FILOSOFÍA

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GUILLERMO ALFREDO ALCANTARA BAUZA

Cuarta Materia de la
LICENCIATURA EN DERECHO
[email protected]

FILOSOFÍA

Universidad Abierta de San Luis Potosí

Octubre de 2006

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ÍNDICE

PÁGINA

1. PLATÓN 3

2. ARISTÓTELES 13

3. TOMÁS DE AQUINO 23

4. RENE DESCARTES 27

5. GEORGE BERKLEY 29

6. DAVID HUME 30

7. TEILHARD DE CHARDIN 32

8. ORTEGA Y GASSET 33

9. EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN 36

10. COMENTARIOS 44

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1. PLATÓN

1.1 Biografía
Nació en Atenas, hacia el 427 a.C.. De familia acomodada o aristocrática, tanto él como
sus parientes se creían descender directamente de los dioses, para justificar así la
superioridad de su linaje, su nobleza de carácter y el abolengo de virtud. A los 20 años
conoce a Sócrates, al que estuvo muy ligado durante toda su vida. Pronto se sintió
inclinado hacia la acción política, pero se desilusionó cuando condenaron a muerte a
Sócrates. Se dio cuenta de que la legislación y la moralidad estaban corrompidas, y llegó
a la conclusión de que sólo la filosofía puede mostrar dónde está la justicia: «No acabarán
los males hasta que llegue la raza de los filósofos auténticos y limpios al poder, o hasta
que los políticos no se pongan a filosofar en serio».

Platón tuvo una educación esmerada en todos los ámbitos del conocimiento. Es posible
que se iniciara en la filosofía con las enseñanzas del heracliteano Cratilo. A los veinte
años (407) tiene lugar el encuentro con Sócrates: acontecimiento decisivo para Platón.
Sócrates contaba entonces 63 años y se convertirá en su único maestro hasta su muerte.
Tanto por sus relaciones familiares, como por vocación, Platón tuvo la intención de
adentrarse en la vida política.. Durante el régimen de los treinta tiranos sus parientes
(Critias, Cármides) y conocidos le invitan a colaborar con el gobierno: «Yo me hice unas
ilusiones que nada tenían de sorprendente a causa de mi juventud. Me imaginaba, en
efecto, que ellos iban a gobernar la ciudad, conduciéndola de los caminos de la injusticia
a los de la justicia». Pero las acciones criminales iniciadas por el nuevo gobierno
desilusionaron a Platón; sobre todo por el intento de mezclar a Sócrates («el hombre más
justo de su tiempo») en el prendimiento de León de Salamina (un exiliado del partido
demócrata) para condenarlo a muerte.

El año 399 tiene lugar la condena y muerte de Sócrates que despejarán los posteriores
caminos del padre de la Filosofía académica. Temiendo ser molestado por su condición
de amigo y discípulo de Sócrates, Platón se refugia en Megara donde permaneció
probablemente tres años, entrando en relación con la escuela y con Euclides de Megara.
Posteriormente partió para Africa, visitando, primero, Egipto y, después, la Cirenaica,
donde frecuentó a Aristipo de Cirene y al matemático Teodoro. A partir de este momento
se dan varios versiones de sus viajes. Para unos regresa directamente a Atenas, para
otros va a Italia meridional a fin de conocer las sedes pitagóricas y a Arquitas de Tarento.

Hacia el año 388 abandona Italia (o Atenas) para dirigirse a Sicilia. En Siracusa reina un
griego, Dionisio I el Anciano, que tiene en jaque a los cartagineses y se ha convertido en
amo de Sicilia. Platón intima con Dión, cuñado de Dionisio, gran admirador de los
socráticos. El caso es que después de ser llamado por el rey, el propio Dionisio lo expulsa
(no se conocen exactamente los motivos). Embarca en una nave espartana que hace
escala en la isla de Aegina, a la sazón en guerra con Atenas, y Platón es hecho esclavo y
luego rescatado por Anníceris, a quien había conocido en Cirene. En el 387 regresa a
Atenas y funda la Academia, primera escuela de filosofía organizada, origen de las
actuales universidades. Allí permanecerá durante veinte años dedicado al estudio y a la
enseñanza.

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Pero el filósofo volverá en otras dos ocasiones a Siracusa. El año 367 muere Dionisio I y
le sucede en el trono su primogénito Dionisio II. Dión concibe la idea de traer a Platón a
Siracusa como tutor del sucesor de su cuñado. Platón no era optimista sobre los
resultados, pero Dión y Arquitas le convencen haciéndole ver las perspectivas de
reformas políticas que se le ofrecen. Platón acude a Siracusa dejando a Eudoxo al frente
de la Academia. Muy pronto el joven Dionisio ve en Dión y en Platón dos rivales, por lo
que destierra a Dión y más tarde hace lo mismo con el filósofo. Con todo les promete el
regreso.

El año 366 vuelve a Atenas donde permanecerá seis años. Posteriormente (361) Dionisio
invita de nuevo a Platón y el filósofo se dirige a Siracusa acompañado de varios
discípulos. Heráclides Póntico es ahora el encargado de regir la Academia. De nuevo, la
actitud de Dionisio fue tajante con el ateniense que, preso, consiguió ser liberado merced
a la intervención de Arquitas. Una vez libre regresó a Atenas. Pero Dión no cejó en su
empeño, sino que reclutó un ejército del que formaban parte discípulos de Platón, venció
a Dionisio e instauró una dictadura. Sin embargo a los tres años fue asesinado por su
amigo, el platónico Calipo. Platón, por su parte, continuó en Atenas su trabajo al frente de
la Academia hasta el año 348-347, fecha probable de su muerte.

Antropología:

Platón desarrolla una teoría muy compleja sobre el ser humano y su naturaleza, cuyo
influjo en toda la antropología occidental y, sobre todo, en la cristiana, persiste hasta hoy.
Platón es el primer autor que presenta una «psicología racional», aunque sus ideas
estaban inspiradas en las doctrinas pitagóricas y en el orfismo, y presentadas con
explicaciones míticas o sólo probables. No obstante, Platón pensaba que «descubrir
cómo es el alma es tarea divina y demasiado larga, respecto a lo cual los hombres no
pueden más que hablar con semejanzas». Por otra parte, Platón tenía dos intenciones
muy concretas al presentar su teoría del alma: éticas (mostrar la necesidad de controlar
las tendencias instintivas del cuerpo y asegurar una recompensa futura a quien practique
la justicia, contra el inmoralismo de algunos sofistas) y gnoseológicas (justificar la
posibilidad de un conocimiento de las Ideas).

No debe extrañar, por tanto, que Platón estuviera convencido de que "morir es lo mejor
que le puede pasar al filósofo" y de que la filosofía sea una "preparación para la muerte".
En el Fedro, Platón sostiene que el alma se halla unida accidentalmente al cuerpo como
castigo por algún pecado. Pero en el Timeo afirma que el alma puede estar en perfecta
armonía con el cuerpo.
• El alma: Es muy superior al cuerpo. Es la que constituye nuestro yo.
- Representa lo más auténtico del ser humano, y al lado de ella el cuerpo es sólo una
sombra, una apariencia.
- El alma racional es una creación directa del Demiurgo, tomando como modelo las Ideas
eternas.
- El alma obtuvo sus conocimientos mientras estuvo en contacto con las Ideas, en su
primera existencia .
El alma, creada directamente por los dioses, desciende en un carro alado a la tierra,
donde se une accidentalmente a un cuerpo y queda instalada en el mundo sensible. Pero

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el cuerpo sigue manteniendo su naturaleza más o menos depravada después de esta
unión. Por eso, más que de unión hay que hablar división o dicotomía entre cuerpo y
alma. El elemento material, el cuerpo, está cargado de connotaciones negativas y es un
obstáculo para la búsqueda de la verdad. El alma es el elemento espiritual, bueno y
positivo, interesado en purificarse y hallar la verdad.

Con esta concepción, Platón deja abierto un profundo abismo entre el mundo material -el
mundo de lo sensible, de lo físico- y el mundo de lo espiritual, de las Ideas y de lo mental.
Esta oposición tajante entre materialismo y espiritualismo hará del hombre un ser
escindido, imperfecto, incapaz de conseguir unidad y auténtica armonía.

Las partes del alma: Platón habla de tres partes, que en algunos textos parecen almas
independientes más que partes de un alma única.
• Alma racional (noûs, lógos), de naturaleza divina y situada en el cerebro, es inmortal e
inteligente. Se dedica al pensamiento puro y busca la contemplación de la verdad.
• Alma irascible (thymós), fuente de pasiones nobles, situada en el tórax e inseparable del
cuerpo, mortal.
• Alma concupiscible o apetitiva (epithymía), situada en el abdomen y mortal. De ella
proceden las pasiones más bajas y los sentimientos innobles.
Como vemos, también la teoría platónica del alma es dualista: habla de una parte inmortal
del alma y considera mortales las demás, mucho más ligadas al cuerpo. Quizá esta
división en partes pretenda ser reflejo de los conflictos éticos y psíquicos que el ser
humano experimenta en sí mismo. En la República habla de tres funciones distintas de
una misma alma, mientras que en el Timeo ya da la impresión de estar pensando en tres
almas diferentes. El alma inmortal es creación directa del Demiurgo, con los mismos
elementos que el Alma del Mundo, lo que la hace muy semejante al mundo de las Ideas.
Esa semejanza con las Ideas es lo que le permite conocerlas. La distinción de partes en
el alma está muy en relación con la vida ética individual y la concepción política de la
sociedad.
La inmortalidad del alma: Fue una de las doctrinas filosóficas importantes de Platón más
novedosas en su momento. El alma no es inmortal por naturaleza, sino únicamente por la
voluntad del Demiurgo que la formó. Al mismo Platón no le convencían demasiado los
argumentos que daba para demostrarla. Los consideraba sólo probables, y les daba un
alcance sólo relativo:
• Argumento 1: La anámnesis. Puesto que el alma recuerda las Ideas tenidas
anteriormente y tiene muchas ideas no adquiridas por la experiencia, esto indica que
antes de unirse al cuerpo tuvo una preexistencia diferente. Lo natural, por tanto, es que
vuelva de nuevo al estado que tuvo anteriormente, es decir, que pase de la existencia
terrena a la pura contemplación del Mundo de las Ideas (Fedón, 72).
• Argumento 2: La simplicidad. Sólo se corrompe lo que está compuesto de partes; como
el alma es la única que conoce las Ideas porque se identifica con ellas -que también son
simples-, hay que pensar que también el alma es simple. Y si todo lo que es simple no
puede corromperse, podemos deducir que tampoco morirá, es decir, que es inmortal (la
República, 608).
• Argumento 3: El principio de movimiento. Alma significa vida, es decir, principio de
movimiento. Pero no se trata de un movimiento que procede de fuera del alma, sino de sí
misma, producido por su propia naturaleza. Esto significa que por sí misma siempre

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estará en movimiento, siempre tendrá vida, y esto equivale a decir que es inmortal ( Las
Leyes, 895).
 
La transmigración y el destino del alma. Platón dedicó alguno de sus mitos más bellos al
destino del alma (en el Fedro, el de la caída y ascensión del alma, donde compara el alma
con un carro tirado por dos caballos; en el Gorgias, el Fedón y la República los mitos del
juicio final, donde incluye la doctrina pitagórica de las sucesivas reencarnaciones del
alma). En síntesis, Platón afirma que las almas salen de las manos del Demiurgo, todas
iguales, eternas y atemporales; después se encarnan espaciotemporalmente en cuerpos
materiales concretos. Se trata de la primera encarnación.
Después de la muerte, el alma permanece peregrina durante unos mil años,
encarnándose sucesivamente en diferentes cuerpos, eligiendo su destino. Cada vez que
se encarna en un cuerpo nuevo elige también un nuevo género de vida, y esta elección
encierra muchos peligros, porque muchos eligen destinos aparentemente ideales que
luego se revelan terribles. No son los dioses, sino nosotros, los que elegimos nuestro
destino. Los dioses no son responsables de que algunos hombres elijan destinos que les
aparten de la verdad. Pero lo importante es que la parte racional del alma domine y
controle sus tendencias irracionales, sus pasiones, sus deseos y sentimientos, para que
tras sucesivas reencarnaciones pueda llegar a la contemplación de la verdad.

En el «mito de Er» (República) Platón establece una jerarquía de valores a escoger para
las sucesivas transmigraciones, eligiendo uno u otro personaje según el grado de virtud
que desee: 1º. Filósofo; 2º. Rey; 3º. Hombre de Estado, padre de familia o comerciante;
4º. Gimnasta, artista o médico; 5º. Profeta o sacerdote; 6º. Poeta; 7º. Obrero artesano o
labrador; 8º. Sofista o demagogo; 9º. Tirano. Con este mito probablemente pretendía
destacar la importancia de la libertad y la responsabilidad como claves para realizar todas
las elecciones en la vida humana. Presenta el destino como resultado de la decisión
personal, y no como una imposición fatalista de los dioses. Su escala de valores, sin
embargo, refleja la concepción clasista que tenía Platón de la sociedad. Platón no oculta
sus preferencias por la aristocrática, su nostalgia por la actividad política y su desprecio
por los trabajadores.

1.3 Teoría del Conocimiento

La teoría de las Ideas plantea un problema: ¿cómo podemos conocer las Ideas, si
pertenecen a otro mundo distinto del nuestro, el Mundo Inteligible? La teoría platónica del
conocimiento se basará en tres supuestos: 1º. Las cosas imitan o participan de las Ideas;
2º. El alma es una realidad intermedia entre las cosas y las Ideas; 3º. Las Ideas están en
comunicación entre sí. Asumidas estas premisas, podemos destacar tres aspectos en la
teoría platónica del conocimiento:
1º. La reminiscencia (anámnesis): En el Menón se plantea ya con claridad que no
podemos intentar buscar lo que ya se conoce -porque sería inútil- ni tampoco lo que no
conocemos -no sabríamos adónde dirigirnos ni podríamos reconocer lo buscado-. Este
razonamiento indujo a Platón a concluir que no buscamos lo que desconocemos y, por lo
tanto, conocer es recordar. Platón concibe, pues, el conocimiento de las Ideas como
reminiscencia. En el Fedón y el Fedro se añade que el alma tuvo que conocer las Ideas
en una existencia anterior, separada del cuerpo. Ese conocimiento es posible por la

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afinidad existente entre la naturaleza del alma y la de las Ideas («lo semejante conoce lo
semejante»). Puesto que las cosas imitan a las Ideas, el conocimiento sensible sirve de
ocasión para el recuerdo (anámnesis). De esta manera la multiplicidad de las sensaciones
es reducida a la unidad de una sola Idea mediante el recuerdo.
2º. La dialéctica: En los diálogos posteriores desaparece toda referencia al conocimiento
como reminiscencia y Platón centra su atención en la dialéctica, que en los primeros
diálogos coincidía con el método socrático de preguntas y respuestas. Pero en la
República sufre notables modificaciones:
• Grados de conocimiento: A partir de los grados de ser, Platón distingue dos formas
generales de conocimiento: la opinión y la ciencia (en esto coincide con Parménides). La
opinión es el conocimiento de las cosas del Mundo visible que nacen y se corrompen y
del devenir. La ciencia sólo puede ser conocimiento de las cosas del «Mundo Inteligible»,
del Ser eterno e inmutable y de las substancias o esencias. Un grado inferior de
conocimiento sería la imaginación, alimentada por los objetos sensibles que percibimos
por los sentidos -los que estudia la Física- y por la creencia. Pero ni la imaginación ni la
creencia son para Platón verdaderas formas de conocimiento porque tratan sobre objetos
móviles.

- Diánoia y Nóesis son los dos últimos grados de conocimiento. Diánoia sería la razón
deductiva del matemático, y nóesis la inteligencia propia del dialéctico, que presupone el
verdadero conocimiento (noûs) de las Ideas. Para Platón existe una gran diferencia entre
el método matemático y el dialéctico: Las matemáticas siguen un método de
razonamiento descendente: parten de unas hipótesis y deducen conclusiones,
ayudándose mediante imágenes visibles (las formas y dibujos geométricos). La dialéctica,
en cambio, sigue un método de razonamiento ascendente: las hipótesis son peldaños en
los que el dialéctico se apoya para «llegar a un principio no hipotético», sin recurrir para
nada a imágenes. Aunque todas estas ideas vienen expuestas en pasajes ciertamente
oscuros, Platón parece estar describiendo el modo de proceder que tenían los
matemáticos de su época (hacían sus demostraciones a partir de definiciones de objetos
geométricos). Platón estaba convencido de que en la dialéctica no se recurre para nada a
imágenes. Se parte simplemente de una Idea desde la cual nos remontamos hacia otras
superiores. Da por supuesto que el Mundo de las Ideas se haya jerarquizado, y que la
idea suprema es el Bien, primer principio cuyo conocimiento hace inteligibles a las demás
Ideas. Llegado a la cima, el dialéctico emprende el camino inverso: desciende desde la
Idea suprema, recorriendo por el trayecto todas las demás. Este tipo de razonamiento es
el que establece, finalmente, una comunicación o trabazón entre las Ideas, y proporciona
una «visión sinóptica», esquemática, del Mundo Inteligible.

  • El «mito de la caverna»: Aparece al inicio del libro VII de la República. Constituye una
alegoría acerca de la educación del filósofo. En este texto Platón muestra que hay una
continuidad entre los distintos grados de conocimiento, en correspondencia con su visión
jerárquica de la realidad. La educación consistirá en un ascenso a través de las diversas
formas de conocimiento, siendo la física y las matemáticas las que tienen un carácter
propedéutico (introductorio). Platón no llega a decir cómo se conocen las Ideas.
Simplemente indica que el alma tiene capacidad para ello, si sabe mirar en la buena
dirección (Rep., 518 d). Las matemáticas son las que más ayudan a dar el empujón hacia
regiones superiores, pues no arrancan del mundo del devenir y nos introducen en la

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contemplación de los objetos inteligibles. Pero el matemático aún permanece atado a las
representaciones sensibles (geométricas). Abandonarlas y penetrar en el mundo de las
Ideas será la tarea del dialéctico, del filósofo.

  • Eros y conocimiento: El amor platónico es también un proceso ascendente, una


especie de dialéctica emocional. Si en la dialéctica la ascensión parece realizarse a partir
de las Ideas inferiores hasta la idea suprema, en el amor se trata de una ascensión desde
las cosas hasta la idea suprema (el Bien o la Belleza), sin hablar para nada de ideas
intermedias en el trayecto. En el amor, son las cosas las que sirven de peldaños
(hipótesis) hasta la Idea. Por lo tanto, el amor platónico es una ascensión hacia la Belleza.
No debe extrañar, pues, que Platón entienda que «el amor se comporta como el filósofo»
y que «es comprensible que sólo eche alas la mente del filósofo», puesto que en él se da
con más intensidad el amor por las Ideas (Fedón, 86 b-80 d).
 
1.4 Cosmología

De la cosmología sólo se ocupó Platón al final de su vida, en el Timeo. Platón entiende la


narración del Timeo como un relato simplemente probable, lleno de conjeturas y
suposiciones, con abundantes elementos míticos e numerosas formulaciones tomadas de
los pitagóricos, de Empédocles y de otros sabios de la época. En este sentido, el Timeo
constituye una auténtica enciclopedia de la ciencia del momento.
El Timeo comienza su sección cosmológica distinguiendo los dos mundos: «el ser eterno
que nunca tuvo nacimiento» (Mundo de las Ideas) y «el ser que nace y que no existe
nunca» (Mundo sensible de las cosas). El primero sirve de modelo al segundo, que imita
al primero.
Del Cosmos (el mundo de las cosas) dice Platón que tuvo que nacer, porque es visible,
tangible y tiene cuerpo. Respecto a cómo se originó, da la siguiente explicación en el
Timeo:
- Un artífice divino, el Demiurgo (significa «artesano», en griego) fue la causa activa e
inteligente que lo formó (inspirado quizás en el Noûs de Anaxágoras).
- El Demiurgo actúa teniendo como modelo el Mundo de las Ideas.
- Dio forma al mundo a partir de una materia preexistente, caótica y móvil.
- El espacio vacío también preexiste.

Platón hace una reinterpretación matemática de los cuatro elementos de Empédocles. Al


fuego le corresponde un tetraedro; a la tierra, el cubo; el octaedro equivale al aire; y el
icosaedro al agua. Probablemente Platón quisiera asimilar el dodecaedro a la esfera, y
hacer coincidir ésta con la totalidad del cosmos.
A modo de síntesis, las características más destacables de la cosmología platónica son
las siguientes:
1º. Tiene una concepción teleológica del Cosmos (la primera en la historia de la filosofía):
Para Platón, el fin del Cosmos coincide con la causa que debe explicarlo todo, a
diferencia de la concepción mecanicista de los presocráticos.
2º. El optimismo platónico: éste es el mejor y más bello de los mundos posibles.
3º. Matematización del espacio y del cosmos: La masa preexistente con la que el
Demiurgo formó el cosmos sería materia ubicada en el espacio, con una estructura
matemática. Entiende todos los cuerpos físicos como cuerpos geométricos. Y los

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poliedros corresponderían no tanto a elementos, sino a estados de la materia (ígneo,
gaseoso, líquido o sólido). Por lo tanto, sería la estructura matemática de los cuerpos lo
que explica las cualidades, estados y posibles transformaciones de la materia (idea de
innegable modernidad).
4º. Divinización del cosmos: Los dioses olímpicos son sustituidos aquí por los astros-
dioses. Pero en Platón, como en los presocráticos, «dios» o «divino» designan
simplemente realidades de orden superior o dotadas de vida. No tienen el mismo sentido
que en la teología cristiana, por lo que resulta completamente infundado afirmar que
Platón era monoteísta al considerar divina la idea de Bien.

  1.5 Ética

El conocimiento, sirviéndose de la dialéctica y del amor, es el camino hacia las Ideas.


Pero por sí solo no basta: necesita, además, la virtud, la única que puede enseñarle el
camino hacia el Bien y la Justicia. Por otra parte, ningún ser humano aislado tiene
capacidad para ser bueno o sabio. Para ello necesita a toda la comunidad política, al
Estado. En la práctica, esto significa que sólo la virtud y el Estado hacen posible el acceso
a las Ideas, aunque sean las Ideas el fundamento último de la virtud y del Estado. Esta
especie de círculo conceptual culmina la filosofía platónica, que tiene una clara intención
ética y política, como dijimos.

  Teoría ética: La virtud


  • Distintos conceptos de «virtud». Según el diccionario de la Real Academia Española,
virtud es el hábito de obrar bien, por la disposición constante del alma a las acciones
conformes a la ley moral. Pero «virtud» no siempre tuvo el significado que hoy le
atribuimos. Al principio indicaba cualquier tipo de perfección o excelencia en hombres o
animales, fuese corporal o de comportamiento y aptitudes, sin contenido ético ninguno.
Homero entiende por virtudes las propias de la aristocracia militar de su tiempo: nobleza y
bravura. En otros poetas griegos (Píndaro, Teognis de Megara) la virtud es un don de la
divinidad, tiene carácter innato y no puede ser ni enseñada ni aprendida. Los sofistas, sin
embargo, transforman el concepto y entienden por virtudes las propias de la democracia,
especialmente la capacidad para dirigir los asuntos propios y los públicos, y la consideran
perfectamente enseñable y aprendible. Será con Sócrates y Platón cuando «virtud»
adquiera su sentido claramente moral, aunque ya Hesíodo y Solón habían afirmado que la
virtud consistía ante todo en la justicia.
• Tres conceptos de virtud en Platón (que no son excluyentes entre sí):
1º. Virtud como sabiduría: Es el concepto socrático, que Platón nunca llegó a abandonar
por completo. Pero quien adquiere esta virtud alcanza, según Platón, un "saber" de orden
superior: se trata del conocimiento de las Ideas de Bien, Justicia, Valor, Piedad y Belleza,
que representan la cumbre del alma humana. De esta manera intenta Platón superar el
relativismo en relación con la virtud que sostenían los sofistas. Estaba convencido de que
existe lo Justo-en-sí, y que no depende de culturas ni tradiciones o sociedades. Además,
intentó unificar todas las virtudes en la Idea del Bien.
2º. Virtud como purificación: Tanto en el Fedro como en el Fedón, el hombre virtuoso es
aquel que purifica su alma de las pasiones y prescinde cada vez más del cuerpo para
poder acceder mejor al Mundo de las Ideas. Es un concepto de virtud cargado de
resonancias pitagóricas. Pero en el Filebo (donde se discute si en la ética es más

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importante el saber o el placer) Platón admitirá que la vida buena y virtuosa es una vida
mixta en la que hay que saber aceptar el placer con moderación.
3º. Virtud como armonía: En la República habla de la justicia como la virtud fundamental,
que consiste en «el acuerdo de las tres partes del alma, como si fueran los tres términos
de una armonía [musical]» (443 d). La armonía se produce en el alma cuando «cada parte
hace lo que le es propio» (441 e), de manera que «dominen o sean dominadas entre sí
conforme a la naturaleza» (444 d). En concreto, se trata de que la parte racional sea
prudente (virtud propia de los gobernantes) para guiar a la parte irascible, cuya virtud
propia es la fortaleza o el valor; y ambas conjuntamente puedan controlar a la parte
apetitiva, cuya virtud fundamental es la templanza (propia de los artesanos). Quien
consiga este dominio será una persona armoniosa, justa y virtuosa. Para Platón la virtud
es la «salud, belleza y bienestar del alma» (444 e) y la justicia es la armonía del hombre.
Es Platón el primero que presenta la virtud dividida en tres categorías (prudencia,
fortaleza y templanza) y habla de la justicia como la armonía síntesis de todas las
virtudes.

1.6 Política

Platón presenta una clara correlación entre el alma y el Estado. Opina que la estructura
de la ciudad y clases sociales tiene su reflejo en el alma y, a su vez, las partes del alma
se corresponden con la estructura social. Por esa razón cuando habla de ética y virtudes
personales nos introduce, al mismo tiempo, en la política. Además, sólo en la ciudad justa
es posible educar a hombres justos, capaces de armonizar bien sus diferentes virtudes.
Sólo la pólis permite adquirir las virtudes éticas propias de un ciudadano honrado.

El tema de la República es la justicia en el individuo y en el Estado. Ofrece una utopía en


la que el gobierno pertenece a los filósofos. Platón se inclinaba por un gobierno
monárquico o aristocrático, donde la aristocracia era una aristocracia de la virtud y el
saber, no de sangre o linaje. En contra de lo que algunos sofistas opinaban, los
gobernantes no debían guiarse por la ambición personal ni por la fuerza, sino aspirar a la
contemplación del orden inmutable de las Ideas para que su acción política fuese un
reflejo de ellas (cf. el «mito de la caverna», donde los que consiguen salir de la caverna y
llegan a contemplar el sol de la Verdad, la Justicia y el Bien deben «volver a la caverna»
para guiar a los que siguen allí).
• El origen de la sociedad. La ciudad responde a las necesidades humanas, porque
ningún ser humano se basta a sí mismo y depende de los demás para la satisfacción de
sus necesidades, desde alimentación hasta educación y atención médica. Todos nos
necesitamos mutuamente, porque cada uno aporta su saber, experiencia y conocimientos
a la comunidad. Es la satisfacción de las necesidades lo que establece la división del
trabajo en la ciudad, a partir de tres tipos básicos de actividades que se corresponden con
las disposiciones naturales de la mayoría de los ciudadanos:
1ª. Artesanos (actividades productivas).
2ª. Guardianes o guerreros (encargados de la defensa).
3ª. Gobernantes (actividad política y gobierno).

• Las clases sociales. La ciudad, según Platón, se compone de tres clases sociales que
se corresponden con las tres partes del alma. Presenta una organización política

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estrictamente jerarquizada. Parte de que no todos los hombres están igualmente dotados
por naturaleza ni deben realizar las mismas funciones. En cada uno predomina un alma y
ha de ser educado para las funciones que deba realizar (la educación debe ser idéntica
para hombres y para mujeres). El Estado, según Platón, es ante todo una institución
educativa. Por otro lado, la existencia de los ciudadanos está en función del bien de la
colectividad, y esto justifica para Platón un comunismo total para las clases superiores,
que incluye la abolición de la propiedad privada y de la familia. Pensaba Platón que de
este modo los gobernantes y los guerreros estarían a salvo de los peligros de la ambición
personal o familiar.
- Los artesanos: Ofrece los recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas
(alimentos, etc.), mediante un trabajo productivo de bienes y servicios. Platón no explica
por qué es "natural" que unos tengan que servir a la ciudad y otros beneficiarse de su
trabajo.
- Los guardianes o guerreros: Tienen como función defender la ciudad de posibles
invasores, extranjeros o bárbaros, y también aplacar los conflictos internos. Es la más
importante, porque de esta clase saldrán los gobernantes (los mejores entre los
guardianes). Su educación y preparación deben ser la propia de una élite, puesto que de
ellos dependerá el buen funcionamiento de la ciudad. Además, tendrán un régimen
especial de vida: se alojarán en viviendas separadas de las del resto de los ciudadanos;
no poseerán riquezas propias, ni vivienda privada, ni familia, ni mujeres. Se mantendrán
en régimen de matrimonio monogámico permanente. Se casarán con mujeres de su
misma clase para preservar la pureza del grupo.
- Los gobernantes: Son los árbitros absolutos de la vida política, y sólo se justifican en el
cargo si llegan a ser los más sabios. Deben ser seleccionados entre los mejor dotados y
estar sometidos, entre los 20 y 30 años, a una formación científica muy especial.
Normalmente procederán de los guardianes perfectos, aquellos que, al final de su
formación, llegan a ser filósofos casi perfectos, capaces de poner como fundamento del
Estado la Verdad, la Justicia y el Bien.

• Teoría de las diferentes formas de gobierno. Según Platón, el devenir histórico de los
Estados les conduce a la degradación progresiva (contra el optimismo de Protágoras, que
entendía la historia como progreso). El criterio que utiliza Platón para establecer sus
preferencias por uno u otro sistema político es la capacidad intelectual y preparación
filosófica que cada forma de gobierno requiere:
  1º. Aristocracia ("gobierno de los mejores"): Es la forma más perfecta de gobierno, tanto
si manda una persona sola como si lo hacen varios.
2º. Timocracia: Es el gobierno de los que tienen cierta renta y honor. En él no mandan los
mejores, sino los más ambiciosos y guerreros, más amigos de la guerra que de la buena
gestión política pacífica.
3º. Oligarquía: Gobierno de unos pocos, los explotadores, los que están a la caza de
puestos y riquezas. Esto no significa que siempre gobiernen mal.
4º. Democracia: Gobierno del pueblo, donde predomina la libertad -sobre todo de
expresión-, normalmente cuando el pueblo llano expulsa a los ricos del poder y permite
una libertad inmoderada, que a menudo supone el desprecio de las leyes. La falta de una
autoridad rígida que domine a los demás y el hecho de que todos se consideren igual
puede suponer, con frecuencia, la perversión del orden social y de la fuerza.

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5º. Tiranía: Es la ruina y degradación del Estado, la peor forma de gobierno. A menudo es
consecuencia de la democracia y de no saber hacer uso de la libertad, lo cual obliga a
que alguien tome el poder e imponga su dominio por la fuerza. La necesidad de líder es lo
que justifica que el pueblo demande un tirano. Pero este suele embriagarse fácilmente de
poder y, en la práctica, hace surgir la mayor de las esclavitudes.
 
Platón estaba convencido de que el orden en que expone sus críticas a las diferentes
formas de gobierno reflejaba la sucesión de formas políticas en Grecia. Pero
históricamente no fue así.
 
• Otros aspectos de su teoría política: Platón fue el autor del primer ensayo de teoría
política que conocemos. Está en la línea de un movimiento mucho más amplio de crítica a
la democracia -al que pertenecían también Isócrates, Jenofonte y Aristófanes, por
ejemplo-. Hay que tener en cuenta que la democracia ateniense, por su peculiar
estructura, se prestaba a muchas manipulaciones. Platón dirige sus ideas políticas contra
las doctrinas relativistas de los sofistas, pretendiendo ofrecer un modelo inmune al paso
del tiempo y a las diferencias culturales porque, según Platón, responde al orden eterno e
inmutable de las Ideas.

En uno de sus últimos diálogos, las Leyes, Platón se muestra muy desilusionado por sus
fracasos políticos en Sicilia y propone una ciudad imposible: encerrada en sí misma y
autosuficiente, sin comercio exterior, dominada por una aristocracia agraria (sin industria),
bajo un estrecho sistema de vigilancia mutua, donde todo -hasta los juegos de los niños-
está rígidamente legislado para impedir la más mínima variación.

La República, por último, presenta una utopía política reaccionaria, según la cual toda la
comunidad política debe permanecer sujeta a una clase gobernante aristocrática. Según
Platón, «al formaros los dioses hicieron entrar oro en la composición de cuantos están
capacitados para mandar; plata en la composición de los auxiliares (guardianes o
guerreros); bronce y hierro en la de los labradores y demás artesanos». Asegura que
todos serán felices en la ciudad si cada uno actúa según su propia naturaleza y realiza su
tarea. Pero eso no explica por qué a unos les corresponde labrar la tierra y a otros
gobernar. Tampoco detalla los mecanismos mediante los cuales la naturaleza impone
tales cosas.

Para Platón, la cuestión política es también ética: cada ciudadano debe practicar aquellas
virtudes propias del grupo social al que pertenece, y en eso consiste la Justicia. Pero
¿quién decide la pertenencia a un determinado grupo social? Platón tenía una concepción
estática de la sociedad, basada en un rígido determinismo incompatible con otros ideales
griegos de libertad, democracia y participación igualitaria de los ciudadanos en el
gobierno. En las Leyes hay algunos pasajes donde reconoce que muchas de sus
propuestas constituyen un ideal, difícil o imposible de poner en práctica.

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2. ARISTÓTELES

2.1 Biografía

Nace en Estagira (hoy se llama Stavros) en el año 384, recién terminada la guerra del
Peloponeso. No es ateniense, sino macedónico. Era hijo del médico Nicómaco, amigo del
rey Amintas II de Macedonia. Muy pronto quedó huérfano y su tutor lo envió a estudiar a
Atenas, a la Academia de Platón, en la que permaneció 20 años. Se hizo discípulo y muy
amigo de Platón, quien la dejó una profunda huella en todo su pensamiento y
preocupaciones filosóficas. Una de sus primeras obras, el diálogo Sobre el alma, muestra
posiciones filosóficas muy cercanas a Platón. No heredó de su maestro el interés por las
matemáticas, pero sí la pasión por los problemas metafísicos. No obstante, conforme
Aristóteles madura su pensamiento va distanciándose de las tesis platónicas y llega a ser
muy crítico con ellas. Cuando Platón muere, Aristóteles tiene 37 años y se va de Atenas.
A este primer período corresponden sus obras «exotéricas», la mayoría diálogos al estilo
platónico de los que apenas se conservan fragmentos:
- Eudemo (acerca de la inmortalidad del alma).
- Protréptico (una invitación a la filosofía, dirigida a gobernantes).
- Sobre la Filosofía (una crítica a la teoría de las Ideas y propuesta de una religión astral).

Es probable que Aristóteles abandonara la Academia por desacuerdos con el sucesor de


Platón en la dirección, su sobrino Espeusipo, quien acentuó las tendencias pitagorizantes
del platonismo. Aristóteles marchó a Assos, en la Jonia, donde fundaron una escuela
filosófica con la pretensión de desarrollar la verdadera herencia del platonismo, ayudados
en parte por el tirano Hermías, rey de Assos. Después se trasladó a Mitilene, en la isla de
Lesbos, por invitación de Teofrasto. Dedicó los cinco años de estancia allí (37-42 años) a
redactar sus cursos, las que se conocen como sus obras esotéricas (el material para
impartir los cursos en la Academia).

En el 343 Filipo de Macedonia llama a Aristóteles para que se haga cargo de la educación
de su hijo Alejandro, de 13 años (Aristóteles tenía 42). Alejandro se hace muy pronto
regente de Macedonia por la ausencia de su padre, y Aristóteles le acompaña en muchas
de sus expediciones militares durante casi ocho años. A petición suya, Alejandro
reconstruye la ciudad de Estagira, destruida años atrás por los macedonios, y le envía
grandes sumas de dinero para sus investigaciones y estudios de Historia Natural. Éste
será una época (segundo período) enormemente creativa para Aristóteles. Escribe gran
parte de sus tratados de Lógica, la Física, la Ética a Eudemo, parte de la Política y de la
Metafísica. Todavía se seguía considerando platónico, pues emplea con frecuencia la
expresión «nosotros, los platónicos». Será en los cursos de la próxima etapa cuando
hable ya de «los platónicos» en tercera persona.

En el 336 muere asesinado Filipo y le sucede su hijo Alejandro, quien termina en el 335
de someter y pacificar Grecia. Aristóteles vuelve a Atenas. Jenócrates, un antiguo
compañero suyo, dirigía entonces la Academia, pero con un marcado acento pitagorizante
que la sumió en una cierta decadencia. Aristóteles se distancia de ella por completo y
funda su propia escuela, el Liceo (cerca de un gimnasio dedicado a Apolo Licio). Esta

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escuela era conocida también como «el Peripato» (de perípatos, «paseo» en griego), y
sus discípulos como los «peripatéticos», quizás por su costumbre de dar las clases
paseando.
En 323 muere Alejandro (con apenas 33 años) y estalla en Atenas la agitación
antimacedónica. Aristóteles se siente en peligro (fue acusado de «impiedad», como
Sócrates) y, «para evitar un segundo atentado contra la Filosofía», decide refugiarse en
Calcis, en la isla de Eubea -patria de su madre-. Allí, lejos de sus discípulos, morirá poco
después, a los 62 años. Al frente del Liceo le sucederá Teofrasto. Aristóteles fue acusado,
con razón, de «macedonismo», puesto que había sido tutor de Alejandro y amigo íntimo
de su regente, Antípater. Pero no siempre mantuvo relaciones cordiales con Alejandro: no
compartía sus aspiraciones universalistas y hubiera preferido que los persas hubieran
sido tratados como esclavos, en lugar de hacerlos ciudadanos griegos.

2.1 Metafísica

Está formada por pequeños tratados o «cursos» que Aristóteles elaboró en los últimos
períodos de su pensamiento. Tratan acerca de lo que Aristóteles llamó «sabiduría» o
«filosofía primera». El nombre de "metafísica" se debe a Andrónico de Rodas, el
compilador de su obra, quien le llamó así porque iban después de los libros sobre Física
en su ordenación. Por «filosofía primera» entiende Aristóteles lo que Platón llamó
«sabiduría»; pero le atribuye un carácter simplemente especulativo, sin ponerla en
relación con la búsqueda de la felicidad o la vida virtuosa, como hacía Platón. En lugar de
eso, habla de una «filosofía segunda» dedicada al estudio de la virtud y la felicidad, la
ética.

Si sólo puede haber ciencia de lo universal, la metafísica se ocupa de lo más universal


que existe, «el ser en cuanto ser y sus atributos esenciales». Las demás ciencias sólo se
ocupan del ser desde un determinado punto de vista, y por eso se les llama «ciencias
particulares». Puesto que la filosofía primera se ocupa del ser en su totalidad, es una
ontología ("ciencia del ser"). No obstante, hay apartados de la Metafísica en los que
Aristóteles afirma que «la ciencia por excelencia debe tener por objeto el ser por
excelencia» (VI, 1, 1026 a 21). Este ser por excelencia es Dios. En este sentido, la
filosofía primera sería una teología. Es muy probable que esta concepción corresponda a
los fragmentos más antiguos de la metafísica, escritos cuando Aristóteles todavía estaba
muy influido por el platonismo.

Aristóteles afirma la unidad del ser: «el ser y la unidad son una misma cosa». Pero no se
trata de la unidad del ser que pretendía Parménides (era más bien unicidad: el ser es
único). Para Aristóteles hay formas de «ser», pero todas se refieren a una forma
primordial, al «ser» propiamente dicho: la sustancia. Y la sustancia no es única, porque
existen muchas (muchos «seres» diferentes). Todas las demás formas de ser son sólo
modificaciones o accidentes de la sustancia: cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo,
posición, estado, acción y pasión. Sustancia y accidentes son las categorías supremas
del ser.
La sustancia y los accidentes: Para Aristóteles, el ser es la sustancia, y reprocha a Platón
que sólo considerara verdaderamente real a la Idea (separada de las cosas individuales).
Aristóteles sólo considera sustancias a los individuos concretos (árbol, mesa, perro...). De

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esta manera devuelve su auténtica realidad y valor a las cosas de este mundo: sólo a las
cosas reales, a los individuos concretos, debemos considerarlos «ser» o «sustancias».

Aristóteles observaba que tras los cambios de apariencia que afectan a casi todos los
objetos permanece siempre algo inalterado. Eso que permanece idéntico e inalterado, el
sustrato material al que no le afectan los cambios, es la sustancia. La sustancia es la
«physis», la naturaleza o el principio fundamental del ser. La sustancia no equivale a
mera suma de elementos materiales, como oxígeno más hidrógeno en el caso del agua.
Es la unidad de todos los componentes, materiales o no, que forman la naturaleza de un
individuo, su totalidad o principio constitutivo. Cada individuo tiene su propia sustancia,
perfectamente diferenciable de la de los demás.

La sustancia tiene entidad por sí misma, es el soporte real sobre el que descansan todas
las demás cualidades cambiantes de las cosas. Estas cualidades cambiantes son los
accidentes (el color, la dureza de un material, su forma, su temperatura, etc.). Los
accidentes existen sobre una base proporcionada por la sustancia: no existe el color
blanco en abstracto, sino mesas blancas, papel blanco, pintura blanca, etc. Tampoco
existe el frío por sí mismo, sino nieve fría, cuerpos fríos, metal frío, etc. Mientras la
sustancia es un ser por sí mismo (ens in se), el accidente es un ser que necesita de otro
para existir (ens in alio).

Aristóteles distingue dos tipos de sustancias: sustancias primeras (los individuos


concretos, como Sócrates, la farola o el tenedor) y sustancias segundas (la especie y el
género: «humano», «animal», «vegetal»...). En sentido estricto, sólo los individuos
concretos deben ser considerados sustancias. Pero puesto que las especies y los
géneros son también algo real, no meros conceptos, de lo cual se ocupa la ciencia,
también deben ser consideradas sustancias, aunque no existen separadas de la
sustancia primera (de los individuos), sino en ella (en los individuos concretos).
La materia y la forma: A diferencia de Platón, Aristóteles admite que la sustancia puede
estar sometida a procesos de desarrollo vital y devenir (génesis), como observaba
frecuentemente en los embriones de ave, mamíferos o reptiles. Así, la sustancia primera
no será simplemente algo estático (una Idea eterna en Platón), sino una realidad capaz
de desarrollarse, devenir, perfeccionarse y crecer. Es un ser precario, que nace y puede
perecer. La mejor manera que Aristóteles encontró para explicar esta propiedad de la
sustancia, de los individuos concretos, fue considerarla un compuesto (s?vo?ov, snolon)
de materia (ulh, hylé) y forma (morfh, morphé). Un texto de Aristóteles ilustra bien esta
idea:
• Forma es la esencia de la cosa, la sustancia segunda, la especie, y es eterna. Pero sólo
existe en la materia. Cuando fabricamos algún objeto de metal, madera o piedra
producimos en realidad un compuesto con una forma determinada. Por eso la forma no
puede existir sin la materia. La forma es el elemento más universal de las cosas, algo
intrínseco a ellas. Aristóteles da prioridad a la forma sobre la materia. La considera la
verdadera esencia del individuo.
• Materia es, por ejemplo, el bronce o la madera. A estas cosas le llama Aristóteles
materia próxima o segunda, perceptible por los sentidos. Admite cualquier forma. Pero
habla también de una materia primera absolutamente indeterminada, carente de forma,
cualidades o extensión, incapaz de existir independientemente. Esta noción recuerda al

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àpeiron de Anaximandro, o a la materia primordial del Timeo. Sería algo así como el
sustrato último de toda materia, del cual el bronce ya sería una esencia o forma
determinada. Dicha materia primera también sería eterna, pero imperceptible por los
sentidos, sólo por la inteligencia.

Aristóteles concede prioridad a la forma porque es, al mismo tiempo: 1) la esencia de


cada cosa; 2) la naturaleza o "principio" inmanente de actividad. Sólo la forma es definible
y cognoscible. Es lo común a toda especie (eîdos), por lo que tiene un carácter supra-
individual (existe antes que el individuo y lo trasciende).
La potencia y el acto: Es una de las aportaciones más importantes de Aristóteles a la
filosofía occidental. Parece una generalización a partir de la distinción entre materia y
forma, cuya finalidad sería dar una explicación satisfactoria al devenir (a las
transformaciones) de la sustancia. La distinción entre potencia y acto surge como un
intento de afrontar con éxito el problema de la explicación física del movimiento.
Parménides había reducido la realidad a algo estático e inmóvil, la esfera compacta del
Ser. Heráclito entendió que todo era movimiento y devenir continuo. Platón intentó
superar el inmovilismo parmenídeo y el excesivo movilismo de Heráclito distinguiendo dos
tipos de realidad distintos: el Mundo Sensible, donde sí hay movimiento, transformaciones
y cambios continuos; y el Mundo Inteligible, poblado exclusivamente de Ideas eternas e
inmutables, al que consideraba la verdadera realidad. Pero Aristóteles habla del Ser, por
un lado, y de una forma muy peculiar de no-ser: la potencia. Con este concepto cree
poder explicar los cambios que se producen en la sustancia, su devenir:
Todo ser tiene dos aspectos o dimensiones: «lo que ya es» (acto) y «su capacidad para
llegar a ser lo que aún no es» (la potencia). Aristóteles no define estos términos;
simplemente proporciona ejemplos y analogías para entenderlos. Parte de que todos los
seres naturales están en movimiento, puesto que la naturaleza es principio de movimiento
y de cambio. Así, la naturaleza de la semilla hace que germine, crezca, se desarrolle y
cambie. Todo ser natural se mueve por sí mismo, sin que nadie tenga que empujarle
desde fuera. De los seres naturales que primero son inmóviles y después adquieren
movimiento podemos decir que tenían movimiento «en potencia», que estaban
potencialmente capacitados para moverse o que su movilidad estaba en potencia antes
de hacerse realidad por primera vez. Esto significa que entre el ser y el no-ser hay algo
intermedio: el ser en potencia.

Aristóteles distingue entre potencia activa (capacidad para producir una acción o un
efecto) y potencia pasiva (posibilidad de pasar de un estado a otro o de ser afectado por
un agente o potencia activa). La potencia activa se encuentra en el agente, y la pasiva en
el que experimenta el efecto de la acción. Aristóteles pone un ejemplo: el fuego tiene el
poder de quemar, y la mecha la posibilidad de ser quemada.
La potencia y el acto son dos cosas diferentes. Una cosa puede poseer la potencia de ser
y, sin embargo, no ser; o de no ser y, sin embargo, ser; o de caminar y, sin embargo, no
caminar»

El acto posee prioridad absoluta sobre la potencia. Desde un punto de vista lógico, la
potencia sólo puede ser potencia de un acto determinado. Aunque una semilla parezca
cronológicamente anterior al acto, no es así: la semilla procede de un árbol en acto. El
acto es el fin de la potencia, aquello hacia lo que está orientada la potencia: «los animales

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no ven porque tienen vista, sino que tienen la vista para ver». Aristóteles tenía una
concepción finalista o teleológica de la realidad.

En Aristóteles, potencia-acto y materia-forma son pares de conceptos paralelos. La


materia está en potencia respecto a la forma; la forma es lo que actualiza la materia, la
perfecciona y le confiere su ser. La forma siempre es acto. Aristóteles incluso apunta una
explicación del Universo según la cual el origen del universo está en la existencia de
formas puras, absolutamente libres de materia, y siempre en acto. Serían algo así como
los dioses que mueven el universo. En este aspecto, la metafísica de Aristóteles ser
convierte en una especie de Teología que sirve de fundamento a la Física.

2.3 Conocimiento

Entre los filósofos griegos y ya desde los presocráticos, la sensibilidad y la experiencia


estaban muy devaluados como fuente de conocimiento. Según Parménides, los sentidos
proporcionan conocimiento engañoso (opinión, dóxa) y sólo la razón permite conocer la
realidad de manera fiable. Platón únicamente consideraba verdadero el conocimiento de
las Ideas, para lo cual los sentidos eran un continuo estorbo. Pero Aristóteles adopta una
perspectiva opuesta: no duda en devolver todo su valor a lo empírico, sobre todo en su
última época. Su teoría del conocimiento, por lo tanto, será empirista. No admite más
mundo que el de la experiencia, el mundo conocido por nuestros sentidos. Los seres
reales son únicamente las sustancias individuales y corpóreas, compuestas de materia y
forma. Esto significa, en otras palabras, que los cuerpos poseen un principio de
inteligibilidad: su forma o esencia inmanente. Por lo tanto, el conocimiento sólo es posible
cuando se ocupa de las cosas sensibles de este mundo. Todo conocimiento comienza por
las sensaciones y suele terminar en el pensamiento.

Aristóteles no admite la preexistencia del alma y explica el conocimiento a partir de los


datos que nos proporcionan los sentidos. Afirma que todo conocimiento surge a partir de
una percepción sensible, y el alma racional no puede pensar nada si primero no ha
recibido las representaciones, sensaciones o materiales que le suministran los sentidos.
Es decir: «no hay nada en el entendimiento que primero no estuviera en los sentidos».
Los sentidos (órganos más las facultades correspondientes) son «receptores de las
formas sensibles sin la materia, lo mismo que la cera recibe la marca de un anillo sin el
hierro o el oro». La facultad de sentir, por lo tanto, es una potencia que se actualiza por la
presencia del objeto sensible, que siempre es una cosa individual (algo material,
corpóreo). «La facultad sensitiva es en potencia lo que lo sensible es ya en acto y llega a
hacerse semejante a lo sensible». Según esto, "sentir" es captar una forma sensible que
está en un cuerpo, pero captarla sin su materia. Gracias a la presencia de un cuerpo u
objeto sensible, la mera posibilidad de sentir se convierte en el acto de sentir, y esta
facultad se identifica de alguna manera con lo percibido. El ojo que contempla el bosque
«se apodera» de las formas del bosque (sus colores, siluetas, olores, sonidos...) y se
puede decir que el bosque «está» en él (aunque sea en sentido figurado, inmaterial).
Todos los seres vivos están provistos de órganos sensibles. Si falta un sentido, falta
también el conocimiento correspondiente. Pero el conocimiento sensible no tiene por qué
ser engañoso o inseguro. Cuando captan el objeto para el que fueron diseñados,

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proporcionan una total seguridad y certeza. No obstante, Aristóteles distingue varios
niveles de conocimiento:
- Sensación: Es común a humanos y animales. Es el nivel más bajo. Produce memoria
sensitiva.
- Imaginación: Común a humanos y animales. «Los animales viven con imágenes y
recuerdos»; «y del recuerdo nace en los hombres la experiencia».
- Experiencia: Es la coordinación racional de sensaciones, no una mera acumulación de
datos proporcionados por los sentidos. Sólo la tienen los humanos.
- Entendimiento: Es la capacidad de discurrir racionalmente, de razonar, y sólo la tienen
las personas capaces de pensar y argumentar racionalmente. Hay dos tipos de
entendimiento:
(i) Entendimiento pasivo: recibe las imágenes que le presentan las facultades inferiores
(los sentidos). Percibe las cosas, los objetos materiales, físicos. Tiene en «potencia» la
capacidad para recibir y conocer las formas universales inteligibles y pasa a acto
mediante el entendimiento agente (activo).
(ii) Entendimiento activo: Lo llama también agente porque es el que abstrae la esencia,
los conceptos universales, de las cosas. En esta tarea de elaborar conceptos a partir de
cosas singulares el entendimiento agente funciona de manera análoga a la «causa
eficiente» y hace que los contenidos en potencia del entendimiento pasivo pasen al acto.
Su función es imprescindible en la tarea intelectual.

2.4 Antropología

La evolución del pensamiento aristotélico se hace más evidente en su teoría sobre el


alma (en su antropología) que en ningún otro aspecto. En un primer período defiende una
visión dualista del ser humano, compuesto de alma racional inmortal y de naturaleza muy
parecida a las Ideas (p.ej. en el Eudemo). Y en el Protréptico muestra una visión
pesimista del cuerpo, entendido como cárcel del alma cuya liberación sólo se consigue
con la muerte.

En un segundo período abandona el dualismo y adopta una especie de instrumentalismo


mecanicista. Aunque todavía habla de cuerpo y alma como dos cosas distintas, ya no son
antagónicas, sino perfectamente adaptadas la una a la otra. Su alejamiento del
platonismo y el creciente interés por los estudios biológicos le llevan a negar
expresamente la inmortalidad del alma (p.ej. en la Ética a nicómaco).

En el tercer período aplica su teoría hilemórfica (materia-forma) al ser humano y


considera la psicología como parte de la física. Ahora es cuando escribe su famosos
tratado Sobre el alma, donde se contienen sus nociones antropológicas más importantes.

• Parte del estudio del ser humano como un organismo vivo completo, porque las
actividades que normalmente se atribuyen al alma no podría realizarlas sin el cuerpo. Por
lo tanto, rechaza considerar el alma como algo separado del cuerpo. Cualquier ser vivo
(animal o vegetal) debe ser estudiado como un todo completo. De ese estudio se ocupa el
«físico». Y el primer paso será averiguar a qué género o categoría pertenece el objeto de
estudio.

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«Hay que considerar sustancias sobre todo a los cuerpos naturales, algunos de los cuales
están vivos (se alimentan, crecen y perecen por sí mismos) y otros son inanimados. Por
eso todo cuerpo natural vivo es una sustancia compuesta [de materia y forma]. Puesto
que se trata de un cuerpo vivo, el cuerpo será el sustrato o la materia, y el alma la forma
de ese cuerpo natural que posee la vida en potencia. Por lo tanto, si hay que formular una
definición general del alma, que se aplique a toda especie de alma, diremos que el alma
es el acto [enteléchia] primero de un cuerpo natural organizado. Así, ya no es necesario
preguntarse si el alma y el cuerpo son una misma cosa, como tampoco se hace en el
caso de la cera y el sello sobre ella. Si aplicamos esto a las partes de un cuerpo vivo,
diríamos que si el ojo fuera un animal, la vista sería su alma. Y si el ojo es la materia de la
vista, si ésta se pierde ya no hay ojo (salvo por homonimia, como un ojo de piedra o un
ojo pintado). Igual que el ojo es la pupila unida a la vista, así el animal es el alma unida al
cuerpo. El alma, por tanto, no es separable del cuerpo.

• Por lo tanto, cuerpo y alma constituyen una única sustancia, y guardan entre sí la misma
relación que la materia y la forma. El alma es la forma del cuerpo, pero de un cuerpo
organizado (un «organismo estructurado de un modo muy particular»). Esto le lleva a
considerar absurda la doctrina de la reencarnación: el alma no puede ser forma de
cualquier cuerpo. Puesto que el alma es el principio de toda la actividad del ser vivo, no
es nada distinto de esas funciones. «Si el ojo fuera un animal, la vista sería su alma». Es
decir: cuerpo y alma no son separables. Un cuerpo sin alma dejaría de ser un animal o un
organismo vivo. Y un alma sin cuerpo no sería nada. Queda excluida, por tanto, la
preexistencia del alma o su existencia más allá de la muerte.

• Aristóteles defiende la unidad del alma y la sitúa por todo el cuerpo, no en partes
concretas. La insistencia en la unidad total del ser vivo implica que no es el alma la que
siente o piensa, sino todo el ser humano gracias al alma. Pero sí le asigna funciones al
alma: Función nutritiva o vegetativa (incluye las funciones de crecimiento, nutrición y
reproducción); Función sensitiva (superior, de la que derivan la función apetitiva, los
deseos, las percepciones y la función motriz); Función pensante (tiene la capacidad de
pensar y entender. Incluye dos principios, uno activo [entendimiento agente] y otro pasivo
[entendimiento paciente]. El alma vegetal posee sólo la primera, el animal también la
segunda, y el alma intelectiva humana las tres.
En Aristóteles, el conocimiento es «humano»: es toda la persona -cuerpo y alma- la que
conoce, no sólo su alma. No existe conocimiento independiente del cuerpo. Además, todo
conocimiento humano será mezcla de conocimiento sensible (viene del cuerpo, de los
sentidos) y conocimiento intelectual (procede del alma racional). Esta reflexión implica
una visión jerárquica de los seres vivos y de sus almas correspondientes.

2.5 Física

La Física (o Naturaleza) fue el principal objeto de estudio de los filósofos jonios y de otros
como Empédocles, Anaxágoras y los atomistas. Parménides consideró a la naturaleza
fuente de conocimiento engañoso, (mera "opinión"), pues su filosofía del Ser implicaba
una negación de la naturaleza misma. Para Platón la naturaleza no podía ser objeto de
ciencia estricta, porque la verdadera ciencia sólo podía ocuparse de Ideas (esencias); la
consideraba simplemente fuente de conjeturas, sugerencias o mitos carentes de valor

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científico. Fue Aristóteles quien dio a la Naturaleza su auténtico valor de fuente para el
conocimiento científico. La naturaleza nos muestra seres compuestos de materia y forma,
en movimiento. Es una fuente de conocimiento valiosa por sí misma, tanto como puedan
serlo las Matemáticas (estudian sólo formas abstraídas de la materia) o la Teología
(estudia formas puras que existen independientemente de la materia).

Todo ser natural posee en sí mismo un principio de movimiento y de reposo, tanto


respecto al lugar como respecto al crecimiento y decrecimiento o respecto a la alteración,
porque la naturaleza (phsis) es el principio (arché) y causa (aitía) del movimiento y del
reposo de las cosas en que se encuentra inmediatamente, por sí misma y no
accidentalmente. La naturaleza es la forma (morphé) y la esencia (eîdos), que sólo
pueden separarse en el pensamiento. En cuanto al compuesto de materia y forma, hay
que decir que no es una naturaleza, sino un ser natural o por naturaleza, como es el
hombre»
Naturaleza, en su sentido primitivo y fundamental, es la esencia [ousía, entendida como
"sustancia segunda"] de los seres que poseen, en sí mismos, el principio de su
movimiento. La materia no es llamada naturaleza sino en cuanto es capaz de recibir este
principio; e igualmente el devenir y el crecimiento reciben el nombre por ser movimientos
procedentes de este principio. La naturaleza, en este sentido, es el principio de
movimiento de los seres naturales, inmanente a ellos, en potencia o en acto»
Por lo tanto, la naturaleza de los llamados "seres naturales" es su forma, pero entendida
como principio último o causa del movimiento de las sustancias corpóreas. Es un principio
inmanente al ser natural: éste posee en sí mismo el principio radical de su desarrollo y de
sus transformaciones. Por eso la sustancia aristotélica no es algo estático, sino un ser en
desarrollo, en devenir, en perpetuo proceso de realización desde dentro de él mismo,
desde su propia naturaleza. Esto vale especialmente para los seres vivos: Aristóteles
toma como modelo de la realidad a los organismos vivos, y su pensamiento es
fundamentalmente biológico.

La Física se ocupa de establecer las causas de los seres naturales. La causa o principio
radical de cada cosa es su propia naturaleza. Aristóteles afirma que es precisamente
analizando la noción de «causa» donde mejor podemos captar el aspecto dinámico del
ser. Todo lo que llega a ser tiene una causa. Según Aristóteles, «causas son todos
aquellos factores que son necesarios para explicar un proceso cualquiera». Las críticas
de Aristóteles a los filósofos anteriores obedecen al hecho de que la mayoría se fijaron
sólo en una causa (Tales de Mileto en el agua, Heráclito en el fuego, Anaxímenes en el
aire y Empédocles en fuego, aire, tierra y agua). Platón habló de dos causas, la formal
(las ideas) y la material, pero estableciendo un abismo entre una y otra y dejando la
forma, las ideas, fuera de las cosas. Aristóteles, sin embargo, pensaba que era preciso
ampliar la propia noción de "causa" para incluir todos sus aspectos. Valga este texto:
Por lo tanto, son cuatro causas en total: 1) causa material (la madera con la que está
hecha una mesa); 2) causa formal (la forma de la mesa); 3) causa motriz o eficiente (el
carpintero) y causa final (utilizarla para apoyarse). Por causa material se refiere
Aristóteles a un sustrato indeterminado que puede recibir cualquier forma, en principio. La
causa formal es lo que hace que la materia indeterminada pase a ser algo determinado.
Se identifica con la esencia y con la naturaleza. Tanto la causa material como la formal
son intrínsecas. La eficiente es lo que provoca los movimientos, cambios o

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transformaciones. Y la final es lo que da sentido a la acción del agente, el fin al que
apunta el cambio. La eficiente y la final son extrínsecas.
La causa final no fue objeto de reflexión para ningún filósofo anterior, según Aristóteles,
por lo que él sólo considera suficiente su noción de causa.

En sus propias palabras, el movimiento es «el acto (enteléchia) de lo que está en potencia
en cuanto está en potencia». Esta formulación ya sugiere que para Aristóteles no
resultaba fácil comprender la esencia del movimiento, ya que no es ni acto ni potencia,
sino una especie de «acto incompleto»: es la actualización de lo que está en potencia,
mientras sigue estando en potencia. Cuando la potencia se ha actualizado plenamente (y
el sujeto está en acto perfecto), cesa el movimiento. Si el sujeto está en pura potencia,
aún no está en movimiento (no ha comenzado a moverse).
Por lo tanto, el movimiento es una especie de realidad intermedia: «Todo cambia desde el
ser en potencia hasta el ser en acto». En fórmula típica para expresarlo, aunque no sea
aristotélica: «El movimiento es el paso de la potencia al acto».
En el último libro de la Física Aristóteles afirma que el tiempo y el movimiento son eternos.
Es imposible rastrear la cadena de generaciones que dieron lugar a los seres vivos,
porque se remonta hasta el infinito. Tampoco tendrán fin, una vez iniciados el movimiento
y el tiempo. Sin embargo, Aristóteles considera necesaria la existencia de un primer
motor, causa del movimiento eterno del cosmos. Así, puesto que el movimiento es el paso
de potencia a acto, debe haber un motor cuya energía o atracción haga pasar al móvil de
la potencia al acto, que ya posea en acto aquello que el móvil sólo posee en potencia.
El principio es claro: «todo lo que se mueve es movido por otro». Si el motor mueve
porque a su vez es movido por otro motor, tendremos que remontarnos hasta el principio
de la cadena, un primer motor que sea inmóvil pero que sea causa de todo el movimiento
del mundo, que es eterno aunque tenga su origen en este primer motor. No es una idea
contradictoria, puesto que el primer motor mueve al mundo desde toda la eternidad.

En diferentes fragmentos Aristóteles aplica al primer motor la idea de causa eficiente.


Sería un motor en contacto inmediato con la última esfera, en los límites del cosmos, y al
moverla ésta arrastra a todas las demás esferas interiores. Pero la esfera última del
cosmos no entra en contacto físico con el primer motor, porque carece de extensión. No
obstante, hay otro pasaje donde afirma que el primer motor mueve como causa final,
como "objeto de amor o de deseo". Aquí el primer motor aparece claramente separado del
mundo, entendido como "puro acto", absolutamente inmaterial, como un ser vivo, feliz y
autosuficiente. Aristóteles entiende aquí a Dios como una inteligencia que sólo se piensa
a sí misma.

2.6 Cosmología

Tiene algunas cosas en común con la de Platón. Pero la manera en que Aristóteles la
expuso y su verosimilitud, de acuerdo con los conocimientos naturales de la época, fue lo
que la mantuvo vigente durante toda la Edad Media, hasta la revolución científica del
Renacimiento. Sus características fueron:
1º. «Esencialista»: Todas las explicaciones apelan a la «naturaleza» o «cualidades»
inmanentes de los cuerpos físicos.

21
2º. «Teleológica»: El concepto de «finalidad» era fundamental en todas las explicaciones,
puesto que el motor inmóvil mueve como causa final. La finalidad de los movimientos
naturales es la realización de la propia «forma» o «naturaleza».
3º. «Dualista»: Aristóteles sustituye el dualismo platónico (Ideas-cosas) por otro: el mundo
supralunar (perfecto, «divino» e incorruptible) y el mundo sublunar (imperfecto y
corruptible).
4º. «Deductiva», no empírica: Afirma que el cielo es una esfera porque la esfera -figura
perfecta- es la más apropiada para los cuerpos celestes.
Aristóteles elaboró su cosmología en los comienzos de su obra. Se encuentra en el
diálogo Sobre la filosofía (donde se distancia de la cosmología platónica y habla del éter y
del carácter eterno e indestructible del cosmos) y en los tratados Sobre el cielo y Sobre la
generación y la corrupción, en los que distingue claramente dos regiones del cosmos:
- El mundo supra-lunar: Concibe a los astros como seres animados, no sometidos a
corrupción ni generación, estando su cuerpo hecho de un «quinto elemento» eterno e
incorruptible, el éter (etimológicamente significaba «lo que siempre fluye»). Los cuerpos
celestes tienen un movimiento perfecto: circular, eterno, regular. Cada astro está colocado
en una esfera de éter movida por un motor inmóvil. Por lo tanto, junto al primer motor
inmóvil que mueve el primer cielo o primera esfera, hay tantos motores inmóviles
(probablemente subordinados al primero) como esferas celestes. El universo es finito -
está encerrado en la esfera última de las estrellas «fijas»- y en él no existe el vacío. En
esto Aristóteles adoptó la teoría de Eudoxo de Cnido y Calipo, que hablaban de 33
esferas para explicar el movimiento de los astros. Pero se vio obligado a añadir otras 22
girando en sentido contrario para contrarrestar el movimiento de las 33 primeras. La
Tierra estaba en el centro de este sistema. Es una esfera inmóvil, a la que atribuyó un
tamaño muy inferior al real.
- El mundo sub-lunar es el escenario de la generación y la corrupción. Son cuatro los
elementos que figuran en la composición de todas las cosas, distintos de los de
Empédocles. Tienen una materia común, y sus diferencias dependen de la combinación
de cuatro pares de cualidades: cálido-seco (fuego), cálido-húmedo (aire), frío-húmedo
(agua) y frío-seco (tierra). Estos elementos pueden engendrarse mutuamente, por lo que
no son eternos. El movimiento típico de las cosas en el mundo sublunar es el rectilíneo,
no el circular, y siempre hacia arriba o hacia abajo. Ese movimiento no se debe a ninguna
fuerza o atracción (no admite la idea de «acción a distancia»); se trata de un movimiento
o tendencia «natural», es decir, debido a la naturaleza (physis) de los elementos. Así, el
fuego y el aire son ligeros, se mueven por su propia "naturaleza" hacia su lugar natural: el
cielo. La tierra y el agua se mueven hacia abajo porque son pesados, tienden hacia el
centro de la tierra (su lugar natural).
Aristóteles tiene una concepción jerárquica del universo:
a) Primero están los seres inmateriales e inmóviles: el primer motor y los motores
inmóviles de las esferas.
b) Luego los seres materiales pero incorruptibles y eternos: el primer cielo, las esferas de
los astros y los astros, todos ellos compuestos de éter.
c) Por último, los seres corruptibles, compuestos de los cuatro elementos, que hacen de
«intermediarios» entre la materia común ("materia primera") y la forma. La forma
representa la esencia y la especie, y es eterna. Sólo mueren y desaparecen los
individuos.

22
3.- SANTO TOMAS DE AQUINO

3.1 Biografía

Se conocen los acontecimientos principales de su vida, pero los biógrafos difieren en


cuanto a algunos detalles y fechas. Henry Denfile falleció antes de poder cumplir su
proyecto de escribir una vida crítica del santo. El amigo y alumno de Denfile, Dominic
Prümmer, O. P., profesor de teología en la Universidad de Friburgo, Suiza, se encargó de
la obra y publicó el "Fontes Vitae S. Thomae Aquinatis, notis historicis et criticis illustrati";
y el primer fascículo (Toulouse, 1911) ya ha aparecido, dando la vida de Santo Tomás por
Peter Calo (1300), publicado ahora por primera vez. Tolomeo de Lucca ... dice que
cuando murió el santo, se dudaba sobre su edad exacta (Prümmer, op. cit. 45).
Normalmente se da el fin de 1225 como el momento de su nacimiento. El P. Prümmer,
basándose en Calo, cree que 1227 es la fecha más probable (op. cit., 28). Hay un
acuerdo general en que su muerte ocurrió en 1274.

Landolfo, su padre, era Conde de Aquino. Teodora, su madre, Condesa de Teano. Su


familia estaba emparentada con los Emperadores Enrique VI y Federico II, y los Reyes de
Aragón, Castilla y Francia. Calo cuenta que un santo ermitaño predijo su carrera,
diciéndole a Teodora antes de su nacimiento: "Entrará en la Orden de los Frailes
Predicadores, y su conocimiento y santidad serán tan grandes que en vida, no se
encontrará nadie que le iguale". (Prümmer, op. cit., 18). A los cinco años, según las
costumbres de la época, fue enviado a recibir su primera formación con los monjes
Benedictinos de Monte Casino. Diligente en sus estudios, desde muy pequeño se observó
su buena disposición para la meditación y la oración, y su maestro se sorprendió al oírle
preguntar repetidas veces: "¿Que es Dios?"

Alrededor del año 1236, le enviaron a la Universidad de Nápoles. Calo dice que el
traslado se hizo por iniciativa del Abad de Monte Casino, quien escribió al padre de
Tomás que un chico de su talento no debe ser dejado en la sombra (Prümmer, op. cit.,
20). En Nápoles, sus maestros fueron Pietro Martín y Petrus Hibernos. El cronista dice
que pronto superó a Martín en gramática y fue transferido a Pedro de Irlanda quién le
formó en Lógica y ciencias Naturales. Las costumbres de la época dividían Filosofía y
Letras en dos cursos: el Trivium, que cubría Gramática, Lógica y Retórica; el Quadrivium,
que se componía de Música, Matemática, Geometría y Astronomía... Tomás repetía las
lecciones con mayor profundidad y lucidez que sus maestros. El corazón del joven se
había conservado puro en medio de la corrupción que le rodeaba, y decidió abrazar la
vida religiosa.

El 6 de diciembre de 1273, dejó su pluma y no escribió más. Tomás comenzó su


preparación inmediata para la muerte. Los Cistercienses le brindaron tantas atenciones y
bondad, que abrumaron el sentido de humildad de Tomás. "¿A qué viene tanto honor",
exclamó, "que siervos de Dios lleven la leña para mi hoguera?". Ante la insistencia de los
monjes, el santo dictó un breve comentario sobre el Cantar de los Cantares.

23
El final se acercaba; se le administró la Extremaunción. Murió el 7 de marzo de 1274.
Numerosos milagros atestiguaron su santidad. Fue canonizado por Juan XXII, el 18 de
julio de 1323.
3.2 Conocimientos
•. Los conceptos son universales. La definición «el hombre es un animal inteligente y
libre» no se refiere a ningún hombre concreto, pero es válida para todos los seres
humanos. Por tanto, el concepto «hombre», como todos los conceptos, es universal.

•. Pero nuestras percepciones sensibles no son universales, pues nadie ha visto jamás a
«el hombre» ni al «árbol». Existen hombres y árboles concretos, pero no «el hombre» ni
«el árbol». Los sentidos sólo nos muestran objetos individuales.
Por tanto, el problema de la formación de conceptos es cómo pasar de la individualidad
de las percepciones sensibles a la universalidad de los conceptos. La única salida posible
es admitir que el entendimiento tiene la capacidad de extraer conceptos a partir de los
datos suministrados por el conocimiento sensible. A esto se le llama capacidad
abstractiva, abstracción. Admitir que el conocimiento comienza por los datos sensibles
supone reconocer la necesidad de la capacidad de abstracción. Pero las diferencias
surgen en el modo de explicar la abstracción:
a. Para Aquino, el entendimiento tiene una doble capacidad: i) la capacidad de
universalizar -capacidad abstractiva-, para convertir en universales las representaciones
sensibles particulares; y ii) la capacidad de conocer universalmente, como resultado de
generalizar los datos extraídos de la experiencia sensible. A estas dos capacidades les
llama entendimiento agente y entendimiento posible.
b. Las percepciones -inicio de todo el proceso de conocimiento- dejan en la
imaginación/memoria una imagen o representación particular (fantasmas, si la
imaginación es fantasía). El entendimiento agente actúa sobre tales imágenes/fantasmas
abstrayendo, es decir, despojándolas de sus elementos individuales y posibilitando así la
formación de conceptos universales.
c. Según Aquino, el entendimiento conoce primaria y directamente el universal. Cuando el
entendimiento se concentra sobre cosas particulares, «le cuesta trabajo» prestar atención
a las características y peculiaridades que las diferencian. Tanta habilidad ha adquirido el
entendimiento humano para abstraer, que al ponerse a funcionar no puede dejar de
universalizar y prestar atención sólo a la esencia de las cosas. Sólo con mucho trabajo se
concentra sobre las diferencias particulares.
d. El principio de individuación. Si el entendimiento agente actúa sobre las imágenes
particulares seleccionando los rasgos esenciales del individuo y eliminando las diferencias
particulares, entonces nos vemos obligados a pensar que capta sólo los rasgos comunes
a todos los individuos de una misma especie/clase -se trate de hombres, animales y
objetos-. La cuestión ahora: ¿cómo una esencia común a todos los individuos se
multiplica e individualiza en cada ejemplar de la especie? Si todos tenemos la misma
esencia -hombre-, ¿qué nos hace ser diferentes y peculiares? La respuesta de Aquino: es
la materia concreta, distinta en cada miembro de la especie; no la materia
«general»/indiferenciada -el sustrato biológico común-, sino la materia concreta de cada
individuo.

3.3 Antropología

24
Aquino acepta la concepción hilemórfica del hombre, y la concepción aristotélica del alma
como principio de vida, como forma y acto del cuerpo (contra el platonismo agustiniano,
donde cuerpo y alma son dos sustancias radicalmente distintas). Aquino afirma que el
hombre constituye una sustancia única, cuyos elementos fundamentales son el alma y el
cuerpo. Como Aristóteles negaba la inmortalidad del alma, Aquino se aleja de Aristóteles
en este punto y echa mano de platón, intentando una difícil síntesis entre platonismo y
aristotelismo.
Acepta el principio aristotélico de que el fin último del hombre es la felicidad, y que la
felicidad perfecta consiste en al contemplación, en la actividad intelectual. Esto le aleja del
agustinismo.

Afirmar que la felicidad se halla en el conocimiento conlleva defender la primacía de la


razón sobre la voluntad, contra el voluntarismo agustiniano que defendía lo contrario:
primacía de la voluntad sobre la razón.
Recoge Tomás la tesis de que las normas morales se basan en la naturaleza humana.
Por tanto, conocerla y saber sus objetivos y finalidades es el criterio clave para la
formulación de la ley moral natural.

3.4 Teología

a. Tomás acepta la demostración aristotélica de la existencia de Dios basándose en el


movimiento, entendido como paso de potencia a acto (1ª vía). Por tanto, Aquino parte del
conocimiento sobre el universo que nos proporciona la experiencia sensible, de lo
contingente -no de ideas inmutables o introspección, como en S. Agustín-.
b. Define a Dios con categorías aristotélicas: acto puro, sin ningún tipo de potencia. La
inmutabilidad se define en función del grado de actualidad, entendido el movimiento como
paso de potencia a acto. Dios ha de ser inmutable porque es acto sin potencia. Será
también perfecto porque la imperfección se debe sólo al grado de potencialidad existente.
Acepta también la definición aristotélica de Dios como puro acto de pensamiento.
c. Aquino corrige el aristotelismo en un punto: Aristóteles sostenía que la vida y felicidad
de Dios consiste en conocerse a sí mismo, y puesto que es autosuficiente no conoce
nada fuera de él. Aristóteles sostuvo que Dios no creó el mundo, sino que éste es eterno:
Dios sólo es el principio del origen del movimiento del universo y el fin hacia el que el
mundo se orienta. Pero Santo Tomás afirma que, de acuerdo con el cristianismo, Dios
creó el mundo. Por tanto, Dios conoce el mundo, y lo hace al tiempo que se conoce a sí
mismo. Acepta, pues, que la actividad de Dios consiste en conocerse a sí mismo.
Santo Tomás, como creyente y filósofo, buscó un fundamento racional a la existencia de
Dios. Planteó dos cuestiones previas: a) ¿Es necesario demostrarla?; b) ¿es posible?
i) Hoy se daría por supuesta la necesidad de demostrarla, pues está lejos de ser una idea
evidente y asumida por todos los pensadores. Pero en el contexto social y religioso de
Tomás, la opinión predominante sostenía que «el conocimiento de la existencia de Dios
está imbuido de un modo natural en todos los hombres» (S. Juan Damasceno). Y la
tradición agustiniana defendía que Dios está en lo más íntimo del alma humana y es
posible alcanzar el conocimiento de su existencia a partir de la comprensión de la idea de
Dios -argumento ontológico de S. Anselmo-.
· Tomás distinguió, además, dos tipos de verdades:

25
[a] las evidentes en sí mismas y para nosotros, como las proposiciones cuya verdad
resulta indudable después de analizar los conceptos implicados, p.ej. «la línea recta es la
distancia más corta entre dos puntos» o «el todo es mayor que las partes».
[b] las que, siendo evidentes en sí mismas, no los son para nosotros, y a este grupo
pertenece la proposición «Dios existe»: aunque es evidente en sí misma -el concepto de
Dios implica su existencia-, no lo es para nosotros, pues carecemos de una comprensión
adecuada de la naturaleza de Dios.
ii) Aquino piensa que es posible demostrar la existencia de Dios, y que el procedimiento
más edecuado es partir de los seres que existen en el mundo natural hasta llegar a la
causa inicial que originó el primero de todos los antecesores. Es una demostración a
posteriori, pues se remonta del efecto a la causa anterior -a priori sería desde ir desde la
causa hasta el efecto-.
Con argumentos y elementos tomados de la filosofía anterior -platonismo, aristotelismo y
otras fuentes-, Aquino propuso cinco vías o procedimientos argumentativos para
demostrar la afirmación «Dios existe». Todas tienen una estructura similar, en 4 pasos:
a) Constatar un hecho de experiencia -movimiento en la Naturaleza-.
b) Aplicar el principio de causalidad al hecho constatado -todo lo que se mueve es
empujado por algo-;
c) Insistencia en que es imposible una serie infinita de causas;
d) Afirmación de la existencia de Dios -existe un primer motor, «a eso le llamamos Dios»,
etc.-.

3.4 Ética 

Santo Tomás establece las siguientes tesis:


a. La felicidad es el fin último del hombre.
b. El conocimiento de la naturaleza humana nos proporciona un conjunto de normas
morales que constituyen la ley natural.

26
4.- RENE DESCARTES

4.1 Biografía

Nace el 31-3-1596. Tercer hijo de un consejero del Parlamento de la Bretaña. Entre 1604-
1612 estudia en La Flèche, con los jesuitas, sobre todo lógica, filosofía y matemáticas.
Desde el inicio, estudiante bien dotado y deseoso de adquirir conocimientos:
Aunque sometió a fuertes críticas la educación tradicional que había recibido (tanto que,
al dejar el colegio, renunció durante algún tiempo al estudio) no sintió resentimiento hacia
sus maestros ni desprecio por su sistema de educación. Siempre habló de los jesuitas de
La Flèche con afecto y respeto, y consideraba su sistema de educación como muy
superior al que proporcionaban la mayoría de las demás instituciones pedagógicas. Por
sus escritos queda claro que había recibido la mejor educación posible dentro de la
estructura tradicional» [Coplestone].

Tres sueños consecutivos le convencieron de que su misión era la búsqueda de la verdad


mediante el empleo de la razón (cuando tuvo la oportunidad, siendo soldado del ejército
de Maximiliano de Baviera, en Neuberg, junto al Danubio, de reflexionar mucho en
solitario). Desde 1628 vivió en Holanda, donde permaneció hasta 1649.
En septiembre de 1649 se trasladó a Suecia, a invitación de la Reina Cristina. Los rigores
del invierno, junto con la práctica de la reina de hacerle acudir a las cinco de la mañana a
la biblioteca (él, que estaba acostumbrado a pasar mucho tiempo en la cama), fueron
demasiado para él y no pudo resistir un ataque de fiebre a finales de enero de 1650. El
11-2 murió.
Siempre fue hombre moderado y de disposición agradable. Nunca se casó, porque
entendió que una vida retirada y tranquila era esencial para su obra. Siempre profesó la fe
católica y tuvo una actitud respetuosa al hacerlo. No parece que su objetivo deliberado
fuera construir un nuevo sistema filosófico enfrentado a los dogmas católicos
tradicionales. En general, evitó siempre las discusiones puramente teológicas. Opinaba
que el camino del cielo está tan abierto tanto a las ignorantes como a los doctos, y que los
misterios revelados exceden a la comprensión humana. Como filósofo y matemático, no
teólogo, se ocupó de problemas que, en su opinión, pudieran ser resueltos con la luz de la
sola razón.
 
4.1 Conocimientos

• El logro de la verdad filosófica mediante el uso de la razón. («Quería dedicarme por


entero a la búsqueda de la verdad». D.M., 4.) Intentaba desarrollar un sistema de
proposiciones verdaderas en el que no se diese por supuesto nada que no fuera evidente
por sí mismo e indudable. Todo el edificio debía reposar sobre un fundamento seguro, de
forma que el sistema fuera impermeable a los ataques corrosivos del escepticismo.
• Su concepción de la filosofía: «Filosofía significa el estudio de la sabiduría, y por
sabiduría entiendo no solamente la prudencia en la acción, sino también un conocimiento
perfecto de todas las cosas que el hombre puede conocer, tanto para orientar su vida y
conservar su salud como para la invención de todas las artes» (P.F., Carta Prelim.).
Dos modos de conocimiento:

27
- Intuición: Especie de «luz o instinto natural» por el que captamos sin posibilidad de error,
y de forma inmediata, los conceptos simples que surgen de la razón misma. La intuición
de las naturalezas simples es el punto de partida para la
- Deducción: Es una intuición sucesiva de las naturalezas simples y de las conexiones
entre ellas. Se ejerce de dos modos: 1º) Análisis, hasta descomponer el objeto en sus
elementos más simples; 2º) Síntesis, reconstruyendo deductivamente lo complejo a partir
de lo simple.
Este es el único método que responde a la dinámica de la razón única. Pero sólo se ha
empleado así en matemáticas, donde ha posibilitado un progreso extraordinario. Es
necesario, por tanto, extenderlo a todos los ámbitos del saber. Por tanto,

4.3 Metafísica

Filosofía incluía en Descartes no sólo la metafísica, sino también la física o filosofía


natural, (= el tronco del árbol de las ciencias), de la que se derivan la medicina, la
mecánica y la moral. Por moral, «entiendo la más alta y más perfecta ciencia moral que,
presuponiendo un conocimiento completo de las demás ciencias, es el último grado de la
sabiduría» (Ibid.). Reconoce un gran valor práctico a la filosofía. Cree que debe «abrir a
cada uno el camino por el que pueda encontrar en sí mismo, y sin tomarlo de otro, todo el
conocimiento que le es esencial para la dirección de su vida» (B.V.;A.T., IX B,3. Pero
nunca elaboró una ciencia moral sistemática, de acuerdo con su propio plan.

Es indudable que, al menos en cierto sentido, rompió deliberadamente con el pasado.


- Decidió comenzar desde el principio, sin confiar en la autoridad de ningún filósofo
anterior (el exceso de confianza en Aristóteles hasta ese momento había provocado
muchos retrasos en filosofía y en la ciencia en general, sobre todo en Astronomía y en
Física). Prefería confiar en su propia razón que en la autoridad.
- Había resuelto evitar aquella confusión de lo claro y lo evidente con lo que es solamente
una conjetura más o menos probable, de lo que acusaba a los escolásticos. Sólo admitiría
el conocimiento cierto.
- Pretendía alcanzar ideas claras y distintas, para trabajar sólo con aquellas y rechazar las
que no tenían un sentido claro (p.ej., los escolásticos no decían nada claro al distinguir
sustancia de extensión o cantidad de sustancia incorpórea.
Descartes concedió poco valor al saber histórico o libresco en general. Romper con el
pasado no significaba rechazar todo cuanto otros filósofos habían tenido por verdadero.
No pretendió nunca ser el primer hombre que descubriese proposiciones filosóficas
verdaderas. Sólo quería encontrar y aplicar el método adecuado para la búsqueda de la
verdad, un método que le capacitaría para demostrar verdades en un orden racional y
sistemático, independientemente de que antes hubieran sido conocidas o no. Así podría
construir una filosofía cierta y bien ordenada, con la que oponerse al escepticismo, más
que al escolasticismo.
Su ideal era un sistema orgánicamente conectado de verdades científicamente bien
establecidas, ordenadas de tal modo que la mente pase de verdades fundamentales
evidentes por sí mismas a otras verdades evidentes implicadas por las primeras. Se
trataba de hacer que las verdades se ajusten a un esquema racional, del mismo modo
que lo hacían las matemáticas.
 

28
5. GEORGE BERKLEY

 Berkeley, filosofo y obispo quién realizó escritos en 1734: The Analyst, cuyo subtítulo
largo y explicativo, decía:
El análisis: ó un discurso dirigido a un matemático infiel. Donde se examina si el objeto,
principios e inferencias del análisis moderno son concebidos más claramente o son
deducidos con mayor evidencia que los misterios de la religión y los asuntos de la fe.

El matemático infiel era Edmund Halley, que fue sin duda un libre pensador y , en cierto
sentido, activo. De ahí la infidelidad de que lo acusaba Berkeley, pues por el hecho de ser
reputado un gran matemático, y consecuentemente uno de los grandes maestros de la
razón, utilizaba indebidamente su autoridad opinando y decidiendo sobre cuestiones
ajenas a su incumbencia. Y, hábil polemista, Berkeley se dirige hacia los objetos mismos
de la ciencia que Halley profesa, mostrando que aquéllos que se quejan sin razón de la
incomprensibilidad científica de la religión, aceptan una ciencia que, en su raíz misma, es
incomprensible y cuyas conclusiones se apoyan en raciocinios que la lógica no acepta.
La crítica de Berkeley, tanto a los principios del nuevo algoritmo como a las
demostraciones que los matemáticos empleaban en él, no dejo de causar impresión y su
influencia se hizo sentir en forma más o menos visible en los matemáticos ingleses de
entonces. Si esa crítica era inobjetable la teoría de "compensación de errores" en que se
embarcó Berkeley, impresionado sin duda por la aparente paradoja de que, fundándose
en principios y demostraciones tan deleznables, los nuevos métodos condujeran a
resultados exactos, como lo comprobaba la mecánica newtoniana.

Pero en el siglo XIX son los matemáticos mismos los que se lanzan al ataque iniciando
una revisión de los principios del análisis infinitesimal, mediante un proceso del cual fue
precursor Bolzano y constructores Cauchy, Abel, Jacobi, Weierstrass, Riemann.
Berkeley consideraba que el mundo externo es expresión del acto de percibir. El ser sólo
existe en el acto de ser percibido. En última instancia, toda realidad tiene su existencia en
la idea que Dios tiene de las cosas. Mediante este sistema, Berkeley intentaba refutar el
materialismo. Sus obras más conocidas: "Tratado sobre el principio del conocimiento
humano", "Diálogos entre Hilas y Filón".

 George Berkeley estudió la divinidad y después disertó en la Universidad del Trinidad,


Dublín. En 1734 él estaba el obispo designado en Cloyne en que la oficina él se consagró
a la condición social y económica de Irlanda.
Un metafísico eminente, Berkeley es el mejor conocido por su ataque en la fundación
lógica del cálculo como desarrollado por el Newton. En su tracto El analista: o un discurso
se dirigió a un matemático infiel que él intentó defender que aunque el cálculo llevó para
arreglar los resultados sus fundaciones eran ningún más seguro que aquéllos de religión.
Él declaró que el cálculo envuelto una falacia lógica de un cambio en la hipótesis. Él
describió los derivado como sigue:
Las críticas de Berkeley fueron fundadas bien e importante en eso ellos enfocaron la
atención de matemáticos en una clarificación lógica del cálculo. Él desarrolló una teoría
ingeniosa para explicar los resultados correctos obtenidos, mientras exigiendo que era el
resultado de dos errores compensando.

29
6.- DAVID HUME
6.1 Biografía

Nació en 1711, hijo de un terrateniente escocés. Comerciante primero, la


afición por las letras y la filosofía terminó acaparando sus intereses. Murió en 1776, a los
65 años. Enorme influjo posterior, precursor de Kant y de aspectos fundamentales de su
doctrina. Entres sus obras más importantes están:
Tratado acerca de la naturaleza humana
Investigación sobre el entendimiento humano
Investigación sobre los principios de la moral

6.1 Conocimiento

La distinción entre impresiones e ideas se refiere a elementos del conocimiento. Pero


Hume distingue tb diversos modos o tipos de conocimiento

Conocimiento de las relaciones existentes entre las ideas: P.ej.: la proposición «Dos
números iguales a un tercero son iguales entre sí» nos resulta verdadera basándonos
simplemente en los términos que contiene, independientemente de cualquier
conocimiento empírico. Este tipo de conocimiento se refiere a relaciones entre ideas, no a
hechos (lógica/matemática).

Conocimiento de hechos: Es el que procede de la experiencia, en contacto con objetos y


procesos del mundo físico (p. ej.: «Llueve»; «Los serbios son belicosos», etc.).

  
6.3 Metafísica

Si consideramos impresiones e ideas los elementos fundamentales del conocimiento,


introducimos un criterio radical de certeza: Para saber si una idea es verdadera, basta
comprobar de qué impresión procede. Las ideas sin ninguna impresión que les
corresponda serán pura ficción o fantasía. Por tanto, el límite de nuestros conocimientos
viene dado por las impresiones que suministran los sentidos. Consecuencias:

Aplicado a la idea de causa y al conocimiento de hechos:

Nuestro conocimiento de hechos queda limitado a las impresiones actuales y a nuestros


recuerdos de impresiones pasadas. Pero no puede haber conocimiento cierto del futuro
porque no tenemos impresión alguna de lo que sucederá en el futuro.

La idea de causa es la base de todas nuestras inferencias acerca de hechos de los que
no tenemos impresión alguna. Y entendemos, habitualmente, la conexión causal como
una conexión necesaria entre el efecto y la causa. Después de observar en muchos casos
que el fuego calienta, podemos predecir que el agua hervirá si permanece cierto tiempo
sobre el fuego. Dicho efecto se seguirá necesariamente de su causa.

30
Sin embargo, nuestra experiencia no justifica el establecimiento de conexiones necesarias
entre fenómenos: ¿En qué impresión está basada la idea de «conexión necesaria entre
fenómenos»? En ninguna, excepto en el número de veces que hemos visto cómo el fuego
calentaba agua o la lluvia
mojaba. Pero esto sólo significa que, en el pasado, después de un fenómeno vino otro, no
que siempre y necesariamente la misma causa produzca idénticos efectos. Hablando con
propiedad, no sabemos que el fuego calentará el agua; sólo lo creemos. Por tanto,
nuestro pretendido conocimiento del futuro sólo es suposición y creencia, nada más.
Aunque el hábito y la costumbre nos hagan estar completamente seguros de que tales
hechos sucederán. Pero nuestras certezas no siempre se corresponden con las leyes
naturales.

  Aplicado a los límites de la inferencia causal :


Aunque nuestro conocimiento de hechos no observados sólo se base en creencias, en la
práctica esto resulta suficiente para vivir sin problemas. Pero al científico le interesa saber
hasta dónde puede llevar sus inferencias causales para obtener conocimientos
verdaderos sobre la realidad. Hume recurre en este caso a la costumbre como
mecanismo psicológico para averiguar hasta dónde pueden llegar nuestras inferencias
causales: las inferencias sólo funcionan por impresiones: como fuego y calor van unidos
con frecuencia en la experiencia, podemos pasar de esa impresión a otras que venían
asociadas a ella. Es decir: «De unas impresiones podemos inferir otras, pero no podemos
pasar de una impresión a otra cosa de la que nunca hemos tenido impresión».

 
Aplicado a la existencia de una realidad exterior :
Hume rechaza el argumento lockeano que reconocía la existencia de una realidad
extramental porque era la causa de nuestra «idea» o convicción sobre la existencia del
mundo exterior. Lo rechaza porque Locke pretende inferir de impresiones particulares una
pretendida realidad que va más allá de ellas y de la que no tenemos impresión o
experiencia alguna. Por tanto, creer que existe una realidad física distinta de nuestras
impresiones no puede justificarse apelando a la idea de causa.

 
Aplicado a la demostración de la existencia de Dios:
Descartes y Locke recurrieron al principio de causalidad para demostrar que Dios existe.
Pero Hume considera inválidos sus argumentos porque pretenden dar el salto de
impresiones particulares a Dios, del que no tenemos impresión alguna. Para Hume es
imposible averiguar si existe Dios o un mundo más allá de nuestras impresiones: nuestras
nociones de Dios y de mundo exterior son un misterio,constituyen la frontera y el límite de
nuestro conocimiento.
 

31
7.- TEILHARD DE CHARDIN

Nacido en Sarcenat, Clermont-Ferrand, Francia, en 1881, de familia aristocrática. En 1899


ingresó en la Compañía de Jesús. Profesor de física y química en El Cairo, Egipto,
estudió más tarde geología y paleontología en la Sorbona de París, donde se doctoró y
posteriormente ejerció la docencia. En 1923 inició una serie de expediciones científicas en
Asia (China, India, Birmania, etc.), en las que se destacó por su capacidad científica. En
China escribió uno de sus libros más conocidos, El fenómeno humano, que no publicó por
prescripción de las autoridades religiosas, que vieron rasgos heterodoxos en sus
reflexiones.

La Compañía de Jesús le apartó a Estados Unidos, por lo que tuvo que abandonar la
docencia. La última etapa de su vida la pasó en Nueva York, donde falleció en 1955.
Entre sus libros cabe destacar L'Esprit de la Terre, 1931, y Du Cosmos à la
Cosmogénèse, 1951. En esta última obra, Teilhard realiza su gran aportación conceptual
sobre el mundo “como un organismo que se organiza desde dentro, en el que todos los
seres van apareciendo gradualmente, como por una especie de proceso de crecimiento”.
Su concepto de la 'noosfera', el espacio de conocimiento, de la vida inteligente, ha sido
retomado por los analistas de Internet y de la red globalizadora, que han visto en Chardin
un precursor. La 'noosfera' aparece como la envoltura del pensamiento, que se enriquece
progresivamente con el progreso humano, la 'cosmogénesis', con la mejora espiritual y
comunicativa.

Tres años después de su muerte, el Santo Oficio mandó retirar las obras de Theilhard de
los centros dependientes de la iglesia católica.

Según Teilhard de Chardin, una comprensión completa y coherente del fenómeno del
hombre presupone dos cosas: 1) la creciente preeminencia del pensamiento en la
constitución del universo; y 2) la naturaleza orgánica de la sociedad humana. Basándose
en estas premisas, emprendió la tarea de interpretar el panorama de la evolución cósmica
como una aventura de la biogénesis. Así, según su teoría, el universo, a medida que
evoluciona de lo extremadamente sencillo a lo extremadamente complejo, muestra un
proceso evolutivo de «involución orgánica». Esta involución va ligada a un aumento
correlativo de «interiorización». En otras palabras, cuanto más complejo sea el organismo
tanto más elevado será el desarrollo de la mente. De esta forma, la evolución del
organismo social aparece como la emergencia gradual de una mente social (nooesfera),
que termina por converger en Dios (Omega). Así, el fenómeno del origen animal del
hombre y de su evolución se manifiesta como un fenómeno cristiano.

32
8.- ORTEGA Y GASSET

8.1 Biografía

Uno de los filósofos españoles de la primera mitad del siglo XX que más influencia han
ejercido en España y fuera de ella. Con un estilo literario, lleno de metáforas y frases
ingeniosas, pretendió hacer filosofía en un lenguaje próximo al del Quijote, lo que le
permitió llegar al público en general (a un «público culto», suele decirse). Nació en Madrid
en 1883 en el seno de una familia acomodada de la alta burguesía madrileña vinculada al
periodismo y a la política (un burgués, no obstante, con afanes y tendencias
aristocráticas, como puede comprobarse a lo largo de su vida y obra). Su padre, José
Ortega Munilla, fue director de El Imparcial, periódico fundado por su abuelo materno,
Eduardo Gasset y Artime, y en el que Ortega colaboró intensamente. Su vida está
profundamente ligada al periodismo, a la política, a las actividades editoriales, y ocupó un
lugar muy destacado en la vida intelectual española durante la primera mitad del siglo XX.
Estudió en el Colegio Jesuita de San Estanislao en Miraflores del Palo (Málaga); inició sus
estudios universitarios en Deusto, y los continuó en la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad de Central, en Madrid, donde se licenció en 1902.

8.2 Filosofía

Estudio en 1904 en la Universidad de Madrid, con la tesis Los terrores del año mil. Crítica
de una leyenda (58 págs.)
Entre 1905 y hasta 1907 estudia en Alemania: Leipzig, Nuremberg, Colonia, Berlín y,
sobre todo, en Marburgo, en donde tomó contacto con las «musas alemanas» , el
neokantismo de Herman Cohen y de Paul Natorp, entre otros, que tanto impresionaron a
Ortega ,ávido lector de Nietzsche en su juventud, hasta el punto de que llegó a estar toda
su vida obsesionado por la grandeza de la filosofía, la ciencia y la técnica alemanas (su
hijo Miguel Germán recibió este nombre en recuerdo de su estancia en Alemania a la que
consideraba su «segunda patria»).
Defendió un europeísmo (que Unamuno llegó a considerar propio de papanatas) de corte
germanizante que le condujo a dudar de la existencia de una filosofía española e incluso
a considerarse la encarnación de esa filosofía, así como a postularse como iniciador de la
verdadera filosofía (la Biognosis), concebida como Crítica de la Razón histórica y
entendida como «ciencia de lo humano» («ciencia de la vida» en sentido estricto), en
tanto que distinta e irreductible a la razón física y de la razón abstracta. Ortega, en efecto,
estaba convencido de que la raza, la sustancia españolas estaban enfermas y proponía –
envuelto como estaba por el mito de la cultura – como «medicina» la ingestión de grandes
dosis de cultura . En 1909 es nombrado profesor numerario de Psicología, Lógica y Ética
de la Escuela Superior del Magisterio de Madrid y en octubre de 1910 gana por oposición
la Cátedra de Metafísica de la Universidad Central, vacante tras el fallecimiento de
Nicolás Salmerón.

8.3 Su influencia en España

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El 23 de Marzo de 1914 pronuncia un discurso en el Teatro de la Comedia de Madrid
titulado «Vieja y Nueva política» que se considera el acto fundacional de la Liga de
Educación Política Española. En él, tomando como principios el liberalismo y la
nacionalización, se postulaba como la vanguardia de la «España vital» frente a la
«España oficial». En 1917 se ve obligado a interrumpir su colaboración con El Imparcial,
pero rápidamente se incorpora a la nómina de colaboradores El Sol, diario fundado por el
empresario vasco Nicolás de Urgoiti pero inspirado por Ortega. En este diario se
publicaron los folletones que anticiparon dos de sus obras más importantes: España
invertebrada y La rebelión de las masas. El propio Urgoiti funda, en 1920, la Editorial
Calpe (que se unirá más tarde con Espasa) una de cuyas colecciones será dirigida por
Ortega: la «Biblioteca de Ideas del Siglo XX». La empresa editorial más importante de
Ortega será, no obstante, la Revista de Occidente, fundada en 1923.

Entre 1931 y 1932 fue diputado de las Cortes Constituyentes de la Segunda República en
calidad de representante de la Agrupación al Servicio de la República, fundada en febrero
de 1931 por Gregorio Marañón, Ramón Pérez de Ayala y él mismo. Al agitado período de
la vida política española comprendido entre 1923 y 1936 pertenecen algunos de sus más
famosos escritos políticos, entre ellos: La redención de las provincias y la decencia
nacional (recopilación de artículos publicados entre 1927 y 1930), Rectificación de la
República (que reúne artículos periodísticos, discursos parlamentarios y la conferencia
dada en el Cinema de la Opera de Madrid el 6 de diciembre de1931 titulada
«Rectificación de la República») y los discursos sobre El Estatuto de Cataluña (publicados
por la Revista de Occidente en 1932 dentro del libro titulado La reforma agraria y el
Estatuto catalán). Desencantado de su actividad parlamentaria, abandona su participación
activa en la República, aunque nunca renunció del todo a la posibilidad de ejercer su
influencia en asuntos de Estado, ahora ya en plena guerra civil y durante los primeros
años del franquismo, como ha demostrado Gregorio Morán.

En 1936 se va de España iniciando un periplo (París, Holanda, Argentina, Portugal) que


no terminará hasta su muerte, aunque, a partir de 1945, pasará temporadas en España.
En 1948 funda, junto a su discípulo Julián Marías, el Instituto de Humanidades, pronuncia
varias conferencias en EEUU, Alemania y Suiza, y el 18 de octubre de 1955 fallece en su
domicilio madrileño, Monte Esquinza 28.

Ortega ha ejercido una notable influencia no sólo en España e Hispanoamérica, sino


también en otros países, por ejemplo, en Alemania.
Las líneas maestras de la filosofía orteguiana pueden trazarse a partir de la crítica de una
serie de Ideas o pares de Ideas que giran todas ellas en torno a la oposición
Realismo/Idealismo en sus diferentes variantes y en un intento por superar su mutua
reducción –practicada, según Ortega, en la Antigüedad («que ponía como realidad radical
la cosa corporal») y en la Edad Moderna («que afirma como realidad radical el
pensamiento, la conciencia»– mediante su yuxtaposición (las Cosas y Yo; Circunstancia y
Yo) o mediante su fusión en una única idea: la Idea de Vida. La vida (la vida por
antonomasia, es decir, la realidad radical) concebida como principio ontológico
fundamental, implica, por un lado, la negación de la independencia absoluta del mundo
respecto del pensamiento (y viceversa) y, por otro lado, la afirmación de su conjugación:
«lo que hay pura y primariamente es la coexistencia del hombre y el mundo...; lo que hay

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es el mutuo existir del hombre y el mundo... mutuo serse.» La realidad radical es, en
consecuencia, la suma de la existencia humana individual (biográfica) y la circunstancia
(que es un espacio antropológico bidimensional constituido por los ejes circular y radial),
concebida como el ámbito de los problemas a los que tiene que enfrentarse el Yo (que no
se identifica ni con el cuerpo ni con el alma ni con su composición).

Los primeros escritos Orteguianos, están profundamente marcados por el par de


conceptos Subjetivismo/Objetismo. El objetivismo (el racionalismo) caracterizaría a esta
primera fase o etapa de su pensamiento que se articula en torno a dos grandes Ideas: las
Ideas de Ciencia y de Cultura. Una etapa que Ortega quiso dar por terminada en 1916
con la publicación de Personas, Obras, Cosas (volumen que recoge muchos de los
artículos y escritos de juventud hasta 1912) y en cuyo prólogo puede leerse: «Para mover
guerra al subjetivismo negaba al sujeto, a lo personal, a lo individual todos sus derechos.
Hoy me parecería más ajustado a la verdad... dotar a lo subjetivo de un puesto y una
tarea en la colmena universal.» Un puesto que ya empezó a ocupar en su primer gran
libro: Meditaciones del Quijote (1914). El objetivismo inicial, por tanto, se matiza y corrige
a partir de esta fecha con el par de conceptos Yo-Circunstancia y, sobre todo, con el
concepto de «perspectivismo», introducido a partir de 1913 y formulado explícitamente en
el ilustrativo título de una de sus publicaciones más emblemáticas: El Espectador.
(Perspectivismo no muy alejado de algunas categorías tomadas de la biología, en
particular las desarrolladas por el biólogo Jacob von Uexkül, como puede apreciarse en
muchas de sus formulaciones: «Cada individuo –persona, pueblo, época– es un órgano
insustituible para la conquista de la verdad».)

La doctrina de la razón vital es la propuesta Orteguiana para superar la oposición


racionalismo/vitalismo, en un doble sentido: en primer lugar, vitalizando a la razón, es
decir, insertándola en el contexto de la existencia humana, haciendo de la racionalidad
una respuesta a las necesidades vitales previas; en segundo lugar, renegando del
sustancialismo de la res cogitans. Así proclamó Ortega su «cartesianismo de la vida»
utilizando una fórmula («pienso porque existo») que Unamuno ya había hecho suya en
Del sentimiento trágico de la vida, aunque éste prefiera, no obstante, esta otra: «Siento,
luego soy». Como consecuencia inmediata, Ortega arroja por la ventana de la vida toda la
Ontología tradicional: Las Ideas de sustancia, esencia, existencia, ser, cuerpo, alma,
materia, forma, &c., resultan insuficientes, y proclama como fundamento de la verdadera
filosofía –la filosofía llamada, por tanto, a inaugurar una nueva época– un principio
dinámico: la vida entendida como acontecer, como aquello que nos pasa («la vida no
tiene un ser fijo y dado de una vez para siempre, sino que está pasando y
aconteciendo»).

Esta concepción puede considerarse el resultado de la operación de integración de su


perspectivismo vital (antropológico, cultural) al ámbito de la realidad histórica, a través de
la definición del ser del hombre (de su sustancia) como ser histórico; el ser del hombre es
innumerable y multiforme: en cada tiempo, en cada lugar, es otro. El sistema de creencias
en el que vive. La metodología propuesta por Ortega consiste en desentrañar el sistema
de convicciones de una determinada época tratando de averiguar, en primer término, la
creencia fundamental, de la que se derivarían todas las demás, Utilizando el método
comparativo, esto es, comparando unas épocas con otras.

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Ortega proclamará el inicio de un nuevo tiempo, la «aurora de la razón histórica»,
firmemente convencido de que la cultura moderna (cartesiana) había llegado a su fin: «El
hombre, no tiene naturaleza, lo que tiene es historia; porque historia es el modo de ser de
un ente que es constitutivamente, radicalmente, movilidad y cambio.

9. EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Cuál es el verdadero nombre de Platón? Aristocles

2. ¿ En que fecha y lugar nace Platón? Atenas en el 427 A.C.

3. ¿ En que fecha muere Platón? 347 A.C. (fecha probable)

4. Mencione cuáles son los tres grupos de los diálogos de Platón


a) Diálogos socráticos
b) Diálogos de madurez
c) Diálogos de vejez

5. ¿Cuáles son las principales características de los diálogos socráticos?


Hace una defensa del socratismo frente a las acusaciones de impiedad y corrupción de la
juventud que se vertieron sobre su maestro a través de diferentes escritos como son:
Apología de Sócrates , Critón , Hipias Menor, Cármides, Laques, Lisis, Eutifrón, Gorgias,
Menón, Cratilo, Eutidemo y Menexeno.

6. ¿Cuáles son las principales características de los diálogos de madurez?


En ellos aparecen elaboraciones propiamente platónicas: la teoría de las ideas, la
inmortalidad del alma, la dialéctica, Eros, la reminiscencia, la ciudad ideal etc.:
como lo muestran en sus escritos : El Banquete, Felón, La República y Fedro.

7. ¿Cuáles son las principales características de los diálogos de vejez?


Es el grupo de escritos donde el propio Platón examina y critica sus propias teorías:
Timeo, Teeteto, Parménides, El sofista, El político y Filebo, Las leyes, Critias.

8. Platón clasifica el Alma en forma tripartita, mencione esta clasificación?


• Alma racional (noûs, lógos), de naturaleza divina y situada en el cerebro, es inmortal e
inteligente. Se dedica al pensamiento puro y busca la contemplación de la verdad.
• Alma irascible (thymós), fuente de pasiones nobles, situada en el tórax e inseparable del
cuerpo, mortal.
• Alma concupiscible o apetitiva (epithymía), situada en el abdomen y mortal. De ella
proceden las pasiones más bajas y los sentimientos innobles.

9. ¿De que manera clasifica Platón al carácter?


Esta respuesta fue la única que no la encontré en el material didáctico proporcionado

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10. ¿De que manera clasifica Platón las virtudes?
a) prudencia,
b) fortaleza
c) templanza
habla de la justicia como la armonía síntesis de todas las virtudes y establece niveles:
1º. Filósofo; 2º. Rey; 3º. Hombre de Estado, padre de familia o comerciante; 4º. Gimnasta,
artista o médico; 5º. Profeta o sacerdote; 6º. Poeta; 7º. Obrero artesano o labrador; 8º.
Sofista o demagogo; 9º. Tirano.

11. Mencione cuáles son las ideas o causas directas de la existencia de todas las cosas
existentes, según Platón
La verdadera realidad son las ideas, también llamadas FORMAS, ya que no sólo hacen
que podamos conocer las cosas, si no que son las responsables de que esas mismas
cosas existan materialmente, tal y como las conocemos. Las ideas son las causas
directas de la existencia de todas las cosas: lo material o natural y lo moral.

12. Después de que el Demiurgo ordenó la materia, Platón la clasificó en cuatro


elementos. ¿Cuáles son y que forma geométrica tenía?
Los cuatro elementos son: FUEGO, AIRE, AGUA y TIERRA.
Todos ellos se corresponden con una figura geométrica regular: el tetraedro (fuego), el
octaedro (aire), el icosaedro (agua) y el cubo (la tierra). Esta concepción toma como
modelo las teorías pitagóricas de los poliedros.

13. ¿Qué nombre recibe la doctrina que equipara sabiduría y virtud según Platón?
Mundo inteligible o de la ideas.

14.Nombre que recibe el lugar que fundó Aristóteles donde ejerció sus propias
enseñanzas?
El Liceo o Peripatos

15. ¿De cuántas formas se dividieron los escritos Aristotélicos y cuáles son?
Se dividen en dos y son:
1. Las "obras exotéricas"
2. Los "escritos esotéricos"

16. Describe los escritores esotéricos


Se trata de una serie de manuscritos, notas que probablemente Aristóteles utilizaba en
sus cursos en el Liceo. Son los únicos que se han conservado y fueron ordenados y
publicados por el último escolarca, Andrónico de Rodas. En la actualidad seguimos la
ordenación y los títulos que les dió este último.

17. ¿En que se basan las críticas aristotélicas?


Se centrará fundamentalmente en el carácter separado y trascendente de las ideas
platónicas . Fue platón y no Sócrates (que se limitó a buscar y definir la esencia de las
cosas, para poder conocerlas a través del lenguaje) el que otorgó una existencia
absolutamente separada a las esencias, denominándolas ideas.

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18. ¿En que consiste la teoría hilemórfica de Aristólteles?
Admitir la existencia de seres no sensibles, las esencias, pero inmanentes (inoculadas)
dentro de las cosas singulares como su "forma" para formar, junto con la materia, un
compuesto unitario: la substancia.

19. Menciona las diez categorías aristotélicas


1. La esencia (o substancia)
2. La cantidad
3. La cualidad
4. La relación
5. El lugar
6. El tiempo
7. La situación
8. La posesión
9. La acción
10. La pasión

20. ¿De que manera describe a la sustancia Aristóteles?


Es aquello que posee ser por sí misma y no necesita de otras categorías para ser.
La subsatancia es el sujeto del que se predica todo lo demás. Es la categoría
fundamental porque el resto de ellas se dicen de un sujeto, necesitan de un sujeto para
ser: rojo, cálido, enfadado, ... son afecciones, modificaciones o acciones de un sujeto. Sin
éste, no pueden darse. No hay cálido sinó algo (clima, carácter, agua, etc.) que muestra
esa cualidad. Pues bien, la Ousía o substancia, en tanto que sujeto en el que se inhieren
el resto de las categorías, es el individuo particular, la cosa individual y concreta de la que
predicamos (decimos) algo. Caballo, mesa, árbol, piedra,... todos ellos son substancias y,
como veremos más adelante, compuestos hilemórficos.

La substancia está formada por dos coelementos eternos, materia y forma, que son
diferenciables tan solo por el pensamiento y no en la realidad física

21.Aristóteles define a la potencia y al acto de dos formas, ¿Cuáles son?


Sentir puede tomarse en dos sentidos: como potencia y como acto.
Como potencia el sujeto recibe, capta una forma sensible sin su materia.
Como acto el sujeto ejercita sus facultades : visión, oído, tacto, gusto y olfato.

22. ¿Cómo describe Aristóteles al pensamiento?


Para él implica una irreductibilidad de lo superior a lo inferior, la sensación será
considerada como el origen del conocimiento, mantiene una postura claramente empirista
en consonancia con su concepción física e, incluso, ontológica de la realidad.

Es una facultad independiente del cuerpo, sin determinaciones, susceptible de captar,


partiendo de la sensación, las esencias universales (eidós) sin su materia (hylé). Decimos
partiendo de la sensación, porque al estar las esencias (universales) radicadas en las
cosas mismas, habrá que partir del conocimiento de lo particular para acceder
inductivamente a lo universal a través de la abstracción.

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23. ¿Qué representa la hilemorfismo para Aristóteles?
La teoría que afirma que las substancias son un compuesto de materia y forma. La forma
es la esencia de la cosa, el qué es la cosa. Es decir, aquello que determina a algo a ser
ese algo y no otra cosa. Por eso la forma es la especie, las notas esenciales que hacen
que algo sea lo que es y, por lo tanto, pueda ser conocido y definido. Esta forma es
eterna, pero no puede existir sin la materia, el otro polo de la substancia.

24. ¿Cuál fue la diferencia entre Aristóteles y Platón en su concepción tripartita del alma?
El alma no tiene partes, ni hay tres almas distintas. El alma es única, ilocalizable porque
no es un cuerpo ni una parte del cuerpo, sino su función.
El ser vivo, y el hombre, es un compuesto unitario, y su alma está presente en todo el
cuerpo como lo están todas las formas en todas las substancias.

25. ¿Cómo se clasifican las funciones del alma?


1. Función nutritiva (o vegetativa) Es la única función que es común a todos los seres
vivos, y consiste en la alimentación y la reproducción. Sin ellas no habría seres vivos.
2. Función sensitiva: Abarca dentro de ella dos funciones distintas pero relacionadas entre
sí: 1. La función apetitiva: sentir (dolor, placer, etc.), desear, apetecer, etc.
3. La función motriz: la capacidad de moverse y trasladarse en el espacio.
4. Función pensante: Se trata de la capacidad, sólo humana, de entender y pensar. Es la
función superior y más elevada que puede poseer un ser vivo.

26. ¿Cuáles son los tipos de cambios que afectan a la sustancias compuestas?
1. Cambio substancial (metabolé): es la generación y corrupción de las substancias.
Afecta, por lo tanto, a la substancia misma, en tanto que supone su nacimiento o su
muerte.
2. El cambio accidental (kínesis) o movimiento: no afecta a la substancia, sino a sus
accidentes. La substancia es el substrato que permanece en el cambio, el sujeto que
adquiere o pierde ciertas determinaciones.

27. Aristóteles clasifico a los cambios accidentales en tres:


1. Cuantitativo: afecta a la cantidad. Es el crecimiento y la disminución de una substancia
o de un accidente de la misma.
2. Cualitativo o alteración : es el cambio en las cualidades de una substancia.
3. De lugar o locativo : traslación.

28. Aristóteles clasifica a la potencia en dos formas:


a) Activa
b) Pasiva

29. Menciona las cuatro causas que distingue Aristóteles


a) Causa material
b) Causa Formal
c) Causa Eficiente
d) Causa Final

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30. ¿Cómo llamó Aristóteles a las dos obras que escribió sobre ética?
a) Ética a Nicómaco o Ética Nicomáquea
b) Ética a Eudemo

31. Según Aristóteles las virtudes éticas más importantes son:


La fortaleza, la templanza y la justicia.

32. Según Aristóteles las virtudes dianoéticas más importantes son:


La inteligencia (sabiduría) y la Prudencia

33. ¿En que consiste la ética y la política aristotélica?


La ética desemboca en la política y se subordina a ella, en la medida en que la voluntad
individual ha de subordinarse a las voluntades de toda una comunidad. Pero también, la
política permitirá que el Estado eduque a los hombres en la virtud y, sobre todo, en la
justicia.
Ética y política se refieren ambos al bien del hombre. Y el bien de la ciudad y el del
individuo coinciden porque la felicidad de la comunidad, como un todo, es la suma de la
felicidad de cada individuo que integre esa comunidad.

34. Explica como deben ser las formas de gobierno según Aristóteles
Cuantitativamente, pueden darse distintas cleses de gobiernos, dependiendo del número
de gobernantes: uno solo, unos pocos o la mayoría.
Cualitativamente, estas formas podrán ser justas o injustas, atendiendo a si su mira está
puesta en el bien particular o en el bien común.

La monarquía es la forma justa de gobierno de un sólo hombre.


La aristocracia es el gobierno justo de unos pocos: "los mejores" o aristoi.
La democracia es la forma justa del gobierno del demos o pueblo.
35. ¿En que está basada la gnoseología tomista?
En la relación entre teología y filosofía (entre el orden natural y el sobrenatural).
Estima que todo conocimiento ha de partir de una reflexión de que se da en la experiencia
sensible. No se trata de una limitación a los datos de los sentidos. El sujeto comienza con
lo dado, pero ha de seguir un proceso sistemático y metódico.

36. ¿De que manera considera Tomás de Aquino que está formado el cosmos?
Esta formado por multitud de sustancias, compuestas por materia y forma, siendo la
forma la responsable de la esencia de dicha sustancia. El mundo se articula debido a la
existencia de estas formas, sin las cuales sería imposible el conocimiento.

37. ¿En que se basa la teoría Tomista del conocimiento?


En el carácter abstractivo del proceso de conocer.

38. ¿En que consiste el conocimiento inteligible?


Es donde se produce la abstracción, la separación de la forma o esencia con respecto a
la materia individual. La abstracción. es el proceso por el que se pasa del conocimiento

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sensible a inteligible. Cuando se conoce intelectivamente, lo que se separa es la forma de
la materia individual. Por ejemplo en el hombre la carne y los huesos sería materia
común, pero, esta carne, estos huesos sería materia individual. El entendimiento abstrae
la especie de la materia sensible e individual, no de la materia común, pues ésta
pertenece a la naturaleza específica de la substancia.

39. ¿Qué opinión tenía Tomás de Aquino sobre la materia?


La materia por si sola, no puede existir . La forma constituye el elemento imprescindible
para que ésta obtenga toda su potencialidad. Es a través de la forma como la materia se
individualiza, y presenta sus diferencias. Constituye el sustrato fundamental de la materia,
es decir su esencia, pero también su principio de individuación. 'La forma es lo que hace
de un ser vivo sea ese ser vivo y no otro.

40. ¿En que concepto tenía Tomás de Aquino a el Alma?


El alma necesita del cuerpo para poder así, realizar todas las funciones de la actividad
sensitiva, vegetativa e intelectiva ( el hombre no posee ideas innatas y forma sus ideas a
partir del mundo sensible). El alma humana creada por Dios es inmortal y está destinada
a permanecer unida al cuerpo. Ahora bien, esta unión del alma con la materia no
constituye ninguna cárcel, no es una relación accidental sino substancial.

41. ¿Cuáles son las famosas cinco vías en las que todas siguen un esquema o estructura
de Tomás de Aquino?
1ra. vía está fundada en la observación del movimiento
2da.vía parte de la observación de la relación causal
3ra. vía se funda en la observación de las cosas contincentes
4ta. vía parte de la observación de los grados de perfección
5ta. vía se funda en la idea de finalidad

42. ¿En que se basaba la filosofía de Descartes?


En la filosofía del conocimiento o gnoseología y sólo derivadamente se desenvuelve
como una ontología o una filosofía del ser. Es por este motivo que se apasiona por la
cuestión del método, único camino que permitirá recomponer y unificar no sólo la
pluralidad de ciencias sino la propia sabiduría humana.

43. ¿Cuál fue la obra fundamental de Descartes y que plasmo en ella?


"REGULAE AD DIRECTIONEM INGENII" (Reglas para la dirección del espíritu). Esta obra
plasma su intención de crear una ciencia universal de carácter matemático. Pero también
se subrayan los aspectos metodológicos de su pensamiento.

44. ¿En que se basaba el método utilizado por Descartes?


En remitir, a través de ciertas reglas, todo conocimiento a la certeza. El método no es más
que un camino seguro para llegar a la verdad y evitar el error.
Este camino ha de ser único, ya que no hay distintos métodos para distintas ciencias. Si
todas las ciencias que posee el hombre forman un único saber, que expresa la sabiduría
humana en su totalidad y como algo unitario, ha de haber también un único método que
se corresponda con esa unidad de saber y que se pueda aplicar después a cualquier
campo o región del conocimiento.

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45. ¿Cómo quedó reducido el esquema categorial de la modernidad según la metafísica
cartesiana?
a) Sustancia
b) Atributos
c) Modos

46. Menciona las tres clases de distinción de las que habla Descartes en su pluralidad de
seres
a) Real
b) Modal
c) De razón

47. En la obra “Tres diálogos entre Hilas y Filones” de Berkley, ¿A qué se refiere la
negociación de la sustancia material?
Negaba la existencia de un mundo material, ya que dibujaba un sistema que parecía
apartarse del sentido común al negar lo que para la mayoría de las personas es un hecho
obvio: la existencia de un mundo material, exterior e independiente de nosotros.

48. ¿Cuál es el fundamento de la doctrina de Berkley?


Apartar la ocupada mente del hombre de investigaciones inútiles y de los refinamientos
abstractos que no hacían sinó confundir su inteligencia extraviándola de los "aspectos
prácticos de la vida"
Consideraban que destruia los dogmas de la religión, abocando al hombre al
escepticismo y el ateísmo, llegado a un dualismo insuperable que imposibilitaba el acceso
del hombre al conocimiento de la verdadera naturaleza de las cosas.

49. ¿En que se basa el idealismo de Berkley?


Si todo lo percibido son ideas que no se correspoden con nada real y exterior existente
con independencia de nuestras mentes, el mundo sensible no es más que un enorme
conjunto de fenómenos y su ser consistirá en ser percibido (esse est percipi).Por lo tanto,
la substancia material no existe.

50. ¿Cómo está formulada la tesis completa de Berkley?


Berkeley cree que lo único que produce es aislar al hombre del mundo, afirma que lo más
sensato es pensar que el mundo que percibimos inmediatamente existe, despojado de
cualquier substancialidad que no hará si no oscurecerlo y hacerlo todavía más
incomprensible.
El afán de claridad sujeta la elección del género literario del diálogo como forma idónea
para alcanzar dos fines fundamentales: en primer lugar, esclarecer las objeciones y dudas
que su anterior obra causó y, en segundo lugar, permitir el acceso a un mayor número de
lectores, para lo cual utilizó un lenguaje llano, exento de erudiciones.
51. ¿Qué nombre recibe el método que utiliza Hume para investigar la naturaleza
humana?
Método inductivo

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52. ¿Cuál es el nombre de la obra de Hume que alcanzó el éxito en la primera edición?
Political discourses

53. ¿Cómo definió Hume a la percepción?


A todo acto o contenido de la mente. Todo lo que podemos sentir, desear, pensar e
imaginar son percepciones.

54. Menciona las clases de percepciones según Hume


Se basa al grado de FUERZA y VIVAVICIDAD con la que se presente la percepción.

55. Las percepciones se dividen en dos:


Las impresiones: que son los datos inmediatos de la experiencia y aquellas percepciones
que poseen el mayor grado de fuerza y vivacidad. Oir, ver, oler, sentir, amar, desear,
querer, odiar.... son impresiones.

Las ideas:, el otro tipo de percepción, son copias, imágenes o representaciones mentales
de impresiones precedentes. Por eso su grado de fuerza y vivacidad es menor.

56. ¿Cuál es el campo donde más sobresalio Chardín y logró una magnífica reputación
como sabio?
En el campo de la paleontología humana con sus descubrimientos.

57. ¿Qué expresa la formula de “La cosmogénesis conduce mediante la biogénesis a una
noogénesis en cambio halla su perfección en una cristogénesis” según Chardín?
La concepción Theilhardiana de la evolución del mundo y del espíritu, así como su fe y
confianza en su sentido final.

58. ¿En qué se orientó según Chardín el humanismo que se ha desarrollado a partir del
renacimiento?
En la confianza en la capacidad del hombre para crear libremente su destino, es de
tendencia panteísta, inmanente, organicista, evolutiva, etc.

59. ¿Cómo considera ortega al filósofo?


Como cualquier otro producto del pensamiento humano, está históricamente
condicionada, la historia nos muestra que los objetos y los métodos de la filosofía
cambian con el discurrir de las épocas, sin embargo, la función y el cultivo de la filosofía
persiste ante dichos cambios, ello se debe a que la filosofía funda su aspiración en la
necesidad de la conciencia humana por afrontar la pregunta por todo cuanto hay en el
Universo. En función de este proceder, la filosofía es conocimiento y el tema para el cual
surgió la filosofía es el Universo.
Filosofía es algo que el hombre hace y todo hacer humano es hecho por algo y para algo,
sin que sea posible vacío de motivación.

60. ¿En que momento aparece la filosofía según Ortega?


Desde que el hombre comienza hacerse preguntas de cuanto hay en el univeso.

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61. elabore un diagrama o mapa conceptual en donde relacione las principales ideas de
David Hume.
DAVID HUME:

 Una filosofía racionalista : negación de la existencia de las ideas innatas.


 Metafísica:
- Crítica a la metafísica (sobre todo al concepto sustancia)
- Crítica a la idea de una realidad exterior a nosotros
- Crítica a la idea de Dios
- Crítica a la idea de “YO”
- Crítica a la idea de Causas
 Método inductivo (para investigar la naturaleza humana)
 La percepción: (todo acto o contenido en la mente)
- Las impresiones
- Las ideas
- Dos clases de percepciones: la simple y las complejas
 Clases de impresiones:
- De la sensación
- De la reflexión
 Razonamiento:
- Las relaciones de idea
- Las cuestiones de hecho

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Esta materia a sido compleja y difícil de entender por la profundidad de los temas, lo
extenso de los mismos y por la cantidad de datos, obras, ramas, propuestas, escritos,
ideas, ... , pero realmente muy interesante, impactante y relevante que nos hace
reflexionar sobre la vida, el mundo, la religión, el Yo, aspectos que realmente son
apasionantes, sobre todo el entender el como de una época a otra una hipótesis o teoría
se desmentía y se presentaban argumentos filosóficos muy interesantes y como muchas
otras ideas se han mantenido y fortalecido con el tiempo.

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Me ha resultado muy interesante el tratar de comprender la postura que toma cada uno y
la enorme influencia que tenían de su maestro en ellos en un inicio, pero como cada uno
va retomando su camino, va estableciendo sus ideas, pensamiento y postura sobre
aspectos tan importantes como el Alma, la materia, la sustancia, sobre la religión, las
virtudes, aspectos interesantes cobre la ética y la política y en algunos casos a objetar y
estar en contra de aspectos o conceptos de sus maestros.

El estudio del cosmos en cada uno de ellos es apasionante por la forma en que la
visualizan, la materia, la sustancia, etc.

En las diferentes etapas de la historia la filosofía a tenido un papel fundamental para


entender el mundo, el cosmos y se nota en las doctrinas de cada filósofo, en la edad
Media el mundo se reduce a sociedad política, y ésta a Imperio; el hombre no se valora
como ser independiente, sino como parte de la naturaleza; Dios es un poder sobrenatural
que todo lo domina e invade, concretado en la religión como preocupación fundamental y
la Iglesia como institución omnipresente/poderosa. Dios prevalece sobre el mundo y sobre
el hombre. Durante la edad Moderna, el Estado surge como algo independiente de la
Teología; al hombre se le reconoce el valor de su razón y se inicia un proceso de
secularización que va quitando preeminencia a lo religioso. El hombre aparece en primer
plano, ocultando en parte a Dios y al mundo. En la edad Contemporánea, se establece
definitivamente la autonomía y valor propio del mundo y de la ciencia como modelo de
conocimiento; al hombre se le reconocen unos derechos inalienables sobre los que se
fundamenta su valor e igualdad fundamental con sus semejantes, y la Iglesia se
independiza definitivamente del Estado en los países occidentales.

En lo personal me gusta la Metafísica, considero que la mente es una herramienta


fundamental para el desarrollo personal y profesional de las personas, que somos lo que
pensamos, que alcanzamos lo que creemos y que la facilidad es una cuestión de actitud,
que alcanzamos el éxito y las metas aquellos que confiamos en nosotros y todo estos
pensamientos tienen sus raíces con los grandes filósofos que ha dado la humanidad.

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