Análisis Sobre La Consciencia Ecológica
Análisis Sobre La Consciencia Ecológica
Análisis Sobre La Consciencia Ecológica
Este conocimiento procura derrocar la idea de que somos la especie elegida, pedestal sobre el que
actual cultura occidental, con sus pilares ilustrados -de Razón, Ciencia y Progreso-, sitúan al
conciencia de especie elegida, que hace del hombre un ser de trascendencia, al que se le otorga
carta blanca -derecho moral- para subyugar a sus necesidades al medio natural.
Siguiendo este enfoque hegeliano -que defiende que el comportamiento está regido por las ideas
nuestra relación con la naturaleza. Según Lynn White (1967), se debe al poso dejado por la
manera que los seres vivos -y el mundo natural- son creados por Dios para nuestro disfrute.
naturaleza, pues en ocasiones las religiones orientales, según demuestra Tuan (1968), han
Según sabemos, las causas directas del actual deterioro ambiental hay que buscarlas en el
científica, que fomentan una actitud instrumentalista hacia la naturaleza. No olvidemos que estas
Desde este horizonte retrospectivo se atisba con claridad que "no existe una crisis en el uso de
la naturaleza que no sea una crisis en la forma de vida del hombre" (Deléage 1993: 283). La
una auténtica transformación en la representación de la naturaleza y, por tanto, uno de los hitos
A pesar de todo, no debemos caer en el juicio fácil de cargar a la cuenta del capitalismo es total
responsabilidad de la actual crisis ambiental, pues los regímenes comunistas tampoco se han
mostrado muy respetuosos con el ambiente (McNeill 2003). No olvidemos que el propio Marx
respalda la idea de que "la explotación del hombre por el hombre" deje paso a "la explotación de
parte de un concepto mundial más amplio, al que Jonatton Porritt (1984) llama "industrialismo".
En su cuño está impresa la idea de que el progreso de la humanidad se mide por su crecimiento
económico y tecnológico.
por una explotación desmedida de los recursos. No podemos olvidar que nosotros mismos -el
Homo sapiens-, cuando entramos en Europa, América y Australia (ya bien entrado el Pleistoceno
tradicionalmente, se han organizado en torno a dos grandes grupos. Por un lado, está la línea
menos dogmática y doctrinal, que se implica tanto en la búsqueda de soluciones directas para
solventar los problemas ecológicos, como en la conservación de la biodiversidad. Por otro lado,
está la línea más radical que también se interesa por estas consecuencias, pero se compromete
además, en la búsqueda intelectual de las causas que han propiciado la crisis medioambiental;
en particular, esta última cuestión los conduce hacia una marcada hostilidad por el proyecto
ilustrado.