Bolilla V Acto Adm
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1. Acto Administrativo
1.1. Definición
Se trata la expresión del modo de la voluntad de la actividad administrativa de los órganos del Estado, lo que le da sentido a
la actividad que van a realizar. Consiste en aquellos hechos relevantes, personales y lícitos, que conllevan el fin expreso de
generar consecuencias jurídicas administrativas. A partir de estas nociones preliminares, es necesario tener en cuenta
distintas cuestiones que nos permiten caracterizar este tipo de acto, a saber:
Cuestión subjetiva: ¿quiénes son los sujetos que pueden dictar actos administrativos?
Los órganos del Estado – es decir los tres poderes del mismo, también particulares cuando poseen esa
competencia/facultad administrativa.
Cuestión objetiva: se refiere al contenido que debe tener la expresión de la voluntad para que sea considerada como acto
administrativo. Lo que interesa es la naturaleza jurídica interna de la actividad desplegada.
No obstante, existe una discusión doctrinaria, en función de la diferencia del contenido. De acuerdo a la misma, los autores
distinguen lo siguiente:
a. Actos de contenido unilateral concreto : dictados unilateralmente y que refiere a una sola cosa (designación
personal).
b. Actos unilaterales de contenido general : dictados por el órgano que refiere a indeterminados supuestos (dictar
reglamentos).
c. Actos multilaterales de contenido concreto: se necesitas más voluntades que sólo una (contratos administrativos).
d. Actos multilaterales de contenido general: son menos frecuentes. (convenios interadministrativos).
Cuestión formal: el acto administrativo es una norma jurídica del subsistema jurídico de
normas del derecho administrativo. Participa en la pirámide de normas. Y de acuerdo a ello, no se debe tener en cuenta a
fines de determinar si un acto es o no administrativo, ni su contenido ni quien lo dicta, sino sus características, y si prevé el
uso de prerrogativas públicas.
I. Sujetos: los tres poderes, particulares y/o entes con facultad para dictar el acto.
II. Competencia: conjunto de atribuciones que la ley le otorga para cumplir con la función administrativa. Su no
ejecución tipifica delito.
III. Causa: motivo que según la ley debe que se tiene como antecedente para el dictado del acto administrativo. Es lo
que va a fundamentar el ejercicio de la competencia, porque siempre implica un avance sobre la actividad
individual, en vistas a un interés general. Es importante que se mantenga durante toda la vida del acto
administrativo. Puede ser:
o De hecho: acontecimiento material.
o De derecho: tipificada por la norma.
IV. Finalidad: debe tener en mira siempre la realización del interés general, si obedece a otra nos encontraremos
frente a un caso de desviación de poder.
V. Procedimiento: conjunto de formalidades y pasos para dictar un acto administrativo.
VI. Voluntad: manifestación final de la administración como resultado del procedimiento cumplido, (v.g.
conocimiento, certificación, etc.) Puede manifestarse de manera expresa o implícita (silencio).
El silencio en la administración
Se trata de una negación proferida en forma no expresa, salvo en casos expresamente establecidos. Este instituto se
constituye con el fin de salvaguardar el interés del particular, tratándose así de un hecho relevante que pueda dar lugar
a la apertura de otra vía procedimental. Además, constituye una garantía, la cual no debe ser tomada como una
expresión de voluntad, ya que no dice ni expresa nada.
Derecho Administrativo Bolilla V
Elementos del acto mismo/propios: son aquellos que concurren cuando el acto ya se ha dictado.
I. Objeto: se refiere a la materia, actividad y/o cosa, es decir aquello sobre lo que trata el acto. Debe ser cierto, licito
y posible (física y jurídicamente).
II. Contenido: es sobre lo que se va a decidir, sobre lo que versa el acto.
III. Forma: conjunto de requisitos legales y reglamentarios que debe guardarse para que se exteriorice la decisión
tomada.
Requisitos de eficacia:
Son aquellos elementos que van a permitir generar consecuencias jurídicas. Si bien la voluntad esta formada al
sancionarse el acto, aun encontrándose en el seno de la administración, para considerarla válidamente expresada,
debe manifestarse hacia afuera (alteridad) para que exista un acto administrativo. Estos requisitos no influyen sobre la
validez en sí, sino sobre la eficacia de acto. Se tratan de los siguientes.
I. Notificación: cuando nos encontramos frente a un acto dirigido a sujetos individuales, es decir, que se encuentran
determinados.
II. Publicación: cuando se trata de actos de contenido general, se recurre a su publicación en el boletín oficial,
debido a la indeterminación de sujetos a los que va dirigido.
Elementos autónomos:
I.Legitimidad: cuando el acto administrativo fue dictado de conformidad con el ordenamiento jurídico.
II. Mérito: concordancia entre el contenido y finalidad. Solo aparece en facultades discrecional. (No va a estar en
cualquier acto jurídico, por ende). Se debe decidir entre varias opciones.
a. Obligatorio: para el administrado que lo debe cumplir como para la Administración que lo debe hacer cumplir.
b. Presunción de legitimidad: se presume legitimo todo acto, porque es dictado de acuerdo al ordenamiento
jurídico vigente. (Garantía a favor de la administración administrativa, en principio).
c. Ejecutoriedad: posibilidad que tiene la administración de ejecutar sus propios actos, sin recurrir a órgano
judicial, pero sólo puede ser ejecutar si fue notificado o publicado. Esto se manifiesta siempre en todos los
actos administrativo.
1.4. Ejecutoriedad
Consiste en la posibilidad de que sea la propia administración la que ejecute sus propios actos, sin recurrir al
órgano judicial. Se considera que un acto administrativo es ejecutorio, cuando reúne todos los elementos
necesarios para su existencia.
o Fundamento político: como busca el interés general, se fundamenta que la administración actúe con
ejecutoriedad, y que los intereses privados/individuales se resignen ante los generales.
o Fundamento jurídico: se trata de una presunción que opera según el funcionario/órgano actúe conforme a la
ley.
Sistemas de ejecutoriedad
a. Propia: la administración ejecuta el acto por sí misma, es decir, por sus propios medios.
b. Impropia: cuando la administración no obstante los poderes que tiene para hacer valer sus decisiones, recurre
al órgano judicial. (v.g. juicio de apremio).
Medios
b. Indirectos: cuando utiliza otro tipo de sanciones (v.g. intimidación, multas, clausuras, etc.).
Se pueden usar uno o varios (pero en contexto), también pueden utilizarse progresivamente (en forma y en
norma).
Además, otras circunstancias hacen orbita alrededor de este complejo panorama como ser, el hecho de que las
diversas leyes de procedimiento administrativo que integran el encuadre normativo en torno al instituto de las
nulidades de los actos administrativos, tienen cada una respectivamente su propia clasificación. Siguiendo lo expuesto,
las posiciones más sobresalientes son:
Continuando con esta línea expositiva, pasaremos a desarrollar las nulidades administrativas, desde la perspectiva de la
teoría tripartita. Así veremos lo siguiente:
I. Acto inexistente: aquel al que le falta uno de sus elementos esenciales o requisitos previos al acto. Se considera
como que jurídicamente ‘‘el acto no nació’’.
II. Acto nulo: tiene un vicio que afecta de forma grave a algún elemento esencial.
III. Acto anulable: cuando tiene un vicio leve en un elemento esencial o un vicio grave en un elemento accidental.
II. Acto nulo: lo retira la administración en principio, salvo que haya principio de ejecución, es decir, que haya
empezado a generar consecuencias, en ese caso lo retira el Poder Judicial.
No obstante, lo anteriormente expresado, aún en casos en donde existiera principio de ejecución, la administración
tendrá la facultad de retirar en cuatro (4) casos:
III. Acto anulable: como el vicio es menor, se dice que no le corresponde a la administración el retiro del acto, sino que
debería tratarse del Poder Judicial quien proceda a su retiro. Ello sin perjuicio de que concurran en el caso las
excepciones detalladas en el párrafo precedente, de darse alguna de las referidas situaciones, será la administración la
que se encargue de retirar el acto.
II. Acto nulo: se lo puede mantener mediante ratificación o confirmación. La ratificación es el acto mediante el cual un
órgano superior al que dicto el acto nulo, subsana el vicio. En cambio, la confirmación se trata del acto por el cual, el
mismo órgano que dicto el acto nulo, se encarga de subsanarlo.
En garantía del acto administrativo, no se puede dejar abierta la vía para retirar un acto administrativo en forma
indefinida.
De acuerdo a las prescripciones de la ley nacional 19.549, la misma no establece plazos. Es por ello, que la doctrina
nacional se ha manifestado por la posibilidad de remitir a las disposiciones del CCyCN.
Por otra parte, la ley 3460 de Corrientes, dispone los siguientes plazos en consideración del caso al que nos
enfrentemos, a saber: