Cómic Manuel

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Cómic

Te explicamos qué es el cómic y la historia de esta forma de expresión artística.


Además, los diferentes tipos de cómic y sus particularidades.

El cómic es una forma de expresión artística y a su vez un medio de comunicación.

¿Qué es el cómic?
El término cómic es un préstamo aceptado de la lengua inglesa (comic, es decir,
“gracioso”), que hoy en día se entiende como sinónimo de historieta o incluso de novela
gráfica.

En todo caso, se trata de una forma de expresión artística, a la vez que un medio de


comunicación, que consiste en una serie de ilustraciones que, leídas en
secuencia continua, permite al lector recomponer un relato de algún tipo.

Pueden ir enmarcados en viñetas, es decir, en recuadros cuya forma y estilo se


corresponde al contenido narrativo o temático que hay en su interior, y pueden o no
contar con el apoyo del texto escrito o de signos y caracteres propios del género.

De igual forma, puede dibujarse en papel de distinto tipo, o incluso en formato digital


(Webcomics). A menudo es fruto de colaboraciones entre artistas de distinta
índole: dibujantes, guionistas, coloristas y diseñadores.

Lo mismo ocurre con su público, que puede ser sumamente variado: existe una temática
y un estilo de cómic para prácticamente todos los gustos de lectura, incluso los más
artísticamente exigentes. Por ese motivo, la historieta es considerada hoy en día como
el noveno arte (de las Bellas Artes reconocidas por la Academia).

El término cómic, por último, proviene de las revistas de historietas (comic  books) que


fueron uno de los primeros formatos masivos de producción de este tipo de obras.

De allí proviene, también, cierta aura de desprestigio y de rechazo hacia su lectura,


asociada al ocio, al mero entretenimiento e incluso a la pornografía y el vicio. Por
suerte, dichos prejuicios ya son ampliamente minoritarios.

Ver además: Ciencia ficción

Historia del cómic

Las revistas de superhéroes aún perduran en la actualidad.

Los precursores del cómic se remontan a las formas pictóricas antiguas de la


humanidad, que mezclaban texto e imagen en una secuencia de lectura, como ocurría
con los jeroglíficos egipcios o los códices mayas.

Sin embargo, sus primeras formas reales aparecen como medio de protesta y


sátira política, en épocas tan antiguas como las del Imperio Romano. Estas viñetas de
humor político mostraban a los poderosos o a los gobernantes en
situaciones ridículas, soeces o risibles, y por ende solían ser anónimas e ilegales.

La invención de la imprenta y la litografía, muy posteriormente, dio inicio a su


divulgación masiva, a menudo como formato pedagógico para la educación religiosa de
niños y mujeres, y posteriormente como un medio amable de brindar instrucciones al
lector respecto al armado de un artefacto o a la conducta que debe tener en un recinto
(por ejemplo, los dibujos que aún aparecen en los folletos de los aviones comerciales).

En el siglo XIX la explosión de la prensa escrita masificó también el cómic,


haciendo que recuperara su función paródica en las llamadas tiras cómicas: conjuntos
de viñetas más o menos elaborados que contaban historias graciosas, satíricas, burlonas,
a menudo vinculadas con los temas de actualidad, o recuperando relatos de la tradición
popular o literaria.

De allí se pasó, luego de la Primera Guerra Mundial, a la publicación en formato revista


(los comic books), destinados a un público infantil y adolescente ávido de
entretenimiento y escapes imaginativos, en las épocas difíciles de la Gran Depresión
(alrededor de 1929).

El formato revista sería el más célebre del género, dando origen a las revistas de
superhéroes que aún perduran y que fueron el principal entretenimiento juvenil durante
décadas. Muchos de sus personajes pasarían al cine, a la animación y luego a los
videojuegos.

A finales del siglo XX el formato alcanzó su madurez en la novela gráfica: una
composición adulta, exigente, compleja, que reúne los atributos artísticos del dibujo y la
ilustración, con la composición narrativa y la reflexión lingüística propias de la
literatura.

Tipos de cómic

En la novela gráfica encajan las propuestas artísticas más formales, cultas y exigentes.
No existe una clasificación formal de los cómics, ya que incluso su nomenclatura
parece ser objeto de controversia. Algunos rechazan este término al hallarlo muy
vinculado con el origen efímero y banal de la historieta para adolescentes, proponiendo
términos más sofisticados como Arte secuencial (Will Eisner). Sin embargo, conforme
a su formato de publicación, usualmente se habla de:

 Tiras cómicas. Ya sea que vengan insertas en el periódico (aún lo hacen) o


dentro de revistas, o incluso en libros compilatorios de un artista específico, las
tiras cómicas respetan el formato que su nombre indica: son una tira de tres o
más viñetas en las cuales se representa una narración breve, a menudo semejante
al chiste, al gag o, también, a la narración por entregas, típica del siglo XIX.
 Cómics o revistas de historietas. Impresas en papel de mayor o menor calidad,
pero por lo general a todo color, con acabado profesional y en tirajes en masa,
se trata de las clásicas revistas de lectura por viñetas, aunque ya distan mucho de
ser únicamente de superhéroes o aventuras asombrosas.
 Novelas gráficas. Esta es una categoría amplia y diversa, en donde encajan las
propuestas artísticas más formales, cultas y exigentes, a menudo para un público
informado, dispuesto a interpretarlas tal y como se hace con una obra de arte
escrita o ilustrada. Sin embargo, hay novelas gráficas sin texto alguno, otras con
predominancia de texto, en fin, no existe un modelo único para ellas.

- Fuente: https://concepto.de/comic/

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