Trabajo Final Cristología
Trabajo Final Cristología
Trabajo Final Cristología
Trabajo Final.
En cuanto a la doctrina de los estados de Cristo puedo decir que fue desarrollada
durante el siglo diecisiete, la doctrina de los estados de Cristo pertenece a la persona del
Mediador y no de la naturaleza humana de Cristo, como creen los luteranos. Debemos
entender un estado no es lo mismo que una condición, el estado se refiere a la posición que
uno posee en la vida, en particular a la relación en la que uno se encuentra con respecto a la
ley; mientras que la condición consiste en el modo de existencia, en especial en la medida
que esto está determinado por las circunstancias de la vida. En general los estados de Cristo
son tratados sin hacer a un lado sus condiciones resultantes, la enumeración común de las
etapas de la humillación y la exaltación de Cristo resalta más las condiciones resultantes
que los estados mismos. El estado de humillación se fundamenta en que el Mediador dejó
de lado su divinidad, la cual poseía como gobernante soberano del universo, y tomó la
naturaleza humana en condición de siervo, siendo, él supremo dador de la ley, se sujetó a
las demandas y la maldición de ella, en este estado de Cristo se refleja en su
correspondiente condición, y de el se distinguen cinco etapas que son: La encarnación y el
nacimiento de Cristo, Los sufrimientos de Cristo, la muerte de Cristo, la sepultura de Cristo
y el descenso de Cristo a los infiernos. En el estado de exaltación Cristo ya no estaba sujeto
a la ley como una obligación del pacto, ya que había pagado el castigo por el pecado y
habiendo merecido la justicia y la vida eterna para el pecador. Como Mediador, ingresó al
pleno favor y la complacencia de Dios, fue coronado de gloria y honor. En el estado de
exaltación están presentes cuatro etapas a considerar: La resurrección de Cristo, la
ascensión de Cristo y el retorno físico de Cristo.
La parte principal de la obra sacerdotal de Cristo se encuentra en la reconciliación,
mas estaría incompleta sin la intercesión. Su obra redentora sobre la tierra reclama su
servicio en el santuario celestial. La doctrina de la expiación, la que con frecuencia se llama
es el corazón del evangelio, Según la Escritura, la causa impulsora de la expiación yace en
la voluntad de Dios para salvar a los pecadores mediante una expiación vicaria, Las
Escrituras dicen que el beneplácito de Dios para salvar a los pecadores mediante una
expiación sustitutiva se fundó en el amor y en la justicia de Dios, ya que fue el amor de
Dios el que proveyó un camino de escape para los pecadores perdidos y la justicia de Dios
requirió que este camino fuese de tal naturaleza que satisficiera las demandas de la ley, es
importante rnos alejemos de toda unilateralidad con respecto a esto, ya que si explicamos
que la expiación como fundada únicamente en la rectitud y justicia de Dios, dejaremos a un
lado el amor de Dios como la causa impulsora de la reconciliación y daremos lugar a los
detractores de la satisfacción de la expiación que la representan con la idea de que Dios es
un resentido que se preocupa nada más de su propio honor. La biblia enseña claramente que
Dios, en virtud de su santidad y justicia divinas, no puede simplemente pasar por alto el
desafío a su infinita majestad, sino que es necesario el castigo del pecado y nos muestra
repetidamente que por ningún motivo justificará al culpable. La majestuosa y absoluta
inmutabilidad de la ley divina como propia a la íntima naturaleza de Dios hizo necesaria la
demanda expiatoria del pecador. El pecado trae consigo de manera inevitable el castigo esto
es inviolable porque está fundada en la naturaleza verdadera de Dios. La necesidad de la
expiación tiene origen en la veracidad de Dios, que es Dios de verdad y no puede mentir
Números 23: 19 “Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se
arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?, Romanos. 3: 4 “De ninguna
manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que
seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado, En el pacto de obras
hecho con el hombre, Dios decretó que la muerte sería el castigo de la desobediencia. La
veracidad de Dios exige que el castigo se ejecute, y la salvación de los pecadores tendrá
que ejecutarse en la vida de un substituto perfecto, Si el pecado fuera solo una debilidad
moral, no sería necesaria la reconciliación. Pero de acuerdo con la Biblia el pecado es algo
sumamente malo, es desorden, es transgresión de la ley de Dios, y por lo tanto, culpa. La
asombrosa grandeza del sacrificio que Dios mismo proveyó implica también la necesidad
de la expiación. Dios dio su Hijo Unigénito para que se sometiera a los más amargos
sufrimientos y a muerte vergonzosa. Es inadmisible que Dios hubiera hecho esto, si lo
hubiera considerado innecesario.
En términos generales la expiación es la reparación o pago por un daño hecho a
través de un tercero, para que el imputado quede libre de culpa, incluye la idea de lograr
una reconciliación que produce armonía entre los que han estado separados, enemistados.
En cuanto a la doctrina de Cristo debemos tomar en cuenta algunos particulares. La
Expiación es objetiva esto quiere decir que la expiación hace su efecto principal sobre la
persona a quien se aplica. En este caso significa que la expiación sirve para la satisfacción
de Dios y reconciliarlo con el pecador, esto no quiere decir que el pecador este expiado, ya
que es Dios mismo quien ofrece una reparación por el daño. Dios reconciliado declara justo
al pecador quien acepta la reconciliación y de este modo por Espíritu Santo, el pecador cesa
su perversa separación de Dios, y así se participe de los frutos de la expiación perfecta de
Cristo, La expiación objetiva mediante Cristo es un hecho cumplido, y es mediante la
predicación del Evangelio de Cristo inducir a los pecadores a que acepten la expiación y
terminen su hostilidad hacia Dios. La expiación personal y expiación vicaria son diferente,
el ser humano como pecador, al apartarse de Dios, le debía una satisfacción de su justicia y
debido a su pecado el hombre sólo podría ser expiado sufriendo eternamente el castigo que
acompaña a la transgresión pero el amor y la compasión de Dios para el pecador designó un
vicario que es Jesucristo para que tomara el lugar del hombre, y este vicario expiara el
pecado y alcanzara la redención eterna para el hombre, el vicario expió el pecado de la raza
humana y forjó la redención del ser humano, por lo tanto, la propia persona ofendida
ofreció la expiación, si fuera una expiación personal se hubiera excluido el elemento de
misericordia, la expiación vicaria representa la forma más elevada de misericordia, además,
mientras que la expiación personal de parte del pecador hubiera estado siempre trabajando
en su redención y nunca la lograría, la expiación vicaria provista por Dios nos conduce a la
reconciliación y a la vida eterna, en el Antiguo Testamento los sacrificios de los animales
son una figura la expiación vicaria obrada por Cristo incluyó la obediencia activa y pasiva
de Cristo. Hay una distinción entre la obediencia activa y pasiva de Cristo. Su obediencia
activa es todo aquello que él hizo para cumplir la ley en representación de transgresores,
como una condición para obtener la vida eterna. Su obediencia pasiva se refiere a todo lo
que él sufrió para pagar la culpa del pecado y de esta manera saldar la deuda de todo su
pueblo. Es verdad que se debe diferenciar entre las dos, pero debemos entender que éstas
no pueden ser separadas. Estas dos obediencias siempre permanecen juntas en cada
momento de la vida del Salvador. La obediencia activa de Cristo fue la que se sujetó
voluntariamente al sufrimiento y la muerte, pero por otra parte la obediencia pasiva de
Cristo fue la que hizo que viviera sometido a la ley y sirviendo a los demás. Es por su
obediencia pasiva que Jesucristo pagó la pena del pecado y libró al ser humano de la
maldición y por su obediencia activa, él obtuvo la vida eterna para el pecador,
conduciéndolo a la meta que Adán fracasó en alcanzar. Generalmente, se admite que el
pago ofrecido por Cristo fue, en sí mismo, suficiente para la salvación de la raza humana
pero no eficaz para todos. Sin embargo, existen opiniones distintas acerca de si Cristo
sufrió y murió con el propósito de salvar a todos los seres humanos o solamente a los
elegidos, tanto los católicos romanos, los luteranos y los arminianos afirman que la
expiación lograda por Cristo es universal esto es que, todos los seres humanos serán
salvados, y que la intención del Padre al enviar a Cristo y la de Cristo al lograr su obra
redentora, fue salvar a todos sin excepción admiten que la intención propuesta no llegó a
realizarse.
Las doctrinas sobre el oficio triple de Cristo como Profeta, Sacerdote y Rey nos dice
que como el profeta de Dios por excelencia, Jesucristo fue en quien descansaban la
profecía. su persona y su obra son el centro de las profecías del Antiguo Testamento, pero
Él mismo también fue un profeta. El reino de Dios y el papel que Jesús desempeñaría
dentro de dicho reino venidero son temas principales en las afirmaciones proféticas de
Jesús, la tarea principal de un profeta era transmitir la palabra de Dios, Jesús transmitió la
Palabra de Dios, a parte de ello Él mismo es la Palabra de Dios, Jesús fue el Profeta de Dios
supremo, siendo la Palabra de Dios en la carne, en el Antiguo Testamento el profeta era una
clase de mediador entre Dios y el pueblo de Israel, hablaba al pueblo como representante de
Dios, el sacerdote era quien hablaba a Dios como representante del pueblo, Jesús también
cumplió el papel del Sumo Sacerdote, en el Antiguo Testamento ofrecían sacrificios
regularmente, pero Jesús ofreció un sacrificio de máximo valor eterno, una vez y para
siempre que fue el sacrificio de sí mismo ya que Él era la ofrenda y el que ofrendaba, en
tanto que en el Antiguo Testamento los oficios mediadores de profeta, sacerdote y rey eran
ejercidos por distintas personas, estos tres oficios son ejercidos de manera suprema en la
persona de Jesús.