Generación Del 27 Entre Tradición y Vanguardia

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1.3.

LA “POÉTICA” DE LA GENERACIÓN DEL 27: ENTRE TRADICIÓN Y


VANGUARDIA

Criterios de corrección específicos


El alumno habrá de demostrar sus conocimientos acerca de los fundamentos de
la poética de la llamada Generación del 27, doblemente inspirada por la tradición y
la vanguardia.
Podría señalarse la huella becqueriana y modernista en los inicios de su producción,
así como el influjo temprano de algunos autores ya consolidados (Juan Ramón
Jiménez, Ramón Gómez de la Serna).
En este sentido, debería abordarse la asimilación, por parte del grupo, de los principios
estéticos de las vanguardias europeas y de otras corrientes poéticas renovadoras. Así,
podría indicarse la matizada adopción de algunos de los presupuestos del surrealismo o
la oscilación de varios de sus autores hacia la poesía pura e intelectual, y su
consiguiente huida de un trasnochado sentimentalismo. Pero con igual motivo podría
insistirse en los límites de una supuesta «deshumanización», aclarando el compromiso
político de alguno de esos poetas en los albores de la Guerra Civil, o incluso la
nostalgia de aquellos conducidos al exilio y la visión angustiada de la realidad de los
que permanecieron tras la contienda en España.
Junto a la explicación de esa reseñada vocación vanguardista y universal, el
estudiante debería indicar la filiación de la Generación del 27 con la tradición poética
española, recordando la huella en sus autores de las formas, metros y temas tanto de
la poesía popular (la lírica de tipo tradicional, el Romancero), como de
algunos poetas clásicos de nuestro Siglo de Oro(Garcilaso, fray Luis de León,
Góngora, Lope de Vega, Quevedo...).
NO ES NECESARIO, sin embargo, que el alumno señale
la nómina de autores adscritos a dicho grupo, ni las circunstancias que contribuyeron a
su cohesión, dado que estos son asuntos correspondientes a otro epígrafe del
programa. Y recuérdense de nuevo las limitaciones de tiempo y espacio del ejercicio.

Los poetas del 27: entre tradición y vanguardia


Los poetas de la Generación del 27 intentaron unir en su poesía
la tradición literaria española con las nuevas tendencias de la poesía vanguardista
europea. Escribieron poesía popular y se interesaron por los poetas del Siglo de Oro.
Admiraban la belleza y la pulcritud clásicas, pero tenían también simpatía por las
nuevas ideas y movimientos, de los cuales el más representativo fue el surrealismo.

Dada la heterogeneidad del grupo y la acentuada personalidad de sus miembros,


resulta imposible establecer un estilo unitario, aunque sí podemos delimitar dos
tendencias –tradicionalismo y vanguardismo-, que se oponen o superponen, según el
caso.
Muchos de los poetas alternan ambas líneas, y se decantan por una y otra según sus
necesidades expresivas. Esta dicotomía se observa claramente en la alternancia poética
de Gerardo Diego. En muchos casos, como ocurre en Lorca, ambas tendencias se
mezclan y se difuminan las diferencias, creando una poesía que se nutre, a la vez de la
herencia literaria y de las innovaciones vanguardistas.
Veamos con más profundidad las diferencias entre ambas líneas.

Línea renovadora y vanguardista.


El espíritu de innovación y cambio de los Ismos estuvo muy presente en los poetas de
la Generación del 27. La adopción de formas vanguardistas supone la desaparición de
las medidas, las pausas y los acentos fijos de los versos. El ritmo de las composiciones
se logra mediante procedimientos como la repetición de ideas y de estructuras
paralelísticas.
Se emplean formas métricas innovadoras como el verso libre, el versículo, el verso
blanco, el caligrama, el collage… En ocasiones, los versos se disponen de forma que
simulan el tema o el título de la composición. Los recursos más empleados son la
metáfora y la imagen visionaria, pues se ajustan bien al simbolismo poético y onírico
que persigue la poesía vanguardista.
Los nuevos temas se relacionan con el mundo moderno y los nuevos objetos: la
bombilla, el automóvil, el cine…

Línea tradicional y popular


Los poetas de la Generación del 27 toman de la literatura española formas y motivos
temáticos propios de la lírica popular (romancero y cancionero tradicional); y de la
lírica culta (se inspiran en los grandes autores clásicos como Garcilaso, San Juan de la
Cruz, Jorge Manrique, Góngora, Bécquer, Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Antonio
Machado…).
Los poetas componen, en esta línea, cancioncillas del más puro sabor popular.
Romances, sonetos, redondillas, décimas y cuartetos asonantados son algunas de las
formas métricas más utilizadas. En cuanto a la asimilación de temas propios de la
tradición literaria, se encuentran: el río como imagen de la fugacidad de la vida; la rosa,
de la belleza; la vida como sueño…
En todo caso, las líneas tradicional y vanguardista no son incompatibles sino todo lo
contrario. En innumerables poemas ambas conviven en perfecto equilibrio, haciendo de
esta síntesis el rasgo más característico de la Generación del 27.

Esta cordial relación entre tradición, vanguardia y socialización puede


comprenderse mejor si se expone un estudio de su evolución. En la trayectoria de
la Generación del 27, distinguimos dos etapas diferentes:

 Etapa de juventud (1918-1929), con tres corrientes principales:


a) poesía vanguardista (Gerardo Diego, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Emilio
Prados),
b) poesía pura (Pedro Salinas y Jorge Guillén) y
c) neopopularismo (Federico García Lorca, Rafael Alberti, Gerardo
Diego y Emilio Prados).

 Etapa de madurez (1929-1939), marcada por la aparición de varias corrientes:


d) el surrealismo (Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis
Cernuda) y
e) la poesía impura o neorromántica (Pedro Salinas y Luis Cernuda).
Vamos a desarrollar aquí, siquiera sea someramente, cada apartado.

a) Poesía vanguardista (1918-1929)


Tras unos comienzos de titubeos en los que los poetas intentan desligarse
del modernismo, los del 27 se sienten atraídos por los movimientos de vanguardia.
Las vanguardias defendían la ruptura con el naturalismo decimonónico y deformaban
la realidad (expresionismo) de varias maneras: desdoblándola desde todos los ángulos
posibles (cubismo), reflejando su movimiento (futurismo) o bien mostrando sus zonas
ocultas e inconscientes (surrealismo). Entre los vanguardismos poéticos más
representativos están:

 El Futurismo: Fundado por el poeta italiano Filippo Tomasso


Marinetti (1876-1944) en 1909. Propone la simultaneidad de sensaciones
en movimiento, exalta la energía, la fuerza viril, el progreso,
la industrialización y la máquina. Propugna la destrucción de la sintaxis y
la libertad de las palabras en la poesía. Un ejemplo de autor del 27 que dedica
poemas a la exaltación de la máquina es Pedro Salinas.

 El Cubismo: Es un movimiento no solo poético, sino también


pictórico: Piccasso fue cubista. Reivindica el conocimiento y la sabiduría del
artista, no su visión sensible de la realidad, sino su visión creativa, personal. Aporta
conceptos básicos para las vanguardias, como la autonomía de la obra de arte,
la simultaneidad de ideas y percepciones y el “collage”. Estas propuestas las
adapta a la literatura Guillaume Apollinaire (1880-1918), con sus
célebres caligramas, que unen poesía y pintura (dibujo).

 El Ultraísmo: Creación impulsada por Guillermo de Torre (1900-1971). Es un


movimiento que recoge bastantes elementos del futurismo (exaltación de la
máquina, experimentación, y palabras en libertad) y propone
las metáforas e imágenes como ejes de la poesía. Tomo el nombre del adverbio
latino "ultra", más allá.

 El Creacionismo: Iniciado por el poeta chileno Vicente Huidobro (1893-


1948) en 1914, pretende que el poema no imite o refleje la naturaleza, sino que,
como ente autónomo, la cree en sus versos. Importantes en el desarrollo del
movimiento son: Gerardo Diego (1896-1987), Juan Larrea (1895-1980) y César
Vallejo (1892-1938).

b) Poesía pura
Los poetas del 27 siguieron en sus primeros años el magisterio de Juan Ramón
Jiménez y quisieron como él conseguir un lenguaje poético, una expresión poética
depurada, casi sin anécdota (nada de connotaciones políticas, religiosas, personales…),
llena de belleza y perfección formal. Admiraban precisamente a Góngora por estas
cualidades: su imaginación verbal, su barroquismo expresivo, su belleza poética, e
intentaban emularle.
c) Neopopularismo
Posteriormente, los autores del 27 inician un proceso de rehumanización de su poesía
con el cultivo de la poesía popular, apreciable en algunas obras como Marinero en
tierra, La amante y El alba del alhelí, de Rafael Alberti; Poema del cante jondo,
Canciones y Romancero gitano, de Federico García Lorca o Romancero de la novia
y Soria, de Gerardo Diego.
Los poetas del 27 no entienden lo popular en el sentido del costumbrismo fácil y
superficial, sino como expresión del sentimiento más profundo y humano, que
encuentra su cauce en la máxima condensación afectiva y conceptual.
d) Poesía surrealista (1929-1939)
El surrealismo es un movimiento de vanguardia que se sumerge en las profundidades
del yo, trata los más íntimos sentimientos del hombre (la frustración por la
imposibilidad de satisfacer los deseos, la desazón existencial, el amor). Esta tendencia
tiene su origen en otro movimiento vanguardista anterior, el dadaísmo. Se relaciona
con las teorías psicoanalíticas del psiquiatra austriaco Sigmund Freud, quien estudió
a fondo las pulsiones y el mundo inconsciente del ser humano.
El surrealismo pretende revelarnos una realidad superior o suprarrealidad,
ofreciendo una imagen totalizadora del ser humano, no sólo la que es perceptible por
los sentidos, sino también su faceta oculta, la que se esconde en los estratos inferiores
de la conciencia y escapa a los controles de la razón. El surrealismo es inseparable
del onirismo, palabra que define todo lo relativo al mundo de los sueños. Para alcanzar
sus objetivos, el surrealismo recurre a diversas técnicas, como la escritura
automática o la transcripción de los sueños.
El surrealismo no solo fue una vanguardia poética. En pintura, destacó sobre manera
el pintor catalán Salvador Dalí. Y en el mundo del cine, el genio surrealista es, sin
duda, el aragonés de Calanda Luis Buñuel.
Los autores más representativos de esta tendencia poética son: Vicente Aleixandre,
Rafael Alberti, Luis Cernuda y Federico García Lorca.
e) Poesía impura o neorromántica
Pervive el interés por la tradición clásica, centrado ahora en la figura de Bécquer, poeta
que alienta en la poesía amorosa de Pedro Salinas y Luis Cernuda.
Para Pedro Salinas, el amor es un acontecimiento gratificante y jubiloso que enriquece
a los enamorados y los colma en plenitud. Sus obras maestras son La voz a ti
debida y Razón de amor. Tiene un marcado carácter intelectual que se manifiesta en
variados rasgos de estilo inequívocamente conceptistas, como los juegos de palabras,
las paradojas o las metáforas ingeniosas.
De Luis Cernuda destacamos tres libros: Un río, un amor y Los placeres prohibidos,
ambos de estética surrealista, y Donde habite el olvido, que toma su título de un
poema de Bécquer.
Otros poetas que cultivan esta tendencia son:

 Federico García Lorca (Sonetos del amor oscuro),


 Emilio Prados (Cuerpo perseguido) y
 Manuel Altolaguirre (Poesía, Soledades juntas, La lenta libertad).
La del 27 era una generación republicana y liberal, y por ello no puede extrañarnos que
la casi totalidad de sus miembros, al iniciarse la sublevación militar, tomase partido al
lado de la República. Al terminar la guerra, con la derrota de la República en 1939 la
generación se dispersó de forma dramática: Lorca había sido asesinado al inicio de la
guerra; ahora se exiliaron poetas como Cernuda, Alberti, Guillén, Salinas; otros
permanecieron en España en el llamado “exilio interior”: Gerardo Diego, Dámaso
Alonso, Aleixandre. Cada componente del grupo siguió su propio camino poético,
aunque el tema del compromiso y de la patria perdida fue común, al menos, en los
primeros años de la posguerra.

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