Aportes de La Iglesia Católica en El Salvador
Aportes de La Iglesia Católica en El Salvador
Aportes de La Iglesia Católica en El Salvador
2 Sobre el comunismo.
Otro de los temas comentados en las Cartas Pastorales de Belloso y Sánchez fue
el comunismo, que él veía como una amenaza para el territorio nacional. Así en
1927, Belloso y Sánchez publicó el texto “Pastoral del administrador apostólico
de San Salvador sobre el presente momento social”. El documento comenzaba
lamentándose por las diversas publicaciones en la prensa y hojas volantes que
difundían las ideas socialistas en el país. Hace un fuerte llamado a no adherirse
a los grupos socialistas. Nos dice:
pues luego un católico que se aficione a los sistemas socialistas corre
grave riesgo de contaminarse de error y de herejía; riesgo más mortal,
cuanto menor sea la instrucción religiosa y menos intensa la vida
cristiana del aficionado
3 Sobre la violencia.
Un texto de Belloso y Sánchez en el que trata ampliamente sobre la violencia es
la Sexta Carta Pastoral, que se titula “Non occides, No matarás (Éxodo XX-13)20”.
Aquí mostrará de forma detallada que la vida humana es sagrada porque viene de
Dios y que todo homicidio es un crimen. Por otro lado, también evidencia que uno
de los grandes causantes de las muertes en el país es el alcoholismo. Nos dice:
“¿quién ignora que adolece nuestra sociedad de otra plaga no menos espantable:
el alcoholismo, y que el alcoholismo es una de las causas más eficaces de los
crímenes de sangre?21”. En este mismo documento, Monseñor Belloso y Sánchez
señala que otra causa de las muertes en el país es el alto número de personas
que portan armas. Esto influye en el alto número de homicidios y suicidios. Lo peor
de esto es, a juicio de esta sexta carta pastoral, la combinación del alcohol con las
armas. Finalmente, el Arzobispo de San Salvador hace un fuerte llamado a
defender la vida humana. Dice Belloso y Sánchez: nunca deja el pulcro caballero
la primorosa escuadra ni el modesto burgués el revolver vulgar, ni el hombrecito
del campo su tosco machete. Amados hijos: defender la vida, bien está; pero
haberla de mantener a salvo con el uso continuo de las armas desdice de un
pueblo culto y cristiano […]. Gana ciertamente el fisco otorgando licencia de ir
armados, mas la religión y la paz y la cultura y la suavidad de costumbres y la
humanidad misma, pierde.2