El Secreto Bancario

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

EL SECRETO BANCARIO

7.1. Naturaleza jurídica y levantamiento

La función básica de la actividad bancaria es la intermediación del crédito. Dicha


intermediación se manifiesta en la posibilidad de captar los recursos monetarios del
público, por un lado y, por otro, en la colocación de estos recursos en créditos a quienes
lo soliciten, generando con ello un diferencial proveniente de la tasa de interés que
resulta de lo que cobran por otorgar el crédito y lo que pagan por lo depositado (lo que
se conoce con el nombre del spread). Es decir, captan recursos económicos excedentes y
los colocan a quienes lo necesitan.

De esta forma, a través de la intermediación, los bancos manejan gran cantidad de


información sobre el patrimonio de sus clientes v sobre sus diferentes movimientos de j
fondos. Es por ello que se ha sostenido con razón, que los bancos tienen muchas veces
una radiografía económica del cliente.

En consecuencia, al manejar el banco un caudal de información sobre sus clientes no


puede proporcionarla a terceros, pues ocasionaría un perjuicio irreparable, atentando
contra la confianza otorgada por sus clientes.

Ante ello, el derecho ha consagrado la protección de la información proporcionada por


las personas a los bancos a través de la figura del secreto bancario.

7.2. Concepto

En su acepción más simple, la palabra secreto significa 'lo que cuidadosamente se tiene
reservado y oculto'. Secreto bancario vendría a ser, entonces, aquello que los bancos
tienen cuidadosamente reservado y oculto. Inicialmente, el concepto preliminar no
aparece negado por la realidad de su aplicación a la vida diaria de los negocios
bancarios, pero es realmente evidente que el mismo resulta insuficiente para caracterizar
adecuadamente la especial conformación que presentan esa reserva dentro del ámbito
del derecho bancario.

No es abundante al respecto el aporte de la doctrinada que, si bien se ha extendido en


consideraciones sobre diversos aspectos de la institución, se ha abstenido en general de
formular una definición precisa del secreto bancario. Excepciones a este silencio las
constituyen Labarca, para quien el secreto bancario es un deber de silencio a cargo de
los bancos respecto de hechos vinculados a las personas con quienes mantiene
relaciones comerciales.

Por su parte, la doctrina alemana, encabezada por Sichtermann sostiene que el secreto
bancario es el derecho correspondiente a la obligación del banco de no dar ninguna
información, sea sobre las cuentas de sus clientes, sea sobre aquellos hechos ulteriores
que haya llegado a conocer en razón de sus relaciones con el propio cliente.

Crespi explica que este secreto sería una consciente y actual ocultación de un contenido
de experiencia, propio de un determinado suceso y correspondiente a aquel particular
estado de hecho, penalmente garantizado por intereses jurídicamente protegióles, a
favor de aquel mismo sujeto al que concierne que ese contenido de experiencia no sea
revelado a otros.

Según Malagarriaga, el secreto bancario es la obligación impuesta a los bancos de no


revelar a terceros, sin causa justificada, los datos referentes a sus clientes, que lleguen a
su conocimiento como consecuencia de las relaciones jurídicas que los vinculan.

En el mismo sentido, en la Revista Banca, se afirma que el secreto bancario es la


obligación impuesta a los bancos de no revelar a terceros, sin causa fundada en la Ley o
por mandato de la autoridad competente, información sobre los documentos o negocios
de sus clientes.

Manifiesta a su vez Messineo, que las relaciones entre el banco y el cliente o en las
operaciones que el banco realiza con terceros, en interés o por cuenta (aunque no sea a
nombre del cliente), dicho banco debe observar el deber de reserva y no revelar a
terceros su naturaleza y su importancia; y no se puede dar sobre el cliente informaciones
que no sean genéricas, salvo que se traten de peticiones procedentes de otro banco.

Para De la Espriella el secreto se sustenta en la obligación profesional de la persona


jurídica, como en la dirección y en la administración, así como en los empleados, de
reservarse y no revelar, ya sea directa o indirectamente, dato alguno que llegue a su
conocimiento en el ejercicio de las actividades propias a sus funciones.

Señalan algunos autores de manera complementaria que el sentido del secreto bancario
se encontraba entonces en la seguridad otorgada al cliente y en la confidencialidad de
los orígenes de sus fondos. Con el tiempo, la extensión del secreto bancario alcanzó por
igual a las operaciones celebradas por las entidades crediticias, ya sean activas, pasivas
o neutras.

Realmente, no deben sorprender las diferentes concepciones que la doctrina proporciona


sobre esta materia: toda definición de una figura jurídica, para ser adecuada, debe tener
todas y cada una de las características que componen el objeto definido, de modo tal que
solo se puede obtener una definición luego de analizar profundamente todos los
caracteres del objeto jurídico en cuestión, el que, a su vez, representará formas distintas
de acuerdo con el tiempo y lugar donde se realice el análisis.

De otra lado, la definición se encuentra supeditada a las circunstancias que rodean la


consagración legislativa de cada país, ya que al no existir definición perfecta, esta
pecaría siempre de imprecisión, ya sea por defecto o por exceso.

A pesar de ello, podemos formular un concepto de esta figura jurídica, afirmando que el
secreto bancario es la institución que consiste en la obligación que tienen los bancos de
no proporcionar a terceros ninguna información relativa a sus clientes sin causa
justificada. Debe entenderse que esta información comprende tanto los antecedentes
como las operaciones que los clientes realizan, incluyendo plazos, montos y fechas de
las transacciones que conozcan como consecuencia de sus relaciones los mismos. Esta
obligación contiene, a su vez, el deber de no brindar información y, al mismo tiempo,
ocultarla, manteniendo estricta reserva de la misma, la cual solo podrá ser develada por
las causas recogidas en la ley, cubriendo de esta manera, cual manto protector, al
cliente.

También podría gustarte