Lenguas de Norteamérica

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Lenguas de Norteamérica

Las lenguas de Norteamérica se reflejan que


no sólo en los pueblos indígenas del
continente, sino también en las colonias
europeas. Los idiomas más hablados de Norte
América son el inglés, español maya y el
danés[cita requerida].

Índice
Historia
Cifras
Clasificación filogenética
Escritura
Gramática
Consonantes Distribución de las lenguas de Norteamérica antes de la
Vocales conquista europea.
Acentos
Formas coloquiales
Orden sintáctico
Afijos
Véase también
Enlaces externos

Historia
La mayor parte de los historiadores concuerdan en que la población nativa de América procede de Asia y
llegó a América a través del Estrecho de Bering, cosa que se aprecia en los rasgos raciales que los nativos
americanos comparten con los pueblos de Asia, como por ejemplo los rasgos amerindios que aparecen en
las espaldas y nalgas de los recién nacidos y que desaparecen con el crecimiento.

La fecha que se fija para las primeras olas migratorias hacia el continente americano desde Asia es veinte
mil años a.C., siendo razonable pensar que hubo posteriormente otras. Por ejemplo, muchos investigadores
creen que la migración esquimo-aleutiana desde Asia tuvo lugar hacia el 3000  a.  C., aunque se puede
suponer que al haber todavía asentamientos esquimales en Asia, en el extremo nororiental de Siberia, la
emigración esquimal pudo ser en sentido contrario, es decir desde Alaska a Asia.

El primer contacto conocido entre europeos y nativos del Nuevo Mundo tuvo lugar poco después del año
1000 cuando Leif Erikson puso su pie en 'Vinland', posiblemente la Península del Labrador o cualquier
otro sitio entre ese lugar y Maine, y se encontró a los skrälingar, a quienes define como 'colegas pequeños'.
No está claro si con esa expresión se refiere a los esquimales o a los indios; poco después el hermano de
Leif, Thorwald, fue muerto por una flecha de los skrälingar. Cuatro siglos después, Jacques Cartier
negociaba con hablantes en lengua iroquesa en Quebec. Para 1620 los colonos procedentes de Inglaterra
estaban en contacto con los indios, los que parecen ser iroqueses, en Nueva Inglaterra.

Como resultado del flujo anglo-francés, palabras indias, sobre todo iroquesas, fueron registradas por los
exploradores y misioneros, avanzándose incluso en la identificación de la relación genética entre las
diferentes formas de la familia iroquesa. No obstante el estudio de las lenguas indias de América del Norte
fue fragmentario y no tiene comparación con el estudio más profundo realizado en Mesoamérica. No fue
hasta la obra de Franz Boas (1858-1942) que se realizó un fértil trabajo antropológico, lingüístico y
etnológico en el estudio científico de las lenguas indias de América del Norte.

Cuando los europeos colonizaron Norteamérica había unas 300 lenguas nativas, a lo que siguió una historia
de erosión, declive y en muchos casos extinción. Hoy quedan unas 50 o 100 lenguas de las cuales la
mayoría son habladas por gente de edad avanzada, siendo conocidas por unas pocas docenas de personas o
como mucho centenares.

Cifras
En cuanto al número de hablantes pasados y presentes no se puede establecer ninguna cifra exacta, sólo
estimativa y por comparación. Se cree que cuando los europeos llegaron al Nuevo Mundo, en el norte de
México hablaban sus propias lenguas cerca de millón y medio de personas, que actualmente se han
reducido a unas doscientas mil.

Cinco lenguas, choctaw, muskogui, dakota, cheroqui y pima-papago, tienen entre diez mil y veinte mil
hablantes y dos, cree y ojibwa, elevan ese número hasta cuarenta mil o cincuenta mil. La única lengua que
rompe la perspectiva general de decadencia es la navajo, que no solamente ha conseguido estabilidad sino
que está creciendo en número, rondando los 100.000 hablantes.

Clasificación filogenética
La clasificación de las lenguas aborígenes americanas, en general, no está exenta de discusión. A mediados
del siglo XX las lenguas amerindias norteamericanas se han clasificado en sesenta familias diferentes, sin
que los lingüistas hayan demostrado una relación genética que las aglutine.

El Mayor John Wesley Powell, fundador de la Oficina de Etnología Estadounidense, dividió, en 1891, las
lenguas en 58 troncos en función de su similitud léxica. Posteriormente se han realizado otras
clasificaciones basadas en análisis más técnicos y detallados, de forma que se han establecido las relaciones
genéticas definitivas entre muchas lenguas indias norteamericanas, habiéndose reconstruido sus modelos
ancestrales: proto-algonquino, proto-atabascano, proto-iroqués, etc. No obstante ninguna de esas
reconstrucciones ha arrojado luz sobre la cuestión de los orígenes de los indios americanos.

En América del Norte hay tres grupos de lenguas que se hablan en la actualidad:

Las nativas o aborígenes.


Las importadas de Europa (principalmente español, inglés y francés) y predominantes
numérica y socialmente.
Las lenguas de contacto, es decir, pidgins y criollos.

Las lenguas aborígenes se pueden en clasificar en unas 40 familias bien establecidas, además de un otra
treintena de lenguas aisladas o no clasificadas. Diversos autores han conjeturado que algunos de estas 40
familias podrían estar relacionadas entre sí en un intento de reducir el número de familias. Sin embargo,
esas agrupaciones superiores no tienen tanto consenso
y muchas de las macrofamilias propuestas son
altamente polémicas. Edward Sapir propuso un
agrupación en 7 superfamilias:

1. Esquimo-aleutiana
2. Na-dené
3. Hokana
4. Penutia
5. Azteco-tañoana
6. Macro-algonquina
7. Macro-siux

Esta clasificación en sólo siete grupos es altamente


controvertida y rechazada por la mayoría de
especialistas, aun así fue retomada por la aún más
polémica clasificación de Joseph Greenberg (1987),
que propuso la llamada hipótesis amerindia que reduce
el número total de familias en Norteamérica a sólo tres.
De las familias propuestas por Sapir sólo la 1 y la 2
Las lenguas penutíes no son universalmente
son universalmente aceptadas, las familias 3 y 4 tienen
aceptadas como familia lingüística probada, sin
una aceptación parcial (es decir, se aceptan reduciendo
embargo, recientemente se ha establecido
el número de lenguas dentro de esas categorías
sólidamente parentesco entre varios de sus
respecto a las listas que propuso Sapir). Las últimas subgrupos.
tres son casi universalmente rechazadas aunque
algunos autores han formulado hipótesis similares
reduciendo el número de lenguas dentro de esos
grupos, que tienen algo más de aceptación que la
propuesta original de Sapir.

Además se podría añadir un grupo casi extinguido de


lenguas aisladas en la costa noroccidental del Pacífico
y el grupo hokano de lenguas en California, Arizona y
México.

Escritura
En Norteamérica, por influencia de la escritura
europea -o en muchos casos por su estudio directo-
muchas tribus desarrollaron algunas formas de
escritura. Como los silabarios del cheroqui (sistema
que representa cada sílaba diferente por un signo), del
micmac, cree y las inuit de Groenlandia.

Las lenguas hokanas tampoco son universalmente


Gramática aceptadas como familia lingüística probada, sin
embargo, algunos de sus subgrupos sí es probable
que estén emparentados entre sí.
Consonantes
Las consonantes glotales (la tienen enana)aparecen en atabascano, siux y salish. Las aspiradas en las
familias siux, pomo y yuma. Las retrorreflejas (o cacuminales) en la pomo, yuma y otras lenguas de
California. Las velares aparecen en la familia esquimal-aleutiana, la yuto-azteca del norte y la atabascana de
California entre las lenguas del subcontinente norteamericano. La consonante velar nasal es el fonema ng y
lo poseen el esquimal, haida, yuma y las atabascanas de California. Las nasales sordas y las
semiconsonantes son fonemas parecidos a m, n, y, y w, aparecen en algunos dialectos del iroqués. La i
sorda se encuentra en alguna variante esquimal, en otras de California, y en las subfamilias atabascana,
salish y muskogee. Las consonantes africadas laterales aparecen en las subfamilias atabascana, sahaptin,
kwakiutl y náhuatl.

Vocales

Las vocales sordas o sibilantes aparecen en los grupos zuñi, hopi y keres (todas ellas habladas por las
gentes de la etnia Pueblo), las lenguas yuto-aztecas y el grupo cheyene, de la familia algonquino-ritwan.
Poseen vocales nasalizadas (como en portugués y francés) el atabascano, el algonquino oriental, el siux, el
muskogee y los grupos kiowa-taño. La i alta y media se da en comanche y en la costa Tsimshian.

Acentos

Una diferencia en el acento tónico o de intensidad distingue una palabra de otra. Poseen acento de
intensidad el mohawk y el cheroqui (iroquesas), el crow (siux), cheyene, arapajó y penobscot, del grupo
algonquino.

Formas coloquiales

En las lenguas aborígenes de Estados Unidos y Canadá emplean formas coloquiales diferentes según lo
emitan mujeres u hombres, como en yana, muskogee y atsina. También hay lenguas rituales que tienen
formas especiales del habla para las ceremonias, como las zuñi, iroquesas y algunas más. En regiones
plurilingües surgen las jergas de intercambio. Son lenguajes simplificados y entre ellos están el chinook,
mobilio y delaware. Otras pocas lenguas desarrollan unas formas silbantes del habla, donde la melodía de
los silbidos corre pareja a la de los tonos de la lengua. Se emplea en situaciones de cortesía y aparece en
kickapoo (algonquina-ritwa), que es una lengua mexicana próxima a Texas.

Orden sintáctico

El orden sintáctico varía de una lengua a otra, tanto en su importancia como en su función. En unas, este
orden sintáctico es relevante como algunas californianas que siguen sujeto-objeto-verbo.

Poseen referencia selectiva las lenguas que indican si el sujeto o el objeto de una oración es el mismo o es
diferente del que posee una oración anterior. En español, por ejemplo, si alguien dice: "Pepe vio a Maite
cuando salía de su casa", el oyente no puede saber ni quién salía ni de quién es la casa, porque no existe la
referencia selectiva. Este rasgo lo posee la algonquina, la paiute, la papago y la yuma.

Afijos

Los afijos instrumentales (prefijos, infijos y sufijos) se añaden a los verbos para indicar con qué instrumento
o por qué procedimiento se realiza la acción. Esta distinción la muestra, por ejemplo, la lengua karok, que
en el prefijo pa- indica el empleo de la boca. Así pácup significa 'besar' y paxut significa 'sujetar la boca'.
Existe un sistema de prefijos en haida, tlingit y otras lenguas norteamericanas.

Véase también
Portal:Lenguas indígenas de América. Contenido relacionado con Lenguas indígenas
de América.
Wikiproyecto:Lenguas indígenas de América
Español mexicano
Idioma español en Estados Unidos

Enlaces externos
Lenguas de las Américas (http://www.ethnologue.com/country_index.asp?place=Americas)
en Ethnologue

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