La resolución de primera instancia declaró parcialmente fundada la demanda, anulando el acto de compraventa del inmueble y ordenando su reintegración. La resolución de segunda instancia revocó esta decisión y declaró infundada la demanda. La demandante presentó un recurso de casación alegando infracción de normas sobre nulidad de actos y buena fe.
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La resolución de primera instancia declaró parcialmente fundada la demanda, anulando el acto de compraventa del inmueble y ordenando su reintegración. La resolución de segunda instancia revocó esta decisión y declaró infundada la demanda. La demandante presentó un recurso de casación alegando infracción de normas sobre nulidad de actos y buena fe.
La resolución de primera instancia declaró parcialmente fundada la demanda, anulando el acto de compraventa del inmueble y ordenando su reintegración. La resolución de segunda instancia revocó esta decisión y declaró infundada la demanda. La demandante presentó un recurso de casación alegando infracción de normas sobre nulidad de actos y buena fe.
La resolución de primera instancia declaró parcialmente fundada la demanda, anulando el acto de compraventa del inmueble y ordenando su reintegración. La resolución de segunda instancia revocó esta decisión y declaró infundada la demanda. La demandante presentó un recurso de casación alegando infracción de normas sobre nulidad de actos y buena fe.
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RESOLUCIÓN DE PRIMERA INSTANCIA: Terminado el trámite que corresponde, el Juez por
medio de resolución de fecha 4 de marzo de 2 mil trece de fojas seiscientos ochenta y 3,
expone implantada en cierta medida la demanda, de modo que nulo el acto jurídico de compraventa del inmueble, establecida la pretensión accesoria de reintegración del bien, e infundada en interacción a la compensación por perjuicios y males; e improcedente en todos sus extremos la reconvención planteada; sustenta su elección en: 1. Que, por Escritura Pública del trece de junio de mil novecientos ochenta cuyo declaración obra a fojas veintidós del expediente sobre retracto que obra como en compañía, se acredita que la demandada Rosa Valentina León Cerna con su marido ahora finado, adquieren el bien situado en pasaje Los Mochicas seiscientos dieciocho – urbanización San Pablo – El triunfo; acto jurídico que motivó que Amador Chauca Gonzáles iniciara tal proceso, que terminó con la sentencia ejecutoriada emitida por la Corte Suprema el doce de abril de mil novecientos noventa y uno que muestra establecida la demanda y dispone tener al demandante por subrogado en los derechos y obligaciones de los consumidores, el mismo que después de incidencias es ratificada por sentencia del Tribunal Constitucional de fecha quince de enero de mil novecientos noventa y 8, acorde consta de fojas ciento veintiuno a ciento veintitrés y de trescientos noventa a trescientos noventa y 2 del citado expediente. O sea desde el doce de abril de mil novecientos noventa y uno el inmueble sub litis deja de ser propiedad de Rosa Valentina León Cerna y su fi nado marido Augurio Salhuana Cafferata, para pasar a serlo de propiedad de Amador Chauca Gonzáles, quien paralelamente lo dispone a favor de Manuel Gonzáles Salinas y éste paralelamente a la ahora demandante Yna Liz Helen Chauca Solano. Sin embargo lo anteriormente precisado, la demandada Rosa Valentina León Cerna y sus hijas codemandadas como sucesoras de Augurio Salhuana Cafferata, venden el inmueble a favor de la organización Medios & Vidrios Sociedad Anónima Cerrada, representada por su gerente general Mario César Espinoza Novaro y accionista Carlos Alberto Piedra Hernández. Que, al margen que la actora invoca la nulidad del acto jurídico cuestionado por la causal de fin ilícito, es de tradicional aplicación la causal de objeto jurídicamente imposible, regulada en el artículo doscientos diecinueve inciso 3 del Código Civil, por lo cual nace la nulidad del acto jurídico de compra comercialización contenido en la escritura pública de fecha once de mayo de de mil novecientos noventa y 9. Que, si bien la organización demandada Medios & Vidrios Sociedad Anónima Cerrado representada por su gerente general Mario César Espinosa Novaro alega que adquirió de quien era dueño registral; alegando la buena fe registral, no puede beneficiarse con comentado comienzo, puesto que poseía la probabilidad de conocer la inexactitud del registro, por cuanto su referido gerente general es papá de los hijos de la codemandada Lidia Guadalupe Salhuana León según consta en las partidas de origen de fojas cuarenta y 7 y cincuenta y uno, la actora y su papá representante conducen mucho tiempo parte del inmueble de litis, ha existido sendos procesos judiciales entre el representante de la actora y los papás de la dedicada codemandada y mamá de sus hijos, y dada la estrecha interacción entre éstos es notable que no podía ignorar de tales hechos; en todo caso ha tenido suficientes modalidades de saber que el bien que adquiría estaba ocupado por terceros que no son sus vendedoras y que éstas no eran las propietarias. En interacción a la reintegración del inmueble la demanda es amparable, por cuanto la actora es propietaria del inmueble según réplica literal de fojas cuarenta construido por uno de 2 plantas levantadas sobre el lote 9 manzana seiscientos 10 urbanización San Pablo, situado con ante la calle Los Mochicas – El triunfo, con certificación municipal (fojas. En lo cual a la reconvención concierne, se tiene que si bien tiene una pretensión parecido como es la nulidad de acto jurídico, de la misma forma que la vía procedimental, la relación jurídica importante que invoca es distinto, puesto que hablamos de compra comercialización, si bien del mismo inmueble empero en actos diferentes con concurrencia de sujetos diferentes, que no son precisamente los sujetos de las relación jurídico procesal que Civil de Lima, Amador Chauca Gonzáles, Teresa Nakamatsu Nakamatsu y Manuel Gonzáles Salinas. RESOLUCIÓN DE SEGUNDA INSTANCIA: La Tercera Sala Civil de la Corte Preeminente de Justicia de Lima, por medio de resolución de fecha veintidós de julio de 2 mil trece, obrante a fojas setecientos noventa y 5, derogó la apelada que manifestó implantada en cierta medida la demanda y reformándola expone infundada la demanda; con base a los próximos fundamentos: 1. Pretender cuestionar el acto jurídico bajo el supuesto de estar incurso en la causal de fin ilícito por el elaborado de ser un bien ajeno no resulta posible, pues en todo caso se pretende por medio de una pretensión de ineficacia estructural del acto, discutir el mejor derecho de propiedad que ostentan las piezas sobre el inmueble en cuestión. En esta línea de pensamiento, tampoco resulta procedente contar con la nulidad del acto por estar incurso en la causa de objeto jurídicamente imposible como se ha considerado en la apelada, en tanto ello es una pretensión no debatida por medio del presente proceso. De tal forma, advirtiendo que la situación de autos hay distintas personas que reclaman la propiedad sobre el inmueble sub litis, ello debería hacerse valer por medio del proceso cognitivo que corresponde, más no por medio de una ineficacia estructural del acto jurídico como la pretendida. Que, al no haberse acreditado las causales de nulidad invocadas corresponde desestimar la demanda. RECURSO DE CASACIÓN: Contra la resolución dictada por la Sala Preeminente, la demandante Yna Liz Helen Chauca Solano, interpone recurso de casación, el mismo que fue calificado por medio de resolución de fecha veintisiete de junio del año 2 mil catorce, manifestó procedente el recurso de casación por las causales de: i) Infracción normativa del artículo ciento cuarenta, doscientos diecinueve y mil trescientos sesenta y 2 del Código Civil, artículo séptimo del Título Preliminar del Código Procesal Civil; en tanto alega que, la Sala Preeminente se ha reducido a nombrar los requisitos de validez del acto jurídico, sin haberse pronunciado en forma expresa por todas ellos, por lo cual estima que debería proclamarse infundada la demanda, sin tener en importancia lo dispuesto en la primera parte del artículo séptimo del Título Preliminar del Código Procesal Civil. Añade que no se puede transferir la propiedad de un bien una vez que falta la participación del titular del mismo, con lo cual queda demostrado el fin ilícita, con la que han obrado los demandados, habiéndose transgredido la buena fe prevista en el artículo mil trescientos sesenta y 2 del código civil.