Blackwell, Tammy - Timber Wolves 01 - Destiny Binds
Blackwell, Tammy - Timber Wolves 01 - Destiny Binds
Blackwell, Tammy - Timber Wolves 01 - Destiny Binds
Índice
Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Sobre la autora
Página 2
Staff
Agradecimientos
Sinopsis
Scout Donovan es una chica que cree en reglas, lógica y su amor de toda la vida,
Charlie Hagan. Alex Cole cree en el destino, magia y en Scout. Cuando Alex
introduce a Scout en el mundo de los Shifters, hombres que cambian a lobos o
coyotes durante la luna llena y visiones, mujeres capaces de ver tus más privados
pensamientos y emociones con un mero toque; la visión de Scout del mundo
cambia todo y a todos los que ella creía conocer.
Jhon Davis olía como a Play Doh1. Cuando estábamos en el pre-escolar no era un
problema. Quiero decir, éramos niños. Oler así era increíble. Pero llega un
momento en que dejas de oler a materiales de trabajo y empieza el olor masculino,
así sea a piso de gimnasio.
Tuve que subir y bajar escaleras tratando de evitar a John y su nocivo hedor por
una hora, pero él estaba demasiado distraído para notarlo. Me siguió hasta el cubo
de basura, deteniéndose cuando le dije que quería otra banderilla, sin embargo,
esperó afuera del baño de mujeres cuando por fin lo perdí.
—Sigo sin creer que es nuestro último año, ¿sabes? Siento como si hubiéramos
esperado este año toda la vida. —Hizo una pausa para acomodar su gorra de
NASCAR, sus dedos acomodando su cabello. Mi atención solo captó un poco de lo
que él hablaba sobres sus planes post-graduación. En pocas palabras, consideré
callarlo diciéndole que seguía esperando mi banderilla, pero decidí que había
muchos testigos. Por supuesto, la mayoría de las personas estaban muy ocupadas
exclamando “ohhh” y “ahhh” mientras Jase Donovan contaba su historia de Batí el
record de la NCAA en un uno a uno para notar mi existencia, imaginé que gritos y
sangre podría traer algo de atención.
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1
Play Doh: Marca de plastilina.
2 Se refiere a los lugares turísticos recomendados
turístico de La Tira fueron invadidos por familias de vacaciones y lugareños
bronceados. El segundo grupo fue el que asedió a Jase en el momento en que
salimos de nuestro coche. Mi hermano tenía tomado su lugar legítimo como el
centro de atención mientras yo estaba relegada a la Mesa de los Perdedores con
John Davis, que tenía la incapacidad de comprender el hecho de que no habíamos
sido amigos los últimos doce años, que fueron verdaderamente espectaculares.
—¿Los conoces? —me preguntó, señalando con la cabeza a dos chicos sentados en
un banco frente al Salón de Belleza de Lynda y Emporio del Bronceado.
Obviamente eran hermanos, ambos tenían el mismo cabello castaño y una
estructura ósea aristocrática. El más joven estaba tirado, con un libro apoyado en
una rodilla. Incliné mi cabeza, tratando de leer el título, pero estaba demasiado
lejos para distinguir las palabras. Estaba medio tentada a ir y preguntar. La leve
sonrisa en sus labios mientras examinaba las páginas me hizo pensar que no le
importaría la interrupción.
En cambio, el hermano mayor parecía que podría comer niños de vez en cuando.
No era sólo su tamaño, había algo acerca de la forma en que estaba sentado, como
si estuviera esperando a saltar sobre la primera persona que vagara demasiado
cerca. Él frunció el ceño ante el mundo en general, y a mí en particular.
Dicen que una persona puede acostumbrarse a todo. Tal vez algún día me
acostumbraré a ser observada, pero lo dudo.
Según mi madre, la gente mira fijamente porque están intrigados por mi "belleza
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única". Por supuesto, es una madre. Ella tiene que decir cosas como ésa.
La cosa es que en realidad no hay nada terriblemente malo con cualquiera de mis
características físicas cuando se toman individualmente ¿Cabello tan rubio que
parece de plata? Algo genial. ¿Piel de marfil pálido que solo puede llegar a
quemarse en la superficie por el sol? Atractivos principalmente para las multitudes
del victoriano y las góticas, pero no es un error trágico. ¿Ojos de un peculiar tono
de azul hielo que los hace parecer casi transparentes?
Incluso podría haber una persona adecuada y se verían bien. El problema se
producía cuando se ponen todos esos monocromáticos aspectos en una sola
persona. Eso me hacía un bicho raro, un hecho que hizo que mi estatus social se
fuera en picada y hubiese una fuente inagotable de curiosos donde quiera que
fuera.
Gracias a John, estaba molesta de todas las formas posibles, lo que lo hizo un día
de mira-si-puedes-hacerlos-retroceder. Levanté los ojos para encontrarme con los
suyos y esperé una reacción.
Él ni siquiera parpadeó.
No me di cuenta de lo tensa que estaba hasta que alguien me agarró del hombro.
Reaccioné ante la repentina invasión de mi espacio personal sin pensarlo. Por
suerte, Jase logró bloquear mi gancho derecho.
Dos banderillas y una orden de aros de cebolla me habían llenado, pero acabé
aceptando el postre como una excusa para quedarme cerca de Jase y poner un poco
de distancia entre mí y el Chico de la Banca. El plan había sido seguir con el grupo,
pero después de unos minutos de ver a Ellie Davis, la hermana pequeña de John
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que era un poco plástica, arrojarse a mi hermano, decidí que estaba dispuesta a
correr el riesgo de estar sola. Después de que todos obtuvieron su orden,
silenciosamente escapé en dirección al lago.
—¿Qué ha pasado ahí? —preguntó Jase en cuanto estuvimos fuera del alcance del
oído. No me había dado cuenta de que me había seguido, pero estaba agradecida.
Aunque hubiese estado mejor sin todo el asunto de preocupación por mí que
parecía haber tomado desde mi pequeño episodio.
—Yo no estaba tratando de golpearte. Sólo me tomaste por sorpresa.
—Cálmate. No fue nada. —Vi una roca plana agradable a la sombra y me dirigí
hacia ella.
El lago estaba mucho menos concurrido que las tiendas, restaurantes y lugares de
interés de los alrededores. Unas pocas familias salpicaban en el agua, pero la
mayoría de la gente prefería la piscina pública ya que no tenía la capa superior de
limo verde que puede o no contener subproductos de plantas químicas cercanas.
Teníamos gran parte de la playa para nosotros, lo que me vino muy bien.
—Voy a volver a las compras para la escuela —dije mientras Jase pulía lo último de
banana split—. Y me voy a comprar la antimateria, baklava, una cápsula de
cianuro, un documento de D&D, un estéreo, Footloose el disco, un genéticamente
modificado pez dorado, un horno, un imaginado amigo, un juego de conserjes, un
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—¿Municiones medievales?
Me dio una sonrisa de suficiencia. Mamá nos había introducido en el juego del
alfabeto cuando éramos pequeños con el propósito de mantenernos entretenidos
en viajes largos por carretera. A través de los años ha evolucionado desde un
—Eso es asqueroso.
Lanzó una mano sobre su corazón y cerró los ojos como si estuviera tratando de
contener las lágrimas.
—¿Cómo puedes decir eso de mi Betty? Ella es una mujer tan hermosa. —Él pudo
haber ido, ensalzando las virtudes de desnudos de personas de tercera edad, pero
yo no estaba escuchando. El tipo del banco (el grande que da miedo) se apoyaba
contra un árbol a cerca de veinticinco metros de distancia.
—¿Eh? ¿Qué? —Jase estaba de pie frente a mí. Yo no estaba muy segura de cuándo
sucedió eso.
—¿Estás bien?
—Está de vuelta —le dije, mi voz era un susurro sin ninguna buena razón.
—¿Quién?
—El hombre con el problema de mirarme. —Asentí con la cabeza hacia los
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Yo sabía por la forma en que dijo: —Ya regreso. —Por encima del hombro que
pretendía que me quedara donde estaba. Me dio la idea de una cierta
consideración antes de caminar después de él.
¿Estaba loco? Este chico podría haber pasado como el menos verde y mucho menos
feliz hermano de Jolly Green Giant5. Era muy posible que él pudiera doblar un
auto de la Volkswagen. Jase se rompería en mil pequeñas piezas.
—Yo no me voy.
Jase se irguió a su total de metro y setenta y cinco centímetros, que era menos que
impresionante.
—Entonces peleemos.
—Al infierno que lo harás —dije, dando un paso al lado de mi hermano—. ¿Te
despertaste en la parte estúpida de la cama esta mañana?
—Creo que deberías irte, Scout. —Cometí el error de mirar hacia arriba cuando
dijo mi nombre. Sus ojos tenían una sombra inusual de gris, sin rastro visible de
color azul, verde o amarilla.
—No, gracias.
cuello para mirarlo a los ojos de color acero. Estar en una estrecha proximidad con
él hizo que el pelo de mis brazos se erizara.
Se inclinó tan cerca que podía sentir su aliento caliente en mi cuello. Pensé que iba
a susurrarle algo a mi oído, pero en su lugar inhaló rápidamente dos veces por la
nariz.
—¿Qué es ella?
—Deja a mi hermana fuera de esto —dijo Jase, sonando como un niño cuando le
dice al agresor que le devuelva su dinero para el almuerzo.
Los ojos de nuestro nuevo amigo parpadearon con curiosidad entre Jase y yo.
—Yo me quedo —dijo a Jase con una voz tranquila y controlada—. Sugiero que tu
gente esté fuera de mi camino. Me llevaré a cualquiera que se me atraviese. —Él
lanzó una mirada puntiaguda en mi dirección—. Incluyéndola.
Una vez que estuvo fuera del alcance del oído, Jase me susurró.
—¿Por qué no te quedaste fuera de esto? ¿Qué se supone que debo hacer ahora? —
gritó un chorro de insultos y dio patadas a un árbol duro que estaba cerca, lo
suficiente para romper un poco de corteza y, posiblemente, un dedo del pie.
—Hubiera sido como La Roca6 contra Seth Green7. Ahora, dime quién es.
—No lo sé.
Mentira.
6
Dwayne Johnson: conocido como La Roca (“The Rock”), es un actor, comediante y luchador
profesional, campeón de la WWE.
7 Seth Green: actor y productor, conocido por sus papeles en Scooby-Doo 2, Buffy the Vampire
—¿Estás en una pandilla? —Fue la conclusión más lógica a la que podía llegar. Oí
lo suficiente de su conversación para saber que había llamado a Toby, un policía.
Convencer a su joven primo ingenuo para infiltrarse en una banda local sonaba
como el tipo de plan idiota que Toby tendría.
—¿Acaso esto te parece una zona marginal de Chicago? —Jase hizo un gesto hacia
el pequeño pueblo que estaba en medio del bosque—. ¿Piensas que los Bloods
están haciendo tiroteos en mini-furgonetas y adelantando carros?
—Creo que algo muy extraño ha pasado. Algo acerca del "territorio". Algo que
terminó como Jean Claude van Loco8 amenazando con extinguirlo y enviarlo
corriendo a Toby. ¿Tu primo idiota te metió en algo?
—No lo creo.
—¿Por favor, Scout? ¿Sólo por esta vez? Te lo prometo, no voy a dejar que te hagan
daño.
—No tienes que preocuparte por mí —dijo, asumiendo lo que debe haber pasado
como una expresión de tipo duro en la mente de Jase —. Yo estoy hecho de
material 100% impresionante y totalmente intocable.
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—¿Me lo prometes?
—Prometido.
—Entonces lo dejo —le dije cuando comencé a trazar formas para descubrir la
verdad.
8Juego de palabras con el nombre del actor y luchador profesional Jean Claude van Damme,
apodado “Los músculos de Bruselas”.
Capítulo 2
Traducido por PrisAlvS
Uno de los muchos fallos del Sr. Beck era creer que los de último año deberían ser
forzados a sentarse en orden alfabético, lo que me dejaba atrapada detrás del
apestoso John Davis. Sabía que entre la voz somnífera del Sr. Beck y mi insistencia
cerebral de resolver el misterio de la esencia única de John, me sería muy difícil
concentrarme.
—Es el primer día. Solo está hablando de las reglas y cosas —expliqué tan suave
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como pude.
—Es Scout —solté como respuesta al escuchar el nombre dado antes de recordar
con quién hablaba—. Quiero decir, mi nombre. Es Scout. Puede decirme Scout. Por
favor.
—Creo que estamos un poco viejos para llamarnos por apodos en clase —se mofó
el Sr. Beck, lo cual no ayudaba para su apariencia. Claro, no había mucho que
ayudaría a la apariencia personal del hombre más que un corte de cabello y ropa
comprada después de 1978.
Ahí fue cuando noté un par de familiares ojos color gris mirándome. Estaba tan
sorprendida que no noté inmediatamente que el rostro que me miraba no era el
mismo que había estado viendo en Internet por los últimos tres días. La nariz y la
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curva de la mandíbula eran iguales, pero este rostro carecía de la malicia y el odio
tan evidentes en la otra.
La Escuela Lake County no es grande, mi clase alcanza solo a los ciento cuarenta y
tres estudiantes. Cuando alguien nuevo aparece, todos lo notan. Había estado
escuchando sobre el chico nuevo toda la mañana. Ashley Johnson hablaba del
“delicioso nuevo” que se había transferido desde Montana. Gastó media hora de
nuestra primera clase planeando su boda.
Y ahora el futuro Sr. Ashley Johnson estaba girado en su silla, inclinado alrededor
de John Davis, mirándome.
Mi cerebro no tardó mucho en decidir que lo último que quería era otra
confrontación y permitir que más vergüenza me invadiera. Dejé caer mis ojos
mientras mi rostro se enrojecía como un tomate.
Continué el resto de la hora con mis ojos fijo en mi escritorio. Intenté tomar notas
de lo que el Sr. Beck explicaba, pero todo estaba lleno de él siendo un idiota y la
clase siendo imposiblemente difícil. Estaba bastante segura que podría recordar
eso sin tener que escribirlo.
***
naranja rústico, faltaban la mitad de las bombillas, y una rancia esencia de moho
estaba en el aire. A pesar de su ruinoso estado, estaba esperando al tiempo que
pasaría en el viejo teatro llevando la nueva clase de Shakespeare de la escuela.
—¿Cómo va tu primer último día de secundaria? —preguntó Talley, sin una nota
de ironía en la voz.
—Ha apestado, mucho. Jase ocupó el baño toda la mañana. Luego, insistió en pasar
por Nikki Anderson, quien nos hizo esperar quince minutos en el carro mientras se
maquillaba su perfecto rostro. Y, claro, Jase me hizo ir en el asiento de atrás de
nuestro auto para que él pudiera contemplar sus falsos pechos mientras conducía.
Ashley Johson está en mi clase de Inglés Avanzado, y el Sr. Beck es un viejo que se
rehúsa a llamarme Scout. Y, ¿recuerdas ese chico del que te conté de La Tira? ¿El
Sr. Alto, Oscuro y Loco? Su hermano es el chico nuevo.
—¿Hay un chico nuevo? —Talley nunca sabía los últimos chismes de la escuela—.
¿Cuál es su nombre?
—Su apellido es Cole. No recuerdo su nombre. Alguno común con “A”. ¿Alan?
¿Andrew?
—Alex. —Una voz desconocida replicó detrás de mí. Me giré para ver al chico
nuevo, aparentemente de nombre Alex, sentado en la segunda fila.
—¿Debería llamarte Scout o Srita. Donovan? —preguntó con una sonrisa torcida.
Lo fulminé.
—Yo soy Talley. —Mi mejor amiga se metió, girándose y estirando la mano hacia
Alex.
¿Qué estaba haciendo? ¿Iba a darle la mano como si estuvieran cerrando un trato
bancario o algo igualmente adulto y aburrido?
Para crédito suyo, Alex no miró a Talley como si estuviera rompiendo algún
código sin escribir de la escuela, y extendió la mano hacia la suya.
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—Un gusto conocerte, Talley. Genial nombre. Muy no-común. —Sus ojos color gris
parecían bailar hacia mí. La enorme sonrisa en su rostro revelaba perfectamente
una fila de blancos dientes y un par de hoyuelos.
Él obviamente estaba intentando ser ingenioso. No podía evitar notar que sus ojos
seguían concentrados en mi rostro.
—Es porque mi nombre es Harper Lee9 —dije con mi voz más molesta.
Idiota.
Mis espíritus se hundieron aún más mientras miraba para ver al último grupo de
estudiantes hacer su camino hacia el escenario. Ashley Johnson prácticamente saltó
su camino hasta el lado de Alex.
Alex finalmente dejó de mirarme para concentrarse en la tonta Barbie junto a él. Vi
mientras sus ojos la evaluaban, desde su arreglado cabello rubio falso hasta sus
tacones de diez centímetros de diseñador.
Me giré en mi asiento para no tener que ver a los pechos de Ashley luchando por
salir del pequeño top en el que los había metido mientras se inclinaba para hablar
con Alex. Lamentablemente, esto no evitó que su molesta voz llegara a mis oídos.
9Harper Lee: Escritora de “Matar a un ruiseñor”, cuyo personaje se llama Scout, también el perro
del vecino Maycome se llama Boo Rayder.
—Ese es un acento interesante el que tienes, Alex. ¿De dónde eres? —Ashley
siempre arrastraba las palabras como en el sur, pero lo estaba haciendo aún más.
En realidad yo estaba curiosa sobre eso. Timber no era exactamente una metrópoli
emocionante. La mayor parte del condado está cubierta por Tierra Entre los Lagos,
un bosque nacional que es hermoso y entretenido en el verano, pero le falta las
comodidades modernas como un Target11 y un cine. Ocasionalmente alguien se
muda desde Nashville para escapar de la ciudad, pero la mayoría de nuestras
familias han estado aquí por siempre. Ni siquiera había conocido a alguien de
Montana hasta tres días atrás.
No sabía si estaba siendo honesto o intentaba seguir siendo ingenioso, pero pude
decir por el momentáneo silencio detrás de mí que su respuesta de “Aquí es donde el
auto se estropeó” no era lo que Ashley esperaba.
Antes de que Ashley pudiera sacarle más información a su futuro novio, o causara
que mis oídos sangraran, la Sra. Ryder subió al escenario. La vista de sus piernas
azul eléctrico metidas en botas vaqueras rojas, atrapó nuestra atención aún más
efectivamente que su recitación de Richard III12.
La siguiente hora voló mientras la Sra. Ryder repasaba los detalles emocionada del
curso. La clase era pequeña, solo una docena de nosotros, y el gremio de arte local
estaba proveyendo recursos para un nuevo viaje para ver algunas presentaciones.
Estaba tan emocionada para cuando la campana sonó que casi me olvido de Alex.
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—Entonces, el chico nuevo es algo sexy —dijo Talley desde una de las bancas de
colores llamativos de la cafetería. Ella mordisqueaba una zanahoria, su último
intento de hacer dieta. Silenciosamente predije que serían reemplazadas por papas
fritas de McDonald’s antes de que llegara a casa esa tarde.
10 Barenaked: Desnudas. Ladies: damas. Barenaked Ladies: grupo canadiense de rock alternativo
formado en 1988.
11 Target: Tienda de ropa.
—¿Cuál tema?
—Lo sexy que es Alex Cole. No pretendas que no lo notaste. —Claro que lo había
notado. Poseía dos glóbulos oculares en perfecto funcionamiento y apreciación por
el género opuesto.
—Es una de las personas hermosas. Dios nos ayude a todos. —Talley me dirigió lo
que me gusta creer como su mirada por-qué-demonios-me-junto-contigo—. No me
mires así. Sabes que eres la única chica hermosa en esta escuela que no es vanidosa.
—Talley había aprendido a no contradecirme con el hecho de que era hermosa
mucho tiempo atrás. En este hecho era completamente obstinada. Los ojos de
Talley son azul oscuro, enmarcada por su espeso y brillante cabello negro que
parece perfecto aunque se acabe de levantar. Su piel es pálida como la mía, pero el
sol es mucho más gentil con ella. Ya que estaba a la mitad de agosto, su nariz
estaba pringada por las más encantadoras pecas que algún humano pudiera tener.
Añade a esos rasgos el hecho de que ella era la más gentil y alegre persona viva,
daba como resultado una chica muy atractiva. Era una pena que todos se
enfocaban en el hecho de que pesaba más de 90 kilogramos para notarlo.
—¿No crees que soy hermoso? —preguntó mi hermano, deslizándose por la banca
junto a mí.
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—Claro que eres hermoso. —No por ser asquerosa ni nada, pero él en realidad lo
es—. También eres totalmente insípido. —Lo cual era parcialmente verdad.
—Aw. Solo dices eso porque sabes que no sé lo que significa insípido.
—Significa que dejes de comerte todos mis Doritos. —Le quité mi casi vacía bolsa
de su mano—. ¿Qué haces aquí, Jase? ¿No se supone que debes estar en clases?
Desde un incidente en tercer año, Jase y yo estuvimos separados tanto como fuera
posible.
Nunca estábamos en las mismas clases o nos permitían entrar a los mismos grupos.
Realmente no había sido un problema desde que entramos a secundaria. Los
intereses de Jase se dirigían a lo atlético mientras que los míos eran más
académicos. Aun así, sabía que el superintendente, quien era nuestro padre, seguía
interviniendo para que nuestros horarios nunca coincidieran. Obviamente, alguien
no estaba prestando atención.
Es de conocimiento común que las cosas tienen que ser de cierta forma con el
mundo de las políticas de secundaria. La genial, aunque accesible, estrella atleta se
supone debe salir con las chicas más hermosas, asistir a las mejores fiestas y
almorzar con la élite, no con su extraña hermana.
—Sabes, ellos no son tan malos en cuanto llegas a conocerlos —dijo Jase, mirando
mientras Jordan se las arreglaba para pegar una papa llena de salsa de tomado en
la camiseta de James.
—Jordan Daniels no es un completo idiota, pero también es tan tonto como una
caja de piedras.
—No. —No desde que Jase lo golpeó contra la pared en los vestidores de hombres
y le dijo que dejara de hacerlo.
—Bien, entonces Jordan es un idiota, pero Tyler y Seth son bastante decentes, y
creo que te agradarían algunas de las chicas si les das la oportunidad. —Claro, nos
convertiríamos en las mejores-mejores amigas. Podríamos hacer pijamadas donde
nos trenzaríamos el cabello sobre cómo Jordan es súper tierno y lo mejor.
Alex Cole estaba a dos mesas de nosotros, observando de nuevo. Solo que esta vez,
no era a mí. En su lugar, estaba observando a Jase con una expresión que
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fácilmente sería interpretada como asesina. Sus ojos eran duros y podía ver los
músculos en sus mejillas tensarse mientras apretaba y abría la mandíbula.
—¿Hacia dónde miras? —Talley observó y sonrió—. Ah-ha. El chico nuevo. Debí
haberlo sabido.
Se me ocurrió que pudo haber sido una buena idea haber mencionado a Alex antes
de eso.
—¿Cuál chico nuevo? —Jase miró hacia Alex y su rostro se puso blanco. Me acordé
de la vez que llegó a casa para encontrar que nuestra pequeña hermana había
decidido hacer sus figuras de Star Wars “lindas” coloreándolas con un marcador
rojo. Él las había contemplado con la misma falta de expresión antes de explotar en
la más grande ira. Angel había llorado por horas.
—Su nombre es Alex Cole, y se acaba de mudar desde Montana —dijo Talley—. Él
es inteligente, atractivo y gracioso, y está locamente enamorado de tu hermana.
¿De qué demonios estaba hablando? Amo a Talley. En serio, lo hago. Pero hay
veces cuando el mundo de Talley y el real son lugares completamente diferentes.
Los labios de Jase estaban presionados tan fuertemente juntos que casi no podían
verse.
—Lo recuerdo. —Como si eso fuese el tipo de cosas que se escapan de la mente—.
Pero Alex no parece tan… intenso. Creo que es bastante inofensivo.
—No me importa lo que sea. Prometí mantenerte a salvo. No puedo hacer eso si
andas con uno de ellos.
Pude haber argumentado el asunto, señalando que era perfectamente capaz de
cuidar de mí misma, pero no lo era. Era como si de verdad quisiera andar con el
chico nuevo.
—Bien. Que se quede así. —Jase se puso en pie, lanzando otra mirada en dirección
a Alex—. Nos vemos en el auto después de la escuela —dijo agarrando la mitad de
mi emparedado de pavo.
—¿De qué iba todo eso? —preguntó Talley, mirando mientras Jase cruzaba la
cafetería.
—No estoy cien por ciento segura —admití—. Tiene algo que ver con el psicótico
hermano de Alex. Creo que Jase está involucrado en algo malo. Intenté preguntarle
sobre eso, pero me ignoró.
Talley miró por sobre la mesa a dónde estaba Alex charlando con Ashley. Estaban
casi buscando nombres para los bebés. Me encogí por la imagen mental de sus
hijos.
Y lo era. Me las ingenié para evitar cualquier y todo contacto con Alex Cole por dos
horas completas.
***
—Ahí estás Scout —me saludó la Sra. Sole en la puerta de la sala de publicidad
impresa—. El grupo editorial está en la mesa de la esquina.
Caminé hacia la mesa donde Joi Fitzgerald y Meg Jamison me esperaban. Respiré
honda y establemente mientras me sentaba en el asiento libre, junto a Alex.
Mierda.
—Sí, parece que el karma está sobre nosotros intentando que pasemos un tiempo
juntos. Obviamente, hice algo horrible en mi vida pasada.
—O tal vez eres mi premio por ser tan bueno. —Pensaba que los ojos grises serían
aburridos y sin vida, pero los suyos parecían brillar.
—¿Quién? ¿Mi qué? —La oración del novio me ganó—. ¿Te refieres a Jase? —Joi,
quién había estado escuchando la conversación abiertamente, parecía aún más
sorprendida de lo que Talley había estado antes.
—¿Tú y Jase tienen el almuerzo juntos? Pero creí que había un decreto real para
que los Gemelos Donovan estuvieran a más de ciento cincuenta metros en el
terreno escolar desde el incidente con la Sra. Tubbs.
Santo Dios. Entonces hacer que un profesor tenga una crisis mental en escuela
elemental. ¿De verdad era tan importante?
—¿Gemelos?
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—Jase es mi hermano.
—Esa es una distinción, Scout —dijo Meg. Después de ver un episodio de La Ley y
el Orden en quinto grado, Meg Jamison decidió que quería ser una abogada. Había
estado hablando como una desde entonces. Intenté imaginarla usando “sexy” o
“delicioso nuevo” para describir a Alex, pero mi imaginación no era tan buena.
Eventualmente llegué a saber que el nombre del hermano de Alex era Liam, y era
el encargado legal de Alex. (—Es dos años, diez meses y cuatro días mayor —me
dijo Alex con un guiño.) Se mudaron desde Libby, Montana, un pueblo a unos 120
kilómetros de la frontera con Canadá, a Kentucky la primera semana de julio.
Rápidamente se hizo aparente que Alex era una de esas personas fáciles de hablar,
que podía llevar incluso a los más huraños a una discusión grupal. Gracias a él, la
clase entera estaba debatiendo sobre las mejores tácticas de supervivencia contra
zombis cuando el día escolar terminó. Estaba tan concentrada en lograr que él
entendiera las ventajas de tener un dirigible que no consideré como Jase
reaccionaría al vernos caminar por el estacionamiento juntos. Ese fue, sin duda
alguna, uno de mis peores errores.
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Capítulo 3
Traducido por Leeconemi
Yo quería tumbarme junto a él. Sintiendo sus brazos alrededor mío y descubriendo
cómo saben sus labios. Quería decirle a él que lo amaba en secreto desde que tenía
2 años. Entonces, hice todo lo que podía hacer, le golpeé la cabeza con Guido, mi
títere mono de un calcetín.
—La habitación de Jase huele rara y la de Angel es muy rosa. Tu cama, en cambio,
es justamente perfecta.
Charlie era el mejor amigo de Jase y mi primo paterno. Él vivía con el resto del clan
Hagan cerca de la Base Militar, pero pasa todo el tiempo posible en nuestra casa. El
viernes, él iba a romper mi corazón mudándose a 480 kilómetros de distancia.
—Empacar, cuac. Lo haré más tarde. Quería saber cómo te había ido en tu primer
día de escuela. —Me dejé caer en la cama. Aunque mi corazón se aceleró
ligeramente por estar tan cerca de Charlie, sabía que él no le daría importancia.
Para él solo era como una hermana. O, al menos, una prima.
—La escuela apesta. Creo que voy desertar y convertirme en camarera de una
parada de camiones. Podría cambiar mi nombre a Flo y tener una mala
permanente. Flo la camarera de la parada de camiones con un permanente malo no
necesita ir la escuela secundaria. Ella vive del conocimiento de la vida. —Charlie se
acercó y puso su brazo consoladoramente alrededor de mis hombros. Tuve un
problema para escucharlo sobre mi corazón que latía con fuerza.
—¿Fue la chica cabra? ¿Necesitas que patee su trasero por ti? Es decir,
normalmente no me gusta la idea de pegarle a chicas, pero haré una excepción. —
La chica cabra es como Charlie y yo llamábamos a Ashley Johnson. Eso es porque
cuando miras un rato su cara, ella realmente lucía como una cabra con su pequeña
boca, larga cara y extrañamente ubicados ojos.
entró en la habitación una perfecta niña pequeña: falda rosa, blusa rosa, sandalias
rosas y una pequeña cinta rosa, que enmarcaba sus rulos rubios alrededor de su
pequeño y redondo rostro.
—¡Lo encontré! —gritó Angel con todas sus fuerzas—. ¡Está en la cama con Scout!
—Mis padres adoran a mi hermanita de seis años, posiblemente es la niña más
perfecta del mundo. Jase y yo solo conseguimos no matarla—. ¿Por qué están en la
cama juntos? —preguntó Angel, lanzándonos una mirada de desaprobación.
—Porque la cama es el lugar más confortable de la habitación para sentarse —le
expliqué, evitando sentir culpa.
Podríamos quedarnos así por horas, pero Jase entró a la habitación con un plato de
Oreos y un vaso de leche.
Ella iba a protestar, pero vio algo en la cara de Jase que la hizo cambiar de opinión.
Quizás la sangre seca.
—Eso es muy bueno, excelente mentira. Tus padres la creerán. Ahora, dime a mí
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Eso fue lo mejor en el drama escolar. Cuando Alex y yo fuimos afuera, yo intenté
hacerle caso omiso:
—Bien, Jase estacionó cerca del gimnasio, te veré después. —Fue estúpido de mi
parte pensar que él me dejaría así de fácil. El chico parecía no entender una
indirecta.
—¿Qué haces aquí? —le preguntó Jase a Alex lo más rudamente posible.
—Pues, estoy caminando a mi auto. —Alex caminó hacia su viejo Toyota rojo en la
parcela siguiente.
En retrospectiva, Alex estaba intentando molestar a Jase. Tal vez era más parecido
a su hermano de lo que creía.
Los hechos siguientes fueron tan rápidos que no estoy segura de lo que pasó. Jase
intentó golpear a Alex, pero no le dio. No sé si Alex logró escabullirse, o si Jase no
quería golpearlo realmente. Yo sé que él hablaba en serio, ya que realmente dolió
cuando mi hombro se puso accidentalmente en su camino.
Lo siguiente que vi, fue a Tyler Burkeen y Seth Roberts que agarraban los brazos
de Alex, y la nariz de mi hermano goteando sangre.
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—Estoy bien. —Claro, iba a tener una contusión en el hombro, y unos pequeños
raspones en mis palmas, pero no podía quejarme porque no era nada comparado
con Jase escupiendo sangre.
—¡No hables con ella! —Jase parecía con ganas de vengarse. Me encontré a mi
misma preocupada por Alex.
Obvio, él podía lanzar una buen puñetazo cuando quisiera, pero Jase era fuerte. Y
rodeado de amigos. Y realmente cabreado.
—Scout...
Estaba curiosa acerca de qué tipo de explicación el daría por los puñetazos, pero
no me dejé terminar ese pensamiento.
—Por favor, solo ve a casa, ya has hecho bastante. —Tomé algunos pañuelos de mi
bolso e intenté terminar con la pérdida de sangre en la cara de Jase.
—Es bueno saber que no tengo que preocuparme entonces —dijo Charlie, nunca se
relajó ni quitó sus ojos de Jase. Por primera vez, se me ocurrió que Charlie puede
haber participado en los planes de Toby para engañar a Jase.
Charlie se volteó hacia mí. Mis hombros se sentían desnudos sin su brazo
cubriéndolos.
—Bien, ¿qué pasa entre tú y ese nuevo chico? ¿Te gusta? —Como la típica
adolescente, rodé los ojos.
—No, no me gusta. Por Dios. Él trabaja en el periódico, nosotros tenemos un par de
clases juntos. Hemos estado hablando. Francamente, pienso que él es arrogante y
rudo.
—¿Pero le gustas?
—No, no lo hace —se metió Jase—. Es Scout, por el amor de Dios. Él obviamente
está jugando con ella para molestarme a mí.
—Scout, él no quería decir eso. —Charlie se volvió hacia mí, pero lo último que
quería era lástima.
—Lo siento…
—Por favor, déjenme sola un minuto. —Me las arreglé para decir sin que mi voz se
quebrara.
—Vamos, hombre. Rápido. —Cuando me las pude arreglar para mantener mis
lágrimas bajo control, me metí en el cuarto de baño que conectaba el cuarto de Jase
con el mío y rebusqué en el gabinete de los medicamentos. Estaba siendo
demasiado emocional y temperamental. Una doble dosis de Midol 15 estaba
decididamente en camino.
14 Bopper: Quiere decir una de esas novelas donde él chico tiene un estatus más alto que la chica,
pero como no sé cómo explicarlo, me pareció que poner para chicas era lo mejor
15 Midol: Es un medicamento para ayudar en los malestares que se sufren durante la menstruación
Debía estar armando un montón de ruido, porque oí un golpe en la puerta y luego
la voz de Charlie preguntó: —¿Puedo entrar?
Cerré el gabinete y miré mi reflejo en la puerta espejada. Tenía unas manchas rojas
muy grandes, creando un horrible contraste con mi tez blanca. Mis ojos estaban
hinchados y me daban un aire misterioso. Tenía incluso un poco de moco a lo largo
del borde de la nariz.
Lindo.
—No tengo problemas con él —dije, sonándome con un pañuelo mi nariz—. Está
bien. No es algo grande. —No vi a Charlie moverse del marco, así que me
sorprendió cuando sentí sus brazos tirando de mí en un abrazo. Al instante me
arrepentí de no ser una de esas pequeñas niñas que pueden acurrucarse en el
pecho de un hombre cuando necesitan consuelo. En cambio, tuve que
conformarme con poner mi frente sobre la suya.
—Si quieres mi opinión personal, Jase se equivocaba. —El aliento de Charlie olía a
canela—. Apuesto a que batiste esas largas pestañas, le diste una de esas sonrisas
extrañas de Scout, y el chico se ablandó.
—No soy una chica boba que intenta ligar con cada chico que le presta atención…
—Scout…
—Nosotros no...
Se rascó la nuca.
—Sí, sí sabes. ¿Qué pasa con ustedes y los Cole? Siento que de repente estamos en
el medio de Los Forasteros.
—Es complicado.
Crucé mis brazos y ladeé la cabeza para poner lo que Jase y Charlie siempre
habían llamado mi posición maestra.
—Bien. Charles, yo creo que la historia ha demostrado que soy la más inteligente
de los tres. Así que, ¿por qué no me dices lo que está pasando? Tal vez pueda
resolverlo para ti.
Me preparé mentalmente para una pelea. Después del día que tuve, tenía hambre
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de ella. Quería gritar y gritar y dejar salir todas mis frustraciones reprimidas, así
que estaba un poco decepcionada cuando Charlie no mordió el anzuelo.
—Lo siento, nena. —Se veía culpable. Claro que el hecho de que me llamara
“nena” no ayudaba a que quisiera mucho su causa—. Esto no es la clase de
problema que se resuelve con complejas ecuaciones o en esos gruesos libros que
tanto te gustan.
—No estés tan seguro. Las respuestas a todos los problemas de la vida están ahí. Es
solo cuestión de encontrar el libro correcto. —Mi deseo de abandonar creció
lentamente, pero eso no significaba que estuviera lista para rendirme—. Suerte
para ti. He leído un montón de libros. Entonces, si solo explicaras la situación...
—¿La situación? ¿Viste de nuevo la película de Kim Posible? Sabes que te pone triste
porque no tienes una rata topo.
—Primero, estuve viendo Buffy, no Kim Posible. Y segundo, es injusto que papá no
me diera un Rufus cuando le dio a Angel esa estúpida tortuga. —Charlie cruzó la
habitación para atraparme, nuevamente, entre sus brazos. Estaba siendo más
amable y agradable de lo normal. Era algo lindo.
—Dios, voy a extrañarte —dijo, y me dio un beso en la frente. Para que conste, mi
frente estaba muy feliz. El resto de mí, sin embargo, se daba cuenta de que era una
despedida.
Quince minutos después, escuché a Jase y Charlie salir del camino de entrada para
dirigirse hacia el juego de despedida en la piscina de Randy. Me hundí en la cama,
sola con mis pensamientos y Guido.
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Capítulo 4
Traducido por CrissViz y PrisAlvS
Hay un viejo refrán acerca de que todo se ve mejor con la luz de la mañana.
Supongo que quienquiera que lo pensó no ha sido golpeado en la cara. Jase se
levantó al siguiente día con los dos ojos negros y una gran nariz hinchada. Mamá,
una enfermera activa, sorprendentemente creyó la historia de una pelea en el juego
de fútbol, pero tendría que ir por una placa de rayos X. Jase le restó importancia
diciéndole, con una voz nasal, que una nariz torcida lo haría lucir rudo. Yo
argumentaría que alguien describiera a Owen Wilson como rudo.
Cuando fuimos a la escuela todos estaban hablando acerca de “la más grande
pelea” que se había dado un día antes. Había al menos una docena de rumores
diferentes sobre lo que la ocasionó. Fue por una chica. Basquetbol. Dinero. Drogas.
Amor homosexual. Piratas contra Ninjas. (Está bien, lo de los piratas contra ninjas
vino de mí, ¿pero cómo se supone que debería responder a toda esa gente que me
estaba preguntando qué pasó?).
La teoría predominante era que Alex Cole había estado erróneamente coqueteando
con Scout Donovan. Algunas versiones incluso decían que había dado el primer
golpe después de una confesión de amor eterno. Yo había escuchado a Ashley
Johnson contando esa teoría en inglés avanzado.
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—Oh, ¡por favor! —dijo cuando una de sus amigas plásticas lo mencionó—. ¿Has
visto a Alex Cole? Él es caliente. Como Johnny Depp. El hecho de que incluso hable
con Scout es sorprendente. Él solo estaba siendo lindo con ella porque él es un
chico súper dulce. Probablemente está en algún tipo de programa de acercamiento
con los raritos o algo parecido, tú sabes.
—Y supongo que algún tipo de programa de acercamiento con las putas lo haría
hablar contigo. —Era la primera vez que hablaba con ella en todo el año. Sabía que
debería hacerme sentir mal haberla llamado puta, no era muy cristiano de mi
parte, pero en este momento no me importaba. La última cosa que Ashley me hacía
sentir era piadosa.
—¿Estas rebajándote a nuestro nivel hablando con nosotras, Scout? Si es así, quizás
podrías informarnos de cómo tu bruto hermano intimidó al nuevo chico guapo.
—¿Qué? ¿Tú no sabías? Todo fue por ti. —Toda la amargura que había estado
cargando desde el verano cayeron pesadamente en mis palabras—. Alex dijo que
escuchó que tú eras una puta traicionera que te habías revolcado con el mejor
amigo de tu novio.
Por parte de Jase, debería estar feliz de que fue golpeada hasta la muerte con su
propia arma y ella lo sabía. Mayormente por que él tenía mucho que decir de ella.
—Eres tan mojigata. ¿Qué te hace pensar que eres mejor que el resto de nosotras?
—No soy mejor que todas —dije honestamente—. Solo mejor que tú. —Me giré y
me alejé sin esperar su respuesta.
—Hey —dijo Alex suavemente. Yo noté cómo varios pares de curiosos ojos
parpadeaban en nuestra dirección. John Davis descaradamente se giró en su
asiento para ser testigo de la acción.
Grandioso. Una confrontación con audiencia. Con Ashley había estado pensando
qué le diría por catorce meses. Había imaginado la escena una y otra vez en mi
cabeza y solo había estado esperando el momento correcto.
Esto era diferente. No sabía qué iba a decir o incluso porqué lo estaba diciendo.
—Sí, pero tú eres la única que no quisiera que estuvieras cabreada conmigo.
Con todas las cosas vueltas de cabeza, no estaba enojada con Alex.
Quería decirle que no era un gran problema pero en lugar de eso, hice lo que Jase y
Charlie me habían pedido hacer.
—Es lo que yo quiero —mentí—. Ahora, si pudieras, por favor, irte a sentar y
empezar a pretender que no existo, mi vida sería perfecta. —O al menos sería
normal.
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***
Cada día, durante el almuerzo, Jase comía con Talley y conmigo en una esquina
antes de que se fuera a pasar el rato con sus amigos. Talley y yo usualmente nos
marchábamos arrastrando los pies hacia la biblioteca para pasar el resto de
nuestros recesos encorvadas sobre los libros de texto. Ambas decidimos que cuatro
clases avanzadas quizás habían sido demasiado pesadas.
Estaba tan ocupada con la montaña de tarea que me había movido a la rutina de
todos los días y no tenía tiempo para notar a Alex Cole. No había notado la manera
en que golpeaba su pluma cuando estaba tratando de concentrarse. No había
notado que solo parecía tener cinco playeras y todas ellas mostraban sutilmente el
cuerpo atlético y musculoso que había debajo. No había notado que tenía el hábito
de lamer sus labios antes de hablar o que su hoyuelo izquierdo era más
pronunciado que el derecho. Y ciertamente no noté (o no me importó) que él
llevara a Ashley a la bienvenida de la escuela.
Está bien, quizás lo noté un poco. Y para mi disgusto, Talley notó que yo lo noté.
Usualmente Joi se nos unía, pero ella tenía una cita con John Davis, de todas las
personas posibles. Estábamos disfrutando una noche de comida chatarra y
películas de raritos.
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—¿Quién preguntó el qué? —En este punto de la película había solo un par de
hobbits y algunos chicos desaliñados que se suponía que deberían ser, pero en mi
opinión no eran atractivos. No había chicas para preguntarles nada.
—Bueno, tú conoces a nuestra Ashley. Ella haría cualquier cosa para conseguir lo
que quiere. ¿Recuerdas cuando estábamos en sexto grado y ella no comía nada más
que judías por semanas hasta que su padre le consiguió un cachorro? —Tomé un
puño de dulces—. Eso nunca tuvo sentido, pero como sea, Judía es una perra muy
buena onda.
—Wow. Realmente tienes recuerdos sobre Ashley, pero ¿qué dices sobre tus
sentimientos por Alex? Realmente estás reprimida.
Me retorcí en mi lugar.
—Por supuesto que no. Solo estoy imaginando que tú siempre lo estás mirando
cuando crees que nadie lo notaría. Y estoy segura que no tiene ninguna relación del
porqué tú siempre comienzas a morder tu labio inferior cuando él está cerca de ti.
—Pasé mi lengua sobre el interior de mi labio inferior, el cual parecía que había
perdido gran parte de la piel.
¡Mierda!
Me dejé caer de regreso a la cama y lancé a Guido sobre mi rostro. El leal mono de
media, siempre ahí para ocultar mi humillación.
él. —En lugar de regodearse por tener razón, Talley se quedó sentada
extrañamente silenciosa por un largo tiempo.
Iba a preguntar qué se suponía que eso significaba, pero en ese momento apareció
el rostro de Orlando Bloom en la pantalla, distrayendo los pensamientos de Talley
por el resto de la noche.
Con respecto a la interacción entre Alex y Jase durante esos meses, era
virtualmente inexistente.
La única vez que sus caminos se cruzaron fue una noche cuando Jase y yo
llevamos a Angel a cenar en Dairy Queen. Mamá estaba trabajando el turno de la
tarde y papá tenía reunión de padres de la escuela, lo que nos dejaba con el
pequeño monstruo toda la noche. La sobornamos para que se comportara bien con
la promesa de una comida infantil y un cono. Ninguno de nosotros había sido
informado que DQ tenía un nuevo empleado.
—¿Puedo ayudarlos? —preguntó Alex, sus ojos fijos en Jase. Incluso con el ridículo
uniforme de comida rápida se veía su estructura física a la perfección.
—Número cinco con un Mello Yello —dijo Jase fríamente—. ¿Scout? —Alex ni
siquiera me miró mientras ordenaba por Angel y para mí. Tampoco sintió la
necesidad de reconocer mi presencia cuando me dio nuestra bandeja de comida.
Intenté ignorar lo poca decepción que sentía casi tan fuerte como intenté ignorar la
pequeña esperanza que sentí cuando luego Angel anunció que el chico apuesto
detrás del mostrador seguía mirándome. Claro, el quejido que escapó de Jase
ayudó para el segundo problema.
Aunque principalmente esos meses de otoño pasaron sin incidentes. Alex Cole
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—He tenido la mejor idea —anunció mientras se posaba sobre el final de la mesa
que servía como oficina del equipo de edición. La Sra. Sole es una mujer de metro y
medio de 65 años, algo redonda y con un gusto inusual para los pantalones de
doble punto. Ella no debería posarse en nada nunca—. Quiero hacer una serie de
artículos donde tengamos a dos periodistas dando ideas opuestas sobre un tema.
—¿Como algo de punto/contrapunto? —pregunté. Me gustaba la idea.
—Algo así —dijo la Sra. Sole—, pero en lugar de que sean dos artículos separados
quiero que sea más como una conversación. —Ella dejó caer su cabeza mientras
confesaba su secreto—. Conseguí la idea leyendo una transcripción de mi Podcast 16
favorito.
¿La Sra. Sole sabía lo que era un Podcast? Esa mujer estaba llena de sorpresas.
—Me encanta que pienses así, porque quiero que tú y Alex lo escriban. —Las luces
en la habitación de repente se hicieron más brillantes y el oxígeno, que había sido
abundante instantes atrás, se acabó.
Bien, entonces Alex definitivamente tenía talento para escribir. Dos semanas atrás
escribió un artículo sobre la falta de apoyo que el equipo académico recibía que
casi me hizo querer ir a un encuentro, y odiaba mirar aquellos cuando estaba en el
equipo. Podía ver porque lo había escogido a él, pero Meg hubiese sido una mejor
opción. Ella había llegado a las finales de debate estatal el año anterior y su
escritura no tenía fallas.
—Los dos tienen estilos de escritura similares y una cadencia que creo combinará
bien entre ustedes. —La Sra. Sole se deslizó sin gracia desde la mesa hasta el
suelo—. Necesito mil palabras para el viernes sobre medicina social. Pueden
decidir quién está a favor y quién en contra.
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—Escuché que mi papá está presionándola para que se retire a final de año,
posiblemente por eso quedé en su lado malo. Los profesores aman gastar su
enfado contra mi padre sobre mí. —Era verdad. La relación de mi papá con el Sr.
Beck era parte del motivo por el que era tan horrible conmigo—. ¿Qué hiciste para
merecer tal destino?
—¡No, no lo hiciste!
—Los frenos de mi auto no son muy buenos. Hay solo una pequeña marca en ese
enorme bote suyo, pero ella ha estado intentando atraparme desde entonces.
—Creo que la Sra. Sole es más del tipo de mujer que tortura. Asesinar sería muy
sencillo.
—Lo lamento, cielo, pero tengo que trabajar en un proyecto. Aunque es miércoles,
por lo que Emma vendrá para que juegues con ella.
Angel subió corriendo los escalones de piedra y pasó la pesada puerta principal
antes de recoger todo del asiento trasero. Me apresuré detrás de ella para
asegurarme de que no estaba causando problemas.
La Srita. Nancy prefería mantener su biblioteca como el pacífico santuario que solía
ser el edifico.
pero me tomó una eternidad llegar hasta allí cruzando la biblioteca. Primero tuve
que ayudar al Sr. George, un anciano gruñón que odiaba todo excepto la manada
de animales con quienes compartía su pequeño departamento. Arreglé su
computadora “descompuesta” prendiendo nuevamente su monitor. Después, la
Srita. Nancy me dio una pila de libros que había requerido y habló
interminablemente acerca del debate que su blog tenía saltando chispas sobre la
importancia de Holden Caulfield17 en la sociedad moderna. Pensé que estaba al fin
17 Holden Caulfield: Personaje ficticio del libro El Guardián Entre el Centeno de J.D. Salinger.
libre después de eso, pero una mano salió no sé de donde, tomando mi codo y
jalándome hacia el estante de metal con comics.
—Scout, ¡mira lo que acaba de llegar! —La mano y la voz eran de Bruce Parker, un
chico poco agraciado. Él trabajaba como asistente del gerente de MovieMart, un
logro de lo que se sentía extremadamente orgulloso. Cuando no estaba elogiando
la genialidad de Guy Ritchie con la gente, podías encontrarlo rondando por la
biblioteca. Lo habría encontrado patético si no estuviera allí tan seguido, aunque
no tanto como él.
—¿Es un nuevo manga? Nunca había escuchado sobre esa serie. —Tomé el comic y
repasé sus páginas. El arte era justo y poco ambicioso, pero Bruce usualmente tenía
buen ojo para las novelas gráficas.
—No gracias. Soy más del tipo Death Note20. —Estaba retrocediendo hacia la
esquina donde Alex esperaba con una expresión perpleja.
—Siento que tuvieras que esperar —dije, poniendo mis cosas en la mesa.
—No hay problema. —Se veía como si estuviera ocultando una risa—. Tienes
muchos admiradores que atender.
Sentí que mis mejillas se ruborizaban. Debía verme como la reina de los Raritos,
hablando con todos en la biblioteca. Vengo mucho aquí durante la práctica de
basquetbol de Jase. Nosotros vivimos muy lejos, por lo que no tiene mucho sentido
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—Oh, me imaginé que eras un tipo de chica de esas que pasan su tiempo libre en la
biblioteca. Aunque estaba algo sorprendido que supieras de manga. Supongo que
eso explica toda la tristeza.
—Sí, y yo soy una nube gris de lluvia. Ahora, ¿podemos ir a nuestro asunto para
poder irme a casa, cambiarme a mi ropa inspirada en My Chemical Romance 22 y
escribir poesía en mi brazo con un plumón permanente?
—Yo estoy un paso delante de ti, Amy Lee23 —dijo, pasándome un par de libros de
referencia—. Esto es todo lo que tiene la biblioteca acerca de medicina social.
Una hora después de buscar en los libros que Alex había encontrado, además de
algunos artículos que sacamos de internet. Todo esto estaba haciendo que me
doliera la cabeza.
—Dios, esto es aburrido —dije. Mis ojos estaban vidriosos de ver la pantalla de la
computadora—. No entiendo por qué esto es un tema para publicar. ¿Quién
querría que el gobierno tomara decisiones sobre cualquier tipo de tratamiento
médico que recibieran?
—¿Tú piensas que es mejor que las compañías de seguro tomaran esas decisiones?
—No, pienso que es una decisión que se debe tomar entre doctor y paciente.
—Así es como esto funciona. —Alex se veía como si acabara de descubrir algo.
Frenéticamente empecé a buscar en mi bolsa.
—¿Qué es esto?
21 Emo: del inglés emotional. Es una subcultura social caracterizada por el estado anímico depresivo
de sus seguidores, se les relaciona directamente con las heridas auto-infligidas, además del color
negro y el rosa. Se considera que es una imitación de los góticos y los punks.
22 My Chemical Romance: Banda de música punk-rock estadounidense, recientemente disuelta.
23 Amy Lee: Cantante y pianista, co-fundadora de la banda Evanescence, considerada una banda
gótica.
—¿Una grabadora de voz? —Es bastante obvio.
—Mi mamá la trajo a casa para mí cuando me uní al periódico. Dijo que todos los
reporteros necesitaban una grabadora de voz.
—Porque vamos a discutir acerca del tema ahora, en la noche lo escribiré y mañana
lo convertiremos en una obra de arte periodística. ¿Qué tan bueno es eso?
Alex respondió oprimiendo el botón para grabar y pasó al tema del actual estado
de nuestro sistema de salud. Estábamos realmente en el tema cuando fuimos
interrumpidos por mi hermana con su cara manchada de lágrimas. Me incliné
hacia la grabadora y puse pausa.
—¿Qué pasa, Angel? ¿Te has lastimado? —Ella se abalanzó sobre mí y empezó a
llorar. La subí a mis piernas y la abracé. Probablemente estaba moqueando, pero
ella era mi hermana pequeña. Casi me causaba dolor psicológico verla molesta.
—Emma dijo que era un bebé —dijo sobre mi hombro—. No quiere que juegue con
ella nunca más.
Tengo que admitir que Alex era un actor decente. Casi le creí que estaba realmente
en shock.
Angel se enderezó, pasó su mano por su pelo y se limpió las lágrimas de su cara.
—Soy muy estiércol24 para mi edad. —Tuve que morder mi labio fuertemente para
no soltar una carcajada con su confusión de palabra. Alex ni siquiera se encogió.
—Lo eres. ¿Por qué querrías jugar con una chica pequeña, de todas formas?
Deberías quedarte aquí y pasar el tiempo con nosotros.
Angel levantó su mirada hacia mí, con sus ojos grandes. Las únicas veces que
pasaba tiempo con los chicos grandes era cuando Talley estaba de un humor
particularmente generoso. Nunca la había visto tan ilusionada.
—Deberías saber que Scout es muy buena discutiendo. Ella siempre nos gana a
Jase y a mí.
—Bueno, tendré que recordar no dejarla cantar en Rock Band o dejarla hacerme la
cena. —Para cuando nos fuimos, Alex tenía a mi pequeña hermana comiendo de su
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mano. Estaba sin defensa ante su carisma y su risa contagiosa. Yo estaba asustada
por darme cuenta que no era tan inmune como lo esperaba.
24Confusión de palabras. En inglés original la niña quiere decir “mature”, que significa madura,
pero dice “manure”, que significa estiércol.
Capítulo 5
Traducido por CrissViz
—Tengo un nuevo amigo —dijo Angel en la cena de esa noche. Yo estaba tratando
de sacar cuidadosamente todo el pimiento de la salsa de mi espagueti y por eso no
estaba poniendo mucha atención a la conversación—. Él es realmente agradable,
divertido y lindo.
—¿Está en tu clase?
Mierda. Yo no había tenido una oportunidad para decirle a Jase acerca de la tarea
del periódico. Y por no haber tenido una oportunidad de decirle, espero nunca
encontrarlo. Tenía que distraer a la chiquilla antes que dijera algo más.
—Hey, Angel, ¿podrías alcanzarme el queso? —Por supuesto, como una buena
hermana pequeña, ella nunca hacía lo que quería que hiciera.
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Hubo un ruido fuerte cuando Jase dejó caer su tenedor sobre su plato.
—No me digas que no fue la gran cosa. Te dije que te mantuvieras jodidamente
lejos de él.
—Jase Stewart Donovan —dijo papá con una voz que solo conseguiría alguien que
había sido padre y maestro. Normalmente escuchar alguno de nuestros nombres
completos en ese tono nos tendría a los tres encogiéndonos de miedo bajo el
mueble más cercano. Jase estaba inmóvil.
—Te pedí que hicieras una cosa. Una sola cosa, Scout. ¿Estás tratando que te
maten?
El volumen de su voz bajó unos pocos decibeles, pero la emoción seguía allí.
—Fue por una tarea de la escuela —dije, enfatizando cada palabra para que
pudieran tatuarse en su duro cráneo.
—Seguro.
Yo estaba agarrando mi tenedor tan fuerte que los bordes se estaban clavando en
mi piel.
Papá golpeó su palma sobre la mesa, haciendo que el agua de mi vaso volara fuera.
—Es suficiente. Quiero saber qué es lo que está pasando ahora mismo.
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Jase no respondió. Él solo estaba sentado allí, haciendo que mi cabeza explotara
con el poder de su mirada.
Podría haber estado funcionando.
—Me iré —dijo al caminar fuera del comedor—, pero yo no soy tu hijo.
—Lo siento. No pensé que estuviera haciendo algo malo. —La voz de Angel era
baja y tímida. Me encontré sintiendo las fibras de mi corazón estirarse por su
pequeña cara triste, por segunda vez en el día.
¿O sí?
¿Lo había hecho? Sabía que Liam era peligroso y traté totalmente de mantener mi
distancia de él, pero ¿por qué debería ser igual con Alex?
¿Por qué estaba ella haciéndome todas esas preguntas tan difíciles? ¿No había sido
yo la hermana mayor ideal todo el día?
—Este chico, Alex, no ha sido inapropiado contigo, ¿o sí? —¡Por amor de Dios!
—¿Sabes qué? Pienso que debería ir hablar con Jase ahora —dije, dejando la mesa y
alejándome del horrible y extraño lugar donde la conversación se estaba llevando.
Me incliné hacia ella para besar su frente al tiempo que caminaba hacia afuera. Ella
se veía tan preocupada que yo tenía que tratar de hacerla sentir mejor.
el semestre.
—Qué gracioso. Tu hermano dijo que estabas trabajando en un artículo con Alex
Cole.
—Lo hago, pero es para Seguridad Social Pública. Eso es muy contrario a ser
interesante. —El resoplido de Charlie sonó como estática en el teléfono.
—Scout, pensé que habíamos hablado sobre esto. Pensé que habías entendido.
—Yo nunca entendí. Estuve de acuerdo con no ser amiga de él, lo cual no lo soy,
pero nunca me explicaron el porqué. —Estaba empezando a molestarme
nuevamente.
—No puedo decírtelo. Lo siento. Solo es que no puedo. —Su voz se fue apagando y
yo sabía que no me estaba imaginando el sentimiento—. No podría vivir si salieras
lastimada. ¿Lo sabes, verdad?
—Lo sé. —También sabía que por dentro me sentía como gelatina—. Es solo una
tarea. Lo mantendré solamente en el ámbito profesional.
—¿Lo prometes?
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—Prometido.
Resulta que algunas promesas no se pueden mantener, por más que lo intentes.
Tenía toda la intención de mantener a Alex a distancia por Charlie, quien no
podría soportar verme lastimada y me lo pidió. Realmente lo hice.
Lo que no había considerado cuando hice la promesa fue al mismo Alex. La Sra.
Sole le gustó tanto el artículo que decidió hacer una edición semanal. Eso
significaba que Alex y yo pasaríamos más y más tiempo juntos. Al principio,
fueron solo las sesiones de trabajo después de la escuela en la biblioteca para
trabajar en los artículos, pero no tomó mucho tiempo para que la gran brecha que
existía entre nosotros en la escuela se cerrara.
Pronto, Alex estaba platicando conmigo antes de cálculo, y sentándose con Talley y
conmigo en Shakespeare.
Paré de golpear mi frente con la goma del lápiz y lo miré para indicarle que podía
seguir hablando.
Bueno, supongo que desde que se sienta entre nosotros en la clase, es algo
relacionado con cálculo.
—El aroma de Play Doh que emite es abrumador. Debiste haber perdido tu olfato
para no notarlo.
apartó su mirada y comenzó a golpear con su pluma—. ¿Pero por qué huele a
plastilina?
25
Pop Tarts: Marca de tartas pre horneadas, de diferentes sabores.
sentado junto a él por trece años y él siempre ha olido a plastilina. ¿Crees que se la
frota detrás de sus oídos, como si fuera colonia?
—Pensé que hablabas de algún chico que había ido contigo al jardín de niños. —
Alex se movió incomodo en su silla y pasó sus dedos por su cabello. Yo me distraje
momentáneamente al ver pasar su lengua sobre sus labios.
—Quiero decir que él tenía solo 5 años y que él no conocía nada mejor. No yo. Yo
no era un loco comedor de pelusa.
—Scout, tenemos mucha tarea por hacer. Desearía que pararas de distraerme.
Yo hice una gran actuación haciendo que mis labios se cerraran como un cierre, y
pulsé algunos números en mi calculadora. Él hizo lo mismo, pero nuestro tiempo
de silencio no fue muy largo. Me di cuenta que estudiar con Alex era casi
imposible porque entre más hablaba, más quería seguir hablando con él. La Sra.
Sole estaba en lo correcto, nos complementábamos muy bien el uno al otro. Era
como si nuestras personalidades o nuestros estilos de escritura fueran compatibles.
Me mentí a mí misma diciendo que solo estábamos disfrutando nuestra amistad,
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hasta que un día en Shakespeare tuve que admitir que tan malo había sido mi
pequeño encaprichamiento.
Estábamos ensayando La fierecilla domada26. Yo tenía el papel de Katherina y Alex
era Petruchio. Estaba canalizando mi Julia Stiles27 interna cuando Ashley se subió
al escenario deslizándose entre Alex y yo.
—Hey, Alex —dijo con labial rosa en los labios, sacando el inferior como si
estuviera haciendo pucheros—. No me has llamado. ¿Dónde has estado?
—Lo siento, he estado realmente ocupado con trabajo y las cosas de la escuela. —
Sentí como si algo largo y deforme, como un luchador, se hubiera establecido en
mi estómago. Una rápida imagen cruzó por mi mente: yo dándole un golpe en la
estúpida cara de cabra de Ashley.
—Bueno, si tú tienes una noche libre un día de estos, deberíamos hacer algo. —Ella
se inclinó sobre su cuerpo y le susurró al oído. Juzgando por el rubor que subió de
su cuello a su cara, era claro qué era lo que implicaban sus planes.
—Bueno, entonces, los dejo regresar a su ensayo, chicos. —Ella cambió su atención
hacia mí, con una expresión condescendiente—. Scout es la fierecilla. Supongo que
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Estaba contenta de estar usando tenis. Ella podría morir rápidamente y no sufrir lo
suficiente si la golpeara con mis botas.
26
The Taming of the Shrew: La fierecilla domada, también conocida como La doma de la bravía o La
doma de la furia es una de las obras más populares de William Shakespeare.
27
Julia Stiles: Famosa actriz juvenil.
—Sus pechos son falsos. Lo sabes —dije después de que se fuera—. Ella mojaba la
cama hasta los 12 años y usó una toga en la escuela todos los días por tres semanas
cuando teníamos 10 años porque creía que la secundaria tendría que ser como la
escuela Hogwarts28. —Alex se quedó parado viéndome como si me hubiera crecido
una segunda cabeza.
—Lo siento —dije—. Sé que están saliendo o lo que sea. Estoy siendo grosera. —
Por alguna razón, Alex estaba sonriendo. Probablemente se estaba carcajeando de
mi comportamiento tan idiota. Lo haría si fuera él.
—¿No? —¿De qué estaba hablando? Por supuesto que estaba saliendo con Ashley.
O quizás no habían salido en Montana.
—Solo lo hice para tratar de poner celosa a alguien más. —A él le gustaba alguien
más. Genial. Mi mente empezó a recorrer las posibilidades. Molly Eastwick es
linda y he visto a Alex hablando con ella un par de veces en el vestíbulo. Jase
recientemente terminó con Nikki Anderson, que se ve como una bailarina de
apoyo de MTV. Cada chico en un radio de cinco ciudades estaba tratando de ser el
chico rebote. Me estremecí con la idea de cómo sería Alex saliendo con la ex novia
de Jase.
—¿Funcionó? —Lo que realmente estaba preguntando era si estaba saliendo con
alguien en este momento, porque nada se siente mejor que echarle sal a la herida.
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—Al principio pensé que no, pero parece que estaba equivocado. —No fue hasta
que el rubor regresó a sus mejillas que consideré la esperanza de que estuviera
hablando de mí.
Pasó la mano por su cabello nuevamente. ¿Significaba eso que estaba nervioso?
¿Yo estaba haciendo que se pusiera nervioso?
28
Hogwarts: Nombre de la escuela de Harry Potter.
—Entonces, ¿harás algo para las vacaciones de Acción de Gracias de la próxima
semana? —preguntó Alex, cambiando de tema. También se veía muy interesado en
sus zapatos. Aunque eran lindos (algunos podían tener los Adidas Gazelles),
estaban lejos de ser fascinantes.
—Yo tengo que ir a Washington para pasar las fiestas con el Senador y la señora
Harper.
—Técnicamente.
Solo veo a la familia de mi madre una vez por año. Ellos siempre nos hacen volar a
la capital para las vacaciones de Acción de Gracias. Por cuatro días era atacada por
el estilista y posaba en diferentes actividades con los Harpers para asegurar que
tuvieran suficientes fotos de la Típica Familia Americana para la próxima
campaña.
La depilación de ceja y la picazón por los suéteres no era nada comparado con las
penosas conversaciones que tenía que padecer. El Sr. Harper podía hablar por
horas acerca de que era tan hermosa como mi madre, además al Senador le gustaba
sermonearme sobre las responsabilidades que tenía como nieta de un político y la
necesidad de trabajar fuerte. Todas estas cosas me hacían un poco suicida.
—Así que, ¿por qué los visitas durante Acción de Gracias? Estoy seguro que hay
muchas cosas mejores que hacer.
Había un millón de cosas mejores que hacer. Podría ir a ver a mi abuela paterna,
quien hacia el mejor Derby Pie del planeta, o al abuelo paterno que tiene su Derby
Pie en segundo lugar. Podría ir con la familia de Rebeca, donde todos jugaban
cartas y juegos de mesa hasta las primeras horas de la mañana. Podría ir con Jase
para acción de Gracias con sus abuelos biológicos paternos, quienes siempre me
trataban como de la familia. Esto tenía una tentación extra porque involucraba ver
a Charlie.
De cualquier manera, Alex consiguió que le contara toda mi historia. Le dije acerca
de los doctores, que se habían dado cuenta que había un problema en su segundo
trimestre y sugirieron que terminara el embarazo por su propio bien; le conté
acerca de cómo ella decidió que mi vida merecía la pena ponerse en riesgo; de
cómo ella protegió mi pequeño cuerpo y dijo que ella sabía que había tomado la
decisión adecuada; y cómo ella murió conmigo en sus brazos. Le conté como tenía
la necesidad de sobresalir en todo lo que hacía así ella podría sentirse orgullosa de
mi. Confesé, angustiada, cómo nunca sería merecedora de su sacrificio.
Derramé mis entrañas de una manera que nunca había hecho antes. No estaba
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—Y esa es mi triste historia —dije. Yo había dejado salir toda la presión y me sentía
un poco avergonzada y expuesta, pero no como en esos sueños donde apareces en
la escuela sin una blusa puesta—. Ahora, la tuya.
—¿Que te hace pensar que tengo una triste historia? —Alex empezó a jugar con los
hilos que sobresalían de sus pantalones rotos.
—Tú vives con tu hermano, ¿cierto? Entonces, ¿dónde están tus padres?
Cuando él desapareció antes de los anuncios del final del día, estaba segura que
estaba evitándome.
Talley trató de animarme esa tarde con la generosa ayuda de papás fritas y
malteadas, pero no funcionó. Estaba avergonzada, con mi ego severamente herido.
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La única cosa que estaba segura era que no quería ver nunca más a Alex Cole.
Capítulo 6
Traducido por NicolSmile & Yellowsun
—Así que, estás un poco anaranjada —dijo Alex, mientras yo recogía algunos
artículos sobre leyes de inmigración.
Aunque ella y Emma estaban en buenos términos de nuevo, Angel prefería estar
cerca de mí en la tarde en que Alex se nos unió en la biblioteca.
—Scout es un personaje animado con vida porque sus abuelos son sádicos —
corregí.
29 Fraguel: Nombre de las marionetas en una serie infantil llamada Los Fraguels.
Supuse que si tuviese un tercer ojo en el centro de mi frente ella también querría
uno.
—Ya no eres una ninja. —Habían pasado treinta segundos completos desde que
Alex le había prestado atención a Angel, así que ella tenía que decir algo.
—¿Eras una ninja? —Las cejas de Alex se elevaron bajo su largo flequillo.
—Sí, pero tuve que renunciar. Toda la cosa de vestir de negro desde la cabeza a los
pies me estaba aburriendo.
—¿Taekwondo?
—El primer par de años —dije—. Más tarde comenzamos artes combinadas. Para
cuando tuve que renunciar, estábamos haciendo en su mayoría artes marciales
mixtas.
De acuerdo, no realmente. Estaba fuera de práctica, sin mencionar que Alex tenía
algunos lindos músculos saliendo de las mangas de su desteñida camiseta y me
pasaba de estatura por unos buenos siete u ocho centímetros.
—¿Esa es una invitación para ir a pasear, Donovan? —La sonrisa de Alex era
positivamente perversa.
—Y yo aquí creyendo que simplemente estabas sentado con ropa que debiste haber
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lavado hace una semana, comiendo fideos Ramen33, y pasando tus noches
estudiando hasta que tus ojos sangraran.
Continuamos bromeando por unos minutos más antes de poder llegar a la parte de
la conversación donde me contaba las pragmáticas razones de la inesperada
llamada. Una vez que le dije cómo encontrar la tangente, le transmití las capitales
de varios países sudamericanos, y le expliqué cómo toda esa información se podía
encontrar en Wikipedia, corté la llamada y me di vuelta para disculparme con Alex
por la distracción. Me sorprendí al encontrar a Angel sentada sola, Alex y sus cosas
se habían ido.
***
Para cuando llegamos a la ciudad estaba lloviendo y, por el destino, tuvimos que
estacionarnos a más de una milla del teatro. Me maldije a mí misma por no usar mi
abrigo o haber traído un paraguas. Estuve fuera de la camioneta por menos de un
minuto y ya estaba empapada. Talley se veía ridícula, pero seca, en el raro tipo de
traje de agua que había traído en su mochila.
—¿No viste el tiempo esta mañana? —preguntó Alex, moviendo su paraguas para
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que nos cubriera a ambos. Aprecié el gesto, pero aún tenía un hacha que dejar caer.
Frunció el ceño.
—No le tengo miedo a nada. Yo soy el hombre de la bolsa. —Me estaba riendo
tanto que casi no escuché a la Sra. Ryder mientras nos daba nuestras entradas e
instrucciones, pidiéndonos que actuásemos como maduros y educados individuos.
Debíamos esperar a los asistentes, quienes eran una aún más grande vergüenza
para la sociedad que mis compañeros de clase, para que terminaran de arreglar sus
linternas y ahí recién entrar al teatro.
—Ahora, recuerden señoritas que estamos aquí para presenciar una actuación
teatral, no para socializar. Espero no oír nada de conversación entre ustedes dos
luego que bajen las luces —dijo Alex en lo que pudo haber sido una imitación
perfecta de la Sra. Ryder si no hubiese habido un gran bostezo al final.
—Y esperamos no oír nada de bostezos de usted Sr. Cole —lo reprendió Talley.
—No sé si puedo prometer eso —dijo él. Pensé que probablemente decía la verdad.
Lucía como si no hubiese dormido nada. ¿Qué pasaba con los chicos y el insomnio?
Jase parecía estar tratando de no dormir la mitad del tiempo.
Una vez que las luces bajaron y la cortina se abrió no nos tomó mucho entender
por qué Vanderbilt era conocido por su programa médico y no por su
departamento de drama. Para el tercer acto estaba en tanto peligro de quedarme
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34 El hombre de la bolsa: también conocido como el “Hombre del saco”, es un personaje del folclore
hipánico, se le conoce por salir de noche a cazar niños extraviados que se lleva en un saco.
35 Darth Vader: antagonista malvado de la serie de películas Star Wars.
Sólo pude mirarlo y asentir en respuesta. La poca luz hacía cosas maravillosas en
sus facciones. La línea de su mandíbula parecía más pronunciada, sus labios más
rellenos, y sus ojos eran como dos dólares de plata brillando hacia mí.
Alex Cole no era el primer chico con quien me tomaba de las manos. Ese honor lo
tuvo mi novio de tercer año, Jeremy Rande, quien me compró una rosa de
chocolate para el día de San Valentín y se mudó a Illionis la siguiente semana. A
través de los años había habido otros —incluyendo Dalton Riley, el idiota con
quien Ashley había hecho lo sucio—, pero ninguna de esas veces se sintió como
esta. Con los otros chicos apenas había sido piel con piel. Recuerdo como siempre
me apretaban la mano demasiado fuerte o demasiado débil, como sus palmas
siempre estaban demasiado secas o demasiado transpiradas.
La mano de Alex era perfecta. Su piel era suave y tibia. Me sostenía gentilmente,
pero con confianza. Mi propia mano se sentía pequeña y delicada envuelta
alrededor de la suya.
También era dueña de las mejillas más rojas. Podía oír mi corazón latiendo en mis
oídos; el aire en mis pulmones sonaba tembloroso. No podía separar mis ojos de
los de él.
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—Hola —susurró.
—Hola —chillé, un poco más alto de lo que quería. Todavía tenía que recuperar el
control de mi abastecimiento de oxígeno.
Talley me codeó en las costillas y me hizo callar. Alejé los ojos de Alex e intenté
concentrarme en lo que estaba pasando en el escenario. Mientras mis ojos estaban
pegados en la obra, mi mente seguía fija en él, quien sostuvo mi mano hasta que
las luces volvieron a subir.
—Querido y dulce Jesús, eso fue horrendo —dijo Talley, deslizándose fuera del
pequeño asiento del teatro.
—¿El cuarto acto en el que el acento de Lucentio cambió al menos doce veces? ¿El
cuarto acto en el que Kate pisó el pie de Petruccio y se cayó del escenario? ¿El
cuarto acto que duró por siempre? ¿Ese cuarto acto?
—Umm… debo haberme quedado dormida o algo —mentí débilmente. Alex dejó
salir una risa detrás de mí, causando que mis mejillas se encendieran de nuevo. Le
di un codazo en el estómago, disfrutando la sensación de cosquillas que subió por
mi brazo cuando hice contacto.
La primera cosa que noté cuando salimos del teatro fue cuánto más frío estaba
cuando llegamos. La segunda cosa fue cuán resbaloso estaba el piso. No me di
cuenta que era notorio hasta que estuve desparramada en el pavimento.
—Sip, mi trasero está definitivamente quebrado —dije entre dientes. Juzgando por
la manera en que estaba doblado riéndose, consiguió escapar sin heridas serias.
Para ese momento, toda la clase se había dado vuelta a mirarnos ayudarnos
mutuamente.
Una vez que conseguimos tener nuestros pies plantados firmemente sobre el suelo,
Alex envolvió su brazo alrededor de mi cintura.
—No queremos que le hagas daño permanente a ese trasero —me informó.
Ayudaba que su cercanía tuviera un efecto anestésico en mí. Podía sentir el calor
de su cuerpo, a pesar del hecho que ambos estábamos usando gruesos abrigos.
—De acuerdo, chicos, como Abbot y Costello36 han demostrado amablemente, está
resbaloso aquí fuera. El Sr. Donovan me ha informado que ha habido varios
accidentes en la última hora y la mayor parte de la Interestatal 24 está cerrada. —
Dio un gran respiro antes de continuar, como si estuviera menos que emocionada
de lo que tenía que contarnos—. Él cree que por nuestra seguridad tenemos que
pasar la noche en Nashville e irnos a casa mañana, luego de que la temperatura se
eleve nuevamente. La escuela ya ha hecho reservaciones para nosotros en un hotel
a cerca de tres kilómetros de aquí, así que, por favor, llamen a sus padres y
háganles saber que no estarán en casa hasta mañana en la tarde. —Un montón de
voces comenzaron a hablar al mismo tiempo.
La clase parecía dividida. Una mitad estaba emocionada por pasar un día extra en
la ciudad y fuera de la escuela, mientras que la otra mitad tenía otros lugares en los
que estar y cosas que hacer.
—Srta. Ryder, tengo que ir a casa ahora —dijo Alex. Sonaba incluso más molesto
que Ashley, quien estaba aterrada de que tendría que pasar la noche en el Motel 6.
—Lo siento Alex. No hay manera de que pueda llevarte a casa sano y salvo con
estas condiciones. —La Sra. Ryder enfatizó su punto al dar dos pasos antes de
caerse hacia James Kiplinger, quien se las arregló para accidentalmente tocarla
mientras la sujetaba. Dada la propensión de James de pasar la mayor parte de su
tiempo jugando Magia: la Reunión en lugar de bañarse, estaba casi segura que había
experimentado por primera vez contacto con senos. La dolorosa humillada,
aunque algo extática, mirada en su cara ayudaron a confirmar mis sospechas.
—No puedo quedarme aquí —dijo Alex mientras ella tomaba su codo como
soporte.
—Creo que debes hacerlo —dijo lentamente. Aparentemente ella podía sentir la
tensión en su cuerpo tan bien como yo. Por lo que sea que necesitaba llegar a casa,
era importante para él. Tomé consuelo en el hecho que Ashley estaba con nosotros.
Al menos podía descansar segura de que no se estaba escapando para ir a una cita
caliente con ella.
—Llamaré a Liam. Vendrá a buscarme —dijo Alex, sacando su teléfono del bolsillo
de su abrigo.
—No, no puedes hacer eso. Todo estará bien. Lo prometo. Pero debes quedarte
aquí. Por favor no llames a tu hermano.
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Alex estaba reacio, pero accedió, no sería sabio tener a su hermano conduciendo
con un mal tiempo. Cuidadosamente hice mi camino de vuelta a la camioneta
mientras Alex ayudaba a Talley, cuyos intentos de caminar por si sola me
recordaban a Bambi cruzando el estanque congelado. Ocasionalmente, el viento
traía fragmentos de su conversación hasta mí. Sonaba a que Talley todavía estaba
asegurándole a Alex que el mundo no se acabaría sólo porque tendría que pasar la
noche en Nashville.
Las calles de Nashville eran como pistas de hielo, y los enormes copos caían tan
rápido que casi no había visibilidad. Nos tomó cerca de una hora conducir tres
kilómetros al hotel donde papá había hecho las reservaciones. Para el horror de
Ashley, era realmente un Motel 6.
La Sra. Ryder estaba tan alterada que, para el momento que nos registramos, no le
importó realmente qué hiciéramos el resto del día. De hecho, desapareció dentro
de su habitación poco después de nuestra llegada y no emergió hasta la mañana
siguiente.
Estábamos como a la mitad de El Cáliz de Fuego cuando noté que algo estaba mal.
Su mano estaba sudando contra la mía y su respiración no sonaba del todo bien.
—¿Te sientes bien? —pregunté mientras otras dos chicas estaban sentadas en la
otra cama tenían una acalorada discusión sobre qué tan caliente estaba
exactamente Rob Pattinson.
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—Te ves terrible. —Talley señaló a mi lado—. Quizás sea un buen momento para
que vayas a la cama.
Alex volvió a mirar al reloj en la mesa de noche. Eran las 5:00, el sol apenas
comenzaba a ponerse. Normalmente pensaría que era muy temprano para que
alguien lo llamara noche, pero obviamente estaba enfermo.
—Estoy bien.
—No, no lo estás. Tienes que ir a la cama y tienes que ir ahora. —Talley estaba
siendo inusualmente afirmativa, sonando escandalosamente como su madre.
—¿Estás seguro que estarás bien? Tal vez deberíamos ir por la Sra. Ryder o un
doctor. —Cada músculo de su cuerpo parecía estar torciéndose.
—Estaré bien una vez que duerma un poco. No te preocupes por mí. —Se paró en
frente de mí incómodamente por un momento, pasando sus dedos por su cabello—
. Gracias por lo de hoy, Scout. Ha sido genial.
La noche pasó volando después que se fue. Harry no podía captar mi interés,
incluso cuando arrastró el cuerpo del pobre Cedric de vuelta a Hogwarts, lo que
normalmente me haría soltar una o dos lágrimas.
—¿Crees que tenga hambre? ¿Debería preguntarle si quiere que le busque algo? —
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le pregunté a Talley.
—¿Crees que tal vez también le guste? —No era capaz de mirarla a los ojos.
Deseé poder ser así de confiada también. Me recosté en la pared junta a la puerta
de nuestra habitación y observé las ráfagas bailar bajo los postes de luz de la calle
mientras Talley buscaba la llave.
—Lo sé.
—Sabes, ¿cierto?
—¿Saber qué? —dijo gruñendo. Estaba luchando mientras forzaba la liberación del
agarre mortal que tenía la prenda en su muslo.
Sí.
Bueno, quizás.
—¿Quién era ese? —preguntó Talley—. ¿Jase te envió un mensaje para ver cómo
estamos?
—No, era Charlie. —Subí a la cama y me cubrí con los cobertores por encima de mi
cabeza. Repentinamente no me sentía bien. Quizás también tenía lo de Alex. O
quizás era la comida mexicana.
—Así que, ¿qué se siente estar enamorada de dos chicos al mismo tiempo?
Empujé los cobertores hacia abajo para que Talley pudiera ver mi cara cuando
respondiera.
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—No estoy enamorada de nadie. Tengo una fijación con Alex y Charlie es... Charlie.
—Su expresión era fácil de leer. Decía "GRAN BASURA" en grandes letras
mayúsculas—. No estoy enamorada de nadie —repetí.
—Asegúrate y hazme saber cuando te des cuenta que estás equivocada, ¿de
acuerdo? —dijo mientras apagaba la luz—. Odiaría perderme otra oportunidad de
decirte "Te lo dije".
Pasé las próximas horas agitándome y girando, a pesar del calmante nocturno que
Talley me dio para mi dolor de trasero. Nunca dormí bien en una cama que no
fuera la mía sin Guido, y todo el alboroto interno desde luego que no ayudaba a la
situación.
Las delgadas sábanas marcaban mis brazos y mis piernas mientras escuchaba el
colérico retumbar del calentador y el ronquido ensordecedor de Talley. Cuando las
paredes comenzaron a cerrarse a mi alrededor me di cuenta que no podía
quedarme en la habitación por más tiempo. Me levanté, poniéndome mi abrigo lo
más silenciosamente posible antes de deslizarme a la puerta.
Noté el brillo eléctrico de una estación de gasolina y desarrollé una intensa ansia
por bocadillos viejos de tortas y chocolate caliente súper dulce. Si seguía por la
acera para llegar allí tendría que pasar por el frente de la Guarida de Hank, un bar
cuyo trabajo barato de pintura rosa era certero para atraer a los más estimables
clientes. En cambio opté por acortar camino a través del área boscosa detrás del
motel.
reconocía los reveladores signos de una persona callejera: múltiples capas de ropas
sucias, cabello despeinado, piel sucia e inconfundible aire de desesperación.
Él había tomado algo del suelo y estaba examinándolo. Sólo era un ordinario
abrigo negro, pero algo acerca de eso me fastidiaba.
El hombre se giró para encararme. Estaba lo suficientemente cerca para oler una
mezcla de hedor corporal y alcohol mientras perturbaba el aire.
—Estas cosas son mías. Yo las encontré. —Sus palabras eran indistintas, pero sus
movimientos eran rápidos y nerviosos, como un animal salvaje y asustadizo.
—Esas son las ropas de Alex. ¿Dónde está? ¿Qué le hiciste? —Miré alrededor
frenéticamente, aterrada de que vería su cuerpo desnudo sin vida en el frío suelo.
—No le hice nada a nadie. Encontré estas cosas. Son mías. —Comenzó a reunir
todas las ropas. Noté que la camiseta era una retro del Hombre Araña, la que Alex
usaba todos los jueves. La tomé y se la arrebaté.
—¡No puedes tener estas cosas! ¡Son las cosas de Alex! ¡Devuélvelas! —Agarré los
pantalones, pero el hombre agarró mi brazo con una sorprendente cantidad de
fuerza.
—Te dije. Yo las encontré —dijo, acercándome a él, así nuestras caras estaban casi
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tocándose. El olor era abrumador. Sus ojos tenían un brillo maníaco—. Te dije que
eran mías. —Repentinamente me empujó hacia atrás, tirándome al piso. El intenso
dolor de caer otra vez en mi parte trasera me hizo ver negro por unos segundos.
Para el momento en que me recuperé, el hombre estaba encima de mí, sus rodillas
a ambos lados de mi cadera. Un cuchillo apareció de la nada y presionaba mi
garganta.
—No eres una chica muy linda, ¿verdad? Pero no te preocupes. Eso está bien para
mí. De todas formas nunca me gustaron las chicas lindas.
Mi cerebro finalmente logró conectar con mi cuerpo. Mi mano derecha subió y tiró
el cuchillo lejos de mi garganta mientras mi izquierda daba un puñetazo a su
sección media. Traté de rodar mi cuerpo para salir debajo de él, pero anticipó el
movimiento. Se presionó más firmemente contra mí y agarró mis brazos,
inmovilizándome contra el suelo.
—No seas así, cariño —dijo con una carcajada. Mi estómago se revolvió ante el
hecho que él estaba disfrutándolo—. Vamos a tener...
Sus siguientes palabras fueron cortadas por un fiero gruñido que se infiltró en la
noche y retumbó en mis huesos.
—¿Qué rayos? —Lo escuché mascullar justo antes que algo volara sobre mí,
golpeándolo hacia atrás.
Debería haber estado aterrada ante la escena que se desarrollaba, pero era
demasiado irreal. Me senté para encontrar al hombre sentado en el suelo, su
cuchillo extendido en su mano en un intento de mantener al animal salvaje alejado
de él. El animal, que se parecía a un perro grande, estaba agachado, su pelo erizado
mientras una infinidad de gruñidos salían de su garganta.
hombre en pedazos.
Podrían haber hecho cosas desagradables a mis frágiles tejidos, aun así al parecer
no podía sentirme asustada. En cambio, estaba fascinada de la belleza del animal
ante mí. Su grueso abrigo era una mezcla de blanco, marrón rojizo, gris y negro.
Una parte de mi cerebro determinó que era un lobo mientras que otra parte se dio
cuenta que pude haber experimentado alguna clase de trauma relacionado al
shock.
El punto muerto finalmente terminó cuando el hombre se abalanzó hacia el animal
con el cuchillo, haciendo que el lobo saltara hacia atrás. Tuvo el tiempo justo para
levantarse y correr. El lobo lo persiguió, tratando de alcanzarlo mientras
desaparecían en la noche.
Me levanté del suelo. Un rápido inventario de mis partes móviles determinó que,
además de mi coxis roto, ropa mojada y un posible trauma psicológico, estaba bien.
Sabía que se suponía que debía dejar todo como estaba, así la policía podría reunir
la evidencia. Veía CSI37, sabía cómo hacían las investigaciones de los asesinatos,
pero no podía hacerlo. No podía alejarme y dejar sus ropas ahí. Sería admitir que
se había ido y no podía hacer eso.
Estaba tentada de pescar uno de sus zapatos fuera del arroyo cuando me di cuenta
que no estaba sola. En la orilla opuesta, casi oculto completamente por los
arbustos, el lobo estaba sentado, observándome.
Me debatía entre sí debería correr, gritar u orar por una muerte rápida cuando mis
ojos se encontraron con los decisivos ojos humanos del lobo.
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Dormir era una causa perdida. Mi cuerpo estaba exhausto, pero mi cerebro estaba
hiperactivo. Estaba impactada, asustada, confundida y avergonzada. Imágenes de
todo lo que había sucedido seguían pasando en mi cabeza como una película
vanguardista cuyo único propósito es dejar aturdida e inquieta a la audiencia.
Estaba aterrada de lo que vería si cerraba mis ojos.
Cuando escuché las voces por primera vez pensé que solo eran parte del sonido
caótico de mi cabeza. No fue hasta que escuché a alguien decir su nombre que me
di cuenta que habían personas discutiendo afuera de mi habitación.
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Aparté el borde de la pesada cortina y tome un respiro aliviada. Alex estaba ahí,
vivo. Ileso. Humano. Su ropa estaba más que sucia, a pesar de mis esfuerzos más
valientes en el oloroso baño de la estación de Mapco, pero se veía bien. Más que
bien, de hecho.
—Nos vamos ahora. —Estaba diciendo Liam—. Sabes lo que pasa si nos
encuentran. No puedo creer que arriesgues eso, arriesgarías todo, por una simple
chica.
—¡No es por una simple chica! Es acerca... —Alex miró hacia arriba notando que
estaba parada en la puerta—. Scout.
—Hola —dije, cerrando la puerta del motel detrás de mí. La intensidad con la que
Liam me miró hizo temblar mis rodillas, pero la alegría que sentí con el hecho de
que Alex no estaba muerto o caminando en cuatro patas evitaba que entrara de
vuelta a la habitación.
—¿Estás bien? ¿Dónde está tu ropa? —Me arrepentí de no tomarme el tiempo para
ponérmela. La expresión en el rostro de Liam no estaba haciendo cosas estelares
por mi autoimagen. Ajusté la manta así las únicas partes sobresaliendo serían mis
dedos y cabeza.
—Tienes cinco minutos —le dijo Liam a Alex con todo el amor y calidez que
esperaba—, luego nos vamos. ¿Entendido?
—¿Podemos no tener esta discusión ahora? —Sus ojos seguían mirando hacia
donde su hermano estaba sentado observándonos.
Quiero decir, en serio, ¿A dónde se suponía que esta conversación se dirigiría, Oye,
¿no eres alguna clase de criatura mitológica?
Alex rió.
—Esta frío. Demasiado frío para que tú estés afuera sin zapatos o ropa apropiada.
Y luego la bocina del Jeep sonó, ocasionando que Alex se alejara como si hubiera
sido electrocutado.
—Creo que esa es tu señal para irte. —Por alguna razón idiota, estaba riéndome
como una tonta.
—Así parece.
—Me tengo que ir —dijo sobre su hombro—. Diles a todos que me enfermé y tuve
que ir a casa, ¿de acuerdo?
Asentí sin decir nada. Estaba cerca del Jeep cuando me di cuenta de lo que se me
olvidó decir.
—Alex —grité. Se volvió para mirarme. El movimiento era casi igual en su forma
humana como había sido la noche anterior—. Gracias. Sabes, por ser mi héroe y
todo eso.
Se despidió con la mano una última vez y luego se subió al Jeep. Lo observé salir
del estacionamiento antes de volver a mi cuarto.
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—¿Saliste afuera con sólo una manta? ¿Qué le sucedió a tu ropa? ¿A dónde va
Alex? ¿Qué sucedió? ¿Estás bien? —Las preguntas de Talley salieron tan rápido
que tuve problemas para entenderlas una a una.
—Baja la velocidad. Mi cerebro está muy soñoliento para trabajar así de rápido.
Talley me miró, notando mis hinchados y rojos ojos, y mis lentos y rígidos
movimientos.
—No dormiste para nada —dijo—. ¿Qué sucedió?
Oh, tu sabes. No mucho. Me metí en una pelea con un callejero drogado, la cual perdí por
cierto. Pero no te preocupes. Alex llegó justo a tiempo. Oye, ¿sabías que se convierte en un
lobo durante la luna llena? Yo sí, porque justamente anoche fue una de esas.
—Nada.
—Fui a caminar porque no podía dormir y me caí. —Lo que era básicamente la
verdad. Sólo estaba dejando por fuera detalles menores.
¿Qué era eso que Monty Python solía decir de no esperar la Inquisición Española?
—Su hermano vino a recogerlo porque estaba enfermo. Sólo se detuvo para
despedirse antes de irse.
—Me estas mintiendo —dijo Talley—. Scout, está bien. Puedes decirme lo que sea
que pasó. —Podía. También podía terminar con una linda habitación acolchada
para mí sola.
—Cree lo que quieras, Tal —dije caminando hacia el baño—. Tomaré una ducha.
—Estuve contenta al descubrir que después de dos sesiones con la barra de jabón
barata del hotel mi piel se había decolorado a un bonito color amarillento. Peiné mi
cabello en una trenza francesa y traté de sacar la máxima cantidad de suciedad de
la ropa como fuera posible, pero todavía se veía horrorosa y fea cuando llegué al
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McDonald’s que la Sra. Ryder había designado como nuestro lugar de reunión.
—James, qué amable de tu parte compartir tu desayuno con una pobre vagabunda
indigente —dijo ella, deteniéndose en nuestra mesa—. Oh, espera. Scout, ¿eres tú?
Oops, lo siento. —Estaba demasiada cansada para tolerar sus estupideces o hacer
frente a que Talley me ignorara. Sin mencionar que la vista del pelo grasiento de
James y el olor espeluznante y ácido que lo acompañaban estaban revolviendo mi
estómago. Decidí que sentarme con la espeluznante estatua de Ronald McDonald
afuera sería preferible que hacerle compañía a mi acompañante actual. Me levanté
para volcar mi alimento no consumido en la basura.
—No es de extrañar que el pobre Alex tuviera que volver a casa. Yo probablemente
necesitaría hospitalización si me viera obligada a pasar el tiempo con eso —me
espetó.
se tambaleó hacia atrás en una mesa, con los ojos llenos de lágrimas.
Una mancha de kétchup cayó sobre la nueva camiseta de Ashley mientras ella se
enderezaba.
Jane consiguió agarrarme por la cintura y tírame hacia atrás antes de que pudiera
romperle la mandíbula de verdad.
—Porque mientras todo el mundo parece haber olvidado quién eras antes de que
tu madrastra realizara un mágico cambio de imagen en ti, nosotras no lo hemos
hecho —dijo Talley—. Tenemos suficientes historias y fotos para una nueva
humillación cada día desde ahora hasta la graduación.
—Como si me importara —dijo Ashley. Era bastante obvio, sin embargo, que le
importaba bastante.
—Por supuesto. —Esa fue la noche que Ashley decidió que necesitábamos
“prepararnos” a nosotras mismas para nuestras vidas como adolecentes. Había
fotos de ella en ropa interior de mi madre, la parte superior rellena con papel
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Por supuesto, había algunas fotos igualmente embarazosas de Talley y mías, pero
nadie iba a ver esas. Nunca.
—Ni siquiera sé de lo que están hablando —dijo James—. Por lo que vi Ashley
tropezó y cayó en la mesa.
No fue intencional, pero resultó que el bostezo era una respuesta bastante
adecuada y temible.
Como era típico en los patrones climáticos locales, una hora más tarde la
temperatura se elevó más allá de 40 grados, convirtiendo el hielo incrustado en las
calles en ríos pequeños y el pintoresco paisaje cubierto de nieve en un lodazal. Una
vez que la Sra. Ryder finalmente apareció y bebió dos tazas grandes de café,
estuvimos de camino para volver a casa.
Talley se ofreció a llevarme a casa una vez que finalmente nos encontramos de
nuevo en la escuela. El sol que brillaba a través de las ventanas había creado un
efecto invernadero en su coche. El suave calor, junto con el zumbido de los
neumáticos en el pavimento, actuó como una canción de cuna. Yo estaba más
dormida que despierta cuando Talley apagó el motor frente a mi casa.
—Lo siento, me molesté contigo esta mañana —dijo—. Yo sólo quiero ayudar.
Sabes que puedes hablar conmigo sobre cualquier cosa, ¿verdad?
—Por supuesto. —Podía decirle a Talley todo. Pero no esto. No podía decirle sobre
el hombre sin hogar y lo que me estaba haciendo. Yo no podía decirle sobre cómo
tuve pánico y casi dejé que pasara. Yo no podía decirle lo asustada y humillada
que estaba. Y ciertamente no podía hablarle de Alex.
Tomó más tiempo del que hubiera imaginado quedarme dormida, pero finalmente
el agotamiento se hizo presente. Esperaba soñar con encuentros violentos en los
bosques llenos de nieve y bestias de cuatro patas al acecho de su presa. En cambio,
soñé con un chico con ojos grises y hoyuelos.
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Capítulo 8
Traducido por btaalejandra
Este sueño fue diferente. Recordé todo. Recordé como el aire olía a madreselva y
tierra. Recordé el verde de las hojas nuevas, el amarillo de unos cien narcisos y el
turbio color marrón-azulado del lago. Recordé la sensación de la brisa haciendo
cosquillas en mi cuello. Recordé la forma en que él se veía mientras se apoyaba
contra el torcido tronco de un viejo roble, brazos y tobillos cruzados, la cabeza
inclinada así su flequillo colgaba sobre su ojo derecho.
El lago estaba a menos de quince metros de aquí, por lo que estuve segura que
Alex estaba mirándome desde la orilla opuesta. Levanté mi mano en un torpe
saludo.
Alex miró sobre su hombro como si estuviera esperando que hubiera alguien ahí,
parado detrás de él. Cuando se dio cuenta que estaba solo, me miró, sorprendido.
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No sé cuánto tiempo estuvimos allí parados, luchando por hacernos escuchar, pero
mi garganta estaba irritándose, lo cual me molestaba. Había adivinado que estaba
en un sueño ya, así que, ¿no se supone que debería ser inmune al dolor?
El mundo había estado bastante pacífico hasta el momento en que Alex puso un
pie en el agua. En un abrir y cerrar de ojos, el cielo se tornó negro y el viento se
hizo más violento, enredándose en mi cabello y golpeando mi cuerpo con mi ropa.
El lago se agitó y creció, tirando de Alex hacia abajo.
Estuve a punto de hacer algo estúpido, como saltar detrás de él, cuando su cabeza
emergió del agua. Como lobo, era capaz de nadar contra la corriente, de regreso a
la orilla.
tranquilizadores para darme cuenta que la figura parada junto a mi cama no era
Alex.
—Le dije que él era mío primero —dije, empujando mi blusa hacia abajo así cubría
el moretón. Vagamente recordaba sentir una piedra incrustada en mi cadera
cuando fui tirada al suelo.
—No, en serio. ¿Cómo te las arreglaste para volver de una aburrida obra luciendo
como uno de esos refugiados de las noticias?
—Nunca has sido una torpe. Fuiste la primera bebé mayor en la historia que no dio
los primeros pasos. Nuestra clase entera de artes marciales tuvo que pasar meses
aprendiendo ninjitsu porque a Sensei39 le gustaba tu elegancia.
—Bueno, esta es una ninja que nunca aprendió a caminar sobre una sólida capa de
hielo en un par de aspirantes a botas Marc Jacob40 con tacos de ocho centímetros. —
O en realidad a usar sus habilidades de ninja cuando estaba en problemas. Esta
ninja apesta.
38
Phillip Seymour Hoffman: actor estadounidense, hace el papel de Plutarch Heavensbee en la
película dos de Los Juegos del Hambre: En Llamas.
39 Sensei: profesor en japonés, se pronuncia “sense”.
—Scout Donovan, ¿qué te dije que haría si alguna vez mencionabas eso? —Miré lo
más angelical posible.
—¿Entonces?
Eso logró conseguir que rodara los ojos. Sólo me refería a Jase como mi hermano
mayor cuando quería algo o estaba intentando no meterme en problemas. Quiero
decir, cinco semanas difícilmente cuentan como mayor, y los dos centímetros de
altura que me sacaba era mucho más insignificante en cuanto me ponía un buen
par de zapatos.
—Sí, sólo recuerda esta conversación cuando te de una apropiada patada de culo
en el momento en que vuelvas a estar al cien por ciento.
—Estoy esperando con ansias verte intentarlo. —Tal vez no sea capaz de sacarme
de encima a un vagabundo, pero Jase era fácil. No era mucho porque yo fuera más
fuerte que él, porque no lo era, sino que él era muy predecible. Era como pelear
con un robot.
Nos quedamos sentados hablando por bastante tiempo acerca de nada. A pesar de
la falta de contenido, nuestra conversación consiguió eliminar algo de la tensión
que había estado acarreando por las últimas veinticuatro horas. Él incluso se las
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arregló para distraerme de todo el susto por los hombres lobos que debería estar
teniendo.
—Pero vas a tomar una ducha y ponerte ropa limpia primero, ¿no? —preguntó
Angel. Estaba acurrucada sobre mi costado. Tuve el presentimiento de que me
había extrañado mientras yo estaba en mi improvisada salida nocturna. Desde que
estaba en realidad dejándola sentarse así debo haber extrañado a la chiquilla un
poquito también—. Sin defender, pero apestas.
Esto, por supuesto hizo a Jase casi caerse de la silla por reírse tanto. Me sentí
avergonzada a pesar del hecho de haber visto a las otras dos personas en la
habitación caminar en sucios pañales.
—Gracias por esa útil información, querida Angel —dije—. Y es “sin ofender” no
“sin defender”.
—Sí.
Esa noche tuve otra vez un sueño brillante, en vivo tecnicolor de Alex y el lago. Él
continuaba llamándome pero yo seguía sin poder oírlo. No me llevó mucho tiempo
aburrirme de esa rutina, así que grité: “solo dímelo mañana en el colegio”. Y me
alejé caminando hacia otro sueño, que pudo o no haber tenido algo que ver con
hipopótamos bailarines.
Estuve inquieta todo el camino a la clase de inglés. ¿Qué le diría a Alex cuando lo
viera? ¿Realmente me contaría sobre la cosa de hombre lobo? ¿Y qué estaba
sucediendo entre nosotros? Tan imposible como se veía, parecía que Alex podía
realmente gustar de mí también. No sabía muy bien cómo manejar eso.
—¿Dónde crees que esté Alex hoy? —le pregunté a Talley cuando se suponía que
debíamos estar trabajando en nuestras reseñas escritas de la representación de La
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—¿Está enfermo?
—Oh, sí. Me refería a que no puedo creer que siga estando enfermo. Pensó que era
como un virus de veinticuatro horas o lo que sea.
Me recosté hacia atrás y pensé en todas las razones que podía tener Alex para no
estar en el colegio. Supongo que era posible que estuviera realmente enfermo. Por
supuesto, parecía más razonable que estaba intentando evitarme porque ya sea (A)
él no quería discutir toda el tema de hombre lobo o (B) profundamente se
arrepentía de la cosa de agarrarnos de la mano y casi besarnos.
—Scout, necesito hablar contigo sobre el artículo de inmigración —dijo la Sra. Sole
mientras me dejaba caer en una silla junto a Nicole más tarde ese día.
—No hemos precisamente terminado con eso aún —dije. Por supuesto, por “no
precisamente” me refería ni siquiera empezado—. Alex se enfermó antes de poder
tener mucho completado, pero vamos a trabajar en eso esta noche y tenerlo listo
para mañana.
—Temía eso —dijo la Sra. Sole—. ¿Crees que puedas escribir un artículo de
opinión de mil palabras para llenar el lugar?
—Seguro, pero realmente creo que Alex estará en condiciones para trabajar en ello
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esta tarde. —Especialmente desde que él nunca estuvo enfermo desde el comienzo,
a menos que ser un hombre lobo sea considerado una enfermedad. Tal vez es un
virus.
—Me temo que eso no va a suceder. Me llegó un email de la oficina esta mañana
informándome que Alex se transfería de escuela.
—¿Él qué? —Había un borde de histeria en mi voz—. ¿Está segura? —Tal vez leyó
mal el email. Tal vez era un Alex diferente. Tal vez la Sra. Sole estaba
desarrollando Alzheimer. Tal vez…
—Su hermano firmó los papeles ayer a la tarde. Están mudándose de vuelta a
Montana a vivir con un pariente.
La Sra. Sole pudo haber dicho más, pero no escuché. Mi cerebro se fue totalmente
por el resto de la clase.
Después de clase pedí a Talley un aventón a casa así no tendría que volver para
llevar a Jase. Una vez en casa, gasté una hora entera sentada en mi cama,
abrazando a Guido, mirando fijamente a la pared y tratando desesperadamente
fuerte de no comportarme como una niña con respecto a toda la situación.
De acuerdo, así que Alex se había ido. Como, ido para siempre, nunca volver a
escuchar sobre él otra vez, se fue. Pero el mundo no se estaba acabando. Claro, me
quedaba con un millón de preguntas, pero él no me debía nada. En todo caso, yo le
debía. Él fue quien me salvó, después de todo.
Entonces, ¿por qué estaba tan molesta de que él ni siquiera hubiera llamado para
decir adiós? ¿Por qué me sentía tan herida y traicionada? ¿Por qué estaba teniendo
que morderme el labio tan fuerte para evitar llorar?
Cuando no pude aguantar más el oír todas las voces llorando y quejándose en mi
cabeza, me levanté y me puse a trabajar. Sabía que la única forma de mantener mis
pensamientos fuera de Alex era mantenerme ocupada.
Comencé intentando ponerme al día con la tarea de cálculo, pero me rendí cuando
me di cuenta de que estaba gastando más tiempo recordando la forma en que él
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siempre sabía la respuesta cuando el Sr. Beck lo llamaba en clase, que haciendo
diferenciaciones logarítmicas en realidad.
Cuando Jase y yo comenzamos nuestra campaña de “No gatos para Angel” (Jase es
alérgico; yo estoy aterrorizada de que fueran a chuparse mi alma), no recordaba
cómo Alex odiaba a los gatos también. Cuando ayudé a la Srta. Nancy con la anual
recaudación de fondos de “el Misterio de asesinato en la mortífera Navidad” para
la biblioteca, no pensé acerca de cómo el cuerpo del Santa muerto estaba
desplomado sobre nuestra mesa. Y no miré a cada uno de los rostros en las
abarrotadas tiendas de Nashville y Paducah intentando encontrarlo.
O, al menos, intenté muy fuerte no hacer esas cosas. El único momento en que me
permitía realmente enfocarme en Alex era durante la noche. Cuando me encerraba
en mi habitación e investigaba sobre hombres lobo.
Revisé todo lo que nuestra biblioteca tenía, y leí todo lo que pude encontrar en
línea. Desde que eso me mantuvo ocupada por menos de una semana y no
respondió ninguna de mis preguntas, persuadí a la Srta. Nancy a que me
encontrara un montón de cosas en Interlibrary loan42. Pilas de libros sobre cosas de
lobos estaban metidas en cada espacio que pude encontrar en mi habitación y
armario, fuera de la vista de Jase. La información que encontré iba desde
interesante a horrible y a absolutamente estúpido. Había varios libros de una
librería en Ely, Minnesota, que me parecieron los más útiles.
Eran tan fascinantes de hecho que envié un email a la bibliotecaria allí para
elogiarla por la colección. Su email de respuesta simplemente me recordaba la
fecha de vencimiento.
Parecía que cualquier cultura desde el amanecer de los tiempos tuvo su propia
versión del hombre que se transformaba en un animal tipo lobo. Automáticamente
rechacé cualquiera que hablara de enormes y pesadas criaturas que parecían como
un cruce entre hombre y bestia, y me enfoque en aquellos que hacían referencia a
lobos con ojos humanos.
Algunas historias pintaban a las criaturas como víctimas, otras como demonios.
42 Interlibrary loan: es un tipo especial de préstamo que se realiza eventualmente entre bibliotecas.
Cada tarde corría a casa desde cualquier actividad de espíritu festivo que tenía que
soportar, así podía leer historias de mitos y leyendas. Me estaba convirtiendo en
una experta en hombres lobos y estaba afectando mi sueño. Mis una vez noches
tranquilas estaban ahora llenas de brillantes sueños. A veces me encontraba
escapando de una manada de lobos. En otros, yo misma me transformaba en uno.
De vez en cuando soñaba con el lago, pero ahora Alex estaba siempre en su forma
de lobo en la orilla opuesta.
Por supuesto, no podía tan solo acercarme y decir: “Entonces, Alex es un hombre
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43Los hermanos Winchester: son los personajes principales de la Serie de televisión Supernatural, en
la cual viajan, investigando y combatiendo sucesos paranormales e inexplicables.
Buffy: es el personaje principal de la Serie Buffy la cazavampiros. La serie sigue a Buffy Summers, la
última en la línea de jóvenes conocidas como “cazadoras” escogidas por el destino para luchar
contra vampiros, demonios y otras fuerzas de la oscuridad.
Pero no era nada sino ingeniosa. Tenía un plan. No era un plan a prueba de tontos.
No era siquiera un buen plan. Pero era un plan y en el día de Navidad iba a
ponerlo en acción.
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Capítulo 9
Traducido por Yellowsun
La mañana del día de Navidad, Angel despertó a todos con gritos de: ¡Sí vino!
¡Santa vino! ¡Scout! ¡Jase! ¡Regalos! A las seis en punto. Deseé que le hubieran traído
un reloj y el sentido suficiente para dejarme dormir. Luego de abrir nuestra
ridículamente enorme cantidad de regalos, incluyendo el nuevo gatito de Angel,
Elf, que rápidamente molestó a Jase y trató de sacarme los ojos, Jase y yo nos
dirigimos a la Base para la Navidad de la Familia Hagan.
luces navideñas y decoraciones que cubrían cada parte de la casa. Parte de eso era
por el sonido de los villancicos navideños siendo tocados con guitarras acústicas.
Pero más que todo era por el chico que me tomó en brazos y me hizo girar
alrededor de la habitación.
―Dios, te extrañé ―dijo Charlie, colocándome en mis pies. Se separó de mí, aún
sujetándome con sus brazos y me miró de arriba abajo.
―Creí que se suponía que deberías ser anaranjada con partes negras y azules.
Por una vez en mi vida, estaba agradecida de ser un poco más pálida.
―Casi todo se desvaneció, excepto por una ocasional mancha en mi trasero que se
volvió de un antinatural color verde amarillento. ―Me arrepentí de mis palabras al
momento en que salieron de mi boca porque ese fue el momento en que la Abue
Hagan decidió entrar en la cocina; Jase estaba tratando con todas sus fuerzas de no
reír, pero las lágrimas rodaban por sus mejillas para el momento en que su
discurso acerca de apropiados temas de conversación para jóvenes señoritas
terminó.
Más tarde, cuando nos reunimos alrededor del árbol, Charlie colocó un pequeño
paquete en mi regazo. Entusiastamente rompí el papel para descubrir un collar
clásico. El dije que tenía la forma de un hipopótamo con un tutú y zapatillas.
Acaricié con los dedos la pequeña pieza de metal mientras él cerraba el broche.
―Lo amo. Es perfecto. ―Lo era. Estaba de moda y era genial sin ser ostentoso. No
tenía planeado quitármelo jamás.
Jase se las arregló para obtener una puntuación en el último juego de video de sus
abuelos y una agradable pila de juegos nuevos del Tío Charles y Tía Diane. Jase y
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―¿Y los payasos? ―pregunté mientras una granada hacia añicos una mina.
―¿A dónde vas? ―preguntó, desviando la mirada de la televisión por primera vez
en una hora.
―Necesito un poco de Tylenol44. Todo este revuelo cerebral me está dando dolor
de cabeza. ―Tomé mi bolso de la esquina y comencé a hacer un inventario en voz
alta de su contenido―. Chicle. Lentes de sol. Teléfono. Sour Patch Kids 45. Pañuelos.
El cachorro rosa de plástico de Angel. El bolígrafo de Alex. Bueno, creo que es el
mío ahora. Billetera. Un Tootsie Roll46 de la Administración de Bush, pero ningún
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Tylenol, genial. ―Coloqué mi bolsa entre Charlie y Jase―. Voy a una cacería de
medicamentos contra el dolor, ¿Alguien necesita algo mientras estoy fuera?
―Que sean dos ―dijo Charlie―. Y un poco de esas galletas con esas pasas rojas.
―Yo también quiero uno de esos. Y una rebanada de tarta de calabaza con la cosa
batida que sale de un tubo, no la cosa rara que sale de la lata.
Refunfuñé todo el camino hasta la cocina, optando por solo llevar bebidas. El
hermano mayor de Charlie estaba recostado sobre un gabinete comiendo el resto
de la Ensalada de Snickers directamente del recipiente.
Por supuesto, quizás hubiera sido más apropiado que Toby se disculpara ya que él
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fue quien me atacó sin ninguna razón. No que iba a aguantar la respiración por
eso. Toby no era fan de admitir que estaba mal. No era que no me gustaba Toby.
En serio, lo admiraba en tantas cosas. Después de salir con la capitana de las
porristas en secundaria, se unió al ejército así podía apoyar a su nueva familia
mientras hacía a los mayores orgullosos. Luego de servir dos veces en Irak, volvió
a casa y se unió a la fuerza policial. Cuando su joven prometida lo dejó un año
después, se encargó de criar a Layne él solo. Y logró hacer todo eso sin dejar de
lucir como una estrella de rock.
Por el otro lado, era un poco arrogante, algo irritable y excesivamente sexista. Toby
siempre había ayudado en la escuela de artes marciales del Tío Charles cuando
estaba cerca y se hizo cargo cuando salió del ejército. Siempre esperaba que Charlie
y Jase sobresalieran en cada uno de sus movimientos. Los presionaba duro, y
siempre era muy expresivo en su decepción cuando ellos no estaban a la altura de
sus expectativas extremadamente altas. Si me las arreglaba para hacerlo bien, la
única emoción que mostraba Toby era shock.
¿Su mayor cumplido? "Eso demuestra que tienes bolas". Imaginen cuán orgullosa
estaba mamá cuando una Scout de ocho años le preguntó qué eran bolas y porqué
era bueno tenerlas.
―Si querías una verdadera pelea debiste haber emboscado a uno de los chicos
―dije con un poquito de más de impertinencia en mi voz.
―Sería muy bueno para mí. Tú eres la que tiene todo el talento. ―Bueno, eso fue
inesperado.
―¿Crees que soy talentosa? ―Todavía era totalmente posible que fuera un tipo de
arreglo con mis habilidades femeninas de pelea como la línea de golpe.
―¿Estas bromeando? ―preguntó Toby con la boca llena de tarta―. No eres tan
fuerte como Charlie, ni tan rápida como Jase, pero eres la mejor luchadora
defensiva que he visto. Es como si pudieras ver el golpe venir antes de que tu
oponente siquiera decida lanzarlo. ―¿Me estaba dando un cumplido? ¿En serio?
Quizás un Apocalipsis de alienígenas zombis estaba acercándose después de todo.
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Estaba nerviosa ante la reacción de Toby. Toby era igual de mordaz y voluble
como Charlie era tranquilo y consistente. Esperaba que o se riera de mí o que se
quejara de mi intento de hacerle perder su tiempo.
―¿En serio?
―He estado pensando en ello por un tiempo. ―Desde un frío y nevado día de
Noviembre para ser exactos―. ¿Tienes alguna clase a la que me pueda unir?
―Esta cosa blanca es la del tubo, ¿verdad? Sabes que odio la cosa de la lata. Sabe
como a metal.
capricho de Charlie.
―¿Está bueno?
Charlie le dio un gran mordisco a su tarta. Sus ojos se ampliaron y luchó para
tragar.
―Excelente trabajo, Paula Deen49. ―Rió Jase―. Estoy seguro que la tarta de
calabaza con crema agria va a estar de moda en las próximas fiestas.
Tomé otro bocado tentativamente y me di cuenta que tenía razón. Confundí crema
batida con crema agria. Por lo menos Angel no estaba cerca para burlarse de mis
habilidades culinarias.
Lo segundo era cuán alta y áspera sonaba mi voz. ¿Siempre sonaba así? Si así era,
¿cómo alguien se las arreglaba para tener una conversación conmigo?
Lo tercero era que los chicos pueden durar un buen tiempo sin hablar, estaba a
punto de darme por vencida cuando uno de ellos habló.
―¿Por qué rayos tiene el bolígrafo de ese perro callejero en su cartera? ―Sí, hice
una nota mental para agradecerle al Sr. Benner por toda la información útil que nos
enseñó acerca de la psicología humana básica.
―Te dije que estaba trabajando en esa cosa del periódico con él ―dijo la otra voz,
estaba muy segura que era la de Jase. Era sorprendente lo mucho que se parecían
ambas voces―. Estoy seguro que se lo pidió prestado y no se lo devolvió. No es
gran cosa. En serio.
―No lo suficientemente bien. ―De acuerdo, ese tenía que ser Charlie, aunque no
estaba acostumbrada a escucharlo hablar tan bruscamente hacia alguien,
especialmente a Jase―. Juro que si la toca... ―Había algo en la cinta que sonaba
como un gruñido. Al principio pensé que había sido Charlie, pero luego recordé
que estaban jugando ese estúpido juego de aliens-zombis.
―Mis patas han estado cerca de 300 millas lejos de tu hermana desde Agosto. ―Sí,
definitivamente Charlie. Definitivamente no estaba contento―. Esperé hasta el
jueves para volver a casa así no estaría cerca. No quería que tu linda cabeza se
preocupara a pesar de que sabes que nunca podría hacer algo que la lastimara.
¿Qué sentía por mí? No sabía lo que sentía por mí. ¿No debería ser yo la que
tuviera el conocimiento?
―Toby y Scout. ―Esa era la voz de Charlie―. Toby está tratando de convencerla
para que vuelva a entrenar.
―Quién sabe con Toby, pero hará lo que sea. Él piensa que es su trabajo como líder
de manada mantenerla a salvo. Estoy sorprendido que no le haya asignado a
alguien para protegerla veinticuatro horas, los siete días de la semana. ―¿Líder de
Manada? ¿Huh? ¿Proteger a quién? ¿A mí? ¿De qué? ¿Alex?
―¿Estás seguro?
Tomé un tembloroso respiro. Esto era una locura. Mi hermano no era un hombre
lobo, si lo fuera, yo lo sabría.
O no debió haber sido gran cosa. Pero en las doce noches que tuvimos luna llena el
pasado año, no podía recordar haciendo algo con Jase en cualquiera de ellas. Por el
contrario, podía recordar específicamente no verlo en varias de ellas. En febrero, se
perdió un juego de baloncesto y pasó toda la noche en su cama, gravemente
enfermo. En abril, había estado en un viaje de camping con Charlie durante la luna
llena. La luna llena de septiembre coincidía con la noche que pasó donde la Abue
Hagan luego de que fue al hospital. El lunes fue a hacer compras navideñas de
último minuto en Nashville y pasó la noche en la Base.
Aun así, eso no probaba nada. No iba a aceptar que mi hermano tenía una
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Tomé una pila de libros de debajo de mi cama y comencé a hojearlos, más hábito
que otra cosa. Estaba a punto de tomar otra pila cuando algo captó mi atención. En
la portada interna de un libro de biblioteca estaba una placa que decía: A la amada
memoria de Jason Anthony Hagan.
La primera cosa que encontré fue la esquela. Solemnemente establecía que Jason
Hagan falleció el 23 de Noviembre. Sobrevivió su madre, un hermano y su esposa,
Rebecca Lowery Hagan. No mencionaba que en ese entonces llevaba dos meses
embarazada de su hijo.
Mamá siempre decía que Jase era una copia al carbón de su padre.
Por supuesto.
Así que, mi hermano tenía un hábito de convertirse en un animal una vez al mes.
Ya sabía que algunas personas tenían una tendencia a hacer eso. No cambiaba mi
opinión acerca de Alex. Si era completamente honesta conmigo misma, cosa de la
cual no era muy afán. El estatus de hombre lobo de Alex lo volvía algo sexy.
Pero ser hombres coyotes no volvía a Jase y Charlie sexys. Los volvía extraños,
diferentes de los chicos que creía conocer. Era como si hubiera sido traicionada de
una forma profunda e irreconciliable.
Está nevando.
Extraño.
Voy hacía la ventana, tanteando con mis manos por delante para sentir lo que
había en la oscuridad. La noche estaba tan oscura como el alquitrán, pero podía ver
Página 109
Por supuesto, si tuviera iría con botas de excursionismo por el bosque, me tomó
treinta segundo cerciorarme de que había tomado las que eran mías.
Alex no había dicho aún una palabra, él solamente tuvo que saludarme con una
sonrisa para que mi corazón se detuviera. Cuando tocó mi mano, me atrajo hacía
él, me ericé cuando íbamos por el camino hasta el bosque, lo dejé. Entonces no soy
una completa idiota, entendí mientras me escabullía entre los árboles en el medio de
la noche con un hombre lobo que no tenía la menor idea de lo que haría. De alguna
manera, pensé, no podría molestar que me importara. Eso probablemente tenía
algo que ver con las hormonas de las que mi madre siempre me advirtió.
Alex se sentó en frente de mí, cerró nuestras rodillas lo suficiente como para que ni
un pincel entrara.
—Cavando, de hecho. Esa maldita cosa no podría ir más lejos que Effingham. —
Me quedé esperando la oración o palabra que le diera sentido a lo que decía.
—Entonces, ¿cómo estabas aburrido y con ganas de caminar pensaste: “¡Hey! Voy
a ir a despertar a Scout, quizás tenga ganas de caminar”?
—En fin, estoy convencido que Liam me lo dio porque me quiere allá para
Navidad.
—¿Qué es eso?
Nos quedamos en silencio por unos minutos. Una vez más, me cuestioné la lógica
de estar sola en el bosque con un hombre lobo. Increíblemente, seguía sin
asustarme. Era Alex Cole, por Dios. El chico no podía pasar más de cinco minutos
sin lanzar una de sus sonrisas de un millón de voltios o respondiendo a alguna
cosa estúpida que dijera. Él no iba a herirme.
Página 111
Probablemente…
—Supongo que esas cosas de hombre lobo no tienen nada que ver con que mi
hermano sea un hombre coyote, ¿o sí?
51
Fin’g Ham: pensó que se refería a find que es encontrar y por eso no asoció el Ham con una
palabra.
—¿Él te contó?
—Es verdad que mi pequeño problema creció con otras especies, pero eso es solo
parte del problema. Cuando la Manada local se entere de que estamos aquí,
enviarán a unos delegados a hablar con nosotros. Un trato nos incluirá, haciendo
que nos quedemos. Si nosotros fallamos en mantenerlo, no habrá tratos de la
Manada Hagan que pueda cambiarlo realmente.
—¿Cuáles delegados?
—Si te refieres a Charlie, entonces sí, yo ya había adivinado que era un Cambiante.
Pero no es mi novio.
—Charlie tiene una novia. Quiero decir, él está saliendo con una chica que no soy
yo.
—Eso no le impidió darte eso para Navidad —dijo Alex, señalando con la barbilla
hacia el hipopótamo que se asomó por la parte superior de la chaqueta.
Alex, que había apoyado los codos en mí, movió sus rodillas hacía delante y atrás y
se alejó de mí.
—¿Sabías que el sentido del olfato de un lobo es cien veces mayor que el de un
humano?
—En realidad, sí. Ya lo sabía. —No he mencionado que era porque había leído
todo lo que pude encontrar sobre los lobos el mes pasado—. Yo no esperaba que
fueses capaz de hacer eso cuando estabas, ya sabes, como humano.
—No siempre. Sólo puedo hacerlo ahora porque tuvimos luna llena hace un par de
días. Cuánto más cerca estamos de una luna llena, más parecido a un lobo somos.
A medida que la luna crece, nuestra audición, el sentido del olfato, la fuerza física
y todas esas cosas lobo se hacen más fuertes, más sensibles. Cuando la luna
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comienza a menguar, los sentidos extra sensibles se van con ella, hasta que somos
casi totalmente humanos durante la luna nueva.
Interesante.
—Puedo escuchar cada latido del corazón en un salón de clases y el olor de una
pizza de una milla de distancia. —Era impresionante—. Es como si tuvieras súper
poderes.
—¿Quieres decir además de ser capaz de convertirme en un lobo? Oh, sí, eso te
hace especial —le dije con fingida facilidad—, todos los que conozco pueden
transformarse en un perro de alguna especie.
—¿Perro? —gruñó. Le alcancé a ver los ojos amenazadores con los que me miró.
Mi corazón y mi aliento me abandonaron, estaba preparada para el golpe de
dientes y garras. Me las arreglé para detener el cuerpo de él contra el mío, usando
toda la fuerza para hacernos rodar hasta caer de la pequeña colina. Empecé a
levantarme.
En el piso me temblaba todo el cuerpo. Podría haber sido más capaz con Alex en
forma humana, pero no había manera de que pudiera con él como lobo. Vi si podía
correr lo suficientemente rápido para llegar a la casa antes de la transformación
completa.
—Creo que los ninjas evitan demostrar su miedo. —Alex se sentó, sacudiéndose las
ramitas y hierba de su cabello—. Y, para que conste, no se puede cambiar a menos
Página 114
—Los Cambiantes, como lobos naturales, tienen una jerarquía basada en la fuerza.
Cuanto más fuerte es el lobo, mayor será su posición social. Pero con los
Cambiantes, se basa más en la capacidad de vencer a todos los otros lobos. Tienes
que tener el control del animal. Cada Cambiante tiene que cambiar durante la luna
llena. Si quieren o no, están en cuatro patas desde el atardecer hasta el amanecer. El
Dominante, sin embargo, puede cambiar otras noches.
Alex se sentó en el suelo, seguía convirtiendo una rama en cruz, me paré delante
de él.
—Lo dices como si se trata de una cualidad envidiable. ¿Por qué alguien querría
cambiar?
Pude ver el deleite escrito por toda la cara. El simple hecho de ver eso me mareaba.
Sentí náuseas.
—Disfrutas matando. —Me las arreglé para decir—. No te molesta que le estas
quitando el hijo a alguien o el hermano o la madre... —Mi voz se quebró en la
última palabra.
haciendo aquí conmigo si crees que soy un asesino? —Apreté los dientes y me
obligué a mirarlo a los ojos valientemente en lugar de acobardada, como si
realmente, realmente quisiera.
—¿Eres un asesino?
—Eso depende, ¿eres de esas personas que cree que cazar animales es asesinato?
—¿Conejos y ciervos?
—¿Qué pasa con ellos? —Comenzó a alejarse, pero se agarró a su camisa. Olía
como la Waffle House52, era una mezcla única de humo y grasa.
—¿Importa?
—Lo perseguí hasta donde pude. Una vez que se metió en las zonas más pobladas,
tuve que dejarlo ir. De todos modos, tenía que asegurarme de que estabas bien. No
me refería a que me vieras. Sólo quería estar seguro que no habías sido herida.
Estaba viendo tan de cerca por alguna señal de que estuvieses a punto de
desmayarte que olvidé que se supone que me debía esconder. —Sus ojos grises se
clavaron en los míos—. ¿Cómo sabías que era yo?
52
Waffle House: es el más grande local en el mundo donde venden panqueques.
—Fueron los ojos. —Reconocería esos ojos en cualquier lugar.
—De todos modos, después de que te fuiste, volví y seguí su rastro. Liam llegó a la
ciudad justo antes del amanecer y me encontró alrededor de la tienda cerca del
Parque Centenario, eso lo enfureció. Él trató de forzarme a entrar al Jeep, pero no
me moví. Tuve que esperar casi treinta minutos para que amaneciera para poder
cambiar y decirle lo que estaba pasando. Liam fue a hacerse cargo de las cosas
mientras me recuperaba. En el momento en que pude caminar, estaba claro que
nunca sería capaz de hacerle daño a nadie otra vez.
—¿Qué hizo Liam? —Mi voz sonaba extraña, como si viniera de otro lugar, de otra
persona.
—Yo no soy médico, Scout. ¿Cómo se supone que voy a saber? —Abrí la boca para
repetir la pregunta por tercera vez. Parecía, sin embargo, que estaba tan poco
dispuesto a escucharme como yo a él—. Su mano derecha fue aplastada. Su brazo,
la nariz y la clavícula, todo parecía roto. Estaba tosiendo sangre, por lo que
probablemente tuviese un poco de lesiones internas. No creo que fuera nada grave,
pero, como he dicho, no soy un doctor.
—¿Cómo Liam pudo llegar a ti antes del amanecer? ¿No es un hombre lobo
también?
—Pero dijiste que tenía que estar en forma de lobo desde la puesta hasta la salida
del sol en la noche de luna llena.
—Las reglas no se aplican realmente a Liam —dijo Alex con una sonrisa irónica —.
Él tiene una increíble cantidad de control. Él hizo su primer cambio de luna no
completa con éxito cuando tenía catorce años. Cuando tenía dieciséis años, él pudo
cambiar al mediodía en un día de la nueva luna. —Las palabras de Alex se
saturaron con admiración y envidia—. No se supone que sea posible, pero puede
cambiar a humano en noche de luna llena
El hecho de que Liam era un buen hombre lobo era realmente sorprendente. Estaba
claro que él era diferente a Alex. Y a otros lobos.
—Un millón de preguntas candentes, ¿eh? —Él trató de parecer tranquilo, pero
pude ver un hoyuelo señalando una sonrisa.
—Sí.
—Así que, ¿los niños de Jase serán capaces de convertirse en un coyote durante la
luna llena?
—Los hijos de Jase empezaran a cambiar en algún momento durante la
adolescencia. Es una de las ventajas de la pubertad, como voz profunda y el pelo
en el pecho.
—¿Sólo los niños? ¿Las chicas no pueden ser Mujer-lo-que-sea? —Eso no parecía
justo.
—Es raro que una chica nazca con el gen. La mayoría de ellas que lo hacen, no
sobreviven al primer cambio, si duran tanto tiempo.
Algo sobre lo forma en que dijo "si duran tanto tiempo" no me hizo sentir bien.
—La tasa de mortalidad infantil entre las hembras es anormalmente alta, muy
probablemente debido a que el cuerpo es incapaz para aceptar los cambios
fisiológicos asociados con ser un Cambiante —dijo Alex, como si fuera una lectura
en voz alta de un libro de texto. A menudo lo hacía cuando estábamos debatiendo
temas para nuestros artículos de prensa.
Quería decir que no creía una palabra de lo que acaba de decir. Eso me molestó.
¿Por qué me dicen algo que no creen? Y si no había algún tipo de reacción alérgica
a ser media-lobo (o media-coyote) que hizo que las niñas se murieran, ¿cuál fue? El
no saber me iba a volver loca, pero seguir con el tema haría que Alex estuviera
menos dispuesto a contestar el resto de mis preguntas. De mala gana, me callé.
—En el principio. La primera vez que cambié pensé que moriría antes de que todo
se pusiera en el lugar correcto, pero te acostumbras a eso. Ahora es más incómodo
que doloroso.
—¿Cómo funciona? No es como que los lobos y los humanos tienen las mismas
características físicas. Quiero decir, ellos tienen más dientes que nosotros y los
órganos internos más pequeños y una cola, por el amor de Dios. Y los coyotes son
pequeños en comparación con las personas. ¿De dónde viene que Jase cargue 100
libras cuando es coyote?
Mi mini ataque de preguntas no logró nada más que una risita de Alex.
—En los términos más científicos posibles, por favor. —Él me dio una de esas
sonrisas con toda su fuerza que hizo que mi corazón dejara de latir.
—Pensé que podrías irte por eso —dijo, metiendo la mano en el bolsillo de su
abrigo—. Es por eso que tengo esto.
—¿Qué es? —Me quedé mirando el paquete que puso en mis manos.
No era broma. Sólo un niño requeriría medio rollo de cinta adhesiva y un metro de
papel para envolver solamente a un Pokemon53.
—No lo hacía.
—¿Prometes no reírte?
Página 120
—No.
53
Pokemon: manga y anime (programa de animación japonesa) sobre criaturas de pelea que son
transportadas en una bola, también hay juegos.
—Iba a subir hasta tu habitación y dejarlo. —Sus palabras salieron tan rápidamente
que me tomó un minuto darme cuenta de lo que decía.
—Es una buena cosa que el plan no salió bien —le dije—. El cuarto de Jase está al
lado del mío.
—En realidad, vine a hablar con Jase, para hacerle saber que estábamos de vuelta
en la ciudad. Iba a decir que terminé en tu habitación por error. —Obviamente, él
pensó que era muy astuto. Yo, por mi parte, estaba segura de que Jase vería muy
fácilmente a través de una mentira tan débil, pero le permití creer en su pequeña
fantasía.
—No hay ninguna etiqueta de regalo. —Me di cuenta—. ¿Cómo iba a saber que era
tuya?
—Abriéndolo.
Tomó un poco de tiempo para conseguir quitar toda la cinta, pero al final estaba
mirando un viejo libro de bolsillo amarillento. La cubierta tenía una bestia que
parecía el niño del amor ilegítimo entre Chewbacca y Lassie 54 y decía: Autopsia de
Hombre Lobo por PJ Smith.
Página 121
—¿Dónde lo encontraste? —Si era tan raro como él dijo que era, y le creía
plenamente, debe haber buscado por todas partes, o tiene mucha suerte en eBay.
—Fue mi padre. Supongo que técnicamente califica como re-regalo. —En el fondo
de mi armario hay una caja llena con algunas de las cosas de mi madre, sus discos
favoritos y libros, algunas imágenes, algunas piezas de joyería y su vestido de
novia. Ninguno de los elementos aportaría mucho en una subasta, pero son mis
más preciadas posesiones. No podía soportar la idea de separarme de ninguno de
ellos.
—Voy a cuidar bien de él —le dije, pasando las páginas con cuidado, como si fuera
un documento sagrado invaluable. Mis ojos rozaron las páginas, haciendo una
pausa en las palabras como la regeneración muscular, la fusión ósea y abrazo
apasionado.
¿Abrazo apasionado?
—¿Todo esto es real? —le pregunté al leer rápidamente un párrafo que detallaba
las pruebas y tribulaciones de besar con colmillos.
—Bueno, no es que el amor sea estúpido en cosas historia. La editorial añadió todo
lo basura, pero las páginas y páginas que detalla la anatomía del hombre lobo y el
Página 122
cambio en "tantos términos científicos como sea posible "es lo más real que vas a
conseguir. —Yo estaba sosteniendo todas las respuestas que había estado
buscando tan desesperadamente el último mes. Desde el momento en que me di
cuenta de lo que era Alex mi mundo había estado fuera de equilibrio. Encontré
comodidad en la lógica y el razonamiento. Los lobos lo desafiaban tanto. Alex me
dio una manera de convertir lo imposible en algo que podría ser explicado y
estudiado. Las lágrimas escocían mis ojos—. Gracias.
—Me alegro de que te guste —dijo—. ¿Esto concluye la parte interrogatorio de
nuestra noche?
—Eso depende. —Me puse con cuidado el libro en el regazo, recogiendo cada onza
de coraje que tenía para estirarme y agarrar su mano—. ¿El Dr. Smith también
cubre la ciencia detrás de los vampiros?
—¿Los vampiros? ¿Crees que los vampiros son reales? ¿En serio?
—¿Un hombre lobo me pregunta si creo en los vampiros? —La sonrisa de Alex
sólo se ensanchó.
—Buen punto.
—¿Los gnomos? Yo no lo creo. —Estábamos sentados tan cerca que podía sentir su
cálido aliento en mi mejilla—. Nunca he visto un fantasma, pero no eso no descarta
la posibilidad. Hay mujeres con sentidos sobrenaturales, pero se llaman videntes.
—Hay unas pocas videntes muy eficaces que permiten vislumbrar el futuro, pero
es extremadamente raro. Ellas vienen con diferentes dones. Algunas son
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caminantes en sueño, viendo las cosas que han sucedido en el pasado o algo que
pasa a miles de kilómetros de distancia, pero solo cuando están dormidas. Algunas
videntes pueden ver los pensamientos, las emociones o los secretos más profundos
con sólo tocarte. La vidente que sirvió a la Manada de mi padre podía Ver todos
los lugares en los que un objeto había estado al sostenerlo en sus manos.
55
Precogs: se refiere a las videntes que en su mayoría estafan por “leer las cartas” o “las hojas del
té” y esas cosas.
—¿Sirvió a la Manada de tu padre? —No es como si yo fuera una de las que
piensan “no me pienso depilar las piernas porque me lo pide la sociedad”
totalmente feminista, pero cosas como una mujer que sirve a una manada de
hombres hizo que se me pusiera la piel de gallina.
—Las videntes son honradas, los miembros exaltados de la Manada. Al igual que
la licantropía, es un rasgo heredado, pero es un gen recesivo. Cuando un hombre
lobo tiene un hijo, sabe que algún día será un hombre lobo también, pero la hija de
una vidente no necesariamente tiene el don. La tasa de natalidad de las videntes en
comparación a los Cambiantes es probablemente menos de una en diez, sin
embargo, son importantes para nuestra supervivencia. —Alex hizo una pausa y me
miró expectante.
—A pesar de que sus otros talentos varían, todas las videntes tienen la capacidad
de comunicarse con nosotros en nuestra forma animal, por lo que nos advierten si
alguien se acerca demasiado a nuestro campo de caza, o decirnos si alguno de
nuestros hermanos están en peligro. Es un poco más efectivo que el aullar y gruñir
como Liam y yo lo hacemos.
—¿Las videntes son telépatas? —Mi mundo estaba empezando a parecerse a una
Página 124
—Resulta que la mente de las videntes sólo pueden vincularse con Cambiantes
cuando están en lobo (o coyote). También pueden vincular a la hembra alfa, no
importa lo lejos que está. ¿Supongo que quieres saber lo que es una hembra alfa
ahora? —Alex preguntó con un suspiro dramático.
—En serio.
¿Qué? No, no lo era. Había leído como un millón de libros sobre hombres lobo en
el último mes. Yo sabía lo que era una hembra alfa.
—¿Estoy equivocada?
—Alex, cariño, ¿podrías por favor explicarme exactamente lo que es una hembra
alfa?
más débil; mayores, más fuertes; Seer; líder de la manada, Alfa de la Manada, y
entonces el macho alfa (un Cambiante) y la hembra alfa (una Vidente) compartían
el primer puesto.
—Así que, ¿dónde están los Cambiante HQ? —Le pregunté una vez que llegamos a
la pregunta y respuesta de parte de la clase—. ¿Entonces los Alfa tienen su reino en
la Cueva de Murcielagos en Pensilvania, bajo eso de 1600?
—Es más como Wayne Manor57, y es en Rumania.
—¿Rumania?
—Los Alas controlan a todos los Cambiantes en el mundo, Scout. Tienen una casa
en casi todos los países con una Población Cambiante, pero la casa principal se
encuentra en Rumania.
—¿Los hombres lobo han elegido la casa de Drácula como su base de operaciones?
—Ellos saben dónde viven casi todos los Cambiante y Videntes en el mundo —dijo
Alex, la cara apretada—. Los Alfas son todo sobre de la micro-gestión. Por ejemplo,
si Liam y yo estuviéramos por romper nuestro pacto con la Manada de Hagan, se
tendría que presentar una petición ante la Manda del Alfa antes de que ellos
pudieran buscar un recurso.
—Los Alfas establecen los términos. Si se trata de una disputa de límites, ellos
establecen un desafío entre los líderes de las Manadas. ¿Cuándo un tratado se
rompe? El culpable se enfrenta al destierro o a la muerte.
Página 126
¿Muerte? Alex y Liam serían asesinados por cruzar una línea de frontera, ¿por salir
conmigo?
57 Wayne Manor: es sobre la bati-cueva lo que se refiere Scout es sobre la casa de Drácula. Scout
dice que es en Pensilvania, Estados Unidos, pero el castillo de Drácula es en Rumania. Y la bati-
cueva es en Cuidad Gótica, esa no existe.
—Las leyes sobre este tipo de cosas son muy claras y los Cambiantes tienen que
seguir las leyes. Si no lo hacen, se enfrentaran a sus ejecuciones. Los Alfas no
permiten la desobediencia. Cualquier persona que ven como insubordinado o
amenaza termina muerto o en desterrado por el resto de sus vidas.
—¿Por qué has vuelto aquí, entonces? ¿Por qué arriesgarse? ¿No podrías encontrar
un lugar en el que no hubiera ninguna otra Manada a la que hacer frente?
Tenía que decir algo. Algo inteligente. Algo deslumbrante. Algo para hacer de este
momento perfecto.
Eso no lo era.
Alex se rió nerviosamente. O tal vez era que mis oídos estaban nerviosos. El resto
de mi cuerpo lo estaba.
—Ese es un muy buen superpoder. No sabía que los lobos estaban tan en sintonía
con el clima.
—Oh, ¿me olvidé de mencionar la habilidad natural nacido del hombre lobo para
ver el canal del tiempo? —Para que conste, los hoyuelos de Alex eran claramente
visibles cuando sonrió—. Es nuestro talento más preciado.
—¿Qué es eso?
—¿Qué es qué? —Yo podía sentir cada nervio de mi cuerpo volviendo a la vida y
esperaba que no se diera cuenta de mis manos temblando. Me sentí ridícula por
dejar que una bola de malezas me hubiera desconcentrado.
—¿Serotinum Phoradendron?
—¿... muérdago?
—Sí. Muérdago —Eran sólo dos palabras, pero tomó todas mis facultades mentales
para sacarlos.
—¿Estás segura?
Me incliné un poco
Su beso fue suave y vacilante, y demasiado corto para mi gusto. Envió sacudidas
eléctricas a través de mi cuerpo que me dejó con ganas de más. Mis labios se
extendieron por un segundo beso, y su entusiasmo colaboró, moviéndose contra
mí hasta que estaba mareada.
—Hola —dijo Alex, con la frente apoyada en la mía mientras sus manos exploraron
mi cara.
—Hola —le contesté antes de darle un beso en el labio superior—. Me alegro de
que hayas vuelto.
Página 129
Capítulo 11
Traducido por Pilitas
Así que estaba bien con el hecho de que habló con todos excepto conmigo, lo que
explicaba que la situación con sus familiares no había funcionado. No estaba celosa
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de que otras chicas pudieran abrazarlo y decirle lo felices que estaban de tenerlo de
vuelta. Eso era genial. Podía manejarlo.
Sin embargo, no podía soportar viendo a Ashley Johnson presionada contra él, su
dedo arrastrándose lentamente bajando por su pecho.
¿Qué era lo que Hades le estaba haciendo? ¿Cómo iba a quedarse solo allí con ella
así después de todo lo que compartimos?
¿Después de la forma en que me besó? Había transcurrido más de una semana y
aún podía recordar la forma en que sabía. ¿Tenía la noche de Navidad más
significado para mí que para él?
Cielos.
—¿Soy intimidante?
Me negué a responderle. No estaba a punto de ser engañada otra vez por el brillo
en sus ojos o la rareza de sus labios.
Página 131
¿Cómo Alex respondió a mi indiferencia? Pisó mis dedos. Maldije a mi cuerpo por
responder con demasiado entusiasmo cuando me agarró para apoyarse cuando se
tropezó.
—Lo siento —dijo, su cara nivelada con la mía. Me apretó la rodilla, y yo sabía que
no estaba solo disculpándose por agredir mis pies.
—Te doy mi palabra. —Y de ese modo empezó lo que me gusta pensar como El
Juego de la Relación Secreta. El argumento es muy simple: los concursantes debían de
tener tanto contacto con el otro jugador como humanamente sea posible, mientras
se aseguran de que todos los demás los creyera completamente indiferentes. El
juego principal incluye un breve pero significativo contacto de ojos; accidental-
deliberado roce de los dedos, los brazos o cualquier otra parte razonable del
cuerpo; y un número excesivo de mensajes de texto, e-mails, e incluso las pasada
de moda notas sin firma en el casillero. A veces, Alex y yo alcanzábamos una
ronda extra y nos encontrábamos a solas en la habitación de utilería del teatro, en
la alcoba de suministro de materiales, e incluso en el armario del conserje.
Las rondas extra contaban de frenéticos besos, ansiosas manos y el abyecto miedo
de que alguien abriera la puerta o notara nuestros labios hinchados y cabello
revuelto.
Para alguien que nunca ha jugado realmente a El Juego de la Relación Secreta, esto
puede sonar divertido y romántico. A veces, lo era. Pero también era
desgarradoramente difícil. Cada caricia y beso me hacía consciente de lo poco que
recibía, me dejaba anhelando más. Nos escribíamos entre sí constantemente, pero
ansiaba una conversación. La Señora Sole no había sentido la necesidad de
continuar con los artículos punto-contra-punto, así que no lo hicimos, incluso
teníamos juntos las tardes en la biblioteca.
sobre lo mucho que estaba en riesgo, me odié por dejar que continuara. ¿Cómo
podría estar dispuesta a arriesgar la vida de Alex por unos besos robados? Cada
noche me decidía a romper con él. Entonces, al día siguiente, aparecía en Cálculo y
allí estaría, mirándome sin mirarme, y no podía hacerlo.
Era un sábado por la mañana, lo que significaba que estaba acurrucada en el sofá,
un tazón gigante de Cap’n Crunch 58puesto sobre una rodilla, y Toon Disney59 en la
televisión. Estaba tratando de señalar amablemente al adorable Doctor
60Doofenshmirtz que Perry el Ornitorrinco 61era una vez más liberado de sus
restricciones y por arruinar también otro brillante plan cuando alguien empezó a
golpear en mi puerta. Puse pausa en el DVR y coloqué mi tazón de cereal a medio
comer en la mesa de centro. Estaba segura de que era el Señor Roberts de la calle
abajo. Tenía una tendencia a iniciar largas conversaciones que comenzarían con el
clima, terminando con la infidelidad de su primera esposa, y tocando cada mismo
tema intermedio. Mi delicioso desayuno sería una masa incomible antes de que él
pudiera seguir de la precipitación promedio a la cosecha de tabaco del último año.
—Bueno, alguien está feliz de verme —dijo Alex, mirando exactamente como si
encajara en mi porche. Notó mi conjunto-pelo que colgaba en dos desordenadas
trenzas, pijama con tema de unicornio, y un par de calcetines a rayas color rosa y
amarillo, con una sonrisa de suficiencia—. Buenos días, Hermosa.
Página 133
58
Cap’n Crunch: es una línea de productos de maíz endulzados y cereales de avena para el
desayuno introducido en 1963 y fabricado por Quaker Oats Company, una división de PepsiCo
desde 2001.
59
Toon Disney: Canal de televisión por satélite que fue propiedad de Disney-Grupo ABC
Televisión subsidiario de Walt Disney Company.
60
Doctor Doofenshmirtz: Científico malvado, enemigo de Perry y padre de Vanessa de Phineas y
Ferb una serie de dibujos animados de Disney Channel.
61
Perry el Ornitorrinco: Mascota de Phineas y Ferb, agente secreto y enemigo de Doofenshmirtz.
—¿Qué estás haciendo aquí? —Mis ojos revoloteando salvajemente por el patio
como si esperaran encontrar a Toby escondiéndose detrás de un árbol.
Por supuesto que estaba feliz de verlo. Incluso eufórica. También estaba
asustadísima.
—El pacto, Alex. Estoy muy segura de que estar aquí es una violación directa de
ello. —Logro de alguna manera hacer un encogimiento de hombros luciendo
petulante
Podría haberlo dejado allí afuera. Debería haberlo dejado allí afuera. Y decirle que
se fuera. Explicarle que realmente yo no valía todo el problema. Por supuesto, no
hice ninguna de esas cosas.
Había algo sobre ver a Alex de pie en mi vestíbulo, apoyado contra la cursi mesa
antigua que mi mamá había comprado en un mercado de pulgas, que parecía
adecuado.
—Así que, ¿por qué tengo que escuchar que los padres de Jase lo llevaban a hablar
con un entrenador reclutador en Louisville de Tinsley Henson este fin de semana?
—preguntó.
Página 134
—No lo estoy. A diferencia del resto de Western Kentucky, me tiene sin cuidado a
cual escuela va tu hermano. Me importa que tengas esta casa para ti todo el fin de
semana. —Le tomó dos pasos cortos llegar a mí. Sus manos descansando sobre mis
caderas mientras mis brazos automáticamente se enrollaban alrededor de su
cuello—. Pensé que te podría gustar algo de compañía.
Iba a decirle que tenía la información incorrecta, pero mis labios estaban muy
ocupados haciendo otra cosa. Si lo hubiera mencionado, quizás Alex no habría
mordido mi lengua cuando escuchó mi nombre siendo gritado desde la parte
superior de las escaleras.
—No, Ángel está aquí. —Mi lengua palpitaba un poco—. ¿No voy a convertirme en
un hombre lobo ahora, verdad? —El libro del Doctor Smith, que leí tres veces de
principio a fin, decía que la licantropía, la capacidad de convertirse en un lobo, no
podía ser pasada mordiendo, pero necesitaba ser tranquilizada.
Estaba preparada a lanzar hasta un gran gemido por una cosa u otra, pero luego se
dio cuenta de que tenían compañía.
—¡Ángel! —Él la levantó y le dio un gran abrazo de oso, finalizado con un gruñido.
Era como ver la reunión climática al final de una de esas películas donde la niña ha
sido separada de su familia porque ella estaba afuera en alguna gran aventura que
involucraba a un perro o a un jerbo hablador. Sólo que en la vida real, lograba ser
aún más irritante.
Estaba sentado de espaldas hacia abajo y una de sus manos descansaba encima de
su cabeza vaca-lamida.
—No creo que sea una buena idea —dije, interrumpiendo el grito de alegría de
Ángel.
—Bueno, Jase no está aquí. Él no lo sabrá. —La rareza de la boca de Alex dijo: mi
punto exactamente.
Mi hermanita puso sus manos en las caderas e inclinó la cabeza hacia un lado en
una posición familiar.
—Bien. —Su sonrisa victoriosa se reflejó en la cara de Alex—. Vamos, Alex. Quiero
mostrarte algo.
Después de un completo inventario del primer nivel de nuestra casa, Ángel lo hizo
subir por las escaleras hasta la primera puerta a la derecha.
—Haz lo que quieras. —Me situé contra la pared más alejada y esperé a que el
show comenzará. No pasó mucho tiempo. Hubo un aullido horrible seguido por
un casi-grito. Un segundo después, una mancha blanca salió volando por la puerta
y bajó por las escaleras. Mi hermana fue detrás tan rápido como sus pequeñas
piernas la llevarían. Cuando me volteé, Alex estaba llenando la puerta.
—Ella tiene un gato —dijo, frotándose una rabiosa marca roja en su cuello.
—Te dije que no querías entrar allí. —Cerré la distancia entre nosotros— ¿Está bien
tu cuello?
Puse mis labios justo debajo de su oreja, dejando que su calor y su olor me
envolvieran.
—¿Qué estás haciendo? —La voz de Ángel fue como un chorro de agua fría.
Mierda.
Ella podría ser capaz de mantener las noticias de una visita inesperada para ella,
¿pero pillarme acariciando al archienemigo de mi hermano en el pasillo? Ella le
diría a todos y a cada uno que escucharían.
—¿Tenemos brownies?
—Tenemos una caja de mezcla de brownie. Los haré para ti. —Una mirada muy
similar al terror grabándose en la cara de Ángel.
"Creía que se suponía que eras un zeppo62 total en la cocina —dijo Alex. Se había
apoyado contra el marco de la puerta de Ángel con un brazo largo. Era la imagen
de la comodidad, mientras que yo estaba al borde de un completo ataque de
nervios.
—Puedo hacer brownies —dije, mi voz un poco más áspera de lo necesaria. ¿No
podría al menos pretender preocupación de que estábamos en serios problemas
aquí?
—Pero los quemarás —se quejó Ángel—. Siempre quemas todo. Incluso las
tostadas. —Estaba a punto de perder mi tranquilidad. La idea del fratricidio no era
totalmente desagradable. Afortunadamente, Alex se lanzó a salvar a Ángel.
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—Da la casualidad que no sólo soy increíblemente guapo, sino que también soy un
experto haciendo brownies —dijo—. Aunque necesitaré algo de ayuda.
62
Zeppo: se utiliza en referencia a una persona en un grupo que simplemente no encaja, ya sea
debido a su falta de frescura o de otros atributos negativos. Entró en uso común con el Episodio:
"The Zeppo” de Buffy La Caza Vampiros Temporada 3, en el que se destacó que un determinado
miembro de una pandilla era simplemente un pasado de moda, o no encajaba en el grupo.
Alex y Ángel no siguieron las instrucciones de la caja. Cuando traté de señalar esto,
Alex me informó que cocinar era un arte y él era un artista que no hizo lo de pintar
por números.63
—¿Y estos? —preguntó Ángel, sosteniendo una bolsa medio vacía de chispas de
chocolate semi-dulce y un paquete similar de chispas de mantequilla de maní.
Los brownies eran mejores de lo que creí que la comida podría llegar a ser. Ni
siquiera los cortamos en cuadrados. Alex colocó el molde entero en el centro de la
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mesa con tres cucharas. Estaba encargada de servir los vasos de leche.
Pillé a Ángel oliendo su vaso para asegurarse de que estaba bien antes de tomar un
trago.
63Pintar por números: que hace lo que todo el mundo ya hace. No todo el mundo. Los verdaderos
artistas no "pintan por números”.
silencio. Era consciente de que Ángel había estado mirando atentamente a Alex,
pero no pensé nada de ello. Ella nunca había sido reservada cuando venía su
afecto por él.
Debería haberme imaginado lo que venía. Debería haber mirado la situación desde
su punto de vista y recordar que Dios puso a las hermanitas en esta tierra de forma
expresiva para torturar a sus hermanos.
Ella preguntó con la misma naturalidad que alguien podría preguntar si pasarías
alguna cosa a través de la mesa o cómo fue tu día en la escuela, pero ella no quería
la sal o saber acerca de un inesperado examen sorpresa de Inglés.
—Tienes los ojos saltones cuando la miras. —El tono didáctico de Ángel y la
expresión inteligente habría sido cómica si yo hubiera sido capaz de encontrar algo
divertido—. Los chicos sólo ponen los ojos saltones cuando están enamorados.
—Los ojos siempre lo revelaban. —Los dos asintieron sabiamente el uno al otro. La
atención de Alex se quedó en la cara de Ángel, lo cual significaba que no podía ver
el modo en que la vergüenza coloreaba la mía. Por supuesto, el hecho de que su
cuello estaba luchando contra mis mejillas por la cosa más roja en la habitación me
hizo sentir un poco mejor.
—¿Estás segura?
—Definitivamente. Cuando estás cerca ella realmente sonríe en lugar de lucir como
Página 141
esto todo el tiempo. —Ángel frunció sus labios, arrugó su nariz y entrecerró sus
ojos.
—No me paseo luciendo como que he estado comiendo limones. —Realmente, ¿de
dónde salía ella con estas cosas?
Ángel me ignoró.
—Y ella estaba chupando sobre tu cuello como un vampiro. Eso significa que
realmente le gustas.
Cada gota de sangre en mi cuerpo se reunió en mi cara y la cantidad enorme de
brownies que comí amenazaba por hacer una reaparición. Apenas escuché a Alex
preguntar:—Esploradora, ¿qué estás haciendo? —sobre el estruendo en mis oídos.
—Así que, ¿esta es una señal de que le gusto o que no? —Juro que podía realmente
escucharle sonreír.
—Ummm.... eso sólo significa que es rara. —Levanté mi cabeza para fulminarla—.
Mira —dijo ella—, cara de limón.
—No.
—Ninguna cosa empalagosa, ¿eh? —Alex dio un paso atrás, pero dejó un dedo
enganchado alrededor del mío—. ¿Tomarse las manos es empalagoso?
Ángel lo meditó.
—En ese caso, estoy con muchísimos ánimos para ver una película.
***
Ver Toy Story por centésima vez me dio la oportunidad para salir de mi
humillación y pensar. Alex Cole había dicho que me amaba. Bueno, no era como si
hubiera mirado a mis ojos y realmente hubiese dicho las palabras en voz alta, pero
no había contradicho a Ángel. ¿Qué significaba eso? ¿Podría realmente estar
enamorado de mí?
¿En qué estaba pensando? Por supuesto que no estaba enamorado de mí. Él era
Alex Cole, por el amor de todas las cosas brillantes. Alex Cole quien tenía una cara
que pertenecía a las portadas de las revistas. Alex Cole quien tenía un cuerpo que
hacía a las universitarias parar y quedarse mirando. Alex Cole quien realmente
entendía lo que estaba pasando en AP Calc64 y verdaderamente disfrutaba de
Shakespeare. Alex Cole quien probablemente sonreía en sus sueños y era
agradable absolutamente para todos, incluso para mi malcriada hermanita. ¿Cómo
podía un chico así estar enamorado de mí? Como mucho, yo era torpe y del
montón, aunque la mayoría de días me encontraba como anti-social y rara.
64
AP Calc: El Cálculo de Colocación Avanzado (también conocido como AP Calculus, AP Calc AB /
AP Calc BC, o AP Calc) es usado para indicar uno de dos cursos de Colocación Avanzados distintos
y exámenes ofrecidos por el College Board en Cálculo: AP Calculo AB y AP Calculo BC. Son
tomados por estudiantes de secundaria en USA para hacer créditos que son tomados en cuenta para
ingresar en la Universidad.
—Así que, estaba pensando —dijo, su voz era un susurro ronco—. Nunca pude
terminar mi recorrido de la casa.
—Así que, ésta es mi habitación —dije, pateando una pila de ropa sucia debajo de
la cama—. Como puedes ver, soy una fanática de la limpieza.
Alex se detuvo junto a la puerta para examinar una foto que colgaba en la pared.
Papá la había tomado en el lago hace varios veranos. Yo estaba sentada en una
mesa de picnic con Ángel en mi regazo, una nena pequeña en aquel entonces. Ella
estaba saludando con una mano y tirando mi cabello con la otra. Talley sentada a
mi derecha, con un cono de helado chorreando su mano. Jase y Charlie estaban a
mi izquierda, poniéndose entre sí orejas de conejo. Habíamos pasado el día
nadando en la turbia agua bajo un sol picante, también nos parecía un poco
mugrienta, pero nosotros estábamos muy felices. Podías casi sentir la atmosfera del
perfecto día saliendo de la foto.
—Fue justo antes de mi treceavo cumpleaños. Creo que puede haber sido en
realidad la celebración familiar de Jase.
Página 144
—Es investigación —dije—. Incluso la ficción puede estar llena de datos útiles. He
aprendido mucho de estos libros. —Prácticamente había aprendido que era un
poco adicta ligeramente a las novelas basura que tenían la capacidad de hacerme
sonrojar.
Mi cara estaba emitiendo calor suficiente para derretir las capas polares de hielo.
—Nada. —Al menos no era nada que pudiera repetir en voz alta. Arranqué el libro
de sus manos antes de que pudiera pasar las páginas y descubrir exactamente lo
que nada era. Alex sólo se rió entre dientes y continuó su inspección de mis cosas.
—Alex, te presento a Guido. Guido, Alex. —Me dejé caer a su lado—. Guido y yo
hemos estado durmiendo abrazados por años.
—Puedo ver por qué. Ciertamente es guapo. —Para ser sinceros, Guido había
tenido mejores días. Mamá, quién no era muy modista, había hecho varias cirugías
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para coserle los brazos, remendar agujeros, e incluso volverle a reacomodar los
ojos con los años. Puede haber sido feo, pero lo amaba a pesar de todo.
—Mamá llevó de compras a Jase un día cuando él tenía dos años —dije—. Ella y
Papá no estaban casados aún, por lo tanto tuvo que haber sido a finales de verano
o a principios de otoño. De todas maneras, ellos entran en la juguetería y Jase
comienza a señalar a este mono calcetín y diciendo ‘Exploradora’ una y otra vez.
Mamá trató de explicar que su futura hermana no era un mono, pero él hizo una
gran pataleta. Ella termino comprando la cosa solo para que la gente no fuera a
llamar al Servicio de Protección de Menores. Él lo llevó por el centro comercial y
todo el camino a casa. En un momento Mamá trató de tomarlo de él y le respondió,
'No, exploradora.’ Esa noche lo trajo con él al apartamento de Papá, yo estaba
viviendo allí. Tan pronto como cruzó la puerta corrió, entregándome a Guido, y
dijo, ‘Para ti.’ —Estiré mi mano y di unas palmaditas a la cabeza de Guido—. He
dormido con él prácticamente todas las noches desde entonces.
—Esa podría ser la historia más dulce que alguna vez he escuchado. Creo que
podría tener una nueva caries. —Él había estado pareciendo indiferente e
inexpresivo, pero los hoyuelos y el lacónico sarcasmo no van bien juntos.
—Cállate. Como si tu hermano no hubiera hecho aún nada tonto para demostrarte
que te ama.
—Pero es un buen hermano mayor, ¿no es así? —Era obvio que Alex adoraba y
respetaba a Liam.
Seguramente él había hecho algo para merecerlo. Una vez más, estábamos
hablando de Alex. Él probablemente encontraría cualidades redimibles en Hitler.
—El mejor. —Lo dijo de una manera que no dejaba lugar a discusión—. Él
simplemente no es fuerte en los momentos Hallmark.
—Debe ser difícil —reflexioné en voz alta—, para los dos estar solos sin vuestros
padres. —Toda la emoción se retiró de la cara de Alex. "Lo hacemos bien." Estaba
Página 146
confundida en cuanto a donde ir a partir de ahí. Parecía que cada vez que trataba
de abordar el tema de los padres de Alex, él se cerraba. Era imposible mantener
una conversación normal. Me sentía completamente torpe estando sola con él
mientras él estaba sentado con sus codos en las rodillas, examinando a Guido, que
aún estaba aferrado en sus manos.
—¿Sólo un poco celoso? —Estaba lentamente ocurriéndome que estaba sola con
Alex en mi dormitorio—. Creo que podemos hacer algo mejor que eso. —Con una
mano lancé a Guido sobre la cama mientras con la otra atraía la boca de Alex a la
mía. Tenía solo un segundo para ser sorprendida por mi repentino
comportamiento atrevido antes de que sus labios se separaran debajo de los míos,
empujando lejos toda duda y miedo.
Era la primera vez que no teníamos que preocuparnos de que se abriera la puerta o
de un palo de escoba golpeándome al costado. Nuestros besos eran más lentos,
más dulces. Mis manos siguiendo perezosamente por su cara, su cuello y sus
brazos, maravillada por la suavidad de su piel y la firmeza de sus músculos.
Cuando me empujó hacia atrás contra las almohadas, me congelé en un momento
de pánico.
Y cumplió su promesa, aún después de que decidiera que era una cosa estúpida de
hacer. Cuando llegó al punto que pensé que realmente podría estallar en llamas, él
rodó a mi lado, permitiéndome finalmente tomar aliento.
—Ajá. —Fue todo lo que era capaz de dar como respuesta. Cantidad excesiva de
mi energía era necesaria para abstenerme de atraerlo de nuevo sobre mí.
—Me di cuenta realmente que nunca respondí a esa pregunta. —Él se apoyó en su
codo y miró hacia mí.
—¿No puedo?
—Apenas me conoces —dije—. Sólo soy la hermana del coyote del que se supone
debes alejarte. Tengo la atracción entera "fruto prohibido", pero eso no es amor. Si
Toby no te hubiera dicho que me dejaras sola, no me habrías dado una segunda
mirada. Te habrías dado cuenta hace mucho tiempo lo perdedora que soy.
Rompió mi corazón decir todo lo que había estado pensando en voz alta. No quería
que se diera cuenta que era indigna de su afecto, pero las cosas estaban yendo
demasiado lejos. Los dos íbamos a terminar heridos si esto no terminaba pronto.
—Oh, te lo prometo, lo soy. Tengo una muy larga lista de referencias de carácter
que estaría feliz de confirmar eso por ti.
—Y no estoy solo contigo porque eres 'prohibida'. —La parte posterior de sus
dedos rozó la línea de mi mandíbula— Sé exactamente quién eres, y te amo.
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Alex se levantó hasta quedar sentado en un movimiento tan rápido y elegante que
un humano normal no habría sido capaz de lograrlo.
—No soy Vidente. Algunas veces, una fuerte línea de Videntes puede producir un
hombre que tiene algunos talentos adicionales. No puedo hacer nada de esas
geniales con el cerebro, pero algunas veces puedo Ver cosas cuando estoy
dormido.
—Tenía ocho años la primera vez que sucedió. En el sueño había un manzano lleno
de pequeñas manzanas verdes. El aire era pesado y fragante, el sol de verano
sofocantemente caliente.
—En una de las ramas más altas estaba esa gran y perfecta manzana. Era al menos
dos veces el tamaño de alguna de las otras. Una de las chicas estaba decidida a
conseguirla. Trepó a la cima y se arrastró lentamente hacia el borde. Su mano se
cerró sobre este justo cuando la rama se quebraba y la tiró al suelo.
—Corrí hacia ahí, pensando que podría ayudar. Su brazo estaba puesto en un
gracioso ángulo, y estaba difícilmente intentando no gritar. Le dije que iba a estar
bien, que uno de los chicos ya había ido a conseguir ayuda, pero esto no era bueno.
Yo no estaba realmente allí. —El pulgar de Alex se deslizó sobre mi muñeca,
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trazando las cicatrices donde el doctor había puesto clavos para sujetar los huesos
en su lugar—. Obligué a mi mamá a que me ayudara a buscarte al día siguiente.
Sabía que si miraba con bastante intensidad, te encontraría, aunque mamá seguía
diciendo que no había manzanos en ningún lugar cerca a nuestra casa.
—¿Me viste romperme el brazo? —Era imposible, además lo describió justo como
ocurrió. Jase me había apostado que yo no podría coger la gran manzana de la
cima, y yo estaba decidida a demostrar que podía.
Talley me suplicó que bajara, pero yo era obstinada. Después de que caí, Jase corrió
de vuelta a casa para conseguir a Papá mientras Charlie y Talley se quedaban
conmigo. Me fracturé tanto el radio como el cúbito y tuve que usar una escayola
por meses.
—He estado soñando contigo por diez años —dijo—. Nunca podía recordar cómo
se veían los demás, o muchos detalles de la ubicación, pero tu cara y tu voz
siempre han sido perfectamente claros."
Alex sonrió.
—¿Debo demostrarlo?
Una parte de mí no quería que lo hiciera. Toda la cosa me estaba poniendo un poco
nerviosa. ¿Todo lo que había visto? ¿Qué significaba que él soñara conmigo?
Estaba aterrorizada de la respuesta, pero tenía que saber.
—Recuerdo ese día. Había una vid colgando de un árbol que los otros estaban
usando para balancearse afuera sobre el lago y saltar al agua. No querías hacerlo
porque le temías a las alturas.
—Caer de la cima de un árbol de manzana puede hacer eso a una chica —dije.
orgullosa de ti misma cuando saliste fuera del agua que no te diste cuenta de
inmediato que habías perdido la parte superior de tu traje de baño.
—Oh. Dios. Mío. —Mamá había envuelto una toalla a mi alrededor antes de que
supiera lo que estaba sucediendo.
Jase había reído tan fuerte que pensé, o tal vez esperé, a que él se rompiera algo.
No se detuvo hasta que Charlie le bajo los pantalones para "igualar el marcador."
—No sólo los embarazosos. Te he visto reír y llorar y convertirte en una hermosa y
asombrosa persona. —Sus ojos, llenos de sinceridad, estaban fijos en los míos—.
Cuando tenía once años sabía que estaba enamorado de ti. Estaba siempre deseoso
de ir a dormir. Las mañanas en que me desperté sin haberte visto eran muy
decepcionantes. Memorice cada detalle tuyo, desde el arco de tus cejas a la forma
en que inclinas tu cabeza y miras fijamente en un lugar cuando realmente estás
pensando mucho. No sabía tu nombre o dónde vivías, pero sabía que eras real.
Sabía que eras mi destino.
Desde que conocí a Alex tenía mi parte justa de experiencias surrealistas, pero ésta
era aún más extraordinaria y abrumadora que las otras juntas. Él me amaba
porque yo era su destino. Esto parecía como una terrible gran expectativa a
enfrentar.
—No, nos mudamos... —Hizo una pausa como si no estuviera seguro de cómo
continuar—. Nos estábamos moviendo al sur, sin tener claro un destino
seleccionado. El Jeep de Liam se descompuso por el lado de la Interestatal.
Mientras estábamos esperando a que lo arreglaran, decidimos que era tan buen
lugar como cualquier otro para quedarse. El bosque Nacional ofrecía un lugar ideal
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—No tengo ni idea cómo logré no verte entrar a la clase de Beck. Yo no estaba
prestando atención a nada que sucediera en esa habitación hasta que escuche tu
voz poniendo a ese bastardo en su lugar. —Obviamente, él recordaba mi
intercambio con nuestro profesor de Cálculo un pelín diferente de lo que yo lo
hacía—. Me di la vuelta y allí estabas. Pensé que te había encontrado tantas veces
antes, pero esta vez no había duda. Había encontrado literalmente a la chica de mis
sueños. —Repetí el primer día de escuela en mi cabeza, intentando verlo desde su
punto de vista.
—Bueno, no fue exactamente como lo había planeado. Actué como un idiota, justo
allí de pie, mirándote como si fueras de repente a saltar a mis brazos y besarme.
Nunca jamás se me ocurrió que para ti yo era un completo desconocido.
Se apartó de mí lentamente y dejé que mis ojos bebieran de sus mejillas sonrojadas,
de sus labios hinchados, y de su ardiente mirada.
—Te amo —dijo otra vez, haciendo que mí corazón se hinchará hasta el punto de
reventar.
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Yo iba a decirlo de vuelta. Debería haberlo hecho, pero cuando abrí mi boca, vi la
cara de Charlie mirándome desde un marco sentado en mi mesa de noche y las
palabras quedaron atoradas en mi garganta.
Capítulo 13
Traducido por Pilitas
―Sip. Él me dijo que te dijera buenas noches. Otra vez ―Los dos habían
compartido un intercambio ridículamente largo de "Buenas noches" en falsos
acentos británicos antes de haber hecho ir a la cama a Angel.
―Te divertiste hoy, ¿verdad? ―Ella asintió, rizos rubios rebotando por todas
partes―. Aquellos brownies estaban tan buenos. Creo que fue la barra de chocolate
que realmente lo hizo. La próxima vez voy a usar una Snickers para ver como sabe.
Tomé una profunda respiración y me bajé, así estábamos al nivel de los ojos. Tenía
que asegurarme de que entendía.
―¿Cómo cuáles? ―Conociéndola eso sería que su mejor amiga, Kinsey Jessup,
todavía miraba Dora la Exploradora.
angel dio un dramático suspiro y puso los ojos en blanco, eso lo había copiado de
Jase.
—Angel escucha... ―Cerré los ojos y corrí a través del espectro de color en mi
cabeza, un truco que tome durante la fase Nueva Era de Talley―. Alex significa
mucho para mí ―dije finalmente―. Si alguien descubre que estuvo aquí o que... ya
sabes...
―¿Lo besaste?
―Sí, eso. Si alguien se entera sobre eso, yo podría... nosotros podríamos... nunca
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volvería a verlo de nuevo. Él realmente tendría que irse muy lejos ―O peor.
Ella estiró su brazo y encerró su meñique alrededor del mío para indicar el más
solemne voto que una niña de seis años podría hacer.
―No se lo diré a nadie. Pinky promesa ―No dudo de su sinceridad, pero dudo de
su capacidad para seguir hasta el final. Cada vez que abría su boca durante
aquellos días siguientes me quedé esperando que saliera a borbotones la verdad,
pero nunca lo hizo. Era como si hubiera olvidado que alguna vez había sucedido.
Eventualmente empecé a creer que lo había conseguido.
Lake County tiene más parques que personas. No puedes conducir cinco
kilómetros por cualquier vía sin ver una de aquellas feas señales marrón de los
Cuerpos de Ingeniería anunciando algún campo aleatorio para un área de
recreación. La mayoría de los lugares tenían mesas de picnic alojados en
pabellones brillantes, juegos infantiles de última generación y otras cosas animadas
para atraer todo el verano a los turistas.
Angel llegó al descolorido Toyota rojo antes de que Alex pudiera aún abrir la
puerta.
Alex dejó de hacer girar en círculos a Angel y la puso de regreso en el suelo. Ella se
rió mientras se tambaleaba alrededor como un borracho.
―Ummm.... ¿me dijiste de encontrarme contigo aquí?
―¿Como en un sueño?
La bandeja de entrada de Alex tenía mensajes de Liam, Ash, mensajes que no leí, lo
cual me hace una santa, y Boo, que tenía que suponer era yo. Hice clic en el
mensaje con un registro de tiempo de 03:17.
―¿Pensaste que escribiría mal “Landing”? ―Eso me enfadó más que el hecho de
que no había sido la que envió el mensaje.
―Era un mensaje. Nadie usa la correcta ortografía cuando envían un texto. ―Él
tomó el teléfono de mí, con el ceño fruncido―. Si no lo enviaste, ¿quién lo hizo?
Sólo podía pensar en una persona con ambos, acceso y motivación. Caminé hacia
donde mi hermana que estaba dando vueltas con sus brazos extendidos a los
costados.
―Porque nadie jamás viene por aquí. Nosotros podemos pasar todo el rato y nadie
nunca lo sabrá. Es como tener un club secreto ―No por primera vez, pensaba que
mi hermanita tenía todo lo necesario para ser un genio del mal.
Dejé salir un grito femenino y habría caído si dos manos fuertes no hubieran
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―¿Quién eres tú y qué has hecho con mi Scout, la que no baila? ―Charlie estaba
de pie tan cerca que podía oler su chicle con sabor a canela.
Di un paso atrás, preguntándome qué tan rápido mi corazón podía latir antes de
que este dejara de funcionar completamente.
―No estaba bailando. Era una nueva variante de Kenpo66. ―Mentir era más
preferible que admitir que en realidad había estado tratando de bailar. Todos
sabían que cuando se trataba de conseguir buena onda, era una completa causa
perdida. Para toda mi supuesta gracia, soy un desastre en la pista de baile.
¿Quieres a alguien para ejecutar una perfecta patada mariposa o caminar por la
angosta viga de equilibrio? Soy tu chica. Solo, no me pidas el mambo o lo que sea.
Talley, quien baila como fanática de Ginger Rogers67 a pesar de su tamaño, piensa
que es porque soy demasiado fanática del control para dejarme ir y moverme con
la música.
Personalmente, creo que es ridículo. Mi teoría es que mis caderas están de alguna
manera desalineadas y por lo tanto no funcionan bien, creo que eso tiene mucho
más sentido.
Por supuesto, cuando se trata de Charlie y Jase y sus incesantes bromas, la razón
no importaba. Todo lo que les preocupaba era conseguir la mayor cantidad de
entretenimiento a mi costa como fuera posible.
―Una variante de Kenpo, ¿eh? ―Charlie enarcó una ceja hacia mí, lo que era sólo
ligeramente sexy―. No me di cuenta que Bob Fosse68 alguna vez contribuyó a las
artes marciales.
―Sabes, Chuck, se requiere a un hombre muy seguro para hacer una mención de
Bob Fosse.
66 Kenpo: Es el nombre de algunos estilos chinos de artes marciales, con gran influencia
metodológica en el sistema de grados y uniforme de parte de las artes marciales tradicionales
japonesas.
67 Ginger Rogers: Actriz, bailarina y cantante estadounidense y ganadora de un Oscar.
68
Bob Fosse: Fue un actor, bailarín, coreógrafo y director de cine estadounidense.
―Fosse y el cuento del lado oeste. ¿Qué es lo siguiente? ¿Quieres conseguir una
manicura y hablar acerca de tus sentimientos? ―Yo bromeaba, chasqueando a lo
largo como el Shark a su Jet. O tal vez yo era el Jet y él era el Shark.
―¿En serio es eso todo lo que tienes? ―Le pregunté cuando él aterrizó en la
alfombra. Le tendí mi mano para ayudarlo a levantarse―. Estaba realmente
esperando un poco más de una pelea contra ti. ―Pudo no haberme escuchado las
últimas palabras porque yo estaba volando a través del aire cuando las dije. Me di
la vuelta cuando golpeé la alfombra, evitando por poco ser acorralada por Charlie.
Estábamos los dos en nuestros pies en cuestión de segundos.
―Ahora, ¿quién es el He-Man69? ―Charlie puso suficiente peso en sus codos para
evitarme ser aplastada hasta la muerte.
―Tú eres ―dije mientras una gota de sudor cayó de su pelo sobre mi frente―,
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69He-Man: Conocido como He-Man y los Amos del Universo en Latinoamérica. Fue una serie de
dibujos animados de principios de los años 80. Transcurría en el fantástico planeta Eternia, donde
He-Man, el hombre más poderoso del Universo, luchaba contra Skeletor para proteger los secretos
del Castillo de Grayskull.
tipo de cosas que se calificaba como algo sexy, pero había una parte de mí que no
parecía entender eso.
―No estás desmintiendo exactamente mi punto. ―Me las arreglé para salir entre
gritos y risas.
Charlie dejó su asalto, pero se quedó encima de mí. Todo lo que podía ver era el
color verde musgo de sus ojos.
Él se inclinó más cerca, lo cual me habría parecido imposible hasta que lo hizo, y
juguetonamente me gruñó. ¿Cómo pensé alguna vez que el ruido era cien por
ciento humano? Calor estaba irradiando de su cuerpo. Si no supiera que esta era la
noche antes de luna llena, podría haber pensado que él tenía fiebre. Quería estar
enojada con aquellas obvias señales de su doble naturaleza, de la verdad que había
sido oculta de mí. Tal vez lo estaba, pero esa emoción estaba eclipsada por una
mucho más fuerte.
Tendida allí, mirando hacia una cara que había conocido toda mi vida, y todo lo
que podía pensar era lo mucho y por cuanto tiempo lo había querido. Podía sentir
cada lugar de nuestros cuerpos unidos, sus rodillas a cada lado de las mías, sus
manos encerradas alrededor de mis muñecas, la suave presión de su cadera
derecha contra la parte izquierda de la mía. Estaba congelada en el lugar, incapaz
de hablar, moverme, o mirar hacia otro lado. Entonces algo en sus ojos cambió. Las
pupilas dilatadas de alegría se borraron por algo más intenso.
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Mi barbilla se movió hacia arriba. El mundo se había limitado al espacio entre los
labios de Charlie y los míos. Me pregunté cómo se sentirían, y a lo que sabrían.
Eran un poco más grandes que los de Alex. ¿Haría eso una diferencia?
Alex.
Yo estaba con Alex. Alex, quien, contra toda posibilidad, me amaba. Me dejé llevar
en el momento con Charlie, pero esto no sucedería de nuevo.
Eso podría haber significado cualquier cosa. Podría haber sido, "Siento como si
fuera la hermana que nunca tuve," o "Siento como que ella es una especie de
patética y digna de mi simpatía." ¿Por qué automáticamente pensé que él quería decir
que tenía sentimientos por mí? Eso era ridículo.
Pero allí estaba ese momento cuando me había mirado como si quisiera que lo
besara. Cómo él quería.
***
azúcar, de leche y saborizantes que colocara, este aún sabía amargo y repugnante.
Pero andaba a rastras desde una noche de sueños inquietos. El sueño de Alex en el
lago, que seguía teniendo de manera regular, había presentado una violenta y
oscura tormenta.
La fría lluvia empapó mi ropa y ramas golpeaban contra mi piel tan salvajemente,
me sorprendió encontrar mi cara y mis brazos sin marcar cuando me desperté. La
peor parte, sin embargo, era saber que esta vez fue toda mi culpa. Era la que
provocó la tormenta, quien estaba haciendo que Alex aún estuviera atascado en la
orilla opuesta, a sufrir.
No necesitaba al Dr. Phil para decirme que estaba llevando alrededor algún
remordimiento por lo que casi ocurrió con Charlie.
Tenía mucho tiempo para pensar sobre toda la situación entre el horario de tres y
cinco esa mañana desde que el sueño me evitaba. La solución ideal hubiera sido
para mí dejar de sentirme de esa forma hacia Charlie. Si sólo pudiera tener
sentimientos normales hacia a él como un primo, el problema estaría resuelto.
Era lo bastante medio consciente para darme cuenta de que eso no estaba
sucediendo.
Me tuve que conformar con la opción número dos: Evitar a Charlie. No podía
exactamente estar casi besándolo si no lo veía. Razoné que sería relativamente fácil
desde que se fue a la universidad a cientos de kilómetros de distancia. Era sólo el
raro día festivo o por el fin de semana que eso requeriría algo de esfuerzo real.
―¿Ella está segura en donde ellos estarán? ―preguntó Charlie. Podía escucharlo
masticando ruidosamente algo.
Conociendo a Charlie, ese era el último de mis Cap’n Crunch. Yo había dejado
media caja, la cual se convirtió en el desayuno usual de Charlie.
―Sí, ella lo vio el otro día ―dijo Jase. Él estaba más cerca a la puerta,
probablemente sentado en el mesón de la cocina―. Ella se acercó a los bosques
entre Pelican Landing70 y el muelle al final de la calle Chestnut Oak.
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―Tendremos que hacerlo justo después de la puesta del sol. ―Escuché algo que
sonaba sospechosamente como cereal siendo servido en un tazón―. Toby esperará
a que nos reunamos con él al amanecer. Estará cabreado si descubre en lo que
estamos.
70Pelican Landing: La belleza natural de la comunidad Pelican Landing abarca 2,365 acres en
Bonita Springs. Hace todo lo posible para preservar, proteger y mejorar el medio ambiente natural.
A lo largo de la comunidad se verá la evidencia de este compromiso. Cipreses exuberantes, faunas
protegidas y zonas de humedales conservados son una parte integral del diseño de la comunidad.
―Lo valdrá si nosotros podemos deshacernos de ellos para siempre esta vez.
―No.
No, no ellos no pueden realmente estar hablando sobre hacer lo que yo creía que
ellos estaban hablando de hacer.
Pero, por supuesto que lo estaban. Había solo una persona, bueno dos realmente,
que estarían tratando de deshacerse de ellos en la noche de luna llena.
Era una buena cosa que aún no había comido nada de desayuno. Por la manera en
que mi estómago repentinamente cayó, hubiera devuelto definitivamente algo que
habría estado conteniendo.
Me tomó un segundo darme cuenta que todo el ruido de la cocina había parado. La
única cosa que podía escuchar era mi pulso tamborileando en mis oídos.
―¿Scout?
Alex me había dicho que en el día de una luna llena él podía escuchar cada
corazón latiendo en un salón de clase. Jase y Charlie tenían que saber que estaba
allí y que algo estaba causando a mi corazón acelerarse. Cuando empuje para abrir
la puerta de la cocina traté de pensar en una explicación razonable de por qué era
eso.
Tal como lo había pronosticado, Jase estaba sentado en el mesón, sus piernas
colgaban y vestían su pijama a cuadros. Charlie estaba tirado en una silla, una caja
vacía de cereal colocada junto a él en la mesa. Inmediatamente cruce mis brazos
sobre mi pecho. La delgada camisa de dormir que estaba usando dejaba poco a la
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imaginación.
―No sabía que Charlie estaba aquí ―le dije a Jase, sin molestarme en ocultar el
reproche en mi voz.
La vergüenza residual del incidente de ayer serviría como una excelente excusa
para mi ocultamiento fuera de la puerta y mi corazón acelerado. Incluso tenía la
ventaja añadida de no requerir ninguna actuación o mentir de mi parte.
―Somos hombres viriles ―Charlie dijo con un guiño, haciendo que las comisuras
de mis labios se muevan en contra de mi voluntad.
―¿Quieres otro pedazo de mí, Scout? ―Se las arregló para decir la línea de
fanfarronear común así que eso sonaba como una insinuación.
Aún estaba tartamudeando una respuesta cuando algo cayó sobre mi cabeza,
oscureciendo mi visión.
Una vez que lo saqué, me di cuenta de que era uno de los suéteres cardigán de
Mamá. Jase debe haber pillado la habitación de lavandería y cogió la primer cosa
que encontró.
El suéter era un poco pequeño para mí, las mangas quedaban a dos buenos
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centímetros por encima de mis muñecas, pero lograba cubrirme y tener mis
hormonas bajo control.
―¿Qué estás haciendo en casa de todas maneras? ―Le pregunté a Charlie―. ¿No
se supone que estarías pasando tus vacaciones de primavera en Miami con
Diciembre o como se llame? ―Por supuesto, sabía que su nombre era Enero, pero
sólo porque Jase finalmente me lo había dicho, y él sólo lo hizo después de que le
pregunté directamente. Desde que Charlie nunca se molestó en mencionar que
tenía una novia, no me siento obligada a llamarla por su nombre apropiado.
Charlie dio a Jase una rápida e irritada mirada antes de decirme, un poco
demasiado entusiasta:
―¿A dónde vas? ―Charlie preguntó mientras me dirigía fuera de la cocina con mi
repostería tostada de fresas genéricas en una mano y una taza de líquido
desagradable en la otra.
―Sunset está sobrevalorado, y odias las uvas. Quédate y juega conmigo. ―¿Era
horrible que una parte de mí justo quería hacer eso?
―No puedo. Tengo una tonelada de recados que hacer. ―Salí apresurada de la
habitación antes de que Charlie pudiera responder, sabiendo que si permanecía él
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me convencería de quedarme.
71Pop-Tart: Tartas planas, rectangulares y pre horneadas hechas por la compañía Kellogg's. Las
Pop-Tarts contienen un relleno dulce sellado entre dos capas de masa. Algunas vienen glaseadas.
Pueden comerse sin necesidad de ser calentadas, pero casi siempre se calientan en una tostadora o
en un horno microondas.
Capítulo 14
Traducido por Yellowsun
Hasta donde Mamá y Papá saben, yo soy la gemela buena. Jase no era
forzosamente malo, solo tenía un hábito de asistir a fiestas que se salen de control,
desobedecer el toque de queda y mentir sobre su paradero. Por el otro lado, yo
tengo el número de casa de nuestra bibliotecaria en marcado rápido. Por esa razón,
mis padres nunca creerían que mentía cuando les dije que pasaría la noche con
Talley.
Estudié el mapa una última vez antes de salir del auto en Pelican Landing. De
acuerdo a las buenas personas de la Agencia de Visitantes de Lake County,
Chestnut-Oak estaba a cinco kilómetros al este. Decidí que la mejor opción era
caminar en esa dirección y esperar a que Alex captara mi esencia antes de que
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No había estado mucho tiempo en los bosques cuando las nubes se pusieron por
encima de mi cabeza, causando una prematura pérdida de la luz solar como guía.
Ya que había faltado a todo lo de las Girls Scout en favor de las actividades que
Jase y yo pudiéramos hacer juntos, mi habilidad para guiarme en lo salvaje era
bastante patética. Hasta donde yo podía decir, el musgo crecía en más de un lado
de los árboles y que la cobertura de mi teléfono era inútil. Hubiera llamado a
Talley, cuya madre insistió en un seminario de supervivencia en la intemperie dos
veranos atrás, pero los arboles bloqueaban la recepción.
Lo más lógico hubiera sido seguir la costa del lago alrededor del sitio de acampar
de Chestnut-Oak. Desafortunadamente, el lago no estaba donde se suponía que
estaría. Estaba caminando en círculos, tratando de averiguar dónde alguien pudo
haber escondido un jodido lago, cuando la primera gota de lluvia cayó. Fue
seguida rápidamente por un millón de otras. Los truenos y rayos no estaban muy
lejos.
La lluvia era fría. No solo fría, helada. De hecho, estaba segura que a veces se
mezclaba con aguanieve. Mientras el viento atravesaba violentamente la débil
protección ofrecida por mi capucha comencé a darme cuenta de la desesperanzada
situación en la que me había metido y comencé a rezar para que la tormenta pasara
o que alguien viniera a mi rescate.
La última vez que revisé mi aun inservible teléfono, fue antes de las dos. Después
de eso, no podía hacer funcionar mis dedos para buscar en el bolsillo de mis
empapados jeans. Mi último pensamiento antes de cerrar mis ojos fue que esta era
una manera excepcionalmente estúpida de morir.
Página 167
***
Cuando escuché mi nombre por primera vez pensé que estaba delirando, o que el
Ángel de la Muerte había venido a llevarme al siguiente plano. De cualquier
forma, no valía el esfuerzo de abrir mis ojos.
Me decidí por la teoría del Ángel de la Muerte cuando sentí que me levantaban del
suelo.
Aparentemente, decidió que si no me levantaría y lo seguiría al Cielo, me cargaría
a través de las puertas del cielo. Por supuesto, eso era asumiendo que iba al Cielo.
De acuerdo a las enseñanzas en el púlpito del Reverendo Jessup los domingos,
estaba bien como para ir, pero ¿qué si Dios no era un Bautista Sureño?
Lo que tenía que hacer era mirar a mi ángel. Seguro un demonio del Infierno se
vería diferente a uno de los mensajeros de Dios. Si era un demonio, todavía tenía
una oportunidad de escapar, si ponía a trabajar mis piernas, aunque eso era
dudoso.
—¿Alex?
—Viene hacia acá. ¿Te encuentras bien? —preguntó con una total falta de
preocupación.
—Eso creo —dije. O al menos eso intenté. Sonó más como "Hubba ho". Otro rostro
apareció frente al mío. Este también tenía ojos grises, pero estaban llenos de
preocupación y alivio.
—Vas a estar bien —dijo Alex, sus cálidas manos acariciaban mi cara—. Te
tenemos. Vas a estar bien.
Sonreí, agradecida que Dios decidiera responder a mis plegarias después de todo.
Con ese pensamiento volví a la hermosura del sueño.
***
Página 168
No soy una persona mañanera. Talley puede despertarse, luego revolotear por ahí
haciendo el desayuno y hablar sin parar en cuestión de segundos. Incluso Jase
tiende a ser un ser humano funcional en menos de cinco minutos. Yo no. Desperté
lentamente, negándome a abrir mis ojos y dejar entrar la luz del sol hasta que fuera
absolutamente necesario.
No podía decir si Alex pensaba si era adorable o loca; esas miradas eran parecidas
en él.
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—El baño está pasando la cocina y la sala, a la izquierda. Debería haber cepillos
nuevos en el gabinete superior a mano derecha.
Mascullé un gracias y me fui. Incluso sin las indicaciones, el baño no hubiese sido
difícil de encontrar. El hogar de Alex demostró ser un muy pequeño tráiler, o
quizás una "casa prefabricada" era el término PC72. Solo me tomó tres largos pasos
atravesar la sala, pero dos de ellos me situaron entre Liam y un episodio de NCIS
que estaba viendo con el volumen apagado.
Estaba sentado en el medio del sillón, el único mueble de la habitación, una botella
marrón en una mano. Estuve una vez más impactada por cómo se parecía a una
versión más grande y enojada de Alex.
—Perdón —repetí. Liam continuó mirándome de una forma que nunca había
experimentado antes. Estaba acostumbrada a indiferencia, fastidio, curiosidad y
desprecio. Con Alex, hasta me había acostumbrado a ser mirada con adoración. El
odio puro e imperturbable que Liam radiaba, eso era nuevo.
Para ser justos, tenía todo el derecho de odiarme. Era mi culpa que Alex lo forzara
a vivir aquí. Fui la que los puso en peligro por parte de los Hagan y los Alfas.
—Perdón por todo. —Mi voz era un susurro, pero era todo lo que podía hacer con
mi tan reducida garganta. Liam era un Dominante. Su oído era tan bueno que
probablemente podía escuchar mis pensamientos.
Prácticamente volé hacia el baño, agradecida de tener una puerta entre Liam y yo.
El gabinete de arriba a la derecha sí tenía cepillos de dientes nuevos. Tenía como
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72 Término PC (Políticamente Correcto): término utilizado para describir lenguaje, ideas, políticas o
comportamientos que se considera que buscan minimizar las ofensas a grupos étnicos, culturales o
religiosos.
tono rojizo. Rápidamente aprendí que los chicos no tenían crema hidratante en el
baño, lo que era desafortunado. Al menos había un cepillo para el cabello para
desenredarlo. Me hubiera sentido un poco más confiada de volver con Alex si
hubiera tenido una plancha alisadora o un corrector de ojeras, pero me tenía que
olvidar de ese sueño. Finalmente volví al cuarto de Alex, mantuve mi cabeza abajo
y evité contacto visual, por suerte Liam decidió ignorarme.
—Ahí estás —dijo, su voz grave por el sueño. Me empujó hacia su pecho y yo no
ofrecí resistencia—. Te extrañé. —Suspiré mientras me acurrucaba contra él. Su
cuerpo era tan cálido. No pensé que volvería a estar caliente otra vez.
La habitación de Alex era mucho más aseada que la mía, pero eso se podía deber a
la necesidad. Su cama y gavetero ocupaban casi todo el espacio del piso, dejando
solo el espacio suficiente para caminar. Sus libros escolares estaban apilados
encima del gavetero junto a una foto de una atractiva pareja. La mujer era alta y
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La otra decoración que había eran los periódicos sujetados a la pared al lado de la
cama. Había cinco de ellos, y todos eran acerca de mí.
—Piensas que soy un acosador demente, ¿cierto? —preguntó Alex. Debió haber
estado prestando más atención de lo que pensé.
Coloqué mi barbilla en su esternón para así poder ver su cara.
—Te das cuenta que tienes una anormal fascinación por las predicciones del
tiempo, ¿verdad?
Página 172
Era suficientemente egoísta para sentirme feliz con su declaración. Sin embargo,
también era práctica.
—No soy yo el que me preocupa. Sé lo mucho que te preocupas por Jase y los
demás. No serías capaz de perdonarme si uno de ellos resultara herido. —Pensé
que quizás no le daba mucho crédito a los Hagan—. Y luego estás tú. Ninguno de
nosotros será capaz de vivir consigo mismo si algo te pasara. —Podía pensar en
una excepción. Liam probablemente daría una fiesta si era buena y dejaba que me
apalearan. Lo declararía un día festivo si me las arreglaba para irme y hacer que
me mataran.
—No habrías tenido una razón para estar fuera en el bosque si no hubiera sido por
mí.
73
Valedictorian: en E.E.U.U es un estudiante graduado con honores.
—Y mi hermano —añadí. No iba a ignorar la parte de la culpa que se merecía.
Amo a mi hermano, pero él y Charlie son los que estaban siendo irracionales. Su
intolerancia estaba comenzando a arruinar mi vida—. Él estaba tan seguro que
estarías en los bosques entre Pelican Landing y el muelle al final de Chestnut Oak,
pero no lo estabas.
¿Una milla al sur de la represa? No solo estaba a unos buenos ocho kilómetros de
Pelican Landing, sino que también estaba completamente en la dirección
equivocada.
Su risa fue tan silenciosa que me la habría perdido si no hubiera tenido mi oído
presionado contra su pecho.
—No, no lo estábamos.
—¿Por qué no? ¿Dónde estaban? —Si pensaba que estaba siendo muy entrometida
no lo demostraba.
—¿Avisar? ¿Cómo?
Sus manos se deslizaron por mis hombros y espalda mientras yo besaba sus
mejillas, sus párpados, su oreja y su cuello. Cuando deslicé mi mano bajo su
camisa, todavía hambrienta de calor, dejó salir un gemido y nos hizo rodar, de tal
manera que él se colocó encima de mí.
Sus labios siguieron el mismo patrón en mi rostro que había hecho yo en el suyo
momentos antes. Mi respiración se estaba convirtiendo en leves jadeos. Mis manos
parecían estar corriendo sobre la lisa piel en la espalda de Alex a su propio ritmo.
—En realidad no tienes que sentarte ahí y escuchar, Perver. Puedes ir a caminar o a
un largo y agradable viaje. Quizás hasta incluso te puedes conseguir una novia por
tu cuenta. —Alex dejó de dirigirse directamente a la pared y me miró. Mi corazón
saltó un latido ante la intensa ansia en su rostro—. Por favor, Liam.
interrumpidos?
—¿Muriendo de vergüenza?
—Nop, eso fue definitivamente después. —Alex acarició mis mejillas con sus
manos, las cuales todavía estaban encendidas—. Eres tan linda cuando te sonrojas.
—¿Por qué?
Por supuesto, no podía decirle nada de eso a Alex. Él pensaba que su hermano era
asombroso de todas formas.
—Fue grosero antes. Lamento eso. Él solo está gruñón porque está comenzando a
calentar el clima afuera. Odia el sur, pero no a ti. Créeme, una vez que te conozca,
te amará.
—Él me asusta un poco —dije, una vez más usé drásticamente la verdad a medias.
—Eso es solo su exterior de lobo dominante. Debajo de todas las miradas fuertes y
muecas tiene un centro esponjoso. Solo tomará algún tiempo para que ustedes se
sientan cómodos.
—Si tú lo dices. —Todavía no lo creía, pero decidí dejarle a Alex su fantasía de una
gran familia feliz.
—Así que, ¿podemos dejar de hablar del hermano que acabo de echar y volver a la
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Alex estaba dispuesto a hacerme olvidar todos los miedos y preocupaciones que
tuviera. Mientras él me besara, todo estaba bien. Rayos, estaba más que bien. No
podía imaginar una existencia más perfecta que una en donde estuviera con Alex,
así como ahora. Quizás morí en los bosques y este era mi Cielo.
—¿Quién es? —Miré al espejo pegado en la puerta del armario de Alex y pasé mis
dedos por mi cabello.
—La Vidente de la Manada —me dijo, antes de gritar—. Voy, por el amor de Dios.
No pensaba que esa era la mejor de las ideas, pero lo seguí hasta la puerta de su
habitación. Alex inhaló profundamente antes de quitar el seguro y dar un paso al
lado. Mi boca se abrió por la sorpresa cuando Talley atravesó apresurada la puerta.
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Capítulo 15
Traducido por Btaalejandra.
A la abuelita Donovan le gustaba decir que cuando estaba enojada algo le había
hecho hervir la sangre. Siempre asumí que era una cosa figurativa, pero mientras
veía a la Vidente de la manada arrojarse a los brazos de mi novio decidí que pude
haber estado equivocada.
Así que, mi mejor amiga era una Vidente. No debería haberme sorprendido. O sea,
a esta altura debí haber estado preparada para descubrir que mi mamá era una
súcubo, mi papá un elfo, y mi pequeña hermana un hada. Pero, fui sorprendida
con una abundante dosis de dolor y enojo. ¿Cómo pudo ocultarme algo como esto?
Yo era su mejor amiga. Alex había vivido aquí por menos de un año y sabía más
sobre la verdadera Talley que yo.
Los brazos de Alex estaban alrededor de Talley, sosteniéndola cerca. Ver eso no
hizo nada para ayudarme con mi presión sanguínea.
Alex había estado intentando llamar la atención de Talley todo este tiempo, pero
ella estaba muy absorta en el drama del momento como para notarlo.
Que conste que es posible mantenerse enojado con alguien que amas cuando están
teniendo un completo colapso sobre el hecho de que estas vivo. Esa ira, sin
embargo, no puede detenerte de intentar consolar al ser amado.
—Ella escuchó por casualidad el ingenioso plan de “provocar a los hombres lobo”
de los Gemelos Maravilla —dijo Alex—. Pensó que me estaba rescatando.
Talley me dio una mirada usualmente reservada para los de cinco años.
—Pero tenía eso bajo control. —Oh, Talley tenía toda la situación bajo control. ¿Por
qué no había pensado eso?
—¿Cómo se suponía que iba a saberlo? —murmuré—. ¿Cómo se supone que vaya
a saber algo? Tú definitivamente nunca me dijiste. —Me giré hacia Alex—. O tú.
Quiero decir, en todas nuestras conversaciones acerca de esta cosa loca de cambia
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formas, ¿no pudiste encontrar una oportunidad para mencionar que mi mejor
amiga era una maldita Vidente?
—¿Por qué no? No soy lo suficientemente grandiosa como para estar en su club de
chicos sobrenaturales. ¿O tan sólo soy muy débil y frágil? Todos tienen que
proteger a la pobre pequeña Scout. No la dejen cerca de los lobos, podrían comerla.
No le digan la verdad, no puede manejarla. —Mis ojos ardían mientras aguantaba
las lágrimas—. Bueno adivinen qué, él no va a lastimarme y no soy una especie de
muñeca de porcelana. No necesito su protección. —Para probar mi punto, pateé el
marco de la puerta.
Charlie una vez golpeó la puerta de Jase luego de una de las rondas espectaculares
con su padre. Había golpeado y aflojado las molduras, pero fuimos capaces de
repararla antes de que cualquiera lo notara. No creía que pateara tan duro como
pegaba Charlie, pero aparentemente nuestras puertas fueron hechas de algo más
fuerte que las de la casa de Alex. Mientras sentí mi pie atravesar la madera de
imitación dije una palabra de seis letras que nunca había pasado por mis labios
antes.
No podía soportar el ver a Alex, así que tan sólo cerré mis ojos e incliné mi cabeza
contra el marco de la puerta. Al menos la mitad superior seguía intacta.
—Te dije que debimos haberle dicho —le estaba diciendo Alex a Talley cuando un
fuerte sonido de vibración me hizo saltar.
—La encontré. Está bien. —Charlie dijo algo más, causando que Talley alzara las
cejas hacia Alex.
¿Quién era esta persona? La Talley Matthews que yo conocía era siempre de
modales tímidos y suaves. No mentía con una facilidad casual. No daba órdenes y
nunca le cortaba el teléfono a sus amigos.
Alex hizo un movimiento para soltar la mano de Talley, pero ella la sostuvo.
—¿Joi?
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—¿Talley? Oh, por Dios. ¿Eres tú? ¡Es tan raro! ¡Estaba justo pensando en ti! —No
había necesidad de un súper sentido para escucharla en el teléfono.
—Si alguien pregunta, ¿podrías decir que Scout pasó la noche contigo? Y si alguien
llama buscándonos en las próximas horas, ¿puedes decir que estamos muy
ocupadas para alcanzar el teléfono? Estamos mmm… —Dio otro rápido vistazo a
Alex pero él se mantuvo en silencio—. Estamos trabajando en una enorme sorpresa
para Jase como regalo de graduación. No queremos que nadie sepa porque lo
pueden arruinar.
La última vez que se quedaron a dormir en mi casa pasó la noche entera mirando
fijamente y en silencio en dirección a la habitación de Jase.
—Claro. Puedo hacer eso. —Podría haber sonado más convincente si su voz no
hubiera estado temblando.
Llevó varios ánimos de confianza más, pero Talley finalmente pudo terminar la
llamada, de alguna forma confiada de que tenía una historia para cubrir mi
paradero. Dirigió su atención hacia mí en cuanto guardó el teléfono en su bolsillo.
—Se que estás enojada conmigo en este momento y tienes todo el derecho a estarlo,
pero sólo tenemos un par de horas como máximo para ponerte limpia.
—¿Limpia? —Podía no verme espectacular, pero había tomado una ducha esa
mañana.
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—Créeme, nadie quiere saber cómo Charlie puede reaccionar si te llevo a casa
oliendo a Alex.
Levanté la remera del Hombre Araña a mi nariz. Todo lo que podía oler era
suavizante de ropa con olor a cítrico.
Sip, aun estaba molesta. Me concentré en respirar profundas bocanadas de aire por
mi nariz y exhalarlas por mi boca lentamente.
—De acuerdo —dije, con los dientes apretados—. Vámonos. —Alex me interceptó
en la puerta.
—Scout, espera. —Me detuve, pero no miré hacia arriba—. No estás usando
zapatos.
Mierda. Tenía razón. ¿Dónde estaban mis zapatos? De hecho, ¿dónde estaban mis
ropas?
—Liam lavó todo, pero vas a tener que relavarlo para cancelar el perfume de lobo.
—Hizo toda la cosa de mirarse los pies y morderse el labio—. ¿Quieres venir
conmigo para buscar todo?
—Claro. —¿Qué se suponía que hiciera? ¿Quedarme ahí parada como testaruda y
demandar que me trajera mis ropas recién lavadas?
—Lo siento.
—La abracé porque estaba claramente molesta y, en caso de que no te hayas dado
cuenta, a Talley le gusta abrazar.
—¿Y supongo que tuviste que sostener su mano porque hablar por teléfono
requiere un montón de apoyo moral?
Los ojos de Alex giraron hacia el living donde una voz gritó:
—Hazlo, díselo. —Me habría preguntado sobre Videntes y súper oídos, pero ya
que podía oírla murmurar—. Como si pudiera detenerte. —Le atribuí en cambio la
capacidad de escuchar a escondidas a través de paredes delgadas.
—¿Recuerdas cuando te estaba contando sobre las videntes y te dije que algunas
de ellas podían ver lo que estabas pensando con sólo tocarte?
—Sí. Pensamientos, emociones, profundos secretos. —Eran los videntes que más
me volvían loca. Me gusta que mis pensamientos privados, emociones y secretos se
mantuvieran privados. La idea de que alguien pudiera conocer esas cosas sobre mí
sin mi permiso no era exactamente tranquilizadora.
—¿Y cómo explica eso exactamente por qué se agarraban de las manos? —
Realmente no me importaba quien de los dos respondía. Asumí que Alex me jaló
hacia la lavadora para una conversación privada, pero eso había demostrado ser
inútil.
—¿Así que tu sólo estabas diciéndole que decirle a Charlie? —Tenía sentido. No
habría podido hablar en voz alta sin que Charlie lo oyera. Y de alguna manera
saber que Talley no se había transformado de repente en una experta mentirosa
durante la noche me hacía sentir mejor.
Por primera vez desde que Talley llegó, Alex sonrió mientras asentía con su cabeza
en acuerdo.
—¿Y no podías haberle tocado el hombro o algo así? —Traté de sonar irritada, pero
mis labios se estaban alzando en respuesta al nuevo humor elevado de Alex.
—No te preocupes por ello. Las casas de hombres lobo tienen la tendencia de
atraer la destrucción. Un pequeño hoyo no es nada comparado a aquella vez que
Liam arrancó el mostrador de la cocina con los cajones y lo lanzó a través de las
puertas francesas.
¿Eso se suponía que tuviera que hacerme sentir mejor? ¿Saber que Liam era lo
suficientemente fuerte para hacer pedazos una mesada de cocina con sus propias
manos?
—Oh bueno. Tal vez decida que somos de espíritus similares y deje de odiarme.
¿De todas las cosas que necesitábamos discutir y ella quería hablar de las
habilidades para besar de Alex?
―¿Desde cuándo?
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―Al menos prométeme que estás usando protección. ―Me tomé unos pocos
minutos para contestar, porque tomé un chicle y estaba masticando cuando se me
fue hacia mi tráquea.
Talley había parado el carro y palmeo mi espalda un par de veces antes de que
fuera capaz de toser.
―¡No estamos haciendo nada que requiera usar protección! ―dije, agregué “crees
que soy una cualquiera” en mi lista de razones para estar molesta con Talley.
―¿De verdad? ―dijo, finalmente saliendo al camino principal―. Por qué Alex
tiene un recuerdo de lo que ustedes estaban haciendo antes de que yo llegara allí,
mientras estaba hablando con Joi y…
―¿Lo amas?
―¿Quizás? Quiero decir, me preocupo mucho por él. Es asombroso y cuando estoy
con él, se siente correcto. Me hace feliz. Realmente feliz, Pienso que lo amo pero…
―Pero Charlie.
persona.
―¿Por qué no? ―¿Era esto otra de esas cosas de “Scout es incapaz de conectar con
gente real?
―Tu mamá y papá son el mejor ejemplo del mundo de que tan posible es amar
verdaderamente a más de una persona.
―¿Lo son?
eran cosas de cuento de hadas, pero dudaba que Talley quisiera señalar eso.
―¿Entonces estas tratando de decir que podría estar enamorada de Charlie y Alex?
―Entonces soy una idiota ―murmuré. Ella tenía razón, por supuesto. Talley
siempre estaba en lo cierto.
Quizás lo he sabido durante todo este tiempo, pero hablar sobre eso lo hacía más
real de alguna manera.
―Por un lado, estoy enamorada de alguien por quien he tenido que mentir y salir
a escondidas para estar con él, porque si alguien descubriera que estamos juntos,
podría causar alguna clase de pelea épica entre cambiaformas. Por otro lado, estoy
enamorada del primo de mi hermano quien piensa en mí como la pequeña
hermana que nunca tuvo. Y no podemos ignorar el hecho que ambos son
monstruos de una clásica película clasificación B. Si eso no es idiota, entonces
realmente no sé qué lo es.
―Tú eres una humana, Scout. Felicidades finalmente por unírtenos ―Ella puso
una mano consoladora en mi brazo―. Ahora, como una humana puedes
experimentar una enorme gama de emociones además de la molestia de usarlos
para sentir. No te alarmes. Todos de alguna manera desconcierta y ocasionalmente
duele, pero esas emociones son normales ―Entrecerré mis ojos.
―Si te hace sentir mejor ―abrió la puerta del auto pero se detuvo y me miró―,
tenemos que ir a ver a mi mamá.
―Demasiado tarde. De todas formas, estará feliz de verte. Ella paso la mitad del
día segura de que habías sido raptada por un asesino del Internet ―De mala gana
salí del auto.
―¿Qué es lo que puede ver tu mamá? ―Esperaba que no fuera saber si estabas
mintiendo, aunque parecía el poder más conveniente en el mundo para la señora
Matthews.
―Scout, bien. ―Se paró y consiguió verse mucho más alta de su metro sesenta―.
Hay algo que necesito que te pruebes.
tenido muy pocas razones para visitar su santuario privado desde entonces. Era un
golpe a los sentidos. Brillantes rollos de tela alineados en la pared en cada color
imaginable. Un pasillo formado con estanterías que tenían contenedores llenos con
millones de cuentas y lentejuelas en varios tamaños y formas. El olor del colorante
quemaba mi nariz, mis oídos ofendidos por la música country que sonaba
fuertemente.
―Aquí, ponte esto ―dijo, dándome un corsé extraño que parecía un aparato hecho
de un delgado bronce satinado.
Yo no estaba de humor para desvestirme y me imagine los ganchos de los extraños
aparatos de tortura de la época Victoriana, pero esto era preferible que discutir con
la señora Matthews.
―Mmm…tu pecho ha crecido de nuevo, así que tuve que soltar la parte de arriba,
pero aparte de eso, está bien. ―Levantó el brazo y en menos de diez segundos,
deshizo los ganchos, yo había luchado con ellos por más de cinco minutos―.
Necesitas venir para hacer otra prueba en un par de semanas.
―Tu vestido del baile de graduación ―dijo al tiempo que reacomodó el vestido en
el maniquí sin cara.
―¿Mi qué? ―Miré a Talley por una explicación, pero ella estaba clasificando un
jarro de cristal lleno de botones.
―Es muy amable de su parte, señora Matthews, pero no iré al baile de graduación.
―Si lo harás.
―Irás a este. Talley tiene una cita y tú estarás ahí para cuidarla.
¿Talley tenía una cita?, ¿Para el baile de graduación?, ¿Con quién?, ¿Me había
dicho algo?
―Está bien, nos tenemos que ir ―dijo Talley repentinamente, abandonando sus
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***
Estaba en la segunda enjabonada de Talley, enjuagaba, repetía, repetía, repetía,
repetía y repetía instrucciones y seguía sin creer lo que ella me estaba diciendo.
―Y esta es la razón por la que no te dije antes. Sabía que enloquecerías ―Por
supuesto que estaba enloqueciendo. Yo era una buena amiga. Las buenas amigas
enloquecen cuando decides cometer un suicidio social y maldecirte con una noche
de peligrosa cita del infierno.
―James es un buen chico. Quiero decir, una buena persona. Confía en mí, conozco
a las personas mejor que la mayoría de las chicas. Él solo necesita algo de
autoestima.
―Sí.
―¿Por qué?
Pude escuchar el suspiro de Talley sobre el ruido del agua corriendo de la ducha y
el sonido de botellas al estar rebuscando en los gabinetes del baño.
―Porque solo yo puedo ver lo que necesita y lo que necesita es alguien con quien
ir al baile de graduación y ser tratado como una persona. Yo puedo hacer eso. Voy
hacer eso. Lo siento si tú tienes que ser molestada, pero te aseguro que yo lo haría
por ti.
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―Así que, ¿cómo funciona esa cosa de vidente? ―pregunté cuando ella empujaba
otra botella aromática de shampoo para el cuerpo afrutado por un lado de la
cortina de la ducha. Lo alineé junto con los otros. La bañera empezaba a verse
como una de exposición en Bath and Body―. ¿Es como que tienes que tocarlo o
puedes ver bajo la camisa de alguien?
―Piel con piel es la mejor manera, pero puedo algunas veces leer a alguien si hay
algo de tela entre nosotros. Depende de que tanto este proyectando la persona
―Lavé detrás de mis orejas por sexta vez.
―¿Proyectando?
―Tú sabes, como dando una vibra. Si alguien está realmente estresado o enojado
acerca de algo ellos lo proyectan y no puedo ayudar pero puedo ver por qué están
así. Cuando empecé a ver fue abrumador. No podía caminar en los pasillos de la
escuela sin encontrar a alguien que había chocado el auto de su madre, había
tenido un aborto o alguien que se había liado con otro chico cuando su novia
estaba fuera de la ciudad. Era demasiado. Es por lo que empecé a trabajar en
controlarlo. No es correcto para mí, conocer todas esas cosas.
―¿Fue Jordan, cierto?, ¿Él se vuelve loco por los chicos, no?
―¡Scout! ―Ese es el problema con tener una persona de buen corazón como mejor
amiga. Ella le quitaba toda la diversión a los chismes.
―Bien. Lo siento ―Traté de recordar cuantas veces había lavado mi cabello sin
éxito. Oh, bueno, una vez más, no podía hacer daño―. ¿Hace cuanto tiempo que
eres capaz de ver?, ¿Naciste así?
―No, los videntes son como los cambiaforma. Se supone que podemos acceder a
nuestros poderes hasta que atravesamos la pubertad.
―Julio.
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―¿Qué pasa con Julio? ―Abrí una botella de shampoo para el cuerpo e
inmediatamente la rechacé. Prefería oler a lobo que a rosas.
Asomé mi cabeza por la cortina para ver a mi amiga quien había construido una
pared a su alrededor con cremas perfumadas.
―¿Julio?, ¿De este año? Has estado usando sujetador desde cuarto de primaria,
desde los 9 o 10 años y tuviste tu primer periodo antes de empezar la secundaria.
Pienso que hace un rato que pasaste la pubertad hasta este momento ―Talley dejó
de acomodar las botellas multicolores y me miró, haciendo una mueca por el
charco de agua que mi pelo había dejado en el piso.
―Dije que se suponía que accedemos a nuestra visión cuando pasamos por la
pubertad. Yo tuve un tarde despertar. Todos pensaban que no tenía el poder, hasta
que tuve una visión después del verano. ―Me alcanzó una esponja y me hizo
señas para que continuara deslavándome.
―Pensé que eras una tocadora de alma o como se llame. ¿También tienes visiones?
―Bueno, mamá pensó que era una visión, pero después empecé hacer todo eso de
tocar. Desde que veo es solo una cosa a la vez, obviamente no era una visión real.
No es que pueda convencer a los chicos de eso.
El agua había ido de caliente, para luego estar tibia y ahora amenazaba con
deslizarse dentro de tierras frías. Había tenido suficiente del frío la noche pasada,
así que cerré la llave de la ducha, confiada en que mi popurrí de esencias florales y
frutales pudiera enmascarar cualquier aroma relacionado con Alex.
―¿Sobre qué fue tu visión? ―pregunté, enrollando una gran toalla a mí alrededor
antes de salir de la ducha.
No, ella no había desarrollado habilidades de súper mentirosa la otra noche. Era
bueno saberlo.
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―Lo siento. Debí decírtelo. Hubiera ayudado a que entendieras. Es solo que…
―Tomó un profundo respiro y miró a mis ojos―. ¿Entiendes que no es una visión
real, verdad? No puedo ver el futuro. Eso no va a pasar ―Su intensidad era un
poco inquietante.
―Es por lo que ellos los odian, por lo que no quieren que estés cerca de Alex. Ellos
tienen miedo que si tú te acercas demasiado a él, podría…
Talley se encogió.
―No es gracioso.
―Por esa razón, es por lo que no me estoy riendo. ―No encontraba esto ni
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remotamente gracioso. No estaba preocupada por Alex. Alex nunca me haría daño,
pero Talley había visto un hombre. Un hombre bestial. Yo solo conocía a uno como
eso e imaginarlo teniendo deseos de destriparme no era difícil―. ¿Cuándo tuviste
esta no real visión?
―El cinco de julio. ―Ella volvió a su rutina de torcer su pelo―. Y antes de que
preguntes, si, fue el mismo día que Coles se mudó aquí.
―Lo sé. ―Ella no había contestado mi pregunta y yo sabía por qué. La duda
estaba escrita claramente en su cara―. ¿Él sabe sobre esto?
―No.
―Ellos piensan que es mucha coincidencia, las apariciones y la visión. Y luego con
la obvia obsesión de Alex hacia ti… ―Bajó su cabeza. No estaba segura si su
consternación era porque Charlie y Jase creían en la visión o por los sentimientos
de Alex hacia mí.
―No lo sé.
Corregido por
Descubrir que Liam Cole pudo haberme matado era perturbante, pero había
estado consciente de la posibilidad desde Agosto. Claro, perdí mucho sueño esas
primeras noches después de la revelación de Talley, pero eventualmente fui capaz
de dejar de obsesionarme al punto de la distracción. De todas formas, eso no
significó que lo olvidara.
—Sabes, tener mis entrañas arrancadas por un hombre lobo está empezando a
sonar no tan malo —dije mientras Talley me golpeaba en la cabeza con un pasador.
—Bueno, está ligado con menos dolor. ¿Qué en la Tierra estás haciendo ahí atrás?
—No tienes que ir a los problemas. ¿Cuál es el punto? No es como si tuviera una
verdadera cita al baile de graduación.
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—Alex estará ahí. ¿No quieres verte bien para él? —Cuando Alex descubrió que
estaba siendo obligada a asistir al baile, decidió que también iría. Sugerí que
invitara a Joi, ya que ella había sido botada recientemente por John Davis. Sabía
mejor que estar celosa, y no lo estaba, pero sí me sentía como una perdedora.
—Bien, eso es. —Talley roció mi cabeza con media lata de laca de fuerza industrial,
solo-para-las-chicas-del-Sur—. Ve y mírate —dijo, apuntando al espejo de cuerpo
completo en la pared.
No reconocí a la chica que me contemplaba. El vestido que la Sra. Matthews había
hecho parecía algo sacado de un cuento de hadas. Ella había unido capas sobre
capas de material parecido a telarañas puras en matices metálicos al loco
corset/corpiño. El corte daba la ilusión de una diminuta cintura y un considerable
pecho, mientras los colores hacían que mi piel, cabello y ojos se vieran más etéreos
que monstruosos. Lo suficiente raro, el complejo nudo que Talley había hecho
sobre mi cabeza se veía elegante y sexi.
—¿Bruja?
—Sí, bruja. Solo una bruja es capaz de esta mágica transformación. Bueno, brujas y
hadas. ¿Tú y tu mamá son hadas?
—Lo hacía hasta que me vi a tu lado. —El vestido de Talley era la creación más
glamurosa de los vestidos para el baile de la Sra. Matthews. Estaba cortado para
hacer a Talley parecer una voluptuosa diosa sexual y estaba teñido del mismo tono
azul de sus ojos. Su cabello colgada en perfectos rizos.
—Pobre James. No sabrá que lo golpeó. —Un rastro de rojo coloreó sus cremosas
mejillas.
—No es así. No intento seducirlo o nada. Sólo quiero que tenga una linda noche,
una noche en la que sienta que pertenece en todo este mundo colegial.
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La Sra. Matthews metipo la cabeza por la puerta, dirigiéndonos una rara mirada de
aprobación.
—Bueno, se ven tan hermosas como en la imagen —dijo, su acento de los
Apalaches más fuerte en su evidente alegre estado—. No puedo creer cuán
grandes se están haciendo. —Sus ojos brillaban a la lluz y temí que derramara una
verdadera lágrima.
La Sra. Matthews no debería hablar de mis pechos y sobre quién los puede ver.
Nunca. Y de verdad no debería intentar arreglar la parte superior de mi vestido
para cubrirlos, pero estaba demasiado incómoda como para mencionárselo.
—Sospecho que así tendrá que ser —dijo, suspirando por mis pechos—. Sus citas
se están cansando de esperarlas a ambas ahí fuera.
—¿Citas?
—¿Personas de compañía? —No sabía qué se suponía que era eso, pero sonaba
pervertido.
—Scout va sola, Mamá. Eso significa que no tiene una cita. —También significaba
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—Bueno, alguien debió decirle a ese pobre chico sentado en mi sala. —Talley y yo
intercambiamos miradas de confusión antes de apresurarnos escaleras abajo. La
Sra. Matthes no estaba bromeando. Hay estaban, de hecho, las citas. James sentado
al borde del sofá con brillantes flores estampadas como si estuviera preparado para
correr por la puerta en cualquier momento.
—¿Charlie?
—¿Desde cuándo?
—Maldición. Sabía que olvidaba algo. Bien, aquí voy. —Respiró hondo y fingió
una expresión de falsa sinceridad—. Scout, ¿irías por favor al baile de graduación
conmigo?
—No.
Su sonrisa era triunfal mientras deslizaba el ramillete por mi muñeca. Ellas eran
lindas flores, por lo menos. Pequeñas y delicadas rosas de cada color imaginable
estaban mezcladas con capullos. Aunque no podía entender por qué alguien había
puesto una rara flor amarilla en el centro.
—Creo que no me matará ayudarte a revivir tus días dorados de secundaria por al
menos una noche.
La cena fue una locura incómoda. Valero’s, uno de los únicos dos restaurantes
formales en un radio de cuarenta y cinco minutos de la escuela, estaba lleno. Los
cuatro nos apretujamos en una mesa que era para dos. Nos golpeábamos los codos
y tomábamos el vaso de agua equivocado. Charlie intentó meter a James en la
conversación, pero eso fue tan bueno como el manual para padres de Joan
Crawford.
—Alto —dijo Talley—. Muchas personas de verdad temen a los payasos. Pobre
Jase. Esto arruinará su baile de graduación.
—Creo que podría ser peor —dijo Charlie—. Podría haber… —Nunca descubrí
cómo podría ser peor pero en ese momento él reconoció la pareja sentada a la mesa
hacia la que Talley se dirigía. Mi estómago cayó a mis rodillas.
—¡Joi, te ves genial! —dije un poco muy entusiasmada—. Ese parece el vestido que
Megan Fox uso para los premios MTV el año pasado.
—¡Oh Por Dios! ¡Yo también pensé eso! —Mi cumplido causó que Joi, literalmente,
vibrara de la emoción—. ¡Wow! ¿Quién es tu cita? ¡Es súper lindo!
—Oh, eres el primo de Jase, ¿cierto? —Joi se giró hacia Alex, quien era la viva
imagen de lo atractivo con su traje negro y corbata—. Alex, este es Charlie. Es el
primo de Jase, pero, sabes, no está realmente relacionado con Scout, así que ellos
aquí juntos no es tan raro como suena. —Tendría que recordar agradecerle a Joi
por eso luego—. Charlie, este es Alex.
había dos asientos libres, lo que me dejaba con la opción de sentarme entre Charlie
y Alex o dejar que se sentaran a la par. Mientras me deslizaba en mi silla presioné
el pie contra el tobillo de Alex.
—Son lindas, ¿no? No sabía que había rosas de tantos colores. —Podía tener una
conversación casual, ¿cierto?
Alex encontró los ojos de Charlie con una expresión de extraño entretenimiento.
—Nunca he visto una como ésta —admití. Eso sonaba mejor que es fea y se ve mal
en medio de las lindas rosas.
—Depende de cuál mitología sigas —dijo James. Su voz era más confiada al
discutir uno de sus temas favoritos: cosas raras—. Algunas historias dicen que
ayuda a reconocer a los hombres lobo, otras que puede evitar el cambio. En una de
las películas de Drácula era usada para protegerse de los vampiros.
—En Ginger Snaps se usaba para crear la cura contra la licantropía —aportó
Talley.
James le sonrió con alegría. Era la primera vez que lo veía sonreír. Podía ser la
primera vez que sonreía en toda su vida, punto. Eso mejoró considerablemente su
apariencia.
—Mamá moriría si supiera, pero la he visto al menos diez veces. —El entusiasmo
de James rayaba lo adorable mientras él y Talley se pasaban a modo “películas
raras”.
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Lo más inteligente que pude haber hecho era dejar el tema del veneno de lobo. Lo
consideré antes de girarme hacia Charlie y decir:
Él ni siquiera parpadeó.
—¿Veneno de Lobo? Les dije que pusieran flores de bergamota. —Se estiró sobre la
mesa para tomar mi muñeca en sus cálidas manos—. Mi profesor de ecología dijo
que el que lo llevara estaría bajo el control de quien se lo dio. Lo iba a usar para
hacerte bailar conmigo esta noche. —Su boca se convirtió en una torcida media-
sonrisa mientras un dedo trazaba un camino por el interior de mi muñeca hasta el
codo. Sabía que todo era un espectáculo para Alex, pero corazón se aceleró y se me
puso la piel de gallina por igual—. Creo que tendré que persuadirte de otra forma.
—Yo no bailo.
—No seas una Debbie Downer . Es el baile de graduación. Tienes que bailar.
¿Por qué no podían mis padres haberme criado en la iglesia de Cristo donde bailar
era el octavo pecado capital?
—No tengo que hacer nada —solté. Joi se sorprendió, haciéndome sentir
instantáneamente culpable. Mis hombros cayeron bajo este peso—. Sabes que no
puedo bailar. No tengo ritmo.
Mi corta fantasía de perderme en la música en los brazos de Alex fue cortada por
Charlie al tomar mi muñeca con tanta fuerza que podía haber grabado sus huellas
dactilares en el hueso.
—Sí, bailar es fácil —dijo Joi—. Podemos mostrarte cómo se hace. ¿Cierto, Alex?
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—Por supuesto. —Él arrastró fuera la silla de Joi por ella, como buen caballero que
era. Aun así, para alguien que había pasado meses estudiando sus acciones y
movimientos el dolor era evidente.
—¿A dónde vas? —preguntó Charlie antes de notar que me había puesto en pie.
—Baño —murmuré, abriéndome camino por el mar de cuerpos entre las puertas y
yo.
—Yéndome. Joi y John se reconciliaron, por lo que no hay razón para que me
quede.
—Por la misma razón por la que no puedo dejar que me toques. —Se tambaleó un
poco en la punta de sus brillantes zapatos formales.
—¿Es Charlie? Escucha, no sabía que iba a hacer esto. Él solo apareció con un traje
y estas estúpidas flores y…
—Scout, no es tu culpa. Es mía. La luna llena está muy cerca. El lobo en mí está
muriendo por establecer su territorio. Si me quedo lo atacaré y no serás capaz de
perdonarme por eso.
—No lo entiendo. Estás bien con Jase en la escuela. —Alex miró hacia arriba, su
mirada de acero atrapó la mía antes de caer sobre el collar que descansaba contra
mi garganta—. Charlie es diferente.
—¿Mis opciones?
—Él está enamorado de ti. Será bueno contigo, te cuidará. Te mereces algo mejor
de lo que yo puedo darte.
Estuve en silencio por un largo rato, insegura de qué decir. Alex estaba
equivocado. Tenía que estarlo. No sabía si podría manejar esto si él no estaba.
Renuentemente asentí.
—Lo es. —Me dedicó una última y amarga sonrisa antes de abrir la puerta de su
auto—. Buena noche, Scout.
Me quedé hasta que vi las luces traseras de su carro perderse en la distancia.
Regresé adentro, determinada a divertirme a pesar del apesadumbrado estado de
mi corazón para mantener mi promesa con Alex. Una mirada a mi mesa me hizo
darme cuenta que iba a ser más fácil decirlo que hacerlo. Charlie estaba tirado
sobre su silla, contemplando un hueco en la pared mientras Jase brillaba en la pista
de baile.
—¿Dónde has estado? —preguntó Charlie sin mirarme cuando me senté a su lado.
—Te lo dije, tenía que ir al baño. Eso no es una tarea fácil con este vestido.
—¿Qué demonios está haciendo ella? —La “ella” a quién él se refería parecía ser
Talley, cuyas caderas se mantenían en perfecta sintonía con la música que sonaba
por los altavoces contra James.
—Creo que a eso lo llaman bailar. —La fría mirada de Jase se enfocó sobre mí.
—Quiero decir, ¿qué hace ella con ese perdedor? —Señaló abiertamente hacia
James—. Si hubiese sabido que iba a costar tanto que la invitaran hubiese hecho
que uno de los miembros menores del equipo la invitara. —Se inclinó hacia mí
mientras hablaba.
—Estás borracho.
—¿De qué va todo esto? —le pregunté a Charlie. Jase había retomado su prueba de
intoxicación golpeándose la nariz, añadía un ocasional “beep-beep”.
Charlie observó a Jase, quien había pasado a tocar la batería de aire junto a una
solo de batería de hip hop.
—Creo que nuestro primer paso debería ser negar que lo conocemos. Solo di que
es un desconocido cualquiera que nos empezó a hablar.
Charlie suspiró.
—Él está bien. Tinsley lo llevará donde Tyler y promete que no lo dejará tomar
más.
Sé que suena como una confesión de Adam Ant, pero no tengo mucha experiencia
con los borrachos.
—¿Walker? No. No Johnny. Jack. Jack es un buen chico de Tennesse. —Casi sería
gracioso si él no fuera tan patético.
Jase, por supuesto, peleó conmigo. Mientras intentaba explicarle todo el concepto
de alcohol y deshidratación, Charlie se alejó, prometió traer algo de Aquafina.
Estaba agradecida cuando Talley y James, quienes parecían sudorosos pero felices,
regresaron a la mesa.
—Gracias a Dios. Personas sobrias.
—Oh, eres tú —Jase le dijo a James—. Sabes que ella es muy buena para ti, ¿cierto?
—Sí, lo sé —dijo James, su rostro aparentemente pegado en esa nueva sonrisa que
llevaba—. También ayuda pensar que tú no eres lo suficientemente bueno para
ella.
—Sí, lo hicimos.
James sopesaba sus opciones cuando un par de manos tomaron los hombros de
Jase.
—Jódete.
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—Es gracioso que digas joder, Amigo, porque eso es lo que parece que Jordan y tu
cita están haciendo.
—¿Deberíamos hacer algo? —le pregunté a Charlie, mis ojos pegados a la forma de
Jase alejándose—. Sí, deberíamos bailar.
—En realidad, el problema es que piensas demasiado. —Su mano rozó mi rostro,
siguiendo exactamente el mismo patrón que Alex había tocado antes—. ¿Por favor,
Scout? ¿Por favor baila conmigo? —Su voz se rompió, junto con mi resolución.
—Le expliqué que tenía una promesa que mantener que le hice a una chica. —Los
tacones de los zapatos de tiras que llevaba me pusieron al nivel de los ojos de
Charlie.
Estaba fascinada por el hecho de que eran de varios tonos de verde, más oscuros
en los bordes y más claro mientras se acercaban a la pupila.
Tenía que tener al menos treinta. Creo que nunca antes había visto un iPod.
—¿Qué promesa?
—Has sido muy obstinada sobre dejarme cumplir mi obligación. Creí que iba a
tener que drogarte para sacarte.
—¿Cómo lo recordaste? Eso tuvo que haber sido hace siete años.
—He estado esperando este baile por mucho tiempo. —Se inclinó y descansó los
labios cerca de mi oreja—. La espera valió la pena. Te ves hermosa esta noche,
Scout.
No podía pensar en una ingeniosa respuesta, por lo que me relajé en sus brazos y
disfruté la sensación. Después, Charlie intentó hacer que me quedara en la pista e
intentó una canción más rápida, pero declaré que su promesa estaba pagada por
completo y regresé a nuestra mesa. Nos quedamos otra hora, mirando como
Tinsley ayudaba a Jase a salir por la puerta y suspirando aliviados cuando llamó
para informarle a Charlie que su primo era oficialmente la peor cita para el baile,
estuvo borracho todo el baile y se perdió la fiesta después debido a que se
desmayó en la hamaca de alguien.
Charlie se quedó en mi casa ese fin de semana, por lo que el momento para llevar
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—No está teniendo el efecto deseado —rezongó. Sentí una calidez en mi abdomen
mientras él terminaba con los últimos cierres. ¿Era mi imaginación o sus dedos
temblaban?—. Tú… —Lo sentí respirar hondo antes de aclararse la garganta—.
¿Tú necesitas ayuda con el cabello?
Asentí, insegura de poder hablar. Suspiré mientras sus manos se movían por mi
cabello, gentilmente soltando cada mechón, uno a la vez.
—¿Lo amas? —preguntó tan suave que no estaba segura de que hubiese hablado.
—¿Quién?
—No soy tan estúpido como crees, Scout. Veo la forma en que se miran, cómo eres
a su alrededor.
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Él me giró para quedar cara a cara. Tomé la parte superior de mi vestido con
ambas manos, sosteniéndolo en su lugar.
—Podría amarte. Te daré lo que quieras, lo que sea que tome hacerte feliz. ¿Puede
él decir lo mismo?
Miré los ojos de Charlie y supe que Talley tenía razón. Era posible amar a dos
personas a la vez, pero no era posible mantenerlos a ambos. Ahí, en el oscuro
pasillo con mi vestido de graduación medio abierto, sintiendo el calor del cuerpo
de Charlie calentando el mío, tomé la más difícil decisión de mi vida.
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Capítulo 18
Traducido por isa_peti y CrissViz
El camión de Charlie iba cuando salí para la iglesia la siguiente mañana. No estaba
sorprendida, pero estaba decepcionada. Yo quería que él estuviera ahí, actuando
como si nada hubiera pasado, como si no tuviera roto su corazón junto con todo lo
que teníamos juntos.
—Por favor, Scout —me suplicó. Había visto esa dolorosa expresión en su cara
incontables veces por años, pero nunca antes había sido la causa de ello. Me odiaba
más en este momento de lo que nunca había odiado a nadie o nada—. Por favor,
solo piénsalo. No tienes que decir nada ahora.
No sé qué dije, o aun si dijera nada. Sé que me escapé como la cobarde que soy y
me encerré en el baño, buscando consuelo en el santuario de la ducha durante el
tiempo que el agua se mantuvo caliente.
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Había usado el resto del día ocultándome en mi cuarto, aunque no tan bien Angel
no podría encontrarme.
Bailaba alrededor de mi cuarto con Guido, exigiendo paso a paso cuenta del paseo
nocturno.
No me dejo en paz hasta que escuchamos Jase tropezar justo después de mediodía.
Voces enojadas flotaban a través del aire ventilándose casi inmediatamente.
Mientras la lectura de papá alcanzaba el punto relevante del consumo de alcohol
de menores de edad, rompiendo toques de queda, y la irresponsable conducta,
mamá miraba con fijación en el hecho que no era posible regresar el traje de Jase al
lugar de alquiler. Que era demasiado para Angel encargarse. Ella saltó por la
puerta para ser testigo en primera mano de la acción. Yo estaba medio tentada a
seguirla, pero sabía todo lo que tenía que hacer era esperar. Efectivamente, no
pasaría mucho tiempo antes de que hubiera una luz golpeando a mi puerta.
—¿Scout? —Jase salió arrastrando los pies adentro, cerrando la puerta detrás de él.
Su pelo era bastante cómico, la mitad enmarañado contra su cabeza y la otra mitad
se pegado hacia fuera, pero palidecía en comparación con su esmoquin. Alguien
debía haber agenciado uno de esos moviéndose blanqueo plumas y lo utilizó en los
pantalones y la chaqueta.
—¿Noche graciosa?
—Eso oigo —dijo cayendo sobre mi cama—. Realmente no recuerdo nada después
de la cena. Ataca eso. Recuerdo un sádico payaso torturando adolescentes con las
Spice Girls antes de cortarlas en pedazos.
—Venía. Promesa.
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Jase se enrosco en posición fetal y tiró la almohada sobre sus ojos. Cuando pensé
que había caído dormido, o posiblemente cayendo en coma, volví mi atención atrás
a mis libros de cálculo. Estaba aún mirando fijamente la página, intentando
recordar el último paso que tenía sentido, cuando Jase preguntó: —¿Dónde está
Charlie?
—Nada —mentí.
Me sentí tan miserable mientras Jase me miro. Mi culpa y el corazón roto casi me
convencieron para cancelar mis planes para la noche. No estaba ciento por ciento
segura de que volvería a pasar por ello hasta Talley se detuvo en el camino de
entrada.
Me retiré de la ventana.
—Por supuesto que quiero esto. Estoy entusiasmada. —Las cejas de Talley se
levantaron incrédulamente una vez más, con sentimiento.
aire—. Charlie me hizo saber que tenía opciones ayer por la noche. —El coche se
desvió por la doble línea amarilla, y luego se echó hacia atrás en nuestro carril con
suficiente fuerza para golpearme contra el cinturón de seguridad.
—Bueno, ahora todo el mundo sabe a qué atenerse. Eso es bueno. —Notó mi
expresión y cambio eso—. Bueno, no es bueno bueno. En este momento es un poco
molesto, pero es lo mejor al final.
Estaba agradecida de que Talley se tomara el tiempo para pensar en ello en lugar
de sólo espetar una confirmación para aplacarme.
—¿En serio? ¿Un lobo? Pensé que Alex era un lobo esponjoso conejito. —La
expresión de Talley indicó que ella no compartía mi gusto por la ironía verbal.
—Una parte de él será Alex. La otra parte será un lobo. Un salvaje, animal
depredador que actúa por instinto en lugar de la lógica.
—Uno, los lobos rara vez atacan a los seres humanos. Y dos, siempre y cuando
haya una pequeña parte de Alex de allí, él no va a hacerme daño, lo sabes.
—Tengo un mal presentimiento sobre esto, Scout. Por favor, deja que te lleve a
casa. —Nos acercábamos al lugar donde el camino terminaba en el bosque.
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Sabiendo que iba a ver a Alex en cuestión de momentos afilaba mis nervios.
—No, yo quiero hacer esto, — le dije con confianza—. Además, no tienes tiempo.
Apenas vas a llegar a la casa de Toby antes del anochecer.
—Ten una buena noche, Tal. Ve a aullar a la luna. —Me guiñó un ojo mientras
cerraba la puerta de golpe en su expresión cautelosa.
Alex fue inmediatamente allí, con la boca diciendo “hola” a la mía sin la ayuda de
las palabras.
—No estaba seguro de que ibas a venir —dijo mientras Talley se alejaba,
levantando una nube de polvo a su paso—. Pensé que podrías haber cambiado de
opinión.
—No cambié. —Lo arrastré para otro beso. Esta vez, cuando nos separamos me
sostuvo la mirada. Mi mano rozó su pelo sobre la frente—. Te quiero.
—¿En serio?
—Anoche hice lo que me pidió que hiciera. Pesaba mis opciones y... —Besé a la
punta de su nariz—. Yo elijo a ti, Pikachu.
con entusiasmo sobre su espalda, sentí un musculo sacudirse contra mis dedos.
—Aunque esto es muy entretenido, no es por este show que vine —dije, me
desenredé de sus brazos. Hice una seña con la mano para que se fuera—. Ve.
Cambia.
No había camino para subir, pero eso no nos importaba. Era una hermosa noche
para una caminata. El aire se sentía pesado con el olor terriblemente dulce de la
madreselva.
—Así, ¿qué paso con el pollo? —preguntó cuándo le di la bolsa así podía
impulsarme para subir la pendiente rocosa que el fácilmente salto encima.
—Fue idea de Talley. Dijo que podrías necesitar comida después del cambio, y no
le gustó la idea de que me dejaras sola en el bosque para ir a cazar. Solo lo tome
por ser educada. —Finalmente logré subir donde Alex esperaba—. No tienes que
comerlo. Estaré bien mientras tú vas a cazar un conejo, ardilla o lo que sea. Sé
cuánto amas cazar. —Me incliné para tomar mi bolsa de vuelta pero el tomo mi
mano que estiraba para jalarme más alto en la colina—. Corrección, me gusta cazar.
A ti te amo. Bueno, a ti y a tu KFC extra crujiente. Mucho mejor que un conejo
crudo.
Alcanzamos el punto donde los arboles comenzaban a escasear. Una vez que
rodeamos una gran roca, me encontré en un claro que había sido preparado para
mi llegada. Una cobija estaba tendida en el suelo a un lado de una bolsa de dormir
enrollada y una almohada. Una docena de velas blancas largas estaban dispersas
en el lugar.
—Quería que fuera agradable. —Apreté su mano, viendo con asombro el lugar. La
cima de la colina terminaba donde empezaba el lago, creando un escenario más
parecido a Colorado que a Kentucky—. Esto es hermoso. Definitivamente ganaste
el premio a la “Mejor Locación de una Primer Cita”.
—Me alegra que te guste. —Me guió hacia la cobija y luego me ayudó a quitarme
la mochila que había estado cargando—. Así que, estoy curioso, ¿qué has traído?
—preguntó al empezar a encender las velas.
—Oh, tu sabes, un disco volador, pelotas de tenis, snack de cuero crudo.
Realmente estoy muy emocionada. Nunca tuve un cachorro.
—Un suéter, algunas linternas y mi libro de cálculo. Les dije a mis padres que
estaba estudiando para un examen de mañana y eso es lo que planeo hacer. No
todos… —El cuerpo de Alex se sacudió violentamente provocando que se me
escapara un pequeño grito de mis labios.
—Estoy bien —dijo. Tenía problemas en creerle porque aún no había dejado de
temblar. Leí en el libro del Dr. Smith que posponer el cambio era posible, pero era
difícil y doloroso. Si un cambia forma esperaba demasiado para empezar el
proceso, podría empezar el cambio involuntariamente, el cual nunca era de manera
agradable.
—No, puedo esperar un poco más. Estoy bien. De verdad. —Él se veía como lo
opuesto de bien. Podía ver los músculos cambiar debajo de su piel.
—Esto es una locura. Te estás haciendo daño por ninguna buena razón. Por favor,
ve a cambiar. Estaré aquí cuando regreses.
—Te amo.
Esperé hasta que Alex salió de mi vista y entonces fui hacia el borde del acantilado.
La puesta del sol lanzaba grandes sombras sobre el suelo, haciendo que el viejo
roble retorcido en la orilla opuesta pareciera decoración de Halloween.
El roble me parecía extrañamente familiar.
éCamine varios metros por la orilla, tratando de ver en diferentes ángulos, pero
algo no estaba bien. Me asomé y miré rápidamente sobre el borde, tal como lo
sospechaba, la colina no caía directamente al agua. El precipicio caía sobre una
pequeña playa rocosa, contaminada con madera y ramas.
Había una franja de playa, lo sabía muy bien. Había estado ahí muchas noches
desde noviembre.
Me senté y mire la orilla opuesta, comparando los detalles de mis sueños con lo
que había ahí hasta que los rayos del sol desaparecieron. No había duda.
Definitivamente este era el lugar con el que había estado soñando.
Hace seis meses lo habría visto como una coincidencia y lo habría dejado pasar sin
pensar más en eso. En mi mundo lógico, sin cambia formas y videntes, donde los
sueños no tenían intenciones secretas o significados ocultos. ¿Pero ahora?
¿En que creía ahora? Me senté por largo tiempo, enfrascada en profundos
pensamientos.
Alex estaba totalmente en silencio cuando se acercó a un lado mío. Solo fue el
aroma de la receta secreta del Coronel Sanders que me alerto de su presencia. Su
forma de lobo era más imponente de lo que recordaba. Cada centímetro de él era
brillante y atlético. Pelo negro rodeaba sus ojos haciéndolos plata brillante.
Alex bajó su cabeza y la subió haciendo que mi mano estirada cayera entre sus
orejas. Le di una o dos palmaditas antes de recorrer con mis dedos su suave y
abundante pelo de su cuello.
—¿Quieres escuchar algo raro? Bueno, es raro para mí. Debes pensar que soy
estúpida por ponerme nerviosa por eso —continué acariciando su pelo mientras
balbuceaba—. He soñado con este lugar. Mucho, Y en mis sueños tú estás siempre
por allá. —Le indiqué con mi brazo la orilla opuesta—. Y yo en la playa que está
debajo. Y pensándolo claramente, no es muy lejos, pero no podemos escucharnos
el uno al otro.—Alex me miró fijamente con sus ojos grises plata—. ¿No piensas
que es raro?
Esa mirada estaba diciéndome algo. Algo que sonaba muy horrible, a: ¿estás
bromeando conmigo? pero golpeo su pata una vez, de todas formas.
Pero lo único que estaba sintiendo era paz. Una pequeña parte de mi seguía
lamentándose sobre lo que pasaría con Charlie, y probablemente siempre sería así,
pero estaba feliz con la elección que había hecho. Estaba feliz con Alex.
—Supongo que deberíamos abrir ese estúpido libro de cálculo, en algún momento
—finalmente dije, no feliz con la posibilidad de romper el momento perfecto que
habíamos creado.
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—Para de hacer eso —jadeé, débilmente empuje su pecho—. Tu nariz está fría.
La parte de mí que vivía con temor, la parte que se intimidaba con los maestros y
se ocultó en el baño por horas la noche pasada, quería desaparecer en un hoyo o al
menos cerrar mis ojos y esperar porque todo terminara.
Ambos eran mucho más pequeños que Alex, cerca de treinta centímetros y no tan
voluminosos.
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Ambos tenían pelo café, aunque el más grande de ellos se veía que tenía luces en
su pelaje. Sus ojos tenían una terriblemente familiar sombra de verde.
El animal que era mi hermano me ladró. Era un sonido que parecía tener tintes de
algo cercano a la sorpresa o el fastidio más que ser una amenaza. Movió su cabeza
hacia un lado con un gemido y merándome ansiosamente. Sentí la histeria crecer
con las palabras.
No haría lo que fuera que Jase quería que hiciera. Charlie dio un resoplido agitado
y se movió hacia mí, haciendo que Alex diera un gruñido amenazante.
Encarado con un indudable adversario, los coyotes abandonaron sus intentos por
comunicarse conmigo y se enfocaron en el peligro que Alex representaba. Ellos
acecharon en direcciones opuestas, moviéndose hacia el claro y tomando su
posición a cada lado de él.
El mundo parecía detenerse mientras veía a los animales frente a mí. Estaban
parados a cinco metros de distancia entre ellos, cada uno preparado para la acción.
Charlie estaba gruñendo y rugiendo para los caninos equivalente a los comentarios
relacionados con la madre, sus maldiciones captaron la atención de Alex, pero yo
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Jase cambió su peso y yo salí corriendo. Chocamos a pulgadas de Alex. Sentí sus
garras rasguñarme al levantar mi rodilla sobre su suave estómago, mandándolo
por los aires.
Vi un destello de pelo cuando Alex brincó más allá de mí. El cayó cerca, dándole a
Jase solo el tiempo suficiente para recuperarse en pie y saltar hacia el bosque.
Bajo circunstancias normales, el coyote habría sido capaz de rápidamente poner
una considerable distancia con el lobo saliendo disparado detrás de él, pero sus
pasos eran desiguales como si una de sus patas de adelante hubiera sido lastimada.
En lugar de dirigir a Alex dentro del bosque, Jase rodeaba el claro, corriendo a toda
velocidad entre árboles y rocas. Alex estaba prácticamente superándolo cuando
Charlie atrapo su pierna trasera tumbándolo al suelo. Vi la sangre volar cuando
Alex se jaló de la boca de Charlie, aun no había indicios de heridas mientras se
recomponía, nunca favoreciendo un lado sobre el otro.
Una vez más, los tres cambia formas se encontraban en un triángulo parados,
preparados para el siguiente ataque, yo no podía permitir que pasara. No habría
ganadores en esta pelea. No importaba que pasara, alguien a quien yo amaba iba a
terminar herido.
Yo realmente no tenía otro plan más que pararlos. Quizás debería tratar de razonar
con ellos.
O quizás debería gritar y hacer una rabieta. Debería darle a cada uno un golpe en
la cabeza por empezar a ser unos idiotas machistas. En lugar de eso, caí en mis
rodillas después de intentar dar un paso. Un dolor, caliente y agudo, rasgo mi
estómago, robando el oxígeno de mis pulmones y distorsionando el mundo en
frente de mis ojos. La parte de debajo de mi playera estaba hecha tiras, pedazos del
algodón pegados a mi cuerpo con una gran cantidad de sangre tibia.
hiciste?
Alex embistió. Jase corrió de prisa hacia atrás, pero no fue suficientemente rápido.
Alex estaba encima de él, su enorme cuerpo fácilmente sujeto al pequeño animal en
el suelo. Él desnudó sus dientes con un furioso gruñido antes de golpear la
garganta de Jase.
Charlie casi llega tarde, golpeando el costado de Alex justo cuando sus dientes se
hundían en la piel vulnerable del cuello de Jase. Los dos rodaron por el claro con la
fuerza del impacto, garras y crujidos mientras caían. Charlie enterraba sus uñas en
la tierra, ganando suficiente tracción para lanzar su cuerpo, por poco evade la
orilla del profundo precipicio. Él se tiró contra la tierra al tiempo que el lobo se
impulsa sobre él.
La noche copia un sonido desde mis pulmones, es más un chillido que un grito,
más angustiado que un gemido. Hizo eco en los árboles y en las rocas,
amplificando mi dolor mientras me levantaba del suelo y corría a la oscuridad del
bosque. Me deslicé por la grava suelta y tropecé con las raíces sobresalientes al ir
bajando entre los árboles, pero continuaba moviéndome. Ramas me golpeaban,
dejando cortes y rasguños en mi cara y brazos, pero no me importaba. Solo estaba
vagamente consiente del calor abrazador en mi abdomen y el sonido de terror de
aullidos suficientemente alto para ser escuchado sobre el rugido de mis oídos.
—¡Alex! —Caí en mis rodillas a un lado de él, ignorando las pequeñas piedras que
se encajaban en mi piel.
—¿Scout?
—Shhh… estoy aquí. Estarás bien. Todo estará bien. —Una de mis lágrimas cayó
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Trató de hablar, tratando de sacar las palabras con cada jadeo de aire.
—Scout, yo…
—Shhh… —Puse mi dedo sobre sus labios—. Lo sé. No tienes que hablar. Está
bien. —Acaricié su cara tiernamente y hable con él—. Te amo. Te amo tanto. —Me
agaché y presione mis labios sobre los de él, pero por primera vez no correspondió
mi beso.
Lo sostuve mientras la indiferente luna absorbía el calor de su cuerpo fracturado.
Miré sus ojos llenos de temor mientras luchaba por su último respiro y era testigo
del vacío que seguía. Incluso después de que se hubiera ido, no podía dejarlo ir.
Me enrosqué sobre su cuerpo, esforzándome por decirle cuanto lo amaba, cuanto
lo amaría siempre. Lo bañé con mis lágrimas y mi sangre, cuando no había nada
más que darle, finalmente me rendí a la oscuridad.
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Capítulo 19
Traducido por Connie.J
Abrir mis ojos parecía una tarea imposible, así que ni siquiera lo intenté. La gente
hablaba en voz baja alrededor mío, pero no podía distinguir una voz de otra, es
decir, mucho menos palabras individuales. Fuertes productos químicos de
limpieza se esforzaban para enmascarar los olores decididamente más humanos.
—¿Scout?
Conocía esa voz. Me tomó un par de intentos, pero mis párpados finalmente
lograron abrirse para apartarse uno del otro. Todo era un poco borroso y
surrealista. La televisión se incorporaba perfectamente en el armario que se
desvanecía en la pared, la cual estaba apegada a la cabeza de una mujer de
mediana edad con pelo castaño rizado, rasgos menudos y ojos color cielo.
—¿Mamá?
—¿Dónde…? —¿Alguien tuvo que lavar mis amígdalas con un estropajo metálico
jabonoso? No sabía que era posible que una garganta doliera tanto.
¿Hospital? ¿Accidente?
Recordé estar en el bosque con Alex. Él me había dejado verlo como un lobo, y
luego…
Oh Dios.
—¡Alex! ¡Mamá, Alex! ¡Tenemos que ayudar a Alex! —Traté de levantarme, pero
inmediatamente me estrellé de nuevo en la almohada.
—¡Scout! ¡No trates de moverte! —Mamá puso sus manos sobre mis hombros para
detenerme, pero no era necesario. No me podía mover aunque quisiera. El dolor
ardiente en el estómago era abrumador. Mamá fulminó con la mirada a la mujer
corpulenta con pantalones cuadrados de Bob Esponja que yo no había notado en la
habitación—. ¡Por el amor de Dios, trátela antes de que se rompan sus puntos!
***
Nuestra obra final de Shakespeare había sido Romeo y Julieta, un gran final carente
de imaginación, según mi opinión. Con la excepción de la realmente muy buena
versión con un casi-calvo Leonardo DiCaprio. Odié bastante Romeo y Julieta. La
trama no tenía sentido para mí. ¿Dos adolescentes se suicidan en nombre de amor
después de conocerse durante un par de días? No logré entenderlo.
Me preguntaba si ellos podían ver lo mucho que deseé no haberme provocado esto
sola.
Mis padres nunca me preguntaron qué pasó o por qué estaba en el bosque en el
primer lugar. Nunca hablaron de Alex. Ellos se aseguraron de que estuviera lo más
cómoda posible y honraban cada una de mis peticiones, salvo una.
—No son visitas. Son familia. —Abrió la puerta e hizo pasar a Jase y Angel a la
habitación.
Era desafortunado que ellos hubieran desenganchado el monitor del corazón esa
mañana. Si aún hubiera estado mostrando mi ritmo cardíaco al mundo verías a mi
madre llamando por un carro de emergencias cardíacas en vez de escabullirse
silenciosamente para conseguirse algo de almuerzo para sí misma.
piernas de Jase. No había pruebas de que hubieran estado en una pelea, lo que era
de esperar. Cuando los Cambiantes pasan de una forma a otra el proceso repara
cualquier daño en los huesos o el tejido que debió desgarrarse y reforma para
completar el Cambio. En caso de una lesión grave, como la herida de bala de Jason
Hagan o la caída de Alex, un Cambio se activaría como un último esfuerzo de
supervivencia.
No podía soportar ver a Jase. Quería hablar con Angel, para tratar de aliviar un
poco el miedo que sentía que irradiaba de ella, pero no podía hacer eso con Jase en
la habitación. Yo apenas podía respirar con Jase en la habitación, así que los ignoré
y volví a mi nueva afición, contando silenciosamente las gotas de agua que se
aferraban a la ventana. Estaba en la gota cuarenta y seis cuando se rompió el
silencio.
—Lo siento.
¿Él lo sentía? ¿Por qué? ¿Por tratar de aniquilarme o ser cómplice en el asesinato de mi
novio? No importaba. Su disculpa no era aceptada.
—No tengo que hacer nada. —Tomé una respiración profunda, felicitándome a mí
misma por ser capaz de decir una frase entera—. Quiero estar a solas con mi
hermana.
—Scout…
—Por favor.
—Me gusta todo de mis dibujos —le dije, asintiendo con la cabeza hacia la pared
frente a mi cama. Cada vez que mamá regresaba del hotel donde mi familia se
alojaba, ella traía un montón de dibujos de Angel hechos para mí. Le pedí colgarlos
en la pared para que yo pudiera ver el “Recuperate pronto” y el “Te quiero” cada
vez de las drogas se disipaban lo suficiente para despertarme. Mi favorita era el
primero de la segunda fila. En ella había dibujado dos niñas y un niño cuya sonrisa
era tan grande que no podía ser contenida por el círculo alrededor de su cabeza. En
la mano tenía un plato de brownies.
—Te estás convirtiendo en una muy buena artista.
Angel no dijo nada, pero llegó al lado de mi cama. Sus ojos se deslizaron de mi
cara a mi estómago y volvieron. Su labio inferior temblaba.
—No me harás daño. —Le di unas palmaditas al espacio vacío en la cama con mi
yeso—. Mira, puedes ponerte aquí. Seremos cautelosas de no tocar la barriga, ¿de
acuerdo?
Cuando finalmente ella se instaló, puse su cabeza sobre mi hombro. Ella olía a
champú y galletas de hotel. Vi mientras las lágrimas se reunían en el puente de su
nariz antes de que ella se sumergiera en mi bata de hospital.
—Mamá dice que Alex se fue al Cielo. —Su voz temblaba mientras ella hablaba.
—No vas a dejarme e ir al cielo también, ¿verdad? —Su voz con hipo mientras
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—Prométemelo —lloró.
Así que puse mi dedo meñique alrededor del suyo y le prometí que me quedaría
donde estaba, en mi propia versión del Infierno.
***
La siguiente vez que recibí a un nuevo visitante estaba ocupando la silla donde mis
padres normalmente mantenían vigilia. Talley giraba el pelo alrededor de sus
dedos mientras sus ojos parpadeantes revoloteaban por la página de la novela
equilibrada sobre su regazo. Por el rubor en sus mejillas supuse que estaba en la
parte del beso.
—Lo siento mucho. ¿Has estado despierta mucho tiempo? ¿Necesitas algo? ¿Agua?
¿Pedazos de hielo? ¿Estás adolorida? ¿Tengo que llamar a una enfermera?
Ella hizo como si fuera alimentarme, pero le clavé una mirada que la hizo
entregármelo. Cuando sus dedos tocaron los míos se echó hacia atrás y se disculpó.
Ella lo hacía mucho ahora que yo conocía sus habilidades de vidente.
—Está bien —le dije, quizá por centésima vez—. Yo confío en ti. —Eso fue al
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Me preparé a mí misma, con certeza Talley iba a decirme que ella les había dicho a
Jase y Charlie dónde encontrarme. Me había negado a admitir que era la
explicación más racional de cómo ellos nos encontraron, porque sabía que una vez
que lo hiciera, yo tendría que pasar parte de la culpa por la muerte de Alex a
Talley, dejándome sin un solo amigo.
—Ya hemos visto lo que pasó esa noche. —El mundo era un gran peso sobre sus
hombros—. Yo no quería, pero ellos me obligaron a hacerlo para proteger a la
Manada. Él tenía que saber lo que pasó. Lo siento mucho, Scout. Sé que prometí
nunca entrar al interior de tu cabeza sin permiso, pero…
—Siento que hayas tenido que vivirlo. —Se sentó en el borde de mi cama. Puse una
mano en su brazo, tanto para consolarla y para hacerle saber que yo todavía estaba
bien con que ella me tocara. Vi que las lágrimas crearon riachuelos en sus mejillas,
su cara reflejándose por la ventana.
—¿Qué? No. Por supuesto que no. —Ella tomó uno los pañuelos de papel de lija de
la mesita de noche y delicadamente se secó los ojos—. Estábamos haciendo una
prueba a distancia para ver qué tan lejos podían llegar antes de perder sus voces.
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Se suponía que iban a ir hacia el sur, lejos de ti. No tengo ni idea... —Ella se enjugó
los ojos—. Toby preguntó, por supuesto, pero ellos no le dirán lo que estaban
haciendo allí.
—Oye —dijo levantándose—, déjame ir a buscar a alguien para darte algo contra el
dolor.
—No, todavía no. No es tan malo. —Yo había aprendido que el dolor era relativo.
Por alrededor de cinco minutos pensé que mi garganta estaba sufriendo el más
grande de los dolores. Ahora, a pesar de que no había sanado mucho, apenas lo
notaba. En comparación con mis lesiones, sólo era una molestia. Y en comparación
con la sensación hueca en mi pecho, el dolor físico no era nada—. Quiero hablar
más antes de que me deslice hacia el profundo y oscuro abismo una vez más.
—¿Qué es lo que el mundo piensa que pasó esa noche? ¿De dónde creen que estos
arañazos surgieron?
—Era una noche agradable, por lo que decidimos estudiar afuera, como una sesión
de estudio de campamento. —Me preguntaba si el discurso sonaba tan ensayado
cada vez que ella lo decía—. Te fuiste dentro del bosque para hacer pis.
Escuchamos tus gritos y te encontramos en el suelo, sangrando. Vi un destello de
un animal desapareciendo en el bosque. Alex se había ido en busca de ayuda, pero
debió haber estado confuso, porque corrió directamente al acantilado. Traté de
hacer que permanecieras quieta mientras yo iba en busca de ayuda, pero no
quisiste escucharme. Te fuiste en busca de Alex, lo cual es cómo acabaste
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—¿Y cómo exactamente explicaste el hecho de que Alex estaba desnudo? —Talley
bajó la mirada.
—No lo estaba. Se había quitado la camisa para detener tu hemorragia, pero estaba
usando pantalones.
—Necesitas tu medicina.
—Quiero decir, ¿cómo es que todo el mundo piensa que tú estuviste allí todo el
tiempo? ¿Cómo supiste que algo andaba mal?
¿Qué demonios fue eso? ¿Talley estaba defendiendolos cuando Alex estaba
muerto?
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—Sólo querían asustarlo. Ellos nunca tuvieron la intención de matarlo. —Ella creía
lo que estaba diciendo, lo que era aún más desesperante que si ella estuviera
cubriéndolos.
—Hey, ¿tienes algo ya…? ¿Domingo por la tarde? —Ella me miró y se volvió hacia
la ventana—. Sí, ella puede estar allí para entonces... Escucha, en realidad estoy en
el hospital. ¿Puedo llamarte más tarde luego de finalizar las cosas? —Después de
colgar, se acercó hasta situarse en el extremo de la cama. Algo en la mirada de sus
ojos sofocó brevemente mi ira—. Era Tinsley. Quería hacerte saber que se ha fijado
un día para el funeral de Alex. Vamos a hacerlo la tarde del domingo. Tu mamá
dijo que deberías ser capaz de ir para ese entonces.
—¿Te acuerdas de la tía que Alex tenía en Montana? —Asentí—. Resulta que ella
no existe. De hecho, ninguno de los datos de contacto que ellos proporcionaron a la
escuela es correcto. Puesto que no tenemos forma de llegar a los familiares, la clase
superior tomó el dinero para pagar por el funeral. Como presidenta de la clase, la
planificación del servicio funerario fue a manos de Tinsley.
—¿Qué pasa con Liam? Quiero decir, sé que no tienen mucho dinero, pero aún así
es su hermano. ¿No debería él estar haciendo los arreglos para el funeral?
—Después de que Alex cayó, Jase y Charlie empezaron a aullar para obtener
ayuda. Liam estaba cazando cerca. Ya te había llevado lejos del peligro cuando
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llegué allí. —Sus ojos se encontraron con los míos una vez más—. Era como mi
visión. Estabas recostada en sus brazos, sangre por todas partes. —Algo estaba
mal. Un error. Había demasiado que no cuadraba. Demasiadas preguntas sin
respuestas. Demasiado para procesar. Afortunadamente, la enfermera llegó con su
jeringa con líquido para la insconciencia, salvándome de intentarlo.
***
Fui, de hecho, liberada del hospital el domingo por la mañana. El médico tenía
dudas, miedo a una infección, pero mamá acordó continuar con antibióticos por
vía intravenosa en el hogar. Le expliqué que tenía un funeral al que asistir.
Toda la escuela asistió a las honras fúnebres. Dudé que ni la mitad de ellos hubiera
conocido en realidad a Alex.
Ellos pensaban que estaban afligidos por el chico que murió, pero en realidad sólo
estaban de luto por su antiguo sentido de la inmortalidad.
Ya que Alex no era miembro activo en ninguna de las iglesias locales, el servicio se
llevó a cabo en su mayoría por la administración de la escuela secundaria y el
personal. Nuestra directora, la Sra. Travers, comenzó hablando de la tragedia de
perder a alguien tan joven. Varios de los maestros de Alex se levantaron y
hablaron sobre lo buen estudiante que era y su actitud positiva. La Sra. Sole era la
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74Canción del grupo de rock y popindependiente Death Cab for Cutie creado en 1997, mejor
conocidos por su canción Meet me on the Equinox, que es parte de la banda sonora de la película
Luna Nueva (la película 2 de la saga Crepúsculo de Stephenie Meyer).
Y luego se acabó. Toda la vida de Alex se había reducido a un servicio en la tumba
a la que asistieron las personas que nunca lo conocieron en alguna forma que
importara. Quería gritar ante la injusticia de todo esto
—Cariño, ¿quieres ir a decir adiós? —Papá señaló con la cabeza hacia el ataúd
donde varias personas se habían reunido, la mayoría de ellos apoyándose el uno al
otro para sostenerse.
Yo no quería decir adiós. Quería al menos una persona que lo conociera, que lo
amara, de pie en su ataúd y reconociendo la vida que se perdió y nunca podría ser
reemplazada, pero había tanta gente.
Había una foto encima. Normalmente habría sido una fotografía de la escuela, pero
Alex nunca había encontrado el momento de hacer eso. En cambio, era una foto
espontanea, obviamente, tomada de un teléfono celular. Parecía un niño en
Navidad, la alegría se filtraba por todos sus poros. Ya había olvidado lo hermosa
que era cuando él estaba así.
Extendí mi mano y la puse sobre el ataúd, lista para despedirme, pero las palabras
quedaron atrapadas en mi garganta. Me quedé mirando la caja de madera, mis
pensamientos y emociones en caos. Yo sabía que era imposible. Lo vi morir, se
había ido. Sin embargo, yo estaba segura, sin sombra alguna de duda, que el ataúd
estaba vacío.
—Él estaba enamorado de ti, sabes. —Ashley Johnson llevaba lo que estoy segura
pasaba como ropas fúnebres apropiadas en su libro: un mini vestido negro, tacones
de diez centímetros y gafas Jackie75—. Él está mirándote en esa foto. Normalmente
se veía tan aburrido, pero en el momento en que tú estabas alrededor, él se
iluminaba como el Cuatro de Julio76. —Ella aplastó su mano sobre una lágrima que
corría por debajo de sus gafas.
—Dios, soy una persona tan horrible. —¿Por qué estaba hablándome? ¿No podía
ella ver que yo estaba en medio de algo? Quería que ella se fuera para que yo
pudiera pensar.
—Tomé esa foto —dijo con una voz saturada de lágrimas—. Tomé un montón.
Fotos de ustedes dos juntos cuando pensaban que nadie estaba mirando. Fotos de
ustedes escondidos en los armarios y en las aulas vacías. ¿Sabes lo difícil que es
vivir bajo tu sombra? ¿Cómo es de difícil mirar a tu familia perfecta, tu perfecta
mejor amiga, tus calificaciones perfectas y saber que no hay nada en mi vida esté a
la altura de eso? Siempre has tenido todo y luego lo tomaste a él, también. —Fue
como si de repente ella hablara mandarín. ¿De qué estaba parloteando? ¿Y por qué
iba a pensar que me importaba? Necesitaba que me dejara sola—. Yo sólo quería
arrebatarte algo, derribarte en un nivel inferior. Así que tomé fotos para reunir
pruebas. Jase nunca hubiera creído si yo sólo le dijera al instante. Él me odia. Tú te
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aseguraste de eso.
»En el baile de graduación le di a Jase las fotos y le dije lo que oí de tus planes para
la noche siguiente. Estaba lívido. Empezó a divagar sobre las lunas llenas y los
intentos de suicidio y sólo Dios sabe qué más. Charlie, sin embargo, estaba
completamente sobrio e impasible. Él me devolvió mis fotos y me dijo que me
75Gafas Jackie: lentes de sol al estilo de Jackie O’. Son grandes, el aro redondo, cubren casi la mitad
del rostro.
76 Cuatro de julio: independencia de Estado Unidos, celebrado con gran cantidad de fuegos
artificiales.
preocupara de mis propias relaciones inadecuadas. —Los lagrimones comenzaron,
el rímel arruinando su impecablemente confeccionada cara—. Cuando Tinsley
llamó para decirme que estabas en la sala de emergencias, yo estaba feliz. Feliz. —
Ella dejó escapar una corta risa ladrada, lo suficientemente alta que varias personas
se volvieron a mirarla—. Pensé que Jase había ido a buscarte y te encontró con
Alex. Pensé... pensé que ustedes dos se habían involucrado en una pelea, un
verdadera lucha, alargar la batalla con todas tus patadas de karate y de judo. Te
imaginé con un ojo nero, quizás un brazo roto. Y que luego ellos dijeran que no
esperaban que tú sobrevivieras la noche, y yo supe que no era Jase, pero todavía me
sentía tan culpable. Como si fuera mi culpa que ese coyote te atacara.
—¿Recuerdas que una vez me dio la gripe estomacal cuando estabas alojada en mi
casa? Te quedaste conmigo toda la noche, sostuviste mi pelo hacia atrás cada vez
que vomité. —El sol alcanzó su punto máximo detrás de una nube, reflejando el
moco que se quedó fuera de su nariz—. Fuiste una buena amiga, y lo arruiné. Te
echo de menos.
—¿Puedo tenerlas? —Esperaba que lo que mi boca estuviera haciendo luciera más
como una sonrisa que una mueca—. No tengo ninguna foto de él.
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—¡Por supuesto! ¡Incluso las pondré en un álbum y todo! —Lo bueno de Ashley
era que ella era fácil de consolar, siempre lo había sido. Su culpa fue
instantáneamente absuelta por mi petición, nuestra amistad restaurada en su
mente. Eso no quería decir que ella no intentaría sabotear mi vida de nuevo
mañana, pero por ahora ella estaba pacificada.
Ashley comenzó a balbucear sobre una cosa y otra relacionada con lo que me había
perdido en la escuela durante la semana pasada, ahora ajena a la tumba abierta a
menos de cinco metros de donde estábamos paradas. Me estaba resistiendo las
ganas de empujarla cuando Talley apareció a mi lado. Ella con mucho tacto, me
alejó de Ashley, señaló que estaba empezando a arder bajo el sol de mediodía y me
llevó hacia un pequeño grupo de árboles.
—¿Harper Donovan? —Su acento era inusual. Pensé que podría ser de Europa del
Este o incluso Rusia.
—Srta. Donovan, soy Stefan Vasile. —Extendió una mano hacia mí. Yo
instintivamente envolví la mía con más fuerza alrededor de mi estómago herido—.
Tengo entendido que era muy cercana a mi sobrino, Christopher.
—Lo siento mucho. Soy olvidadizo. —Se repuso de la torpeza del apretón de
manos no devuelto colocando sus manos en los bolsillos de su traje—. Cuando los
chicos se escaparon asumieron nuevos nombres. Creo que lo conocía como Alex.
—Tal vez usted me puede ayudar. Estoy buscando a su hermano. Los dos huyeron
después de que sus padres murieron en un incendio en su casa y hemos estado
buscándolos desesperadamente desde entonces. Y ahora, con el pequeño
Christopher muerto... —Se calló, mirando con tristeza al funeral que se había
llevado a cabo. La mayoría de la gente se había ido, sólo unos pocos rezagados se
habían quedado atrás—. Significaría mucho para la familia si pudiera traer a su
hermano a casa. ¿Tiene alguna idea de dónde podría haber ido?
Me encontré con los ojos marrones oscuros del hombre que no era el tío de Alex y
le devolví el favor a Liam por salvarme la vida.
Moverme tomó un gran esfuerzo personal. El estrés del día, junto con un puñado
de pastillas que mamá me hizo tragar antes del servicio, estaban empezando a
tener un efecto en mí. Estaba cansada, dolorida y mareada.
—¿Eh? —La cabeza de Talley dio media vuelta. Ella se movió para bloquear mi
campo de visión, pero fue demasiado lento.
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Fin
Sobre la autora:
Traductoras:
PaolaGP Yellowsun
PrisAlvS Btaalejandra
Leeconemi Pilitas
CrissViz isa_peti
NicolSmile Connie.J
Recopilación y Revisión:
Connie.J PrisAlvS Leeconemi
Correctoras:
Página 247
Leeconemi Connie.J
Gaz PrisAlvS
Diseño:
Gaz
Traducido, corregido
y diseñado en:
¡Únete!
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