Comentario Ley 27348 Complementaria

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Comentario a la ley 27.

348 complementaria de la Ley de Riesgos del Trabajo(*)(**), Por


Macoretta, Cora S. - El Derecho 272-413

Modificación del marco regulatorio de la Ley

de Riesgos del Trabajo 24.557 por la ley 27.348

El Senado y la Cámara de Diputados de la Nación aprobaron con fuerza de ley la número 27.348,
sancionada el 15-2-17, publicada en el Boletín Oficial el 24-2-17, decreto de promulgación 132/17,
modificatoria de las leyes 24.557, 26.773 de Riesgos del Trabajo (LRT) y 24.241 de Sistema
Integrado de Jubilaciones y Pensiones.

Con la finalidad de que el régimen de reparación de los accidentes de trabajo y enfermedades


profesionales tenga la cobertura necesaria respecto de los daños producidos por los riesgos del
trabajo, con criterio de accesibilidad de las prestaciones dinerarias para resarcir tales contingencias,
la nueva ley 27.348 complementa el régimen normativo vigente de Riesgos del Trabajo, ley 24.577,
al disponer que la actuación de las Comisiones Médicas Jurisdiccionales, creadas por el art. 51 de
la ley 24.241 (y sus modificatorias), constituirán la instancia administrativa previa de carácter
obligatorio y excluyente de toda otra intervención, en virtud de lo cual el trabajador damnificado,
contando con el debido patrocinio letrado, solicite la determinación del carácter profesional de la
enfermedad o accidente que padezca, la determinación de su incapacidad laboral y las
correspondientes prestaciones dinerarias previstas en la Ley de Riesgos del Trabajo.

II
Objeto

Las modificaciones de la nueva ley, entre los considerandos que se han destacado, buscan reducir
la aducida litigiosidad por accidentes y enfermedades profesionales, contingencias amparadas por
la ley de riesgos que se reclaman a través de demandas laborales con la intervención previa
obligatoria de las Comisiones Médicas Jurisdiccionales.

Según los últimos datos aportados por la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, las
demandas por accidentes laborales en octubre de 2016 aumentaron un 19 % respecto de octubre
de 2015, siendo 12.444 los nuevos casos ingresados en fueros judiciales; a esta cifra se le suman
las 89.653 demandas que se iniciaron desde febrero a septiembre de 2016, alcanzando hacia
finales del año pasado más de 102.000 juicios contra las ART(1).

La modificación de la ley 24.557 surge como consecuencia de los niveles de litigiosidad y


descapitalización empresaria invocada por las aseguradoras de riesgos del trabajo, pretendiendo
trazar a los trabajadores un camino al resarcimiento por las indemnizaciones dinerarias a través de
organismos administrativos integrados por médicos ante los cuales los trabajadores
obligatoriamente se deben presentar, para evitarles que deban transcurrir los avatares y costos y
costas que involucra una demanda judicial.

Lamento decir que se continúa reafirmando el sistema de la LRT impuesto desde la década del
noventa, que restringe la posibilidad del trabajador de reclamar fuera del sistema de riesgos del
trabajo el derecho a un resarcimiento integral con fundamento en el derecho común de manera
discriminatoria, vulnerando el sistema de derechos y garantías consagrado por la Constitución
Nacional (arts. 16, 20 y concs.), los tratados internacionales del bloque constitucional –a partir del
año 1994 y el art. 75, inc. 22–, como el Pacto de San José de Costa Rica, la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, arts. 8º "Garantías judiciales" y 25 "Garantía del acceso a la
justicia", y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, Bogotá, 1948, art.
XVIII "Derecho de justicia", entre otros. El P155 (Protocolo de 2002 relativo al Convenio sobre
Seguridad y Salud de los Trabajadores, 1981) en su art. 1º.b establece que el término "enfermedad
profesional" designa toda enfermedad contraída por la exposición a factores de riesgo que resulte
de la actividad laboral. Por ello, dejar subsistente la nómina taxativa efectuada en la ley 24.557, art.
6º.2.a), o las que en cada caso determine la Comisión Médica Central contradice abiertamente esta
norma global, sumado a la declaración de la OIT relativa a los Principios y Derechos
Fundamentales en el Trabajo (1998) que prohíbe la discriminación de los trabajadores.
Como expresara en su oportunidad la CNTrab., sala VI, en "Aquino" (17-6-02), "el principio
protector, piedra basal del derecho del trabajo, que responde al objetivo de establecer un amparo
preferente a la parte más débil de la relación sinalagmática –el trabajador– no se advierte reflejado
en las disposiciones cuestionadas de la LRT, en tanto no solo no le otorgan mejores derechos, sino
que lo tratan discriminatoriamente, en forma peyorativa respecto de los restantes ciudadanos" y los
reproches constitucionales que le fueran realizados por la jurisprudencia de la CS en numerosos
pronunciamientos, entre otros, "Castillo", "Aquino", "Milone", "Arcuri", "Torrillos", "Marchetti",
"Venialgo" y "Obregón", entre los más renombrados en esta materia, lo que evidenció la
imperfección estructural de la LRT como instrumento de protección social, por lo que resulta
imperativo alcanzar un estándar equitativo, legal y constitucional, operativamente sostenible(2).

III

Antecedentes: DNU 54/17. Inconstitucionalidad

El Poder Ejecutivo Nacional había impuesto la nueva normativa recurriendo al remedio


constitucional establecido en el art. 99, inc. 3º, de la CN a través de un decreto de necesidad y
urgencia, DNU 54/17 del 20-1-17; justificó la reforma al señalar que "la experiencia recogida ha
puesto en evidencia las fortalezas y debilidades del Sistema de Riesgos del Trabajo", y si bien es
preciso mantener sus principales líneas directrices, corresponde "corregir aquellas cuestiones que
han provocado situaciones inequitativas".

Se consideró que esperar los tiempos habituales del trámite legislativo pendiente ante la Cámara
de Diputados irrogaría un importante retraso que dificultaría actuar en tiempo oportuno y obstaría al
cumplimiento efectivo de los objetivos de la norma.

Sin embargo, los requisitos de necesidad y urgencia para que el PEN tenga habilitadas las
funciones legislativas han quedado claramente establecidas en la doctrina de la CS, fallo del
19-5-10, in re "Consumidores Argentinos c. EN - PEN - Dto. 558/02-SS - ley 20.091 s/amparo ley
16.986", en el que se definen los alcances de la legalidad de los DNU sujetos a control judicial,
destacando como principio general que la Constitución Nacional no habilita a elegir
discrecionalmente entre la sanción de una ley o la imposición más rápida de ciertos contenidos
materiales por medio de un decreto; la admisión del ejercicio de facultades legislativas por parte del
Poder Ejecutivo se hace bajo condiciones de rigurosa excepcionalidad y con sujeción a exigencias
formales que constituyen una limitación y no una ampliación de la práctica seguida en el país por
anteriores gobiernos. Para que el PEN pueda ejercer las excepcionales facultades legislativas
deben darse las siguientes circunstancias: 1º. que sea imposible dictar la ley mediante el trámite
ordinario previsto por la Constitución, que las Cámaras del Congreso no puedan reunirse por
circunstancias de fuerza mayor que lo impidan, como ocurriría en el caso de acciones bélicas o
desastres naturales que impidiesen su reunión o el traslado de los legisladores a la Capital Federal,
y que la solución legislativa sea de una urgencia tal que deba ser solucionada inmediatamente, en
un plazo incompatible con el que demanda el trámite normal de las leyes; 2º. los jueces pueden
controlar la existencia del estado de necesidad y urgencia, la que no es igual a la mera
conveniencia política, y si aparecen como manifiestamente inexistentes o irrazonables, la facultad
ejercida carecerá del sustento fáctico que lo legitima.

El controvertido DNU establecía los siguientes aspectos: a) Comisiones médicas: se establecía


como obligatorio y excluyente la actuación de las Comisiones Médicas Jurisdiccionales,
correspondientes al domicilio del trabajador, al lugar de efectiva prestación de servicios o al
domicilio en el cual habitualmente presta servicios, a opción del trabajador, como instancia
administrativa previa a la interposición de la demanda del trabajador ante la Justicia, por reclamos
de indemnizaciones e incapacidades generadas por enfermedad profesional o accidentes laborales.
b) Peritos médicos: los peritos médicos oficiales a los que les correspondiera intervenir en las
controversias judiciales que se susciten en el ámbito de la ley 24.557 deberán integrar el Cuerpo
Médico Forense de la jurisdicción interviniente. c) Plazo: se establecía que las Comisiones Médicas
tenían un plazo máximo de 60 días hábiles administrativos para expedirse contados a partir de la
primera presentación debidamente cumplimentada y la reglamentación establecería los recaudos a
dichos efectos. El plazo era prorrogable por cuestiones de hecho debidamente fundadas
relacionadas con la acreditación del accidente de trabajo o de la enfermedad profesional. d)
Revisivilidad de la resolución: se consideraba agotada la instancia administrativa del reclamo con
las resoluciones emitidas por la Comisión Médica Jurisdiccional, no obstante las partes podrían
solicitar la revisión de la resolución ante la Comisión Médica Central. El trabajador tendría así
opción de interponer recurso contra lo dispuesto por la Comisión Médica Jurisdiccional ante la
Justicia ordinaria del Fuero del Trabajo de la jurisdicción provincial o nacional según corresponda al
domicilio de la Comisión Médica que intervino. La decisión de la Comisión Médica Central será
susceptible de recurso directo por cualquiera de las partes, el que deberá ser interpuesto ante los
tribunales de alzada con competencia laboral o, de no existir estos, ante los Tribunales de Instancia
Única con igual competencia, correspondientes a la jurisdicción del domicilio de la Comisión Médica
Jurisdiccional que intervino. e) Autoridad de cosa juzgada: los decisorios que dicten las Comisiones
Médicas Jurisdiccionales o la Comisión Médica Central que no fueren motivo de recurso alguno por
las partes, así como las resoluciones homologatorias, pasarán en autoridad de cosa juzgada
irrevisables judicialmente. f) Autoseguro Público Provincial: se contemplaba la creación del
Autoseguro Público Provincial para que las Provincias y sus Municipios y la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires pudieran autoasegurar los riesgos del trabajo respecto de los respectivos regímenes
de empleo público local, de acuerdo a lo que estableciera la Superintendencia de Riesgos del
Trabajo. g) Cálculo de indemnizaciones: también se introducían mejoras en los coeficientes de
cálculo de las indemnizaciones, ya que los salarios que se utilizarán para calcular el monto se
ajustarían por aplicación de la variación del índice RIPTE (Remuneraciones Imponibles Promedio
de Trabajadores Estables). h) Ley de Protección y Prevención Laboral: la Superintendencia de
Riesgos de Trabajo debía remitir dentro de tres meses al Consejo Tripartito Consultivo, integrado
por representantes del Gobierno, los trabajadores y las aseguradoras, un anteproyecto de Ley de
Protección y Prevención Laboral.

El DNU 54/17 se dictó a pesar de que un proyecto sobre idéntica materia se hallaba con abordaje
legislativo, entonces si el Congreso inició el trámite legislativo, el PEN no puede ejercer su potestad
excepcional, toda vez que aquel entendió que las circunstancias en cuestión no impiden seguir el
procedimiento ordinario; en tal caso, no está configurado el hecho de habilitación, actuando a su
arbitrio al soslayar la intervención parlamentaria invadiendo un ámbito que por regla le es ajeno.

De modo tal que, al no existir en relación con el DNU 54/17 los motivos justificantes de la extrema
excepción que la Constitución Nacional regulaba en el inc. 3º de su art. 99, su dictado es
inconstitucional, ya que se quebranta el principio de legalidad. Con fecha 2-2-17, el Colegio Público
de Abogados de la Capital Federal (CPACF) promovió un recurso de amparo colectivo contra el
Estado Nacional cuestionando la constitucionalidad del DNU 54/17; la acción fue promovida en
representación de "todos los abogados que ejercen en el ámbito territorial de la Capital Federal"
(del escrito de demanda). Conforme se desprende del apartado II, "OBJETO", el Colegio pretendía
"hacer cesar el perjuicio actual y manifiestamente arbitrario que dicha norma ocasiona a los
legítimos intereses de los matriculados que esta Institución tiene la obligación de representar,
conforme el mandato legal impuesto por la ley 23.187, por lo cual se solicita a la jurisdicción, la
declaración de nulidad por inconstitucionalidad del DNU 54/2017 por las razones que expondré a
continuación. (…) El decreto mencionado es a todas luces inconstitucional ya que no existen
circunstancias excepcionales que justifiquen su dictado, mucho menos en una materia ya regulada
por un proyecto de ley que contaba con media sanción por parte del Congreso Nacional a través
del Senado. Es decir, no existía la necesidad y no existía la urgencia para proceder a su dictado. La
normativa atacada comporta, además, una inexcusable violación del orden jurídico constitucional,
vulnerando lo dispuesto por los artículos 1, 5, 14, 14 bis, 16, 17, 18, 28, 31, 33, 75 inciso 22, 99
inciso 3º y 109 de la Constitución Nacional (CN) y el Pacto de San José de Costa Rica,
procurándose con esta acción la tutela jurisdiccional de los intereses de esta parte. En efecto, la
aplicación del decreto de necesidad y urgencia 54/2017 genera una lesión de imposible reparación
posterior, tanto sobre el derecho de propiedad y trabajo de los abogados, limitando su derecho a
laborar, restringiendo sus honorarios y la facultad de pactarlos libremente; como el derecho de
todos los trabajadores en su conjunto, incluidos los abogados trabajadores en relación de
dependencia, de acceder a la justicia y al juez natural, cuando pudieran verse afectados por una
enfermedad o incapacidad laboral. Por lo tanto, en el carácter invocado, requiero de V.S. la
inmediata y expedita tutela de los intereses afectados de los abogados profesionales del Derecho,
sin perjuicio de la nulidad e invalidez propia del DNU en cuanto a su dictado como más adelante
expondré, solicitando para ello, la declaración de inconstitucionalidad del DNU 54/2017, el cual
implica una flagrante violación del orden jurídico constitucional, procurándose con esta acción la
protección jurisdiccional frente a la conducta ilegítima y arbitraria del Poder Ejecutivo Nacional".

Ante la mayoritaria reacción adversa, las manifestaciones públicas de la Confederación General


del Trabajo, que también advirtieron la inconstitucionalidad del decreto, ya que "no están presentes
las condiciones ni de necesidad ni de urgencia", y el reclamo del Congreso Nacional, el PEN
resolvió llamar a sesiones extraordinarias para tratar el proyecto, que ya tenía media sanción desde
el 21-12-16 en el Senado.

IV
Modificaciones en particular. Articulado

y comentarios

De las comisiones médicas

El art 1º dispone que la actuación de las Comisiones Médicas Jurisdiccionales, creadas por el art.
51 de la ley 24.241, constituyen la instancia administrativa previa obligatoria y excluyente de toda
otra intervención para que el trabajador afectado, con el debido patrocinio letrado, solicite la
determinación del carácter profesional de su enfermedad o accidente, la determinación de su
incapacidad y las correspondientes prestaciones dinerarias previstas en la LRT.

Es competente la Comisión Médica jurisdiccional correspondiente al domicilio del trabajador, al


lugar de efectiva prestación de servicios o domicilio en el que habitualmente se reporta, a opción
del trabajador, y la resolución agotará la instancia administrativa.

Los trabajadores vinculados por relaciones laborales no registradas o con empleadores no


incluidos en el régimen de autoseguro que omitieran afiliarse a una ART responderán directamente
ante los trabajadores damnificados; estos tienen la vía judicial expedita.

Los honorarios profesionales que correspondan por patrocinio letrado del trabajador y demás
gastos en que incurran como consecuencia de su participación ante las Comisiones Médicas
estarán a cargo de la respectiva ART.

Autoseguro Público Provincial

El art. 5º crea el Autoseguro Público Provincial destinado a que las provincias, municipios y la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires puedan autoasegurarse en los términos de la ley 24.557,
respecto de los regímenes de empleo público provincial y municipal; cada jurisdicción deberá
garantizar la existencia de una estructura suficiente para el adecuado otorgamiento de las
prestaciones en especie de la LRT, todo ello de acuerdo a las condiciones y los requisitos que
establezca la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Las prestaciones dinerarias deberán ser
administradas mediante un régimen de gestión económica y financiera separado del que
corresponda a la contabilidad general provincial. Los autoasegurados públicos provinciales tendrán
idénticas obligaciones que las ART y los empleadores autoasegurados en materia de reportes e
integración al Registro Nacional de Incapacidades, según determine la Superintendencia de
Riesgos del Trabajo. El autoseguro público de cada provincia podrá admitir la incorporación de sus
municipios, los que pasarán a integrar el Autoseguro Público Provincial de la respectiva provincia.

El art. 6º establece que los empleadores que opten por el régimen de Autoseguro Público
Provincial deberán: a) inscribirse en un registro que se creará específicamente a tal efecto, cuya
forma y contenido determinará la Superintendencia de Riesgos del Trabajo; b) cumplir con las
obligaciones y procedimientos que la LRT pone a cargo de los empleadores y de las ART, en los
términos que establezca la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (con excepción de la afiliación
y del aporte al Fondo de Reserva de la ley 24.557).

El art. 7º establece que el incumplimiento de los empleadores que opten por el régimen de
Autoseguro Público Provincial será pasible de las sanciones dispuestas en el art. 32 de la ley
24.557(3) y de las previstas en el Libro 2º, Título XI, Capítulo VII del Código Penal.

El art. 8º establece que queda a cargo de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo: a)


supervisar y fiscalizar a los empleadores incorporados al Autoseguro Público Provincial en cuanto al
otorgamiento de las prestaciones dinerarias y en especie vinculadas al sistema de riesgos del
trabajo; b) establecer los programas de prevención para los empleadores incorporados al
Autoseguro Público Provincial.

En el art. 9º se incorporan como miembros del Comité Consultivo Permanente (creado por el art.
40, ley 24.557)(4) a dos representantes de las jurisdicciones que hayan optado por el régimen de
Autoseguro Público Provincial, los que se integrarán a la representación del sector gubernamental.

Disposiciones de ordenamientos del sistema sobre riesgos del trabajo


El art. 10 sustituye al art. 7º de la ley 24.557 respecto de la Incapacidad Laboral Temporaria: "1.
Existe situación de Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) cuando el daño sufrido por el trabajador le
impida temporariamente la realización de sus tareas habituales. 2. La situación de ILT cesa por: a)
alta médica; b) declaración de Incapacidad Laboral Permanente (ILP); c) el transcurso de dos años
desde la primera manifestación invalidante; d) la muerte del damnificado. 3. Si el trabajador
damnificado, dentro del plazo de dos años se hubiera reincorporado al trabajo y volviera a estar de
baja por idéntico accidente o enfermedad profesional, su situación de ILT continuará hasta el alta
médica, la declaración de ILP, o su deceso o hasta completar dos años efectivos de baja,
sumándose todos los períodos en los cuales se hubiera visto impedido de trabajar".

Se extiende a dos años el período en el que cesa la ILT al derogarse el art. 7º de la ley 24.557 y se
deroga la opción establecida por el decreto 472/14 en su art. 2º, inc. 4º, referido a que la ART podía
solicitar un nuevo período transitorio de hasta un máximo de doce meses.

Los períodos de ILT por idéntico accidente o enfermedad profesional pasan a ser acumulativos
hasta completar los dos años.

El art. 11 sustituye el art. 12 de la ley 24.557 y respecto al Ingreso Base (IB) establece, a los fines
del cálculo del monto de las indemnizaciones por incapacidad laboral definitiva o muerte del
trabajador, la aplicación del siguiente criterio: a los fines del cálculo del valor del IB se considerará
el promedio mensual de todos los salarios devengados por el trabajador –de conformidad con lo
establecido por el art. 1º, del Convenio 95 de la OIT– durante el año anterior a la primera
manifestación invalidante o en el tiempo de prestación de servicio, si fuera menor. Los salarios
mensuales tomados a fin de establecer el promedio se actualizarán mes a mes aplicándose la
variación del índice RIPTE (Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables) y
desde la fecha de la primera manifestación invalidante y hasta el momento de la liquidación de la
indemnización por determinación de la incapacidad laboral definitiva, deceso del trabajador u
homologación, el monto del ingreso base devengará un interés equivalente al promedio de la tasa
activa cartera general nominal anual vencida a treinta días del Banco Nación.

A fines del cálculo del IB mensual reglamentariamente se deberán establecer los índices RIPTE
sobre los períodos que se deberán considerar a efectos de determinar el coeficiente de ajuste de
los salarios mensuales y la fórmula de cálculo del valor mensual del IB, a efectos de calcular los
coeficientes de ajuste por el índice RIPTE de todos los salarios devengados por el trabajador, de
conformidad con lo establecido por el art. 1º del Convenio 95 de la OIT(5) durante el año anterior a
la primera manifestación invalidante o en el tiempo de prestación de servicio, si fuera menor(6).

El valor mensual del IB devengará un interés equivalente al promedio de la tasa activa cartera
general nominal anual vencida a treinta días del Banco Nación desde la fecha de la primera
manifestación invalidante y hasta el momento de la liquidación de la indemnización por
determinación de la incapacidad laboral definitiva, del deceso del trabajador u homologación de un
acuerdo.

El art. 12 incorpora el apart. 6º del art. 27 de la ley 24.557, que establece que la ART podrá
extinguir el contrato de afiliación de un empleador en caso de que se verifique la falta de pago de
dos cuotas mensuales, consecutivas o alternadas, o la acumulación de una deuda total equivalente
a dos cuotas, tomando como referencia la de mayor valor en el último año. A partir de la extinción,
el empleador se considerará no asegurado; sin perjuicio de ello la ART deberá otorgar prestaciones
en especie por las contingencias ocurridas dentro de los tres meses posteriores a la extinción por
falta de pago y podrá repetir del empleador el costo de las prestaciones otorgadas.

El art. 13 sustituye el art. 37 de la ley 24.557: los gastos de los entes de supervisión y control serán
financiados por las ART, los empleadores autoasegurados públicos provinciales y los empleadores
autoasegurados; en ningún supuesto dicha contribución podrá superar: a) para las ART el 1,4 % del
total de los importes percibidos por cuotas de contratos de afiliación; b) para los empleadores
públicos autoasegurados y los empleadores autoasegurados, el 0,5 ‰ de su masa salarial
promedio de los últimos seis meses.

El art. 14 sustituye el primer apartado del art. 46 de la ley 24.557 y establece la competencia
judicial en los siguientes términos: una vez agotada la instancia prevista ante las Comisiones
Médicas jurisdiccionales, las partes podrán solicitar la revisión de la resolución ante la Comisión
Médica Central. El trabajador tendrá opción de interponer recurso contra lo dispuesto por la
Comisión Médica jurisdiccional ante la Justicia ordinaria del fuero laboral de la jurisdicción provincial
o de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires según corresponda al domicilio de la comisión médica
que intervino. Todas las medidas de prueba producidas en cualquier instancia serán gratuitas para
el trabajador.

Para todos los supuestos, resultará de aplicación lo dispuesto en el art. 9º de la ley 26.773 para
garantizar el trato igual a los damnificados cubiertos por el presente régimen; los organismos
administrativos y los tribunales competentes deberán ajustar sus informes, dictámenes y
pronunciamientos al Listado de Enfermedades Profesionales previsto como Anexo I del decreto
658/96 y a la Tabla de Evaluación de Incapacidades prevista como Anexo I del decreto 659/96 y
sus modificatorios, o los que los sustituyan en el futuro.

Las resoluciones de la Comisión Médica Central serán susceptibles de recurso directo por
cualquiera de las partes, el que deberá ser interpuesto ante los Tribunales de Alzada con
competencia laboral o, de no existir estos, ante los tribunales de instancia única con igual
competencia, correspondientes a la jurisdicción del domicilio de la comisión médica jurisdiccional
que intervino. Los recursos interpuestos procederán en relación y con efecto suspensivo, a
excepción de los siguientes casos, en los que procederán con efecto devolutivo: a) cuando medie
apelación de la ART ante la Comisión Médica Central en el caso previsto en el art. 6º, apart. 2º,
punto c), de la ley 24.557, sustituido por el art. 2º del decreto 1278/00; b) cuando medie apelación
de la ART ante la Comisión Médica Central en caso de reagravamiento del accidente de trabajo o
de la enfermedad profesional. El recurso interpuesto por el trabajador atraerá al que eventualmente
interponga la ART ante la Comisión Médica Central y la sentencia que se dicte en instancia laboral
resultará vinculante para todas las partes.

Las resoluciones de la Comisión Médica jurisdiccional y de la Comisión Médica Central deberán


ser notificadas a las partes y al empleador y los decisorios que dicten las Comisiones Médicas
jurisdiccionales o la Comisión Médica Central que no fueren motivo de recurso alguno por las
partes, así como las resoluciones homologatorias, pasarán en autoridad de cosa juzgada
administrativa en los términos del art. 15 de la ley 20.744.

El art. 15 sustituye el párr. 4º del art. 4º de la ley 26.773 en cuanto a que las acciones judiciales
con fundamento en otros sistemas de responsabilidad solo podrán iniciarse una vez recibida la
notificación fehaciente prevista en el art. 4º de la ley 26.773 y agotada la vía administrativa
mediante la resolución de la respectiva Comisión Médica jurisdiccional o cuando se hubiere vencido
el plazo legalmente establecido para su dictado.

El art. 16 incorpora a la ley 26.773 el art. 17 bis, que determina que solo las compensaciones
adicionales de pago único incorporadas al art. 11 de la ley 24.557 y los importes mínimos
establecidos en el decreto 1694/09 se deberán incrementar conforme la variación del índice RIPTE
desde el 1-1-10 y hasta la fecha de la primera manifestación invalidante de la contingencia,
considerando la última variación semestral del RIPTE de conformidad con la metodología prevista
en la ley 26.417.

El nuevo art. 17 bis intenta puntualizar cuál es el valor de los pisos y pagos únicos que utilizar al
momento de la liquidación de un siniestro; nuevamente se confunde un procedimiento de ajuste de
carácter general con uno de aplicación particular.

En el ajuste por RIPTE, de los pisos y pagos únicos, no se considera solo la última variación
semestral del RIPTE, sino que se consideran todas las variaciones semestrales, las que se
producirán en los meses de marzo y septiembre de cada año desde el 1-1-10 y hasta la fecha de la
primera manifestación invalidante.
El art. 17 dispone que todas las prestaciones dinerarias e indemnizaciones que se liquiden
administrativa o judicialmente deberán ser depositadas en la "cuenta sueldo" del respectivo
trabajador(7).

El art. 18 establece que estarán a cargo de la respectiva ART o empleador autoasegurado los
gastos de atención médica en que incurra la obra social del trabajador que resulten cubiertos por la
ley 24.557. Las prestaciones en especie que sean brindadas por las ART y que resulten motivadas
en accidentes o enfermedades inculpables no alcanzados por la LRT serán reintegradas por la
respectiva obra social del trabajador.

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la Superintendencia de Riesgos del


Trabajo y la Superintendencia de Servicios de Salud crearán una Comisión Especial que dictará las
normas reglamentarias para instrumentar esos reintegros y establecerá un procedimiento
administrativo obligatorio para las partes en caso de conflicto, que deberá incluir penalidades para
los incumplidores.

Los prestadores médico-asistenciales contratados por las ART deberán estar inscriptos en el
Registro de Prestadores de la Superintendencia de Servicios de Salud que, conjuntamente con la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo, establecerán las modalidades y condiciones para
formalizar dicha inscripción(8).

El art. 19 establece que la Superintendencia de Riesgos del Trabajo deberá remitir al Comité
Consultivo Permanente dentro del plazo de tres meses contado a partir de la vigencia de la ley
27.348, un Anteproyecto de ley de Protección y Prevención Laboral destinado a garantizar que las
condiciones y medio ambiente de trabajo resulten acordes con las mejores prácticas y la normativa
internacional en la materia y que permita que esos principios generales sean ajustados en forma
específica para cada actividad a través de los Convenios Colectivos de trabajo.

En el art. 20, la modificación prevista al art. 12 de la ley 24.557 se aplicará a las contingencias
cuya primera manifestación invalidante resulte posterior a la entrada en vigencia de la ley 27.348.
La nueva ley no ha establecido un plazo determinado de entrada en vigencia, por lo tanto se aplica
el régimen general del art. 5º del cód. civil y comercial de la Nación: "Vigencia. Las leyes rigen
después del octavo día de su publicación oficial, o desde el día que ellas determinen".

Es decir que el nuevo régimen aplicará a las contingencias cuya primera manifestación invalidante
y liquidación del IB se aplique a los eventos dañosos ocurridos o exteriorizados con posterioridad a
los 8 días de su publicación en el BORA del 24-2-17.

El art. 21 deroga el art. 8º y el apartado 6º del art. 17 de la ley 26.773. En el derogado art. 8º y su
reglamentación por el decreto 472/14 se establecía que el procedimiento general del ajuste de los
pisos y pagos únicos era de periodicidad semestral por el índice RIPTE publicado por la Secretaría
de Seguridad Social, quien dictaría la resolución pertinente fijando los nuevos valores y su lapso de
vigencia; se quiso limitar el ajuste por RIPTE solo a los pisos y pagos únicos y se hizo desaparecer
el procedimiento general de ajuste de los pisos y pagos únicos y las facultades conferidas a la
Secretaría de Seguridad Social, dejando al respecto un vacío legal. Algo similar ocurre con la
derogación del inc. 6º del art. 17, que establecía, a la entrada en vigencia de la ley: 1) una
excepción a la metodología general de ajuste semestral de los pisos y pagos únicos y 2) que ese
primer ajuste era desde el 1-1-10 y hasta la fecha de entrada en vigencia de la ley 26.773. Las
prestaciones dinerarias del art. 14, apart. 2º, incs. a) y b), y del art. 15, inc. 2º, de la ley 24.557 y
sus modificaciones no se ajustarán por el índice RIPTE.

En el art. 22, las disposiciones de la ley 27.348 son de orden público.

El art. 23 ordena al PEN que dentro del plazo de 6 meses contados desde la vigencia de la nueva
ley deberá elaborar un texto ordenado de las leyes 24.557, 26.773 y 27.348.

Anexo I. Procedimiento ante el servicio de homologación en el ámbito de las comisiones médicas


jurisdiccionales

El Servicio de Homologación, en el ámbito de las Comisiones Médicas jurisdiccionales, será el


encargado de sustanciar y homologar los acuerdos por incapacidades laborales permanentes
definitivas y fallecimiento, previstas en la ley 24.557, mediante las actuaciones y con intervención
de los funcionarios que a tal efecto determine la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Los
actos de homologación asumirán autoridad de cosa juzgada administrativa en los términos y con los
alcances del art. 15 de la ley 20.744.
Los dictámenes de la Comisión Médica jurisdiccional que determinen un porcentaje de incapacidad
laboral permanente definitiva o el fallecimiento por causas laborales deberán ser notificados a las
partes y al empleador. En oportunidad de la notificación se los citará a una audiencia a celebrarse
ante el Servicio de Homologación, la cual estará presidida por un funcionario letrado designado a
tal efecto por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, y será obligatoria la concurrencia de la
ART, del trabajador o derechohabiente/s o sus representantes legales. En dicha audiencia se
informará a las partes el importe de la indemnización que le corresponde percibir al trabajador o a
sus derechohabientes según lo dispuesto en la ley 24.557.

Si mediare conformidad con lo actuado, el Servicio de Homologación emitirá el acto de


homologación pertinente, dejando expresa constancia del ejercicio por parte del trabajador o de sus
derechohabientes de la opción prevista en el art. 4º de la ley 26.773.

En caso de disconformidad de alguna de las partes con el porcentaje de incapacidad determinada,


se labrará un acta dejando constancia de ello y quedará expedita la vía recursiva.

Si la disconformidad fuera respecto del importe de la indemnización, las partes podrán arribar a un
acuerdo por un monto superior, el cual deberá ser homologado por el Servicio de Homologación; en
caso contrario, queda habilitada la vía recursiva, dejándose expresa constancia en el acta que se
labre a tal efecto.

En caso de disconformidad de alguna de las partes con el grado de incapacidad verificado por el
Servicio, se labrará un acta dejando constancia de ello y se requerirá la intervención de la Comisión
Médica a fin de que se sustancie el trámite de determinación de incapacidad.

Si las partes, en forma previa a la intervención de la Comisión Médica jurisdiccional, hubieren


convenido el monto de la indemnización correspondiente al daño derivado del accidente laboral o
enfermedad profesional, la ART deberá solicitar la intervención de la Comisión Médica jurisdiccional
a fin de someter la propuesta de convenio ante el Servicio de Homologación, quien citará a las
partes y al empleador con el objeto de que los profesionales médicos que la Superintendencia de
Riesgos del Trabajo designe al efecto verifiquen el grado de incapacidad contenido en la propuesta;
cumplido tal extremo y contando con el respectivo informe del profesional médico, el Servicio de
Homologación constatará que el grado de incapacidad y el importe de la indemnización acordada
se corresponden con la normativa de la ley 24.557, en cuyo caso, luego de constatar la libre
emisión del consentimiento por parte del trabajador o de sus derechohabientes, homologará la
propuesta de convenio dejando expresa constancia del ejercicio por parte del trabajador o de sus
derechohabientes de la opción prevista en el art. 4º de la ley 26.773. En ningún caso se
homologará una propuesta de convenio que contenga un monto de reparación dineraria menor a la
que surja de la estricta aplicación de la normativa de la ley 24.557.

Las prestaciones dinerarias que se liquiden como consecuencia de la homologación deberán ser
puestas a disposición del trabajador o de sus derechohabientes dentro de los cinco días de
notificado el acto homologatorio.

VI

Conclusiones

Se mantiene el procedimiento administrativo obligatorio ante las Comisiones Médicas,


jurisdiccionales y central, conformadas por profesionales médicos que se pronunciarán sobre
cuestiones de naturaleza laboral, de un conflicto netamente jurídico como es el derivado de un
infortunio laboral, tales como grado de incapacidad, nexo de causalidad entre daño y actividad
laboral o accidente, valor del ingreso para calcular indemnizaciones, el régimen de listado cerrado
de enfermedades profesionales y otros conceptos de clara incumbencia jurisdiccional.

Asimismo, los acuerdos allí celebrados con respecto a las incapacidades permanentes definitivas y
por fallecimiento, homologados administrativamente, adquieren carácter de cosa juzgada con los
alcances del art. 15 de la Ley de Contrato de Trabajo; en consecuencia, irrevisables en instancias
judiciales ulteriores.

La modificación asume un criterio restrictivo al establecer que el damnificado solo podrá iniciar su
reclamo judicial una vez notificado, por los órganos administrativos del sistema, de los importes que
le corresponden percibir por las indemnizaciones tarifadas de la propuesta indemnizatoria del
régimen especial.

Al disponer discriminatoriamente que lo resuelto por las Comisiones Médicas solo pueda ser
apelado ante la Justicia del lugar en el que aquellas intervinieren, alterando el procedimiento laboral
vigente que habilita al trabajador a demandar en la jurisdicción del lugar de ocurrencia del
accidente, el de la prestación de servicios o el del domicilio legal del demandado, la ART o el
empleador. Se priva de este modo al trabajador del derecho de apelación en la jurisdicción en la
que poseen sus domicilios legales los obligados del sistema, tal como rige en las leyes procesales
laborales vigentes en la CABA conforme el art. 24 de la ley 18.345 y como se admite para el resto
de los habitantes en el art. 3º del cód. procesal civil y comercial de la Nación.

Esta restricción temporal para ejercitar libremente su derecho constitucional a recurrir a la Justicia,
acentuando la hiposuficiencia del trabajador en las instancias posteriores al siniestro, al obligar a la
víctima a agotar la vía administrativa después del dictamen de las Comisiones Médicas.

La finalidad se traduce en inhibir las acciones judiciales favoreciendo a los obligados del sistema,
en vez de resguardar los créditos de los trabajadores generados por padecer accidentes o
enfermedades profesionales.

Se contradice abiertamente la jurisprudencia del más Alto Tribunal de la Nación del fallo "Aquino",
que consagró en forma definitiva el carácter constitucional del derecho a la reparación plena y el
otorgamiento de igual rango al principio alterum non laedere, que prohíbe a los hombres dañar los
derechos de un tercero, interpretando así el art. 19 de la CN, al mismo tiempo que declaraba
inconstitucional el art. 39, párr. 1º, de la ley 24.557, que solo habilitaba la vía civil en el supuesto
inexistente de encuadrarse la conducta del empleador en la intencionalidad dolosa de dañar
descripta en el art. 1072 del cód. civil.

Este régimen de reparación de daños derivados de los accidentes de trabajo y enfermedades


profesionales afecta el principio de progresividad, que significa la exigencia irrestricta de que los
derechos laborales mantengan una secuencia invariablemente creciente y que fuera destacado por
la CS en los célebres fallos "Aquino", "Milone", "Llosco", "Arcuri", "Arostegui", "Marchetti",
"Venialgo" y "Obregón", entre otros antes referidos, consagratorios de la constitucionalización
definitiva del principio de no dañar aplicable a los trabajadores damnificados.

Se pretende con este nuevo ordenamiento que funcione como disuasorio de la litigiosidad, sin
embargo, los trabajadores están continuamente expuestos a situaciones de riesgo, originados en el
hecho cotidiano de proveerse el sustento, asumiendo peligros y la posibilidad de sufrir un daño en
su integridad psicofísica, en una proporción sustancialmente más elevada que otros sujetos, por lo
que la aplicación de un marco reparatorio integral a las víctimas laborales para los cuales la
capacidad física de trabajar lo es todo tiene una obvia y hasta mayor justificación que para otros
dañados.
De producirse el infortunio, la protección se logra a través del resarcimiento de todos los daños
sufridos por la víctima, no solo los que pudiesen corresponder por el menoscabo de la actividad
productiva, sino que la reparación debe comprender: la incapacidad física, psíquica, y la lesión
estética; el daño emergente, el colateral y el moral; la pérdida de ganancias y el lucro cesante; los
perjuicios en la vida de relación social y la pérdida de chance.

Para que una indemnización sea considerada justa no debe existir daño que no deba ser
cabalmente reparado; las indemnizaciones tarifadas de la LRT, por más mejoras que presenten,
constituyen una reparación parcial e insuficiente y el trabajador debe tener siempre abierta la
posibilidad de completar esa reparación con el resarcimiento de los demás daños no contemplados
en la tarifa.

Paradojalmente, se mantiene abierta la puerta para que los litigios continúen y se profundicen al
violentar las garantías constitucionales de reparación integral del daño y generar la discriminación
social al trabajador dependiente, damnificado laboral, de tal manera que la víctima del infortunio
deberá perseguir la declaración de inconstitucionalidad de la normativa de riesgos del trabajo para
obtener el denominado cúmulo de cobertura integral.

Los trabajadores siguen restringidos como sujetos de categoría diferenciada en el ejercicio del
derecho de acceso libre y directo a la Justicia y la reparación integral por los daños producidos por
los riesgos del trabajo, que implica un retroceso a los orígenes de la ley 24.557 en el contexto de
país de 1995.

VOCES: CONSTITUCIÓN NACIONAL - JURISPRUDENCIA - LEY - TRABAJO - ACCIDENTES


DEL TRABAJO - ORGANISMOS ADMINISTRATIVOS - SEGURIDAD SOCIAL - DAÑOS Y
PERJUICIOS - PODER LEGISLATIVO - PODER JUDICIAL - DERECHO DEL TRABAJO -
INCONSTITUCIONALIDAD - CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL

(*) Nota de Redacción: Sobre el tema ver, además, los siguientes trabajos publicados en El
Derecho: Un cierto rayo de luz a fin de despejar la maraña formada respecto de la reparación de los
infortunios laborales, por Antonio Vázquez Vialard, TySS, 11/2003-885; Pautas para una reforma
legislativa del régimen de infortunios laborales, por Horacio Schick, TySS, 08/2011-553; Comentario
a la ley 26.773 modificatoria de la Ley de Riesgos del Trabajo. Régimen de ordenamiento de la
reparación de los daños derivados de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
Modificación parcial, por Cora S. Macoretta, EDLA, 2012-B-973; La prevención de los riesgos
laborales, por Ricardo A. Foglia, TySS, 02/2014-5; Factores y profundidad en la interpretación de la
Ley de Riesgos del Trabajo, por Luis R. Carranza Torres, ED, 261-643; Una mirada retroproyectiva
sobre la inconstitucionalidad del art. 39 de la Ley de Riesgos del Trabajo (24.557), por Adriana
Chiuchquievich, ED, diario nº 14.135 del 6-3-17. Todos los artículos citados pueden consultarse en
www.elderecho.com.ar.
(**) Cora Sara Macoretta, abogada, doctoranda del Doctorado en Ciencias Jurídicas y docente a
cargo de la cátedra Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social y Negociación, Mediación y
Arbitraje, Facultad de Derecho, Carrera de Grado y Posgrado, Pontificia Universidad Catolica
Argentina. [email protected] / [email protected]
(1) Solo en el sector formal, la SRT verifica alrededor de 650.000 infortunios del trabajo anuales;
a este componente habría que agregarle otro 35 % proveniente de los siniestros ocurridos en el
sector informal no registrado, lo que totalizaría la existencia aproximada real de 900.000 eventos
dañosos anuales. Hay que agregar que una parte de las acciones judiciales se refiere a
enfermedades laborales no reconocidas por las ART ni por las Comisiones Médicas, existe un
infrarregistro de estas afecciones originadas en el trabajo; se constatan un 2 % promedio anual de
enfermedades reconocidas, cuando la OIT ha afirmado reiteradamente que existen muchas más
enfermedades laborales que accidentes traumáticos. Fuente: IProfesional. Información
Profesional Sistematizada. Captura: www.issa.ips.com.ar (24-2-17).
(2) CS, 3-11-09, Fallo: "Arcuri Rojas, Elsa c. ANSeS". En los considerandos 14 y 15 se expresó:
"14) Que es el reconocimiento del principio de progresividad en la satisfacción plena de esos
derechos el que ha desterrado definitivamente interpretaciones que conduzcan a resultados
regresivos en la materia (arts. 26 y 29 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y
considerando 101 del voto del doctor Maqueda). 15) Que sería estéril el esfuerzo realizado por el
legislador para cumplir con la obligación establecida en el art. 11 del Protocolo Adicional de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Protocolo de San Salvador), en cuanto exige
que los Estados parte adopten todas las medidas necesarias hasta el máximo de los recursos
disponibles para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos sociales, si por vía
interpretativa se sustrajera de esa evolución a quienes se encuentran en situación de total
desamparo por aplicación de leyes anteriores que establecían un menor grado de protección,
máxime cuando se encuentra demostrado que el causante y, por ende, su viuda, reúnen los
requisitos necesarios para el reconocimiento de los derechos pretendidos, según han sido previstos
en el actual esquema normativo", en Fallos: 328:1602. CS, 12-6-07, Fallo: "Llosco, Raúl c. Irmi
S.A." (L. 334. XXXIX. Recurso de Hecho). Posibilidad de reclamar una indemnización prevista en la
ley 24.557 al tiempo que se pretende la inconstitucionalidad del art. 39, inc. 1º, del mismo cuerpo
normativo. Inexistencia de interdependencia o solidaridad inexcusable entre las normas de las que
se valió el actor para obtener de la ART lo que le era debido por esta, y el art. 39.1 que exime de
responsabilidad civil al empleador. CS, 31-3-09, Fallo: "Torrillo" (T. 205. XLIV. Recurso de Hecho).
Cabe confirmar la sentencia que hizo lugar al reclamo por daños y perjuicios basado en el Código
Civil, formulado por los padres de un trabajador fallecido en un incendio producido en las oficinas
en las que prestaba servicios, y condenó a la empleadora del causante y a la aseguradora de
riesgos del trabajo, con fundamento en que esta había incumplido con los deberes a su cargo en
materia de seguridad en el trabajo, pues no existe razón alguna para poner a una ART al margen
del régimen de responsabilidad previsto por el Código Civil por los daños a la persona de un
trabajador derivados de un accidente o enfermedad laboral, cuando se demuestren los
presupuestos de aquel, que incluyen tanto el acto ilícito y la imputación cuanto el nexo causal
adecuado –excluyente o no– entre dichos daños y la omisión o el cumplimiento deficiente por parte
de la primera de sus deberes legales.
(3) Art. 32 de la ley 24.557: "Sanciones. 1. El incumplimiento por parte de empleadores
autoasegurados, de las ART, las compañías de seguros de retiro de obligaciones a su cargo, será
sancionado una multa de 20 a 2.000 AMPOs (Aporte Medio Previsional Obligatorio), si no resultare
un delito más severamente penado. 2. El incumplimiento de los empleadores autoasegurados,
de las ART y de las compañías de seguros de retiro, de las prestaciones establecidas en el art. 20,
apart. 1º inc. a) (Asistencia médica y farmacéutica), será reprimido con la pena prevista en el art.
106 del cód. penal. 3. Si el incumplimiento consistiera en la omisión de abonar las cuotas o de
declarar su pago, el empleador será sancionado con prisión, de seis meses a cuatro años. 4.
El incumplimiento del emplea autoasegurado, de las ART y de las compañías de seguros de retiro
de las prestaciones dinerarias a su cargo, o de los aportes a fondos creados por esta ley será
sanción con prisión de dos a seis años. [sic] 5. Cuando se trate de personas jurídicas la pena
de prisión se aplicará a los directores, gerentes, síndicos, miembros del consejo vigilancia,
administradores, mandatarios o representantes que hubiesen intervenido e hecho punible. [sic]
6. Los delitos tipificados en los apartados 3 y 4 del presente artículo se configurarán cuando el
obligado no diese cumplimiento a los deberes aludidos dentro de los quince días corridos intimado
a ello en su domicilio legal. 7. Será competente para entender en delitos previstos en los
apartados 3 y 4 presente artículo la justicia federal [sic]".
(4) Art. 40, ley 24.557: "Comité Consultivo Permanente. 1. Créase el Comité Consultivo
Permanente de la LRT, integrado por cuatro representantes del Gobierno, cuatro representantes de
la CGT, cuatro representantes de las organizaciones de empleadores, dos de los cuales serán
designados por el sector de la pequeña y mediana empresa, y presidido por el Ministro de Trabajo y
Seguridad Social de la Nación. El Comité aprobará por consenso su reglamento interno, y podrá
proponer modificaciones a la normativa sobre riesgos del trabajo y al régimen de higiene y
seguridad en el trabajo".
(5) Convenio 95, OIT, art. 1º: "A los efectos del presente Convenio, el término salario significa la
remuneración o ganancia, sea cual fuere su denominación o método de cálculo, siempre que pueda
evaluarse en efectivo, fijada por acuerdo o por la legislación nacional, y debida por un empleador a
un trabajador en virtud de un contrato de trabajo, escrito o verbal, por el trabajo que este último
haya efectuado o deba efectuar o por servicios que haya prestado o deba prestar".
(6) Se establece una actualización de los montos de las prestaciones, en forma retroactiva, desde
el 1-1-10 hasta la fecha de entrada en vigencia de la ley; el índice RIPTE debe potenciar las
prestaciones, es decir que la indemnización o prestaciones que surjan del cálculo de la fórmula 53 x
IBM x % incapacidad x 65/Edad debe ser actualizada a la fecha de pago por el índice y a ello deben
sumarse los intereses desde la fecha de siniestro hasta la fecha de pago.
(7) "Cuenta Sueldo" creada en virtud de lo establecido en la ley 26.590 y normativa
complementaria.
(8) Decreto 1694/09. Fecha de emisión: 5-11-09. SRT. "… Créase el Registro de Prestadores
Médico-Asistenciales. Disposiciones sobre el pago de prestaciones dinerarias. Medidas relativas a
la gestión y cobertura de las prestaciones del Sistema de Riesgos del trabajo".

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