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LA ARQUEOMETRÍA DE MATERIALES CERÁMICOS 9

TRABAJOS DE PREHISTORIA
63, No 1, Enero-Junio 2006, pp. 9-35, ISSN: 0082-5638

LA ARQUEOMETRÍA DE MATERIALES CERÁMICOS:


UNA EVALUACIÓN DE LA EXPERIENCIA ANDALUZA

ARCHAEOMETRY OF CERAMIC MATERIALS: AN EVALUATION OF THE ANDALUSIAN


EXPERIENCE

TOMÁS CORDERO RUIZ (*)


LEONARDO GARCÍA SANJUÁN (**)
VÍCTOR HURTADO PÉREZ (**)
JOSÉ MARÍA MARTÍN RAMÍREZ (***)
ÁNGEL POLVORINOS DEL RÍO (****)
RUTH TAYLOR (**)

RESUMEN in the methodological configuration of Spanish archaeolo-


gy over the last two decades. This is achieved through a bi-
Este artículo intenta valorar el impacto que la introduc- bliometric study of publications dealing with characteri-
ción de métodos de caracterización de materiales proceden- sation of archaeological ceramics from Andalucía
tes de la física y la química (y agrupados habitualmente bajo (southern Spain). The variables handled in this study inclu-
la denominación genérica de Arqueometría) ha tenido en la de aspects such as the number of sampled sites and items,
configuración metodológica de la investigación arqueoló- their geographical provenance, the chronological and func-
gica de nuestro país durante las últimas dos décadas. Para tional dimensions of the archaeological contexts they were
ello se realiza un análisis bibliométrico de un ámbito espe- taken from as well as the analytical techniques employed in
cífico de la aplicación de las técnicas arqueométricas, cual their study.
es el de la caracterización de materiales cerámicos dentro de
la Arqueología andaluza. Las variables tenidas en cuenta in- Palabras clave: Arqueometría. Ciencia de Materiales. Ce-
cluyen aspectos tales como la cantidad de sitios arqueoló- rámica. Bibliometría. Prehistoria. Historia Antigua.
gicos muestreados y de muestras analizadas, su proceden-
cia geográfica, los contextos cronológicos y funcionales de Key words: Archaeometry. Materials science. Ceramics.
los que las muestras fueron tomadas y las técnicas analíti- Bibliometry. Prehistory. Ancient History.
cas empleadas.

1. INTRODUCCIÓN
ABSTRACT
En los últimos 25 años, la aplicación de técnicas
This paper assesses the impact that the introduction of científicas a la caracterización de materiales ha lle-
scientific methods for materials characterisation (conven- gado a convertirse en un elemento fundamental en
tionally grouped under the label of Archaeometry) has had
la investigación arqueológica. El análisis de la ce-
***(*) Instituto de Arqueología de Mérida (CSIC. Junta de Ex- rámica, en particular, se ha beneficiado del desarro-
tremadura-Consorcio de Mérida). Pza. España, 15. 06800 Mérida. llo o aplicación de técnicas químicas, físicas y mi-
**(**) Dpto. de Prehistoria y Arqueología. Universidad de neralógicas que han sobrepasado ampliamente los
Sevilla.
*(***) Empresa de Gestión Medioambiental (EGMASA). límites de la información que se obtenía tradicional-
Junta de Andalucía. mente de los artefactos cerámicos mediante su des-
(****) Dpto. de Cristalografía, Mineralogía y Química Agrí-
cola. Universidad de Sevilla.
cripción macroscópico-morfológica (la conocida
Recibido: 13-IV-05; aceptado: 22-VIII-05. tipología), proporcionando así una nueva reserva

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de datos de los que obtener una valiosa compren- Ahora bien ¿cómo valorar este progreso dentro
sión de las sociedades del Pasado. Una nutrida li- del contexto general de la investigación europea?
teratura, tanto de carácter genéricamente ar- Hace apenas unos años, un estudio bibliométrico de
queométrico (Anderson 1988; Bowman 1991; Orna la producción científica relativa a estudios ar-
1996; Pollard y Heron 1996; Jakes 2004; Hender- queométricos de materiales cerámicos concluía que
son 2000; Andrews y Doonan 2003; etc.), como la introducción y desarrollo de la Arqueometría en
específica del estudio de materiales cerámicos España era insuficiente y lenta comparada con otros
(Middleton y Freestone 1991; Sinopoli 1991; Lin- países de nuestro entorno (García Heras 1997:129).
dahl y Stilborg 1995; Tite 1999; Barclay 2001; La evaluación de los primeros años de aplicación de
Whitbread 2001; Kilikoglou et al. 2002), ha dado las técnicas arqueométricas en nuestro país sugería
cuenta del enorme avance que en poco tiempo ha la existencia de una serie de problemas, entre los
experimentado este campo a nivel internacional, cuales destacaba la escasa y pobre coordinación
contribuyendo al planteamiento de problemas y entre la interpretación arqueológica y el análisis
temas de investigación arqueológica previamente arqueométrico, planteándose así una serie de cues-
considerados muy difíciles de tratar (correlación tiones relativas al futuro desarrollo de esta discipli-
entre clasificaciones morfológicas y tecnológicas, na (García Heras y Olaetxea 1992; García Heras
grupos y tradiciones tecnológicas, procesos de ela- 1997; 2003), lo cual era básicamente coincidente
boración y manipulación) o simplemente intrata- con valoraciones anteriores (pero igualmente es-
bles (intercambio, procedencia y aprovisionamien- cépticas) acerca de la capacidad de la Arqueología
to de materias primas, residuos y contenidos, española para renovarse mediante la incoporación
diagnóstico funcional, etc.). de métodos científicos procedentes de múltiples
Dentro de la Arqueología española, la aplica- disciplinas (Vila i Mitjà y Estévez Escalera 1989:
ción de métodos arqueométricos ha experimenta- 272).
do un notable avance en apenas quince años, como Contando con algunos años más de perspectiva
lo demuestra la realización de varias reuniones na- (años en los que, indiscutiblemente se ha produci-
cionales e internacionales (Vendrell-Saz et al. do un crecimiento cuantitativo notable de este cam-
1995; Capel Martínez 1999; Pérez Arantegui et al. po) y atendiendo al impacto que la Arqueometría
1999; Gómez Tubío et al. 2001; Roldán 2002; Fe- está teniendo en la disciplina arqueológica (un im-
liú Ortega et al. 2004), los varios volúmenes gene- pacto que resulta difícil no calificar de revoluciona-
rales publicados en los últimos años (Barrio Mar- rio), parece legítimo interrogarse acerca de la natu-
tín 1990; Vila i Mitjà 1991; De la Bandera Romero raleza de la relación actual entre Arqueología,
y Chaves Tristán 1994; Cañabate Guerrero 1998) Ciencias Arqueológicas y Ciencias Exactas, exami-
y los numerosos informes, memorias y libros mo- nando los resultados que el proceso más o menos es-
nográficos que vienen apareciendo como resulta- pontáneo de integración de complejos procedimien-
do de proyectos de investigación específicos. En el tos y técnicas científicas de análisis procedentes de
caso de la Arqueometría de materiales cerámicos la física y de la química está teniendo en una disci-
(vestigios, recordemos, particularmente visibles y plina que de por sí (y especialmente en el caso de Es-
presentes en el registro arqueológico), la produc- paña) tiene históricamente un importante compo-
ción científica ha crecido de forma vigorosa, con nente de arraigo en las humanidades y la artes.
la paulatina incorporación y fijación de lo que po- En otras palabras, ¿está el desarrollo de la Ar-
dríamos considerar un marco metodológico de es- queometría adquiriendo todo su potencial episte-
tudio estandarizado (Capel Martínez y Delgado mológico como motor de renovación de la ciencia/
1978; Peláez Colilla 1983; Capel Martínez et al. disciplina arqueológica? ¿Son, en la práctica, las
1990- 1995; García Heras y Olaetxea 1992; Gon- técnicas científicas de análisis empleadas como una
zález Vilches 1994; Cañabate Guerrero y Sánchez parte integral de la interpretación arqueológica del
Vizcaíno 1995; García Heras 1995; Pérez Arante- Pasado, o se está convirtiendo la arqueometría en
gui et al. 1996; Aguilera Martín 1998; Bernal Ca- un subcampo de la Arqueología, con sus propias
sasola y García Jiménez 1999; Buxeda i Garrigós agendas, discursos y objetivos, un tanto al margen
1999; Polvorinos del Río 2001a; 2001b) y con su de la interpretación sustantiva de las sociedades hu-
aplicación a una extensa gama de situaciones em- manas? ¿Qué efectos está teniendo, en su caso, esta
píricas de las que más adelante se examinan algu- renovación en la percepción que los/as practican-
nos ejemplos. tes de la Arqueología tienen de la naturaleza y ob-

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jetivos de su práctica científica? ¿Está sirviendo la cía Heras 1997) y que el volumen de información
extensión de los procedimientos y técnicas de aná- es ya bastante amplio y diverso, se han establecido
lisis arqueométrico al desarrollo (o, digamos, enri- una serie de criterios de delimitación del ámbito y
quecimiento) de agendas teóricas y epistemológi- propósito del estudio de datos con el objeto de ha-
cas bien meditadas e interesadas en la resolución de cerlo manejable y darle sentido. Por una parte, he-
cuestiones de carácter social, tecnológico o econó- mos circunscrito el estudio a la producción biblio-
mico? ¿Incluyen el diseño de los proyectos arqueo- métrica relativa a la Arqueología andaluza (en
lógicos en nuestro país la formulación de pregun- cualquier periodo histórico), que es el contexto en
tas innovadoras y adecuadas cuya respuesta exija el que, de forma no exclusiva pero sí preferente, se
inherentemente el empleo de la arqueometría? ¿O ha desarrollado nuestro trabajo. No creemos que
se impone una realidad distinta donde el empleo de ello, sin embargo, suponga necesariamente una li-
las técnicas científicas depende de otros factores mitación para los resultados del estudio, puesto que
mucho más coyunturales como la disponibilidad o la diversidad de organismos, individuos, grupos y
proximidad de especialistas y recursos materiales, proyectos implicados (en ningún caso andaluces de
técnicos y financieros? forma exclusiva), así como la propia diversidad
Nuestro interés o preocupación por estas cues- cronológica y funcional del registro arqueológico
tiones, que posiblemente sea compartido por la cre- andaluz garantiza una suficiente generalidad y
ciente comunidad de arqueólogos/as y científicos/ amplitud en los resultados, así como una razonable
as españoles/as implicados/as en el estudio del Pa- representatividad del estado de la cuestión a nivel
sado a través de la Arqueometría, deriva del trabajo nacional. El hecho de que tres de las cinco reunio-
que venimos desarrollando en la Universidad de nes nacionales de Arqueometría hasta ahora cele-
Sevilla, en colaboración con otras instituciones, bradas en España hayan sido organizadas por uni-
desde hace en torno a una década, esencialmente en versidades andaluzas (Granada en 1995, Sevilla en
los campos de la Arqueometría de materiales me- 1999 y Cádiz en 2003) sugiere el interés que este
tálicos y cerámicos de la Prehistoria peninsular (en campo ha suscitado en los grupos y equipos de in-
relación con los últimos, ver por ejemplo Gómez vestigación de nuestra comunidad autónoma.
Morón y Polvorinos del Río 1997; Polvorinos del Por otra parte, el periodo de producción biblio-
Río 1998-1999; Polvorinos del Río et al. 1999- gráfica considerado en este artículo se circunscri-
2001-2005; Gómez Morón et al. 1995-1999; Estra- be a los años comprendidos entre 1979 y 2002, lo
da et al. 1999). Planteadas tales preguntas (en un cual se explica en parte por que la compilación bi-
sentido reflexivo y autocrítico), el procedimiento bliográfica original se realizó en 2003 y en parte por
más obvio para intentar obtener las correspondien- que la bibliografía publicada en los dos años más
tes respuestas es, posiblemente, el análisis biblio- recientes no está siempre disponible con facilidad
métrico. El objetivo de este estudio es, por tanto, dado el desfase de varios meses con que, frecuen-
revisar y aquilatar la naturaleza de la investigación temente, llegan los trabajos a las bibliotecas (en
en Arqueometría cerámica que se está llevando a todo caso, el rápido ritmo de producción bibliográ-
cabo en nuestra comunidad autónoma mediante la fica hace que un estudio bibliométrico de esta na-
selección de una muestra bibliométrica amplia que turaleza tienda de cualquier manera a quedar obso-
pueda resultar representativa de la investigación leto con respecto a la situación presente en el plazo
realizada en los últimos 25 años (1). de apenas una década). Por otra parte, se ha restrin-
Dado que ya existe el precedente de un trabajo gido la compilación bibliográfica a los trabajos re-
que ha abordado la cuestión a nivel nacional (Gar- lativos a caracterización de materiales, no incluyén-
dose otros estudios que, aún siendo de gran
(1) Este trabajo resulta del Proyecto ”Desarrollo e Incorpora- importancia, constituyen una fracción cuantitativa-
ción en Internet de una Base de Datos Arqueométricos de Anda- mente más restringida de toda la producción biblio-
lucía” llevado a cabo , entre los años 2002 y 2003 y financiado
por la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalu- gráfica de la arqueometría de materiales cerámicos,
cía dentro del PAI (Plan Andaluz de Investigación) como colabo- cual es el caso de la datación por Termoluminiscen-
ración entre los grupos de investigación ATLAS. Territorios y cia (por ejemplo Calderón et al. 1989; Benéitez et
Paisajes en la Prehistoria Reciente de Andalucía (Código HUM-
694), del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Uni- al. 1998-2004) o identificación de residuos orgáni-
versidad de Sevilla (www.us.es/atlas) y Teledetección y Geoquí- cos (Cañabate Guerrero y Sánchez Vizcaíno 1995;
mica (Código RNM-185), del Departamento de Cristalografía,
Mineralogía y Química Agrícola. Esta base de datos puede ser
1999; Bernal Casasola y Petit Domínguez 1999).
consultada en http://www.aloj.us.es/rnm185/ Las publicaciones estudiadas proceden de fuentes

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Tab. 1. Resumen cuantitativo de las muestras bibliográficas en estudio.

bastantes dispersas, incluyendo informes y mono- con las del presente estudio (diferentes periodos de
grafías de yacimientos, revistas de Arqueología, tiempo y diferente ámbito geográfico), proporcio-
revistas especializadas y actas de las conferencias. nan una idea aproximada de la importancia relati-
En conjunto, una vez tenidos en cuenta los crite- va del volumen de estudios arqueométricos sobre
rios de delimitación del ámbito empírico a estudiar, las cerámicas procedentes del registro arqueológico
se ha contabilizado una muestra total de 59 publica- andaluz. De hecho, el volumen de publicaciones y
ciones aparecidas entre 1979 y 2002. Como quiera de muestras estudiados en el presente trabajo sería
que, por razones de accesibilidad, solo los materia- equivalente a un porcentaje aproximado del 20% de
les de una de las tesis doctorales han sido incluidos muestras y el 26% de publicaciones de la produc-
en el estudio, ello supone un total de 1382 muestras ción nacional de Arqueometría cerámica (Andalu-
cerámicas de aproximadamente 80 yacimientos cía comprende aproximadamente el 17,2% del te-
arqueológicos, correspondientes exclusivamente a rritorio nacional y el 18% de su población). En el
estudios que tratan de la presentación de resultados trabajo aquí presentado, por otra parte, se examinan
analíticos arqueométricos de materiales cerámicos algunos parámetros que no fueron incluidos en el
de Andalucía. De esa muestra general se ha realiza- estudio de García Heras, como se describe a conti-
do una valoración más detallada de una muestra nuación.
específica de 38 trabajos que representan un total de
976 muestras cerámicas procedentes de 60 yaci-
mientos arqueológicos distintos. El subconjunto 2. PERSPECTIVA GENERAL
utilizado para el estudio detallado representa
aproximadamente el 64% de los títulos individua- Partiendo de los datos de la muestra general, el
les, el 71% de las muestras y el 75% del número total año de publicación de los títulos incluidos en esta
de yacimientos incluidos en la muestra general. muestra nos permite ver las tendencias evolutivas
El análisis bibliométrico y las valoraciones se del volumen de estudios arqueométricos publicados
han llevado a cabo, por tanto, en dos planos distin- en los últimos 25 años, mientras que el número de
tos: el primero pretende dar una perspectiva gene- muestras por estudio se puede tomar como una in-
ral del tema, basándose fundamentalmente en el dicación general de la naturaleza cuantitativa de las
año de publicación y en el número de muestras in- colecciones estudiadas.
cluidas en los estudios, mientras que el segundo,
basado en un número más pequeño de títulos indi-
viduales (la muestra más pequeña), explora sus 2.1. Evolución y carácter de la literatura
contenidos con mayor profundidad, incluyendo la científica
cronología de los materiales bajo estudio, el tipo de
yacimiento arqueológico en que se han encontrado
y las técnicas científicas a las que se habían some- Mientras que el primer estudio arqueométrico
tido. Los detalles cuantitativos de ambos, la mues- español fue publicado en 1972 (García Heras y
tra preliminar y el grupo subsiguiente, se muestran Olaetxea 1992: 266), el primer estudio publicado
en la tabla 1. sobre materiales cerámicos andaluces es, al menos
En comparación, el estudio bibliométrico de las hasta donde conocemos, el artículo de J. Capel
publicaciones arqueométricas de cerámicas lleva- Martínez, J. Linares González y F. Huertas García
do a cabo por García Heras (1997) a escala nacio- (1979). La figura 1 muestra el número de publica-
nal listaba un total de 223 títulos individuales y ciones correspondiente a cada uno de los cuatro pe-
6716 muestras publicadas entre 1972 y 1995. Aun- riodos de cinco años entre 1980 y 2000, mientras
que estas cifras no son directamente comparables que la figura 2 desglosa el número de estudios pu-

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Fig. 1. Evolución del número de publicaciones por periodo Fig. 2. Número de títulos individuales publicados por año.
de cinco años entre 1980 y 2000.

blicados en cada año. Los resultados de los dos re- lo V (Rincón 1981;Blázquez et al. 1985), mientras
súmenes, tomados combinadamente, son una que el elevado número de trabajos aparecidos en
clara ilustración de la doble tendencia que está si- 1999 refleja la publicación de las actas de los dos
guiendo el desarrollo de los estudios de Arqueome- primeros congresos nacionales de Arqueometría
tría cerámica en Andalucía. El número de publica- celebrados en Granada en 1995 (Capel Martínez
ciones por lustro ilustra el sustancial incremento de 1999) y Zaragoza en 1997 (Pérez Arantegui et al.
estudios arqueométricos conforme estas técnicas se 1999), mientras que el de 2001 corresponde a las
hacen más y más habituales en la investigación ar- actas del III Congreso Nacional de Arqueometría
queológica. No obstante, aunque los estudios ar- llevado a cabo en Sevilla en 1999 (Gómez Tubío et
queométricos son generalmente más numerosos, el al. 2001). Estas publicaciones puntuales reflejan sin
uso de estas técnicas analíticas aún no se ha con- duda un interés genuino en la presentación de estu-
vertido en una constante de la investigación ar- dios arqueométricos, pero subraya la importancia
queológica, como ilustra su irregularidad de un año de las publicaciones especializadas, lo que genera
a otro año. un cierto (y paradójico) confinamiento de estos es-
Esta aparente irregularidad puede ser mejor ex- tudios en medios de difusión muy específicos de su
plicada por la existencia de publicaciones puntua- campo.
les tales como las actas de conferencias o monogra- La distribución de los trabajos por clases de pu-
fías que contienen un gran número de estudios blicaciones es bastante regular. Los artículos apa-
arqueométricos. Así, por ejemplo, el gran número recidos en revistas del campo de ciencia de mate-
de publicaciones de 1985 corresponde a una serie riales, fundamentalmente el Boletín de la Sociedad
de estudios de J. M. Rincón publicados en Cástu- Española de Cerámica y Vidrio, suponen el bloque

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El número de tesis doctorales no es en sí mismo


necesariamente muy bajo: resulta una media de casi
una tesis doctoral por cada cuatro años, lo cual, tra-
tándose de un campo de investigación relativamen-
te novedoso, no es desdeñable. Se observa asimis-
mo un equilibrio en la procedencia institucional de
los/as investigadores/as: tres de las tesis han sido
presentadas en departamentos de Prehistoria y Ar-
queología (Universidad de Granada y Universidad
Autónoma de Madrid), mientras que las otras tres
proceden de departamentos o centros de investiga-
Fig. 3. Tipo de publicación como porcentaje del número ción en el campo de la física y la química (univer-
total de estudios. sidades de Cádiz y Sevilla). Visto desde el prisma
de la investigación arqueológica, sin embargo, es
más pequeño (14,5%), mientras que los trabajos difícil no concluir que tres tesis doctorales en 25
publicados en revistas arqueológicas alcanzan el años en torno a un tema que ha experimentado en
25,5%. Las actas de congresos y conferencias cons- la Arqueología anglosajona una verdadera eclo-
tituyen asimismo un vehículo importante de publi- sión, es un tanto insatisfactorio. De hecho, resultan
cación para los trabajos (22,5%), especialmente las escasas las tesis doctorales realizadas a partir de la
de los congresos nacionales de Arqueometría. Pero aplicación de métodos arqueométricos en general
el bloque más significativo de los títulos (37,5%) en todas las áreas de Prehistoria y Arqueología de
aparecen en monografías, básicamente informes re- las universidades andaluzas en los últimos 30 años.
lativos a un yacimiento único donde los estudios ar- Por poner un ejemplo, en el Departamento de Pre-
queométricos aparecen en capítulos separados, a historia y Arqueología de la Universidad de Sevi-
menudo como “apéndices” técnicos. Este último lla (la de mayor tamaño de Andalucía por número
grupo dejar traslucir una noción epistemológica del de alumnos/as y producción investigadora), tan
registro arqueológico donde la Arqueometría cons- solo una de las 41 tesis doctorales presentadas en-
tituye una “ciencia auxiliar” separada de la “autén- tre 1975 y 2004 (2) tiene un componente arqueomé-
tica” Arqueología, más que una parte inherente de trico sustancial (en este caso arqueometalúrgico) en
su cuerpo de procedimientos analíticos. El libro de su metodología de investigación (M. Hunt Ortiz,
Navarrete Enciso et al., Cerámicas Neolíticas de la Minería y Metalurgia Prehistórica en Andalucía
Provincia de Granada (1991), constituye una cate- Occidental, 1998), mientras que ni una sola del
goría de publicación excepcional en la Arqueome- centenar de tesinas y trabajos de investigación doc-
tría de materiales cerámicos de Andalucía (y en la torales presentados entre 1960 y 2003 ha sido de
arqueometría andaluza por extensión) en tanto que carácter estrictamente arqueométrico. Estos datos
estudio en profundidad (mediante un muestreo resultan desalentadores si se comprueba que nume-
amplio) de un tipo de materiales bien definidos cro- rosos de estos trabajos de investigación tienen
nológica y geográficamente. como tema principal el análisis de conjuntos arte-
Mención aparte merece el tema de las tesis doc- factuales, en cuyo diseño la Arqueometría parece
torales, con independencia de que hayan sido publi- no haber jugado papel alguno.
cadas o permanezcan inéditas. En el periodo de 23 Estas cifras sugieren en primer lugar que, den-
años considerado aquí, han sido seis las tesis doc- tro de la Arqueología andaluza, la consolidación de
torales realizadas con la Arqueometría cerámica an- la Arqueometría en general, y de la Arqueometría
daluza como tema, concretamente las de M. C. cerámica en particular, dista de ser satisfactoria, a
González Vílchez (1982), F. Contreras Cortés pesar del constatado incremento en el número de
(1985), V. Galván Martínez (1991), M. J. Feliú publicaciones y tesis doctorales. En segundo lugar,
Ortega (1993), M. A. Ontalba Salamanca (2000) y realza la cuestión del limitado lugar que la Arqueo-
E. Fernández Navarro (2002). La tesis de la Dra. J. metría ocupa en la formación de los arqueólogos,
Capel Martínez (1981), que ha contribuido poste- un tema sobre el que ya ha llamado la atención
riormente con numerosos trabajos a la investigación
de Arqueometría cerámica andaluza, no estudiaba (2) Existe un listado exhaustivo disponible en www.us.es/
materiales de esta región. dpreyarq/web

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LA ARQUEOMETRÍA DE MATERIALES CERÁMICOS 15

Fig. 5. Recuento del número de muestras por estudio (como


porecentaje del número total de estudios).

ño de colección, está distribuido de modo irregular.


El número medio de muestras por artículo publica-
do está en torno a 23, aunque en realidad en torno
al 75% de los estudios están basados en menos de
23 muestras, ya que unas pocas colecciones gran-
des suben la media desproporcionadamente a su
frecuencia. Véase como, tanto en los valores bru-
Fig. 4. Número de muestras por estudio. tos como en los porcentajes (Figs. 4 y 5), los tama-
ños más frecuentes de colecciones oscilan entre 11
García Heras (1997:134; 2003). De hecho, solo con y 20 muestras mientras que las colecciones grandes
mucha lentitud las técnicas arqueométricas se están (más de 30 muestras) son escasas. En contraste, las
integrando en la formación universitaria de los/as colecciones pequeñas son relativamente frecuen-
arqueólogos/as en Andalucía y en España. Aunque tes: el 22% de los estudios están basados en 10 o
quizás sea poco razonable pretender que la forma- menos muestras, cifras idénticas a las observadas
ción especializada se imparta de forma extensiva, por García Heras a nivel nacional (1997: 133). Ello
todos/as los/as arqueólogos/as deberían ser cons- sugiere que los estudios arqueométricos tienden a
cientes del potencial de la aplicación de técnicas enfocarse en un número muy selecto de muestras.
científicas a los materiales arqueológicos, y estar Aunque pocos artículos son explícitos acerca de los
informados de la existencia de centros de investi- criterios de selección de muestras, el reducido nú-
gación o laboratorios especializados en este tipo de mero medio de las mismas puede obedecer a muy
análisis (Barclay 2001). diversas razones, entre las cuales seguramente no
juegan un papel menor las limitaciones de recursos,
tiempo y dinero.
2.2. Tamaño de las series de muestras La consecuencia más inmediata de la limitación
analizadas cuantitativa de las colecciones de muestras es que
los estudios arqueométricos de cerámicas de Anda-
A partir del tamaño de las colecciones de mues- lucía raramente ofrecen resultados estadísticamente
tras por estudio es posible observar asimismo algu- viables, ya que, para eso, se requeriría una colec-
nas tendencias bien marcadas. Es digno de señalar- ción de más de 30 muestras. Más aún, y parcialmen-
se que las publicaciones aquí estudiadas ofrecen te como consecuencia del pequeño tamaño de las
una variedad sorprendentemente amplia en cuanto colecciones consideradas, la comparación de los
al número de muestras estudiadas, desde tan solo 2 resultados, tanto en el plano de los yacimientos
hasta 133, aunque el número de estudios, por tama- como más allá (territorios, áreas de captación e in-

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tercambio), se ve considerablemente dificultado. estudiadas en cada provincia. Huelva, Cádiz, Cór-


Esto ha creado a su vez una limitación a la integra- doba y Jaén presentan un volumen de muestras
ción de los resultados analíticos en la interpreta- mucho menor comparado con la cabeza de la tabla
ción, ya que a menudo, la significación de los resul- y la distancia entre Almería y Huelva (con el cuar-
tados más allá de la simple muestra manejada (por to volumen en número de muestras), es considera-
ejemplo a nivel social, ideológico o territorial) no ble. Málaga aparece como la provincia más pobre
se puede inferir. en estudios arqueométricos de materiales cerámi-
Naturalmente, estudios como los llevados a cabo cos, con solo 16 muestras de tan solo 2 yacimien-
por V. Galván Martínez (1991) y Navarrete et al. tos arqueológicos. Como era de esperar, el volumen
(1991), así como las otras tesis doctorales antes de muestras y el número de yacimientos reflejan la
citadas, son excepcionales en cuanto al número de misma tendencia en su distribución.
muestras manejadas. Ambos presentan los resulta- Estas marcadas diferencias deben ser considera-
dos del análisis de una gran muestra de materiales das producto de la interacción de varios factores,
(133 y 122 muestras cerámicas respectivamente) entre los que la presencia del respaldo de la inves-
procedentes de varios yacimientos, haciendo espe- tigación académica y de una infraestructura de la-
cial hincapié en la significación regional de los re- boratorios parece ser de importancia clave. De he-
sultados analíticos. Al contrario que los diferentes cho, cuando se consideran las causas subyacentes
estudios arqueométricos examinados en la presente tras el desigual interés suscitado por los materiales
valoración, estos dos estudios fueron llevados a arqueológicos en cada provincia, merece la pena
cabo dentro de un marco metodológico y de un di- intentar establecer si es la naturaleza del material
seño de investigación que daba desde el principio arqueológico o la estrategia de investigación lo que
particular importancia a los materiales bajo estudio ha condicionado la aplicación de las técnicas ar-
dentro de una perspectiva más amplia, regional y queométricas, o si lo que ha dado más ímpetu a es-
cronológica. tos estudios en unos lugares que en otros es la exis-
tencia de una infraestructura institucional de
investigación y un equipo de especialistas (por
3. ASPECTOS ESPECÍFICOS ejemplo en un centro universitario de primer orden,
lo que en Andalucía, hasta los años 1990, ha que-
El subconjunto utilizado para el estudio detalla- rido decir básicamente Granada o Sevilla). Es sig-
do (estas referencias se identifican por un punto nificativo que tanto Granada como Almería se be-
sangrado a la derecha en la lista bibliográfica del neficien de los estudios de larga duración llevados
Apéndice, para distinguirlas de la muestra inicial) a cabo a escala regional (Navarrete Enciso 1991 y
contiene un total de 38 publicaciones, 976 muestras Galván Martínez 1991, respectivamente), el prime-
y 60 yacimientos. Su análisis ha sido estructurado ro como proyecto conjunto entre el Departamento
por dos temas principales que constituyen el nervio de Prehistoria de la Universidad de Granada y los
de la indagación bibliométrica llevada a cabo: el laboratorios del CSIC situados en Zaidín (García
primero se interesa por la procedencia de los mate- Heras y Olaetxea 1992: 267), el último como tesis
riales muestreados, incluyendo la información re- doctoral de la Universidad Autónoma de Madrid.
gional y contextual (tipo de yacimiento y cronolo-
gía), el segundo se orienta a los análisis de las
muestras, a las técnicas aplicadas y a la evolución 3.2. Número de yacimientos por estudio
de dichas técnicas a lo largo del tiempo.
Aproximadamente el 77% de las publicaciones
encuestadas tratan materiales de un solo yacimiento
3.1. Procedencia geográfica de las muestras (Fig. 6), y solo una publicación (Navarrete Enciso
et al. 1991) incluye datos de más de 10 yacimientos.
El desglose del número de muestras y yacimien- En conjunto, por tanto, la naturaleza de los estudios
tos estudiados por provincia, que se presenta en la se puede describir como territorialmente aislada o
tabla 2, muestra una distribución bastante irregular separada de un contexto comparativo e interpreta-
de los estudios arqueométricos en Andalucía. Las tivo espacial amplio, que vaya más allá del contexto
provincias de Sevilla, Granada y Almería acumu- particular de cada yacimiento arqueológico. Sea
lan el mayor volumen de muestras con más de 200 como resultado de la investigación específica de un

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LA ARQUEOMETRÍA DE MATERIALES CERÁMICOS 17

Tab. 2. Lista de yacimientos por provincia y municipio.

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18 Tomás Cordero Ruiz et al.

3.3. Caracterización crono-funcional de los


yacimientos

Un aspecto de gran importancia para entender el


impacto que la aqueometría de materiales cerámi-
cos ha tenido en la Arqueología andaluza es, evi-
dentemente, la caracterización crono-funcional de
los yacimientos de los que proceden las muestras.
Estos datos (Tab. 3) tienen la potencialidad de in-
formar no solo del diferencial impacto que las cien-
cias exactas están teniendo dentro de las diferentes
tradiciones internas de la Arqueología, sino tam-
bién de la naturaleza del conocimiento que este pro-
Fig. 6. Distribución porcentual del número de yacimientos ceso está generando.
por estudio (como porcentaje del número total de estudios).
En lo que se refiere a la cronología (Tab. 4 y
Figs. 7 y 8), es significativo que cerca de tres cuar-
yacimiento concreto o por otros factores (limitación tas partes de las muestras examinadas pertenecen a
de recursos para realizar muestreos más amplios), materiales de yacimientos prehistóricos (51%) o
la mayor parte de los estudios de Arqueometría ce- protohistóricos (20%), mientras que exactamente el
rámica en Andalucía se caracterizan por el análisis 25% son de época romana y apenas un 5% de épo-
de los materiales de un único yacimiento. cas medieval, moderna o contemporánea. La distri-
La cuestión de cuando y por qué se buscan las bución porcentual de las localizaciones arqueoló-
técnicas arqueométricas de análisis es probable- gicas dentro del inventario andaluz de yacimientos
mente crucial para entender esta observación. Como arqueológicos (3), muestra que los yacimientos de
se indicó anteriormente, una gran proporción de la Prehistoria Reciente suponen un 18,15% del to-
estudios arqueométricos se publican como “apén- tal, por lo que claramente la Arqueometría cerámica
dices” a los informes de excavación, cuyos resulta- es aplicada al estudio de estos sitios bastante por en-
dos son a menudo base para artículos subsiguientes cima de la representación numérica que les corres-
o comunicaciones y ponencias aparecidas en actas ponde dentro del registro arqueológico andaluz. En
de conferencias. Por lo que se refiere a los informes cambio, los yacimientos romanos suponen casi la
de excavación, el punto hasta el que resulta acerta- mitad (49,34%) de los yacimientos arqueológicos
da la aplicación de técnicas arqueométricas varía, tal documentados (oficialmente) en la actualidad en
como pasa con la integración de los resultados en la Andalucía, por lo cual, el hecho de que tan solo el
interpretación arqueológica final. En muchos casos, 25% de las muestras cerámicas analizadas median-
los resultados arqueométricos se usan meramente te métodos arqueométricos sean de cronología ro-
para confirmar las observaciones cronológicas, ti- mana supone una importante sub-representación de
pológicas o estratigráficas, y no dan lugar a la aper- este segmento cronológico del registro. Más acusa-
tura de nuevas líneas innovadoras de investigación. do es el caso de los sitios de cronología medieval,
La caracterización de la fábrica o textura de los res- que representan actualmente el 20,16% del inven-
tos es un tema central en los estudios de arqueome- tario andaluz de yacimientos arqueológicos, mien-
tría cerámica en los que los análisis de una peque- tras que las muestras cerámicas analizadas ar-
ña selección de fragmentos parecen reemplazar a la queométricamente sólo alcanzan el 2% del total.
descripción visual detallada de colecciones comple- Por otro lado, los datos registrados para la muestra
tas posterior a la excavación. Puede decirse, por andaluza no coinciden con los obtenidos por Gar-
tanto, que, con contadas excepciones (por ejemplo cía Heras al evaluar la producción bibliográfica de
Contreras Cortés et al. 1988), hay una cierta utiliza- Arqueometría cerámica a nivel nacional (Tab. 5),
ción de la Arqueometría como “alternativa” (cien- donde, al menos por número de estudios publica-
tifista) a la clasificación morfológica (normalmente dos, la época romana es la más representada. En
no formalizada por medio de métodos estadísticos)
más que como un complemento o vía de contrasta- (3) Información disponible en la base de datos en línea de
Bienes Inmuebles del Instituto Andaluz del Patrimonio His-
ción de ésta o de desarrollo de nuevos temas y estra- tórico de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía:
tegias de estudio. www.juntadeandalucia.es/cultura/iaph/infopha/04bd/index.htm

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LA ARQUEOMETRÍA DE MATERIALES CERÁMICOS 19

Tab. 3. Caracterización crono-funcional de los yacimientos incluidos en el estudio.

Tab 4. Número de muestras y yacimientos por período cronológico.

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Tab. 5. Tabla comparativa del interés suscitado por cada período cronológico en Andalucía y en España.

Fig. 7. Cronología general de las muestras. Fig. 8. Cronología específica de las muestras (como porcen-
taje del número total de muestras (N = 976).

conjunto, ello sugiere que en Andalucía se da una particularmente sorprendente dada la riqueza de
mayor apertura a la aplicación de los métodos físi- restos materiales de este periodo a lo largo de toda
co-químicos por parte de la investigación prehistó- Andalucía (en particular del periodo islámico) y
rica que por parte de la Arqueología clásica. Ello deja traslucir asimismo una falta de renovación y
coincide bastante con los datos obtenidos en un actualización metodológica en el campo del medie-
análisis bibliométrico llevado a cabo hace una dé- valismo andaluz.
cada que revelaba un perceptible desfase en la con- Dentro de las muestras prehistóricas, destaca
figuración epistemológica y teórico-metodológica especialmente el hecho de que el 75% están data-
de la Arqueología clásica andaluza, definida de das en el Neolítico, mientras que apenas el 13%
forma predominante como estudio formal y estilís- corresponden a la Edad del Cobre y la Edad del
tico de los productos artísticos de las élites antiguas Bronce y el 20% son de la Edad del Hierro (Fig. 8).
(Fernández Cacho y García Sanjuán 1995). En el Este notorio predominio de los materiales cerámi-
caso de la Arqueología medieval y postmedieval, el cos del Neolítico en comparación con los de Edad
pequeño número de muestras cerámicas estudiadas del Bronce, del Cobre y del Hierro no se correspon-
podría encontrar una explicación si cabe más sen- de con el interés suscitado por ese periodo a esca-
cilla en el escaso impacto que la Arqueología toda- la nacional (Tab. 5) y en el caso de Andalucía obe-
vía tiene en el estudio de estos periodos históricos. dece al fuerte peso numérico que tiene el estudio de
El número muy bajo de muestras medievales es M. S. Navarrete Enciso et al. (1991) sobre materia-

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LA ARQUEOMETRÍA DE MATERIALES CERÁMICOS 21

Tab. 6. Número de muestras por categoría crono-funcional del sitio de procedencia (entre paréntesis el número de yacimientos).

Fig. 10. Distribución porcentual de muestras por tipo de


yacimiento.

tenece a materiales recogidos de espacios produc-


tivos, especialmente hornos de cerámica de época
romana o moderna (es notable la ausencia en este
grupo de muestras de cronología medieval). Final-
mente, la categoría de sitios de carácter funerario
aparece extraordinariamente sub-representada en el
conjunto de la muestra, con apenas 3 sitios y un ra-
quítico recuento de 18 muestras (2% del total), lo
cual aparece subrayado por la completa ausencia de
muestras procedentes de sitios de carácter ritual o
cultual (por ejemplo vasijas o terracotas votivas).
De hecho, en la muestra aquí estudiada no existe ni
un solo caso de materiales cerámicos de contextos
Fig. 9. Recuento de muestras por tipo de yacimiento. funerarios romanos. Esta destacada inferioridad
cuantitativa de los materiales del registro funerario
les cerámicos neolíticos de la provincia de Grana- (de cualquier época) frente a los del registro habi-
da. tacional no se corresponde con la gran importancia
En lo que se refiere a la caracterización funcio- que han tenido en la Arqueología andaluza los es-
nal de los yacimientos, la gran mayoría de muestras tudios de necrópolis y monumentos funerarios. Una
(en torno al 80% del total) proceden de sitios de explicación de esta acentuada tendencia podría ser
carácter habitacional (cuevas con ocupación huma- que los artefactos cerámicos procedentes de contex-
na, poblados, ciudades, etc.) (Tab. 6 y Figs. 9 y 10). tos funerarios presentan a menudo un buen grado de
El segundo grupo más numeroso (con un 19%) per- conservación, por lo que tradicionalmente se les ha

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Tab. 7. Media de las muestras por tipo de sitio y por período.

atribuido un mayor valor museológico. Quizás por anfóricos). Igualmente, a los especialistas en las
esta razón algunos/as arqueólogos/as hayan sido edades del Cobre y del Bronce no les ha interesado
más renuentes a aplicarles métodos físico-químicos apenas el ámbito de la cerámica funeraria.
de estudio que con frecuencia (aunque desde luego En segundo lugar, es significativo y quizás pre-
no siempre) tienen un carácter destructivo. ocupante que ni una sola de las publicaciones tra-
En términos de la media de muestras por catego- te de materiales procedentes de diferentes tipos de
ría funcional y cronología del yacimiento de origen contextos funcionales (ni siquiera dentro de un ya-
(Tab. 7), son, como ya se ha señalado antes, los si- cimiento único), para, por ejemplo, comparar la
tios de tipo funerario (prehistóricos, antiguos o naturaleza de las cerámicas utilizadas en activida-
medievales) los que presentan las cifras más bajas, des propias de la vida diaria (almacenamiento, co-
reflejando una cobertura de los materiales muy cinado, consumo, transporte) con las empleadas
pobre. En este ámbito, la Arqueometría cerámica como ofrendas funerarias, o para explorar posibles
andaluza tiene evidentemente mucho espacio para asociaciones entre las cerámicas de alfares concre-
mejorar. En contraste, los valores medios más ele- tos con la alfarería del ámbito doméstico. De hecho,
vados corresponden a lugares de ocupación y pro- el único trabajo que, hasta donde sabemos, aborda
ducción alfarera de época romana, lo cual no deja este tipo de enfoque comparativo, acaba de salir
de suponer una cierta paradoja, ya que los materia- publicado por nosotros mismos (Polvorinos del Río
les cerámicos romanos presentan un mayor grado et al. 2005).
de estandarización y menor variabilidad, por lo que, En tercer lugar, se detecta una importante desco-
al menos en teoría, los estudios podrían basarse en nexión entre los análisis de materiales y los análisis
un número menor de muestras. Los materiales ce- tipológico-tipométricos. Debido a las condiciones
rámicos prehistóricos que, en cambio, presentan de formación del registro de asentamientos (básica-
una mayor diversidad en términos de materias pri- mente desechos y detritus), los materiales cerámi-
mas, fabricación y tecnología, requerirían muestras cos procedentes de esos lugares de habitación, para
más numerosas para analizar tal variabilidad. los cuales abundan los estudios de caracterización
En conjunto, a partir de los datos sobre caracte- físico-química, están muy fragmentados y por tanto
rización cronológico-funcional de los yacimientos constituyen un pobre indicador para el estudio de la
se pueden hacer tres constataciones relevantes. En morfología de los recipientes cerámicos. Por su
primer lugar, parece existir una pauta de asociación parte, los recipientes cerámicos procedentes de con-
entre el periodo estudiado y el carácter funcional de textos funerarios, que suelen constituir una mejor
los sitios de los que proceden las muestras: a los/as base para el estudio morfológico-morfométrico por
especialistas en las sociedades hispanorromanas su mejor estado de conservación (son depositados
parecen interesarle los estudios de Arqueometría ce- como ofrendas votivas), no están siendo objeto de
rámica de muestras procedentes sobre todo de estudios arqueométricos. Como resultado, se está
asentamientos o alfares, pero no los de cerámicas dificultando (o imposibilitando) una verdadera
funerarias (ello quizás refleje el fuerte interés que perspectiva múltiple que aborde simultáneamente
suscita entre los/as especialistas en Arqueología la función, forma y tecnología de los artefactos ce-
romana andaluza el tema del comercio en envases rámicos. De hecho, tan solo un estudio en todo el

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LA ARQUEOMETRÍA DE MATERIALES CERÁMICOS 23

conjunto bibliográfico estudiado, concretamente el pertenecen a este grupo. La difracción de rayos X


de F. Contreras Cortés et al. de los materiales de la aparece aplicada en todos los estudios aquí consi-
Edad del Bronce del yacimiento de Cuesta del Ne- derados excepto dos, lo que la distingue como la
gro (Purullena, Granada) aborda de una forma ro- técnica de caracterización mineralógica más uni-
busta la comparación de aspectos morfológicos y ar- versalmente utilizada. La aplicación del método de
queométricos para un mismo conjunto cerámico. Rietveld para el análisis cuantitativo de fases mi-
neralógicas y de la amorfa de muestras cerámicas
aún es muy escasa. Por otro lado el uso de la DRX
3.4. Técnicas y métodos de análisis no viene siempre acompañado del correspondiente
estudio de láminas delgadas, una técnica capaz de
Otro aspecto tenido en cuenta en esta evaluación proporcionar una información mineralógica y tex-
de la Arqueometría cerámica andaluza es el de la tural de gran relevancia. Dentro del grupo de las
aplicación de las distintas técnicas de análisis (com- técnicas mineralógicas, el uso de la espectrometría
posición, procedencia de materias primas, cuestio- de infrarrojo es mucho menos frecuente. El segun-
nes tecnológicas, dataciones, etc.) al objeto de in- do grupo (30% del total) está formado por técnicas
tentar identificar pautas en su utilización o en los de análisis de composición química como espec-
principales temas a los que han sido aplicadas, bus- trometría de absorción atómica, espectrometría por
cando asimismo posibles tendencias en su evolu- fluorescencia de rayos X o espectrometría de emi-
ción a lo largo del tiempo. De cara a simplificar el sión atómica con plasma acoplado por inducción,
recuento y presentación de los datos, se han distin- mientras que el análisis de activación neutrónica y
guido entre tres posibles categorías de técnicas, la espectrometría con radiación ultravioleta/visible
mineralógicas, de composición química y de pro- aparecen en menos estudios. Las técnicas de carac-
piedades físicas, cada una de las cuales proporciona terización de propiedades físicas (14%), que inclu-
información sobre un aspecto particular de las ce- ye análisis térmico, porosidad, densidad, caracte-
rámicas arqueológicas (Barclay 2001). La frecuen- rización cromática y propiedades físicas, parecen
cia relativa de este amplio grupo de técnicas se ha ser menos utilizadas.
registrado junto a los detalles de las técnicas indi- Por lo que se refiere a la combinación de técni-
viduales aplicadas (Tab. 8 y Figs. 11 y 12). cas, en principio es positivo constatar que sólo un
Las técnicas de caracterización mineralógica número pequeño de estudios aplica una sola técni-
son, con mucho, las más aplicadas, representando ca, normalmente la difracción de rayos X. Sin em-
aproximadamente el 56% de los análisis llevados bargo (siguiendo los grupos de técnicas detallados
a cabo. Las tres técnicas más frecuentemente apli- en la tabla 8), en torno de una cuarta parte de los
cadas (observación visual y microscópica, difrac- estudios de la muestra aplican solo técnicas de ca-
ción de rayos X y petrografía de láminas delgadas) racterización mineralógica, sin el apoyo del análi-

Tab. 8. Lista de técnicas aplicadas a las muestras incluidas en el estudio.

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24 Tomás Cordero Ruiz et al.

Fig. 12. Distribución porcentual de los tres principales gru-


pos de técnicas.

Fig. 11. Recuento de técnicas analíticas por grupo (minera- Fig. 13. Evolución de la frecuencia de empleo de las prin-
lógicas, compositivas y tecnológicas) y número de aplica- cipales técnicas mineralógicas y compositivas.
ciones.

sis de composición química y de propiedades físi- Es, por ejemplo, el caso de la difracción de rayos X
cas. Aproximadamente el 40% de los estudios com- en los periodos 1983-1987 y 1988-1992. De hecho,
binan técnicas de caracterización mineralógica y la difracción de rayos-X se confirma como la téc-
compositiva, mientras que el 26% combinan las nica más importante de la Arqueometría cerámica
técnicas de los tres grupos. independientemente del año de publicación, sien-
Finalmente, se ha intentado evaluar la evolución do aplicada en prácticamente todos los artículos de
de la frecuencia de empleo de las principales técni- nuestra muestra (excepto dos). Las técnicas como
cas mineralógicas y compositivas en el periodo la petrografía de lámina delgada y microscopía de
entre 1983 y 2002. Al haberse registrado, por cada barrido electrónico despliegan una marcada progre-
periodo de cinco años, un número de estudios dife- sión a lo largo del período del estudio, aunque en-
rentes, y por tanto un número variable de casos de tendemos que la potencialidad de la primera no ha
empleo de las distintas técnicas (proporcional al sido lo suficientemente valorada. En el extremo
número de estudios publicados), la frecuencia de contrario tenemos el análisis por activación neutró-
empleo de las diferentes técnicas ha sido presentada nica, que aparece utilizado de forma puntual en la
como un índice (número de empleos/número de segunda mitad de los 1980 para cerámicas prehis-
estudios) para reflejar la importancia relativa de los tóricas de Valencina de la Concepción (Sevilla)
métodos individuales (Fig. 13). Este índice tiene, (González Vilches et al. 1988) y para el estudio de
naturalmente, un valor máximo de 1 en aquellos las excepcionales cerámica micénicas de Llanete de
casos en que, dentro de un periodo dado, una técni- los Moros (Montoro, Córdoba) (Mommsen et al.
ca concreta ha sido empleada en todos los estudios. 1990; Martín de la Cruz, 1990), sin que haya teni-

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LA ARQUEOMETRÍA DE MATERIALES CERÁMICOS 25

do luego presencia o continuidad en los estudios de dios, es que la gran mayoría de las publicaciones
Arqueometría cerámica andaluza. Otras técnicas abordan el estudio de muestras de un yacimiento
como la fluorescencia de rayos X, la de la espectro- único, sin incluir valoraciones comparativas (de
metría de plasma acoplado inductivamente y la es- carácter diacrónico o sincrónico) con otros yaci-
pectrometría de infrarrojos se introdujeron en la mientos o (por ejemplo) con muestras procedentes
década de los noventa. de depósitos de arcilla.
3) La gran mayoría (tres cuartas partes) de los
estudios de Arqueometría cerámica andaluza tratan
4. CONCLUSIONES de materiales prehistóricos o protohistóricos, mien-
tras que los de época romana (una cuarta parte) se
A partir de la información referida en las seccio- encuentran bastante por debajo, y los de época
nes precedentes es posible plantear algunas valora- medieval o post-medieval son muy minoritarios.
ciones relativas a la relación entre la Arqueología Dada la distribución relativa de los yacimientos de
y la Ciencia de Materiales en Andalucía y, por ex- estos grandes bloques cronológicos en el registro
tensión, en España. arqueológico andaluz, ello supone una sobre-repre-
1) En el periodo estudiado se detecta un claro y sentación de los materiales prehistóricos y una sub-
sostenido aumento del número de publicaciones representación de los de época clásica. Este des-
científicas en este campo, lo que revela la génesis equilibrio podría explicarse como producto de
y establecimiento de un campo de investigación ciertas diferencias en la configuración disciplinar
que hace 20 años era casi inexistente en nuestro entre la Arqueología prehistórica y la Arqueología
país. Algunos indicios, sin embargo, sugieren que clásica, donde la primera es más receptiva a las in-
este proceso es insuficiente e irregular. Por un lado, novaciones de carácter científico por su mayor vin-
la distribución de publicaciones por año (de por sí culación con las ciencias naturales y medioambien-
bastante limitada), es bastante variable, dependien- tales. El bajo número de estudios de materiales
do mucho de la ocasional publicación de actas de cerámicos medievales se corresponde perfectamen-
congresos, lo que sugiere que no hay una produc- te con el escaso desarrollo que la propia Arqueolo-
ción bibliográfica constante y fluida. Además, una gía medieval tiene en la comunidad autónoma an-
buena parte de las publicaciones se dan como par- daluza.
te de memorias e informes de excavaciones arqueo- 4) En lo que se refiere a la naturaleza funcional
lógicas donde la Arqueometría (como otros estu- de los yacimientos de los que proceden las muestras
dios de carácter multidisciplinar, por ejemplo estudiadas, se han detectado igualmente algunas
arqueozoológicos o arqueobotánicos) ha sido a tendencias significativas. Por una parte hay un
menudo relegada a una peculiar sección de “apen- masivo predominio de materiales cerámicos proce-
dices” (supuestamente “técnicos” o “científicos”) dentes de contextos de asentamiento y una equiva-
que parece llevar implícita la noción de que el es- lente sub-representación de materiales hallados en
tudio de materiales no es algo intrínsecamente ar- contextos funerarios, con un porcentaje intermedio
queológico, lo cual, dentro del viejo debate relati- de muestras procedentes de lugares de producción
vo a la configuración epistemológica de la (esencialmente alfares). Similarmente, son prácti-
Arqueología (Vila i Mitjà y Estévez Escalera camente inexistentes los trabajos que aportan una
1989:274) supone un enfoque que empobrece enor- comparación sistemática de muestras procedentes
memente el futuro de la/s ciencia/s arqueológica/s. de distintos contextos funcionales, buscando posi-
2) La distribución geográfica (por provincias) de bles diferencias tecnológicas entre las cerámicas
los yacimientos arqueológicos de los que proceden utilizadas para distintas funciones (almacenamien-
las muestras estudiadas es irregular, con presencia to, cocinado, transporte, metalurgia, ajuares fune-
predominante (por número de muestras y yacimien- rarios, etc.). En conjunto, la gran mayoría de las
tos estudiados) de las provincias que albergan los publicaciones incluidas en este estudio incluyen
dos centros universitarios principales de la comu- algunos datos básicos de contextualización arqueo-
nidad autónoma (Sevilla y Granada), o que se han lógica de las muestras, tales como nombre, situa-
visto influidas por la investigación desarrollada ción geográfica y clasificación cronológica y fun-
desde uno de ellos (Almería). Otro hecho constata- cional básica del yacimiento, número de muestras
do, e interesante a nivel epistemológico en relación estudiadas, asociaciones de materiales arqueológi-
con el contexto geográfico y territorial de los estu- cos, etc. Ejemplos como el trabajo de Mosquera

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26 Tomás Cordero Ruiz et al.

Díaz et al. (2001), sobre aplicación de porosimetría dada dentro del cuerpo disciplinar, presentando
de intrusión de mercurio a cerámicas de cronología problemas importantes. Posiblemente, el más in-
tartésica, donde ni tan siquiera se cita el nombre del soslayable de estos problemas es la existencia de
yacimiento del que proceden las muestras, son ra- una coordinación bastante pobre entre el análisis
ros. Sin embargo, pocos estudios proporcionan una arqueométrico de los materiales cerámicos y la in-
verdadera profundidad de detalle sobre los contex- terpretación resultante en cuanto a pautas de con-
tos de los que proceden las muestras (arquitectura, ducta humana (es decir, aprovechamiento de recur-
estratigrafía, asociaciones artefactuales), lo cual sos, procesos y técnicas de trabajo y manufactura,
supone un cierto riesgo de desconexión entre la lec- variabilidad funcional, intercambio de artefactos
tura arqueométrica de los materiales prehistóricos acabados, significado social, ideológico y simbó-
y antiguos y sus respectivos contextos arqueológi- lico de los objetos, variabilidad espacial y tempo-
cos. Igualmente, se detecta una cierta tendencia a ral, etc.). Muestreos numéricamente insuficientes,
limitar las publicaciones a una descripción empírica descontextualización territorial, inexistencia de
de los resultados analíticos, abordando solo super- análisis comparativos de contextos funcionales
ficialmente (o no abordándola en absoluto) la sig- múltiples y descriptivismo generalizado son algu-
nificación de los materiales dentro de su contexto nas de las manifestaciones de este problema.
cultural. Este desfase entre Arqueometría y Arqueología
5) La presentación explícita de la estrategia de podría en parte justificarse o explicarse por la rela-
investigación y muestreo, así como el conjunto de tiva “juventud” de la colaboración entre científicos/
problemas a que se pretende dar respuesta (es decir, as y arqueólogos/as dentro de la Arqueología anda-
los objetivos específicos de los análisis de arqueo- luza (y posiblemente española por extensión). Pero
metría), es bastante infrecuente, lo cual constituye creemos que ello supondría incurrir en un exceso de
una de las principales debilidades del conjunto de autocomplacencia. La realidad es que existe una
publicaciones evaluadas. En contraste, los procedi- incomunicación entre la (in)definición de los pro-
mientos técnicos de los análisis son generalmente blemas a resolver arqueológicamente (en términos
bien detallados en las publicaciones, reflejando así de comportamiento social), y el empleo de un sofis-
más preocupación por las técnicas de análisis que ticado arsenal de técnicas físico-químicas con las
por el armazón teórico y metodológico dentro del cuales los/as arqueólogos/as no están demasiado
cual son aplicadas. Las técnicas de caracterización familiarizados. Los problemas arqueológicos apa-
mineralógica son las más empleadas con diferencia recen, con frecuencia, pobremente formalizados (o
(56% de los estudios), seguidas por el grupo de téc- formulados) en términos teóricos y metodológicos,
nicas de análisis de composición química (30%) sin que se definan las implicaciones contrastadoras
mientras que las que hemos denominado de carac- de las hipótesis planteadas y las subsiguientes po-
terización de propiedades físicas son más minorita- sibilidades de corroboración de acuerdo con el al-
rias (14%). Naturalmente se observa una importante cance y limitaciones de datos y técnicas científicas.
pauta de evolución temporal en las técnicas, según Por ello, como ya se ha dicho (Ramos Muñoz et al.
han ido siendo perfeccionadas: la difracción de ra- 1997:225), existe un cierto riesgo de que la arqueo-
yos X constituye una técnica de aplicación casi uni- metría se esté utilizando dentro de la Arqueología
versal, mientras que otras técnicas como la fluores- andaluza como ropaje con el que revestir (ocasio-
cencia de rayos X, la espectrometría de plasma nalmente) de un cientifismo más aparente que real
acoplado inductivamente y la espectrometría de una Arqueología tradicional más centrada en los
infrarrojos aparecen más recientemente a partir de objetos que en las vidas de los seres humanos y
la década de los 90, en función del incremento de la poco dispuesta a formalizar (y enriquecer) sus es-
disponibilidad de instalaciones científicas en los trategias de investigación.
medios universitarios. La petrografía de lámina Esperamos que las constataciones formuladas en
delgada, en cambio, constituye un ejemplo de infra- las páginas precedentes contribuyan a una reflexión
utilización recurrente de una técnica de gran interés cualificada sobre uno de los procesos de renovación
y potencial analítico. más profundos e irreversibles que ha experimenta-
En general, la conclusión de este estudio es que do la Arqueología en su breve historia, un proceso
la arqueometría de materiales cerámicos ha expe- que probablemente nos conduzca en el futuro a un
rimentado un notable crecimiento dentro de la Ar- noción epistemológica amplia y enriquecedora de
queología andaluza, aunque dista de estar consoli- nuestra disciplina: el de ciencias arqueológicas.

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LA ARQUEOMETRÍA DE MATERIALES CERÁMICOS 27

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Apéndice 1.

YACIMIENTOS Y MUESTRAS INCLUIDAS EN EL ESTUDIO

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Apéndice 2.

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