Dedicación de Una Iglesia

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DEDICACIÓN DE UNA IGLESIA

PARTES DEL RITO DE LA DEDICACIÓN

A. ENTRADA EN LA IGLESIA

El rito comienza con la entrada en la iglesia, la cual puede hacerse de tres


formas. Se utilizará aquella que parezca más apropiada a las
circunstancias de tiempo y lugar:

 Procesión hacia la iglesia que se va a dedicar: el pueblo se reúne en


una Iglesia cercana o en otro lugar adecuado, desde donde el
Obispo, los ministros y los fieles se dirigen orando y cantando.
 Entrada solemne: si no puede hacerse la procesión o no parece
oportuna, la comunidad se congrega en la entrada de la iglesia.
 Entrada simple: los fieles se congregan dentro de la iglesia; el
Obispo, los concelebrantes y los ministros salen de la sacristía como
de costumbre.

Dos ritos sobresalen en la entrada a la nueva iglesia:


a) La entrega de la iglesia: los representantes de quienes colaboraron
en la construcción de la nueva Iglesia la entregan al Obispo.
b) La aspersión de la iglesia: el Obispo bendice el agua y con ella rocía
al pueblo, que es el templo espiritual, las paredes de la iglesia y el
altar.

B. LITURGIA DE LA PALABRA

En la Liturgia de la Palabra se proclaman tres lecturas, tomadas de


las que se proponen en el Leccionario Santoral y Misas diversas para el
Rito de la dedicación de una iglesia.
Después de las lecturas, el Obispo tiene la homilía en la que ilustra
los textos bíblicos y el sentido de la dedicación de la iglesia.

Siempre se dice el Credo. Se omite la oración de los fieles, ya que en


su lugar se cantan las Letanías de los Santos.

C. PLEGARIA DE LA DEDICACIÓN. UNCIÓN DE LA IGLESIA Y DEL ALTAR

Colocación de las reliquias de los Santos

Después del canto de las Letanías, se colocan, si es el caso, las


reliquias de un Mártir para significar que el sacrificio de los miembros ha
tomado su principio del sacrificio de la Cabeza. Donde no se tienen
reliquias de algún Mártir, pueden colocarse las de otro Santo.

Plegaria de Dedicación

La celebración de la Eucaristía es lo máximo del rito y el único


necesario en la dedicación de una iglesia; con todo, de acuerdo con la
común tradición de la Iglesia, tanto del Oriente como del Occidente, se
dice también una especial Plegaria de Dedicación, mediante la cual se
expresa el propósito de dedicar para siempre la iglesia al Señor y se pide
su bendición.

Ritos de la unción, incensación, revestimiento e iluminación del altar

Los ritos de la unción, incensación, revestimiento e iluminación del


altar expresan con signos visibles algo de aquella invisible obra que realiza
Dios por medio de la Iglesia que celebra los sagrados misterios, sobre todo
la Eucaristía.

a) Unción del altar y de las paredes de la iglesia:

1) Por la unción del Crisma, el altar se convierte en símbolo de Cristo,


que es y se llama por excelencia el «Ungido»; en efecto, el Padre por
el Espíritu Santo lo ungió y lo constituyó Sumo Sacerdote, que
ofreció en el altar de su cuerpo el sacrificio de su vida para la
salvación de todos los hombres.

2) La unción de la iglesia significa que se la dedica plena y


perpetuamente para el culto cristiano. Se hacen doce unciones,
según la tradición litúrgica, o cuatro, según las circunstancias, con
las que se significa que la iglesia es una imagen de la santa ciudad
de Jerusalén.

b) el incienso

Se quema sobre el altar para significar que el sacrificio de Cristo, que


allí se perpetúa místicamente, sube a Dios como suave perfume, y para
expresar que las oraciones de los fieles, propiciatorias y agradecidas,
llegan hasta el trono de Dios.

La incensación de la nave de la iglesia indica que por la dedicación se


convierte en casa de oración; pero se inciensa en primer lugar al Pueblo de
Dios: él es, en efecto, el templo vivo en el que cada uno de los fieles es un
altar espiritual.
c) el revestimiento del altar

Indica que el altar cristiano es el ara del sacrificio eucarístico y la mesa


del Señor, alrededor de la cual los sacerdotes y los fieles, en una única y
misma acción, pero con diverso ministerio, celebran el Memorial de la
muerte y resurrección de Cristo y comen la Cena del Señor. Por eso, el
altar, como mesa del banquete sacrificial, se reviste y adorna festivamente.
Así se hace patente que el altar es la Mesa del Señor a la que gozosamente
llegan todos los fieles para nutrirse con el divino alimento, esto es, con el
Cuerpo y la Sangre de Cristo inmolado.

d) La iluminación

Del altar, seguida de la iluminación de la iglesia, recuerda que Cristo es


«la Luz para iluminar a las naciones», con cuya claridad resplandece la
Iglesia y por ella toda la familia humana.

D. CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA

Preparado el altar, el Obispo celebra la Eucaristía, que es la parte


principal y más antigua de todo el rito. En efecto, la celebración de la
Eucaristía concuerda perfectamente con el rito de la dedicación:

† por la celebración del rito eucarístico se alcanza el fin principal para


el que se edifica una iglesia y se erige un altar y se manifiesta con
signos preclaros;
† además, la Eucaristía, que santifica los corazones de quienes la
reciben, consagra en cierta manera el altar y el lugar de la
celebración.
E. INAUGURACIÓN DE LA CAPILLA DEL SANTÍSIMO

DEDICACIÓN DE UNA IGLESIA


Esquema general

RITOS INICIALES

Entrada en la Iglesia (Comité / Delegado / Arquitecto...)

1. ENTRADA SOLEMNE

Canto (Coro)

2. BENDICIÓN Y ASPERSIÓN DEL AGUA

Canto (Coro)
Monaguillos con asetre e hisopo...
Himno y colecta
Oremos.

3. LITURGIA DE LA PALABRA

Lecturas (Entrega del Leccionario) (tres lectores)


Credo 

4. RITO DE LA DEDICACIÓN

ORACIÓN DE DEDICACIÓN Y UNCIONES

Letanías de los santos


Colocación de las reliquias (Maestro albañil – su ayudante)
Oración de dedicación

UNCIÓN DEL ALTAR Y DE LOS MUROS DE LA IGLESIA

Monición: Nos podemos sentar, ahora el Obispo ungirá el altar y las doce
columnas del templo con el Santo Crisma.

INCENSACIÓN DEL ALTAR Y DE LA IGLESIA

Monición: Se colocará sobre el altar el incienso, para significar que el sacrificio


de Cristo, que allí se conmemora sacramentalmente, sube a Dios como suave
aroma, y también para expresar que las oraciones de los fieles llegan hasta el
trono de Dios. La incensación de la iglesia indica que por la dedicación se
convierte en casa de oración.
Después del rito de la unción, se coloca sobre el altar sin reverencia, un brasero para
poner el incienso o aromas, o, si se prefiere, se hace sobre el altar un montón de incienso.
El obispo hecha incienso en el brasero, diciendo:

Mientras tanto un canto

R/ Llegó un ángel con un incensario de oro, y se puso junto al altar. 

ORNAMENTACIÓN DEL ALTAR

Monición: Ornamentación del altar, indica que el altar cristiano es el ara del
sacrificio eucarístico, alrededor del cual los sacerdotes y los fieles celebran el
memorial de la pasión, muerte y resurrección de Cristo y comen la cena del
Señor. Por eso el altar se reviste y adorna festivamente, así se hace patente que el
altar es la mesa del Señor a la que gozosamente llegan todos los fieles para
nutrirse con el cuerpo y la sangre de Cristo.

Terminada la incensación, algunos ministros secan con toallas la mesa del altar y la
tapan, si es necesario, con un lienzo impermeable; luego, cubren el altar con el mantel y
lo adornan, según sea oportuno, con flores; colocan adecuadamente los candelabros con
los cirios requeridos para la celebración de la misa y también, si es del caso, la cruz.

ILUMINACIÓN DEL ALTAR Y DE LA IGLESIA

Monición: La iluminación del altar, seguida de la iluminación de la iglesia,


recuerda que cristo es la luz para iluminar a las naciones, con cuya claridad
resplandece la iglesia y por ella toda la familia humana.

Después, el diácono se acerca al obispo, el cual, de pie, le entrega un pequeño cirio


encendido, diciendo en voz alta: 

Brille en la Iglesia la luz de Cristo para que todos los hombres lleguen a la
plenitud de la verdad. 

Luego, el obispo se sienta. El diácono va al altar y enciende los cirios para la celebración
de la eucaristía. 
Entonces, se hace una iluminación festiva: se encienden todos los cirios, las candelas
colocadas donde se han hecho las unciones y todas las lámparas de la iglesia, en señal de
alegría. 
Canto

R/. Llega tu luz, Jerusalén, la gloria del Señor amanece sobre ti;
caminarán los pueblos a tu luz. Aleluya.

Monición: Así concluimos la liturgia de dedicación. Ahora se preparan los dones


de pan y vino para que se celebre sobre el altar el Santo Sacrificio de Cristo,
participemos con el canto del ofertorio
5. LITURGIA EUCARÍSTICA

Canto

6. INAUGURACIÓN DE LA CAPILLA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Conviene hacer la inauguración de la capilla de la reserva de la santísima eucaristía la


siguiente manera: Después de la comunión, se deja sobre la mesa del altar el c con el
santísimo sacramento. El obispo va a la cátedra y todos oran, por unos insta en silencio.
Luego, el obispo dice la oración después de la comunión. Después, el obispo vuelve al
altar e inciensa, de rodillas, el santísimo sacramento y, tomando el velo humeral, recibe el
copón en sus manos, cubiertas con velo. Se ordena la procesión, en la cual, marchando
todos detrás del crucifijo lleva el santísimo sacramento con cirios e incienso por la nave
de la iglesia capilla de la reserva.

Canto

Cuando la procesión llega a la capilla de la reserva, el obispo coloca el copón el altar, o


bien en el sagrario, dejando la puerta abierta, impone incienso e inciensa arrodillado el
santísimo sacramento. Después de unos momentos de oración silencio, el diácono pone el
copón en el sagrario o bien cierra la puerta del sagrario. Un ministro enciende la lámpara
que arderá continuamente delante del santo sacramento.

7. BENDICIÓN FINAL Y DESPEDIDA

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