Metodología de La Auditoría Fiscal
Metodología de La Auditoría Fiscal
Metodología de La Auditoría Fiscal
Ello pone
de manifiesto también que la responsabilidad del auditor en este sentido de informar a las autoridades
fiscales varía de hecho en función del país en que el auditor desarrolle su actuación.
Por último, se puede afirmar que en el ámbito mundial no existe una normativa clara y
específica que se pueda aplicar al caso particular de la auditoría fiscal en aspectos tales como:
Entiendo por ello que, en el ámbito internacional, debe llevarse a cabo un esfuerzo de
normalización en este campo, que posibilite a los auditores de los distintos países adoptar las mismas
soluciones ante problemas idénticos.
66
Su equivalente en lengua inglesa es Generally Accepted Auditing Standards (GAAS).
67
Para profundizar en la materia que estudia las fases tradicionales de la auditoría entendida como proceso, pueden consul
tarse, entre otros, los trabajos de Gironella (1976, 31; 1979, 1-11), y el de Casals, Gassó y Soria (1987, 113-124). En el contex
to internacional, Felix y Kinney (1982, 246), Gray (1991, 138) y Whittington y Pany (1995, 4).
— 134 —
Cuadro 10
En lo que respecta a la auditoría fiscal privada específica –de acuerdo con el concepto
estudiado en la primera parte de este trabajo– entiendo que las fases que atraviesa la misma, en
poco o nada difieren de las señaladas para la auditoría con un alcance más general.
Sin embargo, conviene señalar con más detalle las fases del proceso que presentan cier
tas particularidades en auditoría fiscal, o que adquieren una mayor relevancia en el proceso de obten
ción de evidencia seguido por el auditor externo independiente. En la tabla 21 se expone con mayor
detalle las fases y las principales actuaciones llevadas a cabo por el auditor fiscal privado en cada
una de ellas. Las fases descritas en la tabla anterior no tienen por qué ser necesariamente secuencia
les, es decir, no tiene que terminarse completamente cada una de ellas para iniciarse la siguiente.
Aunque sí que existe un proceso lógico de ordenación de cada una de las fases que concluye con la
entrega del informe de auditoría.
Tabla 20
(Sigue.)
— 135 —
(Continuación.)
3.a Planificación del – Estudio del sistema de control interno, administrativo y contable de la
trabajo – entidad, mediante el cuestionario fiscal de control interno.
– Estudio de antecedentes, declaraciones fiscales, libros-registro, docu
– mentación-soporte, métodos y legislación de carácter fiscal; comprensión
– de la problemática fiscal de la entidad.
Obtención y documentación evidencia
— 136 —
Como puede deducirse de la tabla anterior, basado en Gironella (1979, 4), la auditoría
fiscal consiste básicamente en un proceso de investigación que, desde esta perspectiva, está com
puesto por las etapas señaladas en el cuadro 11.
Cuadro 11
ETAPAS DE LA AUDITORÍA DESDE LA PERSPECTIVA DE LA EVIDENCIA
2. Obtención de la evidencia.
4. Examen de la evidencia.
5. Contrastación de la evidencia
6. Formulación de la opinión.
Cuadro 12
HUMANO DE LA INFORMACIÓN
En el caso de la auditoría fiscal pública, es decir, la realizada por funcionarios del estado
con el fin de comprobar si los contribuyentes han cumplido sus obligaciones fiscales, se pueden esta
blecer también las distintas fases que atraviesa, señalando los principales hechos asociados a cada
una de ellas, tal y como detalla la tabla 21.69
68
La relación de la auditoría con la teoría del procesamiento humano de la información, en el contexto del proceso de toma de
decisión del auditor, ha sido ampliamente tratado por la doctrina. Un profundo estudio sobre los trabajos que pueden consultar
se sobre esta materia ha sido publicado por Gonzalo y Guiral (1998).
69
Una amplia descripción de las distintas fases de la auditoría fiscal pública puede encontrarse en International Bureau of
Fiscal Documentation (1996), que muestra las características más importantes del proceso de auditoría desde una perspectiva
de administración tributaria.
— 137 —
Tabla 21
a
2. Planificación del – Petición de datos, libros-registro y documentación-soporte.
trabajo
– Estudio del sistema de control interno, administrativo y contable del con
– tribuyente y comprensión de su casuística fiscal.
– Confección del programa de auditoría.
a
3. Desarrollo del – Realización de pruebas de cumplimiento o control y ejecución de pruebas
programa de – sustantivas: método de las conciliaciones globales, confirmaciones con
auditoría – terceros (asesores fiscales, abogados, acreedores y deudores), etc.
– Utilización de sistemas de ayuda a la decisión y sistemas expertos en
– auditoría fiscal.
– Comparación de la información obtenida con la de bases de datos.
– Adaptación sistemática del programa de auditoría en función de la evi
– dencia obtenida.
– Documentación de la evidencia obtenida.
– Obtención de conclusiones preliminares.
Contrastación
En los apartados siguientes estudiaré las principales actuaciones que son desarrolladas
por el auditor fiscal externo en cada una de las etapas expuestas, bien porque dichas actuaciones
presentan especialidades respecto a las de una auditoría de alcance completo, bien por la importan
cia que adquieren las mismas en la perspectiva de la auditoría fiscal entendida como proceso de
investigación.
— 138 —
1.1. Planificación del trabajo: estudio del sistema de control interno y determinación del riesgo de
1.1. auditoría
El estudio del control interno establecido por la entidad, ayudará al auditor a determinar
la naturaleza, el alcance y el momento de ejecución de las pruebas sustantivas a realizar, sentando
las bases sobre las que razonará la evidencia obtenida.
Como norma general las tareas que va a desarrollar el auditor se planifican con anteriori
dad al comienzo del trabajo, fijándose unos criterios objetivos y constantes sobre los que basa la pla
nificación. Dicha planificación especificará los procedimientos de auditoría que se van a emplear, la
extensión que se va a dar a las pruebas, el momento en que éstas se van a aplicar, y los papeles de
trabajo donde se registrarán los resultados.
A pesar de que ambos métodos –análisis del control interno y procedimientos– son com
plementarios y no se puede omitir la aplicación de ninguno de ellos, en auditoría fiscal soy partidario
de los segundos como mayores coadyuvantes al proceso de obtención de la evidencia, aunque sin
desmerecer en absoluto al análisis del control interno, que se erige en imprescindible, pues en su
estudio se basa la ejecución de los distintos procedimientos.
Según el Informe COSO (COSO, 1992), el control interno es una función amplia que se
apoya sobre tres bases independientes, según refleja el cuadro 13.
Cuadro 13
BASES EN LAS QUE SE APOYA EL CONTROL INTERNO (Informe COSO, 1992)
CONTROL INTERNO
La definición de control interno que proporciona el Informe COSO70 entiende el control in
terno de un modo amplio, como el proceso llevado a cabo por el consejo de administración, la direc
70 o
Los conceptos y definiciones incluidos en este Informe han sido reconocidos por organismos como AICPA en su SAS n. 78
(AICPA, 1995).
— 139 —
ción y el resto del personal de una entidad, diseñado con el objeto de proporcionar un grado de segu
ridad razonable en cuanto a la consecución de los objetivos dentro de las siguientes categorías:
El control interno así definido consta de cinco componentes que se encuentran relacio
nados entre sí: el entorno de control, la evaluación de los riesgos, las actividades de control, la infor
mación y comunicación, y, por último, la supervisión.
Siguiendo a Urías (1987, 157), los métodos más utilizados para la realización del análisis
del control interno son los siguientes:
Por su importancia y por las especialidades que presenta respecto de una auditoría de
cuentas con alcance completo, centraremos nuestra atención en la cumplimentación de un cuestiona
rio de control interno, el cuestionario o guía fiscal, a través de las indagaciones –principalmente de
forma oral– realizadas cerca de personas con responsabilidades en las tareas de planificación y pre
paración de las declaraciones fiscales.
Cuadro 14
PRINCIPALES CONCEPTOS QUE DEBEN SER EXAMINADOS EN LOS PAPELES DE TRABAJO DEL
AUDITOR FISCAL
– Conceptos impositivos
– Bases imponibles
– Tipos impositivos
– Criterios de imputación
– Exenciones, bonificaciones y deducciones
bases imponibles declaradas y correctas
cuotas declaradas y correctas
– Cáculo de:
posibles contingencias fiscales
probabilidad de materialización de dichas contingencias
— 140 —
El alcance definitivo de estas pruebas dependerá en buena parte del resultado obtenido
en la primera fase de estas comprobaciones, habida cuenta del nivel de confianza que se desea al
canzar. Cuanto mayor sea el número de errores o desviaciones detectados, mayor deberá ser el nú
mero de pruebas cualitativas adicionales que habrían de realizarse para satisfacerse de si los errores
responden y reflejan la excepción o, por el contrario, son un reflejo de la tónica habitual.
La información obtenida mediante el cuestionario fiscal, junto con el archivo histórico o
historial fiscal de la empresa son, en la práctica, las dos principales fuentes de datos útiles para con
feccionar el programa y seleccionar las pruebas sustantivas.
Se recoge como anexo al presente trabajo, un modelo de cuestionario fiscal destinado a
comprender y analizar el área fiscal de personas jurídicas sujetas a los principales impuestos.
El citado cuestionario fiscal se subdivide, a su vez, en dos partes bien diferenciadas: en
la primera de ellas se anotan las respuestas recibidas a las preguntas formuladas sobre las distintas
cuestiones del control interno para cada uno de los impuestos; de esta forma se esquematizan –en
forma de respuestas lógicas SÍ/NO– las contestaciones recibidas, cuyo significado se asocia a un
grado cierto de riesgo que responde al criterio que recoge la tabla 22.
Tabla 22
Ello no significa que en todos los casos las respuestas positivas estén asociadas a un
satisfactorio de control interno y viceversa, sino que serán asociadas a un riesgo con arreglo a las
características de cada pregunta en concreto, así como clasificadas en función de que se trate del
incumplimiento de un control detectivo o preventivo.
La segunda parte del cuestionario asigna valores numéricos a una muestra significativa
de las respuestas formuladas a las principales preguntas, para, de esta forma, establecer el riesgo de
que los sistemas de control fallen a la hora de prevenir o detectar un error, manipulación o fraude, de
forma que, cuanto más alto sea este riesgo, mayor deberá ser, en consecuencia, el número y la am
plitud de pruebas para reducir el Riesgo de Auditoría (RA) a un nivel asumible por el auditor.
En este punto conviene distinguir, siguiendo a Sierra y Orta (1996, 89), los dos enfoques
que conceptualmente pueden hacerse de la auditoría, a saber:
Cuadro 15
1. Enfoque tradicional: en el que la estrategia de auditoría está basada en la fortaleza de los contro
les, en los sistemas y en la organización del cliente.
2. Enfoque de riesgo: su fundamento se encuentra en la evaluación de los riesgos del negocio de la
entidad. La estrategia de audiroría se basa en el grado de existencia de dichos riesgos.
— 141 —
Cuadro 16
TIPOS DE RIESGO (según Fowler, 1991, 151)
Riesgo inherente
– Riesgo de que los estados financieros presenten errores o fraudes
Riesgo de control
– Riesgo de detección de tal error o fraude
El riesgo de detección se define como el riesgo de que los errores o fraudes importantes
–individualmente considerados o en su conjunto– no sean convenientemente detectados por el audi
tor y, por tanto, den lugar a una opinión equivocada.
Como indica Fowler (1991, 152) existen razones de tiempo y coste que hacen que el au
ditor base sus conclusiones en los resultados de muestreos y no en exámenes completos de las tran
sacciones contabilizadas. Además, esto último no garantiza que todos los hechos que afectan
patrimonialmente al cliente estén contabilizados. Por tanto, al final del proceso de auditoría siempre
hay un mínimo de incertidumbre existiendo el riesgo de que el informe del auditor contenga conclu
siones erróneas que le generen responsabilidades.
Para Sierra y Orta (1996, 128) y para Sánchez F. de Valderrama (1996, 222), el riesgo
inherente y el de control existen independientemente de la auditoría y el auditor lo que hace es eva
luarlos; tales riesgos se diferencian del riesgo de detección en que el auditor sólo puede estimarlos,
pero no controlarlos, es decir, no puede ni reducirlos ni modificarlos. En cambio, el auditor sí puede
controlar el riesgo de detección haciendo variar la naturaleza, la oportunidad y la amplitud de las
pruebas sustantivas. Por ello concluyen que el riesgo de detección es función directa de los procedi
mientos de auditoría.
En este sentido, Sierra y Orta (1996, 134) conciben el riesgo de control en función de la
efectividad de la estructura de políticas y procedimientos del sistema de control interno, en el sentido
de que si éste es efectivo para una agrupación de las cuentas anuales, entonces el riesgo se reduce
y, en caso contrario, se incrementa, concluyendo que el riesgo de control nunca puede ser cero, por
que normalmente en el proceso contable existen errores no detectados por insuficiencia o fallos en el
sistema de control interno, lo que equivale a decir que "ningún sistema viable de control interno puede
ser tan eficaz que elimine totalmente el riesgo de que se reflejen errores en las cuentas anuales".
o
El AICPA (1983) establece en el SAS n. 47 un modelo de riesgo según el cual el riesgo
de auditoría se determina a partir de la siguiente fórmula:
— 142 —
RA = RI × RC × RD
La idea básica de este modelo de riesgo es, según Sánchez F. de Valderrama (1996,
222), que el auditor establezca y valore el riesgo inherente y el de control, y planifique sus procedi
mientos de auditoría con un riesgo de detección lo suficientemente bajo como para que el riesgo ge
neral de auditoría no supere un nivel aceptablemente bajo.
Siguiendo a Pereda (1991, 206), si el auditor comenzase su trabajo sin una idea preconce
bida, actuando según las circunstancias que le vayan surgiendo, tiene el riesgo propio de la improvisa
ción, pudiendo pasar por alto aspectos que pueden ser claves para la formación de un criterio acertado.
Según Taylor y Glezen (1991, 244) el programa de auditoría tiene cuatro secciones principales:
— Evaluación del riesgo de auditoría: resume los puntos fuertes y débiles del control in
terno e incluye una evaluación general de los componentes de riesgo.
Mautz (1970, 7) define el programa de auditoría como "la selección de las técnicas y pro
cedimientos que deben ser aplicados para averiguar la confiabilidad de las afirmaciones contenidas
en los estados financieros".
Se podría decir que el proceso de obtención de evidencia comienza para el auditor fiscal
privado prácticamente en el momento en que la entidad, como posible cliente, solicita del mismo una
propuesta de colaboración profesional, pues a partir de dicha solicitud, el auditor se ve en la obliga
ción de realizar una comprensión –aunque reducida y previa– del negocio del cliente, del sector en
que opera, así como de las características principales del control interno existente en la entidad. El
citado proceso alcanzará hasta la entrega del informe de auditoría que pone fin al trabajo del auditor,
aunque, en numerosas ocasiones, este se realiza de forma continua y periódica (coincidiendo con los
ejercicios económicos de la entidad auditada), por lo que el trabajo no acaba con la entrega del infor
me sino que sería más correcto hablar de la finalización del contrato de auditoría como el momento
en el que se detiene el proceso de obtención de la evidencia.
Para concluir en esta área es preciso analizar no solamente la cifra de las cuentas a tra
vés de un método deductivo, sino que es preciso detectar la existencia de los hechos imponibles pro
ducidos y, a través de un método inductivo, llegar a la conclusión de que las previsiones de la
compañía reflejan ciertamente la materialización del cómputo de las cuotas a pagar o a cobrar res
pectivas a través de sus bases imponibles.
En opinión de De Miguel (1992, 17), son dos los caminos a seguir para completar la veri
ficación del área fiscal:
71
En el mismo sentido, Sánchez F. de Valderrama (1996, 153).
72
En esta idea se incluye –de forma inherente– el que la entidad informe adecuadamente de los hechos y datos de carácter
fiscal que deben ser incluidos en la memoria según la normativa vigente.
— 144 —
Para llevar a cabo el primer camino habrá que desglosar por impuestos las cuentas de
contenido fiscal, analizando los cargos y abonos de cada subcuenta, y verificando que el saldo es
correcto de conformidad con PyNCGA.
Para llevar a cabo el método inductivo será necesario completar el programa de impues
tos utilizando los papeles de trabajo oportunos para cada uno de los impuestos. En este trabajo ten
dremos que partir del hecho imponible, valorar la base imponible, liquidar el impuesto, verificar que
los ingresos a cuenta se han realizado correctamente, y que el importe de las deudas y derechos se
corresponden con los pasivos y activos, respectivamente, que existan por cada uno de los impuestos
a la fecha de establecimiento de los estados financieros.
Orta (1995),73 define la teoría de la evidencia en auditoría como "el conjunto de proposi
ciones integrantes del proceso de auditoría conectadas de forma ordenada y lógica, cuyo objetivo es
dar una explicación acerca de la opinión de auditoría emitida", dividiendo el proceso completo de ra
zonamiento del auditor en dos grandes etapas; la primera de ellas de la que se ocupa la teoría de
obtención de la evidencia o del diseño del programa de auditoría, requiere un proceso lógico de razo
namiento encaminado a determinar la forma de obtenerla.
Debido a la vital importancia que cobra en la auditoría fiscal la puesta en práctica de los
distintos procedimientos y técnicas de auditoría –principales mecanismos para obtener una evidencia
objetiva–, se dedica el apartado 2 de este capítulo a estudiar, de manera más específica, los distintos
métodos utilizados en la práctica profesional para obtener la evidencia adecuada con Normas de Au
ditoría Generalmente Aceptadas.
Como hemos visto, el programa de auditoría cumple un doble objetivo: por un lado sirve de
manual guiado para la realización del trabajo, por un equipo de auditoría interdisciplinar, que –en la prác
tica– está compuesto por personas que utilizan sistemas de ayuda a la decisión y sistemas expertos en
auditoría, aplicando conocimientos de distintos campos de las ciencias. La información que este equipo
produce –que es lo que en auditoría conocemos como "papeles de trabajo"74–, en la actualidad está
compuesta en mayor medida de archivos y aplicaciones informáticas de distintos tipos y características.
Por otra parte, las normas de auditoría obligan al auditor a probar frente a terceros que
realizó su trabajo de manera eficiente; ello se consigue dejando constancia del cumplimiento de un
modo de actuar ordenado y metódico. Trascendental para ello resulta que el auditor sea, a su vez,
73
Citado por Sánchez F. de Valderrama (1996, 221).
74
El término papel(es) de trabajo se ha venido utilizando por la profesión hasta los tiempos actuales; la aparición de las últimas
tecnologías en materia de comunicación (como la transmisión y conservación de archivos y documentos, etc.) puede ser un
buen momento para reconducir el término a una parte determinada de la información que emite el auditor. Existe la conciencia
unánime de que existen cambios importantes en el entorno de proceso de datos, que también afectan a la profesión de audito
ría. Al respecto puede consultarse Sierra y Orta (1996, 217 y ss.)
— 145 —
auditado, lo que de alguna manera se consigue sometiendo las pruebas de su trabajo a un control de
calidad independiente que intentará determinar, previamente a la emisión de la opinión, si el trabajo
tiene unas garantías mínimas.
La información que emite y maneja de manera específica el auditor fiscal, en esta fase de
obtención y acumulación de la evidencia, está compuesta principalmente por la que recoge la tabla 23.
Tabla 23
DOCUMENTACIÓN DEL TRABAJO DE AUDITORÍA FISCAL
— 146 —
Los citados documentos, a excepción de los dos últimos, constituyen los llamados pape
les de trabajo cuya custodia y propiedad corresponde al auditor y que constituyen la prueba de que se
ha realizado una labor así como el soporte de las conclusiones finales obtenidas.
Una vez obtenida y documentada la evidencia el auditor debe concluir si la misma es su
ficiente y adecuada para emitir una opinión o si, por el contrario, debe abstenerse de emitir una opi
nión profesional.
Sierra y Orta (1996, 237), definen la teoría de la evaluación de la evidencia como "la va
loración final, realizada mediante un razonamiento deductivo, de la evidencia obtenida y de la impre
sión del auditor, considerando el principio de importancia relativa y el riesgo general de auditoría, con
objeto de obtener una opinión sobre la razonabilidad con que las cuentas anuales reflejan la imagen
fiel de la empresa".
Debemos recordar en este momento que la opinión del auditor se manifiesta tanto en el
informe de auditoría como –de forma particular o privada– en la carta de recomendaciones o informe
sobre el control interno75.
En el epígrafe tres se recogen las conclusiones que el auditor fiscal deberá incluir en su
informe a la vista de la evidencia obtenida.
— 147 —
Urías (1987, 115-116), define los procedimientos de auditoría como "un conjunto de téc
nicas de investigación que el auditor aplica a la información sujeta a revisión, mediante las cuales
obtiene evidencia para sustentar su opinión profesional"; por tanto, al igual que Holmes (1979, 15),76
entiende la técnica como un detalle del procedimiento.
Por último, señala que "cuando se aplican o ejecutan los procedimientos de auditoría, se
dice que se está realizando una prueba de auditoría". Por ello, resumiendo las definiciones expues
tas, se puede señalar que los procedimientos de auditoría son un conjunto de técnicas y que la pues
ta en práctica de dichos procedimientos constituye o se materializa en pruebas de auditoría.
Siguiendo la metodología propuesta por Urías (1987, 116-121), se pueden mencionar las
siguientes técnicas de auditoría fiscal:
— Cotejo de los estados financieros con los registros que los sustentan.
— Observación y comprobación.
— Inspección.
— Cálculo y análisis.
— Confirmación.
— Estimación.
— Pruebas selectivas.
Por otra parte, algunas de las citadas técnicas de auditoría fiscal se utilizarán en la pues
ta en práctica de los siguientes procedimientos de auditoría fiscal, entre otros:
— Conciliaciones globales.
76
Citado por Urías (1987, 115).
— 148 —
Por conciliaciones globales se entiende, siguiendo a Casals, Gassó y Soria (1987, 336
337), el procedimiento de síntesis por el cual se comprueban, desde un punto de vista totalizador, que
las bases imponibles declaradas a efectos de un impuesto se han declarado, en el mismo período
impositivo, con igualdad de eficacia e integridad, en otros impuestos también devengados y que dichas
bases imponibles coinciden con sus conceptos equivalentes de contabilidad. Por ejemplo: ventas a
efectos del IVA., ventas a efectos del Impuesto de Sociedades y ventas reflejadas en contabilidad.
3. Deben ser utilizados en combinación con estos tests, ya que las conciliaciones glo
bales facilitan el cálculo final desde el que puede establecerse una cantidad estima
da de contingencias.
Los impuestos habitualmente sujetos a esta técnica son los de IVA., retenciones a cuen
ta del IRPF e IS. Las diferencias totales entre bases declaradas a efectos de uno u otro impuesto, si
las hay, así como las que se producen del cálculo entre la cuota teórica de presión fiscal y la que
realmente resulta (una vez deducidos los incentivos al caso), determina para el auditor, de entrada,
las bases previas para una profundización del tema.77
En este apartado conviene indicar, como ya hemos visto al hablar de la auditoría fiscal
pública, que este procedimiento está siendo aplicado con un éxito tangible por la Agencia Estatal de
Administración Tributaria (AEAT) española en la comprobación de diferentes impuestos, cruzando las
informaciones obtenidas de los diferentes modelos de declaración-autoliquidación. Sin embargo, se
ha criticado que la respuesta automática obtenida del sistema se notifique directamente al contribu
yente, prácticamente sin un filtro previo, lo que puede conllevar deficiencias jurídicas con lesión del
derecho de los administrados. Además, a la hora de notificar incidencias al contribuyente, tradicio
77
Casals, Gassó y Soria (1987, 337).
— 149 —