industria petrolera implementó una
importación de mano de obra, para contrarrestar la fuerza de la masa laboral venezolana que había ganado
espacio político. De allí que este ciclo que denominamos El Tablero, muestra ese fenómeno curioso de
haberse montado en las Zonas Petroleras una partida de ajedrez, donde se jugaba el control del espacio
petrolífero. La partida colocaba frente a frente al Estado Mayor de un Gumersindo Torres/Manuel Egaña,
Vicencio Pérez Soto, Zuloaga y Velutini, ante el Estado Mayor que dirigía a las Corporaciones petroleras. Este
combate histórico efectuado en el frente petrolero es lo que se está reseñando, porque tiene el mismo
valor que tuvo en la guerra de Independencia batallas como las de La Puerta o las de Carabobo.
119

fue capaz nuestro proletariado nacional, frente a los emigrantes que acudían a nuestro
país provenientes de Sudamérica, las Antillas, Asia y países árabes, quienes vinieron no
solo a intentar disputarle ese espacio de oportunidades de un trabajo mejor remunerado
a nuestros connacionales, sino que también se dedicaban a otras actividades como el
comercio o los servicios. En cuanto a las petroleras la Política Velutini serviría de árbitro
justo, para que el juego fuese lo más limpio posible. El prestigio de Velutini entre el
personal de la Industria era la de un hombre justo y con cabal conocimiento de esta
realidad, como lo expresara en su momento la Junta Directiva de la SAMOP fundada en
Cabimas en el Campo de Pueblo Nuevo.
Las Compañías -regresando al centro del tema-, podían recurrir a la mano de obra
importada para: reducir los costos, evitar la cohesión de la clase laboral, y traer personal
ya experimentado en este tipo de actividades. No obstante, la venezolanización del perso-
nal era irreversible, el éxodo urbano y campesino154 hacia las Zonas petroleras desde las
distintas regiones del país se constituiría en una multitud incontenible, la cual se llevaría
por delante cualquier obstáculo que se le levantase, buscaban su oportunidad bajo esta
nueva forma de vida que ofrecían las Company, y los chances los fueron obteniendo en
ese nuevo mercado laboral.
En el tablero de ajedrez se movían las piezas bajo los principios del juego ciencia,
solo una sociedad del conocimiento puede jugar estas partidas decisivas en este mundo
petrolífero que ha emergido alterando todo. El frente petrolero libra en esos sesenta y
cuatro escaques sus más célebres batallas, en éstas queda involucrada la masa laboral
como un todo, en esas célebres confrontaciones participan con todo su poder de fuego
los peones en primera fila y tras de ellos los caballos, alfiles, torres, Reina y Rey, y en
medio del combate recurren a aparatos como el Schilling para defender mejor sus
intereses, o dejan de utilizar el insecticida como una oportunidad aurea de abrir nuevos
nichos de expansión e intensificación para fortalecer a la Venezuela productora.
El Tablero quedará montado, y nunca más se volverá a guardar, grandes estrategas
o excelentes maestros en ese juego ciencia deben formarse en Venezuela, para que libren
esas confrontaciones donde la imaginación ha de brillar por su poder victorioso. Esta
Historia del Estado Zulia durante el Siglo XX tiene esa utilidad, con ella se pretende
interesar por el tema petrolero a los habitantes de este país, en especial, entre los que se
precian de ser zulianos de pura cepa, porque de ese grado de instrucción y conocimiento
depende el futuro anhelante que se pueda echar al vuelo. Porque desde aquellos años de
la primera mitad de esta centuria -que se vienen recogiendo con el testimonio del frente

154
A las Zonas petroleras arribaron no solo campesinos, una significativa proporción provenía de diferentes
centros citadinos venezolanos, incluyendo por supuesto al mismo Maracaibo.
120

petrolero legado por el Doctor Carlos Alberto Velutini a las sucesivas generaciones 155-, se
puso en evidencia el poder creador de esa actividad fundada en la explotación de los
hidrocarburos, en otras palabras, desde los Campos petroleros del Estado Zulia se empezó
a entretejer en aquellos lejanos años, una red de relaciones que abarcó al país y saltó
hacia las fronteras internacionales, ese hecho tiene su trascendencia, porque la economía-
mundo hizo acto de presencia por nuestro ámbito existencial, gracias al eje petrolero, el
cual al girar puso en acción varias correas de transmisión que alteraron la realidad
existente al imprimirle un empuje inédito, todas esas cosas nuevas que van emergiendo
de esa dinámica, demanda una cualificación superior de todos y cada uno de los
venezolanos, si queremos aprovechar esa gran oportunidad, la cual creo que aún no se ha
cerrado. Tal vez no sea tarde, para asumir esta clarividencia e intuición, pero debemos
intentarlo si nos consideramos los herederos genéticos-culturales de Don Simón Bolívar,
nuestro Gran maese de la imaginación libertaria.

155
A esas generaciones promisorias les corresponde sentarse frente al TABLERO poniendo con su
pensamiento un accionar es ese ciclo crucial en permanente reactivación del Frente petrolero. Las sucesivas
generaciones políticas que van tomando el relevo durante ese siglo, se irán sentando frente al TABLERO y
grandes y complicadas partidas se jugarán en esos escaques, los movimientos de esas piezas bajo las tácticas
y estrategias de los jugadores de turno, serán observadas por los historiadores que comentan esos
encuentros del Frente petrolero.
121

CAPÍTULO VI

LA EXPANSIÓN

Cabimas: En Venezuela y en el Mundo


En la Relación del 8 de junio de 1932 se mencionan los puertos de cabotaje en el
país que son abastecidos con los derivados petroleros producidos en Cabimas, esos datos
permiten conocer la extensión y volumen que ha alcanzado ese mercado interno156:
Productos refinados embarcados de cabotaje a diferentes puertos de la República.

Puertos Gasolina Kerosene Gas Oil en toneladas

Maracaibo 181,683 18,084 28,942


La Guayra 593,342 17,546 3,352
Pto Cabello 111,750 46,060 8,380
Motatán 59,600 5,849 0
La Rosa 39,038 0,058 11,397
Encontrados 50,511 0,585 4,190
El Vigía 35,164 1,462 0
La Ceiba 9,834 0 0
La Vela de Coro 24,585 8,775 0
Cumarebo 14,900 7,311 0
Puerto Piritú 7,450 0 0
Barcelona 14,900 7,311 0
Cumaná 26,732 7,311 0
Higuerote 0 7,311 0 (I.M: 8 Jun. 1932)

Con esos derivados se proveía de energía a los motores de combustión interna, y,


dentro de estos se vendía un combustible más fácil de refinar que la gasolina, el gasoil, el
cual se emplea en los motores diesel que vienen incorporados en los camiones de carga,
arbitrio que abarata el servicio de transporte de mercancías. El kerosene, por su parte, se
empleaba en las cocinas, y era también quemado en las lámparas como fuente de
iluminación (el carburo estaba bastante generalizado como fuente lumínica o
luminiscente) o se ligaba con aserrín para barrer los pisos, e incluso se utilizaba para
desinfectar las heridas menores. De tal modo que la venta de estos refinos en el mercado

156
Al cual hay que agregar lo producido en otros campos petroleros como los de Mene Grande, Lagunillas…,
para obtener las verdaderas proporciones de ese impacto. Trabajo que se podrá realizar más a fondo
cuando se sumen investigadores a esta línea de trabajo sobre el frente petrolero, mientras tanto Cabimas
tiene un valor referencial propio de una muestra válida para la estadística sobre ese aspecto.
122

interno venezolano157 indica el grado de modernización alcanzado en las localidades de


destino, y deja tácito el entorno geográfico de redistribución, así como la intensidad de la
modernidad en las diferentes regiones del país. El querosene, que sustituía la leña y a
otros combustibles extraídos del monte, en ese sentido, fue un salto adelante en la lucha
por un mejor vivir.
Salta a la vista en ese cuadro referente al mercado de cabotaje, como Maracaibo,
La Guaira y Puerto Cabello, eran los grandes destinos de los tres refinos. El Estado Zulia
pasaba a formar con el Centro del país un dueto clave, esta coyunda permite entender la
historia nueva que estaba en marcha en Venezuela. El área trujillana sigue en importan-
cia, esa área andina era abastecida mediante la población de Motatán, hasta donde
llegaba una vía ferrocarrilera que partía de La Ceiba -puerto lacustre-. Por Encontrados, se
abastecía el sur del Lago de Maracaibo; El Vigía, por su parte, redistribuía al Estado
Mérida. En otras palabras el Occidente del país se agigantaba en el espectro de la Nación,
y de nuevo el Estado Zulia ocupaba el lugar estratégico per excellence en ese proceso
expansivo. En cuanto a la Costa Oriental del Lago, La Rosa, por su parte, era el centro de
una red de carreteras que se extendía por los Campos de Ambrosio, Cabimas, Punta
Benítez, Ulé, Tía Juana y Lagunillas, y los raíles de las locomotoras o “las zorras” que salían
de Cabimas interconectaban esos núcleos poblados, conformando así una zona de
mercado local para esos derivados energéticos de origen fósil.
El Estado Falcón también fue impactado por la actividad petrolera de Cabimas
(localidad empleada como punto de referencia metodológico, es decir, como muestra
estadística válida para calibrar el conjunto), allí La Vela de Coro y Cumarebo eran los
centros urbanos subsidiarios que se encargaban a proveer de productos combustibles a
toda esa entidad; también extiende sus tentáculos Cabimas al Oriente del país, en el cual
las ciudades de Barcelona y Cumaná -puertos marítimos- recibían los destilados y los
redistribuían por su jurisdicción. La zona cacaotera -Barlovento- por excelencia de
Venezuela, por otra parte, también creó un mercado local importante para el kerosene
producido en Cabimas, el nodo mercantil en este lugar correspondía a Higuerote, sitio
desde el cual se abastecía a las comunidades aledañas. Ese mercado de cabotaje descrito
explica en parte, cómo las actividades económicas de las tres Compañías no estaban
amenazadas por un colapso, porque existían fuerzas endógenas que las mantenían, ya que
ese mercado les permitía permanecer dentro de las fronteras de la rentabilidad
económica158.

157
En el Informe también aparece, en otra parte del mismo, como destino del crudo a Paraguaná, La Arreaga
y Bella Vista.
158
Francisco Mieres nos instruye de la importancia del mercado interno en su libro El petróleo y su proble-
matica estructural venezolana. Señala que el mercado interno es más importante de lo que se imagina y
demuestra con objetividad la escala de su presencia como uno de los pilares de la economía nacional.
123

Por otro lado existían factores coyunturales y exógenos que intervenían de modo
positivo e inesperado para mantener a flote y en marcha a las tres Compañías. Velutini
nos aclara ese asunto concerniente al problema de supervivencia, primero registra cómo
aumentó la explotación de petróleo y cómo incluso ese incremento lleva a la reactivación
de pozos, dice:
La cantidad de petróleo explotado dentro del mes de mayo montó a 285.500,53 toneladas o
sea un aumento de 12.435,20 toneladas sobre la del mes anterior.-
Producción
Abril Mayo Aumento en toneladas
V.O.C. 182.316,56 190.475,84 8.159,28
L.P.C. 61.895,23 63.658,38 1.763,15
V.G.O. 25.853,54 28.366,31 2.512,77
Total 270.065,33 282.500,53 12.435,20
Y agrega en una nota a pie del cuadro:
La Lago Petroleum Corp., va a abrir en los primeros días de junio unos pozos en el campo de
Punta Benítez por consiguiente su producción aumentará.- (ídem).
Y más adelante explica cuál es la causa de ese volumen mayor de crudo extraído
cuando afirma en base a su conocimiento de lo que ocurre en el exterior:
Es de notarse que la Gulf que venía exportando alrededor de 46.000 toneladas mensuales,
desde el mes pasado está exportando alrededor de 129.000 toneladas. Este aumento en la
exportación es debido a que han querido almacenar la mayor cantidad de petróleo
venezolano en los E.E.U.U. antes de que el nuevo impuesto entre en vigor.- (ídem).
No obstante esa recuperación, tampoco estaban boyantes (las empresas flotan y
marchan pero “hacen aguas” y tienen que achicar para no hundirse), porque ninguna de
las tres Compañías está realizando perforación alguna, lo que indica que las fuerzas endó-
genas y exógenas no eran suficientes para que la fase exploratoria fuese acompañada por
la fase taladradora, en la cual se ocupa mucha mano de obra 159.
Ante esa dinámica contractiva la reacción de las empresas fue sana:
LA V.O.C. está construyendo varias estaciones de bombear (Pumping Power).- La V.G.O.
tuvo que reparar una tubería de Cabimas a Pta. Benítez, en parte tuvieron que ponerla
nueva. La tubería estaba en muy malas condiciones, tuvieron que poner muchos obreros y
trabajar hasta de noche para poder terminarla a tiempo para bombear el petróleo que
tenían almacenado en Punta Benitez.- Están reparando la carretera Ambrosio a La Rosa.-
(ídem).
Lo interesante de todos estos sucesos es que el Campo petrolífero del Municipio
Cabimas ya forma parte integral de un mercado internacional y un mercado nacional, y

159
La proporción de los cerrados era excesivamente alta: La VOC tenía en producción 252, y cerrados pero
capaces de producir 115; la LPC en producción 72, capaces de producir pero cerrados 77; la VGO en
producción 54, cerrados 32, abandonados 17, muertos o llenos de arena 173.
124

por lo que se informa tiene una capacidad de respuesta para las necesidades de ambos
mercados, razón por la cual pasa a ser una pieza clave del tablero global de ajedrez de los
hidrocarburos, y es en ese sentido que, se puede considerar que el Campo petrolífero
Cabimas ha alcanzado en su proceso histórico un estado de madurez, su ciclo de
expansión ha alcanzado todo un espectro de nichos de mercado que le servirán de base
firme para seguir creciendo160. Ese mercado local-nacional-internacional va abarcando
nuevos territorios, incorporando más y más poblaciones que se abastecen de sus produc-
tos. La economía-mundo penetraba por todos los rincones de la Casa Tierra y cada uno de
los Campos petroleros del Estado Zulia formaba parte clave de esa estructura planetaria.
La Historia del Estado Zulia no está limitada a unas fronteras de lo local, es un proceso
más que nunca del campo de estudio de lo global, ese es su verdadero escenario y hacia
ese horizonte se debe apuntar la inquietud de las nuevas investigaciones.
El quid del problema bajo esos estímulos, ya no solo era mantener la producción al
alza, sino hacerlo con la misma nómina de personal e incluso con menos, es decir, elevar
la productividad por obrero, observación válida e incuestionable. No extraña, entonces, la
terca y obstinada insistencia de Velutini -que conoce la realidad de los campos petroleros
porque vive dentro de uno de ellos-, por crear un espacio de bienestar que estimule la
capacidad productiva del trabajador en estas instalaciones. Bajo sus constantes quejas,
logra que se le dé respuestas a los obreros, porque ese sector demandaba mejoras en sus
condiciones de vida para poder evolucionar y desarrollar sus destrezas y talentos propios
de esa actividad, es decir, para entrar con todo su potencial al proceso de maduración de
la Industria petrolera, porque del cuido de ese personal dependía de que fuera
competente la empresa, lo cual redunda en los record de productividad (necesarios para
cubrir los nichos de mercado que se van incorporando), de allí que Velutini cierre este
Informe con una “Nota” donde aparece su insistente y terco llamado: “Sería conveniente
llamarle la atención a La Lago Petroleum Corp. Por el mal estado en que se encuentran los
campamentos para obreros.-“ (ídem).
Con esa misma dirección, de reimpulso del espacio de bienestarcapitalista, Velutini
mantiene un seguimiento sobre las actividades médicas, en su Informe mide el número de
consultas que se dispensan. Incluyendo un dato muy importante, éste era el relativo a las

160
Estos aspectos de fondo y pergeñados de sentido son los que constituyen esta Historia del Estado Zulia,
lo que interesa es descubrir esos procesos en su dinámica, con sus ritmos y con sus perspectivas temporales
y espaciales, ese es el núcleo duro de la historia, más que los hechos relevantes, extraordinarios y muy
significativos, los cuales pertenecen a una capa menos profunda a pesar de tener el valor de crucial,
fundamental, esencial, trascendente e incluso el valor de determinante. Lo valioso de este trabajo reside en
esos logros donde la metodología y la teoría ofrece una nueva temática, nuevos sujetos, otro tipo de
protagonismos y una inmersión en problemas de fondo (historia crítica que debe llegar hasta la lógica que
alienta a la Formación histórica), donde se toma conciencia de los fenómenos y estructuras que reúnen los
componentes de los procesos históricos en permanente cambio y renovación, y por encima de todo su
posibilidad de transformación de algo inédito para crear un nuevo estadio o nueva era de desarrollo.
125

mujeres e hijos de los obreros que son atendidos por la cobertura de salud de una de
estas corporaciones, lo que nos puede indicar un interés de esta empresa por cooptar a
los obreros más competentes (esta es la tendencia valorativa-progresista), al ofrecer
mejores condiciones de trabajo. Otro asunto interesante en el que se centra Velutini es el
de una mayor seguridad laboral para el obrero, de allí que incluya la cifra por accidentes
en el área de trabajo. En su relación capta todos esos aspectos:
ACTIVIDADES MEDICAS.
V.O.C.: Empleados extranjeros… 52 consultas i 3 accidentes menores; Empleados
mensuales… 3 consultas; Obreros… 184 consultas i 16 accidentes menores; Mujeres e hijos
de los obreros… 30 consultas. Total de consultas… 269, total de accidentes menores… 19.
L.P.C.: Empleados extranjeros… 56 consultas; Obreros… 126 consultas y 27 accidentes
menores. Total de consultas… 181, total de accidentes menores… 27.
V-G.O.: Obreros… 13 accidentes menores i 1 accidente mayor, obrero enviado al hospital de
Maracaibo con contusiones en el cuerpo i en la cabeza.- (ídem).
Mediante esa defensa de los intereses del trabajador venezolano ante sus rivales
nacidos en otros países, Velutini se mantiene no solo incisivo con su cantinela, sino que
muestra las dos áreas y sub-áreas que deben ser objeto de conquista por los nuestros:
PERSONAL.
Empleados por Obreros
sueldo mensual
V.O.C.
Extranjeros 36 15
Venezolanos 12 359
Antillanos i chinos 3 11
Total 51 385
L.P.C.
Extranjeros 88* 19
Extranjeros 3**
Venezolanos 9 552
Antillanos i chinos 7 53
Total 107 624
V.G.O.
Extranjeros 35
Venezolanos 291
Antillanos i chinos 15
Total 35 306
* Pagados en dollars. ** Pagados en Bs (ídem).

La información facilita ubicar “los lugares” más favorables para lograr la incorpora-
ción de empleados u obreros venezolanos en sustitución de los forasteros, por ejemplo,
126

en la L.P.C. trabajaban 3 empleados extranjeros pagados en bolívares, 7 empleados


antillanos y chinos, y 53 obreros “antillanos i chinos”, ese tramo quedaba en el punto de
diana. En otras palabras, la política de la venezolanización -o Política Velutini- podía
aspirar no solo a los puestos ocupados por antillanos y chinos, sino también a esos pues-
tos ocupados por 19 obreros extranjeros que cobraban en dólares, era todo un salto hacia
adelante que marcaba el inspector al mejorar su exposición de los datos estadísticos sobre
el personal. La capitalización de la mano de obra para convertirla en una fuerza
intelectual, es decir, en parte de una sociedad del conocimiento (logosfera), requería un
cambio del paradigma pensamental e n juego, el grupo staff es poco permeable ante esa
demanda, el equipo del Ministerio de Minas, por lo contrario, reimpulsa cada vez en
nuevos niveles esa fortaleza, busca con avidez la autoestima del obrero como protago-
nista de ese emprendimiento corporativo, desde los peones hasta los altos ejecutivos
debía formarse un equipo imbatible, para librar batallas en EL TABLERO frente a los diver-
sos carteles petroleros que están en un despegue arrollador de expansión planetaria.
No era solo altruismo lo que movía a estos profesionales como Velutini, Zuloaga,
Torres o Egaña, o a estadistas como Vicencio Pérez Soto161, además de esa virtud tenían
también la perspicacia de percibir cómo funcionan los motores de la economía, ellos
observaron de un modo directo la desmotivación de un operario tratado como sabandija y
concluyeron que obtendrían mayores y mejores frutos de su trabajo si se les reconocía su
capacidad laboral tratándolos como gente, es decir, creándoles un espacio humanizado
donde obtuviesen bienestar, reconocimiento y valoración. No era un asunto solo de
humanismo, era en realidad toda una política laboral que podría tener un alto impacto
positivo en la producción, esa política debía desplazar la que imperaba en la gestión
administrativa corporativa, caracterizada por un pragmatismo extremo162.
La presencia de la Cabimas petrolífera en Venezuela, entonces, no se restringía a
ser un simple proveedor y abastecedor de productos refinados, sino que también era la de
161
Vicencio Pérez Soto es el Gobernador de esta entidad, en otra sección de este libro se presentará el
testimonio de este personaje de la historia zuliana.
162
La concepción del obrero como fuerza de trabajo le deshumaniza, y le convierte en una pieza más del
aparato productivo, por lo contrario, reconocer en el trabajador la existencia de una fuerza intelectual y
emocional, obliga a mejorar sus condiciones de vida e incluso a incrementar sus ingresos salariales, lo que
redunda en una tasa superior de rendimiento que alcanza la más alta cota de su capacidad laboral, es decir,
se incorpora al individuo en el proceso productivo desarrollando todo su potencial. Considerarlo una pieza
es reducirlo a la condición infrahumana a que estaba sometido bajo el régimen esclavista, condición
insostenible en un contexto de una economía de mercado donde el reino de la mercancía crea una sociedad
de consumo. En los mercados de venta de esclavos, los libros contables los asentaban como piezas. Bajo un
contexto de modernidad y progreso, la mentalidad propia de este estadio histórico rechaza como retró-
grado el someter a hombres y mujeres trabajadores a condiciones de piezas de una maquinaria compleja (la
planta) en movimiento, de allí que Velutini, Zuloaga, Calvani, y Pérez Soto se negasen a conciliar con esas
políticas laborales desfasadas que imperaba en las compañías, esos venezolanos de avanzada vivían más a
tono con la nueva época y el nuevo siglo donde el fordismo es solo un paso en esa dirección, el capitalismo
estaba aún lejos de alcanzar su edad de madurez y esto ha traído más conflictos de los que era de esperar.
127

proyectarse al plano nacional como una zona en Venezuela, en donde se intentaba crear
un estado de bienestar propio de una sociedad avanzada, es decir un lugar donde se podía
desarrollar una nueva cultura, esta vez basada en una actividad industrial de punta, como
era la petrolera. Una visión científica de la realidad integral era lo que movía a una parte
de la élite venezolana que preconizaba el modernismo y el progreso, y que actuaba en
cónsono con ese Proyecto de desarrollo, dentro de esa perspectiva avanzaban guiados
por la lógica del sistema en su mejor tendencia -la valorativa del trabajador- hacia una
sociedad no solo más justa y más productiva, sino que sobre todo sería una sociedad
superior al irse transformando en lo esencial en una sociedad que tuviese por guía rectora
el atributo del conocimiento, tal era en el fondo lo que subyacía al Proyecto de desarrollo
impulsado por esa élite progresista venezolana que estamos dando a conocer en este
trabajo163. Al siglo XX se le abrieron diferentes caminos, los resultados finales dependían
de esa selección, el camino elegido determinaría los logros históricos producto de esa
crucial decisión, uno de esos caminos sería la de invertir capital en la clase trabajadora, lo
que podría permitir al país dotar a las empresas venezolanas con una fuerza de trabajo
dotada de atributos cualitativos sin rival en el mundo.
Experimento sobre energía térmica
Cabimas 8 de julio de 1932. El Informe Mensual que lleva esa fecha señala los
records que van obteniendo las empresas petroleras, en otras palabras, los resultados de
la rivalidad entre ellas:
Entre mayo y junio la cantidad de petróleo explotado aumentó en este campo petrolífero en
un monto de 6.601,766 toneladas, el aumento de uno al otro mes de la Lago Petroleum
Corporation fue de 6.002,582 toneladas y de la Venezuela Gulf Oil de 4.868,291 toneladas,
es decir, 10.870,873 toneladas, pero en el mismo tiempo la Venezuelan Oil Company
disminuyó su producción en 4.269,107 toneladas. La V.O.C. iba en primer lugar con

163
Por supuesto dentro de ese proyecto (de impulsar a Venezuela a un estadio superior) persistirían
contradicciones insalvables, las cuales tendrían su propia dialéctica autodestructiva, esa condición
indeseable e incómoda nos lleva a reflexionar aún más profundamente y tener un sueño que nos aliente a
seguir adelante, donde la opción no es quedarnos con lo menos peor. Pensamos que debemos romper en
nuestro intelecto con esa idea de que después del capitalismo sobreviene el socialismo y finalmente el
comunismo, somos del criterio de que el capitalismo muestra muchísimas nuevas facetas que no existían en
la época de Karl Marx y Federico Engels, sobre esa inmensa y poderosa fuerza de enormes avances de
distinto signo que están en marcha, suponemos que se pueden construir otros tipos de sociedades, donde el
Kapital no juega el papel central. El resultado de esa transformación resultaría en distintas formaciones
históricas deseables e inéditas que han de aparecer en el planeta, es decir, en sociedades probables. En
síntesis, los enormes avances científicos, tecnológicos, culturales, económicos que están creando un mundo
nuevo no solo tiende aceleradamente a dejar atrás al capitalismo y al socialismo real existente, sino que
crea una poderosa necesidad de colocar la política sobre esa plataforma emergente, para reorganizar las
sociedades, donde según las características de cada país e incluso lugar surgirán nuevas fórmulas para
impulsar el Proyecto vida (que supera al mismo humanismo, el cual coloca al hombre como el centro del
todo, es decir, como un Dios) emergiendo formaciones históricas sanas y amables que pondrán el cuidado
de todos los seres animados e inanimados como el paradigma supremo.
128

190.475,840 toneladas en mayo, La Lago le seguía el mismo mes con 63.658,380 toneladas y
en último lugar la V.G.O. con 28.366,310 toneladas (I.M: 8 Jul. 1932).
Esos resultados colocaban a la compañía La Lago en ascenso, lo cual era un signo
anti depresivo, y en el caso de la compañía La Gulf su avance fue tan notable que no
queda duda de que con ese record reducía los costes por barril de un modo significativo,
logrando acortar así las distancias con sus rivales. No obstante al salirse del plano de lo
relativo, es la Venezuelan Oil Concessions la gran empresa imbatible en esa contienda.
Valga recordar que La VOC era también la que ofrecía mejores servicios médicos y mayor
seguridad en el área de trabajo, cubría incluso al grupo familiar del obrero en el área de la
salud.
En “Exportacion”, la situación de La Lago se ubica en el orden de las 52 mil
toneladas en petróleo crudo, La Gulf llegó a las 50 mil toneladas, mientras que la V.O.C.
andaba por las 182 mil toneladas, es decir que ni sumando lo obtenido por las dos
primeras empresas se alcanzaba la producción boyante de la V.O.C. Y en lo que
corresponde a la exportación de gasolina, la V.O.C. colocó 735 toneladas, La Lago 106
toneladas y la V.G.O. marcó 0 (cero) toneladas. Pero en lo que respecta a “Petroleo en
existencia para el 1° de julio, 7 a.m.” es La Lago la que ostenta una reserva en el orden de
las 45 mil toneladas -en los tanques de La Rosa y de Ambrosio-, contra las 24 mil toneladas
de la V.O.C. y 15 mil de la V.G.O. -en los tanques de Cabimas y Punta Benítez-. Como es
notorio por esas cifras, las relaciones mensuales del inspector permiten conocer los
lugares que ocupan las compañías en este Campo de Cabimas, es decir, el éxito y los
records alcanzado por cada una, aspectos estos que inciden en su capacidad de expansión,
es decir en la de ganar espacio económico a favor de sus intereses particulares.
Por otro lado la Refinería de La Lago no solo destiló más toneladas de petróleo que
La Gulf -10 mil toneladas contra casi tres mil-, sino que obtuvo en sus operaciones
insecticidas y un producto nuevo, la trementina (derivados que se podían convertir en la
creación de mercados transfronterizos si intervenía el Estado venezolano en esas
inversiones para aprovechar esa hermosa oportunidad de incorporarse en el Gran
Negocio). Además, gracias a su refinería, La Lago embarcó productos refinados -Gasolina,
Kerosene y Gas Oil- para los siguientes puertos de la República de Venezuela: Maracaibo,
La Guaira, Pto. Cabello, Motatán, Encontrados, El Vigía, La Rosa (44 mil toneladas de
gasolina, 1 de kerosene y 15 de Gas Oi), Pto. Gutiérrez, La Vela de Coro, Pto. Piritú,
Barcelona, Cumaná, Rio Caribe, San Félix, Ciudad Bolívar, Colón, Carupano. Estos datos
como es obvio muestran la boyante expansión que en el mercado nacional viene ganando
esa corporación en ese rubro de productos con valor agregado.
Pero la competencia entre estas empresas no solo se puede apreciar con esos
datos que retratan su rivalidad, sino también se puede captar, con el tiempo dedicado a
actividades experimentales, donde interviene la ciencia y la tecnología, en ese sentido La
129

Lago comunicó al Inspector Técnico de Hidrocarburos del Estado Zulia que iba a realizar un
experimento “para obtener la energía térmica del gas húmedo y seco en la planta de
absorción N° 3”, información que este Despacho traspasa a su Inspector de Campo,
Velutini, en Cabimas, mediante el telegrama N° 42, ordenándole que “presencié los
experimentos realizados por el señor Wallace, Ingeniero Petrolero de la Lago Petroleum
Corp.” (ídem). En consecuencia Velutini participa en aquel evento de carácter tecno-
científico, pero no lo hace como invitado de palo, sino como un activo profesional de alto
perfil, de tal modo que en su Informe dice: “Oportunamente le envié los datos obtenidos.
Los cálculos para obtener la energía térmica fueron efectuados separadamente por el
señor Wallace y por mí”. Existía por lo visto un personal venezolano que por su alta
calificación podía hacer viable la idea de invertir capital venezolano en la siembra de la
renta petrolera en el Gran negocio de los hidrocarburos, para lograr con esas decisiones
de alto perfil realizar un Proyecto de desarrollo que colocase a Venezuela en los mapas
del mundo como un país competitivo.
La inclusión de C. A. Velutini en ese experimento no era como un simple observa-
dor, su capacidad para realizar los cálculos matemáticos de esa prueba en la que se pre-
tendía obtener la cantidad de calorías sobre metro cúbico de gas húmedo y seco de la
Planta de Absorción seleccionada, pone en evidencia que Velutini debía ser un graduado
universitario en Ingeniería civil, y que se actualizaba permanentemente en lo que
corresponde a la actividad petrolera (asomando con e se interés en convertirse en un
ingeniero petrolero). Wallace y Velutini realizan tres cálculos en la L.P.C. y lo comparan
con dos cálculos realizados en la V.G.O.
Con ese experimento pudieron conocer la energía térmica de:
1 tonelada de petróleo de Cabimas de La Lago tiene la misma energía térmica que (…) 1.100
metros cúbicos del gas en referencia, ó 1 metro cúbico del gas de Cabimas (L.P.C. húmedo)
[corresponde a] 0,0000909 toneladas del petróleo en referencia. Y para el gas seco (L.P.C.)
0.000881, y para el gas de la V.G.O. el factor equivalente a 1 metro cúbico de gas es
0,000871 toneladas métricas de petróleo.- (ídem).
Lo cual hace patente cómo en el Campo petrolífero de Cabimas se realizaban
estudios de investigación y desarrollo, es decir, una actividad de alto nivel profesional,
aspecto que revela el grado de madurez de la Industria petrolera en este Municipio, en el
cual la base humana de ese experimento fue tanto Mister Wallace como Ingeniero
petrolero de la empresa, como de Velutini como Inspector de Campo por parte del
gobierno. Ese grado de madurez observado indica que esa Industria podía desempeñarse
con eficacia y eficiencia en cualquier área, es decir, en exploración, perforación,
producción, refinación, distribución, así como en administración y gerencia, y más aún en
los aspectos técnicos, tecnológicos y científicos, todo lo cual le otorgaba un background
que se traducía en un proceso de expansión en todas direcciones. Ese logro es lo que se
130

conoce como una industria integrada, y es lo que todas las empresas venezolanas deben
alcanzar, para posesionarse del mercado interior y lanzarse a ganar espacios en el
exterior. En una palabra las empresas son exitosas cuando se observa en ellas que su
expansión territorial avanza sin pausa y sin descanso, la expansión es un atributo
que se debe tener en la mira cuando se pone en movimiento al capital, porque
corresponde a inherentemente a sus ciclos. De allí la importancia para nuestro estudios
históricos de que se constate, que los derivados de la empresa La Lago estuviesen
cubriendo desde Maracaibo a los Andes, al Centro, al Oriente y a Ciudad Bolívar, porque
esto indica que se estaba creando/fundando un mercado interior exitoso y transformador
de la estructura económica nacional. La expansión también tomará otra forma que se
tratará a continuación en el ítem sobre las Expediciones.
Esa capacidad de eficacia y de miras puesta de manifiesto, quiere decir que, los
recursos humanos que poseían estas compañías estaban alcanzando un gran valor en el
mercado laboral de los hidrocarburos, porque los superintendentes, los gerentes, los
administradores, sus auxiliares y asistentes, y el personal obrero están imbuidos por ese
ambiente de integralidad y eso incide sobre su capitalización como recurso humano, de
allí que Velutini vele por las condiciones laborales y por los servicios asistenciales que se
les prestan a todos, es decir, por crearles un espacio humanizado, cuidando de esta
manera que ese capital no se deteriore, de allí su interés por las “Actividades medicas”
que desde el mes anterior mide con el número de consultas y por la cobertura a las
familiares inmediatos, es incluida en sus informes de un modo insistente y martillante. El
fuete de Velutini hace avanzar el caballo de la historia a galope tendido. Su estadística
tiene ese sentido, no es ociosa, burocrática, ni mucho menos complaciente con los
capitalistas foráneos, es una serie de cifras que ofrecen un conocimiento útil y clarividente
para alcanzar un nuevo estadio en la industria petrolera:
V.O.C. Consultas empleados extranjeros… 14; Consulta empleados mensual, pagados en
Bs 164 … 30; Consultas de obreros… 124; Consultas esposas e hijos de obreros… 42;
Accidentes menores… 8.
L.P.C. Consultas 163; Accidentes 24.
V.G.O. Esta compañía según me ha notificado no llevan record de las consultas.-
Accidentes 11 (ídem).
La V.O.C. quedaba constituida en un modelo a emular, porque su número de
accidentes era muy bajo, cubría a esposas e hijos de los obreros, y estaba en el rango
superior del número de consultas. Velutini deja con su observación objetiva y rigurosa de
la realidad sin argumentos a La Lago y a La Gulf, las cifras indicaban palpablemente que
dejaban mucho que desear ambas empresas en el área de salud y de seguridad, en

164
El Informe abrevia la expresión “pagados en bolívares”. Ese mes hubieron treinta consultas de los
empleados pagados en bolívares.
131

consecuencia, era insoslayable que debían cuidar a su personal, en otras palabras, les
coloca como una meta inobjetable su modernización y puesta al día en estos aspectos.
Esas corporaciones debían trabajar en Venezuela con los mismos estándares de vida que
ofrecían a su personal en sus países de origen, debían asumir el siglo veinte en este país
que les concedía concesiones para obtener esa materia prima tan valiosa.
Nuestro Inspector de Campo también mantiene, de un modo consecuente y perse-
verante, su lucha por conquistar para los obreros un hábitat adecuado:
Los campamentos de obreros de la Lago Petroleum Corp. Se encuentran en muy mal
estado y todavía no han hecho ninguna clase de reparaciones. Los pisos de tierra, por
consiguiente muchas ratas. En resumen estos campamentos se encuentran muy
antihigiénico.- (ídem)
De esa lucha, es obvio, dependía que la Cabimas petrolífera se convirtiese en un
núcleo urbano modelo, sin asimetrías extremas entre los grupos residenciales del emplea-
do extranjero, del empleado que gana en bolívares y del obrero venezolano, lo que no
necesariamente debiera tener por resultado un igualitarismo habitacional, pero si unas
condiciones humanas encomiables para todos sus habitantes, porque había un sector
social que cohabitaba con las ratas en viviendas en muy mal estado, lo cual les degradaba
a subhumanos. Tal hecho era inaceptable, porque era perentorio lograr la identificación
plena del obrero con aquella actividad económica fundamental para el futuro de la
Nación. Velutini, se puede decir, intentaba realizar en su jurisdicción un experimento
social, para poner al servicio de la sociedad venezolana la energía humana obrera y la del
resto de esa sociedad corporativa, es probable que Mister Wallace en el fondo consi-
derase legítimo ese objetivo político de su colega investigador, de allí que le invitase a
participar en ese experimento sobre energía térmica, mediante el cual se mostraba que
era posible hacer converger intereses comunes en pro de un mayor desarrollo.
Expedición a la Concesión Barco
El poder de estas Corporaciones había alcanzado a demostrarse con el aguante
que demostraban ante diferentes tipos de acometida: Una fue la de los agricultores en
alianza con los criadores de ganado y con los obreros petroleros; otras las que soportaron
el rigor de las devastadoras fuerzas de la naturaleza; además estaba, la rémora del
desempleo que se abatió sobre la zona, resultado de una multitud que se abalanzó sobre
el Campo Costanero Bolívar en busca de trabajo mejor remunerado y de servicios como el
de salud y vivienda; también hay que agregar los pavorosos incendios en las instalaciones
industriales; está además, la rivalidad de sus homólogas; peor aún fue el contexto de la
Gran Depresión en marcha que se propagaba por todo el planeta y causaba crisis en los
mercados de consumo de petróleo; por otra parte el gobierno daba vueltas de tuerca,
para aumentar sus ingresos rentísticos; y en especial estaban los desafíos de los
Inspectores de Campo quienes les exigen múltiples adelantos en todos los renglones, es
132

decir, en el cuido, mejora y renovación tecnológica de las instalaciones y de las


operaciones, además, de unas condiciones laborales humanizadas, y principalmente de un
proceso administrativo cada vez más avanzado, puntual y exacto. Todas esas adversidades
y desafíos constituyeron para estas empresas un proceso de maduración intenso, era una
experiencia histórica que dejaba entrever que, quien negociara con los hidrocarburos en
este siglo XX tendría garantizado su futuro corporativo si desarrollaba sus fortalezas y
aprovechaba las oportunidades. La Santísima Trinidad Corporativa que hacía presencia en
el municipio Cabimas daba muestras de esa vitalidad a toda prueba, salía una y otra vez
indemne ante las acometidas y desafíos a las que se veía sometida, y si tal vez tuvo un
latiguillo que la aleccionó en la dirección acertada, fue precisamente el que le descargó
Velutini con sus visitas, donde éste les hacía observaciones pertinentes, para que estas
empresas calificaran como avanzadas165. El fuetazo Velutini echo al galope la bestia por
estas sabanas zulianas.
Velutini registra en su Informe del 8 de Agosto de 1932 esa capacidad reactiva de
este grupo que trabajaba en su jurisdicción:
La cantidad de petróleo explotada durante el mes de julio montó a 311.212,84 toneladas o
sea un aumento de 22.110,54 toneladas sobre el mes anterior.
Compañía Junio Julio Aumento o disminución
V.O.C. 6.206,73 194.859,70 Más 8.652,97 toneladas
L.P.C. 69.660,97 68.706,02 Menos 954,95 “
V.G.O. 33.234,60 47.647,12 Más 14.412,52 “
Total 289.102,30 311.212,84 Más 22.110,54 “ (I.M: 8 Ago. 1932).
Y de ese aumento de las tres empresas, de 22 mil toneladas se establece que 14
mil las produjo la corporación que hemos calificado con en un estado precario -La Gulf-; y
la que produjo menos, según el Informe de Velutini: “La L.P.C. abrió otros pozos más en el
campo de Pta. Benitez, aumentando la producción de ese campo a 100.724 barriles
durante el mes de julio” (ídem).
De tal modo que se descubre otro aspecto determinante, para explicar la capaci-
dad de supervivencia de estas empresas: Como éstas llevan a cabo múltiples tareas como
las prospectivas, perforadoras, almacenadoras, transportistas, distribuidoras, refinadoras,
constructivas, abastecedoras, proveedoras, exportadoras, importadoras, investigativas y
de desarrollo, son empresas que impulsan una alta capacidad organizacional, lo cual
determina su capacidad para de soportar pruebas dificilísimas, es decir, para resistir,
contener, contrarrestar y salir avante ante las contingencias. Del mismo modo hay que
valorar analíticamente el recurso que explota, el cual se califica por cientos de miles de

165
Las Compañías marcharán durante el siglo veinte en esa dirección que les marcaba Velutini (y compañía:
Zuloaga, Egaña, Torres, Pérez Soto serán sus compañeros de aventura), el obrero petrolero adquirirá un alto
estatus socio-económico-cultural que empujará a esas empresas a obtener un grado alto de eficacia.
133

toneladas, las cuales convertidas en monedas dan montos en dólares y bolívares cuantio-
sos, es decir, verdaderos caudales, porque esas toneladas de crudo y gas se convierten en
gasolina y otros refinos de valor considerable en un mercado Noratlántico ávido de
energía combustible y de insumos industriales, pudiéndose percatar que el empleo de
todos esos productos empieza a abrir una caja de pandora, mediante la cual se diferencia
el siglo XX de toda la historia de la humanidad, por su secuela de consecuencias infinitas.
Es así como el otro factor que puede explicar la capacidad de superar todas esas aciagas
pruebas, una tras otra, y salir indemnes y triunfantes, es la inmensa capacidad de extraer
hidrocarburos en esa excepcional e histórica Formación La Rosa o Campo Costanero
Bolívar, dicho de otro modo, las Tres divinidades corporativas tienen por asiento clave a la
Costa Oriental del Lago en su sentido más lato, es decir, desde Cabimas (en 1917 la V.O.C.
alcanza el éxito con el pozo Sta. Bárbara-1 o R-2 ) hasta la población de San Lorenzo (su
refinería se funda en 1917 ), a la que hay que agregar la Costa del Este, todo ese enorme
territorio bien se pudiese asociar en el imaginario con un Dorado Zuliano.
La cantidad y la calidad que requiriese el Gran consumidor, podía ser satisfecho por
esta Zona Geológica de La Rosa, de tal modo que si en esas latitudes se requería de algún
tipo de crudo muy específico, solo bastaba solicitarlo, porque esta porción cuenta con un
abanico de crudos que satisface demandas muy específicas, Dice Velutini a su jefe: “Según
me han informado la Standard de New Jersey necesita petróleo liviano y parece que ese
es el motivo de abrir esos pozos [en Cabimas], como también va a aumentar la produc-
ción de Cumarebo.-“ (ídem)166.
Las Petroleras en Cabimas almacenan crudo, precisamente, para responder a esas
demandas contingentes y/o coyunturales, es decir, existe una estrategia para reaccionar
con eficacia tanto si aumenta la demanda como si disminuye. En caso de un incremento
de la demanda están en capacidad de incorporar al tráfico exportador los miles de tonela-
das que se les asignen como cuotas. Según la relación de Velutini, la V.O.C. dispone en
Cabimas 194.859,970 toneladas de petróleo crudo almacenado, la L.P.C. tiene 68.706,02
toneladas, y la V.G.O. cuenta con 47.647,21 toneladas. De allí que esas tres compañías que
exportan petróleo crudo y gasolina, realizan cálculos prolijos, en el que el aforamiento
toma en cuenta el petróleo acumulado en los tanques de almacenamiento como en: los
tanques de las divisiones, en los tanques de mezclar, así como los de flujo, el que está en
las tuberías. Por lo cual el “Petroleo en existencia para el 1° de agosto, 7 a.m.” en la V.O.C.
es de 34.099,873, en la L.P.C. es de 44.792,338, y en la V.G.O. era de 105.585,11 (ídem).
Velutini también vela por la producción de gas, y mide tanto el producido como el
consumido, así como el que le mortifica, esto es, el “Gas arrojado a la atmósfera (…) Total
[de la sumatoria del gas arrojado al aire por las tres empresas] 54.502,97 toneladas”

166
Tal vez este hecho explique por qué Velutini es enviado al Estado Falcón más adelante, dejando a
Cabimas en manos de un nuevo Inspector de Campo.
134

(ídem). Así mismo indica la gasolina natural que elabora la V.O.C. y la L.P.C., 1.242.864
litros la primera, y 177.485 litros la segunda.
Pero no terminan allí las sorpresas sobre la dinámica superviviente de estos Con-
sorcios petroleros del área cabimeña, a pesar de que la V.O.C. tiene en producción 234
pozos y cerrados 244, la L.P.C. 70 pozos en producción y 145 pozos cerrados, y la V.G.O. 87
en producción y 173 pozos cerrados (debido a la Gran Depresión), no solo respondían con
éxito a la demanda externa de un modo inmediato -reabriendo los pozos de flujo natural y
recurriendo a los tanques de almacenamiento-, sino que también cubrían las demandas
nacionales con creces. Durante el mes de julio el área cabimeña envía gasolina, kerosene,
destilado, Gas Oil, Naphta y Combustible, hacia los puertos de Maracaibo, La Guaira, Pto.
Cabello, Motatán, Encontrados, Cumarebo, Higuerote, La Rosa, Carirubana, Adícora, La
Vela de Coro, Puerto Piritú, Barcelona, Cumaná y Porlamar. Cubriendo de nuevo los que
ya abastecía con otros puntos que iba incluyendo en su lista de consumidores en su
proceso de expansión mercantil. También consumía estos refinados dentro de la misma
Compañía, así como exportaba crudo a Aruba (y no solo a Curaçao). No todas las facetas
de las crisis económica eran desoladoras, habían reacciones esperanzadoras que levan-
taban el ánimo de aquellas gentes responsables de mantener lo más activas posibles
aquellas instalaciones industriales.
Pero aún falta la sorpresa mayor de estas sobrevivientes, porque a pesar de no
tener ninguna de estas Compañías durante este mes pasado perforación ninguna -como
consta en el Informe-, una de ellas desde Cabimas va a emprender una novedosa
actividad, la operación que van a llevar a cabo es inédita e histórica, Velutini la narra:
EXPEDICION DE LA GULF A LA CONCESION BARCO EN COLOMBIA
La V.G.O. envió una expedición compuesta del Jefe de Transportación de dicha compañía y
del Jefe de transportación de la Gulf en esta, llevaron tres lanchas de gasolina, una con la
provisión, otra con combustible y la otra para los pasajeros. Tuvieron que regresar porque
encontraron un árbol grandisimo atravezado en el Catatumbo. Parece que esa Compañía
pienza mandar algunas maquinarias etc de aquí para Colombia.- (ídem).
En otras palabras, una acción conjunta de la Gulf del Estado Zulia, la Gulf de
Cabimas y la Gulf Neogranadina asumía una operación de transporte buscando una ruta
binacional, la cual respondía a una estrategia sobre el uso de sus recursos de la manera
más racional posible. Si en estos campos había equipos ociosos, entonces, trasladando
algunas de esas maquinarias subutilizada hacia aquella concesión se restablecería su
capacidad productiva en provecho de la corporación, aún cuando se perdieran esos
activos en Venezuela. Esa operación orientada a buscar la ruta más económica para
proveer de “equipo” a la Concesión Barco, es una prueba contundente del grado de
madurez alcanzado en la Industria petrolera de Cabimas y por analogía de la del Estado
Zulia, ese frente petrolero estaba en la capacidad de realizar esa audaz operación como es
135

la de preparar y organizar una expedición hacia un territorio extranacional por rutas


selváticas y vías fluviales casi vírgenes. Ese operativo, por supuesto, también incidía como
un factor contrarrestante de los efectos negativos de la Gran Crisis.
En el Informe del 8 de noviembre de 1932, Velutini narra la preparación de una
nueva expedición de gran envergadura, esta se dirigiría al sur del lago y a otros territorios,
dice:
A fines de noviembre saldrá una expedición compuesta de varios geólogos, ingenieros y
expertos en sismografía. Esta expedición que envía La Lago Petroleum Corp. van a explorar
la costa sur del Lago de Maracaibo y otras regiones. En Cabimas están arreglando unas
gabarras y lanchas para la expedición que durará alrededor de ocho meses.- (I.M: 8 Nov.
1932).
Y con respecto a la Expedición hacia la Concesión Barco ofrece noticia: “La V.G.O.
envió otro cargamento de materiales de perforación para Colombia.” (ídem). Lo que
quiere decir que habían regresado a cumplir con la misión de estudiar esa ruta por el río
Catatumbo, y en esta ocasión lo lograron, de tal modo que ya empleaban esa arteria para
remitir equipos con ese destino, siendo éste el segundo cargamento despachado.
No obstante, también hay noticias descorazonadoras, en el Informe del 8 de
octubre pasado, se informa que “la L.P.C. terminó de desmontar las casas de habitación
en el Campamento de La Rosa.-“ (I.M: 8 Oct. 1932).
La Lago mostró, que no siempre la racionalidad económica va acompañada de
medidas que se puedan considerar como de ética social, con esa operación de desmontar
parte de lo que ya era una Cabimas petrolífera -el arrasar con el Campamento de La Rosa-,
avanza hacia una absurda inopia, al destruir esos preciados bienes tan necesarios para las
familias de la zona, es decir, para el patrimonio municipal de la ciudad de Cabimas.
Velutini deja registro de ese hecho y no lo acompaña de un comentario, porque sobre esa
decisión debía pesar razones de Estado y, por lo tanto, se debía tragar duro y no protestar
la medida, pero como Galileo, Velutini si bien acató de nuevo el voto de silencio tácito que
se le imponía como subalterno, no obstante por lo menos dejo constancia para la historia
de ese absurdo y demencial suceso. Recordemos que esas casas eran de los empleados
mensuales que ganan su sueldo en bolívares, es decir, no eran aquellas viviendas con
pisos de tierra y muchas ratas, sino residencias modernas equipadas con ciertos lujos y
comodidades propias de un espacio de bienestar y de confort.
El Informe también da a conocer lo siguiente:
El Dr Nor Mathews médico de la V.O.C. en Cabimas fue enviado al Cubo. El Dr Filinto
Urdaneta quien estaba en El Cubo y actualmente está de vacaciones pasará a esta. Mientras
dure las vacaciones del Dr Urdaneta, estará al frente del Dptto Médico en esta el Dr Hasland
(I.M: 8 Ago. 1932) (ídem).
136

Se entiende, por deducción, que parte del personal extranjero que ganaba en
dólares eran estos médicos, pero también permite enterarse que esa área no estaba
vedada a los médicos venezolanos, como Filinto Urdaneta, quien curiosamente escogió
como lugar de descanso a Cabimas durante su período vacacional -tal vez para abrir en
ese lugar consultas privadas y obtener así algunos ingresos adicionales durante su asueto-.
Esa decisión del Doctor Filinto nos revela, además, como la Cabimas petrolífera ya era un
centro de atracción, incluso para los profesionales, razón por la cual tal vez el Doctor
Velutini se identificara tanto con la Cabimas tradicional como con la Cabimas petrolífera,
durante estos años que permaneció en este lugar, población donde él era apreciado y
querido por todos por ser un excelente ciudadano que dejó para el Zulia el valioso legado
de su testimonio y de su sindéresis.
Falta ahora registrar como hecho histórico la expansión hacia adentro, es decir, la
que se refiere a la cualificación tecno-laboral y el desarrollo intelectual del operario
petrolero nacido en el país 167. Los avances de la política de venezolanización del personal,
o política Velutini obtienen un resultado de gran relevancia que permite esta “otra”
expansión, la cual a continuación será descrita. Toda la exposición que hasta ahora en este
capítulo se ha plasmado en estas páginas, tiene por finalidad la de llegar al siguiente ítem
de enorme significación histórica y de orgullo y beneplácito patrio. El ciclo de expansión
externa trae por resultado una expansión internalizada en la existencia de quienes laboran
en esa industria petrolera168, un nuevo ser asoma de esa transformación, es un nuevo
venezolano.
Perforadores venezolanos
El 8 de octubre de 1932 Velutini rinde de nuevo su reglamentario Informe
Mensual, en esta ocasión indica que estuvo fuera del Campo, dice:
El 18 de septiembre me encargué de nuevo de esta Inspectoría de Campo, habiendo
permanecido desde el 13 de agosto hasta el 16 de septiembre, al frente de la Inspectoría
Técnica en Maracaibo durante la ausencia del Dr Salas. Motivo éste, por el cual no envié el
informe correspondiente al mes de agosto (I.M: 8 Oct. 1932).
Velutini estuvo durante ese tiempo en Maracaibo, donde queda al frente del
Despacho como encargado de la inspectoría general. Ese mes de su estadía en la capital
fue negativo para la producción de su Campo, porque disminuyó la producción, y las tres
Compañías se fueron a la baja. No obstante, tanto la V.O.C. como la V.G.O. le anuncian al
167
Este es un fenómeno cada vez más marcado que avanza hacia su punto de inflexión histórica, de allí que
la Expansión sea asumida como un ciclo fundamental en lo que se está sometiendo a análisis.
168
Sondear el fenómeno humano es una tarea que no se debe obviar, porque es lo que justifica la reflexión
histórica en un estadio superior, esto es a un nivel intelectual-filosófico como saber que va más allá de la
reflexión científica. La historia debe llegar a registrar los cambios antropológicos del ser humano como
protagonista de la evolución histórica y de la cultural, de lo contrario, no tiene ningún sentido crítico esta
búsqueda de conocimiento como sabiduría, porque lo esencial es el hombre como constructor de lo real de
su época.
137

Inspector de Campo que ambas reactivarán la perforación, lo cual era una gran noticia en
aquel tiempo de incertidumbre. A esa buena noticia se sumaba otro buen evento, la L.P.C.
concluía una nueva instalación que aumentaba la capacidad de su complejo de plantas
interconectadas, lo que permitiría aprovechar más toneladas de gas, disminuyendo así los
volúmenes de su desperdicio. Además, la “V.O.C. está construyendo la Punping Power N°
8 y ya hicieron la estación de bomba de barro para los pozos que van a perforar”, la
“L.P.G. [está] Trabajando en la instalación de los compresores” y la “V.G.O. puso una
tubería de 2” desde la Refinería al muelle.-“ (ídem), es decir, el sector de la construcción
estaba activo, poniendo así a circular el capital, lo que obviamente redunda en efectos
multiplicador beneficiosos para la economía.
Ese ritmo de trabajo provoca una decisión histórica relevante, la L.P.C. elabora un
proyecto de vivienda para los obreros, y lo expone en la sede de la Compañía en
Maracaibo, con ese proyecto ingenieril se pretende construir las casas que vendrían a
sustituir a las antihigiénicas en las cuales vive ese personal. Tal proyecto muestra un
cambio de mentalidad a nivel de la empresa, cambio que Velutini ha estado promocio-
nando desde que llegó a esa jurisdicción político-territorial. El proceso de maduración
alcanzaba con ese enorme paso nuevas cotas.
Otra noticia promisora fue:
He sido informado por el Superintendente de la V.O.C. que esa Compañía vá a empezar a
perforar de nuevo en el transcurso del presente mes de octubre. En el nuevo programa de
perforación tienen ya demarcadas 34 locaciones, pero por ahora van a taladrar 14. Todavía
no han decidido, si al terminar de perforar esos 14 pozos, continuar con los otros 20 ó
trasladar los perforadores a Lagunillas y perforar en ese campo (ídem).
Velutini en vista de su conocimiento directo del Campo, es decir, de sus visitas a las
oficinas, del trato con el personal a todos los niveles, de sus visitas a las instalaciones en
el terreno, de su estadía durante algunas semanas en la sede de Maracaibo, de su
conocimiento de lo que sucedía, por ejemplo, en el Congreso norteamericano o en la sede
principal de la Standard of New Jersey, desarrolló una febril actividad, consistente en
levantar el inventario de pozo por pozo de cada una de las tres Compañías en su
jurisdicción, tarea gigantesca, clasificando los pozos por varios ítems: si estaban en
producción o si estaban cerrados, e indicando en cada caso específicamente cual era su
estado específico, donde incluyó no solo lo que convencionalmente ya acostumbraba, sino
que introdujo nuevas variantes, además, fue totalizando los pozos que se ubicaban en
cada uno de esos casos y al final realizó la sumatoria del “Total de los pozos en el
programa de producción” a los cuales sumó los pozos cerrados por diferentes causas,
obteniendo así el “Gran total de pozos” por Compañía. Incluso determinó el lugar donde
estaban ubicados los pozos, esto es, los que están en la “Parcela Unidad, P.B.”, Punta
Benitez, Tia Juana, Ambrosio, La Rosa, así lo hizo con la V.O.C. y con la L.P.C.; y en el caso
138

de la V.G.O. señala los que están en: la “Rod-IV”, Superior, Michigan, Huron, Unidad-Erie,
Tia Juana y Rod. V. Tan febril actividad desarrollada por Velutini debió tener por finalidad
la de lograr una actualización pormenorizada del más mínimo movimiento de la actividad
extractiva, de tal modo de poder incorporar a ese mapa cualquier logro de los programas
de producción que iban a poner en marcha las Compañías. Ese importante trabajo lo
colocó en la sección de su Informe con el título de “Estado de los pozos para el 1° de
Octubre 7 A.M.” (ídem).
Todo apuntaba a una nueva fase de perforación -expansión en el locus municipal-,
en la cual los recursos humanos (con los que se contaban para llevarla a ejecución) debían
ser de nuevo evaluados, porque la cesantía generalizada había llevado a prescindir del
servicio de un numeroso personal, lo que trajo por consecuencia los movimientos de su
personal activo hacia diferentes puntos del Estado Zulia donde se requería su eventual
presencia. Ante la baja del número de perforadores, estos operarios calificados debían
ahora atender no solo las necesidades del campo en que habían sido asignados, sino que
también debían desplazarse hacia otros campos donde se requería de su servicio
especializado. Es en esa situación y en esas circunstancias, en la que podían ocurrir
ascensos dentro del personal obrero, es decir, pasar de auxiliares o asistentes de
perforación a perforadores, y fue lo que ocurrió cuando se hizo necesaria la evaluación del
recurso humano que se había estado formando en el proceso de trabajo. Velutini le da la
Gran Noticia a su jefe el Doctor Salas, le cuenta:
La V.G.O. también va a perforar, por ahora, van a taladrar el pozo N° Superior 11 y según
me han informado los perforadores serán venezolanos. De manera que este será el primer
pozo perforado por perforadores venezolanos (ídem).
El tremendo brinco había finalmente ocurrido, los obreros venezolanos habían
ocupado una posición que en exclusiva estaba en las manos de los obreros extranjeros
que ganaban sus salarios en dólares, ese nicho laboral había sido finalmente abierto para
los nacidos en el país, ya no solo se disputaban los puestos de los negros antillanos (se
utiliza esta locución porque es la empleada en aquellos años en los papeles oficiales),
chinos y de otras nacionalidades, sino que ahora los obreros especializados que eran
importados por los Consorcios petroleros también eran prescindibles. Las circunstancias
hicieron posible ese salto, la industria petrolera en Venezuela entraba en un nuevo
estadio, el país contaba cada vez más con recursos humanos para desempeñarse a
cualquier nivel en ese sector económico de la actividad extractiva y otras…. El frente
petrolero que impulsaba y arengaba Velutini había obtenido en el terreno de los
acontecimientos un gran logro, había incursionado al interior de las fronteras de las
empresas en puntos críticos. Esto también pertenecía al fenómeno de la expansión, en
consecuencia una nueva frontera se había derrumbado. Velutini estaba consciente de que
era un hecho histórico sustancial, decía en su Informe: “De manera que este será el primer
139

pozo perforado por perforadores venezolanos” (ídem), es decir, nada le estaba vedado
ahora a los nacidos en el país en lo que corresponde a esa industria avanzada, moderna y
de punta como es la de hidrocarburos.
El duro batallar de Velutini estaba alcanzando sus grandes objetivos, su interés por
convertir el bracero venezolano en un obrero altamente calificado era ya un hecho. La
conversión del cazador-obrero en el polo distal, es decir, en obrero moderno se había
consumado169. Y las empresas parece que también lo comprendieron, aquellas casas con
suelos de tierra, donde se alojaba al trabajador como un subhumano que debía coexistir
con las ratas, debían ser derribadas y en su lugar se debía construir un Campo para los
obreros con “piso de concreto” como las de Pueblo Nuevo, pero sin techos de paja y
demás incomodidades que allí se vivían (I.M: 8 Mayo 1936). Los obreros empezaban por
esta vía estrecha y todavía muy limitada a ingresar en el espacio humanizado, tal era el
proyecto que se fue configurando gracias a las quejas que llevaban los obreros a la
pequeña oficina de Carlos Alberto Velutini cuando arribó al Frente petrolero de Cabimas,
o gracias a los ochenta que fundaron la Sociedad de Mutuo Auxilio de Obreros Petroleros,
así como por las Relaciones que presentaba nuestro Inspector de Campo en sus informes
correspondientes al Municipio Cabimas, lugar donde su testimonio llegó a tener un gran
peso en los acontecimientos que se sucedían, también fue posible, y en esto se ha de ser
justo, a las decisiones de algunos gerentes de las empresas que empezaron a percibir que
contratar venezolanos de gran experiencia -los cuales eran pagados en bolívares-, era más
rentable que traer personal de sus países de origen pagados en dólares. La Política Velutini
sea como sea estaba dando resultados, y la actividad petrolera ahora contaba con
perforadores venezolanos y esto era trascendente, novedoso e inédito, y ese hecho
histórico fue registrado para la posteridad con cuatro fotografías (ordenadas por el
Inspector de Campo, para dejar imágenes de ese importante suceso), y en una de ellas se
tiene la fortuna para la memoria histórica de que aparezcan los tres primeros perforado-
res venezolanos en compañía del Dr. Carlos Alberto Velutini.
La expansión hacia adentro efectuada como cualificación humana iniciaba su
ascenso histórico. El bracero como figura dominante del siglo diecinueve, por fin empeza-
ba a quedar atrás al ser reconocido como obrero del siglo veinte, el jornalero es sustituido
por el asalariado, una vieja relación social de producción es suplantada por una poderosa
relación social de producción, este cambio debió asustar mucho a los gomecistas de chopo

169
La marcha de la historia avanzaba de modo indetenible con estos hechos cismáticos. Una modesta
capitalización de la masa trabajadora dio origen a estos cambios prometedores de mayores conquistas si se
avanzaba por ese camino. La política de hacer descender los ingresos de las clases trabajadoras responde,
por lo contrario, a una feroz competencia que se realiza a mano armada entre delincuentes y sus indefensas
víctimas, el abaratamiento de la mano de obra se debe operar con eficiencia laboral o maquinaria, lo cual
conlleva a un ingreso superior obtenido por el obrero que no disminuye la tasa de incremento de la ganancia.
.
140

y pedernal, el espacio del atraso era violado por la modernidad. Parejo a ese avance
tecno-humano, marchaba también en paralelo el adelanto tecnológico que iba alcanzando
nuevos estadios. Velutini lo tiene presente y se esmera al presentarlo ante Su Superior, el
Doctor Salas, escribe:
La L.P.C. terminó de montar su nueva instalación de gas. Desde este mes pasarán por la
Planta de Absorción alrededor de 5.000 toneladas de gas que viene siendo mas o menos 7
veces más de lo que venía pasando por dicha planta (I.M: 8 Oct. 1932) .
Es decir una verdadera revolución en el procesamiento de ese recurso, era siete
veces más lo que ahora se procesaba, donde al final del circuito se venía a obtener gas
seco para utilizarlo como combustible y gas comprimido a 350 libras para elevar el resto
del gas que se va a utilizar como gas lift. Y ese logro traía efectos multiplicadores
beneficiosos en otras áreas, la riqueza crecía en vez de menguar, la crisis retrocedía
aunque fuese de modo relativo. En esa operación el gas se lleva a 350 libras de presión
para ser utilizado como Gas Lift en los pozos de producción, modalidad que se emplea
para extraer mayor porcentaje de crudo del subsuelo y, además ese lift, puede ser
utilizado como combustible. Esa revolución en este sentido era una vigorosa ola
expansiva, para insuflar resultados promisorios en aquella actividad explotadora.
Y en lo que respecta al parámetro de “Refinerías” las empresas continuaban
operando sin tregua en el mercado interno, nicho económico que abarcaba el
abastecimiento de todas las poblaciones de la franja costero-montañosa venezolana, es
decir, desde Maracaibo a La Vela de Coro, de ésta hasta Carúpano y Barcelona, y desde
Maracaibo a la costa este del Lago de Maracaibo hasta los Andes venezolanos. La relación
de ese comercio de cabotaje incluye los siguientes destinos: Maracaibo, La Guaira, Puerto
Cabello, Motatán, Encontrados, La Rosa, La Vela de Coro, Cumarebo, Dabajuro, Adícora,
Carirubana, Cumaná, Carúpano, Río Caribe, Los Puertos de Altagracia, El Vigía, Porlamar y
Barcelona -hay una cobertura de nuevos puntos-. Tal era el mercado nacional proveído
desde Cabimas, con la peculiaridad de que, por ejemplo, La Guaira abastecía el consumo
de Caracas, así como Motatán al Estado Trujillo y El Vigía al Estado Mérida, proveyendo de
esta manera el occidente, centro y oriente del país con gasolina, kerosene, gas oil y
petróleo combustible. También se atendía indirectamente el mercado antillano el cual se
abastecía a través de la isla de Aruba y a Curazao. La expansión como fenómeno histórico
era todo un ciclo del proceso mercantil en marcha, no se puede perder de vista, entonces,
como va a actuar como fuerza histórica. Este ciclo histórico es de sobra interesante y
apasionante, es un ciclo muy dinámico y transformador, que se viene analizando desde
diferentes dimensiones (alejándonos con este criterio de la historiografía habitual).
En cuanto al petróleo crudo y la gasolina estos dos productos eran proveídos
mediante la exportación con las flotas de vapores-tanqueros propios de cada empresa. El
negocio petrolero utilizaba, por lo visto, un empleo intensivo de la mano de obra, una
141

tecnología cada vez más avanzada, la obtención de nuevas concesiones petroleras que
resultasen en prometedoras fuente de materia prima en gran volumen, nuevas estrate-
gias empresariales más racionales y objetivas, y la conquista, ampliación e intensificación
de la explotación de nichos de venta para sus productos. Las empresas, debido a esas
múltiples tareas, estaban cada vez más y mejor organizadas para alcanzar sus objetivos y
fines, y para ello contaba con suficientes fondos de capital para sus inversiones, la
expansión era su Cruz de Mayo para navegar sin perder su rumbo en el océano de la
rentabilidad capitalista incluso bajo la Gran Crisis.
Durante esos tres intensos años que viene reseñando el testimonio de C. A.
Velutini, se fueron dando saltos cada vez más cualificados, hasta obtener en ese proceso
de maduración creciente, al fin una Industria petrolera de alto perfil que caracterizaría al
siglo XX venezolano. En conclusión en tres años (1930/1932) se desarrolla una serie de
ciclos que se repiten una y otra vez a lo largo de todo esa memorable centuria,
modificando y animando todo a su paso mediante una espiral cada vez más amplia. Cada
uno de esos ciclos nos descubre diversos asuntos, como el de los aspectos de la naturaleza
humana que subyace a los hechos históricos (La Sospecha), revela fuerzas económicas-
sociales subterráneas (Las Fuerzas Devastadoras), pone en evidencia mecanismos que
actúan en los cambios trascendentes (La Transición), muestra como se objetiva-
materializa-concretiza nuevas realidades (Ciudades petrolíferas), registra la actividad
lúdica que media entre las élites dirigentes (El Tablero), y resalta ese carácter expansivo
como un fenómeno majestuoso digno de nuestra total atención (La Expansión). En todos
esos ciclos que se ponen en movimiento dentro de los períodos históricos que engloban el
proceso histórico, actúa como un destacado protagonista nuestro personaje-testigo, el
Doctor Carlos Alberto Velutini. Con el señalamiento de los ciclos persistentes se tiene un
mirador para entender lo que ocurre en esos cien años de hacer caminos para esa activi-
dad que es de “importancia tan capital para los intereses nacionales” como lo expresará el
General Isaías Medina Angarita cuando era el presidente de la República de Venezuela 170.
Velutini para el año 1933 es trasladado para el frente de Coro y su cargo en
Cabimas es ocupado por un nuevo funcionario, pero él dejo a las cosechadoras petroleras
en una escala más alta de donde las consiguió. Ese mismo proceso ocurría en todos los
Campos petroleros del Zulia con mayor o menor intensidad. Y en todos esos Campos los
ciclos históricos fueron semejantes a los de Cabimas. En todos se empezó con una
sospecha de que se pudiese hallar un venero de petróleo de enjundia (Capitulo I), en
todos esos campos las empresas se fortalecieron enfrentando enormes fuerzas devasta-
doras (Capítulo II), en todos ocurrió esa sorprendente catarsis mediante la cual se opera

170
“Cuatro Años de Democracia”, Pensamiento Vivo C. A., Editores, Caracas (176 pp.). Página citada: 78.
Libro escrito por el presidente derrocado por un golpe de estado, es decir, Isaías Medina Angarita. Ese texto
lo redactó entre el año de 1945 a 1946.
142

una histórica transición que opera en diferentes órdenes (Capítulo III), en todos un
proceso de transformación indetenible da origen a núcleos urbanos petrolíferos como un
tercer ámbito para el desarrollo y evolución del hombre (Capítulo IV), en todos se
desarrolla una experiencia colosal entre los actores sociales mediante las célebres partidas
que libran en el tablero de ajedrez (Capítulo V), en todos se liberan ondas de expansión
que borran las fronteras de lo local y lo existencial (Capítulo VI), y en todos esos campos el
impacto de la Revolución Petrolera se escucha a muchas leguas de esta vasta región
tempo-espacial, lo cual empuja cada vez más lejano al horizonte que se debe alcanzar en
función de un desarrollo de nuevo signo (Capítulo VII).
Este Informe del 8 de Oct. De 1932 se cierra con unas líneas finales, donde se
registra el alborozo que le produjo a Velutini y a Salas el Gran logro, es decir, de que
nuestros trabajadores logren colocarse al frente de la perforación de pozos, y eso no era
solo el resultado de una rica experiencia laboral, sino que también era un indicio de una
gran transformación tecnológica y administrativa operada en la Industria petrolera
aguijoneada por la Gran Depresión, todos dentro de ese macro-fenómeno habían
cambiado durante ese trienio, es decir, pasaron de 70 libras de presión a 350 libras de
compresión, y de ese modo contaban con la energía y la fuerza para modernizar aún más
las instalaciones en todas sus áreas de operaciones, incluyendo el proyecto de dotar a los
trabajadores con un Campo habitacional acorde con el nivel de excelencia que debían
venir adquiriendo en lo adelante. El paisaje petrolero se urbaniza pero además también se
va humanizando, empezaba por lo tanto una nueva época no exenta de sorpresas, porque
las Compañías de cuando en vez y de vez en cuando perdieron la chaveta y esa tendencia
necesaria era ralentizada, desviada, frenada, estancada o retrogradada. El espacio de
bienestar en ampliación ejercía la misma función que las zanjas denominada cortafuegos,
el asunto es que la política Velutini hizo reaccionar a algunos, pero no a todos, de allí que
al no otorgarle la continuidad debida a esa política de confort que se habían ganado como
un derecho inalienable los trabajadores petroleros, se fueron acumulando gases tóxicos
en la Zona Petrolera, y a finales de 1935 la implosión social sacudió al mundo local (se
declararon entre otros paros tres huelgas petroleras como son las de Mene Grande,
Lagunillas y Cabimas) y esa onda se expandió sin tomar respiro hasta 1937 donde alcanzó
su máxima expresión. No obstante ese enorme bache en el curso histórico del Estado Zulia
durante el siglo XX, no es ese el único impacto de relevancia, otros impactos de diferente
signo sacudirán a esa centuria implosiva. Y es en esos impactos donde lo que aquí
acontecía produjo un sacudón de proporciones avasallantes y estremecedoras a todo el
país y a su nación, el Zulia fue el epicentro de ese cataclismo creador que se expandió en
ráfagas renovadoras por la República de Venezuela en ese siglo controversial en el cual se
143

forjó -logro antropológico- el venezolano actual171. El ciclo de expansión transformó las


estructuras económicas del país, dando origen a la economía de mercado capitalista
propiamente dicho, ese hecho fundamental trajo, precisamente, como resultado en un
brevísimo tiempo ese cambio antropológico que vive el habitante de Venezuela, la
tradición socio-cultural preexistente es arrasada en gran medida por esa vertiginosa
fuerza innovativa. La historia del Estado Zulia esta signada por estos fenómenos que
revolucionan los modos de vida como desiderátum de la transformación de los modos de
producción, como los cambios no tocaron fondo la nación quedó en estado de suspen-
sión de esa dialéctica, es decir, quedó flotando sin un piso firme entre una y otra realidad,
el logro fue parcial, porque entonces aparece una república de contrastes, donde una
sociedad no terminó de morir y otra no terminó de nacer, es decir, se generan desarrollos
no totalizantes, no se alcanzó la síntesis. La represión de las fuerzas productivas del Zulia,
que limitaron el desarrollo de sus potenciales, colocó un lastre sobre el salto que
Venezuela intentó realizar durante el siglo veinte. Para esta entidad político-territorial ese
controversial hecho condenó a esta región a cien años de soledad, porque fue sometida al
más imperdonable abandono, al hacerlo esa decisión cambió todo el curso ascendente de
la historia nacional.

171
Lo más resaltante de este ciclo de expansión, desde el punto de vista histórico, es que la colocación de
los derivados petroleros producidos en la entidad zuliana en las distintas regiones venezolanas,
materializaron una estructura económica que satisfacía las necesidades de un sinfín de poblaciones que iban
desde las ciudades más importantes hasta las aldeas más insignificantes regadas por todo el territorio
nacional, creando de este modo con ese amplio espectro poblacional el primer mercado capitalista
propiamente dicho del proceso histórico venezolano, en otras palabras, ese proceso expansivo trajo como
resultado la aparición de una economía de mercado que transforma a Venezuela en un país moderno. Ese
hecho de enorme trascendencia, fue impulsado por ciudades petrolíferas radicadas en el Estado Zulia como
Cabimas, Lagunillas, Mene Grande, Bachaquero, Casigua-El Cubo, La Concepción, La Paz y Maracaibo, y su
trascendencia nos remite al desarrollo de lo que se pudiera denominar como neocapitalismo, puesto que
“en el siglo XX el capitalismo vive una nueva etapa” la cual se sintió en Venezuela con toda su contundencia
debido a que la “industria petrolera es plenamente representativa del capitalismo contemporáneo” (Mieres,
Op. Cit: pp. 28, 35). Ese autor, Francisco Mieres, destaca en su libro el hecho de que el mercado interno de
derivados de hidrocarburos ocupa un rango de importancia económica bastante más alto de lo que
habitualmente se le asigna.
144

CAPÍTULO VII

EL IMPACTO

El Pozo Superior N° 11: Narciso, Lino y Julio.

Cabimas, 8 de octubre de 1932.


Ciudadano Inspector Técnico de Hidrocarburos,
Maracaibo.
Tengo el honor de remitir a Ud el informe mensual reglamentario de las actividades de este
campo petrolífero, correspondiente al mes de octubre pasado.- (I.M: 8 Oct. 1932).
De ese modo empieza Velutini todos sus Informes, a excepción del primero que
lleva el nombre del destinatario, esto es, el Doctor Guillermo Zuloaga. En estos últimos
reportes de su gestión la Introducción empieza con una relación, donde se compara lo que
produjeron cada una de las compañías en el mes que acababa de pasar, en el mes de
octubre -el que presentamos- Velutini da razón de lo que ha acontecido con lo que es la
novedad noticiosa del momento en estos campos, es decir, la responsabilidad que han
asumido tres obreros venezolanos de encargarse de taladrar el pozo Superior N° 11,
señala:
El pozo Superior N° 11 de la Venezuela Gulf Oil Co., lo empezaron a taladrar el 28 de
octubre. Este pozo es el que están perforando los taladradores venezolanos, hasta la fecha
no han tenido inconveniente alguno. He sido informado por el Superintendente de La Gulf
que la perforación marcha muy bien y que hasta el momento están muy satisfechos del
trabajo. Con frecuencia visito ese pozo. Adjunto le envío varias fotografías de los
perforadores.- (ídem).
En las fotografías aludidas los tres perforadores lucen cada uno un buen sombrero,
están además bien trajeados, es decir, lucen pantalones y camisas de moda, inclusive se
observa unos buenos cinturones y llaveros al cinto, calzan zapatos de cuero relucientes.
Uno de ellos es bastante joven, es un mozalbete, el otro es de una edad mediana, y el más
notable es el de edad madura, sus apelativos son: Narciso Lugo, Lino Marcano y Julio
Marín, el primero, Narciso, es el que parece que dirige o coordina el grupo, el segundo a
bordo puede ser el de edad mediana, que creemos reconocer en Lino, y el joven que
destaca por lo alto sería Julio. Estos tres aparecen en la primera fotografía con el
Superintendente de la Gulf en Cabimas, Mister Cadell, y detrás de ellos figuran como unos
siete operarios; en otra toma realizada en el mismo sitio que la anterior aparecen de
nuevo Narciso, Lino y Julio de pie y junto a ellos Velutini sentado en una tubería, Velutini
en esta foto luce como un hombre de edad madura, su semblante es el de un hombre
serio, experimentado y bonachón. En la tercera toma, está todo el equipo de trabajadores
en torno a la fosa del taladro y se observa la base del pozo, donde aparece una rampa y
una escalinata para ascender a ese nivel, y en un primer plano se ve una ruma de tubos.
145

Las notas que acompañan estas fotografías están manuscritas por el propio
Velutini, indica que Narciso, Lino y Julio son oriundos de Venezuela y nacidos en la Isla de
Margarita. El sitio seleccionado para esta sesión fotográfica fue el propio Pozo Superior
11, y la indumentaria hace suponer que todos fueron citados para este especial evento,
donde se recogía para la posteridad esas imágenes, es decir, para las páginas de la Historia
del Estado Zulia del Siglo XX.
La sospecha de que en Cabimas existían yacimientos de petróleo ya se había
despejado hace mucho tiempo, especialmente cuando en 1922 “El Reventón” -pozo de
Cabimas- removió hasta sus cimientos los ánimos de las empresas automotrices
norteamericanas, porque esta industria para continuar su ascenso vertiginoso en el
mercado requería de gasolina y lubricantes baratos, y éstos productos a su vez dependían
de un crudo abundante hasta la saciedad, cosa que ese pozo petrolero se encargó de
dilucidar con aquella impresionante fuente que estremeció las expectativas más
exigentes, porque con ese pozo -El Reventón172- se descubría el potencial extraordinario
de la Formación La Rosa y se erigía el colosal Campo Costanero Bolívar como prometedor
emporio de importancia mundial (“El Farol” pp. 14 y 15). El Reventón o El Chorro impactó
la economía norteamericana y le insufló el alma para transitar el siglo XX con éxito.
Hasta 1932 los operarios claves para extraer del subsuelo los hidrocarburos debían
ser importados por las Compañías, tal gasto pasó a ser superfluo a partir de ese año, el
sector de los trabajadores venezolanos ya se había calificado lo suficiente en nuestro lar
para sustituir con éxito al perforador extranjero. Velutini siempre tuvo clara esa meta
histórica, para él al trabajador venezolano solo había que darle la oportunidad de ir
escalando aquellos nichos del mercado de trabajo que ocupaban los extranjeros, de allí
que era indispensable que se les mejoraran sus condiciones de vida, tanto en su hábitat
como mediante los servicios de salud y trato humanizado. Tan interesado estaba Velutini
por esa masa laboral que llegó a proponer que los atributos del Inspector de Trabajo
pasasen a los Inspectores de Campo, para así velar por los intereses de esos obreros a
quienes en esta época de crisis se les aplicaban medidas injustas y no acordes con las
normas de los reglamentos de trabajo. Pues bien, la oportunidad diamantina se les
presentó a Narciso, Lino y Julio de encargarse de taladrar el Pozo Superior 11, donde la
evaluación del Superintendente de la Gulf de Cabimas les fue favorable. Ahora solo había
que esperar cómo terminaría esa histórica misión de la cual todos los involucrados en la
industria petrolera en esta entidad estaban pendientes.
En el informe del 8 de noviembre de 1932 se reporta que la:

172
Su equivalente es el denominado El Potrero, el cual registro el mismo volumen de petróleo diario. Este
otro pozo reventó en flujo en México, para la misma década (años veinte) en el que el precio de los
destilados tendía hacia su alza, amenazando al sector industrial más dinámico del siglo, el automotriz.
146

V.G.O. Empezaron a taladrar el pozo Superior 11 el 28 de octubre. Para el primero de


noviembre a las 7 a.m. tenía 360 pies de profundidad173 y habían puesto la columna de
tubos de 12 ½ pulgadas. Este pozo es el que está perforando los taladradores venezolanos.-
(I.M: 8 Nov. 1932).
La Venezuela Gulf Oil Company -V.G.O.- tenía varias cadenas de pozos, las cuales
identificaba una por una con un nombre: Rodríguez IV, Superior, Michigan, Huron, Unity
P.B., Erie, Tía Juana, Rodriguez V. La cadena Rodríguez IV estaba constituida por 165 pozos
-la más numerosa- y la Unity -en el otro extremo- por 1, el pozo de la Unity P.B. es
probable que estuviese en Punta Benitez (identificada con las siglas P.B.), la cadena
Superior constaba de 57 pozos. El Superior A-20 y A-24 es probable que estén localizados
en el Campo Ambrosio (A).
En el informe del 8 de diciembre de 1932 en el mismo ítem de “Perforacion” se
vuelve a tener noticia del Pozo Superior 11 y de los taladradores, se cuenta que:
V.G.C. El pozo Superior N° 11 lo terminaron de perforar el 14 de noviembre, no produjo
petróleo, el 30 del mismo mes lo pusieron a bombear y está produciendo 15 toneladas.- El
Superintendente de La Gulf me manifestó que estaban muy satisfechos de los perforadores
venezolanos, que durante la perforación no habían tenido inconvenientes algunos (I.M: 8
Dic. 1932).
Fueron 18 días que mantuvieron en vilo a un numeroso colectivo de la Zona
Petrolera y su entorno, la perforación fue dramática, al alcanzar el yacimiento el fondo
previsto, éste no produjo por flujo natural, y entonces se debió recurrir a las fuerzas
artificiales creadas por el hombre mediante la aplicación de la ciencia al área de la
producción, así que se hubo de esperar dieciséis días más para saber si había de
abandonarse ese pozo o si por lo contrario ¡entraba en producción!, y el resultado fue
exitoso desde ese 30 de noviembre al 8 de diciembre el Superior 11 empezó a producir, y
alcanza en esta categoría el rango de las quince toneladas. La noticia fue, entonces:
Positivo, el pozo se incorpora como activo a la cadena productiva. De tal modo que el
Superior 11 se agregó a la lista donde estaban los pozos de la categoría “Producción por
bombeo”: “Superior. 8-9-11-16-18-32-33-34-38-39-40-42-43-44-45.” El pozo Superior 11
pasaba a la historia de la mano de Narciso, Lino y Julio, y del hombre que nunca perdió su
fe en Cabimas y en los trabajadores venezolanos, el Inspector Velutini. La noticia sacudió
el mundo petrolero venezolano, el grado de madurez de esta industria apuntaba a
acceder paso a paso a todos los nichos de actividades ocupadas por los forasteros. La
venezolanización cobraba un nuevo sentido, la cualitativa, la cual es de alto impacto en
los procesos históricos claves que estaban en pleno desarrollo, aquel trío de perforadores
dejaban impresa una huella indeleble en nuestra nacionalidad. Ese espacio de exaltación

173
Si se convierten en metros se obtendría la cifra de 110 metros, es decir, un orificio vertical del largo de
una cuadra urbana.
147

lamentablemente creaba un fenómeno de bipolaridad indeseable, al alternar en el mismo


territorio geográfico la fuerza centrífuga de esos cambios anhelados con las fuerzas
centrípetas sostenida por los sátrapas del gomecismo en su peor versión. Estos últimos
crean espacios históricos ruines que propenden a degradar el ámbito histórico que
forcejeaba por construir un mundo deseable.
Espacio de la degradación: La Zona de tolerancia
Así como surgían hechos auspiciosos del espacio del bienestar (servicios de salud,
vivienda, agua, electricidad, vías de comunicación, mejoras laborales, etc.), gracias al
espacio del tener más (de tipo positivo), también irrumpían eventos desagradables que
constituyen un espacio de degradación. Porque otras mentalidades metían sus manos en
este plato de lentejas, es decir, mientras algunas gerencias promovían el derribo de las
viviendas antihigiénicas de los obreros para erigir un conjunto residencial más digno para
ese personal, otros destruían con los pies lo que se había hecho con buena voluntad y con
buen sentido del cuido humano (servicios de salud). Esto causó indignación en Velutini y lo
reporta de inmediato a Su Superior en su informe del 8 de diciembre de 1932, le dice: “Los
departamentos médicos de La L.P.C. y de La V.G.O. están muy mal organizados y los
médicos tratan rudamente a los obreros venezolanos.-“ (ídem).
Esa denuncia no era infundada, en el fondo de estos sucesos se puede percibir la
negligencia en la que incurrían algunas de estas empresas. Un caso que se puede abordar
está relacionado con flagelos como el del paludismo, con víctimas visibles, amanecían
tirados en las calles en las que morían por falta de asistencia. Si se conecta los casos de
paludismo que presenta la V.O.C. y la L.P.C. con las operaciones de sus refinerías, la planta
de La Lago produce 0,325 toneladas de insecticida, los cuales son consumidos por la
propia compañía, para un mejor control de plagas, y se obtiene a cambio de esa inversión
unos mejores resultados de salud; mientras eso hacia la L.P.C. la Venezuelan Oil
Concessions Limited no se toma la molestia de extraer insecticida del petróleo que
refinaba y el resultado era un más alto índice de enfermos de paludismo dentro de su
personal, superando así a los que tenía la empresa rival: La V.O.C. presentaba, para el 8 de
diciembre de 1932, treinta y dos casos de paludismo, mientras que la L.P.C. registraba 18
casos. La V.O.C no prevé los efectos multiplicadores negativos que incidían contra sus
intereses al no asumir también el control de plagas.
Esas fallas corporativas atentan contra los logros del espacio de bienestar, pero no
son las únicas, las fallas del régimen político imperante son de tal dimensión que llegan a
crear un espacio de degradación en grado superlativo, éste sarcoma aflora en la Zona
Petrolera con gran vigor, allí la gente de poder de las esferas gubernamentales, es decir,
los grandes jerarcas de la tiranía gomecista, que tipificamos como sátrapas, encuentran un
terreno propicio -extramuros- para una actividad empresarial perversa: El juego de envite
y azar, la venta de bebidas alcohólicas y el tráfico de mujeres destinadas a ejercer la
148

prostitución, toda esa parafernalia viciosa se abalanza sobre ese escenario, y lo que
fundan con esas alevosías es un gran negocio, es decir, una fuente de caudales crematís-
ticos de carácter extraordinario. También monopolizarán el expendio de algunos
productos (incluyendo la carne), elevando los precios de los mismos y afectando el nivel
de vida de los habitantes. Y con ese nuevo sector económico instalado en estos lugares,
aparece al lado del paludismo, la disentería y la anquilostomiasis como endemias natura-
les, una pandemia infectocontagiosa de enfermedades contraídas por las vías de las
relaciones sexuales, las cuales se esparcen en el personal petrolero que acude a los
servicios que esa industria viciosa ofrece en sus lupanares, esto es, las enfermedades
venéreas. En otras palabras, la fábrica de enfermedades de transmisión sexual se había
puesto en marcha, altos funcionarios políticos se dedican a la importación de mujeres de
diferentes países -incluyendo europeas-, quienes lamentablemente traen consigo cepas
de virus, bacterias, hongos y protozoarios de sus países de origen, y que con sus servicios
siembran esos organismos patógenos entre los hombres que acuden a sus atenciones
alegres. Combatir la prostitución era muy a contra-corriente, porque ante ese inmenso
volumen de riqueza fácil, donde estaban involucrados altos personeros del gobierno, ese
tráfico de feminas no tenía freno.
En el informe del 8 de noviembre de 1932 Velutini coloca en una lacónica lista de la
infamia tres de esas monstruosas cifras relacionadas con el estado de patologías, llama la
atención que solo la Venezuelan Oil Concessions Limited ofrece esa información de tan
trascendental importancia, cuando declara tener entre su personal enfermo a 16 casos de
paludismo, 5 casos de disentería y 12 casos de venéreas. Para ese entonces las tres
compañías ya sumaban un contingente de obreros del orden de 1.630 individuos, es decir
todo un mercado para las empresas de la degradación, lo cual no excluye al personal
extranjero profesional o altamente calificado y a los empleados mensuales bien fuesen
venezolanos, antillanos o chinos entre quienes hay también asiduos clientes para esos
servicios de placer, lo cual elevaba la cifra a 1.819 individuos.
Con un mercado de esas proporciones, los pronósticos son los de una industria del
vicio en crecimiento, a la cual se van sumando los vecinos de Cabimas, Ambrosio, Pueblo
Nuevo y La Rosa, en otras palabras, el espacio de la degradación se ensancha y se
intensifica, y las venéreas crean conjuntamente con los otros ambientes devaluados un
paisaje malsano como resultado de ese impacto de graves consecuencias sociales -éticas,
morales, políticas y culturales-. Espacio que facilita la reactivación de la política de
extranjerización del personal petrolero, que entra en vigor con las tres empresas, no solo
se contratan más antillanos y chinos sino que se incorpora también a los de otras
nacionalidades a la nomina de la empresa, buscando con esto contrarrestar la fuerza del
número y de la cohesión de la masa laboral venezolana, es decir, se les introduce unos
rivales para devastar su unidad. Tal estrategia es degradadora de la sensibilidad social y
149

degradadora de la política, quienes elaboraron semejante política eran tan corrompidos


como los dueños de los casinos y las casas de prostitución, atentaban incluso contra los
núcleos familiares del personal petrolero y del conglomerado vecinal. Es una historia con
dos aceras: la del espacio del bienestar y la del espacio de la degradación, el primero era
una región para el ascenso del hombre, de la sociedad y de la nación, y el segundo, lo era
para la caída del hombre, el descamino de la sociedad y la indignidad nacional. El impacto
se bifurca: El espacio del bienestar apuntaba al desarrollo de Venezuela, el espacio de la
degradación llevaba el germen de la subordinación a intereses personalistas e inmorales.
De ambos espacios irrumpe diecisiete años después de la estadía de Velutini en este lugar,
una Cabimas dislocada y desconcertada.
Velutini, por estos avatares y entresijos es un protagonista de extraordinaria
relevancia para la historia de Cabimas, y su testimonio es el registro luminoso de un
proceso histórico que conmocionó al Estado Zulia hasta sus cimientos durante el siglo XX,
porque es la Historia del Frente Petrolero que avanzó sobre esta entidad de un modo
indetenible generando un despegue económico y social de características exasperantes y
contradictorias, es una historia de espacios superpuestos y contrapuestos, y de tiempos
contraídos e intensos.
El impacto del espacio de la degradación creó una cultura petrolera de significado
negativo, la cual incidió negativamente sobre el proceso de cualificación del habitante de
las ciudades petrolíferas, quienes venían estableciendo hitos positivos. Como es obvio esa
otra cultura petrolera, que se pierde en lo trivial, frívolo, banal, vulgar, huero, superfluo,
insustancial, insignificante y sin sentido, atentaba contra el Proyecto de desarrollo que
venía evolucionando. Pero no todo estaba perdido, las reservas de ideas progresistas
estaba en la atmósfera intelectual de ese momento de altos impactos. Ya ido Velutini de
estos lares, aparecen nuevos protagonistas que tomarán el testigo del relevo de esa
carrera por llevar a Venezuela a nuevas alturas, llenas de importancia y de trascendencia,
para intentar echar al vuelo grandes ideas edificadoras de futuro.
El futuro inmediato, Cabimas 1949: Mario de Giovanni
De 1932 a 1949 es un corto trecho ¿Qué cambios en la fisonomía de la
constelación de poblaciones zulianas ocurrió en ese breve lapso de tiempo? Cabimas nos
ha de servir de referencia para ponderar el alcance que tuvo esa transformación. En el
mes de Febrero del año de 1949 se reproduce en el Ministerio de Fomento de Caracas un
impreso, éste versa sobre un “Sistema de Distribución de Gas en la Ciudad de Cabimas”. El
Anteproyecto propone la sustitución del uso del carbón vegetal y el querosén como
combustible doméstico, comercial e industrial por el gas. El texto, en cuestión, permite
conocer la Cabimas del año 1949, datos mediante los cuales se puede analizar y evaluar
qué tanto había progresado y modernizado esa ciudad para mediados del siglo veinte.
150

Cabimas como localidad es sectorizada en esa fuente escrita en una “Zona


Oriental” y una “Zona Central”, además, se mencionan tres de sus barrios, un poblado y
un campo petrolero (AMEMH: Anteproyecto “Sistema de Distribución de Gas en la Ciudad
de Cabimas”, Mario de Giovanni: p. 8). Tanto la zona central como la oriental constituyen -
según Mario de Giovanni- el perímetro de la ciudad de Cabimas (íbid: p. 3), en cuanto al
área residencial de Ambrosio, a esa sección la cataloga como un poblado (íbid: pp. 8 y 18),
y dos de los barrios que menciona son: Palito Blanco y La Vereda (íbid: p. 8), más adelante
incluirá el barrio denominado como Banco Obrero. Sobre los Campos petroleros,
menciona solo el de la Mene Grande Oil Company (ídem). Esa zonificación la utiliza el
anteproyecto para indicar dónde están ubicados las casas de familia, los comercios y la
industria, que van a ser servidos u alimentados por las “Lineas A, B, C y D” del sistema de
distribución de gas. Las partes de Cabimas que no van a recibir ese servicio quedan fuera
de esta descripción de su área urbana.
A esa descripción geo-urbana añade en prospectiva una información adicional, dice
de Giovanni:
Las mismas autoridades públicas van planeando la construcción de nuevos barrios y,
después del barrio Banco Obrero, recién terminado, se empezaran pronto nuevas obras.
Hay por tanto que prever una cantidad total de cerca de 4.000 casas entre pocos años (íbid:
p.3).
En la evaluación del proyectista de Giovanni, se lee: “[En el] estudio preliminar (…)
En efecto esta ciudad ha logrado un desarrollo de población muy notable, con buenos
recursos económicos” (íd. p. 1). Recursos mediante los cuales los particulares están
transformando sus chozas en viviendas modernas:
Las casas actualmente existentes en el perímetro de la ciudad de Cabimas son alrededor de
3.300. De estas más de la mitad son chozas de madera con techo de paja o de zinc; pero la
transformación de estas chozas en casas regulares de manposteria sigue aceleradamente.
Además están siendo construidas nuevas casas con ritmo acelerado (ídem) (Se mantienen
en la transcripción las grafías originales tal y como aparecen en el documento
[mampostería]).
La ciudad vecinal crecía, por un lado, mediante las obras públicas realizadas por el
gobierno o bien por la acción de las empresas petroleras, y por el otro lado, mediante la
acción privada de los particulares (donde la clase media empieza a cobrar presencia). Y
tanto los unos como los otros lo hacían introduciendo cambios cualitativos en las
151

condiciones de su hábitat174. Pero enmudece y causa estupor que Cabimas, para mediados
de siglo, aún sea la ciudad de los techos de paja175.
Mario de Giovanni ofrece una idea del trastrocamiento que él deseaba operar en
esa población (un impacto positivo) que vive un particular desarrollo, al incorporar a su
hábitat fuentes de energía de punta, dice en su anteproyecto:
Los combustibles actualmente usados en Cabimas son el carbón de leña y el kerosene.
Ambos combustibles son muy incómodos ya sea por el mal olor que difunden ya sea,
sobretodo, por el sucio que acompaña su combustión. Cuando se considere, además, que
las casas de Cabimas, en su mayoría, son pequeñísimos locales de construcción primitiva, sin
revestimiento de paredes, con pisos de tierra, etc., lo que no permite una adecuada
limpieza, se puede facilmente imaginar con cuanto gusto las familias adoptarían un
combustible tan simple y limpio como el gas natural (ídem).
Si se quiere hacer un balance del impacto de la economía petrolera sobre este
asentamiento durante el ciclo que va de 1894 a 1949, los resultados son desconcertantes,
el primero, es que Cabimas crece como una ciudad dislocada -oscila entre lo moderno y lo
primitivo-, donde el fenómeno urbano presenta por consecuencia distintas facetas pro-
pias de diferentes épocas. En una de las caras, por ejemplo, está aún la Cabimas de 1894 -
la de Amilcar, Eliodoro y Félix- cuando esta población era un pueblo rural de 1.651
habitantes, y disponía de un pequeño núcleo urbano en torno a La Plaza176, ahora en 1949
es una ciudad con un enorme perímetro urbano, que ha alcanzado ya las veinte mil almas
(Giovanni, op. cit: p. 1), es decir, la población se ha multiplicado por 12 en 55 años, ha
ocurrido, por tanto, un enorme salto demográfico producto de la Revolución petrolera.
Transformación que se manifestó mediante la extraordinaria inversiones de capitales por
parte de esas tres corporaciones internacionales, también mediante la acción del ejecuti-
vo en sus instancias locales, regionales y nacionales, y del aporte de los propietarios
particulares, lo que arrojó de que para el año de 1949 el número de casas alcanzase las
3.300 -según di Giovanni-, cuando en 1894 solo disponía de cuatrocientas viviendas
(Arocha, ídem), es decir, su núcleo geo-urbano había crecido 8 veces (fenómeno de gran
envergadura). Esa diáspora de barrios que va abarcando cada vez más territorio, es lo que
origina esa expansión de la Zona Central hacia lo que llegará a ser la Zona Oriental, onda
que va a multiplicar y diversificar al sector comercial e industrial, dando origen a lavande-
rías, moliendas, hoteles, restaurantes, bares, panaderías… (como describe Mario) adelan-

174
Tanto las Compañías como el Estado venezolano concibieron y ejecutaron las obras siguiendo criterios
urbanistas. De la formación de barrios espontáneos se pasó a la construcción de barrios planificados.
175
Además “Buena parte de las calles de Cabimas están sin pavimentar [sin una capa de asfalto], pero el
Gobierno del Estado ha empezado trabajos de pavimentación. Es preciso poner las tuberías antes de que
estas obras se adelanten, para evitar roturas de las calles” (íd. p. 9).
176
Diccionario de Historia y Geografía del Estado Zulia: Arocha, 1894: p. 21.
152

tos que van a diversificar el sector social, a tal grado que ha de aparecer una clase media-
sector social que introduce un mar de cambios en la sociedad local-.
No obstante, hay una faceta que persiste y ésta es la del atraso, que actúa sobre el
conjunto como un peso muerto, un lastre que entorpece no solo el desenvolvimiento
armónico y cohesionado de la sociedad, sino también a algo muy importante para la fase
capitalista, como es el de lograr la fortaleza del mercado local, es decir, el surgimiento de
grandes casas comerciales capaces de rivalizar con las de Maracaibo, impidiendo de este
modo que el dinero que llegaba a los habitantes de esta ciudad no se fugase a torrentes
hacia la capital del Estado Zulia, sino que se quedase en Cabimas, convirtiéndose en un
poderoso capital comercial dentro de la Zona Petrolera, y con ello la base óptima para
crear Bancos capaces de financiar actividades mercantiles, reproductivas -empresas agro-
pecuarias y fábricas citadinas- e inmobiliarias. Ese dislate importa, porque el predominio
de las actividades comerciales no son un buen pronóstico, puesto que hace de la pobla-
ción una ciudad capitalista solo desde la perspectiva del consumo, pero no así como una
ciudad capitalista dotada de un aparato reproductivo, con toda una batería de empresas
relacionadas con la manufacturación de mercancías.
Mario desmenuza una a una a las empresas del comercio e industria:
[En el comercio] Las lavanderías hoy existentes son tres (…) disponiendo de [gas]
combustible quizá aumentarían la potencialidad de sus instalaciones, pues ellas no alcanzan
a satisfacer las necesidades de la población (…) Las moliendas de café son cinco (…) [es]
posible [su] desarrollo [con el consumo de gas] (…) Entre hoteles, restaurantes y bares son
alrededor de 30 (…) Las panaderías son cuatro (íd. pp. 4 y 5). Por lo que se refiere a [la
industria] la situación es muy particular. Al presente existe un consumidor industrial muy
fuerte, la planta de hielo “El Toro”, que consume gas vendido por la V.O.C. (…) previsiones
de ensanchar la planta (…) No hay previsiones, por ahora, que puedan instalarse otras
industrias importantes en Cabimas ya por el alto precio de la mano de obra ya por la falta de
recursos naturales en las cercanías (… …) (íd. pp. 5 y 6).
Tal era el resultado pírrico obtenido de ese entorno económico consistente en un
importante Complejo industrial que contaba con la más avanzada tecnología productiva, y
de que su producción se aforara por miles de toneladas anuales, en síntesis, no era gran
cosa lo que se había adelantado si se compara con la Cabimas de 1894, la cual había
tenido relativamente significativos adelantos antes de que apareciese la explotación
petrolera, Arocha nos ofrece una visión de esa Cabimas tradicional:
Para 1894 Cabimas tenía (…) 8 comerciantes, 32 artesanos y 143 industriales 177 (…)
Establecimientos industriales: 1 bodega, 5 pulperías y 1 pesa de carne (…) De artes: una
carpintería (…) Posesiones: 9 hatos de ganado mayor y 11 de ganado menor (…) Plantíos:
106 de cocoteros, 1 de caña de azúcar con su trapiche y 2 de potreros (Arocha, op. cit:
ídem).
177
Carboneros, leñadores, pescadores, cazadores etc.
153

En conclusión el impacto había sido, si bien muy notable en el crecimiento urbano


y en su capacidad de movilizar dinero, pero no así en un esperable big bang178 que debía
operarse en su aparato productivo.
La ciudad de Cabimas, entonces, entre 1894 y 1949 erige un capitalismo trunco y
con rostro del siglo diecinueve: “al presente, las familias de Cabimas usan (…) carbón de
leña para cocinar, con un consumo promedio mensual de 6 sacos. El saco vale 5 Bs, así
que una familia para cocinar gasta 30 Bs por mes” (Giovanni: op. cit: p. 16 ). Si se distribuía
el gas por tuberías para pasar al siglo XX, ese esfuerzo, se justificaba porque el consumo
doméstico hasta 30 m3 179 mensuales tendría una tarifa de Bs. 8, y precios aún más bajos -
hasta diez veces menos- las gozaría el consumo comercial e industrial (ídem).
No solo compara Mario el gasto del gas con respecto al del carbón, también lo
hace con respecto a la electricidad:
La cuestión económica del pago de la instalación y de la cocina no sería un problema en este
medio que dispone, generalmente, de buenos recursos económicos. Por otra parte, no es un
competidor la energía eléctrica pues su costo (0,50 Bs/Kwh) es absolutamente prohibitivo
(íbid: pp. 3 y 4).
Total, las ventajas del gas, como una fuente de energía más limpia, más calorífica y
más económica180, determinan la viabilidad de la propuesta de colocar el gas a las puertas
del consumidor mediante tuberías. Pero puede haber incidido en los ánimos de los posi-
bles promotores, el que Cabimas fuese aún una ciudad con techos de paja.
Mario comenta que, en el futuro inmediato, no existe la expectativa de incluir
nuevas industrias relevantes como subscritores, señala que:
No hay previsiones, por ahora, que puedan instalarse otras industrias importantes en
Cabimas ya por el alto precio de la mano de obra ya por la falta de recursos naturales en las
cercanías (íbid: pp. 5 y 6).
Tal criterio es discutible, las reservas de mano de obra era altísima y, esto determi-
na, que otras escalas de salarios podían tener lugar en ese mercado laboral, y bajo el capi-
tal traer materias primas fuera del territorio no representaba ningún obstáculo insalvable,
además, la diversificación de los refinos ofrecía enormes posibilidades para constituir
nuevas y prósperas empresas dignas del siglo veinte -como ya se ha señalado y ejempli-

178
Término de la cosmología empleado para referirse a la gran explosión inicial que dio origen al universo.
179
“Cuando se hizo el anteproyecto de distribución de gas en esta ciudad [de Maracaibo] se compararon los
consumos de gas de algunas ciudades de Norte y Centro América llegando así a establecer un consumo
previsto en Maracaibo de 38 m3 al mes por consumidor doméstico” (ídem).
180
Pero la energía eléctrica para mediados de siglo seguía siendo un lujo, aún su proceso de generación no
contaba con grandes plantas industriales en nuestro medio, era -entonces- una mercancía suntuaria privile-
giada y limitada para el consumo de los más pudientes. Esto por supuesto entorpecía el desarrollo industrial
no-petrolero en esta entidad, y el desfase que se originaba con respecto a los países-potencia era abismal.
154

ficado con anterioridad181-, así como el mercado de alimentos creciente y sofisticado,


podía estimular el surgimiento de empresas agroindustriales y piscícolas-industriales
locales.
En resumen. La Cabimas que fabricaba carbón de leña entraba en retroceso y la
Cabimas consumidora de gas luchaba por abrirse paso, así como lo hizo el queroseno,
pero ese adelanto dependía de quienes tomaban decisiones en este municipio y, de
resultas que ese emprendimiento fuese aprobado y ejecutado por esas autoridades 182. No
obstante, las intenciones de Giovanni fueron torcidas por estas fuerzas que emergen
después de la dictadura del Benemérito, la Junta Municipal que ahora gobierna en Cabi-
mas183 se apresuró a hacer negocios, acerca de los cuales comenta el proyectista Giovanni
como un factor que venía a entorpecer la calidad de la obra que estaba prevista entregar a
este conglomerado:
La Junta Municipal de Cabimas ha comprado, en los pasados días, cerca de 30.000 mt de
tubo de acero negro de diámetro ½ “, a fin de tener listo parte del material necesario para
hacer conexiones de agua y de gas. Ese material, como se ha precedentemente explicado,
es el peor que se puede usar al fin susodicho (íbid: p. 16).
El proyecto de Mario de Giovanni tiene trascendencia, impulsa la idea de crear
empresas aguas abajo a partir de los hidrocarburos, y apunta a obtener de esas operacio-
nes una alta rentabilidad, es decir, es un proyecto orientado a formar una burguesía local
al lado de la clase media en ascenso. Pero la dirigencia política local no emuló a la élite
marabina, quien sí dotó del servicio de gas a su conglomerado, y al no asumir otros
proyectos económicos, esta costa para la segunda mitad del siglo XX desluce como área
insuficientemente desarrollada, lo cual no permite convertirla en un centro atractivo para
profesionales, técnicos y mano de obra calificada, y generar así una nueva ola migratoria
que la llevase a nuevas alturas (gente calificada que provocaría un impacto en cascada). Si
Cabimas y demás centros poblacionales hubiesen asu-mido un Proyecto de desarrollo
desde aquel entonces, el Estado Zulia hubiese sido a finales del siglo XX un emporio,
porque todas esas poblaciones hubiesen aprovechado los beneficios de la presencia en
sus suelos de un extraordinario Complejo Industrial Petrolero de Avanzada, apropiado
para construir un futuro inmediato promisorio, para orientar a la nación hacia el gran

181
Empresas productoras y distribuidoras de aceites para motores de combustión, fábricas de productos a
base de trementina, industrias especializadas en insecticidas, todas organizadas como grandes corporacio-
nes y destinadas a abastecer en primer lugar al continente latinoamericano y caribeño.
182
Esto acontecerá para el año de 1976, en Cabimas aún hoy, grandes sectores de esta ciudad permanecen
sin un sistema de gas domiciliario por tubería. En la segunda mitad del siglo XX Cabimas será un centro
urbano comercial, Ciudad Ojeda urbano-industrial, y los Puertos de Altagracia lucirán el Complejo Tablazo. El
Estado Zulia se organizaba como estancos, o como una región dividida en parcelas no integradas entre sí
(mancomunidades).
183
El golpe a Gallegos fue en diciembre del año 1948 y este informe es de febrero de 1949, es decir, en
enero ya estaba cerrando su primera operación mercantil esas nuevas autoridades públicas.
155

objetivo de erigirse como un país-potencia 184 , no solo como un país de grandes


corporaciones, sino además con una población de alta cualificación instruccional,
cognitiva, honesta, trabaja-dora y en especial dotada de una moral cívico-social.
Lo que impulsaba de Giovanni solo era el primer segundo de un big.ban que estaba
destinado a crear un universo de actividades económicas de todo género, asunto este
válido para el país entero. Por desgracia la Junta Municipal en su localidad lo único que
percibió fue la oportunidad de adquirir un material de la peor calidad para el Municipio
Cabimas, lo que sirve de muestra para ilustrar los garfios que ahora sustituían a las garras
en la gestión pública venezolana. Ese hecho aborrecible pone en evidencia una realidad: el
gomecismo en su peor versión sobrevive hasta nuestros días185 en todos los gobiernos -
con alguna memorable excepción-, en esos regímenes civiles y militares una monstruosa y
bestial nomenclatura de sus miembros más conspicuos se organizan como mafias
criminales, para medrar sobre el tesoro público nacional, y con sus picardías expanden el
espacio de la degradación a nuevos niveles. Es así como se amplía la zona de tolerancia de
la prostitución a nuevos renglones, que intensifican el impacto del personalismo depre-
dador, en otras palabras, son una plaga oportunista y malsana que un día se alimenta de
carroña y al día siguiente hace canibalismo entre su propia tribu, además de que impactan
con saña sobre los círculos virtuosos que afloran a la superficie, para destruirlos,
extinguirlos y devastarlos, porque estos son de una naturaleza antagónica e irreconciliable
con la sustantividad infernal de la que ellos y ellas están hechos, es decir, de carnes y
huesos en descomposición.
El testimonio de Don Mario di Giovanni enriquece sin medida el esbozo de Proyec-
to de desarrollo que se estaba gestando en este espacio de la zulianidad, un pensamiento
constructivo, creativo y emprendedor buscaba aflorar en una tierra de grandes oportuni-
dades que no se podían desaprovechar.
En medio de esa enorme complejidad una versión del gomecismo histórico más
digerible irrumpió en esta entidad zuliana, como representante de una reacción
rehabilitadora en esta entidad zuliana, un personaje de alta estofa encabeza esa versión
proactiva, y nos ofrece como protagonista de esos eventos un testimonio que bien vale la
pena atesorar en nuestros haberes valiosos y estimulantes, el siguiente ítem da testimo-

184
El Complejo Petroquímico del Tablazo tiene un proceso histórico que se inicia en 1953 y establece hitos
de desarrollo en 1956 (en la Asamblea Anual de Fedecámaras reunida en Maracay, la Cámara de Industriales
del Zulia “planteó el proyecto de instalación en el Zulia de un complejo petroquímico financiado
exclusivamente con capital privado), 1976 (inauguración), 1987/1992 (expansión), 2005 (reactivación). Este
Complejo debió haberse construido mucho antes, su retraso creó un desfase histórico con el siglo veinte,
donde se plantean desafíos de mayor envergadura que ese enorme logro industrial enunciado en esta nota.
185
El gomecismo de los intelectuales más abigarrados, de los estadistas más resaltantes, de los funcionarios
más eficaces, de los militares de tremenda formación académica es la otra versión, este gomecismo la
historiografía oficial lo oculta, porque hace más insignificantes a los dirigentes que usurpan el poder en
Venezuela en nombre de un pueblo que es menospreciado por estos malentretenidos.
156

nio de ese preclaro personaje que gozó del aprecio de muchos y del repudio de un grupo y
pequeño pero muy poderoso. Con ese nuevo protagonista se entra en un tercer
testimonio que nos ofrece datos de alto interés sobre el Frente Petrolero. Esa gobernanza
tiene un alto impacto histórico, él mina y limita un poder que se había exaltado sobre la
realidad zuliana, y empieza a construir un nuevo modelo de mando y de subordinación.
El pasado cercano, el Zulia de los Años 20: Pancho Villa
Si algo nos acerca a los años 30 y a los años 20 es la presencia en ambas décadas
de protagonistas que solo se pueden catalogar como inconformistas e impugnadores. Las
líneas que siguen a continuación darán cuenta de esas palabras.
El 11 de Agosto de 1928 los cabimeros residentes en el centro de Cabimas, en el
entorno de La Plaza Juan Crisóstomo Gómez, se dirigen al General Vicencio Pérez Soto,
Presidente del Estado Zulia, y le dicen mediante un telegrama:
Los suscritos, padres de familia, comerciantes, residenciados en esta población, donde
tenemos nuestras familias e intereses, ocurrimos a Ud (…) para exponerle lo siguiente:
Compañía Venezuela Oil Concessions perfora pozo a sesenta y tres (63) metros de la Plaza
«Juan C. Gómez», ochenta y siete (87) metros del templo parroquial, veinticuatro (24)
metros de la casa Nuñez & Prieto, cincuenta (50) metros de la «Farmacia Americana»,
treinta (30) metros de la casa de familia y establecimiento Carlos Aponte R., cincuenta (50)
metros de la casa de familia de Manuel Ignacio Vale Nava, veintiséis (26) metros de la casa
de comercio de Pedro Moreno, ochenta y nueve (89) metros del depósito de Julio Palma,
cuarenta (40) metros de la casa de comercio de Isaac de Castro, cincuenta y ocho (58)
metros de la casa de Angel Caridad, ciento dos (102) metros de la Jefatura civil de este
importante Municipio, cincuenta y seis (56) metros de la casa de comercio denominada
«Perla del Zulia» de G. Angarita, treinta y un (31) metros del «Restaurant Larense», cuarenta
y nueve (49) metros del establecimiento «La Bodeguita», Nuñez Becerra Hnos., y noventa y
siete (97) metros del «Restaurant Americano», de los chinos. Como dicha Compañía no ha
llenado los requisitos de Ley de Hidrocarburos, nos vemos en la necesidad de molestar su
atención para que haga respetar los fueros de nuestros derechos o indicarnos lo
conveniente para evitar el grandísimo peligro que nos amenaza. Caso de que estalle un
incendio igual al que hubo en La Rosa en años pasados que caían pedazos de tubos,
fragmentos de hierro a cien (100) y más metros de distancia, ¿podría ser aceptable alguna
indemnización monetaria si sufriéramos desgracia personal? Ansiosos esperamos su
valiosísima contestación y no dudamos nos prestará su apoyo (Memorias del Estado Zulia
1929: Empresas Extranjeras: pp. 106 y 107) o (Memoria 1929: 106 y 107).
Queda en evidencia, con esos datos, cuáles eran las casas comerciales principales
ubicadas en ese perímetro, habían nueve empresas-, esa parte descrita muestra como era
el centro de Cabimas a 6 años de El Reventón, a 34 años de 1894 y a 21 años de la
157

Cabimas de 1949186. El texto permite una imagen del centro político y económico de este
núcleo urbano o la Cabimas vecinal en contraste con la otra población, la Cabimas
petrolífera -a veces interpenetradas-. La Cabimas vecinal en los entornos de la Plaza es
sede de firmas comerciales y casas de familia, además, de instituciones como la Jefatura
Civil y el templo parroquial187.
Bien, ese grupo empresarial remite este telegrama al Presidente del Estado Zulia, y
su reclamo es atendido y procesado de inmediato, llegando al Gerente de la empresa
V.O.C. -propietaria del taladro en cuestión- el siguiente planteamiento:
(…) este Gobierno considera procedente (…) sirva decirle [al Primer Magistrado del Estado]
si la Compañía (…) está dispuesta a conceder indemnizaciones monetarias por las desgracias
personales y por los daños que ocurran a los mencionados vecinos (…) que alude dicha
representación (…) (íbid: pp. 107 y 108).
La respuesta no se hizo esperar, la corporación al día siguiente comunicó al Se-
cretario General de Gobierno: “esta Compañía ruega a Ud. decir al ciudadano Presidente
del Estado, que ella está dispuesta a conceder las indemnizaciones” tal y como las
exponen los vecinos de Cabimas, “Igualmente agradece esta Compañía (…) decir al Primer
Magistrado del Estado las rigurosas medidas de vigilancia que ella pone en práctica, con
objeto de evitar cualquier siniestro” (íbid: pp. 108 y 109). Y firma por The Venezuela Oil
Concessions Ltd. Un tal “DE BOOY” (ídem), suponemos que sea el superintendente de esa
empresa.
Con el compromiso contraído por la empresa, el Gobierno comunica a la represen-
tación de vecinos de Cabimas que la Compañía, ha convenido en todo: “En consecuencia
(…) queda resuelta por parte de este Gobierno la representación que Uds. Han dirigido al
ciudadano Presidente del Estado” (íbid: pp. 109 y 110).
Esta actuación del Presidente del Estado Zulia, General Vicencio Pérez Soto, nos
muestra la ejecución expedita de este personaje en sus funciones públicas. Llama la
atención, además, de parte de los vecinos firmantes, que no solicitan el cese de la
perforación y el desmonte de las instalaciones de ese pozo, por estar en el área urbana -
exigencia que se ajustaría a la Ley-, sino que tácitamente acceden a su existencia a pesar

186
Se ha descrito la Cabimas de 1894 y la de 1949, ahora se describe la de los años veinte, para tener una
idea del marco histórico que antecedió a los años 40. Cabimas se utiliza como una referencia cimera, para el
resto de la jurisdicción, pero con el testimonio de Vicencio Pérez Soto, nos podremos asomar, por un lado, a
todo el Estado Zulia para esos años, y por el otro, a lo que hicieron sus antecesores en el gobierno zuliano.
187
En la Memoria del Estado Zulia del año 1929 también se alude que aquella Cabimas disponía: el año de
1928 de muelle de la V.O.C., muelle público (p. 101), planchadas (p. 103); también están instalados taladros
y calderas (cinco de cada uno) en el vecindario lo que ocasiona perjuicios a los habitantes del lugar (p.
117/119), donde los puntos de referencia dados son: orilla del lago, Avenida del Muelle, Fábrica de Hielo,
Plaza Juan C. Gómez, Jefatura Civil, Mercado Municipal, fondo de las casas de la sucesión Francisco M.
Borjas, Iglesia Parroquial, Cementerio Municipal, casa de comercio de Félix M. Durán, calle del Zamuro,
calle principal y calle del Rosario (Memoria 1929).
158

del riesgo y la amenaza que el taladro representa para ellos mismos, es de suponer que
esa posición flexible fuese la dominante mientras se mantuviese el chorro de dinero
proveniente del hallazgo de petróleo, porque ese caudal favorecía el tráfico mercantil y de
este modo sus intereses crematísticos. Esa representación permite apreciar, además, que
los firmantes son un grupo de vecinos que funge ahora como la élite local, la cual impulsa
a la ciudad como una Cabimas comercial -la cual surge en paralelo a la Cabimas
petrolífera-. Como élite actuó en consuno en este caso 188 , obteniendo lo que se
propusieron, como era la de garantizarse el lograr recuperar el valor de sus locales
comerciales y/o viviendas en caso de un incendio.
Pero no solo había una nueva élite local, también en el Estado Zulia asomaba una
nueva élite política dentro del aparato gubernamental, la cual hace frente a un grupo de
gomecistas conspicuos que se organizaron bajo las administraciones públicas anteriores
para hacer malayos189 negocios. El General Vicencio Pérez Soto, en vista a esa realidad,
trae un plan de gobierno que busca reordenar las estructuras económico-sociales,
renovación que pretende implantar un Proyecto de desarrollo en esta jurisdicción bajo su
mandato. En ese plan expone una doctrina de gobierno, para establecer un régimen
político con la participación de todos los actores sociales (tanto los potentados como los
humildes) que hacen vida en esta entidad político-territorial. Para este programa político
se vale de la corteza conceptual conocida como la Rehabilitación, para justificar ante sus
gobernados los cambios que va a imponer.
Ese Plan para esta región zuliana se lo va comunicando a su Jefe Superior, el
General Juan Vicente Gómez, mediante sucesivos Memorándum. Vicencio Pérez Soto no
oculta al Benemérito la situación y estado en que se encuentra la masa laboral y en
general los pobres, ni tampoco la actitud y el comportamiento que exhiben los grupos
empresariales extranjeros en esta entidad, así como los grupos gomecistas de la peor
ralea190. Aspectos que nos ayudarán a entender, por qué sus contemporáneos se referían
a él como un Pancho Villa civilizado. Este General se desempeña en ese cargo acá durante
largos años, los cuales incluyen a aquellos en los cuales el Inspector de Campo Carlos
Alberto Velutini hace vida en Cabimas.
Es así como Vicencio Pérez Soto en calidad de Presidente del Estado Zulia se dirige
al “Benemérito General Juan Vicente Gómez el 4 de julio del año 1926 y le pone al tanto
entre otras cosas:

188
Que los papeles oficiales archivaron como “Representación de vecinos de Cabimas sobre un taladro
cerca de la Plaza “Juan C. Gómez” (p. 106).
189
Malhadado, es decir, infelices operaciones mercantiles que están afectando la economía de la región.
190
En otras palabras, va a actuar en el frente petrolero y al hacerlo, no deja fuera a los grupos económicos
que se formaron en los dos gobiernos anteriores, donde medraron para enriquecerse con el otorgamiento
de monopolios sobre los recursos naturales del Estado Zulia.
159

(…) acabo de llegar, mis primeros trabajos son de estudio y observación y de preparación,
para hacer las bases y el trazado de un plan administrativo que luego entraré a desarrollar
(… …) el Gobierno tiene que trazarse un plan de trabajo de acuerdo con sus capacidades e ir
atendiendo a aquellas necesidades que, conforme a su criterio son más perentorias (BAHM:
Memorándum N° 11: pp. 323 y 324) o (Memorándum-11: pp. 323 y 324).
Una de sus primeras ejecutorias giró sobre la Instrucción Pública del Estado, dice:
Puedo decirle que aquí no había Instrucción. Todo se iba en canongías 191 y favoritismos, sin
plan ni sistema alguno. Dígole que había escuelas hasta de Bs. 60. No eran escuelas, eran
más bien pensiones-. A los maestros de esta ciudad donde todo es tan caro, les asigné Bs.
200 mensuales, que es con lo menos que pueden vivir. A los de los Distritos foráneos, Bs.
160 y 120, porque allá la vida es menos cara-. Les he dado a las Escuelas nombres de
personajes que aquí tienen culto en el afecto público para halagar el sentimiento regional
(Memorándum-16: p. 325).
Una segunda actuación es sobre obras públicas y fomento de la economía. Allí
informa que ha elaborado “la nueva Ley de Ingresos y Gastos Públicos del Estado (…) pues
la que existía no llenaba las necesidades del caso” (Memorándum-15: pp. 324 y 325).
Señala que “aumenté los ingresos lo más posible. Creo que más bien están algo cargados
(… …) Ud. va a tener que tenderle la mano a esta Junta General de Fomento [del Estado]
su mano providente y protectora” 192 (ídem). La Junta a la cual se refiere es una que:
Pienso nombrar (…) compuesta de los más distinguidos representativos del alto comercio,
para una administración de estos fondos y me sirvan a mí de control de toda sospecha; pero
(…) este dinero, resultará poco para lo que hay que hacer (…) todo vale el doble y el triple de
lo que cuesta en otras partes (ídem).
Agrega que en el presupuesto del estado “me empeñé en asignarle a Fomento y
Obras Públicas la cifra de Bs. 80.000 mensuales a cambio de la de Bs. 47.175 que tenía el
presupuesto de la Administración de [Isilio] Febres Cordero” (ídem), pero ese monto aún
es insuficiente:
Pero como esto es tan grande y por los errores y faltas de las anteriores administraciones
puede decirse que está todo por hacer, Bs. 80.000 resulta poco para tanta necesidad que
hay que remediar y tanto trabajo que realizar (ídem).
Los gobiernos regionales precedentes habían sido el de Isilio Febres Cordero en lo
inmediato, y más atrás había sido el de Santos Matute Gómez, con ese pasado cercano
Vicencio buscó distanciarse, para abrir una nueva época, que se pudiese llegar a tildar
como sin mácula, porque las anteriores administraciones públicas se rodearon de
desprestigio, de allí la necesidad de una Rehabilitadora.

191
Canonjía es la renta o beneficio que se percibe como una prebenda por un cargo poco trabajoso.
192
Queda claro que con esto obtiene una alianza con ese sector, es decir, con la plutocracia urbana; así
como con la antecedente ejecutoria buscó ganarse la simpatía de los urbanitas.
160

Una tercera problemática que encara es la del caso referido al Central Venezuela,
empresa industrial dedicada a la explotación de la sacarosa, donde la aplicación de las
maquinarias al proceso de trabajo la convertía en una empresa avanzada. Escribe a Juan
Vicente Gómez que en ese núcleo productivo existe un poder paralelo que está en
desarrollo, donde los dueños de esa planta utilizan a las autoridades civiles como si fuesen
sus subalternos, y donde esos sacarócratas retrotraen a su personal laboral a un modo de
vida propio del esclavismo o del feudalismo. En su memorándum lo expone con palabras
más o palabras menos, del siguiente modo:
Hay que recuperar el poder en el medio rural, allí la autoridad se perdió con don Santos y
don Isilio, y la tomaron, los París 193, quienes son los dueños del Central Venezuela. Estos
poderosos señores han colocado, entre otros, al Jefe Civil de El Moján, a quien Juan París le
exige le entregue armas a las partidas que él ha organizado para perseguir a los peones que
se fugan de su planta azucarera. Peones que huyen de sus propiedades, porque estos París
pagan mal y tratan peor, en síntesis, estos dueños parecen señores feudales que reducen
a sus trabajadores a una esclavitud disfrazada, y agrega, de allí que estemos frente a una
Historia de los Parias, que se debe revertir, lo cual se logra recuperando el poder en el
campo. La vía seleccionada será dentro del radio de la Ley, lo cual sin duda les causará
escozor, porque estos poderosos no están acostumbrados se les trate así, en otras
palabras deben percibir que tenemos en nuestras manos la vara de la justicia194. Los París
son muchas las cosas en que están metidos, -añade el Gobernador- y no en todas les está
permitido o es licito su quehacer. Los peones fugados deben ser perseguidos por las
autoridades legítimas y no por cuadrillas armadas al servicio de los París, y una vez
capturados los pondremos a disposición de los patrones -sea el Central Venezuela o
cualquier otra hacienda, pero para que este procedimiento sea válido se deben cubrir los
extremos de la Ley, es decir, el Jefe Civil encargado de la labor persecutora debe solicitar el
contrato de mano de obra o la papeleta de concertación de los servicios, para constatar si
se cumplió con la paga y la manutención allí estipulada (Memorándum-11: pp. 321 y 322).
Al medir con esta vara, Vicencio Pérez Soto debe haber sido percibido por los
pobladores de esos lugares como el “defensor” de los peones, braceros y jornaleros
rurales195. Consecuente con esa prédica prohíbe al Jefe Civil su subordinación a las
peticiones de esos grandes propietarios dueños del Central Venezuela, y le ordena que
contraste la letra del contrato del peón con la realidad.
Un cuarto desafío, fue la de confrontar a la fracción gomecista presidida por
Santos Matute Gómez, allí Vicencio hizo otro tanto, al buscar el respaldo del sector socio-
económico afectado por esa fracción. Pero en este caso, la tarea no era nada fácil, se

193
Un grupo económico familiar con una inmensa influencia regional.
194
Es decir, el poder represivo, coercitivo e incluso violento para que la Ley sea acatada, esto es, aplicada sin
chistar por parte de los grandes propietarios del campo.
195
Esto es, como el Pancho Villa venezolano, que a semejanza del mexicano que cobró celebridad como
héroe popular, también se entromete entre geófagos impenitentes y pequeños productores.
161

trataba de un asunto de alta política, donde tendría que recurrir a un acuerdo con los
miembros de esa red mercantil, tejida para favorecer los intereses personales de Santos
Matute y de un grupo de favoritos suyos muy influyentes, Vicencio Pérez Soto en este
caso sería puesto a prueba como estadista196. Esa red mercantil de Santos & Compañía
constituyó una organización monopólica que abarcaba todos los recursos valiosos de la
región zuliana rural, y su actuación resultaba contraproducente para el desarrollo de la
economía urbana, en ese sentido, los actores sociales dedicados a diferentes actividades
productivas resultaban perjudicados por esa mafia de malhechores.
En el fondo lo que pretende -según lo expone en este Memorándum 197 - es
implantar una economía de mercado de competencia, es decir, el objetivo era el de
suprimir los monopolios que la administración del General Santos Matute Gómez
concedió para la compra y venta de materiales de fabricación y reparación de casas, y
también sobre los materiales que se utilizaban como combustible para cocción de
alimentos u para otros menesteres artesanales, lo que traía la ruina de estos pequeños
propietarios, debiendo vender sus tierras y ranchos a los geófagos. Esa concesión el
Ejecutivo Federal se la aprobó a Don Santos el año de 1924, y éste contratista cedió esos
derechos a Ciro Essis González y éste a su vez a Pedro González. Los resultados de tal
concentración de recursos en manos de ese grupúsculo fue que los acaparadores Ciro
Essis y Pedro González cobran a los extractores de esos recursos un impuesto de
explotación y, su abuso no se detenía con ese procedimiento de exacción tributaria, sino
que además, fijaban precios exorbitantes para los consumidores, en otras palabras, el
resultado fatal es que terminaron poniendo en marcha el fenómeno del encarecimiento
de la vida económica a niveles que desestimulaban la inversión, perjudicando importantes
negocios que se llevan a cabo en la ciudad de Maracaibo y demás pueblos.
El Primer Magistrado en su Memorándum señala que estos cesionarios extralimi-
taron el contrato al convertirlo en monopolio de todos los artículos que entran a
Maracaibo, lo cual permitiría rescindirlo si el caso se lleva ante un tribunal, más aún si se
toma en cuenta que consta que los cesionarios no vienen pagando el arrendamiento,
situación del todo irregular que descubre el Gobernador, agregando Vicencio que este

196
Allí es donde nace el Pancho Villa civilizado, es decir, donde Vicencio Pérez Soto explota su carácter culto
y civilizado, su apego a la vía de la Ley, y sobre todo la disponibilidad de poseer en su mano la vara de la
justicia, vara que podría descargar sobre quien no quisiese entrar en el aro, y que convertiría en sable si fue-
se necesario, incluso este Pancho Villa venezolano, llega a indicar que estará dispuesto a emplear el recurso
del fusilamiento para meter en cintura a los de mayor resistencia. Pero su compostura -le dice a Juan
Vicente Gómez- es, ante todo, la de manejarse ante hombres como los París con decoro como fiel represen-
tante del Benemérito y, además, con la conciencia de hombre recto que todo lo hace en el radio de acción
de la Ley; y ante los peones tampoco es un blandengue ni un justiciero a ultranza, con respecto a ese sector
social señala que “tampoco los obreros pueden escapar a su obligación de trabajo” (ídem).
197
(Memorásndum-19, pp. 331/334). Este Memorándum se desglosa a continuación.
162

turbio asunto trae la pérdida del buen nombre del Gobierno del Benemérito, dando origen
a una antipatía por el régimen.
Ante tal situación restituye el libre cambio en las transacciones económicas, y al
hacerlo restituye los derechos del numeroso grupo de los extractores de recursos
(pequeños productores), y en simultánea logra un acuerdo con Santos, Ciro y Pedro donde
se les reconoce y ratifica como contratistas. Quedando todo en función del interés
supremo del Estado, es decir, de un clima de estabilidad y armonía interclasista que
mantendría a flote al régimen gomecista. Pérez Soto ofrece de este modo una salida
negociada evitando serias fisuras a lo interno del gomecismo, lo que llevó a uno de los
altos funcionarios de peso del gobierno nacional a proponer, un Campamento de Paz,
porque al no arruinar a aquellos jerarcas de Santos, Ciro y Pedro, se evita un alzamiento
de esos sátrapas198; y un Campamento de Trabajo, porque también vela por los intereses
de los poseedores de capital en Maracaibo, de los pequeños propietarios y de los
extractores de recursos naturales. El Campamento de Paz y Trabajo, busca en
consecuencia un equilibrio, y a seguidas, lograr un acuerdo con esa facción gomecista,
para mantener así su colaboración y subordinación al régimen de Juan Vicente Gómez.
Pérez Soto en este delicado caso se revela como un gran estadista, él impone bajo tan
difíciles circunstancias su dominio como gobernante y hace valer su autoridad en la
región, utilizando como postulado político un lema de gran contenido ideológico y
pragmático -que busca el consenso- el cual es “Vivan y dejen vivir a los demás”.
El resultado de esa salida negociada fue la de declarar la extracción de materiales
de construcción y de combustibles como industrias libres, y para los efectos decreta la
extinción de ese monopolio, ya que según él “hay que extirpar esos sarcomas”, porque el
deber es el de defender el bien general como política Rehabilitadora. En consecuencia se
contempla que los cesionarios permitirán que los explotadores de esos recursos vendan
libremente esos productos, pero deberán pagarles eso sí sus correspondientes derechos
de monte como lo estipula el contrato. El pago por extracción se programó con las
siguientes tasas: Bs 2 por pila de leña y por leña de java, Bs. 2 por millar de leña de raja
para cocina, Bs. 16 por tonelada de concha de mangle, Bs. 0,25 por vigueta, Bs. 10 por
cada cien palos de cerca, además se ordena, y esto es muy importante para la
complacencia del Benemérito que, los explotadores deben liquidar lo que corresponde al
Fisco Nacional por ese negociado en Intendencia y en el Banco.
Una vez ejecutado esa parte del Plan de recuperación de la autoridad y despliegue
del poder público, Vicencio Pérez Soto aborda el fenómeno que ha ingresado muy recién
en este imponente escenario de la cuenca del Lago, como es la explotación de

198
Un alzamiento era viable, porque Santos Matute Gómez había tejido toda una red social de leales a su
persona, y si a esa trama se urdían los hilos fuertes de los París y de otros grandes latifundistas, una cons-
piración se hubiese podido poner en marcha.
163

hidrocarburos, Plan que expone en cuatro Memorándum a Su Superior el Benemérito


General Juan Vicente Gómez.
El Plan para el frente petrolero se extiende por seis incisos.
En su Memorándum dieciocho199 (Memorándum-18: pp. 329 y 330) expone que en
esta región petrolera el Plan de gobierno debe conjurar el caos generado por las
arbitrariedades que cometen las Compañías petroleras. Estas empresas han venido,
primero, despojando a los poseedores pobres de sus casas y tierritas, abusos que se
realizan, según la opinión del primer magistrado Pérez Soto, bajo el amparo de los
abogados que trabajan para esas corporaciones. Y expone ante el Presidente Gómez el
caso de Clementina Romero, señora poseedora de un ranchito, a quien un derrame
petrolero la hizo perder todo lo que tenía y la V.O.C. no la indemniza, y en vez de hacer
justicia, “se burlan de Clementina”, así mismo lo hacen con los mutilados y con los deudos
de los muertos que trabajaron en estas empresas petroleras. Además son objetos de
amenazas, el doctor Nemesio Castillo les dijo que “serían pisados por el carro” si no
accedían a sus términos.
Lo que he hecho -cuenta Vicencio a Juan Vicente- es llamar al Doctor Castillo a mi
despacho, “porque lo que no se puede cortar con la ley se corta con el sable”, y le he
dicho a este abogado que se allane a la indemnización de Clementina. Señalando al
Benemérito que para erradicar ese caos está la Rehabilitadora, esto es, la de imponer un
orden, puesto que todas estas arbitrariedades se cometen al machete, y para enderezar lo
entuertado es inútil el proceso legal, hay que deshacerlas tal y como se hicieron, a golpes
y con energía. El desorden lo han introducido las empresas petroleras, y para corregirlo
hay que ejercer autoridad discrecional y aplicar arbitrariedad santa contra lo mal hecho.
En otras palabras cumplir con el postulado que el Benemérito le encomendó cuando fue
nombrado Presidente del Estado Zulia: Realizar una labor moralizadora.
También previene Vicencio el uso de los recursos legales señala que, segundo, hay
que contrarrestar los abusos de las Compañías petroleras, porque éstas realizan agravios
a los obreros y a las clases pobres venezolanas (Memorándum-24: pp. 336 y 337). En esta
oportunidad, para los efectos propone elaborar leyes amplias y suficientes de protección
obrera, en la cual se contemple la indemnización a los damnificados por accidentes de
trabajo. La otra medida que sugiere es que los casos de indemnización sean estudiadas en
el foco del suceso, es decir, en el mismo Campo petrolero donde ocurrió el accidente, y
que con ese propósito se encargue a personas capaces 200. A Vicencio le preocupa que bajo

199
Se ofrece el contenido de estos textos de manera resumida y sucinta de aquí en adelante.
200
Esto se convertirá en un hecho real, más adelante se nombrará el Inspector Laboral, y es cuando Velutini
señala que ese inspector reside en Maracaibo, por lo que recomienda que sea alguien que en el propio
Campo petrolero pueda informar de lo verdaderamente ocurrido en el percance, indicando que esa atribu-
ción recaería mejor si se suma a las responsabilidades de los Inspectores de Campo.
164

la jurisdicción petrolera ocurran cinco accidentes de trabajo al día, y expone a J. V. Gómez


el caso de un obrero que perdió un brazo, y cuando salió la indemnización una buena
parte del dinero se quedó en las Cajas de caudales de la Compañía por concepto de gastos
hospitalarios, y la otra tajada grande en las garras del abogado que representó al obrero,
quedando una migaja en poder del recién minusválido.
En un nuevo Memorándum (Memorándum-27) Vicencio Pérez Soto expone otra
línea del Plan de gobierno en ese frente que es el petrolero, ahora coloca, tercero, que
existe también la vía diplomática para lograr acuerdos con las empresas petroleras. En
esta nueva oportunidad presenta el caso de un pueblo que es víctima de aquellas
corporaciones. El evento que echa a andar el nuevo proceso es la intención de perforar en
el lago, en las proximidades del pueblo de agua de Lagunillas, acción que pudiera suscitar
un incendio de grandes proporciones. Ante tal situación opina que las empresas deben
desistir de utilizar la vía legal para desalojar a estos pobladores, porque en lo político sería
muy mala propaganda para el gobierno que unas Compañías extranjeras apareciesen
expropiando a una población venezolana. Propone emplear su propia mediación para
lograr un arreglo amistoso entre las Compañías y los vecinos de Lagunillas. Mientras tanto,
impide que sigan perforando, e informa que a estos habitantes se les arrebataron sus
ejidos y la ciénaga con sus juncales, e indica que se les debe entregar ejidos en un nuevo
lugar donde se refunde el pueblo, contemplándose la indemnización a los dueños de las
casas y el costo de la mudanza, lo cual no considera gravoso para las Compañías -La Gulf y
La Lago- porque esa Concesión les otorga un área de producción copiosa y valiosísima,
similar a la de La Rosa, por lo que cuando la exploten lo que van a extraer hará aparecer
como una bicoca lo que gastaron en esos pobladores.
A continuación, consulta al Presidente de la República si le parece procedente la
solución que le ha sugerido a las Compañías “, es decir, deja bajo el entendimiento del
Mandatario si esa línea debe ser cruzada o si ese frente debe ser abandonado. El
desenlace de lo que sucedió, es bien conocido, éstas taladraron haciendo caso omiso al
aviso del Primer Magistrado regional, y un pavoroso incendio acabó con la población de
Lagunillas, debiendo la comunidad nacional socorrer a los damnificados.
El caso de Lagunillas lo había expuesto Vicencio con visos proféticos:
(…) las Compañías Lago Petroleum Corporation y Venezuela Gulf Oil Company tienen [en la
población de Lagunillas] concesiones de petróleo (…) Pero se presenta el serio
inconveniente de que se taladra dentro del agua y en el seno de una población, donde hay
el fuego de las cocinas (…) y el incendio es inevitable y fatal causando la destrucción
completa del poblado, la ruina de las mismas obras de las Compañías y la muerte de los
vecinos y de los obreros petroleros (BAHM: M-27, p. 339).
Ante tal pronóstico la soberbia y el pragmatismo de quienes dirigían esas corpo-
raciones fue de total desprecio por aquel posible cuadro dramático, debieron considerar
165

que incurrir en esos egresos destinados a los habitantes de esa aldea sentaba un prece-
dente negativo para sus negocios y constituía un manchón en la gestión de la adminis-
tración que tomara semejante decisión humanitaria.
Vicencio utiliza una metáfora en esos mensajes (Memorándum-29: pp. 341 a 343),
dice que, cuarto, el petróleo es la conserva del Diablo, y a partir de esa idea de que es algo
muy apetecido, señala que aquí se sospecha y se barrunta que todos buscan una tajada,
pero no se queda en ese nivel de análisis, va más a fondo, no solo observa el espectáculo
que ofrece la rebatiña por las Concesiones201, sino que acusa a las Corporaciones que las
obtienen de evadir el pago de impuestos para maximizar el record de sus tasas de
ganancias, y sin morderse la lengua indica a su tocayo Juan Vicente que las Compañías
petroleras, en especial, las americanas están alzadas, porque éstas se resisten a pagar
impuestos al Estado zuliano y a los Municipios donde se localizan sus campos de explota-
ción. Les imputa, además, de usar checazos para corromper a los funcionarios de la
administración pública, y se insolentan con las autoridades gubernamentales.
Ante esos mayúsculos desmadres indica a J. V. Gómez que comenzó a encarrilarlos
por la vía del respeto a la Ley, y entra en detalles de cómo los viene estrujando dentro de
su cinturón: La Gulf ahora paga impuestos por introducción de víveres y conservas; a la
Venezuelan Oil Concessions se les negó los ejidos de Cabimas 202; se hace justicia por
accidentes de trabajo; pagan patentes por sus autos y camiones y sus chauffers, ahora,
portan título para conducir emitido por Venezuela. A esas medidas agrega una noticia que
le debe haber refrendado el apelativo, con el cual esos administradores se referían a su
persona, la de Pancho Villa, porque señala a Juan Vicente Gómez que ha detenido
americanos sobre quienes pesaban órdenes de los tribunales, hecho que ninguna auto-
ridad anterior se había atrevido llevar a la práctica.
Una vez presentada esa candente situación a su Jefe Superior, pasa a contarle al
Benemérito la reacción de estas empresas. Le informa como Mister Ray Merrit, alto
empleado de la Caribbean en Caracas se muestra alarmado, llegando a hacerle la
confidencia de que “estos asuntos llevan el mismo camino de los mejicanos en 1911”. Y en
su defensa le afirma al General Juan Vicente Gómez: Yo (…) hombre de cultura y de
civilización, lo que hago [es] lo más diplomático posible (…) y (…) estoy cumpliendo con mi
deber” (ídem). Y en otra parte de su exposición hace énfasis sobre esa conducta y expresa:

201
La cual incluso ha generado un conflicto entre los Municipios y entre Estados contiguos por los límites
fronterizos, de los cuales da razón Vicencio Pérez Soto a Juan Vicente Gómez mediante sus memorándums.
202
En el Memorándum 23 expone que “La Compañía “The Venezuelan Oil Concessions Limited”, que es la
misma “The Caribbean Petroleum Company, tenía arrendada una gran faja de terrenos ejidos de Cabimas
con la Municipalidad (…) contrato que terminó (…) Y últimamente representó ante aquel Concejo diciendo
(…) que ella es dueña tanto de la propiedad minera como de la superficie del terreno ejido de Cabimas por lo
cual dizque el Concejo debe abstenerse de celebrar nuevos contratos sobre esas tierras (…) Salta a la vista
que la Compañía quiere apropiarse de la superficie de los ejidos” (pp. 335 y 336).
166

Yo, interpretando el concepto de Patria digna y de gobierno honorable, comencé a


encarrilarlo todo por las vías del respeto a la Ley, haciendo acatar las decisiones (…) y hoy
esos señores están metidos en cintura entendiendo que aquí hay una autoridad (…) estoy
cumpliendo con mi deber (…) y ellos se conformen con este sistema de legalidad y honradez
(ídem).
Vicencio Pérez Soto, por todo lo expuesto hasta ahora, pretende que las
Compañías petroleras acaten el sistema gomecista aquí en Petrolandia -como él
denomina al Estado Zulia-, y no está dispuesto a que esas empresas anden alzadas, porque
como dijo desde un comienzo esto conllevo a un caos en este Estado, y lo que él procura
es imponer un orden de Paz y Trabajo, y de “legalidad y honradez”, en una palabra que
reine la Rehabilitación. El gran desafío era la de incorporar a esas empresas petroleras en
su labor civilizadora, porque estas pretendían actuar de espaldas a lo legítimo, lo
moderno y lo moral.
Por todo lo reseñado hasta aquí, se puede inferir que el Estado Zulia marcha por
una vía que no converge con la que se recorre en las otras entidades federales, el actor
social corporativo de los hidrocarburos en esta región pionera de las actividades
petroleras, requirió de una política de Estado de carácter extraordinario, y quien la diseñó
fue el Presidente de esta entidad zuliana, quien poseía una vasta experiencia como
estadista labrada en otras regiones venezolanas, incluso le tocó lidiar con el terrible
Tomás Funes203 en el Amazonas.
Pero queda aún tres ñapitas vicennianas relativas a su Plan para el frente
petrolero, una es el quinto caso, el del “Niagara”, evento en el que nuestro Presidente
Pérez Soto se enfrenta al cónsul norteamericano. En sus comunicaciones con el
Benemérito el tema aparece como el problema con los extranjeros, Vicencio conoce el
poder de ese actor social -los extranjeros- y vigila todos sus movimientos. La irritación que
le provoca la presencia extranjera es que él los ha venido observando, y capta cómo por
aquí debido a una codicia desmedida se les ha venido vendiendo porciones muy
importantes de la región, y esto se ha hecho despojando a los Municipios de los ejidos, lo
cual es una flagrante violación del derecho de gentes, porque esas tierras estaban
destinados por las leyes para el abrigo, sustento y vivienda de nuestros compatriotas que
más han de menester (Memorándum-17: p. 326) (más adelante se retomará este punto
exponiendo un caso que se precipita en esta flagrancia), y le agrega a Su General Gómez,
que mientras eso hacían los servidores allegados de Ud. como Julio Campbell, Bladimiro
Jugo y otros que se pusieron ricos vendiendo las tierras por puños de monedas, Usted se
lanza a graves compromisos financieros “por librar propiedades nacionales del control

203
Santos Matute Gómez iba tirando por el mismo camino de este famoso bandido, quien detentó al sur del
país el monopolio del caucho, la balatá y la sarrapia, además, se dedicó al contrabando y al terror.
167

extranjero” (íbid: p. 327). Concluyendo: “Aquí se le abrieron, demasiado las puertas al


extranjero (…) sobre todo con los americanos” (ídem).
Y como corolario le apunta que los extranjeros:
nos tienen a los venezolanos muy descalificados. Tal vez creen que todos somos (…) fáciles
para vendernos (… …) Como ellos han llegado a ser testigos presenciales de tantos
chanchullos (…) presiento que hemos bajado mucho en el nivel moral en que nos
conceptúan (Memorándum-29: pp. 341 a 343).
Le narra, al Benemérito, que el cónsul americano me mandó a pedir permiso para
desembarcar aquí la tripulación del “Niágara”, para festejar [el día de la Independencia
estadounidense], pero se pudo enterar por esos días que unos norteamericanos, entre los
que se hallaba un Teniente del avión de ese acorazado, comentaron en un bar de
Maracaibo acerca de un vuelo que iban a hacer sobre Maracaibo con el aparente motivo
de festejar el 4 de Julio, pero que en realidad el verdadero objeto era tomar vistas aéreas
de todo. En total: que el vuelo no fue permitido y tampoco se autorizó el desembarco de
la tripulación (ídem).
Los pasos que recomienda dar para afrontar ese peligro externo es el siguiente:
[El primero es el de] Establecer una vigilancia para no ser sorprendidos. [El segundo paso es
el de] Dar a comprender a estos extranjeros que [hay] hombres (…) capaces de dejar bien
puesto el nombre del país. [El tercero] Ganarnos por completo la opinión regional. [El
cuarto es el de] Hacer una enorme labor de progreso que satisfaga su regionalismo
exaltado. [Y el quinto] Darles [a la gente de trabajo de esta región] amplia libertad y
protección acabando con esos monopolios de las maderas, de las leñas, de los mangles, de
las esteras, del aguardiente, de la carne, etc. 204 de tal modo que no le quede reclamo
alguno y que los extranjeros no hallen nunca descontento por dónde meter la uña (íbid: p.
328).
Además, añade de que se debe ser precavido, es decir, se ha de abrir un expe-
diente a quienes osen ponerse al lado de los intereses extranjeros, para que quede
justificada cualquier medida extrema a la que haya de recurrirse, por si llegare el
malhadado día en que tengamos que fusilar unos desgraciados que se presten a una
sinvergüencería (ídem) [con sinvergüencería se refiere a la traición a la patria]. Haciendo
énfasis en su recomendación de que deben granjearse la voluntad zuliana, para cerrarles
las puertas a las intrigas extranjeras (ídem). Como es obvio esa actitud que asume frente a
los fuereños le hace merecer el epíteto de Pancho Villa por parte tanto de sus detractores
como de sus círculos de amigos, la verdad es que ese mote sí le encajaba.

204
La mafia de la vieja guardia gomecista cubría todo ese tipo de mercancías con su labor de zapa agiotista.
Vicencio Pérez Soto conocía bien de esos manejos turbios a nivel nacional e incluso los combatió con sable
en manos como en el caso Funes en el territorio Amazonas. Esa delincuencia abierta y notoria despres-
tigiaba el régimen gomecista, de allí que se hiciese un esfuerzo depurativo para evitar que el descontento se
desbordase.
168

Sexto, las Compañías petroleras extranjeras aspiraban a un extenso dominio en el


Zulia, la vía para realizar ese sueño era la de apoderarse de los ejidos, por ejemplo, la
V.O.C. pretendía adueñarse de los ejidos de Cabimas, y La Gulf y La Lago se hicieron con
todo en Lagunillas, y no satisfechos con esos desafueros La Lago solicitaba al gobierno
ejecutivo del Estado que se le vendiese cuatrocientas hectáreas de tierra en la isla de
Toas, para extraer de allí piedra y granzón, con los cuales poder construir los pilotes de las
torres de sus pozos petroleros, ofreciendo por esas 400 Has. a cambio Bs . 400. En opinión
de Vicencio Pérez Soto la solicitud es improcedente, puesto que las empresas consideran
esas tierras como baldías, siendo solo ejidos, puesto que las dimensiones de la isla es lo
único que permite, por otra parte, sería venderles la isla, porque la superficie solicitada
corresponde a su tercera parte y porque la parte que se exige es la única fuente de
ingresos del Municipio. Además, esa venta perjudicaría a terceros, es decir, a quienes se
dedican a la construcción en Maracaibo y entre ellos a la Raymond Concrete Pile, así como
al Gobierno que requiere de esos materiales para la pavimentación de calles y carreteras.
Pero lo que más indigna a Vicencio Pérez Soto de este asunto es “que esta gente quiere
que todo lo nuestro le salga muy barato, o más bien, regalado. Pidiéndole a su General
Gómez que ponga a la isla de Toas bajo su patrocino, para que la salve del control
extranjero” (Memorándum-23: pp. 337 y 338).
Tras esa intervención decidida por Vicencio, el asunto de Isla de Toas se zanjó con
beneplácito para ambas partes, el 26 de septiembre de 1926 Vicencio Pérez Soto pone al
tanto a Su General sobre ese caso lo siguiente:
La Lago Petroleum Corporation desistió de su pretensión sobre los terrenos de la isla de
Toas (… …) En vista de la buena actitud de la Compañía, yo he convenido con ella y le he
prestado mis favorables oficios para que arriende al Concejo Municipal del Distrito Mara
una pequeña faja de terreno en la isla (Memorándum-32: p. 345).
Otro tropezón mayúsculo con los extranjeros, séptimo, era la de cederles a los
fuereños la prioridad relegando a los venezolanos en asuntos muy significativos, y Vicen-
cio Pérez Soto se niega a tal humillación. En el caso que presenta están participando dos
de los favoritos del régimen gomecista. Expone el asunto ante el todopoderoso Benemé-
rito, y le informa de los pormenores del caso donde él mismo queda involucrado, le dice:
Perdone, mi querido General (…) este molesto aguacerito (…) de memorándums (…) ya verá
que cuando los asuntos del Estado se encarrilen, no lo molestaré más (… …) Hoy me permito
adjuntarle esa carta del Doctor Carlos Febres Cordero, referente a un contrato celebrado
con la Municipalidad de este Distrito (… …) Por la carta verá Usted que se me hace una
buena oferta (…) Según tengo entendido (…) es [para] proveer de mejor forma la necesidad
de combustible. Pero yo, le veo el inconveniente de que es para ser traspasado a
capitalistas extranjeros, cuando el capital criollo es ya suficiente para emplearse en esas
empresas y no tener tanta lidia con los extranjeros, que a la postre no nos traerán nada
bueno (Memorándum-20: pp. 334 y 335).
169

A esa esquela añade:


Los dueños del contrato (…) son el Doctor Carlos Febres Cordero y Horacio Cordero, hijo de
don Isilio. Yo (…) Solo sé que los anteriores Consejos de aquí vendían por plata cuanto
contrato se le proponía (.. …) Si Ud. desea que ese contrato se anule, se anula, si Ud. quiere
que se le traspase a otra persona, se le traspasa. Si Ud. quiere que yo entre en el y acepte la
parte que esos individuos me ofrecen, la acepto (ídem).
El Memorándum es excepcional, da a conocer algo relevante, ya existe en esta
jurisdicción gente con capitales suficientes, mediante los cuales pueden acometer inver-
siones donde los capitalistas extranjeros están interesados en montar empresas. Vicencio
Pérez Soto se inclina por que esas actividades sean ofrecidas primero a los capitalistas
criollos como una prerrogativa. Esa recomendación es memorable y colide con el mejor
anhelo de la venezolanización de los beneficios. En el fondo pide que se empiecen a
ofrecer contratos a los venezolanos que, deseen invertir en la formación de empresas
capitalistas vinculadas con el procesamiento de los crudos, y la de cerrarle el paso a los
que obtienen esos contratos para después revenderlos (¡¡¡les coloca una piedra de
tranca!!!). No obstante, se somete a lo que el dictador decida, porque los deseos del
tirano están por encima de todos los intereses, el gomecismo es una categoría histórica
real, y este suceso lo pone en evidencia en toda su magnitud.
Retomando algunas cosas de aquí y de allá, vamos a añadir cómo con anterioridad
Vicencio Pérez Soto había puesto al tanto a Su General Gómez sobre su imagen política en
este estado, y le confía como nota picaresca lo que ha llegado a sus oídos: “He sabido que
en corrillos familiares ellos comentan que Ud. ha enviado para acá un “Pancho Villa
civilizado” (Memorándum-29: p. 342). Y no estaban muy descaminadas esas humoradas
zulianas, Vicencio en realidad era un hombre suspicaz y corajudo, tanto como aquel me-
morable personaje de la historia mexicana, la analogía era válida, este hombre que
hablaba con Su Jefe sin tapujos, lo demuestra con el asunto del “Niágara”, haciendo, por
cierto, en ese caso gala total de su apelativo, al mostrar su descontento con los gringos. En
esa oportunidad le confía a Su General y Presidente sus suspicaces observaciones y lo
delicado de esa situación, le dice:
A mí se me ha metido que el “Niágara” no ha venido solamente a levantamientos
topográficos sino que quieren tenerlo ahí como especie de centinela de los intereses
americanos en Venezuela (…) de este mismo modo metieron los americanos barcos de
guerra, el año 14, en la bahía de la Magdalena [en] México (…) el Senado mejicano reclamó
la desocupación de la bahía y el Ejecutivo lo notificó al Gobierno yankee, el cual ordenó la
desocupación pero a disgusto, y entonces sobrevino el malestar de las relaciones de ambos
países (… …) También se me informa que en la isla de Zapata205 ha levantado el “Niágara”,
una instalación inalámbrica (…) para comunicarse directamente con Norte América (ídem).

205
Ha de ser la de Zapara.
170

Después de esa relación le pide instrucciones a Juan Vicente Gómez: “En fin yo
deseo mi General, que Ud. me hable con franqueza y me diga si estoy errado o lo estoy
haciendo bien (…) (ídem). Y añade: “En fin que para esta gente el cambio ha sido notable,
y (…) presumo que no ha de serles grato” (íbid: p. 341). Por lo que no le extraña que las
Compañías petroleras que se mueven por las esferas del poder en Caracas, “traten de
minarme, valido de las relaciones y vínculos que tienen sus representantes en Caracas 206,
más (…) mi abogado ha sido y será siempre Ud. (íbid: p. 342).
No estaba descaminado el Pancho Villa civilizado, aquellas empresas ante el
“canalla” de Gómez y su lugarteniente Vicencio Pérez Soto estaban verdaderamente
incómodas en Venezuela, pero no estaban bajo un régimen débil, sino todo lo contrario, y
debían actuar con subterfugios, artimañas, sigilo y sutilezas, y sobre todo con mucha
diplomacia y en especial con cohecho -arbitrio preferido para minar a un gobierno que
quisiesen domesticar-. Pero en nuestra opinión, lo que más les debía preocupar a esas
corporaciones era ese proyecto histórico de impulsar un capitalismo autóctono (que
Vicencio sugirió al Rehabilitador), capitalismo nacional que podría empezar a impulsarse al
otorgar a los venezolanos el derecho de instalar empresas antes de que lo hagan los
foráneos, y la de impedirle a sus coterráneos que esos contratos después se los
revendieran a los extranjeros En ese sentido, tanto el testimonio de Velutini como el de
Vicencio, así como los de Mario, Calvani, Guillermo Zuloaga, Salas y otros como Rodolfo
Quintero, Sotillo y Grillet, así como los de los líderes de las huelgas petroleras, que se han
recogido en este escrito, son ideas que se deben atesorar como legado político e
ideológico que se deben a personajes resaltantes de la Historia del Estado Zulia del Siglo
XX, quienes son verdaderos protagonistas de estos procesos de significativas trascenden-
cias, donde el esfuerzo intelectual está orientado, por inclinación cultural, a esbozar un
Proyecto de desarrollo nacional de gran envergadura.
De haber llevado adelante ese proyecto de desarrollo, profundizando sus líneas
matrices, es un propósito que no se puede tener sin consideración, porque en esa
propuesta reposa las posibilidades de construir un futuro cargado de porvenir. Ese esbozo
de un Proyecto de desarrollo viene a constituirse, en ese sentido, en el hecho más
resaltante de la Historia del Estado Zulia durante esa primera mitad del Siglo XX. Ese
hecho traerá por consecuencia extraordinaria, de que de allí en adelante se constituye en
obligatoriedad política para nuestros dirigentes esbozar como mínimo un programa de
gobierno, como condición previa para inspirar a su nación hacia el logro de grandes metas.
Para conquistar una patria que beneficie a toda la sociedad venezolana, era en aquellos
tiempos y continúa siendo para nuestros días, imprescindible que los protagonistas
206
Vicencio Pérez Soto a través de lo que le conversaba Mister Roy Merrit se enteró lo suficiente como para
confiarle a Juan Vicente Gómez que “Esta gente tiene buenas fuentes de información en Caracas (…) dentro
de los mismos Ministerios (…) [conocen] los informes que sobre asuntos de Compañías yo había pasado al
Ministro de Interior” (íd. 343)
171

diseñen un Proyecto de futuro no-convencional o no habitual, un diseño en base a otro


paradigma. Para que un Proyecto de desarrollo incida sobre el devenir, debe tener por
potencialidad una carga de futuro, la cual solo se acumula si los habitantes de este Estado
Nación adquieren una cultura petrolera proactiva, sinérgica y sana, y desechan la cultura
petrolera debilitante, deformadora y violenta. Todos los personajes que se han
mencionado a lo largo de este estudio se han interesado por construir esa Venezuela
grandiosa. El protagonista que se va a incorporar en el siguiente segmento tuvo una
especial preocupación por liberar al habitante del país de la cultura petrolera negativa.
Culminado el testimonio extraordinario de este estadista original, Vicencio Pérez
Soto, vamos a ofrecer la percepción de un testigo y actor de esta historia apasionante,
polémica, controversial e inacabada, nos referimos a un cuarto testimonio el de Rodolfo.
Al frente petrolero concurrieron grandes figuras, ellos con sus escritos construyen una
memoria del Siglo XX zuliano en su vertiente petrolera y algo más… la impactan con su
propia participación en aquel proceso ahíto de apasionantes sorpresas cada vez más
complejas y enrevesadas.
Zulianización del país: Rodolfo Quintero
Rodolfo Quintero estaba entre los 80 fundadores de la Sociedad de Mutuo Auxilio
de Obreros Petroleros (SAMOP). Este personaje nunca cejó en preocuparse por los traba-
jadores petroleros, y marchando tras esa inquietud terminó por convertirse en un
estudioso preocupado por un panorama más amplio, esto es, se inquieta por el impacto
que la cultura petrolera preconizada por las Compañías causó sobre la sociedad venezola-
na. Para ahondar sobre ese fenómeno, este personaje se gradúa como antropólogo, y
luego obtiene una cátedra en la Universidad Central de Venezuela, desde donde inicia una
prolífica producción de libros, obra escrita donde estudia las realidades del país. El meollo
de su análisis -en el caso que atendemos- se centra en los cambios culturales que sufre el
habitante de Venezuela, bajo la irrupción de la explotación de los hidrocarburos, y le
preocupa que esos cambios sean propiciados por las empresas extranjeras, porque de
ellas se puede esperar todo, y asumiendo esa perspectiva crítica propone una categoría, la
cual define todo lo acontecido como el resultado de una cultura de conquista (se concreta
a estudiar el impacto negativo). Esa interpretación de los hechos lleva a Quintero, como
es obvio, a asumir el asunto como un problema histórico (Quintero: página 45), formato
bajo el cual registra el papel que juegan las clases sociales en ese proceso. Fenómeno que
presenta ante sus lectores207 como un cuadro de dependencia económica de Venezuela
con respecto a esas poderosas empresas foráneas, e indica a partir de esa perspicaz
observación, que en nuestro acontecer nacional ha venido ocurriendo desde tiempos

207
Son varias las publicaciones de su autoría, pera este testimonio se emplea la que tituló como
“Antropología del petróleo”, utilizamos la editada por el Banco Central de Venezuela el año 2014, impresa
en Caracas, Venezuela.
172

atrás un ciclo de conquista-colonización-dependencia (que se pudiese titular como el Gran


impacto anti-desarrollo) que se reedita una y otra vez, primero lo fue con España, luego
con la Europa industrializada y, por último, con los consorcios petroleros anglo-holandeses
y los estadunidenses, por lo que en su opinión se precisa de un proceso de descoloniza-
ción, el cual solo es posible si se implementa un modelo socialista 208 que establezca en
Venezuela una ruptura con el capitalismo.
Proyectos históricos contrapuestos
Visto el escenario desde esa perspectiva política, la que proclama el comunista
Rodolfo Quintero, se puede decir que la propuesta de este pensador implica un Proyecto
de desarrollo con un paradigma contrario al sistema económico-social imperante,
concepción que inspiró e inspira en sus luchas a algunos venezolanos desde los mismos
tiempos de la tiranía gomecista, y la cual tiene a finales del siglo veinte a un grupo de
ellos convertidos en gobernantes del país, que intentan concretar una nueva Formación
socio-económica propugnando un socialismo del siglo veintiuno, como una alternativa
para alcanzar un desarrollo integral209.
Este último testimonio al cual se recurre en este estudio, por lo expresado, es
imprescindible para ofrecer un marco completo de los más relevantes hechos que aconte-
cen en el siglo veinte venezolano, y que están profundamente vinculados con los cambios
operados en la región zuliana. Rodolfo Quintero como testigo de ese siglo no solo nos
ofrece su visión particular del impacto del frente petrolero sobre la sociedad venezolana,
sino que además también deja encima del tapete una propuesta de desarrollo histórico
que colisiona210 en lo esencial con el esbozo de proyecto delineado, entre otros, por
Velutini, De Giovanni y Pérez Soto. Ese último aspecto es de profundo interés, puesto que
estos dos grandes proyectos históricos contrapuestos como paradigmas motorizan una
agresiva lucha ideológica durante el resto del siglo veinte no solo en Venezuela, sino
incluso en todo el continente latinoamericano-caribeño, porque es ante todo un enfrenta-
miento doctrinario en el cual se dirime el dilema ¿capitalismo o socialismo? Característica

208
Esa es su posición doctrinaria, la cual corresponde a la izquierda venezolana. Criterio que se respeta, sin
comprometer nuestro discurso histórico con ese juicio, porque los procesos históricos siempre están
abiertos a un espectro de probabilidades imprevistas y a formulaciones que no se han elaborado y pueden
llevar por otras rutas.
209
No está entre los objetivos de este estudio debatir ese asunto, este análisis recaba testimonios -y uno de
ellos corresponde a Rodolfo Quintero- referidos al Frente petrolero, y cómo incide este frente en el curso
que toma la historia de la entidad zuliana, así cómo incide en la aparición de Proyectos de desarrollo del
todo nacional. Ese debate sobre el Socialismo del Siglo XXI lleva a discusiones teóricas que demandarían un
libro dedicado a ese tema candente y de actualidad, y no a alcanzar el objetivo de ofrecer una versión de la
historia del estado Zulia que es lo que trata este escrito.
210
Proyecto de desarrollo discrepante.
173

política211 que queda intensamente ligada con la historia del estado Zulia, porque este
territorio fue el que dio origen a ambos proyectos, por la dinámica que aquí se
desenvolvía en todos los ámbitos de la vida social, donde se observa una intensa y
profunda transformación de todos los órdenes, es decir, lo económico, social, político,
cultural e institucional, lo que conlleva a cambios pensamentales muy significativos entre
quienes aquí sobre este terreno vivieron esos impactos.
La zona petrolera que se desarrolla en el Estado Zulia atrajo hacia esta parte del
país no sólo un éxodo campesino, sino que también atrapó dentro de sus fronteras a
personajes con una alta formación intelectual, quienes estaban deseosos de impregnarse
de estas nuevas realidades socio-económicas y socio-políticas que se desenvolvían con
furiosa rapidez por estos lados -Cabimas, Lagunillas, Mene Grande…-. El interés por lo que
aquí ocurría, es debido a que lo económico, lo social y lo político aquí cobraba una fuerza
titánica con la actividad industrial que en estos predios se desencadenaba. Rodolfo
Quintero, quien era maracaibero, se vino en ese entonces a Cabimas trayendo su bagaje
cultural (fundando la SAMOP), para presenciar y participar de esta compleja y conflictiva
realidad212, y varios años más adelante se convertirá en un observador agudo (como
catedrático universitario) de los cambios antropológicos que sufre la sociedad venezolana
como un todo, al expandirse la cultura petrolera que se gesta en el Estado Zulia a todo el
país, es decir, Rodolfo registra en sus estudios la Zulianización de la nación.
El desiderátum de esa mutación que disloca la realidad nacional y con ella a los
espíritus más sensibles, es que así como Carlos Alberto, Mario y Vicencio sueñan con una
Venezuela pujante y poderosa gracias a la abundante riqueza petrolera que inunda las
arcas nacionales, lo mismo ocurrirá con otros venezolanos a lo largo de todo el siglo
veinte, creándose en sus imaginarios proyectos de desarrollo nacional contrapuestos,
porque en el fondo de éstos se mueven diferentes intereses y concepciones ideológicas,
doctrinarias y filosóficas. En esta Historia del Estado Zulia, entonces, desfila una larga lista
de personajes motivados por esas dinámicas y preocupados por el curso que habría de
tomar en su desarrollo este territorio y el país. Nacerán proyectos de todo tipo, unos
altruistas y otros sectarios, porque de todo hay en la viña del Señor.
La necesidad de gestionar un país exportador de petróleo, por ejemplo, colocó a la
región central del país, en posición de dictar la política dominante en Venezuela, y ésta en
lo esencial consistió en convertir el nuevo recurso en una materia prima destinada a la

211
Lucha que se ha traducido en nuestra jerga política como enfrentamiento histórico entre centristas,
derechistas e izquierdistas para acceder al poder, es decir, a la caja de los caudales originados por la renta
petrolera. (el realero).
212
Semejante a la que vivieron los ingleses cuando sus ciudades se empezaron a transformar debido al
impacto de la revolución industrial, fenómenos de tal envergadura atrajo a los intelectuales de toda Europa.
Del mismo modo la instalación de la industria de hidrocarburos en este medio produjo un cataclismo que
algunos autores califican como la Revolución petrolera operada en el suelo venezolano.
174

exportación y en dejar a las empresas extranjeras a cargo esas operaciones, proyecto que
se expresaba en clave como una cultura petrolera negativa, porque lo único que les
interesaba a esos gañanes era que ese nuevo ingreso público los subvencionara a ellos con
preferencia. Ese proyecto devaluado que nace y cobra fuerza en esa parte del país, se
impondrá a corto plazo sobre el Proyecto de desarrollo que se esbozó y se esbozaba en el
Estado Zulia, éste pretendía crear no solo una historia petrolera con otros horizontes de
mercado y otros protagonistas, sino que además su visión sistémica era más ambiciosa,
porque tenía como objeto crear un sistema capitalista menos conflictivo, y cualitativa-
mente superior al modelo externo 213. En consecuencia lo que se perfilaba en el Estado
Zulia era un Gran proyecto histórico, y sus autores más conspicuos iban desde Velutini
hasta la dupleta Egaña-Gumersindo Torres 214, pasando por Vicencio Pérez Soto, Guillermo
Zuloaga y Mario de Giovanni, en esa corriente de cambio, además, transitaban muchos
personajes valiosos como Luis Calvani y Rodolfo Quintero, o un Arturo Uslar Pietri y un
Alberto Adriani que se identificaban con esa corriente renovadora. Si a ese esbozo de
Proyecto zuliano se le hubiese dado continuidad, éste se habría enriquecido, convirtién-
dose en la plataforma del lanzamiento de Venezuela como una potencia petrolífera imba-
tible215, y con ese enorme logro otro tipo de cultura hubiese aflorado a la superficie: la
cultura petrolera positiva, que a mediano y largo plazo apuntaría sus baterías hacia otros
frentes económicos, para que estos en su conjunto fuesen tan importantes con el de los
hidrocarburos. Una Venezuela con muchos ejes fundamentales estaba en el porvenir, es
decir, un país armónico, donde el capitalismo no funciona como una anomalía sino como
un sistema operativo de alta eficiencia. Donde el eje agrícola, recuperaría su papel
alimentario y exportador, el eje industrial asumiría su papel económico del sostén básico
del empleo en las ciudades no-petrolíferas y de autonomía manufacturera, y el eje
financiero encararía las necesidades de dinero para materializar nuevas inversiones de

213
Carlos Alberto Velutini pretende mejorar considerablemente las condiciones de vida de los trabajadores
petroleros, para incentivarlos a que se compenetren con los aspectos técnicos de la actividad petrolera, es
decir, se especialicen, lo que en otras palabras, vendría a ser la formación de capital humano de alta
calificación, incrementándose por esa vía sus salarios.
214
Gumersindo Torres como Ministro de Fomento se dirigía el año de 1931 al Doctor Guillermo Zuloaga
Ramírez como Inspector Técnico de Hidrocarburos instruyéndolo que se debía llevar registro exacto de cada
pozo por “el impuesto de explotación el cual se causa, por la Ley, desde el momento en que el producto,
aceite o gas, sale de la tierra. Ese impuesto deben pagarlo las Compañías sin tomar en cuenta desperdicios,
pérdidas por descuidos, incendios y demás causas, ni las cantidades (…) para usos de la empresa. Sentado
así el principio (…) surge la importancia de llevar cuenta exacta de la producción”. Cita tomada del
documento que Ramón Santaella inserta en su libro “La Dinámica del Espacio en la Cuenca del Lago de
Maracaibo” Ediciones UCV, 1989, Caracas; p. 303.
215
Nos estamos refiriendo a una sociedad que explora todas las oportunidades económicas que se pueden
desarrollar a partir de los hidrocarburos, es decir, todas las industrias aguas abajo que darían como
resultado un aparato industrial que se organizaría como un Complejo Industrial Petrolífero con capacidad
para abastecer al gran mercado latinoamericano-caribeño con una inagotable variedad de productos
proveídos a precios altamente competitivos.
175

capital convirtiendo la renta petrolera en ahorro capitalizable. Y como eje transversal


creativo, el eje del conocimiento apuntando a formular todo tipo de políticas emancipa-
doras. La finalidad superior, en este caso, era la de erigir en el país un capitalismo
orgánico. Con esa élite selecta que el gomecismo promueve a altos cargos y a puestos
claves, concediéndoles además a estos personajes un espacio de amplias libertades y de
una relativa autonomía, el poder podía dar virajes radicales para encaminar al país por
una nueva senda216
Tendremos que avanzar con nuestras percepciones en esta temática a través de
muchas facetas, pero el lector no debe perder de vista de que estamos recogiendo testi-
monios, a los cuales concederemos la palabra con prioridad y sin caer en cortapisas. Uno
de esos testimonios es el de Rodolfo Quintero, quien concibe una historia caracterizada
por la confrontación de clases sociales, posición metodológica de ese autor que debemos
respetar para no alterar su testimonio. Lo que nos interesa captar de su testimonio es
como lo que acontece en el Estado Zulia trasciende las fronteras de esta entidad y se
convierte en una nueva forma de vida en todo el territorio nacional.
La cultura petrolera
Para este antropólogo social la explotación de hidrocarburos, vista desde su
perspectiva política 217 , estuvo acompañada de un proceso de conquista de sesgo
imperialista, proceso en el cual según él se utilizó la cultura como un instrumento de
penetración, para lograr la identificación del habitante del país no solo con las corpora-
ciones petroleras, sino incluso con sus países de origen. Esos valores identitarios conecta-
dos a un modelo externo que, nuestro habitante adquiere de esas compañías, son los que
Rodolfo Quintero denomina como la cultura del petróleo o cultura de conquista. Dice
Rodolfo:
Al estudiar la cultura del petróleo encontramos un sistema de valores creado por ella que
responde a necesidades peculiares de una estructura de poder, la cual cambia en el tiempo
por ser el hombre un ser histórico (… …) su penetración en nuestra sociedad distancia al
hombre venezolano de las culturas y subculturas nacionales (…) [y le lleva a] comportarse

216
El ciclo histórico López Contreras, Isaías Medina Angarita y Marcos Pérez Jiménez se encargó de ese golpe
de timón. Una relectura de ese proceso es urgente, la historiografía impuesta por los “demócratas” contra
los “dictatoriales” debe ser superada, porque no es más que un maniqueísmo extremadamente simplifi-
cador de la realidad histórica.
217
Recordemos de que el autor estuvo en las filas del movimiento comunista, y que desde esa doctrina él
percibe a las corporaciones petroleras como la punta de lanza de la potencia norteamericana. Metrópoli que
actúa con evidente superioridad ante un país atrasado rico en materias primas, recursos que requiere el
aparato industrial de esa potencia para mantenerse en ascenso histórico, de allí que en función de ese
objetivo económico y expectativa futura recurra a todos los medios a su alcance, para garantizarse el acceso
a esas fuentes, uno de esos medios que emplea para garantizarse el abastecimiento de esos recursos es,
según nuestro testigo, la cultura, porque de este modo no tiene que recurrir a la ocupación militar. Lo
discutible aquí es qué se entiende por imperio, y por lo tanto poder utilizar o no emplear la categoría de país
colonia, corresponde al lector descifrar ese dilema, porque este libro no contempla entrar en esa discusión.
176

de acuerdo con valores impuestos por un complejo cultural extraño (…) [lo que incide en
218
sus maneras de] pensar, sentir y actuar, es decir, su cultura
Desde la óptica de este marxista-leninista la cultura del petróleo coadyuva a lograr
una colonización mental, la cual determina un modo de vida que se adapta -en nuestra
opinión- a los valores más superficiales de aquellos países 219, y a otros que son básicos,
como los que se desprenden de su sistema económico, verbi gratia, el salario monetizado
-cultura capitalista-. Siguiendo la metodología de investigación empleada por este
afamado antropólogo social, se puede decir que donde se instalan las empresas petroleras
extranjeras se desestructuran las formas económicas existentes, y se van sustituyendo por
nuevas relaciones sociales de producción, cambio al cual se adecúan los miembros de la
sociedad ocupada, adquiriendo algunos de los valores propios de ese complejo cultural
externo, vínculos que, de acuerdo a lo que señala Rodolfo Quintero, le colocan en
situación de dependencia directa con respecto a esas empresas, e indirectamente con las
metrópolis que representan 220. Dice Quintero: “La penetración del capital petrolero (…)
desintegra la economía (…) y convierte al país en una dependencia económica, social,
política y cultural del capital extranjero” (Quintero, 2014: 46).
Para ilustrar ese gran fenómeno que llega a abarcar a todos los actores sociales
presentes en Venezuela221 y con ello todos los escenarios de nuestro país, Rodolfo Quinte-
ro hace un examen exhaustivo de diferentes aspectos de la realidad venezolana,
mostrando los impactos históricos que ocasionan las compañías petroleras (que se
instalan en el Estado Zulia y en otras entidades nacionales como Monagas) sobre la nación
venezolana [la historia del Estado Zulia rebasa sus fronteras político-territoriales y se
convierte en diáspora nacional]. Uno de los aspectos que se desprende de ese gran
fenómeno, el cual consideramos de mayor contundencia sobre la vida nacional, servirá
para centrar la última sección del presente libro. Ese aspecto al que se alude replica la

218
Rodolfo Quintero, Antropología del petróleo, Edición Banco Central de Venezuela, Impreso en Venezuela,
2014. (Página citada: 14).
219
Iremos imbricando lo que dijo Rodolfo Quintero con nuestras propias reflexiones, porque de lo contrario
se estaría realizando una simple transcripción y no una extrapolación que permita comprender mejor lo que
estaba ocurriendo, solo en algunos casos se hará explícito el deslinde entre lo que percibe el testigo y lo que
desde nuestra perspectiva teórica captamos. En el testimonio de Rodolfo no se contempla que los valores
que se transfieren a la cultura del venezolano son solo los más externos, y eso es muy importante, porque al
no transferirse los valores profundos no se obtienen los cambios trascendentales, la cultura petrolera que se
hizo carne y huesos en nuestro país quedó inconclusa, porque es en esos valores profundos donde está la
clave de la revolución industrial que se operó en Inglaterra y en los EE.UU.. Si nos hubiésemos empapado de
esos valores subyacentes, esa sería una poderosa fuerza para desatar cambios estructurales en la economía
venezolana, ¡¡ bien se cuidaron aquellas empresas de no transferirnos esas ideas esencialmente
revolucionarias !! No obstante algunos prohombres venezolanos las adquirieron por otros medios, y a esos
actores debemos todo un legado conceptual y unas estrategias, planes y programas en pro de esas metas.
220
El testigo echa mano a la teoría de la dependencia que fue elaborada en este subcontinente sudameri-
cano.
221
Es lo que su libro desarrolla a través de cada uno de sus capítulos.
177

transformación que van sufriendo las poblaciones del Estado Zulia (y de los demás estados
petroleros), como resultado de las poderosas fuerzas que desata el capital dedicado a la
explotación petrolera, y esas transformaciones del medio local según nuestro enfoque se
van a reproducir en buena parte del país donde no hacen acto de presencia las Zonas
petroleras, y es a esa réplica lo que se denomina en esta parte final de este análisis de la
Historia del Estado Zulia durante el Siglo XX como la Zulianización de Venezuela.
De enorme importancia son las transformaciones urbanas que acontecen en el
país, porque trae un gran viraje al modo de vida del habitante de esta tierra, cambios que
se reflejan con nítido efecto en la capital de Venezuela. Rodolfo Quintero nos describe lo
que acontece con la ciudad de Caracas, al quedar expuesta al efecto de “el chorro
petrolero”, y que luego sobrevendrá en mayor o menor medida en el resto de las ciudades
asentadas en la Venezuela costero-montañosa (donde el fenómeno urbano, no es nuevo,
porque se remonta a los tiempos coloniales del Imperio hispano). La dinámica de estos
cambios es absolutamente impresionante, hay un cambio de ritmo histórico de
proporciones épicas, porque las ciudades sometidas a un tiempo lento de repente entran
en un tiempo acelerado y se transfiguran bajo el nuevo proceso histórico puesto en
marcha. Intentaremos ofrecer una visión general de ese maremágnum, porque su
sustancia es lo que denominamos como la Zulianización de Venezuela.
El Paraiso
Antes de describir lo que ocurre en Caracas, como previo hay que contemporizar
con lo que se propone esclarecer el testimonio de Rodolfo Quintero, porque la trans-
formación de Caracas él la asume como un fenómeno socio-urbano, es decir no registra
solo los cambios urbanos de carácter físico, sino que también aborda los paisajes humanos
que allí se desarrollan con todo su esplendor, y esa misma metodología que aplica al
mundo citadino en sus investigaciones, se la va a aplicar también al medio rural y al
ámbito de las zonas petroleras, porque debido a su formación doctrinaria no puede
perder de vista lo que se refiere a las clases sociales 222, sobre las cuales el testigo hace
gran hincapié en su análisis con gran originalidad 223. No nos preocupamos por deslindar la
interpretación de los hechos que efectúa Rodolfo Quintero y la nuestra 224, en nuestra
transcripción se amplifica el discurso del autor cuando se juzga necesaria, en ese sentido,
se realizan ciertos aportes que ayudan a profundizar un tanto más el fenómeno que va
222
El término lo evita, prefiere aplicar la categoría de grupos sociales, lo cual no nos extraña, porque Rodolfo
Quintero resultó incómodo con su iconoclasia al Partido Comunista en Venezuela, donde entre otras cosas
resultó un temprano crítico del estalinismo. Su alejamiento del partido lo encauzó a través de una prolífica
labor académica como científico social en los espacios de la universidad venezolana donde se ganó un
amplio reconocimiento y el afecto de esa comunidad.
223
Lo que le trajo serios problemas con sus camaradas embarcados en la corriente estalinista hasta los
tequeteques.
224
Como la fuente citada es única, no será difícil establecer esa especificidad mediante la lectura del libro de
Rodolfo Quintero titulado Antropología del petróleo.
178

exponiendo. Pero donde sea esencial, se llevará a cabo una demarcación de un modo
explícito, donde las exigencias filosóficas, doctrinarias, metodológicas lo requieran, es
decir, donde el disenso se erige como un punto de inflexión crítico entre nuestras
convicciones y las que alientan al Rodolfo Quintero como militante de la izquierda
venezolana. La idea es, no invalidar este testimonio de calidad académica, sino por lo
contrario, aprovecharlo al máximo, para que esta última sección del libro cierre la
exposición de la Historia del Estado Zulia durante el Siglo XX con una pulsión polémica, tan
necesaria para esclarecer en alguna medida cuáles fueron las perspectivas ideológicas
presentes en el proceso histórico de esa centuria inolvidable.
Rodolfo Quintero para llegar a la descripción del fenómeno urbano que observa en
Caracas, aborda primero el cambio de actitud política que acontece entre los grandes
latifundistas y poderosos comerciantes que durante el siglo XIX se elevaron al más alto
sitial en la estructura política, social y económica del país. Ese sector social siempre había
ambicionado disputar el poder a los que lo habían conquistado, eso daba origen al
malestar debido a las constantes “revoluciones” que asolaban a Venezuela, pero ahora
con la aparición de los andinos al poder, que primero fundan su solidez sobre las fortunas
del cafeto y luego sobre la del aceite negro, esa actitud decrece, y según Quintero, ésto
obedece a la amplia satisfacción económica que obtienen estos actores sociales bajo la
dictadura de Juan Vicente Gómez que sabe comprar voluntades. Rodolfo llama la atención
sobre ese hecho, el cual tiene su origen en la novedosa explotación de hidrocarburos que
está irrupcionando de un modo determinante en la realidad nacional, dice nuestro testigo:
Ante las fáciles y jugosas ganancias que ofrece la era del petróleo iniciada, las clases
225
explotadoras abandonan sus aspiraciones de tomar el poder y se ocupan de buscar y
conseguir concesiones para traspasarlas a las empresas de capital inglés y norteamericano
(íd. 47).

225
Es esto lo que explica por qué llegó a su fin la guerra civil que ya era endémica en Venezuela: “las
revoluciones”, que de un modo constante, reiterativo y continuo impedían la paz y la estabilidad de la
república, se aminoraron y se redujeron a su mínima expresión, el país entró en una era de orden y paz. Del
mismo modo, ese acuerdo entre poderosos, también permitió a “Gómez liquidar los desprestigiados
partidos “históricos” (los llamados Liberal y Conservador) e impedir toda forma de organización;
venezolanos de diferentes clases sociales son despojados de sus derechos políticos” (Quintero, 2014: 47), en
otras palabras, se permite que funcione una tiranía activa bajo un consenso generalizado, porque la paz
tenía un costo, la subordinación beneficiosa a una dictadura militar patriarcal. Se abre así una etapa larga
bajo el Benemérito, la cual se prolonga desde el año 1908 hasta el año de 1936; si a esa etapa se la reconoce
en ese específico comportamiento como gomecismo, entonces se puede decir, que ese régimen no
desaparece con el fallecimiento del tirano, sino que se extiende a través de Eleazar López Contreras e Isaías
Medina Angarita, y que quedan notorios vestigios del gomecismo que llegan hasta nuestros días, visibles en
el comportamiento que asume el venezolano en sus relaciones con los demás, llegando a ser muy expresiva
en la lucha política que gira en torno a apoderarse del gobierno, porque desde esa instancia se puede
disponer de la máxima porción de la renta petrolera, la cual representa fáciles y jugosas ganancias, para los
más audaces, inescrupulosos y antipatriotas que colocan sus intereses personales sobre y en contra de los
del conglomerado venezolano [el personalismo es uno de los peores defectos del político de nuestro medio].
179

Hecho que permite entender la tregua que sellan las clases dominantes
venezolanas con los nuevos gobernantes, esto es, con la camarilla de Juan Vicente Gómez,
convirtiéndose de paso en sus más fervientes acólitos. El Benemérito le concede a las
cabezas principales de esas clases sociales que detentan las tierras y el comercio en el
territorio nacional, concesiones sobre superficies donde se sospecha la existencia de
yacimientos petroleros, y estos acaudalados las transan en operaciones mercantiles con el
capital extranjero obteniendo en esas operaciones verdaderas fortunas. Bajo esas
condiciones a lo único que aspiran los pesados es a mantener excelentes relaciones con el
gobierno, como fuente fácil y segura de acumulación de riqueza. Y el gobierno por su
parte lo que aspira en lo inmediato es a consolidarse para así poder perpetuarse.
La sociedad que emerge de ese reparto económico propicia mayores desigualda-
des que las ya existentes, los viejos jerarcas y sus descendientes se convierten en
prominentes acaudalados, que reciben en boca del pueblo el apelativo de los pesados.
Esas megacéfalos se incorporarán al entorno presidencial como los más poderosos
personajes del país. Ese sector social que posee ahora una creciente riqueza, según nos
explica Rodolfo Quintero, se siente motivada a reformar el espacio de las representa-
ciones, esto es, las ciudades, las cuales son transformadas bajo un nuevo concepto urbano
que ellos impulsan con sus fortunas. Según Rodolfo los pesados en Caracas se convierten
en un grupo cerrado, un grupo privilegiado, y como tal toman la iniciativa de dejar de coe-
xistir dentro del perímetro de esa urbe con los demás vecinos, es decir, ese conglomerado
se distancia de los del montón de una manera tan pronunciada y extrema que llegan ahora
a erigir una zona residencial para su exclusivo disfrute, zona residencial que bautizarán
con el apelativo de El Paraíso, quedando de este modo las mayorías -los del montón-
habitando en las viejas casas de tejas de la capital en barrios como La Candelaria o San
Juan, mientras que los pesados se trasladan a las afueras de la vieja ciudad. El Paraíso con
sus quintas será ahora el símbolo de los acaudalados, y las casas de tejas de la vecindad
queda reservada para los barrios populares donde se hacinan los habitantes de tercera, en
ese sentido, los símbolos de la nueva Venezuela que emerge están construidos a partir de
esas realidades226 y éstos símbolos adquieren connotaciones muy tangibles, es decir, muy
visibles, se expresan en las edificaciones residenciales que albergan esos dos actores
sociales, pero además, y esto es lo más importante, manifiestan una terrible tendencia
que apunta hacia un antagonismo que en clave de futuro no pronostica nada bueno. Dice
Rodolfo Quintero en su testimonio:

226
Conformando así un espacio histórico donde el nosotros es afectado de un modo muy profundo, se
puede decir, que el efecto es abismal, el ellos y el otro quedan en aceras diferentes. Este es un cambio
histórico de insondable significado, hay dos nosotros antagónicos o por lo menos que no se reconocen entre
sí como iguales, sino como distintos. Esa nueva semiótica del espacio origina una secesión de la sociedad
urbana, esos signos contrarios terminan de fracturar la cohesión social, es como si la ciudad se hubiese
dividido en dos, lo cual pudiese a la larga llevarla a un desplome existencial y a una guerra social.
180

227
Las quintas de El Paraíso y las casas de vecindad simbolizan, respectivamente formas de
vida muy diferenciadas (…) Forman dos poblaciones de una misma ciudad, con subculturas
discordantes (…) en pensamientos (id. 48).
Es decir coexisten dos visiones distintas, dos mentalidades divergentes y opuestas
que se obstaculizaran mutuamente en sus aspiraciones, impidiendo de este modo que
converjan en un Proyecto de desarrollo consensuado, el cual no debía ser solo económico,
sino principalmente social, político y cultural 228. El camino venezolano debido a ese
alejamiento o distanciamiento entre los que viven en zonas de casas-quintas y los que
habitan en casas de tejas, provoca una división de la sociedad que llegó a ser insondable
durante el siglo veinte, donde la aceptación mutua se transforma en una utopía. Rodolfo
Quintero recoge ese cisma social en una frase que caló entre los habitantes de Venezuela:
“Juntos pero no revueltos". He allí un impacto de gran significado histórico, la Venezuela
petrolera que estaba emergiendo transforma el medio urbano bajo esos parámetros
adornados con signos de mal pronóstico.
Caracas como símbolo capital de la nación, se constituía en un modelo urbano a
seguir, de este modo esa forma que adquiere el espacio de las representaciones se irá
propagando por todas las urbes del país 229, y ocurre a medida que el chorro petrolero va
favoreciendo al sector pudiente de todas las demás ciudades con una porción privilegiada
de sus beneficios, es así como en toda Venezuela van apareciendo en los ámbitos urbanos
esas áreas residenciales exclusivas, ubicadas por lo general donde antes existían

227
Se refiere a las casas quintas, es decir, residencias construidas en las afueras de la ciudad, esto es, en el
medio campestre, en otras palabras apartadas de los del montón, su origen cercano era el de casa de los
fines de semanas, donde se disponía de todas las comodidades, jardines y bello diseño de la edificación.
228
La gran oportunidad de sumar a Venezuela al concierto de naciones avanzadas se podía perder por tomar
la nación la opción de mayores desigualdades sociales, lo cual como es obvio no solo debilita la sociedad por
la precariedad de la cohesión social necesaria para proponerse grandes metas relativamente consensuadas,
sino que además impide el enriquecimiento global e integral de su ciudadanía.
229
El Estado petrolero incrementa sus ingresos astronómicamente y el reparto de esa riqueza entre los
distintos actores sociales conectados con el poder crea “un nuevo tipo de ricos” (íd 59), quienes con esas
fortunas crean zonas residenciales exclusivas en las principales ciudades venezolanas (íd. 60) con lujosas
quintas que dotan con cuantos cachivaches novedosos se fabrican en los Estados Unidos. El modelo
económico que se va perfilando es cada vez más definido, Venezuela va a ser convertida en un país
petrolero-exportador, y manufacturero-importador, surge la sociedad consumista, y con ello la posibilidad
de impulsar una política de sustitución de importaciones mediante el desarrollo de un sector manufactu-
rero-industrial propio. El eje Nueva York-Venezuela o Londres-Venezuela es el resultado de ese modelo
donde ese capital monetario que se obtiene con la venta del crudo retorna a sus países de origen, es decir, a
Wall Street o a la City. Bajo esos dictados, el llegar a poseer cocinas eléctricas, asistir a clubes, manejar
dólares, transitar por carreteras asfaltadas se convirtió en signo de progreso ( íd. 59) es decir, la de habernos
convertido en magníficos consumidores, en vez de realizadores de un Proyecto de desarrollo, tal es en
síntesis la comedia de la cultura petrolera que se impuso tras la conquista petrolera y el carácter semi-
colonial o neocolonial que esta adquiere. Contra esa realidad incursionan las élites políticas emergentes, que
buscan desembar azarse de la oligarquía petrol era instalada en las esferas del poder .
181

importantes haciendas agrícolas230. Esto nos lleva a un segundo gran impacto, a una
colisión de grandes proporciones.
El resultado en paralelo de ese cambio de uso del suelo, impacta la relación
campo-ciudad, la conexión entre ambas se violenta, el puente que las unía se dinamita, lo
urbano valora al alza los terrenos citadinos de tal modo que, la producción de alimentos a
la que se destinaban esas tierras dedicadas al cultivo y la cría pasa a ser una consideración
de tercer orden (este es apenas el inicio del alejamiento entre campo y ciudad, es solo el
primer signo de esa tendencia irracional). El vínculo del auto sostenimiento que se había
forjado entre el medio rural y el medio citadino a través del siglo diecinueve se difumina, y
bajo esas condiciones desestructurantes algunos rubros alimenticios se empezarán a
importar231. Ese abastecimiento desde otros países, en especial, cuando se realiza con
valores agregados, provoca una merma de los ingresos petroleros que podían haber sido
utilizados en estimular la producción nacional, por otra parte, ese intercambio arroja un
balance negativo en esas transacciones, porque más caro es cualquier artículo que se trae
desde afuera que un barril petrolero, más valía cualquier cachivache que una medida de
crudo -en toneladas o barriles-. Por fortuna, no todos los alimentos son provistos por
otras naciones, algunos Estados de nuestro territorio asumen el papel de abastecedores
de alimentos de Caracas o de otras grandes ciudades que van creciendo sin límites. El
déficit de abastecimiento alimentario que se satisface con las importaciones, origina una
sensación de bienestar, porque el habitante -de los vecindarios populares- empieza a
consumir alimentos propios de la dieta estadounidense y europea, en consecuencia, la
mudanza hacia El Paraiso como símbolo de la nueva Venezuela nos embelesaba hasta el
delirio.
El paisaje urbano venezolano “se moderniza” bajo ese tipo de cambios económicos
superficiales, por no decir, triviales, y en vez de incrementarse el ahorro interno, lo que
ocurre es un proceso contrario, esto es, la descapitalización de Venezuela, y con ello la
230
Así ocurre, por ejemplo, en Valera, Cabimas, Mérida, no solo para aquella etapa histórica inicial, sino
incluso bastante más adelante, es el caso de Mérida con respecto a la ocupación de La Otra Banda, la cual se
produce en segundo tercio del siglo, en Valera para el mismo tiempo sobreviene sobre el área conocida
como Las Acacias y con posterioridad La Plata (que había sido una hacienda de cañaveral), y en Cabimas el
desplazamiento de las haciendas las arroja cada vez más cerca de la vía Lara-Zulia, y los terrenos que éstas
ocupaban se llenan con numerosos barrios de diferente signo clasista, en Cabimas Mario de Giovanni nos
indica la Cabimas que emerge paralela a la tradicional la cual es un área cada vez más enorme. Ese modelo
urbano no es, por supuesto, el deseable, ya que atenta contra el concilio tan necesario para avanzar hacia la
unidad, la unidad nacional es una fuerza arrolladora inexistente en este país de grandes oportunidades, la
unidad nacional es inexistente en la Venezuela de contrastes extremos, solo es un mito más que los
historiadores no se han dedicado a destruir para mostrar cuál es nuestra tragedia.
231
La producción de mangos y zapotes es suplantada por la importación de manzanas y peras, y así una
futura ofensiva para colocar frutos tropicales en los mercados internacionales fue guillotinada por nuestras
frivolidades de identificarnos con lo estadunidense o lo europeo, en vez de sembrar guanábanas para todos
los venezolanos y luego empezar a colocar ese fruto en los mercados externos, nos convertimos e
consumidores masivos de melocotones, albaricoques y dátiles. Tales son los senderos de la cultura petrolera.
182

pérdida de la oportunidad de lograr incorporar a la patria en la lista de países que están en


la franja de las naciones desarrolladas del planeta. Al habitante del país esos cambios de
importancia pueril lo distraen de lo que verdaderamente debería ser su proyecto colecti-
vo, esto es, el desarrollo de un avanzado aparato industrial agropecuario, la estructura-
ción de un sector manufacturero muy bien estudiado por todos los sectores sociales y por
las instituciones más relevantes del país (para solo mencionar algunos de los ejes
fundamentales que se hubiesen podido poner en marcha dentro de metas muy
ambiciosas), y en especial, el proyecto debía incluir como núcleo duro de la propuesta el
diseño y ejecución de un Gran Complejo Industrial basado en los derivados petrolíferos y
gasíferos. En vez de esas metas legítimas, lo que se impuso fue una mentalidad mercantil
importadora de alimentos y artículos domésticos, que se constituyen en la base de un
estilo de vida joligudense. Descansar como los estadunidenses pero sin producir como
gringolandia, construyó un imaginario de estar viviendo en El Paraíso (donde el trabajo es
solo una condena de la cual hay que librarse a como dé lugar), aún cuando quien sueña
esté viviendo en un rancho en un cerro de Caracas, porque dentro de esa humilde
vivienda existe el frigideir, la lavadora, la licuadora y en sus techos de latas de esas
barriadas se exhibe un bosque de antenas de televisión. Tal es El Paraíso de la cultura
petrolera que se materializo en nuestro territorio, en resumen, todo fue una ilusión de
realidad “moderna”, nuestras ciudades tuvieron el triste papel de consumir las divisas
petroleras en consumo improductivo, lo cual no es lo más grave, lo peor es que bajo ese
gasto ordinario los ingresos monetarios obtenidos por la exportación petrolera retornaban
a los iunaited-esteit y a la añeja Europa.
Esa fatua “modernización” observada en las barriadas caraqueñas es la misma
observada en los campos petroleros, allí un bosque de torres petroleras abarca inmensos
territorios dedicados a la zafra de crudo, y en su entorno no se construye un enjambre de
fábricas de productos propios del siglo veinte industrializado. Lo que motiva a Rodolfo
Quintero a bautizar esa realidad trunca como una plantación industrial, apelativo que solo
podría ser borrado de nuestros anales históricos si en esos campos petroleros se cons-
truyesen enormes Complejos Industriales Petroleros y Gasíferos que diesen origen a una
infinita cascada de empresas filiales “aguas abajo” en propiedad mixta -una constelación
de fábricas con capitales nacionales, extranjeros y estatales y presencia de instituciones
nacionales claves como las Universidades, el IVIC…-. La Zulianización del país por ese atajo
nada recomendable crea en síntesis una ilusión de realidad, donde la modernidad, el
progreso, el bienestar son eufemismos consoladores, donde todo cambia para no cambiar
nada, bajo ese modernismo trunco ocurre una transformación que no está orientada al
desarrollo y enriquecimiento de la estructura económica del país, la explotación petrolera
no avanzó hacia la construcción de complejos industriales avanzados destinados a
abastecer de productos al continente sudamericano, es decir, no siguió la lógica histórica
183

la cual dicta la perentoriedad de ingresar en los mercados internacionales con una vasta
gama de productos, para poder ser considerado un país capitalista232, en vez de eso se
empezó a rumiar Chicle Adam’s y a jugar pelota beisbolera, donde Mickey Mantle fue
nuestro prototipo de héroe popular y Mickey Mouse entretenía a niños y mayores. A ese
aspecto es que Rodolfo alude cuando propone que debemos librarnos de la cultura
petrolera, porque ésta solo opera como un proceso de conquista, dependencia y
colonización, etapa esta última que preferimos denominarla de subalternidad 233.
Rodolfo Quintero cuando vivió en Cabimas, en la época del SAMOP observó ese
bosque de torres petroleras ocupando los terrenos donde antes existían fundos pecuarios,
pero no le satisfizo el cambio, porque ahora en vez de ordeñarse las vacas simplemente se
ordeñaban las tierras, es decir, seguíamos siendo una economía de finca. También debió
andar por Bobures y allí pudo captar las grandes plantaciones dedicadas al cultivo de la
caña dulce, y pudo presenciar, sin duda alguna, el momento estelar en que los peones en
cuadrillas y armados de machetes llevaban a cabo la zafra, imagen sin igual que este
antropólogo excepcional convertiría en una sugerente metáfora, para explicar lo fatuo de
la industria de hidrocarburos que montaron en Venezuela los grandes consorcios petrole-
ros holandeses, ingleses y yanquis.
Plantación industrial
En las zonas petroleras la escisión del asentamiento humano es aún más compleja
que en las ciudades no-petrolíferas, porque además de operarse el mismo fenómeno que
se dio en Caracas234, allí existe un ámbito distinto a los existentes en la Venezuela urbana,
y es el de las zonas residenciales petroleras, donde se observan diferentes tipos de
núcleos habitacionales, desde los destinados a los altos empleados extranjeros hasta las
viviendas donde se ubican a los Ramón Díaz. La actividad petrolera -desde esa
perspectiva- tampoco conllevó en sus zonas residenciales a un progreso deseable, es
decir, no sirvió para corregir las distorsiones sociales heredades de la Venezuela
latifundista235. Por lo contrario, tanto en los centros urbanos como en los campamentos
petroleros aparecieron extremas desigualdades, lo cual trajo efectos inarmónicos que
disolvieron aún más el nosotros, debilitándose la cohesión social, tan necesaria para
diseñar y llevar a cabo un Proyecto de desarrollo consensuado entre los diferentes actores

232
De no hacerlo, quiere decir, que ese país no posee una estructura industrial desarrollada.
233
¿Somos un país colonial o un país subalterno? He allí una categoría que se puede derivar de lo que viene
exponiendo Rodolfo Quintero, exposición a la cual adherimos nuestros propios conceptos.
234
En Cabimas, por ejemplo, surgió hacia el sur el barrio Corito con viviendas muy humildes, hacia el norte
en Ambrosio -que eran las afueras de la población o suburbio en buen término vocablo- empezaron a
construirse casas-quintas, y en el Centro permaneció la vieja vecindad donde retoñó el comercio con vigor.
235
En la Venezuela agrícola los principales se ubicaban en torno o en las calles adyacentes a la Plaza Mayor,
donde poseían sus caserones, el resto de los vecinos se esparcían por la ciudad o pueblo en los solares cada
vez más alejados del centro político de la población, lo cual tenía un significante de autoridad en ese
escenario de jerarquías.
184

sociales, como la única vía de salir de la condición de país periférico (a los cuales
eufemísticamente hoy se catalogan como países en vías de desarrollo236) y de entrar a la
condición de país capitalista desarrollado, es decir, de poder dar el salto de país atrasado a
país genuinamente moderno, cambio histórico de primera magnitud para el cual se
requiere como condición básica el consenso de todos, porque así sus instituciones se
concatenan empujando en esa dirección. Se perdía, por tanto, la oportunidad trascen-
dental de aglutinar las voluntades políticas, en la consecución de un Proyecto histórico
estratégico victorioso, el cual se podía realizar dentro del modelo capitalista, porque éste
era el que se estaba precisamente desenvolviendo en nuestro territorio de un modo
acelerado e indetenible237.
Pero una cosa piensa el burro y otra quien lo monta, en los campos petroleros lo
que se lleva a la práctica es la política de dividir en vez de unir a quienes echan a andar esa
actividad productiva, y esto se hace mediante una concepción urbanística. Según lo
describe el antropólogo Quintero, en los campos se construyen zonas residenciales que
separan a los trabajadores entre sí de acuerdo a su estatus salarial, esa política divisionista
se expande por todos los resquicios y por diferentes medios, llegando al extremo de que
“los criollos no pueden acercarse a las zonas residenciales de los extranjeros” (íd. 74), o de
que los “Maifrends (…) viven alejados de los criollos (…) [y] los criollos no simpatizan con
trinitarios y jamaiquinos” (íd. 75). Incluso se separan en las actividades de trabajo según el
origen geográfico de los trabajadores, aprovechando los atributos propios de su medio, es
así como “los margariteños [se destinan] para tareas en el lago” (ídem) “En tierra (…) los
maracaiberos, los corianos y los andinos” (ídem), y así pudiésemos ir profundizando cada
vez más en esa fragmentación social que busca pulverizar la cohesión de la masa trabaja-
dora. Las compañías diseñan la ciudad petrolera de acuerdo a su sistema de valores, en él
se separa en porciones cada vez más pequeñas el todo social, es decir, se organiza la
sociedad marcando distancia entre sus componentes sociales, ese orden se ajusta a los
conceptos que dominan la forma de pensar de la Compañía -algo así como divide y
vencerás-, como es la de desarrollar una sociedad jerárquica a un grado extremo que llega
incluso a convertir en fragmentos a la clase social trabajadora de estirpe proletaria. Lo que
236
Concepto que crea falsas expectativas, esta categoría se aplica a aquellos países que en su realidad super-
ficial muestra rasgos de modernización, por sus infraestructuras, aparición de un aparato industrial,
inversión de capital extranjero y adelantos políticos y sociales.
237
Modelos como el de Velutini-Mario-Vicencio o el del medinismo, o propuestas como las de Alberto
Adriani y Arturo Uslar Pietri, incluso la que se ejecutaba con el Nuevo Ideal del perezjimenismo, así como la
que impulsó Rómulo Betancourt, todos ellos pretendían desarrollar -en mayor o menor medida- un
capitalismo integral y autónomo en el país. A nivel personal, somos de la opinión que el mejor elaborado de
esos planes fue el que se intentó aplicar durante la gestión gubernamental de Isaías Medina Angarita. Como
es notorio en esta parte de la exposición nos apartamos de la propuesta de Rodolfo Quintero. Para ampliar
este punto se puede consultar “El medinismo” de Oscar Battaglini, Monte Ávila Editores / Dirección de
Cultura de la Universidad Central de Venezuela, 1997. También recomiendo la obra del propio Isaías Medina
Angarita que intitula “Cuatro años de Democracia” editado por Pensamiento Vivo C. A. en Caracas.
185

llevan a cabo esas compañías es una operación envolvente, quienes trabajan en esas
empresas quedan condicionados como individuos por ese medio fragmentado donde
tiene lugar la segregación y la discriminación, donde se apartan a los unos de los otros
(política de crear los otros). Esa política se replica en el medio urbano en Venezuela,
aunque no de un modo tan intenso como ocurre en las zonas petroleras que marcan esa
ruta. Lo grave de esa orientación es que impide erigir una sociedad de consenso, tan
necesaria para proponerse iniciar la gran marcha hacia un horizonte promisorio (para
crear la Venezuela promisoria o Venezuela emporio), es decir, escribir una historia distinta
a la que se escribió durante esa centuria en nuestra patria, sin negar un país con grandes
avances, los cuales, sin embargo, no estaban a la altura que le correspondía a la nación de
acuerdo a las riquezas pasivas que podían ser desarrolladas en todo su potencial.
Rodolfo Quintero mediante esas descripciones, establece que en los campos
petroleros coexisten diferentes estilos de vida y de subculturas, y concluye con dos ideas
maestras, las cuales son desconcertantes, la primera es que “El campo petrolero no es una
ciudad tampoco es una aldea (…)”, y la otra, afirma que el campo petrolero “es una
plantación industrial (ídem)238, ambas en nuestra opinión son las dos caras de una misma
moneda, porque el campo petrolero no contiene a su interior una tendencia a transfor-
marse en una instalación capitalista que esté orientada a desarrollar todo su potencial
económico-tecnológico239, sino que por lo contrario, lo que se pretende es que no pierda
su carácter de plantación industrial, esto es, que su gran objetivo esté limitada a lograr
zafras de crudos cada vez más elevadas y hacerlo reduciendo el costo de producción por
barril petrolero240. De este modo ni llega a ser una ciudad bajo las condiciones que éstas
deben reunir para ser consideradas como tales en el Siglo XX (polos de desarrollo), pero
tampoco se puede catalogar como aldea, porque su entorno es de naturaleza industrial
avanzada (industria minero-extractiva de tecnología de punta). En otras palabras, los
campos petroleros no son ni el paraíso ni el infierno, son un limbo, y la Venezuela
petrolera será, en ese sentido una Venezuela limbo, he allí su dramática condición
existencial, que el hombre de la calle resume en la frase de no es ni chicha ni limonada.
Venezuela no es ni un país moderno ni un país atrasado, es un país que se negó la
posibilidad histórica de entrar en estado de transición hacia un destino especial en el
subcontinente. A ese proceso inconcluso corresponde una caracterización de contrastes
desconcertantes, los cuales se objetivan en los campos petroleros y se expanden en
238
“Sembrar el petróleo” en el Proyecto de desarrollo esbozado en el Zulia, significaba invertir los ingresos
fiscales petroleros en la actividad petrolífera, es decir, en la plantación industrial para transformar su
naturaleza en una industria propiamente dicha con todas sus secuelas expectantes, porque esa actividad
posee la cualidad de ofrecer una parafernalia de oportunidades, para hacer negocios de alta factura si se
lleva al estado de un Complejo Industrial Petrolero de grandes ambiciones.
239
Convertirse en una ciudad industrial procesadora de petróleo para transformarlo en 3000 derivados.
240
Interiorizando en los habitantes del país el papel de productores de materias primas y exportadores de la
misma.
186

diferentes grados por todo el país, tal fenómeno es sin duda desconcertante y deprimen-
te, porque es un proceso donde las ciudades contienen realidades de distinta naturaleza,
en la ciudad venezolana hay sitios que funcionan como un caserío, otras como rancherías,
algunas como aldeas, otras como villas, y así un sin fin innumerable de formas que
coexisten en un algo que no se puede llamar urbano, porque su esencia es el caos más
exacerbado. Venezuela durante el siglo veinte entra en un estado de suspensión, no tiene
los pies sobre la tierra, es una existencia tipo limbo.
Rodolfo califica ese fenómeno histórico complejo y profundamente conflictivo y
contradictorio de sui generis, aseveración que se pudiese interpretar de la siguiente
manera: esos consorcios con su conquista petrolera no traen una nueva civilización,
debido a que el campo petrolero no reúne todas las condiciones propias de un centro
urbano capitalista, pero por otro lado tampoco es una aldea, porque ese asentamiento
con todo y sus aspectos criticables 241se caracteriza por notorios adelantos, es en síntesis
un modernismo retrógrado, donde se retorna a la plantación de caña de azúcar, la cual en
una de sus caras reúne todos los adelantos propios del capitalismo industrial 242, y en la
otra cara se observa un atraso donde aún persisten resabios propios del régimen
latifundista que imperaba en el siglo diecinueve, al menos al inicio de ese proceso. Desde
esa perspectiva, aquella parafernalia de maquinas avanzadas que extrae del subsuelo un
ingente volumen de hidrocarburos, es un proceso que bien se pudiese catalogar desde la
perspectiva formal como un complejo productivo destinado a efectuar una zafra
petrolera, lo que da lugar a clasificarla como una plantación industrial, evocando con esa
metáfora las plantaciones de caña de azúcar que impulsa en esta misma costa este del
lago el Central Azucarero en la población de Bobures. Tal analogía causa una terrible
devastación teórica, la coexistencia del capitalismo más avanzado con un corsé preca-
pitalista es un verdadero engendro del infierno.
Vamos a retomar el asunto desde donde todo empezó, para a continuación consi-
derar un tercer fenómeno más de esta realidad de interesante carga histórica, señala
Rodolfo que:
Los primeros campamentos (…) se instalan en el occidente del país. Surgen con el nombre
de campos petroleros en el Estado Zulia (…) poblados por campesinos pobres (…) peones
que huyen de las haciendas (…) y grupos de indios guajiros (…) Actores (…) de culturas
rurales [que se han de adaptar] a condiciones de vida urbana (íd. 71).

241
El área habitacional de los obreros-peones en sus inicios era propia de condiciones infrahumanas, lo que
contrastaba de modo connotado con el hábitat del personal staff.
242
Los centrales azucareros reúnen a su interior un complejo de maquinas que echa a andar un proceso
industrial propio de la Segunda Revolución Industrial, y a lo externo posee vías férreas y locomotoras, vías
de comunicación, siembra agronómica de la caña dulce y la siembra se realiza en una escala económica
avanzada como es la plantación.
187

Ese texto pone en evidencia que la categoría plantación industrial es realmente


existente, la fuerza de trabajo rasa que pone en funcionamiento al Central Azucarero de
Bobures es la misma que hace operativa a las actividades de las Compañías petroleras en
Mene Grande, Lagunillas o Cabimas. Pero no nos detengamos en ese hecho contundente,
avancemos, en esos campamentos hay otro asunto de sumo interés, en esos
campamentos no se replica ni el mundo urbano y rural convencional, como ya se ha
descrito en las líneas precedentes, en ese nuevo ámbito poblacional aparece un nuevo
tipo de emplazamiento humano acorde con ese capitalismo de signo contradictorio, al
respecto profundiza Rodolfo Quintero y dice que “los rasgos culturales de los campos
petroleros se diferencian de los (…) denominados centros urbanizados”(ídem), son en este
sentido, un nuevo tipo de medio, distinto al rural e independiente del urbano establecido
o preexistente, y esto causa un fenómeno muy importante, ese agrupamiento tiene
niveles y estilos de vida propios, y por esa vía “no se identifica con la organización y las
autoridades políticas y administrativas existentes” (ídem), esto es, con el estado, distrito,
municipio, caserío, y en este sentido, los campos petroleros son enclaves extranjeros
donde los residentes son regidos por normas elaboradas por la corporación petrolera 243,
de lo que se deduce que esa comunidades vienen a resultar en “Una institución
colonialista” (ídem). Los campamentos petroleros de aquí y de otros lares son espacios
regidos por una Compañía que opera no solo en Venezuela, aspecto este que no podemos
perder de vista, sino que trabajan también en distintos continentes, y estas empresas de
dimensiones monstruosas pretenden imponer su majestad en los países donde ingresan
sus filiales, de allí que surja el frente petrolero para encarar esa pretensión. Por supuesto
ese frente se materializa cuando a lo interno del país receptor existen esos factores
subjetivos que impidan echarse a los brazos de un modo total a esos intereses extraños.
En Venezuela un Gumersindo Torres o un Manuel R. Egaña bajo el beneplácito del General
Juan Vicente Gómez activaron esas fronteras.
Dice Rodolfo Quintero con respecto al campo petrolero que éste es una institución
“Económica y política por cuanto cumple la función de asegurar la acción colectiva de sus
miembros bajo la autoridad de una empresa poderosa dirigida desde la metrópoli que
dispone de reglamentos e impone sanciones para conseguir mayor productividad
mediante el esfuerzo de todos” (ídem). Y agrega “Además, el campo petrolero es una
efectiva herramienta que sirve a capitalistas extraños para construir y conservar estructu-
ras de clase, de explotadores y explotados, armazones sostenidas jerárquicamente por
jefes y administradores” (ídem). Plantean los campos petroleros, en ese sentido, para la
comunidad nacional un problema de soberanía, lo cual estimuló reacciones en contra por
parte de eminentes venezolanos que vivían en ese medio zuliano, como es el caso de
Velutini, Zuloaga, Pérez Soto y Rodolfo Quintero. Esos personajes viven esa problemática y
243
En nuestra publicación titulada “Aproximación a la Historia de Cabimas” esas normas son registradas.
188

asumen posiciones ante ella que se pudiesen catalogar de inusuales e inauditas, fijándose
no solo en lo que ocurre en territorio zuliano sino también en el país, donde las ciudades
se van a deformar de un modo extremo, debido a los contrastes de pobreza y riqueza que
van a exacerbarse, es decir, en vez de un país potencia de desarrollo social armónico y
muy bajo nivel de violencia, crece es un país dinamita que puede estallar en un mar de
conflictos.
Avenidas negras
El Campo petrolero como un hecho de la geografía humana es un asentamiento,
por todo lo dicho, pero es innegable que trae novedades que los diferencian de las
poblaciones ya existentes, y en ese sentido ofrece unos constructos históricos inéditos.
Rodolfo Quintero con su testimonio enfatiza esa peculiaridad, dice que es “Un centro de
población sui generis” (íd. 76), y siendo más específico precisa que es un centro “Muy
mecanizado, donde predominan relaciones de producción capitalistas. Aparece en
Venezuela como una organización (…) superpuesta, dirigida por personas de cultura
diferenciada de las culturas y subculturas propias del país” (ídem). Y prosigue nuestro
autor señalando que es un fenómeno que abarca una buena porción del país, porque esos
centros de población de nuevo formato “brotan como hongos en Zulia, Falcón,
Anzoátegui, Monagas, Guárico y Bolívar” (ídem). En esas entidades, según sus estudios de
campo, se divulga y se propaga entre la gente que en los campos petroleros hay:
“avenidas anchas, negras y limpias, que unen las oficinas amplias de los jefes con las
confortables viviendas de los extranjeros, sus clubes y sus canchas deportivas”, de tal
modo que -agrega-: “Poder entrar y salir por los portones de las compañías da prestigio
(…). Quienes lo hacen son tenidos como una élite, forman un grupo especial” (íd. 77). Tal
es la idea que en estos campos se objetiva, la de crear un habitante extraño a la población
aledaña, un privilegiado, con una identidad diferenciada. El habitante del campo
petrolero, en consecuencia, se identifica con el interés de “mí Compañía”, es el hombre
Shell o el hombre Creole, ese fue un proceso que tomó su tiempo para realizarse, pero por
diferentes medios fue calando en quienes constituyeron ese grupo especial, su cultura
poco a poco pasó a ser la cultura de las corporaciones. Vivir en el campo petrolero era
como tener por zona residencial El Paraíso, donde existían aquellas “avenidas anchas,
negras y limpias” que comunican las áreas de producción con las zonas habitacionales, y a
éstas últimas con las islas recreacionales. Y todo paraíso posee un panteón de divinidades,
un Olimpo, un Cielo, unos pontífices y vicarios, Rodolfo los identifica cuando señala que:
En esas corporaciones existe una organización jerárquica de amplio espectro:
“Superintendentes, jefes de departamentos, técnicos de alta calificación, y cuantos dirigen y
administran los campos (…) integran una burocracia montada desde la metrópoli” (íd. 74),
entre estos están los empleados de confianza que forman una capa inferior de la clase
dominante, es decir, la de los amos extranjeros (ídem).
189

Rodolfo muestra lo oculto, señala que los campos petroleros también inciden en la
vida de las poblaciones que quedan bajo su área de influencia, entra así en un nuevo
aspecto de ese macrofenómeno que se viene analizando -sustancia de la zulianidad
petrolera-, indica como las zonas de explotación de los hidrocarburos requieren de
reservas de mano de obra, y cómo ese factor perturba las comunidades urbanas cercanas
(íd. 71), por ejemplo, Cabimas y Lagunillas fueron impactadas de un modo total, porque
hacia esas poblaciones se dirigieron en masa habitantes de todo el país. Se instalaban en
esos centros urbanos (algunos nuevos, es decir, fundados para la realización de esa
actividad como es Mene Grande o Casigua-El Cubo) y concurrían a los portones de la
Compañía a solicitar trabajo. Esa invasión se produce en una escala intolerable, porque
crea hacinamientos humanos caracterizados por la pobreza y el desempleo, en otras
palabras, las poblaciones cercanas se convierten en ciudades colchón, en las cuales van a
aparecer y multiplicarse esos aditamentos subdesarrollados -hacinamiento de población
depauperada- denominados como las barriadas miserables, donde proliferan las viviendas
muy precarias y un modo de vida vulnerable, el origen de esas barriadas precarias fue el
éxodo de los habitantes del medio rural hacia estas poblaciones cercanas a la explotación
petrolera. En el estado Zulia ese fenómeno será muy patente, porque en esta entidad se
disputan las tierras ambas invasiones, las de las corporaciones petroleras y las del éxodo
campesino, creándose un caos al interpenetrarse, caracterizado por varias formas de
ocupación en las zonas productivas de crudo. El resultado de esa dialéctica es que el
medio urbano se torna en un grave problema de tipo anticivilizatorio, el cual a medida que
el tiempo pasa se vuelve más crítico y más difícil de acometer por parte del Estado
venezolano para gestar un reordenamiento que resuelva ese ambiente indeseable y
dramático. Los ingresos petroleros que el país obtiene, en ese contexto trágico, son cada
vez menores ante ese grave problema de distorsión urbana, esto es, la proliferación de
barrios pobres en el entorno de las poblaciones impactadas por la actividad petrolera,
fenómeno que luego se replica en casi todas las ciudades del país, y genera lamentable-
mente un efecto de vulnerabilidad que se torna en insoluble por la desproporción que
asume, de tal modo se constata que más grande es la Maracaibo marginal que la
Maracaibo propiamente dicha, por citar un ejemplo contundente. Nuestras ciudades son
un galimatías que requiere de estadistas muy versados del saber urbanista.
Ante esa realidad deformada, sobre la que los gobiernos resultan impotentes, se
responde desde las esferas del poder ejecutivo con la puesta en ejecución de la construc-
ción en esas urbes de unas cuantas avenidas negras y obras públicas espectaculares244,
donde se han invertido fabulosas cifras de la renta petrolera con la finalidad de que en el

244
En Maracaibo corresponde a las avenidas Bella Vista, Cecilio Acosta, Libertador, La Limpia, etcétera ese
avance, y grandes obras públicas como el Palacio de Justicia, el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia o
parques como El Rosario y el Rafael Urdaneta.
190

imaginario colectivo se viva la ilusión de progreso y desarrollo, esas obras son distractivos,
porque apartan a la sociedad venezolana de las verdaderas tareas que se debían acometer
para crear un poderoso aparato productivo, y de este modo visionario crear ciudades
industriales que aprovechasen esa masa laboral excedentaria que se hacinan en los
cinturones de miseria que rodean a nuestras ciudades y que pueden algún día someterlas
a asedio si no surge una democracia social vigorosa económicamente y espiritualmente.
Algunos analistas ante la aparición de calles asfaltadas y demás obras públicas que
realizaban los gobiernos llegan a calificar a ese voluble cambio de modernismo, no
tomando en cuenta que tal fenómeno modernista cuando es genuino exige un desarrollo
en todos los órdenes y estratos, lo cual es todo lo contrario a lo que se observa en
nuestras urbes distorsionadas, famélicas y afeadas donde lo que hace presencia es una
realidad intensamente deformada (anti-desarrollo), porque lo superfluo y baladí toma el
espacio urbano como su reino de fantasía.
Ciudad petrolera
Rodolfo Quintero profundizando esa realidad emergente, pasa a un nuevo escalón
en su análisis de esta compleja realidad de la Venezuela limbo, observa además que esos
migrantes consiguen en poblaciones como Cabimas unas oportunidades de trabajo distin-
tas a las que ofrecen las compañías petroleras, dinamizando la vida cotidiana de esas
poblaciones donde “el chorro” deja sentir su impacto monetizado, en otras palabras,
percibe no solo los cambios urbanos, sino también los profundos cambios en la morfología
social que se opera en el Zulia y por ende se transmite a toda Venezuela mediante las
fallas tectónicas que a diversa profundidad la atraviesan en todas direcciones. Dice acerca
de esos migrantes:
llegan en busca de trabajo no lo consiguen (…) se quedan (…) en las comunidades vecinas
(…) y se convierten en mesoneros de restaurantes modestos, sirvientes de comerciantes
libaneses, vendedores de helados o empanadas, choferes de carritos por puesto, cargadores
de maletas en los muelles, pregoneros del diario Panorama de Maracaibo, u obreros de
pequeños talleres de latonería, carpintería o zapatería (íd. 76). [Esta población que no]
“gana un salario en las compañías petroleras, depende de ellas” (ídem), dando origen a las
ciudades petroleras (…) que se forman en las proximidades de los campamentos y
constituyen sus necesarios complementos (íd 77).
El impacto del campo petrolero sobre las poblaciones que quedan bajo su área de
influencia da lugar a algo nuevo, la ciudad petrolera. Y esas poblaciones así reestructu-
radas partir de esas mejoras en los estatus de vida atrae entonces, además, a los
urbanitas, porque allí hay dinero en circulación que pueden atrapar con sus sabidurías
citadinas. A Cabimas o Lagunillas u otras poblaciones como Mene Grande o Bachaquero
llegan habitantes de Maracaibo, quienes están acostumbrados a los modos de vida de las
ciudades, e impactan a esas poblaciones con sus formas de vivir, modificando sus
191

escenarios pueblerinos, configurándose así una nueva estructura citadina donde coexisten
diferentes formas urbanas, es lo que Rodolfo denomina como la ciudad petróleo:
Prosperan (…): [en ellas ocurre la] sustitución de las viviendas de barro y palmas por casas y
departamentos de sólida construcción. Sus comercios mejoran (…) aumenta la demanda de
sus productos” (ídem). En la ciudad petróleo lo extranjero representa el progreso (…) los
pobladores tienden a vivir imitando a los extranjeros. Son generalmente ciudades
tripartitas: comprenden una parte antigua, barrios ocupados por empleados de confianza de
las compañías y comerciantes acomodados, y zonas donde se concentran los grupos más
débiles económicamente” (ídem).
Es la ciudad petrolera la que emerge bajo ese resorte de progreso formal, el cual
cambia la fisonomía de esos núcleos poblacionales. Bajo esos cambios surge una ciudad
compleja, contrastante y única, en ellas los nuevos habitantes se agrupan incluso en
barrios según la región del país del que provienen, así se consigue barrios integrados en
buen número por orientales, mientras que en otros predominan los andinos y en otros los
corianos (falconianos). La división de la sociedad se profundiza, la ciudad petrolera es un
organismo profundamente dividido donde coexisten estilos de vida diferentes, lo cual se
agrava con la cultura petrolera extranjerizante que aprisiona a las culturas rurales con las
cuales coexiste en ese medio, bajo esa presión de la cultura capitalista se convierte con
rapidez en la dominante, los valores, hábitos y pautas tradicionales 245 caen en un estado
de ansiedad colectiva y de conflicto (íd. 75). De ese mundo complejo -multicultural-, nos
señala Rodolfo Quintero, forman parte los antillanos, los maifrends246 son de piel negra,
pero tienen dominio de la lengua inglesa y tienen entrenamiento en las técnicas
petroleras, este grupo social pertenece a la misma clase que los trabajadores criollos,
pero son un estrato diferente, porque a ellos se le concede proximidad con los
funcionarios extranjeros de las compañías. Los maifrenes 247 viven alejados de los criollos
siguiendo las instrucciones de sus jefes, y los criollos desconfían de ellos debido a esa
cercanía con los mandamases (íd. 73). En definitiva existe el síndrome babel que amenaza
a la sociedad con sus fuerzas de disolución, y crea la emergencia de tender lazos a lo
interno de ese colectivo, para poder cohabitar e impedir la anarquía y el caos social, por la
falta de cohesión entre sus integrantes. La ciudad petróleo acumula tensiones que tiene
su origen en esa diversidad social no integrada.
En las ciudades petroleras viven además de todos los sectores sociales que se han
mencionado, unos grupos heterogéneos que hacen aún más rica la variedad ya registrada,
porque allí están también:

245
Las culturas que traen los andinos, corianos, orientales, maracaiberos… en fin los migrantes de la Vene-
zuela profunda y cercana.
246
El remoquete tiene su origen en dos palabras inglesas my frend, es decir, mi amigo, locución muy
empleada por el trabajador antillano para saludar a sus compañeros de trabajo.
247
Castellanizado el neologismo.
192

(…) quienes fueron dueños o sus descendientes de tierras (…) los comerciantes que (…)
cultivan la amistad de los superintendentes y jefes de los campos petroleros (…) Hay
empleados públicos (…) burócratas sindicales (…) Contratistas, negociantes libaneses,
dueños de expendios de licores, propietarios de farmacias y cafeterías, administradores de
prostíbulos (…) red de pequeños comerciantes248 con marcada influencia en la vida de la
ciudad (íd. 78).
Tal disposición urbana y tales circunstancias sociales abren paso a representa-
ciones inéditas, éstas vienen a salvar distancias entre tan disímiles grupos urgidos de lazos
sociales, cada etnia mantiene en sus intimidades tradiciones profundamente arraigadas
que no son arrancadas por la nueva cultura petrolera que han asumido. En Cabimas, típica
ciudad petróleo, la necesidad imperiosa de la unidad social se convierte en una emer-
gencia, a lo interno de ella urge contrarrestar a esas fuerzas disolventes que amenaza al
ser cultural íntimo e irreductible, y esa sentida necesidad de los otros consigue salidas a
esa crisis existencial mediante una representación masiva, la procesión de San Benito. En
esa romería los opuestos, anarquía/integración, se reconcilian convertidos en un torbelli-
no que borra distancias entre tan disímiles grupos, allí en ese espacio religioso y profano
se reconocen como el nosotros en esa barahúnda colectiva. Es una reacción comunitaria
ante la confusión de no entender la idiosincrasia pluricultural que está por todas partes
fragmentando la ciudad, surgiendo el Santo Negro como la tabla de salvación, para no
naufragar en ese mar de calamidades propias de las ciudades petroleras en las cuales han
puesto todas sus esperanzas de una mejor vida, razón poderosa por la cual todos sus
habitantes salen para defenderla con esa demostración de fuerza. La nueva cabimidad
tiene ese punto de partida, una nueva identidad común irrumpe en el escenario, para
convertir esta ciudad petróleo en el embrión de una nueva venezolaneidad. En todas las
regiones del país surge con fuerza la defensa de identidad local, con la misma vehemencia
que irrumpe en el Zulia con San Benito, La Chinita o la Gaita, en otras palabras, lo
venezolano se presenta en disposición de combate en el frente petrolero, con la finalidad
de recuperar territorio cultural.
Ciudades invertebradas
Este testigo de excepción -Rodolfo Quintero- analiza con cada vez más profundidad
lo que observó249 en estas localidades petroleras, dice: “De gran complejidad son los
mecanismos que integran a peones, pescadores, artesanos, pequeños comerciantes en la
comunidad del campo petrolero” (íd. 73), el resultado es, según lo desglosa Rodolfo, que
se instituye la clase obrera, hecho que se gesta al devengar todos ellos salarios y, en
simultánea, al calificarse cada vez más en sus puestos de trabajo, lo cual los identifica

248
Entre quienes el autor menciona a los restaurantes de chinos. Pero también hace alusión a una “Numero-
sa (…) población sin profesión conocida (…) comprende un ejército de aventureros y parásitos” (íd. 79).
249
De modo presencial y académico.
193

como iguales entre sí, es decir al reconocerse relativamente como una clase social,
aspecto este último que se ve reforzado por el hecho de que se consiguen con un régimen
de grupos sociales ante el cual adquieren, entonces, conciencia de grupo diferenciado. Ese
grupo social, el grupo obrero, pasa a una fase superior cuando empieza a percibir cuáles
son sus intereses, es entonces cuando se convierte en un sector político potencial y actúa
como factor de cambio de la sociedad en la que está inmersa (ídem), porque dispone de
valores intelectuales que le otorgan protagonismo en aquel ámbito histórico inédito, del
cual son arte y parte por su capacidad de discernimiento que se ha agudizado. Es todo un
mundo nuevo el que está construyéndose, y el testigo -Quintero- nos traslada a esa
realidad no solo como observador directo de ese tablado, sino también como académico,
y al hacerlo nos está mostrando el acontecer histórico único que se produce en esta
región que a todas luces se transforma profundamente y que a su vez impacta la realidad
nacional sacudida por este seísmo.
El impacto demográfico de las ciudades petroleras en la conformación del país no
es puntual, se expande por los estados petroleros y abarca un importante porcentaje del
total de la población venezolana, estos cambios demográficos lo mide Rodolfo Quintero,
dice:
En las ciudades petroleras citadas viven 1.121,800 personas, lo que permite concluir que en
todas para 1961 se concentran dos millones o más habitantes, es decir, una cantidad
superior al 25% de la población total del país para esa fecha (íd. 82).
Tal percentil tiene un enorme significado, de cada cuatro venezolanos hay uno que
está en contacto cotidiano con la actividad petrolera, lo que quiere decir que está cerca de
esa hidra de siete cabezas.
Como antropólogo, Rodolfo Quintero, comenta el tipo de urbanismo que promue-
ve la explotación petrolera efectuada por los capitales extranjeros, dice que éstas crean
un mito, se las tiene como fascinantes productos de la época del “chorro”, cuando por lo
contrario son desilusionantes ciudades invertebradas, que al estar desprovistas de
esqueletos no pueden mantener la posición relativa de sus partes (íd. 84) 250. Con esa
aceptación cruda de la realidad presenta con datos concretos, el escaso progreso
capitalista alcanzado por Cabimas como ciudad petrolera, dice: En 1950 el municipio
Cabimas tiene cerca de 60.000 habitantes, y en 1961 más de cien mil. Un censo levantado
en 1953 registra 1.244 negocios: Manufacturas 78, Servicios 307, Comercios 855,
Transportes 4 (íd. 80), como es obvio por esos datos no tiene una economía productiva
avanzada, fuera de las empresas petroleras, no existe una cadena de fábricas, ninguna
tierra agraria trabajada con unidades de producción mecanizadas, ninguna empresa pro-

250
Con esta metáfora nos indica que poseen músculo, pero curiosamente no son capaces de mantenerse de
pie por sí solas, es decir, que si la explotación petrolera decrece o desaparece estas ciudades se desploman
por falta de una columna vertebral propia debido a que no pasó de ser una plantación industrial.
194

ductora de bienes y servicios acorde con los grandes adelantos del siglo veinte, es una
ciudad que crece pero que no se desarrolla, es una ciudad invertebrada que no puede
valerse de sí misma, todo lo trae desde el exterior gracias “al dinero que sale de la tierra”,
es un urbanismo superficial, es decir, efectista (“fabrican iglesias, abren vías de comunica-
ción, fundan escuelas” íd. 82), es en definitiva una ciudad de un modernismo ilusorio,
basado en una economía parasitaria caracterizada por el despilfarro y dilapidación, en vez
de la acumulación de capitales y la inversión de dinero en un proyecto de desarrollo de
efectos productivos multiplicadores, es una ciudad sin proyecto histórico que la lleve a
avanzar hacia una economía productiva. Es una ciudad que además está asediada por un
entorno violento, en ella dice Rodolfo se “acumula ansiedad agresiva que plasma en buen
número de ´mantenidos´, ´atracadores´, ´guapos de botiquín´ y otros arquetipos locales”
(íd. 83). Pero lo peor de todo es que ese tipo de ciudades como fascinantes productos de
la época del “chorro” son según la expresión sarcástica de Rodolfo: “ciudades extranjeras
con nombres venezolanos” (ídem) y con mentalidad deformada (íd. 86). El resultado,
creemos, es una conciencia de clase social impregnada de insolubles confusiones,
opacidades e ineficacia.
Y cuando la época del “chorro” ha quedado atrás, continúa nuestro testigo,
entonces, “las prostitutas preparan viajes en busca de nuevos mercados”, es para
entonces cuando la conquista petrolera se ha consumado y la cultura dominante que ha
sido impuesta mantendrá al habitante en condiciones inofensivas. Concluyendo Rodolfo
Quintero que la ciudad petrolera destruyó la población que tenía una base productiva
basada en la agricultura y ganadería, y ahora ella se destruye a sí misma, porque su
dialéctica desata un proceso de degradación y destrucción caracterizado por una violencia
no creadora. Y es debido a esa realidad profundamente violenta que se produce uno de
los más importantes hechos históricos del Estado Zulia, la clase obrera fue consumida
dentro de ese cuadro negativo, ese modernismo ficticio la hizo perder su perspectiva y
esos círculos viciosos propios de los espacios del escándalo le apartaron de su conciencia
política genuina y le dotó con una conciencia espuria. A ese trágico sino existencial sobre-
venido sobre la masa trabajadora petrolera se suma ese otro hecho malhayo que impidió
que numéricamente la clase obrera se incrementara exponencialmente, nos referimos al
hecho de que estas ciudades no lograron erguirse al carecer de una columna vertebral que
la pusiera en pie, porque ciudades como Cabimas o Lagunillas o Mene Grande o
Bachaquero no fueron localidades donde se desarrollaran complejos industriales aguas
abajo (como el que preconizaban Velutini, de Giovanni y Pérez Soto), allí los gobiernos no
impulsaron con un vasto plan productivo una cadena de fabricas a partir de la matriz
petrolera-gasífera, no se sembró el petróleo en la industria petrolera, si se hubiese hecho
195

aquel desarrollo vertical hubiese dotado de una columna vertebral la economía zuliana 251,
y a partir de esa realidad se hacía factible e inevitable provocar cadenas productivas
horizontales (como las propuestas por Adriani para el sector agrícola y Uslar Pietri para el
de las manufacturas), en conclusión, al no generarse este enorme giro (un gran viraje) no
se multiplicó la clase obrera 252, de lo cual se desprenden dos asuntos de importancia
capital, el primero, Venezuela no se transformó en un país capitalista propiamente dicho,
lo segundo, el proletariado petrolero quedó aislado políticamente, perdiendo su dialéctica
histórica de ser una clase protagónica de la historia nacional, y ante ese hecho otra clase
social trabajadora ocupará su lugar (la denominada clase media), motorizando la historia
del siglo veinte zuliano y del país esa clase que si crecía de un modo acelerado
convirtiéndose en el grueso de la población de Venezuela253. Ese último aspecto social nos
lleva a considerar como el fenómeno más importante que dio origen el impacto de la
actividad petrolera sobre nuestra flamígera sociedad del siglo veinte.
La explotación petrolera tuvo su máxima creación social con la conformación de
una clase media poderosa, ese aspecto es lo esencial del proceso de Zulianización de la
nación venezolana del siglo veinte, la Venezuela petrolera tiene en esa clase social su
motor de la historia 254. Por supuesto los obreros petroleros antes de llegar a ese estado de
inopia, escribieron unas páginas memorables de lucha. En las primeras décadas de la
explotación petrolera la masa trabajadora tuvo un ascenso como movimiento social en
defensa de sus intereses255, esa historia de lucha proletaria la narra Rodolfo Quintero.

251
Una especie de tren conformado por una larga hilera de vagones.
252
Un proceso industrializador será llevado a cabo impulsado por los estímulos del Estado venezolano en el
arco fabril que va desde Puerto Cabello a La Guaira pasando por la ciudad de Valencia, bajo un Proyecto de
país que lleva el sello del betancourismo. Ese proyecto nace bajo la política gubernamental de una política
de sustitución de importaciones, el cual no desarrolla suficiente músculo, tanto como para convertirse en un
sector generador de excedentes para la exportación, lo que hubiese hecho de Venezuela un país capitalista,
superando así a la Venezuela petrolera y su economía de plantación. El Proyecto nacional del medinismo
pretendía crear una burguesía industrial de mentalidad capitalista, por lo contrario, bajo el betancourismo
los empresarios asumieron una actitud rentista, es decir, evadieron los desafíos que plantean los mercados y
se acogieron a la armadura que les brindaba un estado paternalista bajo el cual no asumían ningún riesgo.
253
Sobre esta clase social es necesario recurrir a un autor especializado en los temas petroleros. Francisco
Mieres establece que lo más evidente para la conciencia histórica es el hecho incontrovertible “de que en el
siglo XX el capitalismo vive una etapa nueva, cualitativamente distinta de lo que fue el capitalismo del siglo
pasado”, infiere que entre sus importantes características estructurales está como corolario de sus
procesos de transformación el surgimiento de “nuevos sectores de trabajadores y consumidores
improductivos, integrando la nueva clase media” como resultado del “sistema de distribución se expande
más de lo socialmente necesario” (Mieres, El petróleo y la problemática estructural venezolana; Ediciones
Banco Central de Venezuela, 2012: pp. 28 y 30).
254
En ese sentido no es la clase proletaria la que construye la historia del siglo veinte venezolano, sino la
clase trabajadora que está en un nivel relativo de confort y bienestar, la cual es eminentemente inclinada al
consumo masivo, esto incidirá de modo determinante en la esfera política y económica que inspirará a esa
Venezuela ilusa.
255
Que eran los intereses de Venezuela, sus logros solo podían llevar a la industria petrolera a un desarrollo
mayor desde la perspectiva cualitativa.
196

Fuerza intelectual
Para introducirnos en esa historia es preciso indicar que el campesino convertido
en obrero, no solo es fuerza de trabajo, es ante todo una fuerza política, social y cultural,
formación que se deriva de la calidad de su empleador, las compañías petroleras, porque
estas empresas poseen una elevada organización, y ellos los trabajadores tienen dentro
de ellas la gran responsabilidad -como lo indica Rodolfo- de “manejar instrumentos de
alto valor” (íd. 73), lo que los ubica dentro de un proceso tecnológico avanzado que les
transforma en un trabajador con cualidades intelectuales. En ese sentido, el antedicho, el
obrero más que una fuerza de trabajo 256 es una fuerza intelectual, puesto que está siendo
formado por la industria más adelantada en cuanto a los métodos de trabajo y, además,
porque esas corporaciones actúan bajo una forma económica superior como es la de un
monopolio moderno de escala mundial. A partir de ese ancho y profundo hecho, de esa
realidad insondable, la masa obrera pasa a ser en aquel primer momento histórico una
clase principal, tanto como lo son ya la oligarquía petrolera o como lo son los “empleados
de Confianza” (el grupo staff que representa a los capitalistas propietarios de la compañía
a nivel local). En esa trilogía de protagonistas, los obreros como fuerza intelectual provo-
can conflictos primero por mejores salarios, más adelante le agregan mejores condiciones
de vida y un trato humanizado.
Es así como Rodolfo nos narra que “En 1925 los trabajadores del campo Mene
Grande demandan aumentos de salarios y se declaran en huelga; el movimiento se
extiende y paraliza la industria en toda la zona costera del distrito Bolívar del estado Zulia”
(íd. 74). Los menegrandinos provocan un hecho histórico de gran trascendencia con esa
acción, porque utilizan el paro obrero como una herramienta de cambio de la política
salarial de las empresas, y no son la excepción, todos sus compañeros en la costas este del
lago también convierten sus descontentos individuales en una acción consciente de
defensa de sus intereses como comunidad obrera. Ese hecho escalonado y articulado
demuestra que esa decisión no fue un accidente histórico, aquella masa trabajadora había
alcanzado el escalón de ser una fuerza intelectual convertida en movimiento político, eran
en ese sentido mucho más que una fuerza de trabajo257, eran una fuerza histórica, eran
actores sociales desempeñando un papel en el curso que tomaba el proceso histórico.
Sobre ese aspecto intelectual del obrero petrolero señala Rodolfo Quintero que
“En las primeras décadas del siglo XX surgen (…) rasgos del capitalismo en nuestro país (…)
[pero] sus instituciones no corresponden a las necesidades existentes (…) [puesto que] las

256
Así la maneja metodológicamente Karl Marx en su obra “El Capital”.
257
Este concepto de fuerza de trabajo, es útil para trasladar ese factor productivo al nivel de lo abstracto, y
como categoría poder elaborar una teoría de carácter económico-social, pero no es lo que se realiza en este
estudio, lo que nos interesa aquí es el ser pensante que toma decisiones que tienen que ver con el curso que
toma la historia, de allí que en vez de referirnos a una fuerza de trabajo nos refiramos es a una fuerza
intelectual.
197

iniciativas” no están relacionadas con lograr un desarrollo autónomo (íd. 117), en ese
sentido, lo que está entronizado es un capitalismo subordinado a una economía dirigida
hacia afuera (la actividad petrolera-exportadora), la cual funciona como un modelo de
dependencia (ídem). Por lo indicado, Rodolfo se inclina más por demostrar una relación
colonial, dependiente e imperialista, es decir, muestra una realidad que no satisface
anhelos profundos de tener una patria agigantada, y en medio de ese cuadro Rodolfo fija
su vista en un buen número de obreros y empleados que “muestran preocupación por
nuevas ideas” (ídem). A partir de esa base comprensiva del fenómeno que estudia, la
consecuencia lógica es que los trabajadores petroleros se politicen, y una de sus
manifestaciones como hombres políticos es la sindical -además de la tomar militancia en
los partidos políticos que se van fundando-. Tras ese aprendizaje esta masa laboral, tuvo
una memorable gesta histórica que arranca en 1925, pero que se vuelve especial, a partir
del año 1936, será “El estado Zulia (…) el escenario de grandes combates (… …) la más
importante la huelga general” (íd. 108). Como previo a ese enfrentamiento los “Obreros y
empleados petroleros de Maracaibo, Cabimas, Lagunillas, La Concepción, Mene Grande,
San Lorenzo, Casigua, Cumarebo y marinos (…) de los buques tanques, crean (…) la Unión
Sindical Petrolera de Venezuela” (USP) (íd. 109), es decir, se unieron para crear una
organización de base, la cual fundan para convertirse en una fuerza protagónica, que
pudiera medirse en una confrontación con las fuerzas de la oligarquía petrolera y con la de
los altos empleados petroleros, y ahora -en pleno paro- tendrían que recibir las
acometidas de la fuerza gubernamental dirigida por los herederos de Juan Vicente
Gómez, porque comulgan con el gomecismo como visión política. No queda duda de
acuerdo a los datos que maneja Rodolfo Quintero que, una de las motivaciones que
llevaron a ese paro laboral es la desigualdad de salarios entre los trabajadores extranjeros
y la de los venezolanos, como bien indica Rodolfo: un soldador criollo devengaba 14
bolívares como salario diario y uno extranjero obtenía 35,75 bolívares por el mismo
tiempo de labor, ese salario inferior que obtenía el criollo frente al foráneo se mantenía
en todos los puestos, por ejemplo, como perforador la diferencia era 18 y 42,25, oficinista
15 y 22,75, mecánico 16 y 32, encuellador 16 y 32,50 (íd. 108), pero además, los
huelguistas mencionan en su Pliego de Peticiones otras demandas que no eran salariales,
lo cual les enaltece, ellos solicitan el reconocimiento de sus organizaciones, exigen el libre
tráfico por las carreteras y caminos construidos por las compañías, piden la eliminación de
las alambradas en torno a los campamentos petroleros, demandan un mayor número de
viviendas y en mejores condiciones de habitabilidad, enfatizan sobre la calidad y
capacidad de los servicios de hospitales que pertenecen a las compañías petroleras,
exponen así mismo, la necesidad de la transportación del personal a sus sitios de labor,
inquieren sobre las medidas de seguridad que deben ser impuestas para evitar accidentes
laborales, y en especial, hacen referencia a la eliminación de condiciones de trabajo
198

inhumanas (íd. 109). Programa emancipador que revela a toda luces la amplitud de la
visión intelectual del sector reclamante, porque perciben sus intereses de clase más allá
de lo estrictamente monetario, luchan en una palabra por un modo de vida ciudadano, es
decir, arremeten contra la concepción retardataria de la plantación industrial, donde se
les encerraba en corrales y se les trataba como bestias.
El 1° de diciembre de ese año de 1936, fecha memorable, entregan su Pliego de
Peticiones, y la respuesta de los representantes de las compañías -asesorada por su
equipo de abogados- es que estas empresas rechazan esas demandas de libertad, este
desencuentro originó que se declarara la huelga el 9 de diciembre. El paro que se inicia en
Cumarebo (protagonismo cimero que se le ha birlado a los cumarebeños), para el día 14
ya se le suman Maracaibo, Cabimas, Lagunillas, San Lorenzo, Mene Grande y Mene de
Mauroa, y unos días después afecta todos los campos petroleros del occidente del país 258.
Desde Maracaibo se coordinan todas las acciones conjuntamente con los organismos de
dirección creados en cada campo, entre las acciones memorables de ese evento está la de
la creación de comités solidarios de los sin trabajo, para neutralizar a los esquiroles que
puedan romper la huelga si no son contenidos. La orientación, disciplina y moral proletaria
que exhiben los huelguistas sacude la conciencia nacional, y un movimiento de solidaridad
impresionante respalda la gesta de los trabajadores petroleros en paro (ídem) 259.
Ese tipo de impacto sobre la totalidad del territorio venezolano es un hecho
inédito e inesperado, la cohesión de la sociedad venezolana en apoyo a los huelguistas
estremece al poder público, y el General Eleazar López Contreras como presidente de la
república ordena la concentración de tropas en el epicentro crucial del conflicto, esto es,
en Cabimas, Lagunillas y Mene Grande (ídem), en otras palabras, la huelga visibiliza el
frente petrolero, las fuerzas de la oligarquía petrolera acudían a ayudar a los altos
empleados de las compañías, porque en esa confrontación está en juego los intereses de
ese grupo sociopolítico y, del mismo modo, el de los intereses de la metrópoli ligados a las
compañías. Esa acometida militarizada contra los trabajadores en huelga, lleva a la pre-
sencia amenazadora en las áreas lacustres y marinas de buques de guerra por órdenes
emanadas del poder público; las empresas por su parte traen hasta el área de conflicto a
expertos rompe-huelgas, quienes montan obras en el escenario de los hechos, en estas
burdas teatralidades se pretende, por ejemplo, inculpar a los huelguistas por un supuesto

258
La explotación petrolera en el oriente del país no cuenta aún con instalaciones organizadas, de allí que no
tiene participación (íd. 110).
259
En el Primer Congreso de Trabajadores de Venezuela se acuerda el respaldo a los huelguistas y se
aprueba que los obreros y empleados están en la obligación de colaborar con medio salario al sostenimiento
del paro. Y en Urumaco -Estado Falcón- el Jefe Civil el 28 de diciembre se niega a apoyar la solicitud de la
Standard Oil Company de reunir a quienes estén dispuestos a ir a Cabimas a trabajar para la empresa,
indicándole la autoridad de aquel conglomerado con sorna mediante un telegrama que “Los obreros que
necesitan están en Cabimas, Lagunillas, esperando reivindicaciones derechos perdidos hace veintisiete años
por apoyo de mano malévola Juan Vicente Gómez. Saben Murió” (íd. 113)
199

uso de armas de fuego contra las fuerzas del orden, también emplean los periódicos que
subvencionan, para publicar noticias alarmistas y sembrar de este modo la confusión y el
desorden en las filas de los sindicalizados, con la misma aviesa intención simulan en esos
impresos que el trabajo se ha reactivado y que ya hay cuadrillas de obreros echando a
andar las instalaciones. Esos representantes de las corporaciones petroleras, además,
prestan apoyo material al ejecutivo nacional, porque movilizan a los soldados en los
camiones y automóviles de las compañías, y alojan al Comandante General de las Fuerzas
Armadas venezolanas en una lujosa vivienda de las corporaciones (íd. 110 y 111). Pero
todo ese montaje intimidador se derrumba en esa primera acometida, Mister Nortón que
dirige esos operativos fracasa, es derrotado por los trabajadores. Entonces, se cambia de
estrategia y se envía al estado Zulia al director de la Oficina Nacional del Trabajo, quien
recurre a conversaciones privadas con los dirigentes de los huelguistas y demagógica-
mente -Morton de seguro estaba detrás de esta maniobra- plantea la posibilidad de un
arreglo basado en el Pliego de Peticiones, se elabora en ese sentido un convenio y se
remite a las sedes de las compañías establecidas en Nueva York y Londres, donde se
descarta ese acuerdo, se pretendía con ese episodio desmoralizar al movimiento, pero la
reacción de los huelguistas fue todo lo contrario, por lo que Morton como “técnico
antiobrero” y “experto rompe-huelgas” se embarca ahora para Curazao (para desmarcar-
se en apariencia de los sucesos), y nuevos intentos de manipulación son puestos en
marcha, se les indica a los trabajadores que hay buena disposición a discutir e
implementar soluciones, pero después de que hayan regresado a sus puestos de trabajo,
la respuesta no se dejó esperar por parte de la consciente masa obrera, y ésta fue
“primero arreglo y después regreso al trabajo” (íd. 111).
Entonces sobreviene el Decreto260 presidencial, allí López Contreras ordena que el
Ministro de Relaciones Interiores -caracterizado por el empleo brutal de la fuerza
represiva- cumpla con la orden obligatoria a “la reanudación de las faenas”, y se anuncia
que se cancele un bolívar adicional a quienes devengan 7, 8 y 9 bolívares diarios 261. Ese
ejecútese estaba por supuesto respaldado por las tropas comandadas por el General
Perfecto Crespo, a las cuales no se podían enfrentar los trabajadores indefensos (íd. 112 y
113). Eso sí, la medida fue protestada en señal de desaprobación, pero fue acatada
porque el temor al gomecismo y sus medidas tiránicas persistían en la atmósfera del país

260
Los Decretos son el instrumento preferido por las dictaduras, para imponerse por la fuerza a las
aspiraciones populares.
261
Los que han historiado este episodio no someten a un análisis crítico ese aumento salarial, por lo
contrario, parecen más bien que lo utilizaran para generar un menosprecio por los trabajadores petroleros
que participaron en esa asonada, la otra jugarreta que emplean es la de convertir en víctimas a los obreros,
es decir, les reducen a una burda fuerza de trabajo exánime, ocultando de este modo su condición de fuerza
intelectual que se puso en evidencia con ese movimiento, y se convirtió en símbolo a emular para las luchas
nacionales. El 9 de Diciembre del año 1936 debiera ser nuestro Día del trabajador, en honor a estos
ejemplares luchadores sociales.
200

que fue subyugado durante tres décadas sin conmiseración. La huelga, por lo dicho, había
puesto en evidencia el verdadero carácter del gobierno, es decir, era una nueva versión de
la dictadura gomecista (una dictablanda), la cual mostraba un amplio espectro político
después del fallecimiento de Gómez, en el que no había desaparecido el recurso de la
represión en su faceta de crueldad. De allí que el decreto fue el recurso de última
instancia, porque colocaba al desnudo el verdadero carácter del régimen que ejercía el
poder en el país.
No obstante a esa derrota, ese movimiento protagonizado por los obreros no
retrocedió, por lo contrario, en los años inmediatos al paro se expandió la labor sindical y
partidista a los demás estados petroleros, narra Rodolfo que:
En los años 1937 y 1938 se intensifican las actividades en nuevos campamentos petroleros:
los situados en la región oriental del país (…) en los estados Anzoátegui y Monagas (…)
[trae efectos sobre las poblaciones de] El Tigre, Maturín y Puerto La Cruz (…). Abundan
trabajadores que llegan de la zona occidental familiarizados con la actividad sindical,
participantes en la histórica huelga petrolera. Algunos militan clandestinamente en el
partido comunista (íd. 116).
Y añade:
Llegan también, trasladados por las compañías, jefes extranjeros y empleados de confianza
que han prestado sus servicios en Zulia y Falcón (…) conocedores de recursos que obstruyen
la formación de sindicatos. Ellos hacen que el proceso de sindicalización de trabajadores en
Anzoátegui y Monagas, Guárico y Bolívar resulte más difícil (… …) Sin embargo se forman en
oriente sindicatos vinculados con los de occidente (ídem).
Esos sucesos forman parte de la zulianización de Venezuela y de la beligerancia en
el frente petrolero. El corolario de la Gran huelga petrolera es que esa gesta queda
marcada de modo indeleble en la mente de la clase trabajadora venezolana, esos largos
días de heroísmo cívico coloca la historia venezolana bajo ese nuevo actor social, donde
los protagonistas inscriben sus apelativos para ser traídos a la vida con nuevas luchas por
los más altos ideales de la humanidad.
Ahora bien la posición que ocupan los trabajadores en el país vive, por aquel
entonces, un viraje inesperado, la situación internacional crea condiciones favorables para
la recuperación del movimiento de los trabajadores, eso ocurre cuando se:
extiende la Segunda Guerra Mundial hasta el continente americano, [ya para este entonces,
la presidencia ha cambiado de manos y de mentalidad] el gobierno del General Medina
Angarita garantiza la existencia de las organizaciones sindicales (… …) El propósito de Hitler
impedir la salida de petróleo de nuestro país con destino a los frentes de guerra de los
aliados, submarinos nazis atacan las refinerías de Curazao y Aruba, marinos venezolanos
pierden la vida y la USP demanda del gobierno medidas urgentes de seguridad para las
tripulaciones de los buques-tanques (ídem) que cubren las rutas entre los puertos del lago
de Maracaibo y Las Piedras, entre Maracaibo, Curazao, Aruba y los puertos venezolanos
201

fuera del golfo, y en los viajes de Maracaibo a los campos petroleros. Esa demanda la
realizan los sectores populares de la población y los trabajadores de las compañías, pero la
gerencia de estas empresas deciden otra cosa, en vez de poner en práctica medidas de
seguridad respaldadas por el Estado venezolano, otorgar más bien un pago adicional a
quiénes se movilizan por esas rutas (íd. 116),
Esta decisión obtuvo una inmediata recepción favorable por parte de los obreros, y
se convirtió en un mecanismo para debilitar la masa laboral. Los consorcios petroleros con
esa experiencia descubrieron una vía monetizada, para obtener de los obreros lo que
deseaban las empresas, y por esa vía dan inicio al gradual desarrollo de una aristocracia
obrera, logro que alcanzan remunerando de manera especial a un grupo cuidadosamente
seleccionado, quienes empezarán a tener un estilo de vida muy superior al del resto de los
trabajadores petroleros (íd. 117). La estratagema consiste en crear una burocracia sindical
adicta a las compañías, la cual se encarga de corromper a los efectivos de trabajadores
(ídem). Esa aristocracia obrera traiciona los intereses de su clase social, lo cual constituye
una grave baja, porque era un sector muy calificado que aspiraba a participar más
activamente en el desarrollo del país. La fuerza intelectual que habían conquistado es
sometida a la prueba de las ideas pragmatistas y bajo esa nueva lógica se debilita el
obrero que se retrotrae de nuevo a simple fuerza de trabajo. En el año de 1946 esa
burocracia sindical firma un contrato de trabajo donde se obtienen claras mejoras socio-
económicas262, pero esto se logra a un alto costo, porque en el texto del convenio se
descarta que en lo adelante se opere un aumento de salarios, ese acuerdo permite,
además, a las empresas reducir el personal, es decir, no se reconoce la cuestión crucial de
la estabilidad en los puestos de trabajo 263. Se inicia así un período de “paz laboral"
caracterizado por nuevos sistemas de trabajo que garantizan el aumento de la producto-
vidad264, también, se va a intensificar ex profeso la división entre los trabajadores, y las
empresas se abocan a la domesticación del personal, y cuando no lo logran recurren,
entonces, a la hábil combinación de la violencia y el soborno (íd. 117).
Recapitulando y avanzando en la comprensión de lo que estaba sucediendo, vamos
a decir que en la nueva política laboral que ponen en práctica las empresas petroleras está

262
Se pretende ahora mantener a ese sector por encima del salario medio nacional, con una doble finalidad,
la primera, obtener la mejor mano de obra, la segunda, adscribir al sector obrero a la defensa de los
intereses de las compañías petroleras. La generación de ese excedente era previsible, ante el aumento de
salarios y la mejora de las condiciones de vida en la industria petrolera, la productividad debía
incrementarse y por esa vía el maquinismo y los métodos de trabajo traerían por resultante lógico la
necesidad de prescindir de obreros de un modo creciente. Pero lo peor de ahora es que el trabajador se
vuelve pesetero, porque la ideología que ahora lo inspira es la propia de una sociedad de consumo de masa.
263
Lo que las obligaría a reinvertir en el país parte de sus excedentes económicos y con ello la creación de
nuevas empresas (“aguas abajo”) donde contratar al personal que fuese resultando excedentario en la
industria extractiva.
264
El incremento de la tasa de explotación es superior al aumento de los salarios, esto es, se elevan las
ganancias por hora de trabajo, porque se intensifica el rendimiento productivo por cada obrero.
202

el objetivo de alejar al sector obrero de las compañías del resto de los trabajadores del
país, eso lo logran dando un paso adelante con las reivindicaciones conquistadas con el
Contrato de 1946. Ese alejamiento entre los petroleros y los no-petroleros se tornará
visible, porque con esos nuevos ingresos adquieren los primeros un nivel de vida superior
a la del proletariado nacional. En el terreno de lo real, eso se traduce, al presentarse los
obreros petroleros como consumidores de artículos de consumo propios de una clase
media, actuando de allí en adelante en la sociedad venezolana como privilegiados -muy
identificada con las reivindicaciones que propugna la aristocracia obrera. Lo otro es que
mientras la industria petrolera crece de un modo acelerado, alza vuelo y despega como un
poderoso avión de carga, la clase obrera decrece en términos relativos en número de un
modo veloz, lo cual permite elevar sus ingresos pecuniarios por encima de la media
nacional.
Para entender históricamente todos esos eventos históricos que se vienen rese-
ñando, vamos a dar marcha atrás. Durante el período presidencial de López Contreras, la
dirigencia consecuente ya había viniendo siendo suplantada por unos líderes corruptos
capaces de negociar, sobornar y utilizar medios inmorales, para conseguir por esos repu-
diables medios sus fines burocráticos, así que lo primero que hacen esos agentes es
desplazar a los dirigentes honestos y luchadores265 consecuentes con la causa obrera y la
causa de todos los trabajadores (íd. 119). La agresión patronal y gubernamental converge
en esa circunstancia crucial, para evitar entre ambos la temible reconstrucción del
movimiento gremial que había inspirado la Gran huelga, donde se llegó a exigir echar por
tierra las cercas y alambradas. La cárcel y la clandestinidad esperan en este nuevo tiempo
a quienes intentan contrarrestar esas nuevas políticas con genuinas luchas eman-
cipadoras. El frente petrolero con esas tirantes situaciones estaba plenamente activo.
Pero es entonces cuando sobreviene el cuadro bélico internacional -al que se
aludió en las líneas anteriores-, cuadro que resulta amenazador para Venezuela por ser un
importante reservorio de petróleo. La Segunda Guerra mundial requiere, entonces, de un
frente sólido de naciones en esta parte del hemisferio, para detener las fuerzas nazi-
fascistas que se han expandido por Europa, y es en ese lapso de tiempo cuando en Vene-
zuela asciende al poder “otro gomecismo” -López Contreras representa una de sus
variantes-, esta nueva versión es la que representa Isaías Medina Angarita -versión
progresista de ese régimen-. Este mandatario percibe la necesidad de cohesionar la
sociedad venezolana en torno a su gobierno, para no presentar debilidades frente a
aquella amenaza representada por Hitler, Mussolini y Tojo, lo que lleva al nuevo

265
El origen de esa dirigencia consecuente era en gente que había estado al frente de gremios como el de
los tranviarios, zapateros, panaderos, etcétera, y cuando surgen las zonas petroleras se desplazan hacia esa
nueva fuente de trabajo convirtiéndose dentro de las compañías en activos y consecuentes sindicalistas.
203

gobernante a ser permisivo con la actividad sindical 266. Y es por esa coyuntura, como se
vive una nueva etapa de ascenso del movimiento de la masa laboral, por esa ruta en
marzo de 1944 se reúne en Caracas una convención sindical nacional y es invitado el
presidente de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL) a ese evento, el
propósito de esas acciones era la de crear la Central Obrera Nacional, pero el grupo de
burócratas sindicales que ya estaba posicionado en Venezuela, conjuntamente con un
partido político que en ese momento vivía una fase de ascenso vigoroso, denuncian que la
Convención es un centro de actividades de los comunistas, y el gobierno se ve obligado -
por mandato de Ley- (que prohibía esa doctrina) a clausurar ese evento y disolver las
organizaciones sindicales delatadas. Pero posteriormente Isaías Medina Angarita les
permite que sean reconocidas como legales con nombres diferentes, y se celebra un
segundo Congreso de la CTAL en la ciudad de Cali, suceso que incide en la voluntad
política de activar la reestructuración del movimiento gremial en Venezuela, ya que el
objetivo trazado fue la de contrarrestar el divisionismo que había separado entre sí a los
trabajadores del país.
Es en ese momento histórico inédito y esperanzador para la unidad nacional
cuando sobreviene un golpe cívico-militar que arroja del poder a Medina Angarita,
iniciándose de inmediato una reconquista de los sindicatos por parte de la burocracia
sindical aristocratizada y por los partidos políticos que la apoyan, y tanto en la ciudad
como en el campo se impone bajo la nueva euforia un cambio de dirigencia obrero-
campesina (íd. 121), El nuevo liderazgo surgido de esos hechos crea la Confederación de
Trabajadores Venezolanos (CTV) institución patrocinada por el gobierno. El Comité
Ejecutivo de la CTV es ocupado por siete miembros de Acción Democrática. Los dirigentes
de la CTV tienen cuotas en el poder público, llegan a ocupar curules en el Congreso
Nacional, se les otorgan altos cargos en los institutos autónomos y en otras dependencias
del gobierno; la CTV es fortalecida en paralelo con una política paternalista que pone en
ejecución el Estado, la idea es la de garantizar que el movimiento gremial de los
trabajadores se canalice por las vías moderadas, de tal modo que el descontento no llegue
a un estado de resistencia, esa política se propicia desde la cúpula de la CTV y de las
esferas gubernamentales, el fin es el de establecer entre la aristocracia sindical burocra-
tizada y el empresariado organizado una relación armoniosa. Esa política es facilitada por
la abundante renta petrolera, la cual coadyuva a mejorar relativamente las condiciones de
vida de la población venezolana. Las mejorías sociales se logran mediante varios impulsos:
una expansión de los servicios públicos, el espacio de la burocracia estatal se convierte en
importante fuente de empleo, el medio urbano crece y con ese fenómeno se abren
nuevas oportunidades económicas para sus habitantes, y bajo ese ambiente la CTV se
puede sumar además a la movilización electoral que preconiza un partido de masas para
266
Incluso eso explica los acercamientos políticos de Medina Angarita con los comunistas venezolanos.
204

acceder al gobierno mediante el sufragio. Es la época en el que se consolidan, en


consecuencia, las élites en la dirección del movimiento de trabajadores del país, porque la
domesticación se ha consumado, lo que permite a ese grupo exclusivo incorporar al
sistema capitalista a la clase trabajadora como una clase social poco conflictiva. Y es a esas
alturas que ocurre un distanciamiento entre los trabajadores petroleros y los trabajadores
del resto del país, el peligro de que los obreros petroleros se convirtieran en la vanguardia
de la lucha popular se ha extinguido, porque la cultura petrolera pervertida se ha
impuesto sobre la sociedad 267, bajo ese nuevo marco se ha seducido al trabajador
petrolero más que a ningún otro sector social (íd. 122 y 123).
La presencia de la clase obrera en ese nuevo medio, no llega a representar una
amenaza para el status quo, deja de ser una clase principal y protagónica, en otras
palabras, ya no es un actor social de primera línea, ese grupo ha dado dos pasos atrás
dejando un vacío político que ha de llenar otro sector social. De este modo, desde la
perspectiva histórica, no es el movimiento obrero el fenómeno social más importante de
esa centuria, pero genera hechos históricos de una peculiaridad extraordinaria. Es tiempo
propicio para la clase media, será la gran formadora de los cuadros políticos que
inspirarán las acciones históricas del resto del siglo, este sector social será ahora la fuerza
intelectual que impulsará los cambios históricos 268.
La Generación del 28
Ese proceso histórico que ha vivido Venezuela durante esa época -los años veinte-
con la explotación del petróleo, se pudiese rememorar aludiendo dos importantes
fenómenos, el primero de carácter socio-económico, es decir, la aparición de grupos
sociales que con su accionar se entronizan de manera destacada en los acontecimientos
del país, y el segundo fenómeno, el incontenible alud de cambios que se suscita en el
mundo citadino con el proceso urbanizador. Rodolfo observa bajo esa fenomenología la
aparición de un grupo exclusivo y privilegiado que se entroniza en la política nacional,
dice: “Expresión sobresaliente del cambio es la formación de una oligarquía petrolera,

267
La Zulianización del país es un hecho, la nación se convierte en un Campo Petrolero, la Venezuela rentista
petrolera se ha impuesto, la revolución petrolera ha transformado al país en un mercado de consumo,
despilfarro y corrupción, bajo la sombra del Estado petrolero se desarrolla la clase media, motor de la
historia del siglo veinte venezolano, a ella se debe la Venezuela cambiante de la segunda mitad de ese siglo,
en el cual se producen múltiples adelantos que generan grandes expectativas en la clase media y en la clase
alta, y la Venezuela exportadora de petróleo permite a la clase baja participar de ese boom económico.
268
Este sector especial de los trabajadores que se coloca al frente de su clase social apunta en dirección de
un proceso capitalista, razón de fondo para sostener la afirmación de que no estaban dadas en Venezuela
las condiciones para un proyecto socialista. En nuestra opinión no existe la clase media, ese grupo es una
fracción de la clase trabajadora, donde el trabajo intelectual está muy marcado y el trabajo físico muy
disminuido (su relación con lo productivo no es directa). Como es obvio, esta interpretación se aleja de la
corriente del pensamiento que alienta a Rodolfo Quintero en su vertiente leninista. Por lo contrario la clase
media y la clase alta convergen en sus concepciones políticas, y el clientelismo político se encarga de sumar
los vagones de las clases populares carnetizadas por las dos grandes agrupaciones partidistas (AD y COPEI).
205

integrada por los latifundistas en el poder” (ídem). Este hecho nos indica dos cosas, la
primera, que el abandono de las actividades del campo orientadas hacia los mercados
internacionales no arruina a los terratenientes 269, porque como ellos poseían el poder
político o medraban en sus cercanías, desde las esferas del gobierno se enriquecen aún
más al traficar con las tierras donde se sospecha que pueden existir lugares con yaci-
mientos petroleros, haciendo negocios con las concesiones que les hace el gobierno sobre
esos territorios, y en segundo lugar, al alinearse ese sector social con los monopolios
petroleros que requieren de sus servicios en el aparato estatal, no solo se consolidan
como la clase social principal, sino que bajo la sombra del cohecho aumentan más sus
caudales, hasta niveles que jamás hubiesen podido soñar con las fórmulas económicas
precedentes. La aparición de una oligarquía petrolera venezolana270 durante la primera
mitad del siglo veinte es, entonces, un hecho social de envergadura, porque al convertirse
en la clase social dominante van a imponer a la política su concepción de la realidad, es
decir, van a imponer su mentalidad latifundista la cual sobreponen al modelo económico
que está en plena construcción, y el resultado 271 fue la creación de un Estado rentista
petrolero, que será aprovechado en mayor cuantía por los urbanitas en desmedro de los
intereses del agro que va perdiendo gradualmente importancia relativa272. Las ciudades,
por lo contrario, van a dar un gran salto adelante con la conquista petrolera 273.

269
Concomitante a esa circunstancia sobreviene la implantación creciente de un modelo importador de
alimentos, al cual se suma el rubro de las manufacturas extranjeras, el resultado de ese absurdo movimiento
económico lo acota Rodolfo Quintero, dice “Se inician en la nación cambios profundos”. Y pasa este
pensador a desglosar ese aserto: En 1920 el 28% del valor de las exportaciones corresponden a productos
distintos al petróleo, para 1935 el 91% de la exportación es de petróleo y de sus derivados (íd 58), en otras
palabras, no se produjeron respuestas endógenas a ese salto de la demanda de productos que se estaba
operando en el mercado, sino que se tomó la vía fácil de traer los artículos desde el exterior, es decir, todo
está hecho solo hay que comprarlo.
270
Esto forma parte crítica del fenómeno de la zulianización de Venezuela.
271
Y el resultado de ese vínculo es un engendro, porque el capitalismo que se construye no posee un
sustrato ideológico alentado por objetivos progresistas, sino todo lo contrario, por una mentalidad con-
servadora que no tiene por horizonte la erección de una economía de mercado ambiciosa, esto es, el aliento
de ideas motoras que catapultaran al país a la conquista de mercados externos, desarrollando para ese
objetivo una economía reproductiva de gran formato (el Proyecto medinista así lo contempla).
272
La producción agrícola y pecuaria crece bajo las nuevas condiciones favorables, porque la capacidad
adquisitiva del venezolano salta por los aires, pero al comparar porcentualmente el incremento de la
producción del agro con respecto al percentil que se obtiene en la actividad petrolera la desproporción se va
agigantando. Es tan favorable ese mercado de demanda de alimentos, que los dueños del consorcio
petrolero Standard Oil Company invierten en el campo venezolano, utilizando por supuesto los avances
tecnológicos y los métodos administrativos más avanzados para intensificar la productividad, su éxito nos
indica que esa posibilidad de desarrollar el agro era viable, en nuestros días el Grupo Polar también confirma
que Venezuela sí puede llevar al campo a las alturas que muchos le niegan basados en supuestos
económicos que pueden ser sobrepasados por las fortalezas bien manejadas.
273
Creando un mercado interno cada vez más amplio, lo cual favorecía una temprana industrialización
manufacturera nacional, no obstante no es esa la vía que se encausa, por lo contrario, irrumpe un sector
social comercial importador de manufacturas elaboradas en el exterior. Será con la inspiración de Proyectos
206

Con el crecimiento urbano el Estado impulsa significativas actividades que impac-


tan la estructura social, irrumpiendo en las ciudades una clase media como motor princi-
pal de la movilización social. Los cambios urbanos traen a Venezuela nuevos escenarios
arquitectónicos (la aparición de zonas residenciales exclusivas entre ellos) y una esfera del
consumo revolucionada por una variedad pletórica de productos importados, lo cual crea
en la gente la ilusión de vivir el “progreso”, lo que se traduce en un optimismo colectivo. A
partir de ese fenómeno propio de una modernización epidérmica, surgirán en la esfera
social diferentes grupos, uno de ellos son los intelectuales propiamente dichos que se
convierten en entusiastas admiradores del bienestar que se observa con estos cambios en
el escenario venezolano (íd. 59). Ese nuevo actor social -los intelectuales que se declaran
modernistas- aspira en medio de esa realidad que emerge con fuerza, convertirse en una
élite política, y para los efectos proyectan llevar a cabo en Venezuela un programa de
reformas legales con la finalidad de ensanchar los ingresos económicos de la nación
venezolana, y de este modo disponer de recursos monetarios para acelerar ese “progre-
so”, puesto ya en marcha de un modo aún muy modesto, lo que tienen en mente estos
jóvenes es que deben lograr incrementar los ingresos provenientes del petróleo, para
colmar las arcas del Estado con divisas extranjeras, y de allí redistribuirlas al todo social.
Ese logro se pretende alcanzar a través de una política de mayor participación impositiva
y el pago de otros derechos que pechen las actividades de las empresas petroleras, y en
segundo lugar, se proponen utilizar esa riqueza para impulsar un proyecto modernizador
que eleve el nivel de vida del habitante del país, a esos propósitos materiales agregan
estos intelectuales universitarios la meta de construir un clima de libertad de expresión y
de democracia electoralista, donde ellos como representantes de la clase medias accedan
al gobierno con un conjunto de ideas inéditas, proyecto que presentan ante sus coterrá-
neos como una revolución 274. Ese grupo social que procura ese salto adelante, vendrá a
ser lo que se conoce en nuestro medio como la “Generación del 28”, y en su plan político
para acceder al poder, nos dice Rodolfo Quintero, se constituyeron ante la población
como “las defensas de las clases sociales amenazadas” (íd 61). Ese grupo influyente es
pequeño, nos dice Quintero que “No llegan a 200 los que participan en las luchas de 1928”
(íd. 62). Y agrega este testigo y estudioso que “El movimiento estudiantil de 1928 es
policlasista” (ídem), porque ese es el origen de sus integrantes, razón por la cual en ese
círculo el comportamiento democrático es el fundamental, para dirimir en sus debates sus
diferencias y permanecer unidos.

de desarrollo que en la segunda mitad del siglo veinte se emprenda la ruta industrializadora nacional, es
decir, en una etapa tardía donde ya debiésemos estar escalones arriba.
274
Revolución que colocaría durante esos años a esa clase media a la vanguardia de la sociedad, y frente a la
oligarquía petrolera como su antagonista político. Esa clase media históricamente asciende al poder con sus
representantes a partir del año de 1958, estos es lo que se puede celebrar el 23 de enero en nuestra
calenda de festividades nacionales. No asciende sola, lleva consigo a la alta burguesía a lo alto del pedestal.
207

Pero no todos los integrantes de esa generación estudiantil son consecuentes con
esa política unitaria, dentro de ellos surgieron facciones que rompieron con esa línea
democrática y civilista. En el cuartelazo del 7 de abril de 1928, participan algunos de ellos
como seguidores de los miembros del Ejército Nacional que se proponen propinar un
golpe de estado a Juan Vicente Gómez, militares que a su vez tienen como aliados en esa
asonada a un grupo de caudillos terratenientes -de los más retardatarios- que aúpan esa
conspiración para derrocar el gobierno, peor aún, tampoco era un secreto para estos
estudiantes que en la retaguardia de esa asonada militar están como instigadores y
financistas los representantes de la Compañía Shell en Venezuela, en otras palabras, ese
grupúsculo padecía de una ambición de poder que lindaba en lo temerario. Ese
movimiento conspirador, nos indica Rodolfo, fracasa en ese intentona (íd. 64). También
denuncia que la empresa petrolera Shell de origen británico lo que pretendía con ese
operativo era fortalecer su presencia en las esferas del poder en Venezuela, y frenar el
ascenso que se venía observando de la Standard Oil Company de origen norteamericano
en esos espacios.
Otros integrantes de esa Generación del 28 -nos indica Rodolfo-, como miembros
de las clases medias altas ven su gran oportunidad en aquellas circunstancias, y como ya
son profesionales, se inclinan a prestar sus servicios -muy bien remunerados y recompen-
sados- a las clases dominantes, estos son los que nuestro testigo reconoce como “la
generación del petróleo” (íd. 69). También señala este testimonio que algunos, los
menos, “tienden a identificarse con la causa de los trabajadores y las masas populares”
(íd. 65), ese grupo vanguardista se sitúa en el espectro político al extremo opuesto a los
retrógrados -los del cuartelazo-. Todo ese espectro nos indica que dentro de esa
generación estudiantil inclinada a leer con avidez libros de formación política hay desde
anarquistas hasta marxistas-leninistas (ídem) y no está exenta la presencia en ese
espectro político tendencias como la de los socialdemócratas. No extraña, entonces, que
entre esos letrados destaquen como un grupo muy selecto, los que llegan a tener una
presencia político-cultural muy significativa, ellos no hacen de las acciones de calle su
fundamento político, sino que su trinchera de combate consiste en una producción
literaria de vanguardia (íd. 65, 66), donde asumen las transformaciones de nuestras
sociedades en esta nueva era como una rebeldía intelectual contestataria, y pretenden
por esa vía crear una conciencia profunda que inspire cada vez más a la gente instruida,
para lograr formar una vanguardia altamente calificada que dirija un cambio radical en la
sociedad venezolana, es decir, aspiran a crear una élite que esté a la altura del desafío
histórico.
En síntesis, la cultura del petróleo trastoca e inspira toda la estructura social,
creando un amplio espectro de tendencias políticas, culturales, filosóficas y doctrinarias
que marcaran la dinámica del siglo veinte. La nueva generación requiere de un espacio
208

que la tiranía como régimen de poder no puede ofrecerle, y esto desencadenará un


conflicto que no se detendrá ni siquiera cuando la dictadura sea sustituida por una
democracia, todo el siglo veinte será sacudido por una juventud inconforme, cuestiona-
dora, contestataria y rebelde. Lo histórico de esa transformación es que su dínamo es la
clase media, la cual participa activamente en el escenario venezolano del siglo veinte. La
Generación del 28 pone en evidencia que la clase media es la fuerza con mayor carga de
futuro, esa clase media está destinada a convertirse en la clase principal de la nación
durante esa convulsionada centuria, no es el proletariado el que impone el ritmo a ese
siglo, ni son los obreros el motor de la historia de esos cien años, tampoco lo será la
burguesía275, la fuerza que subyace a ese siglo es esa clase media y con ella marcha en
paralelo los integrantes del aparato burocrático estatal que ejercen un gran peso en ese
proceso histórico. La clase media determina quiénes quedan al frente del Estado, quiénes
acceden al gobierno, quiénes ocupan los cargos y los puestos en el aparato burocrático, y
cuáles son las ideas que orientarán la construcción de un modelo de país, es en ese
sentido esa clase social, el hecho más importante que ocurre con el impacto petrolero
sobre el país, porque de sus filas emergerá la nueva élite de poder de la Venezuela
moderna. La clase media será la más favorecida de esa centuria, por la alta formación
político-cultural de sus cuadros, lo que prueba el aserto que se afirma, Venezuela se
transforma en función de los intereses de los integrantes de esa clase social 276. La
Generación del 28 es su ícono emblemático.
La explotación petrolera trajo el agrupamiento plural y heterogéneo de profesiona-
les, funcionarios técnicos, modestos empresarios, dueños de talleres, artesanos, peque-
ños comerciantes, trabajadores de cuello blanco, burócratas, estudiantes y otras catego-
rías intermedias ubicadas como sucesivas capas entre los grandes empresarios y las masas
laborales de la producción de bienes y servicios, debido a esa posición han sido clasifica-
das como la clase media, y a las cuales algunos -los izquierdistas influenciados por el
discurso leninista- se refieren a ella por su estilo de vida y aspiraciones existenciales como
la pequeña burguesía, es decir, como inclinadas por el modo de vida capitalista (íd. 139 y
140). Bajo nuestra óptica, ese agrupamiento ahíto de diversidad y participante indirecto

275
Nuestra burguesía, salvo contadas excepciones, no estuvo a la altura de los retos que planteaba todo un
mundo de oportunidades en el mercado internacional que emergía con irrefrenable fuerza. No cumplió con
su papel histórico, medró a la sombra del Estado.
276
En realidad, la clase media en sí no existe, ella es una fracción de la clase social trabajadora. Esa “clase
social” cobra un enorme relieve en la historia nacional debido al ingreso petrolero, el cual crea las condicio-
nes favorables para sus integrantes, es decir, no solo se les presentan buenas oportunidades, sino que
poseían además las condiciones para aprovecharlas. La área residencial y laboral modernizada de las
ciudades es la que detenta esa clase media, son los grandes beneficiarios de la distribución del ingreso
petrolero, es la clase consumidora per excellence. La clase media en definitiva pasa a ser la clase principal, y
es el subproducto de la renta petrolera, de allí que sea proclive políticamente a ser la propulsora del Estado
rentista petrolero y/o estado Mágico.
209

pero decisivo en la producción de mercancías forma parte sustancial de la clase trabaja-


dora 277 , pero debido a su presencia de alto perfil influyente busca como grupo
heterogéneo y calificado que sus intereses sean incluidos entre los favorecidos y privi-
legiados por el Estado, y lo logran con gran éxito, marcando así el derrotero del siglo
veinte venezolano. Son una especie de lobby colectivo que impone su modo de vida al
todo societal.
Ese conglomerado -el citado líneas arriba- adquiere importancia política creciente,
tendencia que será favorecida por el crecimiento acelerado del medio urbano, porque son
las ciudades donde aparece un espacio que es propicio para la aparición y desarrollo de
instituciones correspondientes al modernismo. Como el Estado rentista petrolero va a
asumir la oferta de servicios a la comunidad como una actividad pública, surge en
consecuencia un voluminoso aparato burocrático rico en funcionarios técnicos y profesio-
nales; por otro lado, las empresas capitalistas al crecer y desarrollarse introducen
innovaciones, lo cual trae un aumento considerable de sus empleados que quedan
conformando capas intermedias entre la esfera de la dirección de la empresa y la esfera
de la ejecución de las tareas productivas de la misma; en suma la clase media es el
beneficiario de ese proceso, y es fácil deducir la importancia clave que tiene para el
sistema que se está fundando. De este modo la industria petrolera o no-petrolera, el
Estado y las ciudades ofrecen ocupaciones intelectuales que son desempeñadas por
médicos, abogados, ingenieros, los cuales son remunerados con sueldos muy por encima
de los que devengan las clases que ejecutan las tareas con un gasto predominante de
fuerza física (íd. 139). Esa clase media con una formación educativa notable, portadores
de una carga ideológica, conscientes del valor de disponer de un programa de propósitos y
capaces de impulsar acciones en su espacio histórico, toma la vanguardia en la sociedad
venezolana, y crea organizaciones mediante las cuales promocionan sus demandas
políticas, económicas, sociales, culturales e institucionales, apareciendo entre sus
objetivos, entre otros, el constituir partidos políticos (lo que se concretará después de la
muerte de Gómez). Esa clase media adquiere numerosas funciones debido a su pluralidad
y heterogeneidad, es decir, va obteniendo diferentes papeles en la vida de la nación, y por
sus aspiraciones llegan a convertirse en la nueva dirigencia del país y sus representantes
conquistarán la esfera gubernamental278. Sus tendencias políticas como ya resulta claro
son diversas y su espectro abarca todas las doctrinas modernas, su intensa diversidad le
permite permear todas las probabilidades ideológicas, teóricas, doctrinarias y filosóficas,
monopolizan la fuerza intelectual del país.

277
En ese sentido no forman una clase social aparte, si se menciona como tal es solo por conveniencia
literaria, es decir, para que participen como un personaje de la obra representada en los escenarios de la
historia.
278
Rodolfo Quintero no capta este gran impacto en la estructura social venezolana, no aquilata el papel
histórico que asume la clase media en el proscenio nacional.
210

Esta clase media que emerge bajo la gobernanza de Juan Vicente Gómez, tiene
frente a sí bajo aquella tiranía fenómenos económico-sociales de intenso interés, y como
grupo culto siente la necesidad de analizarlos, razón por la cual los llamados a esa
interpretación sean asumidos, en buena medida, por los estudiantes de las universidades,
quiénes en medio de la dictadura gomecista irrumpen en el escenario público con una
actitud opositora, actitud que impacta la cotidianidad del venezolano el año de 1928, es
pues la Generación del 28, un grupo de jóvenes que se sienten con el derecho de reclamar
el lugar de élite dirigente del espacio histórico del momento. Frente a esta generación
está, por una parte, una clase burguesa que se relaciona con el Estado, porque éste es un
importante consumidor de bienes y servicios, y por otro lado, también establece vínculos -
como socios- con empresas de capital internacional, las cuales se empiezan a establecer
en Venezuela, convirtiéndose ese empresariado nativo con esas relaciones y nexos en una
Gran burguesía279. Frente a esa burguesía en ascenso, aquellos jóvenes que se han
dedicado a la vida política saben que en su Proyecto deben ofrecer un programa
condescendiente con los intereses de esa clase social; pero también tienen al frente, esa
generación de universitarios, a las clases trabajadoras del campo y de las ciudades que
aspiran a participar de una porción de esa riqueza petrolera que ha creado tanto una vida
de confort como de despilfarro 280, de allí que también impulsarán una democracia con
una cuota de populismo.
La población universitaria -dice Rodolfo- es un conjunto humano de sectores que
son partes orgánicas de distintas clases sociales (íd. 161), razón por la cual darán origen a
proyectos históricos inspirados en distintas tendencias de pensamiento como la social-
demócrata, la social cristiana y la autodenominada de izquierda, esta última en algunas de
sus facciones pretende realizar un modelo de desarrollo no-capitalista o en su defecto una
democracia nacionalista o radical. Tal es el papel multipinto de esa Generación del 28, es
decir, se proponen a construir con sus luchas político-ideológicas la historia de la segunda
mitad del siglo veinte, pero… están condicionados por la cultura petrolera, la cual deforma
a todas esas corrientes doctrinales con las cuales se identifican, por lo que el resultado de

279
Rodolfo Quintero cita, por ejemplo, el caso del empresario Eugenio Mendoza, quien se asocia con el
poderoso consorcio norteamericano Sherwin Williams; también incluye una larga lista de empresas
venezolanas donde el capital empresarial estadunidense tiene participación (Antropología del petróleo:
145/160).
280
Lo que impide la acumulación de capitales destinados a la inversión en actividades productivas ambicio-
sas que coloquen a la economía venezolana en la primera línea de países avanzados del continente
latinoamericano. Cita Rodolfo Quintero a Alonso Aguilar a este respecto: “el potencial de ahorro se desper-
dicia y la burguesía nunca logra convertirlo plenamente en capital, en inversiones productivas que impulsen
un desarrollo nacional independiente. Una parte sustancial de esa plusvalía (…) lo despilfarran las clases
dominantes en lujosas residencias y centros de recreo, automóviles y joyas, viajes de placer al extranjero,
publicidad y propaganda comercial y política, una pesada e ineficiente burocracia, obras públicas
redundantes o no necesarias (…) (íd. 160). En otras palabras la clase burguesa piensa y siente como si fuese
clase media, clase per excellence amante hedonista del consumo.
211

su quehacer no es el óptimo esperable. Nuestro deber, en vista a esas circunstancias, es el


de deshacernos de la cultura del petróleo (objetivo que compartimos con Rodolfo
Quintero), tarea histórica de superlativa importancia, para poder a partir de ese hecho
impulsar con vigor las fuerzas que puedan colocar a Venezuela sobre una vía integral,
donde todos los componentes de la vida nacional desarrollen sus ejes propios y cada uno
cree frentes de combate para reconquistar el espacio histórico en función de esa realidad
socioeconómica compleja, plural y heterogénea que debe cohesionarse en función de un
Proyecto histórico consensuado que garantice el desarrollo humano, social, espiritual,
económico y cultural. Pensamos que solo cuando se logre una sociedad de conocimiento
petrolero, podrá surgir una cultura del petróleo auténtica y verdadera convertida en
fuerza transformadora. Esa cultura petrolera espuria que apunta hacia vivir en El Paraíso
debe ser superada, lo inteligente es apuntar nuestros esfuerzos hacia la fundación de
ciudades altamente industrializadas. Esas ciudades productivas estarían orientadas a crear
un mercado sudamericano para nuestros productos, en especial los derivados del petróleo
y de la explotación gasífera 281. La Venezuela petrolera o Venezuela emporio está por
construirse, la actual solo tiene el triste papel de país exportador de petróleo. En pocas
palabras hay que resustanciar la Zulianización, hay que cambiarla de signo, replantear su
semiótica, y avanzar en esa nueva dirección.
La Venezuela provinciana
Otros hechos socio-urbanos surgen, y suscitan candentes polémicas, porque al
incidir esos hechos en la configuración de la Venezuela del Siglo XX, causó entre sus partes
desigualdades. Con el reparto de las partidas presupuestarias entre las entidades político-
territoriales, se establecen alianzas entre élites, que condenan a algunos estados, los más
débiles, a una relativa precariedad 282, mientras que las regiones más poderosas resultan
favorecidas con desmesura, lo mismo acontece más adelante con el tiempo en algunas
ciudades, éstas alcanzan altos logros de desarrollo al ser privilegiadas por su importancia
electoral, en síntesis, se destruye a Venezuela como unidad y emerge un Estado
segmentado que a lo interno está despedazado por las jerarquías discriminatorias. De tal
modo es como los Ellos, los más poderosos, están ubicados en la Venezuela de las
entidades del Centro del país, y es hacia allí que se dirigirán las inversiones del gobierno
durante el resto de este siglo, mientras que el Occidente de la república, donde está
localizado el Estado Zulia, los planes que se elaboran no tienen por objetivo de que esa
importante porción de estados (andinos y llaneros) sea elevado a la altura donde están los

281
Bajo la óptica de esa hipotética proyección se pudiera afirmar que: El campo venezolano bajo un impacto
de esa naturaleza iba a transformarse, porque esos productos generados por ese Gran Complejo Industrial
petrolero-gasífero producirían un salto adelante gigantesco en la vida rural, surgiendo como consecuencia
de esa zancada una constelación de núcleos agroindustriales sin parangón.
282
No obstante hasta en esos lugares llegan mejoras, por ejemplo, en el sistema de salud, educación, vías de
penetración, vivienda rural, créditos agrícolas.
212

del centro del país, el resultado de esta pésima decisión es que el Occidente, Oriente y Sur
de Venezuela no se erigen como fuertes polos de desarrollo para fundar la Venezuela
emporio283. Es bajo esos criterios como las grandes obras públicas que se erigen con las
riquezas producidas por el trabajo de los campos petroleros transforman profundamente
a algunas regiones y sobreviene un desbalance mayor del que ya se tenía noticia, en otras
palabras, la conquista petrolera (como la categoriza Rodolfo Quintero) buscó sus alianzas,
y esos vínculos no privilegiaron precisamente a los círculos empresariales zulianos, ni a los
actores sociales de la Zona petrolera de esta entidad 284 . El eje Maracaibo-Caracas
entronizó a la capital de Venezuela, y una vez operado ese cambio la élite central se
encargo de debilitar esa alianza. Caracas estableció vínculos cada vez más fuertes con las
entidades político-territoriales del Centro del país, y el resto de la nación se convirtió en la
Venezuela provinciana.
La cultura petrolera real existente que se impuso desfavoreció lo que despectiva-
mente la élites del Centro del país denominaron como la provincia, creándose de este
modo nuevas líneas de combate en lo que catalogamos en términos militares como el
frente petrolero, tales son los verdaderos fenómenos históricos de enjundia que se
desatan durante el siglo veinte a partir del interesante proceso histórico petrolífero del
Estado Zulia. La visión de Rodolfo Quintero, en ese sentido, nos permite percibir estos
impactos285, que dificultan a un grado extremo la posibilidad de diseñar un Proyecto
nacional que reúna a los antagonistas que se han aglomerado en grupos cerrados,
herméticos y sectarios. La capacidad imaginativa y creativa que demanda la problemática
venezolana para realizar un Proyecto de desarrollo histórico exige, en consecuencia, una
dirigencia con cualidades fuera de lo normal, y con capacidades extraordinarias para
elaborar un paradigma capaz de ir acercando los componentes de la sociedad venezolana
en un modo de vida que reduzca la violencia de la historia real a su menor expresión 286,

283
Si se hubiesen invertido en los estados andinos y estados llaneros occidentales un inmenso volumen de
recursos para crear una economía productiva, el Estado Zulia habría convertido la Zona petrolera en un
Complejo Industrial de grandes proporciones, que aprovecharía el gas, la gasolina, el carbón, los derivados
petroquímicos y la mano de obra especializada que harían posible la instalación de una inmensa variedad de
industrias, porque la producción agropecuaria de aquellas entidades hubiesen originado el fenómeno del
abaratamiento de sus productos, y esto hubiese hecho factible unos salarios estables y de creciente
capacidad adquisitiva. Pero no solo hubiese crecido el aparato productivo urbano en el estado Zulia, en el
territorio rural se hubiese desarrollado un emporio agrícola, pecuario, piscícola, forestal, minero y
agroindustrial con vistas al mercado interno y más allá con los mercados internacionales.
284
Rodolfo Quintero registra unas 500 empresas, las seleccionadas son aquellas donde los capitales
provenientes de Estados Unidos tienen participación, de ellas solo 7 están localizadas en Maracaibo y el
resto están instaladas en el centro del país (op. cit. 145/160).
285
Sin ser necesario asumir como certidumbre teórico-metodológica la doctrina filosófica que inspira a este
protagonista de la historia venezolana.
286
La historia real existente como expresión de la violencia está descrita por Karl Marx, cuando afirma
“Sabido es que en la historia real desempeñan un gran papel la conquista, la esclavización, el robo y el
213

espacio histórico donde será posible construir un modo de vida que logre en la sociedad
un máximo de cohesión posible. Esa alternativa es mejor que una guerra civil, una
dictadura tiránica o una agudización de luchas de clases, es una pausa necesaria, para
desarrollar una sociedad del saber que nos preparé como Formación cultural, para poder
afrontar por fin el reto de crear un Nuevo paradigma que relance a Venezuela como un
modelo de Estado digno a emular por otras naciones 287.
Otro fenómeno que merece atención -relacionado con la Venezuela provinciana-
es la relación campo-ciudad, al respecto Rodolfo Quintero cita a otro testigo de aquella
época. Señala Rodolfo que el impacto de la riqueza fácil y abundante originada con la
explotación petrolera, también se deja sentir en el agro venezolano, porque las compañías
petroleras demandan mano de obra, lo cual resta braceros al sector agrícola nacional,
situación que se agrava, porque al empezar el Estado un vasto plan de construcción de
carreteras, de edificaciones para diversos usos y de creación de nuevos servicios públicos,
para lo cual requiere de abundante mano de obra, recurren a ofrecer empleo en las
ciudades a quienes abandonen el campo venezolano -idea que Rodolfo Quintero toma de
ese otro eminente venezolano, Salvador de la Plaza-. Esa sangría del medio rural se torna
extrema, es decir, el campo va a sufrir de anemia, obteniéndose como resultado letal la
declinación de las exportaciones agrícolas 288. En otras palabras, la economía petrolífera
impacta la Venezuela del campo y/o Venezuela rural, derrumbando a su sector agrícola
exportador, este es el resultado histórico que adquiere la conquista petrolera, y el sentido
que toma es contrario a lo deseable, porque la estructura más productiva y más
adelantada del campo venezolano sufre una gran baja, las plantaciones de café y cacao
son demolidas, de 1913-14 a 1942-43 las exportaciones pasan de 62 millones (MM) de
kilogramos de café a 35 MM, y la de cacao de 17 MM a 11 MM (ídem). Sin esos impactos
desarticuladores y destructivos jamás se pudiese calificar de conquista lo que sobrevino, la
conquista petrolera aplasta una economía consolidada y la suplanta por una de nuevo
formato, que vacía de expectativas el alma campesina, porque es una economía de signo
importador, todo se trae hecho desde el exterior, se compran alimentos tanto de los
países avanzados como de los países latinoamericanos o caribeños de vocación agrícola.
Ante esa realidad incómoda, con el tiempo, las élites gobernantes venezolanas responde-
rán con una política agraria, la cual va acompañada con medidas que crean condiciones
favorables para invertir en el campo, porque el agro era un buen negocio dentro de ese

asesinato; la violencia en una palabra”. (Cita tomada por Rodolfo Quintero de “El Capital” y transcrita en su
libro Antropología del petróleo, página 25).
287
La representación de los estados más desfavorecidos en los cuerpos rectores de la nación debe ser
inversamente proporcional con respecto a los estados más poderosos, la presencia de diputados de los
estados más precarizados debe avasallar a los que representan los estados más fuertes en la Asamblea
Nacional. Esto será necesario hacer si queremos revertir el proceso de la Venezuela provinciana.
288
Así registra Salvador de la Plaza la dependencia y su impacto sobre el desarrollo. Citado por Rodolfo
Quintero: íd. 57.
214

marco urbano en crecimiento acelerado, ya que la capacidad adquisitiva del habitante de


Venezuela había aumentado de un modo considerable. Desde las familias campesinas
humildes hasta los poderosos del campo aprovechan ese apoyo del Estado, y también lo
hará el capital extranjero que utiliza incluso los capitales producidos en las actividades
petroleras para reinvertirlos en Venezuela289, el eje agrícola y pecuario se reanima con ese
repunte, ahora se lanza a intentar abastecer el mercado interno. Su garrafal error, fue el
de no trazarse como objetivo revertir el proceso importador en uno exportador, de
haberse propuesto esa gran meta, las desigualdades entre campo y ciudad habrían sido
superadas, y con ello la Venezuela segmentada habría abierto paso a un país equilibrado.
Pero para que esas grandes metas se realizaran era además preciso que no se
siguiese el modelo consumista propio del éxito norteamericano, donde el alto grado de
desarrollo de sus fuerzas productivas les llevaba por esa agenda de derroche, confort y
bienestar, Venezuela por lo contrario no podía permitírselo, su ruta debía ser inédita, para
salir de su condición de Plantación industrial, una revolución societal debía ser su gran
avenida negra, ancha y limpia para escribir una historia autodeterminada. Pero el error se
cometió y Venezuela creció como sociedad de consumo sin contar como previo con una
economía reproductiva propia para abastecerlo y gestionar una acumulación de capitales.
Sociedad de consumo
“Los monopolios internacionales del petróleo (…) produce en (…) unas décadas,
transformaciones insospechadas en siglos de historia nacional (…) en lo político, lo
económico y lo sociocultural (…) determina estilos de vida y niveles de existencia de
millones de personas, y asegura ganancias fabulosas a los emperadores (…) rey del oro
negro” (íd. 89). Esos estilos de vida que impone la explotación petrolífera en manos de
consorcios petroleros -expone Rodolfo Quintero-constituye una cultura de conquista. La
tecnología que traen transustanciada en productos “ofrece un paraíso (…) pueden (…) ser
propietarios de un automóvil, un refrigerador, un televisor (…) evadirse del presente [al
conquistar la felicidad inmediata de vivir como los estadunidenses] (íd. 90). Las “maneras
de vivir en Estados Unidos” (íd. 91) se erigen en el Proyecto nacional, para lograrlo la
cultura de conquista se vale de “la prensa y las publicaciones, el cine, la radio, la
grabación, la televisión” (íd. 92), su poder es arrollador en poco tiempo “la influencia
norteamericana se hace sentir (… …) En los centros de población urbanos y semiurbanos
(…) son copias fiel de modelos norteamericanos” (íd. 93). Es un trasplante de piel, no de
órganos, el modernismo se trasplanta a Venezuela pero sin los resortes que hacen saltar
los mecanismos que pondrán poner en movimiento su desarrollo económico productivo,
es decir, sin un desarrollo de un extenso, variado y poderoso aparato industrial, somos
Norteamérica porque fumamos sus cigarrillos, usamos sus “plumas [Parker], lapiceros

289
Rodolfo Quintero refiere como Nelson Rockefeller -gran potentado de la Standard Oil Company- empieza
a invertir en la fundación de empresas agrícolas en Venezuela.
215

[Papermate], automóviles [Ford, Chevrolet, Chrysler], máquinas de escribir [Remington],


pastas para los dientes [Colgate]” (íd. 91), y podemos decir: todo está hecho, para qué
producirlo, no hay ni siquiera que trabajar. El venezolano se interesa ahora bajo este
modelo consumista (El Paraíso) por hacer turismo, el cual “es una invención inglesa
perfeccionada por los norteamericanos” (íd. 91), las vacaciones se convierten en nuestro
proyecto histórico, da lugar a una plena vida de “confort”, la cultura del petróleo se
traduce en esos profundos cambios en nuestra existencia, “mascar chicle” es uno de esos
“signos de subordinación” (id. 92), la subordinación por supuesto es voluntaria, “la
norteamericanización” es su resultado, el “gringo” es nuestro héroe ideal, nos
convertimos en gringos culo-mestizos, y al entregarles los recursos nacionales en sus
manos les convertimos en nuestros nuevos amos, es nuestro tributo a su posición
dominante, actitud que “asegura la sobrevivencia del sistema de expoliación” ensamblado
por las compañía petroleras (íd. 93). Tal es el desiderátum del capitalismo sui generis que
se dinamiza en esta mal llamada “Venezuela rica”290, que semeja un radiante globo
inflado, pero que a su interior carece de órganos vigorosos, sanos, reproductivos. El
mimetismo es su principal elemento, imitamos los signos externos de la vida de los
habitantes de aquellos países, suponiendo que con ese comportamiento transmutamos
sus cualidades en nosotros, lo cual es en esencia un pensamiento mágico.
“La cultura del petróleo sabe modelar” dice Rodolfo Quintero -al seguir profun-
dizando ese fenómeno de alienación colectiva-, y citando al psiquiatra y sociólogo Claudio
Araujo Lima agrega que, esa cultura penetra mediante ”la propaganda (…) que modela a
su manera la mentalidad (…) con el objetivo de inculcarle su filosofía”. Rodolfo pone en
evidencia el alto precio que se paga por esa vía, porque esa cultura de penetración con sus
marcas comerciales monopolizan la atención de los venezolanos, por lo que éste echa a un
lado “la cultura histórica” que por largo camino como pueblo se venía labrando.
Benedetto Croce -dice Quintero- en La Historia como hazaña de la libertad nos permite
entender cómo se inculca la civilización occidental a buen número de sociedades en el
mundo, es la cultura de los nuevos amos del mundo, colocando a un lado los valores de la
civilización universal de las cuales eran poseedoras, civilizaciones que son tildadas de
exóticas, para dejarlas al margen como sabidurías que la humanidad ha conquistado a lo

290
Un país rico es aquel que transforma sus recursos naturales en mercancías, es decir, artículos y bienes
que puede colocar tanto en el mercado nacional como en el internacional, si por lo contrario lo que lleva a
cabo es que esos recursos naturales los exporta, lo que pone en evidencia es que no ha desarrollado un
aparato productivo acorde a esas fuentes de recursos que la naturaleza le brinda como dones. Los países
potencias no solo transforman sus propias materias primas, sino que además están en capacidad de
procesar la de los países exportadores de sus recursos naturales. Cambiar petróleo por dólares, ha sido
entregar a los países centro nuestras potencialidades, en vez de convertirnos en una economía productiva lo
que nos hemos constituido es en una sociedad de consumo, donde en los años 60 todos mascábamos
Chiclets Adam´s, calzábamos los deportivos US Keds y los patines Winchester importados con esos
petrodólares. Con los dólares el derecho que obtenemos es la de comprar a los estadunidenses sus peroles.
216

largo de milenios de ascenso del hombre como ser cultural. Por esa vía -la de valorar solo
su civilización- irrumpen, señala Rodolfo Quintero, en los ámbitos intelectuales del país,
como son los organismos literarios, asociaciones científicas y académicas, empresas
editoriales, congregaciones religiosas (íd. 93). También toman posiciones en partidos
políticos, cátedras universitarias, organizaciones culturales y en los programas educativos
de todo el sistema escolar preuniversitario (íd. 95). El hecho cierto es que la formación
dentro de los valores de la civilización occidental no es el verdadero propósito, lo que les
interesa en verdad es en incorporarnos al mundo realmente existente que esa civilización
ha construido en nuestros días, esto es, donde “lo esencial sea comprar y vender”, es
decir, se busca supeditar las sociedades a esa relación social depauperadora, para la cual
es fundamental adquirir paradójicamente una mentalidad consumidora (ídem) o perolera
antes que un pensamiento inteligente, racional y sabio de inversora de capitales 291.
Lo realmente existente es que “En la metrópoli se fabrican esos objetos” (íd. 96),
de tal modo que las divisas en moneda extranjera que se obtiene por el ingreso petrolero,
se utilizan en comprar cachivaches al aparato industrial norteamericano o a la Europa
occidental. Y como algunos de esos objetos resulta más rentable para esos capitales
estadunidenses fabricarlos en nuestro propio país, entonces, su aparato industrial se
expande hasta nuestro territorio, surgiendo un modelo de sustitución de importaciones,
oportunidad que también por fortuna la aprovechan los miembros de la burguesía vene-
zolana. Ensanchándose así el sector industrial manufacturero en Venezuela. Ese proyecto
de facto no contemplaba lo más importante, es decir, el cambio de actitud, conducta y
forma de pensar del habitante de nuestra nación, como hubiese sido la de revertir nuestra
mentalidad de consumidores compulsivos y convertirnos en productores tenaces o cuando
mínimo en ahorradores compulsivos con la idea de convertirnos en un grueso sector de
accionistas de las nuevas empresas nacionales. El consumo hedonista al que sucumbimos
nos llevó y nos lleva a comprar esos objetos bajo centenares de formas, sensación
superflua e irracional pero reconfortante, donde no importa si lo que se adquiere no
responde a las verdaderas necesidades personales o a las del país, se cae en un indivi-
dualismo que aleja de la importante decisión de cuáles son los intereses que debe
defender, promover, desarrollar 292, para liberar los potenciales de cada persona en
función de erradicar el atraso y el subdesarrollo que esclavizan al país. En definitiva, con
esa mentalidad de consumidor jamás se podrá elaborar un proyecto histórico para escribir
291
Hay que asumir a Venezuela con una actitud empresarial, buscando nichos económicos donde sea
factible y viable producir mercancías que tengan mercados donde podamos expandirnos con éxito, porque
lo primero es fortalecernos y luego sí imaginar Proyectos de desarrollo que realicen algún paradigma histó-
rico que entusiasme a toda una nación a alcanzar grandes metas en lo social, lo cultural, lo espiritual y lo
económico. Nuestra mentalidad está centrada y enfocada en la obtención de cuanto perol fabrica las EE. UU.
292
Una política de reunir importantes capitales para dar un gran salto adelante hubiese sido abrir un
mercado de acciones que hubiesen captado los ahorros de la “clase media”, convirtiéndola así en un sector
accionista de esas empresas, para que así se sacuda, se desprenda y se aleje de la cultura perolera.
217

la historia como hazaña de la libertad, nuestra realidad requiere de consumidores con


conciencia histórica y con una filosofía de vida enaltecedora, donde sacrifiquemos el
consumo superfluo y de prosperidad aparente, y desarrollemos el consumo productivo
que requiere nuestro camino propio. Lo contrario, es adquirir lo que crea la ilusión de
progreso, donde el consumo trivial es una fuga y evasión de la realidad que nos rodea, es
un escapismo, que nos lleva al incondicionalismo con aquellos que militan en la cultura del
petróleo como sinónimo de derroche (íd. 96), de allí surgió en sus inicios el “hombre
Creole” y el “hombre Shell”, que era la cultura de los hombres y mujeres que vivían en los
Campos petroleros de las compañías. (íd. 97). Estamos pues, al lado de un consumo
creativo que nos lleve a cambios profundos, un consumo que repudia la cultura del
petróleo que con sus valores obstruyen el desarrollo (íd. 98), es una cultura que nos
desnacionaliza (íd. 99), que nos hace perder la oportunidad de llevar a Venezuela no solo a
una independencia integral, sino también de alcanzar una cohesión social que es el
verdadero desarrollo, y lo único que garantiza la sobrevivencia y los adelantos continuos y
sostenidos293. Hay, entonces, otra realidad, que queda al descubierto con lo que Benede-
tto Croce reconoce como la conciencia histórica, la cual nos moviliza a realizar esfuerzos
extraordinarios por la carga espiritual que la alienta, porque la historia se expresa en un
modo de sentir, pensar, trabajar y divertirse, es la visión amplia para analizar la sociedad
como un todo, es una concepción que lleva la pulsión de la vida y el temblor del mundo, y
nos indica el lugar que Venezuela debe ocupar dentro de esa realidad compleja (íd. 133)
que es el mundo de hoy.
Sembrando el petróleo
Venezuela pasa de exportador agrícola a importador de alimentos, no obstante el
campo no retrograda, da un salto adelante, porque ahora hay que abastecer un mercado
interno que antes no existía, esto es, la Venezuela urbana moderna, el campo bajo esos
nuevos parámetros tendrá ahora un nuevo escenario y también nuevos actores. Rodolfo
Quintero visualiza esa mezcla de modos de producción que aparecen en el campo y
esquematiza la nueva estructura económica social al indicar los grupos sociales más
resaltantes en la nueva sociedad rural venezolana (íd. 126): Por un lado, campesinos y
latifundistas, y por el otro, obreros agrícolas y burgueses agrarios. Señala que esa
burguesía agraria la originó, en buena parte, los servicios que crea el Estado en las zonas
rurales, esto es, la construcción de obras como carreteras, electrificación, represas y otros.
Bajo esa faceta modernizadora algunos latifundios serán convertidos en fincas capitalistas,
apareciendo con ese cambio un excedente de mano de obra que se va a desplazar hacia

293
Las mejoras de todo orden para el sector de los trabajadores tenía que ser de tal magnitud que pudiese
atraer a gente muy calificada de otros países hacia Venezuela, lo cual nos permitiría crear verdaderos con-
sorcios internacionales proveedores de productos e insumos con altos márgenes de ganancias.
218

las zonas petroleras 294 y hacia las áreas citadinas, donde existe un mercado de trabajo
nuevo (íd. 126, 130). El Estado por su parte impulsa ese proceso, y para los efectos
incrementará la parte que en su distribución presupuestaria destina a sostener los
esfuerzos de los propietarios de tierras, también toma medidas políticas para favorecer
sus intereses como productores agrícolas (íd. 126 y 127). Con la capitalización del
campo295 gracias a la intervención del Estado, se crean condiciones económicas, políticas y
jurídicas apropiadas y estimulantes para quienes disponen de capitales, el medio rural es
revalorizado, y los capitales extranjeros se interesan en invertir en ese ámbito geográfico,
dándose el hecho de que entre los inversores de capitales en el campo venezolano se
encuentran los acaudalados de las corporaciones petroleras. Esa Reforma agrícola en su
proceso modernizador lleva a cabo nuevas actividades: monta plantas de procesamiento
de los productos agrícolas y pecuarios, introducen en el mercado los alimentos enlatados,
producen bebidas que se distribuyen en envases de vidrio e impulsan otras innovaciones.
Es una industria muy diversificada que ofrece una nueva fuente de ingresos para los
empresarios petroleros como Nelson Rockefeller que invierten en el agro venezolano, y en
general en las tierras sudamericanas donde llevan a cabo operaciones de inversión en la
agricultura importantes. La conquista petrolera con esas acciones se afianza y gana
influencia, obtienen del Estado: créditos, exoneraciones, subsidios, protecciones arance-
larias y control de algunos rubros de un modo global, es decir, cubren procesos que van
desde la obtención de la materia prima hasta su transformación en mercancías y luego los
comercializan en cadenas de supermercados que instalan en las más importantes ciuda-
des del país, pasos que cubren de forma monopólica (íd. 128).
La agricultura zuliana evoluciona sin par gracias a esas fuerzas renovadoras, el
productor zuliano aprovecha esas nuevas condiciones, al mismo tiempo que desde su
territorio impulsa con su ejemplo esos cambios a nivel nacional. Todo esto nos indica que
el paso de la Venezuela agrícola a la Venezuela petrolera, se operó sin retroceso del sector
dedicado a la explotación de la tierra con fines alimentarios, pero si se compara ese
crecimiento con el que acontecía en la industria de los hidrocarburos provoca la falsa
sensación de que la explotación de la tierra marcha en retroceso, es decir de que recula o
retrograda en vez de ir en franco progreso. Lo que si ocurrió, y esto es innegable, fue la
desaparición de la Venezuela exportadora de productos provenientes del agro venezolano
hacia Europa y los Estados Unidos de Norteamérica, política que se asumió a partir de la

294
Las compañías petroleras serán dotadas con mano de obra precapitalista, de allí que para los trabajos
especializados deba traer mano de obra extranjera, la venezolanización de la masa laboral petrolera será,
entonces, una necesidad que impone la lógica económica, porque la reducción de los costos como fuerza
subyacente se irá abriendo camino dificultosamente pero de modo ineludible, operándose los cambios
ineluctables a medida que va emergiendo.
295
Esto es, con una Reforma agrícola, se opera la fundación de agro-empresas dirigidas por capitalistas.
219

falsa teoría de que con salarios altos no se podía colocar productos de ese sector
económico en el exterior. Tesis que con el tiempo se demostró su inconsistencia.
Todas esas fracturas que se producen en la estructura campesina, como efecto de
los cambios que provoca la actividad petrolera, van a sumar al movimiento social de los
trabajadores del país las inquietudes de los campesinos, dice Rodolfo Quintero que:
La electrificación de las zonas rurales, la introducción de la radio, la extensión de carreteras
y otros medios de comunicación comienzan a romper el aislamiento de las masas campe-
sinas. Muchos (…) emigran a las zonas de explotación petrolera (…) [o] se van a las ciudades
[sin perder su contacto con sus sitios de origen, y con sus noticias] despiertan en los
trabajadores rurales el interés por las organizaciones sindicales (íd. 130).
En otras palabras, el país se achica, y quedan sus habitantes unos más cerca de
otros. De tal modo, se puede decir que las huelgas petroleras tiene sus efectos en el cam-
po venezolano, en el cual durante “los últimos años de la tiranía de Juan Vicente Gómez
registran acciones de lucha de los campesinos por mejores condiciones de existencia 296,
algunos de importancia” y para “1936 surgen ligas y sindicatos de campesinos y obreros
(…) se pronuncian por la parcelación de los latifundios (…) abolición del pago de salarios
con ´fichas´, (…) créditos (…) útiles de labranza, semillas, etcétera, por cuenta del Estado
(… …)[asisten] al Primer congreso de Trabajadores (…) se afilian] al Partido Republicano
Progresista (PRP) que se propone realizar una revolución agraria” (ídem)297. Y dentro de
ese partido elaboran un Programa de gobierno, donde se propone traspasar los bienes
de los más conspicuos gomecistas al Estado y de éste a los campesinos. Este hecho
histórico complejo no puede ser pasado por alto, debe resaltarse porque es muy
significativo, porque con aquellas ideas están demostrando que ese sector desea inter-
venir en el esbozo de un proyecto de país. Lo que proyectan realizar es una Reforma
agraria destinada a dotar de tierras a los campesinos de cotiza.
Quienes se afilian a ese partido, tienen entre sus objetivos a la industria petrolera,
indican que, en vista de que las compañías petroleras “han extraído ya con exceso más de
los capitales que han invertido en el país” hay que revisar las concesiones, indicando que
deben ser anuladas las que se lograron con cohecho, así mismo se propone que a esas
empresas petroleras se les ha de aplicar un impuesto progresivo sobre el capital, la renta a
las ganancias, y se les ha de prohibir exportar petróleo crudo, para que lo remitan al
exterior pero con valores agregados -¡Es el proyecto de crear un Complejo Industrial

296
Porque bajo Gómez la vida urbana empieza a sufrir cambios favorables, las ciudades empiezan a ser una
vitrina de las innovaciones y adelantos que existían en los países avanzados, lo cual impactó a la mentalidad
campesina que captó como su nivel de vida no cambiaba sino que permanecía estancada, apareciendo un
descontento cuando tomaron conciencia de esa discriminación.
297
La Reforma agrícola es la que impulsa fincas capitalistas, la Reforma agraria la que entrega a la masa cam-
pesina pobre tierras y facilidades, para que las pueda poner a producir de un modo moderno, y la
Revolución agraria es la que propone un Proyecto histórico que lleve a un nivel superior la explotación del
campo.
220

Petrolero de gran escala y enorme horizontalidad y verticalidad!-. Con esa orientación, la


que se acaba de expresar, se propone como meta la construcción de una refinería
estatal298, así como la aplicación de una serie de medidas: la soberanía de las leyes
venezolanas sobre las actividades del capital extranjero en todos los sectores de la
economía, arrasar con las formas pre-capitalistas de producción que mantienen en atraso
al agro, para poder competir en los mercados internacionales, así como resolver la
pauperización que causan en la población, lo cual desestimula el mercado para el
consumo de los productos indus-triales propios, el establecimiento de escuelas y
laboratorios de agronomía, la adquisición de maquinarias y elementos de cultivo, y un
amplio sistema de créditos del Estado, así como la protección de la industria nacional, la
realización de infraestructuras en el campo y el establecimiento de colonias agrícolas de
inmigrantes (íd. 121/123). En otras palabras aportan elementos claves para un Proyecto
de desarrollo capitalista saneado y, además, adecuado para un país que apenas empieza
a transitar el desarrollo. Lo hermoso de este plan es que los trabajadores no son incluidos
como simple e inhumana fuerza de trabajo, sino como un sector social con conciencia
histórica, es decir, algo más allá de la conciencia de clase social, un nivel superior pues.
Como proyecto histórico ese programa político-social incluía la participación de
representantes de los diferentes sectores económicos e institucionales, que iban desde los
empresarios industriales hasta los trabajadores agrícolas, pasando por los diversos escalo-
nes de los comerciantes y funcionarios de gobierno, reunidos en un Consejo de Economía
Nacional299 que debía elaborar un plan de reconstrucción de la economía nacional donde
se garantizaba la libertad de industria y comercio, persecución de los monopolios y
condena al acaparamiento (íd. 132) 300.

298
Con Isaías Medina Angarita (1943) este asunto del refinado del crudo se plantea sin llegar a este alcance,
su objetivo era mucho más modesto, y sin embargo rompió moldes, en su libro “Cuatro años de Democracia”
señala que es un “Anhelo justo de los venezolanos era que el petróleo producido en nuestro país fuera
refinado en nuestro propio suelo, para crear nueva fuente de trabajo (…)” (p. 79), y ese anhelo se concretó
de la siguiente manera en los acuerdos con los que llegó con las compañías “obtuvimos el compromiso de
que cinco años después de terminada la guerra, los grupos STANDARD, SHELL, refinarían en el país OCHENTA
MIL BARRILES diarios más de lo que se estaba refinando en ese momento, que sumados a compromisos ya
adquiridos por otras compañías totalizaban alrededor de DOSCIENTOS MIL BARRILES diarios, lo que situaba
a Venezuela en sitio de cierta importancia entre los centros refinadores” (p. 83). Señala además que no fue
tarea fácil obtener ese acuerdo porque “los países que importan petróleo quieren hacer de su refinación
fuente de trabajo para su propio pueblo” agregando más adelante que “Lo que deseamos evitar hasta
donde sea posible es que el petróleo de nuestro subsuelo sea refinado donde no se va a consumir” (p. 84).
Ese último aserto se puede traducir, como una protesta por estar refinando nuestro crudo en Curazao en
vez de Venezuela.
299
El proyecto nacional medinista marcha también por esa vía, y constituye una de las materias que se
deben esclarecer para comprender, entender y explicar la evolución del proyecto histórico venezolano. Esa
indagación no podrá ser abordada dentro de los límites de este libro.
300
Ese Proyecto del Partido Republicano Progresista no es el único que presenta una visión amplia de la
problemática nacional y cómo encararla, Isaías Medina Angarita en funciones gubernamentales diseña una
estrategia para desarrollar al país por la vía capitalista, sobre los detalles de ese proyecto se puede consultar
221

Rodolfo Quintero no solo recoge ese movimiento social ascendente y positivo


(para que pase a integrar el legado patrimonial de la venezolaneidad), sino que en parale-
lo pone bajo su lupa escrutadora otra realidad truculenta, señala los espacios del “mal
vivir”, los cuales atentan contra esa siembra del petróleo por una vía inédita y sana. En su
testimonio lleno de amor por Venezuela, este maracaibero, dice: “la ´mala vida ´se
extiende e influye en la dinámica de la sociedad venezolana (…) y se convierte en factor de
descomposición (… …) hubo ´malvivientes´ en épocas petroleras, pero su número y radio
de acción limitado no constituían un problema de importancia, no significaron una
amenaza” (íd. 133) , pertenecen -agrega- al submundo de las ciudades y van -según
señala- desde rateros, tahúres, prostitutas, mendigos, borrachos, vagos, hasta la aristo-
cracia de la mala vida, esta última está conformada por los administradores de
prostíbulos, por quienes se dedican entre otras cosas al comercio de mujeres y drogas,
asesinatos por encargo, chantaje, falsificadores, contrabando, asaltantes de empresas.
Pero ahora, observa Rodolfo con estupor, salen de la anomia y se hacen notables, “los
´malvivientes´ invaden la esfera de las política durante los años de la dictadura militarista
(…) administran negocios de militares que accedieron al poder gubernamental” (ídem) y
del mismo modo se incorporan como esbirros a la Seguridad Nacional, aparato de terror y
represión de la oposición política, y se incorporan a los gremios de trabajadores
transformados en jefes de sindicatos. En otras palabras ya no pertenecen a ese submundo
del delito, ya no son subterráneos, ahora salen a la superficie y escalan posiciones en el
mundo formal. La observación de Rodolfo es de una pertinencia histórica extraordinaria,
durante el siglo veinte esas hordas del averno son amparadas incluso por instituciones
respetables, donde son empleadas para llevar a cabo trabajos sucios, bajo la democracia
relativa no desaparecieron sino todo lo contrario se consolidaron. Con la Venezuela
petrolera aparece este espacio de desagrado, al principio forman parte del submundo
citadino, más adelante cobran importancia, acceden a las esferas de los poderosos de un
régimen político donde se legitima el “mal vivir”, el resultado es que se borran los límites
entre los espacios del lumpen de la “mala vida” y el espacio de la clase alta de la “dolce
vita”, donde son absorbidos en las esferas represivas del poder político del perezjime-
nismo, y también prestan servicios especiales -infiltración de sindicatos y administración
de negocios turbios- en la esfera del mundo económico donde un grupo de militares
ahora poseen empresas (íd. 133/138). Durante la segunda mitad del siglo veinte ese
lumpen estará al servicio de políticos corruptos y de acciones partidistas canallescas.

“El medinismo” de Oscar Battaglini, publicado por Monte Ávila Editores y la Dirección de Cultura de la
Universidad Central de Venezuela, Edición 1997. Proyecto con el cual, en lo personal nos identificamos por
ser uno de los más acabados y mejor concebidos. Otro proyecto es el de Rómulo Betancourt, para conocer
su realización y sus ideas matriciales se recomienda la lectura de “Rómulo Betancourt y la siembra del
petróleo” y “Rómulo Betancourt y la generación política de 1958” escritos por Gumersindo Rodríguez, está
publicado por OT Editores, Caracas, 2012.
222

Rodolfo Quintero valora ese hecho, porque esa sociedad de cómplices es el principal
obstáculo para que se construya una sociedad patriótica.
El capitalismo autóctono que pretendían fundar en el territorio zuliano Vicencio,
Velutini y Mario (no estamos idealizando ninguno de estos personajes, bien claro tenemos
que no son ni divinidades ni demonios), hubiese cerrado el paso a esos espacios de
desagrado. A partir de ese verdadero modernismo se podía iniciar una regeneración del
tejido histórico nacional, ese sentir se constituyó para muchos venezolanos en la visión de
futuro para lo que faltaba del siglo XX. En las mentes brillantes bullía un mundo de ideas
tendente a realizar una gran obra (El PRP es solo un ejemplo de esa tendencia progresista,
lo mencionamos porque es lo que aporta Quintero como testimonio de aquellos años),
consistente en transformar a Venezuela en un emporio de actividades políticas, sociales,
económicas, culturales y científicas signadas por el más contundente y genuino moder-
nismo. Ese gran aliento nacional progresista fue insuflado desde el Estado Zulia al país, y
gestó hacia el occidente de su territorio la emergencia de hombres de la talla de Alberto
Adriani o hacia el centro de la república en figuras cimeras como Arturo Uslar Pietri
quienes avizoraron la pletórica oportunidad de construir una nación sólida y de avan-
zada. Es la nueva zulianización que nacía de las mentes más brillantes de aquella época
que inspirará a muchos durante el resto del Siglo XX.
Esos personajes no estaban descaminados, la explotación petrolera en su super-
ficie dérmica creaba una renta que materializaba una enorme masa de dinero que podía
rebosar el aparato circulatorio del cuerpo nacional, impulsando en su curso los desarrollos
de tipo agropecuario301, industrial, comercial, financiero y el petrolero. La cultura petro-
lera de este tipo fue el extraordinario resultado de ese proceso en marcha, dio origen a
múltiples proyectos históricos durante el restante siglo, esa crónica comienza con
elaborados proyectos de diseño nacional como el que tomó forma bajo Isaías Medina
Angarita y prosiguió su ruta de tormenta de ideas con personajes como Rómulo
Betancourt, Marcos Pérez Jiménez 302, Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez y Hugo Chávez

301
La operación en paralelo de una Reforma agrícola y una Reforma agraria, y la búsqueda de que estas
converjan en un horizonte de una Revolución del campo.
302
Disintiendo en parte con la opinión de Rodolfo Quintero, podemos mostrar que bajo el régimen de
Marcos Pérez Jiménez existía todo un plan para transformar el país de un modo positivo, para los efectos se
recurriría a las entrevistas que el historiador Agustín Blanco Muñoz hizo a Pedro Estrada (“Pedro Estrada
habló” Edición UCV, 1983, Caracas, Venezuela) y al mismo Marcos Pérez Jiménez, ambos libros ofrecen
datos acerca de ese programa de cambios históricos que se preconizaron durante esos años, también se
podría utilizar con ese mismo fin a los estudios de Luis Ricardo Dávila y Rafael Cartay en “Itinerario de una
ilusión” nos ofrecen una información muy importante acerca de ese período de gobierno, donde ese
proyecto queda extraordinariamente explícito (Itinerario de una Ilusión, el militarismo en Venezuela, Grupo
Editorial Random House Mondadori, 2008, Caracas, Venezuela). En especial recomiendo la orientación
bibliográfica que sobre el tema hace Alfredo Angulo Rivas en un artículo publicado en la Revista “Agora”
(año 3, N| 6). Los prejuicios democráticos no pueden obnubilar nuestra mirada límpida de todos esos
esfuerzos que tuvieron su aliento en venezolanos inspirados en ambiciosas ideas.
223

Frías, quienes inspiraron proyectos de desarrollo de diferente signo, y quienes a su vez se


encargaron de intentar materializarlos para constituir un país rico en el sentido más pleno
del término. Otro asunto es que lo lograran en mayor o menor medida, o que incluso el
efecto logrado fuera todo lo contrario a lo que habían anunciado, lo que llevó a relativos
fracasos, e incluso esfuerzos fallidos, es decir mal administrados y peor ejecutados,
trayendo estrepitosos fiascos.
Hoy ya iniciado el Siglo XXI parece que Venezuela ha dejado de ser un país
petrolero, en el sentido, de que lo que obtiene en dinero el país por ese recurso, ya no son
suficientes ingresos para atender lo básico del acontecer nacional, y no hay un modelo
que lo suplante en lo inmediato303, porque no se ha elaborado un Proyecto histórico que
entusiasme a todos los actores sociales del país, la Venezuela consenso está lejos de
materializarse y desunidos seguiremos dando tumbos propios de una historia a
trompicones sin alcanzar la gran meta de ofrecer a las generaciones que nos sucederán
una Venezuela Emporio en lo económico, una Venezuela pletórica en lo espiritual, en
síntesis una Venezuela Portentosa por los logros en todos los órdenes de su vida integral.
Lo cierto es que perdimos el siglo veinte desde el mismo momento en que las
zonas petroleras no se convirtieron en bastiones de una producción diversificada con
extraordinarios desarrollos verticales y horizontales, ese tejido inicial con diversos
entramados objetivados y concretados en los estados petroleros Zulia, Falcón, Anzoátegui,
Monagas, Guárico y Bolívar, hubiesen sido la plataforma para imbricar una red nacional de
complejos industriales, a partir de los cuales Venezuela podría haber impactado el
planeta como un país centro. Faltaron guáramos, cohesión social e imaginación
desbordada, para salir del marasmo de esa historia a trompicones. En consecuencia, el
ciclo del impacto debe ser buscado como el principal objetivo del Frente Petrolero, esa es
nuestra tarea inmediata. El Estado Zulia por todas sus condiciones naturales debería ser
proclamado como su principal laboratorio de prueba.

303
El modelo vigente no reposa sobre un aparato productivo eficiente, competitivo, expansivo y societario,
donde las empresas que motoricen tales cualidades sean de todo tipo, esto es, desde privadas hasta
estatales, y entre ellas se operen en especial diversas fórmulas combinatorias que, incluyan desde capitales
sudamericanos a capitales de grandes potencias. El Proyecto Bolívar debe unir el mundo dentro de las
fronteras de Venezuela, para convertirse en el mayor programa del Siglo XXI en todo el planeta. Tanto el
modelo estatista como el modelo privado está agotado y agónico, un modelo societal debe suplantarlo sin
pérdida de tiempo, esa es la única vía posible para un país periférico que quiera escapar del rezagamiento
histórico, si no lo hacemos es porque seguimos anclados en cuerpo y alma en el Siglo XX venezolano, el cual
no es reeditable, habrá que edificar un nuevo Proyecto de país. Arturo Uslar Pietri (A. U. P.) el año de 1948
hizo pública una profecía sobre la dialéctica de las crisis que iba a sufrir Venezuela, ese anuncio se ha
cumplido con fidelidad en nuestra realidad al pie de la letra, también indica lo que se debe hacer para
traer al país a gigantescos logros. La Venezuela portentosa es un proyecto realista (A.U.P. “El tema de la
Historia Viva”, Revista UNICA Año 2, N° 3 / 2001, pp. 232/247).
224

CONCLUSIONES
A) Durante la primera mitad del siglo veinte se expuso a la luz pública con cada uno de los
testimonios registrados en este trabajo un Proyecto de Desarrollo y Modernización de
Venezuela, entre quienes se inspiraron por alcanzar esas grandes metas para Venezuela
están Alberto Adriani y Arturo Uslar Pietri, quienes urdieron en sus almas el lema
contundente y convincente de «sembrar el petróleo». Ambos lo concibieron desde
perspectivas distintas, el primero lo formula de un modo literal, es decir, expone cómo
invertir los gananciales de la actividad industrial de hidrocarburos en el campo
venezolano, esto es, en la agricultura y en la actividad pecuaria, y el segundo lo emplea de
un modo metafórico, es decir, explaya en su ideario cómo utilizar los dineros obtenidos de
la renta petrolera como capital, para industrializar la economía venezolana, esto es,
invertir en la fundación de empresas manufactureras que diversificaran la estructura
productiva del país en su medio urbano. En síntesis, entre ambos prohombres se plantea
algo inmediato como es la de contrarrestar la tendencia importadora que depauperaba la
estructura económica nacional y la hacía vulnerable a la dependencia externa, y proponen
implantar un capitalismo moderno en el medio rural y en el medio urbano del país para
sustraérselo al secular atraso. Tales Proyectos de Nación son así, porque Alberto Adriani
es un genuino representante del medio campesino, y Arturo Uslar Pietri lo es al mismo
tiempo del medio citadino, lo que explica por qué «sembrar el petróleo» no tenía en ellos
la misma lectura. Con Isaías Medina Angarita como presidente constitucional de la
república venezolana ambas perspectivas se fusionarán en un proyecto nacional, y de allí
en adelante con otros nuevos estadistas, como Rómulo Betancourt, Marcos Pérez
Jiménez y otros saldrán ricas variantes para esos modelos de edificación de un nuevo país.
No fueron Alberto, Arturo, Isaías, Rómulo y Marcos los primeros ni los únicos voceros de
esa inquietud de «sembrar el petróleo», en la historia del Estado Zulia el presente análisis
ha reconocido en el Testimonio del frente petrolero a Carlos Alberto Velutini, Vicencio
Pérez Soto y Mario de Giovanni como unos adelantados y prohombres que con meridiana
clarividencia marcharon por esa misma senda, y no han recibido su debido homenaje por
esa originalidad de la que hicieron gala con sus brillantes intelectos. Carlos Alberto,
Vicencio y Mario constituyen, dentro ese orden de ideas, un trío de pensadores que
colocan a esta entidad en el mapa intelectual del país, al esbozar cada uno de ellos
elementos cruciales para elaborar un Proyecto de Desarrollo y Modernización de
Venezuela, como una misión y visión de futuro para la sociedad venezolana.
Mario lo hace al proponer en un anteproyecto la fundación de una empresa distribuidora
de gas, es decir, invita a los acaudalados zulianos y al sector público a invertir un capital en
el frente gasífero, para crear una empresa en lo que hoy se denomina como una
operación “aguas abajo”. La idea era original, porque así como el petróleo dio origen a las
refinerías como empresas asociadas de la extracción de crudo, y sus licuados dieron
225

origen a un mercado nacional de refinos en el frente petrolero, del mismo modo, Mario
emprendió la aventura de promover la creación de una empresa que prestara el servicio
de distribución de gas a un mercado doméstico, comercial e industrial que dinamizara la
economía local, fortaleciendo por esa vía las economías familiares y empresariales e
impulsando la formación de nuevas compañías si surgían oportunidades aprovechables y
ventajosas, con la peculiaridad de que se utilizaría una materia prima abundante, la cual
se botaba a la atmósfera en enormes cantidades de toneladas.
En cuanto a Vicencio, éste estadista de alto vuelo, propone al Presidente de la República
otorgarle prioridad al capitalista criollo, para crear bajo sus responsabilidades empresas
privadas asociadas con la actividad de distribución de los refinos y licuados procesados en
las refinerías, es decir, elucubra que es una prerrogativa de los venezolanos acceder a esos
nichos económicos del mercado, antes de que lo hagan los capitales foráneos. De este
modo, buscaba aprovechar ese espacio donde se abrían oportunidades áureas, para la
inversión de capitales criollos, porque según sus palabras “los extranjeros no nos traerán
nada bueno a los venezolanos”, “porque ellos todo lo quieren barato o regalado”.
Vicencio con esa idea semilla se propone con otros llevar a cabo un Proyecto de
Desarrollo y Modernización en este Estado Zulia que tuviese efecto de proyección
nacional e incluso que su radio de acción fuese más allá de nuestras fronteras, de allí que
recomendase a Juan Vicente Gómez tomar ese principio como política de Estado, es decir,
invitar a los venezolanos que ya son lo suficientemente acaudalados para participar en ese
plan de progreso.
En lo que corresponde a Carlos Alberto, éste es el más osado de los tres, lo que tiene en
mente este profesional es ir calificando al personal venezolano que trabaja en la industria
petrolera, para capitalizarlo, de tal modo que en una proyección futura se venezolanice
de un modo total a esa empresa, para que llegue más adelante el momento histórico en
que el país pueda asumir la gestión de esa actividad de arriba a abajo. Esa calificación no
solo atendía la formación del obrero petrolero, para que este llegase, por ejemplo, a
perforador, sino que se extendía a los empleados de oficina, técnicos de campo, y sin
duda al personal administrativo y gerencial de las empresas incluyendo, en especial, al
grupo selecto denominado del Staff. Su idea era la de sembrar el ingreso petrolero en
todos los frentes conexos a ese recurso, es decir, el del crudo petrolero, el gasífero y el de
las refinerías, para desarrollar y transformar al máximo a ese Complejo Industrial como
una gran empresa multinacional. Si Alberto Adriani concebía sembrar el petróleo en el
campo y Arturo Uslar Pietri en las ciudades, Carlos Alberto Velutini proponía “sembrarlo”
en la industria petrolera para multiplicar todas sus infinitas posibilidades.
Mario, Vicencio y Carlos Alberto plantean, entonces, algo más allá de lo inmediato, ese
trío expone un Proyecto de Desarrollo nacional que transforme al país en un territorio
capitalista, moderno y avanzado, lo que en otras palabras sería la de crear un país con una
226

auténtica burguesía dedicada a actividades económicas de base reproductiva, la cual


contaría para sus planes y programas con una clase obrera de vanguardia de alta
calificación. En otras palabras, ese esbozo de Proyecto de Desarrollo que entre los tres
dibujan con esos trazos maestros, podrían haber hecho remontar al capitalismo del siglo
XX a superar su adolescencia, sentando un precedente a escala de la economía global al
erigir un modelo de desarrollo societal, donde el capital se invirtiera de modo integral en
todas las áreas participantes del negocio petrolero, incluyendo las conexas y afines.
En definitiva este proceso histórico que se ha expuesto en este análisis de una historia a
trompicones constituye lo que se pudiese describir como la gran marcha para construir el
capitalismo moderno, avanzado y original en el Estado Zulia durante el Siglo XX con miras
a su proyección al resto del país.
B) El Proyecto de Desarrollo que se empezó a esbozar en el Estado Zulia con líneas cada
vez más definidas, durante la primera mitad del siglo veinte, fue el preludio de los
Proyectos Históricos Nacionales que se diseñaron luego bajo el medinismo, perezjimenis-
mo, betancourismo, calderismo y perecismo, y al final del siglo entra en un intento de dar
un vuelco a la economía y a la sociedad por la vía del socialismo inspirado en la teoría
marxista con el chavismo.
C) La «siembra del petróleo» realizada, en especial, durante la segunda mitad del siglo XX,
tanto en el Estado Zulia como en el país, no obstante de que es innegable que produjo un
enorme salto, sin embargo fue llevada a cabo con un significativo retraso, y hoy los avan-
ces logrados lucen descontemporizados, porque las fuerzas productivas actuales a escala
planetaria demandan nuevos desarrollos y nuevos paradigmas. De tal modo que el sueño
que realizó el Estado Mágico terminó por mostrar, que nuestro capitalismo real que se
objetivó en Venezuela no solo es sustantivamente trunco sino que luce desfasado con el
alcanzado por otros estados sudamericanos. El desarrollo materializado, entonces, es más
una fantasía o ilusión de realidad que ningún otra cosa, con el terrible agravante de que a
partir del año 1977 el Estado Mágico se va desvaneciendo y el «poder va desaparecien-
do», con la nefasta consecuencia que el país se ha sumido en la impotencia y en un
marasmo sin precedentes en lo que va de siglo, donde las crisis endógenas no han faltado.
Se impone, por lo tanto, recurrir más que nunca a la historia, para que tras la oscuridad
salga el sol, y para tener éxito en esa altruista labor, la historia del Estado Zulia durante el
Siglo XX está llena de luz esclarecedora y clarividente para quienes vemos, como los niños
y los locos que el Rey anda desnudo, y que es necesario derrocar de su voluble trono a ese
monarca ostentoso que arruina el futuro del reino. Tenemos que centrarnos en realizar
proezas de la desmesura, que bien canalizadas pudiesen resultar en una Venezuela
potencia (como lo expone Robert G. Wesson. Término con el cual no nos identificamos),
necesitándose en este caso un plan que este a la altura y magnitud de un Proyecto
227

histórico que erija una Venezuela emporio, pletórica y portentosa la cual es nuestro
verdadero anhelo, porque una potencia está más asociada con el desarrollo militar.
D) Se recoge a través de la narrativa de este Testimonio del frente petrolero varias etapas
en la actividad petrolera: la de penetración (1900/1929), la de supervivencia (1929/1939),
y la mágica (1939/2008). No obstante, se ha dejado para estas conclusiones lo siguiente:
Hay un crecimiento económico lineal que va de 1935 hasta 1977; y un errático marasmo
económico que va desde 1977 hasta nuestros días 304, este último jalón da al traste con el
Estado Mágico. En otras palabras llega a su fin la ilusión de realidad y la realidad se devela
en toda su crudeza y en todo su dramatismo. Estamos, pues, en la actualidad frente a un
Gran Desafío que demanda de los luchadores patriotas una imaginación desbordante.
E) Esta Historia del Estado Zulia es una mirada a este proceso desde las vastas
extensiones de esta cuenca y no desde Maracaibo, que era lo que había venido
predominando en nuestra historiografía regional, en otras palabras, es una mirada a este
proceso desde las Zonas petroleras que irrumpen con vigor extraordinario. La
historiografía zuliana colocaba a Maracaibo como el centro del proceso histórico,
asignando al resto de la región como invitados de piedra, y ni siquiera el siglo diecinueve
funcionaba de ese modo. Trabajos como los de Marisol Rodríguez Arrieta, Rutilio Ortega,
Nerio Enrique Rómero González y mi propia obra, para citar solo a algunos, apuntan en
esa nueva dirección integral, abriendo la posibilidad de escribir una Historia del Estado
Zulia que ponga al descubierto el papel de esa red de poblaciones que al interior de esta
vasta cuenca fueron y son los pistones de ese proceso. La tarea es la de abordar en este
territorio cada una de sus poblaciones y lugares con todo bagaje de la historia académica,
para superar por un lado la hermosa visión que las crónicas pueblerinas han construido
sobre su pasado, y por el otro lado desarrollando una visión integral y heterogénea
ordenada del conjunto como un todo en plena evolución histórica. Esa tarea inmensa y
digna logrará ¡Al fin! que este proceso no sea percibido como una historia atada a la cola
de caballo del quehacer marabino, nuestro proceso histórico posee una hermosa, profusa
y enrevesada raíz con sus cientos de prolongaciones, algunas de ellas están en este
estudio, como lo son las poblaciones petrolíferas de Mene Grande, La Concepción,
Lagunillas, Casigua-El Cubo y Cabimas, donde Maracaibo y los maracaiberos son solo una
porción más de ese proceso histórico múltiple, variado e intensamente zuliano.
F) El transcurrir de la segunda mitad del Siglo Veinte tiene un dramático signo, si en la
primera mitad de esa centuria se trazó un eje Maracaibo-Caracas, mediante el cual surgió
una nación relativamente integrada, en la segunda mitad del siglo, el eje se revertió y
304
En Contra la abolición de la Historia, Manuel Caballero señala: “El deterioro de la calidad de vida, del
desnivel de vida del venezolano, comienza a partir de 1977, no a partir de 1983 como mucha gente lo quiere
ver por lo del Viernes Negro” (p. 190). Este autor también hace explícito ese desarrollo lineal de crecimiento
económico, el cual fue de larga duración, desenvolviéndose durante cuatro largas décadas, donde no faltan
los altibajos de proporciones relevantes.
228

ahora aparecía como Caracas-Maracaibo, es decir, las decisiones macro se tomaban en la


capital de la república, y la región zuliana pasa a un estado de subordinación y supedita-
ción del poder central, debilitándose aquel eje inicial y perdiéndose la iniciativa histórica
que se había alcanzado durante las primeras décadas de esa centuria. Esa situación se
convirtió en un nuevo frente de lucha, el de recuperar el crucial papel, para poder
colaborar en la gran obra de erigir una Venezuela que ocupe un lugar relevante en la
política continental, gracias a una estructura económica y social de gran calado.
G) La abundancia de información técnica presente en casi todos los capítulos, no solo
resulta interesante en cuanto a su interés científico-tecnológico propio de ese estadio
capitalista avanzado, sino que es el sustento imprescindible para entender los cambios
antropológicos que ese modo de producción va a gestar en los modos de vida, lo cual se
traduce, además, en novedosos modos de trabajo que van modelando un nuevo ser
humano, el cual va a constituir, por un lado, la erección de una formación económica y
social, y por la otra, una formación histórica. Logrado ese avance metodológico a partir de
esos ineludibles datos, será posible comprender los profundos cambios propiamente
históricos que se ocultan tras lo fáctico, y se podrá captar y comprender las verdaderas
peculiaridades de la historia del Estado Zulia durante el Siglo XX. El zuliano del siglo
vigésimo es muy distinto del zuliano decimonónico, porque su ser se gestó dentro de un
complejo industrial de punta tecnológica cada vez más sofisticado, como es el del influjo
de la actividad petrolera y de sus procesos inherentes.
H) La historia que se presenta busca trascender lo fáctico, los hechos históricos solo
llaman la atención sobre las especificidades y concreciones que toman los acontecimien-
tos, sucesos o eventos, lo que interesa en esos asuntos son los puntos cruciales,
circunstancias inéditas, momentos novedosos, aspectos críticos, pero sobre todo sus
fenómenos extraordinarios que se van suscitando (como los antropológicos), más allá está
impregnando esa explicación la ansiosa búsqueda de las claves y los códigos que muestren
caminos para construir el futuro, de allí que alertamos al lector para que tenga presente
que es el historiador el que crea el hecho histórico, porque con esas piezas se arman las
herramientas para transformar el mundo no solo en algo mejor, sino además bueno 305, de
tal modo que para alcanzar esas profundidades se recurra a todo lo largo del texto al uso
de las metáforas, lo paradójico y los símbolos. Lo epidérmico no es lo que nos interesa,
sino que es lo orgánico lo que nos apasiona, porque allí se dan los fenómenos y los
procesos donde todo cambia y todo se renueva. Esta Historia del Estado Zulia evita a toda

305
El mundo ha progresado mucho, pero desarrollando una tecnosfera que crea la ilusión de resolver las
necesidades humanas y del planeta, no obstante la realidad es terca y muestra que las peores plagas que
trajo el siglo XX lejos de erradicarse se han convertido en crónicas y en gigantescas monstruosidades
técnicas que cambian el curso sano-cuántico (energía proactiva y sinérgica) y espiritual que debe llevar la
existencia del hombre hacia un plano de plenitud como ser cultural que debe desarrollar una armonía entre
la tecnosfera, logosfera y etosfera, esta última es la más importante porque es la ética..
229

costa los parámetros de la historia convencional y/o tradicional a la cual se han


acostumbrado los lectores, en ese sentido, es una relectura de todo ese proceso y una
resignificación de los hechos, así como la de descubrir aquellos que permanecían ignotos.
I) El Frente Petrolero incubó los cambios que fueron transformando la realidad preexis-
tente, de allí que esa línea movible vaya mostrando la dura lucha que determinó la
evolución del Estado Zulia durante el Siglo XX. A partir del proceso histórico de la entidad
zuliana se producen cambios fundamentales: las zonas petroleras en la cuenca del lago
ejercen un protagonismo crucial en ese proceso, lo cual coloca a quienes hacen vida en el
vasto territorio de este estado en el papel de generadores de los hechos históricos más
significativos de esta región, dejando así Maracaibo ser el centro diamizador en esta parte
del país, porque los Campos petroleros serán ahora el motor de la historia en este
territorio, en segundo lugar, con el desarrollo de la refinación del crudo, y con la colo-
cación de los refinos que allí se producen el Zulia crea un mercado nacional para esos deri-
vados, ese mercada nacional de tipo capitalista sienta un precedente de alta importancia
para el nuevo país que inicia su camino por la vía de la modernidad, en tercer lugar, la
historia zuliana conecta y vincula a la nación venezolana con un contexto económico glo-
bal movido por el cartel petrolero, sector industrial que está a la cabeza de las empresas
más avanzadas del sistema capitalista mundial, de lo que se infiere que el Frente petrolero
venezolano está más vigente que nunca y que su desafío requiere de un consenso
nacional de alta coherencia social. El frente petrolero ha de trazar varias estrategias para
desarrollar todos los factores que impulsan nuestra formación histórica societal, una de
esas estrategias es la de demarcar un espacio en el cual se deben realizar negocios con el
capital de los demás países (sin discriminar ningún país o grupo de estos) en pro de Gran-
des metas, una gran formación se va a requerir de estudios internacionales 306 para poder
transitar a esa escala con relativo éxito. El desarrollo que se debe anhelar es el de una Ve-
nezuela en estado de plenitud para el ser humano que vive en este territorio, si lo logra-
mos obtendremos como resultado una Venezuela buena, la cual constituye nuestra Uto-
pía. Testimonios como los que han tomado la palabra en este texto, nos animan a librar
también nosotros una batalla, para enaltecer esta nación entre las naciones del mundo.
Pero como previo Venezuela requiere, como necesidad perentoria e ineludible, un
CONCILIO, aunque parece que por el contrario trágicamente avanzamos descontrolados
en una desaforada carrera enajenante hacia una Venezuela dividida en legiones irrecon-
ciliables, encabezadas por los fantasmas de Francisco de Monteverde y José Tomás Boves,
Vicente Campo Elías y Antonio Nicolás Briceño. ¿Seremos capaces de cometer tal matricidio?

306
En esa dirección, incluimos un interesante estudio, como ejemplo, para ilustrar esa idea maestra.
Añadimos, en consecuencia, el siguiente segmento “El Frente petrolero en el mundo entero”. Hoy habría
que estudiar, entre otras cosas, ¿Sí existe realmente un Grupo Vanguard?, al cual asignan algunos analistas
una presencia avasallante en la economía global. Un país petrolero solo se puede entender y explicar en el
contexto histórico planetario. De allí que insistamos en una alta formación en la temática intercontinental.
230

EL FRENTE PETROLERO EN EL MUNDO ENTERO


La línea del Frente petrolero venezolano se inscribe en la segunda mitad del siglo veinte
en un mundo de fronteras muy difusas creadas por las empresas transnacionales, tal
característica es lo que define a una economía globalizada. El formidable poder que esa
cualidad le otorga al cartel petrolero nos coloca ante la envergadura de su problemática,
lo cual incide de un modo negativo sobre la digna intención de ejecutar un Proyecto
nacional de desarrollo en nuestra república. Para tener una idea del poder creciente que
acumula y reproduce el cartel ofrecemos al lector este apéndice, el cual se ha elaborado
con la información que ofrece Francisco Mieres en su obra titulada “El petróleo y la
problemática estructural venezolana” 307.
Francisco Mieres nos indica que en un polo del cartel petrolero está el grupo denominado
Standard Oil Group o Grupo Rockefeller y en el otro polo se encuentra el Grupo Británico,
ambos hacen acto de presencia en Venezuela. Ese poder se visibiliza en el mundo
capitalista mediante siete empresas, a las cuales bautizó Anthony Sampson como las siete
hermanas. Esas empresas están movidas por capital norteamericano, británico, holandés y
francés308, es decir, por una oligarquía del dinero de cuatro grandes potencias mundiales.
No solo se ligan a grupos capitalistas esas empresas dedicadas a obtener ganancias de la
actividad explotadora del negocio de hidrocarburos, sino que más allá entran en la esfera
del poder político, entrelazándose con los gobiernos de sus países de origen, esos nexos
incluso en el caso de la Gran Bretaña se vincula en un lazo estrecho y sólido con el espacio
de su majestad británica, lo cual convierte a la British Petroleum en una empresa oficial
(op cit. p. 83).

La Standard Oil of New Jersey y la Royal Dutch dominan aplastantemente la explotación


de los hidrocarburos en Venezuela. En este apéndice nos referiremos solo a la Standard
Oil, utilizando su caso para ilustrar al lector acerca de las proporciones de la dimensión de
esos grandes grupos petroleros. La Standard Oil fue fundada en el año 1870 y
rápidamente se constituyó en un impresionante dominio monopólico en los Estados
Unidos, esta empresa se hizo con los oleoductos del país para 1883, y a pesar que en 1911
las leyes antitrust la obligaron a fragmentarse (esto no les acarreó ningún perjuicio, por lo
contrario, cada una de sus partes se encargó -al dividirse la empresa matriz- del control de
un distrito del mercado estadunidense, lo cual incrementó su eficiencia 309) ya tenía en
marcha indetenible la política de la compra de petróleo a otras empresas y en su

307
Información en la cual incluiremos algunos datos de nuestra propia búsqueda de esclarecimiento del
tema.
308
A principios de la década de los sesenta, período de tiempo en el cual fue elaborado el libro que se está
resumiendo.
309
La New Jersey, por ejemplo, que se inicia con un capital de 3 millones, ya hoy (1964) dispone de 625
millones de dólares (op. Cit.).
231

desarrollo se apoderaba del transporte, refinación y comercialización del 90% del crudo
norteamericano. Con la entrada al siglo XX, además, esa empresa irrumpe con renovado
vigor mediante una política de expansión internacional, lo cual explica su arribo a
Venezuela310 del mismo modo como su ingreso a Canadá (p. 84).

Durante la primera postguerra y la Segunda Guerra Mundial la Standard crece con un


ímpetu asombroso en el exterior, alcanzando sus elongados brazos en esa expansión al
Medio Oriente, donde se descubren importantes yacimientos petrolíferos en los países
árabes (p. 86). La presencia del Grupo Rockefeller en Venezuela se visibiliza con la filial
Creole Petroleum Corporation la cual llega a poseer en este país con el tiempo un
percentl de control en un rango avasallador, del mismo modo lo logra con la Mobil Oil
Company y en un porcentaje, de bajo rango, con la Mene Grande Oil Company (pp. 87 y
88).

La Standard internacional (conformada por tres grupos) mediante sus filiales y subsidiarias
tiene un poder dominante durante la última década (los años 50), alcanzando más de la
cuarta parte del petróleo obtenido en el área capitalista del mundo, lo cual le otorga un
margen amplio para su manipulación del mercado planetario. La Standard Jersey (que es
uno de los tres grupos que se expanden por el mundo) es una gigantesca corporación
petrolera, pero no se limita a la explotación del crudo, porque se ha convertido además en
la empresa industrial más importante del mundo capitalista. La Standard Jersey es un
holding, lo cual nos indica que no produce, ni refina, ni vende una sola gota de petróleo,
quienes se encargan de esas tareas son sus filiales. La filial Creole Petroleum Corporatión
es la más productiva, esta subsidiaria entre 1957 y 1963 produce, refina y vende sus
productos por las redes de sucursales con la siguiente jerarquía: Venezuela, Norteamérica,
Medio Oriente y otros países (pp. 90 y 91).

La Socony (esta empresa es otra del trío internacional de la Standard internacional p. 83)
la cual está representada en Venezuela por la Mobil Oil Company, que extrae el 4% del
petróleo venezolano, y ocupa el cuarto lugar entre las empresas que operan en el país. El
poder de la Socony se extiende también a Canadá, Colombia, Alemania, etc.,
convirtiéndola de hecho en una de las corporaciones con mayor diversidad de operaciones
en el exterior, donde logra en esa macroregión un aumento de la producción sin
interrupción, además de que juega un papel muy destacado en el aumento de las reservas
petroleras a escala planetaria. Para el año de 1956 los hermanos Rockefeller disponían el
16% de las acciones de esa empresa Socony. Estas compañías anónimas radicadas en el

310
El día 15 de diciembre del año 1921 Frank Albert Dalburg y Homer Frank Dawson entraron en el Registro
de Comercio e incluyeron en el asiento N°362 el nombre de la Standard Oil Company of Venezuela
subsidiaria de la Standard Oil of New Jersey (Anibal R. Martínez, Revista El Farol N° 239, 1971 Año XXXIII.,
Editada por la Creole Petroleum Corporation).
232

exterior y en los mismo Estados Unidos pertenecen a unas cuantas familias, entre ellas los
Rockefeller, es decir, a una oligarquía que funciona como familias asociadas para explotar
a su favor el Frente petrolero311 que se extiende por el mundo entero (pp. 93 y 94).

En lo que corresponde al ámbito territorial norteamericano la más importante es la


Standard Oil Company of Indiana, presente en Venezuela en la década de los años veinte,
donde vendió sus activos a la Jersey en 1932. La Indiana posee numerosas filiales en suelo
estadunidense, para 1939 los Rockefeller poseían de esa monstruosidad de empresa el
13,5% de sus acciones. La Standard también tiene la Ohio con proporciones similares a la
Indiana. De la vieja Standard que fundara Jhon D. Rockefeller está hoy registrada en los
EE.UU. como la Sinclair, en ella los hermanos Rockefeller poseen el 6% de sus acciones, en
1945 esa empresa adquirió concesiones en Venezuela y para 1963 producía el 1,7% del
total de nuestro país, además, se ha constituido en una empresa conjunta con la British
Petroleum para actividades en el hemisferio occidental. También actúa dentro de
Norteamérica la Atlantic Refining Company donde los Rockefeller poseen el 1,5% de las
acciones, ésta empresa tiene intereses en Venezuela donde extrae el 1% del crudo (pp. 94
y 95). Otras empresas de esa gigantesca entidad corporativa trabajan en los ramos de
transporte y suministros de hidrocarburos (p. 96). Para tener una idea del tamaño
megaempresarial al cual dio origen Jhon D. Rockefeller se puede echar una mirada al
desmembramiento de la Standard Oil Trust en el año 1911, acción que dio origen a 35
compañías (se puede consultar esta datidad en las pp.84 y 85 de la obra citada donde
aparecen cada una de ellas).

Todo lo referido es lo esencial de la parte petrolera del Grupo Rockefeller. Para tener una
idea del inmenso poder que llega a acumular ese grupo familiar, se puede comparar con
los datos globales de las principales corporaciones petroleras norteamericanas, los del
Grupo Standard dentro de ese conjunto representa un 57% de los activos, el 57% de las
ventas y el 54% de las utilidades (p. 96).

Los datos anteriores nos permiten tener una visión del imperio Rockefeller en el área
petrolera norteamericana -donde tienen un absoluto dominio-, siendo igual de
importante su peso en el globo terráqueo, pero como un conglomerado su poder, dominio
y soberbia se extiende a otras ramas productivas y, por añadidura, también abarca al área
de mayor significante del sistema capitalista, como es la actividad financiera y/o bancaria,
incluyendo además aseguradoras y múltiples actividades empresariales 312, entre ellas,

311
Esta frase es nuestra.
312
Las inversiones del Grupo Rockefeller alcanzan las principales ramas económicas y a las principales
empresas dentro de cada rama (…) constituyendo así un vasto imperio (p. 100). Las inversiones
agropecuarias no están fuera (p. 105). Imperio que comparte con otras familias poderosas norteamericanas
parte crucial de la dimensión de la nación norteamericana, ocho grupos constituyen la cima de la pirámide
233

están las que se dedican a ramas como la de los ferrocarriles, acero, servicios, cobre, etc.
Para algunos autores como Moody -citado por Mieres- la Standard como monopolio es en
realidad un banco gigantesco, y tiene razón porque uno de los pasos que dio su fundador
apuntaba en esa dirección, como fue establecerse en el City Bank, para desde allí dirigir y
financiar sus intereses, esto ocurre en la última década del siglo diecinueve, iniciándose a
partir de esa inteligente y acertada decisión la carrera expansiva de esa empresa petrolera
hacia otras ramas de la economía. Será durante la primera posguerra que el Grupo
Rockefeller instale su propio banco el Equitable Trust, más tarde adquieren un gran banco
estadunidense el Chase National Bank y lo fusionan con el Equitable, y a partir de esos
movimientos ya no se detendrán en su plan para absorber otras de esas instituciones
financieras, constituyéndose en el segundo poder bancario más importante dentro de los
Estados Unidos, con ese poder se lanzan a una audaz expansión internacional (pp. 96 y
97).

Es ante esa realidad que hay que ubicar el contexto histórico de la dinámica histórica en el
Estado Zulia durante ese tumultuoso siglo veinte, obviar ese compromiso metodológico es
ocultar la verdadera dimensión en la que esta entidad zuliana está inscrita como región
geohistórica. Nuestro frente petrolero venezolano representado por un aguerrido grupo
tiene como contrincante al Rockefeller Brothers Inc. (R.B.I.) Institución que crean los
Rockefeller para poder batallar en esa línea de combate en Venezuela y en el mundo
entero, la R.B.I. funge como el Estado Mayor Conjunto del Grupo, ese pentágono se reúne
una vez por semana para tomar decisiones supremas313, esa instancia dispone de firmas
jurídicas, consultores políticos, técnicos y publicistas, muchos de estos personajes han
ocupado puestos importantes en los gabinetes gubernamentales estadunidenses (p. 103).
Pero no solo el Grupo Rockefeller está presente en Venezuela, el Grupo Británico también
coloca su pesado fardo sobre nuestro país, el desafío del siglo veinte fue, entonces, arduo
y difícil para los nuestros al defender a Venezuela en esa línea de combate.

Después de haber contemplado la complejidad de ese tipo de empresa capitalista de


dimensión planetaria, podemos tener conciencia de la importancia que tiene la presencia
de La Gulf (V.G.O), La Venezuelan (VOC) y La Lago (L.P.C.) en nuestro escenario
venezolano. El contendor en ese tablero de juego es formidable, porque conforma al
grupo capitalista más resaltante del mundo empresarial de los países potencia, al respecto
Francisco Mieres nos da una idea de las proporciones del poder petrolero como actor
económico y político en el globo terráqueo.

del capital monopolista norteamericano, esa capa superior aventaja al resto de grupos empresariales de ese
país por mucho, los capitales de los ochos se ha duplicado cada década lo que constituye un ritmo de
crecimiento sobrecogedor ente 1935 y 1963 (p. 100).
313
¿Existe una organización exclusivamente equivalente en nuestro país?
234

Dice Francisco Mieres que la industria petrolera se puede calificar como el más grande
negocio del siglo veinte, solo en las dos últimas décadas su vigor se expresa en un
consumo mundial de petróleo que se ha triplicado, esas cifras expresan el empuje que esa
actividad tiene en la economía internacional. Tal impulso de su demanda genera un
incremento de los precios, los cuales no están determinados por la ley de la oferta y la
demanda en el mercado, sino más bien por la voluntad de los monopolios que controlan
ese mercado, para obtener de esa mercancía la maximización de sus ganancias en esa
explotación de extraordinarias tasas de ganancias (p. 36).

Prosigue Francisco Mieres indicando que la industria del petróleo no se restringe a la


explotación del crudo, si bien los hidrocarburos son importantes como fuente de energías
como combustibles, esa materia prima tiene también un papel muy significativo en la
industria química mediante la petroquímica, industria de un vastísimo campo de
aplicaciones que han dado origen a la creación y desarrollo de un sinnúmero de empresas,
las cuales tienen su origen en el vastísimo campo de los derivados que se obtienen de esa
materia prima. Añadiendo este autor que esa revolución actúa también con gran peso en
el fenómeno del valor económico-social y económico-político que tiene ese recurso el cual
llega a ser una variable determinante en las políticas geoestratégicas de los países
involucrados en esa actividad (p. 37).

Los productos insumos industriales, materias primas y manufacturas que surgen de cada
uno de sus derivados ocupan el primer lugar en el comercio internacional, es decir,
determinan la integración de un país con el mundo económico contemporáneo, vínculo
que se establece desde la diversidad en los países desarrollados y ya no desde la
perspectiva simple de ser un país mono productor de petróleo donde su economía se
basa en la exportación de ese crudo y alguno que otro derivado como es su combustible.
Es así como Venezuela se convierte en importante importador neto de la industria
petrolera norteamericana y europea occidental (quienes aguas abajo crean innumerables
empresas dedicadas a invadirnos de todo tipo de mercancías), y de otras grandes
potencias altamente industrializadas como Japón, Australia, Nueva Zelanda,
macrofenómeno mercantil que lo ha hecho posible la obtención de las divisas extranjeras
gracias a la renta que percibimos como país exportador de petróleo. El Grupo Rockefeller
o el Grupo Británico extrajeron durante tres tercios del siglo veinte el crudo en Venezuela
y lo vendían a sus casas matrices en los Estados Unidos y en la Gran Bretaña, e inclusive a
otras compañías petroleras radicadas en esos países de gran industrialización, de tal modo
que esas ventas eran en realidad simples transferencias internas dentro del mismo cartel
petrolero, de allí que los precios del crudo quede determinado por acuerdos y convenios
al interior de esos dos polos del cartel, pudiéndose decir que quien controla el precio no
235

es el mercado sino más bien los carteles monopólicos como la Standard Oil o la British
Petroleum (p. 37).

Tales características de los rasgos de la industria petrolera convierte a esa explotación en


la más atrayente de todas las inversiones de capital, ésta equivale a la tercera parte del
total de las inversiones que se realizan en el extranjero, porque esta inversión ofrece el
caso más lucrativo de la aventura de esos países potencia de invertir capitales en otros
países, ya que los intereses petroleros en la década pasada 314 ampliaron de un modo
inaudito a partir de la Segunda Guerra Mundial sus ganancias y propiedades, es decir
resultaron catapultados por los fines militares, que caracterizarán el siglo vigésimo con su
signo bélico alrededor de todos los continentes (p. 38).

La industria petrolera no solo produce crudo, también participa en su transporte, su


refinación y en la venta al público de sus combustibles y aceites, así como del resto de sus
derivados, también se desplaza por los sectores técnicos primario, secundario y terciario
sin salir del marco de su misma industria, es decir, de la empresa organizada como un
monopolio vertical, el control de tales fases les concede un poder total, aspecto este que
coloca al libre mercado como una entelequia. La contabilidad que han desarrollado es tan
laberíntica como la organización que diseñan, lo cual hace casi imposible llevar una
contraloría desde cualquier centro de poder externo a sus conglomerados empresariales
(p. 39).

La actividad petrolera es la más monopolizada en el mundo capitalista, el petróleo es su


reino magnificente, desde su concentración en los Estados Unidos y Gran Bretaña penetra
mediante siete gigantescas corporaciones en Asia, América Latina, y Oceanía, además, del
Medio Oriente. Esas siete hermanas están a su vez controladas por cuatros grandes
grupos financieros lo cual les otorga un estatus que está más allá de la actividad petrolera,
porque allí en esa esfera, la de la oligarquía del dinero-es que reside su verdadera
sustancia (pp. 40 y 41).

Pese a los intentos de los países propietarios de los yacimientos para incrementar sus
ingresos, tales cuotas de utilidades que son la más lucrativas de todas en el mundo
capitalista, puesto que éstas solo son un múltiplo de las obtenidas en los Estados Unidos
por las empresas del ramo de hidrocarburos, mientras nosotros logramos incrementar
nuestros ingresos a un buen ritmo, ellas se colocan en una órbita donde todo se desplaza
en el espacio a velocidades muy superiores. Tal vez esa tendencia desproporcionada fue la
que trajo como consecuencia el proceso de reconversión de la industria petrolera en
nuestros países periféricos, originándose así lo que se conoce como la nacionalización de
314
Si el dato que ofrece Francisco Mieres se remiten a H. O´Connor en su libro “The Empire o Oil” (EL
imperio…”, la “década pasada” nos remitiría a los diez años que van de 1945 a 1955.
236

la industria petrolera. En esas operaciones contables como ya se ha sugerido se oculta las


verdaderas utilidades petroleras, lo que quiere decir, que esas fases primarias de la
industria petrolera debió ser cada vez menos atrayente para esos monopolios, porque
éstas buscan siempre controlar las nuevas fuentes de ganancias extraordinarias en el
mundo capitalista, dejando al margen donde las utilidades son de bajo perfil a los sectores
que les acompañan de un modo subalterno por esta ruta capitalista (pp. 41y 42)315.

En los EE.UU. las ganancias de la industria petrolera supera netamente a cada rama
importante, acercándose solo la industria automovilística que alcanzó esas alturas de la
mano del precio de los combustibles; en cuanto al porcentaje de la ganancia por la venta
figura la industria petrolera en el primer rango, donde está también la industria química y
la del transporte, y desde hace una década la inversión foránea petrolera proporciona a
los Estados Unidos las mayores ganancias externas, de allí de que es de un modo notable
el Gran negocio del siglo (p. 42).

Es la industria petrolera proclive a la automatización, cualidad que promueve una crecida


productividad del trabajo, es decir, el capital por hombre se da allí en el polo máximo -
inalcanzable para las demás ramas-, de lo cual se infiere el grado superlativo de su
plusvalía, y los beneficios obtenidos por venta. Para el año de 1963, entre las quinientas
corporaciones industriales norteamericanas más importantes figuran veintinueve
compañías de hidrocarburos, cuyas inversiones equivalen al 24% de la inversión total de
las quinientas. Los beneficios obtenidos por las veintiuno representan más de la cuarta
parte del total de las ganancias obtenidas por las quinientas. De esa lista de grandes
corporaciones, en el año de 1963 siete de las de hidrocarburos están en el rango de las
primeras quince. Además en el mundo, las doscientas primeras industrias tienen en su
cima a diez empresas de ese ramo, esas diez controlan una inversión que representa el
17% del poseído por las doscientas y perciben el 22% de los beneficios globales, se está
pues de acuerdo a toda esta información -que se viene recogiendo del libro “El petróleo y
la problemática estructural venezolana”- frente a un contrincante que destila fortalezas
por todos sus poros, pero para enfrentarnos a ese poder debemos recurrir al poder de la
imaginación y ponerlo al servicio de jugar con excelencia en el tablero de ajedrez como
juego ciencia (pp. 43 y 44).

Por último, lo más importante y neurálgico, porque marca un hecho histórico de grandes
proporciones, es que el siglo veinte abrió un espacio para el desarrollo de una revolución
capitalista. Francisco Mieres apoyándose en A. Berle cita su obra “La Revolución

315
Como país petrolero Venezuela debe buscar nichos de mercado no atendidos por el Cartel petrolero, y
de un modo integral colocar en ellos no solo sus derivados convencionales, sino también una serie de
productos originales y novedosos.
237

capitalista del siglo XX” con fruición, porque A. Berle permite captar de un modo incisivo
cómo la explotación petrolera es la de mayor influencia política en el mundo capitalista,
de entrada ese autor señala que las grandes sociedades anónimas son instrumentos de
poder, entre otras cosas, porque sus opiniones son sancionadas y adecuadamente
favorecidas por todo Estado, invade de facto la esfera política, convirtiéndose de hecho en
gestor cuasi gobernante, concluyendo Berle que el sistema de sociedades anónimas son
una forma de organización política316, en otras palabras, el poder político de la gran
corporación deriva de su aplastante poderío económico, añadiendo A. Berle que la
corporación incesantemente evoluciona hacia un sistema mixto en donde la propiedad
estatal y la propiedad privada están inextricablemente entrelazadas como consecuencia
del galopante capitalismo (pp. 45 y 46).

Comenta Francisco Mieres que la gestión del gran capital con el control de la maquinaria
estatal corresponde al capitalismo monopolista de Estado. La actividad política dirigente
de la gran corporación no es un fenómeno accidental, es un requerimiento imperioso de
su gigantesco poderío monopolista, de allí que en el mundo libre los empresarios de la
industria petrolera son los que disfrutan de mayor poder político, esto es, mayor
capacidad de influir (o cogobernar mediante subterfugios) sobre los asuntos del Estado,
en este sentido, es la primera industria en términos políticos, porque es donde se da,
primero, la mayor concentración de capitales, segundo, una extraordinaria integración
vertical, tercero, una extendida diversificación geográfica y, además, por último, tiene un
papel clave para la guerra moderna de allí que sean imprescindibles para los países
potencia o países centrales o hegemones (p. 46).

La industria petrolera internacional estadunidense mantiene relaciones con sus pares en


el mundo y con los gobiernos extranjeros, de allí que cuentan con un gabinete
diplomático. El Cartel Petrolero resultado de la existencia de esos jerarcas de los
hidrocarburos a nivel planetario semeja un prototipo y paradigma de gobierno mundial.
En el caso de los petrojerárcas estadunidenses al realizar sus negocios con gobiernos
extranjeros, reciben el apoyo del Departamento de Estado y de sus embajadores lo cual
les convierte en pesos extrapesados (p. 47).

Dentro de ese orden de ideas que se vienen exponiendo, un Estado como el


norteamericano es un Estado petrolero cuando secunda con máxima prioridad los
intereses de esas corporaciones en sus actividades internacionales, de tal modo que la

316
Aclara Francisco Mieres que Berle cuando habla de las sociedades anónimas se refiere a un pequeño
número de grandes corporaciones capitalistas, esto es (comentamos), a un grupo élite que está dentro del 1%
de los magnates norteamericanos más ricos, dentro de los cuales ese grupo sobre-privilegiado apenas
alcanza un dígito de las décimas de ese percentil, es decir, lo irrisorio cuantitativamente es en lo cualitativo
lo superlativo y pletórico,
238

conjunción de ambos poderes -el público y el privado entrelazados e interconectados-


resulta aplastante dentro de los países huéspedes, constituyéndose en un Estado dentro
del Estado317 y muchas veces en un Estado por encima del Estado local (p. 49).

Uno de los presidentes de los Estados Unidos, Coolidge, incluso sentó un principio de
soberbia imperial cuando expresó que la persona y la propiedad de un ciudadano
norteamericano son parte del dominio de la Nación, aún cuando estén en el exterior. Ese
principio no se refería al ciudadano a pie en realidad, más bien pensaba ese estadista en
aquellos ciudadanos americanos que buscaban el acceso a los recursos petroleros del
mundo, porque esos hidrocarburos controlados por sus empresas garantizan la seguridad
nacional de ese coloso del norte 318. Esa posición implicaba que en períodos que ellos
consideraban como de perturbaciones, sus legítimas empresas y sus derechos deben estar
plenamente protegidos por el gobierno estadunidense, de allí se desprende que su fuerza
militar debe ser lo suficientemente poderosas para garantizar, entre otras cosas, las
comunicaciones con los países en los cuales están situadas las concesiones, así lo expresó
un alto funcionario de la administración del gobierno norteamericano (p. 50).

Al respecto el petróleo es una notable fuente de combustible, lubricante y fricciones


internacionales, y estas últimas conectan con los dos primero factores, porque las guerras
modernas se hacen con y por el petróleo. La abundancia petrolera permitió materializar
esa política de llevar la fuerza militar a ser lo suficientemente poderosa para poder actuar
a la escala planetaria, así lo imponían las operaciones de la Industria petrolera yanqui,
porque la guerra moderna es una guerra mecanizada que requiere para ponerse en
movimiento de un ingente volumen de combustibles, por estas razones la aviación militar,
los buques de guerra y los portaaviones mantienen abiertas las líneas de abastecimiento

317
Era lo que pretendían los tres consorcios petroleros que se hospedaron en Venezuela durante el gobierno
del General Juan Vicente Gómez, pero ese canalla poseía una fortaleza política, económica y financiera
suficiente para empujar la línea del frente petrolero a favor de su régimen, cuando no, lograba ciertas
concesiones, para ello contaba con un grupo de élite de gran formación profesional e intelectual, en esta
Historia del Estado Zulia damos a conocer a estos personajes que en la línea de mando tuvieron enorme
protagonismo como Torres, Egaña, Zuloaga, Velutini, Pérez Soto, París, Calvani entre otros, quienes pusieron
con firmeza, convicción y coraje rodilla en tierra en el frente petrolero, de tal modo que en ocasiones el
Estado venezolano impuso las condiciones y en otras la V.O.C., la L.P.C. y la G.O.C. inclinaron la balanza a
favor de sus intereses, de acuerdo al contexto histórico de cada momento. Manuel Caballero, revela en su
libro “Gómez el tirano liberal” (Editorial Alfa 2007) como el Presidente de los Estados Unidos Woodrow
Wilson para referirse a Gómez le dice a Su Secretario Lansing “Hay que echar a ese canalla”, y le pregunta si
se podrán desembarazar de ese canalla, la respuesta no se hizo esperar, el Secretario le espeta: “Los
expertos (…) del Departamento de Estado son bastante pesimistas (…) El general está asentado con mayor
firmeza de cuanto desearían sus enemigos, incluyendo dentro de estos al gobierno norteamericano (…) Ese
gobierno es financiera y económicamente independiente” (pp. 168 y 169).
318
Ese comentario sobre la protección de sus ojeadores Manuel Egaña lo señala en su libro “Tres décadas de
producción petrolera”, publicación donde cita un documento del Departamento de Estado gringo donde
esas ideas de intocables son expresada con toda su crudeza (p. 50).
239

que circundan la tierra, para garantizar a los tanqueros petroleros alcanzar sus destinos,
creando para los efectos sus bases militares en todos los puntos estratégicos que puedan
colocar bajo su influencia (p. 51 y 52).

El petróleo venezolano en ese tablero de ajedrez a escala internacional, representa para


los Estados Unidos un papel estratégico de primer orden, porque el petróleo del Medio
Oriente no les proporciona la seguridad completa. Por otra parte otros países de gran
poderío también poseen piezas en ese tablero y las rivalidades por el control petrolero les
resulta vital, todo esto hace de esa actividad un negocio crucial para el futuro de cada
nación, lo que valora a ese recurso cada vez más, en especial cuando la amenaza de los
rendimientos decrecientes se renueva, lo cual incide en la formación del precio por barril,
estamos por lo tanto frente al Gran negocio, actividad que sustanció al siglo XX como la
Era del petróleo, la industria petrolera es la más grande entre las grandes, y ante las
fricciones internacionales por controlar ese recurso que mueve todo el aparato productivo
hay que estar claro de que, ella está dispuesta a atentar contra la paz (pp. 51/53) 319.

La paz depende de la armonía en el espacio petrolero, en el siglo veintiuno esa meta debe
alcanzarse bajo la formidable presión de la opinión pública mundial.

Producción Mundial de petróleo en 1961 (Fuente: Peter Odell p. 35).

Obsérvese que existen tres áreas geográficas que sobrepasan por mucho el resto del mundo: EE.UU. Rusia y
Venezuela, es obvio, por tanto, el papel que jugamos en este planeta.

Ese es el Gran marco donde se inscribe la verdadera “Historia del Estado Zulia - Siglo XX” de allí que estos
testimonios relacionados con quienes combatían en el Frente petrolero sean sus protagonistas.

319
Para poder tener una visión más nítida del frente petrolero en el mundo, recomendamos la obra titulada
“Geografía económica del petróleo” de Peter Odell, pertenece a la Colección Libros Tau, de oikis-tau, S. A..
ediciones de Barcelona, España, libro publicado el año 1968 en lengua castellana (272 pp.). En este libro de
Odell existe una profusión de notas referidas a Venezuela, lo que lo convierte de modo adicional en una
fuente de obligatoria consulta.
240

TEXTOTECA CONSULTADA
Además de los libros citados en el texto en los pies de página, se ha recurrido a otros estudios para
satisfacer los requerimientos teóricos y metodológicos:
Como propuesta historiográfica se ha utilizado como fuente de inspiración a Giussepe Galasso,
autor que realiza una apertura total de cómo escribir historias sin límites restrictivos, y nos deleita
con su publicación Nada más que historia - Teoría y metodología (Ariel Historia, Barcelona, España,
2001: 318 pp.)- Libro que se engarza con el apasionante escrito intitulado Superfuerza del físico
Paul Davies, sin el cual lo que esclarece Galeasso no ancla en tierra, obra publicada por la
Biblioteca Científica Salvat, Barcelona, España, 1985: 258 pp.
Como fuente de conocimiento geográfico se seleccionó la Geografía económica del Petróleo de
Peter Odell (Colección Libros Tau, Barcelona, España, 1968: 272 pp.).
Como obra abarcadora de la política internacional de Venezuela, así como su evolución
institucional, bosquejo económico, desarrollo cultural e investigación científico y tecnológica se
consultó Venezuela Moderna - Medio siglo de historia 1928 - 1976, escrita por Ramón J. Velázquez,
Arístides Calvani, Allan R. Brewer Carías, Carlos Rafael Silva, Juan Liscano y Marcel Roche (Edit. Seix
Barral, Caracas Venezuela, 1979: 1059 pp.).
Para enriquecer el aparato crítico mediante el cual se interpretan y se establecen reflexiones
sobre todo lo acontecido y su significado histórico se recurrió con especial fruición con dos
trabajos: uno, el crucial aporte de El Estado Mágico - Naturaleza, Dinero Y Modernidad en
Venezuela (Editorial Alfa, Caracas, Venezuela, 2013: 531 pp.) del inconfundible Fernando Coronil
Imber, y dos, con la publicación de Gumersindo Rodríguez titulada Rómulo Betancourt y la
siembra del petróleo (O.T. Editores, Caracas, Venezuela, 2012: 606 pp.).
Como trabajo básico, para entender las cinco corrientes del pensamiento que marcan con su
impronta doctrinaria la historia del siglo XX, se leyó una batería de libros de antología,
imprescindibles para ubicar lo propiamente histórico: Germán Carrera Damas en Rómulo histórico
(Editorial Alfa, Caracas, Venezuela, 2013: 478 pp.); Manuel Caballero en: Contra la abolición de la
historia (Editorial Alfa, Caracas, Venezuela, 2008: 195 pp.); Gómez el tirano liberal (Anatomía del
poder) (Aldafil Ediciones, Caracas, Venezuela, 2003: 383); Rómulo Betancourt - político de nación
(Editorial Alfa, Caracas, Venezuela, 2008: 477 pp.). Luis Ricardo Dávila y Rafael Cartay (et alii) en
Itinerario de una ilusión - El militarismo en Venezuela (Editorial Melvin, Caracas, Venezuela: 249
pp.). Ocar Battaglini en El medinismo (Monte áVila Editores, Caracas, Venezuela, 1997: 288 pp.).
Gumersindo Rodríguez en Rómulo Betancourt y la generación política de 1958 (O.T. Editores,
Caracas, Venezuela, 2012: 223 pp.). Agustín Blanco Muñoz en “Habla el comandante”, CEHA/IIES,
FACES, UCV. Caracas, 1998. Gastón Luzardo Parra en “De la Nacionalización a la Apertura Petrolera
- Derrumbe de una Esperanza”, Tercera Edición, aumentada y actualizada, 1998, CEELA,
Maracaibo, Venezuela.
Como trabajo de contenido antropológico-filosófico: Sirvió de soporte teórico-metodológico el
estudio de Carlos París titulado El animal cultural - Biología y cultura en la realidad humana
(Editorial Crítica, Barcelona, 1994; Colección de Bolsillo, Primera Edición, Madrid, 2000; 359 pp.).
241

PORTAFOLIO
242

C. A. Velutini y los tres perforadores venezolanos a cargo del Pozo Superior N° 11.

(Fuente: Informes Mensuales de Velutini. Igual las otras cuatro fotos).


243

POZO SUPERIOR N° 11
244

“Ramón Díaz el obrero que se quemó”.


245

PLANO DE PLANTA COMPRESORA DIBUJADO por C. A. Velutini.

Oficio N°116 Coro, 20 de noviembre de 1.933. (Correspondencia entre las


Inpectorías Técnica de Hidrocarburos de Coro y la de Caracas).
246

Oficina de Ventas en Maracaibo.

(Fuente: Revista “El Farol” 50 avo. Aniversario de la Creole).

Comisariato del Campo Concordia, en La Salina. Cabimas 1941.

Revista “El Farol” 50 avo. Aniversario de la Creole.


247

Oficina de la Venezuelan Oil Concessions, en La Rosa, Cabimas.

(Estado en el cual se encontraba en la década de los años cincuenta)

(Fuente: Fotografía incluida en la obra publicada por Jesús Prieto Soto).

General Vicencio Pérez Soto.

(Fuente: Buscador Google imágenes).


248

OBRA DEL AUTOR: 1988 / 2018

1. “La Teoría de la Pauperización -El Vínculo-” (Inédito, Trabajo de Ascenso presentado y


Aprobado en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad del Zulia) {126
páginas} (1988)

2. “Historia-Cabimas - Origen, Fundación y Prospección de un Centro poblacional”


(Editorial Universo, Maracaibo , Venezuela) {105 páginas} (1991)

3. “Historia de Cabimas: Prospección de un Centro Poblacional” (Ediciones del Centro


de Estudios Históricos de Cabimas. Memorias del 1er.Congreso de la Historia de Cabimas) {3
páginas} (1991)

4. “Fundación de un Centro Poblacional: Siete hipótesis” (Ediciones del Centro de


Estudios Históricos de Cabimas. Memorias del 1er.Congreso de la Historia de Cabimas) {3 páginas}
(1991)

5. “La Costa Oriental del Lago - Sus indígenas, sus conquistadores y su legendaria
Venecia” (Edición: Museo Arqueológico de Cabimas) {108 páginas} (1992)

6. “Aproximación a la Historia de Cabimas - Propuesta Teórico-Metodológica para


los investigadores de Historia Local” (Colección: La Memoria Ilustrada. Edición: Rectorado
de LUZ, Dirección de Cultura de LUZ, Núcleo LUZ-COL, CORPOZULIA) {260 páginas} (1995)

7. “Cabimas 1824/1850 - Historia de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario


de Cabimas” [Dos tomos] (Edición: Vice-Rectorado Académico de LUZ, Núcleo LUZ-COL, EDILUZ)
{416 páginas} (1997)

8. “Cabimas” (Diccionario de Historia de Venezuela. Edición: Fundación Polar) [Cuatro tomos] {2


páginas} (1997)

9. “La Oposición de la Ciudad al Campo vista a través de la Cabimas de


1824/1864” (Memorias del V Congreso de Historia Regional y Local. Edición: Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Tecnológicas CONICIT, Consejo de Desarrollo Científico y
Humanístico DCH, Asociación de Historiadores Regionales y Locales del Estado Carabobo) {11
páginas} (1998)

10. “Proyecto de Revista del Centro de Estudios Históricos de LUZ” (Memorias del V
Congreso de Historia Regional y Local. Edición: Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
249

Tecnológicas CONICIT, Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico DCH, Asociación de


Historiadores Regionales y Locales del Estado Carabobo) {10 páginas} (1998)

11. “Erección de Capilla Pública en Cabimas - Jurisdicción de Maracaibo, 1818”


(Memorias del VI Congreso de Historia Regional y Local. Edición: Centro Regional de Investigación
Humanística, Económica y Social CRIHES, Trujillo, Núcleo ULA) [Dos tomos] {25 páginas} (2002)

12. “El Obispo Lasso de la Vega en la confrontación de Universos Simbólicos de la


Época Independentista” (Revista Agora. Edición: CONICIT, Universidad de los Andes, Núcleo
Trujillo-ULA) {23 páginas} (2002)

13. “Universos de Barro y Genealogías de los Pueblos Rurales: ´Espacios de la


Memoria´ - Apellidos y familias de la población de Cabimas entre 1747/1847”
(Compendio de la Biblioteca de Temas de Historia del Zulia. Edición: Gobernación del Estado Zulia,
Acervo Histórico del Estado Zulia) {16 páginas} (2007)

14. “Las tres Cabimas” (Revista UNERMB - Cabimas).

15. “El dogma de la realidad versus el dogma de la teoría: Historia y Heterodoxia”.


(Artículo: Sobre “Banderas del Rey” de Ángel Rafael Lombardi Boscán. Revista Historia, Año II N° 2,
Centro de Estudios Históricos de la Universidad del Zulia) {6 páginas} (2010)

16. “Conspiración de Maracaibo, 1799” de Ángel Rafael Lombardi Boscán: (Reseña: Revista
Historia, Año II N° 2, Centro de Estudios Históricos de la Universidad del Zulia) {2 páginas} (2010)

17. “Europa ante el Espejo” de Joseph Fontana (Reseña: Revista Historia, Año II N° 2, Centro
de Estudios Históricos de la Universidad del Zulia) {2 páginas} (2010).

18. “Cabimas Kupaiwa 350 a.C. - 1960” (Editorial Busaca, Maracaibo - Venezuela) (Editado
también como Libro digital) {335 páginas} (2011)

19. “Cabimas Kairi 1748/1864” (Edición digital) {548 páginas} (2015)

20. “Cabimas Indómita y Pletórica” (Edición digital) {102 páginas} (2015):

[“Cabimas Indómita y Pletórica”


Reúne los siguientes textos que permanecían inéditos:
- Escritos del 2000:
a) ¿Por qué la fundación de Cabimas es tan tardía?
b) Biografía del Obispo fundador de Cabimas.
- Escrito del 2001:
a) Esbozo de la Historia del Pueblo de San Antonio.
250

- Escrito del 2007:


a) Nóminas de las familias que habitaron Cabimas
en el período colonial y principios de la república.
- Escritos del 2009:
a) Cabimas indómitas (Una oncena de aldeas Cabimas).
b) La Cabimas hispano-criolla.
c) Cabimas: La transición de lo rural a lo urbano.]

21. “Estrategia de la derrota” de Ángel Rafael Lombardi Boscán (Reseña publicada en la Web
“El Maracaibeño - Periódico Cultural de Maracaibo” y en la Web “La Patilla” Revista Nacional)
(2017)
https://elmaracaibeno.com.ve/blog/2017/12/20/resena-estrategia-de-la-derrota-de-angel-rafael-
lombardi-boscan-por-carlos-medina/

https://www.lapatilla.com/site/2017/12/18/carlos-medina-estrategia-de-la-derrota/

22. “La lucha de Maracaibo por su independencia” de Antonio Márquez Morales (Reseña
publicada por Editorial Astrea, Maracaibo, Venezuela) {11 páginas} (2017)

23. “Historia del Estado Zulia - Siglo XX - Testimonio del Frente petrolero” (Edición
digital) {255 páginas} (2018)
251

Autor de estas publicaciones:

Carlos Medina en caricatura realizada por Carlos Peter.

Carlos Medina
Profesor Titular a Dedicación Exclusiva del Núcleo LUZ-COL . Cabimas.

Investigador CONDES-LUZ.

Miembro del Centro de Estudios Históricos de LUZ.

Fundador del Centro Histórico de Cabimas.

NOTA: Los interesados pueden solicitar los libros 18, 19, 20 y 23 gratuitamente dirigiéndose al
correo electrónico

[email protected]
252

COMENTARIO SOBRE LA OBRA: por Nilson González 320


NO TENIA NI LAS REMOTA IDEA DE LA MAGNITUD CÍCLOPEA DE TU OBRA... no existen en Cabimas
antecedentes de esta envergadura intelectual y acopio de información histórica sobre estos
patios... me sentí muy orgulloso de ser tu amigo y discípulo por añadidura... ese mismo día se lo
envié a mi hija Nunukki que se fue a vivir a Mérida y estudia allá danza contemporánea en la
Universidad de las Artes ¿Porque a ella primero? Porque ella lleva la carga genética fuerte de las
Tello y sobre todo de Cira Tello.tia abuela administradora del Hato de las Tello, en plena Punta
Icotea… estamos hablando de una mujer de "armas tomar"... montaba a caballo, disparaba con
buena puntería pistolas y rifles… se montaba en el bongo de su esposo con revolver al cincho, para
irse a Maracaibo, ella sola, a llevar productos y mercaderías… con un poco de hombres de lago
curtidos y recios...no le tenía miedo a nada… su esposo murió joven y ella lideró todo el hato, y
bautizó y dio apellido a indígenas que tomó como sus hijos, Cira Tello montaba a caballo y era un
poco amachada… pero muy linda de rostro, bellísima… mi hija tiene esa estirpe, también de su
bisabuela Carmen González.. hija del coronel Isidro Nava… fundador del PDN en Falcón… se
enfrento al general León Jurado a quien envió Gómez a sofocar sus luchas… estuvo preso en el
castillo de Puerto Cabello… Nunukki es de esa raza… A mi abuela Carmen con quince años le daban
un hatillo con dos mulas, para llevar provisiones a su papá enconchado en las Sierras de Coro…
salía a las doce de la noche armada… evadiendo el cerco de los militares de Gómez... una niña de
15 años...Nunu es así de armas tomar...

Mi hija es una apasionada por la historia de la familia y esta alucinando con tu obra poeta... yo no
tengo palabras para elogiar tu trabajo… me impresiona el estilo… una prosa suelta y ligera que
invita a la lectura y no sofoca la curiosidad... te deja ese gusto al rato venidero… a releer la obra y
marcar la página, para no perder la secuencia.... te revolotean las ideas y planteamientos en la
cabeza… estés en un banco… en una plaza... en el mercado… y te aventuras a mirar esa película en
tu mente... para mi ahí radica la grandeza y potencia de los grandes libros... y nada menos que de
historia local... ya yo lo expondré a los estudiantes del próximo semestre de autodesarrollo... ellos
están haciendo entrevistas a portadores patrimoniales en Cabimas como parte del menú que
propuse a la academia en Luz-Col… hemos redimensionado autodesarrollo...

Estoy leyendo muy, muy cuidadosamente tu perfil histórico del Obispo Lasso de la Vega…321 un
portentoso personaje de humanidad y tesón en civilizar y humanizar estas tierras... su visión sobre
lo que este suelo significaba a futuro... no se le ha hecho el reconocimiento y te ha tocado a ti
sentar las bases para ese acto de justicia... yo alucino con tanta información hermano maestro...

320
Nota del editor: Nilson Eric González Castro Tello es poeta, artista plástico, polifacético cultor, escritor e
historiador de los buenos, además pertenece a esa etnia de los bravos y aguerridos cabimenses.
321
Nota del editor: Esa minibiografía de este Obispo que como sede de su episcopado en Maracaibo, fue
incluida en el libro “Cabimas Indómita y Pletórica”, el cual pueden Ustedes solicitar -vía correo electrónico-
gratuitamente a su autor Carlos Medina ( [email protected] ). El comentario de Nilson Eric
corresponde a esa publicación, y además, a la obra que Carlos Medina ha publicado mediante varios libros y
artículos arbitrados durante largos años dedicados a la investigación histórica.
253

me siento un Kupaiwo322 que cada día mete sus raíces más profundo en la tierra y se topa con
tesoros de valor incalculable que no tienen nada que ver con el "oro de los españoles"… ojala nos
dé oportunidad el padre tiempo para seguir aportando... yo desde mi atalaya de observador y
dibujador de las pieles de las kupaiwas y los petroglifos... las pieles de las serpientes y las iguanas…
los peces de la laguna... y tú como tejedor de las historias y los hechos... con mas ciencia y
método... me has hecho un gran honor en ilustrar con un diseño mío uno de tus libros... fue un
impacto muy fuerte... el corazón se puso a galopar en mi boca… je je… y gracias de nuevo por
acuñar el término KUPAIWA... que ha dado un valor y sonoridad a cada pieza que creo con mi arte
plástico... hummmm... los mapas… los mapas, abundantes en tu obra te ayudan a comprender la
magnitud de las relaciones integrales de la geo-política de esos seres que son parte de nuestra
vida y te lleva a alucinar imaginar y buscar, buscar y buscar en tu mente imágenes, diseños… y
concretar el imaginario de las relaciones geo-económicas de estos grupos… el entorno es clave y
celebro la maestría con la que tejes con este elemento.

Querido hermano... ya me reuní con Soraya y mis otros hijos a comentar tu obra... ya comenzaron
la comilona intelectual... hay uno que no gusta mucho de leer, pero escucha mucho a los otros...
en el almuerzo familiar del domingo, tu libro es el postre… y soy sincero, porque ahí si no compites
con mi mujer… su comida es formidable... je je… nuestra rubia Vikinga ( de esos catires camarones
del norte de Los Puertos de Altagracia), también tiene la intención de involucrar a sus estudiantes
con tu libro... Soraya da clases en la UNERMB... me asalta la curiosidad por imaginar (pero eso te lo
dejo a VOS maese) ¿quiénes serán los personajes que se equiparan a LASSO DE LA VEGA en la
secuencia originaria y en la de la fundación Global Capitalista...? 323 Te dejo hermano, por el
momento...ya te contare más menudencias de mis lecturas......

322
Nota del editor: El Kupaiwo es el vocablo caribe-tupi-guaraní clasificatorio del árbol cabimo (nuestros ka-
tu-gua utilizaban un sistema clasificatorio tan completo como el que realizó el botánico con posterioridad
Linneo en Europa). El historiador Carlos Medina emplea el término Caribe en su obra para referirse a la
población de la Cabimas indígena precolonial, y el artista plástico Nilson González “El Poeta” lo ha
consagrado e inmortalizado en su prolífica obra pictórica. (Caribe como vocablo indígena debe escribirse en
nuestra lengua de otra forma, la forma correcta de su escritura al ser traslada al castellano según nos lo
indica un equipo investigador de la UCV coordinado por Carmen Helena Parés es KARIBE (Parés, Carmen.
“Huellas KA-TU-GUA”. Edición Universidad Central de Venezuela. Tres Tomos, Caracas. 1995).
323
Nota del editor: En este libro Carlos Medina registra esos personajes que “El Poeta” le solicita, entre
otros, son Carlos Alberto Velutini, Guillermo Zuloaga, Mario de Giovanni, Vicencio Pérez Soto, Rodolfo
Quintero, Ramón Díaz y su mujer. En este libro el eje central simbólico y literario sobre el que gira toda esta
reflexión de la historia zuliana es Ramón Díaz y su mujer, ellos condensan en sí el gran cambio antropológico
que se suscita y, en ese sentido, es el fenómeno histórico a resaltar, es el fenómeno de la metamorfosis,
uno de los más hermosos que se producen en la naturaleza, de allí que el autor -Carlos Medina- coloque la
foto de “Ramón Díaz el obrero que se quemó” en la portada de esta Historia del Estado Zulia. Esos
“personajes son los que se equiparan a LASSO DE LA VEGA en la secuencia originaria y en la de la fundación
Global Capitalista” que le demanda su amigo fraterno Nilson Eric González Castro Tello, “El Poeta” Nilson lo
impulsó hacia esa diana (como lo ha hecho manifiesto Carlos Medina) y el resultado es el presente libro,
donde a través de la vía del testimonio entregó al lector la voz de esos grandes protagonistas de la historia
de nuestro inolvidable Siglo XX.
254

TESTIMONIO
del frente petrolero

INTRODUCCIÓN p. 1
CAPÍTULO I
LA SOSPECHA
Amílcar, Eliodoro y Félix hacen un denuncio p. 2
Etapas históricas p. 7
Velutini llega al frente
a) El “Sábado” de Velutini. p. 12
b) Velutini y el Memorándum p. 17
c) Velutini y la Crisis mundial p. 23
d) Velutini y los tanques grandes p. 29
e) Velutini y el Pozo N° 170 p. 37
CAPÍTULO II
LAS FUERZAS DEVASTADORAS
Agricultores hacen oposición p. 44
Un gigantesco ciclón p. 49
La rémora del desempleo p. 55
Pavoroso incendio p. 61
CAPÍTULO III
LA TRANSICIÓN
El cazador-obrero: Ramón Díaz p. 73
La Rosa p. 79
Curaçao p. 82
Ratas, gente y tenderos p. 85
CAPÍTULO IV
CIUDADES PETROLÍFERAS
Levantando casas p. 91
Sociedad de Auxilio: Rodolfo, Sotillo, Grillet p. 94
Sociedad perjudicial p. 99
Voto de silencio p. 103
255

CAPÍTULO V
EL TABLERO
La partida con el Schilling p. 108
Favoritismo en juego p. 110
Otras nacionalidades p. 113
Extranjerización vs. Venezolanización p. 116
CAPÍTULO VI
LA EXPANSIÓN
Cabimas: En Venezuela y en el Mundo p. 121
Experimento sobre energía térmica p. 127
Expedición a la Concesión Barco p. 131
Perforadores venezolanos p. 136
CAPÍTULO VII
EL IMPACTO
El Pozo Superior 11: Narciso, Lino y Julio p. 144
Espacio de la degradación: La Zona de tolerancia p. 147
El futuro inmediato: Mario de Giovanni p. 149
El pasado cercano: Pancho Villa p. 156
La zulianización del país: Rodolfo Quintero p. 171
CONCLUSIONES p. 224
APÉNDICE
EL FRENTE PETROLERO EN EL MUNDO ENTERO p. 230
TEXTOTECA CONSULTADA p. 240
PORTAFOLIO p. 241
OBRA DEL AUTOR: 1988 / 2018 p. 248
COMENTARIO SOBRE LA OBRA por Nilson González p. 252
ÍNDICE p. 254
256

Historia del Estado Zulia


Siglo XX

Testimonio del Frente Petrolero


257

PRESENTACIÓN: por Nilson González.

NO TENIA NI LAS REMOTA IDEA DE LA MAGNITUD CÍCLOPEA DE TU OBRA... no existen en Cabimas


antecedentes de esta envergadura intelectual y acopio de información histórica sobre estos patios...me
sentí muy orgulloso de ser tu amigo y discípulo por añadidura...ese mismo día se lo envié a mi hija Nunukki
que se fue a vivir a Mérida y estudia allá danza contemporánea en la Universidad de las Artes. Mi hija es una
apasionada por la historia de la familia y esta alucinando con tu obra poeta... yo no tengo palabras para
elogiar tu trabajo… me impresiona el estilo… una prosa suelta y ligera que invita a la lectura y no sofoca la
curiosidad... te deja ese gusto a el rato venidero… a releer la obra y marcar la página, para no perder la
secuencia.... te revolotean las ideas y planteamientos en la cabeza… estés en un banco… en una plaza... en el
mercado… y te aventuras a mirar esa película en tu mente... para mi ahí radica la grandeza y potencia de los
grandes libros... y nada menos que de historia local... ya yo lo expondré a los estudiantes del próximo
semestre de Autodesarrollo... ellos están haciendo entrevistas a portadores patrimoniales en Cabimas como
parte del menú que propuse a la academia en Luz-Col… hemos redimensionado autodesarrollo...

Estoy leyendo muy, muy cuidadosamente tu perfil histórico del Obispo Lasso de la Vega… un portentoso
personaje de humanidad y tesón en civilizar y humanizar estas tierras... su visión sobre lo que este suelo
significaba a futuro... no se le ha hecho el reconocimiento y te ha tocado a ti sentar las bases para ese acto
de justicia... yo alucino con tanta información hermano maestro...me siento un Kupaiwo que cada día mete
sus raíces más profundo en la tierra y se topa con tesoros de valor incalculable que no tienen nada que ver
con el "oro de los españoles"..ojala nos dé oportunidad el padre tiempo, para seguir aportando... yo desde
mi atalaya de observador y dibujador de las pieles de las kupaiwas y los petroglifos... las pieles de las
serpientes y las iguanas… los peces de la laguna... y tú como tejedor de las historias y los hechos… con mas
ciencia y método... me has hecho un gran honor en ilustrar con un diseño mío uno de tus libros... fue un
impacto muy fuerte… el corazón se puso a galopar en mi boca… je je… y gracias de nuevo por acuñar el
término KUPAIWA... que ha dado un valor y sonoridad a cada pieza que creo con mi arte plástico...
hummmm.... los mapas…los mapas, abundantes en tu obra te ayudan a comprender la magnitud de las
relaciones integrales de la geo-política de esos seres que son parte de nuestra vida y te lleva a alucinar
imaginar y buscar, buscar y buscar en tu mente imágenes, diseños… y concretar el imaginario de las
relaciones geo-económicas de estos grupos… el entorno es clave y celebro la maestría con la que tejes con
este elemento. Querido hermano... ya me reuní con Soraya y mis otros hijos a comentar tu obra... ya
comenzaron la comilona intelectual... hay uno que no gusta mucho de leer, pero escucha mucho a los
otros... en el almuerzo familiar del domingo, tu libro es el postre… y soy sincero, porque ahí sí que no
compites con mi mujer… su comida es formidable... je je… ella también tiene la intención de involucrar a sus
estudiantes con tu libro... Soraya da clases en la UNERMB... me asalta la curiosidad por imaginar (pero eso te
lo dejo a VOS maese) ¿quiénes serán los personajes que se equiparan a LASSO DE LA VEGA en la secuencia
originaria y en el de la fundación Global Capitalista? Te dejo hermano, por el momento...ya te contare mas
menudencias de mis lecturas......
258

DEDICATORIA

Honra a tu padre y a tu madre….

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