Ley 928
Ley 928
Ley 928
REGLAMENTO DE CAPITANÍAS.
LEY:
Art. 1º.- El servicio de policía de los ríos, riachos canales, lagos navegables y puertos
estará a cargo exclusivo de la Prefectura General de Puertos, de las Sub-Prefecturas y
Resguardos.
a) Resolver por sí todos aquellos asuntos en que sean necesario aplicar las disposiciones
vigentes de los reglamentos, edictos, las ordenanzas y el Código de Comercio en la
parte que corresponda a la navegación y servirá de los puertos.
b) Intervenir en todos los casos que ocurrieren delitos o crímenes a bordo de las
embarcaciones surtas en los puertos y en las playas, riberas, costas y demás lugares
públicos, comprendidos en los límites de la jurisdicción establecida para la autoridad
fluvial, que son cincuenta y cinco metros de playa, instruir la información sumaria de
los hechos y detener las personas y embarcaciones y entregarlas a la autoridad
competente.
d) Dar entrada y salida a las embarcaciones e intervenir en todo lo que se relaciona con
la navegación, para fiscalizar el cumplimiento de las leyes que la rigen;
f) Intervenir con la fuerza pública cuando las autoridades locales lo requiriesen para el
desempeño de sus funciones y prestar los auxilios que para asegurar los derechos del
fisco les demanden las autoridades aduaneras;
j) Resolver por juicio conciliatorio, toda cuestión cuya importancia no pase de ($ 300.)
trescientos pesos curso legal y que se susciten entre los capitanes o patrones de las
embarcaciones y sus tripulantes, prácticos o pasajeros;
k) Prestar toda la protección que le fuere- solicitada por los capitanes de buques o
cónsules extranjeros para sofocar cualquier acto de insubordinación o tumulto o
desorden que se hubiese producirlo abordo;
l) Vigilar que los capitanes, patrones y prácticos, amo agentes de la autoridad fluvial,
cumplan las disposiciones que les sean relativas por las leyes y reglamentos vigentes;
ll) La Prefectura General de Puertos llevará un registro de matrícula por separado, de las
embarcaciones nacionales con sus clasificaciones y arqueos; y otro de los tripulantes,
prácticos, maquinistas, y carpinteros de ribera, etc.
Art. 3º.- Los sub-prefectos y los jefes de resguardos de todo el litoral de la República se
dirigirán en todos los asuntos relacionados con el servicio de la policía fluvial, a la
Prefectura General de Puertos, como así mismo darán cumplimiento a todas las
disposiciones planadas de la misma.
CAPITULO I
Art. 4º.- Ninguna embarcación podrá salir o entrar a puerto en oposición a las
ordenanzas vigentes o que se dictaren por la Prefectura General de Puertos.
Art.5º.- Las embarcaciones nacionales o extranjeras solo podrán salir del puerto de la
capital, de sol a sol. En cuanto a la llegada a. puerto podrán efectuarlo indistintamente a
cualquier hora del día y de la noche.
Art. 6º.- Los vapores, al entrar al puerto de la capital, deberán fondear en la bahía y
esperar la visita sanitaria y la de las autoridades fluviales y, una vez puestos en libre
plática, podrán atracar a los muelles o cambiar de fondeadero.
Art. 7º.- En el acto de la visita el Capitán o patrón entregará a la autoridad fluvial, el rol
de la tripulación o copia del mismo, si el buque fuese extranjero; lista nominal de los
pasajeros que conduzcan con especificación de nacionalidad, sexo, procedencia y
destino y el nombre del práctico que lo pilotea y dará cuenta de las novedades que
hubiesen ocurrido durante ocurrido durante la navegación. Esta disposición se hace
extensiva para la salida en lo que se refiere a la lista de pasajeros, debiendo ser ésta en
cuatro ejemplares.
Art. 8º.- En el rol deberá consignarse tonelaje de registro, puerto do salida y de destino,
nombre del buque, capitán, oficiales y gente de la tripulación con su número de libreta
de navegación, nacionalidad, empleo y sueldo de cada uno.
Art. 9º.- El capitán o patrón del buque, a la salida o arribo a puerto, deberá entregar a la
Prefectura, en formulario escrito, la declaración de entrada, o salida, en la que se
consignará:
Art. 10.- Todo buque procedente del exterior que necesite visita sanitaria, deberá izar
una bandera amarilla al tope del palo trinquete y los que únicamente necesiten visita de
la autoridad del puerto o pidan asistencia policial izarán la bandera de su nacionalidad
en su mismo palo manteniéndola a un tercio del tope hasta lauto dicha visita baya sido
efectuada.
Art. 11.- Ningún capitán, patrón o encargado de cualquier embarcación podrá hacer
figurar en ella o en los roles aro o mas tripulantes con libia las ajenas o nombres
supuestos o hacer figurar tripulantes cp.io presten servicios distintos de los
correspondientes a sus respectivas libretas o de los indicados su los respectivos roles.
Art. 12.- El ayudante de puerto o el oficial de la prefectura que formule la murada o
salida al buque, podrá pasar lista a la tripulación con el fin de constatar si se encuentra
de acuerdo con el rol original.
Art. 13.- Está prohibido a los capitanes o patrones llevar pasajeros abordo de buques no
habilitados para el efecto, siempre: que de ello no se dé cuenta con la anticipación
debida a la autoridad competente tanto en el puerto de salida como en los de destino de
los referidos pasajeros.
Art. 14.- El capitán o patrón del buque que incurra en la falta de ocultar algún pasajero
abordo, sin incluir el nombre en la lista de pasajeros, será penado con multa de ($ 300 a
500) trescientos pesos a quinientos de curso legal, por cada infracción.
Art. 15.- Cuando dos o más buques de pasajeros tengan anunciadas sus salidas para el
mismo día y hora, aunque que sean de la misma empresa no .serán despachados, sino
con treinta minutos de intervalo entre uno y otro.
Art. 16.- Sí se tratare de dos paquetes con o sin privilegio de paquetes postales, se
despachará primero al que haya llegado antes al puerto, y si hubieran llegado juntos
serán despachados por turno alternado.
Art. 17.- Todo buque que zarpe o llegue a puertos sin estar munido de rol, será penado
con multa de ($ 200 a 300) doscientos a trescientos pesos de curso legal por cada
infracción.
Art. 18.- Todo buque con privilegio de paquete postal, que zarpe de puerto sin llevar la
correspondencia que está obligado a trasportar, o no la entregue o no la reciba en los
puertos de tránsito, será penado con multa de ($ 1.000 a 3.000) mil a tres mil pesos
monedas de curso legal por cada infracción.
Art. 19.- El capitán o patrón de buque que no tenga el libro de navegación abordo será
penado con multa de ($ 300) trescientos pesos de curso legal, y de ($ 200) doscientos
curso legal los que no lo lleven en debida forma.
CAPITULO II
Art. 21.- Por los muelles podrán efectuarse operaciones de carga o descarga, embarco y
desembarco de pasajeros.
Art. 22.- En las operaciones de carga o descarga, los baques no deben interrumpir el
libre tránsito con el depósito de sus mercaderías sobre el muelle o ribera.
Art. 23.- La operación de carga deberá efectuarse, al hombro, en carretillas, por medio
de aparejos o pescantes, etc. y en ningún caso arrojarlas del buque al muelle.
Art. 24.- Ninguna carga pesada que puede deteriorar el piso del muelle podrá ser
depositada en él, sin antes resguardarlo debidamente.
Art. 25.- Las planchadas, escaleras, cestas o carretillas y en general todos los útiles que
durante el día se hayan usado para el servicio de los muelles deberán ser retirados a la
terminación del trabajo, fuera del espacio comprendido entre la orilla del muelle o
murallón, como también fuera del espacio reservado para el tránsito público.
Art. 26.- Los buques atracados a los muelles o embarcaderos, como los que se
encuentran en una o más andanas, están obligados a colocar planchadas que a juicio de
la autoridad del puerto ofrezcan condiciones de resistencia y seguridad para facilitar las
operaciones.
Art. 27.- Todo buque atracado a mi embarcadero deberá amarrarse en la forma marinea
y seguridad debida; para el efecto a fin de cumplir la presente disposición, no deben
ponérsele obstáculo alguno por parte de los dueños de embarcaderos.
Art. 28.- Queda terminantemente prohibido a los buques calzar cabos que crucen los
muelles o murallones, haciendo de modo que impida el fácil acceso de los vaporcitos,
lanchas de servicios, botes, etc., a las escaleras de los muelles o del puerto.
Art. 29.- Igualmente está prohibido obstaculizar en cualquier forma el tránsito o tráfico
en los puertos, canales, pasos y en las canchas de regatas.
Art. 30.- Ninguna chata, pontón o lanchones, vacíos o cargados, que no hagan
operación, podrán permanecer atracados al muelle, embarcadero o murallón;
únicamente podrán atracar los que están de turno para cargar o descargar.
Art. 31.- Ningún buque puedo interrumpir el trabajo de otro para cambiar de sitio en el
interior del puerto durante el transcurso de las horas reglamentarias de trabajo; pero en
caso de estar pronto para salir del puerto, están obligados los demás buques a dejar libre
la salida, sea cual fuere la hora.
Art. 32.- Los buques que estén amarrados juntos, efectuando operaciones de carga y
descarga al muelle, están obligados a facilitarse todas las operaciones de abrirse cuando
el de la parte interior haya terminado de cargar o descargar y tenga que salir o cambiar
de fondeadero o de amarradero.
Así mismo deberán hacerlo para dar entrada a las chatas o lanchas que llevan carga al
buque que esté del lado del muelle. Esta maniobra deberá hacerse en las horas en que se
suspendan las operaciones, debiendo efectuarse con intervención del ayudante del
puerto de servicio.
Art. 33.- Cuando dos o más buques están amarrados uno al lado de otro, para efectuar
operaciones de carga o descarga, están recíprocamente obligados a facilitar estas
operaciones por medio de puentes o planchadas que no les perjudiquen ni causen
averías.
Art. 34.- Los buques se colocarán o amarrarán a los embarcaderos o muelles para sus
operaciones de carga y descarga, según el orden de entrada, siempre que el buque o
embarcación a que corresponda el turno esté listo para efectuarlo; en caso contrario,
corresponderá el turno al que lo haya seguido en la entrada.
Art. 35.- Los buques amarrados a los muelles o murallones pondrán las defensas
necesarias y lo mismo lo harán los que se amarren en segunda o-más andanas
Art. 36.- Todo buque fondeado o amarra lo mantendrá en el agua una embarcación
manuable para prestar los auxilios necesarios en caso de accidentes.
Art 37.- Ningún buque atracado a la cabecera de muelle o murallón, puedo en manera
alguna estorbar el atraque y colocación de otro.
Art. 38.- Los vehículos una vez efectuada la operación a que vayan destinados, deberán
situarse a una distancia de 10 metros por lo menos, de la orilla del muelle o ribera.
Art. 39.- Todo buque que tenga que efectuar operaciones de carga o descarga, o
embarco o desembarco de pasajeros, atracará a los muelles donde debe efectuar las
operaciones o fondeará lo más próximo que sea posible a la ribera.
Art. 40.- Los vapores con privilegios, de paquetes, con itinerario fijo, tendrán
preferencia sobre los demás buques, en el uso del muelle para cargar y descargar.
CAPITULO III
Art. 41.- Toda las embarcaciones dentro del puerto estarán sometidas a las autoridades
portuarias en lo que se refiere al movimiento de entrada y salida cambio de lugar, de
amarre o fondeadero, etc.
Art. 42.- La colocación de los buques en el interior del puerto se hará, por orden de
entrada, salvo la: de aquellos que tengan sitios fijados por disposiciones especiales.
Art. 43.- Las salidas se harán en el orden que les corresponda por la presentación de sus
documentos.
Art. 44.- Ninguna embarcación podrá cambiar de fondeadero o amarradero, sin permiso
de la autoridad del puerto, salvo los casos de fuerza mayor por causa de temporal
incendio u otros peligros inminentes.
Art. 45.- Los buque atracados a los muelles o murallones pondrán pantallas en las
amarras para evitar el paseo de las ratas.
Art. 46.- Las embarcaciones que no hagan operaciones de carga o descarga, deberán
retirarse de los muelles murallones o embarcaderos.
Art. 47.- Ningún buque podrá dar en el acto de fondear para atracar en el muelle
murallón o fondeadero, en el interior del puerto, otra dirección a sus anclas que no sea la
que estuviese adoptada para el uso del puerto
Art. 48.- Todo práctico, sin distinción de zona, está en el deber de no incurrir en la
negligencia de enredar la cadenas de las ancla de los buques en el inferior del puerto.
Art. 50.- Queda prohibido arrojar lastre u objeto alguno que no boye, sin permiso de la
autoridad del puerto las que designará en cada caso el paraje donde debe efectuarse la
operación. Las demás operaciones que quieran hacerse con lastre se efectuarán con
intervención de la Aduana respectiva.
Art. 51.- Todo buque fondeado o amarrarlo en puerto deberá entrar su botalón de foque
y botavara y los que por su naturaleza tengan que estar arbolados embicará o bracearán
sus vergas. Los contraventores además de ser penados, perderán todo derecho a ser
indemnizados de cualquier avería que por ello recibieren.
Art. 52.- Ninguna embarcación transportadora de ganados en pié podrá entrar al interior
del puerto de la capital con su cargamento; después de descargado, solo podrá hacerlo
previa limpieza general.
Art. 55.- Todo buque fondeado o amarrado en el interior del puerto mantendrá sobre
cubierta un hombre de guardia, tanto de día como de noche, para el cuídalo de la
embarcación y para los avisos que fueran necesarios como así mismo el número de
tripulantes suficiente para largar las amarras de otro buque o efectuar cualquier
maniobra que fuese ordenada por la autoridad competente, estando además obligado a
recibir mediante igual orden cabos de amarrazón o halaje.
Art. 56.- Los buques embargados o en desarme no podrán permanecer atracados a los
muelles, murallones o embarcaderos.
Art. 57.- Ningún buque podrá efectuar maniobras en el puerto, que puedan molestar,
interpretar, obstruir, de morar u obstaculizar de algún modo el o las operaciones o
maniobras de cualquier clase a otro buque, sin haber motivo o causas justificadas para
ello.
Art. 58. - Los buques en reparación o desarme, al ocupar el lugar que la autoridad
marítima de designe, deberán ser cuidado permanentemente por un guardián.
Art. 59.- No será permitido el embarco o desembarco de pasajeros, una vez retirada la
planchada.
Art. 60.- L.as embarcaciones fondeadas en el interior del puerto, próximo a la costa o
playa, deberán tener sus amarras de popa. Si en pasaje citado hubiese postes en la parte
de la ribera los podrán fijar bajo la intervención del contramaestre amarrador o el
ayudante de puerto de servicio.
Art. 61.- Para el embarque, desembarque o trasbordo de materiales sueltos, como tierra
arena, huesos, piedra, ladrillo, etc., es obligatorio, poner entre el buque y el muelle o
haga la operación, poner entre el buque y el muelle o estado, perfectamente ajustado a
los buques y muelles, para evitar que caiga al agua alguna porción de tantearía.
Art. 62.- En el interior del puerto de la capital, todo buque o lancha a vapor o a motor
de explosión, sin remolque, mantendrá su marcha a un cuarto de fuerza.
CAPITULO IV
De la navegación
Art. 63.- Todo baque o embarque haga la navegación en los ríos deberá tener sus casos
y aparejos máquinas y calderas en buen estado de conservación debiendo además estar
provisto de su dotación de anclas, anclotes, caderas, cabos, calabrotes, faroles, botes,
etc.
Art. 65.- Todo buque deberá tener en perfecto estado de uso sus respectivos guinches,
pescantes, plumas, botes canoas, mangueras, cadenas, anclas, cables, calabrotes,
ganchos, salvavidas, defensas y demás efectos usuales y cagatorios a bordo.
Art. 68.- Todo buque en navegación o fondeado en puerto o fuera de él, mantendrá
durante la noche las luces de ordenanza.
Art. 69.- Todo buque nacional debe enarbolar su pabellón los días domingos y feriados
a la misma hora en que lo hagan los buques de guerra nacionales o la autoridad del
puerto.
Art. 70.- Cualquier buque que esté varado o sin gobierno en los canales o pases etc. Lo
indica de día teniendo izados en sitio visible dos globos u objetos esféricos color negro
de 0.61 centímetros de diámetro cada uno colocados en la misma vertical a una
distancia de 1.85 metro entre sí. De noche se sustituirá la señal diurna con dos luces
rojas en línea vertical visibles en todas direcciones.
Art. 71.- Todo buque navegará con moderada velocidad cuando haya niebla, cerrazón,
tormenta lluviosa, observando cuidadosamente las circunstancias existentes. Los
vapores tocarán pito cada dos minutos los de vela el cuerno o bocina de nieblas y uno
otros la campana cuando se hallen fondeados quedando prohibida la entrada y salida a
los puertos y fondeaderos cuando la niebla sea muy densa.
Art. 72.- Las luces de ordenanza a que se refiere el artículo 68 y las reglas relativas a
señales acústicas para niebla, etc. reglas para gobernar y maniobrar; riesgo de abordaje
señales; acústicas para buques que están a la vista uno de otro; señales para pedir auxilio
que no esté a previstas en la presente ley deberán regirse por el Código Internacional de
señales.
Art. 73.- Todo vapor o buque de vela, cuya máquina o timón no funcione normalmente,
no podrá navegar de noche únicamente lo hará desde la salida hasta, la puesta del sol.
Art. 74.- Ningún buque bajo pretexto alguno podrá fondear en las proximidades de un
paso únicamente lo podrá hacer a una distancia no menor de ochocientos metros arriba o
abajo del paso.
Art. 75.- Queda prohibido a toda embarcación amarrarse a las boyas o balizas de las
que señalan canales balizas de las que señalan canales, bancos, buques a pique, muertos,
etc.
Art. 76.- Igualmente está prohibido a cualquier embarcación fondear en el centro de los
canales de los ríos o en los parajes en que puedan impedir o dificultar la navegación.
Art. 77.- Queda prohibido el pasaje en los pasos o canales cuando el calado del buque,
no sea por lo menos, veinte centímetros menor que la profundidad de agua existente en
dicho poso.
Art. 78.- Los prácticos o los capitanes con funciones de prácticos, podrán especial
cuidado en el fiel cumplimiento de las disposiciones del artículo anterior. Los
infractores serán factores serán penados con multa de 1.000 a 1.500 pesos de curso legal
en los casos simples, y suspendidos según la gravedad de los hechos.
Art. 79.- Las embarcaciones de cualquier clase, balsas, etc., que ocasionan daños a las
boyas, sean o no laminosas colocadas para señales de navegación, las remuevan de su
lugar, extraigan, destruyan o inutilicen y de ello resultante su desaparición serán
penados con multas de trescientos a mil pesos de curso legal, debiendo además abonar
el costo de la boya desaparecida o de la avería causada y reponerla a su costa en el lugar
bajo el control de la Prefectura.
Art. 80.-. Todo paquete postal y de pasajeros como así mismo todo buque de marcha
rápida, está obligado a disminuir su velocidad al mínimum al pasar al lado de cualquier
embarcación menor oro llevo o no remolque o al pasar por frente de cualquier muelle o
recreo o donde haya aglomeración de lanchas, botes, causas, etc.
Are. 81.- Los vapores, paquetes de cabotaje nacionales o extranjeros, no podrán llevar
troja ni carga alguna fuera de las bodegas; solo podrán llevar en los lugares del buque
donde no pueda incorporar a los pasajeros. La prefectura determinará en cada
embarcación los sitios donde sea ésta tolerada, así como la naturaleza de la misma.
Art. 82.- Toda contravención a lo dispuesto en el artículo anterior será penada con
multa de 1.000 pesos de curso legal, sin perjuicio de la detención del buque infractor
hasta el desembarque del exceso de carga.
Art. 83.- Queda absolutamente prohibido a toda embarcación de porte mayor, en los
viales de aguas abajo, navegar por los riachos o brazos de los ríos navegables; en
cambio podrían hacerlo en viaje de aguas arriba.
Art. 84.- Todo capitán de buque a vela o a vapor, navegando, anclado o amarrado, está
obligado a vigilar que su buque no ocasione trabas al libre tránsito, ni perjuicio, sean a
otro buque o a las obras de artes, escalas, boyas, señales u otros objetos que sirven a la
navegación colocados en el río, sobre la costa o en los canales, o en el interior del
puerto.
Art. 86.- En caso de peligro inminente de naufragio o varadura en los pasos o canales,
el capitán o patrón del buque deberá hacer lo posible para recostarse o embicar contra
uno de los costados a fin de no quedar atravesado y obstruir el paso, etc.
Art. 87.- Queda prohibido a los vapores de pasajeros correr regatas o ejecutar
maniobras imprudentes o peligrosas para atracar con preferencia a los muelles o
embarcaderos debiendo las autoridades del puerto comunicar inmediatamente a la
Prefectura General de Puertos toda infracción que se produjere a ese respecto, para
hacer responsable a los capitanes o patrones de los buques infractores.
Art. 88.- Queda igualmente prohibido que ningún buque fondee de aguas abajo al llegar
a un puerto o en la proximidad de una embarcación fondeada o atracada a un muelle o a
la costa, sin antes haber dado vuelta con la proa aguas arriba. Los contraventores serán
penados con multas de 300 a 500 pesos de curso legal, sin perjuicio de la
responsabilidad de las averías que hubiere ocasionado.
Art. 89.- No podrá ser abandonado por su capitán, patrón o marinero ningún buque
fondeado o en desarme sin dar cuenta a la autoridad del puerto de las causas que se
tengan para ello.
Art. 90.- Todo buque fondeado fuera del puerto o en navegación deberá izar el pabellón
de su nacionalidad cuando pase o se encuentre con cualquiera clase de embarcación que
lleve la bandera nacional de guerra y al cruzar o fondear en puertos donde existan
Guarniciones o Zonas Militares.
Art. 91.- Los capitanes o patrones de buques están obligados a tener a bordo y a
llevarlos en forma debida y en buen estado los libros, documentos, papeles, etc.,
establecidos por las leyes, decretos y ordenanzas.
Art. 92.- Siempre que la Prefectura General de Puertos lo considere necesario, los
capitanes, patrones u oficiales y demás tripulantes, de cualquier buque o embarcación de
matricula o extranjera de cabotaje, serán sometidos a reconocimiento médico y si del
examen resultante que han adquirido o padecen de enfermedades infecto-contagiosas u
otras enfermedades que lo inhabiliten para ejercer sus servicios, se les impedirá
continuar a bordo. Esta disposición se hace extensiva a los pasajeros.
Art. 93.- Es prohibido, sin previo permiso de la autoridad, rastrear anclas o cadenas, y
cuando éstas se pierdan, debe darse aviso manifestándose el peso, clase, dimensiones,
etc., y si las hallare dará cuenta para su verificación, y en caso de resultar no ser las
rastreadas se sujetará a lo que prescribe el artículo siguiente
Art. 94.- El que encontrase anclas, cadenas, embarcaciones u otros objetos perdidos o
abandonados en el agua tendrá opción a la tercera parte del valor de ellos, libre de
gastos siempre que dé cuenta a la autoridad competente; de lo contrario perderá el
derecho sin perjuicio de la pena que corresponda.
Art. 95.- Cuando se deshiciere, inutilizare o perdiere alguna embarcación, sus dueños,
el capitán o el patrón darán aviso a la autoridad del puerto. En caso do naufragio, deberá
expresarse la causa, el paraje donde ocurrió el siniestro y la clase de carga que conducía,
manifestando al mismo tiempo si hace o no abandono del buque, debiendo en caso
afirmativo, entregar los títulos de propiedad y demás papeles del mismo.
Art. 96.- Los armadores o dueño de buques están obligados a proceder a la extracción
ordenada por la autoridad, de los objetes caídos al agua, así como de todo buque o
accesorio ido a pique, salvo manifestación expresa de abandono, con la que deberán
presentar los títulos de propiedad, matrícula, certificado de arqueo y demás documentos
públicos pertenecientes al buque.
Art. 97.- El buque que por temporal u otro siniestro fuese a. pique en el puerto, canales
o fondeaderos, y sus dueños, el capitán o el armador no dieran principio a los trabajos
de extracción dentro de los treinta días transcurridos desde el día de la pérdida la
Prefectura General de Puertos, previa autorización del Ministerio de que depende
procederá a ofrecería en propiedad a quien se comprometa sacarlo a su costa quedando
éste responsable de la condición que se imponga, si no lo ejecuta. El plazo será de
treinta días, siempre que el buque o embarcación perdida impidiere la navegación.
Art. 98.- Si alguna embarcación abandonada por sus dueños más de un año, en tierra, en
la playa, en jurisdicción del puerto obstaculiza el transito público, la autoridad del
puerto ordenará a su dueño o encargado que a hasta retirar, dando hasta tres meses de
plazo para el efecto: si no lo ejecuta en el trascurso del tiempo fijado, se le aplicará la
disposición prescripta en el artículo 97 de la presente ley.
Art. 99.- Todo ocupante de ribera o playa estará obligado a mantener siempre limpia la
zona que le corresponde. Así mismo está obligado a cortar todos los árboles o raigones
de los misinos que estorben el libre tránsito a la navegación y a recoger los raigones que
cayeren al agua.
CAPITULO V
Disposiciones policiales
Art. 100.- Ninguna persona podrá ejercer cargos o funciones de ninguna clase a bordo
con títulos o certificados pertenecientes a otra o con nombre supuesto. Así mismo no
podrá continuar ejerciendo .funciones que le hayan sido prohibidas o ejercerlas estando
suspendida por resolución de la autoridad fluvial.
Art. 101.- Todo título, certificado o habilitación obtenga por cualquier persona en
contravención de las ordenanzas y reglamentos vigentes, serán secuestrados sin
perjuicio de aplicárseles la pena, correspondiente.
Art. 102.- Ninguna persona podrá ejercer o desempeñar ocupaciones de ninguna clase o
naturaleza a bordo de los buques de matrícula nacional o de cabotaje con bandera
extranjera, sin la autorización expresa de la Prefectura General de Puertos.
Art. 103.- Igualmente ningún capitán patrón armador ni propietario de buque podrá
utilizar a bordo, bajo pretexto alguno, los servicios de personas que no estén
debidamente autorizadas por sus correspondientes diplomas, títulos, certificados o
habilitaciones otorgadas por la misma, autoridad para el ejercicio de las respectivas
funciones.
Art. 104.- Queda prohibido hacer anotaciones de cualquier clase o especie, enmendar,
tachar, borrar o efectuar modificaciones en los certificados de arqueos, matrículas y
demás documentos públicos otorgados por la Prefectura General de Puertos, sin
intervención o autorización de la mencionada autoridad.
Art. 105.- Los tripulantes de los buques de la maquina mercante nacional o de cabotaje
con bandera extranjera los boteros, mozos de cordel, calcadores de carros en la
jurisdicción del puerto, bañeros y demás personas que naveguen o ejerzan funciones
como tales dentro de la jurisdicción de la Prefectura General de Puertos y sus
dependencias están obligados a mullirse de sus respectivos certificados de buena
conducta expedidos por autoridad competente sin cuyo requisito no será permitido el
trabajo o embarco como tripulante a ninguna persona ni se expedirá el rol a los buques
cuya tripulación no haya cumplido con la presente disposición.
Art. 106.- Todo capitán o patrón de cualquier embarcación, tiene la obligación de dar
cuenta a. la autoridad de puerto, de cualquier desorden que se haya producido a bordo
de su buque.
Art. 107.- Los patrones de remolcadores lanchas a vapor o a nafta, botes, etc., están
obligados a ponerse a las órdenes de las autoridades marítimas y aduaneras, siempre que
fueren requeridos para prestar auxilio a las embarcaciones en peligro en los casos de
incendio, pudiendo después reclamar el pago de los servicios prestados.
Art. 109.- Queda prohibido que los menores de diez y ocho años ejerzan traba.jo de
ninguna clase a bordo de los barcos de matricula nacional o extranjera con permiso de
cabotaje, como así mismo introducirse o permanecer a bordo sin causa justificada. Serán
sometidos a las prescripciones del presente artículo los buques de bandera extranjera
surtos en el puerto.
Art. 111.- El capitán o patrón tiene la obligación de dar aviso a la autoridad marítima de
la ausencia de un tripulante de su respectivo buque, que sin prevención de su parte no
haya regresado dentro de las veinte y cuatro horas.
Art. 112.- Toda vez que el tripulante de un buque se niegue sin justo motivo a cumplir
con las obligaciones inherentes a su profesión abordo, el capitán o patrón deberá dar
cuenta de ello a la Prefectura General de Puertos o a sus dependencias. Impuesta la
autoridad de la queja, le impondrá la pena correccional que corresponda al caso.
Art. 113.- Todo capitán, patrón de buque y encargado de obras, está obligado a colocar
señales con el fin de evitar accidentes por caídas en las bodegas o excavaciones en
cuyas inmediaciones se trabajen o efectúen obras.
Art. 114.- Ninguna persona deberá rehusarse o negarse sin peligro evidente o justo
motivo en ocasión de un tumulto, incendio, inundación u otro siniestro, accidente o
delito, a cooperar, prestar ayuda propia, servicios o elementos para salvar la vida o
bienes comprometidos o prevenir los efectos del tumulto, accidente o delito.
Art. 115.- Los vehículos estacionados en el puerto, playas, riberas, etc., están obligados
a facilitar el tránsito y no obstaculizar el libre acceso a los lugares mencionados las
ambulancias de la Asistencia Pública, carros, autos, coches y elementos del correo, de
los bomberos, todo medio de salvamento en general.
Art. 116.- Los vehículos de cualquier clase que circulen por la ribera, playas y puertos
deberán hacerlo con una velocidad moderada y no podrán permanecer en los lugares
indicados sino el tiempo indispensable para efectuar la operación a que van destinados.
Art. 117.- Es prohibido tener a bordo de los buques, sin conocimiento de la autoridad y
sin la seguridad debida perros o cualquier otros animales bravos o feroces que puedan
perjudicar o dañar a las personas, o dejarlos andar sueltos sin las precauciones
necesarias.
Art. 118.- Es prohibido pescar en los límites del interior del puerto sin la autorización
de la Prefectura.
Art. 119.- Queda igualmente prohibido cazar en los puertos, lo mismo que disparar
armas de fuego a bordo de los buques o embarcaciones surtos en ellos, en los muelles,
playas y demás parajes públicos de jurisdicción de la Prefectura General de Puertos y de
sus dependencias.
Art. 120.- Queda prohibido a los particulares el uso de los toques de pitos reservados
exclusivamente a los agentes de policía fluvial, con excepción de los buques de auxilio,
de incendio, accidente, siniestro, delito y otros hechos graves.
Art. 121.- Queda prohibido a toda persona dormir en los pasillos de la Aduana y entre
las cargas despostadas en sus alrededores.
Art. 122.- Ninguna persona notificada o emplazada podrá sin causa justificada negarse
a comparecer ante la autoridad del puerto, dentro del término fijado para ello. Así
mismo nadie podrá impedir que se presente o comparezca otra persona, toda vez que
ella sea requerida debidamente por la autoridad competente.
Art. 123.- Ninguna persona podrá negarse sin justo motivo a suministrar informaciones
o indicaciones, datos o antecedentes personales, cuando son requeridos por un
funcionario o empleado de la autoridad marítima en ejercicio de sus funciones; así
mismo no podrá suministrar a sabienda informaciones, datos e indicaciones falsas.
Art. 124.- Queda prohibido ofrecer, distribuir, vender o fijar en parajes públicos o
destinados al público, objetos o imágenes obscenas o pornográficas; leer en voz alta
escritos impúdicos o escribir o dibujar obscenidades; permitir o ejercer actos inmorales
o contra naturaleza a bordo de los buques nacionales o extranjeros en aguas
jurisdiccionales de la República.
Art. 128.- Ninguna persona, sin pertenecer a la dotación de los buques surtos en el
puerto, podrá sin causa que lo justifique o contra lo expresamente dispuesto por el
capitán o patrón de la embarcación, introducirse o permanecer a bordo.
Art. 130.- Es prohibido el tránsito por los muelles puertos y demás lugares públicos
dentro de la jurisdicción del puerto a toda persona en estado de ebriedad.
Art. 131.- No será permitida ninguna clase de reunión baile, etc. dentro de la
jurisdicción del puerto sin previa autorización o permiso correspondiente expedido por
la Prefectura.
Art. 132.- Es prohibido lavar ropas en los límites del interior del puerto, en los muelles,
etc. como así mismo tender velas o ropas a secar.
CAPITULO VI
Art. 133.- Ninguna embarcación total o parcialmente cargada de kerosene, nafta u otras
materias inflamables o explosivas, podrá estar atracada a los muelles o embarcaderos
cuando no tenga que efectuar operaciones de carga o descarga.
Art. 134.- A los buques que entren en el interior del puerto de la capital, con
cargamento de mercaderías peligrosas o inflamables, la Aduana les designará el muelle
o desembarcadero donde debe efectuarse la descarga. El resguardo se encargará de
establecer la vigilancia necesaria para que la operación se practique en las mejores
condiciones posibles, evitando todo peligro de incendio.
Art. 135.- Los buques expresados mantendrán de día una bandera roja, de un metro por
lo menos, en el tope del palo trinquete, y de noche un farol de luz de igual calor.
Art. 136.- Todo inflamable que se desembarque en el interior del puerto deberá ser
transportado en el día a su respectivo depósito habilitado.
Art. 137.- Queda prohibido encender fuego, luces o fósforos a bordo de los buques o
embarcaciones cargadas de materias inflamables o explosivas. Esta prohibición es
extensiva a los parajes donde se efectúan las operaciones-de carga y descarga y las
embarcaciones empleadas en conducirlas.
Art. 138.- Ningún buque destinado al transporte de pasajeros podrá llevar como carga o
encomienda inflamables en cantidad mayor de 400 kilos o 360 litros que serán
colocados en la forma y paraje del buque que la autoridad designe para cuyo efecto
deberá recabarse el permiso correspondiente.
Art. 139.- Las averías en la carga de inflamables, deberán ser obligadas a salir a la
conveniente para efectuar el alije de de la carga averiada.
Art. 140.- Las chatas o lanchas con cargamentos de inflamables, o materias explosivas,
deberán ser remolcadas de tiro al punto de destino haciendo uso de cables de acero para
remolque.
CAPITULO VII
Art. 141.- Todos los vapores que hacen la navegación de los ríos: Paraná y Paraguay,
deberán tener las embarcaciones menores necesarias, botes o canoas para los casos de
naufragio incendio u otros accidentes que puedan ocurrir, como así mismo un número
de salvavidas equivalente al número de la tribulación y al máximo de pasajeros que
pueda conducir al buque.
Art. 142.- Las embarcaciones menores para el servicio de los buques, deberán estar
provistas de sus correspondientes remos y palas.
Art. 144.- En todo buque habrá para los casos de incendio o inundación una cantidad de
baldes igual al número de tripulantes y la mitad por lo menos de las mangueras
correspondientes al número de grifos de incendio existentes a bordo.
Art. 145.- Las mangueras de que hace mención el precedente artículo, podrá ser de una
o varias secciones, pero siempre habrá de una en otra el número señalado y del largo
necesario para facilitar las operaciones donde se produzca el siniestro con repartidor en
un extremo y la pieza de acoplamiento que corresponda en el otro, para la conexión con
otras secciones o directamente con el grifo. Las demás secciones tendrán también en
cada extremo la correspondiente pieza de acopiamiento.
Art. 146.- Las mangueras deberán estas dispuestas en espiral y colocadas en sus
respectivos armarios bajo llave, debiendo la tapa o frente de éstos ser de vidrio.
Art. 147.- Queda absolutamente prohibido hacer uso de dichas mangueras sin orden
expresa emanada del capitán del buque.
Art. 148.- Es obligatorio extender todas las mangueras que tenga el buque cuando
menos, una vez por semana.
Art. 149.- Los sitios donde se hallan colocados los gritos deberán estar siempre
despejados.
Art. 150.- Las bocas o grifos de incendio deberán estar numerados, como así mismo lo
armarios que contengan las mangueras.
Art. 151.- En todas las bodegas de los buques a vapor, habrá un grifo de vapor para
primeros auxilios, situados al lado de la boca escotilla con el letrero siguiente grifo de
incendio.
Art. 152.- Si se produjera incendio en el interior de una o más bodegas, éstas serán
abiertas con las debidas precauciones y por el tiempo indispensables para introducir las
mangueras, a. fin de evitar en lo posible la entrada del aire.
Art. 153.- Toda embarcación de vela de cien toneladas o más de uso ordinario está
obligada; a llevar una bomba con sus correspondientes mangueras para el servicio de
achique e incendio.
Art.- 154.- Queda prohibido fumar y hacer uso de fósforos de cera en las bodegas en el
interior de los camarotes, como así mismo arrojar fósforos, cigarrillos o cigarros
encendidos sobre las alfombras y camineros de los pasillo o salones, etc.
Art. 155.- Al producirse cualquier siniestro a bordo de un buque, los pasajeros deberán
guardar el mayor orden posible y obedecer las disposiciones emanadas del capitán.
Igualmente la tripulación deberá acatar y ejecutar las órdenes impartidas por el capitán.
Art. 156.- En los buques a vapor, el personal de máquina, dada la voz de alarma,
ocupará su respectivo puesto en el zafarrancho. El maquinista de guardia, con la
prontitud que la circunstancia requiere, alistará y pondrá es orden de funcionamiento las
bombas y máquinas auxiliares y demás accesorios destinados pera el servicio achique e
incendio.
Art. 157.- Los maquinistas no deberán abandonar sus puestos en los zafarranchos, salvo
caso de fuerza mayor.
Art. 158.- Todo buque está obligado a tener el fogón de su respectiva cocina forrado de
hierro y el piso, del mismo metal o de material.
Art. 159.- Las embarcaciones menores que no pueda usar cocina, deberán tener su
bracero colocado dentro de un cajón forrado de chapa de hierro.
Art. 161.- En los muelles, fondeaderos y embarcaderos no será permitido conservar los
fuegos encendidos a bordo en la cocina, desde una hora después de la puesta del sol
hasta el buque de diana con excepción de los vapores paquetes.
Art. 162.- Las cenizas apagadas serán depositadas, recipientes adecuados para ser
después arrojadas fuera de los puertos en la correntada del río.
Art. 163.- Queda prohibido encender fuego por cualquier causa o motivo en la cubierta
de los buques se adoptar las medidas de seguridad necesarias, como también calentar
brea, alquitrán o materia análoga, abordo de los mismos.
Art. 164.- Queda igualmente prohibido hacer uso de calentadores de cualquier clase en
los camarotes y en general de todo objeto que pueda ser un peligro para seguridad del
buque, su carga y de la vida de los pasajeros y tripulantes.
Art. 165.- En caso de producirse incendio en la Aduana, muelles y riberas, los capitanes
y patrones de embarcaciones surtas en el puerto, estarán listas con su tripulación para
ejecutar las órdenes que reciban de las autoridades.
Art. 167.- La señal del incendio será un repique campana que se repetirá por minutos
debiendo imitado por los demás buques.
CAPÍTULO VIII
Art. 169.- Todo buque con privilegio de paquete postal con itinerario fijo, deberá salir y
arribar a los puertos de destino y de escala en los días y horas establecidas al efecto en
los horarios itinerarios respectivos, salvo los casos de fuerza mayor o contratiempo de
navegación debidamente comprobados ante la Prefectura General de Puertos.
Art. 170.- Cuando el buque llegue adelantado, la autoridad del puerto a que arribe la
embarcación, no lo despachará hasta tanto no sea la hora establecida para zarpar.
Art. 171.- En los casos de retardo o de adelanto sensible a la llegada a puertos, los
capitanes deberán dar cuenta de sus causas a la autoridad marítima, como así mismo
efectuar los asientos correspondientes en el respectivo libro de navegación.
Art. 172.- Toda vez que se compruebe la omisión de lo prescripto en la última parte del
artículo anterior, se presumirá salvo prueba en contrario, que el retardo no es debido a
fuerza mayor.
Art. 173.- Toda vez que un buque, paquete postal llegare con retardo o con adelanto, es
obligación de los empleados de la prefectura, sub-prefecturas o resguardos den entrada
al buque, informarse de los motivos de la demora o adelanto y exigir el estricto
cumplimiento del artículo 171 de la presente ley.
Art. 174.- Todo buque de matrícula nacional o extranjera con permiso de cabotaje, con
privilegio de paquete postal, está obligado a tocar, fondear o atracar a los muelles o
embarcaderos en todos los puertos de tránsito o de escala establecidos en los respectivos
itinerario para embarcar o desembarcar pasajeros y correspondencias, salvo caso de
fuerza mayor justifica la ante la Prefectura General de Puertos.
Art. 175.- No podrá negarse a ningún buque de matricula nacional o extranjera, con
permiso de cabotaje, destinado al transporte de cargas y pasajeros o de unas a otros
respectivamente, a recibir a su borda lo que le fuere entregado, o se presentare a su
respetivo armador, agente o capitán, exceptuándose:
1º) Con respecto a la carga: Cuando no estuvieren estampados en los bultos las marcas,
números y destinos o careciere de condiciones de seguridad para el transporte de
acuerdo con las prácticas observadas en la navegación, y en los reglamentos y
ordenanzas vigentes.
2º) Con relación a los pasajeros: Cuando se tratare de personas afectadas de males
infecto-contagiosos o de enfermos cuya vida inspire temores de desenlace durante el
viaje siempre que éste tuviese que durar más de 24 horas.
Art. 176.- Queda prohibida toda operación de transborda de pasajeros en botes, canoas,
veleros o buques en general, que no reúnan las condiciones de seguridad y comodidad a
juicio de la Prefectura General de Puertos.
Art. 177.- Todo pasajero a bordo está obligado a prestar obediencia a las órdenes del
capitán, en todo aquello que se refiere a la policía y la conservación del orden en el
buque; y a su vez, el capitán deberá atender con diligencia, toda denuncia o reclamo
formulado por cualquier pasajero.
Art. 178.- Todo buque que transfiera su salida está obligado a admitir a su bordo a los
pasajeros que ya se hubieren munido del boleto de pasaje correspondiente, desde el día
y la hora que hubo de efectuar su salida.
Art. 179.- El pasajero munido de su respectivo boleto tendrá derecho a exigir que se le
transporte barita el puerto o punto de destino sin que se le pueda obligar a nuevas
erogaciones por los servicios de transbordo que puedan ocurrir durante el viaje por
cualquier causa.
Art. 180.- En el precio de pasaje considérense también incluidos el uso de cama, mesa y
demás servicios ordinarios y comunes a bordo, salvo convenio en contrario entre las
partes.
b) Reunirse fuera de los salones y comedores desde las 12 de la noche hasta las 6 am.
Art. 182.- En la comisaría del buque deberá, existir un libro de reclamo en el cual
podrán los pasajeros formular por escrito las quejas que tuvieren, y es obligación del
capitán presentarlo cada vez que fuera, exigido, como así .mismo exhibir dicho libro,
comunicando toda queja o reclamo inserto, sin requerimiento alguno, en el primer
puerto, a la autoridad competente, la cual lo visará y adoptará las medidas que la
circunstancias aconsejas según la naturaleza del hecho.
Art. 183.- En lugar visible del buque deberá colocarse impreso un aviso, para
conocimiento de los pasajeros, haciéndoles saber la existencia y objeto del libro de
reclamo.
Art. 184.- La Prefectura General de Puertos, podrá establecer a cada buque destinado al
transporte de pasajeros el número máximo que pueda conducir con arreglo a la
capacidad de la embarcación y seguridad de los pasajeros.
CAPITULO IX
Art. 185.- Queda prohibido a los propietarios de los astilleros, varaderos y talleres de
construcción naval, etc. efectuar trabajos de carena, reparación, cambio de arboladura,
deshacimiento y en general toda obra a cualquier clase da embarcación sin el
conocimiento, autorización o permiso correspondiente de la autoridad fluvial.
Art. 187.- Toda vez que haya de construirse cualquier embarcación, deberá expresarse
en la solicitud, clase de ésta, las dimensiones de eslora, marga, quilla, plan puntal y
material a emplearse. Terminada la embarcación además del permiso de botar al agua,
deberá solicitarse el arquero echarse el arqueo, inspección de casco y la inscripción en
la matrícula, en la que se expresarán, aparejo, nombré que debe llevar el buque, nombre
del constructor y del dueño o armador debiendo ser acompañada dicha solicitud con los
permisos de construcción y de botar al agua.
Art. 188.- Para los efectos del cambio de arboladura, alargamiento u otra operación, que
importe una modificación en el buque, como también para los deshacimientos, se
acompañarán a la solicitud los títulos de propiedad, certificados de arqueo, patente de
navegación y seguridad de máquina.
Art. 189.- Ninguna embarcación, podrá ser sacada a tierra para carena o reparación, etc.
como así mismo botar al agua, sin el permiso correspondiente.
Art. 190.- Queda prohibido a toda persona que no esté manida de la patente de
constructor naval, expedida por la autoridad competente, efectuar trabajos de
construcción carenas, reparación o cambio de arboladura en ninguna clase de
embarcación.
Art. 191.- Todo constructor naval o dueño de astillero etc., que legalice con su firma
cualquier permiso de construcción de embarcación, de dudosa procedencia, con el fin de
documentarla como recién construida, será penado con multa de 300 a 500 pesos curso
legal por cada infracción, sin perjuicio de la acción civil o criminal a que hubiese lugar.
Art. 192.- Dentro del puerto de la capital, muelles, etc. no será permitido efectuar
reparaciones o composturas en la hélice o timón que requiera cambio de carga o
suspensión por los guinches, ni ninguna otra operación que pueda poner al buque en
malas condiciones de movilidad o de peligro. Tales operaciones solo podrán efectuarse
en los astilleros.
CAPITULO X
Art. 197.- En los registros a que se refiere el artículo anterior se hará constar el número
de matrícula, nombre de la embarcación, nacionalidad, arboladura, jugar de
construcción, material del casco, nombre del constructor y del armador, tonelaje neto,
tonelaje total, tonelaje de descuentos, número de cubiertas, clase de arqueo eslora en la
cubierta de arqueo, manga de .afuera a fuera en el fuerte puntal en el centro del buque
bajo la cubierta de arqueo, número de palos, fecha en que se arqueó nombre del
arqueador, fecha en que se entregó el certificado y demás anotaciones que se consideren
necesarias.
Art. 198.- No se permitirá navegar a las embarcaciones que hayan alterado su tonelaje
por modificaciones efectuadas en el casco, etc., mientras no se les practique el
correspondiente arqueo. En caso de que los buques se encontraren distantes del puerto
de la capital, la Prefectura podrá autorizar su navegación por un término prudencial
mientras cumplan con el requisito arriba indicado.
Art. 199.- A toda embarcación que se practique la operación de arqueo deberá cobrarse
de acuerdo con la siguiente de escala:
CAPITULO XI
Art. 201.- Todos los buques de la Marina Mercante Nacional, y extranjeros con permiso
de cabotaje, empleado en la navegación de los ríos, riachos y arroyos de jurisdicción
nacional, estarán nacional, estarán sometidos a una inspección a sus cascos y aparejos
que se efectuará cada dos años salvo casos especiales determinados en la presente ley.
Art. 202.- Las inspecciones de buques a vapor, se efectuaran en tierra en varadero, con
objeto de ser revisado los cascos, bocinas y ejes, y las de los pontones, chata y veleros,
etc., en las condiciones que el inspector estima conveniente, pudiendo exigirse que la
embarcación sacada a varadero, si por el mal estado de su parte interior se considerase
necesaria una inspección más terminante.
Art. 204.- El armador o agente está obligado a solicitar un mes antes del vencimiento
del certificado de navegabilidad, la inspección reglamentaria.
Art. 205.- Todo armador o agente que no solicite a su debido tiempo debido tiempo la
inspección del casco, será multado para cada buque y por cada vencimiento, debiendo
abonar además por la nueva inspección el doble del valor que corresponda por cada
acto.
Art. 207.- Respecto de las embarcaciones sacadas a varadero, antes de la fecha indicada
para la. inspección de los cascos, su armador podrá solicitar la inspección reglamentaria,
quedando por lo tanto, una vez efectuada ésta en condiciones de ser sometida a la
siguiente inspección recién en el tiempo fijado en el artículo 201, siempre que no
mediara lo establecido en el artículo 203.
Art. 208.- Cada vez que la. Prefectura General de Puertos tuviere conocimiento del mal
estado del casco o aparejo de un buque, en términos que constituyen un peligro para la
navegación, ordenará inmediatamente que se efectúe la inspección reglamentaria; y
según lo que resulte del informe elevado por el inspector a la Prefectura, está dispondrá
el amarre o el retiro del permiso para efectuar operaciones, o la habilitación del mismo
por un tiempo prudencial, para seguir prestando servicios a que se le tiene destinado; y
según el caso dispondrá su deshacimiento.
Art. 209.- Por cada inspección de cascos y aparejos que se practique a una
embarcación, deberá cobrarse de acuerdo con la siguiente escala:
Todos los gastos de la inspección practicada fuera de la capital, serán por cuenta de los
propietarios o agentes de las embarcaciones, los que los abonaran en el acto de recibir el
certificado respectivo.
Art. 210.- Exceptúense de la inspección de cascos y arqueo, los botes y canoas a remos,
y las embarcaciones a vela menores de cinco toneladas.
CAPITTJLO XII
Art. 212.- La inspección determinará la presión de vapor a que trabajaran las calderas,
sometiéndolas a las pruebas que considere convenientes.
Art. 213.- A los propietarios o agentes se les comunicará el día que el inspector o-
efectuara la inspección, con el objeto de que las partes que deben revisarse se hallen en
las condiciones requeridas.
Art. 215.- Todos los gastos de las inspecciones; practicadas fuera del puerto de la
capital serán por cuenta de los propietarios o agentes del vapor, los que serán abonados
en el acto de recibir el certificado respectivo.
Seguridad
Art. 216.- A los efectos de la seguridad, queda establecido que estas exigencias serán
obligatorias en la navegación de todos los ríos de la República.
Art. 217.- Toda caldera de buque a. vapor llevará dos válvulas de seguridad, dos
manómetros, dos tubos de niveles y las lanchas podrán llevar un manómetro, una
válvula de seguridad y un nivel.
Art. 219.- En caso necesario el primer maquinista podrá romper el sello de la válvula de
seguridad, levantando un acta conjuntamente con el capitán del buque, la que será
remitida a la Inspección de Maquinas, por intermedio de la autoridad marítima del
primer puerto de arribo.
Art. 220.- La Inspección de Máquinas determinará las piezas de repuesto que deberán
llevar los buques las herramientas, como así también verifica si los elementos de a
bordo responden a las necesidades de incendio o naufragio.
Art. 221.- Efectuada la inspección que establecen los artículos 211 y 212, se expedirá a
cada vapor un certificado de seguridad que firmará el Prefecto General de Puertos,
conjuntamente con el Inspector de Máquina.
Art. 222.- A los efectos establecidos en el artículo anterior los propietarios o agentes de
vapores deberán concertarlos en el puerto de la capital, haciéndolo constar en la
solicitud de inspección que deberán presentar al Prefecto General de Puertos, un mes
antes del vencimiento de la patente de seguridad.
Art. 223.- Para obtener la patente de seguridad, bastara la exhibición del certificado de
la Inspección de Máquinas, en que se justifique haber dado cumplimiento a las
prescripciones de esta ley.
Art. 224.- La patente de seguridad deberá colocarse en un cuadro que será, puesto en un
sitio visible en el salón principal del buque.
Art. 225.- Todo armador o agente que no presente a su debido tiempo la solicitud
pidiendo el certificado semestral de seguridad será multado en ($ 1.000), mil pesos
moneda nacional de curso legal, sin perjuicio de que la Prefectura General de Puertos
dispongan la detención del buque en el puerto donde lo juzgue más conveniente.
Art. 226.- Quedan sometidas a las prescripciones del articulo 217 en la parte en que se
refiere e lanchas a vapor de todas las calderas colocadas en buques o en jurisdicción
marítima en cualquier forma que sea, así como también todo lo establecido para la
seguridad de las calderas.
Planos y construcción
Art. 227.- No podrá construirse ninguna maquinaria o caldera sin previa aprobación del
plano por la Inspección de Maquinas, debiendo igualmente las reparaciones y reformas
ser hechas de acuerdo con ellas.
Art. 229.- La Inspección de Maquinas queda facultada para controlar las construcciones
de maquinarias y calderas o reformas, según los planos elevados y de acuerdo con los
mejores procedimientos.
Art. 231.- Toda caldera que se construya sin haber sido previamente aprobados sus
planos, será considerada como de construcción inferior y se le fijará la presión,
empleando la fórmula de resistencia con los coeficientes mínimos.
CAPITULO XIII
Art. 234.- Las balsas o jangadas de vigas o palmas que naveguen por el rio Paraguay,
eatarán sometidas a las prescripciones de la presente ley, en lo que a ellas fueren
aplicables.
Art. 235.- Las balsas deberán ser construidas con toda solidez de modo que las vigas o
palmas no puedan desprenderse del cuerpo principal de ellas.
Art. 236.- Las jangadas deberán ser remolcadas por un vapor. Las de vigas no podrán
exceder de cien metros de largo por veinte metros de ancho, y las de palmas de cien
metros de largo por quince metros de ancho, debiendo tener ambas, en tiempo de
bajante excesiva de las aguas, un calado de cuarenta y cinco centímetros de la
profundidad existente en los pasos de poca agua.
Art. 237.- Los vapores a que alude el artículo anterior, no podrán abandonar las balsas
mientras estén en navegación y procurarán por todos los medios posibles mantenerlas
en la dirección del cargo de la corriente, evitando que en ningún caso se atraviesen es
ella.
Art. 238.- Ninguna balsa podrá descender el río Paraguay, sin que lleve en la
extremidad de un palo de cinco metros de alto sobre el nivel de las aguas, un balón
pintado de negro de sesenta y un centímetros de diámetros; la misma señal y en la
misma altura usará el vapor mientras rémol que la balsa.
Art. 239.- Queda prohibida la navegación de balsas durante las horas de la noche
debiendo permanecer fondeadas o amarradas fuera de los parajes frecuentados por los
buques.
Art. 240.- Toda balsa deberá mantener durante la noche izadas en la extremidad de un
palo dos luces rojas en línea vertical, una sobre la otra, mediando entre sí una distancia
de un metro y medio y la primara a una altura no menor de cinco medio sobre el nivel
del agua y que serán visibles de todos los puntos del horizonte.
Art. 241.- Si la balsa se deshace, desprendiéndose las vigas o palmas, el propietario será
el único responsable de los perjuicios que por tal accidente puedan ocasionar.
Art. 242.- Las vigas o palmas de que se compongan las balsas, deberán llevar la marca
de su propietario, debiendo así mismo ser numeradas.
Art. 243.- Todo propietario de balsa está obligado a reponer en su correspondiente lugar
las boyas o señales que haya arrastrado en su navegación, sin perjuicio de aplicarle la
multa de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 79.
Art. 244.- Las balsas deberán estar vigiladas durante las noches por un guardián; éste
cuidará de que no se separen por ningún motivo de su fondeadero, o amarradero, y de
que no se les aproxime ningún buque; para el efecto tendrá constantemente un farol de
luz blanca que será, mostrada tan pronto se aperciba de la aproximación de cualquier
buque, al mismo tiempo hará sonar el cuerno, a fin de provenir de su presencia.
Art. 245.- Las balsas, ya sean en navegación, fondeadas o amarradas a las costas,
deberán ser consideradas por los buques en navegación como cuerpo que no tiene
movimiento propio, aunque sean remolcadas por un vapor; y, en consecuencia,
corresponderá a los buques librarse de ellas pero en los canales, es obligación de las
balsas recostarse uno u otro veril, dejando libre el paso a los buques que naveguen por
ellos, en cualquier sentido que sea.
Art. 246.- Todo balsa estará dotada de una o más canoas de capacidad suficiente, y de
anclones y cabos para llenar las necesidades de la misma.
CAPITULO XIV
Art. 248.- Ninguna persona podrá dedicarse al transporte de pasajeros ni navegar con
lanchas a vapor o de combustión interna, sin la autorización expresa de la Prefectura
General de Puertos.
Art. 249.- A los efectos del artículo anterior, la Prefectura General de Puertos expedirá,
previo examen de idoneidad:
Art. 250.- Para optar al carnet, los interesados deberán solicitarlo por escrito, a la
Prefectura General de Puertos, adjuntando a la solicitud los comprobantes y llenando los
requisitos que a continuación se expresan:
7) Los patrones timoneles darán examen de conocimiento del rio, riachos, canales, etc.,
de la zona donde pretender, ejercer su profesión, debiendo justificar, mediante
certificados legal, haber navegado cuando menos dos años en la misma jurisdicción.
Art. 251.- Cumplidos los requisitos que determina el artículo anterior, se le expedirá el
carnet correspondiente, consignándose en él, categoría, filiación, domicilio, retrato,
impresión digito pulgar derecho, clase y nombre de la embarcación número de
matrícula, tonelaje neto y capacidad de pasajero que pueda conducir.
Art. 252.- Toda lancha cuyo motor tenga diez caballos de fuerzas o seis toneladas de
registro y menos de quince deberá llevar a bordo, además de un conductor, mi patrón
timonel. Pero no obstante, si el conductor estuviere instalado en tal forma que le permita
al mismo tiempo gobernar la embarcación, podrá navegar haciendo de conductor y
patrón a la vez.
Art. 254.- El patrón, como delgado de la autoridad, deberá, hacer cumplir todas las
leyes y reglamentos de navegación.
Art. 255.- Toda lancha a vapor o de combustión interna estará provista de un anclote
con su respectiva cadena o cabo, como así mismo de un faro que da luz blanca, verde y
roja, o en su defecto de tres faroles, blanco, verde y rojo. Las lanchas a combustión
interna estarán dotadas de los remos para el manejo de la embarcación en caso de que el
motor sufra desperfectos.
Art. 256.- Las lanchas que se dedican al transporte de pasajeros deberán estar en
perfecto estado de navegabilidad y tener en perfecto estado de higiene sus cámaras y
cubiertas, etc.
Art. 257.- Toda lancha vapor o nafta deberá llevar bien visible en las aletas de babor y
estribor el nombre y número de matrícula, en tamaño no menor de diez por seis
centímetros cada letra y número.
Art. 258.- Ninguna lancha que navegue dentro de los riachos podrá hacerlo a una
velocidad mayor de seis millas por hora.
Art. 259.- Queda prohibido, salvo permiso especial de la Prefectura General de Puertos,
que ninguna embarcación entre o salga por la desembocadura del lago Ypacarai.
Art. 260.- Las lanchas a vapor o de combustión interna que naveguen en los riachos de
vuelta encontrada, deben tomar su derecha, y si fuese en vuelta cerrada darán una pitada
breve para indicar que llevan su derecha disminuyendo la marcha hasta pasar la vuelta.
Art. 261.- Cuando varias embarcaciones navegaren en una misma dirección, no podrán
pasarse las unas a otras en las vueltas cerradas y pasos estrechos.
Art. 262.- Toda lancha que pase próxima a una embarcación o por frente cualquier
muelle o recreo donde haya aglomeración de aquellas, está obligada a disminuir su
marcha al mínimo hasta después de haber pasado las embarcaciones o los lugares
expresados.
Art. 263.- En las riberas y muelles de los ríos, riachos, etc. las embarcaciones se
amarraran de proa y popa colocadas en forma de no obstaculizar el tránsito de otras
embarcaciones.
Art. 264.- Todo patrón o conductor está obligado a hacer entrega inmediata a la
autoridad marítima de cualquier objeto que hubiese sido dejado u olvidado por los
pasajeros en la embarcación, dando informe detallado de las circunstancias del caso.
Art. 265.- Queda prohibido a toda embarcación, de paseo, efectuar remolques, salvo
caso de fuerza mayor comprobada.
Art. 266.- Toda lancha sea a vapor o de combustión interna, está obligada a tener a
bordo las herramientas útiles necesarios para el montaje o desarme completo del motor
y sus accesorios.
Art. 267.- Toda lancha deberá llevar las luces reglamentarias cuando navega de noche,
o esta fondeada, a excepción de las embarcación menores de dos toneladas que solo
llevarán izado en el asta de por un farol de luz blanca. Los botes y canoas pescadores
deberán exigir una luz blanca visible desde todos los puntos del horizonte.
Art. 269.- Toda lancha que se dedica al trasporte pasajeros deberá, estar dotada de un
número de salvavidas, igual al máximo de los tripulantes y pasajeros, colocados en
lugar fácil de tomarlos en caso necesario.
Art. 270.- Queda prohibido el uso de la vela en toda embarcación destinada al tráfico de
pasajeros.
Art. 271.- Ninguna embarcación podrá salir fuera del puerto o de su fondeado después
de su fondeado después de la puesta del sol en el permiso previo de la Prefectura o del
ayudante del puerto de servicio.
Art. 272.- Toda lancha a vapor o de combustión interna deberá estar inscripta en el
Libro de Registro que por separado llevará la Prefectura General de Puertos.
Art. 273.- Toda embarcación a que se refiere el presente capítulo que fuese sorprendida
navegando, o haber navegado sin el rol habilitado para el viaje, o con el rol de otra
embarcación, será pasible de una multa de 50 a 100 pesos de curso legal por la primera
infracción y aumentado al doble por cada reincidencia.
Art. 274.- Las lanchas a vapor o de combustión interna me efectúen cualquier operación
sin munirse de la patente de navegación y demás certificados de navegabilidad del
término fijado por los reglamentos, pararán en concepto de multa, además de la nueva
patente el doble del valor que corresponde por certificado en vencimiento.
Art. 275.- Ninguna lancha que no tenga bodega para carga y que se dedique al
transporte de pasajeros podrá conducir mercaderías o equipajes pesados, cuando la
embarcación tenga el número completo de pasajeros, pudiendo únicamente llevar éstos
valijas de mano u otros efectos de poco peso y volumen. Toda contravención a la
presente disposición será penada con multa de 150 a 100 pesos de curso legal, sin
perjuicio de la detención de la embarcación hasta el desembarque del exceso de carga o
equipaje.
Art. 276.- Ninguna lancha., podrá llevar un número mayor de pasajeros que el
determinado por la autoridad del puerto, según la capacidad de la embarcación para que
los pasajeros viajen cómodamente sentados. Queda prohibido conducir o transportar
ninguna clase de animales en el lugar destinado para los pasajeros. Esta disposición
como la de los artículos 273, 274 y 275, se hacen extensivas a los botes y canoas que se
dedican al tráfico de pasajeros.
Art. 277.- Queda prohibido conducir personas enfermas de un mal grave cuya vida
inspire temores durante el viaje, o que padezca enfermedades infecto contagiosas, salvo
que las lanchas sean exclusivamente contratadas al efecto.
Art. 278.- Es prohibido fumar en las lanchas a nafta estando en navegación y con
pasajeros a bordo.
Art. 279.- Ninguna embarcación a que se refiere el presente podrá permanecer atracada
a los muelles, escaleras o embarcaderos destinados al servicio público más tiempo que
el necesario para embarcar o desembarcar lo que conduzcan o deben conducir.
Art. 282.- Los patrones y conductores deberán tener siempre consigo su carnet
profesional correspondiente, para exhibirlo toda vez que le sea requerido por los agentes
de la autoridad y por los pasajeros.
Art. 283.- Los embarcaderos y fondeaderos serán designados por la autoridad del
puerto.
Art. 285.- Igualmente queda prohibido conducir menores de diez años que no fueran
acompañados de personas mayores.
Art. 286.- Las embarcaciones que se dedican al trasporte de pasajeros deberán llevar la
tablilla de tarifa en lugar visible para que el pasajero se entere de ella.
Art. 287.- El patrón o conductor que cobre más de lo estipulado en la tarifa será
multado de 100 a 200 pesos de curso legal.
Art. 288.- La violación reiterada de las prescripciones del presente capitulo será penada
con suspensión de tres a seis meses sin perjuicio de la multa correspondiente.
Art. 289.- Toda embarcación que pertenezca a los clubs de recreos llevará a proa o en el
palo trinquete si lo tuviere la bandera distintiva que los reglamentos de los mismos
determinen.
Art. 290.- Los ayudantes de puertos y las sub-prefecturas serán los encargados y
responsables de que se cumplan las disposiciones prescriptas en esta ley.
Disposiciones complementarias
Art. 292.- Cuando un buque infractor haya salido del puerto, su propietario o agente es
responsable de la multa impuesta; y mientras no sea abonada, no será despachado
ningún otro buque, ni se dará curso a ninguna de las gestiones de la misma Compañía.
Art. 293.- Los impuestos y las multas aplicables de acuerdo a la presente ley, deberán
cobrarse en papel sellado, completado en su caso por estampillas.
Art. 294.- Las estampillas fiscales deberán ser inutilizadas previamente en la Oficina de
Impuestos Internos, para su presentación a la Prefectura General de Puertos.
Art. 295.- La autoridad marítima notificará al multado, sirviéndose al efecto de
formularios, y aquél deberá abonar la multa dentro de las veinte y cuatro horas de
recibida la notificación, sin cuyo requisito no se atenderá protesta alguna. El empleado
que reciba el sello, importe de la multa, dará recibo en un formulario especial impreso
extraído de un talonario preparado al efecto.
Art. 296.- Los sub-prefectos y jefes de resguardos no deben tomar medidas represivas
contra los buques infractores que deban hacer escalas o tengan como punto terminal de
su viaje el puerto de la capital: se limitarán a tornar nota de ello y dar cuenta de la
trasgresión que se produjere a la Prefectura General de Puertos.
Art. 297.- El Poder Ejecutivo reglamentará la presente ley estableciendo otras multas
que no podrán exceder de 500 pesos de curso legal en cada caso.
Dada en la sala de sesiones del Honorable Congreso Legislativo a los veinte y seis días
del mes de Agosto de mil novecientos veinte y siete.
Juan de D. Arévalo
Secretario
El Pte. de la H. Camara
JOSE P. GUGGIARI
Dionisio Prieto
Secretario
ELIGIO AYALA
Manuel Benítez