Bruxismo en Niños y Adolescentes
Bruxismo en Niños y Adolescentes
Bruxismo en Niños y Adolescentes
ADOLESCENTES
FACULTAD DE ODONTOLOGÍA
ABRIL DE 2020
I
ÍNDICE GENERAL
Página
ÍNDICE GENERAL…………………………………………………………………………….……………I
ÍNDICE DE TABLAS………………………………………………………………………….……………II
ÍNDICE DE FIGURAS………………………………………………………………………….…………..II
SIGLAS………………………………………………………………………………………….…………..III
RESUMEN…………………………………………………………………………………….………….….1
ABSTRACT…………………………………………………………………………………….……………2
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………….……………..3
ADOLESCENTES……………………………………………………………………………..……...…..15
CONCLUSIÓN………………………………………………………………………………………….....36
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………………………37
I
ÍNDICE DE TABLAS
ÍNDICE DE FIGURAS
de nuca y espalda…………………………………………………..pag. 26
II
SIGLAS
III
RESUMEN
1
ABSTRACT
2
INTRODUCCIÓN
Este trabajo pretende realizar una revisión bibliográfica con base científica
actualizada y lo más cercana posible al consenso. El objetivo es conocer y
reflexionar sobre la etiología, prevalencia, comorbilidades asociadas y
opciones de abordaje para el bruxismo en niños y adolescentes entre 3 y 17
años.
3
particularidades de la etiología, presentación clínica y tratamiento en esta
franja etaria, sin dejar de considerar las manifestaciones y abordaje de este
problema en el paciente con discapacidad niño o adolescente.
4
CAPÍTULO 1
Es una afección tan antigua que ya, desde el Antiguo Testamento se hacía
referencia a ella: “…habrá llanto y rechinar de dientes…” (Mateo 24:42, 50,
51). Para Díaz Rebolledo y col. (2011), el término Bruxomanía data de una
publicación francesa de Marie y Ptiekievicz en 1907 y después es reafirmado
por Frohmann en 1931, para identificar un problema dentario
desencadenado por el movimiento mandibular anormal que afecta a todas
las estructuras del Sistema Estomatognático (SE).
Toda actividad que cumpla una de las funciones orgánicas del SE, se
denomina hábito funcional (Echeverri Guzmán; 1990).
5
Se considera parafuncional toda aquella actividad sin un objetivo funcional y
que produce fuerzas traumáticas por su dirección anormal, gran intensidad,
su duración en el tiempo y su frecuencia. En otras palabras, cualquier tipo de
hiperactividad que no tenga motivo o función, se considera una parafunción
(Castillo Hernández y col.; 2001). También son hábitos orales deletéreos
aquellas conductas parafuncionales que se prolongan más allá de la edad en
que son normales (Abdala; 2006).
6
Muchos autores consideran al bruxismo en este contexto de hábitos orales y
parafunción (Zimöes-Zenari, 2010; Serra-Negra, 2012; Vieira-Andrade, 2014;
Chamorro, 2016).
7
Una vez más, teniendo en cuenta estas observaciones, cobra una
importancia fundamental que la historia clínica incluya un minucioso análisis
de función y parafunción para poder realizar diagnóstico precoz e
intervención oportuna (Dantón Moreno y col.; 2018).
Las clasificaciones del bruxismo son numerosas y han ido variando con el
tiempo. En 2013 hubo consenso en definir al bruxismo como una actividad
muscular masticatoria que se caracteriza por apretar o rechinar los dientes
y/o arriostramiento o empuje de la mandíbula. Esta actividad muscular puede
producirse mientras se duerme o en estado de vigilia, denominándose
respectivamente: Bruxismo del Sueño (BS), o Bruxismo de Vigilia (BV)
(Lobbezoo y col.; 2013).
8
Se afirma que tanto el bruxismo del sueño como el de vigilia son
actividades musculares masticatorias, es decir, se pone énfasis en la
actividad muscular. Además, se estableció un cambio de paradigma
en la conceptualización del bruxismo ya que actualmente se
considera que esta actividad muscular puede observarse en
individuos sanos, es decir, que el bruxismo puede ser un
comportamiento, un signo de trastorno o un factor de riesgo en un
individuo sano (Lobbezoo y col.; 2018).
También se establece que el Bruxismo del Sueño y el Bruxismo de la
vigilia son comportamientos diferentes y, por lo tanto, sus
definiciones deben separarse (Lobbezoo y col; 2018):
Otro concepto tratado por los mismos autores fue que el bruxismo podría ser
incluso beneficioso en ciertos casos, como, por ejemplo: marcando un límite
final a trastornos respiratorios durante el sueño, evitando un colapso o
reduciendo el desgaste químico de los dientes en pacientes con reflujo
gastroesofágico mediante el aumento de la salivación. En otras palabras,
según Lobbezoo y colaboradores (2018), el bruxismo podría considerarse
como:
9
2. Bruxismo como factor de riesgo: cuando se asocia a otros factores
negativos para la salud (ej. posibilidad de dolor en ATM).
3. Bruxismo como factor protector: cuando se asocia a un efecto
beneficioso para la salud. (ej. en el caso de las apneas respiratorias,
al aparecer el bruxismo al final de los microdespertares, restaura la
permeabilidad de las vías aéreas superiores).
10
mecanismos fisiopatológicos diferentes (Manfredini y col.; 2009), (Hermida y
col; 2020)
11
En Cuba, Silva Contreras y col (2013), reportan una incidencia del 75 al
79%.
12
Si bien esta etiología es común en niños y adultos, se pondrá énfasis en
aquellos aspectos que tienen que ver con el bruxismo en niños y
adolescentes.
Los factores etiológicos con los que más se relaciona son los psicológicos,
de salud general, odontológicos, alteraciones respiratorias y del sueño. En
los estudios clásicos de Ranfjord y Ash de 1961, se habla de que la etiología
del bruxismo es un binomio formado por las interferencias dentarias y el
estrés.
13
Sin embargo, en la controversial y compleja etiología multicausal del
bruxismo, existen estudios que lo relacionan con trastornos respiratorios del
sueño, postura, hábitos que alteran la musculatura peri-oral (como la
onicofagia y la queilofagia), estrés, y otros trastornos psicosociales, factor
genético, calidad y cantidad de sueño, el uso de tecnologías antes de dormir
(videos, celular, TV, redes sociales etc.), discapacidad, nutrición, etc.
(Garrigos Portales y col.; 2015).
14
CAPÍTULO 2
15
succionar y mioclonos (espasmos musculares involuntarios y repentinos)
(Firmani y col.; 2015) y (Garrrigós Portales y col.; 2015).
16
alteraciones del carácter y comportamiento social (Sánchez Carpintero;
2008).
17
En clasificaciones anteriores de Trastornos del Sueño, el bruxismo aparecía
dentro de la categoría de “Parasomnias asociadas al sueño REM”
(movimientos rápidos oculares). (American Academy of Sleep Medicine;
2001)
Insomnio.
Trastornos respiratorios relacionados con el sueño.
Trastornos centrales de la Hipersomnolencia.
Trastornos del ritmo circadiano del sueño – vigilia.
Parasomnias.
Trastornos del movimiento relacionado con el sueño.
Tabla N°1 Clasificación de Parasomnias según la American Academy of Sleep Medicine. (2014).
PARASOMNIAS
18
Explonding head syndrome.(“cabeza explotante”)
OTHER Parasomnias Sleep – related hallucinations.(alucinaciones)
(otras parasomnias) Parasomnia dueto a medical disorder. (debido a
trastorno médico)
Parasomnia due to a medication or substance.
(debido a una medicación)
Parasomnia, unspecified. (trastorno no
especificado)
19
clínicos de obstrucción de la vía aérea, puede ser necesaria la indicación de
una polisomnografía para descartar ronquido primario (Sánchez Carpintero;
2008).
20
Fig. 2. Esquema del patrón del sueño (Frugone Zambra; 2003)
El sueño REM (por sus siglas en inglés, rapid eye movements) es la fase del
sueño que tiene más actividad y metabolismo cerebral. La polisomnografía
da la apariencia de que el paciente estuviera en vigilia. Es aquí donde se
producen los sueños. Se le da el nombre de REM porque en esta fase se
produce un movimiento rápido de los ojos (rapid eye movements) y se
aumenta el umbral para los microdespertares. Ocupa el 20 al 25% del sueño
total (Gutiérrez del Río y col.; 2018).
El bruxismo nocturno o del sueño puede ser afectado por el SAHOS ya que
en ambos se producen incrementos de microdespertares con actividad
muscular masticatoria (Gutiérrez del Río y col.; 2018).
21
En los antecedentes generales de la Historia Clínica de un paciente con
Bruxismo y Trastornos Respiratorios durante el Sueño (SAHOS) se puede
encontrar: rinitis alérgica, adenoides hipertróficos e hipertrofia tonsilar
(Gregorio PB y col.; 2008).
Ronquidos.
Respiración bucal.
Dificultad para respirar.
Sueño inquieto.
Somnolencia diurna.
Hiperactividad.
Problemas en el rendimiento escolar.
Problemas de comportamiento.
Cefaleas matutinas.
Falta de concentración.
Enuresis.
Sudoración al dormir.
Trastornos del crecimiento y desarrollo corporal.
Los trastornos del sueño relacionados con la respiración en los niños no sólo
representan una posible causa de alteración del crecimiento craneofacial,
sino que también pueden afectar la salud y el desarrollo general del niño y
22
del adolescente en lo neurocognitivo, lo conductual y lo metabólico. La
apnea obstructiva del sueño se considera hoy en día un síndrome
neuroconductual (Paglia; 2019).
Existe una estrecha relación entre bruxismo y calidad del sueño. Esto se
observa en la alta incidencia de microdespertares en estudios de
polisomnografías en la etapa 2 del sueño NO REM y REM (Herrera y col.;
2006).
23
(música, videojuegos, TV, celular y redes sociales). Los autores concluyeron
que el uso de tecnologías al acostarse produjo efectos adversos en muchos
parámetros del sueño, por ejemplo, pesadillas, retraso en el inicio del sueño,
sonambulismo.
24
mayor incidencia de desgastes y facetas dentarias en los niños con autismo
(Khatib y col.; 2014).
25
En el 2014, Gómez y colaboradores compararon un grupo control y otro de
niños de 5 a 13 años con trastorno hiperkinético, encontrando en este último
mayor frecuencia de alteraciones de sueño como somniloquia, bruxismo,
enuresis, dificultades para conciliar el sueño y pesadillas. En numerosos
estudios sobre el estrés en los niños se observa como protagonista el
bullying o maltrato social (Danton Moreno y Aparra; 2018 y Serra-Negra;
2017)
26
Fig 3 Posición mandibular influenciada por músculos suprahioideos, infrahioideos, agonistas
masticatorios, paravertebrales, de la nuca y espalda. Modificado de: Manns A., Díaz G.
Sistema Estomatognático. Sociedad Gráfica Almagro Ltda. Universidad de Chile 1988
CAPÍTULO 3
27
niños y adolescentes. La gravedad de estos signos y síntomas depende de
la intensidad, la frecuencia y el tiempo o data del hábito (Pangrazio; 2011).
28
Pérdida de Dimensión vertical.
Cefaleas.
Indentaciones en los bordes laterales de la lengua.
Erosiones y ulceraciones en la mucosa.
Dolores cervicales.
Por otro lado, si se considera que todas las investigaciones muestran que la
prevalencia del bruxismo disminuye con la edad (9 a 10 años), se podría
30
optar por una conducta observacional y no intervencionista en los niños
(Firmani y col.; 2015), (Manfredini y col.; 2013) y (Saulue y col.; 2015).
En el caso del bruxismo de vigilia que se caracteriza por apretar los dientes,
el tratamiento se basa fundamentalmente en alentar a esos pacientes
bruxistas a controlar ese comportamiento deletéreo. Es en estos casos
donde es aconsejable aplicar una estrategia cognitivo-conductual y/o una
técnica de biorretroalimentación (como se desarrollará más adelante)
(Saulue; 2015).
31
Cada paciente debe ser evaluado y tratado particularmente ya que, si
bien el Bruxismo de sueño tiene una regulación central, son muy variados
los factores concomitantes (etiología multifactorial) y muy florida la
manifestación clínica.
Actualmente el tratamiento hace foco en el manejo de los síntomas y la
prevención de las complicaciones.
Es fundamental, mediante una buena anamnesis y observación clínica,
identificar los factores etiológicos asociados al Bruxismo de cada
paciente.
En cuanto al ajuste oclusal, actualmente no está indicado dado que la
etiología es central y no periférica. En el caso de decidir un ajuste
oclusal, sólo se realiza a partir de los 13 años ya que antes el paciente no
se encuentra muscularmente maduro.
La Rehabilitación oclusal se utiliza cuando el desgaste es severo y es
necesario rehabilitar la función masticatoria. En el caso de los niños con
TEA (Trastornos del Espectro Autista) y bruxismo con gran desgaste se
puede hacer la rehabilitación usando coronas de acero inoxidable.
Aparatos intraorales: no hay evidencia de su efectividad, pero pueden
proteger las superficies dentarias del desgaste y relajar los músculos
masticadores. Sin embargo, dispositivos intraorales para avance
mandibular cuando el paciente presenta SAHOS, sí se considera una
buena opción. Los aparatos de ortopedia funcional bimaxilares tienen una
buena acción indirectamente ya que, al expandir el maxilar superior y
descomprimir el complejo nasomaxilar, se ha visto mejora en la
respiración y disminución del bruxismo.
Fisioterapia: se está hablando de distintas técnicas que pueden ser
beneficiosas como crioterapia, ultrasonido, masoterapia, estimulación
neuromuscular transcutánea (TENS), estimulación neural eléctrica
(MENS), etc.
32
la terapia natural para Bruxismo de Sueño en niños utilizando Melissa
Officinalis L por sus propiedades sedativas, ansiolíticas, antiinflamatorias
y espasmódicas. Por el momento la evidencia es muy limitada por lo que
se necesitan más estudios.
33
Con respecto a las placas blandas, no están indicadas en ninguna dentición
ya que pueden estimular el apretamiento dentario (como lo hace el chicle)
(Hermida; 2020).
Indicaciones
Presencia de lesiones ulcerosas auto-provocadas de difícil resolución.
Ausencia de caries.
Superficies que permitan la retención del dispositivo.
Necesidad de alimentación o ventilación a través de cánulas.
Contraindicaciones
34
Presencia de caries.
Cuando existen otras lesiones cuyo origen se desconoce.
Cuando el paciente no tiene buen manejo de sus secreciones.
Cuando no es seguro que vayan a realizarse los controles que
corresponden.
Cuando presenta elementos dentarios en erupción (a menos que
exista el compromiso de asistir periódicamente a los controles para
realizar los alivios necesarios para que la placa no interfiera en la
erupción dentaria).
Ser retentivas.
Ser fáciles de colocar.
Ser fáciles de retirar en caso de urgencia.
Ser fáciles de limpiar.
Tener bordes redondeados y bien pulidos para no lesionar tejidos
blandos al ser colocada o retirada.
Tener color contrastante para no confundirse con mucosa, sangre,
etc.
Tener buena resistencia y resiliencia.
Estar confeccionada con un material que no produzca reacciones
alérgicas.
35
duda, la higiene ya que es retentivo de restos alimenticios y
microorganismos (Fardi y col.; 2003).
CONCLUSIÓN
36
Sin lugar a dudas el bruxismo es un tema complejo y controversial en cuanto
a su conceptualización, etiología, manejo, tratamiento y pronóstico.
A los investigadores les queda por delante la ardua tarea de trabajar en los
aspectos del bruxismo en niños y adolescentes que aún son controversiales
para lograr consenso con base científica.
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