Bellak: Test de Apercepción Infantil Con Figuras Animales (CAT-A)

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Bellak: Test de apercepción infantil con figuras animales (CAT-A)

Naturaleza y objetivo del Test


El material del CAT consiste en diez láminas de animales en situaciones
diversas. Puede aplicarse a niños de 3 a 10 años de ambos sexos. Consiste en
un método para explorar la personalidad estudiando el sentido dinámico de las
diferencias individuales en la percepción de un estímulo estándar.
El CAT se concibió con el objetivo de facilitar la comprensión de la relación de
un niño determinado con sus más importantes figuras y tendencias. Las
láminas fueron planeadas con el propósito de provocar respuestas
específicamente relacionadas con problemas de alimentación y orales en
general, explorar problemas de rivalidad entre hermanos, descubrir la actitud
del niño frente a las figuras paternas y la manera como el niño las percibe,
penetrar en la actitud del niño frente a los padres como pareja (complejo de
Edipo) y la escena primaria: en las fantasías del niño cuando ve a los padres
juntos en la cama. En relación con estos objetivos se intenta conocer las
fantasías agresivas infantiles, la aceptación infantil del mundo adulto, el miedo
de quedarse solo durante la noche y posibles conexiones con la masturbación,
el comportamiento en el tocador y la actitud de los padres frente a este
problema. Se busca conocer la estructura del niño y su método dinámico de
reaccionar y de manejarse, frente a los problemas del crecimiento.
El CAT trabaja sobre todo, con el contenido de la producción. El análisis del
comportamiento aperceptivo se ocupa, por lo general, de qué se ve y se
piensa, a diferencia del examen del comportamiento expresivo, que se ocupa
del cómo se ve y se piensa.
Puede ser clínicamente aprovechable para determinar los factores dinámicos
vinculados con la reacción de un niño frente al grupo, en el jardín de infantes, la
escuela y la familia. Asimismo puede emplearse directamente en la terapia
como técnica lúdica. Además debería emplearse en la investigación
longitudinal del desarrollo infantil.
A causa de que su material está constituido por dibujos animales, el CAT es
relativamente independiente de la cultura, con excepción de aquellos grupos
que desconocen los objetos inanimados que figuran en algunas láminas.

Administración
Debe establecerse un buen rapport, lo cual será, en general, más difícil de
conseguir con los más pequeños y con los que tienen muchos problemas. En lo
posible, el CAT debe presentarse como un juego. Si el niño, por experiencias
anteriores, está enterado de lo que se trata, convendrá reconocer que se trata
de un test, pero al mismo tiempo se le explicará que en este test no hay
aprobación, desaprobación, competencia o medidas disciplinarias.
Consigna: “jugaremos a contar cuentos. Tú los contarás mirando unas láminas,
y nos dirás qué sucede, qué están haciendo los animales.” En el momento
oportuno se le preguntará “¿Qué sucedió antes?” y “¿Qué sucedió después?”
Los incentivos son permisibles, pero siempre que no se le sugiera nada. Una
vez relatados los cuentos, el examinador puede leérselos al niño, uno por uno,
interrogándolo acerca de la elaboración de ciertos puntos: “¿Por qué se le dio
tal nombre a cierto personaje?” “¿Qué edad tiene?” “¿Cómo se llama ese
lugar?” Asimismo se puede preguntar acerca de algún particular desenlace que
el examinado dio a un cierto cuento. Si la capacidad atencional del niño no
tolerase el interrogatorio, convendrá intentarlo en una sesión ulterior.
Se debe anotar el cuento y los comportamientos del niño, así como todo otro
dato relacionado con el relato.
Se suele plantear una situación difícil cuando el niño pide que el examinador le
cuente un cuento. Ello significa un pedido para obtener algo en lugar de tener
que dar algo. El examinador explicará al niño que desea oír el cuento que él
pueda relatar con ese cuadro. Sin embargo, puede resultar necesario
prometerle al niño (y cumplirle) que se le referirá un cuento después, o incluso
postergar el examen hasta haber conquistado al niño con algún regalo, y
solamente entonces se procederá a abordar el test nuevamente.
El niño tiende a curosear todas las láminas, conviene pues presentarle una por
vez, y mantener las restantes fuera de su alcance y de su vista.
Si un niño es particularmente inestable y se conoce la índole de los problemas
con los que puede relacionarse su perturbación, el examen puede abreviarse
administrando sólo las láminas que puedan iluminar esos problemas
específicos.

Descripción de las láminas y respuestas típicas


Lámina 1: las respuestas giran alrededor de la comida, de recibir o no bastante
comida de los padres. Surgen temas de celos fraternos: quién consigue más
comida, quién se porta mejor o peor, etc. La comida puede ser un premio o un
castigo. Se trasuntan los problemas orales generales: satisfacción o frustración,
y los problemas de alimentación en sí.

Lámina 2: interesa observar aquí si el niño identifica la figura con la cual


coopera (si es que coopera), con el padre o con la madre. Esta escena puede
ser visualizada como una pelea, con el consiguiente temor a la agresión,
gratificación de las propias agresiones o independencia. Más benignamente
puede interpretarse como un juego. A veces la soga misma puede dar cauce a
la angustia, por ejemplo la rotura de la soga, suele provocar la expresión de
miedo al castigo consiguiente, o también, cuando la soga sirve meramente
como un símbolo masturbación, su rotura puede representar el miedo a la
castración.

Lámina 3: el niño por lo general la interpreta como representación de la figura


paterna, provista de sus símbolos, como la pila y el bastón. El bastón puede
visualizarse como un instrumento de agresión, o utilizárselo para convertir la
figura paterna en un ser viejo e indefensa al cual no hay por qué temer. Esta
última respuesta casi siempre corresponde a una elaboración de defensa. Si el
león es visualizado como una figura paterna fuerte, será importante examinar si
se la siente como un poder benévolo o peligroso.
El ratón es visualizado por la mayoría de los niños, y con frecuencia sirve de
figura de identificación. En este caso, por efecto de la magia o de alguna
circunstancia especial, el ratón puede transformarse en el personaje poderoso.
En otros casos, el ratón se halla totalmente a merced del poder del león.
Ciertos niños se identifican con el león, en tanto otros van alternando su
identificación una o más veces, comunicando así su confusión acerca de su rol,
su conflicto entre dependencia y autonomía, etc.
Lámina 4: generalmente promueve temas relacionados con la rivalidad fraterna
o con el origen de los bebés. En ambos casos, la relación con la madre es a
menudo un hecho importante en la vida del niño. Suele ocurrir que un niño
primogénito se identifique con el bebé embolsado: expresa así un deseo de
regresión, orientado a lograr una mayor proximidad a la madre. Asimismo,
suele ocurrir que el niño primogénito se identifica, en cambio, con el cangurito
mayor: esto denuncia un deseo de independencia y autoridad. La canasta
puede movilizar términos vinculados con problemas de alimentación.
Ocasionalmente aparece el tema de la huida del peligro, tales respuestas
pueden relacionarse con miedos inconscientes en el área de las relaciones
padre-madre, sexo, embarazo y otros.
Lámina 5: con frecuencia produce cuentos relacionados con la escena primaria,
así como con la curiosidad acerca de qué sucede entre los padres en la cama.
Tales cuentos reflejan un abundante repertorio de conjeturas, observaciones,
confusiones y problemas emocionales. Los dos ositos en la cama conducen a
temas de manipulación y de exploración recíprocas entre los niños.

Lámina 6: da lugar a cuentos relacionados con la escena primaria. Sirve de


complemento de la lámina 5, a menudo esta lámina ilumina considerablemente
todo lo que se ha callado en la anterior. A veces se expresan los celos
experimentados en esta situación triangular. Los problemas masturbatorios en
la cama pueden aparecer como respuesta a las láminas 5 ó 6, indistintamente.

Lámina 7: aquí se expresan los miedos a la agresión y las reacciones frente a


ella. Frecuentemente revela el grado de ansiedad del niño que, cuando alcanza
gran intensidad, provoca el rechazo de la lámina. Asimismo, las defensas
pueden ser lo suficientemente eficaces (o lo suficientemente irrealistas) como
para producir un cuento inocuo. Incluso el mono (niño) puede vencer al tigre.
Las colas de los animales fácilmente conducen a la proyección de miedos o de
deseos de castración.

Lámina 8: aquí se denuncia a menudo el rol que el niño se atribuye en la


constelación familiar. Su interpretación del mono dominante (en la parte
anterior) como figura paterna o materna se torna significativa en relación con su
visualización como mono permisivo o, en cambio, frustrador. En ciertos casos,
las tazas de té pueden dar nuevamente cauce a la expresión de problemas
orales.
Lámina 9: son comunes las respuestas de miedo a la oscuridad, miedo de ser
dejado solo, deserción de los padres y significativa curiosidad en relación con
lo que ocurre en la otra habitación.
Lámina 10: conduce a cuentos del tipo “crimen y castigo” y, en alguna medida,
es reveladora de las concepciones morales del niño. Son frecuentes las
historias vinculadas con los hábitos de limpieza y la masturbación. En esta
lámina las tendencias regresivas se exhiben con mayor claridad que en
ninguna otra.
Interpretación del CAT
Los autores postulan que las interpretaciones derivadas del material estímulo brinda
muestras válidas de esa continuidad psíquica subjetiva que se conoce como
personalidad. Naturalmente, en la fase formativa, la infancia, es más cambiante.

1. Tema principal
La interpretación en base a un denominador común a cierto número de relatos,
puede conducir a hallar denominadores comunes de patrones de conducta.
Por lo regular, los niños de 3 a 4 años el tema es muy sencillo. Empero, una
historia puede tener más de un tema, y éstos, a su vez, pueden hallarse
complejamente interrelacionados.

2. El héroe principal
La interpretación se apoya en la hipótesis básica de que le cuento que el sujeto
relata alude a él mismo. En una misma historia puede haber varios personajes,
pero se debe advertir que el héroe principal es aquel con el cual el examinado
se identifica. Criterios objetivos que permiten diferenciar al héroe principal de
los protagonistas:
 El héroe es la figura alrededor de la cual gira el relato.
 Se aproxima al sujeto en edad y sexo.
 Los acontecimientos se relatan desde su punto de vista.
Estas normas valen para la mayoría de casos, pero hay excepciones:
 Puede haber más de un héroe y el sujeto identificarse con todos ellos,
simultáneamente o sucesivamente.
 Suelen darse ciertas desviaciones y el sujeto identificarse con un héroe del
sexo opuesto.
 Estas identificaciones revisten gran importancia en la interpretación.
 Suele ocurrir que una figura de identificación de importancia secundaria en
el relato represente, no obstante, actitudes profundamente reprimidas del
sujeto.
 Acaso los intereses, deseos, deficiencias, virtudes y habilidades que s ele
atribuyen al héroe sean en rigor los que el sujeto desea o teme poseer.
Es importante observar la adecuación del héroe, la capacidad de enfrentar
cualquier circunstancia de forma adecuada con la sociedad a la que pertenece.
Imagen de sí mismo: concepción que el sujeto tiene de su propio cuerpo, de su
yo completo y de su rol social.

3. Principales necesidades e impulsos del héroe


Se trata de las necesidades que inspiran la conducta del héroe, tal como la
describe el relato. Las necesidades que se manifiestan pueden coincidir con las
del sujeto, tanto si se reflejan, al menos en cierta medida, en su
comportamiento, como si se da el caso opuesto y deben considerarse como
una fantasía complementaria.
Es tarea del intérprete establecer en qué medida las necesidades del héroe
corresponden a distintos componentes de la personalidad del narrador, y
también qué relación existe entre esos componentes y la conducta manifiesta
de éste. A tal fin servirá será útil establecer comparaciones con la historia
clínica.
Hay otros criterios que ayudan a formular predicciones sobre lo que podría
llamarse el acting out. Una descripción muy detallada y realista de las
necesidades sugiere una fuerte probabilidad de que éstas encuentren
expresión en la vida real. Cuando las necesidades del héroe aparecen
estructuradas vagamente, es menos probable que tengan relación con la
realidad.
 Figuras, objetos o circunstancias introducidos: un niño que introduce armas
de cualquier tipo en varios relatos, puede ser juzgado provisoriamente como
teniendo una necesidad de agresión. De igual modo, la introducción de
alimentos permite suponer que tiene una necesidad de gratificación oral.
La introducción de una figura o circunstancia no representa en una lámina
es particularmente significativa.
 Figuras, objetos o circunstancias omitidos: si en el relato se ignora una o
más figuras de una lámina, cabe la hipótesis de que esa omisión tenga
significación dinámica. Por lo general, significa la expresión del deseo de
que la figura u objeto en cuestión no se encuentre allí, de que no esté. Este
caso trasunta hostilidad o que esa figura u objeto le produce un severo
conflicto, tal vez a causa de su valor positivo.

4. Concepción del ambiente


Es una compleja mezcla de la autopercepción inconsciente y la distorsión
aperceptiva de los estímulos, causada por las imágenes mnémicas del pasado.
Cuanto más coherente sea la descripción del ambiente en los relatos, con
mayor seguridad puede ser considerada un componente significativo de la
personalidad del sujeto y un útil indicio en cuanto a sus reacciones en la vida
diaria.
Identificación: es muy importante reconocer con qué persona de la familia se
identifica el niño. Será muy útil observar, desde el punto de vista de su
adecuación, qué papel desempeña cada uno de los padres como figura de
identifiación. Si bien el proceso de identificación no se completa hasta el final
de la pubertad, la historia temprana puede ser de mucha significación.

5. Figuras vistas como...


Comprobar cómo ve el niño las figuras que lo rodean y cómo reacciona frente a
ellas. Se toma en cuenta la modalidad de las relaciones objetales (simbióticas,
analíticas, de dependencia oral, ambivalentes, etc.), y en una perspectiva más
amplia se puede hablar de relaciones de apoyo, competitivas, etc.

6. Conflictos significativos
Se debe procurar averiguar no sólo su naturaleza sino también las defensas
que el niño utiliza contra la ansiedad provocada por esos conflictos. Aquí se
brinda una excelente oportunidad para estudiar la temprana formación del
carácter y recoger datos útiles para los fines pronósticos.
Hay conflictos que todos los niños experimentan al alcanzar determinada fase;
otros, en cambio, pueden tener un significado patológico.

7. Naturaleza de las ansiedades


Las ansiedades más importantes son ante el daño físico (castigo), la de no
tener o perder el cariño (desaprobación), la de ser abandonado (soledad, falta
de apoyo). Interesa analizar las defensas con que el niño opera contra sus
miedos dominantes. Se debe descubrir qué formas adquieren estas defensas:
huida, pasividad, agresión, oralidad, adquisición, renunciamiento, regresión,
etc.

8. Principales defensas
Lo que se debe buscar en los relatos no son sólo los impulsos sino también las
defensas contra esos impulsos. A menudo se obtendrá una información más
amplia mediante el estudio de las defensas, ya que éstas pueden manifestarse
con más claridad que los impulsos mismos; la organización defensiva puede
relacionarse más directamente con la conducta del niño. Al revelar los impulsos
y las defensas, el CAT permite a menudo evaluar la estructura de carácter del
sujeto.
Además de investigar los principales mecanismos de defensa, también será útil
estudiar los aspectos molares de los relatos.
Al concepto de defensa se le debe atribuir un sentido amplio, relacionado con
el control, es decir, con la capacidad del individuo y el modo de enfrentar los
estímulos internos y externos. No sólo interesa conocer la índole de las
maniobras defensivas sino también el éxito con que se las emplea o el
sacrificio que imponen a la personalidad actuante.
Vigilancia perceptual: las situaciones de estrés no sólo intensifican la función
proyectiva defensiva del yo sino que pueden mejorar su agudeza cognitiva.
La índole y el carácter patógeno de las defensas y otros conceptos
estructurales sólo pueden ser juzgados en función de su adecuación a la edad
del sujeto.

9. El “castigo” impuesto por un “crimen” y la adecuación del superyó


La relación entre el castigo elegido y la índole de la falta permite conocer la
rigidez del superyó.

10. Integración del yo


En sus múltiples aspectos revela el nivel general de funcionamiento. ¿Hasta
qué punto es capaz el niño de lograr un compromiso entre los impulsos y las
exigencias de la realidad, por una parte, y las órdenes de su superyó, por la
otra? La adecuación que manifiesta el héroe al enfrentarse con los problemas
que el narrador ha puesto en su camino en el CAT es un aspecto importante en
esta variable.
Aquí se toman incluso características formales: ¿Es capaz el sujeto de narrar
historias apropiadas que implican, en mayor o menor medida, conciencia de los
estímulos, o prescinde de éstos por completo y irde un relato sin relación visible
con la lámina a causa de que no goza de suficiente equilibrio y se halla
demasiado preocupado por sus propios problemas como para percibir la
realidad? ¿Halla alivio y resguardo frente a la ansiedad provocada por el test
dando respuestas muy estereotipadas, o es lo suficientemente equilibrado e
inteligente como para mostrarse creativo e imaginar historias más o menos
originales? Después de haber hallado un argumento, ¿Es capaz de lograr una
solución adecuada, completa y realista para los conflictos del relato (que son
también los suyos), o sus pensamientos se desorganizan o se vuelven incluso
extravagantes bajo la influencia del problema? ¿Es capaz de dar al relato un
desenlace coherente con lo que expuso al principio? Esto dependerá tanto de
la edad del niño como de su personalidad singular.