Las Monedas de Lebrija
Las Monedas de Lebrija
Las Monedas de Lebrija
La relación que Lebrija tuvo con los cartagineses tuvo que ser
bastante extensa desde su llegada a las costas andaluzas, hasta la
expulsión de la Península por los romanos. Silio Itálico en su obra “La
Guerra Púnica” (III, 390), dice lo siguiente de Lebrija: “… De manera
especial brillan las enseñas de la parnasia Cástulo, de Híspalis, célebre por
su estuario y el flujo y reflujo del mar, y de Lebrija, conocedora del tirso
del dios niseo, en la que vivieron los ágiles sátiros y la Ménade que lleva la
sagrada piel de cervatillo para realizar de noche los misterios de Lieo…”.
En el párrafo anterior el autor, poeta y político latino del siglo I, hace
referencia a las poblaciones que acompañaron el ejército cartaginés en su
lucha contra Roma en la II Guerra Púnica, entre los años 218 y 201 a. de
C., y que puso fin a la presencia física de los cartagineses, pero no
acabaron con las influencias religiosas que estos transmitieron a las
poblaciones indígenas de la Península.
Una de las formas de dar culto y demostrar el poder que los dioses
fenicio-púnicos tenían sobre la población era introducir su iconografía en
las monedas que constantemente se tenían en las manos y se veían. Hay
que decir que una de las causas por la que el Imperio Romano perduró
tanto en el tiempo fue que no se involucraron en luchas de religión, es
decir, respetaron el culto a los dioses locales allí donde llegaban siempre
Otra causa por la que las monedas emitidas por los pueblos
indígenas con antecedentes púnicos tuvieran iconografía de los dioses
fenicio-púnicos, era que estos dioses, la triada antes mencionada, Ba’al-
Hammon, Tanit y Melqart, tenían representaciones en el panteón de los
dioses romanos. El Ba’al-Hammon fenicio y púnico estaba representado en
la cultura griega como Cronos y en la romana como Saturno, Tanit,
compañera de Baàl-Hammon, era la Astarté fenicia y la Caelesti romana y
Melqart se corresponde en la cultura púnica con el Heracles griego y el
Hércules romano, lo que en cierto modo hacía referencia a las distintas
divinidades romanas.
Como curiosidad de esta pieza en concreto, hay que decir que tiene restos
de arena volcánica, la cual se encuentra en la falda del volcán Etna, por lo
que lo más seguro es que la pieza llegase a Ibiza desde tierras sicilianas,
que también eran colonia cartaginesa.
Nabrissa Asido
Lacipo Bailo
Bastele Iliberri
Sacili Oba
Acinipo Carmo
Cerit Obulco
Gades Lascuta
Searo Carmo
Los cuales transcritos del alfabeto púnico sería (b’l), que según sugiere
García Bellido, M.P., podría significar “reunión de ciudadanos”.
Hay que decir que todas las monedas que acuñan los pueblos
indígenas están hechas a partir del siglo III a. de C., y realizadas en
bronce, ya que con estas monedas no se llevaban a cabo pagos de
impuestos ni tratos comerciales a gran escala, para lo que se utilizaban las
monedas fabricadas en oro o plata.
el primero de la letra A.
- SILIO ITÁLICO
“La guerra Púnica” (III, 390)
- MARTÍN MARTÍNEZ, ANTONIO PEDRO
“Iconografía sagrada fenicio-púnica en las monedas de Hispania
(siglo III al I a. de C.).
- SAEZ BOLAÑO, JOSÉ A. y BLANCO VILLERO, JOSÉ M.
“Las Monedas de la Bética Romana. Vol. I Conventus Gaditanus”
(1996).
- ÁLVAREZ BURGOS, FERNANDO
“Catálogo General de las Monedas Españolas. Vol. I La Moneda
Hispánica desde sus orígenes al siglo V” (Ed. Vico & Segarra 1992).
- ESTRABÓN
“Geografía de Iberia” (Ed. Alianza 2007).
- RUÍZ LÓPEZ, ILDEFONSO DAVID
“La circulación monetaria en el sur peninsular durante el periodo
romano-republicano” (Granada, 2010. Pág. 748-750).
- GARCÍA BELLIDO, M.P. y BLÁZQUEZ CERATO, C.
“Diccionario de cecas y pueblos hispánicos. Vol. II .Catálogo de
cecas y pueblos que acuñan monedas, Nabrissa”.