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GESTACIÓN EN LA PERRA

June 21, 2018 | Author: Alejandra Jiménez Ortiz de


Zárate | Category: N/A

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1 GESTACIÓN EN LA PERRA MVZ Carlos Esquivel
INTRODUCCIÓN Por lo general se estima que la
duración d...

Description
GESTACIÓN EN LA PERRA MVZ Carlos Esquivel
INTRODUCCIÓN Por lo general se estima que la
duración de la gestación en la perra es de 63 días, sin
embargo, considerando la gran variación que existe
con respecto al tiempo de ovulación, fertilización, el
número de montas y la duración del periodo fértil
(estro), se puede hablar de un rango de 58 a 68 días
(63 ± 5) y en algunos casos hasta de 70 a 72 días. La
manera tradicional con la que el propietario y algunos
colegas calculan el periodo gestacional, es tomando
como referencia el primer día en que la cópula sucede,
lo cual, es un método que no siempre resulta preciso
ya que hay interacción de factores que mencioné
anteriormente. El conocer la duración de la gestación,
permite predecir el momento del parto sobre todo para
realizar una correcta planeación para acomodar y
recibir a la nueva madre con sus cachorros en
instalaciones adecuadas además de poder calcular la
cantidad de alimento necesario para la o las perras
que se tengan gestantes. Es muy común el hecho de
no llevar a la perra gestante con el médico veterinario
(al menos en la ciudad de México) ya que es muy
arraigada la creencia de que esta especie es altamente
capaz de llegar al parto sin problemas y por lo tanto es
un ahorro económico importante para el propietario el
no hacer estas visitas, lo cual, es absolutamente falso,
ya que en la perra como en otras especies se pueden
presentar algunas entidades patológicas que deben
ser detectadas y atendidas a la brevedad posible para
evitar involucrar la vida tanto de la perra como de los
productos. Diagnosticar la gestación con antelación
permite también el programar en caso necesario, la
realización de una cesárea o en algunas ocasiones
administrar algún tratamiento que debe ser inofensivo
durante el periodo gestacional. Algunos criadores e
incluso veterinarios recomiendan el que la perra reciba
un solo servicio para facilitar el cálculo sin embargo,
esta práctica tampoco resulta confiable ya que la
fertilización no necesariamente se presenta el mismo
día en el que ocurrió el apareamiento por lo que lo más
recomendable, es la detección oportuna del periodo
fértil, la programación del número

adecuado de montas o inseminaciones artificiales (IA)


para cubrir esta etapa y tomar como base la ultima
cópula o IA para estimar la fecha probable para realizar
el diagnóstico de gestación y calcular el momento para
la presentación del parto. FERTILIZACIÓN Se lleva a
cabo en el ámpula del oviducto. Para que la
fertilización se realice, es necesario que el óvulo sea
maduro (ovocito secundario) situación que en la perra
no es inmediata, ya que este animal, ovula en estadío
de ovocito primario y aproximadamente 108 horas
después, alcanza su segunda división meiótica para
convertirse en un ovocito secundario. Este es otro
argumento de peso, para recomendar que la perra sea
apareada más de una vez. Los embriones permanecen
en el oviducto 6 a 12 días tiempo en el que alcanzan el
estadío de desarrollo conocido como mórula tardía (32
células) o blastocito temprano (64 células) para
posteriormente llegar al útero. Una vez en el útero, los
embriones permanecen flotando en el cuerno
ipsilateral al oviducto en el que ocurrió la fertilización,
se alimentan del material nutritivo contenido en el saco
vitelino, de las propias reservas del óvulo presentes
antes de la fertilización y de las secreciones uterinas
conocidas como leche uterina (histotrofe). Cabe
mencionar que los embriones en este nivel de
desarrollo, no utilizan a la glucosa como nutriente sino
que emplean ácido láctico y cítrico. Este fenómeno
toma aproximadamente 6 días y se ha detectado que
los blastocitos crecen en este tiempo de .3 mm hasta
2 mm para implantarse posteriormente, lo cual, se
presenta 17 a 21 días después de la fecundación.
Estudios recientes han revelado que no se ha
encontrado correlación alguna entre el número de
óvulos liberados y fertilizados en el oviducto con la
cantidad de embriones implantados en el cuerno
uterino del mismo lado, lo que comprueba el hecho de
que la primera señal que la madre recibe para que el
sistema endócrino detecte la gestación, es de tipo
mecánico es decir, ese flotar por la luz uterina es el
primer mensaje de la presencia de embriones, sin
embargo, con el avance tecnológico en las
investigaciones sobre la fisiología de la fertilización, se
ha descubierto que además de la señal mecánica,
existen señales químicas para que el reconocimiento
de gestación se lleve a cabo.

RECONOCIMIENTO MATERNO DE LA GESTACIÓN.


Este fenómeno se presenta en la hembra después de
la fertilización. Como es sabido, las hembras
clasificadas como poliéstricas continuas presentan
ciclos estrales en forma constante pero, cuando están
gestantes, aparece una serie de eventos para que el
próximo ciclo no se inicie, por lo que al conjunto de
estos eventos se les conoce como reconocimiento
materno de la gestación que básicamente está
encaminado a evitar la destrucción del cuerpo lúteo
(cl) es decir, la presencia de esta estructura y la
producción de progesterona (P4) es necesaria para el
mantenimiento de la gestación, si la hembra, no quedó
gestante, entonces el cuerpo lúteo se destruye, los
niveles séricos de P4 disminuyen, se produce una
retroalimentación negativa hacia el hipotálamo que lo
estimula para producir hormona liberadora de
gonadotropinas (GnRH) y se presenta el arranque de
un nuevo ciclo estral. Los mecanismos para evitar esta
destrucción, son diferentes en las diversas especies
animales incluyendo al ser humano y han sido
ampliamente estudiados dando a conocer en algunos
casos la totalidad del mecanismo (mujer, rumiantes
cerda y perra) y en otros parte del mismo (yegua y
gata). En el caso particular de la perra, es necesario
decir que no existe un mecanismo de reconocimiento
de la gestación con base en los siguientes
argumentos: A) No es una especie continua ya que
presenta una etapa de anestro que puede durar de 3 a
9 meses. B) El cuerpo lúteo permanece sin importar si
existe o no la gestación, de tal forma, que la perra
estará bajo la influencia de P4 durante 63 días si
quedó gestante y hasta 100 días si quedó vacía, lo que
sugiere que la perra desde el punto de vista endócrino,
no presenta diferencias entre la etapa de diestro (fase
lútea) y el periodo gestacional en lo que se refiere al
nivel de síntesis de P4, lo que en conclusión significa,
que la perra no gestante pero en diestro,
automáticamente se le debe considerar
pseudogestante y no en un periodo conocido como
embarazo psicológico, lo cual en mi opinión es un error
ya que no es una alteración provocada por el sistema
nervioso central sino una manifestación clara de la
actividad del sistema endócrino de la perra. En mi
concepto muy particular, difiero con aquellos colegas
que se refieren a este fenómeno como una patología
endocrina o como un

factor predisponente a la presentación de la


hiperplasia quística endometrial – piometra ya que hay
pacientes que padecen piometra y nunca presentaron
pseudogestación y pacientes con pseudogestación
que no sufren piometra. Aquellos casos en los que
ambas entidades se presentaron, deben ser
considerados como coincidencias ya que actualmente
se están realizando estudios al respecto y todavía no
hay estudios que avalen científicamente que un
padecimiento favorece la aparición del otro. Es muy
importante identificar a la pseudopreñez clínica que es
en la que se presenta la secreción láctea, el desarrollo
del tejido mamario, el cambio de conducta y el
crecimiento del abdomen pero, en este caso, se debe
hablar de la relación entre la progesterona y la
prolactina que debemos recordar es inversamente
proporcional, es decir, a mayor progesterona menor
prolactina y viceversa sin considerarla como
patológica ya que, algunas perras pueden presentar
durante la gestación fluctuaciones en los niveles de
P4, lo que estimula la secreción de prolactina y por lo
tanto, la presentación del cuadro clínico de
pseudogestación. Con base en esto, el tratamiento
que se le debe dar a este fenómeno es la
administración de substancias agonistas de la
dopamina debido a que son inhibidoras de la
prolactina. En este grupo se encuentran la
bromocriptina y el hidroxigenmaleato de lisurida. C) El
embrión canino, no produce ninguna señal química
que sirva como mensaje para evitar la destrucción del
cuerpo lúteo. En especie como el rumiante, esta señal
esta dada a través de la síntesis de proteínas
trofoblasticas, en la mujer el embrión produce
hormona coriónica (HCG) y en la cerda y la yegua, sus
embriones producen estrógenos. En la gata y en la
yegua al parecer, hay producción de proteínas
trofoblasticas sin estar totalmente aclarado este
mecanismo. D) La instrucción para la formación de la
placenta esta dada por intervención del código
genético del embrión y no, por instrucción del útero
como sucede en otras especies. E) El mecanismo de
luteólisis por medio de prostaglandina f2a en la perra,
al parecer solo se presenta en el momento del parto
pero todavía hay dudas entre la comunidad
internacional. IMPLANTACIÓN Como ya se mencionó
anteriormente, los embriones se implantan 17 a 21 días
después de la fecundación y ocupan ambos cuernos
uterinos

sin importar el ovario del que proceden. El útero


presenta sitios de implantación aproximadamente de 1
cm de diámetro caracterizados por ser zonas de
inflamación que presentan edema (decidua). Los
blastocitos se elongan debido a una hiperplasia del
trofoblasto con el propósito de ser inmovilizados
dentro del útero para después establecer la conexión
con la madre a través de la placenta. La placenta de la
perra desde el punto de vista histológico, se clasifica
como endoteliocorial, por su morfología en zonal y con
base en la localización del embrión es central, lo que
significa que entre la sangre materna y fetal, hay 4
capas celulares. Es también considerada dentro del
grupo de las placentas de tipo invasivo ya que el
trofoblasto de los embriones, contienen cierta
cantidad de sincitiotrofoblasto, el cual, se define como
la fusión de células dando origen a una célula
multinucleada que tiene una acción enzimática
importante, misma, que es utilizada para destruir las
capas de células que interfieren para establecer la
conexión con la sangre materna. Otra característica de
esta placenta, es que el sincitiotrofoblasto, estimula en
el endometrio, el desarrollo de hematomas que
contienen sangre materna de la cual, substancias
nutritivas y algunos minerales como el hierro, pasarán
al embrión a través del cordón umbilical. Con base en
la clasificación de la placenta, es importante decir que
durante el parto, el cachorro puede ser expulsado
simultáneamente con sus respectivas membranas o en
ocasiones separado de ellas y solo unido a estas por
medio del cordón umbilical, lo que significa, que la
retención placentaria en los cánidos es poco frecuente
e incluso en el parto solo se habla de dos etapas y no
de tres como sucede en otras especies. Existe la duda
de que la placenta de la perra produzca P4 como en el
caso de la vaca y la oveja de tal forma que se
considera que el aporte progestacional es
principalmente de origen ovárico. ENDOCRINOLOGÍA
DE LA GESTACIÓN. La reproducción es controlada por
la acción del eje hipotálamo – hipófisis – ovario,
relación conocida como componente del control
general de la reproducción. De estos órganos, el papel
que juega la hipófisis en el mantenimiento del cuerpo
lúteo y de la gestación de la perra, no está muy claro,
ya que se ha detectado, que la cantidad de hormona
luteinizante (LH) durante la parte final del estro, la
primera

mitad de la gestación y los 30 primeros días de la


etapa de diestro, esta glicoproteína permanece baja y
es hasta después del día 30 del diestro o en la primera
mitad de la gestación cuando se puede detectar un
incremento en su nivel sérico, sin embargo, existe
evidencia para decir que tanto la LH y la prolactina
(ambas de origen hipofisiario) son necesarias tanto
para mantener el cuerpo lúteo del diestro como el de
gestación, ya que, si la hipófisis es retirada en
cualquier momento del diestro o de la gestación, el
cuerpo lúteo se destruye y por lo tanto la gestación se
pierde. Por otro lado, se ha encontrado que la
hormona folículo estimulante, se incrementa en la
parte final de la segunda mitad de la gestación, evento
que ha sido fuertemente relacionado con el
incremento en el nivel de estrógenos que aparece
ligeramente incrementado (20 pg/ml) con respecto a
su nivel basal de 5 a 15 pg/ml en este tiempo. Al
parecer esta secreción de estrógenos sirve para
promover el desarrollo mamario y quizás ayudar a la
relajación del cervix durante el parto. Se ha
encontrado evidencia en algunos estudios, sobre
variaciones en los niveles de hormonas tiroideas y
cortisol, los cuales al parecer dependen del estado en
el que esté la perra, por ejemplo, la estimulación con
hormona adrenocorticotrópica (ACTH) produce
variaciones en el nivel de cortisol dependiendo de la
etapa reproductiva como son: el proestro, anestro,
diestro y la gestación sin llegar a una explicación
completa del porque de estos fenómenos.
DIAGNÓSTICO DE GESTACIÓN. El diagnóstico de
gestación en las especies domésticas, tiene como
objetivo principal determinar a la mayor brevedad
posible si la hembra quedó o no gestante en su último
servicio, ya que al saber si está vacía esta hembra, se
podrán tomar las medidas necesarias a fin de que el
siguiente ciclo reciba un servicio efectivo, de esta
manera se evita el alargar el periódo de días abiertos
que redunda en una pérdida económica para el
productor por tener animales improductivos en su
explotación. En la perra sin embargo, la situación
difiere en cuanto a que el determinar la no gestación
de la hembra, no permitirá proporcionar un servicio
inmediato, puesto que en esta especie pueden
transcurrir desde 5 hasta 9 meses para que ocurra el
siguiente ciclo. La razón de hacer el diagnóstico de
gestación en esta especie en particular, obedece a
razones de manejo como son el evitar el gasto

extra que significa proporcionar alimentación especial


a hembras supuestamente gestantes, asimismo
permitirá la optimización en el uso del área de
parideros. Otras ventajas son que en el supuesto caso
de un brote infeccioso se podrán aplicar los
tratamientos pertinentes, lo que no puede hacerse
cuando una perra está gestante ya que la mayoría de
los fármacos producen alteraciones teratológicas. Por
otro lado el ultrasonido es de gran ayuda para conocer
la existencia de problemas prostáticos, detectar
muerte embrionaria temprana o para establecer el
diagnóstico diferencial entre gestación, piometra,
mucometra o hidrometra. También es posible acortar
el tiempo que se necesita para conocer la posible
fertilidad o infertilidad de los machos para decidir si un
macho se sigue utilizando o evitar utilizarlo. Los
métodos utilizados para diagnosticar gestación en la
perra son: a) PALPACION ABDOMINAL: Se puede
realizar a partir de los 25 días de gestación pero su
principal desventaja es que el operador, requiere de
cierta pericia además de que la rigidez del abdomen
de algunas perras obesas no permite detectar al o los
productos con facilidad y por lo tanto, el palpador
puede confundir estructuras fetales con excremento y
es difícil identificar el número de cachorros. b)
RADIOGRAFIA: Se puede realizar a partir de los 40
días de gestación que es cuando ocurre la
mineralización de las estructuras fetales, aunque se
sugiere realizar este estudio en el día 50 para evitar
errores de interpretación, esta técnica, tiene la
desventaja que el diagnóstico se debe hacer en el
último tercio de la gestación ya que de no ser así,
puede suceder que los productos no se aprecien en la
placa y el propietario desea conocer lo más pronto
posible el estado de su animal. c) ULTRASONIDO: Se
puede realizar a partir de los 18 días de gestación
teniendo más precisión si se realiza a los 30 días
después de la última monta, es una técnica totalmente
inofensiva para la perra y para los productos, permite
observar la viabilidad fetal e incluso calcular la edad
gestacional y detectar aspectos clínicos importantes
como lo es el conocer si hubo muerte embrionaria
temprana y establecer un diagnóstico diferencial entre
gestación, piometra, mucometra e hidrometra. Esta
técnica se basa en detectar 3 signos positivos de
gestación:

a) Presencia de vesícula amniótica b) Presencia de


latido cardiaco c) Presencia de masa embrionaria. La
presencia de la vesícula amniótica, la masa
embrionaria y el latido cardiaco se pueden determinar
desde el día 18 y 25 respectivamente usando un
aparato de 3.5, 5.0 y 7.5 mhz. En el día 25 el diámetro
del saco gestacional mide entre 8.2 ± 0.3 mm (7 a 9
mm) y puede alcanzar una longitud de 20.3 ± 1.1 mm.
El tamaño y el rango de crecimiento del saco
gestacional no está muy bien definido en la perra a
diferencia del humano donde se conoce que el saco
crece en un rango de 1 a 1.5 mm por día a partir de los
50 a 60 días de gestación. Con el uso de la
ultrasonografía del útero se puede determinar la etapa
del ciclo estral en la que se encuentra la perra por
ejemplo, la perra en anestro, presenta un útero que
aparece homogéneamente ecogénico a diferencia del
proestro, diestro, y posparto, donde aparece con
capas muy definidas de acomodo central y son
altamente ecogénicas. Para el cálculo preciso del
tiempo de gestación en la perra, algunos autores
recomiendan tomar como base el día en el que se
presenta el pico LH, lo que en general no es muy
posible para el dueño o para el médico veterinario en
México, por lo que puede contarse a partir de la última
monta. Existen informes sobre las medidas fetales en
perros y gatos. El diámetro del cráneo fetal (DCF) y el
diámetro corporal (DC) en fetos felinos también han
sido publicados. La morfología fetal se reconoce
alrededor del día 23 - 28 postmonta. Se desarrolló una
fórmula fácil de usar para la predicción de la edad
gestacional (EG) y los días antes del parto (DAP) en el
perro y gato, basado en el trabajo de England, Yeager
y Beck. Para el cálculo de edad gestacional en el perro
antes de los 40 días, la fórmula se usa como sigue :
EG=DSG x6 +20 EG= LCC x 3 + 27 Donde : lcc:
longitud del feto craneo cauda DSG :Diámetro del saco
gestacional Después de los 40 días: EG = (15 x DCF) +
20 EG = (7 x DC) + 29

EG = (6 x DCF) + (3 x DC) + 30 DAP = 65 - EG La edad


gestacional y los días antes del parto se establecen
con una variación de ± 3 días. En el gato solo se
cálcula la edad gestacional mayor a 40 días: EG= DCF
x 25 + 3 EG= DC x 11 + 21 DAP= 61 - EG La edad
gestacional y los días antes del parto se establecen
con una variación de ± 2 días. ALTERACIONES
DURANTE LA GESTACIÓN · Hipoluteoidismo: El
mantenimiento de la gestación en la perra depende en
el 100 % de la P4 liberada por el cuerpo lúteo y solo
necesita al menos niveles de 2 ng/ml, por lo que el
aborto por insuficiencia de P4 es poco probable que
ocurra en la perra. Es complicado y hasta la fecha no
ha sido totalmente explicado el porqué de la
destrucción prematura del cuerpo lúteo sin embargo,
cuando un aborto se presenta y no ha sido identificada
alguna otra causa, se debe pensar en hipoluteoidismo.
Obviamente la medición de los niveles de P4 tiene que
llevarse a cabo para comprobar el diagnóstico.
Algunas causas que se han encontrato como
responsables del hipoluteoidismo son: Infecciones
fetales, placentitis y administración exógena de
glucocorticoides así como el hipotiroidismo. ·
Brucelosis: Generalmente el signo clínico asociado a
este problema es el aborto el cual, ocurre en el último
tercio de la gestación. En ocasiones puede haber
pérdida embrionaria si la muerte del producto ocurre
antes de los 30 días de gestación y una tercera opción
es el nacimiento de cachorros infectados que mueren
al poco tiempo después del nacimiento. La presencia
de una secreción vulvar de color verdoso obliga al
médico a enfocar su diagnóstico hacia Brucella. El
diagnóstico puede hacerse a través del cultivo de esta
secreción, de placentas o de sangre, así mismo,
pruebas de aglutinación pueden ser utilizadas (2 –
mercapto –etano) sin embargo, la cantidad de falsos
positivos en esta prueba es muy grande por lo tanto, si
el resultado es positivo, se recomienda repetir el
estudio 20 días después del estudio para confirmarlo.
El riesgo de zoonosis debe tenerse en cuenta y la
perra debe ser aislada del resto de los animales con
quienes conviva. Esta entidad no pone en riesgo la
vida de la perra al menos que haya

una momificación fetal que no pudo ser expulsada, por


lo tanto, existe el riesgo de ruptura o torsión uterina. ·
Herpes: Este problema comúnmente se presenta en
criaderos. La muerte espontánea de neonatos sugiere
la aparición de este virus. En la perra esta infección
por lo general es de tipo subclínico aunque puede
producir descargas mucopurulentas por ojos o nariz y
lesiones vesiculares en vagina, en cachorros, produce
la muerte porque provoca hemorragias y necrosis
generalizadas. Se adquiere de forma venérea,
trasplacentaria, por contacto del cachorro durante su
paso por el canal del parto y por vías respiratorias. El
diagnóstico se realiza ya sea por el aislamiento del
virus lo cual en ocasiones no está disponible en los
laboratorios por lo que otra opción es la realización de
pruebas de suero – neutralización. No se ha informado
del uso de fármacos para controlarlo por lo que solo se
recomienda tener cuidado en el manejo sobre todo
cuando se tienen varios perros, de tal forma que solo
se puede prevenir (hacer pruebas periódicas). Se
puede intentar el uso de antiherpéticos aplicados en el
humano sin embargo, no hay información disponible al
respecto. · Toxoplasmosis: Esta es una causa poco
común de aborto en la perra, solamente que la
infección se adquiera por la ingestión de materia fecal
de gato contaminada con oocistos de Toxoplasma
gondii o por el consumo de carne contaminada. El
diagnóstico se basa a través de la identificación de
anticuerpos en el suero de la perra sospechosa (IgG y
IgM). · Neosporosis: Este problema es causado por un
protozoario llamado Neosporum caninum que es
parecido al anterior. Produce aborto en el ganado
bovino por lo que su papel para producir aborto en el
perro es desconocido pero se piensa que se puede
adquirir cuando la perra vive en un rancho y consume
fetos o placentas abortadas. · Micoplasmosis y
ureaplasmosis: Estos microorganismos han sido
considerados como habitantes normales en la vagina
de la perra sin embargo, se les ha relacionado con
problemas de vaginitis, infertilidad, muerte
embrionaria temprana, aborto y mortalidad neonatal.
Generalmente en los criaderos aumenta la
concentración de estos organismos lo que facilita la
contaminación. Su diagnóstico es relativamente
sencillo ya que se puede hacer a través del cultivo
vaginal, sin embargo, es necesario avisar al laboratorio
que se está buscando a estos agentes ya que la
técnica para su cultivo es diferente

a la utilizada para un cultivo rutinario de vagina. El


tratamiento indicado es con cloranfenicol o
tetraciclinas por 10 a 15 días. Estos antibióticos no
deben darse en neonatos ni en perras lactantes y para
el tratamiento de la perra gestante, se puede
administrar eritromicina pero puede producir
problemas gastrointestinales. Se recomienda pedir
antibiograma además del cultivo para determinar que
otras opciones pueden administrarse. · Diabetes de la
gestación: Es un problema común en la perra gestante
o en la perra vacía durante la etapa del diestro que
como se sabe, no hay diferencia significativa en las
concentraciones de P4 de ambas. Se debe a
elevaciones en los niveles de P4 la cual, es un potente
antagonista de la insulina, lo que provoca que la perra
aumente su resistencia a dicha hormona y no pueda
utilizar a la glucosa. Es muy importante el seguimiento
de la gestación, lo que implica que el propietario lleve
a la perra en varias ocasiones con el médico
veterinario para la revisión tanto de los productos
como de la madre sin embargo, esta cultura no es
común en países como México por lo que es necesario
educar al cliente. La hiperglicemia puede producir
aborto y produce un ambiente (excedido en glucosa)
en el que el feto tiende a crecer más que lo normal
siendo un riesgo al momento del parto (distocia), así
mismo, el páncreas del producto, trabaja
constantemente (produciendo insulina) debido a la
estimulación de la glucosa presente en la madre.
Cuando el cachorro nace, este mecanismo se
mantiene y puede producirle la muerte por
hipoglicemia. Tratamientos con dosis de insulina
deberán ser considerados cuando la perra presente
este problema. · Acromegalia del diestro: Al igual que
la diabetes, este problema también es provocada por
la P4, la cual estimula la producción de somatotropina
(hormona del crecimiento) ocasionando un
crecimiento del tejido de la región orolingual,
orofaríngea y oronasal dando como resultado la
aparición de problemas respiratorios. Por otro lado, las
perras afectadas presentan crecimiento del abdomen,
polidipsia, poliuria (ambos procesos están asociados
con diabetes), incrementos en los espacios
interdentales y excesivos pliegues de la piel en la cara
y cuello. Para su tratamiento se recomienda la
aplicación de fármacos que reduzcan los niveles de P4
por ejemplo, bromocriptina, 0.1 mg/kg/24 hrs/8 días/vía
oral o PGF2a, 0.50 mg/kg/24 a 48 hrs/SC/5 a 7 días. Si
este protocolo no da resultado, la ovariohisterctomía
está

indicada. Hallazgos de laboratorio, pueden incluir,


incrementos en los niveles de fosfatasa alcalina e
hiperglicemia. LITERATURA RECOMENDADA 1. Barr,
F.J.: The use of ultrasound in the dog. Vet. An., 136-
145 (1988). 2. Concannon, P.W.: Biology of
gonadotrophin secretion in adult and prepubertal
female dogs. J. Reprod. Fert.,47: 3-27, (1993). 3.
Feldman, E.C. and Nelson, R.W. : Canine and Feline
Endocrinology and Reproduction. Philadelphia, WB
Saunders, 399480. !987. 4. Niswender, G. D. and Nett,
T. M.: The corpus luteum and its control. In The
Physiology of Reproduction, Vol. 1, pp. 489-525. Eds.
E. Knobil and J. D. Neill. Raven Press, New York.
(1988). 5. Olson, P. N., Bowen, R. A. Sawyer, H. R. and
Niswender, G. D.: Endocrine regulation of the corpus
luteum of the bitch as a potential target for altering
fertility. J. Reprod. Fert. Suppl. 39: 27-40. (1989). 6.
Reimers, T., Phemister, R. and Niswender, G.:
Radioimmunological measurement of follicle
stimulating hormone and prolactin in the dog. Biol.
Reprod. 19: 673-679 (1978). 7. Rowlands, I.W. Some
observations in the breeding of dogs. Proc. Soc. Story
Fertil. 2: 40-50 (1950). 8. Shille, V.M and Gontarek, J.:
The use of ultrasonography for pregnancy diagnosis in
the bitch. JAVMA., 187: (10) (1985). 9. Shille, V.M. and
Stabenfeldt, G. H.: Current concepts on reproduction
of the dog and cat.Adv. Vet. Sci. Comp. Med. 24:
211243 (1980). 10. Tsutsui, T.: Gamete physiology and
timing of ovulation and Fertilization in dogs.J. Reprod.
Fert. Suppl. 39: 269-275. (1989). 11. Yeager, A.E. and
Concannon, P.W.: Association between the
preovulatory luteinizing hormone surge and the early

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GESTACIÓN EN LA PERRA
MVZ Carlos Esquivel

INTRODUCCIÓN
Por lo general se estima que la duración de la gestación en la perra es
de 63 días, sin embargo, considerando la gran variación que existe con
respecto al tiempo de ovulación, fertilización, el número de montas y
la duración del periodo fértil (estro), se puede hablar de un rango de
58 a 68 días (63 ± 5) y en algunos casos hasta de 70 a 72 días.
La manera tradicional con la que el propietario y algunos colegas
calculan el periodo gestacional, es tomando como referencia el primer
día en que la cópula sucede, lo cual, es un método que no siempre
resulta preciso ya que hay interacción de factores que mencioné
anteriormente. El conocer la duración de la gestación, permite
predecir el momento del parto sobre todo para realizar una correcta
planeación para acomodar y recibir a la nueva madre con sus
cachorros en instalaciones adecuadas además de poder calcular la
cantidad de alimento necesario para la o las perras que se tengan
gestantes. Es muy común el hecho de no llevar a la perra gestante con
el médico veterinario (al menos en la ciudad de México) ya que es
muy arraigada la creencia de que esta especie es altamente capaz de
llegar al parto sin problemas y por lo tanto es un ahorro económico
importante para el propietario el no hacer estas visitas, lo cual, es
absolutamente falso, ya que en la perra como en otras especies se
pueden presentar algunas entidades patológicas que deben ser
detectadas y atendidas a la brevedad posible para evitar involucrar la
vida tanto de la perra como de los productos.
Diagnosticar la gestación con antelación permite también el programar
en caso necesario, la realización de una cesárea o en algunas ocasiones
administrar algún tratamiento que debe ser inofensivo durante el
periodo gestacional. Algunos criadores e incluso veterinarios
recomiendan el que la perra reciba un solo servicio para facilitar el
cálculo sin embargo, esta práctica tampoco resulta confiable ya que la
fertilización no necesariamente se presenta el mismo día en el que
ocurrió el apareamiento por lo que lo más recomendable, es la
detección oportuna del periodo fértil, la programación del número

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