La Confesic3b3n y El Catecismo Bautista
La Confesic3b3n y El Catecismo Bautista
La Confesic3b3n y El Catecismo Bautista
Y
EL CATECISMO BAUTISTA
LA CONFESIÓN BAUTISTA DE FE traducido por Chapel Library,
2603 West Wright St., Pensacola, Florida 32505 USA
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Índice de Contenidos
Acerca de la Declaración de fe de Londres de 1689.................................. 5
1. DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS................................................10
2. DE DIOS Y DE LA SANTA TRINIDAD…........................................14
3. DEL DECRETO DE DIOS ..................................................................15
4. DE LA CREACIÓN ............................................................................17
5. DE LA DIVINA PROVIDENCIA .......................................................18
6. DE LA CAÍDA DEL HOMBRE, DEL PECADO Y SU CASTIGO…21
7. DEL PACTO DE DIOS .......................................................................22
8. DE CRISTO EL MEDIADOR ............................................................ 23
9. DEL LIBRE ALBEDRÍO….................................................................28
10. DEL LLAMAMIENTO EFICAZ….................................................. 29
11. DE LA JUSTIFICACIÓN .................................................................30
12. DE LA ADOPCIÓN.......................................................................... 32
13. DE LA SANTIFICACIÓN…............................................................ 33
14. DE LA FE SALVADORA................................................................. 34
15. DEL ARREPENTIMIENTO PARA VIDA Y SALVACIÓN…....... 35
16. DE LAS BUENAS OBRAS….......................................................... 37
17. DE LA PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS………................... 39
18. DE LA SEGURIDAD DE LA GRACIA Y DE LA SALVACIÓN... 41
19. DE LA LEY DE DIOS....................................................................... 42
20. DEL EVANGELIO Y DEL ALCANCE DE SU GRACIA…........... 45
21. DE LA LIBERTAD CRISTIANA Y DE LA LIBERTAD DE
CONCIENCIA………………………………………………………….46
3
22. DE LA ADORACIÓN CRISTIANA Y DEL DÍA DE REPOSO …. 48
23. DE LOS JURAMENTOS Y VOTOS LÍCITOS................................ 50
24. DE LAS AUTORIDADES CIVILES ……....................................... 52
25. DEL MATRIMONIO ....................................................................... 53
26. DE LA IGLESIA............................................................................... 54
27. DE LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS ......................................... 58
28. DEL BAUTISMO Y LA CENA DEL SEÑOR …............................ 59
29. DEL BAUTISMO............................................................................. 60
30. DE LA CENA DEL SEÑOR…......................................................... 61
31. DEL ESTADO DEL HOMBRE DESPUÉS DE LA MUERTE........ 63
32. DEL JUICIO FINAL ........................................................................ 64
EL CATECISMO BAUTISTA…………………………………………66
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Acerca de la Declaración de fe de 1689
En Inglaterra, durante la década de 1630 y de 1640, surgieron de
la Iglesia Anglicana grupos congregacionalistas y bautistas. Sus primeros
años de existencia se caracterizaron por repetidos ciclos de persecución
por parte del Parlamento y la religión oficial del país. El infausto Código
de Clarendon fue adoptado en la década de 1660 para aplastar todo disenso
de la religión oficial del estado. Los períodos de rigurosa aplicación y los
intervalos de relajamiento de estas leyes coercitivas angustiaban a
presbiterianos, congregacionalistas y bautistas por igual.
Los presbiterianos y congregacionalistas no sufrieron menos que
los bautistas bajo este acoso. Su frente unido en un acuerdo doctrinal fue
una de las razones principales de su relativo éxito al resistir la tiranía
gubernamental. Todos los presbiterianos se mantuvieron fieles a la
Confesión de Westminster de 1647. Los congregacionalistas adoptaron
prácticamente los mismos artículos de fe en la Declaración de Savoy de
1658.
Confesión de Westminster (1647)
Mientras la Guerra Civil en Inglaterra entre el Parlamento puritano
y el rey (1642-1649) estaba en pleno auge, se hicieron cambios en la
Iglesia Anglicana. En 1643, el Parlamento abolió la forma episcopal de
gobierno eclesiástico, con sus parroquias y obispos jerárquicos. También
pidió una nueva estructura. Ésta sería formulada por una asamblea de
ciento veintiún clérigos (los “teólogos”) y treinta laicos: 10 miembros de
la Cámara de los Lores y 20 miembros de la Cámara de los Comunes. Esta
“Asamblea Westminster de Teólogos” se reunió en la histórica abadía de
Westminster (contigua al Parlamento) en Londres, de la cual la declaración
deriva su nombre.
La mayoría de los presentes en la Asamblea reunidos en 1643 eran
presbiterianos puritanos. Se permitió la participación de ocho
comisionados escoceses en las reuniones, como muestra de aprecio por su
ayuda en la lucha contra el rey. Aunque los representantes escoceses no
tenían ningún rol oficial en las reuniones, su presencia fue influyente. La
Asamblea realizó 1.163 sesiones entre el 1 de julio de 1643 y el 22 de
febrero de 1649. Se requería un quórum de 40 miembros.
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Al ir avanzando el trabajo, se preparó un Directorio de Culto para
reemplazar el libro de oración episcopal. Además, se redactó una nueva
declaración de fe para la Iglesia Anglicana. La Confesión de Westminster
llegó a ser el credo protestante más importante de la época de la Reforma.
Se empezó a trabajar en esta confesión en julio de 1645, siguiendo con
muchas interrupciones hasta ser terminada en diciembre de 1646. La
confesión o declaración fue presentada a ambas Cámaras del Parlamento
en 1647 bajo el título: “El humilde consejo de la Asamblea de Teólogos,
con citas y pasajes de las Escrituras anexadas, presentado por ellos a ambas
Cámaras del Parlamento.”
La Confesión de Westminster es un resumen de las principales
creencias cristianas en treinta y tres capítulos. Está saturada de la teología
bíblica reformada clásica, con énfasis en las relaciones de pacto entre Dios
y el hombre. En cuanto al gobierno de la iglesia, presenta el concepto
presbiteriano: con presbíteros (o sínodos) que supervisan a las
congregaciones locales. En cuanto al bautismo, conserva al bautismo
infantil, en concordancia con el concepto de pacto de la herencia cristiana.
Éste mantiene que Dios con frecuencia salva a familias enteras, y que el
infante es considerado parte del pacto a través de sus padres creyentes,
mientras no pruebe lo contrario por medio de sus decisiones relacionadas
con su estilo de vida.
A fin de explicar la declaración, la Asamblea de Westminster
preparó un Catecismo Mayor para ser enseñado públicamente por los
pastores desde el púlpito. Se publicó un Catecismo Menor para la
instrucción de los niños.
Aunque la Confesión de Westminster fue usada sólo brevemente
por la Iglesia Anglicana, fue adoptada por la Asamblea general de la
Iglesia de Escocia en 1647 para uso general. La Confesión de Westminster
sigue siendo hasta hoy la declaración de fe autoritativa de la mayoría de
las iglesias presbiterianas.
Declaración de Savoy (1658)
Muchos cristianos evangélicos conservadores consideraban que la
Confesión de Westminster era una afirmación correcta de la fe según las
Escrituras, pero no coincidían con las afirmaciones sobre el gobierno de la
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iglesia y el bautismo. Éstos formaron dos grupos: los congregacionalistas
y los bautistas.
A fin de mantener el crecimiento del que disfrutaban, el 29 de
septiembre de 1658 se reunieron en el Palacio Savoy en Londres, en una
asamblea de líderes congregacionalistas. El sínodo adoptó una
“Declaración de fe y orden, observados y practicados en las iglesias
congregacionalistas.” Basada mayormente en la Confesión de
Westminster, la Declaración de Savoy incluía una sección sobre “La
institución de iglesias y el orden establecido en ellas por Jesucristo”.
Defendía la forma congregacional para el gobierno de la iglesia.
Confesión Bautista de Londres de 1677
Los que consideraban que las Escrituras enseñan el bautismo del
creyente también necesitaban una declaración de fe clara. A éstos los
conocían como “bautistas”. Sintiéndose sustancialmente unidos con el
sufrimiento de los presbiterianos y los congregacionalistas bajo la misma
injusticia cruel, los bautistas se reunieron para publicar su armonía
sustancial con ellos en cuestiones de doctrina.
Se envió una carta circular a las Iglesias Bautistas Particulares en
Inglaterra y Gales, pidiendo a cada congregación que enviara
representantes a la reunión en Londres en 1677. Se aprobó y publicó una
declaración inspirada en la Confesión de Westminster. Desde entonces
lleva el nombre de Confesión de Londres de 1677. Debido a que este
documento fue desarrollado en las oscuras horas de opresión, fue lanzado
bajo el anonimato.
El prefacio de la publicación original de 1677 dice en parte: “Han
pasado ya muchos años1 desde que varios de nosotros... sentimos la
necesidad de publicar nuestra confesión de fe, para la información y
satisfacción de quienes no entendían cabalmente cuáles eran nuestros
principios, o que habían tenido prejuicios contra nuestra profesión...
1
Habían pasado 33 años desde que la Declaración de Londres anterior había
sido expedida (en 1644) por siete congregaciones bautistas en Londres. Aquel
documento había sido desarrollado para distinguir a las iglesias bautistas
reformadas (que siguieron la fe evangélica histórica de la Reforma), de los
anabautistas y los recientemente formados bautistas arminianos.
7
“En vista de que en la actualidad esta confesión1 no está al
alcance de todos, y de que muchos otros también han aceptado la misma
verdad que contiene; juzgamos necesario juntarnos para dar un testimonio
al mundo de nuestra adherencia firme a estos sanos principios...
“Llegamos a la conclusión de que era necesario declararnos más
plena y decididamente... y no encontrando defecto en este sentido en la
adoptada por la Asamblea [de Westminster], y después de ella por los
congregacionalistas, llegamos a la conclusión que sería mejor retener el
mismo orden en nuestra presente declaración de confesión... mayormente
sin ninguna variación en los términos... haciendo uso de las mismas
palabras de ambos... Esto hicimos para... convencer a todos que no
tenemos ningún deseo de dificultar la religión con palabras nuevas, sino
de esa manera dar nuestro inmediato consentimiento a las palabras sanas
que han sido usadas por otros antes que nosotros... En aquellas cosas en
las que diferimos con otros, nos hemos expresado con toda candidez y
sencillez... Nuestro propósito dista de querer crear una polémica en todo
lo que hemos hecho en esta cuestión.”
Confesión de fe de Londres de 1689
William y Mary subieron al trono de Inglaterra en 1689. El 24 de
mayo de ese año se promulgó la Ley de Tolerancia. A los dos meses, varios
pastores londinenses pidieron una reunión general de bautistas
procedentes de Inglaterra y Gales. Se reunieron en Londres representantes
de ciento siete congregaciones desde el 3 al 12 de septiembre. Adoptaron
la Confesión de Londres de 1677 con algunas importantes correcciones.
Una de las razones del crecimiento de las congregaciones bautistas
eran las características particulares del movimiento. Los bautistas no
reconocían los sacramentos como tales, como los reconocían los
anglicanos y los católicos romanos. Creían en dos ordenanzas: la Cena del
Señor y el bautismo de los que profesaban ser creyentes. Los primeros
bautistas preferían ser bautizados por inmersión en “aguas vivas”; agua
que corría en un río o arroyo. En el gobierno eclesiástico bautista, la
congregación tenía completa autoridad. Podía llamar a su pastor y
despedirlo. No había obispos ni superintendentes en la estructura bautista.
Ningún grupo tenía poder gubernamental sobre otras congregacines
individuales.
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En resumen, las interpretaciones de fe cristiana evangélica tal
como las proclaman las Escrituras fueron presentadas en la Confesión de
Westminster en 1647. Se realizaron actualizaciones 1) para el gobierno
eclesiástico congregacional en la Declaración de Savoy en 1658 y 2) para
el bautismo del creyente en la (primera) Confesión de Londres de 1677.
El mensaje principal de la Confesión de Westminster fue
nuevamente preservada en la Confesión de fe de Londres de 1689, que
incorporó las revisiones menores tanto de la Declaración de Savoy y la
primera Confesión de Londres. La presente Confesión Bautista Fe de 1689
ha pasado la prueba del tiempo y ha llegado a ser una de las afirmaciones
más importantes de la fe evangélica en la historia de la iglesia. Es utilizada
en la actualidad por miles de congregaciones alrededor del mundo.
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CAPÍTULO 1
DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS
Párrafo 1. Las Sagradas Escrituras constituyen la única regla suficiente,
segura e infalible de todo conocimiento, fe y obediencia salvadores.¹
Aunque la luz de la naturaleza y las obras de la creación y de la providencia
manifiestan de tal manera la bondad, sabiduría y poder de Dios que dejan
a los hombres sin excusa², no obstante, no son suficientes para dar el
conocimiento de Dios y de su voluntad que es necesario para la salvación.³
Por lo tanto, agradó al Señor, en distintas épocas y de diversas maneras,
revelarse a sí mismo y declarar su voluntad a su iglesia;⁴ y posteriormente,
para preservar y propagar mejor la verdad y para un establecimiento y
consuelo más seguros de la iglesia contra la corrupción de la carne y la
malicia de Satanás y del mundo, le agradó poner por escrito esa revelación
en su totalidad, lo cual hace a las Santas Escrituras muy necesarias,⁵
habiendo cesado ya las maneras anteriores por las cuales Dios revelaba su
voluntad a su pueblo.⁶
¹2 Timoteo 3:15-17; Isaías 8:20; Lucas 16:29,31; Efesios 2:20
²Romanos 1:19-21, 32; Romanos 2:12a, 14, 15; Salmos 19:1-3
³Salmos 19:1-3 con vv. 7-11; Romanos 1:19-21; 2:12a, 14, 15 con 1:16, 17
y 3:21
⁴Hebreos 1:1, 2a
⁵Proverbios 22:19-21; Lucas 1:1-4; 2 Pedro 1:12-15; 3:1; Deuteronomio
17:18ss.; 31:9ss., 19ss.; 1 Corintios 15:1;2 Tesalonicenses 2:1,2,15; 3:17;
Romanos 1:8-15; Gálatas 4:20; 6:11; 1 Timoteo 3:14ss.; Apocalipsis 1:9,19;
2:1; Romanos 15:4; 2 Pedro 1:19-21
⁶Hebreos 1:1, 2a; Hechos 1:21, 22; 1 Corintios 9:1; 15:7, 8; Efesios 2:20
10
Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Hageo,
Zacarías, Malaquías.
DEL NEUVO TESTAMENTO:
Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Los Hechos, Romanos, 1 Corintios, 2
Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 Tesalonicenses, 2
Tesalonicenses, 1 Timoteo, 2 Timoteo, Tito, Filemón, Hebreos, Santiago,
1 Pedro, 2 Pedro, 1 Juan, 2 Juan, 3 Juan, Judas, El Apocalipsis.
Todos ellos fueron dados por inspiración de Dios para ser la regla de fe y
de vida.⁷
⁷2 Timoteo 3:16 con 1 Timoteo 5:17, 18; 2 Pedro 3:16
11
de Dios.¹² Sin embargo, nuestra plena persuasión y certeza de su verdad
infalible y su autoridad divina provienen de la obra interna del Espíritu
Santo, quien da testimonio en nuestros corazones por medio de la Palabra
y con ella.¹³
¹¹2 Timoteo 3:14,15
¹²Jeremías 23:28,29; Lucas 16:27-31; Juan 6:63; 1 Pedro 1:23-25; Hebreos
4:12,13; Deuteronomio 31:11-13; Juan 20:31; Gálatas 1:8,9; Marcos
16:15,16
¹³Mateo 16:17; 1 Corintios 2:14ss.; Juan 3:3; 1 Corintios 2:4,5; 1
Tesalonicenses 1:5,6; 1 Juan 2:20,21, con v. 27
12
¹⁹2 Timoteo 3:14-17; Salmos 19:7-8; 119:105; 2 Pedro 1:19; Proverbios
6:22,23; Deuteronomio 30:11-14
Párrafo 10. El juez supremo, por el que deben decidirse todas las
controversias religiosas, y por el que deben examinarse todos los decretos
de concilios, las opiniones de autores antiguos, las doctrinas de hombres y
espíritus particulares, y cuya sentencia debemos acatar, no puede ser otro
sino las Sagradas Escrituras entregadas por el Espíritu. A dichas Escrituras
así entregadas, se reduce nuestra fe en definitiva.²⁷
²⁷Mateo 22:29,31,32; Efesios 2:20; Hechos 28:23-25
13
CAPÍTULO 2
DE DIOS Y DE LA SANTA TRINIDAD
Párrafo 1. El Señor nuestro Dios es un Dios único, vivo y verdadero;¹ cuya
subsistencia está en él mismo y es de él mismo, infinito en su ser y
perfección;² cuya esencia no puede ser comprendida por nadie sino por él
mismo;³ es espíritu purísimo, invisible, sin cuerpo, miembros o pasiones,
el único que tiene inmortalidad y que habita en luz inaccesible;⁴ es
inmutable, inmenso, eterno, inescrutable, todopoderoso, infinito en todos
los sentidos, santísimo, sapientísimo, libérrimo, absoluto;⁵ que hace todas
las cosas según el consejo de su inmutable y justísima voluntad, para su
propia gloria;⁶ es amantísimo, benigno, misericordioso, longánimo,
abundante en bondad y verdad, perdonando la iniquidad, la transgresión y
el pecado;⁷ galardonador de los que le buscan con diligencia, y sobre todo,
justísimo y terrible en sus juicios, que odia todo pecado y que de ninguna
manera dará por inocente al culpable.⁸
¹Deuteronomio 6:4; Jeremías 10:10; 1 Corintios 8:4,6; 1 Tesalonicenses 1:9
²Isaías 48:12
³Éxodo 3:14; Job 11:7, 8; 26:14; Salmos 145:3; Romanos 11:33, 34
⁴Juan 4:24; 1 Timoteo 1:17; Deuteronomio 4:15, 16; Lucas 24:39; Hechos
14:11, 15; Santiago 5:17
⁵Malaquías 3:6; Santiago 1:17; 1 Reyes 8:27; Jeremías 23:23, 24; Salmos
90:2; 1 Timoteo 1:17; Génesis 17:1; Apocalipsis 4:8; Isaías 6:3; Romanos
16:27; Salmos 115:3; Éxodo 3:14
⁶Efesios 1:11; Isaías 46:10; Proverbios 16:4; Romanos 11:36
⁷Éxodo 34:6, 7; 1 Juan 4:8
⁸Hebreos 11:6; Nehemías 9:32, 33; Salmos 5:5,6; Nahúm 1:2, 3; Éxodo 34:7
14
en todas sus obras y en todos sus mandatos;¹² a él se le debe, por parte de
los ángeles y los hombres, toda adoración, todo servicio u obediencia que
como criaturas deben al Creador, y cualquier cosa adicional que a él le
placiera demandar de ellos.¹³
⁹Juan 5:26; Hechos 7:2; Salmos 148:13; 119:68; 1 Timoteo 6:15; Job 22:2,
3; Hechos 17:24, 25
¹⁰Apocalipsis 4:11; 1 Timoteo 6:15; Romanos 11:34-36; Daniel 4:25, 34, 35
¹¹Hebreos 4:13; Romanos 11:33, 34; Salmos 147:5; Hechos 15:18; Ezequiel
11:5
¹²Salmos 145:17; Romanos 7:12
¹³Apocalipsis 5:12-14
CAPÍTULO 3
DEL DECRETO DE DIOS
Párrafo 1. Dios, desde toda la eternidad, por el sapientísimo y santísimo
consejo de su propia voluntad, ha decretado en sí mismo, libre e
inalterablemente,¹ todas las cosas, todo lo que sucede;² sin embargo, de tal
manera que por ello Dios ni es autor del pecado ni tiene comunión con
nadie en el mismo;³ ni se hace violencia a la voluntad de la criatura, ni se
quita la libertad o contingencia de las causas secundarias, sino que más
15
bien las establece;⁴ en lo cual se manifiesta su sabiduría en disponer todas
las cosas, y su poder y fidelidad en llevar a cabo sus decretos.⁵
¹Proverbios 19:21; Isaías 14:24-27; 46:10, 11; Salmos 115:3; 135:6;
Romanos 9:19
²Daniel 4:34, 35; Romanos 8:28; 11:36; Efesios 1:11
³Génesis 18:25; Santiago 1:13; 1 Juan 1:5
⁴Génesis 50:20; 2 Samuel 24:1; Isaías 10:5-7; Mateo 17:12; Juan 19:11;
Hechos 2:23; 4:27, 28
⁵Números 23:19; Efesios 1:3-5
Párrafo 2. Aunque Dios sabe todo lo que pudiera o puede pasar en todas
las condiciones que se puedan suponer,⁶ sin embargo nada ha decretado
porque lo previera como futuro o como aquello que había de suceder en
dichas condiciones.⁷
⁶1 Samuel 23:11, 12; Mateo 11:21, 23; Hechos 15:18
⁷ Isaías 40:13, 14; Romanos 9:11-18; 11:34; 1 Corintios 2:16
Párrafo 5. A los humanos que están predestinados para vida, Dios (antes
de la fundación del mundo, según su propósito eterno e inmutable y el
consejo secreto y beneplácito de su voluntad) los ha escogido en Cristo
para gloria eterna, meramente por su libre gracia y amor,¹¹sin que ninguna
otra cosa en la criatura, como condición o causa, le moviera a ello.¹²
16
¹¹Romanos 8:30; Efesios 1:4-6,9; 2 Timoteo 1:9
¹²Romanos 9:11-16; 11:5, 6
CAPÍTULO 4
DE LA CREACIÓN
Párrafo 1. En el principio agradó a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo,¹
para la manifestación de la gloria de su poder, sabiduría y bondad eternos,²
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crear o hacer el mundo y todas las cosas que en él hay, ya sean visibles o
invisibles,³ en el lapso de seis días,⁴ y todas muy buenas.⁵
¹Hebreos 1:2; Juan 1:2, 3; Génesis 1:2; Job 26:13; 33:4
²Romanos 1:20; Jeremías 10:12; Salmos 104:24; 33:5, 6; Proverbios 3:19;
Hechos 14:15, 16
³Génesis 1:1; Juan 1:2; Colosenses 1:16
⁴Génesis 2:1-3; Éxodo 20:8-11
⁵Génesis 1:31; Eclesiastés 7:29; Romanos 5:12
Párrafo 2. Después que Dios hubo creado todas las demás criaturas, creó
al hombre, varón y hembra, con almas racionales e inmortales, haciéndolos
aptos para la vida con Dios para la cual fueron creados;⁶ siendo hechos a
imagen de Dios, en conocimiento, justicia y santidad de la verdad;⁷
teniendo la ley de Dios escrita en sus corazones, y el poder para cumplirla
y, sin embargo, con la posibilidad de transgredirla, por haber sido dejados
a la libertad de su propia voluntad, que era mutable.⁸
⁶Génesis 1:27; 2:7; Santiago 2:26; Mateo 10:28; Eclesiastés 12:7
⁷Génesis 1:26,27; 5:1-3; 9:6; Eclesiastés 7:29; 1 Corintios 11:7; Santiago
3:9; Colosenses 3:10; Efesios 4:24
⁸Romanos 1:32; 2:12a,14,15; Génesis 3:6; Eclesiastés 7:29; Romanos 5:12
CAPÍTULO 5
DE LA DIVINA PROVIDENCIA
Párrafo 1. Dios, el buen Creador de todo,¹ en su infinito poder y sabiduría,²
sostiene, dirige, dispone y gobierna³ a todas las criaturas y cosas, desde la
mayor hasta la más pequeña,⁴ por su sapientísima y santísima
providencia,⁵ con el fin para el cual fueron creadas,⁶ según su presciencia
infalible, y el libre e inmutable consejo de su propia voluntad;⁷ para
18
alabanza de la gloria de su sabiduría, poder, justicia, infinita bondad y
misericordia.⁸
¹Génesis 1:31; 2:18; Salmos 119:68
²Salmos 145:11; Proverbios 3:19; Salmos 66:7
³Hebreos 1:3; Isaías 46:10,11; Daniel 4:34,35; Salmos 135:6; Hechos 17:25-
28; Job 38-41
⁴Mateo 10:29-31
⁵Proverbios 15:3; Salmos 104:24; 145:17
⁶ Colosenses 1:16,17; Hechos 17:24-28
⁷Salmos 33:10,11; Efesios 1:11
⁸Isaías 63:14; Efesios 3:10; Romanos 9:17; Génesis 45:7; Salmos 145:7
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acciones de ellos procede sólo de las criaturas, y no de Dios, quien siendo
justísimo y santísimo, no es, ni puede ser, autor del pecado ni aprobarlo.¹⁷
¹⁵Romanos 11:32-34; 2 Samuel 24:1; 1 Crónicas 21:1; 1 Reyes 22:22,23; 2
Samuel 16:10; Hechos 2:23; 4:27,28
¹⁶Hechos 14:16; 2 Reyes 19:28; Génesis 50:20; Isaías 10:6,7,12
¹⁷Santiago :13,14,17; 1 Juan 2:16; Salmos 50:21
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Párrafo 7. Del mismo modo que la providencia de Dios alcanza en general
a todas las criaturas, así también de un modo más especial cuida de su
iglesia y dispone todas las cosas para el bien de la misma.²⁶
²⁶Proverbios 2:7,8; Amós 9:8,9; 1 Timoteo 4:10; Romanos 8:28; Efesios
1:11,22; 3:10,11,21; Isaías 43:3-5,14
CAPÍTULO 6
DE LA CAÍDA DEL HOMBRE, DEL PECADO Y SU CASTIGO
Párrafo 1. A pesar de que Dios creó al hombre recto y perfecto, y le dio
una ley justa, que hubiera sido para vida si la hubiera guardado, y amenazó
con la muerte su transgresión, el hombre no la honró por mucho tiempo,¹
usando Satanás la sutileza de la serpiente para subyugar a Eva y luego a
través de ella seduciendo a Adán, quien sin ninguna coacción,
deliberadamente transgredió la ley bajo la cual habían sido creados y
también el mandato que les había sido dado, al comer del fruto prohibido,²
lo cual agradó a Dios permitir, conforme a su sabio y santo consejo,
habiéndolo ordenado con el propósito de que fuera para su propia gloria.³
¹Eclesiastés 7:29; Romanos 5:12a, 14,15; Génesis 2:17; 4:25-5:3
²Génesis 3:1-7; 2 Corintios 11:3; 1 Timoteo 2:14
³Romanos 11:32-34; 2 Samuel 24:1; 1 Crónicas 21:1; 1 Reyes 22:22,23; 2
Samuel 16:10; Hechos 2:23; 4:27,28
21
de ellos mediante generación ordinaria, siendo ahora concebidos en
pecado, y por naturaleza hijos de ira, siervos del pecado, sujetos a la
muerte y a todas las demás desgracias–espirituales, temporales y eternas–
a no ser que el Señor Jesús los libere.⁶
⁶Romanos 5:12ss.; 1 Corintios 15:20-22; Salmos 51:4,5; 58:3; Efesios 2:1-
3; Génesis 8:21; Proverbios 22:15; Job 14:4; 15:14
CAPÍTULO 7
DEL PACTO DE DIOS
Párrafo 1. La distancia entre Dios y la criatura es tan grande que aun
cuando las criaturas racionales le deben obediencia como su Creador, éstas
nunca podrían haber logrado la recompensa de la vida a no ser por alguna
condescendencia voluntaria por parte de Dios, que a él le ha placido
expresar en forma de pacto.¹
¹Job 35:7,8; Salmos 113:5,6; Isaías 40:13-16; Lucas 17:5-10; Hechos
17:24,25
22
Párrafo 2. Además, habiéndose el hombre acarreado la maldición de la ley
por su Caída, agradó al Señor hacer un pacto de gracia,² en el que
gratuitamente ofrece a los pecadores vida y salvación por Jesucristo,
requiriéndoles la fe en él para que puedan ser salvos,³ y prometiendo dar
su Espíritu Santo a todos aquellos que son ordenados para vida eterna, a
fin de darles disposición y capacidad para creer.⁴
²Génesis 3:15; Salmos 110:4 (con Hebreos 7:18-22; 10:12-18); Efesios 2:12
(con Romanos 4:13-17 y Gálatas 3:18-22); Hebreos 9:15
³2. Juan 3:16; Romanos 10:6,9; Gálatas 3:11
⁴Ezequiel 36:26,27; Juan 6:44,45
CAPÍTULO 8
DE CRISTO EL MEDIADOR
Párrafo 1. Agradó a Dios,¹ en su propósito eterno,² escoger y ordenar al
Señor Jesús, su Hijo unigénito, conforme al pacto hecho entre ambos,³ para
que fuera el mediador entre Dios y el hombre; profeta, sacerdote, y rey;
cabeza y Salvador de la iglesia, el heredero de
todas las cosas y juez del mundo;⁴ a quien dio, desde toda la eternidad, un
pueblo para que fuera su simiente y para que a su tiempo lo redimiera,
llamara, justificara, santificara y glorificara.⁵
23
¹Isaías 42:1; Juan 3:16. 2. 1 Pedro 1:19. 3. Salmos 110:4; Hebreos 7:21,22
²1 Pedro 1:19
³Salmos 110:4; Hebreos 7:21,22
⁴1 Timoteo 2:5; Hechos 3:22; Hebreos 5:5,6; Salmos 2:6; Lucas 1:33;
Efesios 1:22,23; 5:23; Hebreos 1:2; Hechos 17:31
⁵Romanos 8:30; Juan 17:6; Isaías 53:10; Salmos 22:30; 1 Timoteo 2:6; Isaías
55:4,5; 1 Corintios 1:30
24
20:28; Romanos 9:5; Tito 2:13; Hebreos 1:8,9; Filipenses 2:5,6; 2 Pedro 1:1;
1 Juan 5:20
¹³Hechos 2:22; 13:38; 17:31; 1 Corintios 15:21; 1 Timoteo 2:5
¹⁴Romanos 1:3,4; Gálatas 4:4,5; Filipenses 2:5-11
25
²⁶Hechos 10:42; Romanos 14:9,10; Hechos 1:11; Mateo 13:40-42; 2 Pedro
2:4; Judas 6
26
persuadiéndoles a creer y obedecer,⁴² gobernando sus corazones por su
Palabra y Espíritu,⁴³ y venciendo a todos sus enemigos por su omnipotente
poder y sabiduría,⁴⁴ de manera y en formas que más coincidan con su
maravillosa e inescrutable dispensación;⁴⁵ y todo por su gracia libre y
absoluta, sin prever ninguna condición en ellos para granjearla.⁴⁶
Párrafo 10. Esta cantidad y orden de oficios son necesarios; pues, por
nuestra ignorancia, tenemos necesidad de su oficio profético;⁴⁸ y por
nuestra separación de Dios y la imperfección del mejor de nuestros
servicios, necesitamos su oficio sacerdotal para reconciliarnos con Dios y
presentarnos aceptos para con él;⁴⁹ y por nuestra falta de disposición y total
incapacidad para volver a Dios y para rescatarnos a nosotros mismos y
protegernos de nuestros adversarios espirituales, necesitamos su oficio
real para convencernos, subyugarnos, atraernos, sostenernos, librarnos y
preservarnos para su reino celestial.⁵⁰
⁴⁸Juan 1:18
⁴⁹Colosenses 1:21; Gálatas 5:17; Hebreos 10:19-21
⁵⁰Juan 16:8; Salmos 110:3; Lucas 1:74,75
27
CAPÍTULO 9
DEL LIBRE ALBEDRÍO
Párrafo 1. Dios ha dotado la voluntad del hombre de una libertad natural
y de poder para actuar por elección propia, que no es forzada ni
determinada a hacer bien o mal por ninguna necesidad de la naturaleza.¹
¹Mateo 17:12; Santiago 1:14; Deuteronomio 30:19
28
CAPÍTULO 10
DEL LLAMAMIENTO EFICAZ
Párrafo 1. A aquellos a quienes Dios¹ ha predestinado para vida,² tiene a
bien en su tiempo señalado y aceptable,³ llamar eficazmente⁴ por su
Palabra⁵ y Espíritu,⁶ sacándolos del estado de pecado y muerte en que están
por naturaleza y llevándolos a la gracia y la salvación por Jesucristo;⁷
iluminando de modo espiritual y salvador sus mentes, a fin de que
comprendan las cosas de Dios;⁸ quitándoles el corazón de piedra y
dándoles un corazón de carne,⁹ renovando sus voluntades y, por su poder
omnipotente, induciéndoles a querer hacer lo bueno, y llevándoles
eficazmente a Jesucristo;¹⁰ pero de modo que acuden a él con total libertad,
habiendo recibido por la gracia de Dios la disposición para hacerlo.¹¹
¹Romanos 8:28,29
²Romanos 8:29,30; 9:22-24; 1 Corintios 1:26-28; 2 Tesalonicenses 2:13,14;
2 Timoteo 1:9
³Juan 3:8; Efesios 1:11
⁴Mateo 22:14; 1 Corintios 1:23,24; Romanos 1:6; 8:28; Judas 1; Salmos 29;
Juan 5:25; Romanos 4:17
⁵2 Tesalonicenses 2:14; 1 Pedro 1:23-25; Santiago 1:17-25; 1 Juan 5:1-5;
Romanos 1:16,17; 10:14; Hebreos 4:12
⁶Juan 3:3,5,6,8; 2 Corintios 3:3,6
⁷Romanos 8:2; 1 Corintios 1:9; Efesios 2:1-6; 2 Timoteo 1:9,10
⁸Hechos 26:18; 1 Corintios 2:10,12; Efesios 1:17,18
⁹Ezequiel 36:26
¹⁰Deuteronomio 30:6; Ezequiel 36:27; Juan 6:44,45; Efesios 1:19; Filipenses
2:13
¹¹Salmos 110:3; Juan 6:37; Romanos 6:16-18
Párrafo 2. Este llamamiento eficaz proviene exclusivamente de la gracia
libre y especial de Dios, no de ninguna cosa prevista en el hombre, ni por
ningún poder o instrumentalidad en la criatura,¹² siendo en esto
enteramente pasivo, al estar muerto en delitos y pecados, hasta que es
vivificado y renovado por el Espíritu Santo;¹³ es capacitado de este modo
para responder a este llamamiento y para recibir la gracia que éste ofrece
y transmite, y esto por un poder no menor que el que resucitó a Cristo de
los muertos.¹⁴
¹²2 Timoteo 1:9; Tito 3:4,5; Efesios 2:4,5,8,9; Romanos 9:11
¹³1 Corintios 2:14; Romanos 8:7; Efesios 2:5
¹⁴Efesios 1:19,20; Juan 6:37; Ezequiel 36:27; Juan 5:25
29
Párrafo 3. Los niños escogidos que mueren en la infancia son regenerados
y salvados por Cristo por medio del Espíritu, quien obra cuándo, dónde y
cómo quiere;¹⁵ así lo son también todas las personas escogidas que sean
incapaces de ser llamadas externamente por el ministerio de la Palabra.
¹⁵Juan 3:8
CAPÍTULO 11
DE LA JUSTIFICACIÓN
Párrafo 1. A quienes Dios llama eficazmente, también justifica
gratuitamente,¹ no infundiéndoles justicia y rectitud sino perdonándoles
sus pecados, y considerando y aceptando sus personas como justas;² no
por nada que hay en ellos o hecho por ellos, sino solamente por causa de
Cristo;³ no imputándoles la fe misma, ni la acción de creer, ni ninguna otra
obediencia evangélica como justicia; sino imputándoles la obediencia
activa de Cristo a toda la ley y su obediencia pasiva en su muerte para la
completa y única justicia de ellos por la fe, la cual tienen no de sí mismos;
es don de Dios.⁴
¹ Romanos 3:24; 8:30
²Romanos 4:5-8; Efesios 1:7
³1 Corintios 1:30,31; Romanos 5:17-19
⁴Filipenses 3:9; Efesios 2:7,8; 2 Corintios 5:19-21; Tito 3:5,7; Romanos
3:22-28; Jeremías 23:6; Hechos 13:38,39
30
Párrafo 2. La fe que así recibe a Cristo y confía en él y en su justicia es el
único instrumento de la justificación;⁵ sin embargo, no está sola en la
persona justificada, sino que siempre va acompañada por todas las demás
virtudes salvadoras, y no es una fe muerta sino que obra por el amor.⁶
⁵Romanos 1:17; 3:27-31; Filipenses 3:9; Gálatas 3:5
⁶Gálatas 5:6; Santiago 2:17,22,26
31
¹⁵Mateo 6:12; 1 Juan 1:7–2:2; Juan 13:3-11
¹⁶Lucas 22:32; Juan 10:28; Hebreos 10:14
¹⁷Salmos 32:5; 51:7-12; Mateo 26:75; Lucas 1:20
CAPÍTULO 12
DE LA ADOPCIÓN
Párrafo 1. A todos aquellos que son justificados,¹ Dios se dignó,² en su
único Hijo Jesucristo y por amor de éste,³ hacerles partícipes de la gracia
de la adopción, por la cual son incluidos en el número de los hijos de Dios
y gozan de sus libertades y privilegios, tienen su nombre escrito sobre
ellos,⁴ reciben el espíritu de adopción, tienen acceso al trono de la gracia
con confianza, reciben capacitación para clamar: “Abba, Padre,”⁵ reciben
compación, protección, provisión y corrección como por parte de un
Padre, nunca son desechados, sino que son sellados para el día de la
redención,⁶ y heredan las promesas como herederos de la salvación
eterna.⁷
¹Gálatas 3:24-26
²1 Juan 3:1-3
³Efesios 1:5; Gálatas4:4,5; Romanos 8:17,29
⁴Romanos 8:17; Juan 1:12; 2 Corintios 6:18; Apocalipsis 3:12
⁵Romanos 8:15; Efesios 3:12; Romanos 5:2; Gálatas 4:6; Efesios 2:18
⁶Salmos 103:13; Proverbios 14:26; Mateo 6:30,32; 1 Pedro 5:7; Hebreos
12:6; Isaías 54:8,9; Lamentaciones 3:31; Efesios 4:30
⁷Romanos 8:17; Hebreos 1:14; 9:15
32
CAPÍTULO 13
DE LA SANTIFICACIÓN
Párrafo 1. Aquellos que están unidos a Cristo, son llamados eficazmente
y regenerados, teniendo un nuevo corazón y un nuevo espíritu, creados en
ellos en virtud de la muerte y a resurrección de Cristo,¹ son aún más
santificados de un modo real y personal,² mediante la misma virtud,³ por
su Palabra y Espíritu que moran en ellos;⁴ el dominio del cuerpo entero del
pecado es destruido, y las diversas concupiscencias del mismo se van
debilitando y mortificando más y más, y se van vivificando y fortaleciendo
más y más en todas las virtudes salvadoras, para la práctica de toda
verdadera santidad,⁵ sin la cual nadie verá al Señor.⁶
¹Juan 3:3-8; 1 Juan 2:29; 3:9,10; Romanos 1:7; 2 Corintios 1:1; Efesios 1:1;
Filipenses 1:1; Colosenses 3:12; Hechos 20:32; 26:18; Romanos 15:16; 1
Corintios 1:2; 6:11; Romanos 6:1-11
²1 Tesalonicenses 5:23; Romanos 6:19,22
³1 Corintios 6:11; Hechos 20:32; Filipenses 3:10; Romanos 6:5,6
⁴Juan 17:17; Efesios 5:26; 3:16-19; Romanos 8:13
⁵Romanos 6:14; Gálatas 5:24; Romanos 8:13; Colosenses 1:11; Efesios
3:16-19; 2 Corintios 7:1; Romanos 6:13; Efesios 4:22-25; Gálatas 5:17
⁶Hebreos 12:14
33
¹²2 Pedro 3:18; 2 Corintios 7:1; 3:18; Mateo 28:20
CAPÍTULO 14
DE LA FE SALVADORA
Párrafo 1. La gracia de la fe, por la cual los escogidos reciben capacidad
para creer para la salvación de sus almas, es la obra del Espíritu de Cristo
en sus corazones, y ordinariamente se realiza por el ministerio de la
Palabra;¹ por la cual, y por la administración del bautismo y la Cena del
Señor, la oración y otros medios designados por Dios, esa fe aumenta y se
fortalece.²
¹Juan 6:37, 44; Hechos 11:21,24; 13:48; 14:27; 15:9; 2 Corintios 4:13;
Efesios 2:8; Filipenses 1:29; 2 Tesalonicenses 2:13; 1 Pedro 1:2
²Romanos 10:14,17; Lucas 17:5; Hechos 20:32; Romanos 4:11; 1 Pedro 2:2
Párrafo 2. Por esta fe, el cristiano cree que es fidedigno todo lo revelado
en la Palabra por la autoridad de Dios mismo, y también percibe en ella
una excelencia superior a todos los demás escritos y todas las cosas en el
mundo, pues muestra la gloria de Dios en sus atributos, la excelencia de
Cristo en su naturaleza y oficios, y el poder y la plenitud del Espíritu Santo
en sus obras y operaciones; y de esta forma, el cristiano recibe capacidad
para confiar su alma a la verdad así creída;³ y también actúa de manera
diferente según sea el contenido de cada pasaje en particular: produciendo
obediencia a los mandatos,⁴
temblando ante las amenazas,⁵ y abrazando las promesas de Dios para esta
vida y para la venidera;⁶ pero las principales acciones de la fe salvadora
tienen que ver directamente con Cristo: aceptarle, recibirle y descansar
sólo en él para la justificación, santificación y vida eterna, en virtud del
pacto de gracia.⁷
³Hechos 24:14; 1 Tesalonicenses 2:13; Salmos 19:7-10; 119:72
⁴Juan 15:14; Romanos 16:26
⁵Isaías 66:2
⁶1 Timoteo 4:8; Hebreos 11:13
⁷Juan 1:12; Hechos 15:11; 16:31; Gálatas 2:20
34
Párrafo 3. Esta fe, aunque sea de un nivel diferente y pueda ser débil o
fuerte,⁸ es, sin embargo, aun en su nivel más bajo, diferente en su clase y
naturaleza (como lo es toda otra gracia salvadora) de la fe y la gracia
común de aquellos creyentes que sólo lo son por un tiempo;⁹ y
consecuentemente, aunque muchas veces sea atacada y debilitada, resulta,
sin embargo, victoriosa,¹⁰ creciendo en muchos hasta obtener la completa
seguridad¹¹ a través de Cristo, quien es tanto el autor como el consumador
de nuestra fe.¹²
⁸Mateo 6:30; 8:10,26; 14:31; 16:8; Mateo 17:20; Hebreos 5:13,14; Romanos
4:19,20
⁹Santiago 2:14; 2 Pedro 1:1; 1 Juan 5:4
¹⁰Lucas 22:31,32; Efesios 6:16; 1 Juan 5:4,5
¹¹Salmos 119:114; Hebreos 6:11,12; 10:22,23
¹²Hebreos 12:2
CAPÍTULO 15
DEL ARREPENTIMIENTO PARA VIDA Y SALVACIÓN
Párrafo 1. A aquellos de los escogidos que se convierten cuando ya son
adultos, habiendo vivido por algún tiempo en el estado natural,¹ y
habiendo servido en el mismo a diversas concupiscencias y placeres, Dios,
al llamarlos eficazmente, les da arrepentimiento para vida.²
¹Tito 3:2-5
²2 Crónicas 33:10-20; Hechos 9:1-19; 16:29,30
Párrafo 2. Si bien no hay nadie que haga el bien y no peque,³ y los mejores
hombres, mediante el poder y el engaño de la corrupción que habita en
ellos, junto con el predominio de la tentación, pueden caer en grandes
pecados y provocaciones,⁴ Dios, en el pacto de gracia, ha dispuesto
misericordiosamente que los creyentes que pequen y caigan de esta
manera sean renovados mediante el arrepentimiento para salvación.⁵
³Salmos 130:3; 143:2; Proverbios20:9; Eclesiastés 7:20
⁴2 Samuel 11:1-27; Lucas 22:54-62
⁵Jeremías 32:40; Lucas 22:31,32; 1 Juan 1:9
35
Párrafo 3. Este arrepentimiento para salvación es una gracia evangélica⁶
por la cual una persona a quien el Espíritu hace consciente de las múltiples
maldades de su pecado,⁷ mediante la fe en Cristo⁸ se humilla por él con
una tristeza que es según Dios, lo abomina y se aborrece a sí mismo, ora
pidiendo el perdón y las fuerzas que proceden de la gracia,⁹ con el
propósito y empeño, mediante la provisión del Espíritu, de andar delante
de Dios para agradarle en todo.¹⁰
⁶Hechos 5:31; 11:18; 2 Timoteo 2:25
⁷Salmos 51:1-6; 130:1-3; Lucas 15:17-20; Hechos 2:37,38
⁸Salmos 130:4; Mateo 27:3-5; Marcos 1:15
⁹Ezequiel 16:60-63; 36:31,32; Zacarías 12:10; Mateo 21:19; Hechos 15:19;
20:21; 26:20; 2 Corintios 7:10,11; 1 Tesalonicenses 1:9
¹⁰Proverbios 28:13; Ezequiel 36:25; 18:30,31; Salmos 119:59,104,128;
Mateo 3:8; Lucas 3:8; Hechos 26:20; 1 Tesalonicenses 1:9
36
CAPÍTULO 16
DE LAS BUENAS OBRAS
Párrafo 1. Las buenas obras son solamente aquellas que Dios ha ordenado
en su santa Palabra¹ y no las que, sin la autoridad de ésta, han inventado
los hombres por un fervor ciego o con el pretexto de que tienen buenas
intenciones.²
¹Miqueas 6:8; Romanos 12:2; Hebreos 13:21; Colosenses 2:3; 2 Timoteo
3:16,17
²Mateo 15:9 con Isaías 29:13; 1 Pedro 1:18; Romanos 10:2; Juan 16:2; 1
Samuel 15:21-23; 1 Corintios 7:23; Gálatas 5:1; Colosenses 2:8,16-23
Párrafo 3. La capacidad que tienen los creyentes para hacer buenas obras
no es de ellos mismos en ninguna manera, sino completamente del Espíritu
de Cristo. Y para que ellos puedan tener esta capacidad, además de las
virtudes que ya han recibido, necesitan una influencia real del mismo
Espíritu Santo para obrar en ellos tanto el querer como el hacer por su
buena voluntad;¹¹ sin embargo, no deben volverse negligentes por ello,
como si no estuviesen obligados a cumplir deber alguno aparte de un
impulso especial del Espíritu, sino que deben ser diligentes en avivar la
gracia de Dios que está en ellos.¹²
37
¹¹Ezequiel 36:26,27; Juan 15:4-6; 2 Corintios 3:5; Filipenses 2:12,13;
Efesios 2:10
¹²Romanos 8:14; Juan 3:8; Filipenses 2:12,13; 2 Pedro 1:10; Hebreos 6:12;
2 Timoteo 1:6; Judas 20,21
38
Párrafo 7. Las obras hechas por hombres no regenerados, aunque en sí
mismas sean cosas que Dios ordena, y de utilidad tanto para ellos como
para otros,²¹ sin embargo, por no proceder de un corazón purificado por la
fe²² y no ser hechas de una manera correcta de acuerdo con la Palabra,²³ ni
para un fin correcto (la gloria de Dios),²⁴ son, por tanto, pecaminosas, y no
pueden agradar a Dios ni hacer que alguien sea digno de recibir gracia por
parte de Dios.²⁵ Y a pesar de esto, el descuido de las buenas obras es más
pecaminoso y desagradable a Dios.²⁶
²¹1 Reyes 21:27-29; 2 Reyes 10:30,31; Romanos 2:14; Filipenses 1:15-18
²²Génesis 4:5 con Hebreos 11:4-6; 1 Timoteo 1:5; Romanos 14:23; Gálatas
5:6
²³1 Corintios 13:3; Isaías 1:12
²⁴Mateo 6:2,5,6; 1 Corintios 10:31
²⁵Romanos 9:16; Tito 1:15; 3:5
²⁶1 Reyes 21:27-29; 2 Reyes 10:30,31; Salmos 14:4; 36:3
CAPÍTULO 17
DE LA PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS
Párrafo 1. Aquellos a quienes Dios ha aceptado en el Amado, y ha llamado
eficazmente y santificado por su Espíritu, y a quienes ha dado la preciosa
fe de sus escogidos, no pueden caer ni total ni definitivamente del estado
de gracia, sino que ciertamente perseverarán en él hasta el fin, y serán
salvos por toda la eternidad, puesto que los dones y el llamamiento de Dios
son irrevocables, por lo que él continúa engendrando y nutriendo en ellos
la fe, el arrepentimiento, el amor, el gozo, la esperanza y todas las virtudes
del Espíritu para inmortalidad;¹ y aunque surjan y les azoten muchas
tormentas e inundaciones, nunca podrán arrancarles del fundamento y la
roca a que por la fe están aferrados; a pesar de que, por medio de la
incredulidad y las tentaciones de Satanás, la visión perceptible de la luz y
el amor de Dios puede ensombrecérseles y oscurecérseles por un tiempo,²
él, sin embargo, sigue siendo el mismo, y ellos serán guardados, sin
ninguna duda, por el poder de Dios para salvación, en la que gozarán de
su posesión adquirida, al estar ellos esculpidos en las palmas de sus manos
y sus nombres escritos en el libro de la vida desde toda la eternidad.³
¹Juan 10:28,29; Filipenses 1:6; 2 Timoteo 2:19; 2 P.1:5-10; 1 Juan 2:19
39
²Salmos 89:31,32; 1 Corintios 11:32; 2 Timoteo 4:7
³Salmos 102:27; Malaquías 3:6; Efesios 1:14; 1 Pedro 1:5; Apocalipsis 13:8
40
CAPÍTULO 18
DE LA SEGURIDAD DE LA GRACIA Y DE LA SALVACIÓN
Párrafo 1. Aunque los creyentes que lo son por un tiempo y otras personas
no regeneradas vanamente se engañen a sí mismos con esperanzas falsas
y presunciones carnales de que cuentan con el favor de Dios y que están
en estado de salvación (pero la esperanza de ellos perecerá),¹ los que creen
verdaderamente en el Señor Jesús y le aman con sinceridad, esforzándose
por andar con toda sinceridad delante de él, pueden en esta vida estar
absolutamente seguros de hallarse en el estado de gracia, y pueden
regocijarse en la esperanza de la gloria de Dios; y tal esperanza nunca les
avergonzará.²
¹Jeremías 17:9; Mateo 7:21-23; Lucas 18:10-14; Juan 8:41; Efesios 5:6,7;
Gálatas 6:3,7-9
²Romanos 5:2,5; 8:16; 1 Juan 2:3; 3:14,18,19,24; 5:13; 2 Pedro 1:10
41
obediencia, que son los frutos propios de esta seguridad: así está de lejos
esta seguridad de inducir a los hombres al libertinaje.¹⁰
⁸Hechos 16:30-34; 1 Juan 5:13
⁹Romanos 8:15,16; 1 Corintios 2:12; Gálatas 4:4-6 con 3:2; 1 Juan 4:13;
Efesios 3:17-19; Hebreos 6:11,12; 2 Pedro 1:5-11
¹⁰2 Pedro 1:10; Salmos 119:32; Romanos 15:13; Nehemías 8:10; 1 Juan
4:19,16; Romanos 6:1,2,11-13; 14:17; Tito 2:11-14; Efesios 5:18
CAPÍTULO 19
DE LA LEY DE DIOS
Párrafo 1. Dios dio a Adán una ley de obediencia universal escrita en su
corazón,¹ y un precepto en particular de no comer del fruto del árbol del
conocimiento del bien y del mal;² por lo cual le obligó a él y a toda su
posteridad a una obediencia personal completa, exacta y perpetua;
prometió la vida por el cumplimiento de su ley, y amenazó con la muerte
su infracción; y le dotó también del poder y de la capacidad para
guardarla.³
42
¹Génesis 1:27; Eclesiastés 7:29; Romanos 2:12a, 14,15
²Génesis 2:16,17
³Génesis 2:16,17; Romanos 10:5; Gálatas 3:10,12
Párrafo 4. Dios también les dio a los israelitas diversas leyes civiles, que
acabaron cuando acabó aquel pueblo como Estado, no siendo ahora
obligatorias para nadie en virtud de aquella institución;¹⁰ siendo solamente
sus principios de equidad utilizables en la actualidad.¹¹
¹⁰Lucas 21:20-24; Hechos 6:13,14; Hebreos 9:18,19 con 8:7,13; 9:10; 10:1
¹¹1 Corintios 5:1; 9:8-10
43
Párrafo 5. La ley moral obliga para siempre a todos, tanto a los justificados
como a los demás, a que se la obedezca;¹² y esto no sólo en consideración
a su contenido, sino también con respecto a la autoridad de Dios, el
Creador, quien la dio.¹³ Tampoco Cristo, en el evangelio, en ninguna
manera cancela esta obligación sino que la refuerza considerablemente.¹⁴
¹²Mateo 19:16-22; Romanos 2:14-15; 3:19-20; 6:14; 7:6; 8:3; 1 Timoteo 1:8-
11; Romanos 13:8-10; 1 Corintios 7:19 con Gálatas 5:6; 6:15; Efesios
4:25—6:4; Santiago 2:11-12
¹³Santiago 2:10-11
¹⁴Mateo 5:17-19; Romanos 3:31; 1 Corintios 9:21; Santiago 2:8
44
²¹Véase el libro de Proverbios; Mateo 3:7; Lucas 13:3,5; Hechos 2:40;
Hebreos 11:26; 1 Pedro 3:8-13
CAPÍTULO 20
DEL EVANGELIO Y DEL ALCANCE DE SU GRACIA
Párrafo 1. Habiendo sido quebrantado el pacto de obras por el pecado y
habiéndose vuelto inútil para dar vida, agradó a Dios dar la promesa de
Cristo, la simiente de la mujer, como el medio para llamar a los escogidos,
y engendrar en ellos la fe y el arrepentimiento. En esta promesa, el
evangelio, en su sustancia fue revelado, y por lo tanto, es eficaz para llevar
a los pecadores a la conversión y salvación¹
¹Génesis 3:15 con Efesios2:12; Gálatas 4:4; Hebreos 11:13; Lucas 2:25,38;
23:51; Romanos 4:13-16; Gálatas 3:15-22
45
la obediencia que éste requiere de las naciones y personas a quienes es
concedida, es sólo por la voluntad soberana y el beneplácito de Dios;⁵ no
apropiándosela en virtud de promesa alguna, no obteniéndose por un buen
uso de las capacidades naturales de los hombres, ni en virtud de la luz
común recibida aparte de él, lo cual nadie hizo jamás ni puede hacer.⁶ Por
lo tanto, en todas las épocas, la predicación del evangelio ha sido
concedida a personas y naciones, en su extensión o restricción, con gran
variedad, según el consejo de la voluntad de Dios.
⁵Mateo 11:20
⁶Romanos 3:10-12; 8:7,8
CAPÍTULO 21
DE LA LIBERTAD CRISTIANA Y DE LA LIBERTAD DE
CONCIENCIA
Párrafo 1. La libertad que Cristo ha comprado para los creyentes bajo el
evangelio consiste en su libertad de la culpa del pecado, de la ira
condenatoria de Dios y de la severidad y maldición de la ley,¹ y en ser
librados de este presente siglo malo de la esclavitud a Satanás y del
dominio del pecado,² del mal de las aflicciones, del temor y aguijón de la
muerte, de la victoria sobre el sepulcro y de la condenación eterna,³ y
también consiste en su libre acceso a Dios, y en rendirle obediencia a él,
no por un temor servil, sino por un amor filial y una mente dispuesta.⁴
Todo esto era sustancialmente aplicable también a los creyentes bajo la
ley;⁵ pero bajo el Nuevo Testamento la libertad de los cristianos se
46
ensancha mucho más porque están libres del yugo de la ley ceremonial a
que estaba sujeta la iglesia judía, y tienen ahora mayor confianza para
acercarse al Trono de gracia, y tienen una comunicación más plena con el
Espíritu libre de Dios que ordinariamente tenían los creyentes bajo la ley.⁶
¹Juan 3:36; Romanos 8:33; Gálatas 3:13
²Gálatas 1:4; Efesios 2:1-3; Colosenses 1:13; Hechos 26:18; Romanos 6:14-
18; 8:3
³Romanos 8:28; 1 Corintios 15:54-57; 1 Tesalonicenses 1:10; Hebreos
2:14,15
⁴Efesios 2:18; 3:12; Romanos 8:15; 1 Juan 4:18
⁵Juan 8:32; Salmos 19:7-9; 119:14,24,45,47,48, 72,97; Romanos 4:5-11;
Gálatas 3:9; Hebreos 11:27,33,34.
⁶Juan 1:17; Hebreos 1:1,2a; 7:19,22; 8:6; 9:23; 11:40; Gálatas 2:11ss.; 4:1-
3; Colosenses 2:16,17; Hebreos 10:19-21; Juan 7:38,39
47
CAPÍTULO 22
DE LA ADORACIÓN RELIGIOSA Y DEL DÍA DE REPOSO
Párrafo 1. La luz de la naturaleza muestra que hay un Dios, que tiene
señorío y soberanía sobre todo; es justo, bueno y hace bien a todos; y que,
por lo tanto, debe ser temido, amado, alabado, invocado, creído y servido
con toda el alma, con todo el corazón y con todas las fuerzas.¹ Pero el
modo aceptable de adorar al verdadero Dios fue instituido por él mismo,
y está de tal manera limitado por su propia voluntad revelada que no se
debe adorar a Dios conforme a las imaginaciones e invenciones de los
hombres o a las sugerencias de Satanás, ni bajo ninguna representación
visible ni en ningún otro modo no prescrito en las Sagradas Escrituras.²
¹Jeremías 10:7; Marcos 12:33
²Génesis 4:1-5; Éxodo 20:4-6; Mateo 15:3,8,9; 2 Reyes 16:10-18; Levítico
10:1-3; Deuteronomio 17:3; 4:2; 12:29-32; Jos. 1:7; 23:6-8; Mateo 15:13;
Colosenses 2:20-23; 2 Timoteo 3:15-17
48
Párrafo 4. La oración debe ser por cosas lícitas, y a favor de toda clase de
personas vivas, o que vivirán más adelante;¹² pero no a favor de los
muertos ni de aquellos de quienes se pueda saber que han cometido el
pecado de muerte.¹³
¹²1 Juan 5:14; 1 Timoteo 2:1,2; Juan 17:20
¹³2 Samuel 12:21-23; Lucas 16:25,26; Apocalipsis 14:13; 1 Juan 5:16
49
²⁷Hechos 2:42; Hebreos 10:25
CAPÍTULO 23
DE LOS JURAMENTOS Y VOTOS LÍCITOS
Párrafo 1. Un juramento lícito es una parte de la adoración religiosa en la
cual la persona que jura con verdad, justicia y juicio, solemnemente pone
a Dios como testigo de lo que jura, y para que le juzgue conforme a la
verdad o la falsedad de lo que jura.¹
50
¹Deuteronomio 10:20; Éxodo 20:7; Levítico 19:12; 2 Crónicas 6:22,23; 2
Corintios 1:23
51
CAPÍTULO 24
DE LAS AUTORIDADES CIVILES
Párrafo 1. Dios, el supremo Señor y Rey del mundo entero, ha instituido
autoridades civiles para sujetarse a él y gobernar al pueblo¹ para la gloria
de Dios y el bien público;² y con este fin, les ha provisto con el poder de
la espada, para la defensa y el ánimo de los que hacen lo bueno, y para el
castigo de los hacen el mal.³
¹Salmos 82:1; Lucas 12:48; Romanos 13:1-6; 1 Pedro 2:13,14
²Génesis 6:11-13 con 9:5,6; Salmos 58:1,2; 72:14; 82:1-4; Proverbios 21:15;
24:11,12; 29:14,26; 31:5; Ezequiel 7:23; 45:9; Daniel 4:27; Mateo 22:21;
Romanos 13:3,4; 1 Timoteo 2:2; 1 Pedro 2:14
³Génesis 9:6; Proverbios 16:14; 19:12; 20:2; 21:15; 28:17; Hechos 25:11;
Romanos 13:4; 1 Pedro 2:14
Párrafo 3. Habiendo sido instituidas por Dios las autoridades civiles con
los fines ya mencionados, se les debe rendir sujeción⁶ en el Señor en todas
las cosas lícitas⁷ que manden, no sólo por causa de la ira sino también de
la conciencia; y debemos ofrecer súplicas y oraciones a favor de los reyes
y de todos los que están en autoridad, para que bajo su gobierno vivamos
una vida tranquila y sosegada en toda piedad y honestidad.⁸
⁶Proverbios 16:14,15; 19:12; 20:2; 24:21,22; 25:15; 28:2; Romanos 13:1-7;
Tito 3:1; 1 Pedro 2:13,14
⁷Daniel 1:8; 3:4-6,16-18; 6:5-10,22; Mateo 22:21; Hechos 4:19,20; 5:29
⁸Jeremías 29:7; 1 Timoteo 2:1-4
52
CAPÍTULO 25
DEL MATRIMONIO
Párrafo 1. El matrimonio ha de ser entre un hombre y una mujer; no es
lícito para ningún hombre tener más de una esposa, ni para ninguna mujer
tener más de un marido.¹
¹Génesis 2:24 con Mateo 19:5,6; 1 Timoteo 3:2; Tito 1:6
53
CAPÍTULO 26
DE LA IGLESIA
Párrafo 1. La iglesia católica o universal,¹ que (con respecto a la obra
interna del Espíritu y la verdad de la gracia) puede llamarse invisible, se
compone del número completo de los electos que han sido, son o serán
reunidos en uno bajo Cristo, su cabeza; y es la esposa, el cuerpo, la
plenitud de aquel que llena todo en todos.²
¹Mateo 16:18; 1 Corintios 12:28; Efesios 1:22; 4:11-15; 5:23-25,27,29,32;
Colosenses 1:18,24; Hebreos 12:23
²Efesios 1:22; 4:11-15; 5:23-25,27,29,32; Colosenses 1:18,24; Apocalipsis
21:9-14
Párrafo 3. Las iglesias más puras bajo el cielo están sujetas a la impureza
y al error,⁵ y algunas se han degenerado tanto que han llegado a ser no
iglesias de Cristo sino sinagogas de Satanás.⁶ Sin embargo, Cristo siempre
ha tenido y siempre tendrá un reino en este mundo, hasta el fin del mismo,
compuesto de aquellos que creen en él y profesan su nombre.⁷
⁵1 Corintios 1:11; 5:1; 6:6; 11:17-19; 3 Juan 9,10; Apocalipsis 2 y 3
⁶Apocalipsis 2:5 con 1:20; 1 Timoteo 3:14,15; Apocalipsis 18:2
⁷Mateo 16:18; 24:14; 28:20; Marcos 4:30-32; Salmos 72:16-18; 102:28;
Isaías 9:6,7; Apocalipsis 12:17; 20:7-9
54
lo que se llama Dios, a quien el Señor destruirá con el resplandor de su
venida.⁹
⁸Colosenses 1:18; Efesios 4:11-16; 1:20-23; 5:23-32; 1 Corintios 12:27,28;
Juan 17:1-3; Mateo 28:18-20; Hechos 5:31; Juan 10:14-16
⁹2 Tesalonicenses 2:2-9
55
Párrafo 8. Una iglesia local, reunida y completamente organizada de
acuerdo con la voluntad de Cristo, está compuesta por oficiales y
miembros; y los oficiales designados por Cristo para ser escogidos y
apartados por la iglesia (así llamada y reunida), para la particular
administración de las ordenanzas y el ejercicio del poder o el deber, que él
les confía o a los que los llama, para que continúen hasta el fin del mundo,
son los obispos o ancianos, y los diáconos.¹⁶
¹⁶Filipenses 1:1; 1 Timoteo 3:1-13; Hechos 20:17,28; Tito 1:5-7; 1 Pedro 5:2
56
Párrafo 11. Aunque sea la responsabilidad de los obispos o pastores de las
iglesias, según su oficio, estar constantemente dedicados a la predicación
de la Palabra, la obra de predicar la Palabra no está tan particularmente
limitada a ellos, sino que otros también dotados y calificados por el
Espíritu Santo para ello y aprobados y llamados por la iglesia, pueden y
deben desempeñarla.²⁶
²⁶Hechos 8:5; 11:19-21; 1 Pedro 4:10,11
Párrafo 12. Todos los creyentes están obligados a unirse a iglesias locales
cuándo y dónde tengan oportunidad de hacerlo. Asimismo, todos aquellos
que son admitidos a los privilegios de una iglesia también están sujetos a
la disciplina y el gobierno de la misma, conforme a la norma de Cristo.²⁷
²⁷1 Tesalonicenses 5:14; 2 Tesalonicenses 3:6,14,15; 1 Corintios 5:9-13;
Hebreos 13:17
Párrafo 14. Puesto que cada iglesia, y todos sus miembros, están obligados
a orar continuamente por el bien y la prosperidad de todas las iglesias de
Cristo en todos los lugares, y en todas las ocasiones ayudar a cada una
dentro de los límites de sus áreas y vocaciones, en el ejercicio de sus dones
y virtudes,²⁹ así las iglesias, cuando estén establecidas por la providencia
de Dios de manera que puedan gozar de la oportunidad y el beneficio de
ello,³⁰ deben tener comunión entre sí, para su paz, crecimiento en amor y
edificación mutua.³¹
²⁹Juan 13:34,35; 17:11,21-23; Efesios 4:11-16; 6:18; Salmos 122:6;
Romanos 16:1-3; 3 Juan 8-10 con 2 Juan 5-11; Romanos 15:26; 2 Corintios
8:1-4,16-24; 9:12-15; Colosenses 2:1 con 1:3,4,7 y 4:7,12
57
³⁰Gálatas 1:2,22; Colosenses 4:16; Apocalipsis 1:4; Romanos 16:1,2; 3 Juan
8-10
³¹1 Juan 4:1-3 con 2 y 3 Juan; Romanos 16:1-3; 2 Corintios 9:12-15; Jos. 22
CAPÍTULO 27
DE LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS
Párrafo 1. Todos los santos que están unidos a Jesucristo,¹ su cabeza, por
su Espíritu y por la fe² (aunque no por ello vengan a ser una persona con
él),³ participan en sus virtudes, padecimientos, muerte, resurrección y
gloria;⁴ y, estando unidos unos a otros en amor, participan mutuamente de
sus dones y virtudes,⁵ y están obligados al cumplimiento de tales deberes,
públicos y privados, de manera ordenada, que conduzcan a su bien mutuo,
tanto en el hombre interior como en el exterior.⁶
¹Efesios 1:4; Juan 17:2,6; 2 Corintios 5:21; Romanos 6:8; 8:17; 8:2; 1
Corintios 6:17; 2 Pedro 1:4
²Efesios 3:16,17; Gálatas 2:20; 2 Corintios 3:17,18
³1 Corintios 8:6; Colosenses 1:18,19; 1 Timoteo 6:15,16; Isaías 42:8; Salmos
45:7; Hebreos 1:8,9
⁴1 Juan 1:3; Juan 1:16; 15:1-6; Efesios 2:4-6; Romanos 4:25; 6:1-6;
Filipenses 3:10; Colosenses 3:3,4
58
⁵Juan 13:34,35; 14:15; Efesios 4:15; 1 Pedro 4:10; Romanos 14:7,8; 1
Corintios 3:21-23; 12:7,25-27
⁶Romanos 1:12; 12:10-13; 1 Tesalonicenses 5:11,14; 1 Pedro 3:8; 1 Juan
3:17,18; Gálatas 6:10
CAPÍTULO 28
DEL BAUTISMO Y LA CENA DEL SEÑOR
Párrafo 1. El bautismo y la Cena del Señor son ordenanzas que han sido
positiva y soberanamente instituidas por el Señor Jesús, el único
legislador,¹ para que continúen en su iglesia hasta el fin del mundo.²
¹Mateo 28:19,20; 1 Corintios 11:24,25
²Mateo 28:18-20; Romanos 6:3,4; 1 Corintios 1:13-17; Gálatas 3:27; Efesios
4:5; Colosenses 2:12; 1 Pedro 3:21; 1 Corintios 11:26; Lucas 22:14-20
59
CAPÍTULO 29
DEL BAUTISMO
Párrafo 1. El bautismo es una ordenanza del Nuevo Testamento instituida
por Jesucristo, con el fin de ser para la persona bautizada una señal de su
comunión con él en su muerte y resurrección, de estar injertado en él,¹ de
la remisión de pecados² y de su entrega a Dios por medio de Jesucristo
para vivir y andar en novedad de vida.³
¹Romanos 6:3-5; Colosenses 2:12; Gálatas 3:27
²Marcos 1:4; Hechos 22:16
³Romanos 6:4
60
CAPÍTULO 30
DE LA CENA DEL SEÑOR
Párrafo 1. La Cena del Señor Jesús fue instituida por él la misma noche
que fue entregado,¹ para que se observara en sus iglesias² hasta el fin del
mundo,³ para el recuerdo perpetuo y para la manifestación del sacrificio
de sí mismo en su muerte,⁴ para confirmación de la fe de los creyentes en
todos los beneficios de la misma,⁵ para su alimentación espiritual y
crecimiento en él,⁶ para un mayor compromiso en todas las obligaciones
que le deben a él,⁷ y para ser un vínculo y una prenda de su comunión con
él y entre ellos mutuamente.⁸
¹1 Corintios 11:23-26; Mateo 26:20-26; Marcos 14:17-22; Lucas 22:19-23
²Hechos 2:41,42; 20:7; 1 Corintios 11:17-22,33,34
³Marcos 14:24,25; Lucas 22:17-22; 1 Corintios 11:24-26
⁴1 Corintios 11:24-26; Mateo 26:27,28; Lucas 22:19,20
⁵Romanos 4:11
⁶Juan 6:29,35,47-58
⁷1 Corintios 11:25
⁸1 Corintios 10:16,17
61
Párrafo 4. Negar la copa a los miembros de la iglesia,¹² adorar los
elementos, elevarlos o llevarlos de un lugar a otro para adorarlos y
guardarlos para cualquier pretendido uso religioso,¹³ es contrario a la
naturaleza de esta ordenanza y a que Cristo instituyó.¹⁴
¹²Mateo 26:27; Marcos 14:23; 1 Corintios 11:25-28
¹³Éxodo 20:4,5
¹⁴Mateo 15:9
62
¹⁹Juan 6:29,35,47-58
²⁰1 Corintios 10:16
CAPÍTULO 31
DEL ESTADO DEL HOMBRE DESPUÉS DE LA MUERTE Y DE
LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS
Párrafo 1. Los cuerpos de los hombres vuelven al polvo después de la
muerte y ven la corrupción,¹ pero sus almas (que ni mueren ni duermen),
teniendo una subsistencia inmortal, vuelven inmediatamente a Dios que
las dio.² Las almas de los justos, siendo entonces perfeccionadas en
santidad, son recibidas en el Paraíso donde están con Cristo, y contemplan
la faz de Dios en luz y gloria, esperando la plena redención de sus cuerpos.³
Las almas de los malvados son arrojadas al infierno, donde permanecen
atormentadas y envueltas en densas tinieblas, reservadas para el juicio del
gran día.⁴ Fuera de estos dos lugares para las almas separadas de sus
cuerpos, las Escrituras no admiten ningún otro.
¹Génesis 2:17; 3:19; Hechos 13:36; Romanos 5:12-21; 1 Corintios 15:22
²Génesis 2:7; Santiago 2:26; Mateo 10:28; Eclesiastés 12:7
³Salmos 23:6; 1 Reyes 8:27-49; Isaías 63:15; 66:1; Lucas 23:43; Hechos 1:9-
11; 3:21; 2 Corintios 5:6-8; 12:2-4; Efesios 4:10; Filipenses 1:21-23;
Hebreos 1:3; 4:14,15; 6:20; 8:1; 9:24; 12:23; Apocalipsis 6:9-11; 14:13;
20:4-6
⁴Lucas 16:22-26; Hechos 1:25; 1 Pedro 3:19; 2 Pedro 2:9
63
resucitados⁶ con sus mismos cuerpos, y no con otros,⁷ aunque con
diferentes cualidades,⁸ y éstos se unirán otra vez a sus almas para siempre.⁹
⁵1 Corintios 15:50-53; 2 Corintios 5:1-4; 1 Tesalonicenses 4:17
⁶Daniel 12:2; Juan 5:28,29; Hechos 24:15
⁷Job 19:26,27; Juan 5:28,29; 1 Corintios 15:35-38,42-44
⁸1 Corintios 15:42-44,52-54
⁹Daniel 12:2; Mateo 25:46
CAPÍTULO 32
DEL JUICIO FINAL
Párrafo 1. Dios ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con
justicia por Jesucristo, a quien todo poder y juicio ha sido dado por el
Padre.¹ En aquel día, no sólo los ángeles apóstatas serán juzgados,² sino
que también todas las personas que han vivido sobre la tierra
comparecerán delante del tribunal de Cristo³ para dar cuenta de sus
pensamientos, palabras y acciones, y para recibir conforme a lo que hayan
hecho mientras estaban en el cuerpo, sea bueno o malo.⁴
¹Hechos 17:31; Juan 5:22,27
²1 Corintios 6:3; Judas 6
³Mateo 16:27; 25:31-46; Hechos 17:30,31; Romanos 2:6-16; 2
Tesalonicenses 1:5-10; 2 Pedro 3:1-13; Apocalipsis 20:11-15
⁴2 Corintios 5:10; 1 Corintios 4:5; Mateo 12:36
64
y desobedientes;⁵ pues entonces los justos entrarán a la vida eterna y
recibirán la plenitud de gozo y gloria con recompensas eternas en la
presencia del Señor; pero los malvados, que no conocen a Dios ni
obedecen al evangelio de Jesucristo, serán arrojados al tormento eterno y
castigados con eterna perdición, lejos de la presencia del Señor y de la
gloria de su poder.⁶
⁵Romanos 9:22,23
⁶Mateo 18:8; 25:41,46; 2 Tesalonicenses 1:9; Hebreos 6:2; Judas 6;
Apocalipsis 14:10,11; Lucas 3:17; Marcos 9:43,48; Mateo 3:12; 5:26;
13:41,42; 24:51; 25:30
65
EL CATECISMO BAUTISTA
P. 7: ¿Qué es Dios?
R. Dios es un Espíritu,¹ infinito,² eterno,³ e inmutable⁴ en Su ser,⁵
sabiduría,⁶ poder,⁷ santidad,⁸ justicia, bondad y verdad.⁹
¹Juan 4:24
²Job 11:7, 8, 9
³Salmos 90:2
⁴Santiago 1:17
66
⁵Éxodo 3:14
⁶Salmos 147:5
⁷Apocalipsis 4:8
⁸Apocalipsis 15:4
⁹Éxodo 34:6
67
⁴Salmos 103:19; Mateo 10:29-31
P. 18: ¿Cuál fue el pecado por el cual nuestros primeros padres cayeron
del estado en que fueron creados?
R. El pecado por el cual nuestros primeros padres cayeron del estado en
que fueron creados fue el comer del fruto prohibido.¹
¹Génesis 3:6, 12
68
¹Romanos 5:12, hasta el final; Efesios 2:1-3; Santiago 1:14, 15; Mateo
15:19
69
¹Hechos 3:22; Hebreos 12:25; 2 Corintios 13:3; Hebreos 5:5-7; Salmos
2:6; Isaías 9:6, 7; Mateo 21:5; Salmos 2:8-11
70
¹1 Corintios 15:4
²Marcos 16:19
³Efesios 1:20
⁴Hechos 1:11; 17:31
71
P. 36: ¿Qué es justificación?
R. Justificación es un acto de la gracia soberana de Dios, por el cual Él
perdona todos nuestros pecados,¹ y nos acepta como justos ante Su vista,²
solo por la justicia de Cristo imputada a nosotros, y recibida por medio de
la fe sola. ³
¹Romanos 3:24, 25; 4:6-8
²2 Corintios 5:19, 21
³Romanos 5:17-19; Gálatas 2:16; Filipenses 3:9
P. 39: ¿Cuáles son los beneficios que en esta vida acompañan o fluyen de
la justificación, adopción y santificación?
R. Los beneficios que en esta vida acompañan o fluyen de justificación,
adopción y santificación son: la seguridad del amor de Dios, paz de
conciencia,¹ gozo en el Espíritu Santo,² crecimiento en gracia,³ y
perseverancia en ella hasta el final.4
¹Romanos 5:1, 2, 5
²Romanos 5: 5, 17
³Proverbios 4:18
⁴1 Juan 5:13; 1 Pedro 1:5
72
³1 Tesalonicenses 4:14
⁴Isaías 57:2
⁵Job 19:26, 27
73
P. 47: ¿Cuál es la Esencia de los Diez Mandamientos?
R. La Esencia de los Diez Mandamientos es amar al Señor nuestro Dios
con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra fuerza
y con toda nuestra mente; y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.¹
¹Mateo 22:37-40
74
¹Ezequiel 8:5-18
75
³Apocalipsis 15:3,4
⁴Malaquías 1:11,14
⁵Salmos 138:1,2
⁶Job 36:24
P. 64: ¿Cuál día de los siete ha designado Dios ser el Sabbat semanal?
R. Antes de la resurrección de Jesucristo, Dios designó el séptimo día de
la semana para ser el Sabbat semanal;¹ y el primer día de la semana desde
ese entonces, para continuar hasta el fin del mundo, que es el Sabbat
cristiano.²
¹Éxodo 20:8-11; Deuteronomio 5:12-14
²Salmos 118:24; Mateo 28:1; Marcos 2:27, 28; 16:2; Lucas 24:1, 30-36; Juan
20:1,19-21, 26; Hechos 1:3; 2:1, 2; 20:7; 1 Corintios 16:1, 2; Apocalipsis
1:10
76
P. 65: ¿Cómo debe ser santificado el Sabbat?
R. El Sabbat debe ser santificado por medio de un descanso santo todo ese
día,¹ inclusive de tales empleos y recreaciones mundanales que son
legítimos en los otros días;² y ocupar todo el tiempo en actos públicos y
privados de la adoración de Dios,³ excepto aquel que tenga que ser usado
en las obras de necesidad y de misericordia.⁴
¹Éxodo 20:8,10
²Éxodo 16:25-28; Nehemías 13:15-22
³Lucas 4:16; Hechos 20:7; Salmos 92: título; Isaías 66:23
⁴Mateo 12:1-13
77
P. 70: ¿Qué prohíbe el quinto mandamiento?
R. El quinto mandamiento prohíbe el descuidar o hacer cualquier cosa
contra el honor y obligación que pertenece a cada quien en sus diversas
posiciones y relaciones.¹
¹Mateo 15:4-6; Ezequiel 34:2-4; Romanos 13:8
78
P. 78: ¿Cuál es el octavo mandamiento?
R. El octavo mandamiento es, No hurtarás.¹
¹Éxodo 20:15
79
P. 85: ¿Qué requiere el décimo mandamiento?
R. El décimo mandamiento requiere un contentamiento pleno con nuestra
propia circunstancia,¹ con un ánimo de espíritu justo y caritativo hacía
nuestro prójimo y todo lo que es suyo.²
¹Hebreos 13:5; 1 Timoteo 6:6
²Job 31:29; Romanos 12:15; 1 Timoteo 1:5; 1 Corintios 13:4, 7
80
P. 91: ¿Qué es fe en Jesucristo?
R. Fe en Jesucristo es una gracia salvadora,¹ por la cual recibimos, y
descansamos sólo en Él para salvación, como Él se nos ofrece en el
Evangelio.²
¹Hebreos 10:39
²Juan 1:12; Isaías 26:3, 4; Filipenses 3:9; Gálatas 2:16
P. 93: ¿Cuáles son los medios externos por los cuales Cristo nos comunica
los beneficios de la redención?
R. Los medios externos y ordinarios por los cuales Cristo nos comunica
los beneficios de la redención son Sus ordenanzas, especialmente la
Palabra, el bautismo, la Cena del Señor, y la oración; todos estos medios
son hechos eficaces a los elegidos para salvación.¹
¹Mateo 28:19,20; Hechos 2:42,46,47
P. 95: ¿Cómo debe ser leída y escuchada la Palabra para que sea eficaz
para salvación?
R. Para que la Palabra sea eficaz para salvación debe ser atendida con
diligencia,¹ preparación,² y oración,³ recibida con fe y amor,⁴ guardada en
el corazón,⁵ y practicada en nuestras vidas.⁶
¹Proverbios 8:34
²1 Pedro 2:1,2
81
³Salmos 119:18
⁴Hebreos 4:2; 2 Tesalonicenses 2:10
⁵Salmos 119:11
⁶Lucas 8:15; Santiago 1:25
P. 99: ¿Han de ser bautizados los bebés de aquellos que profesan ser
creyentes?
R. Los bebés de aquellos que profesan ser creyentes no han de ser
bautizados, porque no hay mandamiento alguno ni ejemplo en la Sagradas
Escrituras, ni implicación segura de estas para
bautizarlos.¹
¹Proverbios 30:6; Lucas 3:7,8
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del Espíritu Santo, de acuerdo a la institución de Cristo, y la práctica de
los apóstoles,¹ no es por rociar o derramar agua, ni por sumergir parte del
cuerpo, como se hace en las tradiciones humanas.
¹Mateo 3:16; Juan 3:23; Mateo 28:19,20; Hechos 8:38; 10:48; Romanos
6:4; Colosenses 2:12
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P. 105: ¿Qué es la oración?
R. La oración es ofrecer nuestros deseos a Dios,¹ con la ayuda del Espíritu
Santo,² por cosas que concuerdan con Su voluntad,³ en el nombre de
Cristo,⁴ creyendo,⁵ con confesión de nuestros pecados,⁶ y un
reconocimiento agradecido de Sus misericordias.⁷
¹Salmos 62:8
²Romanos 8:26
³1 Juan 5:14; Romanos 8:27
⁴Juan 16:23
⁵Mateo 21:22; Santiago 1:6
⁶Salmos 32:5, 6; Daniel 9:4
⁷Filipenses 4:6
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¹Mateo 6:10
²Salmos 68:1,18
³Apocalipsis 12:10, 11
⁴2 Tesalonicenses 3:1; Romanos 10:1; Juan 17:19,20
⁵Apocalipsis 22:20
85
P. 114: ¿Qué nos enseña la conclusión del Padre Nuestro?
R. La conclusión del Padre Nuestro, que es, Porque Tuyo es el reino, y el
poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén,¹ nos enseña a tomar nuestro
ánimo en oración solo de Dios,² y adorarlo en nuestras oraciones,
adscribiéndole el reino, poder, y gloria a Él.³ Y en testimonio de nuestro
deseo, y certidumbre de ser escuchados, decimos Amén.⁴
¹Mateo 6:13
²Daniel 9:4,7-9,16-19
³1 Crónicas 29:10-13
⁴1 Corintios 14:16; Apocalipsis 22:20, 21
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