Caso Atala Ruffo

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Caso Atala Ruffo

Armando Cisneros Ortiz

El caso Atala Riffo y Niñas Vs. Chile, sin duda alguna es uno de los casos que
marca un precedente importantísimo, para la defensa de los derechos de las
personas que pertenecen a la comunidad a la comunidad LGBTIQ+... Pues de
manera impresionante las autoridades antes de este caso, siguen teniendo una
actitud, que vulnera, lesiona, transgrede y vulnera los derecho humanos de las
personas que pertenecen a está comunidad en situación de vulnerabilidad y esto
ocasiona el rechazo de las mismas.

Para el año 2002 la C. Karen Alata decide terminar con su matrimonio con el C.
Jaime Lopez y a raíz de eso, y después de una acuerdo mutuo Karen se queda con
la responsabilidad del cuidado de las menores (sus cuatro hijxs). Sin embargo está
situación cambió cuando el C. Jaime Lopez en el año del 2003 decide interponer
una demanda en contra de la C. Karen Atala para obtener la custodia de lxs
menores, en razón de que en la casa existía una relación amorosa entre dos
personas de del mismo sexo (La C. Karen Atala y la C. Emma de Ramón). Es por
ello que:

En mayo de 2003, el Juzgado de Menores de Villarrica concedió la


custodia provisional al padre, argumentando que:
a) al hacer explícita su opción sexual y convivir con sus hijas y pareja, la
madre alteraba la normalidad de la rutina familiar y el proceso de
socialización de sus hijas; b) la señora Atala privilegiaba su bienestar e
interés personal por encima de su rol materno, lo cual podía afectar el
desarrollo posterior de las menores, y c) en el contexto de una sociedad
heterosexuada y tradicional, los argumentos del padre resultaban más
atractivos en pro del interés superior del niño1

Lo cual hace eviente los prejuicios del juez, que al mismo tiempo que puede ser
traducido en la violación, del derecho a la vida privada y derecho a la vida familiar,

1
Gómora Juárez Sandra. EL CASO ATALA RIFFO Y NIÑAS VS. CHILE: SOBRE LA RELACIÓN
ENTRE DERECHOS, RAZONAMIENTO JUDICIAL Y ESTEREOTIPOS. S/F. S/E. P 47
el derecho a la igualdad y la prohibición de discriminación, Garantías judiciales y
protección judicial. Una vez emitida dicha sentencia fue “29 de octubre de 2003, el
Juzgado de Menores rechazó de manera definitiva la demanda, al considerar que la
orientación sexual de la demandada no representaba un impedimento para el
desempeño de una maternidad responsable”2. Está última sentencia fue apelada por
el padre al considerar que la sentencia emitida por el juzgado de menores no
respondía al bienestar de lxs menores.

Así es como “en marzo de 2004 la Corte de Apelaciones de Temuco confirmó la


sentencia. Posteriormente, mediante un recurso de queja interpuesto por el padre, el
asunto fue llevado al conocimiento de la Cuarta Sala de la Corte Suprema de
Justicia de Chile, que se pronunció el 31 de mayo de 2004 y le concedió la custodia
definitiva al actor”3.

Con base en las consideraciones antes mencionadas por el juez de primera


instancia, lo cual evidenciaba o evidencio, que fue una sentencia emitida y
confirmada bajo una claro predominio de los perjuicios de una sociedad machista,
heteronormada y heteropatriarcal.

Así que para noviembre de 2004 Atala, se dirige a la CIDH para que este órgano se
pronuncie en favor de su caso que a todas luces, presenta un aviolación clarísima
de sus Derechos Humanos, basado en los perjuicios a priori de los Jueces que
habían dictaminado las sentencias, pues su orientación sexgenerica no implica, ni
un riesgo, ni en ningún caso ponía en situación riesgo la vida de lxs menorxs y su
íntegro desarrollo en sociedad.

En respuesta a está solicitud y ya que la misma cumplia con todos los requisitos que
la CIDH impone para la aceptación de las quejas, comenzó el seguimiento, trámite y
solución de esta “en julio de 2008; en diciembre de 2009 emitió el informe de fondo
respectivo, y en diciembre de 2010 remitió el caso a la CtIDH, la cual dictó su
sentencia el 24 de febrero de 2012”4.

2
Ibed
3
Ibed
4
Ibid.. 1 p 48
Una vez admitido dicho caso la CIDH, hizo mucho énfasis en su carácter de tribunal
de jurisdicción internacional, y el compromiso que tiene los tribunales nacionales y
locales a respetar los tratados en razón de Derechos Humanos, que pertenecen a
la Declaración Interamericana de Derechos Humanos y el compromiso que tiene
toda autoridad en respetar la misma.

Por su cuenta, Chile manifestó dos argumentos principales para


defender la postura de la Corte Suprema de Chile y el Estado. El
primero, relacionado con el compromiso de los Estados con ciertos tipos
de violaciones conocidas al momento de suscribir la Convención, por lo
cual —a su parecer— resultaba dudoso determinar la responsabilidad
del Estado sobre violaciones que no existían en su momento, y el
segundo, relacionado con la falta de consenso mínimo de la comunidad
internacional respecto a las acciones que se consideran como
violaciones5.

Por ello es que la corte emite sus consideraciones en razón de que esixte una
violación garante a los Derechos Humanos, por parte de la Suprema Corte de
Justucia chilea. Al tiempo que hace énfasis en que las normas relativas a los
derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta los tratados
internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la
protección más amplia.

Al tiempo que todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la


obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de
conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y
progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y
reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la
ley.

5
Ibid… 1 p 48
Por ello es que hace evidente que existen violaciones a los derechos derecho a la
vida privada y derecho a la vida familiar (pues la decisión emitida por la suprema
corte de Justicia chilena excede sus funciones al indagar en aspectos de índole más
que personal en la vida de Atala).

El derecho a la igualdad y la prohibición de discriminación6 (la sentencia emitida


no respeta la no discriminación, en razón que esa sentencia emitida está
evidentemente, ingfluida por una serie de perjuicios que vulneran la dignidad de
Atala en razón de su orientación sexogenerica y la desicón que consientemente a
tomado para vivir su vida en libertad).

Garantías judiciales y protección judicial (La CIDH reitera entonces que todas
decisiones emitidas por las determinadas cortes que emiten sentencias en razón de
justicia, tiene que ser imparciales y con total objetividad).

En ese sentido la CIDH, dictaminó que existía una diferencia en el trato que se dio a
Atala, en razón de su orientación sexogenerica y la carga evidente que existía por
parte de las sentencias emitidas que hasta ese momento se habían emitido que
evidentemente tenían una carga prejuiciosa que responden a una carga machista,
heteronormada y heteropatriarcal, que rechaza, descalifica y sobre todo discrimina
cualquier manifestación que no encaje dentro de lo que está establecido como
“normal”, (si es que eso de normal existe).

Por lo tanto la CIDH dictaminó:


- La Sentencia de Fondo, Reparaciones y Costas constituye per se una forma
de reparación.

6
Entiendase por discriminación: Toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que; por acción u
omisión, con intención o sin ella, tenga por objeto o resultado obstaculizar, impedir, anular o
menoscabar el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y libertades cuando se base en uno o
más de los motivos siguientes:
origen étnico o nacional, el color de piel, la cultura, el sexo, el género, la edad, las discapacidades, la
condición social, económica, de salud o jurídica, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales,
la identidad de género, el estado civil, la situación familiar, las responsabilidades familiares, la
apariencia física, las características genéticas, la condición migratoria, el embarazo, la lengua, el
idioma, las ideas políticas, los antecedentes penales o cualquier otro motivo.
- El Estado debe brindar, la atención médica y psicológica o psiquiátrica
gratuita y de forma inmediata, adecuada y efectiva, a través de sus
instituciones públicas de salud especializadas a las víctimas que así lo
soliciten.
- El Estado debe publicar un resumen de la Sentencia de Fondo, Reparaciones
y Costas en el diario oficial y en un diario de amplia circulación. Además debe
colgar la sentencia en una página web de manera íntegra.
- El Estado debe realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidad
internacional por los hechos del presente caso
- El Estado debe continuar implementando, en un plazo razonable, programas
y cursos permanentes de educación y capacitación dirigidos a funcionarios
públicos a nivel regional y nacional y particularmente a funcionarios judiciales
de todas las áreas y escalafones de la rama judicial.
- El Estado debe pagar las indemnizaciones de $30,000 a favor de Karen Atala
y de $10,000 a favor de cada una de sus hijas. Además debe pagar $12,000
por concepto de costas y gastos.
- El Estado debe, dentro del plazo de un año contado a partir de la notificación
de la Sentencia de Fondo, Reparaciones y Costas, rendir al Tribunal un
informe sobre las medidas adoptadas para cumplir con la misma.
- La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de la Sentencia de Fondo,

Reparaciones y Costas.
La Corte declara que:
- El Estado es responsable por la violación del derecho a la igualdad y la no
discriminación consagrado en el artículo 24, en relación con el artículo 1.1 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en perjuicio de Karen
Atala Riffo.
- El Estado es responsable por la violación del derecho a la igualdad y la no
discriminación consagrado en el artículo 24, en relación con los artículos 19 y
1.1. de la Convención Americana, en perjuicio de las niñas M., V. y R.
- El Estado es responsable por la violación del derecho a la vida privada
consagrado en el artículo 11.2, en relación con el artículo 1.1. de la
Convención Americana, en perjuicio de Karen Atala Riffo.
- El Estado es responsable de la violación de los artículos 11.2 y 17.1, en
relación con el artículo 1.1 de la Convención Americana en perjuicio de Karen
Atala Riffo y de las niñas M., V. y R.
- El Estado es responsable por la violación del derecho a ser oído consagrado
en el artículo 8.1, en relación con los artículos 19 y 1.1 de la Convención
Americana en perjuicio de las niñas M., V. y R.
- El Estado es responsable por la violación de la garantía de imparcialidad
consagrada en el artículo 8.1, en relación con el artículo 1.1 de la Convención
Americana, respecto a la investigación disciplinaria, en perjuicio de Karen
Atala Riffo.
- El Estado no violó la garantía judicial de imparcialidad consagrada en el
artículo 8.1 de la Convención Americana, en relación con las decisiones de la
Corte Suprema de Justicia y el Juzgado de Menores de Villarrica.

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