La Cooperación Del Acreedor Siempre Debe Estar Presente para Que El Deudor Pueda Cumplir Con La Obligación
La Cooperación Del Acreedor Siempre Debe Estar Presente para Que El Deudor Pueda Cumplir Con La Obligación
La Cooperación Del Acreedor Siempre Debe Estar Presente para Que El Deudor Pueda Cumplir Con La Obligación
la obligación?
Aunque la cooperación del acreedor desde la perspectiva individual no tiene por qué ser
participativa. La falta de la cooperación por parte del acreedor produce unos diferentes efectos en
las relaciones de obligatoriedad, pues ya que tomando como ejemplo no sería lo mismo en donde
un señor que exigió algún tipo de transporte a tal hora y no se presenta, que aquel arrendador que
no se presenta el día que recoger el dinero de la renta. En el primer caso se estaría extinguiendo la
obligación y en el segundo aun estaría vigente. Por lo cual se podría estar generando un sinfín de
posibilidades para la aplicación de la regla en general.
Ahora bien, de las diferentes teorías podemos determinar que la “carga” es la teoría que en gran
parte de los casos se presenta, ya que este si quiere ver satisfecha la propia prestación, pero
también presenta una obligación o bien como un deber secundario de conducta. Ahora bien,
estaríamos frente a un “deber” en los casos de buena fe contractual que impondrá al acreedor a
través de un contrato las obligaciones que deberá de ejecutar las prestaciones, en los demás casos
este deber no nace. Por lo cual podemos ver que la buena fe contractual puede transformar la
“carga en “deber”, cuando la prestación constituya un interés jurídicamente relevante del deudor.
Ahora bien, teniendo en cuenta la “carga” y el “deber”, el acreedor no podrá ser obligado de
prestar su participación, en aquellos casos que sea considerado una carga, por lo cual no tendrá
una obligación de resarcimiento. En cambio, cuando haya existido un deber que se basa en la
buena fe contractual, este acreedor también responderá por los perjuicios que sufra el deudor.
Ahora bien, como sabemos la cooperación del acreedor es esencial para el cumplimiento de la
obligación, pero su falta actúa como una eximente de responsabilidad. El incumplimiento no es
imputable al deudor. Además, la cooperación constituye una obligación del acreedor ya que,
desde la resolución contractual, la falta conlleva a el resarcimiento del daño en los mismos
términos que el incumplimiento de la prestación propiamente tal. En este caso el acreedor no se
exonera en el límite del apreciable sacrificio, sino que tendría que demostrar ausencia de culpa,
esto sería un impedimento ajeno a su control.
CONCLUSIONES:
En conclusión, podemos ver que los casos de la cooperación del acreedor en gran parte
opera como una “carga” en que el único interesado en prestarla es el mismo, teniendo el
deudor suficiente con verse liberado del vínculo obligatorio, además en aquellos casos en
que la cooperación del acreedor es relevante para salvaguardar los intereses del deudor,
la buena fe impone “el deber de cooperar”, con límite del apreciable deudor.
La falta de cooperación da lugar al reembolso de los gastos sufridos y eventualmente al
resarcimiento del daño, en casos en que debía contractualmente protegerse del deudor.
Asimismo, el deudor tiene derecho a la contraprestación, pero en los límites del
enriquecimiento sin causa.