SOC. GUIA DE TRABAJO No 2

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GUIA DE TRABAJO No.

2
TEMA: LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
SUBTEMA: Fases de la Revolución

OBJETIVO. Identificar las características centrales de las diferentes fases de la


industrialización, tanto en Europa como en Estados Unidos.

TIEMPO: 120 minutos de clase en el salón. MATERIALES: Esferos, colores y este texto.

La Revolución industrial se divide en dos grandes fases comprendidas entre 1780 y 1895.
Durante este período, que abarca más de cien años, se desarrollaron grandes avances
técnicos.
Primera fase (1780-1840)

Este período se basó en la industria del algodón, la cual creció y dinamizó toda la
economía británica. Ciudades como Manchester, Leeds y Salford, se llenaron de
fábricas dedicadas a su producción. Sin embargo, se mantuvieron regiones y empresas
especializadas por toda Gran Bretaña: hiladoras, tejedoras, tintoreras, blanqueadoras y
estampadoras.
Esta industria creció por la exportación hacia mercados coloniales, mientras que en el
interior tenía un mercado protegido, y fue remplazando al lino y a la lana. En 1830
constituía la mitad del valor de todas las exportaciones británicas y la quinta parte de las
importaciones, principalmente de las plantaciones esclavistas de Estados Unidos.
La industria textil basada en el algodón permitió una gran acumulación de capital,
extendió la mecanización y el trabajo en las fábricas, al tiempo que estimuló otras
industrias: carbón, hierro y química, esta última para el blanqueado y el teñido de las
telas.
Los cambios tecnológicos

Los inventos en esta industria respondieron a los desequilibrios creados en su producción,


pues en principio era mayor la eficiencia del tejido que del hilado. Con la invención del
telar manual, acelerado por la “lanzadera volante”, el torno de hilar no dio abasto a los
tejedores. Para equilibrar el proceso se inventaron tres máquinas: la spinning-Jenny de
la década de 1760, que permitía hilar manualmente varios cordones, la wáter-frase de
1768, que combinaba la idea de la spinning con una serie de rodillos y husos, y la mule
de 1780, que combinaba las anteriores y funcionaba con vapor.
El tejido se mantuvo multiplicando los telares y tejedores manuales, sin embargo, en
1785, se inventó el telar mecánico, que utilizaba la potencia del agua y luego del vapor.
Estos telares pasaron de ser 2.400 en 1813, a 85.000 en 1833 y 224.000 en 1850, lo que
significó el despido de miles de tejedores manuales.
Segunda fase (1840-1895)
En esta fase se desarrollaron las llamadas industrias pesadas: carbón, hierro y acero.
Estas industrias permitieron la formación, la consolidación, el desarrollo y la difusión de la
industrialización, con un fuerte empleo de mano de obra y la inversión de capitales
británicos en el exterior.
Gran Bretaña contó con abundantes reservas de carbón, que eran explotadas por
grandes grupos de mineros. Con la creciente demanda, se cavaron túneles más
profundos y se desarrolló el transporte del mineral hasta la boca de la mina y, de allí, a las
fábricas, los hogares y los puertos. Se usaron carros sobre rieles, primero tirados por
caballos y luego por locomotoras, máquinas que aprovechaban la energía del vapor.
Aunque el transporte del carbón al interior de las minas no fue repentino, permitió agilizar
su transporte.
Esta máquina se perfeccionó y evolucionó hacia los ferrocarriles, los cuales, junto con el
barco de vapor, revolucionaron el transporte en el siglo XIX. Los ferrocarriles
consolidaron la producción de hierro y carbón, a la vez que ampliaron sus mercados
externos, emplearon muchos obreros asalariados, absorbieron capitales y transformaron
la concepción sobre las distancias y la comunicación. La construcción de ferrocarriles se
extendió por todo el mundo. Fueron financiados con capital británico, construidos con
materiales y equipo de la isla y, frecuentemente, asesorados por técnicos de este país.
La industria del hierro disfrutó una serie de mejoras técnicas. En 1713 se comenzó a usar
el carbón mineral o de coque, en la fundición del hierro en los altos hornos. En la
década de 1780, se crearon los métodos de pudelaje y laminado, para un mejor manejo y
trabajo del mineral. En 1829 se empieza a usar la inyección de aire caliente en el horno,
utilizando una bomba de vapor, para una mayor combustión y un ahorro de combustible.
Esta industria contó con una diversa demanda interior: máquinas, herramientas, puentes,
rieles, tuberías, materiales de construcción y utensilios domésticos.
El acero fue ganando espacio con la invención del convertidor Bessemer en 1850, con
el uso del horno de reverbero desde la década de 1860, y con el proceso de revestimiento
básico de finales de la década de 1870. Estos avances permitieron una producción
masiva del acero, que, por ser más resistente y duradero, sustituyó al hierro en las
industrias de transporte, construcción y elaboración de partes para las locomotoras. La
producción masiva de acero dio un giro a la tecnología y la industria de aquella época.
La Revolución industrial en otros países

Los

avances
industriales británicos
se

expandieron
sobre
Europa
y

Norteamérica, en
un proceso lento y
tardío,
ya
que en el
continente

persistían estructuras feudales como la


servidumbre, los gremios, las aduanas y tributos señoriales, que dificultaron la producción,
el comercio y la creación de mercados nacionales.
Bélgica
Fue el primer país que adoptó el modelo británico y, para 1840, era el más industrializado
en Europa continental. Su industria textil tuvo un importante precedente protoindustrial en
el sector del lino. A partir de este, se desarrolló tempranamente la manufactura del
algodón en la región de Flandes, con un uso casi generalizado del vapor en todos los
telares e hiladoras. Su industria siderúrgica se sustentó en el carbón mineral, del cual fue
el primer productor continental entre 1830 y 1860. Por su reducido mercado interior,
exportaba a los mercados más cercanos: Francia y Alemania. Gracias al apoyo del
Estado, en 1850, tenía la red ferroviaria continental más extensa.
Francia

Su industria textil se localizó en Normandía, alrededor de Rouen, al norte, con centro en


Lille, y al este, en Alsacia y los Vosgos. Esta zona fue la más moderna y, entre 1840 y
1850, compitió con Gran Bretaña en la construcción de telares mecánicos para el
algodón. Sin embargo, estos solo se generalizaron hasta 1879, pues existían fábricas más
pequeñas y máquinas más primitivas que las británicas, y porque persistía gran número
de tejedores manuales.

La industria siderúrgica privilegió inicialmente el carbón vegetal, por la abundancia de


bosques. Aunque se estableció el primer alto horno en 1785, bajo la dirección del inglés
Wilkinson contratado por el gobierno, su uso se extendió lentamente. La principal zona
siderúrgica se estableció en Lorena, sin embargo, las fábricas francesas se
especializaron en la producción de artículos de lujo.
Alemania
Su industria textil fue similar a la francesa, aunque con mayor importancia de la lana
nacional. Los primeros telares mecánicos se introdujeron en 1825, y en 1847, solo había
dos máquinas de vapor en la producción de algodón.
Su industria siderúrgica tuvo un desarrollo aún más lento, ya que hasta 1840 privilegió la
importación de hierro, y una industria de acabado y transformación. Sin embargo, los
yacimientos de hierro y carbón descubiertos en la zona del Ruhr, en el estado de
Renania-Westfalia, impulsaron la industria metalúrgica y el acero. Para 1890, Alemania
superó la producción de acero británica.
También desarrolló una importante industria química, que transformó radicalmente
muchos productos y procesos industriales.
Estados Unidos

Luego de su independencia en 1776, los Estados Unidos siguieron atados


económicamente a su antigua metrópoli, Gran Bretaña. Aunque en los Estados del norte
se desarrollaban la industria y el comercio, en los Estados del sur, basados en las
plantaciones esclavistas, se exportaba el algodón para la industria textil británica.
La construcción de ferrocarriles, a partir de 1830, estimuló el desarrollo de las industrias
textiles y siderúrgicas. Su crecimiento económico fue más rápido que el británico, gracias
a que adoptó los nuevos cambios tecnológicos de manera intensiva y con mejores
resultados que en Europa. Por la escasez de mano de obra, recurrió a una mayor
mecanización y a la masiva inmigración extranjera. Además, contó con abundantes tierras
hacia el oeste y muchos recursos naturales para explotar.

En Estados Unidos, la industrialización también comenzó por los textiles. La industria


algodonera se vio estimulada y perfeccionada con el invento de la máquina desmotadora,
del estadounidense Whitney. Para finales del siglo XIX Estados Unidos era, junto con
Alemania, el mayor productor industrial del mundo.

ACTIVIDADES A DERSARROLLAR

Todas las actividades propuestas en la GUÍA deben ser desarrolladas en hojas de bloc,
con su respetiva hoja de presentación, después de la revisión, se archivará en carpeta de
cartón para su entrega al finalizar el periodo. Por favor, lea a conciencia cada uno de los
temas tratados en la guía.

1. Copia y escribe el significado de las siguientes palabras:


A. PROTOINDUSTRIA
B. REVOLUCIÓN
C. MERCADO INTERNO
D. REVOLUCION INDUSTRIAL
E. MONARQUÍA PARLAMENTARIA

2. Copia y responde las siguientes preguntas:

■ ¿Cuáles fueron los principales adelantos tecnológicos de la Revolución industrial?


■ ¿Qué aspectos fueron fundamentales para el surgimiento y desarrollo de la Revolución
industrial en
Inglaterra?

3. Lee el siguiente texto. Luego, copia y responde las preguntas.

■ ¿Qué realidad describe Dickens en este fragmento?


■ ¿Qué clase social reside en la zona a la que se hace referencia?
■ ¿Por qué crees que Dickens aborda el tema de la pobreza y las malas condiciones de
vida de la Inglaterra industrializada?

4. Ubique y resalte en la sopa de letras las siguientes palabras. Cada tachón le baja
02 putos de la nota definitiva.

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