Buscar El Plan de Dios
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1. Examine su situación.
Es posible que hasta ahora haya pensado que Dios le llamó sólo para ser un
miembro pasivo de su iglesia. Usted comprende que otros pueden cumplir una variedad
de funciones para Dios, pero piense que eso no se aplica a su propia persona. Usted
piensa que concurrir a la iglesia es la actividad principal de su vida cristiana. De hecho,
usted no es muy diferente de aquella persona que acude a la iglesia como visitante.
Usted se ha adaptado a esta situación, pero, a medida que ha pasado el tiempo, la
rutina lo ha cansado, ¡tanto que algunas veces ha descubierto que se dormitaba
durante las reuniones! ¡Eso no es lo que Dios desea para usted! ¡Él tiene algo mejor!
Quizá piense que Dios no tiene algo importante para usted porque usted le ha
fallado. Usted ha malgastado su vida y se siente como una vasija quebrada. Pero Dios
es un experto en componer vasijas quebradas (Jeremías 18:2-6) 1. Palabra de Jehová
que vino a Jeremías, diciendo: 2. Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré
oír mis palabras. 3. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba
sobre la rueda. 4. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y
volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. 5. Entonces vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 6. ¿No podré yo hacer de vosotros como este
alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que, como el barro en la mano
del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.
El aún tiene un plan para quienes le han fallado. Piense en Jacob, quien engañó
a su padre casi ciego (Génesis 27:1-35); en Moisés, quien mató al egipcio (Éxodo 2:11-
15); en David, quien cayó en adulterio (2 Samuel 11:1-27); y en Pedro, quien negó a su
Señor (Mateo 26:69-75). Cada uno de ellos fracasó, pero Dios los perdonó; y, lo que, es
más, ¡Él les usó nuevamente! A usted también Dios le puede usar de nuevo.
Saulo preguntó: “Qué haré, Señor?” (Hechos 22:10) El, temblando y temeroso,
dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la
ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. ¡Qué pregunta tan importante! Si usted ha
dado los tres primeros pasos, también estará listo para hacerle a Dios la misma
pregunta. Bien le puede pedir en oración que Él le muestre el plan que tiene para su
vida.
Mientras ora, esté preparado a aceptar lo que Dios desea para su vida. Dios no
tiene un mismo plan para cada persona. De la misma manera en que nos hizo distintos
al uno del otro, así El tiene también un plan diferente para cada persona. Quizá El
quiere transformarle en un buen pastor o evangelista; pero El también podría desear
hacerle un buen obrero, empleado de oficina o profesionista. Quizá usted puede llegar a
ser famoso; pero también podría permanecer en el anonimato. Dios permitió que Saulo
fuese un gran apóstol y escritor; pero Ananías no pasó de ser un discípulo desconocido
en la iglesia de Damasco. Simón Pedro llegó a ser famoso; pero no ocurrió lo mismo
con su hermano Andrés. Pero fue Andrés quien trajo a Simón a Jesús (Juan 1:40-42) y
Ananías quien guió a Saulo en los primeros pasos de la vida cristiana (Hechos 9:10-17).
Una vez que le ha pedido al Señor que le revele el plan para su vida, usted necesitará
recibir la respuesta. Dios puede proporcionársela de diversas maneras, como, por
ejemplo, por medio de:
a. La voz audible de Dios (Hechos 22:10)
2
b. Un ángel (Hechos 8:26)
c. Una visión o aparición (Éxodo 3:1-10; Hechos 16:9-10)
d. Un sueño (Mateo 1:20-2 1)
e. Una profecía (Hechos 13:1-2; 22:15-16)
f. La voz del Espíritu Santo en su corazón (Hechos 8:29; 10:19)
Objetivo: Tener la actitud correcta en relación con el cumplimiento del plan de Dios.
Conclusión.
Para Jesucristo habrá sido difícil estar en un mundo perverso, pero a Él le agradó
hacer la voluntad de su Padre (Salmo 40:8) El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha
agradado. También nosotros estamos en este mundo para hacer la obra que Dios nos
ha dado. Sin duda que hay algunos trabajos que van en contra de nuestros principios
como mayordomos de Dios. En tales casos no titubee, ore a Dios para que le provea un
trabajo justo y digno, que le proporcione satisfacción y paz en el corazón.