Epicteto-Manual de Vida
Epicteto-Manual de Vida
Epicteto-Manual de Vida
IX. x.
'i ••*í3.C;:,r1 •,•.•-> .-.... ¿'j
N o son las cosas las que tur- Jamás te ensoberbezcas con
ban á los hombres , sino la opi- ninguna ventaja que no es tuya.
nion que de ellas forman. La Si un. caballo dixera , alabando-
muerte , por exemplo, no es un se , yo soy hermoso, se le po-
»nal y si lo fuera , habria pare- dría sufrir ; pero t ú , quando te
cido tal á Sócrates. La opinion glorías de tener un hermoso ca-
que se forma de la muerte , es la ballo, sabe que de esto te jac-
Sue hace tan espantosa. Lue- tas. Ahora , ¿ qué hay en esto
go ,-pues , q u e nos hallamos im- que te pertenezca ? El uso solo
pedidos. ó turbados , no acusa- de tu imaginación. Por lo qual,
mos de ello sino á nosotros mis- si sabes arreglarla conforme á la
mos ; esto es , á nuestras pre- naturaleza , entonces podrás glo-
ocupaciones. riarte ; porque á lo menos, te
[78]
aplaudirás del bien , que es ver- C' 79 3
daderamente tuyo. una muger ó un nino , puedes
aceptarlos; pero si el patrón t e
x i. llama , corre prontamente , y
abandónalo todo sin mirar atrás.
Así como en un viage de mar, Si eres viejo , no te alejes de-
si el barco arriba á un P u e r t o ' masiado del barco , no sea q u e
t ú puedes baxar á tierra para ha- no puedas alcanzarlo ya , quan-
cer agua , y puedes también re- do el patrón te llame,
coger algunas plantas y maris-
XII.
cos que se encuentran en la ru-
ta ; pero pensando siempre en tu
N o pidas que los sucesos se
b a r c o , volviendo á él á menudo
arreglen á tus deseos ; sino, con-
la cabeza para estar pronto quan-
forma tus deseos á los sucesos:
do el patrón te llame , y á la
éste es el medio de ser dichoso.
m e n o r señal arrojar quanto has
recogido , no sea que éste te ha-
XIII.
ga atar y meter en el fondo de
la embarcación , como á las bes-
tias : del mismo modo en el via- L a enfermedad es un obstá-
ge de la vida , si en vez de un culo para el c u e r p o ; pero no
marisco ó de una seta , te se da para la voluntad , á menos que
ésta no consienta en ello : t ú
. [8o] [ S i ]
eres cojo : ve ahí un obstáculo tomas este hábito , las fantasmas
para tu pie ; pero tu espíritu no de tu imaginación no tendrán y a
dexa por eso de estar libre. Si imperio alguno sobre tí.
haces el mismo raciocinio sobre
todos los demás accidentes de la xv.
v i d a , hallarás que siempre son
un obstáculo para alguna otra co- N o digas jamás , sobre cosa
sa , y no para tí. a l g u n a , y o he perdido aquelloj
• sino d i , yo lo he vuelto. Si mu-
XIV. rió tu h i j o , tú lo has vuelto:
i
si tu muger ha muerto , tú la
A cada impresión que reci- has vuelto : si tus campos te han
bas de los objetos exteriores, en- sido arrebatados , ¿no es una res-
tra en tí mismo , y busca la fa- titución que tú has hecho? P e -
cultad que para resistirlos te ha ro es un malvado quien te ar-
dado la naturaleza. Si ves u n rojó de ellos. ¡ E h ! ¿ q u é te im-
hermoso joven, ó una jóvén be- porta , que aquel que te lo dio
lla , encontrarás en tí la conti- te lo vuelva á pedir? Mientras
nencia para defenderte de la se- que te lo dexa gozar , usa de él
ducción : contra la pena ó el tra- como de un bien a g e n o , y como
bajo , hallarás el valor ; y con- el viajante usa de una Hostería.
tra las injurias, la paciencia. Si
Tomo III. F
[83]
llamas á tu esclavo, piensa que
XVI.
puede no oírte ; ó , despues de
haberte oído, no hacer nada de
Si quieres hacer progresos
lo que le has mandado. D e es-
en la virtud , dexa á un lado
te m o d o , tu esclavo no será me-
estos razonamientos : " S i descui-
jor ; pero tú ganarás en ello in-
» do mis negocios, no tendré de
finito , pues le impedirás el que
t> qué vivir ; si no corrijo á mi
turbe tu alma á su gusto.
» esclavo, se hará m a l o p o r q u e
es mejor morir de hambre, exén- XVII.
to de temor y pesadumbre, que
vivir en la abundancia con con- Si quieres hacer progresos en
tinuos terrores; y vale mas tam- la virtud , ten bastante espíritu
bién que tu esclavo sea malo, para pasar por necio é insensato,
que no que tú seas infeliz : em- haciendo ver lo poco que te im-
pieza , pues, á exercitarte en las portan los bienes exteriores. N o
mas pequeñas cosas. Si te han intentes pasar por sabio: si te mi-
derramado el aceyte, ó robado el ran como un personage , descon-
vino, di: " A este precio se com- fia de tí mismo. Sabe que es di-
>» pra la tranquilidad; y á este fícil el conservar una voluntad
»> precio se vende la constancia: conforme á la recta razón, y ocu-
» p o r nada, nada se tiene." Si parse al mismo tiempo en las co-
Fa
[85]
síis exteriores ; porque es preci-
que queremos, y de que haga-
so , que el que se aplica á la una,
mos por fuerza lo que nos re-
descuide la otra.
pugna. ¿Quieres ser libre? pues
ni busques, ni huyas nada de lo
XVIII.
que á otros pertenece : si no, se-
rás necesariamente esclavo.
- ¿ Si deseas que tus hijos, t u
muger y tus amigos vivan eter- x x.
namente , eres un loco; porque
es querer , que las cosas que no Acuerdate de portante en la
dependen de t í , dependan, y que vida como en.un festin. Si alar-
te pertenezca lo que es de otro. gan un plato hacia tí , extiende
D e l mismo modo serás un loco, la mano, y tómalo modestamen-
si pretendes que tu esclavo no te : si lo alejan , no lo retengas:
cometa jamás faltas; porque es- si no viene por tu lado , no ha-
to es querer , que el vicio no lo gas conocer de lejos que lo de-
sea , sino que sea otra cosa. seas ; sino espera con paciencia
que lo arrimen. Usa de la misma
XIX. moderación con tu muger y tus
hijos , con los honores y las ri-
Nuestro dueño es aquel que quezas , y serás digno' entonces
tiene el poder de arrebatarnos lo de ser admitido en la mesa de
F3
C 8 6
] . [87]
los Dioses. Y si pudiendo gozar » gracia no es la que aflige á es-
de estos bienes , los desechas y »»te h o m b r e , supuesto que ella
desprecias; entonces, no solo se- »> no mueve á otro ; luego es la
rás convidado de los Dioses, si- »opinion que él tiene de ella
no que partirás con ellos el so- »> la q u e le aflige." Haz segui^-
berano poder. Por este medio, damente todos tus esfuerzos pa-
Diógenes , Heráclito y sus seme- ra curarle de sus preocupaciones
jantes , fueron justamente llama- con razones sólidas; y también,
dos hombres divinos , y lo fueron si es necesario , no dexes de llo-
en efecto, rar con él. Pero ten cuidado q u e
XXI. t u compasion no pase á tu al-
ma , y que este dolor simulado
Si ves á alguno afligido, y no se vuelva real.
llorando la pérdida de su fortu-
na , la m u e r t e , ó la ausencia de XXII.
su hijo , ten cuidado de que no
t e engañe tu imaginación , y va- T e n presente que estás en el
yas á creer , que este hombre es m u n d o , como en un teatro, para
desgraciado por la- privación de representar en él el papel q u e
estos bienes exteriores : entra al el dueño te señale. Q u e sea cor-
instante dentro de tí mismo , y to ó sea largo , poco importa. Si
haz esta distinción : v Esta des- aquel quiere que hagas el de po-
F 4
[88]
b r e , procura representar bien es- 9i porque sean ios que fueren los
t e personage. Haz lo mismo , sea »»sucesos , en mí está el sacar de
el que fuere el que te encargue, »> ellos un gran partido."
y a de un cojo , ya de un Prín-
cipe , ó de un simple particular; XXIV.
porque á tí toca desempeñar bien
e l papel que te se d a , y á otro el ¿Quieres ser invencible? pues
escogerlo. no te expongas jamás á un com-
XXIII. bate , en el qual no veas que has
de lograr la victoria.
Si el graznido de un Cuer-
v o presagia algunas desgracias, xxv.
n o se turbe por eso tu imagina-
ción , haz al instante este razo- Si ves á un hombre colma-
namiento , y di : " Ninguno de do de honores , ó elevado á un
»»estos contratiempos me toca, gran poder , ó bien distinguido
M si no antes á este cuerpo vil, á con alguna otra ventaja, no te
»»mi caudal , á mi reputación, dexes deslumhrar de esas vanas
»» á mis hijos ó á mi muger; pe- apariencias, ni digas que es feliz;
» r o por lo que hace á m í , no porque si la perfecta dicha y el
99 hay nada que no me anuncie reposo del espíritu consisten en
» m i felicidad, si yo lo quiero; las cosas que dependen de noso-
[91]
tros , los bienes extraños no de- tienes espera , serás mas fácilmen-
ben hacernos envidiosos ni zelo- te dueño de ti mismo.
sos ; y tú mismo no querrás ser
General de Exército , Senador, XXVII.
ni Cónsul, sino libre. Ahora , so-
lo hay un medio de serlo , y Ten incesantemente delante
éste es el despreciar las cosas que de tus ojos la m u e r t e , el des-
no dependen de nosotros. tierro , y todo lo que espanta á
los hombres; pero sobre todo , la
XXVI. muerte. Por este medio, no ten-
drás pensamiento alguno báxo
N o olvides que la ofensa no y cobarde , y nada desearás con
está , ni en el insulto , ni en los demasiado ardor.
golpes que recibes , sino en tu
opinion. Luego , p u e s , que al- xxvur.
guno exalta tu cólera, sabe que
ese hombre no es quien t e irri- Si t e aplicas al estúdio de la
ta , sino la opinion que has for- sabiduría , espera ser silvado, y
mado de él. P r o c u r a , sobre to- burlado de la multitud , que di-
do , no turbarte con las fantas- rá : " E s t e hombre se hecho
mas de tu imaginación ; porque »»filósofo en ui\ momento ; ¿de
si una vez ganas tiempo , y ob- »> dónde le viene esa frente or-
[ 9 * ] , [93]
y, güilos,a ? " Pero t u , procura no tate , pues , con ser filósofo. Si
desplegar fausto ni fiereza; sino, quieres parecerlo , haz que solo
aplicarte fuertemente á lo que te sea á tus propios ojos, y esto
parezca mejor , y permanecer basta.
quieto en ello , como si fue- xxx.
ra un puesto en que el mismo
N o perturbes tu reposo con
Dios te hubiera colocado. Acuér-
estos vanos razonamientos: " Y o
date , además , de que si sostie-
»»viviré sin honores : 110 harán
nes este carácter con entereza,
» caso alguno de mí." Porque si
los que habían comenzado á bur-
la privación de los honores es un
larse de tí , acabarán por admi-
mal, ya no pende de otro, ni
rarte : en vez de que si los bu-
el hacerte feliz , ni hacerte vi-
fones te hacen mudar de resolu-
cioso. ¿Depende de tí el gozar
ción , les darás un nuevo moti-
del supremo poder , ó ser con-
vo de ridiculizarte*
vidado á un festín ? D e ningún
XXIX.
modo. ¿Pues en dónde está por
eso la ignominia? ¿Cómo no serías
nada en el mundo , tú que debes
Si alguna vez te sucede el
ser alguna cosa, en lo que pende
explayarte con franqueza , que-
de t í , y en aquello que puedes
riendo agradar á alguno , sabe
tamban valer lo que quieras?
que caes de tu estado. Conten-
\
[94] [ 9 5 ]
" P e r o yo no puedo socorrer go fiel y honrado ? Ayudadme
*>á mis amigos." ¿ Q u é quiere mas bien á conservar estas vir-
decir esto ? ¿ Q u é no les fran- tudes , y no pretendáis de mí
quearás tu dinero , ni les obten- cosas que me las hagan perder.
drás el derecho de ciudadanos de " P e r o dirás todavía: yo no
R o m a ? ¿Pero quién ha dicho »> seré útil á mi patria de ningún
que estos bienes dependen de no- »» modo." ¿ Q u é servicios puedes
sotros , y no nos son extraños ? acería ? Verdad es que no la
¿Puede darse á los otros lo que arás pórticos ni baños públicos;
•no se tiene ? Juntad bienes, di- pero ¡qué! Tampoco son los Her-
cen ellos, para que también los reros los que la surten de zapa-
tengamos nosotros. Si yo puedo tos , ni los Zapateros los que for-
enriquecerme conservando el ho- jan las armas. Preciso es que ca-
nor , la buena fé y la magnani- da qual exerza su oficio. Pero
midad , consiento en ello : mués- si das á la patria un ciudadano
trame el camino, y nada dexa- honrado y virtuoso , ¿ no la ha-
ré de hacer para conseguirlo;.pe- rías servicio alguno ? Es cierto
ro si exigís que yo pierda mis que no podrías hacerla otro ma-
verdaderos bienes para adquirir yor , y en tal caso no la serías
los falsos , reflexionad quan in- inútil.
justos y sin razón sois. ¿ Q u é que- ¿Qual será mi clase en el
reis m a s , el dinero , o un arai- pueblo ? preguntas: la que pue-
[9«] [ 9 7 ] '
das obtener conservando costum- D e l mismo modo que aquel que
bres puras é irreprehensibles. jamás va á la puerta de los gran-
P e r a si por servir á t u patria des : que no los acompaña quan-
abandonas esas v i r t u d e s , ¿ d e do salen , y que no los lisongea:
q u é utilidad la servirás, lue- q u e no puede ni debe esperar el
g o que te hayas vuelto u n im- ser tratado tan bien como aquel
púdico y un pérfido ? que diariamente les hace la cor-
te : que se halla siempre al pa-
XXXI. so , y que sin cesar los alaba.
T ú eres injusto é insaciable, si
Si prefieren á otro q u e á tí quieres obtener estos favores sin
en un festín , en una visita ó en comprarlos por su justo precio.
algún consejo , mira bien si estas ¿ Q u a n t o cuestan las lechugas
preferencias son bienes verdade- en el mercado ? Un quarto , por
ros , y felicita á los q u e las han exemplo. Si alguno da este quar-
obtenido; pero si son males, ¿por to , y se las lleva; t ú , q u e n a d a
q u é has de sentir el q u e te ha- ofreces , ¿creerás tener menos que
yan exceptuado de ellos ? Acuér- aquel á quien las vendieron por
date , de que no haciendo nada su dinero? S\ él tiene sus lechu-
para merecer estas distinciones, gas , tú también tienes tu quar-
q u e no dependen de nosotros, to. L o mismo sucede con todos
no tienes derecho alguno á ellas. esos honores. N o te han convi-
Tomo III. G
[9«] [ 9 7 ] '
das obtener conservando costum- D e l mismo modo que aquel que
bres puras é irreprehensibles. jamás va á la puerta de los gran-
P e r a si por servir á t u patria des : que no los acompaña quan-
abandonas esas v i r t u d e s , ¿ d e do salen , y que no los lisongea:
q u é utilidad la servirás, lue- q u e no puede ni debe esperar el
g o que te hayas vuelto u n im- ser tratado tan bien como aquel
púdico y un pérfido ? que diariamente les hace la cor-
te : que se halla siempre al pa-
XXXI. so , y que sin cesar los alaba.
T ú eres injusto é insaciable, si
Si prefieren á otro q u e á tí quieres obtener estos favores sin
en un festín , en una visita ó en comprarlos por su justo precio.
algún consejo , mira bien si estas ¿ Q u a n t o cuestan las lechugas
preferencias son bienes verdade- en el mercado ? Un quarto , por
ros , y felicita á los q u e las han exemplo. Si alguno da este quar-
obtenido; pero si son males, ¿por to , y se las lleva; t ú , q u e n a d a
q u é has de sentir el q u e te ha- ofreces , ¿creerás tener menos que
yan exceptuado de ellos ? Acuér- aquel á quien las vendieron por
date , de que no haciendo nada su dinero? S\ él tiene sus lechu-
para merecer estas distinciones, gas , tú también tienes tu quar-
q u e no dependen de nosotros, to. L o mismo sucede con todos
no tienes derecho alguno á ellas. esos honores. N o te han convi-
Tomo III. G
[98] [99]
dado á un festín; pero tampo- los hombres en lo que no les in-
co has pagado al dueño de él el teresa personalmente. Por exem-
precio á que lo vende: este pre- p l o , quando el esclavo de tu ve-
cio es una adulación , una com- cino há roto un vaso ú otra co-
placencia y una sumisión. Si la sa , no dexas de decirle , que eso
cosa te conviene , págala ; por- es una cosa que sucede muy á me-
que querer obtenerla sin gasto nudo , solo por consolarlo. Mues-
alguno , es ser injusto é insacia- tra , pues, la misma tranquilidad,
ble. Por otra parte , ¿ no tienes si al tuyo le sucede lo mismo.
que substituirle á ese festín ? T ú Apliquemos esta máxima á
tienes ciertamente algo que le es objetos mas serios. Si alguno pier-
preferible, y es, el no haber li- de la muger ó el hijo , no hay
songeado al que no hallabas dig- nadie que no le diga , que esa es
no de ello , y el no haber su- la suerte de la humanidad ; pe-
frido el estár á su puerta aguan- ro si nosotros nos hallamos en el
tando su orgullo y sus desde- mismo caso , nos desesperamos,
nes. y gritamos al instante : " ¡ Ah !
XXXII. » y quan desgraciado s o y ! " En-
tonces era preciso acordarse de
Bien podemos conocer la in- la sangre fria con que oímos el
tención de la naturaleza por los que á otro le habia sucedido el
sentimientos que inspira á todos propio accidente.
Ga
[loo] [IOI]
primero lo que debe preceder,
XXXIII. y lo que debe seguirse á la ac-
ción que proyectas. Si refrenas
Como jamás nos proponemos
tal ó tal cosa para que nos sal-
ga mal : del mismo modo la na-
esta regla , empezarás alegremen-
te tu empresa , porque no ha-
brás previsto sus resultas; pero
/
turaleza del mal no existe en el viendo al fin quanto tiene de ver-
mundo. gonzoso , te llenarás de confu-
xxxiv. sión.
x x x v i.
Si alguno entregara tu cuer-
po á la discreción del primero T ú quisieras lograr la victo-
que llegára , te indignarías sin ria en los juegos olímpicos, y yo
duda ; pero no te avergüenzas de también , por cierto , porque na-
abandonar tu alma , permitiendo da hay mas glorioso. Pero exa-
al primero que llega , y te lle- mina bien antes lo que precede,
na de injurias , que la turbe y y sigue á una empresa semejan-
la aflija á su gusto. te ; y piensa en ella despues de
este examen. Desde luego es pre-
xxxv. ciso que te sujetes á una regla
severa , esto es , no comer sino
Nada hagas sin considerar por necesidad : abstenerte de to-
[103]
da delicadeza : hacer los exerci- gladiatores, que tan presto sue-
cios aunque con disgusto , y á nan la trompeta , y un instante
las horas señaladas en invierno y despues representan tragedias. L o
verano : no beber jamás frió , ni mismo sucederá contigo: tú se-
vino tampoco, á menos que no rás succesivamente atléta , gla-
te lo manden : en una palabra, diator , orador y filósofo; y en
someterte sin reserva al maestro el fondo del alma no serás nada.
de los exercicios, como á un M é - T ú imitarás , como un mono , to-
dico. Despues te será preciso ba- do lo que veas hacer á los otros,
xar á la palestra, y allí, puede y todos los objetos te agradarán
ser te rompas un b r a z o , te dis- á la vez , porque no has e m -
loques un pie , tragues mucho p r e n d i d o nada despues de un
p o l v o , seas aporreado, y des- maduro examen, sino temeraria-
pues de todo esto , correr el ries- mente , y arrastrado de la ligere-
go de ser vencido. za de t u juicio y de tus deseos.
Si has hecho todas estas re- D e este modo, algunas gentes , al
flexiones , sé atléta si tú quieres. ver á un filósofo, ú oyendo de-
Pero sin esta precaución , harás cir á otros : " ¡ Q u é bien habla
lo que los muchachos, q u e , en » E u f r a t e s ! ¡ Q u i é n puede ra-
sus juegos , remedan unos des- ciocinar , y explicarse con mas
pues de otros á los que luchan, >»fuerza y mas sentido ! " F o r -
á los tocadores de flauta, á los man al instante el proyecto de
I 0
C 4]
hacerse sabios ellos mismos. o * ! .
rar toda suerte de humillaciones,
X X X V I I . olvidar la prosecución de los ho-
9
nores, de los empleos en los tribu-
¡ O hombre! considera desde nales ; en una palabra , todos los
luego lo que intentas emprehen- negocios. Considera atentamente
d e r ; examina despues tu n a t u - todo esto , y ve si quieres com-
raleza , para ver si la carga que prar á este precio la tranquilidad
te impones es proporcionada á del alma , la libertad y la cons-
tus fuerzas. Si quieres ser com- tancia : si no , ten cuidado de no
batiente ó luchar , mira antes tus ser á todo momento , como los
brazos y tus muslos, y ensaya muchachos, hoy un filósofo , ma-
la fortaleza de tus ríñones; por- ñana partidario, seguidamente
que no hemos nacido todos pa- rector, y despues Intendente del
ra las mismas cosas. ¿Piensas que Príncipe. Estas cosas no concuer-
abrazando la profesion de filóso- dan. Es menester resolverte á no
fo podrás comer , beber , y vivir ser sino un solo hombre , bueno
con la delicadeza que lo hadas? ó malo. Es preciso que cultives
Es necesario velar , trabajar , se- tu entendimiento, perfecciones tu
pararse de los parientes y ami- razón , ó te ocupes únicamente
gos , y sufrir los desprecios de de tu cuerpo. Es indispensable
una esclavitud : es preciso espe- que trabajes para adquirir los
bienes interiores ó exteriores; es
\
[.o6] C i o
7 ]
decir, que es preciso sostengas exige de tí. En efecto, nadie
el carácter de filósofo, ó el de puede ofenderte como tú no
un hombre ordinario. quieras; y no serás herido ver-
daderamente , sino quando pien-
XXXVIII. ses que lo estás. Sigue esta re-
gla : ten siempre delante de los
Todos los deberes se miden ojos las relaciones mutuas esta-
generalmente por las relaciones blecidas entre los hombres , y
que unen á todos los hombres conocerás fácilmente los deberes
entre sí. ¿Es tu padre? pues de- de un vecino , de un ciudadano,
bes cuidarle , cederle en todo, y de un General.
sufrir sus reprimendas y sus ma-
los tratamientos. ¡Pero este pa- xxxix.
dre , es malo ! ¿ Q u é importa ?
¿ T e habia ligado la naturaleza Sabe que el principal fun-
necesariamente á un buen padre? damento de la religión es el te-
N o : pero á un padre , sí. Si tu ner ideas sanas y razonables de
hermano te ha hecho una injus- los dioses; el creer que existen
ticia , cumple tus deberes con y gobiernan el mundo con tanta
él , y no pienses en lo que ha justicia como sabiduría; el per-
hecho, sino en lo que debes ha- suadirse á que debes obedecer-
cer , y en lo que la naturaleza los , y someterte sin murmurar
^ v [ 108 ] 0 9 ] . , ,
á los accidentes q u e ocurran, co- pira á todos los animales la se-
mo producidos por una inteli- paración y el aborrecimiento á
gencia infinitamente sabia. C o n lo que le parece dañoso ^ y en
esta opinion de los dioses , ja- general á todas las causas malé-
más podrás quejarte de ellos, ni ficas ; y el mismo instinto los
acusarlos de indolentes hácia tí. lleva , por el contrario, hácia
Pero solo hay un medio de aquello que les es ú t i l , y tam-
llegar á este punto , y es el re- bién á amar las causas de sus
nunciar todas las cosas , sobre las sensaciones agradables. Es impo-
quales no tienes poder alguno, sible al que cree haber recibido
y no colocar tu felicidad ó t u algún daño , el mirar á su autor
desgracia sino en lo que está en con gusto ; porque no puede uno
t u mano ; porque si tomas por un alegrarse del mal que experi-
bien ó por un mal algunas co- menta : tal es el motivo de las
sas extrañas , es preciso necesa- reconvenciones que un hijo hace
riamente , que al verte burlado á su padre quando éste le nie-
en lo que deseas, ó afligido de ga lo que pasa por bueno ; y
los males que temes, vengan á de aquí provino la guerra cruel
serte los autores de tus infortu- de Eteoclo y Polinice , que se
nios , el objeto de t u aversión y degollaron por haber mirado el
de tus quejas. uno y otro el trono como un
En efecto , la naturaleza ins- gran bien ; y de aquí , en fin,
["<0 [ n i ]
se han originado tantas murmu-
X L.
raciones contra la providencia de
parte del Labrador , del Piloto,
del Mercader , y del esposo que Quando vas á consultar el
acaba de perder á su esposa o d oráculo , ignoras lo que debe su-
sus hijos; porque la devocion ha- ceder , y vas á saberlo. Pero si
cia los dioses, se mide por el fueras filósofo , sabrías sin su so-
bien que hacen; y así, todo hom- corro qual sería el suceso: si es
bre que cuida de arreglar sus de- una de aquellas cosas que no es-
seos y sus aversiones , según las tán en nuestro poder , no puede
máximas prescritas , trabaja al ser para t í , ni un bien, ni un mal.
mismo tiempo ert hacerse piadoso. N o lleves , pues , ni manifiestes
En quanto á las libaciones, tampoco al adivino , ni repugnan-
á los sacrificios y á las primi- cia , ni deseo ; porque entonces te
cias que se acostumbra ofrecer á llegarías á él temblando : persuá-
los dioses , cada uno debe seguir dete por el contrario á que quan-
sobre este punto la costumbre de to pueda suceder es indiferente,
su país , y presentarlas con pu- que no te toca , y que sea de la
reza , sin hipocresía, sin negligen- naturaleza que fuere , en tu ma-
cia , sin avaricia ; pero también, no estará el hacer de ello un buen
sin suntuosidad que exceda sus u s o , sin que nadie pueda estor-
propios medios. vartelo. Presentate, pues, con con-
fianza delante de los dioses, co- [ T I
3 3
mo si fueras á pedirles consejo. trañas de las víctimas alguna co-
Luego que hayan hablado , ó sa funesta, cierto es que esta
pronunciado sus oráculos, piensa señal te anunciaría , ó la muerte,
en la dignidad de aquellos que la pérdida de algún miembro , ó
acabas de tomar por guias , y el destierro ; pero la recta razón,
cuya autoridad despreciarás si no de acuerdo con los dioses, no
los obedeces. dexaría de prescribirte el sacrifi-
car tus dias para salvar tu patria
N o obstante, no vayas á con-
ó tu amigo. Cree entonces á un
sultar el adivino, sino según las
adivino mas ilustrado; éste es
advertencias de Sócrates; esto es:
Apolo Piciano , que arrojó de su
sobre las cosas que no pueden con-
templo al que vió degollar á su
geturarse ni preveerse , ni con
amigo sin socorrerlo.
la razón , ni con las reglas de
ningún arte. Si se trata , por
x l i.
exemplo , de exponerte al peli-
gro para defender al amigo ó á
Prescribete desde a h o r a u n a
la patria , es inútil preguntar al
regla cierta , y u n Carácter cons-
oráculo, qual sea el partido que
tante que te sirva de ley, y de la
debas tomar en semejantes cir-
qual no te apartes jamás , sea en
cunstancias ; porque si el adivino
medio de la sociedad , ó sea quan-
te declarára que leía en las en-
do estés solo contigo mismo.
Jomo III. H
O s ]
xtur,
Calla con freqüencia ; no di-
Si está en tu mano , procura
gas sino las cosas necesarias , y
hacer con tus discursos que la
siempre en pocas palabras. N o -
conversación de tus amigos re-
sotros hablaríamos rara vez, si
cayga siempre sobre qüestiones
no hablásemos sino quando los
útiles y convenientes; y si estás,
tiempos y las circunstancias lo
ó te hallas con extrangeros é in-
exigiesen. N o nos ocupariamos
diferentes , calla,
jamás en cosas frivolas ; no ha-
blaríamos , ni de combates de gla-
diatores , ni de juegos del cír- x x i v ,
Ha
[".73
x l v i .
to lo exige la simple necesidad;
y pon límites á todo lo que no
Evita el comer fuera de tu sirve sino de ostentación y re-
casa; y huye sobre todo de los galo.
x l v i i i .
públicos festines. Si absolutamen- \