Parásitos
Parásitos
Parásitos
Hay tres clases principales de parásitos que pueden causar enfermedades en los seres
humanos: protozoos, helmintos y ectoparásitos. Los protozoos y los helmintos afectan
principalmente al intestino, mientras que los ectoparásitos abarcan organismos como los piojos
y los ácaros, que pueden adherirse a la piel o escarbar en ella y permanecer allí durante largos
períodos.
La mayoría de los protozoos y los helmintos son, por lo general, no patógenos (es decir, no
causan enfermedad), o bien ocasionan enfermedades muy leves. No obstante, algunos sí
pueden producir enfermedades graves en los seres humanos.
La transmisión por la ruta fecal oral, que tiene lugar cuando los parásitos que se hallan en las
heces de una persona terminan siendo tragados por otra, es la forma más común de transmisión
de parásitos protozoos y helmintos.
Los síntomas iniciales suelen ser de carácter gastrointestinal, como, por ejemplo, diarrea. Pero
cuando los parásitos invaden los glóbulos rojos o los órganos, las consecuencias pueden ser más
graves.
Protozoos
Los protozoos son diminutos organismos unicelulares que se multiplican dentro del cuerpo
humano.
Por ejemplo, el protozoo Giardia tiene un ciclo de vida clásico de dos etapas. En la primera
etapa, denominada trofozoíto, el parásito se dedica a nadar y consumir nutrientes del intestino
delgado. En la segunda etapa se convierte en un quiste inmóvil.
Los quistes excretados en las heces pueden contaminar el suministro de agua, y la ingestión de
alimentos o agua contaminados hace que se transmita el parásito. El contacto cercano entre
personas y las condiciones de vida insalubres también pueden favorecer la transmisión.
La giardiosis puede conllevar síntomas como diarrea grave o crónica, cólicos abdominales,
fatiga, debilitamiento y pérdida de peso, entre otros.
La malaria causa la mayoría de las muertes producidas por el conjunto de las enfermedades
parasitarias.
Se estima que en 2017 el paludismo causó 435.000 muertes en todo el mundo, la mayoría de
ellas en niños pequeños del África Subsahariana.
Helmintos
Los helmintos, denominados habitualmente gusanos, son grandes organismos
multicelulares que, por lo general, se pueden ver a simple vista en sus etapas adultas. Por norma
general, los helmintos no pueden multiplicarse dentro del cuerpo humano.
Uno de los principales grupos de helmintos es el de los gusanos planos, así denominados porque
tienen el cuerpo blando y aplanado. Su cavidad digestiva presenta una única abertura para la
ingestión y eliminación de alimentos. Se cree que el 80% de los gusanos planos son parasitarios.
Las tenias son un tipo de gusano plano. La tenia humana más común es la tenia enana.
Como en el caso de otros parásitos, los principales factores de riesgo son el saneamiento
deficiente y las viviendas compartidas. Los síntomas incluyen, entre otros, diarrea, dolor
abdominal, pérdida de peso y debilitamiento.
Otro grupo importante de helmintos son los nematodos, comúnmente conocidos como gusanos
redondos o cilíndricos.
Los nematodos son los animales multicelulares más numerosos del planeta y pueden
encontrarse en casi todos los entornos. A diferencia de los gusanos planos, poseen un sistema
digestivo que se extiende desde la boca hasta el ano.
Se cree que más del 50% de la población mundial se ve afectada en algún momento de su vida
por, al menos, una de las seis clases principales de nematodos.
Los huevos o larvas de estos nematodos suelen desarrollarse en el suelo antes de ser
transmitidos al huésped humano, razón por la cual los nematodos se denominan a menudo
"helmintos transmitidos por el suelo".
Un buen ejemplo son los anquilostomas, que infestan a los humanos al penetrar en la piel desde
el suelo contaminado. El uso de calzado adecuado es, pues, una manera fundamental de
prevenir la transmisión de la anquilostomiasis.
El oxiuro o Enterobius vermicularis tiene un ciclo de vida distinto al de los otros nematodos. Las
larvas de oxiuro se desarrollan en huevos en la piel cerca del ano o debajo de las uñas.
El oxiuro, también conocido como lombriz, es el parásito helmíntico más común. Uno de sus
principales síntomas es una comezón alrededor del ano. Los oxiuros se transmiten fácilmente
de una persona a otra, y es frecuente que se vean infestadas familias enteras.
Ectoparásitos
El término ectoparásitos se refiere, por lo general, a organismos como garrapatas, pulgas,
piojos y ácaros que pueden adherirse a la piel o escarbar en ella y permanecer allí durante largos
períodos.
Por ejemplo, la sarna o escabiosis, una enfermedad contagiosa de la piel caracterizada por picor
y pequeñas protuberancias rojas, es causada por el arador de la sarna. La sarna se propaga
normalmente mediante el contacto frecuente y directo con la piel.
Los piojos de la cabeza son insectos pequeños sin alas que viven y se reproducen en el cabello
humano y se alimentan chupando la sangre del cuero cabelludo.
BIBLIOGRAFIA