La Sociedad Del Conocimiento

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La sociedad del conocimiento es un 

ideal social donde el


conocimiento es accesible a todas las comunidades a través del
uso de las tecnologías de la información y comunicación, su
objetivo es lograr el desarrollo social sostenible mediante su
implementación en todas las actividades humanas. Definición de
sociedad del conocimiento

¿Sociedad del conocimiento o sociedad de los conocimientos?


En esta parte será necesario ver el horizonte de la sociedad que se promueve, teniendo
en cuenta su pertinencia con el horizonte del Vivir Bien y Buen Vivir del Estado
plurinacional. Conocimiento, conocimientos y horizonte civilizatorio del Estado, por
tanto, configuran los ejes de reflexión de esta parte.

La sociedad del conocimiento es una de las muestras expansivas de las geopolíticas del
conocimiento. Se asume la función del conocimiento en los procesos productivos, de
manera constitutiva a la totalidad de la sociedad en base a la productividad económica
del conocimiento. En este sentido, resultan menos importantes el capital, la mano de
obra, las materias primas o las energías renovables pues son superadas por el uso
intensivo del conocimiento y la información.

En este recorrido, se asume que los países desarrollados se basan en el mayor dominio
de conocimiento en el contexto de su uso competitivo. La riqueza de las naciones,
entonces, se caracteriza por la acumulación e innovación del conocimiento como simple
mercancía vinculada a las reglas privadas del mercado. Por ello la idea de cambio de
matriz productiva implica la generación de otro capital, el capital cognitivo, que
concentra las reglas de la dependencia del mercado para su acumulación y
reproducción. Así mismo, el término sociedad del conocimiento, involucra la autonomía
investigativa de las universidades. Si son instituciones sociales vinculadas a su pueblo la
disyuntiva está en la relación productiva de conocimientos orientados al incremento de
informaciones para el capital financiero o para el pueblo, teniendo en cuenta que las
fuerzas del mercado se orientan al capital transnacional.

En este marco, La LOEI en el art. j. enfatiza “La incorporación de la comunidad


educativa a la sociedad del conocimiento en condiciones óptimas y la transformación
del Ecuador en referente de educación liberadora de los pueblos”. El o. dice que “La
promoción de la formación cívica y ciudadana de una sociedad que aprende, educa y
participa permanentemente en el desarrollo nacional”;
Más que una contradicción, es un desafío la construcción de una sociedad que aprende y
de una sociedad que se configura en base al conocimiento, y al mismo tiempo plantear
desde estos referentes la liberación como pueblos. No existe pues pertinencia entre
liberación y sociedad del conocimiento; dicha liberación no parte de los propios marcos
interpretativos de los pueblos, de su suelo cultural, del involucramiento de su propia
cultura sino de una referencia exterior a los pueblos, como es la sociedad global del
conocimiento. Así, la sociedad del conocimiento viene a ser un constructo global que
articula sociedades de la información y la tecnología cuyas características
fundamentales se concentran en la “centralidad de las industrias del conocimiento
intensivo, como motores económicos de los países industrializados” (Villavicencio,
2013: 19).

Ahora bien, si la LOEI tiene ese horizonte paradójico entre conocimiento y liberación,
La LAS-EP parece señalar otro camino. Se trata de, más bien, como dicen los artículos
3 y 4: Universalizar los saberes y conocimientos propios, para el desarrollo de una
educación desde las identidades culturales”. La educación entonces tiene un punto de
partida localizado “desde las identidades culturales”. Para ello el horizonte de una
universalización de lo propio pone en cuestión la adhesión a la sociedad global del
conocimiento.
Para consolidar la universalización de lo propio y una educación desde las
identidades, la LAS-EP plantea:

Fortalecer el desarrollo de la intra-culturalidad, interculturalidad y el plurilingüismo en la


formación y la realización plena de las bolivianas y bolivianos, para una sociedad del Vivir
Bien. Contribuyendo a la consolidación y fortalecimiento de la identidad cultural de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos, comunidades interculturales y
afrobolivianas, a partir de las ciencias, técnicas, artes y tecnologías propias, en
complementariedad con los conocimientos universales.
Los conocimientos universales son objeto de complementación para impulsar
precisamente la propia universalización. La complementariedad epistémica con los
conocimientos universales se daría por tres conceptos centrales para comprender la
identidad: la intraculturalidad, la interculturalidad y el plurilingüismo. Estos tres
conceptos se imbrican como ejes articuladores de una educación desde las identidades
culturales y que cruzan toda la ley educativa y en todos los niveles de formación. La
LOEI, en cambio, en varios artículos presenta cierta abyección liberadora al seguir
planteando con mayor énfasis el horizonte de una ciudadanía de conocimiento global,
aspecto que complejiza el horizonte del Buen Vivir. Como dice, para finalizar esta
parte, el sabio Pilatuña: “O sea, pero no nos damos cuenta que estamos debilitando
nuestro conocimiento, y estamos dando más valor al otro antes que el nuestro, y el
nuestro se está debilitando. Y entonces ahí viene una debilidad bien marcada, no?
Este… nuestros saberes, nuestros conocimientos y nuestras tecnologías no están siendo
vislumbradas” (Entrevista, 12.10.14).

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