Amor de Siempre
Amor de Siempre
Amor de Siempre
Roberto Canales
Juan y María se conocían desde la infancia porque eran vecinos, fueron a la escuela
y crecieron juntos. Compartían casi todo como buenos amigos, pero un día cuando
paseaban por el campo se miraron de otro modo, no comprendían que les pasaba, pero
algo sintieron. Sintieron un extraño sentimiento que era nuevo para ambos.
Los días pasaban y ya no se juntaban tan seguido porque les daba miedo el estar
junto. María le preguntó a su mamá por qué a pesar de no ver a Juan sentía que lo
extrañaba y que necesitaba estar junto a él. También Juan le preguntó a su papá que
extrañaba mucho a María. Los padres les dijeron a sus hijos que ese sentimiento era
cariño porque se conocían por mucho tiempo, que era cariño de amigos. Los niños no
quedaron del todo seguros, pero siguieron sus vidas.
Pasaron los días y llegó una nueva familia a la cuadra en donde vivían los jóvenes.
Era Claudia junto a su mamá que era una mujer muy enojona. Tenían un perro que Claudia
sacaba a pasear todos los días y que entró a la casa de Juan. En ese instante Claudia
conoció a Juan y le gustó mucho porque era un joven muy agradable. Juan le entregó a su
perro y ella se quedó conversando con él por un largo tiempo. María vio esta escena
desde la ventana de su casa y no le gustó lo que vio, porque la vecina nueva no debía
conversar con Juan porque ella era la única que podía estar junto a él.
María pensó que debía compartir más con Juan porque estaba distante y eso
provocaba que él buscara otras personas para conversar. A Juan no le gustaba la vecina
nueva, era sólo por respeto y cortesía que el ayudó con su perro y se quedó conversando
con ella.
María estaba celosa por la vecina nueva y ese era otro sentimiento que no conocía,
por lo que decidió conversar con Juan acerca de sus sentimientos hacia él y preguntarle si
él sentía lo mismo por ella.
Juan le confesó a María que la quería mucho y que quería estar con ella y
compartir mucho más tiempo juntos después de la escuela. También le dijo que Claudia
era una niña que no tenía papá y por eso le ayudó y se quedó conversando con ella. Que
ella también debía debería compartir con ella porque estaba muy sola y que necesita
amigos. Así María quedó muy comprometida con lo que le pidió Juan y muy segura de lo
que sentían ambos.
Una tarde María le dijo a Juan que en su curso había un niño que también estaba
buscando una amiga para compartir el tiempo libre. De esta forma ambos hicieron una
fiesta en su casa para que se conocieran sus respectivos amigos. En la tarde llegaron los
invitados y se conocieron, se hicieron buenos amigos y compartieron sus cosas. Claudia
estaba muy contenta porque tenía un nuevo amigo y que era muy cariñoso con ella
porque la escuchaba y la entendía con sus problemas. Es por eso por lo que desde ese
momento ambas parejas compartían sus días libres.
Fueron creciendo juntos y su amor fue creciendo con el tiempo hasta que los
cuatro fueron a la universidad y estaban muy comprometidos en sus parejas porque
debían apoyarlas no solo en lo sentimental sino también con sus carreras porque Juan y
María se dedicarían a estudiar medicina y Claudia y Andrés estudian ingeniería.
Las familias creían que se casarían una vez que completaran sus estudios y que no
debían apurarse en este tema.