Desarrollo Humano

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Desarrollo humano

Naturaleza y crianza: se necesitan dos para bailar tango

Cuando pensamos en el desarrollo, naturalmente pensamos que los niños “se


convierten” en adultos. Pero incluso en la edad adulta, nunca dejamos de cambiar.
La psicología del desarrollo, el estudio de los cambios progresivos en la conducta
y habilidades, incluye todas las etapas de la vida: desde la concepción hasta la
muerte. Aunque la herencia nos brinda diferentes posibilidades y limitaciones,
estas, a su vez, se ven afectadas por influencias ambientales, como el
aprendizaje, la nutrición, las enfermedades y la cultura. En última instancia, la
persona que eres hoy refleja una interacción continua entre las fuerzas de la
naturaleza y la crianza.

Herencia

La herencia (“naturaleza”) se refiere a la transmisión de las características físicas y


psicológicas de los padres a sus hijos a través de los genes. Durante la
concepción, cuando un espermatozoide y un óvulo se unen, se establece una
increíble cantidad de características personales. ¿Cómo funciona la herencia? El
núcleo de cada célula humana contiene adn, o ácido desoxirribonucleico. El adn
es una larga cadena, en forma de escalera, de pares de moléculas químicas. El
orden de estas moléculas, o bases orgánicas, actúa como un código para la
información genética. El adn de cada célula contiene un registro de todas las
instrucciones necesarias para crear un ser humano. Los genes son pequeños
segmentos de adn que afectan un proceso particular o característica personal. A
veces, un solo gen es responsable de un rasgo heredado, como el color de los
ojos. Los genes pueden ser dominantes o recesivos. En realidad, algunas de
nuestras características están controla- das por genes únicos. No obstante, la
mayoría son poligénicos, o están controlados por muchos genes que trabajan de
manera com- binada. Así, por ejemplo, no existe un gen “de la estatura”; de hecho,
ya se ha demostrado que casi dos centenares de genes des- empeñan un papel
en la determinación de la estatura. A través de la expresión de genes, la herencia
determina el color de ojos, el color de la piel y la susceptibilidad a algunas
enfermedades. Además, los genes se pueden activar (o desactivar) a ciertas
edades o etapas de desarrollo. De esta manera, la herencia sigue ejerciendo una
poderosa influencia en la maduración, el crecimiento físico y el desarrollo del
cuerpo, el cerebro y el sistema nervioso. Conforme la secuencia de crecimiento
humano se desarrolla, las instrucciones genéticas influyen en el tamaño y la forma
del cuerpo, la estatura, la inteligencia, el potencial atlético, los rasgos de
personalidad, la orientación sexual y una multitud de otros detalles
 (Arriba a la izquierda) Las moléculas enlazadas (bases orgánicas) forman los
“peldaños” en la retorcida “escalera molecular” del ADN. El orden de estas
moléculas sirve como un código para la información genética. El código
proporciona un mapa genético que es único para cada individuo (excepto los
gemelos idénticos). La ilustración solo muestra una pequeña sección de una cadena
de ADN. Una cadena completa de ADN se compone de miles de millones de
moléculas más pequeñas.
 (Abajo a la izquierda) El núcleo de cada célula en el cuerpo contiene cromosomas
compuestos de bobinas bien enrolladas de ADN. (No te dejes engañar por la
ilustración: los cromosomas son microscópicos y las moléculas químicas que
componen el ADN son aún más pequeñas.)

 Psicología del desarrollo Estudio de los cambios progresivos en la


conducta y habilidades, desde la concepción hasta la muerte.
 Herencia (“naturaleza”) La transmisión de las características físicas y
psicológicas de los padres a la descendencia a través de los genes.
 ADN (ácido desoxirribonucleico) Una estructura molecular que contiene
la información genética codificada.
 Cromosomas “Cuerpos de color” en forma de hilo en el núcleo de cada
célula, compuestos por ADN.
 Genes Las áreas específicas en una cadena de ADN que llevan la
información hereditaria.
 Gen dominante Un gen cuya influencia se expresa cada vez que está
presente.
 Gen recesivo Un gen cuya influencia se expresa solo cuando se combina
con un segundo gen recesivo.
 Características poligénicas Rasgos personales o propiedades físicas
influenciadas por muchos genes que trabajan juntos.
 Maduración Crecimiento físico y desarrollo del cuerpo, el cerebro y el
sistema nervioso.
 Periodo prenatal:
Desde la concepción hasta el nacimiento. Cigoto

 Periodo Germinal:
Primeras dos semanas después de la concepción. Embrión

 Periodo embrionario Fetal:


Dos a ocho semanas después de la concepción. Feto

A partir de las ocho semanas después de la concepción hasta el


nacimiento. Neonato

 Periodo neonatal:
Desde el nacimiento hasta un par de semanas después del nacimiento.
Infante

 Infancia:
Desde un par de semanas después del nacimiento hasta que el niño
camina con seguridad; algunos niños caminan con seguridad en menos de
un año, mientras que otros pueden no ser capaces de hacerlo hasta los 17
o 18 meses. Infante

 Primera infancia:
A partir de los 15 a 18 meses hasta unos dos a dos años y medio.
De dos a tres años a seis años de edad. Niño

 Infancia media:
Alrededor de los seis años hasta los 12 años. Niño en edad escolar

 Pubescencia:
Dos años antes de la pubertad. Adolescente

 Pubertad:
Punto de desarrollo en el que los cambios biológicos de la pubertad
alcanzan el clímax marcado por la madurez sexual. Adolescente

 Adolescencia:
Desde el comienzo de la pubertad hasta que se alcanza la madurez social
completa (es difícil fijar la duración de este periodo). Adolescente

 Edad adulta: (20 a 34) La edad adulta intermedia: (35 a 64) La edad
adulta tardía: (más de 65)
Desde la edad adulta joven hasta la muerte; a veces se subdivide en otros
periodos. Adulto

Preparación

¿A qué edad un niño estará listo para alimentarse, caminar solo o dejar los
pañales? Estos hechos tienden a estar gobernados por la preparación del
niño para el aprendizaje rápido. Es decir, los niveles mínimos de
maduración deben presentarse antes de poder aprender algunas
habilidades Los padres provocan el fracaso al tratar de forzar a un niño a
aprender habilidades demasiado pronto o demasiado tarde.

Medio ambiente

Nuestro entorno también ejerce una gran influencia en el desarrollo. El


medio ambiente (“crianza”) se refiere a la suma de todas las condiciones
externas que influyen en una persona. Por ejemplo, el cerebro de un bebé
recién nacido tiene un menor número de dendritas (ramas de las células
nerviosas) y sinapsis (conexiones entre las células nerviosas) que un
cerebro adulto. Sin embargo, el cerebro del recién nacido es muy plástico
(puede modificarse mediante la experiencia). Durante los primeros tres
años de vida todos los días se forman millones de conexiones nuevas en el
cerebro. Al mismo tiempo, las conexiones no utilizadas desaparecen. Como
resultado, los entornos de aprendizaje temprano, literalmente, dan forma al
cerebro en desarrollo a través de “el florecimiento y la poda” de las sinapsis.
 El rápido aumento de las sinapsis del cerebro continúa hasta alrededor de
los cuatro años. En ese momento, los niños tienen más sinapsis cerebrales
que los adultos. Después de los 10 años, este número disminuye
lentamente, hasta alcanzar niveles adultos cerca de los 16 años.
Influencias prenatales

En realidad, los factores ambientales comienzan a influir en el desarrollo


antes del nacimiento. Aunque el ambiente intrauterino está muy protegido,
las condiciones ambientales pueden afectar el desarrollo del niño. Por
ejemplo, cuando Carol estaba embarazada, la frecuencia cardíaca fetal de
Samantha y sus movimientos aumentaban cuando los sonidos o
vibraciones fuertes penetraban el útero. Carol experimentó un estrés
excesivo durante su embarazo, por lo que Samantha podría haber sido un
bebé débil o más pequeño al nacer. Si la salud o la nutrición de Carol
hubieran sido pobres o si ella hubiera sufrido rubéola, sífilis o vih, hubiera
consumido drogas o estado expuesta a rayos X o radiación, la secuencia de
crecimiento de Samantha podría haberse visto afectada. En dichos casos,
los bebés pueden sufrir problemas congénitos o “defectos de nacimiento”.
Estos problemas ambientales afectan el desarrollo del feto y son evidentes
al nacer. Por el contrario, los trastornos genéticos se heredan de los
padres. Ejemplos de ello son la anemia de células falciformes, la hemofilia,
la fibrosis quística, la distrofia muscular, el albinismo y algunos tipos de
retraso mental.
¿Cómo se puede dañar al embrión o al feto? Aunque la sangre entre una
madre y su hijo no nacido no se mezcla de manera directa, algunas
sustancias, especialmente las drogas, llegan al feto. Cualquier cosa capaz
de modificar el desarrollo normal del feto en el útero se llama teratógeno. A
veces, sin saberlo, las mujeres están expuestas a poderosos teratógenos,
como la radiación, el plomo, los pesticidas o los bifenilos policlorados (bpc).
Sin embargo, las mujeres embarazadas tienen control directo sobre muchos
teratógenos. Por ejemplo, una mujer que consume cocaína corre un grave
riesgo de lesionar al feto. En resumen, cuando una mujer embarazada
consume drogas, su hijo no nacido también lo hace.

Periodos sensibles

Las experiencias tempranas pueden tener efectos particularmente


duraderos. Por ejemplo, los niños que son abusados pueden sufrir
problemas emocionales de por vida. Al mismo tiempo, la atención adicional
a veces puede revertir los efectos de un mal comienzo en la vida ¿Por qué
algunas experiencias tienen efectos más duraderos que otras? Parte de la
respuesta está en los periodos sensibles. Estos son periodos en los que los
niños son más susceptibles a determinados tipos de influencias
ambientales. Los eventos que se producen durante un periodo sensible
pueden alterar permanentemente el curso del desarrollo. Por ejemplo, la
formación de un vínculo amoroso con una persona que nos cuide en las
primeras etapas de la vida parece ser crucial para un desarrollo óptimo. Del
mismo modo, los bebés que no pueden oír el habla normal durante el
primer año pueden tener problemas de habilidades lingüísticas.

Privación y enriquecimiento

Algunos entornos pueden ser descritos como pobres o enriquecidos. La


privación se refiere a la falta de nutrición normal, estimulación, comodidad o
amor. Existe enriquecimiento cuando un ambiente ha sido creado
deliberadamente para ser más estimulante, amoroso, etcétera. ¿Qué
sucede cuando los niños sufren graves privaciones? Trágicamente, algunos
niños maltratados han pasado sus primeros años en armarios, áticos y
otros ambientes restringidos. Cuando se descubren por primera vez, estos
niños suelen ser mudos, retrasados y tienen daños emocionales. Sin
embargo, en muchas familias se presenta una privación perceptual,
intelectual o emocional más leve, especialmente en las que deben enfrentar
la pobreza. La pobreza puede afectar el desarrollo de los niños en por lo
menos dos formas. En primer lugar, los padres pobres pueden no ser
capaces de dar a
sus hijos los recursos necesarios, como alimentos nutritivos, atención de la
salud o materiales de aprendizaje. Como resultado, los niños pobres
tienden a enfermarse más a menudo, su desarrollo mental se estanca y su
desempeño en la escuela es pobre. En segundo lugar, las tensiones de la
pobreza también pueden ser difíciles para los padres, dando lugar a
problemas en el matrimonio, una paternidad menos positiva y relaciones
más pobres entre padres e hijos. El caos emocional resultante puede dañar
el desarrollo socioemocional de los niños. En el extremo, puede aumentar
el riesgo de la enfermedad mental y la conducta delictiva. ¿Qué pueden
hacer los padres para enriquecer el ambiente de un niño? Pueden
promover la exploración y estimular el juego, prestar atención a lo que
mantiene el interés del bebé. Es mejor hacer que una casa sea “a prueba
de niños” en lugar de limitar estrictamente lo que un niño puede tocar.
También existe valor en el enriquecimiento activo de las experiencias
sensoriales. Los bebés no son vegetales. Los bebés deben estar rodeados
de colores, música, gente y cosas que ver, degustar, oler y tocar. Tiene
perfecto sentido pasear- los, colgar móviles sobre sus cunas, colocar
espejos en las inmediaciones, tocar música para ellos o reorganizar sus
salas de vez en cuando. Los niños progresan más rápidamente cuando
tienen padres que responden y proveen materiales estimulantes de juego
en casa. Con base en esto, es prudente observar a la infancia como un
periodo relativamente sensible.

 Preparación Una condición que existe cuando la maduración ha


avanzado lo suficiente como para permitir la rápida adquisición de
una habilidad particular.
 Medio ambiente (“crianza”) La suma de todas las condiciones
externas que afectan al desarrollo, incluyendo los efectos del
aprendizaje.
 Problemas congénitos Problemas o defectos que se originan
durante el desarrollo prenatal en el vientre materno.
 Trastornos genéticos Problemas causados por defectos en los
genes o características heredadas.
 Teratógeno Cualquier cosa capaz de alterar el desarrollo fetal en
formas no heredables causando defectos de nacimiento.
 Periodo sensible Durante el desarrollo, un periodo de incremento
de
la sensibilidad ante las influencias del medio ambiente; también, un
periodo durante el cual ciertos acontecimientos deben tener lugar
para que el desarrollo normal se produzca.
 Privación En el desarrollo, pérdida o suspensión de estimulación
normal, nutrición, comodidad, amor, etc.; una condición de falta.
 Enriquecimiento En el desarrollo, hacer que un entorno sea más
estimulante, nutricional, reconfortante, amoroso, etcétera.

Desarrollo perceptual y cognitivo

Hace 30 años, mucha gente pensaba que los bebés recién nacidos eran
simples manojos de reflejos como los descritos con anterioridad. Pero los
niños son capaces de mucho más. Por ejemplo, el psicólogo Andrew
Meltzoff descubrió que los bebés imitan. muestra cómo Meltzoff saca la
lengua, abre la boca y frunce los labios a una niña de 20 días de edad.
¿Ella lo imita? Los videos confirman que los bebés imitan los gestos
faciales del adulto mientras pueden verlos. Para los nueve meses de edad,
los niños ya pueden recordar e imitar las acciones un día después de
verlos. Tal mimetismo obviamente ayuda a un rápido aprendizaje durante la
infancia.

Desarrollo emocional

Aunque los expertos aún no se ponen de acuerdo sobre lo rápido que se


desarrollan las emociones, el desarrollo emocional temprano también sigue
un patrón muy ligado a la maduración. Incluso, las emociones básicas del
enojo, el miedo y la alegría, que al parecer no se han aprendido, toman
tiempo para desarrollarse. El entusiasmo general es la única emoción que
los recién nacidos expresan claramente. Sin embargo, como David y Carol
te pueden decir, la vida emocional de un bebé florece rápidamente. Un
investigador (Bridges, 1932) observó que todas las emociones humanas
básicas aparecen antes de los dos años. Bridges descubrió que las
emociones aparecen en un orden coherente y que la primera división
básica es entre las emociones agradables y desagradables.
La psicóloga Carroll Izard piensa que los niños pueden expresar varias
emociones básicas a las 10 semanas de edad. Cuando Izard observa
cuidadosamente las caras de los bebés, nota abundantes signos de
emoción. Ella descubrió que la expresión más común para los lactantes no
es la emoción, sino el interés, seguido por la alegría, el enojo y la tristeza.
Si Izard está en lo correcto, entonces las emociones están “fuertemente
ligadas” a la herencia y a la evolución. Tal vez por eso la sonrisa es una de
las reacciones más comunes de un bebé. Sonreír probablemente ayuda a
los bebés a sobrevivir, al invitar a los padres a cuidar de ellos.
Al principio, la sonrisa del bebé es casual. Esta sonrisa social es
especialmente gratificante para los padres. Incluso, los bebés pueden
utilizar su sonrisa social para comunicar su interés por un objeto.

Al igual que todos los seres humanos, los bebés son criaturas sociales. Su
desarrollo social temprano se origina con el apego emocional y la
necesidad de contacto físico. Conforme los niños forman su primer vínculo
emocional con un adulto, por lo general con uno de los padres, también
comienzan a desarrollar la autoconciencia y a tomar en cuenta la presencia
de los demás. Este desarrollo social temprano establece una base para las
relaciones posteriores con los padres, hermanos, amigos y parientes.

Apego

El verdadero núcleo del desarrollo social se encuentra en el apego


emocional, o vínculo emocional cercano, que los bebés forman con sus
cuidadores primarios. Existe un periodo sensible (aproximadamente durante
el primer año de vida) durante el cual se debe presentar el apego para que
el desarrollo sea óptimo. Las madres por lo general comienzan a sentirse
unidas a su bebé antes de nacer. Por su parte, conforme los bebés
maduran se vuelven más y más capaces de unirse a sus madres. Durante
los primeros meses, los bebés responden de manera más o menos igual a
todos. Para los dos o tres meses, la mayoría de los bebés prefieren a sus
madres que a los extraños. Aproximadamente a los siete meses, los bebés
generalmente se vuelven muy unidos a sus madres, gateando hacia ellas
cuando es posible. Poco después comienzan a crear vínculos con otras
personas, como su padre, sus abuelos o sus hermanos. Una señal directa
de que un vínculo emocional se ha formado aparece alrededor de los 8 a
n12 meses de edad.

Promoción del apego seguro

Una de las claves para asegurar el apego es una madre que acepta y es
sensible a las señales y los ritmos de su bebé. El apego pobre se produce
cuando las acciones de una madre son inadecuadas, insuficientes,
intrusivas, sobreestimulantes o de rechazo. Un ejemplo es una madre que
trata de jugar con un niño somnoliento o que hace caso omiso de un bebé
que la está mirando y vocalizando. El vínculo entre el cuidado sensible y el
apego seguro parece aplicarse a todas las culturas. ¿Qué pasa con el
apego a los padres? Los padres de niños con apego seguro tienden a ser
sociables, agradables y felices en su matrimonio. En general, un ambiente y
un trato familiar que incluye la maternidad y la paternidad sensibles
producen seguridad en los niños.

 Apego emocional Un vínculo afectivo especial estrecho que los


niños
forman con sus padres, cuidadores u otras personas.
 Madre suplente Una madre sustituta (en investigación con animales,
a menudo un objeto inanimado).
 Contacto de confort Sentimiento placentero y reconfortante que
obtienen los bebés humanos y animales al tocar o aferrarse a algo
cálido y suave, generalmente la madre.
 Ansiedad por separación Ansiedad mostrada por los niños cuando
están separados de sus padres o cuidadores principales.
 Apego seguro Un vínculo emocional estable y positivo.
 Apego inseguro-evitante Un vínculo emocional ansioso marcado
por una tendencia a evitar el reencuentro con un padre o cuidador.
 Apego inseguro-ambivalente Un vínculo emocional ansioso
marcado tanto por el deseo de estar con un padre o cuidador como
por cierta resistencia a reunirse.
 Apego inseguro-ambivalente Un vínculo emocional ansioso
marcado tanto por el deseo de estar con un padre o cuidador como
por cierta resistencia a reunirse.

Apego y necesidades afectivas

Las necesidades afectivas de un bebé, de amor y afecto, son tan


importantes como las necesidades más evidentes, como los
alimentos, el agua y el cuidado físico. Considerando todas las cosas,
la creación de un vínculo de confianza y afecto entre el niño y al
menos otra persona es un evento clave en el primer año de vida. Los
padres a veces tienen miedo de provocar un daño a los bebés con
demasiada atención, pero durante el primer año o dos esto es casi
imposible. De hecho, la futura capacidad para experimentar
relaciones cálidas y amorosas puede depender de ello.

Estilos de paternidad
Los padres autoritarios imponen reglas rígidas y exigen estricta obediencia a la
autoridad. Por lo general, creen que los niños tienen algunos derechos pero
también responsabilidades de adultos. Esperan que el niño evite los problemas y
acepte sin cuestionar lo que los padres consideran correcto o incorrecto. (“Hazlo
porque yo lo digo”.) Los hijos de padres autoritarios suelen ser obedientes y tienen
autocontrol. Pero también tienden a ser emocionalmente rígidos, retraídos,
temerosos y carentes de curiosidad.

Los padres excesivamente permisivos proveen poca orientación, permiten el


exceso de libertad o hacen que los niños no sean responsables de sus acciones.
Por lo general, el niño tiene derechos similares pero pocas responsabilidades de
un adulto. Las reglas no se aplican y el niño por lo general consigue lo que quiere.
(“Haz lo que quieras”.) Los padres permisivos tienden a producir hijos inmaduros
que se portan mal con frecuencia. Estos niños no tienen rumbo y es probable que
estén “fuera de control”.

Baumrid describe a los padres autoritativos como aquellos que proporcionan una
orientación firme y coherente, combinada con amor y afecto. Estos padres
equilibran sus derechos con los de sus hijos. Ellos controlan el comportamiento de
sus hijos de una manera cariñosa, sensible y no autoritaria. (“Hazlo por esta
razón”.)

Los padres efectivos son firmes y consistentes, no duros o rígidos. En general,


animan a los niños a actuar con responsabilidad, a pensar y a tomar buenas
decisiones. Este estilo produce niños fuertes (buenos para recuperarse después
de malas experiencias) y que desarrollan las fuerzas que necesitan para prosperar
incluso bajo circunstancias difíciles. Los hijos de padres autoritativos son
competentes, con dominio propio, independientes, asertivos y curiosos. Ellos
saben cómo manejar sus emociones y cómo utilizar las habilidades positivas de
adaptación.

Desarrollo de lenguaje: ¿quién conoce el lenguaje infantil?

Hay algo casi milagroso en las primeras palabras de un bebé. Como infantes,
¿cómo nos las arreglamos para saltar al mundo de la len- gua? Incluso una breve
encuesta como ésta revela que tanto la maduración (naturaleza) como el
desarrollo social (crianza) proporcionan una base para el aprendizaje de los
idiomas. El desarrollo del lenguaje está íntimamente ligado a la maduración. Como
todos los padres saben, los bebés pueden llorar desde el nacimiento. Al mes de
edad, utilizan el llanto para llamar la atención. Por lo general, los padres pueden
saber si un bebé tiene hambre, está enojado o con dolor por el tono del llanto.
Alrededor de las seis a ocho semanas de edad, los bebés comienzan el arrullo.
Para los siete meses de edad, el sistema nervioso de Samantha madurará lo
suficiente como para permitirle agarrar objetos, sonreír, reír, sentarse y balbucear.
En la etapa de balbuceo, las consonantes b, d, m y g se combinan con los sonidos
vocales para producir un lenguaje sin sentido, como: dadadadada o bababa. Al
principio, el balbuceo es el mismo en todo el mundo. Pero pronto el idioma
hablado por los padres comienza a tener una influencia. Es decir, los bebés
japoneses comienzan a balbucear de una manera parecida al japonés, los bebés
mexicanos balbucean sonidos en español similares. Aproximadamente al año de
edad, los niños responden a las palabras reales, como no u hola. Poco después
se forma la primera conexión entre las palabras y los objetos, y los niños pueden
dirigirse a sus padres como “mamá” o “papá”. De los 18 meses a dos años, el
vocabulario de puede incluir un centenar de palabras o más. Al principio hay una
etapa de palabras individuales, durante la cual los niños utilizan una palabra a la
vez, como “ir”, “jugo” o “arriba”. Poco después, las palabras se juntan en frases
simples de dos palabras, conocidas como discurso telegráfico: “Quiere-osito”,
“Mamá-fue”. Para el primer año, será capaz de comprender alrededor de 8000
palabras y de utilizar aproximadamente 4000. Ella habrá entrado realmente al
mundo del lenguaje.
Comunicación temprana

¿Cómo se comunican los padres con los bebés antes de que puedan hablar? Los
padres tienen gran cantidad de problemas para con- seguir que los bebés sonrían
y vocalicen. Una vez que lo hacen, aprenden rápidamente a cambiar sus acciones
para mantener la atención, la excitación y la actividad del niño en los niveles
óptimos. Un ejemplo conocido es el juego de “te voy a atrapar”, en el cual el adulto
dice: “Te voy atrapar... Te voy a atrapar... ¡Te atrapé!” A través de este tipo de
juegos, los adultos y los bebés comparten ritmos y expectativas similares.

Lenguaje paterno

Al hablar a los bebés, los padres utilizan un patrón exagerado que se conoce
como lenguaje paterno o lenguaje materno. Por lo general consiste en elevar el
tono de voz, utilizar frases cortas, simples, repetir a sí mismo y utilizar gestos
frecuentes. Además, también se disminuye el índice del habla y se usan
inflexiones de voz exageradas: “¿Samantha se comió TOOOODO?”

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