Cuaresma 2022
Cuaresma 2022
Contenidos
Pbro. Julio César Díaz Chavarría
Coordinador Diocesano de la Tarea Profética
DISEÑO:
Alejandra Domínguez Palacios
Diseñador Gráfico
CENSOR:
Pbro. Rómulo Sánchez Díaz
Dimensión para la Doctrina de la fe/ Nihil Obstat
IMPRIMATUR:
+ Mons. Fabio Martínez Castilla
II Arzobispo de Tuxtla
Presentación
En el mundo que vivimos actualmente se hace necesario escuchar la voz de Dios y escucharnos unos a otros
para que, en espíritu de discernimiento, podamos encontrar los nuevos caminos que permitan anunciar el
Evangelio a todos los hombres, transformando sus corazones y siendo colaboradores del Reino.
El tiempo de la Cuaresma aparece oportuno una vez más, en medio de esta situación que ha dañado a un sinfín
de familias y ha desalentado a muchos fieles laicos en su caminar, para integrarnos en nuestras comunidades
parroquiales y en comunión, participar a través de la oración, los temas de reflexión, viviendo las celebraciones
y siendo solidarios con los hermanos, especialmente con el más vulnerable. Es un tiempo de preparación para
celebrar con un corazón agradecido el misterio de la Resurrección de Cristo Jesús, misterio que nos permite
renacer en el Espíritu. Estos temas de reflexión y compromiso provocarán en nosotros una actitud del corazón
que Busca, Escucha y se Encuentra con Cristo y los hermanos para caminar juntos las huellas de ternura
y misericordia del Resucitado.
El Papa Francisco, en la conmemoración del 50 aniversario de la Institución del Sínodo de los Obispos por parte
de San Pablo VI, propuso que “el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer
milenio”. Por este motivo, con gran esperanza invito a todos los que peregrinan en nuestra Arquidiócesis de Tuxtla,
a hacer nuestro el compromiso que el Papa Francisco nos ha propuesto, con el objetivo de hacer un proceso
que nos ayude a vivir la comunión, a realizar la participación y a abrirse a la misión que Dios nos confía.
Agradezco a la Comisión Diocesana de la Tarea Profética por el presente material que hoy con gratitud
presentamos con el título: “Cuaresma, tiempo para fortalecer la Iglesia sinodal desde el Resucitado”. Que
la Virgen María, modelo de las misiones, y san Marcos, patrono de nuestra Arquidiócesis, nos ayuden a
obtener una renovación profunda en este tiempo de gracia desde la experiencia de la Resurrección, para
que vivamos con mayor determinación nuestra misión.
Con mi bendición
Les saludo con afecto y cariño en este tiempo de Cuaresma que vamos a iniciar, esperando que lo vivamos
con recogimiento y fervor para celebrar con auténtico sentido la fiesta de la Resurrección.
La vitalidad y la fuerza de la Iglesia deriva de la presencia actuante del Espíritu Santo. Hemos de invocarlo
y dejarnos conducir por él hacia los nuevos senderos que hemos de tomar como Iglesia ante las situaciones
actuales que estamos viviendo y que requieren no sólo de nuevas estrategias, sino revitalizar nuestra fe
asumiendo los criterios del Evangelio y dando testimonio con nuestra alegría y nuestra caridad de que
Jesús está vivo y vive entre nosotros.
En este folleto se reúnen una serie de catequesis en torno a la Iglesia sinodal para acercarnos y profundizar
más en la riqueza de “caminar juntos”, agradeciendo las experiencias vividas, valorando a cada uno de
los hermanos y apoyándonos unos a otros en el cumplimiento de la misión. Que el presente material sirva
para acompañar y animar a todas las familias y fieles laicos en este contexto vital en el que estamos y nos
motive a luchar con valentía y esperanza todos los días, iluminados por la Pascua del Señor.
Cuaresma pag. 6
Sentido de la Cuaresma
Tema 1
• Una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión
Pag. 9
Tema 2
• La conversión para vivir en sinodalidad
Pag. 12
Tema 3
• Caminemos todos juntos como Iglesia
Pag. 15
Tema 4
• La participación comprometida en la vida de la Iglesia
y en la sociedad
Pag. 18
Tema 5
• Todos somos misioneros en Jesús Resucitado
Pag. 23
Retiro de Cuaresma
- Programa propuesto pag. 26
- Lectio divina pag. 26
- Tema: Cuaresma, tiempo de reconciliación pag. 29
- Celebración penitencial pag. 32
6
«Miren, estamos subiendo a Jerusalén...» (Mt 20,18).
Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad.
Recorriendo el camino cuaresmal, que nos conducirá a las celebraciones pascuales, recordemos a Aquel que
«se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz» (Flp 2,8). En este tiempo de
conversión renovemos nuestra fe, saciemos nuestra sed con el “agua viva” de la esperanza y recibamos con el
corazón abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas en Cristo. En la noche de Pascua
renovaremos las promesas de nuestro Bautismo, para renacer como hombres y mujeres nuevos, gracias a la
obra del Espíritu Santo. Sin embargo, el itinerario de la Cuaresma, al igual que todo el camino cristiano, ya
está bajo la luz de la Resurrección, que anima los sentimientos, las actitudes y las decisiones de quien desea
seguir a Cristo.
El ayuno, la oración y la limosna, tal como los presenta Jesús en su predicación (Cf. Mt 6,1-18), son las condiciones
y la expresión de nuestra conversión. La vía de la pobreza y de la privación (el ayuno), la mirada y los gestos de
amor hacia el hombre herido (la limosna) y el diálogo filial con el Padre (la oración) nos permiten encarnar
una fe sincera, una esperanza viva y una caridad operante.
• La fe nos llama a acoger la Verdad y a ser testigos, ante Dios y ante nuestros hermanos y hermanas
En este tiempo de Cuaresma, acoger y vivir la Verdad que se manifestó en Cristo significa ante todo dejarse
alcanzar por la Palabra de Dios, que la Iglesia nos transmite de generación en generación. Esta Verdad no
es una construcción del intelecto, destinada a pocas mentes elegidas, superiores o ilustres, sino que es un
mensaje que recibimos y podemos comprender gracias a la inteligencia del corazón, abierto a la grandeza de
Dios que nos ama antes de que nosotros mismos seamos conscientes de ello. Esta Verdad es Cristo mismo que,
asumiendo plenamente nuestra humanidad, se hizo Camino —exigente pero abierto a todos— que lleva a la
plenitud de la Vida.
La Cuaresma es un tiempo para creer, es decir, para recibir a Dios en nuestra vida y permitirle “poner su morada”
en nosotros (Cf. Jn 14,23). Ayunar significa liberar nuestra existencia de todo lo que estorba, incluso de la
saturación de informaciones —verdaderas o falsas— y productos de consumo, para abrir las puertas de nuestro
corazón a Aquel que viene a nosotros pobre de todo, pero «lleno de gracia y de verdad» (Jn 1,14): el Hijo de
Dios Salvador.
• La esperanza como “agua viva” que nos permite continuar nuestro camino
La samaritana, a quien Jesús pide que le dé de beber junto al pozo, no comprende cuando Él le dice que podría
ofrecerle un «agua viva» (Jn 4,10). Al principio, naturalmente, ella piensa en el agua material, mientras que
Jesús se refiere al Espíritu Santo, aquel que Él dará en abundancia en el Misterio pascual y que infunde en
nosotros la esperanza que no defrauda. Al anunciar su pasión y muerte Jesús ya anuncia la esperanza, cuando
dice: «Y al tercer día resucitará» (Mt 20,19). Jesús nos habla del futuro que la misericordia del Padre ha
abierto de par en par. Esperar con Él y gracias a Él quiere decir creer que la historia no termina con nuestros
errores, nuestras violencias e injusticias, ni con el pecado que crucifica al Amor. Significa saciarnos del perdón
del Padre en su Corazón abierto.
Vivir una Cuaresma con esperanza significa sentir que, en Jesucristo, somos testigos del tiempo nuevo, en el
que Dios “hace nuevas todas las cosas” (Cf. Ap 21,1-6). Significa recibir la esperanza de Cristo que entrega
su vida en la cruz y que Dios resucita al tercer día, “dispuestos siempre para dar explicación a todo el que nos
pida una razón de nuestra esperanza” (Cf. 1 Pe 3,15).
7
• La caridad, vivida tras las huellas de Cristo, mostrando atención y compasión por cada persona, es la
expresión más alta de nuestra fe y nuestra esperanza
La caridad se alegra de ver que el otro crece. Por este motivo, sufre cuando el otro está angustiado: solo, enfermo,
sin hogar, despreciado, en situación de necesidad… La caridad es el impulso del corazón que nos hace salir de
nosotros mismos y que suscita el vínculo de la cooperación y de la comunión.
«A partir del “amor social” es posible avanzar hacia una civilización del amor a la que todos podamos sentirnos
convocados. La caridad, con su dinamismo universal, puede construir un mundo nuevo, porque no es un
sentimiento estéril, sino la mejor manera de lograr caminos eficaces de desarrollo para todos» (FT 183).
Vivir una Cuaresma de caridad quiere decir cuidar a quienes se encuentran en condiciones de sufrimiento, abandono
o angustia a causa de la pandemia de COVID-19. En un contexto tan incierto sobre el futuro, recordemos la palabra
que Dios dirige a su Siervo: «No temas, que te he redimido» (Is 43,1), ofrezcamos con nuestra caridad una
palabra de confianza, para que el otro sienta que Dios lo ama como a un hijo.
«Sólo con una mirada cuyo horizonte esté transformado por la caridad, que le lleva a percibir la dignidad del
otro, los pobres son descubiertos y valorados en su inmensa dignidad, respetados en su estilo propio y en su
cultura y, por lo tanto, verdaderamente integrados en la sociedad» (FT 187).
En conclusión, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda
la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a
nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús.
Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.
8
Tema 1
“Una iglesia sinodal:
comunión, participación,
misión”
Objetivo:
Profundizar en la sinodalidad como dimensión
constitutiva de la Iglesia para comprender las
implicaciones en nuestra labor evangelizadora.
Ubicar
I
niciemos contestando las siguientes preguntas:
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9
La Iglesia de Dios es convocada en Sínodo. El título En este sentido, la sinodalidad permite a todo el Pueblo
es «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación de Dios caminar juntos, en escucha del Espíritu Santo
y misión». Con esta convocatoria, el Papa Francisco y de la Palabra de Dios, para participar en la misión
invita a toda la Iglesia a interrogarse sobre un tema de la Iglesia y en la comunión que Cristo establece
decisivo para su vida y su misión: «Precisamente el entre nosotros. En definitiva, el caminar juntos es la
camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera forma más eficaz de manifestar y poner en práctica
de la Iglesia del tercer milenio». Este itinerario, es la naturaleza de la Iglesia como Pueblo de Dios pere-
un don y una tarea: caminando juntos, y juntos re- grino y misionero (Cf. DP, 1).
flexionando sobre el camino recorrido, la Iglesia podrá
aprender, a partir de lo que irá experimentando, Todo el Pueblo de Dios comparte una dignidad y
cuáles son los procesos que pueden ayudarla a vivir una vocación común a través del Bautismo. Todos
la comunión, a realizar la participación y a abrirse a estamos llamados, en virtud de nuestro Bautismo,
la misión. Nuestro “caminar juntos”, en efecto, es a participar activamente en la vida de la Iglesia.
lo que mejor realiza y manifiesta la naturaleza de la […] Todos estamos invitados a escucharnos unos
Iglesia como Pueblo de Dios peregrino y misionero. a otros, para oír los impulsos del Espíritu Santo,
que viene a guiar nuestros esfuerzos humanos, intro-
Enfrentar juntos esta cuestión exige disponerse a duciendo vida y vitalidad a la Iglesia y llevándonos a
la escucha del Espíritu Santo, que, como el viento, una comunión más profunda para nuestra misión en el
«sopla donde quiere: oyes su voz, pero no sabes de mundo. Mientras la Iglesia emprende este viaje sinodal,
donde viene ni a donde va» (Jn 3, 8), permaneciendo debemos hacer todo lo posible para arraigarnos en
abiertos a las sorpresas que ciertamente preparará experiencias de auténtica escucha y discernimiento,
para nosotros a lo largo del camino. De este modo, encaminándonos a convertirnos en la Iglesia que Dios
se pone en acción un dinamismo que permite co- nos llama a ser.
menzar a recoger algunos frutos de una conversión
sinodal, que madurarán progresivamente. La sinodalidad representa el camino principal para la
Iglesia, llamada a renovarse bajo la acción del Espíritu
Orientar y gracias a la escucha de la Palabra. La capacidad de
imaginar un futuro diverso para la Iglesia y para las
‘Sínodo’ es una palabra antigua muy venerada por instituciones a la altura de la misión recibida depende
la Tradición de la Iglesia, que expresa el camino que en gran parte de la decisión de comenzar a poner
recorren juntos todos los miembros del Pueblo de en práctica procesos de escucha, de diálogo y de
Dios. Se refiere al Señor Jesús que se presenta a discernimiento comunitario, en los que todos y cada
sí mismo como “el camino, la verdad y la vida” (Jn uno puedan participar y contribuir. Al mismo tiempo,
14,6), y al hecho de que los cristianos, sus seguidores, la opción de “caminar juntos” es un signo profético
en su origen fueron llamados “los discípulos del camino” para una familia humana que tiene necesidad de un
(Cf. Hech 9 ,2; 19, 9. 23; 22, 4; 24, 14. 22). proyecto compartido, capaz de conseguir el bien
de todos. Una Iglesia capaz de comunión y de fra-
La sinodalidad es el estilo peculiar que califica la vida ternidad, de participación y de subsidiariedad, en la
y la misión de la Iglesia expresando su naturaleza. Es fidelidad a lo que anuncia, podrá situarse al lado de
el caminar juntos y el reunirse en asamblea del Pueblo los pobres y de los últimos y prestarles la propia voz.
de Dios, que es convocado por el Señor Jesús con la Para “caminar juntos” es necesario que nos dejemos
fuerza del Espíritu Santo para anunciar el Evangelio. educar por el Espíritu en una mentalidad verdadera-
Debe expresarse en el modo ordinario de vivir y obrar mente sinodal, entrando con audacia y libertad de
de la Iglesia. corazón en un proceso de conversión sin el cual no
será posible la «perenne reforma, de la que la Iglesia
En el momento actual el Sínodo es un proceso de misma, en cuanto institución humana y terrena, tiene
escucha al Pueblo de Dios, diálogo y discernimiento siempre necesidad» (UR, n. 6; cf. EG, n. 26).
para aclarar la voluntad de Dios para su Pueblo. La
Iglesia inicia ahora un proceso sinodal, que culminará Una Iglesia constitutivamente sinodal. La sinodalidad,
en octubre de 2023, convocando al Pueblo de Dios […] es mucho más que la celebración de encuentros
para discernir sobre la sinodalidad en la Iglesia. eclesiales y asambleas de obispos, o una cuestión de
simple administración interna en la Iglesia; la sino-
1
Cfr. Vademécum para el Sínodo sobre la sinodalidad y Documento Preparatorio,
por una Iglesia sinodal: Comunión, participación y misión. dalidad «indica la especifica forma de vivir y obrar
10
(modus vivendi et operandi) de la Iglesia Pueblo Celebrar
de Dios que manifiesta y realiza en concreto su ser
comunión en el caminar juntos, en el reunirse en Haciendo un círculo proclamemos el padre nuestro
asamblea y en el participar activamente de todos sus y terminamos cantando: “Iglesia peregrina”.
miembros en su misión evangelizadora».
Todos unidos formando un solo cuerpo,
El objetivo del actual Sínodo es escuchar, como un pueblo que en la Pascua nació;
todo el Pueblo de Dios, lo que el Espíritu Santo dice
miembros de Cristo en sangre redimidos:
a la Iglesia. Lo hacemos escuchando juntos la pa-
labra de Dios en la Escritura y en la tradición viva ¡Iglesia peregrina de Dios!
de la Iglesia, luego escuchándonos unos a otros y,
especialmente, a los que están en los márgenes, Vive en nosotros la fuerza del Espíritu
discerniendo los signos de los tiempos. La finalidad que el Hijo desde el Padre envió,
de este Sínodo no es producir más documentos. Él nos empuja, nos guía y alimenta:
Más bien, pretende inspirar a la gente a soñar con ¡Iglesia peregrina de Dios!
la Iglesia que estamos llamados a ser, hacer florecer
las esperanzas de la gente, estimular la confianza, SOMOS EN LA TIERRA
vendar las heridas, tejer relaciones nuevas y más SEMILLA DE OTRO REINO,
profundas, aprender unos de otros, construir puentes, SOMOS TESTIMONIO DE AMOR,
iluminar las mentes, calentar los corazones y vigo- / PAZ PARA LAS GUERRAS Y LUZ
rizar nuestras manos para nuestra misión común. ENTRE LAS SOMBRAS:
De esta manera, el objetivo de este proceso sinodal ¡IGLESIA PEREGRINA DE DIOS! / (2)
no es sólo una serie de ejercicios que empiezan y
terminan, sino un camino de crecimiento auténtico Rugen tormentas y a veces nuestra barca
hacia la comunión y la misión que Dios llama a la parece que ha perdido el timón,
Iglesia a vivir en el tercer milenio. miras con miedo, no tienes confianza:
¡Iglesia peregrina de Dios!
Este proceso de caminar juntos nos llamará a renovar
nuestras mentalidades y nuestras estructuras eclesiales Una esperanza nos llena de alegría,
para vivir la llamada de Dios a la Iglesia en medio de presencia que el Señor prometió;
los actuales signos de los tiempos. Escuchar a todo el vamos cantando, Él viene con nosotros:
pueblo de Dios ayudará a la Iglesia a tomar decisio- ¡Iglesia peregrina de Dios!
nes pastorales que correspondan lo más posible a la
voluntad de Dios. En definitiva, este proceso sinodal ESTRIBILLO.
busca avanzar hacia una Iglesia más fructífera al servicio
de la llegada del Reino. Todos nacidos en un solo bautismo,
Realizar unidos en la misma comunión,
todos viviendo en una misma casa:
Preguntémonos: ¡Iglesia peregrina de Dios!
• ¿Cómo se realiza hoy en nuestra Parroquia, Decanato, Todos prendidos en una misma suerte,
Vicaría Episcopal, ese caminar juntos, que permite a la ligados a la misma salvación;
Iglesia anunciar el Evangelio de acuerdo con la misión somos un cuerpo y Cristo es la cabeza:
que le fue confiada? ¡Iglesia peregrina de Dios!
______________________________________ ESTRIBILLO.
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11
Tema 2
“La conversión
para vivir en sinodalidad”
Objetivo:
Descubrir la importancia de la conversión
permanente para garantizar el camino
de la sinodalidad de la Iglesia.
Ubicar
E
n la actualidad, se percibe cada vez más la
poca necesidad de la conversión. Se ponen
resistencias, hay desánimos volviendo a la
vida anterior, monotonía en la fe, etc. No se ha
comprendido bien que la conversión implica un
proceso, donde entran en juego las dudas y las
faltas. Estamos en el camino con nuestras propias
fragilidades y no se puede dar el cambio de la noche
a la mañana, sino que se da poco a poco, porque es
en la vida donde se realiza esta conversión y se ne-
cesita paciencia, confianza en el Señor, valentía para
reconocerse tal como se es, tratando de ser fieles a
la opción por Cristo. En ocasiones, el camino suele ser
violento y difícil, pero solo volviendo a Dios podemos
experimentar su amor y su fuerza transformadora.
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12
Orientar La conversión pastoral pide y expresa, sobre todo,
tener la osadía y el coraje “de abandonar las estructuras
En la Sagrada Escritura hay testimonios de conversión, caducas que ya no favorezcan la transmisión de la fe”, y
como la de Pablo que, durante el camino hacia Damas- de fundar su trabajo en el mandamiento nuevo del
co persiguiendo a los cristianos, tiene una experiencia amor. Seguirá siendo necesario poner en el centro
mística con Jesús, quien se le manifiesta y le hace ver de la vida de la Iglesia el testimonio de comunión y
la vida de un modo diferente (Cf. Hech 9, 3-22). La la santidad como horizonte que dirige su caminar.
conversión es el resultado del encuentro personal
con Dios amor que nos lleva a proclamar: “Nosotros Se ha de tener mayor cuidado en aquellas actitudes
lo reconocemos y creemos en el amor que Dios nos que se presentan como obstáculos o grandes desafíos
tiene” (1 Jn 4,16). Esta experiencia íntima con Cristo, que todos, pastores y fieles laicos, estamos llamados
a quien se acepta, otorga un nuevo horizonte a la a superar, como son las propias resistencias, dejar
propia vida, que conlleva un cambio de vida, una prejuicios y estereotipos, el clericalismo, el virus de
nueva orientación que redirige el comportamiento la autosuficiencia, pero sobre todo la indiferencia y
en los diferentes escenarios donde se desenvuelve la insensibilidad, que nos mantienen al margen, en
la persona. la apatía, en el desinterés, las cuales no propician el
sentido de comunión, participación y debilitan fuer-
Este nuevo camino implica un proceso profundo de temente la vivencia de la misión (Cf. Vademécum
transformación para ser hombres y mujeres nuevos, para el Sínodo sobre la Sinodalidad, 19-20). Nada
no sólo dejando atrás la vida anterior, sino revestirse se consigue si no se abandona todo lo que aleja de
de Cristo y asumir la nueva condición (Cf. Ef 4, 22-24). la vida nueva en Cristo; hemos de ser testimonios
Aquí está la responsabilidad de todos los bautizados vivientes de que Cristo está vivo y que tiene el poder
de vivir su fe con alegría y valentía, pues es en la de cambiar la vida de todos los hombres.
vida diaria, en los gestos más pequeños del día a día
donde se tiene que vivir este cambio de actitudes, Hoy más que nunca es tiempo de superar los riesgos,
no como algo externo sino como expresión de una asumiendo la virtud de la humildad, así como algunas
identificación con Cristo y su obra a tal grado que actitudes como la disposición y la apertura, privile-
no sea uno el que vive, sino “Cristo quien vive en giando la espiritualidad de la comunión y el ejercicio
mí” (Gál 2,20; ver 2 Cor 5, 15). de la escucha, del diálogo y del espíritu del discer-
nimiento, también la participación activa, la alegría
San Pablo pide a los romanos que “no sigan la corriente y la gratitud, la solidaridad, la vida de oración y sa-
del mundo en que vivimos, más bien transfórmense por cramental, etc. Todas estas disposiciones ayudarán
la renovación de su mente. Así sabrán ver cuál es la a caminar en una renovación permanente que nos
voluntad de Dios, lo que es bueno, lo que le agrada, lo que mantendrá en las mejores actitudes para caminar
es perfecto” (Rm 12, 2). Una conversión comunitaria y y fortalecer el espíritu de sinodalidad, y seguir respon-
pastoral exige antes una conversión personal, un diendo de la mejor manera, asistidos por el Espíritu
cambio de mentalidad, un cambio de vida. Para que Santo, a las nuevas exigencias pastorales que hoy en
haya conversión, es necesario permitir que Jesús, día enfrentamos, como la secularización, el fenómeno
a través del anuncio y del testimonio de la Iglesia migratorio, la crisis económica, etc. (Cf. Sínodo de los
sacramento de Cristo, expulse de nuestra mente y de Obispos. XIII Asamblea General Ordinaria, 52-58).
nuestro corazón, los criterios del mundo. Es preciso
permitir que Dios derrame sobre nosotros el agua
purificadora, nos dé un corazón nuevo y ponga dentro
de nosotros un espíritu nuevo; es preciso permitir que
Él quite del cuerpo el corazón de piedra y ponga un
corazón de carne (Cf. Ez 11, 19; 36, 25-26).
La conversión es posible
en una mística profunda y se
expresa en el comportamiento
moral. Mística y ética están
necesariamente entrelazadas.
13
Realizar Celebrar
______________________________________
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Tema 3
“Caminemos
todos juntos
como Iglesia”
Objetivo:
Reflexionar en la vida de comunión para caminar
juntos como hermanos responsables y activos.
Ubicar
N
uestro corazón busca constantemente
la plenitud. Nadie se contenta con una
realización a medias y mediocre de su
vida, sino que todos queremos la felicidad, aquello
que colma nuestras expectativas y deseos. Y esta
perfección no se halla en cosas materiales sino en
una existencia plena que va realizándose con otros.
¿No son acaso las divisiones y fracturas en las relaciones
con los demás, con nosotros mismos, con Dios y con
la Creación aquellas cosas que más nos duelen?
15
Demos respuesta a las siguientes preguntas: Jesús cumple las profecías cuando anuncia el Reino
de Dios (Cf. Lc 4,18-19), llevó a cabo la voluntad de
• Cómo es mi relación con mi familia, ¿los valoro? ¿los su Padre, por la fuerza del Espíritu, hasta sus últimas
conozco? ¿los siento parte de mi vida y mi caminar consecuencias, “el cual fue entregado por nuestros
en la fe? delitos y resucitado para nuestra absolución” (Rm
4,25). Y fue en aquel día de Pentecostés cuando
______________________________________ nació la Iglesia, como continuadora de la misión de
Cristo. De esta manera, debemos tener en cuenta
______________________________________ que la comunión en la Iglesia es carismática antes
que jurídica; la realiza el Espíritu antes que la au-
______________________________________ toridad; no es posible crearla sólo desde medidas
institucionales, pues es fruto del Espíritu presente
• En mi relación con Dios, ¿lo tengo como referencia en toda la Iglesia. Hemos de recordar que la verdadera
en mi vida espiritual? ¿me siento unido a Él con su comunión se construye en la Iglesia acogiendo fielmente
palabra, los sacramentos, los momentos de oración? la actuación del Espíritu a través de los diversos carismas
¿me esfuerzo por mantenerme en amistad con Él? y ministerios (Cf. 1 Cor 12, 1-12).
16
y la comunión. Recuerda que la comunión que com- • ¿Cómo mejorar mi vida espiritual? ¿Mi relación
partimos encuentra sus raíces más profundas en el con Dios?
amor y en la unidad de la Trinidad. Es Cristo quien
nos reconcilia con el Padre y nos une entre nosotros ______________________________________
en el Espíritu Santo.
______________________________________
Dios nos ha concedido a todos talentos, quizá falte
identificarlos, y por eso hemos de sentirnos capacita-
dos para caminar juntos como hermanos, trabajando ______________________________________
en comunión para lograr la paz y el progreso de los
pueblos, aunque algunos al fallar, afectan la paz y la • ¿Cómo puedo ser instrumento de comunión?
armonía, consiguiendo la sanción o la motivación
de parte de Dios. ______________________________________
Somos corresponsables en
el caminar de la Iglesia, ______________________________________
por eso hemos de escucharnos
con respeto, cuidarnos ______________________________________
mutuamente, compartir
con alegría y motivarnos Celebrar
porque tenemos un rol que
desempeñar en el discerni-
Podemos trabajar en una papeleta a manera de un
miento y la vivencia de la
recordatorio, anotando mi propósito para vivir mejor
llamada de Dios a su pueblo.
en mi comunidad.
Hemos de esforzarnos para ir realizando la intención
de Jesús: “…que todos sean uno. Como tú, Padre, en En la celebración de la Eucaristía, tomarlo en las manos
mí y yo en ti, que ellos sean uno en nosotros, para que y ofrecerlo en el momento del ofertorio, como una
el mundo crea que Tú me has enviado…” (Juan 17,21). disposición para dejarse transformar como el pan y
el vino, en un mejor integrante de nuestra comunidad.
Realizar Después guardarlo en la cartera o lugar donde po-
damos tenerlo para la revisión periódica.
Dios me pide integrarme a Él y a mi comunidad
(familia, grupo, parroquia…) y me pide mejorar mi Si no se hace en la Eucaristía, en torno a una imagen
aporte, por lo que debo proponer algo concreto: de un Cristo, retomar un momento de oración, y
pedirle a Dios la fortaleza y la perseverancia para
• ¿Cómo puedo ser un mejor servidor? cumplir el compromiso que hemos escrito. Para
terminar, se pueden tomar de las manos y cantar el
______________________________________ Padre Nuestro, y finalizar con una oración a la Virgen
María para que interceda y nos ayude.
______________________________________
______________________________________
______________________________________
______________________________________
______________________________________
17
Tema 4
“La participación
comprometida en la
vida de la Iglesia
y en la sociedad”
Objetivo:
Propiciar la participación mediante el diálogo
para abrirse a los nuevos caminos pastorales
según la voluntad de Dios.
Ubicar
T
rabajo por grupos (si son pocos los partici-
pantes, puede hacerse el diálogo en plenario)
19
7. El servicio de la caridad es también una dimensión • ¿Cómo podrías hacer efectiva la invitación de “llevar
constitutiva de la misión de la Iglesia y expresión el Evangelio a la calle, a las periferias existenciales?
irrenunciable de su propia esencia.
______________________________________
8. Así como la Iglesia es misionera por naturaleza,
también brota ineludiblemente de esa naturaleza la ______________________________________
caridad efectiva con el prójimo, la compasión que
comprende, asiste y promueve. ______________________________________
9. La tarea evangelizadora implica y exige una pro- • Un buen propósito es interesarte por las obras
moción integral de cada ser humano. sociales que tiene tu parroquia, o las que se hacen a
nivel diocesano ¿cómo puedes sumarte a ellas?
10. Ya no se puede decir que la religión debe recluirse
en el ámbito privado y que está sólo para preparar las ______________________________________
almas para el cielo. Sabemos que Dios quiere la felicidad
de sus hijos también en esta tierra.
______________________________________
11. Una auténtica fe —que nunca es cómoda e indi-
vidualista— siempre implica un profundo deseo de ______________________________________
cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar
algo mejor detrás de nuestro paso por la tierra. Celebrar
12. La Iglesia no puede ni debe quedarse al margen en En el lugar crear un ambiente de penumbras. Previa-
la lucha por la justicia. Todos los cristianos, también mente se les ha entregado un papelito con palabras
los pastores, están llamados a preocuparse por la como: justicia, paz, solidaridad, compasión, ayuda,
construcción de un mundo mejor. caridad, dignidad, visitar a los enfermos, dar de comer
al hambriento, acoger al migrante, socorrer al en-
Realizar fermo, dar vestido al que le falta, vida digna, etc.
También se les entrega una velita. En frente o al
Después de haber reflexionado sobre las consecuen- centro del grupo se colocan imágenes de situaciones
cias sociales que tiene el hecho de creer en Dios, sociales como hambre, guerra, violencia, migrantes,
cuestiónate personalmente y después comparte con encarcelados, pordioseros, etc., a manera de tapete.
quien está a tu lado: Encima se coloca un cirio que está apagado. Con
una lámpara se van enfocando las imágenes y se les
• ¿Tu fe se alimenta y crece en medio de la comunidad pide a los participantes que expresen lo que ven.
cristiana? ¿Les gustan estas situaciones?
______________________________________ Voz fuerte: “Yo soy la luz del mundo, quien me sigue
no camina en tinieblas, sino que tendrá luz y vida”
______________________________________ (Jn 8, 12) Silencio.
20
¿Qué puedes aportar, desde tu fe, a la construcción 1. Hombres nuevos, creadores de la historia,
de un mundo mejor, para poner un poco de luz a constructores de nueva humanidad.
este mundo en tinieblas? Hombres nuevos que viven la existencia
como riesgo de un largo caminar.
Cada participante va al cirio encendido para encender
su velita, al tiempo que dice en voz alta lo escrito 2. Hombres nuevos, luchando en esperanza,
en el papelito que se le dio a la entrada. Una vez caminantes, sedientos de verdad.
que han pasado todos se les hace notar cómo con Hombres nuevos, sin frenos ni cadenas,
el aporte de cada una de las pequeñas llamas de su hombres libres que exigen libertad.
vela han podido romper la oscuridad. Esa es nuestra
vocación: En comunión, desde la fe, transformar la 3. Hombres nuevos, amando sin fronteras,
realidad según en sueño del Reino de Dios. por encima de razas y lugar.
Hombres nuevos, al lado de los pobres,
Rezamos el Padrenuestro y el Ave María. compartiendo con ellos techo y pan.
Canto: Hombres nuevos ( J. A. Espinosa) * Si es un grupo de mujeres, hay una buena versión
DANOS UN CORAZÓN, GRANDE PARA AMAR de Cristóbal Fones: Mujeres nuevas (https://www.
DANOS UN CORAZÓN, FUERTE PARA LUCHAR. youtube.com/watch?v=ZtN2eaNP4qk)
Anexo. Numerales 178, 179, 182 y 183 de la Evangelii Gaudium.
Confesión de la fe y compromiso social
178. Confesar a un Padre que ama infinitamente a cada ser humano implica descubrir que «con
ello le confiere una dignidad infinita». Confesar que el Hijo de Dios asumió nuestra carne humana significa
que cada persona humana ha sido elevada al corazón mismo de Dios. Confesar que Jesús dio su sangre por
nosotros nos impide conservar alguna duda acerca del amor sin límites que ennoblece a todo ser humano.
Su redención tiene un sentido social porque «Dios, en Cristo, no redime solamente la persona individual,
sino también las relaciones sociales entre los hombres». Confesar que el Espíritu Santo actúa en todos implica
reconocer que Él procura penetrar toda situación humana y todos los vínculos sociales: «El Espíritu Santo posee
una inventiva infinita, propia de una mente divina, que provee a desatar los nudos de los sucesos humanos,
incluso los más complejos e impenetrables». La evangelización procura cooperar también con esa acción
liberadora del Espíritu. El misterio mismo de la Trinidad nos recuerda que fuimos hechos a imagen de esa
comunión divina, por lo cual no podemos realizarnos ni salvarnos solos. Desde el corazón del Evangelio
reconocemos la íntima conexión que existe entre evangelización y promoción humana, que necesariamente
debe expresarse y desarrollarse en toda acción evangelizadora. La aceptación del primer anuncio, que
invita a dejarse amar por Dios y a amarlo con el amor que Él mismo nos comunica, provoca en la vida de la
persona y en sus acciones una primera y fundamental reacción: desear, buscar y cuidar el bien de los demás.
179. Esta inseparable conexión entre la recepción del anuncio salvífico y un efectivo amor fraterno
está expresada en algunos textos de las Escrituras que conviene considerar y meditar detenidamente para
extraer de ellos todas sus consecuencias. Es un mensaje al cual frecuentemente nos acostumbramos, lo re-
petimos casi mecánicamente, pero no nos aseguramos de que tenga una real incidencia en nuestras vidas
y en nuestras comunidades. ¡Qué peligroso y qué dañino es este acostumbramiento que nos lleva a perder
el asombro, la cautivación, el entusiasmo por vivir el Evangelio de la fraternidad y la justicia! La Palabra
de Dios enseña que en el hermano está la permanente prolongación de la Encarnación para cada uno de
nosotros: «Lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, lo hicisteis a mí» (Mt 25,40).
Lo que hagamos con los demás tiene una dimensión trascendente: «Con la medida con que midáis, se
os medirá» (Mt 7,2); y responde a la misericordia divina con nosotros: «Sed compasivos como vuestro
Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y
seréis perdonados; dad y se os dará […] Con la medida con que midáis, se os medirá» (Lc 6,36-38). Lo que
expresan estos textos es la absoluta prioridad de la «salida de sí hacia el hermano» como uno de los dos
mandamientos principales que fundan toda norma moral y como el signo más claro para discernir acerca
del camino de crecimiento espiritual en respuesta a la donación absolutamente gratuita de Dios. Por eso
mismo «el servicio de la caridad es también una dimensión constitutiva de la misión de la Iglesia y expresión
irrenunciable de su propia esencia». Así como la Iglesia es misionera por naturaleza, también brota ineludible-
mente de esa naturaleza la caridad efectiva con el prójimo, la compasión que comprende, asiste y promueve.
21
La enseñanza de la Iglesia sobre cuestiones sociales
182. Las enseñanzas de la Iglesia sobre situaciones contingentes están sujetas a mayores o nuevos
desarrollos y pueden ser objeto de discusión, pero no podemos evitar ser concretos —sin pretender entrar
en detalles— para que los grandes principios sociales no se queden en meras generalidades que no interpelan
a nadie. Hace falta sacar sus consecuencias prácticas para que «puedan incidir eficazmente también en
las complejas situaciones actuales». Los Pastores, acogiendo los aportes de las distintas ciencias, tienen
derecho a emitir opiniones sobre todo aquello que afecte a la vida de las personas, ya que la tarea evange-
lizadora implica y exige una promoción integral de cada ser humano. Ya no se puede decir que la religión
debe recluirse en el ámbito privado y que está sólo para preparar las almas para el cielo. Sabemos que Dios
quiere la felicidad de sus hijos también en esta tierra, aunque estén llamados a la plenitud eterna, porque
Él creó todas las cosas «para que las disfrutemos» (1 Tm 6,17), para que todos puedan disfrutarlas. De
ahí que la conversión cristiana exija revisar «especialmente todo lo que pertenece al orden social y a la
obtención del bien común».
183. Por consiguiente, nadie puede exigirnos que releguemos la religión a la intimidad secreta de
las personas, sin influencia alguna en la vida social y nacional, sin preocuparnos por la salud de las instituciones
de la sociedad civil, sin opinar sobre los acontecimientos que afectan a los ciudadanos. ¿Quién pretendería
encerrar en un templo y acallar el mensaje de san Francisco de Asís y de la beata Teresa de Calcuta? Ellos no
podrían aceptarlo. Una auténtica fe —que nunca es cómoda e individualista— siempre implica un profundo
deseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor detrás de nuestro paso por la tierra.
Amamos este magnífico planeta donde Dios nos ha puesto, y amamos a la humanidad que lo habita, con
todos sus dramas y cansancios, con sus anhelos y esperanzas, con sus valores y fragilidades. La tierra es
nuestra casa común y todos somos hermanos. Si bien «el orden justo de la sociedad y del Estado es una
tarea principal de la política», la Iglesia «no puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia».
Todos los cristianos, también los Pastores, están llamados a preocuparse por la construcción de un mundo
mejor. De eso se trata, porque el pensamiento social de la Iglesia es ante todo positivo y propositivo, orienta
una acción transformadora, y en ese sentido no deja de ser un signo de esperanza que brota del corazón
amante de Jesucristo. Al mismo tiempo, une «el propio compromiso al que ya llevan a cabo en el campo
social las demás Iglesias y Comunidades eclesiales, tanto en el ámbito de la reflexión doctrinal como en el
ámbito práctico».
22
Tema 5
“Todos somos
misioneros en
Jesús Resucitado”
Objetivo:
Reavivar la corresponsabilidad de la misión
evangelizadora para reconstruir el tejido
social en este tercer milenio.
Ubicar
S
in duda, estamos viviendo en un siglo lleno
de retos y desafíos. Nuestra sociedad
atraviesa por una grave crisis, a nivel Iglesia
que peregrina en México se le llama crisis Antro-
pológico cultural, la cual afecta al hombre en todas
sus dimensiones. En el plano social, a pesar de que
se han logrado avances en diferentes planos, la
verdad es que existen situaciones verdaderamente
tristes y preocupantes. El crimen organizado, el nar-
cotráfico, la violencia desenfrenada, la corrupción,
la impunidad, y una infinidad de otras cuestiones, siguen
presentes y parece que con mayor fuerza.
23
Orientar El Papa Francisco, nos recuerda que un ingrediente
esencial de toda misión es la alegría, una alegría
que sólo puede venir del evangelio: “La alegría del
El día de su ascensión a los cielos, Jesús resucitado Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que
le dejó a la Iglesia, representada en sus apóstoles y se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por
discípulos, una misión sumamente importante, que Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío
consiste en llevar el Evangelio a todos lados: “Vayan, interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace
pues, y hagan discípulos a todos los pueblos: bautícenlos y renace la alegría” (EG. 1).
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he mandado…” No estamos solos en esta misión, Jesús resucitado
(Mt 28, 19-20). camina con nosotros, Él es el motivo de nuestra alegría
(Cf. Mt 28, 20b). Y el Espíritu Santo es quien nos
Éste mandado sigue resonando con todas sus fuerzas guía para poder dar verdaderos frutos, es importante
en nuestra época, ante una sociedad que se ha alejado ser dóciles a sus mociones para que pueda obrar
del mandado evangélico, nuestra responsabilidad maravillas a través de nosotros.
como Iglesia tiene que cimbrarnos desde dentro,
pues es urgente “evangelizar”. Nunca podemos Nuestro Señor Arzobispo en la pasada XVIII Asamblea
concentrarnos en nosotros mismos. Nuestra misión Diocesana de Pastoral nos ha dicho que frente a la
es testimoniar el amor de Dios en medio de toda la misión que tenemos, lo siguiente:
familia humana. Hoy más que nunca es necesario
que como Iglesia testimoniemos el Evangelio con […] un llamado del Señor a Mirar como el Buen
aquellos que viven en las periferias espirituales, sociales, Samaritano nuestra realidad de hoy; mirar con
económicas, políticas, geográficas y existenciales de compasión, responsabilidad, creatividad y valentía
nuestro mundo. a nuestro pueblo sufriente, Escuchando la voz de
Dios en su llanto y lamento, ya que solo esta mirada
Toda evangelización implica una misión, que es la de Buen Samaritano nos lanzará a vivir el presente
vocación primera de la Iglesia. Ya se ha dicho hasta y a construir el futuro con gozo y esperanza.
el cansancio y no está mal volverlo a repetir, misionar
no sólo significa irse a países y regiones alejadas, […] trabajemos juntos, uniendo esfuerzos como
cosa que es admirable y debemos seguir apoyando, servidores desde las Vicarías, Decanatos, Parroquias,
pero no agota el sentido de la misión. Misionar es Dimensiones, Tareas y grupos de servicio para vivir
también llevar el mensaje de Cristo a los demás, a el gozo de Ser Iglesia y de Hacer en Iglesia. “Que
los más cercanos. Así, la misión comienza en nuestras nadie nos robe la belleza de Ser Iglesia, la Alegría de
familias, con nuestros amigos, con nuestros grupos vivir en comunión y de Servir en Sinodalidad.”
parroquiales, y se extiende a todos los de la colonia
y a los más alejados. […] vivamos juntos un Nuevo Pentecostés que nos
lanza a ser testigos apasionados y alegres por Jesús
Un mundo que vive presa de la imagen y del sin sentido, y su Reino en un compromiso de caminar en comunión,
pide a gritos un mensaje de esperanza, mensaje en sinodalidad como Arquidiócesis. […] Que nadie
que sin duda el Evangelio cumple a la perfección, ya de nosotros caiga en la tentación de caminar solo,
que proclama la esperanza más grande de todas, la pues quien hace cosas solo está haciendo su obra y no
esperanza en el Fin final, la esperanza en Dios nuestro la de Dios, por el contrario, si unimos esfuerzos caminando
Señor, la cual, sin duda nos salva de manera integral. y sirviendo juntos, la obra es de Dios.
24
Realizar Celebrar
Ya se nos ha recordado cuál es nuestra misión, es Salmo 96, 1-13.
momento ahora de zarandear nuestro ser, para que, ha-
ciendo una reflexión profunda y a conciencia, podamos ¡Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor
descubrir si estamos llevando a cabo nuestra tarea, toda la tierra!
o aún nos hace falta “echarle más ganas” o defini- Canten al Señor, bendigan su nombre, su salvación
tivamente necesitamos comenzar ya, puesto que anuncien día a día.
estábamos inertes. A conciencia respondamos: Cuenten su gloria a las naciones y a todos los pueblos
sus maravillas.
• ¿Mi vida personal puede ser vista como un “Evan- Porque el Señor es grande y muy digno de alabanza,
gelio viviente”? más temible que todos los dioses.
Pues son nada esos dioses de los pueblos, más el
______________________________________ Señor es quien hizo los cielos.
Honor y Majestad van precediéndole, y en su santuario
están Fuerza y Esplendor.
______________________________________
Ríndanle al Señor tribus y pueblos, ríndanle al Señor
gloria y poder.
• ¿Qué actitudes, valores y palabras mías pueden ser
Ríndanle al Señor la gloria de su nombre, traigan la
consideradas como elementos de evangelización?
ofrenda y entren en su templo.
Adoren al Señor en el atrio sagrado, tiemblen ante
______________________________________ él, pueblos de toda la tierra.
El Señor reina, anuncien a los pueblos, él fijó el universo
______________________________________ inamovible, él juzgará a los pueblos con justicia.
¡Gozo en los cielos, júbilo en la tierra, bramido del
• ¿Qué actitudes, valores y palabras mías pueden mar y del mundo marino!
ser vistas como anti-evangélicas? Muestren su júbilo el campo y todos sus frutos, lancen
vivas los árboles del bosque delante del Señor, porque
______________________________________ ya viene, porque ya viene a juzgar a la tierra. Al mundo
con justicia juzgará, y a los pueblos, según su verdad.
______________________________________
Preces:
• ¿A qué me comprometo para que mi vida sea día a • Por todos los hombres de buena voluntad, que
día un “Evangelio viviente”? son “Evangelio viviente”.
______________________________________ • Por los todos los fieles que día a día luchan para
hacer presente el mensaje de Cristo.
• ¿Cómo puedo ayudar para hacer misión permanente?
• Por todos los bautizados, para que el Señor infunda
______________________________________ en ellos el calor del Evangelio y los deseos de la misión.
Nota importante: Para todas las reuniones hay que usar cubre bocas y gel antibacterial.
Lectio Divina
“El juicio de Jesús en un ambiente de violencia e injusticia”
(Jn 18, 28-19, 16a)
Invocación:
Espíritu Santo, tú que eres la Luz que nos ilumina en nuestras confusiones y oscuridades, muéstranos
y condúcenos hacia el camino de la Verdad. Soplo del amor de Dios, engrandece nuestros corazones
para que amemos y busquemos siempre la verdad en comunión con nuestros hermanos,
27
Lectura Oración
¿Qué me/nos dice el texto? ¿Qué le respondo al Señor?
• ¿Qué valores nos enseña el testimonio de Jesús? - Ora en silencio por un momento lo que la Palabra
ha tocado tu corazón.
______________________________________
- Pueden hacer unas preces espontáneas, repitiendo
______________________________________ todos: ¡Señor Jesús, mi único rey, enséñame a vivir en
la verdad!
______________________________________ - Oremos juntos diciendo: Padre nuestro…
¿Qué antivalores encontramos en los judíos y, sobre Comtemplación
todo, en Pilato?
¿Qué mirada nueva provoca en mí la Palabra?
______________________________________
La Verdad que nos anuncia Jesús la encontraremos
en la meditación de su Palabra y la comprenderemos
______________________________________ en la vida interior, en la oración.
______________________________________ ______________________________________
______________________________________ ______________________________________
______________________________________
28
“Cuaresma,
tiempo de reconciliación”
Objetivo:
Reconocer la cuaresma como un tiempo de cambio,
de reencuentro, perdón y reconciliación consigo
mismo y con Dios para mejorar la convivencia familiar
y comunitaria necesarias en nuestro tiempo.
Ubicar
C
uando vemos el número 40 así como
un simple número, probablemente no
nos diga nada, pero si escuchamos la
palabra cuarenta, cuarentena, ya pensamos en
varias situaciones o circunstancias que se viven en
la actualidad; comparte en binas con qué relacionas
las palabras:
Cuarenta: ______________,
Cuarentena ________________,
29
Orientar Al mismo tiempo, para analizar y descubrir todo
aquello que hemos hecho y no ha sido grato a los
Hemos recordado y relacionado la palabra cuarenta ojos de Dios, y disponernos para aceptar a Jesús en
y cuarentena, veamos ahora la palabra Cuaresma. nuestra vida y permitirle habite en nosotros (Jn 14,
En la Iglesia, la Cuaresma es un tiempo litúrgico de 23), pues por medio de Él, Dios nos ha reconciliado
40 días, que inicia el miércoles de ceniza y nos lleva consigo para restablecer la relación que estaba que-
al inicio de la Semana Santa, en la que recordamos y brantada (ver Rm 5,10). Es aceptar a Jesús como
vivimos el triduo Pascual que inicia el Jueves Santo. “…Hijo único, lleno de gracia y de verdad” (Jn 1,14),
que durante su vida proclamó siempre el perdón
En la Cuaresma, todos estamos invitados a vivir haciendo de Dios, como la parábola del Padre misericordioso
un examen de conciencia de nuestro ser y nuestro (Cf. Lc 15, 11-32 ), y quien hasta el último momento
actuar, con propósitos de reflexión, arrepentimiento, ruega: “Padre, perdónalos, no saben lo que hacen”
reconciliación y perdón, que nos lleve a una conversión (Lc 23, 34).
para renovar nuestra fe, esperanza y caridad, y así
vivir el amor de Dios, como lo cita el Papa Francisco Esta comunión con Dios es una condición necesaria
en su mensaje de cuaresma 2021: “Recibamos con que, al mismo tiempo, exige la reconciliación con el
el corazón abierto el amor de Dios que nos convierte hermano: “De modo que, si al presentar tu ofrenda
en hermanos y hermanas en Cristo… Cuando Jesús sobre el altar recuerdas que tu hermano tiene algo
anuncia a sus discípulos su pasión, muerte y resu- contra ti, deja tu ofrenda allí y ve primero a ponerte
rrección, para cumplir con la voluntad del Padre, les en paz con tu hermano, después regresa y presenta
revela el sentido profundo de su misión y los exhorta tu ofrenda” (Mt 5, 23-24). Reconciliarnos significa
a asociarse a ella, para la salvación del mundo”. Hoy volver a la armonía, dejando atrás todo conflicto o
Jesús nos hace la misma invitación; por ello, este es distanciamiento, pero para ello se necesita reconocer
un tiempo propicio para hacer lo propio y generar los pecados, mediante la reflexión, pedir perdón, lle-
los cambios para un mundo mejor. vándolo al sacramento de la reconciliación y, por
supuesto, después del arrepentimiento, tener gestos
En este camino, el ayuno y la oración siempre serán de reparación para con el hermano, como la firme
necesarias para fortalecernos y perseverar en nuestra decisión de reconstruir la relación por medio del
vida de fe y nuestros propósitos para hacer realidad diálogo, respeto, comprensión, siendo honestos y
la conversión. El ayuno es la privación de todo aquello solidarios, etc.
que en muchas ocasiones nos hace caer en tentacio-
nes vanas, es liberarnos de lo tóxico que nos impide La reconciliación conlleva un compromiso firme de
crecer o estar bien tanto en lo físico, moral y espiritual. establecer una relación sana y constructiva, inclusive
La oración es el diálogo filial con el Padre que nos hasta el grado de perdonar a quien le ha ofendido
permite mantener una estrecha relación, sea personal gravemente, ayudándonos a vivir así una convivencia
o comunitaria, y fortalecer la comunión con el hermano fraterna. Mediante esta vivencia, al igual que San
que nos acompaña. Pablo que es embajador de la reconciliación (Cf. 2
Cor 5,20), también nosotros, todos los bautizados,
La cuaresma nos permite reflexionar sobre el amor de debemos sentirnos como ministros de reconciliación,
Dios, que es el fundamento de la reconciliación: “Él llamados a generar la paz (Cf. Mensaje del Papa
perdona todas tus culpas y sana todas tus enfermedades. Juan Pablo II, para celebrar la XXX Jornada Mundial
Él salva tu vida de la tumba, te corona de amor y miseri- de la Paz de 1997, n. 7). En este sentido de recon-
cordia; te sacia de bienes mientras vives y tú rejuveneces ciliación también nos lleva a mirar a Dios que sigue
como el águila. No nos trata según nuestros pecados ni cuidando su creación a pesar de que nosotros la se-
nos paga según nuestras culpas.” (Sal 103, 3-5). guimos destruyendo, ya que muchas especies han
sido extinguidas por la mala acción humana (Cf.
Laudato Si 32), por lo que de igual manera es tiempo
de reconciliarnos con la naturaleza.
30
Realizar
Después de conocer que la Iglesia considera la Cuaresma como un tiempo de arrepentimiento, expiación de la
culpa por los pecados cometidos y de una reconciliación auténtica, se dan algunas sugerencias del Papa Francisco.
1. ¿Qué actitudes y ayunos estarías dispuesto a realizar para lograr una buena reconciliación y ser
instrumentos de reconciliación?
ACTITUDES AYUNOS
• Ayuna de palabras hirientes
• Recordarle a los demás cuanto los amas. y transmite palabras bondadosas.
2. ¿Qué propuestas podrías hacer para construir una familia, una comunidad, una parroquia reconciliada,
donde se viva la fraternidad, generando una cultura de reconciliación?
_______________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________
Celebrar
Agradezcamos a Dios por su amor, perdón y por reconciliarnos con Él. Nos disponemos a participar y vivir
la celebración penitencial.
31
Celebración penitencial
“El Señor no se cansa de perdonar. Somos nosotros quienes nos cansamos
de pedirle perdón. Pidamos la gracia de no cansarnos de pedir perdón”
Papa Francisco
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…
Guía:
“Él Señor está cerca de los que lo invocan, de todos los que lo invocan sinceramente, el Señor cumple
los deseos de quienes lo respetan, escucha su súplica y los libera”. (Salmo 145, 18-19).
“Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse para que sean borrados sus pecados” (Hch 3,19).
Dios llama a cada uno de sus hijos a una vida plena y feliz en el servicio a los hermanos, Él tiene un plan
para nosotros y podemos comprender que el pecado nos aparta de su amor.
Cuando la vida se reduce al individualismo, a los propios intereses y no hay espacio para los demás, ya no
se escucha la voz de Dios, ya no se goza la alegría del amor ni el gozo por hacer el bien; esta no es la opción
de una vida digna y plena, ese no es el deseo de Dios para nosotros. Aprender a perdonar es la sabiduría
del que cree en Dios, del hombre inteligente que sabe encontrar un puerto seguro en la vida.
La conversión es un cambio de actitud, un cambio de vida, darle a nuestra vida una nueva dirección para
bien. La primera invitación que Jesús hace cuando inicia su predicación es el llamado a la conversión.
Jesús quiere otorgar el bienestar integral del hombre, su gracia es la que transforma el corazón, primero
perdona los pecados y en seguida otorga la salud física, permite sentir el amor misericordioso del Padre.
Uno de los actos importantes para la conversión es reconocerse pecador y arrepentirse ante Dios.
“Que desaparezca de entre ustedes toda agresividad, rencor, ira, indignación, injurias y toda clase de maldad.
Sean más bien bondadosos y compasivos los unos con los otros y perdónense mutuamente como Dios los
ha perdonado por medio de Cristo”
Jesús manifiesta su poder y con su gracia y su amor sana las heridas de nuestro corazón causadas por
nuestros pecados. Solo Él puede liberarnos del peso del pasado, solo lo puede lograr Dios que, con amor
creador, marca en nosotros un nuevo comienzo, dejando la agresividad, el rencor, así como las impurezas y
conductas inapropiadas (críticas al hermano, burlas, etc.)… Dios nos ofrece su perdón siempre, tenemos
a un Dios rico en misericordia, que nos llama a la reconciliación y nos ofrece su gracia, su perdón en el
sacramento de la confesión . Cada uno es escuchado por Dios para ser renovado por Él.
32
Canto: Levanto mis ojos…
Guía: Ten piedad de mí, oh Dios, por tu amor, por tu inmensa compasión, borra mi culpa; lava del todo
mi maldad, limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado; contra ti,
contra ti solo pequé; hice lo que tu detestas. Por eso eres justo cuando dictas sentencia e irreprochable
cuando juzgas.
Guía: Yo soy culpable desde que nací, pecador desde que me concibió mi madre. Pero tú amas al de co-
razón sincero, en mi interior me enseñas la sabiduría. Rocíame con agua purificadora, y quedaré limpio,
lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
Guía: Hazme sentir el gozo y la alegría, y se alegraran los huesos quebrantados. Aparta tu vista de mis
pecados, borra todas mis culpas. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, renueva dentro de mí un espíritu
firme; no me arrojes de tu presencia, no retires de mí tu santo espíritu.
Guía: Devuélveme la alegría de tu salvación, fortaléceme con tu espíritu generoso; enseñare a los malva-
dos tus caminos, los pecadores se convertirán a ti. Líbrame de la muerte, Dios salvador mío, y mi lengua
anunciará tu fidelidad. Abre Señor mis labios y mi boca proclamará tu alabanza.
Durante la confesión:
- “Porque si ustedes perdonan a los demás sus culpas, también a ustedes los perdonará el Padre celestial. Pero
si no perdonan a los demás, tampoco su Padre les perdonará sus culpas” (Mt 6, 14-15).
- “Si reconocemos nuestros pecados, Dios que es justo y fiel, perdonará nuestros pecados y nos purificará de
toda maldad” (1Jn 1,9).
- “No juzguen y Dios no los juzgará, no condenen y Dios no los condenará, perdonen y Dios los perdonará” (Lc
6, 37).
- “Dios todo poderoso, restáuranos, que restablezca tu rostro y nos salvarás” (Salmo 79,20)
Agradecidos con el Señor por este sacramento que nos ha dejado digamos con fe.
Padre nuestro, Ave María, Gloria…
33
Viacrucis Penitencial
«El rostro de Cristo, el rostro del hombre»
Introducción
Iniciamos juntos este recorrido santo. El camino de la cruz que realizaremos en las calles de nuestro ba-
rrio o en el hogar de nuestras familias, es el signo que hace presente el amor de Dios y su capacidad de
perdonar siempre. Es el signo de la entrega generosa que responde al mal, presente en nosotros y en el
mundo actual, con sobreabundancia de bien. Carguemos también nosotros hoy, la cruz con Jesús y sea-
mos ofrenda por todos los que sufren ante la pandemia que vivimos y las restricciones y sufrimientos que
esta provoca; juntos, hagamos llevadera la cruz de la vida que nos ha tocado vivir.
Como nos ha invitado el Papa Francisco: “Caminemos juntos por la vía de la Cruz, caminemos llevando en el
corazón estas palabras de amor, de perdón y de comunión con Dios y con el hermano. Caminemos esperando
la resurrección de Jesús, que nos ama tanto. Él es todo amor”.
- Los viernes de cuaresma: pueden realizarlo en sus hogares y, si la situación lo permite, puede ser en las
capillas o en el templo parroquial, teniendo los cuidados necesarios.
- En la semana mayor, el Viacrucis debe realizarse el viernes Santo; importante buscar espacios sin distracciones,
que nos permita reflexionar como familia de Dios y que esta experiencia sea un momento para unir nuestras
preocupaciones y esperanzas a la vida de Jesús, compañero de camino.
- Como comunidad parroquial o capilla: En caso que la situación de la pandemia permita realizar el viacrucis
en procesión grupal; organizar el recorrido de las estaciones con las medidas necesarias de sanidad, cuidando
la sana distancia, utilizar cubre boca, gel antibacterial, etc.
- En hogar o familia: Colocar un crucifijo o una cruz. El más pequeño de la casa puede sostenerla o colocarla
en un lugar central para todos, por ejemplo: en una mesita especial. Elegir un guía del viacrucis, puede ser
Papá, Mamá o hermano mayor; caminar y hacer pequeñas paradas para orar en cada estación.
• Oración inicial
«El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también ustedes
crean. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: “No le quebrarán un hueso”; y en otro lugar la Escritura dice:
“Mirarán al que atravesaron”» (Jn 19, 35-37).
Dulce Jesús, subiste al Gólgota como gesto de amor, y te dejaste crucificar sin lamento.
Humilde hijo de María, cargaste con nuestra noche para mostrarnos con cuánta luz querías henchir nuestro corazón.
En tu dolor, reside nuestra redención, en tus lágrimas, se bosqueja la «hora» en la que se desvela el amor gratuito de
Dios. Siete veces perdonados en tus últimos suspiros de hombre entre los hombres, nos devuelves a todos al corazón
del Padre, para indicarnos en tus últimas palabras la vía redentora para todo nuestro dolor.
Concédenos a todos nosotros, Señor Jesús crucificado, tu infinita misericordia, perfume de Betania en el mundo,
gemido de vida para la humanidad. Y, confiados finalmente en las manos de tu Padre, ábrenos la puerta de
la vida que nunca muere.
Amén.
34
Primera estación: Guía: Señor, pequé y me pesa ten misericordia de mí.
JESÚS, CONDENADO A MUERTE
Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y mise-
“El dedo acusador” ricordia de nosotros.
Guía: Te adoramos Cristo y te bendecimos.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y Todos: Padre Nuestro… Ave María… Gloria…
a mi pecador.
Canto: Ver anexo.
Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas 23, 20-25:
“Pilato les habló de nuevo, porque quería liberar a Segunda estación:
Jesús, pero ellos gritaban: ¡Crucifícalo!, ¡Crucifícalo! JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS
Pilato, entonces, les habló por tercera vez, diciendo: “El pesado madero de la crisis”
¿Qué mal ha hecho? No encontré ningún delito por
el merezca ser condenado a muerte. De modo lo voy Guía: Te adoramos Cristo y te bendecimos.
a castigar y lo dejaré en libertad. Pero ellos insistían, Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y
pidiendo a gritos que lo crucificara, y sus gritos eran a mi pecador.
cada vez más fuertes. Entonces Pilato decidió acceder
a su petición; les dejó en libertad al que pedían, que Lectura de la Primera Carta de San Pedro 2, 24-25:
estaba en la cárcel por disturbio y homicidio, y les entregó “El cargó sobre su cuerpo nuestros pecados, llevándolos al
a Jesús para que hicieran con él lo que quisieran”. madero, para que, muertos al pecado, viviéramos para lo
Palabra del Señor. que es justo. Gracias a sus heridas han sido sanados.
Ustedes eran como ovejas descarriadas, pero ahora
Reflexión: Un Pilato atemorizado que no busca la han vuelto al pastor y guardián de sus vidas”.
verdad, el dedo acusador y el creciente clamor de la Palabra de Dios.
multitud, son los primeros pasos de la muerte de Jesús.
Inocente como un cordero cuya sangre salva a su Reflexión: Pesa el madero de la cruz, porque, en
pueblo. Ese Jesús, que ha pasado entre nosotros cu- él, Jesús lleva consigo todos nuestros pecados. Se
rando y bendiciendo, es condenado ahora a la pena tambalea bajo este peso, demasiado grande para
capital. Ninguna palabra de gratitud por parte del un solo hombre (Cf. Jn 19, 17).
gentío que, en cambio, elige a Barrabás. La condena
apresurada de Jesús acoge así las acusaciones fáciles, los Esta es la pesada cruz del mundo del trabajo, la in-
juicios superficiales entre la gente, las insinuaciones y justicia en la espalda de los trabajadores. Jesús la
prejuicios, que cierran el corazón y se convierten en carga sobre sus hombros y nos enseña a no vivir
cultura racista, de exclusión y descarte, con cartas más en la injusticia, sino a ser capaces, con su ayuda,
anónimas y horribles calumnias. de crear puentes de solidaridad y esperanza, puentes
de unidad y comunión para no ser ovejas errantes ni
¿Y nosotros? ¿Sabremos tener una conciencia recta extraviadas en esta crisis.
y responsable, transparente, que nunca dé la espalda
al inocente, sino que luche con valor en favor de los Volvamos, pues, a Cristo, pastor y guardián de
débiles, resistiéndose a la injusticia y defendiendo nuestras almas. Luchemos juntos por el trabajo en
por doquier la verdad ultrajada? o ¿somos otro dedo reciprocidad, superando el miedo y el aislamiento,
acusador? recuperando la estima por la paz y tratando de
solventar juntos los problemas que crean división
Oración: Señor Jesús, hay manos que amparan y hay y muerte. El pesado madero de la crisis, entonces, se
manos que firman sentencias injustas. Haz que, ayudados hará más ligera, si la llevamos con Jesús y la levantamos
por tu gracia, no descartemos a nadie. Defiéndenos de todos juntos, porque con sus heridas – resquicios de luz
la calumnia y la mentira. Ayúdanos a buscar siempre la – hemos sido curados.
verdad, a caminar juntos y estar siempre de parte de
los más débiles. Y concede tu luz a quien, por misión, Oración:
debe juzgar en el tribunal, para que emita siempre Señor Jesús, cada vez se hace más densa nuestra noche;
sentencias justas y verdaderas. Amén. la pobreza se torna miseria.
No tenemos pan y lo necesario para los hijos y nuestras
redes están vacías. Nuestro futuro es incierto.
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Vela por el trabajo que falta. Despierta en nosotros el ser indiferentes con quien cae. Y nos da la fuerza
celo por la justicia, la caridad, el amor, la comunión para no cerrar la puerta del corazón a quien llama
contigo y con el prójimo para que no arrastremos pidiendo amor y caridad. Conscientes de nuestra
la vida, sino que la llevemos con dignidad y alegría. fragilidad, acogeremos entre nosotros la fragilidad
Amén. de los débiles y desprotegidos, para que encuentren
seguridad y esperanza. Así, reflejaremos el rostro de
Guía: Señor, pequé y me pesa ten misericordia de mí. nuestro Dios.
Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y mise- Oración: Señor Jesús, que te has humillado para rescatar
ricordia de nosotros. nuestra debilidad, haznos capaces de entrar en una
verdadera comunión con nuestros hermanos más nece-
Todos: Padre Nuestro… Ave María… Gloria… sitados. Arranca de nuestro corazón toda raíz de miedo
y cómoda indiferencia, que nos impide reconocerte en
Canto: Ver anexo. los demás, para dar testimonio de que tu Iglesia no tiene
fronteras, sino que es verdadera madre de todos. Amén.
Tercera estación:
JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ Guía: Señor, pequé y me pesa ten misericordia de mí.
“La fragilidad que se abre a la acogida”
Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y mise-
Guía: Te adoramos Cristo, y te bendecimos ricordia de nosotros.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y
a mi pecador. Todos: Padre Nuestro… Ave María… Gloria…
Reflexión: Es un Jesús frágil, muy humano, el que Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 2, 34-35.
contemplamos con asombro en esta estación de “Después de bendecirlos, Simeón dijo a María, la
gran dolor. Pero es precisamente esta caída en tierra madre: Mira, este niño está puesto para que muchos
lo que revela aún más su inmenso amor. Está aco- caigan y se eleven en Israel, y como un signo que pro-
rralado por el gentío, aturdido por los gritos de los vocará enfrentamientos, para que queden de mani-
soldados, cubierto por las llagas de la flagelación, fiesto las intenciones de muchos. Y a ti, una espada
lleno de amargura interior por la inmensa ingratitud te traspasará el alma”.
humana. Y cae. Cae por tierra. Palabra del Señor.
Pero en esta caída, en este ceder al peso y la fatiga, Reflexión: Este encuentro de Jesús con María,
Jesús vuelve a ser una vez más maestro de vida. Nos su madre, está cargado de emoción, de lágrimas
enseña a aceptar nuestras fragilidades, a no desani- amargas. En él se expresa la fuerza invencible del
marnos por nuestras faltas, a reconocer con lealtad amor materno, que supera todo obstáculo y sabe
nuestras limitaciones, como dice san Pablo: «El deseo abrir caminos. Pero impresiona aún más la mirada
del bien está a mi alcance, pero no el realizarlo» solidaria de María, que comparte e infunde fuerza
(Rm 7,18). al Hijo. Nuestro corazón se llena así de asombro al
contemplar la grandeza de María, precisamente en
Con esta fuerza interior que viene del Padre, Jesús su hacerse, ella misma criatura, «prójimo» para con
también nos ayuda a aceptar las debilidades de los su Dios y su Señor.
demás; a no indignarnos con quien ha caído, a no
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Ella recoge las lágrimas de todas las madres del Reflexión: Simón de Cirene pasa casualmente por
mundo. ¡Qué lágrimas tan amargas! ¡Solidaridad en allí. Pero se convierte en un encuentro decisivo en
compartir la ruina de los hijos! Madres que velan en su vida. Él volvía del campo. Hombre de fatigas y
la noche, con las luces encendidas, temblando por vigor. Por eso se le obligó a llevar la cruz de Jesús,
los niños, adolescentes y jóvenes abrumados por la condenado a una muerte infame (Cf. Flp 2,8).
inseguridad o en las garras de los vicios, especialmente
las noches del sábado. Pero este encuentro, al principio casual, se trasformará
en un seguimiento decisivo y vital de Jesús, llevando
Junto a María, nunca seremos un pueblo huérfano. cada día su cruz, negándose a sí mismo (Cf. Mt 16,
Nunca olvidados, pues ella nos lleva a su Hijo amado. 24-25). Porque la vida, si uno se aferra demasiado a
Como a san Juan Diego, María también nos ofrece ella, enmohece y se agosta. Pero si la ofrece, florece
la caricia de su consuelo materno, y nos dice: «No y se convierte en espiga de grano, para él y para
se turbe tu corazón […] ¿No estoy yo aquí, que soy toda la comunidad.
tu Madre?» (Exhort. Ap. Evangelii Gaudium, 286).
Ojalá hagamos nuestras aquellas palabras: “Lloren En esto radica la verdadera cura de nuestro egoísmo
con los que lloran, tengan un mismo sentir los y división, siempre al acecho. La relación con el
unos para con los otros” (Rm 12, 15). otro nos rehabilita y crea una hermandad mística,
contemplativa, que sabe mirar la grandeza sagrada
Oración: Salve, Madre, danos tu amor. Intercede por del prójimo, que sabe descubrir a Dios en cada ser
nuestras familias. Dígnate ofrecer a Dios todas mis humano, que puede soportar las penas de la vida,
obras y lágrimas solidarias por los demás, unido a apoyándose en el amor de Dios. Sólo con el corazón
tus méritos y a los de tu santísimo Hijo. Te ofrezco abierto al amor divino, me veo impulsado a buscar la
y dedico todo mi ser y todas mis cosas a tu servicio, felicidad de los demás en tantos gestos de caridad
poniéndome por entero bajo tu manto santo. Obtén fraterna: una noche en el hospital, una lágrima enju-
para mí, Señora, la pureza de la mente y del cuerpo, gada en familia, la gratuidad sincera, el compromiso
y haz que, en este día, no haga nada que desagrade con altas miras por el bien común, el compartir el
a Dios. Te lo pido por tu Inmaculada Concepción y tu pan y el trabajo, venciendo toda forma de recelo
intacta virginidad. Amén. y envidia. Recordemos aquellas palabras de Jesús:
«Les aseguro que siempre que ustedes lo hicieron
Guía: Señor, pequé y me pesa ten misericordia de mí. con uno de estos mis hermanos más pequeños,
conmigo lo hicieron» (Mt 25, 40).
Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y mise-
ricordia de nosotros. Oración: Señor Jesús, en el Cireneo amigo vibra el
corazón de tu Iglesia, que se hace refugio de amor
Todos: Padre Nuestro… Ave María… Gloria… para cuantos tienen sed de ti. La ayuda fraterna es
la clave para atravesar juntos la puerta de la Vida.
Canto: Ver anexo. No permitas que nuestro egoísmo nos haga pasar de largo,
y ayúdanos a derramar el ungüento de consolación
Quinta estación: en las heridas de los otros, para hacernos compañeros
EL CIRENEO AYUDA leales de camino, sin evasivas y sin cansarnos nunca
A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ de optar por la fraternidad. Amén.
“La mano solidaria que levanta”
Guía: Te adoramos Cristo, y te bendecimos Guía: Señor, pequé y me pesa ten misericordia de mí.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y
a mi pecador. Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y mise-
ricordia de nosotros.
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 15, 21:
“Como por ahí pasaba de regreso del campo un tal Todos: Padre Nuestro… Ave María… Gloria…
Simón de Cirene, padre de Alejandro y Rufo, lo obligaron
a cargar la cruz de Jesús”. Canto: Ver anexo.
Palabra del Señor.
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Sexta estación: Séptima estación:
VERÓNICA ENJUGA JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ
EL ROSTRO DE JESÚS “La angustia de la cárcel y de la tortura”
“La ternura femenina”
Guía: Te adoramos Cristo, y te bendecimos
Guía: Te adoramos Cristo, y te bendecimos Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y
a mi pecador.
a mi pecador.
Lectura del libro de los Salmos 26, 8-9: Lectura del Libro de los Salmos 117, 11-13. 18:
“Yo digo en mi interior ¡Busco tu rostro! Sí, Señor, yo “Me rodearon, me cercaron; los derrote en el nombre
busco tu rostro. No me ocultes tu rostro ni rechaces, del Señor. Me rodearon como avispas, se extinguieron
irritado, a tu servidor. Tú fuiste mi ayuda, no me dejes como espinas en el fuego; los derrote en el nombre del
ni me abandones, Dios de mi salvación”. Señor. Me empujaban con fuerza para hacerme caer,
Palabra de Dios. pero el Señor vino en mi ayuda. El Señor me probó
con dureza, pero no me entregó a la muerte.”
Reflexión: Jesús se arrastra con dificultad, jadeando. Palabra de Dios.
Pero la luz de su rostro se mantiene intacta. No hay
ofensa que pueda oponerse a su belleza. Los salivazos Reflexión: En Jesús se cumplen verdaderamente las
no la han empañado. Los golpes no han conseguido antiguas profecías del Siervo humilde y obediente,
quebrarla. De los ojos del Maestro manan lágrimas que carga sobre sus hombros toda nuestra historia
silenciosas. Lleva el peso del abandono. Sin embargo, de dolor. Y así, Jesús, llevado a empellones, se desploma
Jesús avanza, no se detiene, no vuelve atrás. Afronta por la fatiga y la opresión, rodeado, circundado por la
la opresión. Está turbado por la crueldad, pero él
violencia, ya sin fuerzas. Cada vez más solo, cada
sabe que su muerte no será en vano.
vez más en la oscuridad. Lacerado en la carne, con
Jesús, entonces, se detiene ante una mujer que viene los huesos magullados.
a su encuentro sin titubeos. Es la Verónica, verdadera
imagen femenina de la ternura. Ante esta caída, cómo nos percatamos de la verdad
de aquellas palabras de Jesús: «Estuve en la cárcel y
El Señor encarna aquí nuestra necesidad de gratuidad no me visitaste» (Mt 25, 36). En toda cárcel, junto
amorosa, de sentirnos amados y protegidos por gestos a cada torturado, siempre está él, el Cristo que sufre,
de solicitud y de cuidados. Las caricias de esta criatura encarcelado y torturado.
se empapan de la sangre preciosa de Jesús y parecen En él reconocemos la amarga experiencia de los de-
purificarlo de las profanaciones recibidas en aquellas tenidos en prisión, con todas sus contradicciones
horas de tortura. La Verónica consigue tocar al dulce inhumanas. Rodeados y cercados, «empujados para
Jesús, rozar su candor. No sólo para aliviar, sino para derribarlos». A la cárcel se le mantiene demasiado
participar en su sufrimiento. Reconoce en Jesús a cada lejana, olvidada, rechazada por la sociedad civil. Y
prójimo que ha de consolar, con un toque de ternura, aun cuando un hermano nuestro sale, lo seguimos
para entrar en el gemido de dolor de los que hoy no considerando «ex recluso», cerrándole así las puertas
reciben asistencia ni calor de compasión, y mueren del rescate social, laboral e incluso familiar. Como
de soledad. Iglesia, necesitamos acompañar a nuestros hermanos
Oración: Señor Jesús, ¡qué amarga la indiferencia encarcelados, caminar juntos, hacerles más llevadera
de quien creíamos a nuestro lado en los momentos su existencia.
de desolación! Pero tú nos cubres con ese paño que
lleva impresa tu sangre preciosa, que has derramado Oración: Señor Jesús, una conmoción indecible me
a lo largo del camino del abandono, que también tú embarga al verte postrado en tierra por mí. No hallas
sufriste injustamente. Sin ti, no tenemos ni podemos mérito alguno, sino una multitud de pecados, incon-
dar alivio alguno. Amén. gruencias, debilidades. Y ¡qué amor de predilección
como respuesta! Al margen de la sociedad, denigrados
Guía: Señor, pequé y me pesa ten misericordia de mí. por los juicios, tú nos has bendecido para siempre.
Dichosos nosotros si hoy estamos aquí, por tierra,
Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y mise- contigo, rescatados de la condena. Haz que no eludamos
ricordia de nosotros. nuestras responsabilidades, concédenos vivir en tu
Todos: Padre Nuestro… Ave María… Gloria… humillación, a salvo de toda pretensión de omnipotencia,
para renacer a una vida nueva como criaturas hechas
Canto: Ver anexo. para el cielo. Amén.
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Guía: Señor, pequé y me pesa ten misericordia de mí. y la explotación. Pero no basta y sentir compasión.
Jesús es más exigente. Las mujeres deben ser amadas
Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y mise- como un don inviolable para toda la humanidad. Para
ricordia de nosotros. hacer crecer a los hijos, en dignidad y esperanza.
Todos: Padre Nuestro… Ave María… Gloria… Oración: Señor Jesús, frena la mano que ataca a las
mujeres. Libera su corazón del abismo de la desespera-
Canto: Ver anexo. ción cuando se convierten en víctimas de la violencia.
Enjuga su llanto cuando se encuentran solas. Y abre
Octava estación: nuestro corazón para compartir todo dolor, con sin-
JESÚS ENCUENTRA A LAS ceridad y fidelidad, más allá de la compasión natural,
MUJERES DE JERUSALÉN para hacernos instrumentos de la verdadera liberación.
“Compartir no sólo compasión” Amén.
Guía: Te adoramos Cristo, y te bendecimos
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y Guía: Señor, pequé y me pesa ten misericordia de mí.
a mi pecador.
Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y mise-
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 23, 27-28: ricordia de nosotros.
“Seguía a Jesús una gran multitud del pueblo y de mujeres
que lloraban y se lamentaban por Él. Pero Jesús volvién- Todos: Padre Nuestro… Ave María… Gloria…
dose a ellas, les dijo: ¡Mujeres de Jerusalén, no lloren
por mí! Lloren más bien por ustedes y por sus hijos”. Canto: Ver anexo.
Palabra del Señor.
Novena estación:
Reflexión: Las figuras femeninas en el camino del JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
dolor se presentan como antorchas encendidas. “Superar la nociva nostalgia”
Mujeres de fidelidad y valor que no se dejan intimidar
por los guardias ni escandalizar por las llagas del Guía: Te adoramos Cristo, y te bendecimos
Buen Maestro. Están dispuestas a encontrarlo y Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y
consolarlo. Jesús está allí, ante ellas. Hay quien lo a mi pecador.
pisotea mientras cae por tierra agotado. Pero las
mujeres están allí, listas para darle ese cálido latido Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos
que el corazón ya no puede contener. Antes lo observan 8, 35.37:
desde lejos, pero luego se acercan, como hace el “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿El sufrimiento,
amigo, el hermano o hermana cuando se da cuenta la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el
de las dificultades del ser querido. peligro, la espada? ¡Pero en todo esto salimos más
que vencedores gracias a Dios que nos ha amado!”.
Jesús se impresiona por su llanto amargo, pero le Palabra de Dios.
exhorta a no desgastar el corazón en verlo tan mal-
tratado, a no ser mujeres que lloran, sino creyentes. Reflexión: San Pablo enumera sus pruebas, pero
Pide un dolor compartido y no una compasión sollo- sabe que Jesús ha pasado antes por ellas, que en el
zante. No más lamentos, sino deseos de renacer, de camino hacia el Gólgota cayó una, dos, tres veces.
mirar hacia adelante, de proceder con fe y espe- Destrozado por la tribulación, la persecución, la es-
ranza hacia esa aurora de luz que surgirá aún más pada; oprimido por el madero de la cruz. Exhausto.
cegadora sobre la cabeza de quienes caminan con Parece decir, como nosotros en tantos momentos
los ojos puestos en Dios. Lloremos por nosotros de oscuridad: «¡Ya no puedo más!». Es el grito de los
mismos si aún no creemos en ese Jesús que nos ha perseguidos, los moribundos, los enfermos terminales,
anunciado el Reino de la salvación. Lloremos por los oprimidos por el yugo.
nuestros pecados no confesados.
Que la contemplación de Jesús caído, pero capaz de
Y lloremos también por esos hombres que descargan ponerse en pie, nos ayude a vencer la congoja que el
sobre las mujeres la violencia que llevan dentro. temor por el mañana imprime en nuestro corazón,
Lloremos por las mujeres esclavizadas por el miedo especialmente en este tiempo de pandemia, de
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crisis. Superemos la nociva nostalgia del pasado, la La túnica queda intacta: es símbolo de la unidad de
comodidad del inmovilismo, del «siempre se ha hecho la Iglesia, una unidad que se ha de recobrar mediante
así». Caminemos en unidad y comunión con Jesús, un camino paciente, un caminar juntos, una paz
que se tambalea y cae, pero que luego se levanta, artesana, construida día a día en un tejido recom-
es la certeza de una esperanza que, alimentada por puesto con los hilos de oro de la fraternidad, en un
la oración intensa, nace precisamente durante la clima de reconciliación y perdón mutuo.
prueba, y no después de la prueba ni sin prueba. Por
la fuerza de su amor, saldremos más que victoriosos. En Jesús, inocente, despojado y torturado, recono-
cemos la dignidad violada de todos los inocentes,
Oración: Señor Jesús, te rogamos que levantes del especialmente de los pequeños. Dios no impidió
polvo al mísero, levanta a los pobres de la inmundicia, que su cuerpo despojado fuera expuesto en la cruz.
hazlos sentar con los jefes del pueblo y asígnales un puesto Lo hizo para rescatar todo abuso injustamente cubierto,
de honor. Quiebra el arco de los fuertes y reviste a los y demostrar que él, Dios, está irrevocablemente y
débiles de vigor, porque sólo tú nos haces ricos preci- sin medias tintas de parte de las víctimas.
samente con tu pobreza. Ayúdanos a vivir en unidad
y comunión contigo y con el prójimo para superar la Oración: Señor Jesús, queremos volver a ser inocentes
nociva nostalgia del egoísmo y envidia. Amén. como niños, para poder entrar en el reino de los cielos,
purificados de nuestra suciedad y de nuestros ídolos.
Guía: Señor, pequé y me pesa ten misericordia de mí. Retira de nuestro pecho el corazón de piedra de las
divisiones, de las críticas, del egoísmo, que hacen a
Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y mise- tu Iglesia poco creíble. Danos un corazón nuevo y un
ricordia de nosotros. espíritu nuevo, para vivir según tus preceptos y observar
y poner en práctica tus leyes. Amén.
Todos: Padre Nuestro… Ave María… Gloria…
Guía: Señor, pequé y me pesa ten misericordia de mí.
Canto: Ver anexo.
Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y mise-
Décima estación: ricordia de nosotros.
JESÚS ES DESPOJADO
DE SUS VESTIDURAS Todos: Padre Nuestro… Ave María… Gloria…
“La unidad y la dignidad”
Guía: Te adoramos Cristo, y te bendecimos Canto: Ver anexo.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y
a mi pecador. Undécima estación:
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
Lectura del Santo Evangelio según San Juan 19, 23-24: “En el lecho de los enfermos”
“Los saldados, después de que crucificaron a Jesús,
tomaron su ropa y la dividieron en cuatro partes, una Guía: Te adoramos Cristo, y te bendecimos
para cada soldado. También tomaron la túnica y, como Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y
no tenía costura, pues estaba tejida de una sola pieza de a mi pecador.
arriba abajo, se dijeron entre sí: no la rompamos; vamos
a sortearla para ver a quien le toca. Así se cumplió la Lectura del Santo Evangelio según San Marcos
Escritura: Se han repartido mi ropa entre ellos y sortearon 15,24-28:
mi túnica. Esto fue lo que hicieron los soldados”. “Después lo crucificaron y se repartieron su ropa por
Palabra del Señor. sorteo, para ver qué se llevaba cada uno. Eran las
nueve de la mañana cuando lo crucificaron. La causa
Reflexión: No dejaron ni un trozo de tela que cubriera de su condena estaba escrita en un letrero que decía:
el cuerpo de Jesús. Lo despojaron. No tenía manto ni El rey de los judíos. También crucificaron con él a dos
túnica, ningún vestido. Lo desnudaron como un acto ladrones, uno a su derecha y el otro a su izquierda.
de humillación extrema. Sólo le cubría la sangre, que Así se cumplió la Escritura que dice: “Lo consideraron
borbotaba de sus numerosas heridas. como un malhechor.
Palabra del Señor.
40
Reflexión: Y lo crucificaron. La pena de los infames, Duodécima estación:
de los traidores, de los esclavos rebeldes. Esta es la JESÚS MUERE EN LA CRUZ
pena que se aplica a nuestro Señor Jesús: ásperos “El suspiro de las siete palabras”
clavos, dolor lacerante, la congoja de la madre, la
vergüenza de verse acompañado a dos bandidos, la Guía: Te adoramos Cristo, y te bendecimos
ropa repartida entre los soldados como un botín, las Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y
burlas crueles de quienes pasaban por allí: «A otros a mi pecador.
ha salvado y él no se puede salvar..., que baje ahora de la
cruz y le creeremos» (Mt 27, 42). Jesús no desciende, Lectura del Santo Evangelio según San Juan 19, 28-30
no abandona la cruz. Permanece obediente hasta el “Después de esto, sabiendo Jesús que todo estaba
fin a la voluntad del Padre; ama y perdona, que gran cumplido y para que se cumpliera la Escritura, dijo:
ejemplo de vida para nosotros. ¡Tengo sed! Había allí un recipiente lleno de vinagre.
Empaparon una esponja en el vinagre, lo ataron a
una rama de hisopo y se la acercaron a la boca. Cuando
También hoy, como Jesús, muchos hermanos y her- Jesús bebió el vinagre dijo: ¡Todo se ha cumplido! E
manas nuestros están clavados al lecho de dolor, en inclinando la cabeza entregó el Espíritu”.
hospitales, asilos de ancianos, en nuestras familias. Palabra del Señor.
Es el tiempo de la prueba, de días amargos, de soledad e
incluso de desesperación ante la pandemia: «Dios mío, Reflexión: Las siete palabras de Jesús en la cruz son
Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mt 27, 46). una obra maestra de esperanza. Jesús, lentamente,
con pasos que también son los nuestros, atraviesa
Que nuestra mano nunca sea para clavar, sino siempre toda la oscuridad de la noche, para abandonarse
para acercar, consolar y acompañar a los demás, confiado en los brazos del Padre. Es el gemido de los
especialmente a los enfermos, levantándolos de moribundos, el grito de los desesperados, la invoca-
su lecho de dolor. La enfermedad no pide permiso. ción de los perdedores.
Llega siempre de improviso. A veces trastoca, limita «Acuérdate de mí...» (Lc 23, 42). La invocación fraterna
los horizontes, pone a dura prueba la esperanza. Su del malhechor, convertido en compañero de dolor,
hiel es amarga. Sólo si tenemos junto a nosotros a llega al corazón de Jesús, que siente en ella el eco
alguien que nos escucha, que nos es cercano, que de su propio dolor. Y Jesús acoge la súplica: «Hoy
se sienta en nuestro lecho..., entonces la enfermedad estarás conmigo en el Paraíso» (Lc 23, 43). El dolor
puede convertirse en una gran escuela de sabiduría, del otro nos redime siempre, porque nos hace salir
en encuentro con el Dios paciente. de nosotros mismos.
Oración: Señor Jesús, no te alejes de mí, siéntate en «¡Todo se ha cumplido!» (Jn 19, 30). Todo cumplido:
mi lecho de dolor y hazme compañía. No me dejes cada palabra, cada gesto, cada profecía, cada instante
solo, tiende tu mano y levántame. Yo creo que tú eres de la vida de Jesús. El tapiz está completo. Los mil
el Amor, y creo que tu voluntad es la expresión de tu colores del amor lucen ahora con hermosura. Nada
amor; por eso me encomiendo a tu voluntad, porque se ha desperdiciado. Nada se ha desechado. Todo se
me confío a tu amor. Como Iglesia, regálanos la gracia ha convertido en amor. Todo está cumplido, para mí
de saber acompañar y preocuparnos por nuestros y para ti. Y, así, también el morir tiene un sentido.
hermanos. Amén. Oración: Oh Dios, que en la pasión de Cristo nuestro
Señor, nos has liberado de la muerte, heredad del antiguo
Guía: Señor, pequé y me pesa ten misericordia de mí. pecado, transmitida a todo el género humano, renué-
vanos a imagen de tu Hijo; y, así como hemos llevado
Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y mise- en nosotros por nacimiento la imagen del hombre terrenal,
ricordia de nosotros. haz que, por la acción de tu Espíritu, llevemos la imagen
del hombre celestial. Amén.
Todos: Padre Nuestro… Ave María… Gloria…
Guía: Señor, pequé y me pesa ten misericordia de mí.
Canto: Ver anexo. Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y mise-
ricordia de nosotros.
Todos: Padre Nuestro… Ave María… Gloria…
Canto: Ver anexo.
41
Decimotercera estación: Guía: Señor, pequé y me pesa ten misericordia de mí.
JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ
Y ENTREGADO A SU MADRE Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y mise-
ricordia de nosotros.
“El amor es más fuerte que la muerte”
Guía: Te adoramos Cristo, y te bendecimos Todos: Padre Nuestro… Ave María… Gloria…
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y
a mi pecador. Canto: Ver anexo.
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 27, 57-58: Decimocuarta estación
“Al atardecer vino un hombre rico de Arimatea llamado JESÚS ES PUESTO EN EL SEPULCRO
José, quien también se había hecho discípulo de Jesús, “El jardín nuevo”
y se presentó ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús.
Entonces ordenó que se lo entregaran”. Guía: Te adoramos Cristo, y te bendecimos
Palabra del Señor. Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y
a mi pecador.
Reflexión: Antes de ser puesto en la tumba, Jesús es
entregado finalmente a su Madre. Es el icono de un Lectura del Santo Evangelio según San Juan 19, 41-42:
corazón destrozado, que nos dice cómo la muerte “En el lugar donde Jesús había sido crucificado había
no impide el último beso de la madre a su hijo. Pos- un huerto y, en el huerto, un sepulcro nuevo en el que
trada ante el cuerpo de Jesús, María se encadena a él todavía nadie había sido enterrado. Por ser el día de
en un abrazo total. Este icono se llama simplemente la preparación de la Pascua judía y porque el sepulcro
«Piedad». Es desgarrador, pero demuestra que la estaba cerca, allí pusieron a Jesús”.
muerte no quiebra el amor. Porque el amor es más Palabra del Señor.
fuerte que la muerte. El amor puro es perdurable.
Ha llegado la tarde. La batalla está vencida. El amor Reflexión: Aquel jardín, donde se encuentra la tumba
no se ha truncado. Quién está dispuesto a sacrificar en la que Jesús fue sepultado, recuerda otro jardín: el
su vida por Cristo, la encontrará. Transfigurada más Jardín del Edén. Un jardín que, a causa de la desobe-
allá de la muerte. diencia, perdió su belleza y se convirtió en desolación,
lugar de muerte en vez de vida.
En esta trágica entrega, se mezclan lágrimas y sangre.
Como en la vida de nuestras familias, atribuladas a Las ramas silvestres que nos impiden respirar la vo-
veces por pérdidas imprevistas y dolorosas, creando luntad de Dios, como el apego al dinero, la soberbia,
un vacío insalvable, sobre todo en estos tiempos de el derroche de la vida, se han de cortar e injertarlas
pandemia que estamos viviendo. ahora en el madero de la cruz. Este es el nuevo jardín:
la cruz plantada en la tierra.
Piedad, entonces, significa hacerse cercanos de los
hermanos en luto y que no se resignan. Es una caridad La muerte nos desarma, nos hace entender que
muy grande cuidar de quien está sufriendo en el estamos expuestos a una existencia terrenal que
cuerpo llagado, en la mente deprimida, en el ánimo termina. Pero, ante ese cuerpo de Jesús puesto en
desesperado. Amar hasta el final es la suprema ense- el sepulcro, tomamos conciencia de lo que somos:
ñanza que nos han dejado Jesús y María. Y la misión criaturas que, para no morir, necesitan a su Creador.
fraterna diaria de consuelo, que se nos entrega en este
abrazo fiel entre Jesús muerto y su Madre Dolorosa. El silencio que rodea ese jardín nos permite escuchar
el susurro de una suave brisa: «Yo soy el que vive, y
Oración: Oh, Virgen de los Dolores, que en nuestros yo estoy con vosotros» (Cf. Ex 3,14). El velo del templo
santuarios nos muestras tu rostro de luz, mientras se rasgó. Finalmente vemos el rostro de nuestro Señor.
que con los ojos hacia el cielo y las manos abiertas Y conocemos plenamente su nombre, misericordia y
ofreces al Padre un signo de ofrenda sacerdotal, la fidelidad, para no quedar nunca confusos, ni siquiera
víctima redentora de tu Hijo Jesús. Muéstranos la ante la muerte, porque el Hijo de Dios fue libre en
dulzura del último fiel abrazo y danos tu maternal medio de los muertos (Cf. Sal 87,6).
consuelo, para que el dolor cotidiano nunca apague
la esperanza de vida más allá de la muerte. Amén.
42
Oración: Protégeme, oh Dios, en ti me refugio. Tú
eres mi heredad y mi copa, en tus manos está mi vida.
Te pongo siempre ante mí, como mi Señor, contigo a
mi derecha, no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón,
se regocija mi alma, y también mi carne descansa
segura. No abandones mi vida en el abismo ni dejes a
tu fiel conocer la corrupción. Me enseñarás el sendero
de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de
alegría perpetua a tu derecha. Amén.
Guía:
Oh Señor Jesús, Hijo de Dios, víctima inocente de
nuestro rescate, delante a tu estandarte real, a tu
misterio de muerte y de gloria, delante a tu patíbulo,
nos arrodillamos, avergonzados y llenos de esperanza,
y te pedimos que nos purifiques con tu sangre y agua
que salieron de tu corazón lacerado; que perdones
nuestros pecados y nuestras culpas.
Todos: Amén.
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Las siete palabras de Jesús
Guía para la meditación
Oración Inicial:
En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo….
Señor, qué extraño mensaje el tuyo: “Cuando ayunes, perfúmate, para que nadie lo note; y el Padre, que
todo lo ve, te recompensará” (Mt 6,17). No es la tristeza, ni las largas caras lo que a Ti te gusta. Tú eres
Dios de corazones. Tú estás acostumbrado a escuchar en secreto. Tú no quieres apariencias, a Ti te gusta
la conversión verdadera. Mi corazón quiere repetir sin tardar: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Aquí estoy, Señor”.
Primera palabra:
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc 23, 34)
Reflexión: Jesús llega al calvario, despojado de sus vestidos, burlado y al levantar la cruz donde le crucificaron,
mirando al pueblo, a su pueblo, al pueblo que el HABIA AMADO HASTA EL EXTREMO, y le había servido
haciendo le el bien , si nunca negarse, con su voz potente, entrecortada de dolor pero con una mirada de
amor y misericordia, nuevamente eleva la oración a su Padre que está en el cielo para excusarlo de lo que
hacían, y con voz misericordiosa le dice: “PADRE PERDÓNALOS PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN”. Es
un pueblo que peca contra las reglas de la decencia, de la gratitud, de la dignidad humana, de la justicia,
saben que están condenando a un justo como lo sabía Pilato, los sumos sacerdotes y todos, pero el ansia
de poder les segó.
Súplica: Somos hombres y mujeres, Señor, perdónanos: por no saber decirte nada, por ser avaros de nuestro
tiempo y no tenerlo para encontrarnos contigo y con el hermano.
Señor, perdónanos, por esconder la claridad del Evangelio y poner muchos pretextos para anunciarlo a los
demás; por nuestras cobardías y nuestros compromisos con el pecado. Amén.
Segunda palabra:
“Hoy estarás conmigo en el Paraíso” (Lc 23, 43)
Reflexión: Después de una hora en el suplicio, en medio de las mofas y las burlas, las blasfemias, y el silencio
de los justos que veían el sufrimiento del Maestro en el que habían creído. Uno de los ladrones llenos de
dolor busca alivio, cargado de reproche. El otro busca alivio cargado de confianza, comprende que el
dolor de una nueva vida, que hay algo más y por eso el Señor le dice: “HOY ESTARAS CONMIGO EN EL
PARAISO”, ante su humilde petición acuérdate de mí.
Súplica: Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según
las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarle.
Ayúdame, oh Señor, a que mis oídos sean misericordiosos, para que tome en cuenta las necesidades de mi
prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.
Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa, para que jamás hable negativamente de mi prójimo,
sino que tenga una palabra de consuelo y de perdón para todos.
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Ayúdame, oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras, para que sepa hacer
sólo el bien a mi prójimo y cargar sobre mí las tareas más difíciles y penosas.
Ayúdame, oh Señor, a que mis pies sean misericordiosos, para que siempre me apresure a socorrer a mi
prójimo y le anuncie tu Evangelio, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Amén.
Tercera palabra:
“He aquí a tu hijo; he aquí a tu Madre” (Jn 19, 26)
Reflexión: La madre, la inmaculada, la que las naciones deberíamos llamar la bendita entre todas las mujeres,
continua su camino de fidelidad a Dios Padre y a su Hijo, todo esto porque está llena del espíritu de Dios,
por eso en el silencio y sintiendo cumplidas las palabras del anciano Simeón, comienza a sentir que la espada
de dolor comienza a atravesar su corazón, EN LA HORA DE LA AGONÍA Y LA MUERTE DE SU HIJO. El
acto sublime del desprendimiento del hijo, la preocupación de no dejarnos solo, el deseo de compartirlo
todo hasta el ser que amaba. La confianza que ella nos llevaría por buen camino. La certeza de saber que
encontraríamos la madre intercesora. La alegría para nosotros de saber que recibíamos la perla preciosa
de bendiciones.
Súplica: Préstame, Madre a tu Hijo para poderlo yo amar, si Tú me das a Jesús, ¿Qué más puedo yo desear?
Y esa será mi dicha por toda la eternidad. Amén.
Cuarta palabra:
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mt 27, 46)
Reflexión: Todo empieza a decaer y se escucha desde el Gólgota un grito, con una mirada levantada hacia
el cielo de la boca de JESUS para decir: “DIOS MIO, DIOS MIO, ¿POR QUE ME HAS ABANDONADO?”.
Dios permite que su Hijo asuma en la cruz la soledad absoluta y para quienes NO TIENEN FE ESTAS PALABRAS
SON ESCANDALO, PARA LOS QUE CREEMOS SON REDENTORAS. Momento sublime de la pasión. En sus
palabras también ardían el dolor del mundo y el abandono social.
Jesús no muere abandonado por Dios sino rechazado por la humanidad, que no pudo tolerar sus Palabras y
que quiso callarlo porque comió con el publicano, la prostituta, el ladrón, escogió lo más bajo para hacerlo
grande. Una sociedad que abandona y rechaza al pobre. Jesús primer humillado y ofendido por el mundo;
Invitación a salir al encuentro, en medio de toda nuestra pobreza para volvernos ricos ante Dios.
Súplica:
Tengo mil dificultades: ayúdame.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
En las tentaciones: defiéndeme.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
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Quinta palabra:
“Tengo sed” (Jn 19, 28)
Reflexión: Contemplamos la agonía del alma y del cuerpo de Jesús. AHORA BAJO EL SOL ARDIENTE, al
medio día, aparece la sed del crucificado, como el peor tormento de quienes vivían este suplicio, y aparece
la humillación de Jesús pidiendo ayuda, cuando DURANTE TODA SU VIDA HIZO EL BIEN Y AHORA NADIE
LE AYUDA; PUEBLO INGRATO.
Sigue mirando al mundo sediento, por los afanes de poder, placer y tener. Él se nos ofrece como agua viva
en la Iglesia y los sacramentos y, sin embargo, le rechazamos, no queremos beber con Él.
En el grito de Jesús está el grito de todos los que hoy tienen sed y es nuestro deber dar de beber. Jesús
tiene sed de amor, de perdón, de caridad, de unidad, de comunión, de paz en este mundo. Cristo nos invita
a las obras de misericordia.
Súplica: Nos haces falta tú, Señor, pues tenemos sed, Señor, mucha sed, por tantas y tantas necesidades,
que no logramos satisfacer.
Nos hace falta sobre todo sentirnos unidos a Ti y al prójimo, para saber compartir y saciar nuestra sed de
amor y de perdón. Amén.
Sexta palabra:
“Todo está cumplido” (Jn 19, 30)
Reflexión: Palabra que marca el fin de una vida entregada y de una obra salvadora, palabra humilde y serena
con la cual Jesús se despide de la tierra.
Palabra que no es una aceptación fatalista de la vida, sino una formación sincera ante la conciencia y ante Dios.
Jesús cumple su misión, lo da todo, no se queda con nada. Cristo nos invita a cumplir la tarea con los dones
y carismas, como la parábola de los talentos: “Dando frutos, multiplicando lo talentos” (Cf. Mt 25, 14-30).
No miedo al mundo, primero obedecer a Dios antes que a los hombres. No tengamos miedo de CRISTO,
de amarlo, de anunciarlo y proponerlo al mundo como la PAZ que necesitan nuestras familias, nuestras
comunidades, nuestras parroquias. No quedaremos avergonzados, ni defraudados.
Súplica: Cuántas veces hemos creído poco en la inagotable fuerza de vida que deriva de la cruz. Concé-
denos Señor que, al contemplarla, nos sintamos amados por Ti, amados por Dios, hasta el fondo, tal como
somos; y creamos que por la fuerza de la cruz existe en nosotros una capacidad nueva de dedicarnos a los
hermanos, según aquel estilo y aquel modo que nos enseña y comunica la cruz.
Nos arrodillamos ante la Cruz con María y pedimos que comprendamos, como ella comprendió, el misterio
que transforma el corazón del hombre y que transforma al mundo. Jesús cuando seas levantado en tu cruz
atráeme hacia Ti. Amén.
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Séptima palabra:
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23, 46)
Reflexión: AHORA JESUS DEJA CAER LENTAMENTE SU cabeza sobre el pecho, y con las palabras que había
aprendido de la boca de su madre muchas veces de rodillas, como lo hacía todo niño judío, encomienda su
espíritu al Padre, a su amado Padre.
Hay un Padre Dios que está en los cielos. Hay un Padre que por medio de Jesús nos bendice. Hay un Padre que
nos espera. No tengamos miedo de llamar a Dios PADRE. La confianza total en DIOS: MIRAR LA CRUZ Y
AL CRUCIFICADO Y PONER NUESTRA ESPERANZA EN ÉL, PORQUE EN ÉL RESUCITAREMOS.
Suplica: En tus manos Padre santo y misericordioso, ponemos nuestra vida, Tú nos la diste, guíala y llénala
de tus dones. Tú estás a nuestro lado, como roca sólida y amigo fiel, aun cuando nos olvidamos de Ti. Pero
ahora volvemos a Ti.
La cruz de Cristo nos revela que tu amor, es más fuerte que todo, don misterioso y fecundo que mana de
la cruz. Amén
Oración final:
Oh Jesús, cuánto sufriste en la Cruz
al ofrecer tu vida al Padre, para salvarnos!
Nos has trazado así el camino del Amor
que nos lleva a la felicidad eterna.
Te ofrezco mi vida como oración,
con sus dolores y alegrías
y con mi esfuerzo de vivir mejor tu evangelio.
Te lo ofrezco para que todos seamos buenos
y encontremos salvación por Ti.
Perdona nuestros pecados.
Que sepamos seguir sirviéndote
y amándote en nuestros hermanos que sufren hoy.
¡Gracias Señor por querernos tanto!
Amén.
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Cantos
1.- A TI LEVANTO MIS OJOS 3.- AMÉMONOS DE CORAZÓN
Autor: Stanislao Marino
A ti levanto mis ojos
a ti que habitas en el cielo / Amémonos de corazón,
a ti levanto mis ojos y, de labios no fingidos. / (2)
porque espero tu misericordia.
/ Para cuando Cristo venga,
Como están los ojos de los esclavos para cuando Cristo venga
fijos en las manos de sus señores, nos encuentre bien unidos. / (2)
así están nuestros ojos en el Señor
/ ¿Cómo puedes tú orar,
esperando su misericordia.
disgustado con tu hermano? / (2)
ESTRIBILLO
/ Dios no oye la oración,
Misericordia, Señor, misericordia, Dios no oye la oración
que estamos saciados de burlas; si no te has reconciliado? / (2)
misericordia, Señor, misericordia
que estamos saciados de desprecios. / Un mandamiento nuevo os doy
ESTRIBILLO que os améis unos a otros. / (2)
/ Como Yo os he amado,
Nuestra alma está saciada como Yo os he amado
del sarcasmo de los satisfechos; que os améis también vosotros. / (2)
nuestra alma esta saciada
del desprecio de los orgullosos. / Tu rebaño en Ti confía,
ESTRIBILLO esperamos tu llegada. / (2)
/ Para cuando Cristo venga,
para cuando Cristo venga
2.- ERAN CIEN OVEJAS nos encuentre en pleno día. / (2)
Levanto mis ojos a los montes, Caminare, en presencia del Señor (2)
de dónde me vendrá el auxilio,
el auxilio me viene del Señor, Amo al Señor,
que hizo el cielo y la tierra. porque escucha mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
El auxilio me viene del Señor, el día que lo invoco.
que hizo el cielo y la tierra, ESTRIBILLO.
el auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. Me envolvían redes de muerte,
caí en tristeza y angustia,
No permitirá que resbale tu pie, invoqué el nombre del Señor:
tu guardián no duerme, «Señor, ¡salva mi vida!».
no duerme ni reposa, ESTRIBILLO.
el guardián de Israel.
ESTRIBILLO El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo,
El Señor te guarda a su sombra, el Señor guarda a los sencillos,
el Señor está a tu derecha, estando yo sin fuerzas me salvó.
de día el sol no te hará daño ESTRIBILLO.
ni la luna de noche.
ESTRIBILLO Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor fue bueno contigo,
El Señor te guarda de todo mal, arrancó mi alma de la muerte,
el Señor guarda tu alma, mis ojos de las lágrimas,
el guarda tus entradas y salidas mis pies de la caída.
ahora y por siempre. ESTRIBILLO.
ESTRIBILLO
8.- EL SEÑOR ES MI PASTOR
6.- MI ALMA ESPERA EN EL SEÑOR
El señor es mi pastor, nada me falta. (2)
Mi alma espera en el Señor
mi alma espera en su palabra: Me conduce hacia fuentes
mi alma aguarda al Señor, de agua viva y me apacienta. (2)
porque en Él está la salvación. Me protege de todos los peligros
porque me quiere. (2)
Desde lo hondo a ti grito, Señor; ESTRIBILLO.
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos Si me alejo me busca
a la voz de mi súplica. sin descanso, me va llamando. (2)
ESTRIBILLO Y al llamarme me abraza conmovido
Si llevas cuenta de los delitos, Señor; porque me quiere. (2)
¿quién podrá resistir? ESTRIBILLO.
Pero de ti procede el perdón
y así infundes respeto. Me alimenta con pan
ESTRIBILLO que da la vida, su mismo Cuerpo. (2)
Y ese vino es su sangre derramada
Mi alma espera en el Señor, porque me quiere. / (2)
mi alma espera en su palabra; ESTRIBILLO.
mi alma aguarda al Señor
más que el centinela la aurora. Me da el Pan de su amor
ESTRIBILLO para que ame al mundo entero. (2)
Porque del Señor viene la misericordia Yo le ofrezco mi alma y mi latido
y la redención copiosa; porque le quiero. (2)
y Él redimirá a Israel ESTRIBILLO.
de todos sus delitos.
ESTRIBILLO 49
9.- ENTRE TUS MANOS 12.- MÁS ALLÁ DEL SOL
Entre tus manos está mi vida, Señor, Somos peregrinos que con Cristo vamos
entre tus manos todo mi existir. hacia nuestra patria, la inmortal Sión.
hay que morir para vivir, Y en nuestro camino iremos buscando
entre tus manos confío mi ser. ser fieles testigos de la caridad.
Si el grano de trigo no muere, Más allá del sol, más allá del sol,
si no muere solo quedará, yo tengo un hogar, hogar, bello hogar,
pero si muere en abundancia dará, más allá del sol. (2)
un fruto eterno que no morirá.
ESTRIBILLO. La fe y la esperanza van dando sentido
a una vida nueva de fraternidad.
Servicio y entrega, vida de optimismo
10.- HACIA TI MORADA SANTA son signos cristianos de fidelidad.
ESTRIBILLO.
Hacia ti, morada santa,
hacia ti, tierra del salvador, Un solo Dios Padre, un hermano Cristo,
peregrinos, caminantes, que se hace palpable siempre en los demás.
vamos hacia ti. Comulgar con Cristo y con los hermanos
es hacer visible nuestra hermandad.
Venimos a tu mesa, sellaremos tu pacto, ESTRIBILLO.
comeremos tu carne, tu sangre nos limpiará.
Reinaremos contigo, en tu morada santa,
beberemos tu sangre, tu fe nos salvará. 13.- PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR
ESTRIBILLO.
Perdona a tu pueblo, Señor,
Somos tu pueblo santo, que hoy camina unido, perdona a tu pueblo, perdónale, Señor.
Tú vas entre nosotros, tu amor nos guiará.
Tú eres el Camino, Tú eres la esperanza, No estés eternamente enojado,
hermano de los pobres, Amén, Aleluya. no estés eternamente enojado, perdónale, Señor.
ESTRIBILLO. ESTRIBILLO
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14.- ¡VICTORIA! 16.- HOY EL SEÑOR RESUCITÓ
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18.- RENUÉVAME 20.- CANTEMOS AL AMOR DE LOS AMORES
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21.- BENDITO, BENDITO Su nombre es el Señor y está en la cárcel,
y ésta en la soledad de cada preso,
Bendito, bendito, bendito sea Dios, y nadie lo visita y hasta dicen:
los ángeles cantan y alaban a Dios (2) “Tal vez ese no era de los nuestros”.
Su nombre es el Señor el que sed tiene;
Yo creo, Jesús mío, que estás en el altar, Él pide por la boca del hambriento,
oculto en la hostia te vengo a adorar (2) está preso, está enfermo, está desnudo:
ESTRIBILLO Pero él nos va a juzgar por todo eso.
ESTRIBILLO
Espero Jesús mío, en tu suma bondad,
poder recibirte con fe y caridad (2) 23.- HOY EN ORACIÓN
ESTRIBILLO
Hoy en oración
Por el amor al hombre moriste en una cruz, quiero preguntar Señor
y al cáliz bajaste por nuestra salud (2) quiero escuchar tu voz,
ESTRIBILLO tus palabras con amor.
Jesús, rey del cielo está en el altar, SER COMO ERES TÚ
su Cuerpo, su Sangre, nos da sin cesar (2) SERVIDOR DE LOS DEMÁS,
ESTRIBILLO DIME CÓMO, EN QUÉ LUGAR
TE HAGO FALTA MÁS
Entre sus ovejas está el Buen Pastor,
en vela continua lo tiene el amor (2) DIME SEÑOR, EN QUÉ TE PUEDO SERVIR
ESTRIBILLO DÉJAME CONOCER TU VOLUNTAD
DIME SEÑOR, EN TI YO QUIERO VIVIR
22.- CON VOSOTROS QUIERO DE TI APRENDER SABER AMAR.
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24.- TOMADO DE LA MANO 26.- COLOR DE ESPERANZA
Tomado de la mano con Jesús yo voy, Sé qué hay en tus ojos con solo mirar
le sigo como oveja que encontró el pastor. que estás cansado de andar y de andar
Tomado de la mano con Jesús yo voy y caminar girando siempre en un lugar
a donde Él va.
Sé que las ventanas se pueden abrir
Si Jesús me dice amigo, deja todo y ven conmigo, cambiar el aire depende de ti
donde todo es más hermoso y más feliz. te ayudará vale la pena una vez más
Si Jesús me dice amigo, deja todo y ven conmigo,
Yo mi mano pondré en la suya e iré con Él. Saber que se puede
querer que se pueda
Tomado de la mano con Jesús... quitarse los miedos
sacarlos afuera
Yo te llevare, amigo a un lugar conmigo donde
todo es más hermoso y más feliz; Pintarse la cara
Yo te llevare amigo a un lugar conmigo donde color esperanza
el sol y las estrellas aun brillan más. tentar al futuro
con el corazón
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BIBLIOGRAFÍA
• Comisión Episcopal para la Pastoral Social, Directorio para la Pastoral social en México, Ediciones CEM, 2008.
• Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual, del Papa
Francisco, Roma, 24 de noviembre de 2013.
• Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2021, Roma, San Juan de Letrán, 11 de noviembre de 2020.
• Mensaje de su santidad Juan Pablo II para la celebración de la XXX Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero de 1997.
• Por una Iglesia sinodal: Comunión, participación y misión. Documento Preparatorio, 7 de septiembre de 2021.
• Sínodo de los Obispos XIII Asamblea general Ordinaria. La nueva evangelización para la transmisión de
la fe cristiana. Ciudad del Vaticano 2012.
• Vademécum para el Sínodo sobre la sinodalidad, Ciudad del Vaticano, Septiembre de 2021.
• Viacrucis presidido por el Santo Padre: “El rostro de Cristo, el rostro del hombre”, Viernes Santo; Roma
18 de Abril de 2014.
WEBGRAFÍA
• https://saintraphael.org/news/consejos-del-papa-francisco-para-vivir-la-cuaresma
• https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2021/02/12/mens.html
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