10 Pasos Hogar Feliz
10 Pasos Hogar Feliz
10 Pasos Hogar Feliz
La realidad nos demuestra que el hogar moderno está en crisis. Esta crisis
pone en peligro la supervivencia misma de la sociedad. Pero a pesar del
oscuro panorama del presente, existe la posibilidad concreta de tener un hogar
feliz.
I. El hogar en crisis
Con sólo mirar alrededor se advierte que algo no anda bien en la vida familiar
actual: divorcios, infidelidad, hijos rebeldes, incomunicación, etc.
En cierta ocasión, observaba jugar a una niña de cuatro años, cuyos padres se
habían separado hacía muy poco. Mientras acomodaba sus juguetes, la niña
comenzó a reflexionar en voz alta. Si uno no hubiese prestado mucha atención,
hubiera creído que hablaba a sus muñecas. Pero no… decía:
De inmediato se preguntó:
Causas de la crisis.
Primera causa:
La influencia del mundo en que vivimos y su falso concepto de “éxito”.
Muchos han asentado sus vidas sobre estos falsos valores. Han corrido una
carrera desenfrenada detrás de este supuesto “éxito”, han estado siempre
ocupados, sin tiempo para la familia y sin advertir que lo material y la fama sólo
dan satisfacción momentánea.
El Dr. Luis Palau dice que el concepto cristiano de “éxito” es poder mirar atrás,
el camino recorrido en la vida y decir: - Valió la pena.
Había llegado a la cúspide del “éxito” que el mundo propone, había subido
despacio, con gran esfuerzo, y ahora se daba cuenta que no era allí donde
quería llegar. Este Doctor miraba hacia atrás la historia de su vida y decía no
encontrarle sentido. En cambio, el cristiano que vive controlado por Jesucristo,
puede decir: ¡Valió la pena! Vale la pena vivir la vida con la seguridad de
valores que son eternos. Lo material sólo proporciona una falsa seguridad y
aparente satisfacción.
Dios dice:
“No os adaptéis a este mundo” (Romanos 12:2a, Biblia de las Américas). Lo
dice porque los valores del mundo llevan a la ruina al individuo y a la familia.
Así es Hollywood
Si hay un lugar donde abundan los “exitosos” según el concepto del mundo, es
en Hollywood. Allí están los que lo han sacrificado todo para lograr fama y
dinero. ¿Con qué resultado? Las estadísticas indican que en la colonia
cinematográfica de Hollywood hay una posibilidad en diez, de que una boda
sea la primera para los contrayentes y sólo una en 275 de que sea la primera
boda para ambos. En resumidas cuentas, es el caos y la destrucción de la
familia. Por eso es necesario huir de los espejismos y mentiras que pueden
arruinar nuestra vida y nuestro hogar y resistir el sutil lavado de cerebro que
intenta Satanás. Antes de presentar el remedio de Dios, veamos otros tres
enemigos del hogar feliz.
Segunda causa:
La moral relativa del mundo actual
Se dice que todo es de acuerdo “al color de cristal con que se mire”. Se
sostiene que lo bueno es lo que hace la mayoría.
Tercera causa:
La hipocresía
- Mi padre se decía cristiano, pero vivía una doble vida. Predicaba una cosa y
luego hacía otra. Yo me escandalicé y durante años renegué de Dios. Hizo
falta la paciencia de un amigo de la infancia que con el ejemplo de su vida y
su amor me visitó durante cinco años hasta llevarme a los pies de
Jesucristo.
Los demás ven primero nuestros hechos, nuestra conducta, y después pueden
oír las palabras.
Por ejemplo, si usted es padre o madre, sepa que sus hijos aprenden
fundamentalmente de la conducta que observan y de acuerdo a ella actuarán
en el futuro.
El niño contestó:
Cuarta causa:
Indiferencia espiritual.
-¡Buen mensaje!
Existen las llamadas “Reglas para que su hijo llegue a ser un delincuente”. La
tercera de esas diez reglas dice:
Quizás usted se pregunta cómo orientar a los suyos, ya que usted mismo se
encuentra desorientado: Uno sólo puede tener conceptos claros y autoridad
después de recibir por la fe a Jesucristo y permitir que su vida sea controlada
por el Señor.
Por supuesto que uno puede ser rebelde y desoír la voz de Dios. Pero la
indiferencia o terquedad espiritual tienen un precio mortal.
- Doctor, haga algo por favor, hay un jovencito que se está muriendo y quizás
usted pueda darle un poco de fe y esperanza.
Antes de seguir el relato del médico, quiero que note usted algo, amigo lector:
muchos se burlan de los cristianos cuando aparentemente todo va bien, pero
cuando los problemas vienen, las palabras de los demás parecen vacías y sólo
quien tiene a Cristo puede enfrentar la situación con una respuesta adecuada.
- ¿Te das cuenta que el fin se acerca y vas a enfrentar la eternidad sin Dios?
¿Sabe por qué? Porque él mismo no tenía ninguna y siempre había tomado
livianamente los asuntos espirituales.
Primer paso:
Reciba a Cristo como Señor y Salvador.
Luego de arrepentirse del pecado, usted debe recibir a Jesucristo por la fe.
Esto significa que aunque usted no entienda todo, debe creer que Jesucristo
murió para salvarle. La Biblia dice que “De tal manera amó Dios al mundo, que
ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda,
sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16).
Debemos recibir a Jesucristo para que controle y dirija nuestra vida. Usted
puede comunicarse con Dios, de inmediato; eso se llama oración.
Comuníquese con él para pedirle que Cristo entre en su vida, ahora mismo.
Segundo paso:
Dedique tiempo y amor a su familia.
Cuando recibimos a Cristo por la fe, Dios nos capacita para amar
verdaderamente. Dice la Biblia: “…el amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:5).
También nos dice que el primer fruto del Espíritu es amor. Recibimos la
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capacidad de amar con un amor sobrenatural, aún a aquellos que nos hayan
hecho daño u ofendido.
Dijo Corrie Ten Boom: “Cuando Jesús nos dice que amemos a nuestros
enemigos; él mismo nos dará el amor para hacerlo. No somos ni fábricas ni
represas de su amor, sino conductores”. Y si Dios hace posible que amemos a
nuestros enemigos, los que nos lastiman, insultan o desprecian, ¿no va a ser
esto una hermosa realidad respecto a los hijos, el esposo o la esposa y la
familia toda? Es por eso que hay esperanza aún para aquellos que piensan que
el amor entre ellos se terminó.
Dios no sólo tiene poder para reconstruir el antiguo amor sino para
perfeccionarlo. Una revista femenina publicó un artículo con el título “Aprendí a
amar a mi esposo”. La autora relata cómo se casó apresuradamente para huir
del hogar paterno, lleno de conflictos; al poco tiempo comprendió que se había
unido a alguien a quien no amaba en absoluto. Pero buscó la ayuda del Señor
y dejó que su corazón fuese cambiado por el Espíritu Santo. Ella hizo su
aporte: obedeció al Señor, o sea que comenzó a actuar en la forma en que lo
haría una mujer que amara realmente a su marido. Le preparaba sus comidas
favoritas, cuidaba con esmero la casa, se expresaba en la forma más cariñosa
y amable posible.
- Mamá, con mis hermanos siempre nos sentimos muy dichosos: tenemos un
padre y una madre que se aman en verdad.
Es el tipo de amor que llevó a Cristo a dar su vida por nosotros: porque, no
fueron los clavos los que sujetaron al Señor a la cruz del calvario, sino su amor
maravilloso, capaz de todo por redimirnos.
Tercer paso:
Viva de acuerdo a la Palabra de Dios.
No hace falta insistir demasiado en este aspecto. No basta sólo con leer la
Biblia, ir a la iglesia o hacer oraciones para tener una vida y un hogar feliz.
Debemos dejar que Cristo controle nuestra vida para poder vivir de acuerdo a
su voluntad. En una oportunidad, dirigiéndose el Señor a un grupo de creyentes
les aclaró (Juan 8:31-32): “Ustedes serán verdaderamente mis discípulos
cuando vivan como yo les he enseñado. Entonces conocerán la Verdad y la
Verdad los libertará” (Biblia al día).
Sí, rotundamente sí: un hogar feliz y vencedor de las dificultades de este crítico
tiempo moderno, es posible. El secreto es la unión vital de sus integrantes con
el Señor Jesucristo.
Estimado lector, creo de todo corazón que Dios puede cambiar su hogar y su
vida. Lo creo porque cambió mi vida y disfruto la bendición de tener un hogar
cristiano.