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3.
La globalización y la administración
3.1. El significado de globalización
3.2. Globalización y competitividad 3. La globalización y la administración
La Globalización es un fenómeno que está acompañado por la
integración de los mercados convirtiéndolos en internacionales como resultado de la liberación del comercio internacional, la ampliación de la competencia y el impacto de las tecnologías de información y comunicación a escala mundial, incrementándose en los últimos años una red de tratados y acuerdos comerciales establecidos por los diferentes gobiernos que a su vez ha permitido a las empresas hacer negocios con mayor facilidad y menores restricciones. Debido a esto las empresas deben de saber administrar sus recursos en un ámbito global. La administración internacional se concentra en las operaciones que realizan las empresas internacionales en los países anfitriones enfocándose a transacciones que incluyen las transferencias de bienes y servicios, tecnología, conocimientos administrativos y de capital. La operación en diferentes países no es suficiente, es importante resaltar que cada organización debe adaptarse a las necesidades nacionales e incluso locales del país anfitrión, por lo tanto el aspecto cultural juega un papel importante en las decisiones estratégicas de la organización pero las tácticas comerciales se deben adaptar a los ambientes nacionales y locales. 3.1. El significado de globalización
El término globalización fue acuñado en la década de los ochenta para
intentar describir el avance en la internacionalización e integración de los mercados. En concreto, la globalización se puede definir como el proceso mediante el cual los bienes y servicios, el capital, el trabajo, la información y la tecnología o, de forma más genérica, las ideas pueden moverse libremente a través de las fronteras. En términos generales, la globalización es un movimiento acelerado de bienes económicos a través de las barreras regionales y nacionales. Este intercambio incluye personas, productos y sobre todo, las formas tangibles e intangibles de capital.
El efecto inmediato de la globalización es la reducción de la distancia
económica entre países y regiones, así como entre los actores económicos mismos, incrementando de este modo, las dimensiones e interdependencia de los mercados. Los nuevos desafíos globales tienen una gran incidencia en los territorios y sociedades trayendo como consecuencia una mayor complejidad e incertidumbre con relación a su desarrollo futuro.
Este fenómeno real, pone en desigualdad de condiciones a los países,
favoreciendo aquellos que tienen un mayor desarrollo científico- técnico, nivel cultural y disponibilidad de recursos, etc. En esencia la globalización es un proceso objetivo con carácter histórico y obedece a la integración de las economías y las sociedades, las nuevas tecnologías, las nuevas relaciones económicas y las políticas nacionales e internacionales, las empresas, los trabajadores y la sociedad civil. Pueden verse variadas dimensiones con un alcance social importante que hacen referencia al impacto de este proceso en la vida y el trabajo de las personas, sus familias y sus sociedades. 3.2. Globalización y competitividad
La competitividad es un tema importante para muchos países y
empresas. La Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico (OCDE) define la competitividad como “el grado en que un país puede, bajo condiciones de mercado libre y justo, producir productos y servicios que pasan el test de los mercados internacionales, mientras que simultáneamente mantiene y expande los ingresos reales de su pueblo en el largo plazo” (Walter, E., 1995). Esto sólo puede lograrse bajo un régimen de incremento de la productividad. La economía de globalidad se caracteriza por la explotación de las ventajas comparativas de las naciones y la integración de éstas a la gestión global de la cadena de valor. También se caracteriza por una tendencia a la competitividad en el desempeño entre países y empresas e incluso entre unidades al interior de éstas.
El objetivo es eficiencia de costos y productividad del valor agregado.
Los factores de producción de esta economía son muy flexibles y pueden desplazarse fácilmente de un lugar a otro. Es una estrategia que busca combinar poder y agilidad. La propiedad de la cadena de valor ya no es más la prioridad: lo que importa es quién la controla y gestiona. Pese a que, por lo general, la economía de proximidad es considerada de eficiencia relativa en términos de mercado y costos, ella genera empleo y servicios a nivel local y, por tanto, desempeña un importante papel. Se ha producido un gran avance en ese proceso de globalización y, aunque muchos puedan sorprenderse, este mayor nivel de globalización ha ayudado a muchos países. Esto es debido a que han podido apropiarse de alguno de los beneficios potenciales que se desprenden del mismo. Entre esos beneficios potenciales se pueden mencionar:
• Mayor apertura que facilita la inversión extranjera directa, de
manera que se contribuye al crecimiento mediante la estimulación de la demanda de inversión y mejorando la eficiencia y la productividad, debido a la posibilidad de acceder a nuevas tecnologías, o mejorando el conocimiento aplicado a la producción. • Una mayor movilidad del capital permite una mejor diversificación de las carteras de activos y una suavización del consumo mediante el préstamo y el crédito. Además, los productores pueden diversificar los riesgos en los diferentes mercados de capitales mundiales pudiendo invertir en proyectos más arriesgados y que le reportan un mayor rendimiento, favoreciendo, como muestra el crecimiento económico. En este sentido, la mayor movilidad del capital puede acelerar la convergencia al estado estacionario. • La facilidad de acceso de los bancos extranjeros a los sistemas financieros nacionales mejora la eficiencia de los procesos de intermediación financiera, reduce los márgenes de beneficio de la banca, los costes de inversión y, por tanto, eleva el crecimiento.
• Ganancias derivadas de la apertura comercial, tanto estáticas como
dinámicas. Las ganancias estáticas se producen por el hecho de que un mayor grado de apertura comercial permite que los recursos productivos se reasignen hacia actividades en las que tengan ventaja comparativa, es decir, que vayan hacia actividades comparativamente con una mayor eficiencia y se abandonen las actividades menos eficientes Bibliografía • Pallmall, A. O. (2015). Globalización y gobierno global. Sevilla, ES: Ediciones Alfar S.A.
• Reques, V. P. (2014). Un mundo asimétrico: cambio demográfico,
globalización y territorio. Madrid, ES: Editorial de la Universidad de Cantabria.