FILOSOFÍA
FILOSOFÍA
FILOSOFÍA
Cuarta Materia de la
LICENCIATURA EN DERECHO
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FILOSOFÍA
Octubre de 2006
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ÍNDICE
PÁGINA
1. PLATÓN 3
2. ARISTÓTELES 13
3. TOMÁS DE AQUINO 23
4. RENE DESCARTES 27
5. GEORGE BERKLEY 29
6. DAVID HUME 30
7. TEILHARD DE CHARDIN 32
8. ORTEGA Y GASSET 33
9. EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN 36
10. COMENTARIOS 44
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1. PLATÓN
1.1 Biografía
Nació en Atenas, hacia el 427 a.C.. De familia acomodada o aristocrática, tanto él como
sus parientes se creían descender directamente de los dioses, para justificar así la
superioridad de su linaje, su nobleza de carácter y el abolengo de virtud. A los 20 años
conoce a Sócrates, al que estuvo muy ligado durante toda su vida. Pronto se sintió
inclinado hacia la acción política, pero se desilusionó cuando condenaron a muerte a
Sócrates. Se dio cuenta de que la legislación y la moralidad estaban corrompidas, y llegó
a la conclusión de que sólo la filosofía puede mostrar dónde está la justicia: «No acabarán
los males hasta que llegue la raza de los filósofos auténticos y limpios al poder, o hasta
que los políticos no se pongan a filosofar en serio».
Platón tuvo una educación esmerada en todos los ámbitos del conocimiento. Es posible
que se iniciara en la filosofía con las enseñanzas del heracliteano Cratilo. A los veinte
años (407) tiene lugar el encuentro con Sócrates: acontecimiento decisivo para Platón.
Sócrates contaba entonces 63 años y se convertirá en su único maestro hasta su muerte.
Tanto por sus relaciones familiares, como por vocación, Platón tuvo la intención de
adentrarse en la vida política.. Durante el régimen de los treinta tiranos sus parientes
(Critias, Cármides) y conocidos le invitan a colaborar con el gobierno: «Yo me hice unas
ilusiones que nada tenían de sorprendente a causa de mi juventud. Me imaginaba, en
efecto, que ellos iban a gobernar la ciudad, conduciéndola de los caminos de la injusticia
a los de la justicia». Pero las acciones criminales iniciadas por el nuevo gobierno
desilusionaron a Platón; sobre todo por el intento de mezclar a Sócrates («el hombre más
justo de su tiempo») en el prendimiento de León de Salamina (un exiliado del partido
demócrata) para condenarlo a muerte.
El año 399 tiene lugar la condena y muerte de Sócrates que despejarán los posteriores
caminos del padre de la Filosofía académica. Temiendo ser molestado por su condición
de amigo y discípulo de Sócrates, Platón se refugia en Megara donde permaneció
probablemente tres años, entrando en relación con la escuela y con Euclides de Megara.
Posteriormente partió para Africa, visitando, primero, Egipto y, después, la Cirenaica,
donde frecuentó a Aristipo de Cirene y al matemático Teodoro. A partir de este momento
se dan varios versiones de sus viajes. Para unos regresa directamente a Atenas, para
otros va a Italia meridional a fin de conocer las sedes pitagóricas y a Arquitas de Tarento.
Hacia el año 388 abandona Italia (o Atenas) para dirigirse a Sicilia. En Siracusa reina un
griego, Dionisio I el Anciano, que tiene en jaque a los cartagineses y se ha convertido en
amo de Sicilia. Platón intima con Dión, cuñado de Dionisio, gran admirador de los
socráticos. El caso es que después de ser llamado por el rey, el propio Dionisio lo expulsa
(no se conocen exactamente los motivos). Embarca en una nave espartana que hace
escala en la isla de Aegina, a la sazón en guerra con Atenas, y Platón es hecho esclavo y
luego rescatado por Anníceris, a quien había conocido en Cirene. En el 387 regresa a
Atenas y funda la Academia, primera escuela de filosofía organizada, origen de las
actuales universidades. Allí permanecerá durante veinte años dedicado al estudio y a la
enseñanza.
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Pero el filósofo volverá en otras dos ocasiones a Siracusa. El año 367 muere Dionisio I y
le sucede en el trono su primogénito Dionisio II. Dión concibe la idea de traer a Platón a
Siracusa como tutor del sucesor de su cuñado. Platón no era optimista sobre los
resultados, pero Dión y Arquitas le convencen haciéndole ver las perspectivas de
reformas políticas que se le ofrecen. Platón acude a Siracusa dejando a Eudoxo al frente
de la Academia. Muy pronto el joven Dionisio ve en Dión y en Platón dos rivales, por lo
que destierra a Dión y más tarde hace lo mismo con el filósofo. Con todo les promete el
regreso.
El año 366 vuelve a Atenas donde permanecerá seis años. Posteriormente (361) Dionisio
invita de nuevo a Platón y el filósofo se dirige a Siracusa acompañado de varios
discípulos. Heráclides Póntico es ahora el encargado de regir la Academia. De nuevo, la
actitud de Dionisio fue tajante con el ateniense que, preso, consiguió ser liberado merced
a la intervención de Arquitas. Una vez libre regresó a Atenas. Pero Dión no cejó en su
empeño, sino que reclutó un ejército del que formaban parte discípulos de Platón, venció
a Dionisio e instauró una dictadura. Sin embargo a los tres años fue asesinado por su
amigo, el platónico Calipo. Platón, por su parte, continuó en Atenas su trabajo al frente de
la Academia hasta el año 348-347, fecha probable de su muerte.
Antropología:
Platón desarrolla una teoría muy compleja sobre el ser humano y su naturaleza, cuyo
influjo en toda la antropología occidental y, sobre todo, en la cristiana, persiste hasta hoy.
Platón es el primer autor que presenta una «psicología racional», aunque sus ideas
estaban inspiradas en las doctrinas pitagóricas y en el orfismo, y presentadas con
explicaciones míticas o sólo probables. No obstante, Platón pensaba que «descubrir
cómo es el alma es tarea divina y demasiado larga, respecto a lo cual los hombres no
pueden más que hablar con semejanzas». Por otra parte, Platón tenía dos intenciones
muy concretas al presentar su teoría del alma: éticas (mostrar la necesidad de controlar
las tendencias instintivas del cuerpo y asegurar una recompensa futura a quien practique
la justicia, contra el inmoralismo de algunos sofistas) y gnoseológicas (justificar la
posibilidad de un conocimiento de las Ideas).
No debe extrañar, por tanto, que Platón estuviera convencido de que "morir es lo mejor
que le puede pasar al filósofo" y de que la filosofía sea una "preparación para la muerte".
En el Fedro, Platón sostiene que el alma se halla unida accidentalmente al cuerpo como
castigo por algún pecado. Pero en el Timeo afirma que el alma puede estar en perfecta
armonía con el cuerpo.
• El alma: Es muy superior al cuerpo. Es la que constituye nuestro yo.
- Representa lo más auténtico del ser humano, y al lado de ella el cuerpo es sólo una
sombra, una apariencia.
- El alma racional es una creación directa del Demiurgo, tomando como modelo las Ideas
eternas.
- El alma obtuvo sus conocimientos mientras estuvo en contacto con las Ideas, en su
primera existencia .
El alma, creada directamente por los dioses, desciende en un carro alado a la tierra,
donde se une accidentalmente a un cuerpo y queda instalada en el mundo sensible. Pero
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el cuerpo sigue manteniendo su naturaleza más o menos depravada después de esta
unión. Por eso, más que de unión hay que hablar división o dicotomía entre cuerpo y
alma. El elemento material, el cuerpo, está cargado de connotaciones negativas y es un
obstáculo para la búsqueda de la verdad. El alma es el elemento espiritual, bueno y
positivo, interesado en purificarse y hallar la verdad.
Con esta concepción, Platón deja abierto un profundo abismo entre el mundo material -el
mundo de lo sensible, de lo físico- y el mundo de lo espiritual, de las Ideas y de lo mental.
Esta oposición tajante entre materialismo y espiritualismo hará del hombre un ser
escindido, imperfecto, incapaz de conseguir unidad y auténtica armonía.
Las partes del alma: Platón habla de tres partes, que en algunos textos parecen almas
independientes más que partes de un alma única.
• Alma racional (noûs, lógos), de naturaleza divina y situada en el cerebro, es inmortal e
inteligente. Se dedica al pensamiento puro y busca la contemplación de la verdad.
• Alma irascible (thymós), fuente de pasiones nobles, situada en el tórax e inseparable del
cuerpo, mortal.
• Alma concupiscible o apetitiva (epithymía), situada en el abdomen y mortal. De ella
proceden las pasiones más bajas y los sentimientos innobles.
Como vemos, también la teoría platónica del alma es dualista: habla de una parte inmortal
del alma y considera mortales las demás, mucho más ligadas al cuerpo. Quizá esta
división en partes pretenda ser reflejo de los conflictos éticos y psíquicos que el ser
humano experimenta en sí mismo. En la República habla de tres funciones distintas de
una misma alma, mientras que en el Timeo ya da la impresión de estar pensando en tres
almas diferentes. El alma inmortal es creación directa del Demiurgo, con los mismos
elementos que el Alma del Mundo, lo que la hace muy semejante al mundo de las Ideas.
Esa semejanza con las Ideas es lo que le permite conocerlas. La distinción de partes en
el alma está muy en relación con la vida ética individual y la concepción política de la
sociedad.
La inmortalidad del alma: Fue una de las doctrinas filosóficas importantes de Platón más
novedosas en su momento. El alma no es inmortal por naturaleza, sino únicamente por la
voluntad del Demiurgo que la formó. Al mismo Platón no le convencían demasiado los
argumentos que daba para demostrarla. Los consideraba sólo probables, y les daba un
alcance sólo relativo:
• Argumento 1: La anámnesis. Puesto que el alma recuerda las Ideas tenidas
anteriormente y tiene muchas ideas no adquiridas por la experiencia, esto indica que
antes de unirse al cuerpo tuvo una preexistencia diferente. Lo natural, por tanto, es que
vuelva de nuevo al estado que tuvo anteriormente, es decir, que pase de la existencia
terrena a la pura contemplación del Mundo de las Ideas (Fedón, 72).
• Argumento 2: La simplicidad. Sólo se corrompe lo que está compuesto de partes; como
el alma es la única que conoce las Ideas porque se identifica con ellas -que también son
simples-, hay que pensar que también el alma es simple. Y si todo lo que es simple no
puede corromperse, podemos deducir que tampoco morirá, es decir, que es inmortal (la
República, 608).
• Argumento 3: El principio de movimiento. Alma significa vida, es decir, principio de
movimiento. Pero no se trata de un movimiento que procede de fuera del alma, sino de sí
misma, producido por su propia naturaleza. Esto significa que por sí misma siempre
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estará en movimiento, siempre tendrá vida, y esto equivale a decir que es inmortal ( Las
Leyes, 895).
La transmigración y el destino del alma. Platón dedicó alguno de sus mitos más bellos al
destino del alma (en el Fedro, el de la caída y ascensión del alma, donde compara el alma
con un carro tirado por dos caballos; en el Gorgias, el Fedón y la República los mitos del
juicio final, donde incluye la doctrina pitagórica de las sucesivas reencarnaciones del
alma). En síntesis, Platón afirma que las almas salen de las manos del Demiurgo, todas
iguales, eternas y atemporales; después se encarnan espaciotemporalmente en cuerpos
materiales concretos. Se trata de la primera encarnación.
Después de la muerte, el alma permanece peregrina durante unos mil años,
encarnándose sucesivamente en diferentes cuerpos, eligiendo su destino. Cada vez que
se encarna en un cuerpo nuevo elige también un nuevo género de vida, y esta elección
encierra muchos peligros, porque muchos eligen destinos aparentemente ideales que
luego se revelan terribles. No son los dioses, sino nosotros, los que elegimos nuestro
destino. Los dioses no son responsables de que algunos hombres elijan destinos que les
aparten de la verdad. Pero lo importante es que la parte racional del alma domine y
controle sus tendencias irracionales, sus pasiones, sus deseos y sentimientos, para que
tras sucesivas reencarnaciones pueda llegar a la contemplación de la verdad.
En el «mito de Er» (República) Platón establece una jerarquía de valores a escoger para
las sucesivas transmigraciones, eligiendo uno u otro personaje según el grado de virtud
que desee: 1º. Filósofo; 2º. Rey; 3º. Hombre de Estado, padre de familia o comerciante;
4º. Gimnasta, artista o médico; 5º. Profeta o sacerdote; 6º. Poeta; 7º. Obrero artesano o
labrador; 8º. Sofista o demagogo; 9º. Tirano. Con este mito probablemente pretendía
destacar la importancia de la libertad y la responsabilidad como claves para realizar todas
las elecciones en la vida humana. Presenta el destino como resultado de la decisión
personal, y no como una imposición fatalista de los dioses. Su escala de valores, sin
embargo, refleja la concepción clasista que tenía Platón de la sociedad. Platón no oculta
sus preferencias por la aristocrática, su nostalgia por la actividad política y su desprecio
por los trabajadores.
La teoría de las Ideas plantea un problema: ¿cómo podemos conocer las Ideas, si
pertenecen a otro mundo distinto del nuestro, el Mundo Inteligible? La teoría platónica del
conocimiento se basará en tres supuestos: 1º. Las cosas imitan o participan de las Ideas;
2º. El alma es una realidad intermedia entre las cosas y las Ideas; 3º. Las Ideas están en
comunicación entre sí. Asumidas estas premisas, podemos destacar tres aspectos en la
teoría platónica del conocimiento:
1º. La reminiscencia (anámnesis): En el Menón se plantea ya con claridad que no
podemos intentar buscar lo que ya se conoce -porque sería inútil- ni tampoco lo que no
conocemos -no sabríamos adónde dirigirnos ni podríamos reconocer lo buscado-. Este
razonamiento indujo a Platón a concluir que no buscamos lo que desconocemos y, por lo
tanto, conocer es recordar. Platón concibe, pues, el conocimiento de las Ideas como
reminiscencia. En el Fedón y el Fedro se añade que el alma tuvo que conocer las Ideas
en una existencia anterior, separada del cuerpo. Ese conocimiento es posible por la
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afinidad existente entre la naturaleza del alma y la de las Ideas («lo semejante conoce lo
semejante»). Puesto que las cosas imitan a las Ideas, el conocimiento sensible sirve de
ocasión para el recuerdo (anámnesis). De esta manera la multiplicidad de las sensaciones
es reducida a la unidad de una sola Idea mediante el recuerdo.
2º. La dialéctica: En los diálogos posteriores desaparece toda referencia al conocimiento
como reminiscencia y Platón centra su atención en la dialéctica, que en los primeros
diálogos coincidía con el método socrático de preguntas y respuestas. Pero en la
República sufre notables modificaciones:
• Grados de conocimiento: A partir de los grados de ser, Platón distingue dos formas
generales de conocimiento: la opinión y la ciencia (en esto coincide con Parménides). La
opinión es el conocimiento de las cosas del Mundo visible que nacen y se corrompen y
del devenir. La ciencia sólo puede ser conocimiento de las cosas del «Mundo Inteligible»,
del Ser eterno e inmutable y de las substancias o esencias. Un grado inferior de
conocimiento sería la imaginación, alimentada por los objetos sensibles que percibimos
por los sentidos -los que estudia la Física- y por la creencia. Pero ni la imaginación ni la
creencia son para Platón verdaderas formas de conocimiento porque tratan sobre objetos
móviles.
- Diánoia y Nóesis son los dos últimos grados de conocimiento. Diánoia sería la razón
deductiva del matemático, y nóesis la inteligencia propia del dialéctico, que presupone el
verdadero conocimiento (noûs) de las Ideas. Para Platón existe una gran diferencia entre
el método matemático y el dialéctico: Las matemáticas siguen un método de
razonamiento descendente: parten de unas hipótesis y deducen conclusiones,
ayudándose mediante imágenes visibles (las formas y dibujos geométricos). La dialéctica,
en cambio, sigue un método de razonamiento ascendente: las hipótesis son peldaños en
los que el dialéctico se apoya para «llegar a un principio no hipotético», sin recurrir para
nada a imágenes. Aunque todas estas ideas vienen expuestas en pasajes ciertamente
oscuros, Platón parece estar describiendo el modo de proceder que tenían los
matemáticos de su época (hacían sus demostraciones a partir de definiciones de objetos
geométricos). Platón estaba convencido de que en la dialéctica no se recurre para nada a
imágenes. Se parte simplemente de una Idea desde la cual nos remontamos hacia otras
superiores. Da por supuesto que el Mundo de las Ideas se haya jerarquizado, y que la
idea suprema es el Bien, primer principio cuyo conocimiento hace inteligibles a las demás
Ideas. Llegado a la cima, el dialéctico emprende el camino inverso: desciende desde la
Idea suprema, recorriendo por el trayecto todas las demás. Este tipo de razonamiento es
el que establece, finalmente, una comunicación o trabazón entre las Ideas, y proporciona
una «visión sinóptica», esquemática, del Mundo Inteligible.
• El «mito de la caverna»: Aparece al inicio del libro VII de la República. Constituye una
alegoría acerca de la educación del filósofo. En este texto Platón muestra que hay una
continuidad entre los distintos grados de conocimiento, en correspondencia con su visión
jerárquica de la realidad. La educación consistirá en un ascenso a través de las diversas
formas de conocimiento, siendo la física y las matemáticas las que tienen un carácter
propedéutico (introductorio). Platón no llega a decir cómo se conocen las Ideas.
Simplemente indica que el alma tiene capacidad para ello, si sabe mirar en la buena
dirección (Rep., 518 d). Las matemáticas son las que más ayudan a dar el empujón hacia
regiones superiores, pues no arrancan del mundo del devenir y nos introducen en la
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contemplación de los objetos inteligibles. Pero el matemático aún permanece atado a las
representaciones sensibles (geométricas). Abandonarlas y penetrar en el mundo de las
Ideas será la tarea del dialéctico, del filósofo.
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poliedros corresponderían no tanto a elementos, sino a estados de la materia (ígneo,
gaseoso, líquido o sólido). Por lo tanto, sería la estructura matemática de los cuerpos lo
que explica las cualidades, estados y posibles transformaciones de la materia (idea de
innegable modernidad).
4º. Divinización del cosmos: Los dioses olímpicos son sustituidos aquí por los astros-
dioses. Pero en Platón, como en los presocráticos, «dios» o «divino» designan
simplemente realidades de orden superior o dotadas de vida. No tienen el mismo sentido
que en la teología cristiana, por lo que resulta completamente infundado afirmar que
Platón era monoteísta al considerar divina la idea de Bien.
1.5 Ética
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importante el saber o el placer) Platón admitirá que la vida buena y virtuosa es una vida
mixta en la que hay que saber aceptar el placer con moderación.
3º. Virtud como armonía: En la República habla de la justicia como la virtud fundamental,
que consiste en «el acuerdo de las tres partes del alma, como si fueran los tres términos
de una armonía [musical]» (443 d). La armonía se produce en el alma cuando «cada parte
hace lo que le es propio» (441 e), de manera que «dominen o sean dominadas entre sí
conforme a la naturaleza» (444 d). En concreto, se trata de que la parte racional sea
prudente (virtud propia de los gobernantes) para guiar a la parte irascible, cuya virtud
propia es la fortaleza o el valor; y ambas conjuntamente puedan controlar a la parte
apetitiva, cuya virtud fundamental es la templanza (propia de los artesanos). Quien
consiga este dominio será una persona armoniosa, justa y virtuosa. Para Platón la virtud
es la «salud, belleza y bienestar del alma» (444 e) y la justicia es la armonía del hombre.
Es Platón el primero que presenta la virtud dividida en tres categorías (prudencia,
fortaleza y templanza) y habla de la justicia como la armonía síntesis de todas las
virtudes.
1.6 Política
Platón presenta una clara correlación entre el alma y el Estado. Opina que la estructura
de la ciudad y clases sociales tiene su reflejo en el alma y, a su vez, las partes del alma
se corresponden con la estructura social. Por esa razón cuando habla de ética y virtudes
personales nos introduce, al mismo tiempo, en la política. Además, sólo en la ciudad justa
es posible educar a hombres justos, capaces de armonizar bien sus diferentes virtudes.
Sólo la pólis permite adquirir las virtudes éticas propias de un ciudadano honrado.
• Las clases sociales. La ciudad, según Platón, se compone de tres clases sociales que
se corresponden con las tres partes del alma. Presenta una organización política
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estrictamente jerarquizada. Parte de que no todos los hombres están igualmente dotados
por naturaleza ni deben realizar las mismas funciones. En cada uno predomina un alma y
ha de ser educado para las funciones que deba realizar (la educación debe ser idéntica
para hombres y para mujeres). El Estado, según Platón, es ante todo una institución
educativa. Por otro lado, la existencia de los ciudadanos está en función del bien de la
colectividad, y esto justifica para Platón un comunismo total para las clases superiores,
que incluye la abolición de la propiedad privada y de la familia. Pensaba Platón que de
este modo los gobernantes y los guerreros estarían a salvo de los peligros de la ambición
personal o familiar.
- Los artesanos: Ofrece los recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas
(alimentos, etc.), mediante un trabajo productivo de bienes y servicios. Platón no explica
por qué es "natural" que unos tengan que servir a la ciudad y otros beneficiarse de su
trabajo.
- Los guardianes o guerreros: Tienen como función defender la ciudad de posibles
invasores, extranjeros o bárbaros, y también aplacar los conflictos internos. Es la más
importante, porque de esta clase saldrán los gobernantes (los mejores entre los
guardianes). Su educación y preparación deben ser la propia de una élite, puesto que de
ellos dependerá el buen funcionamiento de la ciudad. Además, tendrán un régimen
especial de vida: se alojarán en viviendas separadas de las del resto de los ciudadanos;
no poseerán riquezas propias, ni vivienda privada, ni familia, ni mujeres. Se mantendrán
en régimen de matrimonio monogámico permanente. Se casarán con mujeres de su
misma clase para preservar la pureza del grupo.
- Los gobernantes: Son los árbitros absolutos de la vida política, y sólo se justifican en el
cargo si llegan a ser los más sabios. Deben ser seleccionados entre los mejor dotados y
estar sometidos, entre los 20 y 30 años, a una formación científica muy especial.
Normalmente procederán de los guardianes perfectos, aquellos que, al final de su
formación, llegan a ser filósofos casi perfectos, capaces de poner como fundamento del
Estado la Verdad, la Justicia y el Bien.
• Teoría de las diferentes formas de gobierno. Según Platón, el devenir histórico de los
Estados les conduce a la degradación progresiva (contra el optimismo de Protágoras, que
entendía la historia como progreso). El criterio que utiliza Platón para establecer sus
preferencias por uno u otro sistema político es la capacidad intelectual y preparación
filosófica que cada forma de gobierno requiere:
1º. Aristocracia ("gobierno de los mejores"): Es la forma más perfecta de gobierno, tanto
si manda una persona sola como si lo hacen varios.
2º. Timocracia: Es el gobierno de los que tienen cierta renta y honor. En él no mandan los
mejores, sino los más ambiciosos y guerreros, más amigos de la guerra que de la buena
gestión política pacífica.
3º. Oligarquía: Gobierno de unos pocos, los explotadores, los que están a la caza de
puestos y riquezas. Esto no significa que siempre gobiernen mal.
4º. Democracia: Gobierno del pueblo, donde predomina la libertad -sobre todo de
expresión-, normalmente cuando el pueblo llano expulsa a los ricos del poder y permite
una libertad inmoderada, que a menudo supone el desprecio de las leyes. La falta de una
autoridad rígida que domine a los demás y el hecho de que todos se consideren igual
puede suponer, con frecuencia, la perversión del orden social y de la fuerza.
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5º. Tiranía: Es la ruina y degradación del Estado, la peor forma de gobierno. A menudo es
consecuencia de la democracia y de no saber hacer uso de la libertad, lo cual obliga a
que alguien tome el poder e imponga su dominio por la fuerza. La necesidad de líder es lo
que justifica que el pueblo demande un tirano. Pero este suele embriagarse fácilmente de
poder y, en la práctica, hace surgir la mayor de las esclavitudes.
Platón estaba convencido de que el orden en que expone sus críticas a las diferentes
formas de gobierno reflejaba la sucesión de formas políticas en Grecia. Pero
históricamente no fue así.
• Otros aspectos de su teoría política: Platón fue el autor del primer ensayo de teoría
política que conocemos. Está en la línea de un movimiento mucho más amplio de crítica a
la democracia -al que pertenecían también Isócrates, Jenofonte y Aristófanes, por
ejemplo-. Hay que tener en cuenta que la democracia ateniense, por su peculiar
estructura, se prestaba a muchas manipulaciones. Platón dirige sus ideas políticas contra
las doctrinas relativistas de los sofistas, pretendiendo ofrecer un modelo inmune al paso
del tiempo y a las diferencias culturales porque, según Platón, responde al orden eterno e
inmutable de las Ideas.
En uno de sus últimos diálogos, las Leyes, Platón se muestra muy desilusionado por sus
fracasos políticos en Sicilia y propone una ciudad imposible: encerrada en sí misma y
autosuficiente, sin comercio exterior, dominada por una aristocracia agraria (sin industria),
bajo un estrecho sistema de vigilancia mutua, donde todo -hasta los juegos de los niños-
está rígidamente legislado para impedir la más mínima variación.
La República, por último, presenta una utopía política reaccionaria, según la cual toda la
comunidad política debe permanecer sujeta a una clase gobernante aristocrática. Según
Platón, «al formaros los dioses hicieron entrar oro en la composición de cuantos están
capacitados para mandar; plata en la composición de los auxiliares (guardianes o
guerreros); bronce y hierro en la de los labradores y demás artesanos». Asegura que
todos serán felices en la ciudad si cada uno actúa según su propia naturaleza y realiza su
tarea. Pero eso no explica por qué a unos les corresponde labrar la tierra y a otros
gobernar. Tampoco detalla los mecanismos mediante los cuales la naturaleza impone
tales cosas.
Para Platón, la cuestión política es también ética: cada ciudadano debe practicar aquellas
virtudes propias del grupo social al que pertenece, y en eso consiste la Justicia. Pero
¿quién decide la pertenencia a un determinado grupo social? Platón tenía una concepción
estática de la sociedad, basada en un rígido determinismo incompatible con otros ideales
griegos de libertad, democracia y participación igualitaria de los ciudadanos en el
gobierno. En las Leyes hay algunos pasajes donde reconoce que muchas de sus
propuestas constituyen un ideal, difícil o imposible de poner en práctica.
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2. ARISTÓTELES
2.1 Biografía
Nace en Estagira (hoy se llama Stavros) en el año 384, recién terminada la guerra del
Peloponeso. No es ateniense, sino macedónico. Era hijo del médico Nicómaco, amigo del
rey Amintas II de Macedonia. Muy pronto quedó huérfano y su tutor lo envió a estudiar a
Atenas, a la Academia de Platón, en la que permaneció 20 años. Se hizo discípulo y muy
amigo de Platón, quien la dejó una profunda huella en todo su pensamiento y
preocupaciones filosóficas. Una de sus primeras obras, el diálogo Sobre el alma, muestra
posiciones filosóficas muy cercanas a Platón. No heredó de su maestro el interés por las
matemáticas, pero sí la pasión por los problemas metafísicos. No obstante, conforme
Aristóteles madura su pensamiento va distanciándose de las tesis platónicas y llega a ser
muy crítico con ellas. Cuando Platón muere, Aristóteles tiene 37 años y se va de Atenas.
A este primer período corresponden sus obras «exotéricas», la mayoría diálogos al estilo
platónico de los que apenas se conservan fragmentos:
- Eudemo (acerca de la inmortalidad del alma).
- Protréptico (una invitación a la filosofía, dirigida a gobernantes).
- Sobre la Filosofía (una crítica a la teoría de las Ideas y propuesta de una religión astral).
En el 343 Filipo de Macedonia llama a Aristóteles para que se haga cargo de la educación
de su hijo Alejandro, de 13 años (Aristóteles tenía 42). Alejandro se hace muy pronto
regente de Macedonia por la ausencia de su padre, y Aristóteles le acompaña en muchas
de sus expediciones militares durante casi ocho años. A petición suya, Alejandro
reconstruye la ciudad de Estagira, destruida años atrás por los macedonios, y le envía
grandes sumas de dinero para sus investigaciones y estudios de Historia Natural. Éste
será una época (segundo período) enormemente creativa para Aristóteles. Escribe gran
parte de sus tratados de Lógica, la Física, la Ética a Eudemo, parte de la Política y de la
Metafísica. Todavía se seguía considerando platónico, pues emplea con frecuencia la
expresión «nosotros, los platónicos». Será en los cursos de la próxima etapa cuando
hable ya de «los platónicos» en tercera persona.
En el 336 muere asesinado Filipo y le sucede su hijo Alejandro, quien termina en el 335
de someter y pacificar Grecia. Aristóteles vuelve a Atenas. Jenócrates, un antiguo
compañero suyo, dirigía entonces la Academia, pero con un marcado acento pitagorizante
que la sumió en una cierta decadencia. Aristóteles se distancia de ella por completo y
funda su propia escuela, el Liceo (cerca de un gimnasio dedicado a Apolo Licio). Esta
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escuela era conocida también como «el Peripato» (de perípatos, «paseo» en griego), y
sus discípulos como los «peripatéticos», quizás por su costumbre de dar las clases
paseando.
En 323 muere Alejandro (con apenas 33 años) y estalla en Atenas la agitación
antimacedónica. Aristóteles se siente en peligro (fue acusado de «impiedad», como
Sócrates) y, «para evitar un segundo atentado contra la Filosofía», decide refugiarse en
Calcis, en la isla de Eubea -patria de su madre-. Allí, lejos de sus discípulos, morirá poco
después, a los 62 años. Al frente del Liceo le sucederá Teofrasto. Aristóteles fue acusado,
con razón, de «macedonismo», puesto que había sido tutor de Alejandro y amigo íntimo
de su regente, Antípater. Pero no siempre mantuvo relaciones cordiales con Alejandro: no
compartía sus aspiraciones universalistas y hubiera preferido que los persas hubieran
sido tratados como esclavos, en lugar de hacerlos ciudadanos griegos.
2.1 Metafísica
Está formada por pequeños tratados o «cursos» que Aristóteles elaboró en los últimos
períodos de su pensamiento. Tratan acerca de lo que Aristóteles llamó «sabiduría» o
«filosofía primera». El nombre de "metafísica" se debe a Andrónico de Rodas, el
compilador de su obra, quien le llamó así porque iban después de los libros sobre Física
en su ordenación. Por «filosofía primera» entiende Aristóteles lo que Platón llamó
«sabiduría»; pero le atribuye un carácter simplemente especulativo, sin ponerla en
relación con la búsqueda de la felicidad o la vida virtuosa, como hacía Platón. En lugar de
eso, habla de una «filosofía segunda» dedicada al estudio de la virtud y la felicidad, la
ética.
Aristóteles afirma la unidad del ser: «el ser y la unidad son una misma cosa». Pero no se
trata de la unidad del ser que pretendía Parménides (era más bien unicidad: el ser es
único). Para Aristóteles hay formas de «ser», pero todas se refieren a una forma
primordial, al «ser» propiamente dicho: la sustancia. Y la sustancia no es única, porque
existen muchas (muchos «seres» diferentes). Todas las demás formas de ser son sólo
modificaciones o accidentes de la sustancia: cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo,
posición, estado, acción y pasión. Sustancia y accidentes son las categorías supremas
del ser.
La sustancia y los accidentes: Para Aristóteles, el ser es la sustancia, y reprocha a Platón
que sólo considerara verdaderamente real a la Idea (separada de las cosas individuales).
Aristóteles sólo considera sustancias a los individuos concretos (árbol, mesa, perro...). De
14
esta manera devuelve su auténtica realidad y valor a las cosas de este mundo: sólo a las
cosas reales, a los individuos concretos, debemos considerarlos «ser» o «sustancias».
Aristóteles observaba que tras los cambios de apariencia que afectan a casi todos los
objetos permanece siempre algo inalterado. Eso que permanece idéntico e inalterado, el
sustrato material al que no le afectan los cambios, es la sustancia. La sustancia es la
«physis», la naturaleza o el principio fundamental del ser. La sustancia no equivale a
mera suma de elementos materiales, como oxígeno más hidrógeno en el caso del agua.
Es la unidad de todos los componentes, materiales o no, que forman la naturaleza de un
individuo, su totalidad o principio constitutivo. Cada individuo tiene su propia sustancia,
perfectamente diferenciable de la de los demás.
La sustancia tiene entidad por sí misma, es el soporte real sobre el que descansan todas
las demás cualidades cambiantes de las cosas. Estas cualidades cambiantes son los
accidentes (el color, la dureza de un material, su forma, su temperatura, etc.). Los
accidentes existen sobre una base proporcionada por la sustancia: no existe el color
blanco en abstracto, sino mesas blancas, papel blanco, pintura blanca, etc. Tampoco
existe el frío por sí mismo, sino nieve fría, cuerpos fríos, metal frío, etc. Mientras la
sustancia es un ser por sí mismo (ens in se), el accidente es un ser que necesita de otro
para existir (ens in alio).
15
àpeiron de Anaximandro, o a la materia primordial del Timeo. Sería algo así como el
sustrato último de toda materia, del cual el bronce ya sería una esencia o forma
determinada. Dicha materia primera también sería eterna, pero imperceptible por los
sentidos, sólo por la inteligencia.
Aristóteles distingue entre potencia activa (capacidad para producir una acción o un
efecto) y potencia pasiva (posibilidad de pasar de un estado a otro o de ser afectado por
un agente o potencia activa). La potencia activa se encuentra en el agente, y la pasiva en
el que experimenta el efecto de la acción. Aristóteles pone un ejemplo: el fuego tiene el
poder de quemar, y la mecha la posibilidad de ser quemada.
La potencia y el acto son dos cosas diferentes. Una cosa puede poseer la potencia de ser
y, sin embargo, no ser; o de no ser y, sin embargo, ser; o de caminar y, sin embargo, no
caminar»
El acto posee prioridad absoluta sobre la potencia. Desde un punto de vista lógico, la
potencia sólo puede ser potencia de un acto determinado. Aunque una semilla parezca
cronológicamente anterior al acto, no es así: la semilla procede de un árbol en acto. El
acto es el fin de la potencia, aquello hacia lo que está orientada la potencia: «los animales
16
no ven porque tienen vista, sino que tienen la vista para ver». Aristóteles tenía una
concepción finalista o teleológica de la realidad.
2.3 Conocimiento
17
proporcionan una total seguridad y certeza. No obstante, Aristóteles distingue varios
niveles de conocimiento:
- Sensación: Es común a humanos y animales. Es el nivel más bajo. Produce memoria
sensitiva.
- Imaginación: Común a humanos y animales. «Los animales viven con imágenes y
recuerdos»; «y del recuerdo nace en los hombres la experiencia».
- Experiencia: Es la coordinación racional de sensaciones, no una mera acumulación de
datos proporcionados por los sentidos. Sólo la tienen los humanos.
- Entendimiento: Es la capacidad de discurrir racionalmente, de razonar, y sólo la tienen
las personas capaces de pensar y argumentar racionalmente. Hay dos tipos de
entendimiento:
(i) Entendimiento pasivo: recibe las imágenes que le presentan las facultades inferiores
(los sentidos). Percibe las cosas, los objetos materiales, físicos. Tiene en «potencia» la
capacidad para recibir y conocer las formas universales inteligibles y pasa a acto
mediante el entendimiento agente (activo).
(ii) Entendimiento activo: Lo llama también agente porque es el que abstrae la esencia,
los conceptos universales, de las cosas. En esta tarea de elaborar conceptos a partir de
cosas singulares el entendimiento agente funciona de manera análoga a la «causa
eficiente» y hace que los contenidos en potencia del entendimiento pasivo pasen al acto.
Su función es imprescindible en la tarea intelectual.
2.4 Antropología
• Parte del estudio del ser humano como un organismo vivo completo, porque las
actividades que normalmente se atribuyen al alma no podría realizarlas sin el cuerpo. Por
lo tanto, rechaza considerar el alma como algo separado del cuerpo. Cualquier ser vivo
(animal o vegetal) debe ser estudiado como un todo completo. De ese estudio se ocupa el
«físico». Y el primer paso será averiguar a qué género o categoría pertenece el objeto de
estudio.
18
«Hay que considerar sustancias sobre todo a los cuerpos naturales, algunos de los cuales
están vivos (se alimentan, crecen y perecen por sí mismos) y otros son inanimados. Por
eso todo cuerpo natural vivo es una sustancia compuesta [de materia y forma]. Puesto
que se trata de un cuerpo vivo, el cuerpo será el sustrato o la materia, y el alma la forma
de ese cuerpo natural que posee la vida en potencia. Por lo tanto, si hay que formular una
definición general del alma, que se aplique a toda especie de alma, diremos que el alma
es el acto [enteléchia] primero de un cuerpo natural organizado. Así, ya no es necesario
preguntarse si el alma y el cuerpo son una misma cosa, como tampoco se hace en el
caso de la cera y el sello sobre ella. Si aplicamos esto a las partes de un cuerpo vivo,
diríamos que si el ojo fuera un animal, la vista sería su alma. Y si el ojo es la materia de la
vista, si ésta se pierde ya no hay ojo (salvo por homonimia, como un ojo de piedra o un
ojo pintado). Igual que el ojo es la pupila unida a la vista, así el animal es el alma unida al
cuerpo. El alma, por tanto, no es separable del cuerpo.
• Por lo tanto, cuerpo y alma constituyen una única sustancia, y guardan entre sí la misma
relación que la materia y la forma. El alma es la forma del cuerpo, pero de un cuerpo
organizado (un «organismo estructurado de un modo muy particular»). Esto le lleva a
considerar absurda la doctrina de la reencarnación: el alma no puede ser forma de
cualquier cuerpo. Puesto que el alma es el principio de toda la actividad del ser vivo, no
es nada distinto de esas funciones. «Si el ojo fuera un animal, la vista sería su alma». Es
decir: cuerpo y alma no son separables. Un cuerpo sin alma dejaría de ser un animal o un
organismo vivo. Y un alma sin cuerpo no sería nada. Queda excluida, por tanto, la
preexistencia del alma o su existencia más allá de la muerte.
• Aristóteles defiende la unidad del alma y la sitúa por todo el cuerpo, no en partes
concretas. La insistencia en la unidad total del ser vivo implica que no es el alma la que
siente o piensa, sino todo el ser humano gracias al alma. Pero sí le asigna funciones al
alma: Función nutritiva o vegetativa (incluye las funciones de crecimiento, nutrición y
reproducción); Función sensitiva (superior, de la que derivan la función apetitiva, los
deseos, las percepciones y la función motriz); Función pensante (tiene la capacidad de
pensar y entender. Incluye dos principios, uno activo [entendimiento agente] y otro pasivo
[entendimiento paciente]. El alma vegetal posee sólo la primera, el animal también la
segunda, y el alma intelectiva humana las tres.
En Aristóteles, el conocimiento es «humano»: es toda la persona -cuerpo y alma- la que
conoce, no sólo su alma. No existe conocimiento independiente del cuerpo. Además, todo
conocimiento humano será mezcla de conocimiento sensible (viene del cuerpo, de los
sentidos) y conocimiento intelectual (procede del alma racional). Esta reflexión implica
una visión jerárquica de los seres vivos y de sus almas correspondientes.
2.5 Física
La Física (o Naturaleza) fue el principal objeto de estudio de los filósofos jonios y de otros
como Empédocles, Anaxágoras y los atomistas. Parménides consideró a la naturaleza
fuente de conocimiento engañoso, (mera "opinión"), pues su filosofía del Ser implicaba
una negación de la naturaleza misma. Para Platón la naturaleza no podía ser objeto de
ciencia estricta, porque la verdadera ciencia sólo podía ocuparse de Ideas (esencias); la
consideraba simplemente fuente de conjeturas, sugerencias o mitos carentes de valor
19
científico. Fue Aristóteles quien dio a la Naturaleza su auténtico valor de fuente para el
conocimiento científico. La naturaleza nos muestra seres compuestos de materia y forma,
en movimiento. Es una fuente de conocimiento valiosa por sí misma, tanto como puedan
serlo las Matemáticas (estudian sólo formas abstraídas de la materia) o la Teología
(estudia formas puras que existen independientemente de la materia).
La Física se ocupa de establecer las causas de los seres naturales. La causa o principio
radical de cada cosa es su propia naturaleza. Aristóteles afirma que es precisamente
analizando la noción de «causa» donde mejor podemos captar el aspecto dinámico del
ser. Todo lo que llega a ser tiene una causa. Según Aristóteles, «causas son todos
aquellos factores que son necesarios para explicar un proceso cualquiera». Las críticas
de Aristóteles a los filósofos anteriores obedecen al hecho de que la mayoría se fijaron
sólo en una causa (Tales de Mileto en el agua, Heráclito en el fuego, Anaxímenes en el
aire y Empédocles en fuego, aire, tierra y agua). Platón habló de dos causas, la formal
(las ideas) y la material, pero estableciendo un abismo entre una y otra y dejando la
forma, las ideas, fuera de las cosas. Aristóteles, sin embargo, pensaba que era preciso
ampliar la propia noción de "causa" para incluir todos sus aspectos. Valga este texto:
Por lo tanto, son cuatro causas en total: 1) causa material (la madera con la que está
hecha una mesa); 2) causa formal (la forma de la mesa); 3) causa motriz o eficiente (el
carpintero) y causa final (utilizarla para apoyarse). Por causa material se refiere
Aristóteles a un sustrato indeterminado que puede recibir cualquier forma, en principio. La
causa formal es lo que hace que la materia indeterminada pase a ser algo determinado.
Se identifica con la esencia y con la naturaleza. Tanto la causa material como la formal
son intrínsecas. La eficiente es lo que provoca los movimientos, cambios o
20
transformaciones. Y la final es lo que da sentido a la acción del agente, el fin al que
apunta el cambio. La eficiente y la final son extrínsecas.
La causa final no fue objeto de reflexión para ningún filósofo anterior, según Aristóteles,
por lo que él sólo considera suficiente su noción de causa.
En sus propias palabras, el movimiento es «el acto (enteléchia) de lo que está en potencia
en cuanto está en potencia». Esta formulación ya sugiere que para Aristóteles no
resultaba fácil comprender la esencia del movimiento, ya que no es ni acto ni potencia,
sino una especie de «acto incompleto»: es la actualización de lo que está en potencia,
mientras sigue estando en potencia. Cuando la potencia se ha actualizado plenamente (y
el sujeto está en acto perfecto), cesa el movimiento. Si el sujeto está en pura potencia,
aún no está en movimiento (no ha comenzado a moverse).
Por lo tanto, el movimiento es una especie de realidad intermedia: «Todo cambia desde el
ser en potencia hasta el ser en acto». En fórmula típica para expresarlo, aunque no sea
aristotélica: «El movimiento es el paso de la potencia al acto».
En el último libro de la Física Aristóteles afirma que el tiempo y el movimiento son eternos.
Es imposible rastrear la cadena de generaciones que dieron lugar a los seres vivos,
porque se remonta hasta el infinito. Tampoco tendrán fin, una vez iniciados el movimiento
y el tiempo. Sin embargo, Aristóteles considera necesaria la existencia de un primer
motor, causa del movimiento eterno del cosmos. Así, puesto que el movimiento es el paso
de potencia a acto, debe haber un motor cuya energía o atracción haga pasar al móvil de
la potencia al acto, que ya posea en acto aquello que el móvil sólo posee en potencia.
El principio es claro: «todo lo que se mueve es movido por otro». Si el motor mueve
porque a su vez es movido por otro motor, tendremos que remontarnos hasta el principio
de la cadena, un primer motor que sea inmóvil pero que sea causa de todo el movimiento
del mundo, que es eterno aunque tenga su origen en este primer motor. No es una idea
contradictoria, puesto que el primer motor mueve al mundo desde toda la eternidad.
2.6 Cosmología
Tiene algunas cosas en común con la de Platón. Pero la manera en que Aristóteles la
expuso y su verosimilitud, de acuerdo con los conocimientos naturales de la época, fue lo
que la mantuvo vigente durante toda la Edad Media, hasta la revolución científica del
Renacimiento. Sus características fueron:
1º. «Esencialista»: Todas las explicaciones apelan a la «naturaleza» o «cualidades»
inmanentes de los cuerpos físicos.
21
2º. «Teleológica»: El concepto de «finalidad» era fundamental en todas las explicaciones,
puesto que el motor inmóvil mueve como causa final. La finalidad de los movimientos
naturales es la realización de la propia «forma» o «naturaleza».
3º. «Dualista»: Aristóteles sustituye el dualismo platónico (Ideas-cosas) por otro: el mundo
supralunar (perfecto, «divino» e incorruptible) y el mundo sublunar (imperfecto y
corruptible).
4º. «Deductiva», no empírica: Afirma que el cielo es una esfera porque la esfera -figura
perfecta- es la más apropiada para los cuerpos celestes.
Aristóteles elaboró su cosmología en los comienzos de su obra. Se encuentra en el
diálogo Sobre la filosofía (donde se distancia de la cosmología platónica y habla del éter y
del carácter eterno e indestructible del cosmos) y en los tratados Sobre el cielo y Sobre la
generación y la corrupción, en los que distingue claramente dos regiones del cosmos:
- El mundo supra-lunar: Concibe a los astros como seres animados, no sometidos a
corrupción ni generación, estando su cuerpo hecho de un «quinto elemento» eterno e
incorruptible, el éter (etimológicamente significaba «lo que siempre fluye»). Los cuerpos
celestes tienen un movimiento perfecto: circular, eterno, regular. Cada astro está colocado
en una esfera de éter movida por un motor inmóvil. Por lo tanto, junto al primer motor
inmóvil que mueve el primer cielo o primera esfera, hay tantos motores inmóviles
(probablemente subordinados al primero) como esferas celestes. El universo es finito -
está encerrado en la esfera última de las estrellas «fijas»- y en él no existe el vacío. En
esto Aristóteles adoptó la teoría de Eudoxo de Cnido y Calipo, que hablaban de 33
esferas para explicar el movimiento de los astros. Pero se vio obligado a añadir otras 22
girando en sentido contrario para contrarrestar el movimiento de las 33 primeras. La
Tierra estaba en el centro de este sistema. Es una esfera inmóvil, a la que atribuyó un
tamaño muy inferior al real.
- El mundo sub-lunar es el escenario de la generación y la corrupción. Son cuatro los
elementos que figuran en la composición de todas las cosas, distintos de los de
Empédocles. Tienen una materia común, y sus diferencias dependen de la combinación
de cuatro pares de cualidades: cálido-seco (fuego), cálido-húmedo (aire), frío-húmedo
(agua) y frío-seco (tierra). Estos elementos pueden engendrarse mutuamente, por lo que
no son eternos. El movimiento típico de las cosas en el mundo sublunar es el rectilíneo,
no el circular, y siempre hacia arriba o hacia abajo. Ese movimiento no se debe a ninguna
fuerza o atracción (no admite la idea de «acción a distancia»); se trata de un movimiento
o tendencia «natural», es decir, debido a la naturaleza (physis) de los elementos. Así, el
fuego y el aire son ligeros, se mueven por su propia "naturaleza" hacia su lugar natural: el
cielo. La tierra y el agua se mueven hacia abajo porque son pesados, tienden hacia el
centro de la tierra (su lugar natural).
Aristóteles tiene una concepción jerárquica del universo:
a) Primero están los seres inmateriales e inmóviles: el primer motor y los motores
inmóviles de las esferas.
b) Luego los seres materiales pero incorruptibles y eternos: el primer cielo, las esferas de
los astros y los astros, todos ellos compuestos de éter.
c) Por último, los seres corruptibles, compuestos de los cuatro elementos, que hacen de
«intermediarios» entre la materia común ("materia primera") y la forma. La forma
representa la esencia y la especie, y es eterna. Sólo mueren y desaparecen los
individuos.
22
3.- SANTO TOMAS DE AQUINO
3.1 Biografía
Alrededor del año 1236, le enviaron a la Universidad de Nápoles. Calo dice que el
traslado se hizo por iniciativa del Abad de Monte Casino, quien escribió al padre de
Tomás que un chico de su talento no debe ser dejado en la sombra (Prümmer, op. cit.,
20). En Nápoles, sus maestros fueron Pietro Martín y Petrus Hibernos. El cronista dice
que pronto superó a Martín en gramática y fue transferido a Pedro de Irlanda quién le
formó en Lógica y ciencias Naturales. Las costumbres de la época dividían Filosofía y
Letras en dos cursos: el Trivium, que cubría Gramática, Lógica y Retórica; el Quadrivium,
que se componía de Música, Matemática, Geometría y Astronomía... Tomás repetía las
lecciones con mayor profundidad y lucidez que sus maestros. El corazón del joven se
había conservado puro en medio de la corrupción que le rodeaba, y decidió abrazar la
vida religiosa.
23
El final se acercaba; se le administró la Extremaunción. Murió el 7 de marzo de 1274.
Numerosos milagros atestiguaron su santidad. Fue canonizado por Juan XXII, el 18 de
julio de 1323.
3.2 Conocimientos
•. Los conceptos son universales. La definición «el hombre es un animal inteligente y
libre» no se refiere a ningún hombre concreto, pero es válida para todos los seres
humanos. Por tanto, el concepto «hombre», como todos los conceptos, es universal.
•. Pero nuestras percepciones sensibles no son universales, pues nadie ha visto jamás a
«el hombre» ni al «árbol». Existen hombres y árboles concretos, pero no «el hombre» ni
«el árbol». Los sentidos sólo nos muestran objetos individuales.
Por tanto, el problema de la formación de conceptos es cómo pasar de la individualidad
de las percepciones sensibles a la universalidad de los conceptos. La única salida posible
es admitir que el entendimiento tiene la capacidad de extraer conceptos a partir de los
datos suministrados por el conocimiento sensible. A esto se le llama capacidad
abstractiva, abstracción. Admitir que el conocimiento comienza por los datos sensibles
supone reconocer la necesidad de la capacidad de abstracción. Pero las diferencias
surgen en el modo de explicar la abstracción:
a. Para Aquino, el entendimiento tiene una doble capacidad: i) la capacidad de
universalizar -capacidad abstractiva-, para convertir en universales las representaciones
sensibles particulares; y ii) la capacidad de conocer universalmente, como resultado de
generalizar los datos extraídos de la experiencia sensible. A estas dos capacidades les
llama entendimiento agente y entendimiento posible.
b. Las percepciones -inicio de todo el proceso de conocimiento- dejan en la
imaginación/memoria una imagen o representación particular (fantasmas, si la
imaginación es fantasía). El entendimiento agente actúa sobre tales imágenes/fantasmas
abstrayendo, es decir, despojándolas de sus elementos individuales y posibilitando así la
formación de conceptos universales.
c. Según Aquino, el entendimiento conoce primaria y directamente el universal. Cuando el
entendimiento se concentra sobre cosas particulares, «le cuesta trabajo» prestar atención
a las características y peculiaridades que las diferencian. Tanta habilidad ha adquirido el
entendimiento humano para abstraer, que al ponerse a funcionar no puede dejar de
universalizar y prestar atención sólo a la esencia de las cosas. Sólo con mucho trabajo se
concentra sobre las diferencias particulares.
d. El principio de individuación. Si el entendimiento agente actúa sobre las imágenes
particulares seleccionando los rasgos esenciales del individuo y eliminando las diferencias
particulares, entonces nos vemos obligados a pensar que capta sólo los rasgos comunes
a todos los individuos de una misma especie/clase -se trate de hombres, animales y
objetos-. La cuestión ahora: ¿cómo una esencia común a todos los individuos se
multiplica e individualiza en cada ejemplar de la especie? Si todos tenemos la misma
esencia -hombre-, ¿qué nos hace ser diferentes y peculiares? La respuesta de Aquino: es
la materia concreta, distinta en cada miembro de la especie; no la materia
«general»/indiferenciada -el sustrato biológico común-, sino la materia concreta de cada
individuo.
3.3 Antropología
24
Aquino acepta la concepción hilemórfica del hombre, y la concepción aristotélica del alma
como principio de vida, como forma y acto del cuerpo (contra el platonismo agustiniano,
donde cuerpo y alma son dos sustancias radicalmente distintas). Aquino afirma que el
hombre constituye una sustancia única, cuyos elementos fundamentales son el alma y el
cuerpo. Como Aristóteles negaba la inmortalidad del alma, Aquino se aleja de Aristóteles
en este punto y echa mano de platón, intentando una difícil síntesis entre platonismo y
aristotelismo.
Acepta el principio aristotélico de que el fin último del hombre es la felicidad, y que la
felicidad perfecta consiste en al contemplación, en la actividad intelectual. Esto le aleja del
agustinismo.
3.4 Teología
25
[a] las evidentes en sí mismas y para nosotros, como las proposiciones cuya verdad
resulta indudable después de analizar los conceptos implicados, p.ej. «la línea recta es la
distancia más corta entre dos puntos» o «el todo es mayor que las partes».
[b] las que, siendo evidentes en sí mismas, no los son para nosotros, y a este grupo
pertenece la proposición «Dios existe»: aunque es evidente en sí misma -el concepto de
Dios implica su existencia-, no lo es para nosotros, pues carecemos de una comprensión
adecuada de la naturaleza de Dios.
ii) Aquino piensa que es posible demostrar la existencia de Dios, y que el procedimiento
más edecuado es partir de los seres que existen en el mundo natural hasta llegar a la
causa inicial que originó el primero de todos los antecesores. Es una demostración a
posteriori, pues se remonta del efecto a la causa anterior -a priori sería desde ir desde la
causa hasta el efecto-.
Con argumentos y elementos tomados de la filosofía anterior -platonismo, aristotelismo y
otras fuentes-, Aquino propuso cinco vías o procedimientos argumentativos para
demostrar la afirmación «Dios existe». Todas tienen una estructura similar, en 4 pasos:
a) Constatar un hecho de experiencia -movimiento en la Naturaleza-.
b) Aplicar el principio de causalidad al hecho constatado -todo lo que se mueve es
empujado por algo-;
c) Insistencia en que es imposible una serie infinita de causas;
d) Afirmación de la existencia de Dios -existe un primer motor, «a eso le llamamos Dios»,
etc.-.
3.4 Ética
26
4.- RENE DESCARTES
4.1 Biografía
Nace el 31-3-1596. Tercer hijo de un consejero del Parlamento de la Bretaña. Entre 1604-
1612 estudia en La Flèche, con los jesuitas, sobre todo lógica, filosofía y matemáticas.
Desde el inicio, estudiante bien dotado y deseoso de adquirir conocimientos:
Aunque sometió a fuertes críticas la educación tradicional que había recibido (tanto que,
al dejar el colegio, renunció durante algún tiempo al estudio) no sintió resentimiento hacia
sus maestros ni desprecio por su sistema de educación. Siempre habló de los jesuitas de
La Flèche con afecto y respeto, y consideraba su sistema de educación como muy
superior al que proporcionaban la mayoría de las demás instituciones pedagógicas. Por
sus escritos queda claro que había recibido la mejor educación posible dentro de la
estructura tradicional» [Coplestone].
27
- Intuición: Especie de «luz o instinto natural» por el que captamos sin posibilidad de error,
y de forma inmediata, los conceptos simples que surgen de la razón misma. La intuición
de las naturalezas simples es el punto de partida para la
- Deducción: Es una intuición sucesiva de las naturalezas simples y de las conexiones
entre ellas. Se ejerce de dos modos: 1º) Análisis, hasta descomponer el objeto en sus
elementos más simples; 2º) Síntesis, reconstruyendo deductivamente lo complejo a partir
de lo simple.
Este es el único método que responde a la dinámica de la razón única. Pero sólo se ha
empleado así en matemáticas, donde ha posibilitado un progreso extraordinario. Es
necesario, por tanto, extenderlo a todos los ámbitos del saber. Por tanto,
4.3 Metafísica
28
5. GEORGE BERKLEY
Berkeley, filosofo y obispo quién realizó escritos en 1734: The Analyst, cuyo subtítulo
largo y explicativo, decía:
El análisis: ó un discurso dirigido a un matemático infiel. Donde se examina si el objeto,
principios e inferencias del análisis moderno son concebidos más claramente o son
deducidos con mayor evidencia que los misterios de la religión y los asuntos de la fe.
El matemático infiel era Edmund Halley, que fue sin duda un libre pensador y , en cierto
sentido, activo. De ahí la infidelidad de que lo acusaba Berkeley, pues por el hecho de ser
reputado un gran matemático, y consecuentemente uno de los grandes maestros de la
razón, utilizaba indebidamente su autoridad opinando y decidiendo sobre cuestiones
ajenas a su incumbencia. Y, hábil polemista, Berkeley se dirige hacia los objetos mismos
de la ciencia que Halley profesa, mostrando que aquéllos que se quejan sin razón de la
incomprensibilidad científica de la religión, aceptan una ciencia que, en su raíz misma, es
incomprensible y cuyas conclusiones se apoyan en raciocinios que la lógica no acepta.
La crítica de Berkeley, tanto a los principios del nuevo algoritmo como a las
demostraciones que los matemáticos empleaban en él, no dejo de causar impresión y su
influencia se hizo sentir en forma más o menos visible en los matemáticos ingleses de
entonces. Si esa crítica era inobjetable la teoría de "compensación de errores" en que se
embarcó Berkeley, impresionado sin duda por la aparente paradoja de que, fundándose
en principios y demostraciones tan deleznables, los nuevos métodos condujeran a
resultados exactos, como lo comprobaba la mecánica newtoniana.
Pero en el siglo XIX son los matemáticos mismos los que se lanzan al ataque iniciando
una revisión de los principios del análisis infinitesimal, mediante un proceso del cual fue
precursor Bolzano y constructores Cauchy, Abel, Jacobi, Weierstrass, Riemann.
Berkeley consideraba que el mundo externo es expresión del acto de percibir. El ser sólo
existe en el acto de ser percibido. En última instancia, toda realidad tiene su existencia en
la idea que Dios tiene de las cosas. Mediante este sistema, Berkeley intentaba refutar el
materialismo. Sus obras más conocidas: "Tratado sobre el principio del conocimiento
humano", "Diálogos entre Hilas y Filón".
29
6.- DAVID HUME
6.1 Biografía
6.1 Conocimiento
Conocimiento de las relaciones existentes entre las ideas: P.ej.: la proposición «Dos
números iguales a un tercero son iguales entre sí» nos resulta verdadera basándonos
simplemente en los términos que contiene, independientemente de cualquier
conocimiento empírico. Este tipo de conocimiento se refiere a relaciones entre ideas, no a
hechos (lógica/matemática).
6.3 Metafísica
La idea de causa es la base de todas nuestras inferencias acerca de hechos de los que
no tenemos impresión alguna. Y entendemos, habitualmente, la conexión causal como
una conexión necesaria entre el efecto y la causa. Después de observar en muchos casos
que el fuego calienta, podemos predecir que el agua hervirá si permanece cierto tiempo
sobre el fuego. Dicho efecto se seguirá necesariamente de su causa.
30
Sin embargo, nuestra experiencia no justifica el establecimiento de conexiones necesarias
entre fenómenos: ¿En qué impresión está basada la idea de «conexión necesaria entre
fenómenos»? En ninguna, excepto en el número de veces que hemos visto cómo el fuego
calentaba agua o la lluvia
mojaba. Pero esto sólo significa que, en el pasado, después de un fenómeno vino otro, no
que siempre y necesariamente la misma causa produzca idénticos efectos. Hablando con
propiedad, no sabemos que el fuego calentará el agua; sólo lo creemos. Por tanto,
nuestro pretendido conocimiento del futuro sólo es suposición y creencia, nada más.
Aunque el hábito y la costumbre nos hagan estar completamente seguros de que tales
hechos sucederán. Pero nuestras certezas no siempre se corresponden con las leyes
naturales.
Aplicado a la existencia de una realidad exterior :
Hume rechaza el argumento lockeano que reconocía la existencia de una realidad
extramental porque era la causa de nuestra «idea» o convicción sobre la existencia del
mundo exterior. Lo rechaza porque Locke pretende inferir de impresiones particulares una
pretendida realidad que va más allá de ellas y de la que no tenemos impresión o
experiencia alguna. Por tanto, creer que existe una realidad física distinta de nuestras
impresiones no puede justificarse apelando a la idea de causa.
Aplicado a la demostración de la existencia de Dios:
Descartes y Locke recurrieron al principio de causalidad para demostrar que Dios existe.
Pero Hume considera inválidos sus argumentos porque pretenden dar el salto de
impresiones particulares a Dios, del que no tenemos impresión alguna. Para Hume es
imposible averiguar si existe Dios o un mundo más allá de nuestras impresiones: nuestras
nociones de Dios y de mundo exterior son un misterio,constituyen la frontera y el límite de
nuestro conocimiento.
31
7.- TEILHARD DE CHARDIN
La Compañía de Jesús le apartó a Estados Unidos, por lo que tuvo que abandonar la
docencia. La última etapa de su vida la pasó en Nueva York, donde falleció en 1955.
Entre sus libros cabe destacar L'Esprit de la Terre, 1931, y Du Cosmos à la
Cosmogénèse, 1951. En esta última obra, Teilhard realiza su gran aportación conceptual
sobre el mundo “como un organismo que se organiza desde dentro, en el que todos los
seres van apareciendo gradualmente, como por una especie de proceso de crecimiento”.
Su concepto de la 'noosfera', el espacio de conocimiento, de la vida inteligente, ha sido
retomado por los analistas de Internet y de la red globalizadora, que han visto en Chardin
un precursor. La 'noosfera' aparece como la envoltura del pensamiento, que se enriquece
progresivamente con el progreso humano, la 'cosmogénesis', con la mejora espiritual y
comunicativa.
Tres años después de su muerte, el Santo Oficio mandó retirar las obras de Theilhard de
los centros dependientes de la iglesia católica.
Según Teilhard de Chardin, una comprensión completa y coherente del fenómeno del
hombre presupone dos cosas: 1) la creciente preeminencia del pensamiento en la
constitución del universo; y 2) la naturaleza orgánica de la sociedad humana. Basándose
en estas premisas, emprendió la tarea de interpretar el panorama de la evolución cósmica
como una aventura de la biogénesis. Así, según su teoría, el universo, a medida que
evoluciona de lo extremadamente sencillo a lo extremadamente complejo, muestra un
proceso evolutivo de «involución orgánica». Esta involución va ligada a un aumento
correlativo de «interiorización». En otras palabras, cuanto más complejo sea el organismo
tanto más elevado será el desarrollo de la mente. De esta forma, la evolución del
organismo social aparece como la emergencia gradual de una mente social (nooesfera),
que termina por converger en Dios (Omega). Así, el fenómeno del origen animal del
hombre y de su evolución se manifiesta como un fenómeno cristiano.
32
8.- ORTEGA Y GASSET
8.1 Biografía
Uno de los filósofos españoles de la primera mitad del siglo XX que más influencia han
ejercido en España y fuera de ella. Con un estilo literario, lleno de metáforas y frases
ingeniosas, pretendió hacer filosofía en un lenguaje próximo al del Quijote, lo que le
permitió llegar al público en general (a un «público culto», suele decirse). Nació en Madrid
en 1883 en el seno de una familia acomodada de la alta burguesía madrileña vinculada al
periodismo y a la política (un burgués, no obstante, con afanes y tendencias
aristocráticas, como puede comprobarse a lo largo de su vida y obra). Su padre, José
Ortega Munilla, fue director de El Imparcial, periódico fundado por su abuelo materno,
Eduardo Gasset y Artime, y en el que Ortega colaboró intensamente. Su vida está
profundamente ligada al periodismo, a la política, a las actividades editoriales, y ocupó un
lugar muy destacado en la vida intelectual española durante la primera mitad del siglo XX.
Estudió en el Colegio Jesuita de San Estanislao en Miraflores del Palo (Málaga); inició sus
estudios universitarios en Deusto, y los continuó en la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad de Central, en Madrid, donde se licenció en 1902.
8.2 Filosofía
Estudio en 1904 en la Universidad de Madrid, con la tesis Los terrores del año mil. Crítica
de una leyenda (58 págs.)
Entre 1905 y hasta 1907 estudia en Alemania: Leipzig, Nuremberg, Colonia, Berlín y,
sobre todo, en Marburgo, en donde tomó contacto con las «musas alemanas» , el
neokantismo de Herman Cohen y de Paul Natorp, entre otros, que tanto impresionaron a
Ortega ,ávido lector de Nietzsche en su juventud, hasta el punto de que llegó a estar toda
su vida obsesionado por la grandeza de la filosofía, la ciencia y la técnica alemanas (su
hijo Miguel Germán recibió este nombre en recuerdo de su estancia en Alemania a la que
consideraba su «segunda patria»).
Defendió un europeísmo (que Unamuno llegó a considerar propio de papanatas) de corte
germanizante que le condujo a dudar de la existencia de una filosofía española e incluso
a considerarse la encarnación de esa filosofía, así como a postularse como iniciador de la
verdadera filosofía (la Biognosis), concebida como Crítica de la Razón histórica y
entendida como «ciencia de lo humano» («ciencia de la vida» en sentido estricto), en
tanto que distinta e irreductible a la razón física y de la razón abstracta. Ortega, en efecto,
estaba convencido de que la raza, la sustancia españolas estaban enfermas y proponía –
envuelto como estaba por el mito de la cultura – como «medicina» la ingestión de grandes
dosis de cultura . En 1909 es nombrado profesor numerario de Psicología, Lógica y Ética
de la Escuela Superior del Magisterio de Madrid y en octubre de 1910 gana por oposición
la Cátedra de Metafísica de la Universidad Central, vacante tras el fallecimiento de
Nicolás Salmerón.
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El 23 de Marzo de 1914 pronuncia un discurso en el Teatro de la Comedia de Madrid
titulado «Vieja y Nueva política» que se considera el acto fundacional de la Liga de
Educación Política Española. En él, tomando como principios el liberalismo y la
nacionalización, se postulaba como la vanguardia de la «España vital» frente a la
«España oficial». En 1917 se ve obligado a interrumpir su colaboración con El Imparcial,
pero rápidamente se incorpora a la nómina de colaboradores El Sol, diario fundado por el
empresario vasco Nicolás de Urgoiti pero inspirado por Ortega. En este diario se
publicaron los folletones que anticiparon dos de sus obras más importantes: España
invertebrada y La rebelión de las masas. El propio Urgoiti funda, en 1920, la Editorial
Calpe (que se unirá más tarde con Espasa) una de cuyas colecciones será dirigida por
Ortega: la «Biblioteca de Ideas del Siglo XX». La empresa editorial más importante de
Ortega será, no obstante, la Revista de Occidente, fundada en 1923.
Entre 1931 y 1932 fue diputado de las Cortes Constituyentes de la Segunda República en
calidad de representante de la Agrupación al Servicio de la República, fundada en febrero
de 1931 por Gregorio Marañón, Ramón Pérez de Ayala y él mismo. Al agitado período de
la vida política española comprendido entre 1923 y 1936 pertenecen algunos de sus más
famosos escritos políticos, entre ellos: La redención de las provincias y la decencia
nacional (recopilación de artículos publicados entre 1927 y 1930), Rectificación de la
República (que reúne artículos periodísticos, discursos parlamentarios y la conferencia
dada en el Cinema de la Opera de Madrid el 6 de diciembre de1931 titulada
«Rectificación de la República») y los discursos sobre El Estatuto de Cataluña (publicados
por la Revista de Occidente en 1932 dentro del libro titulado La reforma agraria y el
Estatuto catalán). Desencantado de su actividad parlamentaria, abandona su participación
activa en la República, aunque nunca renunció del todo a la posibilidad de ejercer su
influencia en asuntos de Estado, ahora ya en plena guerra civil y durante los primeros
años del franquismo, como ha demostrado Gregorio Morán.
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es el mutuo existir del hombre y el mundo... mutuo serse.» La realidad radical es, en
consecuencia, la suma de la existencia humana individual (biográfica) y la circunstancia
(que es un espacio antropológico bidimensional constituido por los ejes circular y radial),
concebida como el ámbito de los problemas a los que tiene que enfrentarse el Yo (que no
se identifica ni con el cuerpo ni con el alma ni con su composición).
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Ortega proclamará el inicio de un nuevo tiempo, la «aurora de la razón histórica»,
firmemente convencido de que la cultura moderna (cartesiana) había llegado a su fin: «El
hombre, no tiene naturaleza, lo que tiene es historia; porque historia es el modo de ser de
un ente que es constitutivamente, radicalmente, movilidad y cambio.
9. EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
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10. ¿De que manera clasifica Platón las virtudes?
a) prudencia,
b) fortaleza
c) templanza
habla de la justicia como la armonía síntesis de todas las virtudes y establece niveles:
1º. Filósofo; 2º. Rey; 3º. Hombre de Estado, padre de familia o comerciante; 4º. Gimnasta,
artista o médico; 5º. Profeta o sacerdote; 6º. Poeta; 7º. Obrero artesano o labrador; 8º.
Sofista o demagogo; 9º. Tirano.
11. Mencione cuáles son las ideas o causas directas de la existencia de todas las cosas
existentes, según Platón
La verdadera realidad son las ideas, también llamadas FORMAS, ya que no sólo hacen
que podamos conocer las cosas, si no que son las responsables de que esas mismas
cosas existan materialmente, tal y como las conocemos. Las ideas son las causas
directas de la existencia de todas las cosas: lo material o natural y lo moral.
13. ¿Qué nombre recibe la doctrina que equipara sabiduría y virtud según Platón?
Mundo inteligible o de la ideas.
14.Nombre que recibe el lugar que fundó Aristóteles donde ejerció sus propias
enseñanzas?
El Liceo o Peripatos
15. ¿De cuántas formas se dividieron los escritos Aristotélicos y cuáles son?
Se dividen en dos y son:
1. Las "obras exotéricas"
2. Los "escritos esotéricos"
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18. ¿En que consiste la teoría hilemórfica de Aristólteles?
Admitir la existencia de seres no sensibles, las esencias, pero inmanentes (inoculadas)
dentro de las cosas singulares como su "forma" para formar, junto con la materia, un
compuesto unitario: la substancia.
La substancia está formada por dos coelementos eternos, materia y forma, que son
diferenciables tan solo por el pensamiento y no en la realidad física
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23. ¿Qué representa la hilemorfismo para Aristóteles?
La teoría que afirma que las substancias son un compuesto de materia y forma. La forma
es la esencia de la cosa, el qué es la cosa. Es decir, aquello que determina a algo a ser
ese algo y no otra cosa. Por eso la forma es la especie, las notas esenciales que hacen
que algo sea lo que es y, por lo tanto, pueda ser conocido y definido. Esta forma es
eterna, pero no puede existir sin la materia, el otro polo de la substancia.
24. ¿Cuál fue la diferencia entre Aristóteles y Platón en su concepción tripartita del alma?
El alma no tiene partes, ni hay tres almas distintas. El alma es única, ilocalizable porque
no es un cuerpo ni una parte del cuerpo, sino su función.
El ser vivo, y el hombre, es un compuesto unitario, y su alma está presente en todo el
cuerpo como lo están todas las formas en todas las substancias.
26. ¿Cuáles son los tipos de cambios que afectan a la sustancias compuestas?
1. Cambio substancial (metabolé): es la generación y corrupción de las substancias.
Afecta, por lo tanto, a la substancia misma, en tanto que supone su nacimiento o su
muerte.
2. El cambio accidental (kínesis) o movimiento: no afecta a la substancia, sino a sus
accidentes. La substancia es el substrato que permanece en el cambio, el sujeto que
adquiere o pierde ciertas determinaciones.
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30. ¿Cómo llamó Aristóteles a las dos obras que escribió sobre ética?
a) Ética a Nicómaco o Ética Nicomáquea
b) Ética a Eudemo
34. Explica como deben ser las formas de gobierno según Aristóteles
Cuantitativamente, pueden darse distintas cleses de gobiernos, dependiendo del número
de gobernantes: uno solo, unos pocos o la mayoría.
Cualitativamente, estas formas podrán ser justas o injustas, atendiendo a si su mira está
puesta en el bien particular o en el bien común.
36. ¿De que manera considera Tomás de Aquino que está formado el cosmos?
Esta formado por multitud de sustancias, compuestas por materia y forma, siendo la
forma la responsable de la esencia de dicha sustancia. El mundo se articula debido a la
existencia de estas formas, sin las cuales sería imposible el conocimiento.
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sensible a inteligible. Cuando se conoce intelectivamente, lo que se separa es la forma de
la materia individual. Por ejemplo en el hombre la carne y los huesos sería materia
común, pero, esta carne, estos huesos sería materia individual. El entendimiento abstrae
la especie de la materia sensible e individual, no de la materia común, pues ésta
pertenece a la naturaleza específica de la substancia.
41. ¿Cuáles son las famosas cinco vías en las que todas siguen un esquema o estructura
de Tomás de Aquino?
1ra. vía está fundada en la observación del movimiento
2da.vía parte de la observación de la relación causal
3ra. vía se funda en la observación de las cosas contincentes
4ta. vía parte de la observación de los grados de perfección
5ta. vía se funda en la idea de finalidad
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45. ¿Cómo quedó reducido el esquema categorial de la modernidad según la metafísica
cartesiana?
a) Sustancia
b) Atributos
c) Modos
46. Menciona las tres clases de distinción de las que habla Descartes en su pluralidad de
seres
a) Real
b) Modal
c) De razón
47. En la obra “Tres diálogos entre Hilas y Filones” de Berkley, ¿A qué se refiere la
negociación de la sustancia material?
Negaba la existencia de un mundo material, ya que dibujaba un sistema que parecía
apartarse del sentido común al negar lo que para la mayoría de las personas es un hecho
obvio: la existencia de un mundo material, exterior e independiente de nosotros.
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52. ¿Cuál es el nombre de la obra de Hume que alcanzó el éxito en la primera edición?
Political discourses
Las ideas:, el otro tipo de percepción, son copias, imágenes o representaciones mentales
de impresiones precedentes. Por eso su grado de fuerza y vivacidad es menor.
56. ¿Cuál es el campo donde más sobresalio Chardín y logró una magnífica reputación
como sabio?
En el campo de la paleontología humana con sus descubrimientos.
57. ¿Qué expresa la formula de “La cosmogénesis conduce mediante la biogénesis a una
noogénesis en cambio halla su perfección en una cristogénesis” según Chardín?
La concepción Theilhardiana de la evolución del mundo y del espíritu, así como su fe y
confianza en su sentido final.
58. ¿En qué se orientó según Chardín el humanismo que se ha desarrollado a partir del
renacimiento?
En la confianza en la capacidad del hombre para crear libremente su destino, es de
tendencia panteísta, inmanente, organicista, evolutiva, etc.
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61. elabore un diagrama o mapa conceptual en donde relacione las principales ideas de
David Hume.
DAVID HUME:
10. COMENTARIOS
Esta materia a sido compleja y difícil de entender por la profundidad de los temas, lo
extenso de los mismos y por la cantidad de datos, obras, ramas, propuestas, escritos,
ideas, ... , pero realmente muy interesante, impactante y relevante que nos hace
reflexionar sobre la vida, el mundo, la religión, el Yo, aspectos que realmente son
apasionantes, sobre todo el entender el como de una época a otra una hipótesis o teoría
se desmentía y se presentaban argumentos filosóficos muy interesantes y como muchas
otras ideas se han mantenido y fortalecido con el tiempo.
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Me ha resultado muy interesante el tratar de comprender la postura que toma cada uno y
la enorme influencia que tenían de su maestro en ellos en un inicio, pero como cada uno
va retomando su camino, va estableciendo sus ideas, pensamiento y postura sobre
aspectos tan importantes como el Alma, la materia, la sustancia, sobre la religión, las
virtudes, aspectos interesantes cobre la ética y la política y en algunos casos a objetar y
estar en contra de aspectos o conceptos de sus maestros.
El estudio del cosmos en cada uno de ellos es apasionante por la forma en que la
visualizan, la materia, la sustancia, etc.
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