El Diagnóstico Estallado
El Diagnóstico Estallado
El Diagnóstico Estallado
los distintos discursos que atraviesan el campo de la salud mental y pública? ¿Desde cuándo
el psicoanálisis al análisis de dicho concepto? ¿Es una categoría meramente descriptiva? ¿La
combinación entre el mismo y la psicosis toma formas particulares? Finalmente, ¿qué oculta?
El objetivo de este trabajo es esbozar algunas líneas de investigación posibles que atraviesan
psiquiatría, las consecuencias para el mismo de algunos trastornos neurológicos y los aportes
Por último, será a partir de lo vivo de la clínica que se intentará articular preguntas sobre los
El discurso psiquiátrico
Es indudable que fue a partir del nacimiento de la Psiquiatría que se comenzó a diferenciar
sistema nervioso central, entre ellas, la discapacidad intelectual. Esto permitió, ya desde los
inicios de la modernidad, que los sistemas educativos y los sistemas de salud comenzaran a
abordar ésta problemática, ideando las primeras formas de diagnóstico a partir del concepto
de Coeficiente Intelectual. Con el paso del tiempo, el mismo fue puesto en cuestión, dando
1
Según el Manual Kaplan & Sadock 1, “el retraso mental es un trastorno heterogéneo
desarrollo intelectual: “es un trastorno que comienza durante el período de desarrollo y que
Un diagnóstico adecuado debería incluir la cantidad y calidad de los apoyos requeridos por
episódico. De corta duración y en relación a un momento del ciclo vital. Pueden ser
constante.
1
KAPLAN&SADOCK: SINOPSIS DE PSIQUIATRÍA. EDICIÓN 7°. CAP.35, AÑO 2005.
2
Para su diagnóstico propone los siguientes criterios:
B. Deficiencias del comportamiento adaptativo que producen fracaso del cumplimiento de los estándares de
desarrollo y socioculturales para la autonomía personal y la responsabilidad social. Sin apoyo continuo, las
deficiencias adaptativas limitan el funcionamiento en una o más actividades de la vida cotidiana, como la
comunicación, la participación social y la vida independiente en múltiples entornos tales como el hogar, la
escuela, el trabajo y la comunidad.
C. Inicio de las deficiencias intelectuales y adaptativas durante el período de desarrollo. (DSM V, 2014)
2
Extensos: caracterizados por su regularidad en al menos algunos ambientes y sin
limitación temporal.
deben arrojar resultados menores a un CI de 70. Además, para medir los funcionamientos
adaptativos, se utilizan escalas normativizadas. Estas últimas fueron incluidas ante las
de discapacidad intelectual 3.
Entre las causas podemos ubicar: condicionantes genéticos, exposición prenatal a infecciones
revista el cuadro, más probable es que se determinen con seguridad las mismas, siendo más
complejo en los casos de discapacidad intelectual leve, que en general tiende a ser asociado
a privaciones psicosociales.
3
Las áreas que se tienen en cuenta son: comunicación, cuidado personal, vida doméstica, habilidades
sociales/interpersonales, utilización de recursos comunitarios, autocontrol, habilidades académicas funcionales,
trabajo, ocio, salud y seguridad.(ver Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y de la
salud- CIF)
3
universalización de la escolarización 4, fue más objeto de atención del discurso educativo y
pedagógico (de hecho, aún se los diferencia por su “grado de educabilidad”). Ahora bien,
todos los manuales mencionados resaltan la insistente “comorbilidad” que presentan estos
cuadros con distintos tipos de trastornos psiquiátricos, sobre todo de tipo psicótico y
trastornos generalizados del desarrollo. A la inversa, éstos suelen presentar algún grado de
si se comienza a tratar al caso en la adultez y no se cuenta con una completa historia vital del
déficit de atención, conductas auto lesivas y conductas estereotipadas repetitivas (…) escasa
conductas heteroagresivas y trastornos del control de los impulsos: todas ellas son las causas
generalizados del desarrollo. Esto implicará una diferenciación al momento del armado de
4
VER BRUNO, PIERRE: AL MARGEN, SOBRE LA DEBILIDAD MENTAL. Publicado en Ornicar?, revista
del campo freudiano n°37, abril-junio 1986, pag. 41.
5
KAPLAN&SADOCK: SINOPSIS DE PSIQUIATRÍA. EDICIÓN 7°. CAP.35, AÑO 2005., PAG. 1058
6
¿es válida la diferenciación?
4
En este trabajo, nos limitaremos a abordar los casos en donde el diagnóstico de Discapacidad
profundizar esta relación? Porque la presentación de las diferentes patologías toma formas
presentan estos pacientes, la forma más frecuente de expresar sus conflictos es con la
tratante el surgimiento de este tipo de síntomas, ya que pueden ser una necesaria y válida
respuesta subjetiva ante determinados contextos socio-familiares, que será necesario evaluar
y tener en cuenta.
causa es genética o cromosómica (por ejemplo, Síndrome de Down) demuestra que, más allá
particularidades que las primeras relaciones entre el cachorro humano y su medio ambiente,
los apoyos que ese niño y esa familia haya podido tener, o no, para afrontar ese desarrollo
subjetivo.
Cuando un paciente con Discapacidad Intelectual como diagnóstico principal, por la causa
que fuere, es alojado subjetivamente, y a su vez su familia recibe los apoyos adecuados como
para tramitar el impacto que dicho diagnóstico suele generar, el sujeto puede presentar
algunas demoras en ciertas pautas evolutivas de desarrollo, necesitar algunos apoyos para la
5
adquisición de ciertas habilidades, pero lograr un desarrollo subjetivo de tipo neurótico.
Además, la bibliografía más actual con respecto a la temática fomenta la inclusión socio
laboral y la mayor independencia posible para estos sujetos, explicando que estos objetivos
colaboran en la mejor evolución del cuadro. Se concluye de esta manera que la internación
Un dato interesante a destacar con respecto a la temática es que abunda la bibliografía sobre
niños y adolescentes, pero hay silencio teórico importante con respecto a la adultez. Como si
estos pacientes no crecieran nunca, o sus problemas finalizaran al llegar los 18 años. Por el
problemáticas más serias y que requieren intervención, por lo menos a nivel de salud mental,
son justamente las que aparecen en la adolescencia y sobre todo en la etapa de madurez de
estos sujetos. Cada crisis vital, de por sí desestabilizante para cualquier ser hablante, puede
llegar a ser, en estos casos, el inicio de una patología psiquiátrica, o por lo menos de la
aparición de síntomas que requieren atención. Por otro lado, no se puede desconocer los
persona con discapacidad intelectual. Si se cuentan con las condiciones socios económicas y
momentos vitales. Ahora bien, cuando a la discapacidad de uno de sus miembros, se suman
psicoanalítico, surge la pregunta por la debilidad mental, posición que puede encontrarse en
cualquier estructura (neurosis o psicosis) y que dará una impronta particular al cuadro. Es
6
importante diferenciar a la discapacidad intelectual, desde el punto de vista cognitivo, de la
debilidad mental, como malestar respecto al saber, como sujetos flotando entre discursos, no
sólidamente instalados en ninguno de los cuatro propuestos por Lacan. Las consecuencias de
Es gracias a esta autora que el campo del psicoanálisis aceptó en su seno a los llamados niños
las bases fundamentales de toda clínica de la debilidad mental. Comienza por aquellos niños
con afecciones orgánicas, o retrasos graves y las particularidades que observó en el vínculo
entre madre e hijo, las consecuencias del mismo en el desarrollo del infans. Luego se adentra
en el campo inespecífico de la “debilidad mental”. Sin embargo, la pregunta que plantea es:
“¿Qué hay de perturbado en el nivel del lenguaje (en la relación madre-hijo), que se expresa
adjudicado, fijando a la madre en el rol que ella misma se ha asignado?” … “¿Por qué
familiar.” 8
si bien hay que advertir que el sujeto no ocupa el mismo lugar en cada caso. La dimensión
7
MANNNI, MAUD: EL NIÑO RETARDADO Y SU MADRE. Ed. Paidós.2005.
8
IDEM, Pags. 28 y 32
7
psicótica se introduce en la educación del débil mental en la medida en que el niño débil
mental (se ubica) respecto a ese algo a que lo reduce la madre –el mero soporte de su deseo
en un término oscuro.” 9
¿Todos débiles mentales? Si, puede ser. Pero algunos tocados particularmente por la
debilidad mental.
Carlitos y los zapatos. Juan Carlos tiene 43 años. Hace dos que falleció su padre, aquel que
lo conducía por su vida en el campo familiar, que se basaba en hacer extensos recorridos al
cuidado de los animales. Tiene una discapacidad mental moderada, y su modo de hablar es
vera de una ruta. Juan Carlos, Carlitos para su madre, comienza a presentar algunos síntomas:
entrar al taller mecánico del vecino y vaciar tarros, llevándoselos a su casa, romper objetos y
hasta algunos golpes de poca gravedad a su madre. No podía caminar libremente, por la
misma representa. Quedó claro que el sostén del sujeto había sido la presencia concreta de
al inicio de sus síntomas y al quiebre del equilibrio mantenido hasta ese momento. Por estos
institución psiquiátrica especializada 10. Al principio, y durante dos semanas, solo podía
llorar. Luego empezó a desplegar sus síntomas, en una nueva modalidad: meter jabones en
la mochila del inodoro hasta taponarlo por completo y tirar sus zapatillas hacia el techo o por
el hueco de un sótano inhabilitado. Por otro lado, las visitas a la casa familiar (acotadas a dos
9
LACAN, JACQUES: SEMINARIO XI. LOS CUATROS CONCEPTOS FUNDAMENTALES. Ed. Paidós,
1984. Pag.245-246.
10
En dicha institución me desempeño como Psicóloga clínica del Servicio de Admisión.
8
días por semana) durante el invierno tenían un ritual de salida y regreso: su madre le traía
unas botas de campo que Juan se ponía inmediatamente y que se sacaba al volver,
Juan Carlos ya no llora tanto y sabe, porque me encargué de explicárselo, que vivirá en otro
lado… “una escuela” que estamos buscando para él. Ha comenzado a reírse, sobre todo cada
vez que tira uno de sus calzados al sótano, a ese agujero negro, del que las cosas entran, pero
no salen más. ¿Cómo se constituyen los bordes del agujero pulsional en la debilidad mental?
¿Hay borde? ¿El zapato sin pie no es puro vacío? ¿El juego de “las zapatillas” es un intento
fallido de crear ese borde? Si el Fort-Da freudiano da cuenta de un displacer a nivel del cuerpo
del ser hablante, un más allá del cuerpo materno, ¿Qué cuerpo y que más allá se pueden
suponer en este sujeto, que da cuenta con su síntoma de lo que no cesa de no inscribirse?
Ahora bien, ante mi pregunta: ¿Qué hizo con sus zapatillas? Juan Carlos se ríe, conformando
su particular modo de chiste, fuera de sentido. Claro que como a mí comienza a hacerme un
madre me entregaron dos pares de calzados, diciendo que “estos eran los últimos”. Apenas
se fueron, Juan me pregunto: “¿Cómo se fue mi mamá, sino me saludó?” Le pregunté a donde
estaba él cuando se fue la madre y me dijo que en su habitación. Contesté, “ella no puede
entrar ahí, y se tenía que ir, por eso no te saludo”. “¿Y cuando viene mi mami?” Esa pregunta
Sobre monstruos y amuletos Alejandro tiene 18 años. Tuvo serios problemas de salud al
nacer por lo que debió ser internado durante el primer año de vida y como secuela padece de
9
una discapacidad intelectual de moderada gravedad. Hace algún tiempo, empezó con algunos
síntomas: decía que “el diablo está en su casa”, acompañando estas ideas con conductas
agresivas y rotura de objetos. Sus padres, que están separados hace varios años (por decisión
de su madre) viven sin embargo bajo el mismo techo y no tienen buena relación. Ambos
progenitores se critican (por separado) con respecto a “lo que el otro hace mal con
Alejandro”. Su padre tiene un buen vínculo con él, aunque por su trabajo pasa la mayor parte
del día fuera de la casa. Al momento de la internación, dormían juntos en la misma pieza,
pese a que Alejandro tiene un cuarto para el solo en la casa. Su madre, que pasa gran parte
del día con su hijo, es quien tiene mayores dificultades para la convivencia, y suele ausentarse
Alejandro presenta una disartria que dificulta comprender demasiado rápido lo que dice, lo
pudiendo dormir solo. Me cuenta que “en su casa hay un monstruo que le da miedo”.
cambio que era necesario efectuar en su relación con su hijo, que ya no era un niño y debía
De la primera salida, Alejandro (y sus padres) cuentan que a la noche duerme mal porque le
tiene miedo al monstruo. “acá no tengo miedo”, nos dijo. Charlamos un rato largo de varios
temas y cuando se iba, le dije que le iba a dar algo para el miedo, un amuleto. Busqué entre
mis materiales de trabajo un colgante que le entregue muy seria, diciendo que era momento
de pelear contra esos monstruos y que eso lo iba a ayudar. Se fue dando saltitos.
10
A la próxima entrevista, vino distinto. Más armado, cuenta feliz que va a empezar natación.
“duerme solo en su pieza, con la luz apagada” cuenta la mama, y “sale en bicicleta por todo
el barrio”. También llenó la casa de estampitas (debería tener algunas, son amuletos mucho
O muerto o loco: Primer tiempo. Conocí a Demián a sus 19 años. Fue internado por pegarles
a sus progenitores y tirar al suelo un aparato de televisión luego de una discusión con su
padre. Demián da su explicación del hecho: “le pregunté a mi papá a quién quería más, si a
Jesús o a mí, y respondió que a Jesús” (El padre de Demián es una persona muy religiosa,
miembro del movimiento evangelista). Para después agregar: “ne lastimó el corazón con lo
que ne dijo, ne hizo un agujero muy profundo” (sic). Su padre viene todas las semanas a la
institución a verlo, la madre, por problemas de salud (padece lupus y otros trastornos
que, pasado cierto tiempo, da cuenta de esa serie. Después del último deceso (un accidente,
el niño muere ahogado en una pileta en la casa de unos amigos, a los dos años de edad) su
mujer no pudo tener más hijos y él “le consiguió” un bebé 12, al que registra como propio
dándole su apellido. No explica cómo “lo consiguió” y es reticente a hablar del tema. Demián,
11
Alienación mortífera que se verifica a lo largo de todo el tratamiento.
12
Una hipótesis del caso es que en este acto se sientan las bases de la psicosis, en tanto este niño es
“entregado” para ocupar su lugar de objeto en el fantasma materno, única forma de sobrevivir.
11
quien sabe que no es hijo biológico de sus padres, explica: “mi madre biológica no me quiso,
Demián muestra dificultades en su desarrollo desde bebé, adquiriendo todos los logros
madurativos con retraso. Al respecto, su padre nos da su versión sobre un síndrome genético
Demián fue escolarizado en una institución especial, pero presentaba serios problemas de
conducta (les pegaba a sus compañeros) y de aprendizaje. La madre decide retirarlo a los 8
años, argumentando que “le pegaban” y que “el niño se negaba a ir”. Al respecto, su padre
dice: “Yo trabajaba todo el día, ella decidió de ese tema”. Demián, sobre estos hechos, da su
propia versión: “las maestras violaban a los chicos”, “me daban la comida podrida”, “me
pegaban, me maltrataban, las maestras eran unas brujas”. Esta situación era acompañada por
unos celos excesivos de Demián que llegaban al punto de impedir, por sus reacciones
violentas (hasta el día de hoy) que su padre se acerque a otros niños en su presencia, y
13
“Si la relación agresiva interviene en esa formación que se llama el yo, es porque le es constituyente,
porque el yo es desde el inicio por si mismo otro, porque se instaura en una dualidad interna al sujeto… si en
toda relación con el otro … hay un eco de esa relación de exclusión, él o yo, es porque en el plano imaginario
el sujeto humano está constituido de tal modo que el otro está siempre a punto de retomar su lugar de dominio
en relación a él, que en él hay un yo que siempre en parte le es ajeno.” “el orden que impide la colisión y el
estallido de la situación en su conjunto está fundado en la existencia del nombre del padre”.
J. Lacan, SEMINARIO 3: LAS PSICOSIS, cap. VII:“la disolución imaginaria”, págs. 134-135, ed. Paidós
(1998).
14
Algo se “descontrola”, lo pulsional sin ley resurge con intensidad. ¿Qué pasa con lo incestuoso en la
adolescencia cuando no opera el Nombre-del-Padre? Es interesante destacar que Demián actúa el encierro en
que lo mantiene su propia madre, ahora él la encierra a ella.
12
casa junto a él. Los enfrentamientos con su padre se hacen cada vez más violentos hasta
En las primeras entrevistas que tengo con Demián, éste describe cómo el otro lo maltrata:
niños en la escuela, vecinos, tías, primos, etc. También sus compañeros de pabellón integran
esta serie, “queriendo violarlo”. Por otro lado, trae sus sueños y pesadillas en las cuales
también está a merced de Otro, nombrado como “diablo”, que lo persigue, lo violenta, “me
mirada: “¡Cómo me mira! ¿Está enojada? Tiene una mirada mala” - y lo erotomaníaco -“Ud.
es muy linda, tiene muy lindos pechos, ¿no quiere ser mi abuelita, mi mamá?” 16. Ante lo cual
remarco la imposibilidad de ser su madre, ya que él tiene una, e intento introducir una
nuevamente, le pega a su madre cuando ésta le niega algún pedido imposible de satisfacer.
En una entrevista posterior, al intervenir con respecto a estos hechos, se levanta de su asiento
y me pega una cachetada suave. Vuelve a sentarse rápidamente pero de perfil y mientras se
tapa las orejas, en actitud de franca angustia, dice que está escuchando voces. En ese
que es imposible continuar atendiéndolo si me pega nuevamente 18. Ante esta imposición
Demián deja el consultorio y se niega a tener entrevistas durante los siguientes seis meses.
15
Comprobamos rápidamente las dos modalidades de transferencia que se establecen en la psicosis, o la
erotomanía o la persecutoria.
16
Testimonio de la no inscripción de la Ley de incesto.
17
Intento estéril, como veremos más adelante, de inscribir una legalidad que “no cesa de no inscribirse” para
Demián.
18
Límite que me impone lo trabajado en una supervisión con respecto a la posibilidad de este tratamiento.
13
Me esquiva, me ignora y yo no insisto. En las entrevistas que mantengo durante ese período
con el padre, éste se queja de los escasos avances del tratamiento, ubicando la impotencia del
lado del equipo terapéutico. Sólo una vez se angustia, cuando habla de su propia madre y de
Un día me encontré a Demián fuera del pabellón con una venda en la cabeza. Ante mis
Continúa con el relato de los maltratos que recibe y ha recibido durante toda su vida:
- Me echan maldiciones.
Segundo tiempo. Luego de esta intervención se reinician los encuentros y, esta vez, Demián
pide ser escuchado. De hecho, quiere ser el único en ser escuchado. El manejo de la
relación al saber “Ud. sabe cómo curarme”, cuando plantea una dificultad, “Ud. es psicóloga,
Ud. estudió, Ud. sabe”. Intervengo, ante estos embates, siempre desde un lugar vaciado de
saber, desde la más absoluta ignorancia sobre lo que a él le pasa, sobre todo cuando se trata
de “miradas malas” y como defenderse de ellas. Le pregunto a él qué se hace con eso,
ubicando de su lado algún saber. Entusiasmado, explica: “mirar de reojo. Esa persona te tira
19
Demián también recuerda con gran cariño a su abuela, quien le enseñó murga y con quien bailaba y tocaba
la guitarra. Esta abuela había fallecido antes de su internación.
20
Significante que le agradezco ayudarme a rescatar a la psicoanalista Gloria Aksman.
14
un gualicho, una maldición, que no te quiere, que te maldice. Defensa: rezar fuerte al niño
dios que está en su cunita”. “Revolear los ojos: maldición cusiata, prohibida de usar”, “no
tiene salvación”, “hay que llamar al niño dios muy rápido”. Acompaña estas producciones
con relatos que lo tienen como protagonista, siempre historias terribles, con sangre y torturas,
ocasiones me doy por aludida de que son argumentos de películas conocidas y marco alguna
Todo el tiempo me empuja hacia lo “ilegal” 21: “firme una salida Ud., falsifique la firma”,
“atiéndame a mí solo, más tiempo”. Mis respuestas, acentuadas por mi actitud precavida y
temerosa 22, son siempre las mismas: “soy una simple empleada que tiene que cumplir normas
y que si no seré sancionada por mi jefa y por el director de la institución, que este es mi
trabajo y que tengo que cumplir las reglas, sino se pone en peligro mi sustento y mi permiso
para ejercer la profesión” 23. Esta línea de intervención pone un límite, si bien momentáneo,
a su incesante demanda.
También me dice que “soy linda, no como las otras mujeres que trabajan en el pabellón” y
puede hacer perder el trabajo. Cuando comienza a preguntarme sobre temas vinculados a la
vida privada de la persona del analista, le señalo que si no quiere hablar más de él, podemos
21
Término que yo introduzco ante algunas de sus demandas.
22
Semblante de…
23
Intento un poco más eficaz de instaurar algo de una legalidad, esta vez, dejándome atravesar por ella.
15
suspender la entrevista. Rápidamente dice que no, y continúa hablando de sus cosas, sin
volver a preguntar.
“peligrosas” 24 (por ejemplo, prender fuego un montón de hojas cerca de cables y de la casa,
porque estaban sus tías a las cuales odia). Haciendo uso de una apariencia de miedo y de
preocupación por él y su familia, señalo la peligrosidad que implicó su acto, que podría haber
quemado su casa y lastimado a sus padres y a él mismo. Responde que “fue una travesura,
La relación con su padre continúa siendo muy conflictiva (por ambas partes): busca
contradecirlo todo el tiempo. Por ejemplo, están viendo un partido cualquiera y Demián
siempre hincha para el adversario del equipo paterno. O se pone una camiseta de river y dice
“soy de boca”. Además, cada vez que su padre se dirige al equipo a cargo de su tratamiento,
él va a agregando comentarios que burlan, denigran, o anulan dicho discurso 25. Esta actitud
genera una gran violencia en su padre, lo cual retroalimenta el circuito en el cual están
inmersos. Suele tener interpretaciones sobre los dichos del padre que llevan a actos de
violencia entre ambos. Por ej.: están en la veterinaria, el padre dice “es una mierda”
(refiriéndose a la perra) dicho ante el cual Demián se enoja y le pega. “Yo pensé que hablaba
de mí, que era una mierda”. “Yo con mi padre nunca me llevé bien, de chiquito él era muy
severo y no me gustan las personas severas”. Durante las entrevistas conjuntas, asistimos a
escenas donde el padre comienza a ponerse nervioso por cosas que hace o dice su hijo y le
palmea el hombro con una firmeza excesiva en un intento de operar directo sobre el cuerpo,
24
termino que yo introduzco ante sus relatos, que él cuenta con sonrisas y muy entusiasmado.
25
Me pregunto si no actúa en estos dichos algo del poco respeto materno por la palabra paterna.
16
y al mismo tiempo, pudiéndose verificar justamente la no operación 26. Durante una visita a
su casa, comenzaron a pelear con gran violencia, situación que finaliza por un llamado de
Demián haya recurrido a la ley para poder terminar esa discusión. El padre se angustia (por
En cierto período de su internación 27 Demián afirmó, a quien quisiera escucharlo, que estaba
queda en la calle, que no cuente más conmigo, eso yo no lo acepto”. Sin embargo era su
madre la que le escribía las cartas de amor para sus enamorados (“son secretos con mama”) 28.
Se intenta intervenir en la línea de crear cierta intimidad con respecto a algunos temas: “todo
no se cuenta”, sin embargo, es este vínculo el que Demián no está dispuesto a romper o está
imposibilitado de hacerlo, y que marca los límites de cualquier intervención en este caso. No
¿Cómo armar en un sujeto donde no hay discontinuidad entre los cuerpos, donde el otro
omnisciente habla en él, un límite que no sea la pelea o el descontrol? ¿Qué pasa cuando la
26
“Supongamos que esa situación entrañe precisamente para el sujeto la imposibilidad de asumir la
realización del significante padre a nivel simbólico. ¿Qué le queda? Le queda la imagen a la que se reduce la
función paterna… Si la imagen cautivante es desmesurada, si el personaje en cuestión se manifiesta
simplemente en el orden de la potencia y no en el del pacto, aparece una relación de agresividad, de rivalidad,
etc.”. J. Lacan, EL SEMINARIO 3: LAS PSICOSIS, cap. XV, págs. 291-292, Ed. Paidós (1998).
28
“Pero sobre lo que queremos insistir es sobre el hecho de que no es solo de la manera en que la madre se
aviene a la persona del padre de lo que convendría ocuparse, sino del caso que hace a su palabra, digamos el
término, de su autoridad, dicho de otra manera del lugar que ella reserva al Nombre-del-Padre en la
promoción de la ley.” J. Lacan, “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”,
Escritos, pág. 560.
17
La Debilidad mental
Intervenir en la debilidad mental es como escribir en la orilla del mar, que luego crece y
borra. Y vuelve a borrar. Quizás a esto se refiera el “flota entre discursos”. ¿Algo se inscribe
en esto que no cesa de no inscribirse? Hay las zapatillas por el agujero y la risa. Hay amuletos
Una vez que la transferencia se instala, el resto es dejarse llevar a esos mundos tan sin sentido,
tal alejados de cualquier sentido compartido en ocasiones. Esta lo real. Pero los semblantes
no funcionan, o son precarios, o deben ser inventados cada vez, para cada uno.
¿Podría ser que la debilidad mental funcione como cuarto que anuda a los tres: imaginario,
simbólico y real? Sinthome que compensa una estructura psicótica, tornándola casi
“inreventable”?
¿La debilidad mental es una categoría diagnostica? ¿Si es así, que significa? ¿Qué
consecuencias tiene? La misma puede aparecer en cualquier estructura, sí, pero toca
un cerebro dañado?
tenía dominio de su cuerpo, paralizado casi totalmente. Movía una mano con escasa
capacidad de control y hablaba con algunas dificultades. Teníamos un juego: ella me miraba
y me decía “Andáte”, riéndose. Yo, entre muchos lamentos, me iba despacio de la sala. Ella
18
se reía a carcajadas. Cuando volvía, empezábamos de nuevo. Juego que le devolvía, por unos
instantes, el control sobre el cuerpo del otro, invirtiendo por breves instantes su forma de
vida. Por esos tiempos, cumplió 15 años. Su madre le organizó una fiesta, con vestido y todo.
El centro se llenó de charlas al respecto y varios pacientes bailaron su primer vals en ese
El destino subjetivo de muchos parletres tocados por algún tipo de discapacidad, sobre todo
madurativa, está en estrecha relación con la posibilidad de sus Otros fundamentales de saber
hacer con la castración. Cuando la ilusión del “Hijo Perfecto”, “Su Majestad el Bebé”, no se
produce ante el encuentro con lo insoportable para los padres, es quizás cuando la psicosis
materiales varios. Cierto es que la escasa capacidad simbólica de algunos cuadros implica
que el síntoma se expresa en otros registros, lejos del cifrado de las formaciones del
inconsciente. Pero la dirección de la cura, y la política del analista son siempre las mismas.
Cuanto más necesario en aquellos casos donde el diagnóstico más exacto es problemas en la
infantiles, débiles mentales. Cada uno con un síntoma, su nombre, la mejor orientación
diagnóstica.
19
Y de vuelta…
Al finalizar su libro, Mannoni se pregunta: “¿Qué es pues, la debilidad mental?”: “¿A qué
sujeto, para captar, a través de su discurso y del de sus padres, el sentido que había llegado
“La debilidad mental, si bien nos golpea a cada uno, marca de manera especial a algunos,
que se distinguen por una resistencia sostenida contra todo lo que podría negar la veracidad
del Otro del significante, para mejor protegerse de las dudas que les asaltan, concernientes
al Otro de la ley.” 30
Mónica Soba
29
Idem, pag. 114
30
BRUNO, PIERRE, ob. cit, pag. 42
20
Bibliografía consultada:
Bruno, P.: “Al margen: sobre la debilidad mental”. Pliegos n°1, 1996. Traducción de lo
publicado en Ornicar? Revista del Campo Freudiano n°37, abril-junio 1986, págs. 38-65.
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Lacan, J. (1964/1999): El Seminario. Libro XI: “Los cuatro conceptos fundamentales del
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Lacan, J. (1968): El Seminario. Libro XV: “El acto analítico”, inédito. Clase 21-2-68.
Lacan, J. (1969): El Seminario. Libro XVI: “De un otro al Otro”, Buenos Aires, Paidós,
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Lacan, J. (1972): El Seminario. Libro XIX: “o peor”, Buenos Aires, Paidós, 2012. Clase 15-
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Lacan, J. (1973): El Seminario. Libro XX: “Aún”, Buenos Aires, Paidós, 2004. Clase VIII.
21
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Laurent, E.: Psicosis y Debilidad, en: Estabilizaciones en la Psicosis. Ed. Manantial, 1987.
Laurent, E.: El goce del débil, en: Niños en psicoanálisis. Ed. Manantial, 1989.
MAZZUCA R., SCHEJTMAN F., ZLOTNIK M. (2000) “Las dos clínicas de Lacan.
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SORIA DAFUNCHIO, N. (2008) Confines de las psicosis, Ed. Del Bucle, Buenos Aires,
2008.
22
.
23