Aspectos Condicionantes para El Exito Deportivo en Nadadores A Largo Plazo

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Aspectos condicionantes del éxito deportivo a

largo plazo en natación. Por Antonio Oca


Introducción

El éxito deportivo a largo plazo de los nadadores jóvenes está


condicionado tanto por sus características y potencial individual
como por la influencia de otros factores que inciden en la
evolución de los resultados(1) (figura 1).
Figura 1: Condicionantes del éxito deportivo a largo plazo.

En la práctica resulta muy difícil cuantificar en qué magnitud


influyen dichos factores en el rendimiento deportivo. Algunos
son determinantes en las primeras etapas de formación del
nadador, mientras que otros son decisivos para lograr marcas de
élite internacional en las fases más avanzadas de la preparación
deportiva.
En cualquier caso, en un planteamiento integral para el
desarrollo deportivo del nadador a largo plazo, todos estos
factores que condicionan la preparación deben ser considerados.

Características del desarrollo y potencial del nadador.

Se sabe que el genotipo (lo que el individuo debe a la herencia)


desempeña un papel crítico en el potencial de crecimiento,
maduración y rendimiento motor humano(2), por ello se suele
destacar la importancia de la base genética como factor
determinante en la definición de ciertos atributos que influyen
decisivamente en el rendimiento deportivo. No obstante la
influencia moduladora del entorno sobre el genotipo, configura
una compleja interrelación entre ambos que se manifiesta en las
modificaciones estructurales y funcionales del organismo del
nadador, y define finalmente la expresión del rendimiento a lo
largo de la carrera deportiva. En general se considera que los
genes representan el potencial y los factores del entrono
determinan las posibilidades de explotación(3) (figura 2).
Figura 2: Relación entre el estado de desarrollo y la edad,
la predisposición y el entorno.
Para Marcos(4), a pesar de la gran variabilidad genética, la mayor
parte de lo contemplado como fenotipo se debe a la herencia y la
menor es consecuencia de la acción de los factores ambientales.
En todo caso, la relación entre la herencia genética y la prestación
deportiva es sin duda uno de los temas que más interés ha
suscitado en el ámbito de la investigación sobre el potencial de
rendimiento motor. En este sentido, es significativa la afirmación
del fisiólogo sueco Astrand(5):
“La persona que quiere convertirse en un campeón debe tener
mucho cuidado al elegir a sus padres”.
El crecimiento somático y la maduración fisiológica siguen unos
patrones evolutivos que determinan la magnitud y el tiempo en
que se producen los cambios en el organismo. Estas variaciones
de la talla, del peso, de las proporciones segmentarias, de la
composición corporal, etc. influyen en el rendimiento motor de
manera diferente en cada una de las distintas etapas del ciclo
vital, por lo que deben constituir un referente para la
planificación de la preparación a largo plazo. No obstante, dado
el alto grado de variabilidad individual en los procesos
madurativos, es aconsejable estudiar con cautela el modelo de
fases de crecimiento y desarrollo gradual generalizado (figura 3).
Figura 3: Relación entre las etapas del ciclo vital y los cambios
físicos y madurativos.

Los aspectos evolutivos del desarrollo cognitivo, afectivo y social


afectan también al rendimiento deportivo de los nadadores
durante las distintas etapas de la preparación. El modo en que se
estructuran el pensamiento y la conducta social es bien distinto
según se trate de un niño o de un joven adolescente; por tanto, la
forma en que se modifican los procesos mentales y de
socialización debe tener una consideración relevante en el
contexto de la preparación deportiva a largo plazo. El
conocimiento de los fundamentos de los modelos explicativos
clásicos sobre los estadios de desarrollo cognitivo y psicosocial
permite racionalizar la organización de la formación deportiva en
relación con el funcionamiento psicológico característico de cada
etapa evolutiva.

Apoyo técnico al nadador.

Es un factor crítico para la mejora del rendimiento durante todo


el proceso formativo. El entrenador es quien asume la
responsabilidad de la organización, dirección y control de la
preparación del nadador; decide qué es lo que debe aprenderse,
corregirse y mejorarse, cuándo debe hacerse y cómo tiene que
hacerse. Es, en definitiva, quien debe tomar decisiones cruciales
en relación con la planificación de la carrera deportiva del
nadador, estructurando la formación en etapas estrechamente
relacionadas con las particularidades de los mencionados
procesos de crecimiento físico, maduración fisiológica y
desarrollo cognitivo y psicosocial.
La eficacia del apoyo técnico en el proceso de desarrollo a largo
plazo debe garantizarse tratando de asegurar la persistencia de
dos aspectos fundamentales(6):

• La cualificación, entendida como preparación suficiente para


guiar al nadador en el desarrollo de su carrera deportiva. Esta
preparación debe asegurarse mediante una formación previa y
una actualización continua en las distintas disciplinas científicas
relacionadas con el entrenamiento deportivo.
• La profesionalización. El entrenador es el elemento estable del
sistema y permanece en su labor durante varias generaciones de
nadadores. Los cometidos que desarrolla son diversos y
requieren una dedicación en exclusividad. Por tanto, su
contratación debe entenderse como una de las inversiones más
rentables del sistema deportivo.

Apoyo sociofamiliar al nadador.

La influencia de ciertos factores sociales en la formación


deportiva es más poderosa en las primeras etapas, como ocurre
en el caso del núcleo familiar.
Kay(7) investigó sobre el papel que juega la familia en el desarrollo
de jóvenes talentos deportivos, haciendo especial hincapié en las
formas en que éstas apoyan a los nadadores. El estudio llevado a
cabo con 20 familias y 3 deportes (natación, tenis y remo)
concluye que, además de los recursos económicos, la adecuación
de hábitos y conductas familiares son decisivas a la hora de
proporcionar apoyo a la actividad deportiva de los jóvenes
talentos.
En la adolescencia parece decrecer la influencia de la familia y
son los compañeros del entorno escolar y deportivo los que
favorecen el acercamiento y la adhesión al programa de
entrenamiento. El apoyo de la escuela es determinante para que
el nadador joven pueda conjugar los estudios con la preparación
deportiva; aspecto en el que también entran en juego otras
instituciones (figura 4).
Figura 4: Influencia del entorno sociofamiliar según la edad del
nadador.

El apoyo sociofamiliar debe proporcionar al nadador (6):

• La adecuación de hábitos de salud y trabajo cotidianos,


relacionados con las actividades de higiene y prevención de
lesiones y enfermedades, con el cumplimiento de las tareas
escolares y con la dedicación al entrenamiento. De los padres
depende, en gran medida, la distribución racional de los
compromisos educativos, socioculturales y recreativos de los
niños y jóvenes, de manera que puedan compatibilizarse con los
requerimientos de su preparación deportiva. La optimización del
rendimiento y la promoción del talento deportivo son posibles si
se establece un equilibrio satisfactorio entre las diversas
exigencias de la vida cotidiana del nadador.
• Las idoneidad de las condiciones básicas de vida que ofrece el
contexto familiar en relación con alimentación, con la
disposición de espacio físico y de tiempo para el descanso y el
estudio, etc.
• La estabilidad emocional necesaria para crear un ambiente
distendido de comprensión, confianza, motivación y
reconocimiento que estimule el desarrollo del talento individual.

Apoyo institucional al nadador.

El camino de acceso de los nadadores hacia la élite ha sido objeto


de revisión durante las últimas décadas. Los países más
avanzados en el ámbito del deporte competitivo de alto nivel han
establecido itinerarios institucionales hacia la élite, adaptados a
las peculiaridades del contexto sociocultural.
La estructura institucional del modelo español de acceso a la élite
en natación (figura 5) se configura en forma piramidal, de modo
que en la cúspide se encuentran los nadadores de élite
internacional, que cuentan con el apoyo del Consejo Superior de
Deportes (CSD) y de la Real Federación Española de Natación
(RFEN). Este grupo recibe también, en algunos casos, el apoyo
de las Comunidades Autónomas (CCAA) que desarrollan
programas de ayuda al deporte de alta competición. En el nivel
inmediatamente inferior se encuentran los nadadores de élite
nacional, amparados principalmente por los programas de las
Federaciones Autonómicas y de las CCAA. Estas dos últimas
instituciones suelen apoyar también a los nadadores de élite
regional. Finalmente, las Federaciones Autonómicas, con
delegaciones provinciales en algunos casos, son las responsables
de las ayudadas a los nadadores de élite local.
Figura 5: Itinerario institucional hacia la élite en la natación
española.
En el modelo descrito, las fases del itinerario están en
concordancia con las etapas clásicas de la preparación
deportiva, ampliamente aceptadas en el ámbito del
entrenamiento (figura 6).

Figura 6: Relación entre las etapas del entrenamiento y el


itinerario hacia la élite internacional en natación.
Por tanto, las instituciones responsables de la promoción del
deporte competitivo juegan un papel crucial en el desarrollo
deportivo de los nadadores españoles. Su apoyo debe garantizar,
al menos, los siguientes aspectos:

• La disponibilidad de instalaciones, equipamientos y materiales


necesarios para desarrollar la preparación, ofreciendo espacio y
tiempo de uso suficientes y en horarios adecuados, permitiendo
la organización y distribución de grupos de entrenamiento en
función de criterios deportivos de élite, facilitando el acceso a
nuevos medios tecnológicos, etc.
• La financiación de programas para el desarrollo de élites,
principalmente orientados hacia la preparación para el alto
rendimiento deportivo y la competición internacional.

Apoyo científico y tecnológico al nadador.

Es un elemento característico y diferenciador de los sistemas


deportivos más avanzados. Actualmente no se concibe el deporte
de elite sin la atención a los dos aspectos siguientes:

• El control médico del estado del nadador: tanto desde el punto


de vista asistencial, para el tratamiento de enfermedades y
lesiones, como desde el punto de vista profiláctico para evitar en
lo posible la aparición de problemas de salud.
• La evaluación morfológica y funcional, con una doble finalidad:
o Diagnóstica, para conocer el estado y el grado de desarrollo de las
capacidades entrenadas y tomar las decisiones oportunas sobre
su tratamiento en el contexto de la planificación.
o Prospectiva, para facilitar la orientación y la especialización del
nadador atendiendo a sus características y aptitudes personales.

Es obvio que la tecnología por sí sola no garantiza el éxito


deportivo, pero sí lo condiciona en la medida en que influye en la
mejora de dos aspectos muy importantes para aumentar el
rendimiento:

• El control de las cargas de entrenamiento, utilizando


instrumentos de medida que permitan conocer el
comportamiento de ciertos indicadores que ofrecen información
precisa en relación con la respuesta orgánica al entrenamiento.
• La evaluación técnica del nadador, para analizar, diagnosticar,
corregir y mejorar la ejecución con el fin de optimizar el
rendimiento competitivo.

Referencias citadas

(1) Navarro, F; Oca, A; Rivas, A: Planificación del


entrenamiento y su control. Colección Natación de Alto
Rendimiento, nº 3. Madrid: Cultiva Libros/RFEN; 2010.
(2) Bouchard, C; Malina, R; Pérusse, L: Genetics of Fitness and
Physical Performance. Champaign: Human Kinetics; 1997.
(3) Martin, D; Nicolaus, J; Ostrowski, C; Rost, K: Metodología
general del entrenamiento infantil y juvenil. Barcelona:
Paidotribo; 2004.
(4) Marcos, J.F: El niño y el deporte. Madrid: Rafael Santonja;
1989.
(5) Astrand, P.O; Rodhal, K: Fisiología del trabajo físico. Buenos
Aires: Panamericana; 1992.
(6) Sánchez Bañuelos, F: Bases teóricas y funcionales del ARD.
Conceptos, requisitos y condicionantes. En: COES, Módulo
1.1.1. Máster en Alto Rendimiento Deportivo. Madrid. COE –
UAM. 1993.
(7) Kay, T: Sporting excellence: A family affair? European
Physical Education Review. 2000; 6 (2): 151-169.

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