Epicteto-Manual de Vida

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 40

.[68],.

polis, en Frigia , hácia el fin del


reynado de N e r ó n , murió de
edad muy abalizada, desterrado
en Nicópolis; y según la opi- MANUAL
nion mas probable , algunos años
antes de la muerte de Adriano. DE EPICTETO.

T o d o lo que hay en la natura-


leza , ó depende de nosotros, ó
no depende. L o que depende de
nosotros son nuestras opiniones,
nuestras inclinaciones , nuestros
deseos , nuestras repugnancias;
en una palabra, todas nuestras
acciones : lo que no depende son
los cuerpos , los bienes , la re-
putación , las dignidades; en fin,
todo aquello que no es obra nues-
tra.

E 3
[71]
mente tuyo , y por ageno lo que
II.
á otro pertenece , no experimen-
tarás jamás embarazo , ni obstá-
Las cosas que dependen de culo en tus acciones: no acu-
nosotros son libres por su natu- sarás ni vituperarás á nadie : na-
raleza : nada puede forzarlas, ni da harás contra tu gusto : nadie
servirlas de obstáculo : las que podrá ofenderte : no tendrás ene-
no dependen , son débiles, escla- migos ; y nada desagradable te
vas , inciertas y extrangeras. sucederá.
1 v.
I I I .
:
• - - •••-i . ' Si aspiras en efecto á un fin
Acuerdate, pues , que si tan noble , acuerdate , de que
crees libre lo que es dependien- para conseguirlo, no debe desear-
te por su naturaleza : sí miras se débilmente; sino que debes
lo que no está en tu poder co- renunciar enteramente ciertas co-
mo una cosa que te sea propia, sas : abstenerte por algún tiempo
encontrarás obstáculos á cada pa- de algunas otras; y sobre todo,
so : te verás afligido , turbado: velar sobre tí mismo : porque si
acusarás á los dioses y á los hom- con los verdaderos bienes bus-
bres : en vez que si tomas sola- cas aún las riquezas y las dig-
mente por tuyo lo que es real- nidades , no obtendrás siquiera
E4
„'. O ]
estas ultimas ventajas, porque has
deseado las otras; y perderás cier- vi.
tamente aquellos bienes, que so-
los pueden hacerte libre y di- Acuerdate de que el fin de
choso. todo deséo , es el de obtener lo
v. qué se apetece , así como el fin
de toda aversión, es el de evitar
Así, p u e s , á la vista de al- lo que la causa; y que el hom-
gún accidente desagradable , di bre es igualmente desgraciado,
al instante : tú no eres mas que sea que el suceso realice sus te-
una imaginación, y de ningún mores , sea que no correspon-
modo lo que pareces. Sirvete des- da á sus deseos. Si tu aversión,
pues , para determinar su medi- pues, 110 recae sino sobre cosas
da de las reglas que has apren- que están en tu poder , jamás
dido , sobre t o d o , de la prime- experimentarás los males que te-
ra : examina si esta desgracia es mes ; pero si temes la enferme-
del número de aquellas cosas que dad , la pobreza ó la muerte,
están ó no están en nuestro po- siempre serás miserable. Tranqui-
der; porque si es de la natura- lo sobre todo lo que no está en
leza de las que no dependen de tu mano , teme únicamente las
nosotros, di atrevidamente enton- cosas que te están sometidas: cer-
ces , que ella no te toca. cena desde luego todos tus de-
[ 7 4 ]
seos ; porque sí no tienen por í
amas á tu hijo 6 á t u muger,
objeto lo que está en tu ma- acuerdate de que son mortales;
no , tus esperanzas quedarán ne- y si la muerte te los arrebata, no
cesariamente frustradas. En quan- te alterarás.
to á las cosas mismas que depen- VIII.
den de t í , tú no te hallas toda-
vía en estado de conocer las que Antes de executar , piensa lo
es bien visto desear : conténtate que . vas á hacer. Si vas al ba-
solamente con no buscar nada, ño , representate lo que en él pa-
ni huir nada , sino con modera- sa ordinariamente : allí se arro-
ción , con discreción y con re- jan agua , se arrempujan , se di-
serva. cen injurias , y se roba. T ú te
VII. presentarás en él con mas segu-
ridad , si te dices: tc Y o quiero
Examina con atención la qua- » bañarme ; pero quiero también
Kdad de cada una de las cosas que »> conservar mi independencia ,
contribuyen á tus placeres, que » aguantando todo lo que me im-
sirven^ para tus necesidades , ó » p o n e la naturaleza." Observa
que tú amas; y comienza por esta máxima en todas tus em-
las mas viles. Si quieres una olla, presas : por este medio , si al-
di que quieres una olla; porque gún obstáculo te impide el ba-
si se-rompe, no te turbarás. Si ñarte , te dirás al punto t " Y o
. [76] , [77]
»»no quena bañarme solamente, Acusar a los otros de las pro-
»»queria también conservar mi pias desgracias, es el hecho de
»libertad y mi carácter ; y no un ignorante : hacerlas caer so-
» l a conservaré si no sé sufrir bre sí , es empezar á instruirse:
»»con paciencia las insolencias no acusar á los otros, ni á sí mis-
« q u e aqui se cometen." mo , es ser sabio.

IX. x.
'i ••*í3.C;:,r1 •,•.•-> .-.... ¿'j
N o son las cosas las que tur- Jamás te ensoberbezcas con
ban á los hombres , sino la opi- ninguna ventaja que no es tuya.
nion que de ellas forman. La Si un. caballo dixera , alabando-
muerte , por exemplo, no es un se , yo soy hermoso, se le po-
»nal y si lo fuera , habria pare- dría sufrir ; pero t ú , quando te
cido tal á Sócrates. La opinion glorías de tener un hermoso ca-
que se forma de la muerte , es la ballo, sabe que de esto te jac-
Sue hace tan espantosa. Lue- tas. Ahora , ¿ qué hay en esto
go ,-pues , q u e nos hallamos im- que te pertenezca ? El uso solo
pedidos. ó turbados , no acusa- de tu imaginación. Por lo qual,
mos de ello sino á nosotros mis- si sabes arreglarla conforme á la
mos ; esto es , á nuestras pre- naturaleza , entonces podrás glo-
ocupaciones. riarte ; porque á lo menos, te
[78]
aplaudirás del bien , que es ver- C' 79 3
daderamente tuyo. una muger ó un nino , puedes
aceptarlos; pero si el patrón t e
x i. llama , corre prontamente , y
abandónalo todo sin mirar atrás.
Así como en un viage de mar, Si eres viejo , no te alejes de-
si el barco arriba á un P u e r t o ' masiado del barco , no sea q u e
t ú puedes baxar á tierra para ha- no puedas alcanzarlo ya , quan-
cer agua , y puedes también re- do el patrón te llame,
coger algunas plantas y maris-
XII.
cos que se encuentran en la ru-
ta ; pero pensando siempre en tu
N o pidas que los sucesos se
b a r c o , volviendo á él á menudo
arreglen á tus deseos ; sino, con-
la cabeza para estar pronto quan-
forma tus deseos á los sucesos:
do el patrón te llame , y á la
éste es el medio de ser dichoso.
m e n o r señal arrojar quanto has
recogido , no sea que éste te ha-
XIII.
ga atar y meter en el fondo de
la embarcación , como á las bes-
tias : del mismo modo en el via- L a enfermedad es un obstá-
ge de la vida , si en vez de un culo para el c u e r p o ; pero no
marisco ó de una seta , te se da para la voluntad , á menos que
ésta no consienta en ello : t ú
. [8o] [ S i ]
eres cojo : ve ahí un obstáculo tomas este hábito , las fantasmas
para tu pie ; pero tu espíritu no de tu imaginación no tendrán y a
dexa por eso de estar libre. Si imperio alguno sobre tí.
haces el mismo raciocinio sobre
todos los demás accidentes de la xv.
v i d a , hallarás que siempre son
un obstáculo para alguna otra co- N o digas jamás , sobre cosa
sa , y no para tí. a l g u n a , y o he perdido aquelloj
• sino d i , yo lo he vuelto. Si mu-
XIV. rió tu h i j o , tú lo has vuelto:
i
si tu muger ha muerto , tú la
A cada impresión que reci- has vuelto : si tus campos te han
bas de los objetos exteriores, en- sido arrebatados , ¿no es una res-
tra en tí mismo , y busca la fa- titución que tú has hecho? P e -
cultad que para resistirlos te ha ro es un malvado quien te ar-
dado la naturaleza. Si ves u n rojó de ellos. ¡ E h ! ¿ q u é te im-
hermoso joven, ó una jóvén be- porta , que aquel que te lo dio
lla , encontrarás en tí la conti- te lo vuelva á pedir? Mientras
nencia para defenderte de la se- que te lo dexa gozar , usa de él
ducción : contra la pena ó el tra- como de un bien a g e n o , y como
bajo , hallarás el valor ; y con- el viajante usa de una Hostería.
tra las injurias, la paciencia. Si
Tomo III. F
[83]
llamas á tu esclavo, piensa que
XVI.
puede no oírte ; ó , despues de
haberte oído, no hacer nada de
Si quieres hacer progresos
lo que le has mandado. D e es-
en la virtud , dexa á un lado
te m o d o , tu esclavo no será me-
estos razonamientos : " S i descui-
jor ; pero tú ganarás en ello in-
» do mis negocios, no tendré de
finito , pues le impedirás el que
t> qué vivir ; si no corrijo á mi
turbe tu alma á su gusto.
» esclavo, se hará m a l o p o r q u e
es mejor morir de hambre, exén- XVII.
to de temor y pesadumbre, que
vivir en la abundancia con con- Si quieres hacer progresos en
tinuos terrores; y vale mas tam- la virtud , ten bastante espíritu
bién que tu esclavo sea malo, para pasar por necio é insensato,
que no que tú seas infeliz : em- haciendo ver lo poco que te im-
pieza , pues, á exercitarte en las portan los bienes exteriores. N o
mas pequeñas cosas. Si te han intentes pasar por sabio: si te mi-
derramado el aceyte, ó robado el ran como un personage , descon-
vino, di: " A este precio se com- fia de tí mismo. Sabe que es di-
>» pra la tranquilidad; y á este fícil el conservar una voluntad
»> precio se vende la constancia: conforme á la recta razón, y ocu-
» p o r nada, nada se tiene." Si parse al mismo tiempo en las co-
Fa
[85]
síis exteriores ; porque es preci-
que queremos, y de que haga-
so , que el que se aplica á la una,
mos por fuerza lo que nos re-
descuide la otra.
pugna. ¿Quieres ser libre? pues
ni busques, ni huyas nada de lo
XVIII.
que á otros pertenece : si no, se-
rás necesariamente esclavo.
- ¿ Si deseas que tus hijos, t u
muger y tus amigos vivan eter- x x.
namente , eres un loco; porque
es querer , que las cosas que no Acuerdate de portante en la
dependen de t í , dependan, y que vida como en.un festin. Si alar-
te pertenezca lo que es de otro. gan un plato hacia tí , extiende
D e l mismo modo serás un loco, la mano, y tómalo modestamen-
si pretendes que tu esclavo no te : si lo alejan , no lo retengas:
cometa jamás faltas; porque es- si no viene por tu lado , no ha-
to es querer , que el vicio no lo gas conocer de lejos que lo de-
sea , sino que sea otra cosa. seas ; sino espera con paciencia
que lo arrimen. Usa de la misma
XIX. moderación con tu muger y tus
hijos , con los honores y las ri-
Nuestro dueño es aquel que quezas , y serás digno' entonces
tiene el poder de arrebatarnos lo de ser admitido en la mesa de
F3
C 8 6
] . [87]
los Dioses. Y si pudiendo gozar » gracia no es la que aflige á es-
de estos bienes , los desechas y »»te h o m b r e , supuesto que ella
desprecias; entonces, no solo se- »> no mueve á otro ; luego es la
rás convidado de los Dioses, si- »opinion que él tiene de ella
no que partirás con ellos el so- »> la q u e le aflige." Haz segui^-
berano poder. Por este medio, damente todos tus esfuerzos pa-
Diógenes , Heráclito y sus seme- ra curarle de sus preocupaciones
jantes , fueron justamente llama- con razones sólidas; y también,
dos hombres divinos , y lo fueron si es necesario , no dexes de llo-
en efecto, rar con él. Pero ten cuidado q u e
XXI. t u compasion no pase á tu al-
ma , y que este dolor simulado
Si ves á alguno afligido, y no se vuelva real.
llorando la pérdida de su fortu-
na , la m u e r t e , ó la ausencia de XXII.
su hijo , ten cuidado de que no
t e engañe tu imaginación , y va- T e n presente que estás en el
yas á creer , que este hombre es m u n d o , como en un teatro, para
desgraciado por la- privación de representar en él el papel q u e
estos bienes exteriores : entra al el dueño te señale. Q u e sea cor-
instante dentro de tí mismo , y to ó sea largo , poco importa. Si
haz esta distinción : v Esta des- aquel quiere que hagas el de po-
F 4
[88]
b r e , procura representar bien es- 9i porque sean ios que fueren los
t e personage. Haz lo mismo , sea »»sucesos , en mí está el sacar de
el que fuere el que te encargue, »> ellos un gran partido."
y a de un cojo , ya de un Prín-
cipe , ó de un simple particular; XXIV.
porque á tí toca desempeñar bien
e l papel que te se d a , y á otro el ¿Quieres ser invencible? pues
escogerlo. no te expongas jamás á un com-
XXIII. bate , en el qual no veas que has
de lograr la victoria.
Si el graznido de un Cuer-
v o presagia algunas desgracias, xxv.
n o se turbe por eso tu imagina-
ción , haz al instante este razo- Si ves á un hombre colma-
namiento , y di : " Ninguno de do de honores , ó elevado á un
»»estos contratiempos me toca, gran poder , ó bien distinguido
M si no antes á este cuerpo vil, á con alguna otra ventaja, no te
»»mi caudal , á mi reputación, dexes deslumhrar de esas vanas
»» á mis hijos ó á mi muger; pe- apariencias, ni digas que es feliz;
» r o por lo que hace á m í , no porque si la perfecta dicha y el
99 hay nada que no me anuncie reposo del espíritu consisten en
» m i felicidad, si yo lo quiero; las cosas que dependen de noso-
[91]
tros , los bienes extraños no de- tienes espera , serás mas fácilmen-
ben hacernos envidiosos ni zelo- te dueño de ti mismo.
sos ; y tú mismo no querrás ser
General de Exército , Senador, XXVII.
ni Cónsul, sino libre. Ahora , so-
lo hay un medio de serlo , y Ten incesantemente delante
éste es el despreciar las cosas que de tus ojos la m u e r t e , el des-
no dependen de nosotros. tierro , y todo lo que espanta á
los hombres; pero sobre todo , la
XXVI. muerte. Por este medio, no ten-
drás pensamiento alguno báxo
N o olvides que la ofensa no y cobarde , y nada desearás con
está , ni en el insulto , ni en los demasiado ardor.
golpes que recibes , sino en tu
opinion. Luego , p u e s , que al- xxvur.
guno exalta tu cólera, sabe que
ese hombre no es quien t e irri- Si t e aplicas al estúdio de la
ta , sino la opinion que has for- sabiduría , espera ser silvado, y
mado de él. P r o c u r a , sobre to- burlado de la multitud , que di-
do , no turbarte con las fantas- rá : " E s t e hombre se hecho
mas de tu imaginación ; porque »»filósofo en ui\ momento ; ¿de
si una vez ganas tiempo , y ob- »> dónde le viene esa frente or-
[ 9 * ] , [93]
y, güilos,a ? " Pero t u , procura no tate , pues , con ser filósofo. Si
desplegar fausto ni fiereza; sino, quieres parecerlo , haz que solo
aplicarte fuertemente á lo que te sea á tus propios ojos, y esto
parezca mejor , y permanecer basta.
quieto en ello , como si fue- xxx.
ra un puesto en que el mismo
N o perturbes tu reposo con
Dios te hubiera colocado. Acuér-
estos vanos razonamientos: " Y o
date , además , de que si sostie-
»»viviré sin honores : 110 harán
nes este carácter con entereza,
» caso alguno de mí." Porque si
los que habían comenzado á bur-
la privación de los honores es un
larse de tí , acabarán por admi-
mal, ya no pende de otro, ni
rarte : en vez de que si los bu-
el hacerte feliz , ni hacerte vi-
fones te hacen mudar de resolu-
cioso. ¿Depende de tí el gozar
ción , les darás un nuevo moti-
del supremo poder , ó ser con-
vo de ridiculizarte*
vidado á un festín ? D e ningún
XXIX.
modo. ¿Pues en dónde está por
eso la ignominia? ¿Cómo no serías
nada en el mundo , tú que debes
Si alguna vez te sucede el
ser alguna cosa, en lo que pende
explayarte con franqueza , que-
de t í , y en aquello que puedes
riendo agradar á alguno , sabe
tamban valer lo que quieras?
que caes de tu estado. Conten-

\
[94] [ 9 5 ]
" P e r o yo no puedo socorrer go fiel y honrado ? Ayudadme
*>á mis amigos." ¿ Q u é quiere mas bien á conservar estas vir-
decir esto ? ¿ Q u é no les fran- tudes , y no pretendáis de mí
quearás tu dinero , ni les obten- cosas que me las hagan perder.
drás el derecho de ciudadanos de " P e r o dirás todavía: yo no
R o m a ? ¿Pero quién ha dicho »> seré útil á mi patria de ningún
que estos bienes dependen de no- »» modo." ¿ Q u é servicios puedes
sotros , y no nos son extraños ? acería ? Verdad es que no la
¿Puede darse á los otros lo que arás pórticos ni baños públicos;
•no se tiene ? Juntad bienes, di- pero ¡qué! Tampoco son los Her-
cen ellos, para que también los reros los que la surten de zapa-
tengamos nosotros. Si yo puedo tos , ni los Zapateros los que for-
enriquecerme conservando el ho- jan las armas. Preciso es que ca-
nor , la buena fé y la magnani- da qual exerza su oficio. Pero
midad , consiento en ello : mués- si das á la patria un ciudadano
trame el camino, y nada dexa- honrado y virtuoso , ¿ no la ha-
ré de hacer para conseguirlo;.pe- rías servicio alguno ? Es cierto
ro si exigís que yo pierda mis que no podrías hacerla otro ma-
verdaderos bienes para adquirir yor , y en tal caso no la serías
los falsos , reflexionad quan in- inútil.
justos y sin razón sois. ¿ Q u é que- ¿Qual será mi clase en el
reis m a s , el dinero , o un arai- pueblo ? preguntas: la que pue-
[9«] [ 9 7 ] '
das obtener conservando costum- D e l mismo modo que aquel que
bres puras é irreprehensibles. jamás va á la puerta de los gran-
P e r a si por servir á t u patria des : que no los acompaña quan-
abandonas esas v i r t u d e s , ¿ d e do salen , y que no los lisongea:
q u é utilidad la servirás, lue- q u e no puede ni debe esperar el
g o que te hayas vuelto u n im- ser tratado tan bien como aquel
púdico y un pérfido ? que diariamente les hace la cor-
te : que se halla siempre al pa-
XXXI. so , y que sin cesar los alaba.
T ú eres injusto é insaciable, si
Si prefieren á otro q u e á tí quieres obtener estos favores sin
en un festín , en una visita ó en comprarlos por su justo precio.
algún consejo , mira bien si estas ¿ Q u a n t o cuestan las lechugas
preferencias son bienes verdade- en el mercado ? Un quarto , por
ros , y felicita á los q u e las han exemplo. Si alguno da este quar-
obtenido; pero si son males, ¿por to , y se las lleva; t ú , q u e n a d a
q u é has de sentir el q u e te ha- ofreces , ¿creerás tener menos que
yan exceptuado de ellos ? Acuér- aquel á quien las vendieron por
date , de que no haciendo nada su dinero? S\ él tiene sus lechu-
para merecer estas distinciones, gas , tú también tienes tu quar-
q u e no dependen de nosotros, to. L o mismo sucede con todos
no tienes derecho alguno á ellas. esos honores. N o te han convi-
Tomo III. G
[9«] [ 9 7 ] '
das obtener conservando costum- D e l mismo modo que aquel que
bres puras é irreprehensibles. jamás va á la puerta de los gran-
P e r a si por servir á t u patria des : que no los acompaña quan-
abandonas esas v i r t u d e s , ¿ d e do salen , y que no los lisongea:
q u é utilidad la servirás, lue- q u e no puede ni debe esperar el
g o que te hayas vuelto u n im- ser tratado tan bien como aquel
púdico y un pérfido ? que diariamente les hace la cor-
te : que se halla siempre al pa-
XXXI. so , y que sin cesar los alaba.
T ú eres injusto é insaciable, si
Si prefieren á otro q u e á tí quieres obtener estos favores sin
en un festín , en una visita ó en comprarlos por su justo precio.
algún consejo , mira bien si estas ¿ Q u a n t o cuestan las lechugas
preferencias son bienes verdade- en el mercado ? Un quarto , por
ros , y felicita á los q u e las han exemplo. Si alguno da este quar-
obtenido; pero si son males, ¿por to , y se las lleva; t ú , q u e n a d a
q u é has de sentir el q u e te ha- ofreces , ¿creerás tener menos que
yan exceptuado de ellos ? Acuér- aquel á quien las vendieron por
date , de que no haciendo nada su dinero? S\ él tiene sus lechu-
para merecer estas distinciones, gas , tú también tienes tu quar-
q u e no dependen de nosotros, to. L o mismo sucede con todos
no tienes derecho alguno á ellas. esos honores. N o te han convi-
Tomo III. G
[98] [99]
dado á un festín; pero tampo- los hombres en lo que no les in-
co has pagado al dueño de él el teresa personalmente. Por exem-
precio á que lo vende: este pre- p l o , quando el esclavo de tu ve-
cio es una adulación , una com- cino há roto un vaso ú otra co-
placencia y una sumisión. Si la sa , no dexas de decirle , que eso
cosa te conviene , págala ; por- es una cosa que sucede muy á me-
que querer obtenerla sin gasto nudo , solo por consolarlo. Mues-
alguno , es ser injusto é insacia- tra , pues, la misma tranquilidad,
ble. Por otra parte , ¿ no tienes si al tuyo le sucede lo mismo.
que substituirle á ese festín ? T ú Apliquemos esta máxima á
tienes ciertamente algo que le es objetos mas serios. Si alguno pier-
preferible, y es, el no haber li- de la muger ó el hijo , no hay
songeado al que no hallabas dig- nadie que no le diga , que esa es
no de ello , y el no haber su- la suerte de la humanidad ; pe-
frido el estár á su puerta aguan- ro si nosotros nos hallamos en el
tando su orgullo y sus desde- mismo caso , nos desesperamos,
nes. y gritamos al instante : " ¡ Ah !
XXXII. » y quan desgraciado s o y ! " En-
tonces era preciso acordarse de
Bien podemos conocer la in- la sangre fria con que oímos el
tención de la naturaleza por los que á otro le habia sucedido el
sentimientos que inspira á todos propio accidente.
Ga
[loo] [IOI]
primero lo que debe preceder,
XXXIII. y lo que debe seguirse á la ac-
ción que proyectas. Si refrenas
Como jamás nos proponemos
tal ó tal cosa para que nos sal-
ga mal : del mismo modo la na-
esta regla , empezarás alegremen-
te tu empresa , porque no ha-
brás previsto sus resultas; pero
/
turaleza del mal no existe en el viendo al fin quanto tiene de ver-
mundo. gonzoso , te llenarás de confu-
xxxiv. sión.
x x x v i.
Si alguno entregara tu cuer-
po á la discreción del primero T ú quisieras lograr la victo-
que llegára , te indignarías sin ria en los juegos olímpicos, y yo
duda ; pero no te avergüenzas de también , por cierto , porque na-
abandonar tu alma , permitiendo da hay mas glorioso. Pero exa-
al primero que llega , y te lle- mina bien antes lo que precede,
na de injurias , que la turbe y y sigue á una empresa semejan-
la aflija á su gusto. te ; y piensa en ella despues de
este examen. Desde luego es pre-
xxxv. ciso que te sujetes á una regla
severa , esto es , no comer sino
Nada hagas sin considerar por necesidad : abstenerte de to-
[103]
da delicadeza : hacer los exerci- gladiatores, que tan presto sue-
cios aunque con disgusto , y á nan la trompeta , y un instante
las horas señaladas en invierno y despues representan tragedias. L o
verano : no beber jamás frió , ni mismo sucederá contigo: tú se-
vino tampoco, á menos que no rás succesivamente atléta , gla-
te lo manden : en una palabra, diator , orador y filósofo; y en
someterte sin reserva al maestro el fondo del alma no serás nada.
de los exercicios, como á un M é - T ú imitarás , como un mono , to-
dico. Despues te será preciso ba- do lo que veas hacer á los otros,
xar á la palestra, y allí, puede y todos los objetos te agradarán
ser te rompas un b r a z o , te dis- á la vez , porque no has e m -
loques un pie , tragues mucho p r e n d i d o nada despues de un
p o l v o , seas aporreado, y des- maduro examen, sino temeraria-
pues de todo esto , correr el ries- mente , y arrastrado de la ligere-
go de ser vencido. za de t u juicio y de tus deseos.
Si has hecho todas estas re- D e este modo, algunas gentes , al
flexiones , sé atléta si tú quieres. ver á un filósofo, ú oyendo de-
Pero sin esta precaución , harás cir á otros : " ¡ Q u é bien habla
lo que los muchachos, q u e , en » E u f r a t e s ! ¡ Q u i é n puede ra-
sus juegos , remedan unos des- ciocinar , y explicarse con mas
pues de otros á los que luchan, >»fuerza y mas sentido ! " F o r -
á los tocadores de flauta, á los man al instante el proyecto de
I 0
C 4]
hacerse sabios ellos mismos. o * ! .
rar toda suerte de humillaciones,
X X X V I I . olvidar la prosecución de los ho-
9
nores, de los empleos en los tribu-
¡ O hombre! considera desde nales ; en una palabra , todos los
luego lo que intentas emprehen- negocios. Considera atentamente
d e r ; examina despues tu n a t u - todo esto , y ve si quieres com-
raleza , para ver si la carga que prar á este precio la tranquilidad
te impones es proporcionada á del alma , la libertad y la cons-
tus fuerzas. Si quieres ser com- tancia : si no , ten cuidado de no
batiente ó luchar , mira antes tus ser á todo momento , como los
brazos y tus muslos, y ensaya muchachos, hoy un filósofo , ma-
la fortaleza de tus ríñones; por- ñana partidario, seguidamente
que no hemos nacido todos pa- rector, y despues Intendente del
ra las mismas cosas. ¿Piensas que Príncipe. Estas cosas no concuer-
abrazando la profesion de filóso- dan. Es menester resolverte á no
fo podrás comer , beber , y vivir ser sino un solo hombre , bueno
con la delicadeza que lo hadas? ó malo. Es preciso que cultives
Es necesario velar , trabajar , se- tu entendimiento, perfecciones tu
pararse de los parientes y ami- razón , ó te ocupes únicamente
gos , y sufrir los desprecios de de tu cuerpo. Es indispensable
una esclavitud : es preciso espe- que trabajes para adquirir los
bienes interiores ó exteriores; es
\
[.o6] C i o
7 ]
decir, que es preciso sostengas exige de tí. En efecto, nadie
el carácter de filósofo, ó el de puede ofenderte como tú no
un hombre ordinario. quieras; y no serás herido ver-
daderamente , sino quando pien-
XXXVIII. ses que lo estás. Sigue esta re-
gla : ten siempre delante de los
Todos los deberes se miden ojos las relaciones mutuas esta-
generalmente por las relaciones blecidas entre los hombres , y
que unen á todos los hombres conocerás fácilmente los deberes
entre sí. ¿Es tu padre? pues de- de un vecino , de un ciudadano,
bes cuidarle , cederle en todo, y de un General.
sufrir sus reprimendas y sus ma-
los tratamientos. ¡Pero este pa- xxxix.
dre , es malo ! ¿ Q u é importa ?
¿ T e habia ligado la naturaleza Sabe que el principal fun-
necesariamente á un buen padre? damento de la religión es el te-
N o : pero á un padre , sí. Si tu ner ideas sanas y razonables de
hermano te ha hecho una injus- los dioses; el creer que existen
ticia , cumple tus deberes con y gobiernan el mundo con tanta
él , y no pienses en lo que ha justicia como sabiduría; el per-
hecho, sino en lo que debes ha- suadirse á que debes obedecer-
cer , y en lo que la naturaleza los , y someterte sin murmurar
^ v [ 108 ] 0 9 ] . , ,
á los accidentes q u e ocurran, co- pira á todos los animales la se-
mo producidos por una inteli- paración y el aborrecimiento á
gencia infinitamente sabia. C o n lo que le parece dañoso ^ y en
esta opinion de los dioses , ja- general á todas las causas malé-
más podrás quejarte de ellos, ni ficas ; y el mismo instinto los
acusarlos de indolentes hácia tí. lleva , por el contrario, hácia
Pero solo hay un medio de aquello que les es ú t i l , y tam-
llegar á este punto , y es el re- bién á amar las causas de sus
nunciar todas las cosas , sobre las sensaciones agradables. Es impo-
quales no tienes poder alguno, sible al que cree haber recibido
y no colocar tu felicidad ó t u algún daño , el mirar á su autor
desgracia sino en lo que está en con gusto ; porque no puede uno
t u mano ; porque si tomas por un alegrarse del mal que experi-
bien ó por un mal algunas co- menta : tal es el motivo de las
sas extrañas , es preciso necesa- reconvenciones que un hijo hace
riamente , que al verte burlado á su padre quando éste le nie-
en lo que deseas, ó afligido de ga lo que pasa por bueno ; y
los males que temes, vengan á de aquí provino la guerra cruel
serte los autores de tus infortu- de Eteoclo y Polinice , que se
nios , el objeto de t u aversión y degollaron por haber mirado el
de tus quejas. uno y otro el trono como un
En efecto , la naturaleza ins- gran bien ; y de aquí , en fin,
["<0 [ n i ]
se han originado tantas murmu-
X L.
raciones contra la providencia de
parte del Labrador , del Piloto,
del Mercader , y del esposo que Quando vas á consultar el
acaba de perder á su esposa o d oráculo , ignoras lo que debe su-
sus hijos; porque la devocion ha- ceder , y vas á saberlo. Pero si
cia los dioses, se mide por el fueras filósofo , sabrías sin su so-
bien que hacen; y así, todo hom- corro qual sería el suceso: si es
bre que cuida de arreglar sus de- una de aquellas cosas que no es-
seos y sus aversiones , según las tán en nuestro poder , no puede
máximas prescritas , trabaja al ser para t í , ni un bien, ni un mal.
mismo tiempo ert hacerse piadoso. N o lleves , pues , ni manifiestes
En quanto á las libaciones, tampoco al adivino , ni repugnan-
á los sacrificios y á las primi- cia , ni deseo ; porque entonces te
cias que se acostumbra ofrecer á llegarías á él temblando : persuá-
los dioses , cada uno debe seguir dete por el contrario á que quan-
sobre este punto la costumbre de to pueda suceder es indiferente,
su país , y presentarlas con pu- que no te toca , y que sea de la
reza , sin hipocresía, sin negligen- naturaleza que fuere , en tu ma-
cia , sin avaricia ; pero también, no estará el hacer de ello un buen
sin suntuosidad que exceda sus u s o , sin que nadie pueda estor-
propios medios. vartelo. Presentate, pues, con con-
fianza delante de los dioses, co- [ T I
3 3
mo si fueras á pedirles consejo. trañas de las víctimas alguna co-
Luego que hayan hablado , ó sa funesta, cierto es que esta
pronunciado sus oráculos, piensa señal te anunciaría , ó la muerte,
en la dignidad de aquellos que la pérdida de algún miembro , ó
acabas de tomar por guias , y el destierro ; pero la recta razón,
cuya autoridad despreciarás si no de acuerdo con los dioses, no
los obedeces. dexaría de prescribirte el sacrifi-
car tus dias para salvar tu patria
N o obstante, no vayas á con-
ó tu amigo. Cree entonces á un
sultar el adivino, sino según las
adivino mas ilustrado; éste es
advertencias de Sócrates; esto es:
Apolo Piciano , que arrojó de su
sobre las cosas que no pueden con-
templo al que vió degollar á su
geturarse ni preveerse , ni con
amigo sin socorrerlo.
la razón , ni con las reglas de
ningún arte. Si se trata , por
x l i.
exemplo , de exponerte al peli-
gro para defender al amigo ó á
Prescribete desde a h o r a u n a
la patria , es inútil preguntar al
regla cierta , y u n Carácter cons-
oráculo, qual sea el partido que
tante que te sirva de ley, y de la
debas tomar en semejantes cir-
qual no te apartes jamás , sea en
cunstancias ; porque si el adivino
medio de la sociedad , ó sea quan-
te declarára que leía en las en-
do estés solo contigo mismo.
Jomo III. H
O s ]
xtur,
Calla con freqüencia ; no di-
Si está en tu mano , procura
gas sino las cosas necesarias , y
hacer con tus discursos que la
siempre en pocas palabras. N o -
conversación de tus amigos re-
sotros hablaríamos rara vez, si
cayga siempre sobre qüestiones
no hablásemos sino quando los
útiles y convenientes; y si estás,
tiempos y las circunstancias lo
ó te hallas con extrangeros é in-
exigiesen. N o nos ocupariamos
diferentes , calla,
jamás en cosas frivolas ; no ha-
blaríamos , ni de combates de gla-
diatores , ni de juegos del cír- x x i v ,

culo , ni de los atletas, ni de la


qualidad de los manjares , ni de N o rias mucho, ni con fre-
los vinos, que son las cosas que qiiencia, ni con exceso.
ordinariamente dan pábulo á las
conversaciones, Pero guardémo- xxv,
nos , sobre todo , de hablar de los
hombres, ya sea para desacreditar- R e u s a , si puedes, el jurar
los, ya para alabarlos, ó ya para por lo que quiera que sea; ó á
hacer comparaciones entre ellos. lo menos , jurar muy rara vez.

Ha
[".73
x l v i .
to lo exige la simple necesidad;
y pon límites á todo lo que no
Evita el comer fuera de tu sirve sino de ostentación y re-
casa; y huye sobre todo de los galo.
x l v i i i .
públicos festines. Si absolutamen- \

te no puedes excusarte de ello, Abstente , en quanto sea po-


dobla entonces la atención sobre sible, de los placeres del amor,
tí mismo , no sea que insensible- antes de casarte : si los disfrutas,
mente contraygas las costumbres que sea según la ley. Pero no
del pueblo. Porque si el uno de juzgues con demasiada severidad
les convidados es impuro , y es- á aquellos que sobre este punto
tás junto á é l , te expones á ser- tienen principios menos severos;
lo tú necesariamente , aunque ja- no los reprehendas agriamente , y
más lo hayas sido. no publiques, ni te alabes á to-
do momento de tu continencia.
x l v 11.
X L I x.
N o uses de las cosas necesa-
rias al cuerpo , como el beber, Si te cuentan que han ha-
el comer , el vestirse y alojarse, blado mal de t í , no te entreten-
y el tener criados, sino en quan- gas en justificarte , y responde
H 3
C » 8 ]
solamente : "Ese tal no ha co- tos de los espectadores del tea-
» nocido mis demás defectos, por- tro ; porque nada de todo esto
» q u e entonces habría hablado es capaz de hacerte mejor; y se
»mucho peor de mi." concluirá de ello , que el espec-
táculo ha sido el que solo ha lla-
x. mado tu admiración.

N o hay necesidad de ir con x i.


freqüencia á los teatros; pero
quando se presenta la ocasion de N o vayas á las lecturas pú-
parecer en él , no favorezcas á blicas de los poétas y oradores,
ningún partido , y no trates de y no te dexes arrastrar á ellas
agradar á otro que á tí solo; es- ligeramente. Pero si asistes, con-
to es : no desees que suceda, si-
serva la decencia y la gravedad,
no lo que suceda, y queda gus-
sin ofender con ninguna señal de
toso con que la victoria la ob-
displicencia al que te ha convi-
tenga el vencedor; por este me-»
dado.
dio esperarás el suceso con tran-
quilidad. x i r.
Evita sobre todo el tomar Quando tengas que tratar al-
parte en las aclamaciones, en las gún negocio con alguno de los
risas, y en los grandes movimien- principales de la villa , represen-
H4
tate lo que en tu lugar habría [ I 2

hecho Sócrates ó Zenón. Siguien- sas exteriores tienen demasiado


• ° ,

do iguales modelos, no harás na- poder é imperio.


da que no sea razonable , y tu
l i v .
imaginación no tendrá que te-
mer un extravío.
En las conversaciones que
tengas con tus amigos, guarda-
XIII. te de hablar continuamente de
Sl
tus expediciones, ó de los peli-
vas á hacer la corte á al- gros en que te has hallado; por-
gún hombre poderoso , imagina- que si para tí es un placer el
te que no lo encontrarás en ca- referirlos, no lo es para los que
sa > que se ocultará, que halla- lo oyen.
ras Ja puerta cerrada , ó que no L v.
fe recibirá sino con un desdén
-insultante. Despues de todas es- Evita también el hacerte el
tas¡reflexiones, si allí te llama la chancero y el bufón ; porque el
obligación, sufre estas humilla- paso es resbaladizo , y correrás
ciones y no digas que el objeto el riesgo de contraer insensible-
no valia la pena ; porque este es mente las costumbres del pueblo,
d Jenguage del pueblo, y de y de perder la estimación de tus
aquellos sobre los quales las co- amigos.
das desde luego al impulso del
XVI. deseo , y tómate alguna espera.
Compara seguidamente los dos
Igualmente es peligroso el instantes , el del goce y el del
tener discursos obscenos. Si asis- arrepentimiento , y remordimien-
tes á alguna de esas conversacio- tos que le seguirán ; y no olvi-
nes , y la ocasion es favorable, des sobre todo la satisfacción in-
reprehende con vigor al que se terior que te espera, ni las ala-
toma la libertad de propalar se- banzas que te darás á tí mismo
mejantes indecentes propósitos; ó si resistes.
á lo menos, hazle conocer tu dis- Quando habrás asegurado el
gusto con tu silencio , con la momento en que puedes gozar,
vergüenza de tu rostro, y con ten cuidado de no dexarte ven-
la severidad de tu porte. cer del atractivo , ni de las de-
licias del deleyte : oponles el pla-
XVII. cer , mayor todavía , de conse-
guir esta victoria de tí mismo,
Si á tu imaginación se le ofre- y de poder darte este testimo-
ce alguna idea voluptuosa, con- nio.
tente , como sobre todos los de- x v 111.
mas objetos , por miedo de que
esta idea 110 te arrastre. N o ce-
N o temas el ser visto quan-
o o practiques una acción que juz- subsistir entre los convidados.
gues conveniente, aunque suceda Luego , pues , que estés en la
que el pueblo la dé una inter- mesa de alguno , acuerdate , no
pretación maligna; porque si es- solamente de no ocuparte en la
ta acción es mala, no la hagas; qualidad de los manjares que se
y si es buena, ¿ qué te importa sirvan , y que exciten tu "apeti-
la desaprobación de aquellos que to , sino de no separarte del res-
te condenan injustamente? peto que debes tener al dueño
del festín.
1 1 x. L X.

Estas proposiciones, ahora es \ Si representas un papel su-


<ha , ahora es noche , son m u y perior á tus fuerzas, lo executa-
verdaderas separadamente ; pero rás m a l , abandonando al mismo
son falsas si se ponen juntas: del tiempo el que podrías hacer con
mismo modo en un festín , aquel aplauso y distinción.
q u e se apodera de todo lo me-
jor que sirven, exclusivamente, L X I.
hace una cosa muy útil para su
cuerpo; pero muy mala y m u y Así como evitas con gran cui-
grosera , si se considera la comu- dado quando te paseas , el no
nidad , y la igualdad que deben poner el pie sobre un clavo, ni
o o practiques una acción que juz- subsistir entre los convidados.
gues conveniente, aunque suceda Luego , pues , que estés en la
que el pueblo la dé una inter- mesa de alguno , acuerdate , no
pretación maligna; porque si es- solamente de no ocuparte en la
ta acción es mala, no la hagas; qualidad de los manjares que se
y si es buena, ¿ qué te importa sirvan , y que exciten tu "apeti-
la desaprobación de aquellos que to , sino de no separarte del res-
te condenan injustamente? peto que debes tener al dueño
del festín.
1 1 x. L X.

Estas proposiciones, ahora es \ Si representas un papel su-


día , ahora es noche , son m u y perior á tus fuerzas, lo executa-
verdaderas separadamente ; pero rás m a l , abandonando al mismo
son falsas si se ponen juntas: del tiempo el que podrías hacer con
mismo modo en un festín , aquel aplauso y distinción.
q u e se apodera de todo lo me-
jor que sirven, exclusivamente, L X I.
hace una cosa muy útil para su
cuerpo; pero muy mala y m u y Así como evitas con gran cui-
grosera , si se considera la comu- dado quando te paseas , el no
nidad , y la igualdad que deben poner el pie sobre un clavo, ni
[127]
torcerte una pierna, así debes ra , y al fin bordados ; por-
evitar también, en el uso de la que no hay límite para aquel
vida, el lastimar aquella parte que llegó una vez á exceder el
noble de tu alma, que debe ser de lo necesario,
la regla de tu conducta. Si ob-
servas este precepto en todas tus XXIII.
acciones, el resultado será muy
seguro. Apenas llegan las niñas á ca-
XXII. torce años , y ya empiezan los
hombres á llamarlas sus corte-
Las necesidades físicas deben jos : ellas juzgan por esto que
ser para cada uno la regla de sus son destinadas únicamente á sus
riquezas , así como el pie lo es placeres; desde entonces comien-
del zapato. En encerrándote en zan á componerse , y ponen to-
estos límites, conseguirás siempre das sus esperanzas en sus ador-
el justo medio : si los traspasas, nos. Pero es menester hacerlas
serás arrastrado al desorden co- comprehender , que no pueden
mo á un precipicio. Lo mismo agradar , y hacerse respetar , si-
sucederá con los zapatos, si ex- no con la sabiduría, el pudor y
ceden la medida de tu pie; tú la modestia.
querrás desde luego zapatos do-
rados , seguidamente de púrpu-
lo cree, y de que no es posible
i x i v . que él se aparte de su parecer,
por seguir el tuyo. Si juzga mal,
Una señal cierta de estupi- á él solo hace m a l , así como él
dez , es la de ocuparse mucho del es el solo engañado ; porque si
cuerpo , de exercitarlo mucho, qualquiera acusa de falsedad á
de beber mucho , de comer mu- un buen silogismo , el silogismo
cho , y el emplear mucho tiem- no es quien sufre , sino el que
p o en los placeres del otro sexo, hizo un razonamiento falso. Si
asi como en las demás necesida- sabes aplicar esta regla , soporta-
des corporales. Todas estas fun- rás con paciencia á todos aque-
ciones no deben practicarse sino llos que hablen mal de t í ; por-
d e paso ; y en cultivar nuestro que á cada injuria que recibas,
entendimiento , es en lo que de- dirás : "Este hombre cree tener
bemos emplear el tiempo y to- >> razón."
dos nuestros cuidados.
- XXVI.

XXV. Cada cosa tiene dos asas; la


una que la hace fácil de llevarse,
Si alguno te hace mal, ó di- y la otra muy difícil. Si tu her-
ce mal de t í , acuerdate de que mano te hace una injusticia, no
se ve obligado á ello , porque así vayas á considerar la injusticia
Tomo III. I
CI3°1 , t
solamente , porque este es el mal 9
lado , sino , piensa mas bien que i x v i n .
es tu hermano , y que os habéis
criado juntos. Si miras su proce- Si alguno se baña temprano,
der báxo , este punto de vista no digas que hace mal de bañar-
t ú lo hallarás soportable. se , sino que se baña temprano:
si otro bebe mucho vino , no
i x v 11. digas que hace mal en beber , si-
no que bebe mucho; porque an-
Mal razonamiento es decir: tes de conocer el motivo que les
yo soy mas rico que tú , luego hace obrar así, ¿ cómo puedes sa-
soy mejor : yo soy mas eloqüen- ber que hacen mal ? En juzgan-
te , luego soy mas virtuoso. Pe- do de este modo, siempre estás
ro este consiguiente es bien sa- expuesto á ver una cosa, y juz-
cado : yo soy mas rico que tú, gar sobre otra.
luego mis riquezas sobrepujan á
las tuyas : yo soy mas eloquen- XXIX.
te , luego mis discursos valen mas
que los tuyos. Mas tú no eres, Jamás digas que eres filóso-
ni discursos, ni riquezas. fo , ni publiques bellas máximas
delante de los ignorantes, sino
practica lo que estas máximas
prescriben. En un festín , por , C T 33 ]
exemplo , no digas cómo debe sabe que desde aquel punto co-
comerse , sino , come como se de- mienzas á hacer progresos en el
be. Acuerdate de quan lejos es- estudio de la sabiduría; porque
taba Sócrates de toda ostenta- las ovejas no van á enseñar á su
ción. Los jóvenes iban á supli- Pastor la yerva que han comido;
carle los recomendáse á otros fi- pero despues de habersela apro-
lósofos , y el mismo los llevaba, piado por una buena digestión,
sin quejarse del poco caso q u e ellas dan lana y leche. Siguien-
hadan de su persona. do esta regla , no hagas una va-
na ostentación de t u saber delan-
te de los ignorantes, sino , prue-
ixx.
ba con tus acciones el buen uso
que has sabido hacer de los pre-
Si se agita delante de los ig- ceptos de la filosofía.
norantes alguna qüestion de filo-
sofía , observa el mas profundo i. x x i .
silencio; porque hay mucho pe-
ligro en desechar con prontitud Si has arreglado bien tus de-
lo que no se ha digerido bien. seos y tus apetitos , no tengas
L u e g o que alguno diga que no por eso vanidad alguna : si solo
sabes nada ; si escuchas esta inju- bebes agua , no digas á cada pa-
ria ó reconvención sin alterarte, so que solo bebes agua. ¡ Mira
[ ' 3 4 ]
quantas ventajas te llevan los po-
bres en su frugalidad , y en la XXXIII.
dureza con que tratan sus cuer-
pos ! Si quieres exercitarte en el Señales por las quales se co-
trabajo y en la pobreza para tí, noce que un hombre hace pro-
y no para los otros, no abraces gresos en el estudio de la sabi-
las estatuas; pero si te hallas ator- duría : un t a l , no vitupera ni
mentado de una sed ardiente, to- alaba á nadie: no se queja , ni
ma agua fresca , y vuelvela á ar- acusa á nadie : no habla de^ sí,
rojar sin tragarla , y no se lo como si fuera un hombre im-
digas á nadie. portante , ó que sabe alguna co-
sa : si encuentra algún obstáculo
x x x i r. que retarda , ó impide la execu-
cion de sus proyectos , á nadie
El estado y carácter del ig- culpa sino á sí mismo: si algu-
norante e s , no esperar jamás de no le alaba, se burla secreta-
él mismo su bien ó su m a l , si- mente de este adulador : si lo
no de las cosas que están fuera reprehenden , no se disculpa; an-
de su p o d e r ; y el estado y el tes bien , se examina y observa
carácter del filósofo , el esperar como un convaleciente , por ^ mie-
de sí mismo todo su bien y to- do de interrumpir el principio de
do su mal. la curación , antes que su salud
[137]
se halle enteramente restablecida: nocer la naturaleza , y seguirla.
él es el dueño absoluto de sus Pregunto , pues , ¿ qual es su
deseos : no tiene aversión sino á mejor intérprete ? Dicenme , q u e
lo que es contrario á la natura- Crisipo. Y o lo compro , pero no
leza de las cosas que penden de lo entiendo: entonces busco quien
nosotros: nada desea con dema- me lo explique. ¿En todo esto
siada vehemencia : si le tratan de no hay un gran mérito ? Q u a n -
estúpido é ignorante , no se inco- do he hallado este intérprete, me
moda por eso ; en fin , él descon- resta el poner en práctica los pre-
fia de si mismo , como de un ene- ceptos del filósofo : esta es la
m i g o , y de un hombre que le ar- sola cosa de que pueden alabar-
m a lazos sin cesar. me ; porque si me contento con
admirar la explicación de los li-
xxxiv. bros de Crisipo , no soy sino un
simple gramático , y no un filó-
Si alguno se alaba de enten- sofo ; con la sola diferencia , de
d e r y de explicar las obras de Cri- que explico á Crisipo en vez de
sipo , di para t í : Si Crisipo hu- Homero. Luego , pues , que al-
biera escrito con menos obscuri- guno me propone el explicarme
dad , este hombre no tendría por á Crisipo , me cuesta mas ver-
conseqüencia de qué gloriarse. Pe- güenza el no manifestar acciones
ro y o , ¿qué es lo que pienso ? co- conformes á sus preceptos, que
['38]
el no entender sus escritos. forma de tus costumbres ? Ya no
eres un niño , sino un hombre
i x x v. hecho. Si persistes en la inacción
y en la indolencia : si de un dia
Sé fiel á estas máximas , y en otro vas dexando el cuidado
obsérvalas como leyes que no de corregirte : si añades deten-
puedes violar sin impiedad. N o ciones á detenciones, y resolucio-
te se dé nada de quanto puedan nes á resoluciones sin efecto , vi-
decir acerca de tu persona, por- virás y morirás como un igno-
que esto no pende de tí. rante , sin conocer que ningún
progreso has hecho en el estu-
XXXVI. dio de la sabiduría.
Comienza , pues, desde hoy
¿Hasta quando diferirás el á vivir como un hombre que as-
poner en práctica estas grandes pira á la perfección , y que ha
lecciones, y el obedecer en to- dado ya algunos pasos en la car-
do á la voz de la razón ? Aca- rera. Q u e todo lo que te parez-
bas de oír las máximas que deben ca muy hermoso y muy bueno,
arreglar tu vida , y las has pres- sea para tí una ley inviolable.
tado tu consentimiento ; ¿ pues Si el dolor ó el deleyte , la glo-
qué nuevo maestro esperas toda- ria ó la infamia te se presentan,
vía para dar principio á la re- acuerdate de que aquel es el mo-
11 tí4!] , ,
mentó del combate : que la bar- trata de la practica de los pre-
rera se abre : que los juegos olím- ceptos ; por exemplo, de la obli-
picos t e llaman : que ya no es gación de no mentir. La segun-
tiempo de volverse atrás; en fin, da tiene por objeto las demostra-
que tu adelantamiento ó tu rui- ciones , es decir , las razones por
na dependen de la ganancia ó de las quales no debe mentirse. L a
la pérdida de la victoria. D e es- tercera dá la prueba de estas de-
te modo lleg ó Sócrates á aquel mostraciones , y determina su na-
alto grado de sabiduría , en don- turaleza ; como por exemplo, lo
de se le ha visto adelantar siem- que hace su fuerza y su certi-
pre hácia este objeto, sin perder dumbre : lo que es demostración,
ni un solo paso, ni escuchar tam- conseqüencia , oposicion, verdad
poco sino á la recta razón. Por y falsedad. Esta tercera parte es
lo que hace á tí, aunque no seas necesaria para la segunda, y la
todavía un Sócrates, debes vivir segunda para la primera ; pero
sin embargo , como si lo tuvie- la primera es la mas necesaria de
ras por modelo. todas, y en la que se debe pa-
rar mas. Nosotros trastornamos
l x x v i r. este o r d e n , y nos paramos mas
en la tercera : ella sola consu-
La primera y mas necesaria me nuestro tiempo y nuestros
parte de la filosofía , es la que cuidados, y abandonamos ente-
C '43.] „
ramente la primera : mentimos »»cretos de los dioses.
sin escrupulo ; pero siempre es- En fin, di con Sócrates : Ca-
tamos prontos á probar con sóli- ro C r i t ó n , "si los dioses lo han
das razones, que no debe men- » querido así , cúmplase su vo-
tirse. l u n t a d : Ánito y Mélito prie-
i x x v 111. n d e n muy bien hacerme morir;
»»pero no sabrán hacerme mal."
T e n siempre presente en la
memoria esta plegaria : " ¡ G r a n i
» J ú p i t e r , y t ú , poderoso desti-
»> no , condúceme en todo aque-
»> lio q u e has resuelto en tus decre- F I N.
»» tos q u e yo deba hacer : pron-
»>to estoy á k seguirte constante-
>» mente ; en efecto, aun quando
»> me obstinara en resistirte , se-
»> ría siempre necesario el seguir-
»> te á pesar mió."
Acuerdate además, de que
" e l q u e cede á la necesidad , es
»»verdaderamente sabio y hábil
» en el conocimiento de los de-

También podría gustarte