Tarea5 - Historia de La Terapia Cognitivo Conductual (1, 2, 3)

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE HIDALGO

INSTITUTO DE CIENCIAS DE LA SALUD


ÁREA ACADÉMICA DE PSICOLOGÍA

Asignatura:
Introducción a los paradigmas y modelos de la psicología
Tema:
Historia de la Terapia Cognitiva Conductual
Actividad:
Reporte de Lectura
Alumno (a):
Sánchez Hernández María Jessenia
Profesor (a):
Judith Márquez de la Cruz
Semestre y grupo:
2º, 3

Fecha: 04 de marzo de 2022


Ivan Petróvich Pavlov: La formulación de la ley del reflejo condicional fue una de sus principales
aportaciones. Su influencia con los autores conductistas posteriores, como Watson, fue determinante
para la aparición de la Terapia de Conducta.
John Broadus Watson: Fundador de la Escuela Conductista. Estaba convencido de que los
contenidos de la mente y la conciencia no podían someterse a ningún análisis objetivo, lo que le llevó
a proclamar la conducta manifiesta como el objetivo único de estudio de la Psicología.

La Terapia Cognitivo Conductual (TTC) es la aplicación clínica de la ciencia de la Psicología, la cual


se fundamenta en principios y procedimientos validados empíricamente.
La Terapia de Conducta (TC) parte de la idea de que la conducta es aprendida y puede modificarse
mediante los principios del aprendizaje. Para este análisis desarrollaron el proceso de evaluación
conductual y concibieron la terapia como una empresa empírica y fundamentada en la metodología
experimental. Así la TC se convirtió en una orientación psicoterapéutica revolucionaria, cuya
contribución al desarrollo de la psicoterapia científica ha sido determinante.

Las diferencias actuales entre los distintos acercamientos considerados cognitivo conductuales son
incluso epistemológicos, al admitir concepciones sustancialmente diferentes de la realidad y la
psicopatología. Estas diferencias teóricas y epistemológicas se plasman necesariamente en las formas
de intervención, desde las más estrictamente conductuales a las estrictamente cognitivas
constructivistas.

Varios de los representantes han argumentado que la TCC debe considerarse como un conjunto de
técnicas eficaces, sin obedecer a ningún modelo terapéutico.
La TCC es un ámbito de intervención en salud que trabaja con respuestas físicas, emocionales,
cognitivas y conductuales desadaptadas, de carácter aprendido.
La TCC cuenta con técnicas y programas específicos para diferentes problemas y trastornos, cuya
aplicación cuenta con un tiempo limitado en comparación con otras psicoterapias a largo plazo.
La TCC tiene en general una naturaleza educativa que puede ser más o menos explícita.
La TCC posee en esencia un carácter auto evaluador a lo largo de todo el proceso con continua
referencia a la metodología experimental y énfasis en la validación empírica de los tratamientos.

Raíces históricas tempranas de la Terapia de Conducta


Durante la antigüedad se utilizaban maniobras semejantes a las utilizadas por las TCC. Por ejemplo,
Ya Plinio el Viejo, durante el primer siglo de la existencia de Roma, trataba de curar a aquellos que
abusaban del alcohol colocando arañas muertas en descomposición en los vasos dónde bebían. Esta
técnica en la actualidad es denominada condicionamiento aversivo.
La historia de la TCC está inextricablemente interconectada con la historia de la psicología.
En aquellos años el interés en los problemas de conducta era prácticamente inexistente,
probablemente porque en aquellos momentos el concepto de salud mental era limitado y precario. Se
pensaba que las personas podían pertenecer sólo a cuatro categorías: gente normal, la que se
encuentra en contextos cotidianos; gente insana o loca, la internada en los manicomios; criminales,
los internos de las prisiones; y gente enferma, los que visitaban al médico. De esta forma, no existía
necesidad reconocida de desarrollar un área de intervención dedicado a los problemas
comportamentales.
El funcionalismo fue la escuela que contó con mejor organización. Sus seguidores decidieron cambiar
el foco de interés de su investigación de observar pasivamente mediante la introspección la estructura
subjetiva de una mente pasiva, a observar los contenidos de una mente activa abordando tareas
cotidianas.
El impacto de los desarrollos y fundamentos teóricos de la Escuela Conductista fueron determinantes
para el surgimiento y desarrollo ulterior de la TC. El desarrollo del conductismo y sus implicaciones
para la TC se abordan de forma más detallada en un epígrafe posterior.
Bases teóricas y metodológicas de la Terapia de Conducta
Las aportaciones de la investigación sobre aprendizaje de principios del siglo XX son consideradas los
cimientos básicos que permitieron el anclaje posterior de la estructura de la TCC, y siguen siendo a
día de hoy elementos esenciales en muchos acercamientos terapéuticos cognitivo conductuales.
Los fundamentos teóricos conductuales que sirvieron de base para el desarrollo de la TCC fueron la
reflexología y las leyes de condicionamiento clásico, conexionismo de Thorndike, el conductismo de
Watson y los posteriores desarrollos neoconductistas de Hull, Guthrie, Mowrer y Tolman, y la
contribución de Skinner y el análisis experimental de la conducta.
La reflexología rusa y las leyes del Condicionamiento Clásico
Los fisiólogos rusos aplicaron la metodología objetiva de su disciplina al estudio de cuestiones
psicológicas, estableciendo interpretaciones estrictamente mecanicistas, tanto de los procesos
subjetivos como de la conducta manifiesta. Con su trabajo otorgaron una mayor relevancia al
aprendizaje en la explicación de la conducta, señalando la importancia del ambiente como fuente de
conductas.
Sechenov consideraba que la psicología era una ciencia imprecisa y subjetiva, donde se hacía
obligado el uso de una metodología experimental. Señaló que toda actividad psíquica está
determinada por los mecanismos reflejos y la estimulación ambiental.
Pavlov, fue una figura importante en el desarrollo de las teorías del aprendizaje. La TC se estableció
sobre la metodología experimental de la cual Pavlov fue pionero.
El condicionamiento clásico tuvo sus inicios a finales del siglo XIX. La producción de condicionamiento
clásico implica la presentación de un estímulo neutro (EN) junto a un estímulo con cierto significado
(el estímulo incondicionado).
Pavlov usó el término condicional para enfatizar que el aprendizaje de este tipo requería una relación
condicional o dependiente entre el EI y el EC. Por potro lado, utilizó el término condicional (no el término
condicionado) para referirse a los productos del condicionamiento (EC y RC).
A partir de varios estudios, se demostró que el condicionamiento experimental podía producir
respuestas neuróticas, sino que además la aplicación sistemática del contra condicionamiento podía
eliminarlas. Surgió así el primer paradigma experimental para el estudio de las respuestas de ansiedad.
El estudio de Pavlov sobre las bases neurales del condicionamiento ha tenido un impacto directo en
los terapeutas de conducta interesados en la personalidad. El condicionamiento clásico se ha visto
como el proceso de aprendizaje subyacente a un vasto número de fenómenos. Además, este
paradigma se aplica a una gran diversidad de situaciones de aprendizaje, desde simples asociaciones,
a situaciones de percepción o el establecimiento de juicios causales.
La reflexología aportó una serie de investigaciones que, aunque no tenían un interés terapéutico, sí
pueden considerarse en toda regla aplicaciones clínicas precursoras de la Terapia de Conducta.
El conexionismo de Thorndike
Thorndike no solía ser identificado como conductista, y fue criticado por Watson por sus alusiones a
estados subjetivos del organismo, sin embargo, su trabajo encaja perfectamente dentro de la tradición
conductista.
Thorndike empleó métodos objetivos y rechazó como objeto de estudio de la psicología los procesos
mentales y la conciencia, y sus investigaciones estuvieron centradas en la adquisición de respuestas
inexistentes en el repertorio del organismo.
Su principio más influyente fue la Ley del Efecto, la cual establecía que las respuestas seguidas de
satisfacción quedaban firmemente asociadas a la situación que se incrementaba su probabilidad de
ocurrencia en la misma situación. De forma inversa, si la situación era seguida de disconfort, la
conexión con la situación se debilitaba, siendo la ocurrencia de la respuesta conductual menos
probable si la situación se repetía.
Thorndike es considerado también el precursor de la psicología educativa moderna. Ya que, propone
que los niños aprendan por sí mismos, más que recibir instrucciones de sus maestros.

El conductismo de Watson
Watson rechazó de forma expresa y contundente el estudio del pensamiento, que era el principal objeto
de investigación de los dos enfoques dominantes en psicología.
Watson consideraba que la psicología debía ser una disciplina totalmente objetiva, dedicada
a la predicción y control de la conducta. Además, planteó cuatro principios del conductismo:
→ Objeto de estudio de la conducta manifiesta (E-R)
→ Método: experimentación animal
→ Ruptura con corrientes psicológicas tradicionales
→ Explicación de la conducta: condicionamiento clásico
Watson popularizó y diseminó el conductismo como ningún otro conductista de la época, no obstante,
su influencia parece provenir más de sus excelentes dotes comunicadoras que de su investigación,
que no se considera esencial para la TC.

El neoconductismo
Edwin R. Guthrie (1865-1959) es considerado el neoconductista más ortodoxo.
Consideraba que el aprendizaje sólo requiere el emparejamiento de un estímulo con una respuesta
según el principio de contigüidad.
Clark L. Hull (1884-1952) fue el más ambicioso al plantear la construcción de una teoría formal de la
conducta. Este autor, creyó haber identificado la ley fundamental del aprendizaje o de formación de
hábito, considerando que esta ley no sólo subyacía a toda conducta animal y humana, sino que
también era un principio básico en todas las ciencias. Según Hull el hábito se establece por la relación
entre una respuesta y la reducción de un impulso, que opera como reforzamiento.
La relevancia de la contribución de Hull para la TC tiene que ver con su objetivo de construir una teoría
hipotético-deductiva de la conducta, pero sobre todo con su esfuerzo por integrar la ley del efecto de
Thorndike en el paradigma de condicionamiento de Pavlov.
Edward C. Tolman (1896-1961) tuvo una gran influencia en psicología de la Gestalt, y defendió que lo
que se producía en el aprendizaje era una asociación entre estímulos (E-E) y no entre estímulos y
respuestas (E-R). Según su tesis, los organismos no aprenden conductas concretas, sino significados
sobre los estímulos que se relacionan con una meta.
Hobart Mowrer (1907-1982) intentó integrar las aportaciones de Pavlov, Thorndike y Hull para el
estudió del aprendizaje de las reacciones emocionales, pero pronto detectó la insuficiencia de estas
aportaciones para explicar las respuestas con consecuencias aversivas, en particular el aprendizaje
de la evitación. A partir de estas observaciones formuló la teoría de los dos factores, o teoría bifactorial
del reforzamiento, que mantiene la existencia de dos tipos de aprendizaje: el aprendizaje de señale
(por contigüidad) y el aprendizaje de soluciones (por reforzamiento).

La característica común a la mayor parte de los trabajos desarrollados en esta época es su relación
con los principios del condicionamiento clásico. El condicionamiento clásico alcanzó su hegemonía en
el ámbito de la psicología en torno a 1940, antes de constituirse formalmente la Terapia de Conducta.

Skinner y el Condicionamiento Operante


Skinner estaba comprometido con el conductismo, rechazaba la psicología tradicional y todos sus
conceptos, tachados de mentalistas, y colocaba a la conducta en el lugar central de estudio.
planteando la existencia de dos tipos de condicionamiento en función del tipo de respuesta implicada
en cada uno (respondiente y operante). El primer tipo, el aprendizaje respondiente, sigue las leyes del
condicionamiento clásico pavloviano, mientras que, en el operante, la adquisición se da en función de
la ley del efecto.
El trabajo Skinner estableció los principios básicos de condicionamiento operante (refuerzo, castigo,
extinción, control estimular y entrenamiento en discriminación) y las variables que contribuyen a la
conducta operante; entre ellos, el concepto de refuerzo resulta central.
Las aportaciones conceptuales de Skinner le llevaron al desarrollo de una metodología de estudio de
la conducta, el análisis experimental de la conducta, centrado en el estudio de las relaciones entre el
comportamiento y los estímulos ambientales.
El análisis experimental de la conducta posibilitó posteriormente el abordaje de un amplio grupo de
problemas relevantes socialmente, dando origen a la orientación denominada análisis conductual
aplicado. Actualmente los procedimientos operantes son un elemento común en las intervenciones en
TCC y primordiales en determinados ámbitos como el educativo y la educación especial.

Mapa conceptual de las raíces históricas de la Terapia de Conducta

Referencia:
Ruíz, M.A., Díaz, M.I., & Villalobos, A. (2012). Manual de Técnicas de Intervención Cognitivo
Conductuales. Edesclee. https://drive.google.com /file/d/1Gwz_ oWTNf5jWJi1 y2qGP9 cRtn Z
miKdQS/view?usp=sharing

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