EDAFOLOGIA
EDAFOLOGIA
EDAFOLOGIA
TRABAJO DE INVESTIGACION IV
EDAFOLOGIA
Alumna:
Isabella Becerra.
C.I 28429116.
¿Explique la influencia del Ph, sobre las características físicas, químicas y biológicas del suelo? 2
CONCLUSIONES...........................................................................................................................9
BIBLIOGRAFIA.............................................................................................................................9
1. ¿Explique la influencia del Ph, sobre las características físicas, químicas y biológicas
del suelo?
El pH es una de las propiedades fisicoquímicas más importante en los suelos, ya que de él depende la
disponibilidad de nutrientes para las plantas, determinando su solubilidad y la actividad del
microrganismo, los cuales mineralizan la materia orgánica. También determina la concentración de
Iones tóxicos, la CIC y diversas propiedades importantes que en últimas apuntan a la fertilidad del suelo.
Influencia del pH sobre los diferentes elementos en el suelo, y otras características:
Fósforo: Si el pH es ácido, la solubilidad del aluminio y del hierro es alta. Estos compuestos
precipitan con el fósforo como compuestos insolubles. En pH alcalino, es decir, superior a 7.5, el
calcio aumenta su solubilidad y reacciona con los fosfatos precipitándolos y formando
compuestos insolubles como la apatita; por lo tanto, el fósforo presenta su mayor disponibilidad
con pH entre 6.5 y 7.5, siendo en ese rango donde se presenta la mayor mineralización de
compuestos de fósforo orgánico y mineral.
Azufre: Se presenta en forma asimilable como SO4. A pH ácidos, éstos reaccionan y son
absorbidos por el hierro y el aluminio haciéndolos inasimilables por parte de las plantas. La
elevación del pH a valores cercanos a la neutralidad aumenta la disponibilidad del azufre, ya que
se favorecen las reacciones biológicas y la solubilidad de los compuestos inorgánicos que
contienen este elemento; el pH óptimo está entre 6 y 8.
Boro: Incrementos en el pH limitan la solubilidad del boro. Por lo tanto, la mayor solubilidad de
éste se presenta en pH entre 5 y 7, debido a que con valores mayores reacciona con compuestos
orgánicos.
En términos generales se considera como suelo con problemas de acidificación aquel que
presenta un índice de pH por debajo de 6. Existen varios métodos que permiten calcular la
necesidad de correctivo a emplear para lograr la rehabilitación de suelos ácidos. Los más
rudimentarios se basan en recomendaciones de producto comercial a aplicar por hectárea según
el valor de pH medido en suelo (sea éste actual o potencial) y la textura. Estos parámetros no
permiten un cálculo preciso del requerimiento de cal para modificar la acidez.
De mayor precisión son los métodos basados en el poder tampón (buffer) del suelo. El
requerimiento teórico de correctivo puede ser determinado titulando la muestra de suelo con una
base valorada para determinar la cantidad de producto requerido para elevar el índice de pH
hasta un valor especificado. Ello explica por que los suelos arenosos que poseen una débil
capacidad reguladora requerirán menor cantidad de cal para cambiar el índice de pH.
Almacena y suministra los nutrientes para las plantas (macro y micronutrientes, incrementa la
capacidad de intercambio catiónico, la capacidad de intercambio aniónico y estabiliza la acidez
del suelo).
Estabiliza y mantiene las partículas del suelo en forma de agregados.
Ayuda a minimizar la compactación del suelo, favorece la infiltración de agua y reduce el
escurrimiento.
Facilita el crecimiento de los cultivos mediante la mejora de la capacidad del suelo para
almacenar agua. Mejora la dinámica del agua y del aire en el suelo mediante el incremento de la
porosidad, la capacidad de retención de agua y la resistencia a la sequía.
Aumenta la friabilidad del suelo que lo hace más fácil de trabajar y permite que las raíces de las
plantas puedan penetren mejor en el perfil y con menor gasto de energía.
Es la fuente de carbono y energía para los microorganismos del suelo que reciclan los
nutrientes.
Reduce los efectos ambientales negativos de los agroquímicos, metales pesados y otros
contaminantes.
Proporciona partículas de tamaño coloidal con carga negativa (humus), que tiene alta
capacidad de retener e intercambiar cationes nutritivos.
VALORES DE CE QUE
DETERMINAN LA
PRODUCTIVIDAD
AGRICOLA
CE Condiciones de salinidad y efecto sobre las plantas
<1 Suelo libre de sales. No existe restricción para ningún cultivo.
1-2 Suelo muy bajo en sales. Algunos cultivos muy sensibles pueden
ver restringidos sus rendimientos.
2-4 Suelo moderadamente salino. Los rendimientos de cultivos
sensibles pueden verse afectados en su rendimiento.
4-8 Suelo salino. El rendimiento de casi todos los cultivos se ve
afectado por esta condición de salinidad.
8 - 16 Suelo altamente salino. Solo los cultivos muy resistentes a la
salinidad pueden crecer en estos suelos.
>16 Suelo extremadamente salino. Prácticamente ningún cultivo
convencional puede crecer económicamente en estos suelos.
Con la mayoría de fertilizantes se están aportando sales, algunas más peligrosas que otras,
como ocurre con nitrato cálcico, fosfato sódico. La principal regla en fertilización de suelos
salinos es es fraccionar los abonados lo máximo posible. Especial precaución hay que tener con
los abonados de fondo y primeras coberteras, ya que las pequeñas plántulas son muy sensibles a
la salinidad.
Mediante lavados de recuperación, con la parcela sin cultivar, se aporta un gran volumen de
agua, manteniendo la lámina de agua de forma contínua durante varios días, con objeto de
transportar las sales al subsuelo de una forma drástica. El sistema más eficiente es el riego por
inundación, aunque también se podría emplear la aspersión.
Como labores en el terreno la principal es el subsolado, para conseguir romper los distintos
horizontes del suelo para hacerlo más permeable y mejorar el drenaje.
Si el problema es porque la capa freática esté demasiado cerca del suelo, la solución es
instalar un drenaje artificial que reduzca el ascenso por capilaridad.
Por último, y en el caso de aguas salinas, el problema se solventa mezclando varias fuentes
de agua en balsas reguladoras
CONCLUSIONES
Martínez, C. A.; Royo, A.; Aragüés, R. 1987. Tolerancia de la Cebada (Hordeum vulgare L.)
a la Salinidad. Ed. INIA. Madrid, España. 20 p.