SWAPS

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¿Qué es un swap?

Un swap es un contrato en el que dos partes se comprometen a realizar el intercambio


de flujos de efectivo en una cantidad y condiciones determinadas. En su concepto
básico, los swaps -un término tomado del inglés- son una permuta financiera que
establece el convenio entre dos partes para intercambiar obligaciones financieras,
como, por ejemplo, el pago de intereses sobre una deuda.
¿Cuál es la finalidad de un swap?
Esencialmente, el uso o finalidad de este instrumento financiero es lograr un beneficio
o ventajas en torno a la financiación, sobre las tasas de interés o sobre la rentabilidad
de una operación financiera. Como otros derivados financieros, el swap es empleado
frecuentemente como medio de cobertura frente al riesgo.
El mercado de las permutas financieras
De manera general los swaps son convenidos por y para las necesidades específicas
de las partes involucradas, por lo que el mercado de swaps no es fácilmente
estandarizable y se considera un mercado extrabursátil o secundario (OTC). Sin
embargo, el mercado de swaps ascendió a más de 363 trillones de dólares1, según el
valor (importe pendiente) en el primer semestre del 2020, más del 73% del mercado
total de tipos y un 60% del mercado global de derivados OTC.
¿Cómo funciona un swap?
El swap, aunque su funcionamiento de intercambio es relativamente simple, puede ser
un instrumento financiero complejo y su uso tiene poca aplicación para el pequeño
inversor. En particular, es una estrategia utilizada por grandes agentes del mercado,
como las instituciones bancarias, las empresas y los gobiernos.

La finalidad de un swap es obtener un beneficio sobre sus obligaciones de pago, por


ejemplo, para reducir el coste de financiación, obtener cierta protección ante el tipo de
cambio de divisas, o reducir su exposición ante las variaciones del tipo de interés.
Pero… ¿cómo se obtienen estas condiciones más favorables?

En un esquema básico de un swap de tipos de interés, las partes pueden convenir el


intercambio de los flujos de efectivo bajo condiciones como las siguientes:

La compañía A busca obtener un préstamo ligado al tipo de interés fijo. Sin embargo,
por sus condiciones específicas, solo puede acceder al tipo de interés variable
requerido por su banco A.
La compañía B quiere acceder a financiación con tipo de interés variable, pero ha sido
condicionada a un interés de tipo fijo por su banco B.
Solución: un swap en el que las compañías A y B acuerdan el intercambio de sus
obligaciones de pagos, es decir, un swap de tipos de interés. La compañía A podrá
realizar los pagos sobre un tipo fijo, mientras que recibe un tipo de interés variable por
la compañía B (y viceversa).
¿Cuáles son los principales tipos de swaps?
1. Swaps de tipo de interés
2. Swaps de divisas
3. Swaps de incumplimiento crediticio

Swaps de tipo de interés


Los swaps de tipo de interés se utilizan principalmente como medio de cobertura para
la exposición a los tipos de interés variables. Este tipo de permuta es la más básica,
conocida también como un swap simple o vanilla. Su finalidad es convertir un
esquema de pagos de tipos variables en pagos de tipos fijos o viceversa. Un swap de
tipo de interés puede manejar diferentes frecuencias para los pagos, lo que se conoce
como un basis swap.
La permuta de tipos de interés utiliza el desempeño de algún referente principal a
manera de parámetro para los tipos variables, por lo general ligado a las tasas de
interés convenidas para operaciones entre la banca. En Europa el referente más
común es el euríbor (Europe Interbak Offered Rate), pero también destacan el líbor
(London Inter-bank Offered Rate) y el Federal Funds Rate (EE. UU.).

Ejemplo de un swap de tipo de interés


Un swap simple puede cubrir diferentes tipos de escenarios. Supongamos dos
entidades que buscan convertir de manera ‘artificial’ sus obligaciones de pago de
intereses. La empresa A podría buscar intercambiar su obligación de pagos ligada a
intereses variables por una tasa fija que le permita, por ejemplo, obtener otro
préstamo. Su contraparte, la compañía B, podría preferir convertir sus pagos a una
tasa variable, basada en sus expectativas de que los intereses irán a la baja.

2. Swaps de divisas
El swap de divisas o currency swap es un contrato de permuta financiera en el que las
partes se comprometen al intercambio de pagos de intereses y pagos a capital
(denominado pago principal) en sus divisas correspondientes. Dado que los pagos se
realizan en la moneda de la contraparte, este tipo de swap conlleva la exposición tanto
al tipo de interés como al mercado de divisas.

Dos entidades pueden recurrir al swap de divisas para ‘transferir’ una deuda, una
obligación o un ingreso a su respectiva divisa local -o a una divisa en la que se busca
lograr una exposición.

Las permutas de divisas ocurren en tres modalidades según los tipos convenidos para
el intercambio de pagos: obligaciones a tipo de interés fijo (swap de divisas),
obligaciones a tipo de interés variable (floating rate currency swap) y obligaciones de
pago a tipo de interés variable por otro de tipo fijo (cross-currency swap).
Ejemplo de un swap de divisas
El ejemplo más emblemático de este tipo de swap acordado en 1981, cuando el Banco
Mundial convino un bono en USD para luego intercambiar sus obligaciones de pago en
dólares con la empresa estadounidense IBM, a cambio de cubrir deuda de la
compañía emitida en bonos de marcos alemanes (DM) y francos suizos (CHF). El
swap permitió al Banco Mundial incrementar su exposición a las monedas de Suiza y
Alemania -que manejaban tipos de interés en 8% y 12% frente al 17% en EE. UU.-
mientras que IBM cubría sus obligaciones en esas divisas.
3. Swaps de incumplimiento crediticio
Las permutas de incumplimiento crediticio, conocidas como CDS (de la lengua inglesa
credit default swaps), operan de forma diferente al resto de los swaps financieros y a
menudo se les compara con una póliza de seguro por las similitudes con ese producto.
Esencialmente un CDS es la transferencia de riesgo entre el incumplimiento o impago
de un activo.

En un convenio entre dos partes, un comprador y un emisor. El comprador se obliga a


realizar un pago periódico al emisor, mientras que este, a cambio de esos pagos,
garantiza el reembolso de las pérdidas en el caso de un impago por un valor
subyacente.

Ejemplo de un swap de incumplimiento crediticio


Supongamos que a cambio de una tasa de interés atractiva (valor subyacente) el
fondo de pensión “FP” ha decidido invertir prestando una suma importante a la
Corporación ABC. Para mitigar su riesgo, FP (comprador) decide abrir un contrato de
incumplimiento crediticio con una entidad aseguradora (emisor) a cambio de una
fracción de los intereses recibidos por su inversión. Con este swap FP logra
protegerse ante el incumplimiento (impago) por parte de la Corporación ABC
transfiriendo la obligación para cubrir las pérdidas a la entidad aseguradora.

En teoría este tipo de operaciones financieras sirven como mecanismo de cobertura.


En la realidad, estos instrumentos conllevan su propio riesgo. Uno de los factores
detrás de la crisis financiera de 2008 fue ligado a los swaps de incumplimiento
crediticio cuando los emisores fallaron en cubrir el impago de hipotecas.

Otros tipos de swaps


Swaps de índices bursátiles

El swap de índices bursátiles o swap sobre acciones opera de manera similar a la


permuta de tipos de interés. La diferencia está en que el convenio va ligado al
desempeño de un índice bursátil, por lo general un índice mayor. Una de las partes se
obliga, por ejemplo, a transferir los rendimientos del índice de acciones convenido para
recibir a cambio los pagos correspondientes según el tipo de interés variable (como el
euríbor) sobre una cantidad y durante el tiempo que estipule el contrato.

Con el swap de índices, al igual que el resto de su clase, es un producto en gran


medida personalizado a las necesidades e intereses de cada una de las partes. Un
beneficio que ofrece esta permuta es la diversificación sin tener que disponer de los
activos.
Swaps de materias primas

Un swap de materias primas es un convenio en el que los flujos de efectivo a


intercambiar están ligados al precio de una mercancía subyacente. El petróleo es el
principal referente para este tipo de permutas, aunque también se pueden basar en
metales preciosos, alimentos como cultivos de trigo o ganado y reservas energéticas
como gas natural.

Esta permuta es utilizada como estrategia de cobertura, por ejemplo, contra


fluctuaciones en los precios de las materias primas. En swap de materias primas, una
de las partes (usuario de la mercancía o institución financiera) aseguraría el precio
máximo del subyacente y acordaría los pagos sobre el precio fijado durante un periodo
específico. A cambio, recibiría un flujo de pagos variables basados en el precio de
mercado de la mercancía, una obligación generalmente ligada al productor.

 Diferencia entre swaps y otros productos financieros


Las permutas o swaps son un derivado financiero como los contratos de futuros, los
forwards y las opciones, y su valor está ligado también a un subyacente. Sin embargo,
estos productos difieren de manera importante:

Las opciones otorgan el derecho de comprar o vender un activo en una fecha y precio
preestablecidos, pero no son una obligación. Además, las opciones se emiten en la
bolsa de valores, mientras que los swaps son OTC.
Los futuros son contratos que asignan una obligación de comprar y vender un
subyacente -entre un comprador y un vendedor- en una fecha futura y a un precio fijo.
Las permutas financieras son contratos entre las partes para el intercambio de flujos
de efectivo, no del activo subyacente.
Un forward básicamente establece una obligación de entregar el subyacente en un
pago en una fecha futura, mientras que los swaps suelen estar ligados a pagos
periódicos.
Los warrants son también derivados OTC como los swaps, pero la diferencia clave es
que con los primeros se adquiere un derecho y no una obligación.

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