2 ACA LEGISLACION TRIBUTARIA Y ADUANERA Final

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LEGISLACIÓN TRIBUTARIA Y ADUANERA

ANDREA DEL PILAR BERNAL BUITRAGO


ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
ANDREA DEL PILAR CRUZ VILLANUEVA
ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
LAURA VANESSA GOMEZ VILLAMIL
ADMINISTRADORA DE EMPRESAS
LISETH KATHERINE GUERRERO ESPINOZA
ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
LUIS CARLOS DIAZ GALVES
ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

DOCENTE
JOSE ALEJANDRO ROMERO ROMERO
PROFESIÓN
CONTADOR PÚBLICO
MAESTRIA EN RECURSOS DIGITALES
ESPECIALISTA EN DOCENCIA PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR

CORPORACIÓN UNIFICADA DE EDUCACIÓN SUPERIOR CUN


GRUPO
51293 - 21293
BOGOTÁ D.C
2021
CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN .............................................................................................. 1

2. OBJETIVOS ...................................................................................................... 2

3. COMO ES EL SISTEMA TRIBUTARIO DE COLOMBIA.................................... 3

3.1 ENSAYO DE TRIBUTOS EN COLOMBIA ............................................ 4

3.2 ELEMENTOS ....................................................................................... 5

4. CONCLUSIONES .............................................................................................. 6

5. BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................. 7
INTRODUCCCIÓN

El presente trabajo busca identificar y reconocer los cambios que han se han

generado a través de los últimos 5 años en las reformas tributarias como una herramienta

fundamental en el desarrollo de la economía del país, donde se podrá comprender a

partir de un análisis, los cambios más significativos en relación a las reformas tributarias

que en estos momento concierne y como esto han afectado a la población; ejercicio que

permitirá proyectar y recopilar las diferentes modificaciones totales o parcialmente, de los

artículos que han sido derogados, agregados o modificados en su totalidad en cada

normatividad que se ha generado. En primera instancia se analizará el sistema tributario

colombiano abordando su naturaleza, conceptos, definiciones contables entre otros. Este

sistema tributario en Colombia como en muchos países tiene como objetivo primordial la

obtención de recursos que le permitan al gobierno garantizar la generación de recurso

incrementando el recaudo para satisfacer las necesidades sociales, dar cumplimiento a

los Planes de Desarrollo, y promover la estabilidadde las finanzas públicas.

Gracias al aprendizaje aquí planteado vislumbraremos conclusiones, resolución

de problemas y podremos lanzar juicios de valor, con base en esto se verá reflejado el

desempeño al momento de presentar una declaración de impuesto ya sea para persona

jurídica o natural, no solo como cumplimiento a un deber sino que además un referente de

desempeño como profesionales y ciudadanos conocedores de la norma y acatantes de la

misma, es por esto que se encontrara en este documento un enfoque desde los impuestos

nacionales hacia los departamentales y municipales con sus respectivos entes de control

llámense Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales hasta secretarias de hacienda

departamentales y/o municipales.


2 OBJETIVOS

o Analizar la estructura del Sistema Tributario en Colombia y los cambios introducidos por las

reformas tributarias.

o Identificar cuáles fueron los aspectos más relevantes y los cambios significativos que

introdujeron cada de ellas en las operaciones y transacciones fiscales del país

o Determinar las principales deficiencias asociadas al Sistema Tributario en Colombia

minar las principales deficiencias asociadas al Sistema Tributario en Colombia


COMO ES EL SISTEMA TRIBUTARIO DE COLOMBIA

El sistema tributario de un país debe servir de herramienta que brinde seguridad

al entorno social, tanto a los que contribuyen como a aquellos quienes gozan de los

beneficios del Estado. En el informe anual del Doing Bussines asegura: Que una

economía global caracterizada por cambios y transformaciones constantes marca la

diferencia que las normas sean razonables o excesivamente gravosas, que creen

incentivos contraproducentes o contribuyan a la igualdad de condiciones, que velen por la

transparencia y promuevan una competencia justa o bien produzcan un efecto contrario

(…).” El sistema tributario debe ser una herramienta simple que proteja y garantice el

buen desarrollo de la economía de un país, esto se construye a través de la confianza que

genere el Estado con la emisión de normas oportunas, consecuentes y precisas, que

además de incentivar la formalidad generen progreso para la sociedad.

Como se mencionó durante el desarrollo del análisis, en un país como

Colombia con un déficit fiscal que viene arrastrando por años, es completamente normal

que el Estado busque cómo generar mayores ingresos y que mejor manera que los

impuestos, pero estos deben ser fundamentados en la equidad y sin formalismos o

complicaciones que induzcan a error al contribuyente. La complejidad del sistema

impositivo no radica en el número de impuestos que se crean, sino en los múltiples

conceptos que se derivan respecto a un mismo tema y la dualidad de conceptos que

estos mismos generan.

A continuación, veamos estas definiciones sustraídas de la Constitución Política

de Colombia:

❖ Equidad: este principio indica que todos los ciudadanos de Colombia deben contribuir con el

Estado de acuerdo con su capacidad de pago ya que este puede ejercer su capacidad

impositivasin ser arbitrarios al realizar los cobros a los contribuyentes.

❖ Eficiencia: señala que un impuesto es eficiente si permite obtener la mayor cantidad de

recursos al menor costo posible sin generar desviaciones económicas. En cuanto a su

recaudo, la eficiencia mide qué tantos recursos logran recaudar la administración bajo las

normas vigentes.
❖ Progresividad: este principio indica que la carga tributaria debe distribuirse entre los

contribuyentes dependiendo de su capacidad de pago, es decir quien más tiene, más paga.

❖ No retroactividad: nos indica que los impuestos son aplicados a partir del momento de entrada

en vigencia de la ley o decreto que le dio origen o que le implementó una modificación al

mismo, y no desde fechas anteriores. (artículo 363 de la Constitución Política de Colombia de

1991).

QUE ES UN TRIBUTO

Se entiende por tributo la prestación comúnmente en dinero que el Estado exige, en su

ejercicio de su poder de imperio, sobre la base de su capacidad contributiva en virtud de

una ley y para cubrir los gastos que demanda el cumplimiento de sus fines. (González &

Calderón, s.f). También podrían denominarse los que realizan todos los contribuyentes al

estado, estos aportes son recaudados directamente por la administración pública o

indirectamente por otros entes denominados recaudadores. En nuestro país, la obligación

de tributar está dada en el numeral 9 del artículo 95 de la Constitución Nacional, en la que

se menciona que todos los colombianos deben “contribuir al funcionamiento de los gastos e

inversión del Estado dentro de los conceptosde justicia y equidad


ENSAYO DE LOS TRIBUTOS EN COLOMBIA

Para empezar el Decreto 624 de 1989 le dio vida al Estatuto Tributario,

compilándose la normatividad tributaria que se había desarrollado hasta ese momento;

sin embargo, luego de 25 años permanece parcialmente el mismo ordenamiento en

materia tributaria, a excepción de algunas derogaciones y reformas que se han podido

agregar a este Estatuto, ya que existen otras reformas que no están dentro de este texto

pero que continúan siendo marcos legales tributarios.

Esto ha ocasionado que el sistema tributario colombiano esté reglamentado por

muchas leyes, incluyendo el Estatuto Tributario; tanto que las actuaciones de los

contribuyentes y de la administración deben ser ratificadas a través de decretos,

resoluciones, conceptos y fallos de la Corte, para fundamentar los procedimientos. En

síntesis, el sistema es complejo, lo cual con la reforma de 2012 se acentuó aún más.

Durante los últimos años en materia tributaria es la incertidumbre; a través de decretos

con fuerza de ley se crean contribuciones, luego las renombran como impuestos

temporales, que a la final se convierten en permanentes, con la promesa que en el corto

tiempo serán desmontados, es el caso del Gravamen a los Movimientos Financieros

(GMF) y el Impuesto al Patrimonio. El GMF fue expedido en 1998 en vista del Estado de

Emergencia Económica y Social decretado por el presidente de la época en ese mismo

año, con el ánimo de superar la amenaza de las instituciones financieras.

Con el Decreto 2331 de 1998 se estableció como temporal inicialmente para

financiar la gestión de la crisis financiera, pero luego, con el Decreto 195 de 1999, a causa

del terremoto del eje cafetero se postergó. Ya en el 2000, con la Ley 633, el GMF se hizo

permanente y se introdujo al Estatuto Tributario. Sin embargo, la Ley 1430 de 2010

señaló la eliminación gradual del GMF, que del 4 por mil se reduciría para los años 2014 y

2015 al 2 por mil, en el 2016 y 2017 al 1 por mil para finalmente, en 2018, no gravar las

transacciones financieras. Pero, en 2013 con la Ley 1694 se cambiaron las reglas para

fijar que la disminución gradual sería solo a partir del 2015, y de nuevo, con la última

reforma, se volvió a postergar el desmonte de este impuesto.


En relación con el Impuesto al Patrimonio, en agosto de 2002 se declaró el

Estado de conmoción Interior con el Decreto 1837, y se estableció proveer en forma

inmediata de recursos a las Fuerzas Militares y Policía a través de este impuesto con una

tarifa de 1.2% sobre el valor del patrimonio líquido poseído al 31 de agosto 2002. Luego,

con la Ley 863 de 2003 se prolongó el Impuesto al Patrimonio por los años gravables

2004 hasta el 2006 y, asimismo, con la Ley 1111 de 2006 se extendió nuevamente su

vigencia por cuatro años más.

A través del Decreto 4825 de 2010, se crea el impuesto al patrimonio por el año

2011, en el entendido de que se declara solo por una vez y se realizan ocho pagos de

forma semestral en los años 2011,2012, 2013 y 2014. Así, queda claro que acá las leyes

carecen de estabilidad en el tiempo, no conservan el espíritu con las que inicialmente

fueron creadas ni se respetan los plazos con los que se crean. Seguramente en su

momento estos impuestos fueron la salida más viable a las calamidades del país y luego

sirvieron para tratar el déficit, pero su prolongación afecta la credibilidad del gobierno.

La reforma del año 2010, con la Ley 1429, buscó estimular la creación de

empresa, dándoles entre otros, el beneficio de cumplir con la obligación tributaria de

pagar el impuesto de renta de forma progresiva de esta manera. Los dos primeros años

desde el inicio de su actividad económica deberían pagar el 0% de la tarifa general del

impuesto de renta, el 25% en el tercer año, 50% por el cuarto año, 75% para el quinto y el

100% desde el sexto año. Estos mismos beneficios se extendieron, para el pago de los

aportes parafiscales. Sin duda, éste fue un gran estímulo, los resultados de creación de

empresa fueron muy positivos, tal como la DIAN que manifiesta que “en el año 2011 se

constituyeron en Colombia 237.147 nuevas empresas”. Sin embargo, para la aplicación y

procedencia del beneficio de progresividad se fijaron nuevos requisitos, no previstos en

la norma para acceder a la mencionada progresividad.

Con el Decreto 4910 de 2011 el Gobierno Nacional estableció que se deberá

informar a la Administración cada año, manifestando la intención de acogerse al

beneficio, adjuntando documentos que acreditaran los requisitos que señalaba la norma.

Es decir que, durante los cinco primeros años, el contribuyente que creó su empresa bajo
la Ley 1429 de 2010 tendrá que informarle de manera anual a la Administración su

intención de acogerse al beneficio, explicándole que durante ese año cumplió con los

requisitos relativos a la cantidad de trabajadores y el monto de los activos totales. La

tarea parece sencilla, pero es dispendiosa para un pequeño contribuyente al tener que

desplazarse hasta la Administración todos los años y llevar una carta que manifieste que

cumple con los requisitos para acogerse, lo que genera agotamiento.

El oficio de la DIAN 48990 de 2012, expone que de no presentarse los

documentos exigidos en el artículo 6 del Decreto 4910 de 2011, o de presentarse de

manera extemporánea, las nuevas pequeñas empresas o las pequeñas empresas

preexistentes no podrán acceder a los beneficios señalados en el artículo 4o de la Ley

1429 de 2010 por el primer año, ni por los años subsiguiente. En otros términos, un

contribuyente que se haya acogido a la Ley 1429 de 2010 podría perder los beneficios

por el solo hecho de no allegar cada año la carta en que informe a la Administración la

continuidad de su cumplimiento de lo relativo a la ley en cuestión. No se puede

desconocer que la Administración requiere información sobre las personas jurídicas que

cada año son beneficiarios de la Ley 1429 de 2010, para garantizar una debida

fiscalización, pero este trámite podría hacerse de manera más rápida y eficaz si se

hiciera desde el usuario del contribuyente a través de la página de la DIAN, para evitar

empapelar la Administración de manera inútil.

La formalidad que debe cumplir cada año un contribuyente para continuar

gozando de los beneficios de la Reforma Tributaria de 2010 se convierte en un riesgo

para él, pues si olvida llevar “la carta”, de plano, pierde los beneficios; cabe enfatizar que

según la DIAN (2013), de las empresas creadas en 2011 solo el 3.1% manifestaron seguir

acogiéndosea la Ley 1429 de 2010.

La Ley 1607 de 2012 buscó incentivar la formalidad laboral, eliminando las

cargas parafiscales en cabeza del empleador, bajo el argumento de los altos costos para

el empresario. Esta ley desmontó la parafiscalidad en relación con los aportes que

realizaran las personas jurídicas al SENA, ICBF y Salud; con el objeto de aliviar las

cargas de los contribuyentes respecto a estos aportes. La ley señala como exentos a las
personas jurídicas que tengan trabajadores cuyos pagos laborales no exceda los diez (10)

salarios mínimos mensuales legales vigentes; se pretendía así aumentar el empleo formal

y disminuir los costos laborales. De otro lado, se implementó un novedoso impuesto,

llamado impuesto a la Equidad Cree, del que solo son sujetos pasivos las personas

jurídicas o que se asemejan y los contribuyentes declarantes de renta y complementarios

exceptuando a las entidades sin ánimo de lucro y las sociedades declaradas como zonas

francas (en ambos casos persiste la obligación de realizar los aportes parafiscales). La

ley al eliminar estos aportes para algunas sociedades hace pensar que la idea original

era ahorrarle costos laborales al contribuyente y estimular la vinculación laboral formal,

pero al mismo tiempo que exime la parafiscalidad creó el Impuesto CREE

Este nuevo impuesto fue creado con la destinación específica de financiar los

programas a cargo del SENA y del ICBF, orientados a beneficiar a la población más

necesitada, con la tarifa transitoria del 9% por tres años consecutivos desde la creación

de la norma, y a partir del 2016 una tarifa del 8%.

Es así como nace este nuevo Impuesto a la Equidad CREE, similar al Impuesto

sobre la Renta en relación con el hecho generador, y una depuración que se diferencia

del primero en que no se deducen factores como las donaciones, contribuciones a fondos

mutuos de inversión, deducciones especiales por ciencia y tecnología, medio ambiente,

activos fijos reales productivos y las deducciones por agotamiento del sector minero. La

normatividad que regula el Impuesto de Renta ha tratado de estimular a los

contribuyentes para que realicen donaciones a favor de los intereses públicos,

generando doble beneficio, al convertirse para el contribuyente en una imputación que

disminuye la base gravable del impuesto de renta, pero con la Ley 1607 de 2012 los

aportes parafiscales y donaciones, entre otros, pierden sus efectos en relación con el

CREE.

Evidentemente, la ley encadena una serie de supuestos y condiciones con un

alto grado de complejidad que tiende a confundir a los contribuyentes con dos impuestos

que guardan gran similitud, donde la Administración Tributaria en su tarea fiscalizadora

tendría que evaluar las declaraciones de impuestos para determinar la aplicación


correcta de la ley, lo que demanda tiempo y trabajo para el sujeto activo del impuesto; es

más práctico dejar un solo impuesto con una liquidación única y una tarifa menor; la

coexistencia de dos impuestos que gravan el mismo concepto con depuración diferente

lleva a la confusión, tanto para el ente fiscalizador como para quien debe pagar. Por otro

lado, la tarifa para las personas jurídicas y asimiladas para el Impuesto de Renta era del

33%, ahora con la Ley 1607 de 2012 se disminuyó al 25%.

Un sistema tributario simple no consiste en que no existan impuestos, tampoco

en que las bases gravadas sean muy altas sin permitir deducir erogaciones propias de la

actividad económica, sino que es aquel en que las normas son claras, estables, justas y

proporcionales. Sin embargo, esto no ocurre en Colombia considerando las frecuentes

reformas y tratos diferenciales que se crean o modifican.

La Ley 1607 de 2012 introdujo una nueva forma de clasificar las personas

naturales obligadas a declarar impuesto de renta y complementarios, en los artículos 10

y 11 de la ley, empleados o trabajadores por cuenta propia, cada uno cuenta con un

artículo especial donde se tratan los sistemas de determinación del Impuesto sobre la

Renta y complementarios; esto quiere decir que se crean varios sistemas para determinar

la renta de personas naturales. Además, se crea el Impuesto Mínimo Alternativo Nacional

(IMAN), de manera que un empleado o asimilado tendrá que pagar según el mayor

impuesto calculado entre el régimenordinario y el IMAN.

Las personas naturales clasificadas como empleados deben liquidar su

impuesto de renta por dos sistemas de forma obligatoria, el ordinario y el IMAN; aunque

voluntariamente se puede optar por el Impuesto Mínimo Alternativo Simplificado (IMAS)

que supone pagar una tarifa superior entre los dos sistemas y un beneficio de auditoría

correspondiente a la firmeza después de un tiempo de seis meses. Así queda

demostrado cómo la Ley complejizó el tema de Renta para las personas naturales

(asalariadas y similares), obligándolas a liquidar por dos sistemas, teniendo que pagar el

que sea mayor. Por su parte, los clasificados como trabajadores por cuenta propia podrán

optar por liquidar su impuesto de renta mediante el IMAS bajo dos supuestos: que

desarrollen actividades económicas señaladas expresamente por la ley y que su Renta


Gravable Alternativa se encuentre dentro de los rangos autorizados.

De esta manera, un nuevo concepto entra a hacer parte del ordenamiento

tributario, Renta Gravable Alternativa, para ser utilizada exclusivamente por los

trabajadores por cuenta propia que liquiden el IMAS y cuyos ingresos se encuentren entre

el rango de 1.400 y 4.700 UVT’s, aunque la determinación de la base no permite restar

buena parte de gastos especiales y otros beneficios tributarios.

La pretensión a corto plazo es disminuir las deducciones tanto para las personas

naturales como jurídicas y gravar cada vez más al contribuyente, casi que se ciñe a

deducir lo estrictamente relacionado con la actividad productora de renta y deja de lado

todos los beneficios que durante años se habían creado para disminuir la base gravable

de los declarantes del Impuesto de Renta. Son muchas las condiciones, procedimientos y

sistemas alternativos que facilitan que el contribuyente cometa errores a propósito para

evadir impuesto, o tal vez, obrando de buena fe, incurra en errores que deberá subsanar

pecuniariamente; son estas las razones por las cuales el sistema tributario se ha

complicado aún más. Además, numerosos sistemas implican oportunidades para los

evasores y mayores costos administrativos para la DIAN, que no cuenta con la capacidad

operativa para evaluar el procedimiento que realizan los contribuyentes y que tampoco

puede revisar en detalle las declaraciones que presentan los contribuyentes, bajo

diferentes sistemas de depuración.

Para continuar, la Ley 1607 de 2012 modificó el artículo 600 del Estatuto

Tributario para cambiar el periodo del Impuesto sobre las Ventas; pero la ley por sí sola

no fue lo suficientemente clara, requirió un decreto y solo 8 meses después se emitió otro

(Dec. 1794 de 2013) en el que a través de sus artículos 23, 24 y 25, se aclararon y

establecieron nuevas formas de declarar (bimestral, cuatrimestral o anual); si es

cuatrimestral deben efectuarse anticipos cuatrimestrales que cubran el 100% del saldo a

pagar de la totalidad de las declaraciones del impuesto sobre las ventas correspondiente

al año gravable inmediatamente anterior. En caso de que el valor calculado

anteriormente arroje un saldo a favor, el contribuyente no está obligado a hacer abonos

parciales. Las declaraciones presentadas en periodos diferentes a los establecidos por la

ley no tienen efectos jurídicos. Además, se estipula que los nuevos responsables del
Impuesto sobre las Ventas que inicien actividades durante el ejercicio deberán presentar

su declaración y pago bimestralmente.

Se podría pensar que la nueva modalidad que establece la ley para declarar el

Impuesto a las Ventas vuelve incierto el panorama para los contribuyentes cada año,

referenciando para todos los casos los ingresos brutos del año inmediatamente anterior,

teniendo en cuenta que para el caso práctico de muchas empresas los tres primeros

meses son de ajustes y depuración del balance del año que finalizó. Esto pondrá

asimismo en aprietos a la Administración para ejercer sus funciones de vigilancia y

control sobre las obligaciones de los contribuyentes, que deberán evaluar las

declaraciones y sus respectivas correcciones si hubiere lugar, para determinar solamente

la periodicidad que le correspondería al contribuyente. La ley no contempló que la

economía tiene comportamientos inesperados y los patrones son cambiantes, y es así

como el contribuyente que en el primer año obtuvo resultados positivos en su negocio

posteriormente, en el segundo año, puede experimentar una caída de sus ingresos, de

manera que un anticipo del 30% de los ingresos brutos del primer año, sin tener en

cuenta los ingresos reales generados en el periodo gravable actual, claramente afecta

los flujos de caja de los contribuyentes.

Unificación de las tarifas diferenciales del IVA y la creación simultánea de un

Impuesto al Consumo

Algo que realmente debe abonársele a la Ley 1607 es la unificación de las siete tarifas

diferenciales que había del IVA a solo tres (0%, 5% y 16%); esto era algo que realmente

necesitaba la economía y el mismo sistema tributario. Sin embargo, la creación de un

nuevo impuesto denominado Impuesto al Consumo, que nace con tres tarifas del 4%, 8%

y 16% y que grava la capacidad de consumo de las personas, es un tributo de

características similaresal IVA.

En el momento en que se emitió la ley, aparentemente el Impuesto al Consumo

era muy similar al IVA, pero el gobierno tardó tres meses en aclarar que el contribuyente

debía cumplir con otros deberes formales como facturar y declarar de forma anual; con

esto se demuestra que el contribuyente, asesores y demás interesados están obligados a


estar en constante actualización y a la expectativa en qué momento el gobierno incluye

decretos que afecten las responsabilidades de los contribuyentes.


ELEMENTOS

o Sujeto activo Cuenta con la facultad de establecer la obligación tributaria y de exigir el

pago a los contribuyentes

o Sujeto pasivo Son los contribuyentes obligados a pagar

o Hecho gravado o hecho generador Es el nacimiento de la obligación de pagar un tributo

o Base gravable es el valor sobre el cual se aplica la tarifa del impuesto

o Tarifa Es el porcentaje establecido en la ley que aplicado a la base gravable

determina la cuantía del tributo


CONCLUSIONES

 Todas las personas naturales y jurídicas que tengan residencia en Colombia son

contribuyentes del impuesto sobre la renta y complementarios, con excepción

de aquellos que la ley expresamente determine como no sujetos a dicho

impuesto.

 Se establece una clasificación de personas naturales en empleados y

trabajadores por cuenta propia, además crea dos sistemas presuntivos de

determinación de la base gravable de renta conocidos como Impuesto Mínimo

Alternativo (IMAN) e Impuesto Mínimo Alternativo Simple (IMAS)


BIBLIOGRAFIA

o https://actualicese.com/definicion-y-clasificacion-de-los-tributos/

o https://expeditiorepositorio.utadeo.edu.co/bitstream/handle/20.500.12010/1

492/T131.pdf?sequence=1

o https://www.dian.gov.co/dian/cifras/EstudiosExternos/Tributacion_y_competitividad.pdf

o https://www.larepublica.co/economia/asi-funciona-el-sistema-tributario-de-colombia-y-la-dian-

2346891

o https://repository.ucc.edu.co/bitstream/20.500.12494/18389/5/2020_cu%C3%A1les_ca

mbios_fiscales.pdf

o https://prezi.com/view/s7exeJ43AMruBOJLx01x/

o https://repository.unimilitar.edu.co/bitstream/handle/10654/11105/cambios%20reforma

s%20tributarias.pdf?sequence=1&isAllowed=y

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