Diversos Orígenes de La TL en Colombia
Diversos Orígenes de La TL en Colombia
Diversos Orígenes de La TL en Colombia
KairEd (Colombia)
Obvio, es una mirada reducida ver solo un hilo de los muchos que entreveraron el
tejido teológico multicolor. Es necesaria una mirada más amplia, diversa y plural
del origen y desarrollo de nuestra reflexión teológica. Es lo que ha comenzado a
hacerse a partir de la nueva “generación activa sentipensante” 1 de teólogas y
1
Tomo este concepto de Orlando Fals Borda refiriéndose a la generación que despunta con el siglo XXI,
capaz de asumir liderazgos a partir de prácticas y conocimientos de las generaciones anteriores,
articuladoras del paradigma crítico sentipensante. En, Orlando Fals Borda, 2005, Desde las bases con la
teólogos forjada en medio de la larga “noche oscura” de los 90, “provocada en
gran medida por la involución de la Iglesia Católica, la crisis de los socialismos, el
desarrollo y la implantación de las políticas neoliberales y la globalización” 2.
Generación portadora de nuevas miradas, practicas, sensibilidades, lenguajes,
metodologías, discursos, lugares, preguntas y desafíos; resignificadora y re-
creadora del quehacer teológico y de la memoria teológica colectiva. Es una
generación que comenzó a cuestionar y repudiar la invisibilidad de las mujeres en
la narrativa fundacional de la teología de la liberación, a recuperar y resaltar la
producción laical de colectivos ecuménicos estudiantiles y juveniles en la década
del 60, a manifestar inconformidad por la ausencia de temas como sexualidad
humana, diversidad religiosa, ecología, arte, cuerpo, ciudad, espiritualidad, familia,
salud, etc. De manera crítica se expresó a mitad de la década del 90 en la Cuarta
Jornada Teológica organizada por CETELA (Comunidad de Educación Teológica
Ecuménica Latinoamericana-Caribeña) en Colombia en 1995, con el fin de
propiciar un diálogo entre la generación de “los padres” y la generación de “los
hijos” y de la cual se publicó el libro “Por una sociedad donde quepan todos”
(1996)3.
Uno de los jóvenes presbiterianos a los que tanto Shaull concentró su atención
formativa fue Orlando Fals Borda, quien años después, y gracias a las huellas
dejadas por Shaull en su formación juvenil, llegaría a ser uno de los fundadores de
la sociología crítica latinoamericana. De él dirá Fals:
“El pastor de la Iglesia era Richard Shaull…él tiene una concepción muy
distinta de pastor, y le dio esa dimensión social juvenil a la Iglesia, que
muchas personas todavía recuerdan en Barranquilla porque fue como una
especie de motor transformador del pensamiento y la acción de la Iglesia. El
Centro Juvenil Presbiteriano –CJP- tiene actividades culturales y deportivas
(…). A través del CJP logré que la Iglesia Presbiteriana hiciera una proyección
sobre la sociedad barranquillera y costeña y allí es donde encajan todas estas
actividades no religiosas, entonces es una especie de iglesia laica muy
abierta, muy tolerante y ecuménica…”7.
Shaull regresa en 1950 a los Estados Unidos con la necesidad de continuar sus
estudios teológicos, lo que hace en el Seminario Unido de Nueva York. Fals Borda
no se hará pastor ni estudiará teología tras los pasos del joven teólogo y pastor
Shaull, será, después de su formación sociológica en Estados Unidos, uno de los
fundadores, junto con Camilo Torres Restrepo, de la Facultad de Sociología de la
Universidad Nacional de Colombia en 1959. Caso distinto pero de la misma
experiencia eclesial, será Gonzalo Castillo Cárdenas, otro de los jóvenes
presbiterianos, quien motivado por el testimonio de Shaull, se convertirá como
teólogo, después de estudiar en el Seminario Evangélico de Matanzas (Cuba), en
uno de sus continuadores. Hizo su tesis doctoral en teología en Nueva York en la
Universidad de Columbia sobre el profetismo indígena en la obra “Los
6
Richard Shaull, 1985, De dentro do furacão. Richard Shaull e os primórdios da Teologia da Libertação. CEDI,
São Paulo, p. 187
7
Lola Cendales, Fernando Torres, Alfonso Torres, 2005, “One sows the seed, but it has its own dynamics. An
interview with Orlando Fals Borda”. International Journal of Action Research, Volume 1, Issue1, Mering
(Germany), p. 11
pensamientos del indio que se educó dentro de las selvas colombianas” (1939) de
Manuel Quintín Lame8 titulada: Liberation Theology from Below: The Life and
Thought of Manuel Quintin Lame, luego participará en la fundación de la Rosca de
Investigación y Acción Social y del Comité de Defensa del Indio junto con Fals
Borda y Augusto Libreros.
8
Información suministrada por Gonzalo Castillo en entrevista concedida al autor en Bogotá el 13 de agosto
de 2010.
9
Los datos del profesor Noel Olaya son tomados de la entrevista dada al historiador Sigifredo Romero el 31
de julio de 2009 y la concedida a Sandra Liliana Caicedo y Fernando Torres Millán en marzo de 2012.
teología social y de renovación bíblica-litúrgica que animará la convocatoria y el
desarrollo del Concilio Vaticano II10.
Con Mario Peresson podemos afirmar que en Camilo Torres, su reflexión teológica
está inseparablemente unida a su carácter sacerdotal y vinculada a su condición
de sociólogo, de educador y de político revolucionario. Su teología del evangelio
del amor eficaz está a la base y es el fundamento y la motivación de su radical
testimonio cristiano.11 Peresson señala como rasgos característicos de su
reflexión teológica:
12
Camilo Torres Restrepo, 1965, Mensaje a los cristianos. Periódico Frente Unido, N° 1, Agosto 26. Bogotá.
13
Información sobre Golconda son tomadas de Sigifredo Romero, “Golconda: cristianismo revolucionario”,
en Fernando Torres Millán (Comp.),2013, De Camilo a Golconda. Proyecto Memoria Histórica, Bogotá; y de
la tesis de maestría de Néstor Camilo Garzón, 2015, El grupo Golconda y su presencia en los barrios
populares de Bogotá. Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá.
Torres y del Frente Unido: los curas camilistas de la Arquidiócesis de Bogotá
encabezados por René García y Luis Currea, las religiosas y profesoras del
colegio Marymount encabezadas por Leonor Esguerra, Pilar Gómez, Claudia
Ortíz y la profesora norteamericana Carol O´Flynn; y el grupo de estudiantes
encabezado por el matemático marxista Germán Zabala. Los primeros desarrollan
una importante acción pastoral en las parroquias de los barrios Florencia, La
Florida, Soledad Norte, Meissen, Galán, Areneras de Usaquén, Altamira. Las
segundas, inconformes con el colegio de niñas pudientes del norte de Bogotá lo
reforman y abren otro en el barrio Galán, al sur de Bogotá, con orientación
participativa para las hijas de obreros y obreras en 1966. El profesor Zabala y los
estudiantes desarrollan, también desde 1966, una novedosa experiencia
pedagógica, el Modelo Educacional Integral MEI, en el Instituto Central
Colombiano, colegio de propiedad de la familia Zabala. La riqueza y originalidad
de Golconda es la articulación de estas tres prácticas en los barrios populares de
la ciudad como locus theologicus privilegiado y base social urbana donde
consolidar el sueño revolucionario de Camilo: la unidad política, pedagógica y
espiritual de la “clase popular”. Sigifredo Romero identifica tal confluencia de
diversidades como “un conjunto de diferentes respuestas a las mismas
preguntas”14.
14
Sigifredo Romero, 2013,
¿Cuál es el meollo de esa metodología de pastoral militante que tanto llamó la
atención en el primer encuentro de Golconda? Es una síntesis del ver-juzgar-
actuar del jocismo belga (metodología de la Juventud Obrera Católica JOC) con el
ir-llegar-volver de la acción política maoísta resignificado por Germán Zabala. Noel
Olaya elaborará una conceptualización teológica trinitaria de tal síntesis:
encarnación en la medida que se conoce, se comparte, se hace “uno más”, un ver-
oler-oír-sentir registrado y estudiado en el diario de campo para llegar a
comprender y conocer la estructura; revelación como devolución del conocimiento
a la comunidad para verse, concientizarse y conocerse a sí misma, y así,
comprendiéndose a sí misma, decida moverse a ser protagonista de su futuro.
Esto es ya resurrección, que es movilización transformadora. La síntesis
metodológica es expresada teológicamente: “encarnación-revelación-
resurrección”, para entender desde el punto de vista de la fe el proceso por medio
del cual se llega a la integración y la concientización de la comunidad.
Es así como, a partir de 1950, en sus diversos viajes al interior del país empieza a
motivar e invitar a jóvenes señoritas de Bogotá, Manizales, Medellín y Cali. Nace
15
Sigifredo Romero, Ibíd.,
16
Información tomada de la entrevista de Olga Lucía Alvarez con Sandra Liliana Caicedo y el autor el día 22
de julio de 2012 en Bogotá.
17
Cita de Gerardo Jaramillo González, 2012, Monseñor Valencia, obispo de los pobres. Misioneros Javerianos
de Yarumal, Medellín.
el movimiento “Unión Femenina Misional-UFEMI” que se consolidará cuando
Valencia Cano asume como Vicario Apostólico de Buenaventura a partir de 1953.
Olga Lucía Alvarez escucha el llamado que hace Mons. Valencia en Medellín para
vincularse a la misión de Buenaventura. Allí vivirá la experiencia junto con sus
compañeras en las aldeas indígenas y afro del litoral del Pacífico. Después, en
1965, irá a especializarse en Catequesis Superior al Instituto de Catequesis
Latinoamericana ICLA que el CELAM había organizado en Manizales. Va luego un
tiempo a la misión indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta desde donde es
llamada por Mons. Valencia para trabajar como su secretaria en Buenaventura. En
abril de 1968 el Departamento de Misiones del CELAM, cuyo presidente era
Mons.Valencia, organiza el Primer Encuentro Continental de Misiones en Melgar
(Tolima, Colombia). El equipo de UFEMI de Buenaventura asume la secretaría de
tal evento, y de ahí continuarán con un servicio similar en la II Asamblea General
del Episcopado Latinoamericano en Medellín. Olga Lucía está ahí junto a dos
compañeras de UFEMI: Beatriz Montoya y Helena Yarce; y no están ahí de
manera pasiva: es el equipo de secretaría de la Asamblea del CELAM coordinado
por la Hna. María Agudelo, religiosa de la Compañía de María, última instancia
donde finalmente se filtra “lo que va a quedar”.
18
Entrevista de Rafael Avila con Sandra Liliana Caicedo y el autor el 17 de abril de 2012 en Bogotá.
acompañamiento intelectual y espiritual, la admiración por Camilo Torres, la
vinculación al Movimiento internacional de Estudiantes Católicos MIEC y la
Juventud Estudiantil Católica Internacional JECI y la lectura de su revista
“Víspera” de Montevideo (Uruguay), el impacto dejado por el grupo de dominicos
progresistas colombianos de la revista “Actualidad Cristiana” que lo introducirá a la
teología dominicana europea de vanguardia representada por Chenu, Benoit y
Congar, le llevará, junto con su admirable espíritu de búsqueda y curiosidad
selectiva, a forjar paulatinamente el lenguaje y el mapa de “La Liberación”. Este
es el comienzo de lo que más tarde, después de concluir su licenciatura en
teología, tomará forma en la elaboración de los cuatro manuales críticos de
educación religiosa para los colegios de secundaria: “El Misterio de la Historia”,
“Cristo en Acción”, “Fraternidad Universal”, y “La liberación”. Podríamos decir que
nos encontramos frente a una expresión de la teología de la liberación que en el
campo de la educación religiosa escolar de adolescentes y jóvenes dio
continuidad al camino del “Amor Eficaz” abierto por Camilo Torres.
19
Rafael Avila, 1970, La Liberación. Texto de religión para el 4° año de enseñanza media. Voluntad, Bogotá.
de ser laico por vocación a la manera de Maritain, Gilson, Mounier; quería mirar
desde abajo. Con este cambio de mirada, cambiaba la perspectiva hermenéutica
de la interpretación. América Latina estaba despertando a una nueva conciencia
de su situación e identidad y era necesario iluminarla con la sabiduría del
Evangelio, para que el mensaje, en lugar de ser opio para adormilar la conciencia
de la gente, fuera más bien un elemento concientizador y dinamizador de
procesos liberadores. Este es el meollo de la novedad hermenéutica: ponerse en
una perspectiva diferente a la del magisterio eclesiástico colombiano que no
asumió la renovación del Concilio Vaticano II, como laico y desde abajo. Y desde
ahí, presentar una educación religiosa de otra manera a la que durante siglos
imperaba en Colombia, que no fuera alienante sino liberadora.
La dedicatoria del texto es una buena síntesis del nuevo giro hermenéutico
producido. Dice así: “Este libro está dirigido a nuestro hermano el hombre de
América Latina, a quien queremos anunciar la Buena Nueva de la liberación para
iluminar y urgir su proceso de liberación con la palabra liberadora del Evangelio”.
El hecho de mencionar tres veces la palabra “liberación” en esta breve dedicatoria
dice mucho acerca de lo que significa este hecho en el nuevo contexto
latinoamericano de los años sesenta. Un hecho crucial que re-lee a la luz de la
experiencia bíblica, considerándola como experiencia liberadora paradigmática.
Re-lee toda la Biblia desde los hechos de liberación que irrumpe en el presente del
pueblo colombiano. La propuesta metodológica transcurre así: cada lección ofrece
un estudio bíblico, un cuestionario, una lectura para la reflexión y una revisión de
vida.
Seguir…
Las anteriores experiencias son las que he podido investigar, algunas otras de la
década del 60 están pendientes para un posterior trabajo, como: Los Equipos
Universitarios de Medellín y de Cali junto con el trabajo de asesoría del sacerdote
catalán Buenaventura Pelegrí, el Instituto Colombiano de Desarrollo Social
ICODES bajo la dirección de Gustavo Pérez Ramírez, el movimiento laical
“Inquietudes” de Bogotá, el éxodo de las Clarisas del monasterio de Montería a los
barrios de Cartagena con el liderazgo de María Eugenia Velandia, las Asambleas
Familiares del Congreso Eucarístico de Bogotá, entre otras.
La década del 70 con toda la fuerza renovadora de la década anterior, pero con el
acecho del movimiento anti-teología de la liberación articulándose
estratégicamente, despliega nuevas perspectivas en experiencias de significativo
impacto que merecen una investigación mayor, tales como: el Centro Popular
Meléndez con la dirección de Carmiña Navia, la Misión Claretiana del Chocó con
la animación de Gonzalo de la Torre, el Plan de Catequesis Liberadora “Denuncia-
Encuentro” de los salesianos impulsado por Mario Peresson, del movimiento
Sacerdotes para América Latina SAL, los Cristianos por el Socialismo CPS, el
Instituto de Pastoral Latinoamericana de la Juventud IPLAJ, el Centro de
Investigación y educación popular CINEP de los jesuitas, los textos de Edgar
Beltrán sobre pastoral de conjunto y los de Jesús Andrés Vela sobre Comunidades
Eclesiales de Base, el movimiento de Cooperadores Laicos Campesinos de
Caquetá con el acompañamiento de Graciela Uribe y las religiosas Bethlemitas, la
Organización Femenina Popular OFP de Barrancabermenja, el “Curso de
Pastoral” de la Casa de la Juventud de los jesuitas, las primeras Comunidades
Eclesiales de Base que nacen en diferentes partes del país, la mayoría con la
animación de religiosas.