Fisiopatologia de Monog Gota Fco
Fisiopatologia de Monog Gota Fco
Fisiopatologia de Monog Gota Fco
El acceso de gota (o episodio agudo) se debe a una interacción entre los cristales de
UMS y los sinoviocitos, que ocasiona una reacción de tipo autoinflamatorio en la que
intervienen actores celulares y moleculares de la inmunidad innata.
Los microcristales que precipitan en el tejido diana ocasionan inflamación donde realizan
diversas señalizaciones que conllevan a la muerte celular “necro-inflamación” los cuales
son regulados mediante NLRP3; caspasas 1,11; IL-1; RIPK1, 3 y MLKL. La artritis gotosa
aguda se debe a la reacción de la formación excesiva de los cristales de UMS junto a los
sinoviocitos los cuales provocan un proceso autoinflamatorio(1).
Es importante mencionar que durante este proceso ocurre la liberación de cristales los
cuales ocasionan lesiones en la membrana del fagolisosoma; mientras la activación del
complemento concentra más leucocitos este mecanismo se propaga y se mantiene por la
acción de IL-1β por la fijación a nivel de los receptores del fagocito (alrededor 7 a 15
días).Estos mecanismos constantes culminan en la formación de tofos (comprometiendo
un daño a nivel articular, del cartílago y del tejido periarticular)(1,2).
La inflamación provocada por los microcristales implica a numerosas vías de señalización
que provocan la muerte celular (apoptosis, necroptosis, ferroptosis) asociada o no a la
inflamación, lo que explica el término de «necro-inflamación», mecanismo patológico
molecular común a las artropatías microcristalinas, regulado por el inflamasoma NLRP3,
la caspasa 1, la caspasa 11 y la interleucina-1 (IL-1) o por la proteína cinasa de
interacción con el receptor (RIPK1, RIPK3) y mixed lineage kinase domain-like (MLKL)[3].
El acceso de gota (o episodio agudo) se debe a una interacción entre los cristales de
UMS y los sinoviocitos, que ocasiona una reacción de tipo autoinflamatorio en la que
intervienen actores celulares y moleculares de la inmunidad innata. La liberación articular
de los cristales de UMS está favorecida por una disminución rápida de la uricemia, una
variación de temperatura y/o de pH, un estado de deshidratación o un traumatismo directo
articular [4] .
Sin embargo, la interacción exclusiva del cristal de UMS con una célula fagocítica no
basta para desencadenar una reacción inflamatoria, y requiere la intervención de una
segunda señal para preactivar el fagocito, como, por ejemplo, la presencia de ácidos
grasos libres de origen alimentario [5]. Los receptores tipo Toll (TLR), como TLR2 y TLR4,
y CD14 contribuyen a la producción de citocinas en respuesta a los cristales de UMS [1].
La interacción entre el cristal y el fagocito preactivado induce una señal de «peligro»
responsable de la activación intracelular de un complejo proinflamatorio denominado
«inflamasoma NLRP3» [6,7] que activa a su vez los factores de transcripción (factor
nuclear kappa-B [NF-kappa-B] y proteína activadora 1 [AP-1]) lo que da lugar a una
producción de mediadores proinflamatorios y de quimiocinas como la ciclooxigenasa 2
(COX2), IL-1β, IL-8 y el factor de necrosis tumoral TNF-α. Más en particular, la detección
de los cristales intracelulares por el inflamasoma NALP3 en los monocitos o los
macrófagos provoca una activación de la caspasa-1, que inicia la maduración y la
secreción de IL-1, mediador de la inflamación en el acceso de gota y diana terapéutica
[1].
Estas moléculas son responsables directamente de los signos clínicos articulares (dolor,
eritema, calor y tumefacción) y sistémicos (fiebre) de los accesos de gota. Este fenómeno
se amplifica y se automantiene por una acción autocrina y paracrina de la IL-1β, que se
fija a los receptores expresados en la superficie de los fagocitos, lo que explica una
duración de 7-15 días de los síntomas del acceso de gota. La inflamación se cura
espontáneamente en unos días, aunque los cristales de UMS siguen siendo detectables
en el líquido sinovial y los tejidos afectados.
Los neutrófilos reclutados en los sitios inflamatorios inducen una producción importante de
estrés oxidativo, liberan al medio extracelular cromatina y forman las trampas
extracelulares de neutrófilos (NET). Los agregados de NET contienen proteasas capaces
de degradar las citocinas inflamatorias, lo que favorece la resolución de la inflamación,
mientras que las NET de pequeño tamaño estimulan el infiltrado de polimorfonucleares
neutrófilos y la reacción inflamatoria [8].
La característica del acceso de gota es su autorresolución después de un episodio
intenso. La gran eficacia clínica de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) (inhibidores
de la COX) y de las bioterapias anti-IL-1β (anakinra y canakinumab) en el acceso de gota
se explica por su efecto de inhibición de los mediadores inflamatorios implicados en la
gota. La colchicina actúa inhibiendo la polimerización de las tubulinas, indispensables
para la formación y la estabilidad del complejo enzimático de la inflamación [8]
Referencias bibliográficas:
1. Información complementaria11 [Internet]. [citado 17 de octubre de 2021]. Disponible
en:
https://d1niluoi1dd30v.cloudfront.net/1286935X/S1286935X17X03389/S1286935X178
72245/mmc12.pdf?
Signature=icjgyEjc4M8td0rUhYmPMIONlZXf57bbSmX1W2QLCoJxHt5jGk8FSZdinTm
0lrY4G9p0M2qJWuCqpJViJbAyOzwIN3kwOEvP4k5iBYk09M6l70jXP6GA5inh95T501
7vihgbjHn7sk4IrYQzt1pqMjCPfzRMyO%7ECGeXcIZkca
%7Eg_&Expires=1634508039&Key-Pair-Id=APKAICLNFGBCWWYGVIZQ