Capitulo VIII
Capitulo VIII
Sumario
1. Introducción.......................................................................................VIII-1
2. Relaciones con el derecho privado....................................................VIII-1
3. Evolución y estado actual de la aplicación del derecho civil a la
administración pública...................................................................VIII-4
4. La transformación del derecho administrativo............................... VIII-6
5. Relaciones con el derecho constitucional y supraconstitucional......VIII-7
6. Relaciones con el ambiente y el derecho de los recursos naturales..VIII-9
6.1. Tierras.................................................................................... VIII-10
6.2. Aguas......................................................................................VIII-13
6.3. Aire......................................................................................... VIII-14
6.4. Urbanismo.............................................................................. VIII-14
6.5. Minas...................................................................................... VIII-14
7. Otras relaciones............................................................................... VIII-16
7.1. Relaciones con el derecho penal............................................. VIII-16
7.2. Relaciones con el derecho internacional................................ VIII-17
8. Las ciencias jurídicas frente a las no jurídicas.............................. VIII-17
8.1. La solución técnica y la solución jurídica..............................VIII-19
8.2. Derecho administrativo y economía......................................VIII-20
8.3. Derecho administrativo y ciencia de la administración.......VIII-21
9. Perspectivas futuras de combinación del derecho administrativo
con otras ciencias: La estadística.................................................VIII-23
10. La psicología y sociología..............................................................VIII-24
11. La matemática...............................................................................VIII-25
12. Derecho y lógica simbólica............................................................VIII-27
13. Graficación de problemas jurídicos...............................................VIII-28
14. Indicadores e índices jurídicos......................................................VIII-28
15. Procesamiento estadístico.............................................................VIII-29
16. Cuantificación................................................................................VIII-29
17. Procesamiento cartográfico...........................................................VIII-30
18. Almacenamiento de datos jurídicos..............................................VIII-30
19. La revolución informática: Analytics, big data y predicción legal
cuantitativa...................................................................................VIII-31
20. Otras perspectivas........................................................................VIII-33
Capítulo VIII
1. Introducción
El tema de las relaciones del derecho administrativo con otras ramas jurídicas
o no jurídicas del conocimiento puede parecer acumulación enciclopédica de
información asistemática, pero su objeto es encuadrar y ubicar a esta rama del
conocimiento en comparación a otras con las cuales existen problemas concretos
de importancia práctica, no siempre perceptibles a priori.
Cabe mencionar al derecho civil, por su contraste; al derecho constitucional,
por la íntima dependencia del derecho administrativo a los preceptos constitucio-
nales; al derecho de los recursos naturales porque el derecho a un ambiente sano
forma hoy parte de los derechos individuales (art. 41 de la Constitución nacional);
a distintas ramas no jurídicas del conocimiento, porque el abogado necesita el
aporte de otras ciencias para percibir adecuadamente el objeto material sobre el
cual recae el análisis jurídico, sin cuya percepción todo lo que construya carece-
rá de sustento fáctico suficiente y adecuado. Entre los aspectos no jurídicos, no
trataremos aquí pero vale la pena recordarlo, en el mundo moderno es imposible
funcionar eficazmente sin conocimiento de inglés y una constante actualización
de la informática. La carencia de estos dos elementos va acercando a la persona
que incurre en ellas en un virtual analfabetismo de nuestra era.
derecho administrativo; no se trata de que el segundo los haya tomado del primero,
sino de que éste fue uno de los primeros en utilizarlos. Así, la responsabilidad, el
principio de buena fe y la doctrina de los actos propios o principio de no contra-
dicción, la necesaria motivación de los actos, la desviación de poder y el abuso del
derecho, la interdicción de la mala praxis, el principio de la seguridad jurídica
y de la confianza debida, la lesión, la equidad, el principio de prudencia, etc.2
b) Hay disposiciones de derecho administrativo que están en el Código Civil
tales como las referentes a bienes del dominio público, expropiación, arrendamien-
to de bienes públicos; la reglamentación del uso y goce de los bienes del dominio
público, las limitaciones impuestas a la propiedad en el interés público, etc.; no
son de derecho civil y a lo sumo podría decirse que se encuentran desubicadas.3
2
Estos y otros valores o principios jurídicos son la trama más importante del derecho público o
privado. Ver al respecto nuestra Introducción al derecho, ed. electrónica de libre acceso en http://
gordillo.com/iad.html y ediciones en papel en Buenos Aires, La Ley, 2007; An Introduction to Law,
Londres, Esperia, 2003, http://gordillo.com/aitl.html; Une introduction au Droit, Londres, Esperia,
2003, http://gordillo.com/uiad.html, las cuatro con prólogo de Spyridon F logaitis.
3
Tal por ejemplo es el caso del art. 1112 sobre responsabilidad del funcionario y del Estado en
virtud de la imputación directa por aplicación de la teoría del órgano consagrada por la CSJN in re
Vadell, Fallos, 306-2: 2030, año 1984, tal como habíamos preconizado en nuestra tesis doctoral de
1959, inédita. Tenemos cierta resistencia a aceptar la corriente prevalente que ve en la responsa-
bilidad del Estado una cuestión de derecho administrativo y no de derecho civil, pues está en juego
la garantía de la propiedad de los ciudadanos, que es por lo demás de raigambre constitucional, y
que el funcionamiento real de la responsabilidad en verdad niega casi absolutamente, tal como lo
hemos explicado en “La responsabilidad del Estado en la práctica,” en AA.VV., Cuestiones de res-
ponsabilidad del Estado y del funcionario público, Universidad Austral, Buenos Aires, Rap, 2008,
pp. 729-38. Nueva versión bajo el mismo título, “La responsabilidad del Estado en la práctica,” en
Universidad de Buenos Aires, Responsabilidad del Estado. Jornada de homenaje a la Profesora
Titular Consulta de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires Dra. María Graciela
Reiriz, Buenos Aires, Rubinzal-Culzoni, 2008, pp. 3-12; reproducida sin modificaciones en AA.VV.,
Responsabilidad del Estado, Universidad de Buenos Aires/Rubinzal-Culzoni, 2009, pp. 3-12. Ver
también Bruno dos Santos, M arcelo A. (dir.), Tratado de derecho administrativo y Obras selectas,
t. 7, El derecho administrativo en la práctica, Buenos Aires, FDA, 2013, cap. XXXII, http://gordillo.
com/pdf_tomo7/capitulo32.pdf. Otros autores sostienen que estas disposiciones del Código Civil
no pertenecen al derecho público ni privado, sino que por ser normas que corresponden a la teoría
general de las obligaciones, su ubicación es correcta y deben ser aplicadas de un modo directo por
el intérprete para resolver las cuestiones que se le susciten, conforme al art. 15 del Código Civil:
Mertehikian, Eduardo, La responsabilidad pública, Buenos Aires, Ábaco, 2001, pp. 38-39. Ver
también Reiriz, M aría Graciela “Responsabilidad del Estado,” en El Derecho Administrativo Argen-
tino Hoy, Editorial Ciencias de la Administración, 1996, p. 226; Cassagne, Juan C., “Los principios
que fundamentan la responsabilidad extracontractual del Estado y el alcance de la reparación,” en
Universidad de Buenos Aires, Responsabilidad del Estado, Jornada de Homenaje a la Profesora
Titular Consulta de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires Dra. María Gra-
ciela Reiriz, op. cit., pp.46-49. Recientemente la cuestión ha suscitado la atención de la doctrina
con referencia a los arts. 1764, 1765 y 1766 del proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación
enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso —que modificó la redacción original del anteproyecto
elaborado por la Comisión de Reformas establecida por decreto 191/11. Ampliar en Tonelli, Pablo
G. y O yhanarte (h.), M artín, “Cuestión de la responsabilidad del Estado y sus funcionarios en el
Proyecto de Código,” LL, 15-III-13, p. 1; Cassagne, Juan C., “Responsabilidad del Estado y de los
funcionarios y empleados públicos en el Código Civil y Comercial proyectado,” LL, 2012-E , 1202;
Barra , Rodolfo C., “La responsabilidad del Estado en el Proyecto de nuevo Código Civil,” El Dial,
relaciones del derecho administrativo VIII-3
19-IX-12; P iaggio, Lucas A., “La responsabilidad del Estado,” en Lefferriere, Jorge N. (colab.),
Análisis del proyecto de nuevo código civil y comercial, Buenos Aires, El Derecho, 2012, pp. 519-28.
4
Bancos, bolsa y mercado de valores, seguros, sociedades, etc. Ver infra, cap. X, § 12.2, http://
gordillo.com/pdf_tomo1/capituloX.pdf.
5
Comp. Z anobini, Guido, Corso di diritto amministrativo, t. 1, Milán, Giuffrè, 1958, 8ª ed., p.
32 y ss.
6
El tema de los contratos administrativos es el que acusa una de las más violentas lesiones al
sistema tradicional de los contratos. Nos remitimos a la bibliografía controvertida al respecto en
“La mutación del contrato administrativo,” en AA.VV., Cuestiones de contratos administrativos en
homenaje a Julio Rodolfo Comadira, Universidad Austral, Buenos Aires, Rap, 2007, pp. 835-8,
http://gordillo.com/articulos/art15.pdf. Aquí no se discute ya si el contrato administrativo está en
el derecho civil o administrativo, sino la absoluta inconveniencia e injusticia con que es tratado en
el derecho administrativo en el derecho administrativo argentino contemporáneo. Por eso quienes
pueden acuden a la jurisdicción extranjera.
7
Comp. Bielsa , R afael , Derecho administrativo, t. I, Buenos Aires, La Ley, 1955, 5ª ed., p. 159;
M arienhoff, M iguel S., Tratado de derecho administrativo, t. I, Buenos Aires, Abeledo-Perrot,
1965, p. 171.
8
Sólo en casos puntuales y excepcionales, la aplicación de las normas civiles se realiza sin
mayores adaptaciones. Ver Campolieti, F ederico, “La aplicación del Código Civil al caso admi-
nistrativo no previsto,” en JA, 2008-II, pp. 659-63. Ver también lo que explica Balbín, Carlos F.,
Curso de derecho administrativo, t. 1, La Ley, Buenos Aires, 2007, pp. 242-2, en cuanto refiere al
nuevo derecho administrativo como mixtura de derecho público y privado haciendo referencia a un
fenómeno bifronte: Por un lado la privatización del derecho público, y por otro, la publicización del
derecho privado. En punto a la aplicación supletoria de normas de derecho civil en la resolución de
cuestiones de derecho administrativo en el Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, ver
Dromi, Roberto y Mertehikian, Eduardo, Reflexiones de derecho público al Proyecto de Código Civil
y Comercial. A propósito del Título Preliminar, Buenos Aires - Madrid - México, Ciudad Argentina
- Hispania Libros - Rap, 2012, cap. VI, pp. 91-102.
VIII-4 parte general
9
Si bien la jurisprudencia suele hacer aplicación “supletoria” del Código Civil ya la Corte Su-
prema ha aclarado que existiendo una ley de derecho administrativo, el “Código Civil [...] sólo es
aplicable en cuanto sea compatible con los principios de aquélla.” Fallos, 182: 502-47, Besana, año
1938. Con otras palabras, la Corte también ha dicho que las normas del derecho civil “si bien no
han sido establecidas para aplicarlas al derecho administrativo sino al derecho privado, nada obsta
para que representando aquéllas una construcción jurídica basada en la justicia, su aplicación se
extienda al derecho administrativo…, con las discriminaciones impuestas por la naturaleza propia
de lo que constituye la substancia de esta última disciplina.” Fallos 190: 142, Los Lagos, año 1941.
Recientemente, en su pronunciamiento de fecha 5-VII-11, la Corte reiteró esta doctrina en la causa
JP Morgan Chase Bank NA (Sucursal Buenos Aires) c/ Banco Central de la República Argentina
s/ proceso de conocimiento, J. 71. XLV. ROR, considerando 7º. Ver F ernández Ruiz , Jorge, Derecho
administrativo, México, D.F., McGraw-Hill / Interamericana, 1997, p. 13; Vega , Susana E. y Ro-
taeche , M aría J., “La competencia originaria de la Corte y el concepto de causa civil: un cambio de
criterio acertado ¿Motivos de orden jurídico o circunstancias de conveniencia?,” RAP, 335: 47-73.
Ver también CSJN Fallos, 310: 1589, Sosa de Basso, año 1987. Más tarde la Corte efectuó una im-
portante afirmación: “Las disposiciones del Código Civil, entre ellas las relativas a las nulidades de
los actos jurídicos, son aplicables en la esfera del derecho administrativo con las discriminaciones
impuestas por la naturaleza de lo que constituye la sustancia de este último, pero la indagación
acerca de la pertinencia de tal analogía resulta desde todo punto de vista innecesaria cuando la
propia ley administrativa regula directamente los hechos materia del caso.” (Fallos, 321: 174, S.A.
Organización Coordinadora Argentina c/ Secretaría de Inteligencia de Estado, año 1998.)
10
Sobre estas dos diferenciaciones pueden verse, entre los libros más tradicionales, M ayer , Otto,
Derecho administrativo alemán, t. I, Buenos Aires, Depalma, 1949, p. 184 y ss.; Bielsa , op. cit., t.
II, Buenos Aires, 1955, 5ª ed., p. 27.
relaciones del derecho administrativo VIII-5
11
Villegas Basavilbaso, Benjamín, Derecho administrativo, t. II, Buenos Aires, TEA, 1956, p.
161 y ss.; M arienhoff, op. cit., p. 365; Diez , M anuel M aría , Derecho administrativo, t. I, Buenos
Aires, Plus Ultra, 1965, p. 287; Dromi, Roberto, Instituciones de derecho administrativo, Buenos
Aires, Astrea, 1973, p. 57 y ss. En igual sentido PTN, Dictámenes, 84: 133 y ss.
12
Lo hemos desarrollado en el t. 3, El acto administrativo, op. cit., cap. II, § 10 a 15, http://gordillo.
com/pdf_tomo3/capitulo2.pdf; en igual sentido Diez , op. cit., t. II, Buenos Aires, Plus Ultra, 1965,
1ª ed., p. 210; PTN, Dictámenes, 92: 74.
13
El art. 3° de la ley 4.167 dispuso en su momento que el decreto del Poder Ejecutivo por el cual
se vendía una tierra pública tenía “fuerza de escritura pública.” Ese tipo de disposiciones tiene una
derogación orgánica con las normas que regulan los registros de la propiedad, catastros, etc. Hoy en
día es necesario escriturar para poder inscribir el dominio en el Registro de la Propiedad. Con todo,
es conocido el hecho material que muchos de los inmuebles del Estado no se encuentran registrados
en el catastro, y que el proceso de registrarlos es empíricamente complicado.
VIII-6 parte general
derecho civil. Y por lo demás, incluso la aplicación del derecho civil en el objeto
mismo del acto es sumamente limitada y poco frecuente.
Por último, la distinción entre dominio público y dominio privado del Estado
tiene algún basamento normativo en el Código Civil,14 pero se le ha dado en la
actualidad una interpretación muy amplia al concepto de dominio público. Abarca
pues todos los bienes estatales inmuebles, muebles u objetos incorporales, sea
que estén afectados al uso directo o indirecto de la comunidad (p. ej., a través de
los servicios públicos). Son excepción los casos en que se puede señalar un bien
del “dominio privado” del Estado.
internacional,” en XXX Jornadas Nacionales de Derecho Administrativo, Rap, año XXVIII, Buenos
Aires, 2005, 326: 391-400, http://gordillo.com/articulos/art13.pdf.
17
Ver sobre el punto García de Enterría , Eduardo, La lucha contra las inmunidades del poder
en el derecho administrativo (poderes discrecionales, poderes de gobierno, poderes normativos),
Madrid, Civitas, 1979; Garrido Falla, Fernando, Las transformaciones del régimen administrativo,
Madrid, 1962, 2ª ed.
18
Ver también Balbín, op. cit., t. 1, pp. 96 y 242-3.
19
Bielsa, R afael , Compendio de derecho administrativo, Buenos Aires, Depalma, 1960, 3ª ed., p.
7. Incluso hay autores que identifican ambas disciplinas en un “Derecho del Estado,” como recuerda
A lessi, Renato, Principi di diritto amministrativo, t. I, Milán, Giuffrè, 1971. Ver también Parejo
A lfonso, Luciano, “Las bases constitucionales del Derecho administrativo,” en Parejo A lfonso;
Jiménez-Blanco, A ntonio y Ortega Á lvarez , Luis, Manual de Derecho Administrativo, Barcelona,
Ariel, 1992, 2ª ed., cap. II, p. 31 y ss.; Cassese, Sabino, “Le basi costituzionali,” en Cassese, Sabino
(director), Trattato di diritto amministrativo, Diritto amministrativo generale, t. 1, Milán, Giuffrè,
2000, p. 159 y ss.; Casetta, Elio, Manuale di diritto amministrativo, Milán, Giuffrè, 2001, 3ª ed., cap.
II, p. 27 y ss; Stark , Christian, “State Duties of Protection and Fundamental Rights,” en AA.VV.,
Constitution and Law III, Seminar Report, Johannesburg, Konrad- Adenauer-Stiftung, 1999, p. 11
y ss.; de Vergottini, Giuseppe, Diritto costituzionale comparato, Padua, CEDAM, 1999, 5ª ed., cap.
III, secciones I y ss., p. 143 y ss.; Pegoraro, Lucio, Lineamenti di giustizia costituzionale compara-
ta, Turín, Giappichelli, 1998; Pegoraro y Reposo, A ntonio (coord.) Letture Introduttive al Diritto
Pubblico, Milán, CEDAM, 1998. A veces la constitución, lejos de ser un instrumento de estabilidad,
es fuente de incertidumbre: Comp. Barroso, Luís Roberto, Temas de direito constitucional, Río de
Janeiro, Renovar, 2002, 2ª ed., esp. parte I, sección 2, p. 49 y ss.
VIII-8 parte general
tín (dir.), Suplemento Extraordinario Administrativo, 75 Aniversario, La Ley, 2010, entre otros,
Botassi, Carlos, “Derecho administrativo supranacional,” pp. 102-114; Guglielmino, Osvaldo C.,
“Los contratos administrativos y el arbitraje,” pp. 115-126; Caputi, Claudia y Salvatelli, A na ,
“Manifestaciones de la globalización en la jurisprudencia de la Corte Suprema sobre el derecho
administrativo,” pp. 146-160 y Scheibler, Guillermo, “Compromisos internacionales de la República
Argentina en materia de acceso a la información pública,” pp. 136-145.
21
Esta interacción permanente entre ambas disciplinas es puesta magníficamente de manifiesto
por Gelli, M aría A ngelica , en su obra Constitución de la Nación Argentina. Comentada y concor-
dada, Buenos Aires, La Ley, 2008, 4ª ed.
22
Von Stein, L orenz , La Scienza della pubblica amministrazione, Turín, 1897, p. 3; Bielsa , op.
loc. cit.; Giese, F riedrich, Allgemeines Verwaltungsrecht, Tübingen, 1952, 3ª ed., p. 1.
23
No parece que pueda hablarse de una personalidad jurídica de la administración como tal; con
todo, ver García de Enterría , Eduardo, “Verso un concetto di diritto amministrativo como diritto
statutario,” en Rivista Trimestrale di Diritto Pubblico, 2/3: 323. (1960.)
24
Dentro de la moderna concepción de la fractura del poder como salvaguardia contra su mono-
polización por una persona o grupo de personas.
relaciones del derecho administrativo VIII-9
Hay pues una superposición temática entre ambas disciplinas, lo que se justifica
por la necesidad contemporánea de reenfatizar estos problemas.
No es que el Estado “tenga” una Constitución, sino que “esté” en una Cons-
titución. Pero más aun, está también, fundamentalmente, en un orden jurídico
supranacional e internacional.25
a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquéllas alte-
ren las jurisdicciones locales.30 Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de
residuos actual o potencialmente peligrosos y de los radiactivos.” Hay recursos
naturales como la caza, la pesca, etc., que deben ser utilizados racionalmente
y en los que no necesariamente existe conflicto con el requisito de un ambiente
sano; lo mismo con casos de preservación del ambiente, tales como contaminación
lumínica, sonora, visual, etc., que carecen de relación con la utilización de los
recursos naturales. Ciertos tipos de explotación minera, efectos secundarios de
la explotación petrolera, etc., afectan el derecho a preservar un ambiente sano y
requieren medidas resarcitorias o reparatorias.31
En los últimos años puede destacarse la legitimación reconocida por la Corte
Suprema a un grupo de vecinos para proteger el medio ambiente en la cuenca
Matanza-Riachuelo, a partir del pronunciamiento dictado el 20-VI-06 en la causa
Mendoza.32
6.1. Tierras
Lo atinente a las tierras públicas y su utilización por el Estado en forma directa
o indirecta, es en parte estudiado por el derecho administrativo y en parte por
o bifenilos policlorados; ley 25.688 de gestión ambiental de aguas; ley 25.916 de gestión de residuos
domiciliarios; ley 26.331 de protección de bosques nativos; ley 26.562 de control de actividades de
quema; ley 26.639 de preservación de los glaciares y del ambiente periglacial. Sin embargo, hay
demasiados ejemplos de desidia legislativa y administrativa, que a veces fuerzan a la justicia,
como único poder del Estado que resta con voluntad real de cambio, tomar injerencia en el asunto,
como es el caso de la cuenca Matanza-Riachuelo, que la CSJN, creativa y valientemente, encaró en
forma directa en Fallos, 329: 2316, Mendoza, año 2006, delegando las medidas de trámite al juez
de primera instancia del lugar —aunque este juzgado fue desplazado en el año 2012, “dividiendo”
transitoriamente la competencia en dos juzgados federales para mejorar los controles— y poniendo
en esta doble óptica el control de la actividad administrativa de la Autoridad de la Cuenca, con-
ceptualmente un ente estatal interjurisdiccional, aunque erradamente se lo estuvo manejando en
sede administrativa como si fuera parte de la administración central. La Autoridad de la Cuenca
debe equipararse a los otros entes interjurisdiccionales como el Mercado Central de Buenos Aires,
CEAMSE, YMAD, etc. Volvemos sobre el tema en el t. 4, El procedimiento administrativo, Buenos
Aires, FDA, 2006, 9a ed., cap. XI, “Recurso de alzada,” § 2.4.1,“Entes interjurisdiccionales,” http://
gordillo.com/pdf_tomo4/capitulo11.pdf.
30
Ver las distintas posturas de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación
y del Consejo Federal del Medio Ambiente (COFEMA) sobre los presupuestos mínimos de protección
ambiental en LL, Suplemento de derecho ambiental, 10-XII-04.
31
El daño ambiental se va transformando en una importante fuente de responsabilidad estatal:
CSJN, Fallos: 329:2316, Mendoza, año 2006, citado. Ver, entre otros Güidi, Graciela , “Responsabi-
lidad ambiental del Estado” y Sabsay, Daniel A lberto, “Responsabilidad por daño colectivo,” ambos
en Universidad de Buenos A ires, Responsabilidad del Estado, Jornada de Homenaje a la Profesora
Titular Consulta Dra. María Graciela Reiriz, op. cit., pp. 551-66 y pp. 567-76, respectivamente. Ver
también Botassi, Carlos, “Procedimiento administrativo de Evaluación de Impacto Ambiental,” en
AA.VV., El Derecho Administrativo hoy. 16 años después, Universidad Austral, Facultad de Derecho,
Buenos Aires, Rap, 2013, pp. 211-220; Del mismo autor ver “La experiencia argentina en el control
del medio ambiente como sustentabilidad del crecimiento,” en Revista de la Asociación de Derecho
Administrativo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, N° 4, diciembre de 2011, p. 29 y ss.
32
LL, 2006-D, 281.
relaciones del derecho administrativo VIII-11
33
Son aquellos a conservar en su estado primitivo, prohibiéndose toda explotación económica:
Nahuel Huapi e Iguazú, ley 12.103; Lanín, Los Alerces, Perito Moreno y Los Glaciares, Río Pilcoma-
yo, decreto-ley 17.815; El Rey, Tierra del Fuego, ley 15.554; Chaco, ley 14.366; Baritú, ley 20.656;
El Palmar, decretos-leyes 16.802 y 19.689/72.
34
Reserva Natural Formosa, decreto-ley 17.916; Monumento Natural de los Bosques Petrificados,
decreto 7.252/54, ratificado por leyes posteriores. El art. 2° del decreto-ley 22.351/80 considera que
las tierras fiscales existentes en los parques nacionales y monumentos naturales, como las compren-
didas en las reservas nacionales hasta tanto no sean desafectadas por la autoridad de aplicación,
integran el dominio público nacional.
35
Decretos-leyes 18.594/70 y 20.161/73. En los lugares de protección legal más intensa el Servicio
Nacional de Parques Nacionales ejerce un control amplio de recursos naturales, incluyendo no sólo
la tierra sino también el agua, la fauna, flora, etc. y cuenta con fuerza pública propia, el Servicio
Nacional de Guardaparques.
36
Ver reseña de fallos de la CSJN referidos al reclamo de comunidades indígenas en materia
de tierras en: Hualpa , Eduardo R., “Derechos indígenas y minería. A propósito del fallo «Mellao
Morales» dictado por el Tribunal Superior de Justicia del Neuquén,” LL, 2011-A, 343.
37
CSJN, Fallos, 331: 2925 y 332: 663, Salas Dino. (2008 y 2009.)
38
FAO, La reforma agraria en Italia. Realizaciones y perspectivas, Roma, 1961; C.E.P.A.L.,
Problemas y perspectivas de la agricultura latinoamericana, Buenos Aires, 1965; O.N.U., Refor-
ma agraria, Nueva York, 1951; Palerm, A ngel , Observaciones sobre la reforma agraria en Italia,
Washington, 1963, p. 99. Ver también nuestro art. “Hacia una concepción publicista de la concesión
de tierras,” RADA, 7: 27, Buenos Aires.
VIII-12 parte general
39
El art. 75 inc. 17 de la Constitución contempla entre las facultades y deberes del Congreso “Re-
conocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto
a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica
de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente
ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de
ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su partici-
pación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten. Las
provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.”
40
Ver la importante recopilación de jurisprudencia y doctrina nacional de Hualpa , Eduardo
R., “Jueces, pueblos indígenas y derechos,” LL, 2009-A, 1223 sus referencias; Contarini, Eugenia;
Fairstein, Carolina; Kweitel , Juana; Morales, Diego y Rossi, Julieta , “Argentina,” en AA.VV.,
La justiciabilidad de los derechos económicos, sociales y culturales: un desafío impostergable, San
José, Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 1999, p. 27 y ss., esp. pp. 66-70, § 2.2.1,
“Derechos de los pueblos indígenas.”
41
Hualpa , “Derechos indígenas y minería. A propósito del fallo «Mellao Morales» dictado por el
Tribunal Superior de Justicia del Neuquén,” op. cit. A veces el tema indigenista se va de las manos,
como ocurre en Bolivia con la pena de muerte aplicada por las comunidades precolombinas según
su derecho ancestral, hoy en violación al derecho internacional de los derechos humanos. No es éste
un tema de tierras, desde luego, sino un recordatorio de la prudentia juris.
42
Se trata de la ley 24.374; ver Sagarna , F ernando A lfredo, “La ley 24.374 de regularización
dominial: una fuente de litigios,” LL, 1996-D, 975; “Nueva prescripción adquisitiva más breve
(inmuebles urbanos que se poseen por tres años con anterioridad al 1º de enero de 1992),” DJ,
1996-2-994; “La ley 24.374 de regularización dominial y su implementación en la Provincia de
Chubut,” DJ, 1998-2, 13.
43
Se trata de un problema “típicamente metropolitano.” Ver Reca , Ricardo P., Derecho Urba-
nístico, v. III, Área Metropolitana, Buenos Aires, La Ley, 2002, pp. 19-20; Uslenghi, A lejandro,
“Las restricciones al dominio privado derivadas de la planificación urbana y de la preservación del
interés arquitectónico, histórico y cultural,” en AA.VV., El Derecho Administrativo hoy. 16 años
después, op. cit., pp. 439-446.
relaciones del derecho administrativo VIII-13
6.2. Aguas
Lo referente al régimen de las aguas naturales siempre se consideró en el siglo
XX básicamente regido por el derecho público, habiéndose acuñado el principio de
que todas las aguas naturales son públicas,45 en el sentido de ser necesariamente
partes integrantes del dominio público del Estado, por lo tanto inalienables e
imprescriptibles. Esta materia ha sido objeto de estudio por el derecho adminis-
trativo. Las distintas provincias ostentan sus propios Códigos o leyes de Agua
como muestra de esta ubicación metodológica y jurídica del problema.46
Pensamos que la razón de ser de que las aguas naturales hayan sido casi
siempre consideradas parte del dominio público del Estado e insusceptibles de
apropiación privada, bajo forma alguna, sin perjuicio de su utilización por permiso
o concesión revocables, se debe justamente al haber sido siempre reguladas por
esta rama del derecho público, no habiendo participado en su elaboración reciente
otras ramas del derecho. Pero hay que tener cuidado de no incurrir en excesos, o
de lo contrario se llegaría al extremo de que toda superficie de agua en propiedad
privada, incluso construida artificialmente por el propietario, se constituyera
supuestamente en propiedad pública de libre acceso a toda la comunidad, algo
obviamente contrario al sistema constitucional de propiedad privada que nos rige;
lo mismo cabe decir de los sistemas artificiales de riego, los depósitos artificiales
de agua para ser utilizados en época de carencia de lluvias, las canalizaciones
para el corrimiento de las aguas pluviales y obras concomitantes, etc.
Cabe también mencionar el tema de la explotación de los recursos del mar,
fuera de las aguas territoriales,47 y el de los fondos marinos: En ambos temas
44
P ulvirenti, Orlando, “De Coghlan a Caballito: ¿Quién decide el urbanismo?,” Revista de la
Asociación de Derecho Administrativo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Nº 2, septiembre
de 2008, pp. 223-243. En materia de urbanismo y tutela del ambiente en la Provincia de Buenos
Aires, ver Falbo, A níbal J., “El urbanismo y la tutela del ambiente en un fallo ejemplar de la Corte
Provincial,” Revista de Derecho Ambiental, v. 11, LexisNexis, pp. 85-94.
45
M arienhoff, M iguel S., Régimen y legislación de las aguas públicas y privadas, Buenos Aires,
1971, p. 437: “en materia de aguas el principio general de nuestra legislación es que sean públicas;”
Bibiloni, Juan A ntonio, Anteproyecto de reformas al Código Civil Argentino, t. III, Buenos Aires,
1929-1932, p. 7 y ss. Ver con todo la observación que expresamos en el texto contra una formulación
tan dogmática y genérica, contraria al derecho mismo, como explicamos en nuestra Introducción al
Derecho, op. cit., supra, nota 2, http://gordillo.com/iad.html.
46
Así Corrientes, Jujuy, Mendoza, Salta, San Juan.
47
El régimen de los permisos de pesca abarca ingentes recursos pero es insuficientemente con-
trolado por el Estado, que no solamente no percibe derechos que guarden relación con la riqueza
VIII-14 parte general
6.3. Aire
El dominio público aéreo es también tema del derecho administrativo, no sola-
mente a los efectos de la aeronavegación,49 sino también por la regulación muni-
cipal de las carteleras de propaganda en los altos de los edificios, que perjudican
la estética, iluminación y vista urbana; la utilización ilegal del espacio público
aéreo para tendido de redes de distintos servicios, como teléfonos, cables, etc.; la
contaminación del aire a través de la polución, ruidos molestos o contaminación
sonora, etc.50
6.4. Urbanismo
El régimen jurídico del suelo, el aire y el agua se conjuga en otra rama autónoma
del derecho administrativo, el derecho urbanístico.51
6.5. Minas
Los temas que acabamos de mencionar suelen tener un enfoque de derecho
público. La situación es diferente con los minerales; algunos son ipso jure de
propiedad particular52 y sólo los de primera y segunda categoría son claramente
de propiedad del Estado.53 Ubicados los problemas generalmente sólo en el de-
recho minero, carecen —deliberadamente— de visión publicista:54 Es así como
el Código de Minería es nacional, en lugar de haber códigos locales como podría
ictícola, sino que además no evita la depredación. Ver Carrillo, Santiago R., “El interés (del) público
en el Régimen Federal de Pesca,” RPA, 2006-1, 77.
48
Al respecto ver Bohoslavsky, Juan P.,“La jurisprudencia arbitral en el sector del agua: cuestio-
nes sobre «enfriamiento regulatorio» y derecho aplicable,” en Gordillo, Agustín (dir.), Suplemento
Extraordinario Administrativo, 75 Aniversario, La Ley, pp.127-136.
49
Decreto-ley 20.284/73. A su vez, el tema debe vincularse con la contaminación sonora del am-
biente urbano, un tema importante en los aeropuertos ubicados dentro de concentraciones urbanas,
cuyo ej. más destacado, pero ciertamente no único, es el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires.
50
Ver A lonso García , M aría Consuelo, El régimen jurídico de la contaminación atmosférica y
acústica, Madrid, Marcial Pons, 1995.
51
Ampliar sobre estos temas, entre otros, F ernández Rodríguez , Tomás R amón, Manual de De-
recho Urbanístico, Madrid, Abella, 1998; García de Enterría , Eduardo y Parejo A lfonso, Luciano,
Lecciones de Derecho Urbanístico, Madrid, Civitas, 1981; González Pérez , Jesús, Comentarios a
la ley sobre régimen del suelo y valoraciones (Ley 6/1998, de 13 de abril), Madrid, Civitas, 1998;
Bermejo Vera, José (director), Derecho Administrativo. Parte especial, Madrid, Civitas, 1998, 3ª ed.
52
Art. 2º del Código de Minería, inc. 3°); art. 5º. Ver Silenzi de Stagni, A dolfo, “Clasificación
legal de las sustancias,” LL, 13: 167; P igretti, Eduardo A., Código de Minería y Legislación de
hidrocarburos, Buenos Aires, 1969, 2ª ed., p. 14 y ss.
53
Código de Minería, art. 2º, incs. 1º) y 2º) y art. 7º.
54
En América Latina prevalece de antaño la concepción según la cual el derecho minero es una
rama del derecho privado, como puede verse p. ej. en Uribe Herrera , A rmando, Manual de derecho
de minería, Santiago de Chile, 1968, 3ª ed., p. 11.
relaciones del derecho administrativo VIII-15
y es ya una tendencia no solamente agotada sino incluso revertida con las pri-
vatizaciones de fines del siglo XX: Hidrocarburos, gas. Pero, en nuestro eterno
drama de corsi e ricorsi, nadie puede asegurar a comienzos del siglo XXI que no
se presenten excepciones, como las que se están produciendo en algunos países
del continente, no sin conflicto internacional, por cierto.
7. Otras relaciones
7.1. Relaciones con el derecho penal
Las decisiones de los agentes de seguridad son actos administrativos cuya pre-
sunción de legitimidad, ejecutoriedad, etc., son objeto de estudio por el derecho
penal y el derecho administrativo; lo mismo ocurre con el derecho penitenciario,
la situación material de las cárceles, etc. Así lo analizamos en su lugar.60
La actuación de los organismos de seguridad, tanto policiales como peniten-
ciarios, es también una de las causas más frecuentes de responsabilidad del
Estado, tanto interna como internacional. Nuestras fuerzas de seguridad, sobre
todo las provinciales, no son instruidas ni equipadas suficientemente para el
uso no letal de la fuerza, con las consiguientes pérdidas en vidas personales que
cabe esperar de su accionar.
La responsabilidad es de las autoridades políticas que no realizan esa ins-
trucción y equipamiento adecuados, ni generan sistemas efectivos de Asuntos
Internos que se ocupen del monitoreo directo del accionar policial.
El derecho penal sufre, al igual que el administrativo, un crecimiento norma-
tivo acelerado61 y “una confusión de planos —nada inofensiva—” entre el deber
ser y el ser de la ley como fuente normal.62
El delito cometido por el funcionario es tratado más levemente que el delito de
un particular,63 a pesar de que formalmente las normas sean más severas con
el primero. Es el fenómeno que con justeza ha sido denominado “administrativi-
zación del derecho penal.”64
La respuesta a los abusos toma ribetes criticables, en que la única respuesta
que imagina el poder político es el pase a retiro, o incluso rotación, de la máxima
autoridad de la fuerza y nada más.
1971; Novoa Monreal , Eduardo, La nacionalización chilena del cobre. Comentarios y documentos,
Santiago, Editorial Quimantú, 1972.
60
Infra, t. 3, op. cit., cap. V, § 3.3, “El acto policial nulo o vía de hecho y su desobediencia,” pp.
9-10; § 4.3, p. 14-19, http://gordillo.com/pdf_tomo3/capitulo5.pdf.
61
Z affaroni, Eugenio R aúl y otros, Derecho Penal. Parte General, Buenos Aires, EDIAR, 2000,
§ 15, VI, “Interdisciplinariedad con el derecho administrativo,” 2, p. 205.
62
Z affaroni, op. cit., § 9, II, pp. 95-6, quien recuerda en su nota 121 de la p. 96 la famosa frase
alemana del Estado de policía, en 1934: “Antes, no hay pena sin ley ¡Ahora: no hay delito sin pena!”
Ello recuerda no solamente las “confusiones” entre ley y reglamento, sino también los que el mismo
autor llama “sistemas penales paralelos y subterráneos:” § 3, IV, pp. 23-4.
63
Z affaroni, op. cit., § 35, IV, p. 511.
64
Z affaroni, op. loc. cit.
relaciones del derecho administrativo VIII-17
65
Ver supra cap. V, § 5, “No es solamente derecho interno,” pp. 11-18, http://gordillo.com/
pdf_tomo1/capituloV.pdf
66
Ver p. ej. Monroy Cabra , M arco Gerardo, El Sistema Interamericano, San José, Juricentro,
1993; Buergenthal , T homas; Norris, Robert E. y Shelton, Dinah, La protección de los derechos
humanos en las Américas, Madrid, Civitas, 1990; van Dijk , P. y van Hoof, G. J. H. (dir.), Theory
and Practice of the European Convention on Human Rights, La Haya, Kluwer, 1998.
67
Una completa bibliografía en Hollins, Steve y M acrory, Richard, A Source Book of European
Comunity Environmental Law, Oxford, Clarendon, 1995.
68
Ver Gómez-Reino y Carnota , Enrique (dir.), Jornadas sobre derecho administrativo comunita-
rio, Madrid, Montecorvo, 2001; Schwarze, Jürgen, European Administrative Law, Londres, Sweet
and Maxwell, 1992.
69
Ver Zuppi, A lberto L., Derecho Penal Internacional, Buenos Aires, Abeledo-Perrot, 2013. Dado
el preciso objeto de su libro, según lo delimita en las pp. 3 y 4, no incluye la lucha penal interna-
cional contra la corrupción.
70
L attanzi, F lavia y Schabas, William A. (dir.), Essays on the Rome Statute of the International
Criminal Court, Teramo, il Sirente, 1999.
71
Zuppi, A lberto Luis, Jurisdicción universal para crímenes contra el derecho internacional,
Buenos Aires, Ad-hoc, 2002 y sus referencias; Derecho Penal Internacional, op. cit.
72
Ver también nuestros arts. “Un corte transversal al derecho administrativo: la Convención
Interamericana Contra la Corrupción,” LL, 1997-E, 1091, http://gordillo.com/articulos/art9.pdf; “La
contratación administrativa en la «Convención sobre la Lucha contra el Cohecho de Funcionarios
Públicos Extranjeros en las Transacciones Comerciales Internacionales» (ley 25.319) y en la «Con-
vención Interamericana contra la Corrupción»,” JA, número especial de derecho administrativo
del 20-XII-01.
73
http://gordillo.com/pdf_tomo1/capituloI.pdf
VIII-18 parte general
Ahora bien, para conocer los hechos del caso, en cada situación son necesarios
diferentes instrumentos metodológicos y, a veces, el conocimiento de elementos
de diversas ciencias ajenas al derecho.
Si es un caso de mala praxis médica, se deberá conocer acerca del problema
médico involucrado; si de un problema de obra pública, entender sus aspectos
técnicos; si de una factura de servicios públicos, cómo se determina ella y así
sucesivamente. Cada uno de esos aspectos técnicos es muy complejo pero absoluta-
mente decisivo para la resolución del caso y por ende para el abogado. Este es uno
los desafíos de la práctica profesional y una de las fuentes que nos enriquece en
el conocimiento general, al propio tiempo que en el trabajo profesional específico.
El jurista debe comprender también el fenómeno no jurídico y hacer comprender
el suyo al no especializado en derecho; debe señalar qué es aquello que el derecho
ofrece como poco menos que inmutable (p. ej., las bases constitucionales, el debido
proceso, la justicia y razonabilidad, etc.) y qué es lo susceptible de cambio (p. ej.,
a través de una reforma legislativa o jurisprudencial); qué es, por fin, aquello que
puede usarse como instrumento más o menos dócil en diversos sentidos posibles.
El desentendimiento entre las ciencias jurídicas y no jurídicas parte, por un
lado, de una errada creencia de los no juristas de que el derecho debe ser mero
instrumento de las técnicas o ciencias no jurídicas, absolutamente maleable
para cualquier cosa que el técnico quiera hacer74 y, por otro lado, de una cierta
deformación profesional del jurista, que tiende a ofrecer la solución normativa que
en el momento es circunstancialmente aplicable, como la única solución viable.
El error que viene del derecho romano, donde los jurisconsultos se quejaban de
Cicerón, que venía a “confundirlos” con los hechos, o a querer torcer la disputa
“jurídica” en una disputa “de hecho y prueba,” sigue hoy en pie tal como entonces.75
También, a veces, se viste bajo forma de principio jurídico lo que no es sino el
preconcepto social, económico, político, etc., del operador del derecho. En rigor
de verdad, el derecho en su conjunto ni es mero instrumento de las técnicas ni es
tampoco “objetivo último de la sociedad humana;” tiene, eso sí, ciertos principios
o valores que integran la base inconmovible de una sociedad en que existe la
justicia, pero tiene también y en gran parte, principios que pueden modificarse
y adecuarse a las circunstancias de hecho.
74
Ejemplo de esta concepción encontramos en Mosher y Cimmino, op. cit., p. 58: “se ha llegado
a alterar la finalidad propia del Derecho, que en lugar de concebirse como medio se concibe como
objetivo último de la sociedad humana y de su desarrollo.”
75
El error persiste hasta el presente. En un libro muy trabajado de Watson, A llan, The Spirit of
Roman Law, Atenas y Londres, The University of Georgia Press, 1995, que indica estar impreso en
los Estados Unites de América, sin otras referencias, se encuentran 14 caps. destinados a la expli-
cación del sistema según los jurisconsultos, y un Anexo A, “Cicero the Outsider,” p. 195, a explicar
el diferendo con Cicerón. Por nuestra parte, sin ninguna pretensión de originalidad, hemos tomado
partido por la opción de Cicerón, que es la de Ihering y tantos otros, pero no del mundo académico
en general, en nuestra Introducción al Derecho en sus diversas versiones que citamos en la nota 2,
http://gordillo.com/iad.html.
relaciones del derecho administrativo VIII-19
76
Ampliar en Cassese, Sabino, Cultura e política del diritto amministrativo, Bolonia, 1971, p.
61 y ss., 169 y ss.
77
Ver Ross, A lf, Sobre el derecho y la justicia, Buenos Aires, EUDEBA, 1963, cap. IV, pp. 105-51.
78
Ampliar infra, § 9 y ss.
VIII-20 parte general
79
Nos remitimos a nuestra Introducción al derecho, op. cit., http://gordillo.com/iad.html.
80
Ampliar en Gordillo, Agustín, An Introduction to Law, London, Esperia Publications Ltd.,
2003, especialmente cap. VIII, pp 105-109, http://gordillo.com/pdf_aitl/chapterVIII.pdf, igual en
las diferentes ediciones francesa, http://gordillo.com/pdf_uiad/chapitreVIII.pdf, castellana, http://
gordillo.com/pdf/int_der/iad_1_viii.pdf y portuguesa.
81
Aunque algunas vuelven, rebeldes, en el siglo XXI. La más notorias, dispuestas también con el
voto de los partidos opositores tradicionales son la reestatización de YPF y Aerolineas Argentinas.
82
Ver p. ej. White, Eduardo y Herrero, F élix, Estudio de la legislación aplicable a las empresas
de capital multinacional en áreas de integración económica, Buenos Aires, INTAL, 1970; K aplan,
M arcos, Aspectos políticos de la planificación en América Latina, Montevideo, 1972, etc.
83
Nuestros libros Planificación, participación y libertad en el proceso de cambio, México y Buenos
Aires, Macchi, 1973; Introducción al derecho de la planificación, Caracas, EJV, 1981. No hemos
hecho ulteriores ediciones por ser un tema que ha quedado irremisiblemente en el pasado.
84
Ver, entre otros, Ortiz-Á lvarez , Luis A., Antitrust, competencia y contencioso administrativo,
Caracas, Sherwood, 2001.
85
Ver supra, caps. II, http://gordillo.com/pdf_tomo1/capituloII.pdf, IV, http://gordillo.com/
pdf_tomo1/capituloIV.pdf, VI, http://gordillo.com/pdf_tomo1/capituloVI.pdf y sus remisiones.
86
Con una importante excepción en el rebrote en la necesidad de intervenir y regular, o incluso
nacionalizar temporariamente, el sector financiero internacional ante la crisis financiera de 2008/9.
Es un fenómeno cuya evolución futura habrá de seguirse con atención.
87
La bibliografía es actualmente muy abundante. Una orientación introductoria en Buchanan,
James M. y Warner , Richard E., Democracy in Deficit, San Diego, Academic Press, 1977.
88
Cammelli, M arco (dir.), Le instituzioni nella recessione, Bolonia, Il Mulino, 1984.
relaciones del derecho administrativo VIII-21
89
Ver nuestros arts. “Primero: crear el Banco Central Interamericano,” LL, 2002-D, 1453, http://
gordillo.com/articulos/art26.pdf; “G8, UE, FMI, Argentina,” LL, 2002-E, 927, http://gordillo.com/
articulos/art27.pdf.
90
Ver y ampliar en Vega , Susana Elena , “Política, Economía y Derecho: las tres dimensiones de
la contratación administrativa,” en AA.VV., El contrato administrativo en la actualidad, Buenos
Aires, La Ley, 2004, pp. 153-8.
91
Ver acordada 36/09 en http://www.cij.gov.ar/nota-2271-La-Corte-creo-una-unidad-para-
analizar-el-impacto-economico-de-sus-sentencias.html.
92
Ver acordada 181/10 en https://www.justucuman.gov.ar/acordadas.php?nro=181&texto=&id
=1#!visor/0/.
93
Comp. Diez , Derecho administrativo, t. I, op. cit., p. 28 y ss.; M arienhoff, op. cit., t. I, p. 152 y
ss.; Gasparri, P ietro, La scienza della amministrazione, Padua, 1959, p. 47 y ss.; F ritz Morstein
M arx (editor), Verwaltung - Eine einführende Darstellung, Berlín, 1965.
94
Duda ésta que tomada estrictamente también hace cuestionable el carácter de “ciencia” del
derecho administrativo: Ver supra, cap. V, § 1, http://gordillo.com/pdf_tomo1/capituloV.pdf.
VIII-22 parte general
11. La matemática107
Esta es una cuestión compleja, quizás por la complejidad de los medios técnicos,
que suelen incluir complicadas fórmulas y cuadros, no siempre de indubitable
sustento fáctico.
En todo caso, la pretensión de cuantificar los resultados de un análisis jurí-
dico cualquiera, tropieza con la dificultad de querer obtener la precisión de la
matemática, cuyo lenguaje está constituido por símbolos casi siempre definibles
con exactitud, partiendo de elementos provistos por el derecho, cuyo lenguaje es
103
A veces el peticionante debe moderar sus actitudes; otras superar temores, evitar “el miedo
a la autoridad,” la “falsa creencia en la autoridad” y crear un “conocimiento crítico” como “primer
ciudadano.” Ver Zimmermann, T heo, Keine Angst vor Behörden, Gütersloh, 1964; e infra, t. 2, La
defensa del usuario y del administrado, op. cit., cap. X, “El procedimiento administrativo en la
práctica,” http://gordillo.com/pdf_tomo2/capitulo10.pdf.
104
No toda negociación es corrupción, desde luego, pero no hay corrupción sin negociación.
105
Nos remitimos a lo expueso en nuestras glosas a Nieto, op. loc. cit. y también al desarrollo del
cap. I, “El método en derecho” del presente vol., http://gordillo.com/pdf_tomo1/capituloI.pdf y del
cap. I, “La prueba de los derechos” del t. 2, http://gordillo.com/pdf_tomo2/capitulo1.pdf.
106
Nos remitimos a nuestro libro El método en derecho, Madrid, Civitas, 4ª reimpresión, 2001,
2ª ed. en este Tratado, t. 6, op. cit., Libro I, http://gordillo.com/tomo6.html y el resumen que de él
hacemos en la segunda parte del cap. I de este t. 1, http://gordillo.com/pdf_tomo1/capituloI.pdf.
107
Ampliar en F iedler , Herbert, Derecho, lógica, matemática, traducción de Eugenio Bulygin
y Ernesto Garzón Valdés, Buenos Aires, 1968.
VIII-26 parte general
el lenguaje ordinario o natural, por lo tanto, afectado por las notas distintivas
de la vaguedad, ambigüedad y textura abierta.
Ya recordamos que el lenguaje natural, incluso el “técnico” o “científico” usado
por los especialistas del derecho, se halla afectado por la característica común
denominada “textura abierta del lenguaje,” a resultas de la cual no puede lograrse
nunca una precisión en las definiciones, en las palabras, o en los símbolos, salvo
que se construya un lenguaje nuevo y totalmente artificial: Supra, cap. I, http://
gordillo.com/pdf_tomo1/capituloI.pdf.
A pesar de ello, siempre será de fascinante interés considerar las posibilida-
des de aplicación de la matemática al derecho y el posible desarrollo del análisis
cuantitativo de las decisiones de tipo jurídico, así como otros problemas de na-
turaleza similar, que lindan entre la noción de “ciencia del derecho” y la de una
nueva ciencia que algunos prevén: la “jurimétrica.”108 El tiempo transcurrido
desde estas primeras impresiones no sólo parece haberlas confirmado sino al
revés alejado de la realidad posible de la toma de decisión en los casos de derecho,
que son siempre casos y no reglas generales. Se ha revalorizado nuevamente, a
nuestro entender, no sólo este segundo enfoque sino también el popperiano de la
conjetura y refutación.109
Las alternativas, en todo caso y de seguirse con estos intentos, pueden ser
variadas:
a) Resolver problemas jurídicos muy complejos a través de la matemática, como
sería p. ej. si volcáramos un problema jurídico a la lógica simbólica y de allí lo
planteáramos a la computadora;110
b) poner “una serie de cuestiones que son susceptibles de investigación, a la
prueba de la investigación,”111 investigar “la estructura y las dimensiones de toda
la experiencia que es relevante para el derecho.”112
c) En su faz más simple, es la mera consulta a un CD-ROM de información
jurídica o a una base de datos on line. Navegar por la Internet puede ser una
variante de los juegos de Play Station o una búsqueda eficaz de datos jurídicos
y no jurídicos: Todo está en el usuario.
En estos aspectos, se tratará de considerar la posibilidad de que sobre la base
de los criterios jurídicos que se enuncien, se efectúe una investigación empírica
108
Ver L oevinger , Lee, “Jurimetrics: The Methodology of Legal Inquiry,” en la Revista Law and
Contemporary Problems, vol. XXVIII, Durham (Carolina del Norte, EE.UU.), publicada por la Duke
University, School of Law, nº 1, 1963, p. 5 y ss.
109
Tal como lo hacemos supra, cap. I, http://gordillo.com/pdf_tomo1/capituloI.pdf y en nuestra
varias veces citada Introducción al Derecho, http://gordillo.com/iad.html.
110
L oevinger , op. cit., p. 32; F iedler, op. cit., p. 56.
111
L oevinger , op. cit., p. 34. P. ej., analizar el comportamiento real de las normas jurídicas.
112
L oevinger , op. cit., p. 35: No es un “derecho mecanizado,” ni busca “súbitas revelaciones de
leyes universales” sino aportar información comprobada acerca de los fenómenos jurídicos. Una
posición más ambiciosa puede verse en F iedler, op. cit., pp. 50-60.
relaciones del derecho administrativo VIII-27
113
Puede verse al respecto Ulmer , S. Sidney, “Cuantitative Analysis of Judicial Processes: Some
Practical and Theoretical Applications,” en Law and ..., revista citada, p. 164 y ss., 167. Ver también
supra, § 9, para algunos ejemplos.
114
P. ej., los índices de densidad de construcción autorizada por el ordenamiento jurídico, o el
índice de presión tributaria, etc.
115
Así como pueden volcarse a mapas datos sanitarios, educacionales, habitacionales, industriales,
agrícolas, ganaderos, etc. y así como están volcados a mapas los datos políticos de las demarcaciones
territoriales de las distintas entidades estatales, también pueden volcarse a mapas otras informa-
ciones relevantes sobre problemas jurídicos.
116
Un caso típico es nuestro artículo “La constitucionalidad formal del eterno retorno. El pre-
sidencialismo argentino para el 2007, 2011, 2015, 2019, 2023, 2031. ¿Después parlamentarismo y
sistema de partidos políticos moderno?” en Res Publica Argentina, RPA, 2006-2: 59-102; accesible
gratuitamente en www.respublicaargentina.com, Serie de Estudios, reproducido en este Tratado,
t. 7, op. cit., cap. XII, http://gordillo.com/pdf_tomo7/capitulo12.pdf.
117
Nos remitimos a la explicación más completa de nuestra Introducción al Derecho, ya varias
veces citada en cualquiera de sus tres ediciones en papel y la versión en http://gordillo.com/iad.html.
118
Para la relación entre lógica simbólica y matemática véase F iedler, op. cit., p. 33 y ss.; A lchou-
rrón, Carlos E. y Bulygin, Eugenio, Normative Systems, Viena-Nueva York, Springer Verlag, 1971.
VIII-28 parte general
16. Cuantificación
Tomando como indicadores los distintos impuestos, tasas, derechos y contribucio-
nes a que está sometido el habitante de una región o área determinada y estable-
ciendo su relación con los servicios prestados a la colectividad y el producto bruto
123
Ver Kort, op. cit., p. 67 y sus referencias de la nota 11. Es lo mismo que, de otro modo, expli-
camos en nuestras glosas a Nieto, Las limitaciones del conocimiento jurídico, op. cit., pp. 78-80.
124
En la opinión afirmativa Kort, op. cit., p. 168.
125
Esto importa ver el derecho desde otro ángulo, como explicamos en Introducción al derecho,
op. cit., http://gordillo.com/iad.html.
VIII-30 parte general
130
www.csjn.gov.ar
131
Se está pues, a nivel de principios, en la línea que señalara García Sanz , Agustín A. M., “La
publicidad de las normas a través de Internet como estándar mínimo para que sean aplicables,”
Res Publica Argentina, RPA 2008-3, 55-79, reproducido en este Tratado, t. 7, op. cit., cap. XIV, p.
249, http://gordillo.com/pdf_tomo7/capitulo14.pdf. Pero como él mismo explica, los principios sufren
un fuerte desmentido en la práctica de algunas jurisdicciones, p.ej. los Municipios de la Provincia
de Buenos Aires.
132
Lo que cabe reputar que todos debemos conocer y no podemos transgredir impunemente por
ignorancia son los principios jurídicos: buena fe, no autocontradicción, no dañar al otro, etc. Ver
Introducción..., op. cit., http://gordillo.com/iad.html.
133
Alguna eventual exageración encontramos en el sector energético, donde las normas se publican
solamente por Internet y toman nota como si fuera un expediente en un Juzgado.
134
Nos remitimos al cap. V, “Cómo leer una sentencia” de nuestra Introducción al derecho, op. cit.,
http://gordillo.com/pdf/int_der/iad_1_v.pdf, antes publicado en Actualidad en el Derecho Público, 14:
29/53, Buenos Aires, 2001 y en Revista universitaria La Ley, año III, nº 4, agosto de 2001, pp. 9-21.
VIII-32 parte general
v. 62, 2013.
139
Ibidem.
140
Así se dio gran ímpetu en el siglo diecinueve a la psicología, que desde siglos estaba en íntima
conexión con la filosofía, al asociarla en cambio con los estudios biológicos.
141
M ace, C. A., The Psychology of Study, Londres, 1963, p. 72.
142
En la que el “casamiento consanguíneo,” en la expresión de M ace, es muy frecuente. Todavía
hay quienes piensan que el verdadero “jurista” es aquel que “sabe” derecho civil, penal, etc. Pero
más importante es asociar disciplinas diversas al derecho, para un verdadero progreso jurídico.
143
M ace, op. loc. cit.