Sobre El Sustrato Mediterraneo Occidental - Menendez Pidal
Sobre El Sustrato Mediterraneo Occidental - Menendez Pidal
Sobre El Sustrato Mediterraneo Occidental - Menendez Pidal
riificación cle muchos nombres d e pueblos, niontes, ríos y valles, así [le Galicia como de
todas las otras provincias de España, se hallan en la lengua cantábra (=vasca) y en ella
tienen propria significación)), de lo cual dcdiicía que esa lengua se había hablado en toda
1:spafia. Esta afirmación no ha cesaclo desde entonces Ide repetirse, sobre tmlo desle qtie
la formuló por sil parte W. von Hiimboldt en su clásico t:rabajo Uber die Cantabrisclte oder
Ilaskische S$rache (1817). Pero al tropezar coni observ: iciones modernas en este mismo
seiitido, qiie identifican la lengua vasca con la ibérica general de España, la etnografía pro-
testó. Los vascos no son iberos, ¿por qiié llamar al vasco lengua iMrica? La solución niás
inmediata poclía ser el suponer qiie esas palabras ibéricas d e la toponimia que se hallaban
en el vasco eran préstamos qiie el vasco había recibido de la lengua ibérica, y ésta es la
soliición que propone Boxli Gimpera en diversas ocasiones, dejando siempre a salvo que
también podría ser posible una completa iberización linNística de los vascos, dado que el
1. Rsta memoria fue presentada al Congreso de Toponimia celebrado eri ParIs en 25-29 de
julio de 1938. Jtn notas nñndo ohsei\.aciones que rne sir~ieren algunos estiidios piiblicailos dcsputs
ile esta fci-ha.
t
4 ~1n.41,
R. ~ ~ E N I ~ N D I:~
influjo de la cultura protoibérica e ibérica cobre ellos data desde el períoúo erieolítico, es
decir, se ejercií, por miis de 2 0 0 0 años.' PUCSbien : la 1iipC.tesis de los simples 1n-í.stariios
no cs satisfactoria ; el vasco se identifica con el ibero, ni> sólo por un tifimero rnayor o
menor dc vocablos, sino por características fonéticas y morfológicas esenciales qiie rcbasari
el concepto (le los nieros prí-stamos y tios llevan a la afirniación de que los vascos son iitio
de los infinitos piieblos de la tierra que han dejado sil propio idionia para adoptar otro, y
qiic ellos adoptaron el Llionia de los iberos, tan superiores a ellos en cultura. Dc aquí se
sigiic qiie la profiiricla división qiie la etnología establece dentro de la Península entre
piicblos mediterrAtieos (le Eiiropa y piieblos niediterr5lieos d c Lihia no se iiiatitieiie en
cii:itito al icliorlia, y el vasco no representa la Icngiia de los pueblos pirenaicos, sitio 1:i
dc los iberos.
Sin dii<la, a falta de otra lengiia viva hoy, la toponimia nos podrfa informar algo
sobre la lengiia primitiva de galaicos, astures, cántabros y demhs pueblos pireriaicos qiie
rodeahan al vasco. V. Rertoldi2, en iin estudio sobre los robleni ni as del substrato medi-
terráneo, coricliicido con iiti método ejemplar, con una eriidición exhaustiva y con vastas
miras liistóricas, ha mostrado la vcn, preindoeiiropea ga,nda, pedregal, extendida desde los
Alpes a los Piriiieos; y atendiendo especialmerite a la Península Ibbrica, por ser el terreno -
mfis propicio para el estudio de los fenómenos de substrato, gracias a qiie conserva el islote
lingiiístico del vasco, halla qiie la voz ganda parece corres~>onderaproximadanieritc a aquella
iiiiidaci chtitabro-pirenaica individualizada étriicamente por los arqiic6logos, a diferencia de la
otra iinidad ibérica. Rertol(1i encuentra una sesetitena de toponímicos Gándara en Galicia
y algiinos otros en Astiirias, Santander, país vasco, Gasciiña y Norte de Cataliiña, tnientras
al Sur no señala ninguno; ericuentra además vivo hoy en Galicia el nombre gdn.dara como
apelativo, y todo esto le autoriza para deducir que el Norte canthhrico-pirenaico señalado
por los arqueólogos es el solar de esa palabra en España.
Pero creo que no es posible aislar esa zona alpino-pirenaica para la base ga.nda:
kanta, como lo3 arqiieólogos aislan r l pueblo pirenaico del ibérico. E n primer Iiigar, el
rioriihre (le (;ati,de.sa(Tarragotia), qiie Bertoldi niismo estudia, pero aparte, es d c una ])o-
hlaci6n situada al Sur del Ebro, en país plenaniente ibérico. Despuí-s, liav que añadir
Gandia (Valencia), mucho ni5s al Sur qiie Gandesa, y mi territorio ibérico tamhibti ; C;andz~1
(Sevilla), en territorio tiirtletaiio análogo al ibCrico, Gn.ndu,llas (Madrid), en territorio
~1
I. RL problema etttol(ipico z~ascoy la arqiirolopía, eri la 1Zev. irrlcrriac. d c esfitdios 'riascos, SI\',
1923, piígs. 656-658 ; La I>urlrisforia d e los iberos y la r f ~ t o l o ~ . vasca,
fa cii 1 : ~ l t r v . irilrf'~ioc. d e c s l .
zlnscos, s v r , 1925, págs. 512-517 ( y comp. taml>iéii pkg?;. 120-121) ; l ~ l ~ i o l o , clr
~ i o1 0 1'~~~1fiisr1l(7
111Eric.n,
1932, pág. 615.
2. Riilleli~r de la SociPté dc Lirr,qctisliqrtc dc llor.is, s s s i i , 1~131, piíg.; 9.1-1.4.1.
3. . ~ / i f l f/i< l r r ~ . ~ c h111,
i , 1929, lxíg. .~q.
L
falta d e un toponimico en el Siir puede ser debida, no d i o a la mayor escasez de entidades
.(le poblacióii, sino al siiperestrato árabe que substituyó allí miichos toponímicos viejos. Por
esto, esos pocos casos de Ganda- que hallamos en el Siir bastan para no pocler limitar al
Norte el Area de la base toyonímica eri cuestión.
Y esto viene a complicar el problema. Una particular coincidencia alpino-pirenaica
es perfectamente explicable por la comíiri procedencia europea de los dos puehlos; pero
iina especial coincidencia alpino-ibérica es más difícil de comprciider, pties aunque se trata
de dos piieblos mediterráneos, el piieblo eiiropeo y el riorteafricaiio se han separado del
troiico coriiiiii hace iniletiios, y una estrech.a correspondencia <le los toponíinicos del uno
con los del otro no nos parecerá explicable si no tierie comprol~acibiien el hecho de existir
también correspondencia con los toponíniicos del Norte <le Africa o del Oriente medite-
rrátieo qiie tios certificase la vitalidad de una forma dada entre los pueblos mediterráneos
fuera de los del Occidente eiiropeo. Por desgracia, la toponimia africana tios es niuy
poco conocida. E n el caso de ganda, podríamos citar Gandbn en las Canarias; pero un
nombre así aislado tio puede tomarse sitio conlo itn homóforio fortuito. Esa comprobación
del Africa o del Oriente nos falta casi siempre. Entonces, para explicar las muchas formas
que ofrece la toponimia de España análogas a las del Norte de Italia, dJArbois de Jubain-
ville, C. Jiillian y otros siipiisieron tin gran pueblo ligur qiie dominó todo el Occidente
de Europa -inclttso 11:spaña- antes de la expansión de los iberos y d e los celtas.
Después, desechando esa explicación ligur, Philipon se vió obligado a stlponcr qiie los iberos
habían venido a España <le Europa, pero esta riiieva hipótesis resiiltó en seguida inacep-
table para la arqueología, qiie reafirma. hoy con toda seguridad el origen africano dc
los iberos. Mas a pesar de eso, la hipótesis ligur no recobró pleno crédito. Las carac-
terísticas ligiires que dJArhois sentaba con más segiiridad fueron cliscutidas. El siifijo
-asco, tomado antes como partictilarmente ligur, vi6 piiesta en diida su liguridacl por
niiichos, entre ellos Mever-Lübke', Aebischcr3, . Ribezzo3 y Rertoldi4, y hoy no puede
decirse ya sino que -asco es un siifijo freciicnte y característico en la toponimia ligur, pero
tio exclusivo de ella5. En fin, la fecha 1932-1933 fiié fatal para la hipótesis ligur, pues
entonces Boscli Gimpera declara, en nombre de la arqiieología, qiie debe prescindirse de
10s ligures como elemento étnico de la Pcnínsiila Ibérica6; A. Berthelot presenta como iina
mera ficción tiovelesca la hip6tesis de tin gran imperio ligur, formulada por dJArbois y siis
(lisdpulos7 ; P. Foiiché rechaza por sil parte la tradición que admite tina poblaci6n ligur
en Fapaña, y niega que la ~mblacióriligur del Rosellón sea allí primitiva8.
Y, ciertamente, las opiniones combatidas por estos autores pdrfamos considerarlas
poco r~robahles,aunque no asintamos a varios de las argiimentos empleados para comba-
1 I;IIKTHICLOT, K C V . ilrchdol., 11, 88, stiporle s.iniplernente que Aristhteles padece cotifiisi6ri.
2. \'&ase 1'. ~ ' O I I C H ~eii
, la IZct~irc lfispnniqirc, L X X X I , pAgs. 13 y 21.
3. I,'al>l)é SAIIAKTHBS, 1)ict. fopograpliiqrtc dic d é p . d e I'Artde, 1912, píg. 1?5.
4. 15. I>HII,II>ON, 1)ict. lopograplt. drt d é p . d e I'Aitr, 1911; SKOK,o p . c i t . , p i i ~ . 147.
5 . .t. CHASSAIN(:, 1)ict. lopogl'aplc. d ~ r tidp. de la Harrte-Loire, 1907.
h. asarito Tliirso de Atiibrotian, testaiiietito del Obispo <le L i i ~ o ,Otloario (Bspa?ia Sa,q~«.do,SI,,
pAg. 360).
7. Víiase PAUI,Y-WISSOWA, s . V., y Reallexlcon d e r T7orgesclticlt1c s . v. aGertnanetin. - Lns rotiianos
crelaii que estos ambrones eran galos ; los nioderiios sospecliaii q i n eran germarios ; pero más bien
creo fuese11 restos 'que allí dejar011 los ligures ciiarido los celtas los expulsati de las playas (le1
Septentrión que primero habitaron y los impelieron a descencler hacia la Liguria Iiist(>rica, segiiri Avietio,
verso 129 y sig. (bieii iiiterpreta(1o por BIIRTHI~LOT e n Ia lievite Archéologiqttc, Ir, 1913, pBgs. 117-119
y 249-252). Zeus sitliaba estos ambrones,liacia el río Aritbra, Iioy Rmmer, afliiente del \Veser. Para
los Iiidronímicos Anibra y su relación con los celtas, v&ase H. HURERT,Les Celtes, 1932, phg. 126,
nota 5, y 147 ; cree que el étnico Ambroni puede ser de origen geográfico. Más bien parece qiie n o
tiene nada cltie ver con el liidroriíniico. I<KITSCHMIIR, l>ic Iit,rkrtnft ticr U m b r e r , eii C;lollfl, ssi, 1932,
en la topotiiniia, ora eii fornia riiasculina (comp. cii ffspaña el niodertio Lzizhn, ,Seria, de los
liisones), ora fenietiina (comp. cii la Tarraconciise L i b y a y el moílenio Collccntinn, de
los cotitestaiios). No es creíMe qiie los toponíniicos cita<tos aliidaii a la ranin especial de los
aiiil>roiics, ciiyo rcciier(1o vivc taiii1)ií.n en el nonibre (Ic la isla Ail~rzilr (cii el Alar del
Norte, al siir tlc Diriariiarca), los ciiales, ii otros afines, asociados a los cim1,rios y
tciitones, fueron aiiiquilados por '1Iario en i2ix el aiío 102 a. C. ; este puehlo, despi1í.s de
sil exterminio por hlario, de que hablan los historiadores, no es probable que se estableciese
pacíficamente en Italia y'en Galia, y no se sabe que haya invadido el suelo de España ; los
cimbrios sí lo invadieron, pero fueron expiilsados por los ccltíberos antes de la victoria de
Alario, según Tito Livio' ; adem:is, autiqiie siipiisi6ramos una invasión de estc tipo en
tiempos Iiistóricos, ciiando la población de España .se halla ya cstabilizada, no podía alcanzar
gran difiisióii ni explicar la abundancia (le toporiímicos de tipo ligiir. Pero por la conocida
anécdota que cuenta Plutarco, relativa a la victoria c1e A i r , sabemos qiie los ligures de G6-
iiova que iban en el cjbrcito (le Alario se Ilaiiiaban a sí misiiios aiiihrorics, igiial qiie siis ene-
inigos, los aliados de tcutoiies jTcimbrios. Ambrowes, pues, era el iioinbre antiguo y familiar,
'relegado a scguti(1o t6rniino por la (Icnoniinacióri literaria de ligurcs ; y conforme a la ititerpre-
tación mAs plausible (le 1111 pasaje (lc Suctonio, A~trbronesse llamaban los ligurcs d e Italia
todavía en tiempo de C6car2. Semín esto, los topoiiímicos Ambron, Altrbrona, ctc., designan
~)iintosocupados por iin pueblo afín al ligiir de Italia ; probablcmciitc en esos liigares Aln-
bron, Antbrona permanecían los últimos restos del suhstrato ligur, que qiicilaron mrís pcr-
ceptiblcs ciiando ese siibstrato se fiindió en iinificación racial con otros pueblos antcriorcs
o posteriores.
Los ligxres se cree qiie hablaban iiiia lengiia rncditerrrínca, hastante iiidoeuropcizada.
Krctschmer siipnne que los ambrones fueron el piicblo quc iii(1ociiropcizó a los ligiires'.
Otros, como Wolff, atribuyen la indoeuropeización [le los ligiircs a tina rama de los ilirios,
a los carno-ilirios" N. Jokl piaisa en infiltraciones o colonias c1c ~)iiel)losiiidociiropeos em-
~)aretita(loscon los ilirios" Para mí cualquiera de estas dos íiltinias hipótesis de IR mezcla
ilirio-ligur resiilta esclarece(1ora (le la topoiiiniia.
Ciertas analogías toponímicas nos llevan a pensar que con 1ns ligiires o amhrones
vinieron a España ilirios, o acaso qiie los ligiircc; de que liahlati los autores griegos o los
amhrones de la toponimia no craii sino ilirios iiidociiropeos, mezclados coi1 iiii fiierte subs-
trato nicditerr<irieo. 'El nombre de la cordillera Iíapouáyxa.; 6po; (I'tolonim) cti la Pnnoiiia
antigua o en la Carniola nioderna : Caravanchc en italiano, Karn7c~1lrl:cn cti alemán, se cri-
cuentra cn España coiiio gentilicio : C a r a i i a n c a se Ilaiiia tina iilujcr en iiiscripción (le Agiiilar
p8gs. 112-119, ideiitifica los anibroties coi1 los onihroiit:~ qiie Ptoloiiieo sitha en 1.1 Snrniatin, y roii
los unihros, y piensa que los amhrories fiieroii el piiel)lo que iiitloeiirolwizí, a los l i ~ i i r e s , y , cotno
eleniento (loniiiiatite, les clierori sii rionibre. ( 1 , ~i(1eiitificncióti <le u.\nibroiis, Oriibrietis oii Onil>resn
y:) tbii I ) s c j . ~ n r ~ r sí;iogr.
s, de la Galilc', i r , 1878, 1):í~.~ o o . ) SegI'In I : I ~ u I . ~ N x,s 1936,
I ~II,I.Sl~f(iil ~ ; l ~ ~ ~ ~l~i,
pág. 145, nota 2 , nm1)roiies soii las gentes qiie, segíiii .2rieiio, 1)ajaii del Norte, y ligiires el piiel>lo
qiie eticiieritran en Italia, el suhstrato.
1. Pcriorlznr cx libro 1,sv11, ecl. Teiilitier, 1910, 115% 78.
2. YCase > ~ O S K O K T$. Diirrraca, CBt3sar nntt Ilir .Iiitbrotirs, eii Clnssiíal Pliiioio~y, Cliirago, xvr,
1921, págs. 256-259. Que los ambroiies fuesen tanibií.11 una de las cuatro tribiis que pol>lal>nti la
Helvetia, es irtia niera IiipOtesis.
.T. Iin (;lolla, xsr, 1932, págs. 112-119.
4. Rn Planmits, sxrr, 1930, pág. 181 y sig., y s s r r r , PAR. 2 2 7 , citatlo por Kretschtiier.
5. Iiii Rcallrxicori d r r T'or,qrscliiclrtr, vi, 1925, s. v., alllyriern, p I i ~ . 46. 1~espiií.s (le escrito
lo anterior, aparerc el capital estiitlio ile J. POKORNY, con .el ya ritaclo ellskurs ziir Ligitrerfrager,
en la Zeitsclirift fiir Celtisrlic Philolofi.ic, xsr, 1938, PAR. 59 y sigs., (lontlc se estu(1iari nmpliamente
las relaciones ilírico-ligures, trataritlo de probar iiiia itiniigraci6ii ilírira en la Liguria italiana, que
procliire iiri fuerte siiperestrato indoeuropeo eii la letigiia ligiir.
S o l i ~ i . :EI, SUBSTRATO MF:T)ITERRÁNEO OC~IDF!NTAI, 1f
de Campóo (CIL. 11, 6298),esto es, en territorio cái-itabro. La misma voz 'Carav- provista
de otro siifijo y con el mismo doble uso antroponímico y topnímico que en el anterior
ejemplo, se halla en el nombre Caravantius qiie llevó un príncipe ilirio vencido por los
romanos en 168 a. C., de quien habla Tito Livio, nombre que se halla aplicado a un pueblo
(lc Asturias, Carabanzo, y a un lugar vecino de Madrid, Carabanchel, que no n otra cosa sino
el climiiiiitivo "Carnvanciello, con apócope de la -o final y con pronunciación che por cie, cc,
(los caracteres del habla (le la alta Edad hledia, muy ejemplificados e11 la región mozhrabe
(Alontiel, de monte; Alconchel, (le concello, cte.'). Otra correspondencia herinana d c las
anteriores es el iicrmbre C a r a v a n t i s (le una ciudacl (le los cavios en Iliria, mencionada por
Tito Livio en los sucesos del príncipe Caravaiitiiis, iiomhre qiie se repite en España : Cara-
vantes, en Soria, región donde encontramos Velasco y Ambrona, y donde liiego cricontra-
remos Gonnaz, otro testimonio expresivo. Estos topoiiímicos, cada tino por sí, y, sobre todo,
los tres jiiiitos en griipo, Caravanca - Caravantius - Caravantis, qiie se clan en Iliria y en
Rspaíía, pero no en territorio ligur italiano ni fraricí.~,nos indican qiie el pueblo ambro-
ligiir que los trajo a España era muy afín a 10s ilirios. La base de esos tres iiombres,
"carau-, parcce iliria por el hecho de entrar cn el riornbrc dcl príncipe, aunque n o se ex-
cliiye el caso de qiie el príncipe tomase nombre de iiii topoiiímico del substrato mcditerránco.
Esa base *cara* ~(picdra)), vive hoy en varios dialectos de los Alpes y se usó en cl ligur
iiiedieval bajo la forma caravellnta ctq~iaiititAdi pietren'.
Notable es tambi6ii Corconte (Santanclcr), <loii(lc se repite cl étnico de los I<opx¿vroi,
piieblo protoilirio en la Gcriiiania RIagria, habitante al norte de Bohemia, y ciiyo tema se
(la tanibi6n cn cl iioriihre (1; la isla ilírica de I<opxúpa, hoy Corffi o Kcrkyra, así como en
el río de Panoiiin I<opxopaq3, iiomhre que exactaniciitc se repite cn el to~)oi-iírnicoespañol
Corcucra (Alava).
Despu6s tenemos que coiisiderar el caso de topoiiímicos comiiiies a España, Ligiiria
e Iliria. Se acliicía antes como ejemplo clásico (le toponimico ligiir R o r n i i a , Borniio, Ror-
iiiicl a , ctc, a1)uiidantes eii Liguria, Piamontc y ~oinbardía,R o r mani, B o r m a , Born~es,etc.,
en el Sur de Francia, ljornzate en España ; pero hoy se halla que la exteiisión (le nombres
conio esos excede los límites gcogrríficos ligures. Ptolomeo menciona Bóppavov, con la
variante Qóppavov, en el Occidente de los clacios, país de los Iázyges ; y s e d n esa variante,
hay quc asociar a este griipo toponíniico, F o r m i a e al Sur del Lacio (hoy 1:orntia) y Forniio,
río en territorio istrio-ví.neto ; ademrís, sobre el Rin, Ii'orm.~, llamado, con nombre semi-
c6ltico. R orini t oiniigus ((campodel Bormito))y tambií.11 simplemente "Uormetia, Gormetia,
IVomzez4. En iiiiestra Penínsiila, después qiie D'Arbois de Jubainville citó Uorfnate en
Albacetc y el exvoto al (leo B o r m a n i c o l a quien estaban consagradas las caldas siilfiirosas
clcl río Vizella, en el distrito de Braga" nadie ha116 más que notar. Perd debemos añadir
1. Vtanse ejemplos abundantes en Orlgencs del espafiol, 1929, págs. 196-204. H o y rechazo la
explicación que allí di de la pbrdicla de la -o por influjo Arabe.
2. W. RIEYER-LURKR, RICCV, 1673h. Como voz iliria la juzga KRAHE, Di? alten Ralkanillyrisclicit
geograpltisclten Natricn, 1925, phgs. 57, 87, 52 y Lcxicon allillyrisclien Personennairien, 1929, págs. 28
y 146. Conio voz tne(literrAtien la juzgan BELTOLD, en Stltdi Etritsclii, rrI, 287, nota, y C;. Ar,iissro,
La base Z>reindoc~tropeaKar(r)a, gar(r)a 'pictra', en S t z ~ d i Etricsclii, IX, 1935, p5g. 133, y x, 1936,
[>Ag.175. 131 gran peligro de las Iiomonimias casuales corivendría disminuirlo considerando especial-
nierite grupos de formas, por ejernplo Carahhia, Carahblcta (Como), Caravia (Oviedo), Carabias (Le611,
Salnmaiica, Segovia) ; Caravagna (Cúneo), Carabatia (Madrid), Carabaqio (Santander, Oviedo), etc.
3. H . K K A H RDie
, alten Ralkanillyrisclten gcograpliisclien Natrirn, 1925, pAg. go ; J . I'OKORNE',
Zeitscltrift für Cellische Philologic, xx, 1935, pág. 321.
4. J. I"EI,I>MANN, Ortstta~ticn, 1925, págs. 44 y 58. La mejor catalogación de toda esta familia
toponlmica la da W. OHL, Lig~tstica,en Zeitschriftfiir Ortsnaiitcnforsclritns, xr, 1935, p5g. 103 y sigs.,
y XII, pág. 53 y siguientes.
5. Vease J. Lii~Tñnñ VASCONCELLOS, ReligioEs de Litsifania, 11, 19, pág. 35.
algiirios otros nombrcs de este misirio terna. E n primer liigar, Bormella, en el distrito de
Villa Real (Tras-os-hloiites), piiehlo cercano a las caldas (le1 dios i3orm:ínico; sil fornia
<liriiiiiiitiva tictic la ~)ositivaen Ilor~rurs (All~acetc),jiiiito al Borni.ate y a , ~iiencionado; y
iibtcse de paso qiie este sufijo -ate es til)icanicrite ilirio-ligiir'. L a forma simple se halla
adcinks en cl Iii(1ronítnico R o r m a , que así se cscribc en latín, en i i r i documento de 10802,
el nombre (le1 río que lioy sc Ilania P o n n a , con la alternancia de sorda y sonora inicial,
caractcrística dc los idiomas rnediterrkneoc" Ahora bicri, este río B o r n t a - P o r ~ n atiene en su
riaciniiciito, cri Cofiiial (I,eóti), iina fiicnte mediciiial llq~iatla((La C a l d a ~ ~calicla, Y y río
ahajo, tieic el piiel~lotlc IIoiiar < b a l n e a r e , con baíios terriialcs usados ya en la anti-
giietlad, según coiii~iriieb:iii cxvotos dc época romana allí encontrados; así, el nombre .
Ijor~nn-llorrnase iine intliiclablciiicrite por sil significación a los tlc B o r m i a e - A q u a e (le Italia,
\
A q u a e IIorni o r i i s (le Aqiiitania, B o r m i o (le Lornhardía, famoso por sus aguas siilfurosas,
ctcCtera, etc. Hallariios t:inihií.ii Ilor~ízujos(Sevilla), otro toporiíriiico de igual b a . ~ ,y unido
scniáiiticanierite a los aiitcriorcs porque el piieblo así Ilama(10 estA a orillas del Repudio
< r i v u p u t iclu , sin duda llamado así, aunquc el gran dicciotiat-io geogrhfico de Madm no
lo (liga, porqiic 1ia (le teticr fiierites sulfiirosas, como tienen otros ríos llamaclos Repudio
y coiiio tictic Aiiipiitlia < f o n t c pii ticla" E n fin, como el alemkn 14'ornts, e s (lecir, cori
1:i inicial altcratla tlc igiial iiiotlo, tctieiiios "'Borinatiii > Vorrriatiiis > C o r n i a z (Soria), ' .
piic1)lo qiic cti aqiicll:~ári(la región cc distitigiic por tetier uria copiosa fiicritc7.
1,a ))ase "horrti- tlc totlos estos noiiibres fiiC iiiirat1:i coriio iri(1oeiirol)ea ya por D'Ar-
1 ) o i ~(le Jiil):iiiiville, y por int1ociirol)ca la explicaii Krctsclinicr, conio herniatia del alcmdn
7i11rlr1i, 1:itíii fot-iiiiis tccaliciite)~", y IIiicli coiiio 1irr1ii:itia tlcl aiiglosajóii beorr~ia, latíti
fcriiicii tiiiii t~lcvatliirn)),con sigiiifica(1o priiiiortlial tlc ((borbotar, l i e r v i r ) ~ ~Esta
. segiiri(1a
es~~licacióii cs ~~refc'ril~lc eii ciianto al sigilifica(1o (qiic en la ~)rimerahabría qiie corisidcrar
cxteiitlitlo de las fiientcs caldas a toda fiietite en general) y cii cuanto a la inicial b- ; pero
la ~jritiicranos (la niks iiinictliata exl)licacibti dc iiiia variatitc '"orn-, qite creo liay qiie admitir
:i1 lado clc " ' l ) o ~ r i ~ coriio
-, liallatiios en latíii jiiiito al adjetivo forrnus el siibstaiitivo fortlus.
r<ii la rcgihri ligiir italinti:~se Iiallaii Uorn.o (Piatnontc y Loiiil~arclía),Uornate (I'iaiiiontc), con
el iiiisiiio siifijo ilirio-ligiir qiie cl Borrrtnle (lc Albacetc, y llornnsco, con el siifijo típico
ligiir, y aiiibos siifijos alioyaii la iinióri de esta seric l l w n - a la serie 1lor11t; en España
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I,a falta de toponímicos I,ama en Liguria y en la costa ligur (le Galia, al par que la
extraordinaria abundancia de-ese nombre en e l Noroeste de Espaiia, 110sparece indicar que
los ambro-ilirios que emigrar011 a esa región noroeste se dictinguían de los ligiires de Italia
en su mayor preferencia por habitar las pradcrías naturales o lanza^' ; eran una población
cledicada más al pastoreo vacuno, mientras los ligiires de Italia eran más montañeros, caza-
dores y leñaclores, pues carecía de lamas su tierra pedregosa, dura para el cultivo, como la
describe Diodoro Sículo.
Aun, por último, creo útil añadir otro toponímico. El nombre de la capital de Extre-
madura, Badajoz, fué creído por alguien deturpación de alguna voz árabe, porque esa ciudad
sólo comienza a ser conocida en 875 de Cristo, como cede de un señorío musulmán ; pero
ninguna estructura árabe se puede vislumbraren ese nombre, y la misma esterilidad hay que
reconocer ai las tentativas de explicación por el latín P a x A i i g u s t a 2 en pronunciación árabe.
Hay que reconocer en este nombre el sufijo mediterráneo -02 -uz -az -ez, aún no estudiado,
pero que forma niuchos toponímicos en España y en Italia, segtín en otra ocasión podré
mostrar. E l nombre, sufijado de este moclo, Badnjoz, lo lleva también un riachuelo sub-
afluente del Duero (Valladolid), y reaparece como nombre de poblado en Alava bajo la forma
13adayoz. En Italia se halla Hadaiuz (Udine), en territorio véneto-ilirio. La forma arabi-
zada del nombre de la capital extremeña Batalyos, o la latinizada Badalioz" o la leonesa
Badalloz, asocian este toponímico a otros del Noroeste de Italia, o sea del territorio ligtir :
Badalasco (Brescia), Badalt~cco (Cúneo), hallándose también en Toscana otro Badalucco
(Siena). A ellos se unen el portugés Badalinho y el francés del Sur Hadaillac (Cantal),
híbrido éste de un tema precéltico y un sufijo céltico.
En conclusión, creo que uno de los dos elementos étnicos que se señalan desde
tiempos paleolíticos, el franco-cántabro o pirenaico no nos puede explicar la toponimia dc
España común con la del centro de Europa. Tenemos que buscar explicación en época
mucho más tardía, y admitir la inmigración d e un pueblo centro europeo ya en parte indo-
ciiropeizado. La toponiniia nos lleva de nuevo a dar crédito a los textos griegos que señalan
ligtires en España, pero esos ligiires no poblaron toda España, no constitiiyeron ningún vasto
imperio, no dieron unidad racial ni cultural a l Occiclentc europeo; fueron 410 un pueblo
emigrante que llegó, no sólo al Noroeste de Italia y costa mediterránea de Galia hasta los
Pirineos, sino que extendió otras tribus por el valle del Ródano, por todo el Noroeste de
Espaiia y por algiinos puntos del Sur e n territorio tiirdetano. No son los ligiires cri scii-
tido estricto, establecidos en la Liguria y tierras vecinas4, traen clenieritos toponímicos que
I . Veo en el estiiclio de POKORNY (en Zeitscltrijt Celtische Plzilologie, s s r , 1934, pág. 59) la 01)-
servacibii de que los ilirios, que hacia 1100 a. C. coiiquistati, como portadores d e la ciiltiira (le las uriias
citierarias, extensos territorios del Siir, Ceritro y Oeste (le Europa, coloiiizaii sobre totlo los valles, lo que
explica la gran cantidad de nombres ilirios de río. Los protoceltas, de la cultura (le los ttímulos, co-
lonizaban sobre todo las alturas, y han dejado pocos nombres de rios en el Contitiente.
2. Se pretetitle uiia forma ititernie<lia, no ilociinieritatla, Ilaxagirs, de iloride Radaxoz ; P. ll.~r>oi.,
Diccionario Gco,qrá,íico, 111, 1846, pág. 256. W. M I C P I ~ R - L ~ ~lio~ilaniscllc
IIK~s, N a n s ~ n s l z r d i e n , 11, 1927,
p.?% 75 (en Sitn. A k a d . T17ie?i, tomo 18.$), se apoya tambi6ri en este iiiesisterite Ratfajoz, al cual no pone
el asterisco iridicatlor de fornia Iiip«ti.tica.
3. Por ejemplo en la Crdnica Najerense, hacia 1160, vfase nirlletin Hispaniqzrc, sxxvr, 1924,
p6g. 408.
4. POT<ORNY, Ibidcfiz, niega, frente a D'Arbois y a Schulteti, la expansión de los ligiires fuera
de su pequeña patria, circunscrita por el Ródano, el lago Lemán y el Ticitio, pero admite, para ex-
plicar la extensa Area de hotnbriimos topotiímicos establecida por D'Arl~ois, una vasta colonización
ilirin. Como Iienios (liclio eii la pAg. 6, nota 3, Pokorriy está de acuerdo con uiia gran parte de las
comparaciones de D'Arbois si en vez de ligzcr decirnos ilirio occidental. Yo creo que para escoger
una denominación apropiada no deberíamos prescindir de la importancia que los autores griegos
coiicecleii a los Ligzrres e n el Occidente, y debemos tener en cuenta el toponímico Aritbrones.
16 R. M R N I ~ N D E ZP I ~ A I ,
rebasan riiiiclio por el Este y el Norte los lírnites de la Ligiiria y tierras ligíiricas contiguas :
algiitio de tales elenicntos no se halla en esa Ligiiria histbrica y sí cri territorio ilírico, sea
como propio (le los ilirios, sea como perteneciente al sii1)strato rncditcrrArico que preccdi6
a los ilirios. Iiti fin, ese piieblo inniigrante n o era cotiocido comuntnente con el nombre de
ligiires, sitio con cl cquivaletite (le ambronec.