Maquinnovación
Maquinnovación
Hace un año y medio el ingeniero mecatrónico caleño Carlos Llanos encontró la manera de darle un
timonazo a su visión como empresario. Cuando fundó Maquinnovación, hace nueve años, la
empresa se dedicaba a la fabricación de máquinas industriales para hacer galletas y conos.
Todo se inició con un viaje a finales de 2018 a Buenaventura, el puerto del Pacífico colombiano
ubicado a 116 kilómetros de distancia de la capital vallecaucana. Lo que comenzó como un paseo
de Carlos al mar terminó convirtiéndose en el detonante de un giro tan innovador para
Maquinnovación que ahora la empresa comercializa sus productos en siete ciudades del país y
exporta a Ecuador, Canadá, Israel, Francia y España.
“En ese viaje me encontré con un panorama preocupante: había grandes cantidades de basura
acumulándose en el mar. Entonces se me vino a la mente cada foto o video que había visto en
Internet sobre animales y humanos conviviendo con el plástico desechado”.
Por esos días, la empresa de Carlos ya hacía parte de un programa de aceleración empresarial en la
Cámara de Comercio de Cali, que incluía reuniones con destacados empresarios mentores.
“Recuerdo que por esa época tenía reuniones con los mentores para buscar nuevos enfoques que le
permitieran a Maquinnovación transformarse y agregarles valor a sus productos”, asegura el
empresario.
En la actualidad, Maquinnovación sigue vendiendo máquinas para hacer conos y obleas, pero desde
el año pasado ha ampliado significativamente su oferta con la nueva línea de producción de vajillas
orgánicas y comestibles.
“Poco a poco hemos ido agrandando los módulos de producción. Cuando empezamos, a mediados
del año 2019, hacíamos 50 platos diariamente, luego 250, hasta que llegamos a 1.000 unidades por
turno. En este momento estamos diseñando una máquina más robusta que nos permitirá pasar de
1.000 a 10.000 unidades diarias”, dice Carlos Llanos sobre el crecimiento que está teniendo la
empresa.
Uno de los retos más grandes fue encontrar el punto de consistencia para que los platos, vasos y
cubiertos resistieran el contacto con líquidos calientes. Las primeras versiones duraban entre 5 y 15
segundos antes de desbaratarse.
Se trata de un flagelo que perjudica a las especies marinas, la biodiversidad y el bienestar de los
ecosistemas. En el caso de elementos desechables como los platos, vasos y cubiertos plásticos, el
panorama es aún más preocupante, pues la vida útil de este tipo de productos es muy corta y la
huella ambiental que dejan es enorme.
Pero las implicaciones negativas del uso masivo de plástico no son exclusivas de la fauna marina,
la biodiversidad y los ecosistemas. De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF,
por sus siglas en inglés) y la Universidad de Newcastle en Australia, una persona puede ingerir en
promedio cinco gramos de microplásticos semanalmente a través del consumo de alimentos y agua
contaminada, lo que equivale a una cantidad del tamaño de una tarjeta de crédito.
En ese sentido, iniciativas empresariales como la de Carlos Llanos resulta oportuna para contribuir
a la preservación del medioambiente, reduciendo el consumo de plásticos de un solo uso. Los
platos, vasos y cubiertos que antes tenían como destino irremediable el océano, ahora podrán ser
digeridos luego de ser usados, y cuando las personas no quieran comerlos, podrán ser desechados
con la tranquilidad de que su proceso de degradación será rápido y sin un impacto perjudicial para
el planeta.
Carlos Llanos es el empresario caleño que encontró la solución al consumo de vajillas desechables
que contaminan el planeta con plásticos. Su empresa, donde fabrica platos, vasos y cubiertos
orgánicos y comestibles, ya exporta a cinco países. ¡Conocé su historia!
“En cada celebración de vida, como un cumpleaños o un matrimonio, los seres humanos tristemente
estamos acumulando plásticos e icopor, con platos, vasos y cubiertos desechables. Pero nosotros
tenemos la solución: somos la primera empresa de Colombia en fabricar esos mismos platos en harina
de trigo, maíz y arroz, haciéndolos completamente comestibles y orgánicos”.
A sus espaldas, el emprendedor caleño Carlos Llanos tenía una pantalla que le marcaba el tiempo disponible para
su exposición: 90 segundos.
Al frente suyo, un grupo de inversionistas lo escuchaban en medio del festival del Movimiento de
Empresas Creativas, MEC 2019, recientemente desarrollado en la capital del Valle. Mientras hablaba,
sostenía un pequeño pastel con velas encendidas. Todo hacía parte de una sesión del programa
‘Foguéate’, promovido por la Cámara de Comercio de Cali. Los inversionistas que escuchaban a Carlos
pertenecen a la red de capitales ‘Polux’, interesada en proyectos de “alto impacto”.
Carlos tiene 39 años. Es egresado de Mecatrónica en el Sena y siempre ha sido apasionado por fabricar
cosas. Desde pequeño, su padre, un experimentado mecánico industrial, le promovió el interés por las
máquinas y la ingeniería, recuerda: “Una vez mi papá llevó a la casa una fotocopiadora, le sacamos
todas las partes e hicimos una especie de carrito, ese fue el mejor juguete”.
Los genes le hablaron desde entonces y hace ocho años abrió su propia empresa: ‘Maquinnovación’,
desde donde fabrica máquinas industriales para hacer conos y obleas, y que hoy exporta a cinco países.
“Este año llegamos también a Estados Unidos. El cliente es un restaurante en Miami, Florida”, cuenta.
Hace dos años, durante un paseo a Buenaventura Carlos encontró en el mar el detonante de lo que sería
su mayor proyecto: “En algún momento nos encontramos literalmente nadando en la basura. Había de
todo: icopor, plásticos, tapas. Fue cuando empezamos a pensar cómo podíamos hacer algo. Se unió el
conocimiento sobre las máquinas con el amor por el planeta”.
“En los platos se puede servir arroz, ensaladas, postres, de todo. Hay un plato para sopas. Y un vaso
que resiste el café bien caliente hasta por 16 minutos sin absorber”, detalla. Después de recibir distintos
reconocimientos por su emprendimiento, Carlos solo planea seguir creciendo. En 2020, dice, su meta es
alcanzar las ocho millones de unidades fabricadas. “Creo que podemos hacer parte del cambio”,
asegura convencido.
Por estar hechos de harina de maíz, trigo y arroz, los platos de ‘Maquinnovación’ son totalmente
comestibles. Y en caso de ser desechados, su carácter orgánico facilita su degradación en muy poco
tiempo.
https://calicreativa.com/platos-y-vasos-comestibles-empresario-caleno-los-fabrica/
https://www.semana.com/pais/articulo/prohibicion-de-plasticos-en-colombia-se-debate-en-el-congreso/273180/
https://www.semana.com/emprendimiento/articulo/empresa-colombiana-fabrica-platos-comestibles/286589/