Valor Redentor Del Sufrimiento

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El valor redentor del sufrimiento

La clave de la comprensión del sufrimiento está en la Voluntad del Padre. La conversión y la


fe, aunque sinceras no significan salud total y prosperidad financiera para siempre. Nadie
podría negar que el Apóstol Pablo fue uno de los más grandes cristianos de todos los tiempos,
sin embargo su vida no parece un lecho de rosas. Cuando el Apóstol Pablo entregó su vida a
Jesús lo hizo auténticamente. Si bien Jesús le devolvió la vista después de la ceguera causada
en el camino de Damasco unos pocos días después (Hech.9,8-9), Pablo tuvo que pasar por
bastantes momentos dolorosos (II Cor. 11,23-33. 12,7-10). Él mismo lo dice: "Me alegro de
poder sufrir por ustedes y completo en mi carne lo que le falta a los padecimientos de Cristo
para bien de su cuerpo que es la Iglesia" (1 Col 1, 24) Los católicos no piensan que esto por
lo que atravesó Pablo haya sido a causa de su falta de fe.

El ladrón de la Cruz (Lc. 23,42-43) fue seguramente salvado porque Jesús le aseguró que
estaría con Él en el paraíso y no por eso el ladrón fue liberado de experimentar el sufrimiento
de la cruz que estaba en ese momento padeciendo, aún cuando había entregado ya su vida a
Cristo, seguía colgado de la cruz, que habrá sido para nada agradable ni fácil por más que le
quedaran unas pocas horas más para seguir sufriendo, y hasta luego le quebraron de un golpe
las piernas Ay!!! (Jn. 19,32). Según la lógica de los que creen en el "Evangelio de la
Prosperidad" Jesús debiera haberlo liberado de la cruz, pero no es eso lo que pasó.

Todos los cristianos se enfrentan al sufrimiento. Nunca he encontrado a nadie, incluyendo a


partidarios del "Evangelio de la Prosperidad" que tengan cero de sufrimiento en su vida. El
sufrimiento es parte de la vida.

"El más profundo nivel de adoración es alabar a Dios a pesar del dolor, agradecer a Dios
durante una prueba, entregarse durante el sufrimiento y amarlo cuando parece distante...el
error más común que los cristianos cometen hoy día es buscar una experiencia en lugar de
buscar a Dios. Ellos buscan sentimientos, y si pasa, concluyen que han adorado. ¡Erróneo! De
hecho, Dios frecuentemente quita nuestros sentimientos para que no dependamos de ellos.
Buscar un sentimiento incluso si ese sentimiento es la cercanía de Cristo no es adorar.
Cuando eres un bebé cristiano, Dios te da un montón de emociones para confirmar...pero a
medida que creces en la fe, Él te arrancará de esas dependencias" (The Purpose Driven Life,
Pg 107-109)

Y esto no es ni más ni menos que lo mismo que desde siglos atrás han enseñado los grandes
místicos católicos, lo que movió a los mártires a afrontar los leones y la hoguera, lo que
Cristo mismo nos enseña con el ejemplo desde la Pasión y la Cruz:

"Padre Mío. si es posible que pase lejos de mí este cáliz pero que no se haga mi voluntad sino
la tuya" (Mt. 26,39)
y después dice ya crucificado "Elí, Elí lemá sabactani que quiere decir Dios mío, Dios mío
¿porqué me has abandonado? (Mt.27,46).

Jesús acepta y adora porque esto que parece una queja no es otra cosa sino el primer verso del
salmo 22 que terminó con una maravilloso acto de confianza en la fidelidad de Dios, alabanza
y adoración al Padre. Jesús es quien nos enseña a adorar desde el sufrimiento como expresión
más alta de entrega y adoración.

"En el mundo tendrán que sufrir, pero tengan valor yo he vencido al mundo" (Jn.16,33)

El sufrimiento no es signo de debilidad, ni de falta de fe. Seguimos el pensamiento de Pablo:


el sufrimiento aceptado es un medio de crecimiento y para glorificación de Dios:

"...sabemos que la tribulación produce la constancia, la constancia la virtud probada, la virtud


probada la esperanza y la esperanza no quedará defraudada porque el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado" (Rom 5,1)

"...alégrense en la esperanza, sean pacientes en la tribulación y perseverantes en la oración"


(Rom. 12,12)

..."soportamos en nuestra propia carne una sentencia de muerte, y así aprendimos a no poner
nuestra confianza en nosotros mismos sino en Dios que resucita a los muertos" (II Cor. 1,9)

"...tengo una espina clavada en mi carne, un ángel de Satanás que me hiere. Tres veces pedí
al Señor que me librar , pero Él me respondió te basta mi gracia porque mi poder triunfa en la
debilidad.(...) Por eso me complazco en mis debilidades, en los oprobios, en las privaciones,
en las persecuciones y en las angustias soportadas por amor de Cristo, porque cuando soy
débil, entonces soy fuerte" (II Cor.12,7-10)

"El que quiera venir detrás de mí que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz cada día y me
siga" Lc.9,23
El sufrimiento es una forma de seguir al Maestro caminando por todos los pasos de su vida,
incluso por la Cruz.
Pedro, nos demuestra que los apóstoles consideraban posible el sufrimiento como parte de la
voluntad de Dios:

"Es preferible sufrir haciendo el bien, si esta es la voluntad de Dios..." IPe. 3,17
La Cruz, el sufrimiento, no son sinónimos de castigo. Algunos, como en el mundo antiguo,
tienden a pensar que si un sufrimiento ocurre es un castigo de Dios. Pero aún en el Antiguo
Testamento Dios nos muestra que no es así. Este es el mensaje de Job, un servidor justo, fiel,
sin pecados graves que tiene que pasar por la prueba y "El Señor bendijo los últimos años de
Job mucho más que los primeros" (Job 42,12). Los niños inocentes asesinados por Herodes y
sus familias (Mt.2,16-18) no tenían culpa alguna pero esto era parte del plan de Dios e
incluso había sido profetizado por Jeremías siglos antes. Cristo, el inocente por excelencia en
obediencia se humilló hasta aceptar la muerte de Cruz (Fil. 2,7-8). A la luz de estos ejemplos,
el sufrimiento no puede entenderse como castigo sino como MISTERIO. Es un misterio
maravilloso, parte del plan amoroso de Dios para el que muchas veces no encontramos
respuesta. Nosotros tendemos a buscar explicación para todo, pero en este punto en particular
del sufrimiento, muchas veces las explicaciones no alcanzan y está bien que así sea para
mantenernos en nuestro humilde rol de "criaturas".

Si alguien acepta y ofrece sus sufrimientos a Dios, estos sufrimientos pueden beneficiar con
gracias a otros, incluso a los que no conocen a Cristo. Esto es lo que se llama el "sufrimiento
redentor" o "acción redentora del sufrimiento". No buscamos sufrir pero si viene un
sufrimiento que continúa luego de pedir persistentemente en oración ser liberados de él
estamos invitados a no desperdiciar la oportunidad de aceptarlo y ofrecerlo para bien de
todos.

"...Si sufrimos es para consuelo y salvación de ustedes, si somos consolados también es para
consuelo de ustedes, y esto les permite soportar con constancia los mismos sufrimientos que
nosotros padecemos" (II Cor 1,6)

"...todo esto es por ustedes para que al abundar la gracia abunde también el número de los
que participan en la acción de gracias para gloria de Dios. Por eso no nos desanimamos,
aunque nuestro hombre exterior se vaya destruyendo...(II Cor 4,15)

"Yo los exhorto por la misericordia de Dios a ofrecerse ustedes mismo como una víctima
viva, santa y agradable a Dios, este es el culto que deben ofrecer" (Rom.12,1)

"Esto procede de Dios, que les ha concedido a ustedes la gracia, no solamente de creer en
Cristo, sino también de sufrir por Él sosteniendo la misma lucha en la que ustedes me han
visto empeñado" (Fil 1,29)

Tal vez lo más gráfico de Pablo en este tema del valor "redentor" del sufrimiento es el
siguiente pasaje:

"Ahora me alegro de poder sufrir por ustedes y completo en mi carne lo que le falta a los
padecimientos de Cristo para bien de su Cuerpo que es la Iglesia" (Col.1,24)

No es que el sufrimiento de la Pasión y Muerte de Cristo haya sido insuficiente o incompleto,


es que en su amor Él nos hace compartir su misión para que la redención llegue a todos los
rincones de la Tierra y todos los bautizados, su Cuerpo, su Iglesia se perfecciona más y más.
Y esta misión a la que todos estamos llamados y es en esencia igual a la de Pablo, salvando
las distancias, no solamente incluye la predicación y la oración de intercesión sino también
como Pablo lo hizo la aceptación y el ofrecimiento del sufrimiento.
El "Catecismo de la Iglesia Católica" dice lo siguiente:

"[Cristo] No curó a todos los enfermos. Sus curaciones eran signos de la Venida del Reino de
Dios. Anunciaban una curación más radical: la victoria sobre el pecado y la muerte por su
Pascua. En la Cruz, Cristo tomó sobre sí todo el peso del mal y quitó el pecado del mundo,
del que la enfermedad no es sino una consecuencia. Por su pasión y su muerte en la Cruz,
Cristo dio un nuevo sentido al sufrimiento: desde entonces éste nos configura con Él y nos
une a su pasión redentora" (1505).

Referencias
Tomado de: http://catholicbridge.com/catolico/sufrimiento.php

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