Sánchez, B (2014) Mercado de Suelo Informal y Políticas de Hábitat Urbano en La Ciudad de Guayaquil

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1

FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES


SEDE ECUADOR
DEPARTAMENTO DE ASUNTOS PUBLICOS
CONVOCATORIA 2011-2013

TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO DE MAESTRÍA EN


ESTUDIOS URBANOS

MERCADO DE SUELO INFORMAL Y POLITICAS DE HABITAT URBANO


EN LA CIUDAD DE GUAYAQUIL.

BERTHA PATRICIA SANCHEZ GALLEGOS

QUITO, FEBRERO DE 2014


2

FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES


SEDE ECUADOR
DEPARTAMENTO DE ASUNTOS PUBLICOS
CONVOCATORIA 2011-2013

TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO DE MAESTRÍA EN


ESTUDIOS URBANOS

MERCADO DE SUELO INFORMAL Y POLITICAS PUBLICAS DE HABITAT


URBANO EN LA CIUDAD DE GUAYAQUIL.

BERTHA PATRICIA SANCHEZ GALLEGOS

ASESOR DE TESIS: RAMIRO ROJAS PIEROLA

LECTORES: ALBERTO ACOSTA ESPINOZA

MARCO CORDOVA MONTUFAR

QUITO, FEBRERO DE 2014


3

DEDICATORIA

A mis padres: porque de ellos aprendí la solidaridad como principio de vida


A mi hijo: quien simboliza las nuevas generaciones del país
A los moradores de los asentamientos informales de Guayaquil: que nos enseñan día a
día lo que es vivir en condiciones infrahumanas, por su tenacidad en la construcción de
sus moradas, de la ciudad; y porque también son merecedores de días mejores
4

AGRADECIMIENTOS

A la Flacso: por su apoyo para la realización de mi Maestría

A Marco Córdova Montufar, por sus aportes y su paciencia para atender cuantas veces
le solicitaba la revisión de esta tesis.

A Rafael Rojas, director de esta tesis

A los lectores: Alberto Acosta Espinoza

Marco Córdova Montufar

A Karina Murgueitio, por su aporte en la elaboración de los planos

A Gaytan Villavicencio, por escuchar mis primeros intentos en la definición del tema de
investigación

A todos/todas los dirigentes, moradores/as que colaboraron con sus conocimientos y


experiencias como entrevistados

A las autoridades del Municipio de Guayaquil, Ministerio de la Vivienda, Instituto


Nacional de Censos, que facilitaron la información institucional

A mi hijo, Juan Sebastián Guerrero, por su permanente aliento para la culminación de


esta tesis, su complicidad silenciosa en los largos días del trabajo de campo y redacción
del informe final.
5

ÍNDICE

Contenido Páginas
RESUMEN ………………………………………………………………...…………....8
INTRODUCCION
Definición de la problemática de estudio …………………………………………..….10
Pregunta de Investigación, Hipótesis, ………… …………………………………..…..16
Objetivos, Metodología ...……………...…………………………………….………..17
CAPITULO I
MARCO TEORICO
La Teoría de la Regulación: Régimen Urbano y Regulación Urbana. ………………..19
Políticas Públicas de Hábitat Urbano: La política de vivienda social y
políticas de regularización del suelo.…………………………………………….……..23
Estrategias de Reproducción Social: Mercado Informal de suelo, lógicas de
producción y reproducción…………………………………………………………..…29
CAPITULO II
CONTEXTO DE ANALISIS: LA CIUDAD DE GUAYAQUIL
Guayaquil: Breve caracterización de su proceso de Urbanización …………………….35
La dinámica poblacional en el contexto urbano de Guayaquil en los
últimos años …………………………………………………………………………...37
La ocupación del Suelo Urbano …………………………………………………….….43
Pobreza y Precariedad del Hábitat…………………………….……………………..…49
CAPITULO III
POLITICA PUBLICA HABITACIONAL Y LEGALIZACION DE SUELO
EN GUAYAQUIL
Inventario Habitacional en Guayaquil: Cualicuantitativo……………………….…..…56
La oferta habitacional pública del Gobierno Nacional ………………………..…..…59
La oferta habitacional pública del Gobierno Local ……………………….……..….....80
Política de legalización de suelo en Guayaquil ………………………………………..84
CAPITULO IV
DINAMICA DEL MERCADO INFORMAL DE SUELO
De las ocupaciones de suelo a los mercados informales de suelo ……………………..99
De los mercados informales de suelo a su regularización …………………………...107
6

Origen del Asentamiento: Horizontes del Guerrero, un estudio de caso………..….…115


Estructura de los mercados informales de suelo………………………………………121
La consolidación barrial y el trabajo comunitario…………………………….............129
Las estrategias familiares y las unidades domésticas de reproducción social…..….....134
Los mercados informales de suelo y las relaciones políticas……………………...….141
A MANERA DE CIERRE……………………………..…………………….………146
BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………….…..153

INDICE DE CUADROS

Cuadro N.° 1: Crecimiento histórico de Guayaquil, porcentaje respecto a población


nacional, área y densidad………………….…….……………………. 38
Cuadro N.° 2: Población años 1990,2001 y proyecciones 2005, 2010, según
Áreas de Desarrollo Social……………………………………………...42
Cuadro N.° 3: Área neta 2001, 2005, 2010, según Áreas de Desarrollo Social…….....44
Cuadro N.° 4: Evolución de los asentamientos informales. Año 2010…………….…..45
Cuadro N.° 5: Distribución del suelo urbano en urbanizable y no
urbanizable. En hectáreas…………………………..……..……….…..47
Cuadro N.° 6: Estimación del Uso de Suelo Urbano Residencial Formal e
Informal. En Hectáreas y Porcentajes……………………….……...…49
Cuadro N.° 7: Población Promedio con NBI e indicador CAPECO, según
Áreas de Desarrollo Social. Año: 2005………………………………..52
Cuadro N.° 8: Evolución de la Población y Vivienda ocupada en Guayaquil.
1974-2010…………………………………….………………….……..57
Cuadro N.° 9: Evolución de la Vivienda ocupada en Guayaquil, según servicio
Básico. Años 1990-2010……………………………..…………….…57
Cuadro N.° 10: Evolución de la Vivienda ocupada particular en Guayaquil,
según tipo (incluye ocupada, desocupada, en construcción).
Años 1990-2010…………………………………...…………….……58
Cuadro N.° 11: Producción de Vivienda en Guayaquil por el Seguro Social
entre 1942-1987……………………………………….…………..…59
Cuadro N.° 12: Producción de Vivienda en Guayaquil, por la Junta
Nacional de Vivienda entre 1964 a 1992…………………………….61
7

Cuadro N.° 13: Subsidio Habitacional (bono) entregado por el MIDUVI,


en Guayaquil, según programa. Años 1998-2006………..….…..…...65
Cuadro N.° 14: Subsidio Habitacional (bono) entregado por el MIDUVI,
en Guayaquil, según programa. Años 1998-2013………………..…70
Cuadro N.° 15: Programa Habitacionales Municipales………………….……………..82
Cuadro N.° 16: Oferta de Suelo y vivienda de la Municipalidad.
Años 2002-2016……………………………………………………...84
Cuadro N.° 17: Títulos de Propiedad entregados por la Municipalidad de
Guayaquil. Años 1993-2013………………………………………...92

INDICE DE MAPAS

Mapa N.° 1: Áreas de Desarrollo Social definidas por la Municipalidad…………..… 40


Mapa N.° 2: Evolución de los Asentamientos informales en Guayaquil………….…...46
Mapa N.° 3: Calificación del suelo del Cantón Guayaquil …………………….………48
Mapa N.° 4: Zona por Necesidades Básicas Insatisfechas, según Áreas de
Desarrollo Social………………………………………............................ 54
Mapa N.° 5: Programas Habitacionales Públicos en Guayaquil…………….…………83
Mapa N.° 6: Sectores amparados por Leyes y Decretos de Legalización de
suelo informal en Guayaquil……………………..………….……………93
Mapa N.° 7: Zona de Monte Sinaí, de aplicación de las reformas a la Ley 88………..97
Mapa N.° 8: Barrio Horizontes del Guerrero……………..………………………..…116
Mapa N.° 9: Habitación por etapas de la Unidad Familiar……………………………137
Mapa N.°10: Localización Barrial de la Unidad Doméstica……………....….………137

INDICE DE GRAFICOS

Gráfico N.° 1: Unidad Doméstica de estudio…………………………………………134


8

RESUMEN

Los asentamientos informales se han constituido en la forma predominante de


crecimiento urbano en la ciudad de Guayaquil; este fenómeno no es nuevo, se inicia en
los años 30 con la crisis cacaotera y a partir de los años 60 toman el carácter de masivas.
A partir de los años 90 resurgen con fuerza en el marco de políticas neoliberales y
agudización de la pobreza, mediados por relaciones mercantiles, dando paso a los
mercados informales de suelo. A las causas estructurales que están en la base de la
formación de asentamientos informales, se suman una oferta insuficiente de vivienda
social, una legislación urbana elitista y excluyente y una institucionalidad débil e
incapaz de controlarlos. El Estado ha respondido con políticas de regularización, que
antes que resolver la informalidad, la está reproduciendo. El interés de la tesis se centra
en la articulación que existe entre la formación de mercados informales y la política
pública habitacional y de legalización de suelo, y como factores de carácter sociales,
políticos e institucionales, coadyuvan para el funcionamiento y reproducción de los
mercados informales en la ciudad de Guayaquil.
En el primer capítulo destinado al marco teórico, revisaremos los conceptos de
Régimen Urbano y Regulación Urbana, que nos orientarán a entender la estructura de
la ciudad Latinoamérica como resultado de la interacción entre la lógica del Estado, la
lógica del Mercado y la lógica de la Necesidad. Esta última actuando como estrategia
de reproducción social, tiene una dinámica de producción y reproducción en el nivel
microsocial, articulada a nivel macro a las políticas públicas habitacionales y de
regularización del suelo y a las relaciones de poder que se generan en la interacción.
El segundo capítulo se orienta a contextualizar la investigación en la ciudad de
Guayaquil, se hará una muy breve caracterización del proceso de urbanización, de su
dinámica poblacional en los últimos años, de la ocupación del suelo, de los niveles de
pobreza y precariedad urbana, con el objetivo de dimensionar el fenómeno que se
pretende analizar.
El tercer capítulo tiene por objeto enfrentar la demanda habitacional con la
oferta pública habitacional; iniciará con un inventario habitacional cualicuantitativo en
la ciudad de Guayaquil, que permita dimensionar el stock y la calidad de vivienda
existente y la demanda por crecimiento vegetativo. A continuación se hará una
9

caracterización de la situación de la oferta pública habitacional, por parte del nivel de


Gobierno Nacional, como a nivel de Gobierno local. La última parte del capítulo estará
destinado a examinar la política de legalización de suelo y su naturaleza en relación a
los asentamientos informales.
En el último y cuarto capítulo, a partir de un estudio de caso, se da cuenta de
las dinámicas de los asentamientos informales. Se parte de las coyunturas en que se
producen y el proceso que conlleva a su regularización; luego, se revisa la dimensión
endógena que responde a la institucionalización histórica de prácticas sociales y
culturales que los reproducen, como la confianza y lealtad y de redes sociales basadas
en relaciones de parentesco y compadrazgo, que permiten en su conjunto la
reproducción social de familias de muy bajos recursos, activando principalmente su
capital social.
Finalmente el capítulo titulado a manera de cierre, recoge los principales
hallazgos del estudio, orientados a: i) profundizar en los temas discutidos en esta tesis
y abrir nuevas líneas de investigación en torno a la temática analizada, y ii) reflexionar
desde la teoría y la práctica de los mercados informales de suelo elementos que
permitan la construcción de estrategias más adecuados y efectivos, en términos de
políticas urbanas para el desarrollo urbano, para la erradicación de la pobreza y la
construcción de una sociedad más democrática.
10

INTRODUCCION
Definición de la problemática de estudio
Según datos censales del 2010, la ciudad de Guayaquil, cuenta con 2´278.691 habitantes
y una tasa de crecimiento del 1,54 % anual1, convirtiéndose en la ciudad más poblada
del Ecuador (Inec, 2010). La demanda anual de vivienda nueva de la ciudad de
Guayaquil esta por las 8.000 unidades, correspondiendo al estrato popular bajo, cerca de
6000 viviendas. Esto significa una demanda de 150 hectáreas de tierra anualmente
(Diario Expreso, 2 Enero 2011)
La ciudad de Guayaquil, absorbe anualmente alrededor de 5000 familias
provenientes de antiguos barrios informales de la ciudad, ciudades intermedias y zonas
rurales, que se asientan cada año en tierras sin infraestructura básica, localizadas hacia
el noroeste, pasando el trasvase por la vía Perimetral, en las cooperativas Monte Sinaí,
Ciudad de Dios, Marcos Moroni, y Sergio Toral, actuales asentamientos informales que
ocupan la actual área de expansión urbana. Dirección de Urbanismo Avalúos y
Registros, de la Municipalidad de Guayaquil (DUAR: 2011).
Estas cooperativas, junto a las llamadas Balerio Estacio, Flor de Bastión, Janet
Toral, Paraíso de la Flor, El Fortín y Nueva Prosperina, reúne a más de 200 mil
habitantes y constituyen según la Dirección de Ordenamiento Interna y Territorial
DOIT, del Municipio de Guayaquil el último gran aumento poblacional de Guayaquil
desde1990. (http://www.eluniverso.com/2008/07/17/0001/18/2 BF9ADEE71 AD4BC7
BAA950E075 0DC9.html)
Los asentamientos informales, se han constituido en la forma predominante
del crecimiento urbano, lo cual implica graves problemas al desarrollo urbano de la
ciudad. Anualmente el Municipio de Guayaquil destina 250 millones de dólares, de un
presupuesto anual de 567 millones 646.000 mil, en atender con servicios las áreas
consolidadas. (http://www.elcomercio.com/pais/Municipio-Guayaquil-aprobo-
presupuesto-debate06011402.html)
Los asentamientos informales tienen su origen posterior a la crisis cacaotera de
los años 30, y se presentan como un fenómeno masivo a partir de los años 50, en
procesos sostenidos, continuos e individuales de ocupación del manglar municipal

1 La tasa de crecimiento anual entre el periodo censal 2001-2010, fue del 1,54%, mientras que
entre el periodo censal 1990-2001, fue del 2,51%.
11

conformando lo que hoy se conoce como Suburbio Oeste2 (Valencia, 1982:145). Para
1978, se habían ocupado 1000 há del suburbio, orientándose el crecimiento de los
barrios informales hacia el norte de la ciudad, a los sectores de Mapasingue y
Prosperina de propiedad privada (Villavicencio y otros, 1989:45), produciéndose fuertes
desalojos y una sostenida resistencia de los pobladores. Por el sur, a mediado de los 70,
se inicia la ocupación de El Guasmo, por población tugurizada y expulsada del casco
central, donde se estaba dando un acelerado proceso de renovación urbana (Valencia,
1982: 149); con una lógica planificada, organizada y asistida técnicamente, sobre
tierras de propiedad estatal -BEV e IESS-. El sur de la ciudad se satura con la
ocupación informal de la Isla Trinitaria, inmediatamente iniciada la construcción de la
vía perimetral, a fines de los años 80.
Saturado el sur de la ciudad y con límites geográficos de expansión, a
mediados de los años 80, los asentamientos informales avanzan hacia el norte, por el
este y oeste de la vía a Daule, con una lógica de negociación, en la que con
consentimiento de sus propietarios, o bajo amenaza de “invasión”, se vende la tierra a
través de “dirigentes barriales y/o promotores informales”, dando paso a los mercados
informales de suelo, siendo ésta la forma generalizada de acceso al suelo de los pobres
urbanos, a partir de este periodo3. Por el norte para los años 90 la planta urbana llega
hasta Pascuales, con los asentamientos de Bastión Popular, con una modalidad en donde
a más de los intereses económicos de la venta ilegal de la tierra, se articula el control
social y político de sus ocupantes; modelo que se repite al Oeste de la vía perimetral
para dar paso a la Flor de Bastión y Paraíso de la Flor, cerrándose el anillo de
asentamientos informales alrededor de la Perimetral con las Coop Balerio Estacio,
Sergio Toral, Zenaida Castro, etc, nombres de sus “promotores”, quienes a esta altura
ya tienen un bagaje acumulado en asentar a los “pobres urbanos” en terrenos privados,
en articular la votación local en redes clientelares a favor de sus propias candidaturas de
concejales y consejeros y en su articulación política a nivel nacional, para la aprobación

2 De acuerdo a AITEC, para 1950, el Suburbio Oeste ya poseía 30.563 habitantes u ocupaba un
área de 200 há, y para el año 1961, la extensión era de 823 há, un incremento del 311,5%. A
fines de los años 70, la población estaba cerca de las 500.000 habitantes.

3 Es una realidad que se repite en toda América Latina, según los autores especializados en
mercados informales de suelo, entre los que destacamos a Pedro Abramo, Martin Smolka y
Edesio Fernandes en Brasil; Nora Clichevsky en Argentina; Julio Calderón en Perú; Antonio
Azuela y Emilio Duhau en México, Samuel Jaramillo en Colombia.
12

de los decretos de legalización de la tierra en el Congreso Nacional 4. Las actuales


ocupaciones que se desarrollan en el noroeste de la ciudad –Monte Sinaí, Marcos Solís,
Ciudad de Dios, Tierra Prometida, Israel, etc., se inscriben en esta misma lógica
(Sánchez, 2011:2).
Las causa de la formación de asentamientos informales o irregulares, se
encuentra en los altos niveles de pobreza, bajos ingresos, informalidad ocupacional que
conforman una situación de precariedad estructural para gran cantidad de población que
no puede acceder al suelo urbano y vivienda a través del mercado formal, por lo que
recurren a formas de supervivencia entre los cuales están la ocupación informal de
tierras y la autoconstrucción de viviendas. La ausencia de políticas sociales en acceso a
suelo y vivienda acorde a los sectores de bajos ingresos (Clichevsky, 2009:68), así
como una legislación urbana elitista y excluyente, instituciones públicas débiles e
incapaces de hacer cumplir la “ley”, se suman a los factores que están detrás de la
informalidad (Fernández, 2008:30).
La política de vivienda social en el marco del Estado de Bienestar que se
iniciara en Guayaquil en el año 1942, característico de un régimen de urbanización
fordista excluyente, atendió a un sector limitado de la población, dando paso a la
formación de una urbanización marginal que no tuvo acceso a esta modalidad que el
estado ofrecía. La crisis del Estado de bienestar en la década de los ochenta y de los
sistemas habitacionales públicos consolidó esta forma de acceso informal a la vivienda,
y potenció un mercado informal de suelo.
A partir de 1992, el Estado deja de ejecutar la política de vivienda social, para
convertirse en regulador del mercado habitacional, tanto de la demanda como de la
oferta; implementa la política de subsidios habitacionales, incentiva la participación del
sector privado constructor como ofertante de vivienda social a través de la entrega de un
subsidio focalizado para grupos de bajos ingresos, así como del sistema financiero en el
otorgamiento del crédito complementario, para cubrir el valor de la vivienda. Pero es

4 El primer decreto se aprobó en 1967, pero es desde la aprobación de la Ley expropiatoria


N.° 37, del 11 de noviembre de 1997, que se inicia un Plan masivo de Legalización del suelo en
Guayaquil por parte del Municipio; con la aprobación de la Ley expropiatoria N.° 88, aprobada
por el Congreso Nacional el 5 de septiembre del 2007, se abarca casi la totalidad de los sectores
informales, hasta la fecha.
13

justamente en este periodo donde la informalidad crece en la ciudad de Guayaquil,


como consecuencia de otorgar al mercado la asignación de la vivienda social.
A nivel local, la Municipalidad de Guayaquil desde el año 2002, ha
incursionado en la provisión de vivienda social a través de alianzas público-privada con
el sector constructor y financiero, cuya oferta insuficiente a la demanda, también
excluye a la población de más bajos recursos, por lo que los mercados informales de
suelo siguen siendo la forma predominante de crecimiento de la ciudad.
La relación del Estado –local y nacional- con los asentamientos informales ha
sido ambigua: tolerancia-represión, aceptación-ignorancia; apoyo-rechazo;
dependiendo de la coyuntura política. Y larga… desde los años 30, la municipalidad
arrendaba tierras de su propiedad, en el suburbio oeste, a los moradores de bajos
ingresos que lo solicitaban5, pero esta modalidad fue rebasada por el crecimiento
acelerado de la ciudad, cuya estructura administrativa no estaba preparada para atender
la demanda de los arrendatarios6, para convertirse en ocupaciones de hecho
individuales y progresivas de suelo7 que luego se masificaron (Valencia, 1982:146). En
1967, se dicta el decreto 151 de legalización de la tierra que afecta estos asentamientos,
dándose inicio a lo que hoy se configura como la política de Legalización de Tierras en
Guayaquil, en respuesta a las demandas poblacionales por tierra y vivienda, en medio
de relaciones clientelares que vincula a políticos locales y nacionales en búsqueda de
votos y dirigentes barriales que construyen su liderazgo en torno a la solución de
demandas de carácter urbano, suelo, agua, relleno, vías, etc. Sucesivos decretos de los
años 1976, 1979, 1983, 1992, 1997 y 2007, alientan esta relación, inicialmente
afectando a tierras públicas y a partir de los años 80 con el agotamiento de éstas, los
decretos afectan a tierras privadas, vendidas irregular e ilegalmente, y su titulación al

5 Al respecto revisar ordenanza codificada sobre arrendamiento y enajenación de terrenos


municipales, cuya versión más antigua data de 1932

6 En el periodo intercensal 1950-1962, la tasa de crecimiento de Guayaquil es de 7.3%, una de


las más altas de América Latina y entre 1962-1974, desciende a 5.9%

7 Por las condiciones topográficas de esa zona, las familias antes que acceder a suelo, accedía a
un pedazo de manglar, lo que significó que gran parte de sus ingresos se destinara a su
habilitación, llegando el relleno del suburbio una política municipal. Debido a estas
condiciones el proceso de consolidación del suburbio fue lento y prolongado.
14

tiempo que legitima este acto, incorpora al mercado formal tierra antes ilegal.
(Villavicencio y otros, 1989:215).
La legalización de la tierra no resuelve el problema de la informalidad urbana,
pues la informalidad no solo es de carácter dominial –ausencia de títulos de propiedad-,
sino que incluye dimensiones urbanísticas, esto es precariedad de la vivienda que
habitan, ausencia de servicios básicos –agua potable, alcantarillado aguas lluvias,
teléfono, vías, etc-; falta de equipamiento social –guarderías, escuelas, colegios, casas
comunales, parques, bibliotecas, teatros, etc-; y dimensiones económicas que permita a
las familias las generación de ingresos y el mejoramiento en general de las condiciones
de vida de la población.
La legalización tampoco ha “acabado con la informalidad”, pues éstas se
siguen reproduciendo ya que su formación responde a causas estructurales, incluso hay
autores que plantean que las políticas de regularización son un aliciente para nuevas
ocupaciones informales (Smolka: 2002). La ley expropiatoria 37 del año 1997 y 88 del
año 2007, reflejan esta lógica.
Lógica de producción y reproducción de la ciudad “informal”, que están
definiendo la estructura urbana de la ciudad, con altos índices de precariedad del
hábitat, con una fuerte segregación socio-espacial, altos costos de habitabilidad para
una gestión más racional del territorio y altos costos sociales para la sociedad.
Esta forma histórica de ocupación de la ciudad informal, es abruptamente
interrumpida el 28 diciembre del 2010, con la expedición del decreto presidencial No.
607, por el cual se declara área de reserva de seguridad a 9.300 hectáreas, en la zona
donde se desarrollan los actuales asentamientos informales, que incluye una zona
crítica de 444 hectáreas ya ocupadas por estos. Por estas tierras cruza el acueducto que
conduce las aguas del embalse Empalme al de Chongón que reparte agua para el
consumo humano a la zona de la Península. La intervención tiene un doble propósito:
salvaguardar el Plan hidráulico y controlar las “invasiones”. Las 3622 familias
asentadas antes de la expedición del decreto, serían reubicadas en planes
habitacionales del Estado. Este evento provoca que las “invasiones” se disparen, hecho
controlado por una guarnición militar que se asentó en la zona y que empezó a desalojar
las ocupaciones posteriores a esa fecha. (Hogar Cristo, 2011: 4-6)
15

En la actualidad, en la zona hay pocas familias en espera de su reubicación, y “gran


parte de ellas que eran nuestra clientas desarmaron sus casas y han emigrado, a vivir en
hacinamiento”, indica una técnica de Hogar de Cristo. También está en construcción
en la misma zona, el programa habitacional Ciudad Victoria, proyecto de iniciativa
privada que cuenta con 113 hectáreas, para la construcción de 8000 unidades
habitacionales, donde serían reubicadas las familias “informales”, a través de la política
pública de subsidio habitacional. La vivienda más económica que ofrece el proyecto,
tiene un costo de $ 12.500 dólares, con un subsidio habitacional entregado por el Estado
de entre 5.000 y 12.500 dólares8. Hasta la presente fecha9 se han entregado 420
unidades habitacionales, en bloques cuadrifamiliares de dos plantas, siendo muy pocas
familias están haciendo uso de las mismas, al no poder desarrollar su vida cotidiana, ya
que la nueva localización habitacional las aleja de sus fuentes de trabajo, de las escuelas
y guardería de los niñ@s, el transporte es escaso, las distancias se han duplicado y no
tiene redes sociales en quien apoyarse10
Tampoco la gran mayoría de las familias “candidatas a reubicación”, han
aceptado esta solución, las razones son de orden económica: no tienen la entrada
obligatoria que el programa exige, no califican al crédito porque no pueden probar sus
ingresos, no quieren adquirir una deuda por 15 años dada la inestabilidad en sus
ingresos, y el precio de la vivienda final les parece excesivamente alto cuando terminen
de cancelarla totalmente; de orden social: la reducida área de vivienda no les permite
incorporar área de trabajo –tienda, taller- , el número de miembros familiares es muy
alto para los espacios habitacionales disponibles, no quieren compartir con otras
familias los bloques cuatrifamiliares; y de orden cultural: en el proceso de
construcción de su hábitat (vivienda, barrio, comunidad) las familias construyeron redes

8 La información oficial sobre este programa es muy restringida, y se la maneja


centralizadamente en la fiducia formada para este proyecto en Quito, por lo que notas de prensa
indican una variación del subsidio habitacional entre los 5000 dólares y 12.500, que
corresponden al precio final de la vivienda.

9 El presente informe fue presentado el 21 de Septiembre del 2012, al comité de aprobación


de tesis de la Flacso,

10 Visita y conversación informal mantenida con moradores actuales de Ciudad Victoria,


efectuada el 2 de septiembre del 2012. Gran parte de estas viviendas fueron entregadas para las
festividades de Guayaquil, el 25 de Julio pasado.
16

sociales que les permiten enfrentar la pobreza, las mismas que se pierden en el momento
que son reubicadas en los nuevos programas habitacionales; pierden también toda la
carga de valores simbólicos y subjetivos asociados a la construcción de comunidades,
ausentes en los complejos habitacionales anónimos y programas de vivienda “llave en
mano”.
El decreto 607, la política “cero tolerancia a las invasiones” y el incentivo de
la participación de la empresa constructora en la oferta formal de vivienda social con la
entrega de un subsidio a la demanda, es una nueva forma de enfrentar la problemática
de los asentamientos irregulares en una ciudad donde el fenómeno de la informalidad
urbana es persistente, pero que en el fondo comparten en entregarle al mercado –antes
informal de lotes y hoy formal de vivienda social- la responsabilidad de enfrentar la
problemática de la vivienda en la ciudad de Guayaquil. Este nuevo fenómeno abre
nuevas interrogantes sobre los asentamientos informales, la política social de vivienda y
la producción de ciudad.
Nuestro interés en esta tesis, se centra en la articulación que existe entre la
formación de mercados informales y la política pública habitacional y de legalización
de suelo y como factores de carácter sociales, políticos e institucionales, coadyuvan
para el funcionamiento y reproducción de los mercados informales en la ciudad de
Guayaquil.

Pregunta de investigación
¿Cuál es el papel de la política de vivienda social y de legalización de suelo, en la
formación de mercados informales en la ciudad de Guayaquil?

Hipótesis
El mercado informal de suelo en la ciudad de Guayaquil, esta dinamizado por una
política de vivienda social incapaz de responder a las condiciones de la población de
bajos recursos y por políticas de titulación del suelo que en su afán de regularizarlos,
potencian la tendencia.
17

Objetivo General
Comprender y explicar el rol de la política de vivienda social y legalización en la
formación de mercados informales en la ciudad de Guayaquil

Objetivos específicos
- Explicar cómo las políticas de vivienda social y de legalización del suelo, inciden
en la formación de mercados de suelo informal en la ciudad de Guayaquil
- Conocer las dinámicas presentes en el funcionamiento de los mercados informales,
en la ciudad de Guayaquil, que garantizan su permanencia y reproducción.

Metodología
La investigación aplicará una metodología cualitativa que permita aprehender la
relación dialéctica entre agentes y estructura como principio explicativo de las prácticas
sociales, orientada a i) medir el impacto de la política de vivienda social y legalización
de suelo en la ciudad de Guayaquil y, ii) entender la dinámica de los mercados
informales como estrategia de vida de familias excluidas de las políticas sociales de
vivienda pública.
Las variables identificadas son:
1. Mercado informal de suelo.- Acceso al suelo urbano a través de relaciones
mercantiles, pero sin cumplir las regulaciones civiles y urbanísticas para la venta del
suelo.
2. Política de vivienda social.- Acciones ejecutadas por el Estado a nivel Nacional y
Local, en la provisión de vivienda social en la ciudad de Guayaquil
3. Política de legalización de suelo.- Acciones ejecutadas por el Gobierno Local, para la
titulación de asentamientos irregulares en la ciudad de Guayaquil.
Las variables operativamente serán identificadas a través de:
1. Demanda y oferta de la política habitacional en Guayaquil y el carácter de las
mismas. Se recopilará información de segunda mano, archivos institucionales, registros
oficiales, tesis de grado, revistas y periódicos locales.
2. Dinámica de la producción y reproducción de los asentamientos informales
identificando, porque, cuando, donde y como los agentes en disputa actúan en este
18

contexto especifico. Los instrumentos a usarse serán: la observación participante y la


entrevista a profundidad.
Las unidades de análisis serán:
1. La política de vivienda social ejecutada en Guayaquil a partir de los años noventa,
tanto por el Gobierno Nacional como por la Municipalidad de Guayaquil
2. La política de legalización de suelo ejecutada en Guayaquil, con énfasis en los
decretos Ley 37 y 88, promulgados en 1997 y 2007, respectivamente.
3. Un caso de estudio de un barrio informal, en el cual se haya aplicado la Ley 33 y 88
de legalización de suelo y de cuenta de las dinámicas de producción y reproducción de
la informalidad urbana.
4. Un caso de estudio de una unidad familiar ampliada
El marco temporal será:
Desde inicio de los años noventa, hasta la actualidad, año 2013.
19

CAPITULO I
MARCO TEORICO
En este capítulo se hará un recorrido por el marco conceptual que nos permita articular
las variables presentes en la pregunta de investigación. Desde la teoría de la
Regulación, Pedro Abramo, proporciona dos conceptos: el de régimen urbano y el de
regulación urbana, a través de los cuales explica las lógicas de coordinación de
acciones sociales y económicas tanto individuales como colectivas, en la materialidad
urbana: la lógica del estado, la lógica del mercado y la lógica de la necesidad, en esta
última se inscriben los mercados informales urbanos.
Desde el Estado, se han generado políticas urbanas en relación al hábitat, cuya
naturaleza excluyente, explicaría que un gran porcentaje de población encuentre en los
mercados informales la forma de resolver el acceso a suelo y vivienda y no en la
política social; en tanto que los asentamientos informales como espacios de
reproducción de vida, generan dinámicas a través de los cuales se producen y
reproducen.

La teoría de la Regulación: Régimen Urbano y Regulación Urbana


Ni los estudios urbanos nacidos del estructuralismo, ni aquellos producidos a modo de
“descripciones románticas” pos estructuralismo, daban cuenta de los fenómenos urbanos
en su especificadas espacial; frente a lo cual Abramo propone dos conceptos para
“articular el capitalismo con la estructura urbana -regímenes urbanos- y los modos en
que esa espacialidad construida se reproduce -regulación urbana-” (Abramo, 2011: 30).
Estos dos conceptos tienen su origen en la “teoría de la regulación”, que alude
a las reglas de la vida económica. Como expresiones de la regulación están de un lado,
el régimen de acumulación, relativo a la naturaleza de las relaciones entre inversión,
producción y consumo, que permiten expandir la acumulación de capital a través del
desplazamiento, mutación o postergación de los posibles desbalances en el ciclo
económico generadores de crisis del sistema capitalista. Y de otro, el modo de
regulación, referido a las prácticas e instituciones políticas, sociales y culturales que
aseguran tales relaciones como compatibles (Painter, 1995: 277).
Los regímenes urbanos identificarían fases particulares de la relación del
capital y de la estructura urbana y son regímenes de acumulación definidos histórica y
20

geográficamente e inscritos en la espacialidad urbana. Por otro lado, la regulación


urbana, son los mecanismos sociales que permite que los regímenes urbanos se
produzcan y garanticen su reproductividad (Abramo, 2011: 30).
Introduce también el concepto de “funcionalidad urbana”, como “la manera
en que una estructura espacial urbana se asocia a la relación social de producción
capitalista”; esto significa que tanto un régimen de acumulación -régimen urbano- y su
modo de regulación -regulación urbanística- se expresan histórica y geográficamente
en las diferentes funcionalidades de la ciudad, que se manifestarían a través de criterios
locales urbanos específicos, que servirían de orientadores “guías” de los que denomina
“regímenes urbanos”, por consiguiente: un “régimen urbano definiría las formas
particulares que asumen los procesos de producción y de apropiación de la espacialidad
construida urbana”, identificando al mercado inmobiliario como una institución del
régimen urbano en la relación industrialización-urbanización (Abramo, 2011: 35).
En la búsqueda de poder identificar lo que podría ser la configuración de un
nuevo régimen urbano –fordista- que modifica las características urbanas -régimen y
modo de regulación-, Abramo propone que es el término “urbanización”, el más
adecuado por la integración de las dimensiones demográficas y espaciales; y plantea
que uno de los niveles de análisis estaría “definido por la caracterización de las formas
de producción y regulación espacial del ambiente construido urbano”. Para avanzar en
esa caracterización sería necesario identificar las “formas históricas que asume la
producción de la materialidad urbana y de los mecanismos a través de los cuales ella se
reproduce” (Abramo, 2011: 47).
El régimen urbano –fordista- de los países latinoamericanos vinculados a los
procesos de industrialización de sustitución de importaciones que se dio en la región a
partir de los años 30, en su dimensión territorial, presenta las contradicciones del
sistema capitalista de concentración y desigualdad, caracterizado por una estructura
socio-espacial urbana segregada, que definirán las estructuras urbanas futuras (Pradilla,
1981). De esta forma, importantes flujos migratorios rurales que no pudieron
incorporarse al aparato productivo, accedieron a suelo y vivienda a través de
mecanismos informales, revelando el carácter segregacionista y excluyente del régimen.
Desde la teoría francesa de la regulación, la dinámica reguladora que
interfiere en el espacio urbano local distingue entre la regulación económica y no
21

económica, entre la del estado y la que no lo es, y entre la socialización o regulación


informal y formal, que codifican la conducta individual y colectiva en los subsistemas
de la sociedad urbana, uno de estos el campo de la vivienda (Lambooy y Moulaert,
1999:51); lo cual permite el reconocimiento de un conjunto de instituciones y normas
informales producidas en los asentamientos populares a través de prácticas sociales, que
configuran un sistema de regulación informal de las transacciones mercantiles
informales.
La lógica mercantil formal en relación con el suelo urbano, contempla un
marco normativo y jurídico regulado por el Estado, en que se encuentra la propiedad
del suelo y las normativas urbanísticas respecto al uso del mismo principalmente; la
lógica informal, se estaría calificando en contraposición a lo formal, es decir la
ausencia de este marco normativo y jurídico considerado como legal.
La informalidad urbana, entonces remite a formas no reconocidas como
legales en cuanto a su propiedad, pero también incluye todo el marco regulatorio
necesario para su reproducción en los procesos territoriales urbanos, dimensión
fundaria y urbanística: formas ilegales de propiedad del suelo, en el uso del suelo, en la
construcción de la vivienda y de la infraestructura urbana.
La actual estructura interna de la mayor parte de ciudades latinoamericanas,
es el resultado de los procesos de acceso y definición de los usos del suelo, en lógicas de
coordinación de acciones sociales y económicas tanto individuales como colectivas,
actuando en coyunturas históricas determinadas (Abramo, 2008). De esta forma la
producción de la ciudad implica la “articulación de procesos sustentados por distintos
tipos de actores, que se caracterizan por lógicas diferentes en función de los objetivos y
prioridades que guían sus procesos productivos, así como por los distintos tipos de
recursos con que cuentan” (Herzer y Otros, 1998).
Por un lado el Estado coordinando las relaciones entre individuos y grupos
social, desde donde se define la forma y la magnitud del acceso a la riqueza de la
sociedad. En la lógica del Estado, este asume la responsabilidad de definir la selección
que garantice el mayor grado de bienestar social. Exige de los individuos y de los
grupos sociales alguna acumulación de capital que puede ser político -lealtades,
afiliaciones-; institucional -participación en políticas, programas, planes y obras-;
simbólico o de otra naturaleza y que permite su reconocimiento como parte integrante
22

de la sociedad y por tanto el derecho a participar de la distribución de las riquezas


sociales. A través de regulaciones y políticas, el Estado define la forma, la localización
y el objetivo público que facilita el acceso y usufructo del suelo urbano, proveyendo de
variadas maneras, el sustento para el despliegue de las otras lógicas (Abramo, 2008: 59).
Por otro lado el mercado, que asigna la riqueza social a través de las
relaciones de cambio, convirtiendo a la ciudad en objeto y soporte de negocios. En la
lógica del mercado, se encuentran quienes desean comprar y vender el suelo para
diferentes actividades, siendo una de las importantes la de uso residencial. La
posibilidad de acceso al suelo urbano, depende únicamente de la cantidad de capital
monetario y de la capacidad de acumulación de los individuos y de grupos sociales. El
mercado de suelos adquiere características particulares en relación a las condiciones
jurídicas y urbanísticas con las que se relaciona; cuando se encuentra inserto en un
sistema legal desde el punto de vista jurídico, y es reconocido por cualquiera de los
derechos de propiedad que las normas jurídicas establecidas por el Estado impone, -
privado, comunitario, estatal- estamos frente a mercados legales; así mismo si responde
a una normativa urbanística –usos de suelo, densidades, tamaños-, se relaciona con la
formalidad. Su naturaleza final son los mercados formales. Por el contrario, si se
encuentra la margen del sistema legal y de la normativa jurídica y urbanística, estamos
frente a mercados informales (Abramo, 2006:7).
En condiciones de pobreza estructural, procesos urbanos dependientes y
Estados deficitarios, surge otra forma de acceso a la tierra, que responde a una “lógica
de la necesidad”. La necesidad y la falta de recursos, se presentan como la motivación
que impulsa a aquellos grupos y sectores sociales que no logran procurar sus
condiciones de reproducción social en el ámbito de la dinámica mercantil, a generar
procesos individuales y colectivos de ocupación del suelo, que por su carácter de
producción informal de materialidades urbanas, no son reconocidas por el marco formal
regulador de la esfera jurídico-política del Estado de derecho moderno (Abramo,
2012:38).
La carencia de recursos no solo se refiere a los recursos económicos, también
podrían ser carencias de recursos institucionales y políticos; entre los institucionales
están los referidos a la no inserción o exclusión de un programa público, ya sea por su
inexistencia o por una reglamentación inalcanzable para ciertos grupos sociales y entre
23

las carencias políticas, se podría clasificar las referidas a la no objetivación de ciertos


grupos sociales, situaciones conflictivas o populismos. Aquí no se movilizan recursos
monetarios, pero tiene altos costos sociales y políticos (Abramo, 2008: 60).
El mercado informal de suelo caracterizado por irregularidades dominial,
urbanística y constructiva, es una respuesta pragmática a: a) la incapacidad de sus
pobladores al acceso al suelo y vivienda ya sea individual o colectiva a través del
mercado o de las políticas públicas y b) a un sistema urbanístico excluyente, que genera
procesos de segregación urbana-espacial, que en tanto estructura manifiesta relaciones
de poder desiguales.

Políticas Públicas de Hábitat Urbano: La política de vivienda social y políticas de


regularización del suelo.
La intervención del Estado en la vivienda se inicia a mitad del siglo XX, en el contexto
de las estrategias de modernización y de industrialización sustitutiva que caracterizaron
a los países “subdesarrollados”. Los Estados Nacionales desarrollan políticas
habitacionales centradas en programas de construcción de vivienda pública, cuyo objeto
fue responder a las demandas de la burguesía industrial y la clase obrera sindicalizada
que conformaba la base social del modelo desarrollista (Ramírez, 2002:13). Se generan
programas de construcción de vivienda “llave en mano” consolidando un andamiaje
institucional que se venía construyendo anteriormente. Se caracterizan por ser políticas
nacionales centralizadas, de poca cobertura frente a la demanda y muy escasas o nulas
intervenciones en el territorio rural, origen de las masivas migraciones del periodo
(Sepúlveda, 2006:14).
El resultado fue la producción de vivienda cara, altamente subsidiada,
inaccesible a los sectores de bajos ingresos y cuyo destino final fue la clase media. Se
destaca el aporte de éste tipo de política en la contribución al desarrollo económico
capitalista, creando una industria relativamente simple que podía consumir productos
industrializados producidos nacionalmente, la generación de empleos de baja
calificación en el marco de procesos de urbanización acelerados, y un sector financiero
dinamizado por las inversiones del Estado. De esta forma el Sector Vivienda se define
como un área importante de acumulación de capital (Ramírez, 2002:14).
24

El modelo desarrollista no funcionó y las ciudades crecieron en base a grandes


asentamientos ilegales, se comenzó a conceptualizar el problema de la vivienda desde
la teoría de la marginalidad y del sector informal, y la necesidad de bajar los costos de
producción reconociendo la participación del usuario en este proceso. Los aportes de
John Turner en los años 70, respecto a la autoproducción de la vivienda se vuelven
paradigmáticos para la concepción de los programas de “Lotes con Servicios” y de
programas de “Mejoramientos Barrial, promovidos por el Banco Mundial.
Los programas de Lotes con Servicios, parten del concepto central de la
incorporación de los usuarios al comienzo del proceso productivo de la vivienda
accediendo legalmente a tierra con servicios e implica su participación continua,
organizada y apoyada técnica, financiera y socialmente por las agencias públicas
patrocinadoras del proyecto, así como una permanente capacidad de negociación de las
partes para la definición de estándares técnicos, procesos constructivos, financiamiento,
entre otros aspectos. La evaluación que de ellos se ha hecho arroja éxitos y fracasos; en
el primer caso cuando la iniciativa proviene de un grupo organizado y cuenta con la
asistencia técnica permanente y en el segundo cuando los proyectos han sido diseñados
por agencias sin referencia a una comunidad organizada (Ramírez, 2002:17).
Los programas de Mejoramiento de asentamientos irregulares, parten del
reconocimiento de la informalidad urbana y están orientados a la provisión de
infraestructura vial, sanitaria, provisión de equipamiento y servicios y la resolución de
la tenencia de la tierra. En su primera versión en los años 70, su filosofía y concepción
puso a los pobres en el centro de su preocupación, aumentado la cantidad de familias
beneficiadas respecto a otro tipo de programas, estableciendo relaciones directas con
las comunidades y promoviendo espacios de negociación y participación. Sin embargo,
las intervenciones fueron muy limitadas y los recursos financieros seguían concentrados
en los modelos tradicionales de producción de vivienda como producto final (Ramírez,
2002:17).
Desde posiciones del materialismo histórico, la crítica principal se orienta a
develar que la producción informal de la ciudad se debe a causas estructurales -carencia
de empleo, bajos salarios, estructuras monopólicas de la propiedad de la tierra y del
sector inmobiliario-, y coyunturales (crisis económica, financiera, y fiscal, austeridad
estatal), y que por lo tanto las solución informal en la producción de vivienda de los
25

pobres no puede ser la solución a este problema, pues a través de esta fórmula el peso de
la solución recae sobre los hombros de la clase trabajadora, en tanto que las condiciones
que origina el problema permanecen (Pradilla, 1995:7).
En los años 70, entra en crisis el modelo global de acumulación capitalista, y al
amparo de las medidas económicas para generar crecimiento económico contenidas en
el consenso de Washington11, a partir de los años 90 se consolida un nuevo modelo de
políticas sociales, relacionadas con la reconversión productiva, la supremacía del
mercado financiero y reformas del Estado, privilegiando al mercado antes que al
Estado, como medio más adecuado en la asignación de recursos; un fuerte
financiamiento en forma de deuda externa viabilizaba las reformas. La financiabilidad
y recuperación de costos guiaron la intervención del Estado, cuyo papel se reducía a la
de un facilitador del mercado, estimulando la participación eficiente de la empresa
privada, con una serie de recursos para subvencionar a sectores sociales -subsidios
directos y focalizados- dentro de la lógica del mercado.
El modelo neoliberal, en el campo de las políticas urbanas propiciará la
privatización de los servicios e infraestructura, alentando la competencia de las
ciudades. En cuanto a las políticas habitacionales, los sistemas nacionales de provisión
habitacional, centrados en el financiamiento de la oferta se reemplaza por el llamado
financiamiento de la demanda. Los organismos multilaterales de crédito (Banco
Mundial y BID) principalmente promoverán los sectores financieros nacionales,
promoviendo un rol del Estado como “facilitador” del mercado. La política sectorial se
concentrará en el producto vivienda, en función del mercado financiero desatendiendo
la dimensión urbana, en particular la del suelo urbano.
Así la política urbana queda definida en los siguientes términos: a) La no
intervención directa del Estado en el mercado del suelo, de la vivienda, y de los
servicios urbanos, argumentado que el mercado es el mejor asignador de los recursos, y
su rol será el de facilitar que el mercado habitacional funcione; b) mediante la

11 Entre las medidas contempladas por el consenso de Washington estaban: 1. Disciplina


presupuestaria; 2. Priorización del gasto público hacia los sectores productivos y subsidios
focalizados para atender necesidades de los pobres; 3. Ampliación de la base impositiva; 4.
Liberalización de las tasas de interés; 5. Tipo de cambio de la moneda competitivo; 6.
Liberalización del comercio internacional; 7. Favorecer la inversión externa liberalización
laboral; 8. Privatización del Estado; 9. Desregulación de los mercados; 10. Protección de la
propiedad privada.
26

supremacía de los derechos de propiedad, en la privatización de la vivienda pública y


regularización de la tenencia de la tierra, por sobre toda otra actuación pública; c) la
recuperación de los costos en el suministro de la infraestructura; d) la flexibilización de
las normas urbanas que generan una ficticia escases del suelo que debe disponerse al
sector privado, para la provisión habitacional (Fernández, 2003:8).
A fines de los años 90, los efectos de la política neoliberal se presentan con un
aumento de la pobreza, que se expresan en el territorio con el incremento de los
asentamientos informales, para los cuales se promoverá los programas de mejoramiento
de barrios focalizados, preferentemente los localizados en los centros urbanos,
financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo, destinando a los asentamientos
periféricos políticas de regularización para atender los aspectos de irregularidad,
ilegalidad y/o informalidad en la ocupación del suelo y construcción de la vivienda.
Los programas que centran su atención en la legalización, tuvieron un
financiamiento del Banco Mundial, bajo el aliento de las teorías de Hernando De Soto,
respecto a la superación de la pobreza que supone la legalización de la tierra ilegal y su
conversión en capital activo.12 El concepto central es que todo el patrimonio que
poseen los pobres urbanos, producto del acceso ilegal a suelo urbano y vivienda
autoconstruida, es un capital muerto, por no tener un reconocimiento legal que permita
ser usado para el apuntalamiento de sus economías; el acceso al crédito hipotecario y la
seguridad en la inversión para el mejoramiento de sus viviendas sería posible en la
medida de que se legalice lo ilegal con la otorgación de títulos de propiedad
individuales. Políticas de regularización de la tenencia de la tierra bajo éste paradigma
se aplicaron en toda América Latina y con el carácter de masivas en México y Perú.
El énfasis de los programas de regularización en el aspecto urbanísticos,
tuvieron su mayor expresión en Brasil, en donde amplias zonas de producción irregular
de la ciudad fueron objeto de importantes inversiones en infraestructura física, social y
económica, con un indudable mejoramiento de los barrios de gran impacto en la vida
cotidiana de sus habitantes, sin que se haya llegado a la titulación de la propiedad del
suelo a favor de sus ocupantes (Alfonsín, 2013:2).

12 Hay una amplia literatura que desarrolla las tesis de Hernando del Soto: Abramo, Fernández,
Magallanes, Verissimo en Brasil; Calderón, Riofrío en Perú.
27

Durante 25 años de aplicación de políticas de regularización en la región y la


persistencia y aumento de la informalidad, su análisis permite hacer algunas
consideraciones. Los programas de regularización con énfasis en la legalización del
suelo, que llevaron a la entrega masiva de títulos de propiedad individual, como en el
caso del Perú13, no cumplieron con la promesa de origen en cuanto a la conversión del
capital muerto en créditos productivos para la producción y el mejoramiento
habitacional, puesto que la banca privada para otorgar el crédito no atiende al hecho de
si las familias cuentan o no con títulos de propiedad, sino a su nivel de ingresos y
capacidad de gastos (Calderón, 2006:201). Otro aspecto a resaltar es la priorización del
aspecto jurídico por sobre el urbanístico, que condujo a la legalización de tierras bajo
condiciones de difícil habitabilidad y viviendas sin condiciones adecuadas de
construcción, cuyo resultado es una regularización incoherente y fragmentada, muy
alejado de un acceso ordenado al suelo y al consecuente crecimiento ordenado de la
ciudad (Calderón, 2009:50).
El bajo costo en su aplicación14, puede ser motivo de su opción por parte de
administraciones municipales que cuentan con limitados recursos, convirtiéndose en una
forma muy económica de inserción a la ciudad, así también como de sistemas políticos
clientelares que fomentan y manipulan los procesos de producción informal de las
ciudades y encuentran en las legalizaciones masivas la forma de asegurar lealtades
políticas por parte de los pobres.
Para Jaramillo, la “legalización, no solo que actúa de una forma curativa del
fenómeno de la ilegalidad, sino que en el largo plazo, estimula y consolida la
urbanización ilegal y fortalece los mecanismos económicos y políticos que están en su
base”. Si la legalización de barrios es una política reiterada, los pobladores encontrarán
en la ocupación ilegal, la forma de llegar a tener un terreno formal; en tanto que para el
urbanizador pirata, a la vez que valora la tierra encontrará en ella un motivo permanente
para promover y colaborar con el proceso de legalización. La legalización, fortalece el
proceso de reproducción política clientelista, pues los pobladores se comprometen a

13 En Lima entre 1996-2000, el COFOPRI entregó 1049134 títulos de propiedad (Calderón,


2006:51)

14 Calderón estima en $ 57 dólares por lote, para el caso del Perú.


28

votar por los piratas y los piratas a usar sus influencias para que los barrios sean
legalizados. En ciudades donde la pobreza es alta, los controles casi nulos, y una
generalizada ilegalidad urbanística, los mecanismos de reproducción económica y
política aludidos, se encuentran fuertemente consolidados (Jaramillo, 2008:45).
Las regularizaciones con énfasis en lo urbanístico por su parte, ha impactado
en la subida de los precios de suelo, convirtiendo a éstas tierras en apetecibles para el
mercado inmobiliario15 que en ausencia de algún mecanismo que asegure la
permanencia de las familias en el barrio mejorado, actúan expulsando a la población
local que ha tenido que buscar nuevos desarrollos informales, o volviendo lo formal en
informal pues los costos de vivir en la formalidad son muy altos, generando un círculo
vicioso de la reproducción de la informalidad (Smolka, 2002:8).
La regularización, sea ésta de carácter dominial o urbanística, tienen un
carácter curativo, pues actúa sobre los efectos de la urbanización dependiente; de esta
forma hasta aquellas políticas de regularización que presentan mayor nivel de éxito,
muestran sus límites ante la imposibilidad de alterar las causas que generan la
producción de la ciudad informal. Esto se debe a que no han sido adecuadamente
identificados las causas y el funcionamiento de los procesos socioeconómicos y
político-jurídicos que promueven la informalidad e ilegalidad urbana (Fernández,
2003:4).
Siendo la informalidad un fenómeno estructural a los procesos históricos de
producción de la ciudad, cuyo patrón de desarrollo urbano de carácter excluyente y
segregador, en convivencia con un planeamiento y gestión urbana elitista, ha producido
un mercado de tierras, que expulsa a la población pobre a las periferias urbanas;
necesita ser enfrentada como tal, en el contexto más amplio del planeamiento y gestión
urbana y no solo a través de políticas sociales y/o urbanísticas marginales. Las políticas
de regularización que no alteran las condiciones perversas en que se produce la ciudad,
al no enfrenten las fuentes que originan la pobreza estructural, refuerzan la lógica de
exclusión urbana y consolida a los más pobres, donde el mercado les ha permitido
instalarse (Clichevsky, 2009:86).

15 Carlos Vainer, ha denunciado fenómenos de “gentrificación” en Rio de Janeiro (Brasil), en


donde muchas favelas están siendo motivo de desalojo debido a la renovación urbana que sufre
la ciudad a propósito del Mundial de Futbol y Juegos Olímpicos, a realizarse en los años 2014 y
2016.
29

Estrategias de Reproducción Social: Mercado informal de suelo, lógicas de


producción y reproducción.
La informalidad en el uso del suelo urbano, convertida en mercado informal de suelo,
remiten a “un conjunto de instituciones y normas informales producidas históricamente
en los asentamientos populares por la vía de las prácticas sociales, las cuales
configuran un sistema de regulación informal de las transacciones mercantiles
informales y que se expresan fuera del marco de los derechos” (Abramo, 2012:41).
Las institución informales, “pueden ser extensiones, interpretaciones y
modificaciones de reglas formales; normas de comportamiento social reconocidas que
son premiadas o sancionadas; acuerdos, códigos de conducta y convenciones que
provienen de costumbres, tradiciones y en general de lo que se conoce como cultura”
(North, 1993:54). Coyunturalmente pueden llegar a ser incluso más importantes que las
formales, contradecir e imponerse sobre un conjunto de reglas formales; su uso
generalizado y persistente puede convertirse en institución formal con el paso del
tiempo. También se pueden dictar reglas para limitar las instituciones informales o
evolucionar en la dinámica de construcción del marco institucional (North, 1993:120).
Desde la perspectiva de Pierre Bourdieu, las tendencias en la reproducción
del orden social, se fundamenta en la historicidad del habitus, entendida como un
conjunto de estrategias y prácticas mediante los cuales los agentes reproducen la
estructura, en espacios relacionales conformados por los campos.
El habitus es un mecanismo estructurante que opera desde el interior de
los agentes, sin ser estrictamente individual ni en sí mismo enteramente
determinante de la conducta. El habitus es, en palabras de Bourdieu, “el
principio generador de estrategias que permite a los agentes vérselas con
situaciones imprevistas y continuamente cambiantes (…) un sistema de
disposiciones duraderas y trasladables que, integrando experiencias
pasadas, funciona en todo momento como una matriz de percepciones,
apreciaciones y acciones y hace posible la realización de tareas
infinitamente diversificadas” (Bourdieu, 2006:44).

Aquí incorporamos una categoría analítica desarrollada por Alicia Gutiérrez, que es la
de estrategias de reproducción social, -aplicada por la autora para el análisis de la
pobreza, y pertinente para el análisis de los mercados informales, espacio de vida de
familias pobres-, por el carácter relacional del mismo en tanto que las estrategias de
reproducción social se explican en un doble sentido: en el contexto del sistema que
constituyen (familia o grupo de familias pertenecientes a una clase) y en el marco más
30

amplio del espacio social global, donde las prácticas diferenciales estarían articulando
modos de reproducción social diferenciales (Gutiérrez, 2007: 19).
Partiendo del concepto de estrategias de reproducción social como “un
conjunto de prácticas (…) por medio de las cuales los individuos y las familias tienden,
de manera consciente o inconsciente, a conservar o a aumentar su patrimonio, y
correlativamente a mantener o mejorar su posición en la estructura de las relaciones de
clase” (Bourdieu, 1988:122); Gutiérrez, lo desarrolla a partir de las indagaciones de
Lomnitz, respecto a las prácticas relacionadas con la participación en redes de
intercambio reciproco de bienes y servicios, que desplegan las familias pobres como
estrategias de sobrevivencia; relaciones informales que se establecen entre vecinos,
parientes y amigos, con el objeto de intercambiar bienes y servicios –información,
préstamos, apoyo en la construcción de la vivienda, etc.-; que se construyen en la
interacción cotidiana y se refuerzan con otro tipo de instituciones tradicionales como el
parentesco, vecindad y compadrazgo; relaciones recíprocas que implica cercanía física,
confianza e igualdad de carencias entre los contrayentes de la relación, y que resultan
claves para la resolución de problemas de familias pobres, con ingresos bajos e
inestables. Posteriormente, Lomnitz amplía el concepto a partir del hallazgo de
encontrar además de las relaciones recíprocas entre iguales, otro tipo de relaciones que
no son entre iguales, de tipo patrón/cliente (pequeños empresarios/operarios), a las que
denomina relaciones asimétricas. La síntesis conceptual se presenta de esta manera:
“las redes -simétricas y asimétricas- constituyen pues, estrategias de sobrevivencia que
utilizan los pobres urbanos para satisfacer sus necesidades de reproducción social”
(Gutiérrez, 1999: 77).
Gutiérrez, indica que dichas estrategias dependen de un conjunto de factores:
1) del volumen y la estructura del capital que hay que reproducir (capital económico,
capital cultural, capital social, capital simbólico) y de su trayectoria histórica; 2) del
estado del sistema de los instrumentos de reproducción; 3) del estado de la relación de
fuerzas entre las clases; y 4) de los habitus incorporados por los agentes sociales
(Gutiérrez, 2007: 20).
El volumen y la estructura del capital, se construye desde lo que las “familias
poseen”, puesto que las familias desplegan las estrategias a partir de lo “que tienen y no
de lo que les falta”. En la estructura del capital no solo se identifica el capital
31

económico, sino además el cultural, social y simbólico. En situaciones de pobreza


estructural, es relevante la presencia de recursos sociales (capital social) que reforzados
por instituciones tradicionales como el parentesco, el compadrazgo, la amistad,
fundamentan las redes de intercambio recíproco de bienes y servicios. Estos capitales
que pueden ser familiares o colectivos, pueden transformarse en otro tipo de capital,
(por ejemplo capital político), con lo que establecen redes que vincula a los pobres con
otros agentes que ocupan otras posiciones en el espacio social (Gutiérrez, 2007: 20).
Los instrumentos de reproducción, son distintos mecanismos
institucionalizados o no (mercado de trabajo, mercado de suelo, etc.). Se trata de
aquellas condiciones objetivas que se presenta, a través del tiempo, como opciones
posibles y no posibles para los agentes sociales (familias). Aquí se tiene en cuenta la
distancia geográfica (existencia de servicios en el barrio por ejemplo), pero
fundamentalmente, la distancia social real del grupo respecto a determinados bienes,
que se presentan como condiciones objetivas teóricamente posibles para todos.
Analíticamente este concepto permite articular la familia o unidad doméstica con las
condiciones estructurales (Gutiérrez, 2007: 22).
El estado de la relación de fuerzas entre las clases, está relacionado con el
rendimiento diferencial que los distintos instrumentos de reproducción pueden ofrecer a
las inversiones de una clase o fracción de clase. Cuando hay una modificación en la
relación, cada clase puede establecer estrategias de reconversión de sus capitales.
Permite además articular las estrategias de las familias pobres y no pobres, modos de
reproducción de la pobreza y no pobreza, y la reproducción de la sociedad en su
conjunto y sus mecanismos de dominación-dependencia (Gutiérrez, 2007: 23).
Los habitus incorporados por los agentes sociales, considera los esquemas de
percepción, apreciación y de acción interiorizados; del sistema de disposiciones a
actuar, a pensar, a percibir mas de cierta manera que de otra, vinculando “lo posible y
lo no posible, lo pensable y lo no pensable, lo que es para nosotros y lo que no es para
nosotros”. Actúan como principios de estructuración de prácticas, en la medida que
permite percibir las opciones y obrar en consecuencia. Permite entender las estrategias
como mecanismo no necesariamente conscientes, o racionales. Es una racionalidad
práctica incorporada por el agente social a lo largo de su historia, hecha cuerpo a lo
largo de la trayectoria, que puede ser reconstituida en términos individuales, familiares
32

y grupales y en relación a la clase o conjunto de clases. Aquello que permite desde el


agente manifestar sus condiciones de vida desde como las percibe, las siente, las evalúa,
las vive y actúan en ellas, es decir cuáles son las representaciones que los agentes tienen
de sus estrategias (Gutiérrez, 2007: 23).
Las estrategias de los grupos de bajos ingresos en relación a satisfacer sus
necesidades habitacionales es la ocupación del suelo de una forma ilegal o
irreglamentaria, para la producción de una vivienda autoconstruida. Así la oferta de
“tierra ilegal”, responde a la existencia de una demanda que no puede acceder al suelo o
vivienda formal, pero que opera en la lógica del mercado. Esta ocupación en gran parte
de los casos se da mediada por una transacción mercantil, que genera procesos de
acumulación considerables para los agentes capitalistas informales, denominados
urbanizadores piratas16, agente capitalista que opera en la lógica de la acumulación,
siendo las fuentes de sus ganancias, la captura de los incrementos en los precios del
suelo, pues este compra terreno bruto al gran terrateniente o a los campesinos, lo
desarrolla y lo vende a un precio menor al de los terrenos formales, pero muy superior
al precio en que compró (Jaramillo, 2008:39).
Este urbanizador pirata, que es un agente informal, se presenta como clave
para la producción y reproducción de los mercados informales a través de una serie de
prácticas. Comparte rasgos culturales y sociales con los pobladores, ofreciendo
mecanismo adaptados a sus realidades en el pago del terreno a plazos, intereses nulos o
sin interés, largos plazos, etc, haciendo sus servicios valiosos a pesar de las altas rentas
que cobra. Su relación no termina con la venta del solar, sino que se involucra en la
resolución de problemas cotidianos de las familias, para lo cual genera organizaciones
subordinadas a si, cooptadas y a su servicio, que desempeñan funciones importantes
para su negocio, como desarrollar algún tipo de infraestructura que él no suministra y
movilizarlos frente al Estado para demandar servicios; esto refuerza la simbiosis entre
urbanizadores y pobladores y da lugar a una acumulación de capital político. Los
pobladores ponen sus votos a cambio de inversiones públicas promovidas por los
piratas. Este potencial electoral es negociado a mayor escala para formar sistemas
clientelares, lo que ha convertido a la urbanización pirata en una base muy sólida de los

16 Toma diferentes denominaciones según los países y la dinámica local de los mercados
informales: urbanizador pirata, dirigente barrial, invasor, etc.
33

esquemas de clientelismo político en las ciudades latinoamericanas (Jaramillo,


2008:41).
Este agente informal, personificado en el dirigente barrial, cobra un rol
importante en las prácticas clientelares barriales, pues en la lógica de intercambios
asimétricos de bienes y servicios que se generan al interior de los barrios, son
importantes sus vínculos externos ya que le permiten mantener un flujo de recursos
hacia la barriada operando de enlace con las autoridades políticas y jurídicas (Tosoni,
2007:50).
El clientelismo, designa una forma de intercambio dual que se da entre
actores de poder y estatus desigual, eminentemente utilitario y basado en la
reciprocidad, paternalista, particularista y privado, inter-personal y vertical entre patrón
y cliente, que se autoregula en el intercambio de bienes y servicios que las partes
esperan entre si y que cesa en el momento en que el beneficio esperado no se
materializa (Menéndez-Carrión, 1986:94)
Auyero, problematiza en las prácticas clientelares, la relación casi mecánica
que se otorga a las relaciones asimétricas y su rol con los agentes políticos y la política
en general. En su análisis de las prácticas clientelares, destaca que el principio
generador de esas prácticas debe buscarse “en los esquemas mentales de percepción,
apreciación evaluación y acción de la realidad que constituye el habitus” (Auyero,
1996:55). Los esquemas del habitus tienen capacidad para generar prácticas,
pensamientos y expresiones, -lazos sociales, memorias, identidades- , los cuales han
sido constituidos social e históricamente. Las relaciones clientelares no pueden ser
vistas exclusivamente como una relación asimétrica de poder (Auyero, 2001: 29).
Abramo reconoce a las relaciones de confianza y lealtad, como
fundamentales para el funcionamiento de los mercados informales; vendedores y
compradores depositan entre sí una confianza recíproca que permite que los terrenos se
compren y vendan en base a la personalización de las relaciones contractuales; a
través de relaciones de amistad y/o parentesco, se garantiza la estabilidad y duración de
las relaciones de confianza y lealtad, así como el reconocimiento de los contratos de
compra y venta.
Cuando ocurre alguna ruptura de forma unipersonal de la relación - lo cual se
presenta como una amenaza para el funcionamiento del mercado informal-, ésta se
34

reconstruye, con la participación de una “autoridad”, la que garantiza en el tiempo y


entre generaciones el reconocimiento de los contratos del mercado informal de suelo.
Pero además garantiza, el mantenimiento de un orden social local, pues su autoridad se
encuentra legitimada; en eventos en que este orden social se violente o se desconozca,
se hace uso de formas coercitivas, para su reposición. “Confianza y lealtad y coerción se
presentan como el núcleo de las instituciones informales” (Abramo, 2012:44).
A partir de de este marco teórico, se intenta recupera el sentido de las
prácticas en la producción de la ciudad, esto es desde las dinámicas presentes en la
producción y reproducción de la ciudad por diferentes actores, cuyas lógicas responde a
los objetivos y prioridades que guían sus procesos productivos. De esta forma
abordaremos para el caso de la ciudad de Guayaquil, la naturaleza de las lógicas del
Estado tanto local como nacional, en la producción de las políticas habitacionales, y
como los agentes objetos de estas políticas enmarcadas en la lógica de la necesidad
responden, siendo los mercados informales de suelo las materialidades urbanas donde se
expresan esta contradicciones. Se analizará además los mercados informales de suelo
como prácticas sociales absolutamente racionales que actúan como estrategias de
reproducción social en la búsqueda de satisfacer las necesidades de hábitat de quien las
practica y como su funcionamiento reproducen dichas prácticas, que acaban siendo
funcionales a los mecanismos que operan en su producción.
35

CAPITULO II
CONTEXTO DE ANÁLISIS: LA CIUDAD DE GUAYAQUIL

La dinámica del proceso de urbanización en el Ecuador, ha cambiado radicalmente; las


altas tasas de crecimiento que registraban los centros urbanos en el marco de procesos
de agro-exportadores y de sustitución de importaciones determinados históricamente y
ligados al carácter dependiente de las relaciones centro-periferia han sufrido
modificaciones. Las transformaciones territoriales ocurridas en las ciudades, como
producto de la aplicación del modelo Neoliberal a partir de los años 90, en el marco de
la mundialización capitalista, da cuenta del carácter concentrador y excluyente del
modelo, que se expresa en la creciente pobreza urbana. Las expresiones territoriales de
los cambios demográficos, el uso del suelo y la pobreza y precariedad del hábitat, en la
ciudad de Guayaquil, son las intensiones en este capítulo.

Guayaquil: breve caracterización de su proceso de urbanización


Guayaquil, principal centro urbano del país, localizado en la costa ecuatoriana; se
funda en 1536, para cumplir su rol de vínculo entre la colonia y los centros internos de
extracción colonial, pero es a partir del siglo XVIII en que confluyen varios
acontecimientos como el fin de la dominación española, el crecimiento de la producción
y exportación cacaotera, la sustitución de Gran Bretaña como centro de intercambio
comercial, que Guayaquil se convierte en un polo de atracción y para 1892, es la ciudad
con mayor cantidad de población del país, superando a Quito.
Su dinamia urbana responde a las necesidades del comercio internacional,
constituyéndose en el principal puerto de exportaciones e importaciones y soporte
físico para el desarrollo del modelo primario exportador. Para 1899, su población es de
60.000 habitantes, y su extensión en hectáreas pasó de 224 en 1886 a 460 en 1903.
(Valencia, 1982:84-91). Su crecimiento demográfico entre 1905 y 1942, es del 1,7%.
El precio del cacao, luego de haber alcanzado los precios más altos en 1920, para 1921,
caen a la quinta parte, afectando el modelo agroexportador regional, y a los trabajadores
asalariados y no asalariados, comerciantes e importadores, iniciándose el fin del periodo
cacaotero, creando las condiciones para un proceso de migración masivo a Guayaquil,
36

que en términos espaciales se traduce en la formación del tugurio central (Valencia,


1982: 99-104).
En la década del 40, Guayaquil experimenta un explosivo crecimiento
demográfico, con tasas superiores al 5%, siendo el periodo de mayor expansión entre
1948 y 1954 y su declinación a partir de 1971. A diferencia del cacao, la economía
bananera requirió más mano de obra tanto rural como urbana, que produjo un
importante crecimiento de la población de Guayaquil, que entre 1950 y 1962 creció en
un 97,4%, a una tasa del 7,3%, una de las más altas de América Latina. El proceso de
urbanización de carácter dependiente y excluyente, se expresa espacialmente en la
constitución de una ciudad formal, que ocupan los barrios de Urdesa, Miraflores,
Paraíso y Los Ceibos, para las clases altas; barrio Orellana, ciudadela 9 de Octubre,
para los sectores medios; en tanto que la ciudad informal que constituye el Suburbio que
para 1950, tenía 30.000 htes, y ocupaba un área de 200 ha, para 1962, tenía 164.000
htes, ocupando 820 ha. Este segundo periodo corresponde al desencadenamiento de las
“invasiones”17 (Valencia, 1982:138-145).
A partir de los años 50 se genera un incipiente proceso de industrialización,
siendo para la década de los 70, el mayor centro industrial del Ecuador (Menéndez-
Carrión,1986:49); el que a partir de mediados de los 80, deja de tener los incentivos de
la política de sustitución de importaciones; sin embargo los recursos petroleros
volvieron a dinamizar la economía urbana de Guayaquil con actividades como el
comercio y la construcción, no solo desde la empresa privada, sino también con
inversión pública (Valencia, 1982:152). Así, en 1973, la Municipalidad, lanza el “plan
de renovación” del área central, por lo cual a fines de los años 80, fueron demolidos del
caso central 130 conventillos, para dar paso a nuevas construcciones. La población
expulsada de esta zona y el proceso de saturación del Suburbio, dio paso a la formación
de otra gran zona de asentamientos informales en Guayaquil: el Guasmo (Valencia,
1982: 254-256).
En la década de los ochenta, los principales cambios operados, producto de la
globalización mundial de la economía, están relacionados con mutaciones de procesos

17 “Invasiones”, es el nombre como se conocen localmente a las ocupaciones informales de


suelo urbano, tanto por la opinión pública en general, los medios de comunicación e incluso en
sectores académicos. Solo desde años recientes hay una corriente de pensamiento, que los
denomina Asentamientos Irregulares / Informales.
37

de inversión y acumulación del sector público al sector privado, así como la


preeminencia del mercado externo sobre el mercado interno; dando paso a la
privatización de las empresas estatales y el abandono de las regulaciones estatales, en el
marco de un “agresivo programa de modernización administrativa, despolitización
económica y desmantelamiento del Estado ineficiente” (De Mattos, 2010:196).
En el proceso de glocalización (globalización y localización), la gestión local
cobra un rol preponderante (Carrión, 2010: 19). El modelo de gestión urbano, que busca
normar a la ciudad sobre la base del mercado, se caracteriza por un modelo de gestión
empresarial regido bajo un esquema y racionalidad económica donde prima la
eficiencia en la administración, la privatización de servicios públicos, la conformación
de empresas privadas para la ejecución y administración de los grandes proyectos
urbanos, asumiendo las demandas de la población local de bajos ingresos bajo
relaciones clientelares (Sánchez, 2012:4).
Este modelo que no es ajeno a la mayor parte de las ciudades de América
Latina, agravó y consolidó el histórico fenómeno de segregación socio espacial,
concentrador y excluyente, que privilegiando la obra física, por sobre la inversión
social y comunitaria, ha favorecido la acumulación de capital, generando procesos de
fragmentación urbana, aumentando las disparidades sociales. Este es el marco para el
surgimiento de los nuevos asentamientos informales localizados en el noroeste de la
ciudad en los ejes viales de la vía a Daule y la vía perimetral, como también el
surgimiento de nuevas zonas de ciudad formal en la vía a Samborondón y Autopista
Narcisa Martillo-Terminal Terrestre, para clases altas y medias.

Dinámica poblacional en el contexto urbano de Guayaquil en los últimos años.


Los datos de población indican que para 1990, Guayaquil, contaba ya con 1´513.437
habitantes, y para el año 2001, 1´994.518 habitantes, con una tasa de crecimiento
intercensal del 2,51%. Los resultados del último censo del año 2010, reportan para la
ciudad de Guayaquil 2´278.691 habitantes urbanos y una población rural es de 12.467
habitantes, con una tasa de crecimiento poblacional anual en el periodo intercensal
2001-2010, de 1,54%. Concentra el 15,82% de la población nacional, por lo que se la
sigue considerando demográficamente, la principal ciudad del país (Cuadro N.° 1).
38

Cuadro N.° 1
Crecimiento histórico de Guayaquil, % respecto a población nacional, área y densidad
Tasa de crecimiento densidad
Año / Población Población % respecto a
Guayaquil Area hectáreas Habitante /
Censo Nacional Guayaquil Nacional
periodo tasa hectárea
1780 6.000
1830 12.000
1840 13.000
1857 25.000 160 144
1892 45.000 1957-1892 1,70%
1903 73.515 460 161
1923 92.000 1892-1920 2,60%
1930 116.047 593 194
1933 127.000
1938 147.000 1920-1938 2,60%
1942 154.000
1944 200.000 851 235
1950 3.202.757 258.966 8,09 1938-1950 1,80% 1.100 236
1962 4.556.585 510.804 11,21 1950-1962 5,67% 2.200 236
1974 6.521.710 823.219 12,62 1962-1974 4,14% 4.658 174
1982 8.138.974 1.199.344 14,74 1974-1982 4,44% 8.481,50 137,84
1990 9.648.189 1.513.437 15,69 1982-1990 2,87% 10.327,45
1993* 13.794,86
2000* 17.284,41
2001 12.156.608 1.994.518 16,41 2,51% 73,95
2005* 2.226.157 26.974,21 82,53
2010 14.483.499 2.291.158 15,82 2001-2010 1,54%. 28.654,21**
* Area urbana Neta
Fuente: desde 1780-1942: Valencia, 1982:73
desde 1950 - 2010. Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
* 1993,2000, 2005. Municipalidad de Guayaquil. Indicadores Urbanos
** 2010 Estimado área en base a un crecimiento de 336 há/año.
Municipalidad de Guayaquil: Indicadores Urbanos, pag 31
Elaboración: Propia

En la actualidad, Guayaquil no registra las altas tasas de crecimiento que mantuvo en


los años 60,70 y 80; fenómeno que se registra en el proceso de urbanización de la
región, ocasionado por la reducción de las migraciones campo-ciudad, la disminución
de la tasa de natalidad y el incremento de las migraciones internacionales. De esta
forma, la tasa de crecimiento poblacional registrada en los tres últimos censos, ha ido
paulatinamente decreciendo del 2,87% (1982-1900), al 2,51% (1990-2001), y
finalmente al 1,54% (2001-2010). A estos motivos, se suma además, la cantonización
de Durán en el año 1986, que antes era parroquia del Cantón Guayaquil, la emigración
de estratos medios altos y altos hacia las urbanizaciones de la zona de la Puntilla,
39

Samborondón y Daule, y la migración internacional a raíz de la quiebra del sistema


financiero18.
Un dato que resalta en el Cuadro No.1, es que Guayaquil, en los últimos 60
años creció 9 veces en población, mientras que en área ocupada creció 26 veces. ¿Cuál
fue el comportamiento de ese crecimiento en relación a los Asentamientos Irregulares
en la ciudad de Guayaquil?.
Para describir la dinámica poblacional al interior de la ciudad, se utilizará el
esquema de Áreas de Desarrollo Social (ADS) definido por la Municipalidad de
Guayaquil. Las ADS, son “unidades geográficas básicas” de menor escala que las
parroquias urbanas, identificadas por la Dirección de Ordenamiento e Infraestructura
Territorial, DOIT, en base a criterios de homogeneidad en tamaño y composición
socioeconómica, cuya finalidad es la elaboración de los planes estratégicos
participativos por la Dirección de Acción Social y Educación, DASE y “que de ninguna
manera remplazan la división política administrativa de la ciudad de Guayaquil”. La
DOIT, ha identificado 32 Áreas de Desarrollo Social y las clasifica, como áreas no
consolidadas19 a 15 y como áreas consolidadas20 a 17 (Sistema de Información
Geográfica Municipal, SIGMU) Mapa N.° 1). A partir de esta clasificación se propone
el uso explícito de las categorías consolidadas y no consolidadas, para agrupar Áreas
de Desarrollo Social homogéneas, que permita una aproximación espacial 21 a la ciudad,
con el objetivo de poder dimensionar el peso absoluto y relativo de los indicadores en
cada una de las ADS y de las ADS consolidadas y no consolidadas en relación a la
ciudad.

18 Se estiman que 150.000 Guayaquileños ha migrado hacia el exterior, principalmente a


España e Italia.

19 Áreas de Desarrollo Social Popular, territorio cuyo proceso de consolidación no responde a


una planificación, carece de todo o algún servicio básico, La población tiene un nivel
socioeconómico bajo. Sistema de Información Social, Municipalidad de Guayaquil

20 Áreas de Desarrollo Social Consolidados, territorio que cuenta con disponibilidad de obras
de infraestructura vial, servicios básicos, equipamiento social y urbano. La población tiene un
nivel socio económico medio alto. Sistema de Información Social, Municipalidad de Guayaquil

21 La discusión sobre “espacio”, territorio y otros conceptos vinculados a los procesos urbanos
rebasa las intensiones de la presente investigación, así como la metodología usada para la
clasificación en áreas consolidadas y no consolidadas efectuada por la DOIT; sin embargo la
aproximación empírica sobre cada uno de estas áreas nos permite su aceptación.
40

Mapa N.° 1
Áreas de Desarrollo Social definidas por la Municipalidad

Fuente y elaboración: Sistema de Información Social SIS. Municipalidad de Guayaquil.


41

Así, en una primera lectura ponemos a dialogar la zona considerada como consolidada,
frente a la zona considerada como no consolidada; los datos de población indican que
mientras que la ciudad consolidada en el año 1990 representaba el 55,66 % de la
población de la ciudad, para el año 2010, solo concentra el 40,48 % de la población
total de la ciudad; el fenómeno contrario sucedió con la ciudad no consolidada que de
concentrar el 44,34 % de la población en el año 1990, pasó a concentrar el 59,52% de la
población en el año 2010. En términos absolutos esto representa un aumento de 129.954
habitantes en la ciudad consolidada, frente a 763.390 en la ciudad no consolidada en el
lapso de los últimos 20 años. Lo cual significa que la dinámica poblacional creciente
está en los sectores no consolidados (Cuadro N.° 2).
En la zona consolidada de la ciudad, las áreas denominadas Alborada y Vía a
la Costa, son las que presentan mayores índices de crecimiento, lo cual se explica en
el caso del área Alborada, por el desarrollo de una gran estructura vial hacia el norte con
los ejes viales Av. Francisco de Orellana y autopista Terminal Terrestre-Pascuales22, el
desarrollo de proyectos inmobiliarios públicos y privados para sectores de clase media
como Mucho Lote 2 y Metrópolis y en el último año la construcción del Parque
Samanes, un componente del proyecto “Guayaquil Ecológico”; y en el caso de la vía a
la Costa, por la incorporación de la misma como zona de expansión urbana, la
ampliación del límite urbano y la flexibilización de las normas de construcción que la
afectan. Las áreas denominadas 9 de Octubre, Ayacucho, Rocafuerte, Urdaneta,
correspondientes al caso central, y García Moreno y Letamendi, localizadas en el
siguiente anillo presentan decrecimiento poblacional; igual comportamiento tienen las
áreas de Garay, Febres Cordero y Veintinueve, pertenecientes al tradicional Suburbio.
En la zona no consolidada de la ciudad, todas las áreas presentan crecimiento,
siendo las más significativas las denominadas Fortín, Flor de Bastión, Nueva Prosperina,
Inmaconsa, Noroeste, Asentamientos fuera del límite Urbano y Vergeles; todas ellas
surgidas como asentamientos irregulares a fines de los años 90. Desde el año 2008,
colindante al campus Prosperina de la Escuela Politécnica, se desarrolla el Plan
Habitacional Socio Vivienda, por parte del MIDUVI para 15000 familias; en los años
2008-2009, en el noroeste de la ciudad en la zona de expansión urbana, fuera del límite

22 La autopista, tiene 12 carriles y tres pasos peatonales, se construyó en tres años, a un costo
de $ 33’762.382. http://www.eluniverso.com/2006/07/21/0001/18/8C61D92C4DCF4611B288C
42

Cuadro N.° 2
Población años 1990, 2001 y proyecciones 2005, 2010, según Areas de Desarrollo
Social.
Población Censada Población Proyectada
Área de Desarrollo Social
1990 2001 2005 2010
9 de Octubre 35.545 28.662 27.685 27.023
Aeropuerto 22.615 31.641 34.061 36.305
Alborada 108.371 158.522 172.426 185.747
Ayacucho 36.783 32.021 31.367 30.959
Ceibos 8.805 13.291 15.250 17.461
Esteros 41.077 43.601 44.808 46.121
Febres Cordero 33.595 32.004 31.791 31.619
Garay 67.355 64.448 63.950 63.413
Consolidadas

García Moreno 62.483 57.618 56.900 56.333


Letamendi 109.257 104.508 103.741 103.314
Martha de Roldos 20.147 36.557 41.054 45.062
Pradera 72.917 81.394 83.312 85.245
Rocafuerte 65.791 53.022 51.557 50.963
San Eduardo 12.677 26.478 31.111 35.447
Urdaneta 31.104 26.915 26.312 25.901
Urdesa 40.531 42.539 43.599 44.873
Veintinueve 78.531 73.422 72.898 72.534
Vía a la Costa 7.734 15.604 19.041 26.952
SUMAN 855.318 922.247 950.863 985.272
porcentaje 55,66 45,23 42,71 40,48
Bastión 40.190 80.012 84.157 88.440
Batallón 97.535 109.387 112.353 114.048
Cisne II 63.571 71.296 73.229 74.334
Fertisa 79.049 101.878 105.510 109.168
Flor de Bastión 5.443 63.359 85.951 105.219
Fortín 4.248 51.366 73.625 93.817
Guasmo 186.943 203.584 210.023 217.265
Inmanconsa 6.463 15.164 18.286 22.680
No Consolidadas

Km. 8 y medio 38.534 71.812 77.500 82.956


Mapasingue 60.196 70.992 73.595 75.632
Nueva Prosperina 0 36.396 50.168 63.864
Pascuales 22.127 32.283 35.456 38.479
Prosperina 51.618 78.791 84.734 90.500
Trinitaria 18.566 76.905 83.282 91.028
Vergeles 3.725 34.023 47.106 83.116
Areas no establecidas
Vía a Daule 2.810 4.484 5.017 5.764
Noroeste 400 13.718 24.306 35.798

Asentamientos fuera límite urbano 0 1.344 30.996 56.700

Suman 681.418 1.116.794 1.275.294 1.448.808


porcentaje 44,34 54,77 57,29 59,52
Total 1.536.734 2.039.043 2.226.157 2.434.079
Fuente: Sistema de Información Geográfico Municipal. SIGMU
Elaboración: Propia
43

urbano se desarrollan proyectos privados de vivienda social subsidiados como Ciudad


Victoria para 8000 familias, Ecocity y Ciudad Olmedo; en el año 2011, se impulsa el
Proyecto Municipal, Mi Lote, cercano a Ciudad Victoria. En el año 2010, se decreta
zona de seguridad a 9.300 hectáreas, sobre las cuales se desarrollan los asentamientos
informales producto de “venta de tierra ilegal” y se implementan medidas para el
control de las “invasiones”, todos estos esfuerzos orientados a cambiar la lógica de la
producción de la ciudad informal.

La ocupación del Suelo Urbano


Se mantiene el mismo criterio de esquema de Áreas de Desarrollo Social, para explicar
la ocupación del suelo, pero ahora las áreas consolidadas se las considerará como la
“ciudad formal”, y las áreas no consolidadas como la “ciudad informal”23, esto con el
fin de aproximarnos a dimensionar el fenómeno de la informalidad urbana en la ciudad.
Caracterizamos como ciudad formal a la que cumple con regularidad dominial y
urbanística, en contraposición se considera ciudad informal a aquella que no las cumple,
y que abarcaría los asentamientos irregulares24.
El área neta ocupada por la ciudad formal en el año 1990, comprende el
48,78% del total del suelo urbanizado a la fecha, porcentaje que baja hasta alcanzar el
46,63% en los años 2001 y vuelve a subir al 47,66% en el 2005; siendo el 46,92% el
área neta ocupada por la ciudad formal del total del suelo urbanizado, para el año 2010.
La ciudad informal, ocupa en el año 1990, el 51,22 % del área neta de la ciudad; el
53,37 % en el año 2001, el 52,34% en el año 2005 y el 53,08% en el año 2010 (Cuadro
N.° 3). Para el año 2010, el 59,52% de la población de Guayaquil ocupaba el 53,08%
del área neta del suelo urbanizado de la ciudad considerada como ciudad informal.
Desde la década de los 50, la forma predominante y persistente de crecimiento
de la ciudad se da por vías informales: ocupación paulatina del manglar que luego fue

23 En concordancia con la caracterización Municipal sobre áreas consolidadas y no


consolidadas, relacionada con la forma de producción del espacio.

24 La regularidad dominial, relativas al derecho civil, corresponde a suelo con títulos de


propiedad inscritos legalmente en el registro de la propiedad; y regularidad urbanística, relativas
al derecho urbanístico, normas de desarrollo urbano y a la existencia de servicios básicos para
garantizar estándares mínimos de calidad de vida.
44

Cuadro N.° 3
Area neta 2001, 2005, 2010, según Areas de Desarrollo Social, ADS.
Area en hectáreas
Área de Desarrollo Social
1990 2001 2005 2010
9 de Octubre 116,13 116,13 116,13 116,13
Aeropuerto 649,05 649,05 649,05 649,05
Alborada 495,39 714,73 714,73 714,73
Ayacucho 174,40 174,40 174,40 174,40
Ceibos 143,34 217,83 217,83 217,83
Esteros 191,61 191,61 191,61 191,61
Febres Cordero 92,06 92,06 92,06 92,06
Garay 146,68 146,68 146,68 146,68
Ciudad Formal

García Moreno 132,36 132,36 132,36 132,36


Letamendi 222,20 222,20 222,20 222,20
Martha de Roldos 402,84 450,42 450,42 450,42
Pradera 339,42 339,42 339,42 339,42
Rocafuerte 230,80 230,80 230,80 230,80
San Eduardo 909,19 909,19 909,19 909,19
Urdaneta 74,29 74,29 74,29 74,29
Urdesa 465,62 558,94 558,94 558,94
Veintinueve 252,21 252,21 252,21 252,21
Vía a la Costa 2.587 7382,90 7970,90
Suman 5.037,59 8.059,32 12.855,22 13.443,22
porcentaje 48,78 46,63 47,66 46,92
Bastión 309 309,00 309,00
Batallón 355,23 355,23 355,23 355,23
Cisne II 224,99 224,99 224,99 224,99
Fertisa 517,65 517,65 517,65 517,65
Flor de Bastión 482,27 482,27
Fortín 450,89 505,49
Guasmo 838,21 838,21 838,21 838,21
Inmanconsa 653,20 1461,46 1461,46 1461,46
Ciudad Informal

Km. 8 y medio 1.126,91 1.126,91 1.126,91 1.126,91


Mapasingue 360,77 360,77 360,77 360,77
Nueva Prosperina 260,09 423,89
Pascuales 249,60 369,60 369,60 369,60
Prosperina 434,19 434,19 434,19 434,19
Trinitaria 165,31 285,31 285,31 285,31
Vergeles 919,92 1.319,92 1.319,92
Areas no establecidas
Vía a Daule 363,80 2.021,88 3.929,96 4.039,16
Noroeste 434,92 871,72
Asentamientos fuera límite urbano 957,62 1.285,22
Suman 5.289,86 9.225,12 14.118,99 15.210,99
porcentaje 51,22 53,37 52,34 53,08
Total 10.327,45 17.284,41 26.974,21 28.654,21
Fuente: Sistema de Información Geográfico Municipal. SIGMU
1990, 2001, 2010: Elaborado en base a Indicadores Urbanos 1993-2000
Elaboración: Propia
45

rellenado, como en el caso del Suburbio; ocupación masiva y organizada del suelo como
fue el caso del Guasmo y a partir de los años 90, a través de formas mercantilizadas de
suelo ilegal e irregular, como la modalidad más relevante (Cuadro N.° 4 y Mapa N.°2).
Un estudio elaborado por el Programa de las Naciones Unidad para los
Asentamientos Humanos, UN-Hábitat, titulado “Indicadores Urbanos de la ciudad de
Guayaquil 1996-2000”, muestra que la superficie urbana de la ciudad de Guayaquil es
de 344,5 km2 (34.450 ha), de los cuales 316,42 km2 (91,9%) corresponde a suelo firme,
(tierra urbana), y 28,08 km2, (8,1%), corresponde a cuerpos de agua, (río Guayas, Daule
y esteros dentro de su delta urbana) (UN-Hábitat, 2002: 30).

Cuadro N.°4
Evolución de los asentamientos informales. Año 2010
Área de Desarrollo Social Población Suman Hectáreas Suman
Batallón 114.048 355,23
Antes de Cisne II 74.334 224,99
283.414,00 818,96
los años 70 Febres Cordero 31.619 92,06
Garay 63.413 146,68
Mapasingue 75.632 360,77
Años
Prosperina 90.500 249.088,00 434,19 1921,87
70
Km. 8 y medio 82.956 1126,91
Guasmo 217.265 838,21
Años Fertisa 109.168 517,65
455.940,00 2010,77
80 Pascuales 38.479 369,60
Trinitaria 91.028 285,31
Bastión 88.440 309,00
Veintinueve 72.534 252,21
Años 90 Vergeles 83.116 443.126,00 1319,92 2868,89
Flor de Bastión 105.219 482,27
Fortín 93.817 505,49
Inmanconsa 22.680 1461,46
Nueva Prosperina 63.864 423,89
Años 2000 Vía a Daule 5.764 184.806,00 4039,16 8081,45
Noroeste 35.798 871,72
Asentamientos fuera límite 56.700 1285,22
Suman 1.616.374 1.616.374 15.701,94 15.701,94
Fuente: Sistema de Información Geográfico Municipal. SIGMU
Elaboración: Propia
Nota: En el cuadro N.° 4, se incluye las áreas de Garay, Febres Cordero y Veintinueve, que en la
actualidad se considera áreas consolidadas, pero de origen informal; con el fin de poder dimensionar la
cantidad de población y superficie involucrada en la producción de la ciudad informal.
46

Mapa N.° 2
Evolución de los Asentamientos Informales en Guayaquil

Fuente y Elaboración: Municipio de Guayaquil; Presentación Arq. José Núñez: “Patrones de Crecimiento
Histórico de Guayaquil versus Planes de Desarrollo y Ordenanzas Municipales.” Enero 2011.

El Plan Regulador de Desarrollo Urbano de Guayaquil, clasifica el suelo urbano en:


urbanizado, urbanizable y no urbanizable; los dos primeros 21.185,56 hectáreas, son
suelo aptos que representan el 67% de la superficie urbana y que comprende el suelo
residencial, suelo ocupado para las actividades económicas y sociales, recreacionales y
deportivas, vías, áreas vacantes y otros usos. El suelo No Urbanizable, 10.456,86
hectáreas, representa el 33% de la superficie de la tierra urbana cantonal (sin incluir
fuentes de agua), se trata de áreas declaradas bajo protección, en razón del riesgo y el
alto grado de vulnerabilidad, tales como: instalaciones del poliducto, las redes del
interconectado del sistema eléctrico, los canales de riego del trasvase, áreas extractivas
como canteras, zonas agrícolas, piscícolas y otros usos extractivos, entre otros (UN-
Hábitat: 2002:30) (Cuadro N.° 5 y Mapa N.°3 )
47

Cuadro N.° 5
Distribución del suelo urbano en urbanizable y no urbanizable. En hectáreas
Suelo Total de Suelo Suelo No Total de Suelo
Años Suelo Urbanizado Urbanizable Apto Urbanizable Urbano
1993 13.794,86 7.390,70 21.185,56 10.456,86 31.642,42
1994 14.326,16 6.859,40 21.185,56 10.456,86 31.642,42
1995 14.877,40 6.308,16 21.185,56 10.456,86 31.642,42
1996 15.434,25 5.751,31 21.185,56 10.456,86 31.642,42
1997 15.855,39 5.330,17 21.185,56 10.456,86 31.642,42
1998 16.532,09 4.653,47 21.185,56 10.456,86 31.642,42
1999 16.897,95 4.287,61 21.185,56 10.456,86 31.642,42
2000 17.284,41 3.901,15 21.185,56 10.456,86 31.642,42
Fuente y elaboración: DPLAN-G., Departamento de Planes y Programas Estratégicos (Area de Economía Urbana).
Municipio de Guayaquil.

Durante el periodo 1993-2000, el uso del suelo residencial creció 2.351,70 hectáreas
(27,71%), pasando de 6.136,12 hectáreas (29%), a 8.487,82 hectáreas (40,1%), respecto
al total de suelo apto de 21.185,56 hectáreas; y del 19,39% al 26,82% respecto al total
del suelo urbano de 31.642,42 hectáreas; esto significa un crecimiento anual de 4,7%,
336 hectáreas por año, indica el mismo informe. Atribuye el crecimiento como
resultado principalmente del aumento de la ocupación del suelo tipo informal, con
predominio para uso residencial (UN-Hábitat, 2002:31).

Analizando el crecimiento del suelo de Uso informal, para el periodo 1993-2000, éste
creció 2.098,05 hectáreas (36,57%), pasando de 3.638,72 hectáreas, 59,30% respecto al
suelo residencial de 6.136,12 hectáreas en 1993, a 5.736,77 hectáreas, el 67,59%
respecto al suelo residencial de 8.487,82 hectáreas en el 2000. Sin embargo, en el
periodo analizado 1993-2000, el crecimiento del suelo uso informal tiene un
comportamiento diferente si lo analizamos en dos periodos: entre los año 1993-1996, en
que crece 692,52 hectáreas, 16% respecto al suelo informal ocupado en el periodo; y
entre los años 1997-2000, en que crece 1.405,53 hectáreas, 36,57% respecto del suelo
informal del periodo, a una tasa de crecimiento del 5,3% en el primer periodo y del
9,14% en el segundo periodo. Esto significa un ritmo de crecimiento mucho más intenso
48

Mapa N.° 3

en el segundo periodo, a partir de 1997, cuyas razones serán expuestas más adelante.
(UN-Hábitat, 2002:31)

Mientras que, para el mismo periodo 1993-2000, el suelo de uso residencial


formal creció 253,65 hectáreas, al pasar en 1993 de 2.497,40 hectáreas a 2.751,05
hectáreas, en el año 2000, esto es un 9,22% respecto al área formal, con una tasa anual
de crecimiento del 1,32% (UN-Hábitat, 2002:31) (Cuadro N.° 6).
49

Cuadro N.° 6
Estimación del Uso del Suelo Urbano Residencial Formal e Informal.
En Hectáreas y Porcentaje
Suelo Suelo % del Suelo Suelo Uso % del Suelo Suelo Uso % del Suelo
Años
Urbanizado Residencial Urbanizado Formal Residencial Informal Residencial
1993 13.794,86 6.136,12 44,48 2.497,40 40,70 3.638,72 59,30
1994 14.326,16 6.402,92 44,69 2.544,52 39,74 3.858,40 60,26
1995 14.877,40 6.719,64 45,17 2.616,56 38,94 4.103,08 61,06
1996 15.434,25 7.019,84 45,48 2.688,60 38,30 4.331,24 61,70
1997 15.855,39 7.296,42 46,02 2.703,39 37,05 4.593,03 62,95
1998 16.532,09 7.824,31 47,33 2.729,94 34,89 5.094,37 65,11
1999 16.897,95 8.148,30 48,22 2.739,56 33,62 5.408,74 66,38
2000 17.284,41 8.487,82 49,11 2.751,05 32,41 5.736,77 67,59
NOTA: Comprende el Suelo Residencial Neto, no incluye el área de las vías
Fuente y elaboración: DPLAN-G., Departamento de Planes y Programas Estratégicos (Area de Economía Urbana)

Una gran conclusión que se desprende del Cuadro N.° 6, en el periodo analizado es que,
mientras el suelo informal pasa del 59,30 % en el año 1993 al 67,59 % , en el 2000; el
suelo formal pasa de 40,70 % en el año 1993 a 32,41 % el año 2000; lo cual significa
que la informalidad va ganando terreno en la ciudad de Guayaquil. El estudio de
Naciones Unidas atribuye el crecimiento de la informalidad del espacio urbano a la
intensificación de los asentamientos informales.

Pobreza y precariedad del hábitat


Sin querer contrariar los nuevos paradigmas cualitativos y participativos, para entender
la pobreza en general y la pobreza urbana en particular, que la definen como una
condición compleja y multidimensional (Ramírez, 2002:9), se intenta proporcionar una
idea general de la condiciones de pobreza en la ciudad.
La pobreza y la precariedad del hábitat, son indicadores que generalmente se
encuentran asociados, el primero alude a carencias -económicas, sociales, etc- y el
segundo se refiere a deficiencia en servicios básicos, tenencia del suelo, vivienda,
inequidad, exclusión. Utilizaremos dos indicadores: el indicador de la Capacidad
Económica (CAPECO) y el indicar sintético de Necesidades Básicas Insatisfechas
(NBI), propuestos por Naciones Unidas, en su estudio de Indicadores Urbanos para
Guayaquil.
El indicador de Capacidad Económica del Hogar (CAPECO), es un medidor
de aproximación indirecta de la insuficiencia de ingresos de los hogares y por tanto de
pobreza; establece rangos que considera, que por debajo de 2,95 corresponde a los
50

sectores urbanos con capacidad económica baja; entre el 2,95 a 4,34, se califica con
capacidad económica media baja, el resto de los sectores se califican como medios,
medio altos y altos. El Indicador Sintético Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI),
mide el grado de satisfacción de las principales necesidades, en cuanto a infraestructura,
- disponibilidad de servicios de agua potable, eliminación de aguas servidas, energía
eléctrica-; la educación -años de escolaridad-; y la salud -disponibilidad de médicos-; de
los habitantes urbanos, cuyo nivel de insatisfacción constituye uno de los mayores
obstáculos para el desarrollo del país. El indicador, expresa el promedio de habitantes
con necesidades básicas insatisfechas en una zona, que permite determinar los niveles
de precariedad de la población (Sistema de Información Geográfica Municipal,
SIGMU).
El cuadro N.° 7, presenta los indicadores NBI y CAPECO territorializados, y
agrupados por Áreas de Desarrollo Social consideradas como consolidadas y no
consolidadas. La ciudad de Guayaquil, en su conjunto presenta un 25,15% de la
población con Necesidades Básicas Insatisfechas, pero cuando analizamos este
porcentaje de población en áreas consolidadas y en áreas no consolidadas, el porcentaje
baja a 9,99% para el primer caso y sube a 36,45% en el segundo caso, lo cual significa
que la población con NBI, se concentra en las áreas no consolidadas. De la misma
forma, el indicador de Capacidad Económica del hogar, para la ciudad de Guayaquil, es
del 3,74, pero cuando consideramos este indicador solo en relación a la zona
consolidada, sube al 5,03 y en relación a la zona no consolidada, baja al 2,85.
En el área consolidada, el porcentaje promedio de población con NBI, varía
desde el 4,40% que corresponde al área de Urdesa, hasta el mayor porcentaje de
población con NBI de 16,72% que corresponde al área de la Veintinueve (zona de la
calle 29 del Suburbio Oeste), área de origen informal, pero que en la actualidad se
encuentra consolidada.
En esta misma área consolidada de la ciudad, el indicador de capacidad
económica CAPECO, se establece entre los rangos del 3,47 -el menor- que corresponde
al área denominada Veintinueve, hasta el 7,05 -el mayor-, que corresponde al área de
Urdesa; guardando correspondencia entre el indicador de Necesidades Básicas
Insatisfechas y el de Capacidad Económica, para el caso de las áreas Urdesa y
51

Veintinueve; debe notarse además que mientras más alto es el porcentaje de personas
con NBI, menor es el índice de capacidad económica.
Siguiendo en la misma zona consolidada, vemos que ninguna de las áreas
presenta un índice CAPECO por debajo de 2,95, con el que se califica a los sectores
urbanos con capacidad económica baja.
Otro punto a resaltar es que dentro de esta zona que la hemos denominada consolidada
o ciudad formal, hay un grupo de áreas que tienen los menores indicadores de
capacidad económica, que corresponden a las áreas denominadas Letamendi, Garay,
Febres Cordero, Veintinueve y Vía a la costa; las áreas Letamendi y Garay,
corresponden a dos antiguas zonas de la ciudad generadas en los años 40, que
originalmente albergaron a los pobres urbanos que alquilaban tierra municipal; las áreas
de Febres Cordero y Veintinueve, corresponden a lo que se conoce con el nombre de
Suburbio, que a partir de los años 50 se convirtió en el principal receptor de la
migración rural e intraurbana, las más grande área de asentamiento irregular de la
ciudad, hoy ya consolidada y la vía a la Costa, que hasta el año 1991, pasó de ser
considerada rural a urbana. El índice CAPECO de éstas zonas varía entre 3,47 -el
menor- y 4,03 -el mayor-; cuyo rango califica a éstas áreas con capacidad económica
media baja.
El resto de áreas califican según el índice CAPECO, como medios, medio alto y altos,
pero en este grupo encontramos una cierta heterogeneidad. Tres áreas, las
denominadas 9 de Octubre, Ayacucho y Rocafuerte, corresponde al casco central, y
como tales gozan de la centralidad urbana y de los beneficios asociados, como una
buena dotación de servicios básicos, concentración de actividades económicas y
financieras, la más y mejor movilidad disponible y las rentas del suelo más elevadas.

Aquí el índice CAPECO está entre el 5,32 y el 5,98. Dos áreas las llamadas
García Moreno y Urdaneta, que se encuentran en el anillo contiguo al casco central,
cuyo índice de CAPECO está entre el 4,36 y 4,58; y un tercer grupo de áreas en las que
está las denominadas Aeropuerto, Alborada, Esteros, Martha Roldós y Pradera, que
corresponden en mayor medida a las áreas donde se localizan los programas
habitacionales públicos ejecutados por el Seguro Social y por la Junta Nacional de la
52

Cuadro N.° 7
Población promedio con NBI e indicador CAPECO,
según Areas de Desarrollo Social. Año: 2005
Población
Población Indicador Sintético Indicador de
Área de Desarrollo Social promedio con
2005 Población con NBI CAPECO
NBI en %
9 de Octubre 27.685 2.737 9,89 5,32
Aeropuerto 34.061 1.890 5,55 6,18
Alborada 172.426 10.533 6,11 5,64
Ciudad Formal (Areas Consolidadas)

Ayacucho 31.367 1.775 5,66 5,98


Ceibos 15.250 685,00 4,49 7,01
Esteros 44.808 2.828 6,31 5,55
Febres Cordero 31.791 4.802 15,10 3,61
Garay 63.950 7.647 11,96 4,03
García Moreno 56.900 5.430 9,54 4,36
Letamendi 103.741 16.718 16,12 3,72
Martha de Roldós 41.054 3.116 7,59 5,52
Pradera 83.312 8.396 10,08 4,78
Rocafuerte 51.557 5.067 9,83 5,34
San Eduardo 31.111 5.371 17,26 5,08
Urdaneta 26.312 2.723 10,35 4,58
Urdesa 43.599 1.917 4,40 7,05
Veintinueve 72.898 12.187 16,72 3,47
vía a la Costa 19.041 1.156 6,07 3,49
total 950.863 94.978 9,99 5,03
Bastion 84.157 29.398 34,93 2,53
Batallón 112.353 29.803 26,53 2,95
Cisne II 73.229 20.853 28,48 2,95
Ciudad Informal (Areas No Consolidadas)

Fertisa 105.510 30.257 28,68 3,10


Flor de Bastión 85.951 46.606 54,22 2,40
Fortín 73.625 38.769 52,66 2,58
Guasmo 210.023 63.607 30,29 2,86
Inmaconsa 18.286 5.929 32,42 3,06
Km 8 y medio 77.500 24.920 32,15 3,38
Mapasingue 73.595 18.900 25,68 3,65
Nueva Prosperina 50.168 26.028 51,88 2,89
Pascuales 35.456 11.351 32,01 2,60
Prosperina 84.734 23.664 27,93 3,22
Trinitaria 83.282 40.996 49,23 2,73
Vergeles 47.106 12.477 26,49 4,27
Areas no establecidas
Vía a Daule 5.017 1.895 37,78 2,13
Noroeste 24.306 20.450 84,14 2,08
Asentamientos fuera limite
30.996 18.935 61,09 2,02
urbano
Total 1.275.294 464.838 36,45 2,85
Gran Total 2.226.157 559.816 25,15 3,74
Fuente y elaboración: Sistema de Informacion Geográfica Municipal, SIGMUN
53

Vivienda, en la ciudad desde los años 50, siendo los más antiguos la Cdla Atarazana, 9
de Octubre y los más recientes Los Sauces; en este grupo se integra a todas aquellos
programas de vivienda social promovidos por la empresa privada como Las Alborada.
En éste tercer grupo, el índice CAPECO varía entre el 4,78 y el 6,18. Y finalmente el
último grupo de este rango de áreas consolidadas, corresponde a Los Ceibos, Urdesa y
San Eduardo, residencia de las clases medias altas y altas, cuyo índice CAPECO se
encuentra entre el 5,08 y el 7,05.
En la zona no consolidada, el porcentaje de población con NBI, varía entre el
25,68 % -el más bajo-, que corresponde al área de Mapasingue y el de 84,14%, que
corresponde al área denominada Noreste. En el primer caso de trata de un área de
ocupación informal de la década de los años 70, que en la actualidad cuenta con
servicios básicos, siendo aún muy deficiente la accesibilidad, por las condiciones
topográficas del sector y el segundo caso, se trata de las más recientes zonas de
ocupaciones informales que se manifestó con mayor fuerza a partir de los años 2004-
2005.
En ésta zona el comportamiento del indicador de Capacidad Económica
CAPECO, está entre el rango de 2,02 –el más bajo- y el 4,27 –el más alto-, que
corresponde a las áreas de Asentamientos fuera del límite urbano y Vergeles
respectivamente. La primera se trata de poblaciones con menos vinculación a las
economías urbanas y la segunda es un área de ocupación informal, localizada en la
actual zona de expansión urbana formal, con muy buena accesibilidad, lo que le ha
permitido captar las rentas urbanas generadas por ese proceso. A diferencia de la zona
consolidada en donde no se presentaban áreas con índice CAPECO inferior a 2,95 que
es el rango bajo el cual se encuentran los sectores con capacidad económica baja, aquí
existen 12 de las 18 áreas agrupadas baja esta denominación con un índice CAPECO
inferior a 2,95; son las áreas denominadas: asentamientos fuera del límite urbano, el
área denominada noreste, vía a Daule, Flor de Bastión, Bastión, Fortín, Pascuales,
Trinitaria, Guasmo, Nueva Prosperina, Cisne II y Batallón. Se trata de áreas de
asentamientos informales de reciente formación y de las periferias de las áreas de
asentamientos irregulares antiguos y consolidados.
54

Mapa N.° 4
Zona por Necesidad Básicas Insatisfechas, según Áreas de Desarrollo Social

Fuente y elaboración: Municipalidad de Guayaquil

Un segundo grupo de áreas corresponde a las denominadas zonas de Fertisa, al sur de la


ciudad y de Mapasingue, Prosperina, Km 8 y medio, Inmaconsa y Los Vergeles, al
norte de la ciudad; estas áreas tienen la particularidad común de estar ubicadas en zonas
industriales y con una buena accesibilidad en sus periferias. Los rangos CAPECO
varían entre 3,10 y 4,27 y corresponderían a los sectores urbanos con capacidad
económica media baja.
A pesar de las importantes inversiones efectuadas en los últimos años, en
ampliación de los servicios de agua potable para las zonas del noroeste de la ciudad que
25
carecían del suministro de agua potable por red , como también la ampliación de los
servicios de educación y salud; sin embargo las condiciones de pobreza siguen siendo

25 Emapag indica que la cobertura de agua potable en Guayaquil es del 96,5% de la población
total, desmintiendo la cifra del 85,43% proporcionada por el INEC; y que para mediados del
2012, Guayaquil tendrá el 100% de cobertura de Agua Potable (El Universo, 12 septiembre
2011).
55

altas. El censo del 2010, indica que del total de hogares (591.852), registrado para la
ciudad de Guayaquil (urbano), el 58,28% (344.913), son hogares sin necesidades
básicas insatisfechas, mientras que el 41,72% (246.939), son hogares con necesidades
básicas insatisfechas.
56

CAPITULO III
POLITICA PUBLICA HABITACIONAL Y DE LEGALIZACION DE SUELO
EN GUAYAQUIL

Entre las causas que están en la base de la informalidad urbana se encuentra la ausencia
o insuficiente oferta de suelo y vivienda social, para sectores de bajos ingresos que no
pueden a acceder ésta por la vía del mercado. La oferta de vivienda social centrada en
el estado, ha producido vivienda cara, cuyos beneficiarios finales han sido las clases
medias; la oferta de vivienda social privada encuentra un gran obstáculo en el acceso a
suelo urbanizado cuyos altos costos encarecen el producto final volviendo inaccesible a
grupos sociales de bajos ingresos y poco atractivo para el sector de la construcción. La
oferta de vivienda social subsidiada para población de bajos ingresos, no responde a los
requerimientos económicos y culturales de este grupo.
Una normativa rígida en la producción de suelo urbanizado, vinculada a
regulaciones y normativa, actúa como barreras a la hora de producir vivienda popular,
dado el carácter elitista y tecnócrata de la planificación urbana, que no refleja las
condiciones socioeconómicas de producción de la ciudad excluyendo por esta vía a gran
parte de la población, fortaleciendo la segregación urbana.
La ciudad informal resultante de las condiciones antes anotadas es atendida con
una política de legalización de tierras, que por su carácter de curativa, actúan no sobre
las causas de la informalidad, sino sobre sus consecuencias, alentado la reproducción
de ésta.

Inventario Habitacional en Guayaquil: Cualicuantitativo


Para realizar el inventario de la vivienda en la ciudad de Guayaquil y estimar la
demanda de vivienda se ha utilizado la información censal del INEC. Se tomó los datos
correspondientes a la zona urbana del cantón Guayaquil únicamente. Para el año 2010,
en el Guayaquil urbano se cuenta con 585.522, unidades habitacionales, a un promedio
de 3,9 persona por vivienda. El cuadro N.° 8, indica la evolución de vivienda y
población desde los años 1974, de acuerdo a la información censal. Nótese el
decrecimiento en la relación Persona/vivienda.
57

Cuadro N.°8
Evolución de la Poblacion y Vivienda ocupada en Guayaquil. 1974-2010
Años 1974 1982 1990 2001 2010
Vivienda 142.100 235.500 324.795 470.552 585.522
Población 823.219 1.199.344 1.513.437 1.994.518 2.291.158
Persona/vivienda 5,8 5,1 4,7 4,2 3,9
Fuente: Censo de poblacion y Vivienda Inec
Elaboración: Propia

El estado de la vivienda en relación al acceso a los servicios de infraestructura de agua


potable y servicio sanitario, se muestra en el cuadro N.° 9. Según este para el año 2010,
el déficit en acceso a agua potable por red serían de 82.425 viviendas, correspondientes
al 14,08%; y el déficit de viviendas en acceso a la red sanitaria sería de 224.453
viviendas, correspondiente al 38,33%.

Cuadro N.° 9
Evolución de la Vivienda ocupada en Guayaquil, según servicio básico. Años 1990-2010
Servicio Básico 1990 % 2001 % 2010 %
Acceso a

Red pública 207.423 63,86 380.616 80,89 503.097 85,92


Agua

Carro repartidor 115.220 35,47 76.546 16,27 73.393 12,53


Otro 2.152 0,66 13.390 2,85 9.032 1,54
Deficit 117.372 36,14 89.936 19,11 82.425 14,08
Higienic
Servicio

Red pública
Pozo ciego, septico, 176.843 54,45 242.811 51,60 361.069 61,67
letrina 131.703 40,55 204.551 43,47 212.254 36,25
o

No tiene 16.249 5,00 23.190 4,93 12.199 2,08


Deficit 147.952 45,55 227.741 48,40 224.453 38,33
Total de Viviendas 324.795 100,00 470.552 100,00 585.522 100,00
Fuente: Censo de poblacion y Vivienda Inec
Elaboración: Propia

El estado de la vivienda en relación a la calidad se muestra en el cuadro N.° 10, el tipo


casa/villa y departamento, lo consideramos aceptable y las categorías cuarto, mediagua,
rancho, covacha, choza, otra, las consideramos con déficit cualitativo. De acuerdo a la
información presentada, para el año 2010, habría 90.187 viviendas no aceptables que
requerían reposición, que corresponde a 13,82 % del stock habitacional de la ciudad.
58

Cuadro N.° 10
Evolución de la Vivienda particular en Guayaquil, según tipo (incluye ocupada,
desocupada en construcción) Años 1990-2010
Tipo de Vivienda 1990 % 2001 % 2010 %
Casa/villa 209.524 60,08 380.813 74,95 478.564 73,35
Departamento en casa o
45.552 13,06 63.126 12,42 83.696 12,83
edificio
Sub total aceptable 255.076 73,14 443.939 87,37 562.260 86,18
Cuarto en casa de
20.014 5,74 27.600 5,43 29.171 4,47
inquilinato
mediagua 63.758 18,28 13.144 2,59 18.567 2,85
Rancho 9.358 2,68 9.703 1,91 33.483 5,13
Covacha 365 0,00 9.329 0,02 5.618 0,01
Choza 5 0,00 7 0,00 532 0,08
Otra vivienda particular 155 0,04 4.364 0,86 2.816 0,43

Subtotal deficit cualitativo 93.655 26,86 64.147 12,63 90.187 13,82

Total de Viviendas 348.731 100,00 508.086 100,00 652.447 100,00


Fuente: Censo de poblacion y Vivienda Inec
Elaboración: Propia

Para el cálculo de la demanda de vivienda por crecimiento vegetativo, se


tomaron los datos censales de población de los años 2001 y 2010. El incremento
poblacional del periodo fue de 296.640 habitantes, que en número de hogares
significan 78.064, tomando el índice del INEC de 3,8 personas por hogar para el año
2010, esto es 8.674 nuevos hogares por cada año -considerando 9 años del periodo
intercensal-.
Según la encuesta de estratificación del nivel socioeconómico del 2011 del INEC,
aplicada a cinco ciudades entre ellas a Guayaquil, se determinó que el 49,3% de la
población pertenece al estrato medio bajo y 14,9 % al bajo, en su conjunto corresponde
al 64,20% de la población. Así también de la encuesta de Ingresos y Gastos 2011-2012
del INEC, determinó que estos niveles poblacionales perciben ingresos inferiores a los
$500 dólares mensuales.
De los 8.674 nuevos hogares que se forman por cada año en Guayaquil, 5.569,
corresponde a hogares de menores ingresos, que serían la demanda insolvente de
vivienda. La necesidad de vivienda en Guayaquil, para los sectores de más bajos
ingresos sería:
Nuevas unidades habitacionales por año de: 5.569
Déficit acumulado de viviendas de mala calidad: 90.187
59

La oferta habitacional pública del Gobierno Nacional


La oferta habitacional en Guayaquil, por parte del sector público se inicia con el Seguro
Social26, en el año 1942. Hasta 1987, en que se entregó el último programa habitacional
Valdivia 4, ésta institución había generado 6.033 unidades habitacionales, lo que
significa un promedio de 137 vivienda por año en los 44 años, en que deja de producir
directamente vivienda (Villavicencio y otros, 1989:128) (Cuadro N.° 11).

Cuadro N.° 11
Producción de Vivienda por el Seguro Social entre 1942-1987)
Programa 42 48 50 52 62 66 67 71 74 75 79 80 Total
Varias (42-45) 90 90
Barrio Orellana 308 308
Casas Colectivas 380 380
Barrio del Seguro 641 641
Varios (52/54/56) 93 93
Cdla 9 de Octubre 952 952
Cdla Bolivariana 148 148
Cdla Moran Valverde 100 100
Bloques Av. Quito (67-75) 288 288
Cdla Huancavilca (67-78) 1490 1490
Villas del IESS 36 36
Bloques Calle Chile 115 115
Villamil 222 222
Guangala (79-84) 274 274
Valdivia 4 (80-87) 896 896
Suman 6033
Fuente: Villavicencio y Otros
Elaboración: Propia

Por su parte la Junta Nacional de la Vivienda (JNV), inicia su actividad en Guayaquil


en el año 1964, con el programa habitacional La Atarazana, y hasta 1992 en que
desaparece, había construido 35.766 unidades habitacionales, si consideramos solo los
programas que incluyen suelo y vivienda y 41.936 soluciones habitacionales, si
incluimos el programa de crédito para mejoramiento y construcción de vivienda nueva,
destinado para los sectores de hasta dos salarios mínimos, que poseen un terreno, que en
el caso de la ciudad de Guayaquil, corresponden a las familias que acceden al suelo a
través de la informalidad en invasiones y/o comprándolo a través de los traficantes de
tierra. En los 26 años de existencia de la JNV, significa un promedio de 1.375 viviendas

26 Hay que aclarar que para acceder a una vivienda del Seguro Social, necesariamente hay que
estar afiliado a la institución, lo cual es posible a través de un empleo formal, bajo relación de
dependencia. Por lo que este tipo de programas estuvo dirigido a un sector de clase media,
obreros, empleados, maestros, entre otros
60

por año, en el primer caso; y de 1.612 soluciones habitacionales por año, en el segundo
caso (Cuadro N.° 12).
En este periodo (1964-1992), la producción de vivienda era responsabilidad del
Estado, si bien se pasó de la ejecución directa por parte de la JNV, a la producción de
vivienda con participación de la empresa constructora vía licitación y/o contratación, el
Estado mantenía claramente su rol establecido como de ejecutor de la política pública,
siendo sus facultades el diseño, financiamiento, construcción y/o supervisión,
evaluación, es decir se encargaba de todo el proceso de producción de la vivienda
(Acosta, 2009:45).
Aunque no hay una evaluación que permita conocer el impacto de esta política
pública, salvo su contribución en términos cuantitativos, su orientación fue a los
sectores de clase media y clase media baja; la forma de acceso a éste tipo de programa
siempre exige una valoración económica del postulante por el componente de crédito,
con una cuota de alrededor del 30% del salario destinado para el pago de vivienda, lo
cual no es posible en población de muy bajos ingresos, que o no tiene el ingreso
suficiente o no lo pueden probarlo en las instituciones financieras, por la informalidad
de su empleo. Las evidencias indican los cambios significativos que sufrieron la mayor
cantidad de las viviendas de este tipo de planes, al poco tiempo de haber sido recibidas,
lo que muestra que el sector social destinatario tenía ingresos extras capaces de
financiar una remodelación, ampliación y en no pocos casos la construcción de una
nueva vivienda, pues era el suelo urbanizado y no tanto la vivienda lo que interesaba a
estas familias.
Para la atención a los asentamientos informales, en 1981 se crea el Banco
Ecuatoriano de la Vivienda, con un crédito proveniente del BID y Banco Mundial
orientando el otorgamiento de préstamos para mejoramiento habitacional por
autoconstrucción (Acosta, 2009:45). A pesar de que la política de vivienda ecuatoriana
privilegiaba el modelo convencional de vivienda terminada, 6.170 soluciones
habitacionales se favorecieron con el crédito para el mejoramiento y/o producción de
vivienda nueva, que corresponde al 14,71% de viviendas producidas en el periodo
analizado, en solo dos años de aplicación de éste crédito (Cuadro N°. 12).
61

Cuadro N°. 12
Producción de Vivienda en Guayaquil, por la Junta Nacional de Vivienda, en la ciudad de Guayaquil de 1964 a 1992
Periodo Presidencial Roldos-Aguilera Febres Cordero Borja
Programa 66 70 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 Total
Atarazana 1594 321 1915
Mapasingue I 250 250
Mapasingue II 120 120
Renovacion 22 22
Fae Gquil 54 54 108
Amazonas 174 174
152 336 316 136 92 126 112 252 1522
Esteros I
128 96 224
Esteros II 529 529
Esteros III 293 293
580 696 1276
Acacias I
326 326 652
Acacias II 148 160 308
Acacias III 64 44 108
795 44 839
Pradera I
152 256 408
692 388 20 1100
Pradera II
88 108 196
Pradera III 155 302 457
Saiba I 380 380
102 66 168
Saiba II
236 236
Floresta I 558 1672 2230
Floresta I Licitación 510 510
Floresta II 974 252 618 1844
Floresta III 353 353
Floresta Anexo 74 74
Martha de Roldos 2468 2468
Sauces I 304 468 244 1016
Sauces II 854 494 308 96 1752
Sauces III 2408 2408
238 1022 1260
Sauces IV
300 1170 1470
Sauces V 1616 1616
1562 1500 3062
Sauces VI 285 285
518 200 718
Sauces VII
45 45
Sauces VIII 2163 2163
Sauces IX 1207 1207
TOTAL 1594 321 250 22 1286 2219 816 932 1558 1035 2212 630 9108 1182 20 2456 3840 2915 2163 1207 0 0 0 35766
Crédito Mejora de Vivienda 425 1566 2868 911 5770
Crédito Vivienda Nueva 47 134 182 37 400
Fuente: De 1996 a 1985,Rojas y otros TOTAL 41936
De 1984 a 1988, informe del JNV-BEV
De 1989 a 2013, MIDUVI
Elaboración: Propia
62

El año 1992, el gobierno de Durán Ballén, como parte de las políticas neoliberales,
impulsó la modernización y el cambio en el sistema de acceso a la vivienda, bajo el
aliento de las reformas del Estado y el desmantelamiento del aparato del Estado. En el
mismo año se emite la Ley de Instituciones Financieras por medio de la cual el Banco
de la Vivienda pasa a convertirse en banca de segundo piso. Buscando concentrar
todos los esfuerzos en el tema de desarrollo urbano y vivienda bajo una sola dirección y
con el fin de optimizar la coordinación y los recursos, desaparece la Junta Nacional de
la Vivienda, que pasa a ser remplazada por el Ministerio de Desarrollo Urbano y
Vivienda, del que forma parte el Banco Ecuatoriano de la Vivienda sin perder su
autonomía, el Instituto Ecuatoriano de Obras Sanitarias y la Dirección Nacional de
Avalúos y Catastros. En el año 1994, se formula la Política Nacional de Desarrollo
Urbano, Vivienda y Saneamiento Ambiental, que constituye el marco conceptual de la
acción del Estado, orientando la acción de los gobiernos seccionales y del sector
privado, dando sustento y coherencia a las estrategias, acciones, programas y proyectos
del sector, en el que resalta el cambio del rol del Estado de ejecutor a facilitador de la
actividad privada (Acosta, 2009:53).
Bajo el gobierno de Abdalá Bucaram en el año 1996, cuando ya estaba
diseñada la nueva política sectorial de vivienda, contrariando los imperativos de los
organismos multilaterales, se construye el último programa masivo de vivienda social
por parte del Estado, “Un solo Toque” en Durán que contemplaba la construcción de
11.000 unidades habitacionales, del cual solo se pudo concluir el 20%, por la compleja
situación política que el país vivía en la época. A la salida de Bucaram de la
presidencia, el programa que se encontraba en construcción fue “invadido” y su
regularización duro aproximadamente 10 años.
A partir de 1998, es cuando el nuevo rol del Estado se concreta. Así el
Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, MIDUVI, se convierte en facilitador del
de la política pública, en cuya ejecución participa el sector privado de la construcción y
en el financiamiento el sector privado financiero, para lo cual se crea el Programa de
Apoyo al Sector Vivienda, financiado con un préstamo del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), por el monto de 68,6 millones de dólares27. El MIDUVI implementa

27 Archivos MIDUVI-Subsecretaría de Vivienda 2007-2008


63

el Sistema de Incentivos de la Vivienda SIV, con la creación de un subsidio habitacional


focalizado, dirigido a la demanda como mecanismo para estimular la producción de
vivienda por parte del sector privado, conocido como bono de la vivienda. Bajo la
fórmula A+B+C, A, ahorro de la familia beneficiaria por el valor del 10% del valor de
la vivienda; B, Bono entregado por el Estado; C, crédito otorgado por una institución
financiera privada, la familia accede a una vivienda social que le ofrecen constructores
y/o promotores inmobiliarios a precios de mercado teniendo a su favor parte del costo
ya amortizado con el subsidio recibido. De esta forma queda claramente definido el rol
de ofertante de vivienda de la empresa privada y el rol de subsidiariedad del Estado al
beneficiario. Se refuerza en 1999, con la definición de la política del sector Agua
Potable y Saneamiento Básico, en el contexto de la formulación del Programa
PRAGUAS, MIDUVI-BIRF.
Reconociendo que un importante sector de la población de bajos recursos ha
resuelto sus problemas habitacionales en base a sus propias iniciativa, carente de todo
tipo de apoyo y que por estas mismas circunstancias corresponden a viviendas donde se
concentra el déficit cualitativo -en el caso de Guayaquil además corresponde a los
asentamientos informales28-, que muchas de estas viviendas se encuentran inconclusas,
necesitan mejoramiento y/o ampliaciones, se incorpora el “mejoramiento, ampliación
y terminación de la vivienda” en posesión legal, como un área susceptible de ser
beneficiada con el subsidio habitacional y el crédito.
El Programa Urbano29, canalizaba el subsidio habitacional a las familias a
través de convocatoria a postular, bajo un procedimiento público y transparente de
asignación de los recursos; el monto del subsidio luego de la dolarización del país en el
año 2000 se estableció en $ 1800 y $ 750 dólares, para el programa de vivienda nueva y
de mejoramiento de la vivienda respectivamente; en los dos programas el ahorro

28 En la actualidad, los asentamientos informales han alcanzado pleno reconocimiento y son


objeto de políticas públicas por concentrar altas cifras de pobreza y déficit en servicios básicos,
alentadas por el International Institute of Environment and Development; el “Informe de
Desarrollo Humano en 1997” publicado por el PNUD; “Hábitat II: Conferencia de Naciones
Unidas sobre Asentamientos Humanos” celebrada en Estambul en 1996, el “Informe Global
2001” de Naciones Unidas, entre otros.

29 El Programa Urbano, corresponde al subsidio que se entrega para la construcción de


vivienda nueva y mejoramiento de la vivienda, dentro del límite urbano establecido como tal
por cada municipalidad y el Programa Rural, se aplica en las áreas rurales fuera de los límites
urbanos cantonales.
64

obligatorio correspondía al 10% del valor final de la vivienda; el crédito lo otorgó las
instituciones financieras; el ejecutor fue la empresa privada (constructores, ONG,
profesionales independientes). Durante el periodo 1998-2006 -9 años-, en el que se
agotó el primer crédito con el BID para su implementación, en Guayaquil se entregaron
11.817 bonos para vivienda nueva y 10.429 bonos para mejoramiento de la vivienda, a
un promedio de 1.313 unidades habitacionales de vivienda nueva y de 1.158 unidades
habitacionales mejoradas, por año. Cabe precisar que no es posible diferenciar cuantas
fueron las viviendas que se construyeron en terreno propio y cuantas en programas
habitacionales que incluyen vivienda y terreno30, las evidencia empíricas indican que
para el caso de Guayaquil, la mayor parte de viviendas se construyeron en terreno
propio, esto es terreno de origen informal que para la fecha ya estaba regularizada su
propiedad, pues este es una de las exigencias del reglamento de postulación al subsidio
habitacional (Cuadro N.° 13).
El Contrato Social de la vivienda, evalúa al SIV, como un “programa exitoso a
pesar del entorno político y macroeconómico inestable y desfavorable para la
economía” y resalta las potencialidades que tiene como mecanismo estabilizador de
programas habitacionales de mercado, fomento al microcrédito habitacional dirigido a
sectores de bajos recursos, siempre que se garantice los recursos para su continuidad.
Entre los aspectos con mayor valoración se encuentra el haber generado hasta el año
2002, un ahorro por 28 millones proveniente del ahorro del postulante al programa, la
incorporación de 32 instituciones financieras y la calificación de 300 Entidades
Técnicas, profesionales encargados de dar soporte técnico a las familias solicitantes del
bono, y un mecanismo de asignación transparente del subsidio, llegando a los quintiles,
1, 2 y 3 preferentemente (Contrato Social de la Vivienda, 2006:13). Entre los
obstáculos, que el SIV presenta es que se sustenta en unos reglamentos que en ocasiones
resultan ser una verdadera traba en su aplicación cuando se trataba de enfrentar la
informalidad. Se preveía que una vez agotado el crédito del BID, se incorporaría una
partida fija dentro del presupuesto del estado, que asegurara su continuidad. El
Programa Urbano Marginal de ejecución directa del MIDUVI, se financió con recursos
fiscales y consistió en la entrega de materiales de construcción, por el equivalente a un

30 El archivo del MIDUVI solo presenta datos estadísticos desde el año 2007; los datos de los
años anteriores desaparecieron, luego de la conflictiva restructuración del personal técnico de la
institución debido a la compra obligatoria de renuncias dispuesta en el año 2011.
65

subsidio habitacional de $1000 y $ 400 dólares, para vivienda nueva y mejoramiento


respectivamente y el aporte de la mano de obra del beneficiario en la construcción y/o
mejoramiento de la vivienda. Debido a la modalidad de su implementación, con certeza
afirmamos que se aplicó en terreno propio; los datos que se han podido recabar indican
la entrega de 3.965 bonos de vivienda nueva y 441 de mejoramiento en 3 años; de
mantenerse la tendencia para el periodo que estamos analizando, se habrían entregado
cerca de 12.000 bonos para vivienda nueva y 1.000 bonos para mejoramiento de
vivienda a un promedio de 1.400 unidades de vivienda nueva y de 150 unidades de
vivienda mejorada por año en el periodo 1998-2006 (Cuadro N.° 13).

Cuadro N°. 13
Subsidio Habitacional (bono) entregado por el MIDUVI, en Guayaquil, según
programa. Años 1998-2006
Periodo Presidencial Mahuad Noboa Gutierrez Palacios
Total
Programa 1.998 1.999 2000-2001-2002 2.003 2.004 2.005 2.006
Bono Solidario s/d s/d 19.060 s/d s/d 0 0 19.060
Nueva 780 2.895 5.230 852 967 699 394 11.817
Urbano
Mejora 0 517 5.720 1.345 1.676 732 439 10.429
Urbano Nueva s/d s/d 3.965 s/d s/d s/d s/d 3.965
Marginal Mejora s/d s/d 441 s/d s/d s/d s/d 441
Total 780 3.412 34.416 2.197 2.643 1.431 833 45.712
Fuentes: Años: 1998, 1999, 2003, 2004, 2005 y 2006: Contrato Social por la Vivienda
Años: 2000, 2001, 2002: Informe de gestión del MIDUVI
Elaboración: Propia

El Programa Bono Solidario, surgió mediante un convenio entre el Ministerio de


Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), con la Fundación Hogar de Cristo, para la
entrega de 35.018 subsidios de viviendas para las familias de escasos recursos, que
habitan en las zonas urbano marginales de Guayaquil. El costo de la vivienda final era
de $ 400 dólares31, el subsidio habitacional fue de $ 144 dólares por vivienda y el saldo
se cancelaba como crédito a dos años plazo, financiado por Hogar de Cristo. El
requisito era poseer un terreno legalizado (El Universo, 24 diciembre 2003). De
acuerdo a los datos existentes, bajo esta modalidad se entregaron 19.060 subsidios entre
los años 2000-2003 (Cuadro N.° 13).

31 Vivienda de estructura y piso de madera, cubierta de zinc y paredes de caña guadua,


prefabricada, que se arma en un día y sin mayores conocimientos técnicos. Su durabilidad es de
aproximadamente 5 años en condiciones normales.
66

Comparando los tres programas, resalta el valor del subsidio, mientras que el Bono
Urbano –operado por la empresa constructora-, tiene un valor de $1800 dólares, el
Bono Urbano Marginal –para vivienda nueva, mejoramiento de la vivienda- y el Bono
Solidario, tuvieron un valor que representaba el 55%, 22% y 8% respectivamente en
relación al Bono Urbano, cuya operatoria estuvo en manos de los beneficiarios y de
Hogar de Cristo. Esto responde a los objetivo de la política de promover la participación
de la empresa constructora en la oferta de vivienda social.
Durante el primer periodo de aplicación del subsidio habitacional, que
corresponde a 9 años entre 1998-2006, en la ciudad de Guayaquil se entregaron 45.712
subsidios habitacionales, que según el tipo del programa el 34,52% corresponden a
subsidios entregados para vivienda nueva en el programa urbano y urbano marginal; el
23,78% para mejoramiento de la vivienda ya existente en el programa urbano y urbano
marginal y el 41,70% de subsidios fueron entregados para vivienda Hogar de Cristo. En
términos de inversión, el 48,66% del número de subsidios que se entregó en forma de
bono urbano, operado por agentes constructores, corresponde al 80,85% de la inversión
total del periodo; en tanto que el restante 51,34% corresponde a número de subsidios
entregados en forma de materiales de construcción y viviendas Hogar de Cristo, con una
inversión del 19,15%.
En este periodo, la producción de vivienda promedian las 5.079 unidades
habitacionales por año; sin embargo no representó producción de vivienda nueva, sino
-siendo muy optimistas- el mejoramiento relativo de las condiciones habitacionales
existentes, con la reposición de la vivienda de caña por una de hormigón de 36 m2
cuando se trata de vivienda nueva o el mejoramiento de la existente32. Recalcamos que
la entrega de este número de subsidio fue posible, por el hecho de que las familias
poseían un terreno, que como dijimos antes se trata de tierra a la que se accedió
informalmente y que luego ha sido regularizada a través de la política municipal de
legalización.

32 La calidad de esta inversión no fue motivo de este estudio, las evidencias empíricas sin
embargo dan cuenta de los insuficientes montos para atender las necesidades de este tipo de
familias y la falta de asistencia técnica en la aplicación del mismo. Esta es una línea de
investigación que se presenta como sugerente para posteriores estudios.
67

Pero no solo la imposibilidad del acceso a suelo barato33 fue uno de los obstáculos para
la poca participación en la oferta de vivienda social por parte de la empresa
constructora, sino la desvalorización del bono por efecto de la inflación. En efecto,
desde el año 2000 en que se fijo su valor a $ 1800 (vivienda nueva y $750
(mejoramiento), este no fue revisado hasta el año 2007, siendo cada vez menor su aporte
al precio final de la vivienda, compensándose con estándares de calidad menores o
bajando el área construida.
Cabe mencionar que a pesar de las limitaciones del programa, este tuvo
exitosas posibilidades de ejecución en el marco de metodologías de participación social
de familias y comunidades, como las experiencias de Paso a Paso34 de Ciudad en Quito
y de la Fundación Vida Urbana en Guayaquil, sin embargo de impacto muy limitado.
Un segundo periodo que inicia en el año 2007, con el Gobierno del presidente
Correa, se mantiene la política de subsidios habitacional, popularizándose el mismo en
la campaña electoral bajo la denominación de “bono de la vivienda”. Como
cumplimiento a la misma se duplicó el valor de bono urbano35. Este anuncio movilizó
una gran demanda concentrada en los sectores de bajos ingresos, mas no la oferta de
programas habitacionales por parte de la empresa constructora e inmobiliaria la que
“aún mantiene su oferta hacia las familias concentrada en el cuarto y media superior del
tercer quintil únicamente” (Contrato Social por la Vivienda, 2006:14). Si bien se

33 Todo el suelo “barato” para alojar a las familias de bajos recursos, desde los años 90 se
encuentra bajo control de los traficantes de tierra, para quienes es más rentable vender a las
familias pobres a precios que incluye la expectativa de la dotación de servicios públicos
municipales, antes que a la empresa constructora, quien va a pugnar por precios bajos de suelo
para hacer más atractivo su producto. Esto como veremos más adelante en acuerdo con los
propietarios de suelo, ya que de esta forma eludían las ordenanzas municipales de la
obligatoriedad de la venta de suelo urbanizado.

34 Mencionamos un proyecto exitoso en la aplicación del subsidio habitacional para sectores de


población de bajos recursos: el proyecto “Paso a Paso”, promovido por el Centro de
Investigaciones Ciudad. El éxito del mismo responde a la concepción de este proyecto en la
lógica de experiencias conocidas como de Producción Social del Hábitat.

35 En febrero del 2.007 mediante el Decreto Ejecutivo 110 se duplica el valor del bono para
vivienda nueva de $ 1800 a $ 3600 y mejoramiento de vivienda de $750 a $ 1500, unificando
los valores para el bono urbano marginal y rural tanto de vivienda nueva como de mejoramiento
al bono de vivienda urbana. Además, mientras que el bono urbano era financiado con fondos del
crédito BID, el bono rural tenía como fuente de financiamiento el presupuesto del Estado.
68

mantiene la esencia de la política de subsidio habitacional, la forma de aplicación del


mismo cambia.
El Programa Urbano, que se creó bajo de denominación de Sistema de
Incentivos de la Vivienda SIV se mantiene, así como la postulación y asignación del
subsidio y la base legal de reglamentos que lo sustenta; agotado el primer crédito BID,
el financiamiento proviene del FEIRET36 en forma de recursos fiscales, hasta el año
2010, que un nuevo crédito del BID lo financia bajo la denominación SAV-BID,
Sistema de Apoyo a la Vivienda. Durante los años 2007- Junio 2013, se entregaron
3.947 bonos para construcción de vivienda nueva en terreno propio, 6.945 bonos para
mejoramiento de la vivienda (Cuadro N.° 14).
Los cambios significativos se dan en el Programa Urbano-Marginal y
Programa Rural. Estos dos programas, son fortalecidos al equiparase su valor al bono
urbano, se orientó a atender la demanda de sectores de bajos ingresos, localizados en los
asentamientos informales y zonas rurales, que poseían terrenos. Se flexibiliza los
requisitos para el acceso al bono, como no tener regularizada la propiedad con un título
de dominio, no tener el registro municipal de construcción y un mínimo estándar en los
servicios básico37. La organización de la demanda estuvo en manos de las
comunidades, conformándose Comités de vivienda de hasta 50 familias. Por el lado de
la oferta, se calificó las propuestas de prototipos de vivienda38, con costo máximo de
4000 dólares, presentadas por la empresa constructora, aceptadas por los comités, y
contratadas por el MIDUVI. El contratista recibía el 100% del valor del contrato para
su ejecución. Estos cambios permitieron una masiva y rápida construcción de viviendas
que concentró la oferta durante los años 2008, 2009 y parte del 2010; y fueron estas
mismas condiciones las que jugaron en contra de una eficaz aplicación de este
programa. Aunque no existe una evaluación de este periodo del programa que permita

36 Fondo de Estabilización, Inversión Social y productiva y Reducción del Endeudamiento


Público, que se nutre con los ingresos de la venta de petróleo que se transporta por el Oleoducto
de Crudos Pesados OCP.

37 Por ejemplo la provisión de agua con tanquero, el pozo ciego, se consideró como servicios
básico suficiente para la aplicación de este subsidio

38 Se valoraba aquellas propuestas de menor valor, mayor área de vivienda, sistema


constructivo prefabricado que implica menor tiempo de construcción.
69

conoce el impacto de esta gran inversión, hubo muchos cuestionamientos39 respecto a la


calidad de la vivienda que se estaba construyendo, a los sistemas constructivos
aplicados, deficiencia de las estructuras, acelerado deterioro de las viviendas,
40
concentración de la contratación , al uso que las familias les dan a las viviendas41 , a
un correlato entre demanda y oferta42 , implantación de las viviendas zonas de riesgo,
lechos de ríos, vía pública, y en zonas sin servicios básicos43. A partir del año 2010, a
los escasos recursos fiscales que financiaban el programa, se suman un nuevo crédito
SAV-BID44. El cuadro N.° 14, indica que para el Programa Urbano Marginal, en el
periodo analizado, se entregaron en la ciudad de Guayaquil, 2.792 bonos para
construcción de vivienda nueva y 1.111 para mejoramiento de la vivienda.
Aquí hacemos una consideración, la viabilidad de los Programas Urbano y
Urbano Marginal45, fue posible debido a que las familias postularon al subsidio
habitacional (bono), con “terreno propio”, adquirido previamente en algún asentamiento
irregular, sectores que concentra el déficit cualitativo de vivienda y servicios. Bajo la
categoría de viviendas ejecutadas en terreno propio, la producción de vivienda para el

39 La prensa local y nacional daba cuenta de múltiples quejas de los usuarios en la


construcción de las viviendas

40 De los 65 millones de dólares que se invirtieron en el Programa de Vivienda Rural en la


provincia del Guayas, el año 2008, el 31 % lo absorbió una sola empresa, con la construcción de
4800 unidades habitacionales.

41 Muchas de las viviendas en el sector rural están siendo ocupadas como bodegas para
almacenar las cosechas de arroz y maíz, y para los animales domésticos. En el área urbana
hay mucha vivienda de este tipo destinada al alquiler.

42 La oferta de los proyectos obedecía a la capacidad de gestión de las comunidades y de las


constructoras, antes que a las necesidades reales de la comunidad en materia de vivienda

43 Según testimonio de un técnico del MIDUVI, aproximadamente un 50% de las viviendas


construidas en este periodo tiene un uso diferente al original: casas sin uso, alquiladas, usadas
como iglesias, bodegas o chiqueros; otras tienen fallas estructurales de construcción.

44 Para cumplir con requerimiento del crédito BID, se introduce el Acuerdo # 177, del 25 de
abril del 2013, con lo cual se regula el acceso al subsidio habitacional solo para postulantes que
presentan legalizada la propiedad, se construye solo un prototipo de vivienda diseñado por el
Miduvi conocido como “tradicional”, se hace acompañamiento social para controlar el uso de la
vivienda una vez entregada.

45 También el Programa Rural, pero este no es motivo de análisis en esta tesis.


70

periodo 2007-Junio 201346, llega a 15.213 unidades habitacionales, 6.949


construcciones de viviendas nuevas y 8.264 viviendas mejoradas, lo cual corresponde al
72,67% de la totalidad de bonos entregados en el periodo (Cuadro N.° 14, primer total).

Cuadro N°. 14
Subsidio Habitacional (bono) entregado por el MIDUVI, en Guayaquil, según programa. Años
2007-2013
Periodo Presidencial Correa
Total
Programa 2.007 2.008 2.009 2.010 2.011 2.012 2013 **
Nueva 1.240 1.068 1.153 145 341 3.947
Urbano
Mejora 3.448 2.520 436 65 476 6.945
Nueva 307 418 999 753 104 26 185 2.792
Urbano Marginal
Mejora 347 447 279 23 8 2 5 1.111
Nueva 42 42
Emergencia
Mejora 53 44 77 14 188
Nueva 168 168
Manuela Espejo
Mejora 20 20
Total Nueva 1.547 1.486 2.152 898 445 236 185 6.949
Total Mejora 3.795 3.020 759 165 484 36 5 8.264
Total (terreno Propio) 5.342 4.506 2.911 1.063 929 272 190 15.213
Vivienda 204 849 1.158 2.211
Socio Vivienda
Depart. 64 64
Mi primera
1.422 297 48 1.000 2.767
vivienda *

Ciudad Victoria 680 680

Total (vivienda mas terreno) 204 2.271 1.455 792 1.000 5.722

Gran Total 5.342 4.506 3.115 3.334 2.384 1.064 1.190 20.935
* Los 1000 bonos correspondientes al año 2013, son pago anticipado de bonos a travéz del Banco Ecuatoriano de la
** Hasta Junio del 2013
Fuente: Miduvi
Elaboración: Propia

Frente a la falta de oferta privada para atender a la demanda de la población de bajos


recursos que no poseen terreno, se diseña el Programa Socio Vivienda, bajo el
principio de “construir comunidades” antes que la entrega de bonos individuales. Para
lo cual el MIDUVI adquiere un macro lote de 240 hectáreas en polémica compra al
ISSFA47, sobre la que se desarrollará un Plan habitacional de 15.000 viviendas, incluida

46 Incluye el Programa Manuela Espejo, para personas con capacidades especiales, Vivienda
de Emergencia, Urbano y Urbano Marginal, tanto de vivienda nueva como de mejoramiento.

47 El Diario Expreso de Guayaquil con fecha 20 de Marzo del 2011, publica reportaje titulado
“Tierras del plan Socio Vivienda, en disputa legal”. Un fallo judicial y uno constitucional
respaldan el reclamo de la cooperativa Francisco Jácome sobre el dominio de 204,25 há que el
Miduvi compró al Instituto de Seguro Social de las Fuerzas Armadas. ISSFA.
71

infraestructura social y educativa. Siguiendo la formula A+B+C, convierte al Banco


Ecuatoriano de la Vivienda en banca de primer piso para receptar el ahorro de los
postulantes como requisito previo a su calificación, por un monto de $ 650
correspondiente al valor del terreno48; el bono entregado por el MIDUVI, por un valor
de $ 5000; sin recurrir al componente crédito, pues el valor final de la vivienda fue de $
5650 dólares, el cual fue posible dado los altos subsidios que tiene el programa en la
habilitación del suelo y dotación de infraestructura social.
Para la construcción de las obras de infraestructura y de las viviendas, se
contrató a constructoras seleccionada a través del portal de compras públicas. Su
construcción se inicia en el año 2009 y hasta el año 2012, en que concluya la etapa I,
entregó 2.211 viviendas y 64 departamentos49 (Cuadro N.° 14). El Proyecto ha
enfrentado algunos problemas: a) la falta de vías de ingreso, las que fueron contratadas
por un monto de $ 12’154.415,63 en el año 201250 previendo su terminación en el año
2013; la inundación de varias de las viviendas por la ocupación de causes de agua y la
falta de un adecuado sistema de canalización de aguas lluvias, en el invierno del 2013 51;
la dificultad para poder compatibilizar vivienda y trabajo, pues ni las vivienda, ni los
departamentos esta adecuados con áreas de trabajo, y no es permitido por las
autoridades del MIDUVI, el uso de las calles para tales fines; sin embargo hay una gran
aceptación del Programa, pues salvo el ahorro inicial, la familia no establece una deuda
permanente, como el caso del Programa Ciudad Victoria, que tiene un carácter
eminentemente privado52.

48 Pagina web del MIDUVI, se indica que “la acogida que obtuvo el programa habitacional
Socio Vivienda Guayaquil Etapa 1 demandó la apertura de 30.000 cuentas de ahorros en el
Banco Ecuatoriano de la Vivienda”

49 Las cifras corresponde a Socio Vivienda, etapa 1. En la actualidad se está construyendo la


etapa 2 de Socio vivienda, en el cual el Proyecto Guayaquil Ecológico que ejecuta el Ministerio
del Ambiente, ha reubicado a 420 familias, desalojadas de las riveras del estero salado de la
ciudad de Guayaquil.

50 El Universo, 15 octubre del 2012, sección Comunidad

51 La prensa local reporta las inundaciones generalizadas para la ciudad de Guayaquil

52 Marcos Córdova, en un ensayo del año 2012, sin publicar discute como las políticas de
vivienda que nacen de las lógica del mercado, encuentran restricciones en sociedades
marcadas por inequidades sociales y económicas de carácter estructural.
72

La etapa II de Socio Vivienda se encuentra en la actualidad en desarrollo, existiendo un


grupo de viviendas ya construidas, donde se están reubicando a familias provenientes de
la zona de los esteros el suburbio de Guayaquil, por efecto del Proyecto Guayaquil
Ecológico. No es motivo de este estudio ahondar en este proceso, más bien si alertar
respecto a las implicancias que para las familias y la ciudad tiene este proyecto en
términos de política habitacional, urbana y social. La expresión física y social en Socio
Vivienda II remite a lo que Wacquant ha identificado como “guetos urbanos”53
(Wacquant, 2007).
En Octubre del 2009, se anuncia un nuevo Plan Habitacional cuyo objetivo es
reactivar la economía y la generación de 600 mil plazas de empleo, dinamizando el
sector de la construcción. Los recursos provendrían de la nacionalización de la reserva
internacional de libre disponibilidad (RILD), por un monto de $ 600 millones, del cual $
200 millones se canalizan a través del Banco Ecuatoriano de la Vivienda, para financiar
los proyectos inmobiliarios que presenten los constructores, quienes recibiría entre el 50
al 70% del costo del proyectos, con una tasa de interés del 4 al 5,5 %; $ 200 millones
que se canalizarían en forma de crédito para financiar la demanda, a través del Seguro
Social y Banco del Pacífico, a una tasa del 5% y a 12 años plazo; y $ 200 millones que
se entregaría a la demanda, en forma de subsidio habitacional (bono) por un valor de $
5000. La oferta de vivienda que será atendida por este Programa está valorada entre los
45.000 y 60.000 dólares, para lo cual se cambió el reglamento del tope máximo del
valor de la vivienda susceptible de subsidio habitacional que estaba en 20.000 dólares.
La demanda a atender sería las familias con 2,5 salarios básicos unificados que totaliza
el valor de $ 652 dólares mensuales (Diario Hoy, 29 Junio 2011).
El plan tomó el nombre de “Mi primera Vivienda”, entre los proyectos
calificados y que recibieron el subsidio habitacional están, Castilla, Cataluña, Bosque de
la Herradura, Inmobiliaria San Antonio, Urbanización Río Paz, Brisas del Norte, Urb.
San Gabriel, Ciudad Valencia, Sambo City del grupo Romero, gran parte localizados en
la zona de Samborondón – autopista La Aurora-Pascuales. El bono endosado al
constructor, representa el 60% de una entrada para la vivienda de una familia de clase

53 Para una profundización del tema revisar a Loïc Wacquant: Los condenados de la ciudad.
Gueto, periferias y Estado. 2007
73

media (El Ciudadano, 30 abril 2010). En el año 2010 y 2011, se hizo el pago anticipado
de 1767 bonos a 6 proyectos de este tipo, a través del Banco Ecuatoriano de la Vivienda
y se calificaron 29 proyectos más de este tipo, habiendo sido cobrados 1000 bonos más
en el año 2013. En este programa se han entregado 2767 bonos (Cuadro N.° 14). En la
actualidad el valor tope de la vivienda susceptible de subsidio habitacional bajó,
fijándose a $ 30.000 dólares.
A partir de la expedición del decreto presidencial N.° 607, en Diciembre del
2010, que declara área de reserva de seguridad a 9.300 hectáreas, en la zona donde se
desarrollan los actuales asentamientos informales conocida como Monte Sinaí y se
planifica para el mismo sector el Proyecto Nacional de Desarrollo Urbano, PNDU, con
financiamiento del BID, por un monto de $ 75 millones dólares, para su ejecución en 5
años, a través del MIDUVI54. Este proyecto trata de concretar la propuesta de
revolución urbana55 a partir de la generación de una centralidad urbana, que incluya
todos los servicios públicos y privados necesarios para el distrito y evitar la movilidad
urbana. Esta materialidad servirá para la coordinación interinstitucional de la zona 8,
según la planificación del Senplades.
Los objetivos del Proyecto son: 1) Reasentar a las familias que ocupan
ilegalmente tierras consideradas de protección ambiental y mejorar las condiciones de
vivienda de familias pobres en el área de intervención del Programa; 2) Mejorar el
acceso de la población local a servicios públicos, equipamientos sociales y áreas verdes;
y, 3) Proteger las áreas que serán desocupadas y rehabilitarlas ambientalmente.
Para cumplir el primer objetivo del reasentamiento de familias de las zonas de
invasión de Monte Sinaí, se entregará un subsidio variable entre 6.000 y 13.500 dólares
según su situación económica y de vulnerabilidad de la familia, para su reubicación en
el proyecto Ciudad Victoria56 y otros ofertados por la empresa privada que se

54 El contrato se firmó el 12 de Mayo del 2012. La existencia de este proyecto solo es


conocida a nivel público a partir de los sucesos de desalojos masivos que se dan en la zona de
Monte Sinaí en Mayo del 2013. Estos serán relatados en el siguiente capítulo.

55 Concepto político que enfrenta al “exitoso modelo de desarrollo urbano” ejecutado por la
administración local del Partido Social Cristiano.

56 Este Proyecto de carácter privado, se venía construyendo en el sector desde el año 2010,
con un crédito del Banco Ecuatoriano de la Vivienda y fue incorporado a la política de
74

construyeran en la zona. El subsidio habitacional será completado con un crédito


hipotecaria concedido por el sistema financiero local. Se prevée un acompañamiento
social en el proceso de reasentamiento de las familias.
La vivienda más económica que ofrece el proyecto Ciudad Victoria, tiene un
costo de $ 12.500 dólares, con un subsidio habitacional entregado por el Estado de entre
6.000 y 12.500 dólares57. Exige para su adjudicación un ahorro de $ 1.200 y un crédito
aprobado por Instituciones Financieras (Bancos, Mutualistas, Cooperativas) de $ 5800,
a pagarse entre 10 y 12 años, en cuotas de $ 80 dólares mensuales en promedio. Desde
Julio del 2012, se comienza con la reubicación de las familias en Ciudad Victoria, en la
actualidad hay 480 familias reubicadas58, a pesar de que el constructor ha entregado 800
viviendas. La mayor parte de las familias reasentadas han recibido la vivienda
totalmente subsidiada y muchas de las elegidas para la reubicación se negaron a hacerlo,
regresaron a vivir en hacinamiento en casa de sus familias.
A pesar de la fuerte inversión Estatal que ha exigido Ciudad Victoria, para
convertirla en un proyecto habitable en términos urbanísticos: subsidio del 80% del
costo de las viviendas, oferta de la construcción de centros comerciales, fiscalía,
canchas deportivas, hospital, colegios, escuelas, guarderías, centros culturales,
guardianía 24 horas, etc,59 la respuesta de las familias sorprende a las autoridades. De
“las 3622 familias favorecidas con la reubicación, solo 421, han presentado sus
solicitudes; de esas, solo 202 han completado los requisitos y 56 han sido aprobadas”

reasentamiento de sectores informales desalojados producto de la aplicación del decreto 607 de


diciembre del 2010

57 La información oficial sobre este programa es muy restringida, y se la maneja


centralizadamente en la fiducia formada para este proyecto en Quito, por lo que notas de prensa
indican una variación del subsidio habitacional entre los 5000 dólares y 12.500, que
corresponden al precio final de la vivienda.

58 Su ocupación real solo se puede evidenciar los fines de semana, ya que el resto de la semana
viven en sus antiguos barrios, cercad de sus familias, servicios en funcionamiento y trabajo.

59 Por la falta de información oficial del fideicomiso Ciudad Victoria, se estima por la
información de prensa que el costo del Proyecto con toda la inversión en infraestructura de
agua y alcantarillado, eléctrica, vial, educativa, salud, deportiva, alcanza el costo de 300
millones de dólares
75

indica el Ing. Illescas, coordinador de la regional 5 del Miduvi (Diario Hoy, 9 Octubre
2011); las familias desalojadas se rehúsan a ser reubicadas60. Cuáles son las razones?
Desde la lógica de la necesidad61 -reproductora de la informalidad urbana-, el
Proyecto Ciudad Victoria -concebido desde la lógica privada-62, enfrenta
contradicciones fundamentalmente en 3 aspectos:
a) Lo económico: las familias no cuentan con el ahorro obligatorio; no califican
al crédito formal por no poder probar sus ingresos; temen una deuda a largo plazo -15
años- por la inestabilidad de ingresos en la que viven63; el precio final de la vivienda les
parece excesivamente alto cuando terminen de pagarla totalmente; y sobre todo no se
resignan a perder la inversión efectuada en la compra del terreno al traficante de tierra y
la construcción de la vivienda que tienen que dejar cuando aceptan la reubicación,
poniéndolas en suma cero para iniciar nuevamente sus proyectos de vida en el tema
habitacional.
b) Lo social: la reducida área de la vivienda de 40 m2, no es compatible con el
número de miembros de la familia informal, ya sea esta nuclear o ampliada. Por otro
lado, la nueva localización que implica su reubicación en Ciudad Victoria, rompe las
redes familiares y barriales que la familia ha establecido y que son las que le permiten
acceder al trabajo, a crédito de emergencia y también permanente, al cuidado infantil, al
cuidado en épocas de enfermedad, apoyos en alimentación cuando escasea el trabajo;
son estas redes -en ausencia del estado- las que permite a la familia su reproducción. La
nueva localización rompe sus estrategias de reproducción social y aumenta las
distancias que deben recorren, en costos monetarios y en tiempo de movilidad.

60 La negativa a la reubicación por parte de las familias, se recogió en un trabajo de campo a


través de 4 entrevistas realizadas entre el 2 de septiembre del 2012 y 8 de marzo del 213, a dos
familias residentes de Ciudad Victoria y dos familias que estaban en proceso de reubicación en
el programa, residentes en las cooperativas Ciudad de Dios.

61 En el capítulo IV, titulado dinámica de los mercados informales se explica la racionalidad


de la lógica de la necesidad.

62 El tema se discute más ampliamente en el ensayo de autoría propia “Mercado de suelo


informal, entre la lógica del mercado y la lógica de la necesidad: el caso de Ciudad Victoria.
Programa de Estudios Urbanos. FLACSO, Mayo del 2013.

63 Volvemos a referirnos a las contradicciones planteadas por Marcos Córdova en las


restricciones que presenta el modelo de cuasimercados aplicados a políticas de vivienda para
sectores de muy bajos ingresos.
76

c) Lo cultural: la vivienda ofrecida en Ciudad Victoria es un producto


terminado, que no admite variación ni crecimiento de la unidad, conocida como “llave
en mano”64. En este tipo de proyectos, los derechos de construcción los tiene la empresa
constructora, destinándose a la familia el derecho de uso. Esta forma de producción de
la vivienda formal, está en total contradicción con la lógica de producción de vivienda
informal, la cual se va desarrollando en concordancia con las posibilidades económicas
y necesidades de su ciclo de vida familiar; incorpora además áreas para el alojamiento
temporal o definitivo de los hijos u otros miembros familiares; permite el autoempleo
cuando se destina parte de la vivienda a tiendas o talleres. El control sobre la libertad
para construir, posibilita usar el recurso más abundante que tiene este tipo de familia,
que es su mano de obra, lo cual significa una reversión para su economía de
aproximadamente el 30% del costo de la vivienda, que corresponde al valor de la mano
de obra promedio de la industria de la construcción. Su desconocimiento y
descalificación -por los bajos estándares técnicos para su producción- actúan
negativamente favoreciendo las propuestas estandarizadas de vivienda social que ofrece
la empresa constructora65.
Desde la fecha de promulgación del decreto 607, el 28 de diciembre del 2010,
la zona de Monte Sinaí, donde se desarrolla el Proyecto Nacional de Desarrollo Urbano
y el Plan habitacional Ciudad Victoria, presenta una gran conflictividad, producto de los
desalojos permanentes ejecutados para controlar las invasiones66. Las familias se
protegen buscando las zona considerada “consolidada” a la fecha de promulgación del
decreto 607, sobre la que habría garantía que no iban a ser desalojadas; provocando un
permanente cambio en la zona que mantiene a las autoridades en alerta y al control de
que las invasiones no crezcan. El 10 de Mayo del 2013, bajo la coordinación del
Comité de Prevención de Asentamientos Humanos Irregulares67 se realiza un desalojo a

64 Se conoce así a las viviendas terminadas, ofrecidas en el mercado inmobiliario.

63 Al respecto, hay una amplia literatura que desde el enfoque de Producción Social de la
Vivienda, está discutiendo este tema

66 Un relato más detallado de los hechos ocurridos por efecto de la aplicación del decreto 607,
se hará en el capitulo siguiente, referido a la regularización de la informalidad en el contexto de
la política “cero tolerancia a las invasiones”.

67 Su creación se analizará en el capítulo de Mercados informales.


77

cerca de 500 familias, en cooperativas consolidadas desde hace 10 años en el sector de


Monte Sinaí, cuyos terrenos el Ministerio de la Vivienda declara de su propiedad. La
Secretaría Técnica del Comité Interinstitucional de Prevención de Asentamientos
Irregulares, indica que se tratarían de 188 hectáreas de propiedad del Ministerio de
Salud y del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, sobre los que la Contraloría
ha impedido al Municipio de Guayaquil la aplicación de la Ley expropiatoria 8868, por
tratarse de terrenos de propiedad estatal (Andes, 20 mayo 2013).
Los masivos y violentos desalojos sobre áreas consolidadas, el impedimento a
la legalización de los terrenos a favor de sus ocupantes y la oferta del Gobierno de que
las familias desalojadas serían reubicadas en Planes Habitacionales, remite al Proyecto
Nacional de Desarrollo Urbano, descrito anteriormente. El informe para relatoría
especial del derecho a la vivienda Naciones Unidas, elaborado por la Subsecretaria de
Hábitat y Asentamientos Humanos de MIDUVI, indica entre sus objetivos el de
“mejorar las condiciones habitacionales y socioeconómicas de las familias de bajos
ingresos asentadas de manera irregular, promoviendo su acceso a servicios básicos y
vivienda adecuada”. Entre sus principales líneas de acción se encuentra el desarrollo de
“intervenciones urbanas integrales en la zona noroeste de Guayaquil a través del
reasentamiento de familias que ocupan ilegalmente tierras consideradas de protección
ambiental, que permitan la provisión de servicios básico, equipamientos sociales,
servicios públicos y áreas verdes así como la rehabilitación ambiental y protección de
las áreas desocupadas. Así mismo, el fortalecimiento del desarrollo institucional del
Ministerio Coordinador de Desarrollo Social y del Ministerio de Desarrollo urbano y
Vivienda, para garantizar la adecuada gestión y coordinación de las actividades a
ejecutarse en el área de intervención y de tal modo, asegurar la sostenibilidad del
proyecto” (Miduvi, 2013:10)
En efecto, el Programa Nacional de Desarrollo Urbano, con el carácter de
proyecto piloto, está planificado para intervenir dentro de las 1.300 hectáreas que
comprende el sector de asentamientos informales de Monte Sinaí, sobre la avenida
Casuarina, afectando a cerca de 16.000 familias:

68 En el subtitulo siguiente destinado al análisis de la política de legalización de suelo en


Guayaquil, se explica el contenido de las leyes de expropiación en Guayaquil, dentro de las que
esta la Ley 88
78

Dieciséis mil familias van a ser regularizadas. Estamos levantando


información con los ministerios encargados del tema para ver qué tipo de
proyectos de desarrollo se implementarían y poder nosotros tener una
mirada integral de lo que sería Monte Sinaí (Diario Expreso, 26 agosto
2013). Declaraciones de Julio César Quiñónez, secretario técnico Comité
Interinstitucional de Prevención de Asentamientos Humanos Irregulares).

Sobre este proyecto poco conoce la población involucrada, quienes como medida de
resistencia han solicitado a la Municipalidad su legalización con la aplicación de la Ley
88, medida que también la ha adoptado el Gobierno con las reformas a la Ley 88, para
que sea el Ministerio de la Vivienda y no la Municipalidad quien legalice el sector;
entre tanto, la vida cotidiana de las familias se desenvuelve en una gran incertidumbre.
Lo que va a pasar aquí es que van a legalizar a unos cuantos, y los que están
en un área donde van a hacer planes de vivienda serán reubicados. Dicen
que van a hacer lotes con servicios, pero por qué no lo hicieron antes de
sacar a la gente, indica Jefferson Ante, coordinador de la Red de
Organizaciones Comunitarias y Sociales de Monte Sinaí. (Diario Expreso,
26 agosto 2013)

El Proyecto Nacional de Desarrollo Urbano69, requiere de suelo para la construcción de


su centralidad, el cual está ocupado por las familias invasoras. En el sector de Monte
Sinaí, la cooperativa agrícola Monte Sinaí, posee un título otorgado por el INDA desde
hace 10 años, los agricultores fraccionaron y vendieron a sus actúales posesionarios;
ahora exigen un valor que el MIDUVI considera excesivo por las tierras que el proyecto
requiere. La falta de suelo urbano para desarrollar políticas de vivienda social es uno de
los cuellos de botella que ha enfrentado el MIDUVI, sin embargo aun no existe ninguna
política para intervenir sobre el suelo como soporte a los programas de vivienda de
interés social70; en los dos casos de proyectos habitacionales promovidos por el Estado,

69 El 24 de Diciembre del 2013, se resuelve la contratación de una consultoría para la


realización del proyecto arquitectónico paisajístico que realice los estudios técnicos definitivos
para el parque protector lineal a lo largo del Canal de trasvase Santa Elena, uno de los
compontes de este programa (Pag Web de la Subsecretaria de Hábitat y Asentamientos
Humanos, visitada el 10 de Febrero del 2014)

70 La Subsecretaria de Hábitat y Asentamientos Humanos del MIDUVI, tiene por misión


elaborar y difundir políticas, normativas y herramientas técnicas para promover el desarrollo
del Sistema Nacional de Asentamientos Humanos, en lo concerniente a los procesos de gestión
del suelo, producción social del hábitat y promover normativas para la regulación del
ordenamiento territorial urbano. El proyecto de Ley Orgánica de Gestión del Hábitat, Suelo y
Vivienda, promovido por la Subsecretaría de Hábitat y Asentamientos Humanos del MIDUVI y
la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, tiene como objetivo dotar a los municipios
79

Socio Vivienda y el Programa de Nacional de Desarrollo Urbano, han recurrido a


intervenir sobre suelo de propiedad comunitario el primero71 y suelo ocupado por
asentamientos irregulares el segundo72, con el fin de obtener suelo barato para la oferta
habitacional a través de la empresa constructora y consolidar la política de subsidios
habitacionales, como única forma de acceso a la vivienda. Así el Estado a través de
múltiples mecanismos está poniendo los recursos, los constructores están captando las
ganancias y las familias beneficiarias pasivas de una modernización que las excluye73.
Una lectura global del cuadro N.° 14, indica que en los 7 últimos años de
política habitacional, se han entregado 20.935 subsidios habitacionales, de los cuales,
15.213 (72, 67 %) corresponde a construcciones nuevas y mejoramiento de viviendas en
terreno propio, a los que se accedió por la vía de la informalidad, con títulos de dominio
entregados por la Municipalidad de Guayaquil, en barrios consolidados o no que han
recibido o están recibiendo infraestructura, con una inversión del 62%; el saldo, esto es
5.722 (27,33%) subsidios corresponde a nuevas viviendas, de las cuales 2.767,
pertenecen a estratos medios y medios altos, con una inversión del 18,5% y 2.955
nuevas unidades habitacionales para el estrato bajo, con una inversión del 19,55 del
total de la inversión en el periodo y un promedio de producción total de 2.990 unidades
habitacionales por año.

de las herramientas necesarias para planificar su ordenamiento territorial y hacer efectivo su


desarrollo local. Según el informe de gestión de la dirección de Hábitat y Asentamientos
Humanos, esta Ley tiene un avance del 50% a Diciembre del 2013 (Miduvi, 2013)
http://www.habitatyvivienda.gob.ec/ley-de-suelo-habitat-y-vivienda/

71 El programa Socio Vivienda se encuentra implantado sobre un terreno de propiedad de la


Cooperativa Francisco Jácome, cuyos terrenos fueron vendidos por el ISSFA al MIDUVI. Ver
nota 47. En el estudio de caso se amplía el caso de la Cooperativa Francisco Jácome en relación
a la propiedad del Lote Alegría.

72 El sector de Monte Sinaí tiene origen en los años 2000-2001. En el siguiente capítulo se
amplía el tema.

73 Rebasa los objetivos de este estudio un análisis del Programa Nacional de Desarrollo
Urbano. Al ser diseñado como “piloto” para el desarrollo urbano del país, cuyo eje político es la
“revolución urbana”, como paradigma contra las ocupaciones informales de la ciudad de
Guayaquil y por la conflictividad social, cultural y política en el que se ejecuta, se plantea la
necesidad de su estudio.
80

La oferta habitacional pública del Gobierno local


Frente al avance de la ciudad informal, el gobierno local inicia su interviene en el
sector vivienda como una forma de “adelantarse a la invasiones”74, es así que la
municipalidad de Guayaquil en el año 2002, presenta el proyecto habitacional Mucho
Lote 1, localizado en la Av. Francisco de Orellana. Se ofertaron 14.191 lotes, (5.000
solo terreno y 9.191 con vivienda incluida). Con el objetivo era “competir” con las
“invasiones”, se localizó contiguo a Bastión Popular, un sector informal originado en
1992 constituyendo una barrera para el avance de las mismas hacia la zona de futuro
desarrollo formal, donde hay una importante infraestructura física desarrollada. Para su
ejecución, el Municipio de Guayaquil recibió del Banco del Estado $10 646 582. El
costo del proyecto es de $24 125 005, de los cuales el Banco financia el 44,13% y el
Cabildo el 55,87%. Los lotes tienen un área de 72 y 84 metros cuadrados. El precio fue
de $1800 cada uno75. El pago mensual equivaldría al 10% del ingreso familiar por 42
meses (Diario Hoy, 21 marzo 2006).
Para la oferta de lotes con vivienda, la Municipalidad invitó a empresas
inmobiliarias y la banca privada para el financiamiento. Se ofertaron vivienda – sin
acabados, para hacerlas más accesibles- entre los $ 6000 y $ 22.000 dólares, incluido el
valor del terreno. Los beneficiarios de este programa, en lotes y vivienda pudieron
además postular al subsidio habitacional del MIDUVI, que coincidió con el repunte del
SIV entre los años 2008 y 2009. En la actualidad se encuentra totalmente habitado.
En Julio del 2010, se inicia la construcción del Programa Mucho Lote 2,
localizado en la Av. Terminal Terrestre-Pascuales, zona de desarrollo de proyectos
inmobiliarios para clase media. Para este fin la municipalidad procedió a expropiar el
suelo76, que luego fue subastado a la empresa constructora. Los costos de urbanización
–sin terreno-, se fijaron en $ 25 dólares el metro cuadrado. El financiamiento de la

74 La Municipalidad no tiene la competencia del sector vivienda, pero ha incursionado en


programas habitacionales bajo la óptica que es la única forma de enfrentar a la informalidad.
Dirección de Ordenamiento Territorial, Municipio de Guayaquil

75 El valor del terreno tiene un subsidio municipal del 50% del valor real.

76 La expropiación incluyó un conflictivo proceso judicial, cuyo “fallo obligaba a pagar $ 20


dólares por cada metro cuadrado, 12 veces más el valor comercial”; fallo impugnado por la
Municipalidad, caso contrario el precio del suelo impediría la ejecución del proyecto de carácter
social (El Universo, 5 enero 2011).
81

vivienda lo hace la banca privada. El costo de vivienda básica es de $ 31.000 (sin


acabados) $ 39.000 con acabados. Por el costo de la vivienda este programa está
dirigido a la clase media. Las primeras viviendas se entregaron desde marzo del 2013 y
se prevée su culminación en el año 2016 (Cuadro N.° 15).
En el año 2011, la municipalidad inicia un nuevo proyecto Mi Lote,
consistente en 11.000 lotes con servicios; está localizado en el km 16 y medio de la vía
a Daule, aledaño al Programa Ciudad Victoria promovido por el MIDUVI, en la zona
critica donde se desarrollaban las “invasiones”, controladas por el decreto 607. El valor
del terreno es de $ 2.250, pero se adjudica al beneficiario a la mitad de su costo real,
pues involucra un subsidio del 50% asumido por la municipalidad. El valor de la
entrada fue de $ 75, el saldo se financia en cuotas de $ 25 dólares mensuales. Este
programa pretende ser una alternativa “la invasión”, por eso “prevée una mayor
flexibilidad en el crédito”77. En apenas 1 mes de lanzamiento del proyecto, se
presentaron 30.000 postulantes para la primera entrega de 6000 lotes prevista para
diciembre del 2013. Su finalización está programada en Junio del 2015.
La Municipalidad de Guayaquil, no cuenta con una unidad específica de
desarrollo del suelo y la vivienda, tampoco posee una reserva de tierra de su propiedad;
para emprender estos programas masivos de vivienda de interés social, ha expropiado
tierras privadas y expedido normativa básica de aplicación para estos programas, como
la “Ordenanza que regula los desarrollos urbanísticos tipo lote con servicios básicos”,
del 10 de marzo del 200178.

77 Departamento de terrenos, Municipio de Guayaquil

78 Gaceta Municipal 05 del 20 de Octubre del 2011


82

Cuadro N°. 15
Programas Habitacionales Municipales. Años 2002-2015
Año precios
Programa

Area Lote
Unidades

Medidas

Ingresos
Area

Formas de Forma de pago


término

Suelo Vivienda
inicio

suelo vivienda Pago terreno vivienda

192,60 entrada
2002 Mucho 72 m2 $ 6.000 a $ Min 400 900 entrada, 60
190 14.191 5.000 9.191 6 X 12 $ 1926 48 cuotas de $
2005 Lote 1 84 m2 22.000 Max 600 cuotas de $ 93
47,90

7.964 Resid. 30% entrada,


2010 Mucho 78 m2 6 X 13 $ 17.000 a $ hasta
143 9.408 0 1.444 resid + 0 saldo 12-15 años
2016 Lote 2 91 m2 7 X 13 35.000 $2.100
comer plazo

6.000 96 m2 8 X 12 75 entrada 25
0 1.125
(1) 108 m2 9 X 12 mensual
2011
223 Mi Lote 11.000
2015 2.357 97 m2 9 X 12 75 entrada 25
0 1.725
(2) 108 m2 9 X 12 mensual

(1) Se adjudicarán los primeros 6 mil lotes en diciembre del 2013


(2) Se prevee la entrega del segundo grupo para junio del 2015
Fuente: Diario El Universo
Elaboración: Propia

La oferta habitacional Municipal, se sustenta en la participación de la empresa privada


constructora y financiera para el desarrollo de los Proyectos, de esta forma no
compromete recursos de su presupuesto institucional; la municipalidad presenta a
subasta pública macrolotes con precio base por el suelo y por la infraestructura física,
modalidad al que pueden acceder solo grandes empresas constructoras por el volumen
de inversión involucrada. Una variante que presenta el Plan de Vivienda Municipal, es
la incorporación de la oferta de lotes urbanizados, como lo fue en Mucho lote 1 del año
2002 y Mi lote del año 201079, con lo que baja en precio del producto ofertado y permite
el acceso de familias de más bajos recursos, frente a la oferta de vivienda terminada,
siendo los únicos programas habitacionales en Guayaquil, que ofertan un porcentaje de
suelo urbanizado directamente al usuario. En las dos modalidades, la calificación social
(nivel de ingresos, años de residencia en Guayaquil, no poseer otro bien en Guayaquil,
etc.), la realiza la Municipalidad y la calificación económica la realiza la banca privada
quien es la que ofrece el crédito, excluyendo a familias de economías informales. Bajo
esta modalidad entre los años 2002 y 2016 (15 años si se mantiene la programación), se
habrían entregado 34.599 unidades habitacionales, a un promedio de 2. 306 unidades
por año (Cuadro N.° 16).

79 Este Proyecto se lanzó en medio del conflicto que enfrentó a la Municipalidad con el
Gobierno por el tema de las invasiones en Guayaquil.
83
84

Cuadro N.° 16
Oferta de suelo y vivienda de la Municipalidad de Guayaquil. Años
2002-2016
Programa 2002-2005 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 Total

suelo 5.000 5.000


Mucho
Lote 1
vivienda 9.191 9.191

Mucho
vivienda 2.000 3.000 3.000 1.408 9.408
Lote 2

Mi Lote suelo 6.000 2.357 2.643 11.000

total 14.191 8.000 5.357 5.643 1.408 34.599


Fuente: Diario El Universo
Elaboración: Propia

Síntesis de la oferta habitacional pública (1943-2013)

Seguro social 6.033 unidades


Banco Ecuatoriano de la Vivienda 35.766
Crédito (vivienda nueva y mejoramiento) 6.170
Miduvi (1998-2006) 45.712
Miduvi (2007-2013) 20.935
Municipio (construido) 23.000
(lotes en ejecución) 11.000
Suman 148.616 unidades

Política de legalización de suelo en Guayaquil


Entre 1950 y 1962, Guayaquil creció en un 97,4%, a una tasa del 7,3%, una de las más
altas de América Latina; la demanda no solvente de vivienda, se ubicó en lo que hoy se
conoce como Suburbio Oeste, en terrenos –manglares-, de propiedad municipal. Para
1967, el Suburbio tenía ocupado alrededor de 1200 hectáreas, y contaba con una
población de 250.000 habitantes (Valencia, 1982: 145).
En 1962, llega a la alcaldía de Guayaquil Assad Bucaram, contando como
base electoral el Suburbio; en 1963, una Junta Militar lo destituye. Sin embargo
Bucaram mantiene intactos, sus enlaces barriales que permiten que en 1967 se convierta
en diputado de la Asamblea Constituyente (Menéndez-Carrión, 1986:318), desde donde
impulsa la promulgación del Decreto 151, del 2 de Mayo de 1967.
El decreto 151, tuvo por objeto reconocer como municipales, 13 hectáreas de la
Isla San José (Suburbio) y entregarlas en venta a 5 sucres el metro cuadrado, a sus
85

ocupantes, en virtud de que los mismos “han sido ocupados por numerosas familias del
suburbio guayaquileño, quienes han cooperado con el Municipio y otras Instituciones
en sus obras de urbanización, tales como el relleno del pantano, y aun dándose el caso
de que muchos han rellenado y ocupado las playas del Estero Salado”; el decreto se
aplicaría para las familias que demostraren tener no menos de un año de posesión, sobre
una área no mayor a 300 metros cuadrados y que no posean otra propiedad en
Guayaquil80. Sin duda este decreto refuerza la capacidad de reclutamiento electoral de
Bucaram, siendo elegido alcalde por segunda vez en Junio de 1967, manteniéndose en
el cargo hasta el 1970, en que es depuesto por Velasco, y posteriormente éste último por
la dictadura militar presidida por Guillermo Rodriguez Lara (Menéndez-Carrión,
1986:319).
La aplicación de este decreto tuvo un sinnúmero de problemas ocasionados por
la forma anárquica de ocupación de territorio, que pudo haber sido salvado con
instrumental técnico adecuado, pero más bien la ausencia de éste, la ineficiencia
institucional para enfrentar la magnitud del problema, la coyuntura política de su
aplicación, la incapacidad del Estado para enfrentar un problema de carácter estructural,
antes que controlarlo lo reprodujo. Durante el primer periodo dictatorial que se inicio el
15 de febrero de 1972, hasta el 11 de enero de 1976, se dictaron dos decretos que
intentaron corregir la mala aplicación del decreto 151; el decreto 1457 del 15 de
diciembre de 1972 81, cuyo objeto fue la revocatoria de indiscriminadas donaciones, lo
cual devino en otro problema sobre revocatorias efectuadas a donaciones cuyos títulos
debidamente otorgados no se hubieron inscrito, dando paso al segundo decreto, el 735-
A del 26 de Julio de 197482, cuyo objeto fue el de pasar a la justicia ordinaria los casos
que podría tener salvedad por la indebida aplicación del decreto anterior. Tales
situaciones quedaron establecidas en la Ordenanza de Donación del 20 de septiembre de
1974.
En el segundo periodo de la dictadura que se inició el 11 de enero de 1976 al
10 de Agosto de 1979 presidida por Poveda Burbano, el Estado tuvo una contradictoria

80 Registro Oficial N.° 170, del 14 de Julio de 1967

81 Registro Oficial N.° 210, del 22 de Diciembre de 1972

82 Registro Oficial N.° 612, del 8 de Agosto de 1974


86

relación con las “invasiones”; en febrero de 1976, siendo alcalde Eduardo Moncayo
Mármol, se desalojan a 260 familias asentadas desde 1973 en el Guasmo Norte (Allán,
Henrry, 2009:7); sin embargo, el 20 de Octubre 1976 por presión de sus moradores, se
dicta un nuevo Decreto Ejecutivo el 83483, cuyo objeto fue la expropiación a 10 sucres
el metro cuadrado de los terrenos de Mapasingue de propiedad de propiedad de Cecilia
Gómez Iturralde de Pareja y de la Junta Nacional de la Vivienda en beneficio de sus
moradores.
A fines de los años 70, la demanda creciente por habitación popular se agudiza
en el marco de una contracción de la economía urbana con un alto componente de
subempleo en la estructura ocupacional, disminución del crédito en todas las
actividades productivas; y una política municipal, de renovación urbana del casco
central que implicó la demolición de 120 tugurios, la postergación del anunciado
proyecto de Lotes con servicio; la suma de todos estos factores llevó a la multiplicación
de tomas de tierras, seguidas por sendos desalojos. En el año 1976, se anuncia el
retorno a la democracia, en 1978 se reactiva el resurgimiento de los partidos políticos y
el 16 de julio del mismo año, se realiza la primera vuelta electoral en la que salió
triunfante el candidato del CFP. Al día siguiente de las elecciones se produce una gran
toma de tierras en la zona del Guasmo, frente a lo cual la política dictatorial de
desalojos fue remplazada por la política de legalización de la tierra, con la emisión de
un nuevo decreto de legalización, el 2740 del 25 de julio de 197884, cuyo objeto fue la
autorización a la Municipalidad de Guayaquil, la venta directa de solares a 10 sucres
el metro cuadrado85, ubicados en las zonas marginales del Cantón a favor de sus
actuales ocupantes que demostraren cinco años de ocupación. Políticamente la emisión
del decreto responde a la intensión de neutralizar el ascenso de la candidatura de
Roldós, patrocinado por Bucaram autor del decreto 151. A partir de esa fecha, la
ocupación de tierras en el Guasmo fue masiva, estimándose que para 1980, su
población estaba por los 227.578 habitantes (Valencia, 1982: 262).

83 Registro Oficial N.° 204, del 1 de Noviembre de 1976

84 Registro Oficial N.° 646, del 9 de Agosto de 1978

85 A la fecha, el cambio estaba a 26 sucres por dólar


87

La amplitud y poca precisión del decreto 2740, generó problemas a la hora de su


aplicación, lo que origina la emisión de tres sucesivos decretos rectificando y
ampliando nuevas áreas al mencionado decreto; es el caso del decreto Innumerado del
20 de septiembre de 197986, cuyo objeto fue precisar que las facultades del Municipio
establecidas en el decreto 2740, solo corresponde a terrenos de su propiedad, y la
expropiación de Mapasingue y Prosperina, a favor de sus propietarios; del decreto
legislativo 144, del 8 de septiembre de 198387, cuyo objeto es la expropiación de tierras
de carácter privada que no constan en el decreto 2740; el decreto Ley 27, del 14 de
Agosto de 198688, cuyo objeto es la ampliación de zonas no contempladas en el 2740,
emitidos en las correspondientes presidencias de Jaime Roldós, Oswaldo Hurtado y
León Febres Cordero, respectivamente.
El avance de las invasiones en el norte de la ciudad, en la zona de Bastión
Popular, en los años 1986-1987 y en la Isla Trinitaria con la apertura de la vía
perimetral en los años 1987-1988, dio paso a dos decretos más; el Decreto Legislativo
05, del 25 de febrero de 199289, cuyo objeto es la expropiación de Bastión Popular a
favor de sus posesionario y su venta en el valor de 100 sucres el metro cuadrado; y el
Decreto Legislativo 12, del 30 de julio de 199290, cuyo objeto fue la venta directa de
terrenos municipales de la Isla Trinitaria a sus ocupantes al valor de 500 sucres el
metro cuadrado91, los dos decretos se emitieron en la presidencia de Rodrigo Borja.
La estructura Municipal, nunca estuvo preparada para enfrentar la magnitud y
complejidad de la legalización de suelo en la ciudad, al punto de considerársela como
una más de las actividades del Departamento de Desarrollo de la Comunidad; al
respecto se indica que debido la proliferación de Decretos y Leyes, el proceso de
legalización de suelo se ha convertido en lento, puntual y corrupto; se calcula que

86 Registro Oficial N.° 67, del 16 de Noviembre de 1979

87 Registro Oficial N.° 591, del 3 Octubre de 1983

88 Registro Oficial N.° 502, del 18 de Agosto de 1986.

89 Registro Oficial N.° 899, del 23 de Marzo de 1992

90 Registro Oficial N.° 996, del 10 de Agosto de 1992

91 A la fecha el cambio estaba a 1440 sucres por dólar


88

apenas el 40% de los lotes de las áreas populares, en un periodo de alrededor del 20
años, han sido legalizados (Villavicencio y otros, 1989:217).
Valencia, en su estudio de las “Invasiones en Guayaquil”, otorga a los
decretos de legalización del suelo, la capacidad de ser “instrumentos políticos para la
reproducción de las invasiones”, en el que distingue una racionalidad de objetivos entre
pobladores que necesitan el reconocimiento legal de su posesión y partidos electoreros
en busca de votos (Valencia, 1982:277); otros estudios relievan el carácter legitimador
de “actos ilegítimamente realizados” pero que le permiten al sistema beneficiarse con la
valorización de tierras, al incorporar al mercado formal tierras antes ilegales
(Villavicencio y otros. 1989:215). También se resalta el carácter clientelar que la
legalización de suelo en Guayaquil ha tenido desde el inicio en el año 1967, con la
promulgación del decreto 151, “merced a las presiones ejercidas por Bucaram (…)
reforzando su capacidad de reclutamiento electoral” (Menéndez-Carrión, 1986:318);
característica que se repite en la promulgación de los sucesivos decretos y leyes
relativas.
Entre 1979 y 1992, se sucedieron en Guayaquil siete alcaldes, en una coyuntura
política por el control de la principal ciudad del Ecuador, que la sumió en una de las
más graves crisis política, administrativa y económica. Ese fue el marco para que la
nueva administración de León Febres Cordero iniciada en el año 1992, declare una
reforma Municipal integral con carácter empresarial acorde con su ideología, orientada
a mejorar los niveles de eficiencia administrativa. A esto se suma las reformas del
Estado promovidas por políticas neoliberales, centrando el protagonismo en los
Gobiernos Locales; la privatización de los servicios públicos y el saneamiento de sus
cuentas como requisito para el financiamiento de obras de saneamiento urbano -agua y
alcantarillado- a través de los organismos multilaterales como Banco Mundial y BID y
BIRF, que exigían catastros actualizados y legalizados con el fin de garantizar las
inversiones vía el pago de servicios; y la influencia a nivel latinoamericano de las tesis
de Hernando De Soto (De Soto, 2001), respecto a la eliminación de los niveles de
pobreza al incorporando al mercado formal, los pasivos inmobiliarios que las familias
pobres poseen, a través de la legalización de sus propiedades, las cuales podrían servir
de hipoteca para créditos productivos (Calderón, 2011:49). Así, una de las áreas
89

susceptibles de tales reformas fue el Catastro Urbano que presentaba mayor deficiencia
por su desactualización.
La municipalidad de Guayaquil, presenta al Congreso la Ley Expropiatoria
que se denominó Ley 37, aprobada con fecha 11 de noviembre de 199792; siendo
aprobada por el Congreso de entonces con mayoría Social Cristiana, beneficiando
mayoritariamente los asentamientos informales de todas las etapas de la Flor de Bastión,
promovidos por Carlos Castro, dirigente y político de las filas Social Cristiana, durante
la presidencia del interino Fabián Alarcón.
A diferencia de los anteriores decretos, éste estuvo orientado a dar viabilidad a
una masiva legalización de suelo, para lo que consideró:
i) Afectar con el decreto a toda el área de ocupaciones informales que hasta el
momento existían en la ciudad y que no había sido definidas en los anteriores decretos;
ii) Incluir en el decreto propiedad pública y privada que estando ocupada por
informalidad, se expropie a favor de la municipalidad de Guayaquil, para su titulación a
los actuales ocupantes
iii) Crear una institucionalidad exclusiva para la legalización de suelo con el nombre de
Dirección de terrenos y Servicios Parroquiales de la Corporación Municipal
iv) Operacionalizar la política a través de la Ordenanza que reglamenta la Enajenación
de Terrenos en los sectores urbanos marginales de la ciudad de Guayaquil, amparados
por decretos leyes.
v) Definir precios diferenciados del suelo entre residencial y otros usos, para que el
uso no residencial pague un valor por metro cuadrado del 35% del salario mínimo vital.
vi) El precio de venta a los posesionarios residenciales, será determinado por la
Ordenanza de Avalúos Municipales, vigente a la fecha de la adjudicación.
vii) El precio del suelo sobre el que se haya construido de acuerdo al valor catastral
edificaciones que superen los 50 millones de sucres93, pagarán el 10 % del avalúo, sin
exoneración de impuestos.
viii) Retener del pago por expropiación a sus propietarios el valor del 40% a favor de la
Municipalidad de Guayaquil

92 Registro oficial N.° 195, del 17 de Noviembre de 1997

93 Valor del cambio a la fecha 4400 sucres por dólar


90

ix) Articular la legalización del suelo a la provisión de servicios básicos


x) Anular todas las escrituras entregadas con anterioridad a la aplicación de la presente
Ley que no hayan sido protocolizadas en el Registro de la Propiedad, para que se acojan
a la presente Ley
xi) Solo se legalizará terrenos cuyo frente tengan como mínimo 4,5 metros.
xii) No se adjudicaran solares ocupados en la franja de 1000 metros a cada lado del
Trasbase a Santa Elena.
Para el año 2004, la Municipal había adjudicado títulos de propiedad a
130.000 solares, que corresponde al 65% del total de lotes irregulares existentes en la
ciudad y se programa la adjudicación de 70.000 más para los próximos 4 años,
“acabando con las ocupaciones informales”. Indica el informe además que de los
424.000 registros catastrales existentes, 200.000 corresponden a lotes que entraron por
la vía informal, esto es un 47%. Como resultado obtenido destacan el haber dado
“seguridad jurídica” a las familias a través de la legalización de un terreno que promedia
los 100 metros cuadrado, a un costo promedio de 1 dólar cada metro cuadrado y que en
el mercado tiene un valor de 500 dólares, con el que pueden acceder a crédito y diversos
programas de vivienda. El proceso contempla un informe catastral, -levantamiento del
solar y del barrio- previo a la adjudicación. La interconexión informática entre catastro
municipal y registro de la propiedad garantizan transparencia en el proceso.
(Municipalidad de Guayaquil, Departamento de Terrenos, Informe presentado en Dubai,
2004) (Cuadro N.° 17).
En el año 2007, en condiciones similares a la aprobación de la ley 37, esto es
promovida por la Municipalidad de Guayaquil y con una mayoría en el Congreso que
apoyaría esta propuesta, es expedida la Ley Expropiatoria conocida como Ley 88, con
fecha 5 de Septiembre del 200794. Esta Ley mantiene la esencia expropiatoria de la
Ley 33, a favor de los ocupantes informales de suelo en Guayaquil, ampliando la
afectación de la Ley a las zonas de informalidad urbana que existiera a la fecha
incluyendo en sector de Monte Sinaí; incorpora entre sus considerandos la expedición
de los Bonos de Titulación por parte del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda,
cuyo objeto es financiar la formalización y perfeccionamiento de las escrituras de
traspaso de dominio de los beneficiarios del bono y modifica el porcentaje de retención

94 Registro Oficial N.° 183, del 3 de Octubre del 2007.


91

del pago por expropiación a sus propietarios por el valor del 20% a favor de la
Municipalidad de Guayaquil. Esta Ley se aprueba en medio de la campaña por la
Asamblea Constituyente del 2007, a efectuarse el 30 de septiembre del mismo año,
siendo candidato a Asambleísta Balerio Estacio por Alianza País, dirigente barrial y
político que promovió gran parte de los asentamientos del noroeste de la ciudad
beneficiarios de la presente Ley, y actuando como Presidente encargado Lenin Moreno.
Villavicencio, ubica una continuidad en el fenómeno de las invasiones en
cuanto que:
i) Las invasiones nunca han afectado los haberes de los propietarios territoriales,
pues siempre fue reconocida su propiedad y pagada por el estado; ii) entre los años
1959 y 2010, ninguna política de vivienda ha sido eficaz y eficiente, ni ha
disminuido el déficit habitacional de Guayaquil; iii) existe una lógica superviviente
que junta y funcionaliza a traficantes de tierra, invasores, caudillo y poderes
políticos en apogeo en el momento.

Y reconoce la política de legalización de suelos de la Municipalidad de Guayaquil,


como uno de los programas más exitosos, favorecida por la continuidad en las dos
administraciones socialcristianas, que ha permitido el incremento significativo de
ingresos propios por el catastro; pero que no “ha podido controlar ni reducir las
ocupaciones ilegales, a pesar de los programas habitacionales municipales, ya que no
se entra a regular los mercados oligopólicos del suelo, ni a diversificar la oferta
inmobiliaria para la demanda no solvente” (Villavicencio, 2011: 3).
La aplicación del decreto Ley 88, trajo problemas para los casos cuyos predios
se encontraban en litigio respecto a la propiedad, por lo que se dicta una reformatoria a
Ley 88, con fecha 9 de diciembre del 201095, cuyo objeto principal fue darle
continuidad a los procesos de expropiación, a pesar de la existencia de demandas
judiciales, salvo que no existieran posesión continua por un mínimo de tres años. Con
esta reforma se pudo legalizar a un sector de Los Vergeles.
Con la aprobación del Código de Ordenamiento Territorial Autonomía y
Descentralización COOTAD, el 11 de Agosto del 201096, se faculta a los gobiernos
descentralizados, la “regularizar los asentamientos humanos de hecho y consolidados en

95 Registro Oficial 359, del 10 de Enero del 2011

96 Registro Oficial 303, del 19 de Octubre del 2010


92

suelo urbano y de expansión urbana, de propietarios particulares (….) declarar esos


predios de utilidad pública con el propósito de dotar de los servicios básico (…) y
definir la situación jurídica de los posesionarios, adjudicándoles los lotes
correspondientes” (Art. 596 Cootad), con lo cual la política de legalización de suelos,
que antes se circunscribía al Cantón Guayaquil a través de la aprobación de decretos y
leyes, en la actualidad cubre el territorio nacional.
Cuadro N.° 17
Titulos de Propiedad entregados por la Municipalidad
de Guayaquil
Año Número de Título
1993 138
1994 224
1995 2.252
1996 4.322
1997 7.301
1998 10.292
1999 12.348
2000 9.721
2001 8.522
2002 9.771
2003 11.397
2004 11.561
2005 14.301
2006 10.340
2007 3.979
2008 3.019
2009 8.924
2010 17.316
2011 4.608
2012 4.727
2013 242
Total 155.305
Fuente y Elaboración: Departamento de Terrenos. GAP.
Guayaquil

Síntesis de la política de legalización (1993-2013)


Títulos entregados 155.305
Terrenos informales 350.000 aproximadamente
Total de viviendas en Guayaquil 585.522 (censo 2010)
93
94

Desde los años 70, en que la política de desalojos por parte de los gobiernos
dictatoriales de la época era la constante frente a los asentamientos informales, en
Guayaquil no se habían producido desalojos que movilicen a los pobladores
reivindicando la legalización del suelo. Al contrario la tradicional forma de su
reconocimiento e incorporación a la ciudad por la antigua y constante promulgación de
leyes para legalizar las ocupaciones informales, se vio fortalecida a partir de la
promulgación de la Ley 37 de 1997, reforzándola con la promulgación de la Ley 88 en
el año 2007. Es a partir de la promulgación del decreto 607 del 2010, y de la política de
“cero tolerancia a las invasiones” promovida por el actual gobierno de Correa, que los
desalojos se reeditan no solo en Guayaquil, sino en todas las ciudades del país, incluso
creando una institucionalidad especial: el Comité Interinstitucional de Prevención de
Asentamientos Humanos Irregulares.
En este contexto y frente a los desalojos sucedidos en Mayo del 2013, sobre
comunidades asentadas en la zona de Monte Sinaí, es que la Ley 88 vuelve a tener
vigencia. Las comunidades desalojadas organizadas en una Red de Organizaciones de
Monte Sinaí, reivindican frente a la Municipalidad su legalización, amparadas en la
Ley 88 del 2007 y la reforma de la Ley 88 del 2011, leyes que incluyen al sector de
Monte Sinaí para su legalización, sobre los cuales la Municipalidad no había actuado
por estar fuera del límite urbano97 y por la conflictiva situación frente a la propiedad del
suelo que enfrenta al MIDUVI con la Cooperativa Agrícola Monte Sinaí que aparece
como la donataria de esas tierras por parte del INDA.
La movilización popular enfrenta a los poderes local y nacional, dando origen
a una pugna entre la autoridad local (Municipio de Guayaquil) y la autoridad Nacional
(Miduvi-Procuraduría-Gobernación), sobre la competencia y responsabilidad de la
legalización del suelo, que se inscribe en un manejo claramente clientelar por el control
de la población “marginal” del sector de Monte Sinaí y de las sensibilidades removidas
por los desalojos98.

97 La inclusión dentro del límite urbano implica dotación de servicios básico, lo cual
compromete la gestión municipal en esas áreas.

98 Para febrero del 2014, se anuncian elecciones seccionales en todo el país. Guayaquil, un
cantón con gobierno Socio Cristiano desde el año 1992 con Febres Cordero y desde el año 2000
con Jaime Nebot, se convierte en el escenario de lucha política por su control por las fuerzas
95

La Municipalidad manifiesta la imposibilidad de actuar sobre la zona en respuesta al


pedido de los pobladores por tener bloqueada su competencia debido al
pronunciamiento del Procurador que “se tratan de tierras de propiedad estatal, donde le
está prohibido intervenir con legalización, y con obras”, indica el Alcalde de
Guayaquil al recibir a la Red de Organizaciones de Monte Sinaí (Municipio de
Guayaquil, Sala de prensa 12 junio 2013).
La Secretaría Técnica del Comité Interinstitucional de Prevención de
Asentamientos Irregulares, indica que se está delimitando el área que le pertenece al
Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda y al Ministerio de Salud, que corresponde a
188 hectáreas –del total de 1.300 hectáreas- y el resto, quedaría bajo responsabilidad
del Municipio
La movilización y resistencia de los pobladores desalojados crece en su
demanda por legalización, lo que obliga al gobierno a través de la Asamblea Nacional
a plantear una reforma a la Ley 88 de Tenencia de la tierra, en el art. 2 de la mencionada
Ley 88, restando facultades a la Municipalidad de Guayaquil y fortaleciendo el rol del
MIDUVI en el proceso de la aplicación de la Ley 88 y por ende en la legalización del
suelo. Específicamente, las reformas se refieren a otorgar la definición del precio de
terrenos de propiedad pública (Miduvi) a la Dirección Nacional de Avalúos y Catastro;
a reconocer la enajenación solo a favor de las familias que hayan tenido posesión
ininterrumpida hasta antes del 28 de diciembre del año 2010, fecha de promulgación del
decreto 607 y en la determinación de la incorporación de los predios individualizados al
catastro municipal de acuerdo a los planes habitacionales establecidos por el Ministerio
de Desarrollo Urbano ( Asamblea Nacional, Marcela Aguinaga, sala de prensa 5 agosto
2013)
La reforma a la Ley 88, al parecer unificó las posiciones contrarias entre la
autoridad local y la autoridad nacional, respecto a la legalización del suelo a favor de
sus posesionario; “con la reforma el Municipio de Guayaquil tiene las herramientas
legales que le permitan servir a esos sectores (…) apoyamos y respaldamos el proyecto
de ley” (Cristina Reyes, Asambleísta de Madera de Guerrero, oficio del 14 de Agosto
del 2013, dirigido al presidente de la Comisión de Gobiernos Autónomos de la

política en disputa, en donde la oferta de obras se vuelve punta de lanza de una campaña
eminentemente clientelar.
96

Asamblea Nacional). “Quien va a legalizar no va a ser el Municipio de Guayaquil,


(…) sino el Gobierno Central a través del Ministerio de Vivienda (Miduvi), ellos les
van a dar sus títulos (…) El Municipio será el encargado de levantar el catastro de
cada terreno para que los habitantes no tengan inconvenientes posteriores”.
Declaraciones de la Asambleísta Marcela Aguinaga de PAIS. (El Universo, 5 agosto
2013) . La reforma a la Ley 88 planeada por el bloque de Alianza País en la Asamblea
Nacional, legalizará “a las 14.600 que viven ahí, haciendo una diferencia radical con
las otras 11 legalizaciones anteriores desde 1964, incluyendo tres realizadas durante la
administración socialcristiana de la alcaldía: es el plan integral de atención a las
necesidades básicas de esos sectores” (Asamblea Nacional, Marcela Aguinaga, 5
agosto 2013)
Aunque no se conoce los alcances del Plan Integral de atención al sector de
Monte Sinaí, todo hace suponer que se trataría del Plan Nacional de Desarrollo Urbano,
reseñado anteriormente, que dio lugar a los últimos y masivos desalojos de mayo del
2013 y a los que se sucederán en lo posterior nuevos desalojos, cuando se aplique la
Ley 88 reformada últimamente por la Asamblea Nacional, según opinión de actores
locales: “Esa Ley va a a permitir al Gobierno desalojar amplios sectores de la zona
consolidada”. Declaraciones de Luis Tavara, director de Hogar de Cristo. (Expreso, 26
agosto 2013,
De acuerdo a las declaraciones de la Asambleísta Aguinaga, las reformas
planteadas a la Ley 88, estarían enfocadas a la atención de los sectores urbanos
marginales de una forma integral, con lo cual el modelo de la política de legalización de
suelo en Guayaquil, cuyo origen es el decreto 151 de 1967, y que fue refuncionalizado
y potenciado con una modernización de la gestión pública local, con el decreto Ley 37
del año 1997, tendría un significativo avance frente a los resultados anteriores.
El proceso de crecimiento y consolidación urbana de la ciudad de Guayaquil ha
sido una historia de exclusión socio espacial, con un diferencial acceso al suelo urbano,
vivienda e infraestructura y otras materialidades urbanas, en función de la estructura de
clase de la población, que ha producido una ciudad segregada e inequitativa. En
realidades como las de la ciudad de Guayaquil, con condiciones de pobreza
estructurales, en donde ni las políticas habitacionales tradicionales centradas en el
Estado, ni las actuales centradas en el mercado han posibilitado el acceso a la población
97

de más bajos recursos, la política de legalización del suelo ha llegado a tal


institucionalización, que se ha convertido en una forma de política de vivienda popular.

Mapa N.° 7
Zona de Monte Sinaí, de aplicación de las reformas a la Ley 88

Fuente: Asamblea Nacional


Fuente: Secretaria Técnica de Asentamientos Irregulares

El reconocimiento legal de los asentamientos informales, ha actuado dando


cierto margen de seguridad a las familias en la tenencia de la tierra; la tenencia de
títulos de propiedad ha promovido la consolidación barrial a través del mejoramiento de
sus viviendas; ha permitido -aunque con muchas deficiencia- la introducción de
servicios básicos y equipamiento público; pero las limitaciones que presentan las
políticas de legalización centradas en la titulación, superan sus bondades. De hecho la
legalización llega al barrio cuando éste ha comenzado su proceso de consolidación, esto
supone entre 10 y 15 años; rara vez se trata de políticas integrales que abarque otras
98

dimensiones del desarrollo urbano, como dotación de servicios públicos y sociales,


mejoramiento de la vivienda, atención al empleo, recreación, etc.; y por su carácter de
“curativos” lo que hacen es servir como un instrumento de reproducción de la
informalidad y con esto toda la desigualdad, segregación y exclusión que los
caracteriza. Una política preventiva de la informalidad, necesariamente debe estar
orienta a favorecer el acceso a suelo y vivienda a las familias de más bajos recursos, la
ausencia de ésta favorece la informalidad.
Frente a las políticas tradicionales de de vivienda, nuevos paradigma de
intervención en hábitat urbanos con altos grados de pobreza, parten de entender a “la
pobreza como una condición multidimensional, sujeta a influencias culturales, sociales
y locales, entendida de maneras distintas por los que viven esta situación de acuerdo a
su género, edad, origen étnico y habilidades”, que lleva a proponer cuatro atributos a
las políticas que siguen este paradigma: multidimensionalidad, heterogeneidad,
participación, e integración (Ramírez, 2002: 7). Este sería un marco adecuado para
evaluar el Programa Nacional de Desarrollo Urbano, sus inicios de desalojos masivos
para su implementación dejan muchos interrogantes.
99

CAPITULO IV
DINAMICA DEL MERCADO INFORMAL DE SUELO

Los mercados informales de suelo, se han convertido en la forma generalizada de acceso


a la vivienda por parte de población de bajos recursos, en gran parte de las ciudades del
tercer mundo. La ocupación irregular de tierras urbanas es una práctica de los grupos
más pobres que se ven excluidos de la demanda solvente de la producción capitalista de
vivienda -pública y privada- en respuesta a la satisfacción de sus necesidades básicas
entre ella la vivienda. En la actualidad la ocupación de suelo informal comporta
relaciones mercantiles en la adquisición de tierra para la urbanización informal.
Los mercados informales de suelo se explican articulados a una serie de
relaciones y dinámicas sociales que se expresan en estrategias de reproducción de vida
para familias excluidas de los mercados formales, en donde la presencia de redes
sociales, posibilita la movilización de capital social, así como la capacidad de agencia
que tienen estos grupos y sus miembros.
La producción y reproducción de los mercados informales de esta forma
explican por causas exógenas, pero también por una dinámica endógena basada en la
institucionalización histórica, social y cultural, de mecanismos informales, cuyos
elementos más importantes se intenta explicar en este capítulo.

De las ocupaciones de suelo a los mercados informales de suelo.


A fines de los años 80 la forma de acceso al suelo informal en Guayaquil, va
adquiriendo un perfil que la definiría en los siguientes años, como: asentamientos
planificados y de carácter masivo; sobre tierra de propiedad privada (ante el
agotamiento de la tierra de propiedad pública); una férrea estructura organizativa
piramidal con un líder en la cúspide que articula a otros dependiendo de la magnitud del
asentamiento; y relaciones mercantiles en el acceso a la tierra 99, a los servicios básicos
y otros servicios barriales, dando paso a los mercados informales de suelo.

99 Esto no significa que anterior a esta fecha no se daba venta de tierra, más bien lo que
expresa es que esta modalidad se generaliza y se vuelve una nueva “convención urbana”.
Abramo, 2011.
100

La apertura de la vía perimetral en el año 1987, incorporó a la ciudad alrededor de 5000


hectáreas de suelo del noroeste de la ciudad, definido en el Plan Ordenador de
Guayaquil como “zona de expansión”; copado el sur de la ciudad, fue hacia allá donde
se dirigieron los asentamientos informales.
El noreste de la ciudad que cobija a los sectores informales, concentra
alrededor del 20% de la población urbana de la ciudad, con niveles de hasta el 80% de
población pobre. Esta demanda que no accede a la ciudad por la vía del mercado, ni a
través de oferta de vivienda pública, encuentra en los asentamientos irregulares, la
única forma de resolver su problema habitacional.
En el año 1990 hay un quiebre en la forma de ocupación de suelo. En la
coyuntura Carlos Castro, quien había dirigido las ocupaciones de Bastión Popular y
Flor de Bastión desde 1986, muere asesinado por un poblador de la comunidad que él
había fundado, Bastión Popular100. Es, cuando la dirigencia que “se formó” a su sombra
asume su vacío en torno a la reivindicación de la legalización de la tierra, uno de ellos
Balerio Estacio. Al respecto indica: “Después de la muerte de Carlos Castro, yo vivía
en la Flor de Bastión, tras su muerte la gente quedó en la ilegalidad. Entonces lideré el
reclamo de todos, en pos de que se les reconociera la propiedad sobre sus predios”
(Expreso, 15 enero 2011). “Esos sectores se quedaron en el aire, organizamos una base
coordinadora para luchar por la legalización, ahí voy saliendo al frente de ese pueblo”
(Vistazo, 20 enero 2011).
La disputa por la hegemonía sobre las “invasiones”, lo enfrentó a Zenaida
Castro, “natural” heredera del control que su padre Carlos Castro101 tenía sobre éstas:

Yo no era simpatizante de la tendencia socialcristiana, me comenzaron a perseguir


diciendo que yo les estaba alzando la gente de Zenaida Castro. Me sacaron una
boleta y me metieron preso. Me acusaban de invasión de tierras cuando yo lo que
hice fue organizar a la gente. Y luego me acusaban de incendio de casas. Siempre
buscaban algo para tenerme encerrado. Entrevista a Balerio Estacio. (Vistazo, 20
enero 2011)

100 La prensa relata que la muerte de Castro, reveló una forma de gobierno autócrata como
mecanismo de control de la población perteneciente a Bastión Popular.

101 Dirigente barrial vinculado al partido Social Cristiano, elegido consejero provincial en el
periodo 1988-1992.
101

Balerio Estacio se consolida como dirigente, formado en 1993, las cooperativas


Guerrero del Fortín y Tiwinza de la Flor; relata que Tiwintza de la Flor se asentó en la
entonces hacienda Los Ciruelos, de propiedad de Damián Choca, con quine negocio la
compra de 9 hectáreas; mientras que Guerreros del Fortín, en tierras de la Mutualista
Guayaquil. En ambos casos el proceso de compraventa quedó estancado por causas
como la quiebra de la financiera (El Universo, 20 abril 2008). El mismo dirigente,
indica que desde el año 1994, entra a la “lucha social”, creando los huertos familiares
(Expreso, 15 enero 2011). Posteriormente, forma parte de la Comités de Desarrollo
Comunal, promovidos desde la Municipalidad y es cuando cede a la presión del Partido
Social Cristiano. Su encuentro con Dios fue decisivo: “Era el propósito de Dios; una
noche Dios me visitó en la celda y tuve una experiencia extraordinaria” (Vistazo, 20
enero 2011).
En el año de 1996, forma la cooperativa Balerio Estacio, para lo cual negocia
con los propietario de la tierra la familia Sorrosa, con quienes, llegó a un convenio de
administración para que los proteja de los invasores. Como pago le cedieron una
cantidad de tierra y “fuimos desarrollando lotes de 10 por 20 para que la gente siembre
y viva” (Vistazo, 20 enero 2011).
Según el Registro de la Propiedad de Guayaquil, en 1997 Estacio y Sergio
Toral Erazo (otro promotor de asentamientos informales) obtienen derechos de un
macrolote de 525.097 metros cuadrados, que hoy son parte de la cooperativa Balerio
Estacio. Con la venta de solares cubrieron la deuda de 89’266.490 de sucres que
contrajeron ante los antiguos dueños, los hermanos Murillo Bermeo. “La transacción
fue legal”, indica el Abogado Nicolás Parducci, quien representó a los vendedores. (El
Universo, 20 abril 2008).
En 1997, los terrenos de la cooperativa Francisco Jácome (predio Alegría),
que tenía una privilegiada localización al pie de la vía perimetral, son invadidos 102. De
ésta época son las cooperativas Paracaidistas, Enner Parrales, Horizontes del Guerrero,
colinas de la Florida, lomas de la Florida, y las 10 etapas de la Nueva Prosperina.
Terminado su periodo presidencial León Febres Cordero, es elegido Alcalde de
Guayaquil, para el periodo 1992-1996, y reelegido para el periodo 1996-2000, por el

102 Una versión ampliada de este proceso se detalla en el estudio de caso. En esta invasión
participó Balerio Estacio
102

partido Social Cristiano; entre 1996-1998, Balerio Estacio ejerce como Consejero
Provincial alterno por el mismo partido político y entre 1998-2002, ejerce como
Diputado. Entre el 2002 y 2004, regresa como Consejero Provincial alterno. Zenaida
Castro es Consejera Provincial desde el año 2003 al 2007, por el mismo partido político.
En el año 1997, el Congreso Nacional con mayoría Social Cristiana dicta la
Ley 37, de legalización de los asentamientos irregulares en Guayaquil.
Por los años 2000, las ocupaciones llegan por la vía Casuarina (entrada de la
línea 8) hasta la zona del canal que trasvasa las aguas a la presa Daule Peripa; hacia el
este del canal se localizan las cooperativas Janet Toral (etapas 1, 2, 3) y hacia el oeste
del canal las cooperativas Sergio Toral (etapas 1, 2, 3, 4,5). Sobre esos terrenos en el
Municipio de Guayaquil constan como propietarios nombres como Sergio Toral Erazo,
Sergio Toral Benalcázar, Jennifer Toral Benalcázar y Sergio Toral Iñiguez, propietarios
que cancelan predios (El Universo 02 enero 2011). En el Registrador de la Propiedad
Sergio Toral, posee 120 mil metros cuadrados registrados a su nombre (Vistazo, 20
enero 2011).
Al Oeste del canal y fuera del límite urbano, está “Monte Sinaí”, cuyo origen
se remonta a 1991, cuando 65 familias forman la Asociación de trabajadores Agrícolas
Monte Sinaí e invaden la hacienda las Marías propiedad de Otilino Goppión, que luego
fueron entregadas 1.300 hectáreas por el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario
INDA a su favor, sentencia que fue apelada. De estas, 800 hectáreas corresponden a la
reserva Cerro Blanco y 388 hectáreas fueron expropiadas a favor de la cooperativa de
agricultores (El Universo 10 junio 2005). En el año 2005, Marcos Solís (promotor de
asentamientos informales) crea la cooperativa de vivienda Monte Sinaí que agrupa a
3000 socios. A su nombre en el Registrador de la Propiedad constan 1,2 millones de
metros cuadrados (Vistazo, 20 enero 2011). A partir de esa fecha los asentamientos
irregulares se aceleran con la formación de las cooperativas Trinidad de Dios, Promesa
de Dios, Voluntad de Dios, Valle Verde, Las Marías, Thalía Toral, Ebernezer, Valle
hermoso, María Paydar, Los Juanes, etc., entre otras; las tres primeras promovidas por
Balerio Estacio, “estableciendo convenios con los propietarios quienes asustados de las
invasiones que se iban extendiendo acudieron donde mi para pedirme ayuda. Lo que
me han ofrecido lo he repartido a la gente pobre”, indica Balerio Estacio (Vistazo, 20
enero 2011).
103

Desde el año 2002, las ocupaciones informales continúan en la misma zona noroeste,
pero esta vez ingresando a la altura del km 16 de la vía Daule, por la Avenida de las
Iguanas (zona del relleno sanitario), en el sector conocido como “la ladrillera”. Esta
zona acoge a asentamientos que combinan nombres bíblicos -como Ciudad de Dios,
Divino Niño, Ciudad de Israel, Tierra de Canaan, Tierra Prometida- con los nombres de
sus promotores, Sergio Toral III, Coop. Marcos Moroni, Reinaldo Quiñónez II, La
Fortaleza, Elvira Leonor, Los Socales. La Municipalidad de Guayaquil, calcula que “se
trata de alrededor de 2.700 hectáreas de tierras privadas donde se venden solares o
terrenos parcelados con la idea de que son áreas legalizadas” (El Universo, 03 enero
2011).
Los dirigentes de estos nuevos asentamientos informales aseguran tener
“títulos registrados y catastrados”, como es el caso de la compañía Playcorsi
representada por Publio Ortiz Loor, promotor de la cooperativa 31 de octubre y la
cooperativa Reynaldo Quiñónez II, quien tiene algunos movimientos de compraventa en
el registro de la propiedad (El Universo, 03 enero 2011).
La compleja situación de la propiedad de la tierra en el sector103, y la escasa
información oficial disponible no permite esclarecer la legalidad o ilegalidad de ésta, en
relación a la tenencia. Información de prensa indica para el caso de Balerio Estacio por
ejemplo, que en el Registro de la Propiedad figura con 16 movimientos legales y
compraventa de tierras rústica privada; los documentos relatan la existencia de una
demanda de prescripción adquisitiva de dominio que presentó contra él y otras 6
personas el grupo Agroindustrial Valango S.A (dedicada a la recolección de basura en la
urbe), que reclamaba lotes de tierra en la Coop. Balerio Estacio, que colinda con el
campamento de operaciones de Puerto Limpio (antes Vacchagnon). Sin embargo la
acción no continuó porque el inmueble que reclama Valango S.A estaba a nombre de la
Cooperativa de Pasajeros Estrella del Sur, representada por otras personas. Esta
cooperativa según los habitantes “está representada por dirigentes barriales que han
trabajado con él (Estacio)” (El Universo 02 enero 2011). Otro movimiento indica la
existencia de la hipoteca de una promesa de compra venta a la concesionaria del aseo de

103 En la ciudad de Guayaquil, solo desde hace 20 años aproximadamente, se comenzó a


establecer un Registrador de la Propiedad y Catastro técnicamente diseñado, por lo que la “real
propiedad de la tierra” siempre ha generado eternos conflictos judiciales.
104

Guayaquil Vacchagnon, hoy Puerto Limpio, por el que el municipio le cancelo 53.000
dólares por los terrenos en la actualidad ocupados por el botadero de basura las Iguanas
(Expreso, 15 enero 2013).
Estacio manifiesta tener bajo su propiedad “de 90 a 100 hectáreas, pero que
maneja una bolsa de 300 hectáreas de tierra”. En el Registrador de la Propiedad de
Guayaquil, consta la inscripción de 431.050 m2 a nombre de Balerio Estacio (Vistazo,
20 enero 2011). En el año 2005, “proyectaba la denominada “Ciudad de Dios”, con
apoyo de la municipalidad y de organizaciones no gubernamentales, un proyecto
ecológico y de vivienda” (El Universo, 10 Julio 2005).
Hoy los promotores de los nuevos asentamientos aseguran no ser “invasores”:
No se trata de invasiones, puesto que solo una fuerza extranjera puede invadir, mi
tarea como dirigente es promover asentamientos en tierras enteramente
abandonadas para dar un techo a los necesitados, mi labor es organizar para que la
gente se sienta digna, no me he enriquecido vendiendo tierra, lo que más hago es
obsequiar, ya que no existe planes de vivienda estatales que frenen los
asentamientos informales. Entrevista a Zenaida Castro (El Universo, 10 Julio
2005).

Para que un área de terreno este vacía, donde se producen muertes, violaciones y
otros delitos, es mejora que esté habitada por gente que lo necesita, el pobre puede
tener una casa solo a través de las invasiones, los ricos van a las ciudadelas, mi
objetivo es darles un pedazo de tierra a aquellas personas que más necesitan.
Entrevista a Maritza Loor (Diario El Universo, 10 julio 2005).

De hecho Balerio Estacio se atribuye el cambio en la lógica de las “invasiones”, indica


que: “fue él quien puso freno a las invasiones”, a las que considera tomas de hecho,
remplazándolas por tomas de derecho que implica una negociación con el dueño de la
tierra. Bajo este discurso compró haciendas completas del oeste de la Perimetral y
organizó casi una decena de cooperativas, en sociedad con otros líderes, fundó Valle de
la Flor y Flor de Bastión. Siguió con Guerreros del Fortín, Horizontes del Guerrero,
Tiwintza de la Flor, Balerio Estacio, Voluntad de Dios, Realidad de Dios, Promesa de
Dios, entre otras. Sin embargo, se afirma que Estacio incitó a decenas de familias para
que se apropien de terrenos particulares para luego ir a negociar la venta forzada con los
dueños. Un ex propietario señala que lo que se hace es chantajear: “El planteamiento es
o me vendes o te invado. Los precios que se pagan son irrisorios, no obedecen a la
realidad”. “Los que no negocian lo pierden”, indica una propietaria que perdió 95 de las
100 hectáreas de tierra que poseía en una de sus cooperativas (El Universo, 10 julio
2005).
105

Los macrolotes de tierra que alguna vez pertenecieron a hacendados, eran divididos en
solares. Solís sostiene que los promotores de tierras efectivamente proponen la compra
de propiedades a sus dueños, pero estos acceden no necesariamente por presión, sino
porque ven una salida ante la imposibilidad de mantener los terrenos productivos por
falta de recursos. Con el pago que realizan las familias por derechos de posesión de
tierras ha permitido cubrir el costo de macrolotes adquiridos a los dueños y continuar
comprando más terrenos. Entrevista Marcos Solís (El Universo, 20 abril 2008).
En el año 2006, Balerio Estacio se vincula con el partido Alianza País, “me
llamó el hoy presidente Rafael Correa, para que colaborara con él. Me impresionó su
programa social” (Expreso, 15 enero 2011). En el año 2007, el Congreso de entonces
promulga la Ley 88, sobre legalización de asentamientos irregulares en Guayaquil, que
amplía la zona de cobertura de aplicación de la Ley 37, afectando a casi la totalidad de
asentamientos irregulares formado en años anteriores y ya consolidados a la fecha. En
el año 2008, Balerio Estacio, es elegido Asambleísta Constituyente representando al
partido Alianza País; continúa en el Congresillo. Tercia en la elección para la
Asamblea Nacional por el mismo partido pero no llegó (Vistazo, 20 enero 2011).
Una vez consolidada la venta de tierra -lógica mercantil- en el acceso al suelo
por parte de los pobres urbanos, el paso siguiente de las ocupaciones de derecho, era la
urbanización y la vivienda, esto se desprende de las declaraciones de Estacio:
Ahora tengo organizaciones e inversionistas, me voy a dedicar a urbanizar con la
ayuda de varios grupos económicos, que no lo podía hacer antes porque no contaba
con el dinero. “Estamos trabajando con el grupo Wong, con Falconí Montes de Oca
y una compañía coreana. Con esta última tenemos un proyecto habitacional que
arrancará su construcción en tres o cuatro meses. Entrevista a Balerio Estacio.
(Expreso, 15 enero 2011).

Tengo firmado un pre convenio con una organización donde unos coreanos van a
invertir en 3.000 villas que se van a construir en mis propiedades, en la parte de
Trinidad y Voluntad de Dios. Entrevista a Balerio Estacio (Vistazo, 20/01/2011).

Esta lógica mercantil, es reforzada por la lógica del Estado 104, con la inversión
efectuada por éste en el sector en una vía de ingreso, que facilitaría la entrada y salida
de los moradores. Esta vía de 16 km se inicia en la avenida Casuarina, a un costado de
la vía Perimetral, y conecta con la vía a Daule, en una suerte de vía perimetral. Esta vía

104 A través de regulaciones y políticas, el Estado define la forma, la localización y el objetivo


público que facilita el acceso y usufructúo del suelo urbano, proveyendo de variadas maneras, el
sustento para el despliegue de las otras lógicas (Abramo, 2008: 59).
106

no recibió el permiso correspondiente de la Municipalidad por cuanto lo “único que


ocasionaría es incentivar las invasiones”, sin embargo recibió una doble contratación del
gobierno central; la primera efectuada por Coorpecuador a fines del año 2009 -sufriendo
un acelerado deterior a las pocas semanas de su construcción- y la segunda efectuada
por la Secretaría de Riesgos en noviembre del 2010 (El Comercio, 17 diciembre 2010).
Los mercados informales de suelo toman cuerpo bajo una racionalidad que
abandona la ilegalidad105, dando paso a la legitimidad106 en el acceso al suelo urbano,
desplazando el problema a un tema de informalidad urbanística o de mera violación a
las ordenanzas municipales en lo relacionado con la venta de suelo sin servicios
públicos. En Guayaquil, existe desde el año 1969, la Ordenanza de Parcelaciones y
Urbanizaciones, que norma la venta de parcelas y solares, sin embargo “la
incongruencia y contradicciones contenidas en la misma ha permitido solo una relativa
aplicación práctica” (Calle y Chang, 1976:120). La más reciente normativa relativa al
tema, es la Ordenanza de Ordenamiento Territorial del Cantón Guayaquil expedida en
Enero de 2012, que define normas para el ordenamiento territorial y la gestión del
desarrollo urbano, así como una normativa específica para el fraccionamiento de
terrenos en el cantón Guayaquil. Junto con esta opera la Ordenanza que regula los
Desarrollo Urbanísticos tipo Lotes con Servicios Básico, expedida el 10 de marzo del
2001 y reformada el 2 de noviembre del 2005.
El sector de la construcción, permanentemente manifiesta su malestar por el
engorroso, caro y largo proceso que implica la aprobación de un proyecto urbanístico
y/o inmobiliario que desalienta la oferta en proyectos de vivienda social, por los altos
costos administrativos. Existen sin embargo otros motivos que se presentan como
decisivos para eludir la obligatoriedad en el cumplimiento de esta normativa y estos
tienen que ver con la especulación sobre el suelo. Ante la falta de mecanismos de
regulación y control del suelo urbano y la laxa aplicación de la existente, sus
propietarios lo retienen provocando escases ficticia, con lo cual el precio del suelo se

105 Entendida como violación a la propiedad privada que significa la invasión de suelo

106 Puesto que se vendía suelo con la aprobación de los propietarios, sean estos los promotores
de las ocupaciones o terratenientes que actúan en la venta indirectamente a través de los
primeros.
107

incrementa. Esta escasez se ve reforzada con la falta de oferta pública de suelo


urbanizado a precios accesible a los pobres urbanos. Si además a los precios de la venta
del suelo se incorpora anticipadamente la valorización futura procedente de la
intervención pública en obras de urbanización, implantación de equipamientos y
servicios, regularización de la tenencia de la tierra; resulta mucho más ventajoso para
el propietarios del suelo vender tierra sin urbanizar a precio de urbanizada, sin que él
haya efectuado ninguna inversión sobre el suelo que incremente su valor, sino solo por
el hecho de ser sus propietarios. Esta posibilidad se potencia “cuando existen fuertes
indicios de que estos beneficios llegarán en un plazo relativamente corto en función de
la vigencia de políticas y programas públicos enfocados para el reconocimiento y la
regularización de los asentamientos” (Veríssimo, 2012:53). “Cuanto más probable sea
esta posibilidad, mas alto será el precio de transacción de los lotes ofertados” (Smolka,
2007, citado por Veríssimo)107. Condiciones más que dadas por la larga política de
legalización de suelo en Guayaquil y la articulación de los loteadores informales a las
estructuras políticas locales y nacionales108.

De los mercados informales de suelo a su regularización.


El avance de las ocupaciones informales en la zona del Noroeste de Guayaquil, es
interrumpido abruptamente, el 28 de diciembre del 2010, con la expedición del decreto
presidencial No. 607, por el cual se declara área de reserva de seguridad a 9.300
hectáreas en la zona donde se desarrollan los actuales asentamientos informales, se
calcula que 444 hectáreas ya estaban ocupadas por éstos. Por la zona cruza el acueducto
que conduce las aguas del embalse Empalme al de Chongón que reparte agua para el
consumo humano a la zona de la Península. La intervención tiene un doble propósito:
salvaguardar el Plan hidráulico y controlar las “invasiones”. Aquel día el presidente

107 La lógica en la formación de precios de los mercados informales está íntimamente


relacionado con los mercados de suelo formal, cuyo resultado termina favoreciendo a éste
último, tal como lo analiza Abramo en la amplia bibliografía producida por este autor. No es el
objetivo de este estudio enfocarnos en esa dimensión, en lo pertinente para el presente caso lo
retomaremos más adelante.

108 Sobre la articulación política y las implicancias clientelares de la misma, la analizamos más
adelante.
108

Correa, luego de hacer un sobrevuelo, desciende y habla con los moradores,


indicándoles que:
Constató invasiones consolidadas, pero también otras de reciente formación, donde
no hay densificación y la gente está muy dispersa. Vamos a hacer un programa
gigantesco de reubicación de cerca de 5000 familias dándoles buenas casas, y en
las zonas consolidadas, ayudándoles con el bono de la vivienda (Diario Hoy, 29
diciembre 2010).

Comunica la inversión de 60 millones de dólares en la reubicación de 5000 familias que


habitan en el sector, de brigadas de abogados para receptar las denuncias contra los
“traficantes de tierra” y de brigadas del gobierno para explicar cómo, donde y cuando
será la reubicación (Diario Expreso, 02 enero 2011).
El solo anuncio, moviliza a cientos de familias a la zona para tomar posesión
de los terrenos que habían comprado años atrás, e inician la construcción de viviendas
precarias, con el fin de ser incorporados en los planes habitacionales del Estado. Para
contener la avalancha de nuevas familias y evitar la construcción de nuevas viviendas,
la zona es militarizada y se clausuran todos los almacenes de materiales de construcción
del sector de Monte Sinaí. El presidente aclara en una sabatina que:
Después del anuncio en que prometí reubicar a las familias que viven en tierras
invadidas en Guayaquil, muchas personas enseguida levantaron mas casas en el
sector. Esa gente no será reubicada, será desalojada. Nosotros somos buenos, no
tontos, existen fotos satelitales para saber quiénes estaban antes del anuncio. La
política al respecto de las invasiones es clara. Invasiones consolidadas de 10 a 12
años, pero con terrenos aun ilegales, serán legalizadas y tendrán mejoras en los
servicios básicos en trabajo conjunto con los gobiernos locales. En las invasiones
no consolidadas, como Ciudad de Dios, serán reubicadas las familias y, por último,
nuevas invasiones, serán desalojadas (Diario Expreso, 8 enero 2011).

Se comienza una limpieza del área, con desalojos diarios y permanentes en las zonas
no densificadas sobre las cooperativas Ciudad de Dios, Voluntad de Dios, Tierra de
Dios, Cañaveral, Sergio Toral 2 y 3, Elvira Leonor y otras; los desalojos toca a todos, a
los recién llegados y a los que se encontraban en el sector desde hace 4 o más años. Los
pobladores se resiste a salir “aseguran que no dejarán la zona porque no tienen dónde ir
a vivir”, sin embargo las frágiles viviendas se derrumban ante los ojos de sus
propietarios. Las que no tienen dónde ir, buscan terrenos vacios en las cooperativas
aledañas, siendo víctimas nuevamente de extorción por parte de los traficantes de
109

tierra109, las autoridades solicitan a las familias denunciarlos, a cambio de la


reubicación, varios de ellos son detenidos y se les inicia procesos judiciales por el delito
de invasión de tierras. Uno de ellos, el ex - asambleísta de Alianza País, Balerio Estacio
es detenido y acusado de estafa y apropiación ilícita de terrenos mediante la fuerza, se lo
declara culpable y se lo sentencia a 20 meses de prisión, que sustituidos posteriormente
por medidas cautelares. El agente fiscal a cargo de la causa indica que “es una sentencia
irrisoria y salomónica, pues yo solicité el máximo de la pena de cinco años”110 (Diario
Hoy, 08 mayo 2012). Para Estacio, las causas de su persecución son políticas, pues él
nunca ha urbanizado sin permiso municipal la tierra:
Lo que hice –indica- fue una cesión de derechos, de terrenos de mi propiedad, que
con la ley 88 del 3 de octubre del 2007, esos terrenos se expropian a favor del
Municipio. Es decir, la ley los legaliza. Lo que hice antes de eso no fue un delito,
sino una contravención, una falta administrativa (parcelar y vender sin permiso
municipal los lotes). Los últimos sectores tienen ocho años (Realidad de Dios y
Voluntad de Dios), yo no he abierto ningún otro sector. Y hace ocho años (2002)
ya prescribió la infracción que se cometió, en cuanto a la contravención, que es de
cinco años. Así que, ¿de qué me van a acusar ahora? (Diario Expreso, 15 enero
2011).

Los desalojos desnudan la compleja dinámica que se vive en la zona, por un lado un
proceso de crecimiento irregular, que responde a la forma histórica como los pobres
acceden al suelo urbano desde los años 50, y que revelan que lejos de ser esporádicas, se
presenta como determinante en la forma de crecimiento urbano; se constata los altos
niveles de pobreza de la población y altos porcentajes de desocupación y de
111
informalidad laboral (Hogar de Cristo, 2012); se vincula a la problemática de las
invasiones, la insuficiencia de las políticas habitacionales y migraciones campesinas no

109 Las autoridades calificaron de esta forma a los loteadores informales que tras la figura de
dirigentes barriales se vinculan con el asentamiento de familias en zonas no permitidas y/o
ilegales.

110 Código Penal. Art. 575-A. Serán reprimidos con prisión de dos a cinco años los que con el
propósito de sacar provecho personal y a título de dirigentes, organicen seudo cooperativas, e
invadan tierras tanto en la zona urbana como en la rural, atentando de esta manera el derecho de
propiedad privada. Art. 575-B. Quien alegando la calidad de integrante de una seudo
cooperativa, invadan tierras ubicadas en la zona rural o en la urbana y negocie sobre aquellas o
sobre supuestos derechos adquiridos en dichas tierras, será reprimido con prisión de uno a tres
años.

111 Hogar de Cristo, en “Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados”, realiza un estudio sobre
este sector, que entre otros instrumentos, analiza su propia base de datos de beneficiarias-
socias de la institución.
110

atendidas por políticas agrarias112. También revela la mercantilización como forma


generalizada de acceso al suelo y a servicios urbanos informales, en una suerte de
urbanización de la pobreza, con costos muchos más altos que la ciudad formal113, a
través de prácticas dirigidas por líderes populares, dirigentes barriales, traficantes y
propietarios de tierra, con fuertes vinculaciones políticas, que permiten capitalizar
políticamente a su favor la población que asentaban en los barrios informales114.
La intervención sobre los asentamientos irregulares, se va definiendo en la
marcha. El Ministro de Vivienda indica:
Inmediatamente después de la visita del presidente al sector, se comenzó un
diagnóstico para determinar cuántas familias se van a reubicar, a priori hablamos
de 5000, que serán reubicadas en Socio Vivienda en Nueva Prosperina. La primera
está copada, pero en este año tenemos el plan de ejecución para 800 familias que
serán reubicadas. Para las zonas consolidadas estamos elaborando una normativa
de legislación secundaria para poder aplicarla en estos sectores, que será enviada a
la Asamblea para su aprobación, mientras se elabora la Ley de Ordenamiento
Territorial, Uso de Suelo, Hábitat y Vivienda. Entrevista a Ministro Solís (El
Universo 11 enero 2011).

Al mismo tiempo la Constructora Carvajal Asociados, presenta |el Proyecto Ciudad


Victoria, ubicado dentro de la zona declarada de reserva, convirtiéndose en el receptor
de la población que será reubicada. Este proyecto que actúa en la lógica de la política
habitacional subsidiada, recibe un importante apoyo gubernamental para acelerar la
construcción de 8000 viviendas que contempla el proyecto; por su parte el Estado
implementa los servicios de educación y construcción de vías de ingreso; se espera que
“las primeras 2000 viviendas se entregarán a finales del 2011 y para Agosto del 2012, se
llegarán a las 3600 unidades, el proyecto se completará en 3 años” (El Telégrafo, 14
mayo 2011)
De esta forma se inicia una intensa promoción del Programa Ciudad Victoria
entre la población a reubicarse del sector de Monte Sinaí, en base a la aerofotografía
existente y complementada con censos poblacionales. Se determinaron que serían 3622

112 La prensa local y nacional hace amplios reportajes entrevistando a académicos y técnicos
vinculados con la temática.

113 Los costos de la informalidad serán referidos en el siguiente subtitulo.

114 La vinculación de dirigentes de “invasiones” y partidos políticos es conocida en la ciudad,


y se remonta a los años 60. Una constante que se mantiene indiferentemente de las ideologías
políticas de los partidos.
111

las familias a reubicarse. Sin embargo la respuesta de la población no es la esperada, las


familias se enfrentan principalmente al requisito de no poder ser sujetas de crédito por
parte del sistema financiero por sus bajos ingresos y alta informalidad; las cuotas y los
años a cancelar la deuda les parece excesivamente altas para sus economías; las familias
no aceptan el prototipo habitacional por ser insuficiente para el número de miembros de
la familia promedio -entre 5 y 6- y porque tampoco permite el crecimiento de la
vivienda; solo se permite el uso residencial de las vivienda (tiendas, talleres o lugares de
trabajo quedan excluidas).
Las familias se niegan a integrarse en la “formalización” propuesta en Ciudad
Victoria, su alternativa es seguir viviendo en sitios similares pero esta vez eludiendo los
desalojos. Haciendo uso de una tremenda racionalidad en aras de su sobrevivencia, se
asientan en los terrenos abandonados o los densifican ocupando los patios cedidos por
sus similares. Por su parte las autoridades declaran la política de “cero a las invasiones”,
intensificando los desalojos sobre viviendas recientes y antiguas; como medida de
presión se les restringe los servicios de transporte público, dotación de agua mediante
tanquero y venta de gas doméstico, con el fin de acelerar su abandono. Muchas “no
salen ni a trabajar por temor que a su regreso no encuentren las viviendas”. Las familias
atemorizadas indican que “pensaron que los desalojos se darían cuando estuvieran
construidas las viviendas ofrecidas”, indican “es que nadie entiende que no tenemos
donde ir a vivir” (El Universo, 27 marzo 2011).
El programa Ciudad Victoria llegó a Enero del 2012, con solo 36 viviendas
construidas de las 2000 programadas. El fidecomiso indica:
Nosotros no contamos con el capital hasta que no entreguemos las viviendas, y la
viviendas no las podemos entregar mientras no tengamos el permiso municipal, y
el permiso municipal no lo vamos a tener hasta que no tengamos un avance de la
obra superior al 70%, la construcción va de la mano con los ingresos que tenemos
(…). Por otro lado, el Proyecto debe atender también a otros clientes de viviendas
de mayor tamaño, ellos deben abonar la entrada, ahí tenemos 700 créditos pre-
aprobados (Diario Hoy 08 enero 2012).

En febrero del 2012, la política de “cero tolerancia a las invasiones”, evalúa sus
resultados con las siguientes cifras: “se han destruido 1521 casas de caña, de cemento y
mixtas, derribado 1579 cerramientos de caña y cemento y 214 armazones con cemento
de propiedad de personas que han invadido dichos sectores de forma ilegal” (Diario
Hoy, 17 febrero 2012). Su meta es que las “3.622 casas que se registraron con
112

fotografía aéreas y análisis georeferencial, en la evaluación de febrero del 2011, se


mantengan. Desde esa fecha se han realizado más de 300 operativos de desalojos y al
menos ocho dirigentes siguen prófugos. Hay un unidad de Comisario, Policía Nacional
y 80 miliares permanente en esa tarea” (Diario Hoy 08 mayo 2012).
El decreto 607, no frenó las invasiones, la oferta de reubicación en el Plan
Habitacional Ciudad Victoria tampoco; para su control se hizo necesaria la creación
con decreto N.° 1227 del Comité Interinstitucional de Prevención de Asentamientos
Humanos Irregulares115, cuya filosofía es manifestada por su titular Julio César
Quiñónez, así:
El tema de las invasiones en muy complejo y este gobierno busca solucionarlo con
una política pública que se llama Comité de Prevención de Asentamientos
Humanos Irregulares, que busca la prevención, ordenamiento y regularización de
todos estos asentamientos (….) La gente viene a la gran ciudad para progresar,
pero no desde el desorden, del hacinamiento; ahora si hay ofertas, proyectos
habitacionales, ahora hay canales, estrategias donde nuestra gente puede ser
atendida, ya no es el traficante de tierra (….) si la gente sigue en invasión, haciendo
caso omiso a las advertencias, haremos desalojo aunque haya costo político (….) la
solución implica reglas, al principio se genera rechazo, pero la gente debe aprender
que si quiere vivienda tiene que ir a los planes regulares formales. Entrevista a
Julio Cesar Quiñónez (Telerama 17 abril 2013)

La política para las invasiones no consolidadas –esto es menos de uno o dos años-
serán desalojadas; se judicializará al traficante o al loteador ilegal. Para las zonas
consolidadas -tres, cuatro, cinco años- la respuesta es servicios públicos. En Monte
Sinaí (Sergio Toral 3 y Avenida Casuarina), que tiene más de 5 años, ahí hay que
trabajar en una lógica en conjunto con el Municipio para legalizar y ordenar, sea
dentro o fuera del límite urbano, para nosotros lo principal es el ser humano y sus
derechos. Para octubre y noviembre el levantamiento de la zona ya concluye y
podemos tener diseños claros de acciones importantes y de impacto (El Telégrafo,
28 septiembre 2012).

A fines de año, recibimos 600 unidades habitacionales del Ciudad Victoria para la
reubicación de las familias, y en el campo preventivo ya se implementó la
ubicación de señalética, para advertir acerca del engaño de los traficantes, así como
pusimos a los traficantes en la lista de los más buscado (El Telégrafo, 20 diciembre
2012).

Bajo esta nueva institucionalidad, las notificaciones para próximos desalojos se


incrementan, los moradores reciben 8 días de plazo para abandonar la zona, “no
queremos que nos boten porque no tenemos donde ir, aquí me quedaré hasta lo último
(...) ya vivimos los primeros desalojos, fue un martirio, todas mis cosas en la calle, mi
casa tumbada, ahora va a ser lo mismo” (Telerama 18 abril 2013).

115 Publicado en Registro Oficial No 747, del 17 de Julio del 2012.


113

Los moradores ahora distinguen del plano de desalojos que manejan el comité de
desalojos -como lo denominan al Comité Interinstitucional de Prevención de
Asentamientos Humanos Irregulares- entre los puntos rojos y los puntos blancos, y
también el manejo arbitrario de esta nomenclatura: “los puntos rojos son las viviendas
construidas antes del 2010, las casas edificadas después de ese año señaladas con punto
blanco son las que serán demolidas. Ahí donde usted está parada es un punto rojo que
fue demolido, porque la dueña se enfermó y fue donde la mamá por ayuda, ahí vino el
comité y la desalojó”. (…) (Entrevista N.° 5)
Aquí han tumbado casas como locos; allá tumbaron una losa y ahora están que nos
quieren sacar a nosotros, si ya tenemos más de ocho años. El comité que hace los
desalojos de a poco, saltándose casas, retirará todas las viviendas, para evitar que
el pueblo se le vaya encima (El Universo, 21 abril 2013).

Los desalojos llegan a su clímax, el 10 de Mayo del 2013, cuando se realiza un masivo
desalojo en el sector de Monte Sinaí, en las cooperativas Thalía Toral 1 y 2. Con un
impresionante despliegue de la fuerza pública, se desalojaron 420 viviendas, asentadas
en 17 hectáreas pertenecientes al Ministerio de la Vivienda. La gobernadora en rueda
de prensa indicó:
Ha sido un operativo masivo en el que participó 1135 miembros de la policía
nacional, 500 efectivos de las fuerzas armadas, 40 agentes de la comisión de
tránsito, personal de la Intendencia de Policía, Empresa Eléctrica y Comité
Interinstitucional de prevención de asentamientos humanos irregulares (…) todas
las personas que están siendo desalojadas en estos momentos, conocían plenamente
de la imposibilidad legal que existe para construir en estos sectores (...) la acción
de desalojo es para mantener cero tolerancia a las invasiones (…) la gente ahora
puede acceder a los planes del gobierno y a los privados como por ejemplo Ciudad
Victoria, pero hay una corresponsabilidad de las familias, no es que el gobierno
producto de la irresponsabilidad de esas familias de haber invadido y haber
construido donde no debieron hacerlo, se les va a dar una vivienda gratuita (…) las
familias tienen que pagar lo que tengan que pagar por esas viviendas (Rueda de
prensa efectuada por la Gobernadora, Viviana Bonilla. 10/05/2013.
http://www.youtube.com/watch?v=gQ0GiLKToyU

Ante la violencia, la población reaccionó con más violencia destruyendo un hospital en


construcción en Monte Sinaí. Otros actores locales se sumaron, como las Universidades,
evidenciando la insuficiencia de políticas de viviendas al alcance de población que vive
en condiciones de precariedad. Interviene la Comisión Permanente de Derechos
Humanos (CPDH), solicitando a la Corte Interamericana de Derechos Humanos
medidas cautelares en contra del Estado ecuatoriano por los desalojos forzosos que el
Gobierno ordenó en un sector de Monte Sinaí. El CPDH argumenta que:
114

El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas


establece que incluso cuando se impongan limitaciones al derecho a la vivienda, se
exige el pleno respeto del artículo 4 del Pacto, en el sentido de que las limitaciones
que se impongan deberán ser determinadas por ley, sólo en la medida compatible
con la naturaleza de esos derechos (económicos, sociales y culturales) y con el
exclusivo objeto de promover el bienestar general en una sociedad democrática
(…) En el presente caso no se está tomando en cuenta dicho requerimiento puesto
que los desalojos han sido ordenados y regulados por el Decreto Ejecutivo 358 del
8 de enero del 2011 y no por una ley expedida por la Asamblea Nacional. Además,
los textos y copias de las notificaciones de desalojo, en algunas de ellas no
constaba el nombre del desalojado, solo las letras NN, entre otros documentos
(Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos CDH, 2013)

Para enfrentar los desalojos, la población se organiza en la Red de Organizaciones de


Monte Sinaí; desde esta instancia logran suspender el desalojo previsto para el 6 de
junio siguiente. Posteriormente nuevas notificaciones de desalojos se entregan a
doscientos veinte familias de la cooperativa La Marías y ciento cincuenta a familias de
la cooperativa Tres Hermanos, estableciendo un plazo de ocho días para que abandonen
el sector, sin que ni desalojos ni retiro voluntario del sector se concreten (El Comercio
10/06/2013).
Desde esa fecha los desalojos han cesado y el conflicto ha dado un giro hacia
el tema de la legalización de las tierras. La Red de Organizaciones de Monte Sinaí,
levanta la bandera de la legalización de la tierra, amparados en la Ley 88 del 2007 y la
reformatoria de la Ley 88 del 2011, que faculta a la Municipalidad a legalizar los
asentamientos irregulares de Monte Sinaí, que conduce a un enfrentamiento entre el
Municipio de Guayaquil y el Gobierno Nacional representado en el Procurador del
Estado, quien le resta competencias en la legalización del suelo en Monte Sinaí. En la
coyuntura, el rechazo a los desalojos y la demanda por legalización de los terrenos que
ocupa la población de Monte Sinaí, hace que el Gobierno cambien completamente su
política: las invasiones ya no serán desalojadas sino legalizadas; para lo cual desde la
Asamblea Nacional se prepara la reforma de la Ley 88 de Tenencia de la Tierra:
Vamos a dar espacio a reformar esa ley en el punto específico que permite a
aquellos posesionarios, moradores, asentados hasta antes del 28 de diciembre del
2010 a legalizar sus territorios, pero no solo legalizar por legalizar, legalizar con
planes de vivienda, que permitan una calidad de vida mejor. Declaraciones de la
Asambleísta Marcela Aguinaga (Ecuavisa 24 julio 2013)

En esta nueva estrategia que trata de recuperar el control político en Monte Sinaí, la
Secretaría de Asentamientos Irregulares, socializa la reforma a la Ley 88 planteada por
la Asamblea, con una Feria en la que participan 9 asambleístas de Alianza País; la
115

reforma en lo sustancial plantea la legalización de las tierras a través del Ministerio de


la Vivienda como propietario de las misma, dejándole al Municipio la tarea del
levantamiento de la ficha catastral (Asamblea Nacional, Marcela Aguinaga, 7 agosto
2013).
Para garantizar que no habrá más desalojos, se entrega noventa certificados a
las familias residentes de la Cooperativa Thalía 1 y 2, que confirman su residencia en el
sector antes del 28 de diciembre del 2010 y su reubicación en los Planes Habitacionales
que el Gobierno promueve en el mismo sector. Se prevé la entrega de 16.000
certificados de ese tipo (El Telégrafo, 6 agosto 2013). 60No se trata de “legalizar por
legalizar”, sino de “reubicaciones en planes habitacionales”. La vaga referencia en el
sector de estos proyectos es que su construcción -para la población y otros actores
locales- involucra su inminente desalojo, puesto que ellas están ubicadas precisamente
en las tierras que el Miduvi declara ser su propietario.
Del proyecto (PNDU) algo se ha escuchado. También he escuchado de una
centralidad, pero esta tiene que venir acompañada de muchas otras medidas, y
supongo yo que todo eso va a requerir de muchos más desalojos (…..) en esa
dirección camina la reforma a la Ley 88 (que legaliza la tenencia de tierras a favor
de moradores y posesionarios de predios en Guayaquil, Samborondón y El
Triunfo), que se tramita en la Asamblea Nacional (…) Es una ley que va a permitir
al Gobierno desalojar amplios sectores de la zona consolidada. Declaraciones de
Luis Tavara, director de Hogar de Cristo (Diario Expreso, 26 agosto 2013)

Como la población desconoce la naturaleza y carácter de los Planes Habitacionales para


Monte Sinaí, su valoración de las reubicaciones, es a partir de las sucedidas en el
Proyecto Ciudad Victoria, reeditando las contradicciones ya analizadas entre la lógica
de la necesidad y la lógica del mercado.

Origen del Asentamiento: Horizontes del Guerrero, un estudio de caso


Los orígenes de Horizontes de Guerrero se remontan a fines del año 1997, cuando
conocidos traficantes de tierra de Guayaquil, invaden una amplia zona contigua a la
actual Escuela Politécnica del Litoral, en la vía perimetral (El Universo, 10 julio 2005)
(Mapa N.° 7)
Esta zona forma parte del predio “Alegría” de 828,20 hectáreas localizado en el
km 8,5 de la vía a Daule, que en 1980 había sido tomado en posesión por campesinos
agrupados en el Coop. Agraria Francisco Jácome, y que fuera objeto de reversión a su
116
117

favor por parte del IERAC en marzo de 1983. Sin embargo, los “propietarios” de la
tierra representados en Propiedades y Terrenos S.A. PYTSA -de la cual es accionista
Dolores Parra Viuda de Chiriboga-, a través de su gerente, el Mayor (r) Vicente Mata
Yerovi , se niegan a revertir la tierra y en una controvertida “donación” entregan parte
de los terreno al Batallón Quinto Guayas 116 con el fin de tener su protección e inicia un
hostigamiento a los posesionarios, que desata en 76 desalojos registrados entre 1982-
1988, con la participación de autoridades locales de entonces y los militares. Los
pobladores lograron resistir los desalojos manteniendo el control de las tierras con la
posesión de las familias desde la vía Daule hacía el oeste (Tamayo, 1994:18).
En 1987 se adjudica la construcción de la vía perimetral117, la cual “incentivó
a nuevas invasiones siguiendo el trazado de la misma, proceso que se ha mantenido
durante las dos últimas décadas” (Villavicencio, 2011:111), pero además fracciona los
terrenos de la Cooperativa Francisco Jácome, diferenciando dos zonas: la consolidada
desde la perimetral hacia el este y la que estaba en proceso de ocupación desde la
perimetral hacia el oeste.
Para la fecha, -con excepción de la Isla Trinitaria que quedo integrada a la
trama urbana con la construcción de la vía perimetral-, las ocupaciones de suelo se
daban al norte de la ciudad. En septiembre de 1986, se invadieron terrenos de una
hacienda localizados en el Km 10.5 de la vía a Daule, dirigida por Carlos Castro, dando
inicio a Bastión Popular, con los bloque 1,2,3,4 y 5 Para 1987 la invasión avanzó hacia
el norte y ocupó los predios de Cerro Colorado, San Colombano y cerro Jordán, estos
últimos de propiedad del Banco Ecuatoriano de la Vivienda, conformando los bloques:
6,7,8,9,10 y11, copando la zona hasta llegar al bloque 16 118. El 1988, hay un intento
por parte de Carlos Castro de invadir las tierras de la Cooperativa Francisco Jácome,
pero fue resistido por los pobladores, dirigiendo sus acciones a la zona de la
cooperativa Francisco Macías Burnham, localizada a la altura del km 22 de la vía

116 Corresponde al área en la que actualmente esta construidas la villas de la Florida del BEV

117 http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/perimetral-hay-19-ciudadelas-a-los-lados-de-la-
via-429662.html. Consultada el 30/07/2013.

118 Diario El Comercio 16 septiembre 2010


118

perimetral, a la que invadió en 1990, cambiando su nombre por la actual Flor de Bastión
que comprende 23 bloques (Entrevista N.° 5). Le sucedieron en la misma zona las
cooperativas, Paraíso de la Flor, con 10 bloques; el Fortín de la Flor; Guerreros del
Fortín; esta vez bajo el control de Zenaida Castro, su hija, quien le sucedió luego de
que fuera asesinado en el año 1990. A la muerte de Castro, varios dirigentes que
actuaban bajo su mando, tomaron la dirección de las invasiones, entre ellos Balerio
Estacio, Tony Estacio, Sergio Castro, quienes continuaron formando nuevos
asentamientos informales en la zona, como Valle de la Flor, Tiwinza de la Flor, y los 9
bloques de la cooperativa Balerio Estacio, entre los años 1990 y 1996 119.
La cooperativa Francisco Jácome en el año 1990, inicia juicio de Prescripción
Adquisitiva de Dominio en contra de la Sra. Dolores Parra Viuda de Chiriboga, su
propietaria, recibiendo sentencia judicial a su favor en el año 1993, sobre las 828,20 há
del Predio Alegría. Sin embargo, la municipalidad de Guayaquil, se negó a catastrar
dicho predio, aduciendo que sobre el mismo existía propiedad a favor de PYPSA120
(Entrevista N.° 5).
Con la ampliación del límite urbano en 1991, el 90% del predio Alegría, pasa
a ser tierra urbana121; la amenaza de invasión era permanente, hasta que en 1997 los
cooperados de la Francisco Jácome, no pudieron enfrentar a invasores, militares,
“propietarios”, políticos y autoridades, que actuando en conjunto, incursionaron sobre el
área que estaba en proceso de ocupación localizada de la vía perimetral hacia el Oeste,
expulsando a los dirigente de la cooperativa y quemando 1500 viviendas levantadas por
sus socios. La zona fue repartida entre traficantes y militares, rápidamente ocupada y

119 La organización territorial de las familias en “bloques”, se originan en las cooperativas


del Guasmo con Unión de Bananeros Bloque 1, 2, 3 ,etc hasta el 6. En el norte la retoma Carlos
Castro y luego se institucionalizan a tal punto que la Municipalidad las reconoce como tal para
su legalización. Esta forma de organización responde a la necesidad de tener unidades
territoriales más pequeñas para su control

120 En 1993, bajo el Partido Social Cristiano, era Alcalde de Guayaquil el Ing. León Febres
Cordero, Vicealcalde Luis Chiriboga Parra (hijo de Dolores Parra), Concejal Eduardo
Fernández Menéndez (hijo de Gastón Fernández Borrero, presidente de PYPSA, quien le
sucedió al Mayor Mata Yerovi en el conflicto por el Predio Alegría luego de su fallecimiento).

121 Ordenanza Reformatoria de Delimitación Urbana de la ciudad de Santiago de Guayaquil,


publicada en el R.O Nº 828 del 9 de Diciembre de 1991
119

controlada por los nuevos dirigentes, formándose alrededor de 15 nuevas cooperativas,


una de esas fue Horizontes del Guerrero.
Nos pudieron invadir, porque se unieron todos los invasores: Balerio Estacio, Tony
Estacio, Sergio Toral, Zenaida Castro, Enner Parrales, en asocio con miembros del
ejército, que se mantenían en posesión de un área aduciendo haber recibido en
donación del Mayor Mata. Ellos tenía un fuerte armamento, ellos eran concejales y
consejeros del Partido Social Cristiano, estaban respaldados por el alcalde León
Febres Cordero; tenían jueces que nos persiguieron acusándonos de asesinatos;
cuando quisimos retomar el control de nuestras tierras, ya todo estaban poblado;
los del ejercito se hicieron más atrás, en los terrenos que después le vendieron al
Miduvi, donde ahora es Socio Vivienda (Entrevista N.° 5).

En 1997, el bloque Social Cristiano del Congreso Nacional, presenta la Ley 37, sobre
expropiaciones y legalizaciones de tierras a favor de sus ocupantes en la ciudad de
Guayaquil, la misma que se aprueba y que afecta a parte de los terrenos de la Coop.
Francisco Jácome, comprendidos entre la vía a Daule y la Perimetral, beneficiándose de
de esta expropiación, quienes aparecían como presuntos propietarios, en este caso
PYTSA -Chiriboga-Mata-Fernández (Entrevista N.° 6).
La cooperativa Francisco Jácome, insiste ante la Municipalidad de Guayaquil
el catastro del predio Alegría a su favor en base a la sentencia judicial de prescripción
adquisitiva de dominio de 1993, recibiendo luego de 14 años, esto es en el año 2007
informe negativo, bajo el argumento que sobre el predios hay superposición de títulos,
incluyendo uno a favor del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armada ISSFA.
Inician entonces un juicio contra la Municipalidad de Guayaquil, en la Corte
Constitucional, y ésta con fecha 6 Abril del 2009, se pronuncia a favor de la
Cooperativa, reconociendo su propiedad y ordenando al Municipio de Guayaquil el
Catastro de todo el predio Alegría de acuerdo a la sentencia del Juicio de Prescripción
Adquisitiva de dominio del año 1993.
Según Informe Municipal, sobre terrenos del Predio Alegría de propiedad de la
Cooperativa Francisco Jácome, existe un área ocupada por el Proyecto Urbanístico
Socio Vivienda que corresponde a una superficie de 245,77 hectáreas, registradas a
nombre del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, otorgadas por el Instituto de
Seguridad Social ISSFA, conforme a escritura inscrita en el Registrador de la Propiedad
el 2 de Abril del 2009, cuya I etapa esta aprobada por el Concejo Cantonal con fecha 22
de diciembre del 2008. Al caos jurídico existente se suma otro actor: el Ministerio de la
120

Vivienda, quien ejecuta sobre parte de los terrenos reconocidos a favor de la


Cooperativa Francisco Jácome el programa Socio Vivienda (Expreso, 20 marzo 2011).
En el año 2007 se promulga, un nuevo decreto sobre legalización de tierras en
Guayaquil, la Ley 88, que incluye todos los asentamientos informales dentro del límite
urbano y que afecta a las cooperativas asentadas en terrenos de la Cooperativa Francisco
Jácome, invadida en el año 1997.
La disputa por las tierras invadidas enfrentó a dirigentes y militares quienes
reclamaban la propiedad para sí:
Un tiempo querían desalojar los militares, dice que esa tierras eran del ISSFA, ahí
desaparecieron todos los dirigentes, los ayudantes de los dirigentes no venía, los
militares dijeron que nos iban a sacar de ahí, nosotros le decíamos que no teníamos
donde vivir, hablando nos dijeron que ellos le habían vendido de ese árbol para acá,
al dirigente Tony Estacio, y este señor se paso para acá; esto donde está usted, no
está vendido a ningún dirigente; yo le dije: yo no he sido invasor, yo vine ahora
último y compré, ellos decían que era tierra de ellos, que le habían comprado no se
a quien y que la estaban vendiendo. Ellos dijeron toda esta área va a salir, nosotros
nos quedamos esperando. Ningún dirigente ni con quien hablar, nadie; se fueron
los militares, después llegaron los dirigentes y dijeron ya hablamos, ya no tengan
miedo, ya arreglamos todo, no hay ningún problema, pueden hacer su casita. Ese
fue el único intento de desalojo (Entrevista N.° 8).

En el año 2009, cuando se inicia la construcción del Programa Socio Vivienda por parte
del MIDUVI, Horizontes del Guerrero, sufre una nueva ocupación de los cerros que
hasta el momento no habían sido ocupados:
Cuando yo llegue (1998), estaba casi lleno y después de un año ya se completó,
solo quedo libre por la parte alta. Allá en lo alto no quisieron vender, porque nos
decía, trabajen esa parte, siembre maíz, lo que quieran, esa tierra ya está vendida a
una cantera, pero después la invadieron. Un militar llegó a invadir, porque el
decía que esa tierra era del ISSFA, el trajo la gente y le cobro 200 dólares por cada
solar, eso fue hace 3 0 4 años (2009), fue antes de que el presidente diga no a las
invasiones, no estaba decretado el que no a las invasiones, eso lo poblaron
rapidito, todavía no habían las villas de abajo de Socio Vivienda (Entrevista N.° 8).

Luego de promulgado el decreto 607, Horizontes del Guerrero y los asentamientos


aledaños, recibe familias desalojadas del sector de Monte Sinaí:
Llegaban ahí a ver los solares, como la gente se porta, si había solares vacío para
meter a otra gente, si habían terrenos vacíos porque la gente compraba para tener
ahí y no construían, era para toda esa gente que estaban desalojando de Monte
Sinaí, pero cuando lo cogieron preso a Balerio Estacio, don Tony Estacio también
salió corriendo (Entrevista N.° 9)

En el invierno del 2013, la primera etapa del Programa Socio Vivienda, sufrió una
inundación ocasionada por deslizamiento de los cerros que la circundan que están
121

siendo “invadidos” por población desalojada de Monte Sinaí, por este motivo los
desalojos también llegaron a esta zona:
Mi hijo dijo que en una reunión abajo en las villas oyó decir que todos los de las
lomas van a salir, nosotros también, porque toda esta tierra baja y quedan tapados.
Una señorita que había llegado por parte del gobierno dijo que va a haber otra
reunión porque todavía no está planificado bien. Dicen que están desalojando a los
de la Nueva Prosperina al fondo, que les estaban dando un papel para que vayan
desocupando con tiempo. Yo también estoy con temor, si me desalojan donde me
voy a vivir?. Dicen que los de Monte Sinaí están viviendo en la calle o haciendo
ramadas para poder vivir. Ahí tengo una familia mía, a ella la desalojaron, fue
buscando a los suegros para ir allá a posar, con todas sus cosas botadas. Yo
también quería arreglar mi casa, pero ahora estoy pensando que no hay seguridad.
Yo tengo escritura, eso es seguridad, pero igual, nosotros fuimos al municipio
donde se sacan las escrituras a preguntar, la señorita dijo que estaba bien, que no
tengamos miedo porque no nos tocan. Solo a los nuevos invasores los van a sacar,
no se para qué el gobierno quiere esa tierra (Entrevista N.° 9)

Estructura de los mercados informales de suelo


En términos generales, el proceso de constitución de una ocupación informal tiene la
siguiente secuencia: i) la ocupación individual y/o colectiva de la tierra; ii) la rápida
construcción de una vivienda precaria; iii) una larga inversión familiar en la mejora de
la vivienda; iv) la división de la unidad residencial en fracciones familiares.
La estrategia del urbanizador informal, es la ocupación ilegal de tierras. De
esta forma evita el costo que implica su compra, lo que lleva a obtener mayores
ganancias, pero aumenta el riesgo de su ocupación, por ejemplo con un desalojo. En
esta figura hay una trasgresión jurídica a la norma de la propiedad asociada a una
irregularidad fundiaria, manifiesta por la imposibilidad de las familias pobres de
disponer de los recursos necesarios para adquirir un terreno para edificar su vivienda
por la vía formal, recurriendo como estrategia a la ocupación de suelo -público o
privado- por la vía de la ocupación informal.
Pero el costo de una invasión por la posibilidad de un desalojo, trae
consecuencia que ni los ofertes, ni los demandantes, están dispuestos a pagar, por lo que
el urbanizador informal procura encontrar suelo que garantice su posesión salvando este
escollo, recurriendo a una asociación concertada o presionada entre propietario de la
tierra y urbanizador informal; así se introducen las relaciones mercantiles en el proceso
de ocupación del suelo. Pero al mismo tiempo para que se concrete la relación
mercantil, el precio del suelo debe ser asequible a la demanda, lo cual es posible si está
122

desprovisto de su condición de uso, esto es de infraestructura urbana, vialidad y


servicios públicos. El fraccionamiento que se hace de estos terrenos, sin infraestructura
y violando la normativa correspondiente en relación a uso de suelo, tamaño de lote,
densidades, etc., remite a un tipo de irregularidad urbanística y también se relaciona
con una demanda imposibilitada de acceder a suelo urbanizado en el mercado formal.
La ocupación de territorio no es casual, responde a una estrategia en función
del territorio a ocuparse: el carácter de su propiedad, la ubicación en relación a la
ciudad, a la trama urbana, las vías colindantes, las condiciones topológicas y
topográficas, las posibilidades de combinar el uso residencial con otros usos (por
ejemplo comercial). Cada una de estas condiciones son factores de generación de renta,
que son anexadas a las ganancias del urbanizador informal.
La estrategia inicial sin embargo es poblar el sector, con el objetivo de atraer
más clientes y generar un fondo que permita una mínima inversión para continuar el
poblamiento. La fuente de reclutamiento de la demanda son los asentamientos
informales desarrollados anteriormente. Los testimonios de algunos dirigentes lo
revelan:
Para ocupar una nueva invasión, se lleva gente de las invasiones anteriores, y de
ahí, cada uno se encarga de llevar a más gente, los primeros reciben el terreno sin
pagar (Entrevista N.° 7)

Caicedo estaba llevando gente, el que trabajaba con el dirigente; vamos nos dijo,
allá hay tierra, no le vale nada, después pueden pagar pero ya no les va a costar
mucho; a mí me quiso llevar, yo le dije no, para lo mas de vivir aquí me quedo, mis
hijos si decían: vamos papá, yo les decía: si aquí es lejos, peor que me voy a ir allá,
más lejos, mas sufrimiento (Entrevista N.° 10)

Regalamos los terrenos, lo que interesa es que vengan a hacer presencia. Después
pedimos aportes para autogestión (…) Todas son familias con seis a ocho hijos y a
ellos no se les puede negar un terreno (…) Por medio de rifas y bingos se obtiene
dinero para el relleno y lentamente el estero desaparece. La autogestión también
sirve para financiar una brigada barrial formada por guardias del mismo sector.
Entrevista dirigente de la Isla Trinitaria (El Universo, 10 julio 2005)

Se crea una cooperativa de vivienda, y se paga una pequeña cuota de inscripción y


aportes para abrir y rellenar las calles; luego el gancho para atraer a las masas en
regalar espacios, se donan unos cien o doscientos solares a las familias con quienes
se ha mantenido reuniones, luego viene más gente, que es la gente que paga y
ayuda a recuperar la inversión. Entrevista a dirigente Monte Sinaí (Diario El
Universo, 10 julio 2005).

La inexistencia de infraestructura, garantiza un precio del suelo accesible a la población


demandante, por eso las mínimas obras se remiten a la apertura de calles y la definición
123

de lotes. Generalmente los loteadores, actúan sobre el terreno con planos de ubicación,
levantamientos topográficos y loteo, para lograr una integración del asentamiento a la
malla urbana existente y una división de lotes que no genere conflictos posteriores entre
moradores, que favorezca el proceso de legalización y la dotación de infraestructura.
Para la producción de un asentamiento existe una estructura que se encarga
por un lado de la producción material y “especializada” del mismo – apertura de calles,
loteo, dotación de energía- , y por otro lado el control del asentamiento para asegurar el
pago de los lotes y servicios que se generan al interior. La complejidad de esta
estructura depende del tamaño del asentamiento, cuando un asentamiento es grande se
lo divide en bloques y cada bloque actúa como una unidad articulada a una estructura
central.
La estructura de control, responde a una organización piramidal con roles
específicos. En la cúspide de la pirámide esta el líder, éste generalmente combina su rol
de dirigente con el de político122, es el encargado de imponer las reglas de
funcionamiento del asentamiento 123 y de garantizar que funcionen; a pesar de no tener
presencia diaria en el sector, todos los moradores conocen de su existencia. Su
presencia se hace necesaria cuando se trata de la resolución de un problema mayor
como en el caso de la amenaza de desalojo, la reventa o la falta de pago de los terrenos.
Su rol es la hacer cumplir las reglas y cuando estas se quebrantan, restituir el orden,
para el funcionamiento de la cooperativa.
En la escala de jerarquías le sigue los dirigentes de bloque124. Este es un
dirigente de máxima confianza del líder, es el encargado de establecer los vínculos
entre el líder y los moradores, y de canalizar los flujos monetarios provenientes de la
venta de la tierra y cobro de servicios; su presencia en la comunidad es semanal,
coincidente con la forma de pago de los solares. Sigue en la escala el dirigente de

122 Quien lideraba Horizontes de Guerrero, a la fecha de la invasión era Consejero Provincial
del PSC, actuaba además como líder de varias cooperativas. En ausencia de éste, quien lideraba
la cooperativa era su hermano..

123 En Guayaquil, los asentamientos informales y/o irregulares, toman el nombre de


cooperativas (de vivienda), aunque no se tengan el reconocimiento legal de las mismas.

124 El número de bloque depende de la dimensión del asentamiento. En Guayaquil hay


asentamientos que tienen hasta 19 bloques. Cada bloque tiene entre 900 y 1000 familias,
número que permite su control directo por parte del dirigente.
124

manzana125 que son los que ejercen el control diario sobre las familias, se encargan de
conectar a las nuevas familias que llegan buscando terreno con el dirigente superior o
líder y de ubicarlas una vez acordada su incorporación a la cooperativa. Cada dirigente
de manzana tiene bajo su responsabilidad un promedio de 4 manzanas. En la base de la
pirámide están los guardias, su rol es la protección del asentamiento de posibles
desalojos o conflictos que se ocasionan con otros dirigentes de asentamientos aledaños,
o entre familias; lleva el control diario del asentamiento, por eso viven en la misma
cooperativa.
El dueño de esa cooperativa era Tony Estacio, pero los encargados eran William y
Caicedo; William se encargada de cobrar, él no vivía llegaba solo los domingos a
cobrar, otro encargado del sector era Caicedo, él si vivía ahí, él era guardia, ya
murió, un morenito (Entrevista N.° 10).

El casi no subía acá porque decía que se había convertido al evangelio y ahora era
pastor. Los que venían eran los dirigentes encargados, pero todos sabíamos que el
que mandaba era Estacio (Entrevista N.° 12)

Aunque no existe un reglamento formalmente establecido, todos conocen las reglas que
rigen en el asentamiento y que son de estricto cumplimiento. Las reglas son de tipo
económico, aportes en formas de cuotas por concepto de pago de inscripción, pago del
terreno, pago de punto de luz, cuota para reposición y/o reparación del transformador
cuando se daña o explota, cuota para el mejoramiento de calles, y el servicio de
guardianía.
Usted se atrasó alguna vez en el pago?. A veces ellos -los que cobraban- no
llegaban los domingos, pero mis pagos fueron siempre puntuales, a veces no tenía
los 20 mil, le daba los 10 mil, pero nunca deje de pagar; ellos nos daban un recibo
por los pagos que hacíamos. Cuando terminamos de pagar nos dio un comprobante
para que podamos sacar la casa en Hogar de Cristo sino no podíamos sacar la casa,
después vino el censo del municipio (Entrevista N.° 10).

La aceptación y financiamiento de los guardias es otra de las reglas, el servicio es


obligatorio y financiado por los moradores. Las familias los aceptan porque consideran
que viven “con más tranquilidad, porque los protegen de la delincuencia”. Los guardias
conforman el equipo básico inicial del asentamiento, son los encargados de desbrozar,
abrir calles y medir los lotes; y permanecen en la comunidad hasta cuando el dirigente
disponga que su presencia sea necesaria.

125 Una manzana promedio tiene entre 20 y 25 solares. En el caso de Horizontes del Guerrero,
la conformación de manzanas es más complejo por tratarse de un terreno irregular.
125

Tony Estacio venía a revisar donde uno vivía, la manzana, y preguntaba quien le
vendió, uno le daba el nombre y decía, ah, ya esa es mi gente. Porque los de Sergio
Toral tenían otra área al lado, ellos no se llevaban eran enemigos, decían que
avisaran si ellos se querían pasar por eso estaban los encargados (Entrevista N.°
10).

Otra regla, es que la familia que llega al sector, viva en el sector; esta es una forma de
promover que la zona se consolide rápidamente para atraer a nuevas familias, pero
sobre todo porque las familias son las que financian la producción de estos
asentamientos, con las cuotas que pagan por mejoras en el barrio; siendo mayor el
número de familias, las cuotas son menores, la consolidación avanza y el proceso puede
reproducirse nuevamente en otro asentamiento. En caso de que esta regla no se cumpla,
se pierde los derechos como morador y todas las cuotas hasta el momento canceladas.
Vivir en el sector significar construir la vivienda y permanecer en ella, por más precaria
que sea. Si se ha construido la vivienda pero no se vive en el sector, también es causa
de separación, en este caso dependiendo del dirigente y del monto de la inversión, se
hace una devolución. El solar y la vivienda son ocupados por una nueva familia.
Una señora de Milagro estaba vendiendo un solar, porque no podía hacer la casa, y
ya le habían dicho varias veces que tenía que hacer la casa. ¿Cuánto pide? le
pregunté, un millón de sucres, me dijo. Ella había comprado a don William y él me
dijo que la señora compró y se desapareció sin pagar todo, me dijo: ella solo dio la
entrada y si usted lo quiere comprar, yo se lo vendo; y si la señora viene a
comprar, le devuelvo a ella su plata lo que pagó y usted me sigue pagando a mí.
Ahí compré el solar para mi hijo. Tengo dos solares juntos (Entrevista N.° 10).

Las reglas también son de orden moral, estas se relacionan con el respeto y fidelidad
que deben tener con el líder y dirigente y adoptar una convivencia adecuada dentro del
barrio y dentro de sus familias; se expresan con el pago puntual de sus compromisos
económicos, atendiendo las convocatorias a reuniones de los líderes, la prohibición de
consumo de alcohol, drogas, violencia intrafamiliar, hurtos entre familias, manejo de la
basura, entre otros.
Qué es portarse bien?. Portarse bien, es que no haya problema, por ejemplo cuando
me vendieron la tierra fue hasta aquí y yo no me pase de mi límite. Yo respeté mi
lindero. También portarse bien es cualquier reunión, para los guardianes, pagar la
guardianía de 50 centavos semanal. La luz, no podíamos robar, tampoco se podía
dar la luz al vecino porque cada uno paga lo suyo, así decía el dirigente; si el
vecino quiere luz, tiene que hablar con nosotros para nosotros ponerle el punto de
luz; ya usted sabe cuánto vale, es solo para usted, a veces los vecinos dan luz a
cambio de algo para que se queden callados, pero los guardias se dan cuenta y ahí
comienzan los problemas. Yo tuve un problema con Caicedo, porque cuando vino
mi hijo a vivir, al terreno de al lado yo le pasé un cable para que coja luz y vino a
reclamarme, pero yo le dije, si él es de aquí mismo, es mi hijo; será tu hijo, pero
126

ese es otro solar y cada solar tiene su punto de luz, tuve que pagar (Entrevista N.°
10)

El cumplimento de las reglas, es de vital importancia en los asentamientos informales,


pues estas se convierten en normas de convivencia y garantía de producción y
reproducción del asentamiento. El ejercicio del desempeño de las reglas está en
relación a los roles definidos en la estructura de control. Las reglas “superiores” que
implican tomas de decisiones, definición de estrategias, movilización de recursos, etc.,
las toma el “líder”. Hay otras que están en manos de los dirigentes de bloque y/o
manzana, porque son de menor importancia o porque requieren ser tomadas por alguien
que tiene permanencia cotidiana en el sector. Si en el ejerció del cumplimiento de las
reglas se presenta algún tipo de abusos, por parte de quien la ejecuta, los moradores
están el libertad de acudir a la autoridad que ellos consideran superior para plantear el
conflicto y buscar su resolución, reponiendo así los daños causados por el abuso, por
ejemplo la devolución de una cuota doblemente cobrada. Los abusos por el exceso de
autoridad son reconocidos y castigados colectivamente, tanto para recuperar la
confianza que los moradores tienen en sus dirigentes, sobre todo en su “líder”, así
como para demostrar ante el colectivo quien es el que ejerce la autoridad superior.
Yo pagué $400 por el derecho de posesión de dos solares, para mis hijos, pero a los
seis meses vinieron los guardias a quererme sacar, diciendo que yo no hacía la
casa, pero lo que pasaba es que había un comprador que quería pagar $ 1000 por
cada uno. Pero yo no me dejé, les dije: solo muerta me sacan de aquí”. Yo me fui a
quejar al jefe de ellos, él vino y arregló todo (Entrevista N.° 13)

La confianza y lealtad son los valores más importantes presentes en los asentamientos
informales y actúan como uno de los mecanismos que permite que los asentamientos
funcionen y se reproduzca. Son valores producidos social e históricamente, se generan
en las relaciones personales que dirigentes y familias establecen cotidianamente en la
consecución de objetivos compartidos, se facilitan porque tanto compradores como
vendedores comparten rasgos culturales y sociales similares; se refuerza por el éxito
que se demuestra en lograr esos objetivos y por la suma de éxitos que se logre acumular.
Frente a la ilegalidad de la propiedad, son las relaciones de confianza
recíprocas las que sustituyen los mecanismos formales de contrato para la compra-
venta de terrenos, personificando las relaciones mercantiles y permitiendo sin que
medie contrato alguno, los terrenos se compren y se vendan. La confianza permite
además generar mecanismos y facilidades crediticias para acceder a la compra del lote,
127

así como para cambiar las condiciones de estos mecanismos, ofrecer facilidades ante la
eventualidad del cambio en las condiciones económicas de la familia, que son
recurrentes por la mismas condiciones de vulnerabilidad en que viven, como puede ser
la presencia de una enfermedad o la pérdida de un empleo, por ejemplo.
Mi sobrina me presentó a don William, le dijo, él es mi tío, ellos vienen de Manabí
y no tiene donde vivir, el me llevó a enseñarme dos terrenos que estaban de venta,
me dijo que valían un millón doscientos mil; ahí hablamos, le dije que no tenía
trabajo y me llevó a que hablara en la oficina con el dueño que era Tony Estacio.
Como ya le conocía a mi sobrina me dejó en 700 mil. Eso era mucha plata, porque
no había, no los tenía, ellos dijeron que por lo menos de le 100 mil, en ese
momento le di los 50 mil que tenía y el fin de semana le di los otros 50. Le fui
pagando poco a poco, 20 mil cada semana. Don Tony le dio así no mas la tierra sin
conocerlo?. Sí, me aceptaron rápido, mi sobrina les habló, les dijo que era su
familia, ella tenía un año antes que yo, ella me garantizó (Entrevista N.° 10)

La relación de confianza y lealtad, se cuidan celosamente, y si por algún motivo se


resquebrajan, son inmediatamente restituidas a través de mecanismos de coerción,
puesto que lo que busca el vendedor es poder reproducir la venta de terrenos a nuevos
compradores. El uso de la fuerza y amenaza, puede parecer que las relaciones entre
dirigentes y pobladores emergen en un ambiente de contradicciones, sin embargo para
los compradores esta es una forma concreta de acceder a vivienda, lo que deviene en
gratitud.
Por el abogado -se refiere a Balerio Estacio- dejé de pagar arriendo en Mapasingue
oeste, gracias a él tengo un terreno, por el que pagué algo más de $ 1000 dólares”
Entrevista No.14).

Hay que luchar, tengo dos solares que son para mis hijos. Pagué $ 400 por los
derechos y algún día levantaré la casita (Entrevista N.° 13).

Usted se siente agradecido con los que le vendieron la tierra?. “Por una parte si
porque no tenía donde vivir”. Y no tiene rabia porque le cobraban?. “No porque
hubo facilidad de pago. Gracias a Dios ahí estoy viviendo (Entrevista N.° 10).

Las relaciones entre dirigente y compradores, no terminan con la compra del terreno, al
contrario, con la compra-venta del terreno se inicia una larga relación que termina
cuando el asentamiento se consolida. El dirigente muestra una gran preocupación por
problemas cotidianos que se generan al interior de las familias, castigan a los “maridos
que pegan a sus mujeres”, a los chicos que consumen drogas, la pérdida de la ropa
tendida en los cordeles de los patios, la pérdida de los animales domésticos, los
protegen contra la delincuencia local y la externa, aquí se vuelve funcional la
guardianía. Esta preocupación por el bienestar familiar, es capitalizada en el momento
128

de pedir su colaboración en dinero o en mano de obra, para hacer mejoras barriales; o


para que participen en las organizaciones que se van formando funcionales al proceso
de consolidación barrial como el comité por la escuela, por el centro de salud, por el
agua, etc, Incluso dejan de establecerse en el plano eminentemente utilitario y práctico,
para convertirse en relaciones que permiten la movilización social en demanda de un
servicios o la movilización política en apoyo a un candidato cerca del poder.
En la definición del precio de los lotes intervienen varios factores: a) de
calidad de la tierra, en donde cuenta las consideraciones topológicas y topográficas,
terrenos planos o en cerros, esquinero o medianeros; b) de localización, ubicación del
lote en relación con la accesibilidad, centralidad, en vía de circulación del transporte
público, áreas potenciales para el comercio; c) de factibilidad de servicios públicos,
que considera las potencialidades en el acceso a servicios de infraestructura -energía,
agua, alcantarillado, vías-, servicios de educación, salud y la legalización del suelo.
El mercado de lotes informal ajusta su precio dependiendo de al menos tres
consideraciones: a) la propiedad del suelo, su condición de “legal o ilegal”, el carácter
de la propiedad privada, público o comunitario; los conflictos judiciales o
extrajudiciales que se presenten; la concurrencia de otros agentes con intereses en el
fraccionamiento, como propietarios que se asocian con los lotizadores informales,
autoridades y políticos; b) la flexibilidad en los términos de contratación, el uso
inmediato del terreno, la ausencia de requisitos formales para el otorgamiento del
crédito, el monto de las cuotas de entrada y de los pagos mensuales, la regularidad o
irregularidad de los pagos, la variación en el monto de las cuotas; c) los tiempos que
estime el loteador en que se va a “recuperar” las ganancias por el fraccionamiento, lo
cual depende tanto de las condiciones internas -capacidad de pago de los compradores,
manejo de conflictos-, como condiciones externas -empleo, otras ofertas similares,
restricciones de la autoridad-.
De esta forma, los precios resultan ser muy variados, pero nunca inferiores a
un valor que le permita al urbanizador informal quedarse con una renta; éste impone el
precio por el carácter “oligopólico” del negocio y por la poca o nula información que
circula en torno a éste. El precio también incorpora un componente de ganancias
anticipadas, por las expectativas de servicios de infraestructura y legalización,
convirtiéndolas en un atributo con el que se venden y compran los terrenos informales.
129

Los éxitos presentados en otros asentamientos refuerzan esta situación. La aceptación


del precio por parte del comprador, se debe además a la racional decisión del
comprador por la proximidad que presenta a la fuente de trabajo a partir de la valoración
del tiempo y costo de movilización y fundamentalmente a la presencia de una red de
relaciones familiares que forman parte y le garantizan estrategias de vida a la familia
popular.
El tamaño del lote, resulta de la conjunción de varios elementos. Son
importantes las consideraciones económicas, ya que cuando se define el número de
lotes, se debe incluir un porcentaje de estos que son inversión sin retorno y que sirven
de “enganche” a futuros compradores; pero también pesan las consideraciones
culturales, en relación al número de miembros de la unidad doméstica, más allá del
núcleo familiar, sustantivas en la reproducción cotidiana de la familia popular. Aquí
también se considera las posibilidades de generación de recursos monetarios y no
monetarios que brinde el lote, en actividades económicas permanentes y/o esporádicas
referidas a pequeños negocios, talleres, cría de animales y huertos. El tamaño del lote
de las ocupaciones recientes (a partir del año 2000 aproximadamente), es de 120 metros
cuadrados, 7 metros de frente por 15 metros de fondo. Para el año 2011, una hectárea de
terreno, casi 30 km adentro de la Perimetral, se cotiza a un promedio de $ 7.000 dólares.
De una hectárea se obtienen 60 solares de 8x15 metros, luego de dejar las calles y
espacios comunitarios (Ciudadanía Informada 04 agosto 2009).

La consolidación barrial y el trabajo comunitario


El proceso de producción barrial es fundamentalmente un proceso colectivo de
autoconstrucción de paulatinas y progresivas inversiones, que dadas las propias
limitaciones con que cuentan las familias, resultan largos y onerosos. Un aspecto
importante para la consolidación barrial es la calidad de la tierra, por lo general se trata
de tierras con poco o ningún interés inmobiliario, por ser cerros, inundables, lejanos o
fuera de los límites urbanos, por lo que su habilitación resultan excesivamente caras
para las escuálidas economía de las familias.
Los esfuerzos originales están orientados a la provisión de luz, agua, transporte
y una mínima vivienda. La provisión de luz, la realiza el loteador, en inversiones
rudimentarias de postes, cable y transformador. Inicialmente toman la acometida de las
130

cooperativas vecinas, por eso su baja potencia que ocasiona permanentes reparaciones.
Cuando un morador llega al asentamiento, debe comprar “su propio punto de luz”, cuyo
costo en la actualidad es de $ 150 dólares y asumir los costos de las reparaciones. El
sistema general, provisión, control y mantenimiento es responsabilidad del dirigente de
bloque.
Sus tareas eran poner la luz, ponía las líneas de luz y andaba cobrando 100 dólares
por cada punto, andaba pendiente, tenía una libreta donde apuntaba los que pagan
por luz; cuando llegamos no tenía luz, tenía que andar robando por ahí o usaba
candil, pase sin luz como un mes. Cuando le pagamos los 100 dólares nos puso la
luz. Si hay un corte de la energía eléctrica, que pasa cuando se quema un
transformador (en el mercado tiene un costo de $600), recogen una cuota por cada
familia, porque hay que pagarle también al ingeniero y al maestro, eso es un duro
golpe para el bolsillo (Entrevista N.° 13).

Una vez que llegamos, llegó el dirigente a vender el punto de luz, en esa época
pague 40.000 sucres y con eso ya me podía pegar a los cables (Entrevista N.° 12)

La provisión del agua se realiza a través de tanqueros, sistema institucionalizado126 que


reparte agua de casa en casa, la que es depositada en tanques de 55 galones cuyo valor
relativo representa 5.5 veces más que el valor del agua que se distribuye en el sistema
formal127.
Cuando llegamos el agua la comprábamos a los tanquero, se pagaba 50 centavos
por tanque, luego subió a un dólar. Hace como tres años que tenemos agua de
Interaguas, pasamos como 10 años con agua de tanque; eso fue una ventaja, la
gente esta agradecida porque a veces el tanquero no llegaba y otras veces no había
a diario plata para comprar agua (Entrevista N.° 10)

El transporte público entra siempre y cuando las calles estén compactadas y haya
suficientes familias que demanden el servicio; las líneas de buses solo pasan por las
calles principales, haciendo el tráfico vehicular complicado por la estrechez de las
calles lastradas y los pronunciados baches; en los sitios donde hay cerros, no hay
acceso vehicular, solo se llega a pie. Generalmente se hace uso de 2 medios de

126 Interaguas, posee tomas donde vende a los tanqueros el agua para la provisión de los
sectores informales que carecen de red de agua potable

127 En Agosto del año 2013, el m3 de agua que distribuye Interaguas –empresa privada que
tiene la concesión del servicio de agua potable en Guayaquil, es de $ 0,86 incluido el servicio
de alcantarillado y cargos fijos; el m3 de agua distribuido por tanqueros puesto en casa, tiene un
valor de $ 4,54 dólares. A este valor debe incluirse el costo social que implica no poder usar el
agua que vierte de un grifo, sino que debe ser manipulada desde un reservorio hasta el sitio de
consumo, cocina, servicio higiénico, lavado de ropa; y los riesgos de salud por almacenamiento.
131

transporte diarios. En los últimos años, surgió un sistema de transporte popular de


tricimotos, que funciona al interior de los barrios, ya que por la fragilidad de estos
vehículos su uso no está permitido en vías de circulación rápida. Su introducción se
debe a que la línea de bus urbana pasa solo por las vías principales. Se calcula que
existen 56 organizaciones que agrupa a los tricimoteros en los sectores informales; las
autoridades están tratando de regularizar este medio de transporte, en la nueva Ley de
Tránsito (El Universo 26 diciembre 2010). Además de movilizar a las familias, sirve de
fuente de trabajo local autónomo. El precio del viaje por persona es de 25 centavos
indiferentemente de la distancia que recorre, los tramos promedio de recorrido están
entre 10 y 20 cuadras.
El bus teníamos que ir a cogerlo en la perimetral, para acá no llegaban carros, nos
demorábamos media hora por la distancia, en invierno era lodo, solo había una
calle principal el resto eran caminitos como el campo (Entrevista N.° 14)

También nos toco pagar para abrir las calles, cuando llueve esto se pone feísimo y
los carros no quieren entrar, ahí pagamos un dólar por familia (Entrevista N.° 12)

Otro servicio que se implementa con la llegada de los moradores es el de la seguridad a


cargo de guardias que dependen en mando a la dirigencia barrial, pero económicamente
son solventados por las familias; se paga por guardianía un dólar semanal.
El resto de los servicios se van gestando poco a poco, con la participación
directa de la comunidad en su financiamiento. Juega un rol importante la capacidad del
dirigente para organizar y movilizar a la población en torno al mejoramiento barrial.
Para esto se instituyen reuniones quincenales, que se convierten en obligatorias para las
familias, en las cuales se tratan los problemas y se busca sus soluciones.
Una de las preocupaciones vitales para las familias es la educación, que se
resuelve con un servicio de carácter privado legal pero de muy mala calidad,
administrado por quien el dirigente decida. Para tener cuotas del servicio muy
económicas -recordemos que en cada familia hay entre 2 o 3 niños/as en edad escolar-
las familias deben involucrase en su construcción y equipamiento. La primera que se
construye es generalmente de caña, siendo objeto de mejoramiento permanente, hasta
su sustitución con materiales duraderos. Los maestros por lo general son de la misma
comunidad. El servicio de salud, se resuelve con consultorios privados.
132

Los agentes externos como Fundaciones son parte de la estrategia de


consolidación barrial, sean con acciones permanentes como el caso de Hogar de
Cristo para la provisión de vivienda y servicios de salud o con proyectos esporádicos.
Antes de que Interaguas ponga las redes, hubo un pozo de agua, pusieron como a
20 manzanas y bombeaban en agua, pusieron un tanque arriba, eso hizo una
fundación con la comunidad, no sé cómo se llamaba, eran extranjeros. Esas
señoritas que andaban ahí, dijeron que el que quiere agua tiene que ayudar a hacer
zanja y poner tubos. No sé quien hizo eso, porque yo solo pasaba trabajando. Mis
hijos me dijeron que si quiere agua tengo que ayudar sino teníamos que pagar 100
dólares para los que trabajan. Si nos favoreció porque esa agua la vendía a 8
centavos el tanque y después pusieron medidor, no se pagaba muchos, como 2 o 3
dólares. Eso lo puso una comunidad, una institución de fuera (Entrevista N.° 10)

Cuando se logra un alto grado de simbiosis entre dirigentes y moradores, el proceso de


consolidación barrial es más acelerado, e incluso de las mismas familias surgen nuevas
formas organizativas y líderes que asumen una amplia y variada gestión local, llegando
a convertirse hasta en guardianes, profesores o asumiendo otras responsabilidades
delegadas por la estructura de control.
Todos los domingos llegaba el dirigente encargado del bloque que era Francisco
Flores a cobrar las cuotas de la guardianía semanal y cualquier otra cuota que
habíamos dicho en la reunión quincenal que teníamos con Balerio Estacio. El por
acá no venía a diario, llegaba solo hasta la loma de allá. Con Balerio
planificábamos las obras que él iba a traer, la escuela, las calles, pero el que
cobraba era Flores, él nos había dejado el encargo de recoger las cuotas, yo recogía
en mi manzana por eso se que hay 48 casas en esa manzana (Entrevista N.° 12).

Yo dirijo el Comité Cielo Nuevo, nos reunimos cada martes para planificar las
actividades comunitarias y darle solución a una serie de problemas, como la
recolección de basura, en tema de la inseguridad, ya tenemos previsto construir un
puesto de auxilio inmediato o un local para el cuerpo de bomberos, que eso
también es necesidad aquí. Entrevista a Rodolfo Perlaza, dirigente barrial, (Diario
Hoy, 15 agosto 2009)

El carácter de las organizaciones que se forman y la participación de los moradores en


ellas, son inducidos por el propio dirigente y por tanto cooptados para sus intereses,
justamente en la provisión de infraestructura que él no ofrece; el proceso de
consolidación barrial, también es un espacio de acumulación de capital político con el
que presiona a la autoridad en demanda de atención a los moradores, que las usa en
coyunturas electorales y que al negociarlas con estructuras políticas mayores pueden
llegar a convertirse en sólidas redes clientelares.
Él tenía un trato con el alcalde, por eso lo trajo acá, el acuerdo era que el Municipio
traiga la obra y nosotros dábamos el voto le, pero yo nunca he votado por nadie, yo
siempre voto nulo (Entrevista N.° 12).
133

El 14 de noviembre de 2006, 12 días antes de la segunda vuelta para las elecciones


presidenciales, Estacio, Solís y Toral, armaron en el noroeste de Guayaquil un
multitudinario mitin político para el candidato Rafael Correa, quien compartió la
tarima y se turnó en los discursos con quienes ahora son denunciados por estafa y
tráfico de tierras en la Fiscalía del Guayas. Correa firmó junto a los dirigentes un
acta en la que se comprometió a implementar la tarifa de la dignidad en el servicio
eléctrico y a condonar la deuda que, hasta el año 2006, mantenían las cooperativas
del noroeste de Guayaquil con la Corporación Eléctrica. La medida beneficiaría a
140 mil familias del noroeste de Guayaquil y tendría un costo de 40 millones de
dólares (El Comercio, 06 julio 2007)

Este periodo inicial de consolidación barrial, marcado por la presencia de la dirigencia


promotora del asentamiento dura un promedio de cinco años, tiempo durante el cual las
familias han terminado de pagar las cuotas de sus solares, las necesidades primarias de
tipo urbano han tenido algo de atención y el sector comienza a ser atendido con
servicios públicos; uno de los primeros servicios que se formalizan es el de la energía
eléctrica, pero es la legalización del suelo la que define el fin de la relación y salida de
la dirigencia del sector, para iniciar un nuevo asentamiento.
Bajo el mando de Caicedo estuvimos, unos 5 años, pero después cuando ya hubo
todo, ya salió. Como todo?. Luz, la empresa eléctrica vino a ponernos luz,
comenzaron a entrar los carros de la basura y el camión de Más Salud del
Municipio. Esa recogida de plata duro como 5 años, después ya no vinieron más
desde que el municipio entró acá con la obra; ya ahora le pertenecemos al
Municipio (Entrevista N.° 12).

Horizontes del Guerrero, está compuesto por 125 manzanas distribuidas en tres
bloques, el bloque 1 con 34 manzanas; el bloque 2 con 45 manzanas y el bloque 3
con 46 manzanas. El total de lotes es de 3750 y tiene una población de 14506
habitantes (Inec, Censo de población y vivienda 2010). Inició su proceso de
legalización en el año 2009, en la actualidad el 10% de las familias poseen título de
propiedad amparadas en la Ley 88, tiene formalizado el servicio de energía eléctrica
con medidores desde el año 2009, el de agua potable distribuida por red a través de
Interaguas, desde el año 2011 y carece de alcantarillado. Existe una línea de transporte
público. En el año 2011 se construyó una réplica del Colegio Vicente Rocafuerte, en
Socio Vivienda, que también sirve al sector (Mapa N.° 7)
El esfuerzo desplegado por los pobladores en este proceso si bien se revierte
directamente a mejorar sus condiciones de vida, no podemos abstraer lo que significa
para el resto de la ciudad, sobre todo para la ciudad formal: la apertura de la frontera
134

urbana y con esto la renta del suelo. Cada asentamiento popular que se consolidad
valoriza la propiedad y genera renta para el resto de la ciudad.

Las estrategias familiares y las unidades domésticas de reproducción social


El trabajo comunitario invertido en la consolidación barrial, expuesto anteriormente es
una forma como las estrategias de reproducción social se desplegan en el objetivo de
satisfacer sus necesidades vitales de la familia popular; nos remitiremos en adelante a
aquellos mecanismos que se desplegan al interior de las familias, en la esfera de la
unidad doméstica. Se entiende por unidad doméstica al ámbito social donde los
individuos, unidos o no por lazos de parentesco, comparten una residencia y organizan
en armonía o en conflicto su vida cotidiana (Oliveira, s/f:1)

Gráfico N.° 1
Unidad Doméstica de estudio

Nota: las letras dentro de los círculos son las iniciales de los nombres de los miembros de
la unidad doméstica
Fuente y Elaboración: Autor

Por estrategias familiares de reproducción social se entiende a un conjunto de prácticas


que las familias desarrollan con el objetivo de satisfacer sus necesidades. Comprende la
135

cantidad de recursos con que cuentan, las actividades que realizan con ese objetivo, los
hábitos, reglas, valores y conocimiento que movilizan para la realización de las
actividades y los agrupamientos, redes y relaciones que instauran para tales fines. El
tipo de estrategias que desplegan las familias populares, depende del volumen del
capital que poseen, de los instrumentos que tienen y de la posición que ocupan en la
estructura de clases (Gutiérrez, 2007).
Entre los años 1997 y 1998, se produjo en el Ecuador un fenómeno de El Niño
que afectó directamente a la provincia de Manabí. El deslizamiento de un cerro en el
cantón Paján128 en marzo de 1998, fue el desencadenante para la migración definitiva
de la familia Galarza-Galarza. Vivíamos en el recinto Cerro Bravo, en (el cantón) Pajan,
Manabí, con mi papá; trabajaba en la finca de mi papá y también salía a jornalear;
cuando hay sequedad no hay trabajo, pero ese año hubo mucha lluvia y los cerros se
venían abajo. Era muy peligroso, mi hija Rosa me mandó a llamar, ella mandó veinte
mil sucres para que vaya a Guayaquil129. Llegamos a la casa de Cirilo -mi hermano-, él
vive desde que tenía 15 años en Guayaquil, en la cooperativa Paraíso de la Flor, donde
estaba mi papá, porque a él lo había mandado a ver mi hermano 15 días antes; ahí, en la
casa de mi hermano viví un año y medio, y de ahí me pasé para acá (Horizontes del
Guerrero). Me fue fácil quedarme en Guayaquil, porque yo ya tenía años viniendo a
trabajar por temporadas, en el campo el trabajo escasea cuando no hay agua, yo
trabajaba vendiendo jugos en el mercado de Pedro Pablo Gómez, después me puse a
cuidar carros, pero todo eso se puso malo cuando desbarataron el mercado, entonces ahí
me fui de guardián en la Alborada (Entrevista N.° 10).
La opción por Horizontes del Guerrero, dependió de dos circunstancias: la
primera, el contacto que lo introdujo a la cooperativa y la segunda su localización.
Allí vivía Maritza, mi sobrina. Ella tiene como 25 años viviendo en Guayaquil
(desde el año 1998), ella llegó acá cuando estaban invadiendo estas tierras, no sé
cómo llegó acá. Mi mujer le había pedido que le consiga un terreno, porque el
suegro tiene mal carácter, es que teníamos tres niños chiquitos y todo niño es

128 Paján está en la lista de 105 cantones afectado por el fenómeno del Niño de 997-98. Con
una población de 50.124 habitantes, una incidencia de pobreza del 78,3 %, el analfabetismo
funcional del 50,2 %; 4 médicos por cada 10.000 personas. Fueron afectadas 25 familias y 125
personas (Vos y otros, 1999:116-117).

129 Para el 17 de noviembre de 1998, el precio del dólar se cotizaba en 6.335 sucres por dólar
http://www.explored.com.ec/noticias-ecuador/precio-del-dolar-baja-y-sube-reserva-monetaria-
92625.html
136

travieso; ella un día me fue a avisarme al Paraíso y me dijo: “tío venga acá que
están vendiendo solares” y como yo ya estaba trabajando en la Alborada como
guardia de barrio me vine acá, por eso me gustó porque me queda cerca del trabajo.
(Llegó en Enero de 1998) (Entrevista N.° 10).

La inserción social y territorial de las familias de sectores populares se estructuran y


articulan en el sistema más general de estrategias familiares de vida y revelan las
relaciones en la que sustentan su vida cotidiana (Gutiérrez, 2011).
Yo tenía años yendo y viniendo de Guayaquil, la primera vez tenía como 15 años,
vine a trabajar con mi tío vendiendo jugos, él tenía unas carretillas de tres ruedas
que nos daba para trabajar, vivíamos alquilando un cuarto en el centro; yo
trabajaba aquí y los fines de semana me iba a dejar la plata a la familia; luego hubo
bastante cosecha de café en el campo y por un tiempo no me vine, hasta cuando los
cerros comenzaron a bajar, hubo hasta unos muertos por ahí, tenía como 30 años
cuando me viene a vivir acá ya fijo (Entrevista N.° 10).

Un factor clave que facilita el acceso de las familias a estos asentamientos es el


desarrollo de relaciones de parentesco y redes sociales que funcionan como contención
y apoyo durante un proceso individual de autoproducción del hábitat. Estos arreglos van
desde redes de acceso a recursos a las que se adhieren individualmente, hasta formas
colectivas que se activan según las circunstancias.
No yo no vine de una para acá, como un año viví en la casa de Cirilo en un cuarto
que me prestó, mi familia estaba aquí, yo le pedí posada; a mí no me ha tocado dar
posada porque ya casi todos viven aquí, tengo un hermano que vive en Bastión, yo
estuve cogiendo un terreno allá con mi hermano, pero como me dediqué a Manabí
porque mi papa estaba solo allá, se perdió. Ahí pude ahorrar una platita para la
entrada del solar, pero también había que hacer la casa (Entrevista N.° 10).

A pesar de lo limitado de la estructura de opciones que tienen las familias, las


decisiones que toman comportan una racionalidad estratégica, que conjuga expectativas
posibles y condicionantes estructurales. Las estrategias habitacionales son modeladas
por factores del contexto que desde su perspectiva se presentan como posibilidades
objetivas y que van cambiando en función de sus necesidades de vida (Di Virgilio,
2012:160).
La primera casa era de caña, yo mismo la hice como pude, con retazos, comprando
caña y madera. Esa casa me duró como dos años, después cuando ya terminé de
pagar el solar me dieron un papelito para que saque la casa de Hogar de Cristo; esa
casa me duro otros 5 años, mientras tanto poco a poco comencé a juntar los
137
138

materiales para construir en hormigón. Yo mismo la he hecho, porque yo cuando


venía a trabajar en Guayaquil trabajé aprendía del oficio trabajando mucho en
construcción, mis hijos me han ayudado pero poco, ellos no saben del oficio, ellos
mas han estado en el estudio; lo he hecho con mi esfuerzo. ¿Usted ha recibido el
bono para el mejoramiento de la vivienda?. No todo es con el sudor de uno
(Entrevista N.° 10).

La construcción de la vivienda se inicia habilitando una habitación de caña, que se va


reemplazando con materiales durables, en un proceso prolongado y discontinuo de
tiempo, en función de los recursos monetarios y no monetarios con los que se cuenta;
esta se va modificando, ampliando o mejorando, de acuerdo con sus necesidades en
relación al ciclo de vida familiar. El producto así obtenido tiene problemas de costos,
por la modalidad de compra de los materiales, en forma individual y a pequeña escala;
deficiencia en la calidad de los espacios; incorrecto uso de los materiales por el
sobredimensionamiento o subdimensionamiento; y prolongados tiempo involucrados en
el proceso constructivo que no pocas veces induce al desanimo de las familias (Mapa
N.° 9)
Primerito paré 9 pilares, ahí hice los dos cuartos de arriba, uno para los padres y
otro para los hijos, ellos eran pequeños; después cuando crecieron hicimos dos
cuartos más abajo, porque el terreno va en pendiente, ahora son 12 pilares, la casa
ocupa todo el terreno. La parte de atrás que tiene dos cuartos ocupa Rubén, en un
cuarto duerme, el otro lo tiene de cocina, porque él ya tiene su compromiso.
Johnny vive en el terreno de atrás, él también se hizo de mujer y ya tiene una niñita
de 10 meses, ese terreno está en nombre de la mama, lo compramos de
oportunidad, él sacó una casa de Hogar de Cristo que todavía la está pagando
(Entrevista N.° 10).

La vivienda y el entorno en el que se localiza orientan el desarrollo de estrategias


específicas y constituyen elementos intrínsecos del proceso de producción, construcción
y reproducción de la vida social. La familia popular se inscribe en grupos de Unidades
Domésticas que son espacios sociales más amplios de organización de la vida cotidiana,
que ante la imposibilidad de acumulación de capital económico por la vía del trabajo,
desplegan redes familiares que permiten dinamizar y potenciar el capital social como
la forma de acceso a los recursos (Di Virgilio, 2012:169).
Mi hija vivía donde la suegra en Jardines de la Esperanza, pero la mamá la quiso
tener cerca, y le buscó un solar, ella se vino con mi yerno. Mi yerno nos ha
ayudado mucho, por él yo tengo mi trabajo, él me dejo es este trabajo (guardia de
barrios) porque a él le gusta trabajo de empresa; Rubén trabaja en el cementerio
de Jardines de la Esperanza, mi yerno trabajaba de guardián ahí y le consiguió un
trabajito. Johnny ahora está sin trabajo, el trabajaba en un taller de repuestos, pero
se enfermó una semana y cuando fue le dijeron que ya no había trabajo, ha metido
139

carpeta por todos lados pero no lo llaman, está saliendo a vender caramelos en los
buses (Entrevista a N.° 10)

Ahora que Johnny está sin trabajo comen acá, se le ayuda porque ya lleva dos
meses sin trabajo y esta caído con el pago de la luz, del agua, de la casa; también él
había comprado sus cositas, cocina y una computadora para la entenada que está en
el Colegio. Rubén tiene su cocina aparte, pero la mujer tiene un mal embarazo pasa
todo el día vomitando, no puede lavar, no puede hacer nada, ella va donde la mamá
que vive más abajo, pero Rubén si come aquí (Entrevista N.° 11)

Elías es soltero, el trabaja vendiendo CD cristiano, se va al campo porque allá es


mejora la venta, él trae su cualquier cosa para la comida, papel higiénico, jabón,
siempre viene con su funda de comida (Entrevista N.° 11)

Cuando el universo de opciones se torna más restringido, las estrategias familiares no


solo se orientan a la búsqueda de nuevos ingresos monetarios, sino también de ingresos
no monetarios, activando incluso los recursos y redes familiares dejadas atrás por la
migración (Di Virgilio, 2012:168)
En esta semana nos fuimos la señora y yo a Pajan a coger café. Allá hay unas
pocas carreritas pero igual cogimos como 10 sacos, y lo dejamos secando, porque
así mojado no pagan ni 10 dólares el saco, pero seco se vende por lo menos a 100
dólares cada saco. Lo dejamos encargado a una pariente de la señora, una vez que
desprenda toda el agua, lo saca al sol unos 8 días y ya está. Queremos ir otra vez
porque todavía quedó por coger, solo que muy arriba, eso es trabajoso y hasta que
haya un poco más para coger, también se necesita plata porque hay que
mantenerse allá. La venta ha de ser en marzo por lo menos que es cuando el precio
se pone mejor. Aquí en mi trabajo me remplaza Johnny, por lo menos esos cuatro
días tuvo su paga (Entrevista N.° 10)

De esta forma, las redes se convierten en un medio clave para el acceso a los recursos y
consumos básicos, que al inscribirse en colectivos más amplios se tornan especialmente
relevantes, en la complementación de capitales a una mayor escala, estratégicos a los
grupos familiares (Di Virgilio, 2012:170).
Somos cuatro familias las más cercanas y todas vivimos en esta misma manzana;
este solar es el nuestro, aquí vivimos dos familias, la nuestra y la de Rubén y su
mujer, ella está en cinta; en el terreno de atrás vive mi hijo Johnny y su familia
ellos son cuatro en total; pasando un solar para arriba vive Rosa, con Edgar su
marido, ellos tienen tres hijos; y pasando un terreno para abajo vive Mariela, que
es la primerita que vino a este barrio, por ella es que todos estamos aquí. Entre
nosotros nos apoyamos, lo más es en la comida, cuando alguien se queda sin
trabajo nos prestamos dos libras de arroz, así cualquier cosa, después nos
devolvemos. Se encarga a los niños, nos ayudamos cuando nos enfermamos, se
pide que miren la casa cuando salimos, también en la construcción de las casas nos
damos la mano, en los cumpleaños nos reunimos (Entrevista N.° 10).

Mariela tiene un tío que vive más abajo y Maritza (esposa de Johnny) tiene la
prima que vive al lado; Abigail (esposa de Rubén), tiene los papás que viven más
140

arriba. El soltero que dice que esta de novio con una señora de aquí mismo, dice
que ya se va a casar (Entrevista N.°10).

Así las redes familiares no se limitan únicamente a espacios familiares, sino a unidades
domésticas territorializadas en el contexto barrial (Mapa N.° 10), convirtiéndose en
elementos intrínsecos del proceso de producción, construcción y reproducción de la vida
social.
Como hemos visto, por la imposibilidad de acceso de las familias pobres al
mercado de suelo formal, ya sea de tipo económica, como sociales y culturales, surgen
los mercados de suelo informal, que se inscriben en condiciones históricas concretas. La
dinámica de los mercados informales da cuenta de la coexistencia de agentes entre los
que están los propietarios y demandantes de suelo articulados por agentes informales
que hacen posible la relación mercantil, cada uno actuando en función de sus objetivos e
intereses. El propietario de tierra introduciendo al mercado suelo sin servicios a un
precio menor al mercado, pero accesible a la economía popular, el “urbanizador
pirata”, captando anticipadamente la valorización futura del suelo con la intervención
de políticas públicas en su regularización –legalización y servicios públicos-, y las
familias haciendo posible aun en condiciones adversar mecanismos básicos de
reproducción social, como son la vivienda y el hábitat.
El mercado informal de suelo actúa bajo las mismas reglas del mercado formal:
planificación del asentamiento, apertura de vías, lotización diferenciada de acuerdo al
uso del suelo, tamaño del lote que garantice rentabilidad y necesidades familiares,
precio acorde a la demanda y al tiempo de recuperación de los costos. Con una ventaja,
que esta forma de urbanización informal le permite captar anticipadamente la plusvalía,
sin que sobre el suelo se haya hecho inversión alguna.
Las familias pobres encuentran en los mercados informales de suelo, su
principal estrategia habitacional, mejorando progresivamente su situación a través de la
inversión de recursos monetarios y fuerza de trabajo. Los barrios populares muestran un
gran dinamismo a través del mejoramiento progresivo de la vivienda y del hábitat, en el
que se puede diferenciar cuatro momentos de estas estrategias: a) el acceso al suelo, b)
la autoproducción de la vivienda progresiva, c) la densificación /o fraccionamiento del
lote para otras unidades familiares, d) la regularización con la formalización de la
tenencia y la dotación de servicios públicos. Este proceso es permanente y se adecua a
141

las transformaciones de su ciclo familiar y sus estrategias económicas. Además de las


estrategias individuales, están las estrategias colectivas que se expresan
fundamentalmente en la consolidación barrial. Las estrategias se inscriben en redes
sociales más amplias, familiares, de parentesco, amistad, de compadrazgo, que
comportan relaciones basadas en la confianza, lealtad, ayuda mutua, y permiten
finalmente su reproducción social.
Si bien los mercados informales se presentan como estructuras sólidas a pesar
de la perversidad que manifiestan, es posible cambiarla. Estos no son naturales, fueron
producidos en situaciones específicas, y su conocimiento abona en la formulación de
políticas que los orienten o regulen adecuadamente, potenciando los capitales que los
pobres poseen.

Los mercados informales de suelo y las relaciones políticas


Generalmente se imputar la responsabilidad de las invasiones y ocupaciones informales
de suelo, a los políticos y dirigentes barriales, en su rol de promotores de tal escenario;
si bien las vinculaciones entre dirigentes barriales, políticos y partidos políticos son
directas, esta conclusión esconde las condiciones estructurales y las escasas
oportunidades que los pobres urbanos tienen en este contexto, que a la postre son las
que conducen al surgimiento de asentamientos informales.
El carácter dependiente de los procesos de urbanización de América Latina y
del Ecuador, y su correlato en la falta de relación entre ingresos y precios de la tierra
urbana en el mercado, la estructura oligopólica en la propiedad del suelo, la ausencia de
políticas sociales en material habitacional que responda a los sectores de más bajos
ingresos y una legislación urbana que dialoga con las élites y que ahonda la exclusión
y segregación socio-espacial, generan un marco de condiciones externas y estructurales
del sistema de producción de la sociedad y de la ciudad en particular, propicio para el
surgimiento de los mercados de suelo informal como alternativa posible al alcance de
los pobres urbanos.
Antes de ir a Horizontes del Guerrero usted no pensó ir a comprar otro terreno en
alguna ciudadela, en donde haya calles, agua?. No!!!!!!!!. No había plata. Usted ha
escuchado de Mucho Lote, se que esos terrenos son baratos?. Si he oído de Mucho
Lote, del Banco Ecuatoriano de la Vivienda, porque yo siempre he trabajado en
construcción, antes de quedarme en Guayaquil yo venía, trabajaba y viajaba a
Manabí a dejar la plata; pero yo digo como voy a tener plata para pagar sino tengo
trabajo seguro, como voy a pagar? Yo sabía pero no había billete!!!. Yo le
142

preguntaba a un amigo, bueno y aparte de eso?, Tienes que tener un trabajo


seguro, que seas asegurado, que si no te alcanza la plata, te descuentan del seguro,
nosotros decíamos: “no, eso no es para nosotros”, nosotros tenemos que esperar
una invasión que haya por ahí de repente, en una ciudadela todo es caro, muchos
impuestos y si no se alcanza a pagar le quitan la tierra. Yo le decía: como vivo en
Manabí ahí no pago nada, pero si algún día me viengo, bueno ahí busco una
invasión (Entrevista N.° 10).

Esta consideración tampoco permite entender la racionalidad de los asentamientos


informales desde la perspectiva de los moradores como estrategias de sobrevivencia
ante un mercado excluyente y el rol activo –agencia- de éstos en la construcción de su
hábitat y en la reproducción social (Gutiérrez, 2011: 117). Los moradores buscan una
“invasión”, se integran a ella, aceptan las condiciones que les son impuestas, conocen
de los riesgos que conlleva su pertenencia, discriminan entre “invadir suelo y “comprar
suelo”, toman distancia de los actos que puedan revertirse en su contra y apoyan los
que les favorecen.
Usted qué piensa de las invasiones? Yo pienso que ya no debe de haber invasiones,
yo no he andado en eso, no se quien está en eso. Yo vivo en Horizontes del
Guerrero, esto ha sido una invasión, pero no sé cómo han comenzado esas
invasiones, cuando yo llegue, vine a comprar, como decir usted invadió y me vende
un solar, yo no me considero invasor, porque los invasores son los que me
vendieron a mí el solar. Yo me considero un ciudadano que necesita un solar para
vivir; si no estuviera en este barrio estuviera en el Paraíso de la Flor, porque ahí
tenía la casa mi papa, y si no hubieran invasiones en ninguna parte, estuviera en
Manabí. Di ahí salí a la fuerza porque se quedó seco y no había como trabajar, ya
no se puede trabajar. En el caso de que no haya invasiones, o no pueda entrar a una
invasión, busco Manabí donde un familiar, para vivir en la casita y de ahí ir y venir
a trabajar. Usted considera que las invasiones son legales o ilegales?. Son ilegales,
ninguna invasión es legal. Uno compra ahí porque necesita para vivir y no estar
pagando arriendo. No hay mucho trabajo, el sueldo no alcanza, cuando los hijos
son pequeños la carga es más grande, ahora ya cada uno trabaja (Entrevista N.°
10).

En este escenario de condiciones dadas y necesidades sentidas, es donde se articula la


participación de los dirigentes y de los políticos, gestando, promoviendo, alentando,
auspiciando, permitiendo…., los asentamientos informales. Los dirigentes actúan como
bisagra entre los moradores y los políticos y los políticos encuentran en los
asentamientos informales un método para construir una base de apoyo, que los
moradores los utilizan en ventaja propia, sin embargo el beneficiario final es el sistema
prevaleciente, en la medida que mantiene las estructuras que generan las condiciones de
marginación (Menéndez-Carrión, 1986:57). De ahí, la búsqueda de los políticos por
143

los lideres barriales, la participación de éstos en los partidos políticos y la permisividad


de las autoridades frente a los asentamientos informales.
Los políticos como co-agentes, colaboradores, o actores, no antagonizan con las que
consideran su base de apoyo; al contrario, actúan reforzando con sus actuaciones las
demandas populares. Una manifestación clara de ésta conducta es la legalización de los
asentamientos irregulares, que no es sino la “legitimación” de un acto que años antes
nació como ilegal.
Los dirigentes/loteadores por su parte, buscan un vínculo con los políticos
como portadores de las demandas sentidas de la población, en la atención barrial por
infraestructura y servicios, en la legalización del suelo, que como ya dijéramos, son los
atributos que acompañan a la venta de la tierra informal y que representan las más
importantes fuente de sus ganancias anticipadas, a la vez que refuerza su poder como
dirigente, frente a los pobladores.
Hay que estar con ellos, porque están en el Municipio y nos pueden ayudar, para
conseguir la obra para la gente, porque las necesidades son muchas, si la obra no
llega, uno no vale como dirigente”. Entrevista Maritza Loor dirigente Isla Trinitaria
(El Universo, 10 julio 2005)

Es necesario mantenerse en la política, porque de esa forma uno se abre un espacio


y los contrarios le respetan. Entrevista a Marcos Solís, dirigente Monte Sinaí (El
Universo, 10 julio 2005)

Una vez ocupada la tierra, mi labor no termina ahí, le sigue la legalización,


conseguí que el Municipio entregara escrituras en Bastión Popular y Flor de
Bastión, y luego mi interés es conseguir obras básicas y asfalto para las calles.
Entrevista Zeneida Castro (El Universo, 10 julio 2005)

Los moradores, se adaptan a estas situaciones en la medida que representan una mejora
en su seguridad y bienestar económico y la posibilidad de inserción a la ciudad, para
construir sus hogares, sus vidas y comunidades
Compré acá porque uno siempre tiene el deseo de dejar algo para los hijos, la
Carolina ya es mamá y la otra todavía está enterita de criar. Esta casa es todo
producto de mi esfuerzo, de mi trabajo, poco a poco la voy mejorado para que les
quede a ellas un recuerdo de su madre, para que ellas puedan arribar, terminen sus
estudios, encontrase un buen trabajo y vivan mejor que yo (Entrevista N.° 12).

No había futuro en el campo, mire que mis dos hijos mayores solo llegaron hasta
la escuela, porque allá no hay colegio; en cambio los dos pequeños, estando aquí
pudieron terminar su secundaria. Estos chicos no saben nada de trabajo de campo,
ellos ya solo saben de trabajos de la ciudad, el uno es bodeguero, el otro es
guardia, el otro vende CD´s, la mujercita Rosa, ya tiene su propio hogar, y todos
sus hijos están estudiando (Entrevista N.° 10).
144

Existen coyunturas sin embargo en que el vínculo entre los políticos con los
asentamientos informales se vigoriza, estas son los periodos electorales, en donde se
activan situaciones ya creadas con antelación. En Guayaquil, en base a una larga
experiencia de legalización de asentamientos informales, que se remonta al año 1967,
con la promulgación de decreto 151 de legalización de tierras, en el que participó para
su aprobación Assad Bucaram, entonces alcalde de Guayaquil, se han sucedido una
serie de decretos, cuyo objetivo central es formalizar zonas de ocupación informal a
través de la legalización de suelo con la entrega de títulos de propiedad individuales. En
lo sustancial la sucesiva promulgación de los decretos, lo que hace es incorporar nuevas
zonas informales existentes a la fecha de su promulgación para que sean afectadas por
dichos decretos, bajo la figura de la expropiación a favor de los posesionarios y del pago
de la tierra a sus propietarios. De esta forma no se afecta a los mecanismos que
producen la formación de estos asentamientos irregulares, convirtiéndose incluso en un
mecanismo que otorga ventaja a los propietarios de tierras a través de su pago por
concepto de expropiación.
En la actualidad, en que se aproxima un proceso electoral (elecciones seccionales en
febrero del 2014), se encuentra en debate en la Asamblea Nacional la reforma a la Ley
88 sobre legalización de suelo, promulgada en el año 2007 y cuya aplicación enfrenta al
poder local y al poder central. La disputa pone en juego no solo al actor de la
legalización, sino también el objeto de la misma:
La reforma sirve para legalizar las posesiones de tierra de cerca de 14 600 familias
que viven hoy postergados (…) frente a la falta de atención de necesidades básicas
de varios cantones de la provincia del Guayas, 16 asambleístas que representan
esta jurisdicción, presentaron una reforma legal y un plan integral de atención a sus
necesidades básicas, empezando por la vivienda (…) en los predios de propiedad
privada, la reforma autoriza al municipios de Guayaquil (…) para que los
adjudique y venda a los posesionarios, en los predios de entidades del sector
público y en los predios que hayan sido declarados de autoridad pública o de
interés social, el proyecto autoriza al gobierno central, exclusivamente, a través del
Ministerio de Desarrollo Humano y Vivienda, en su calidad de entidad rectora, que
ejecute planes y proyectos habitacionales de interés social, adjudique y transfiera la
propiedad a los actuales posesionarios (Marcela Aguinaga, Asambleísta bloque
PAIS)130

130 Página Electrónica de la Asamblea Nacional, Sala de Prensa. Visitada el 07 de Agosto de


2013 http://www.asambleanacional.gob.ec/2013080710382/reformas-a-la-ley-88-legaliza-a-
14600-familias-que-viven-en-sectores-postergados-marcela-aguinaga.html
145

Con la reforma se va a poder entregar, títulos, legalizar, adjudicar y poder entrar


con obras y servicios de acuerdo con las atribuciones y competencias para mejorar
el nivel de vida de los ciudadanos que se encuentran en terrenos, que están
consolidados y necesitan una respuesta (Henry Cucalón, Asambleísta bloque
Madera de Guerrero-PSC)131

La aplicación del decreto y sus consecuencia sobre las 16 000 familias que ocupan en la
actualidad Monte Sinaí, serán resueltas como en otras ocasiones después de la
elecciones132.

131 Página Electrónica de la Asamblea Nacional, Sala de Prensa. Visitada el 07 de Agosto de


2013 http://www.asambleanacional.gob.ec/2013080710382/reformas-a-la-ley-88-legaliza-a-
14600-familias-que-viven-en-sectores-postergados-marcela-aguinaga.html

132 En el contexto de las elecciones seccionales por la Alcaldía de Guayaquil, Monte Sinaí
sector donde se aplicaría la Ley 88 reformada recientemente, fue uno de los principales
escenarios de lucha política entre el partido Alianza País, Social Cristiano. Cada uno de ellos
incluyo en su lista de candidatos a concejales personajes vinculados al sector, Rommel Salazar
de las filas de Alianza País y Jefferson Ante, coordinador de la red de organizaciones de Monte
Sinaí
146

A MANERA DE CIERRE

Partiendo de la constatación de que la Informalidad Urbana se ha constituido como la


modalidad predominante de crecimiento de las ciudades de América Latina y la forma
como los sectores de bajos recursos resuelven sus necesidades habitacionales, el interés
de ésta investigaciones se centró en aprehender cuál es el papel de las política
habitacionales en la formación de mercados informales de suelo para el caso de la
ciudad de Guayaquil, en donde el fenómeno se presenta además persistente y de grandes
proporciones. La indagación precedente, a) identificó y examinó detenidamente la
oferta pública habitacional tanto local como nacional, confrontándola con la demanda
habitacional para sectores de bajos recursos, y b) indagó la dinámica de producción y
reproducción de los mercados informales y como factores de carácter sociales, políticos
e institucionales, coadyuvan para el funcionamiento y reproducción de los mismos.
Se contextúa del fenómeno de la informalidad urbana en el marco de la
globalización mundial de la economía, la preeminencia del mercado en la acción social
y los cambios operados en los procesos de inversión y acumulación del sector público al
sector privado. La globalización como nuevo modo de acumulación del capital, incidió
de manera diferenciada en las ciudades, acelerando los procesos de modernización en
aquellas con capacidad de responde a los desafíos tecnológicos e institucionales de la
globalización; en tanto que producto de las medidas de ajuste estructural del mismo
modelo, amplios sectores urbanos vieron deteriorados sus condiciones de vida. El que
los beneficios de la globalización hayan sido desiguales no es accidental, sino que
responden a la lógica dominante que orienta este proceso, en el cual las políticas y la
gestión urbana han sido los mecanismos que permitieron su materialización. Este
modelo que no es ajeno a la mayor parte de las ciudades de América Latina, agravó y
consolidó el histórico fenómeno de segregación socio espacial, concentrador y
excluyente de la ciudad de Guayaquil; marco para el surgimiento de los nuevos
asentamientos informales.
En un primer nivel, a partir de un inventario cualicuantitativo del hábitat en la
ciudad de Guayaquil, los hallazgos de la indagación permiten determinar la enorme
brecha dejada por la insuficiente oferta habitacional desde que se institucionalizó como
política pública. El análisis sobre el carácter de la política habitacional para el periodo
de estudio 1998-2013, se lo contextúa en el marco del nuevo rol que el Estado asume en
147

el sector de la vivienda y hábitat, bajo la égida del mercado. Los hallazgos encontrados
para la ciudad de Guayaquil, se presentan en dos momentos: desde la implantación de
la política en el año 1998 hasta el año 2006 y en el siguiente periodo desde el año 2007
al año 2013.
En el primer periodo, la política de subsidio habitacional se la aplicó en el
sector urbano, en tanto que el sector urbano marginal recibe un subsidio infinitamente
menor, entregado en materiales de construcción para su aplicación a través de la
autoconstrucción. Los hallazgos indican que, i) el sector formal de la construcción,
absorbe la mayor cantidad de la inversión, aunque en menor número de soluciones
habitacionales y ii) la oferta de vivienda formal se concentró en el segundo y tercer
quintil de la población, quienes estaban en capacidad de responder a la lógica del
mercado, iii) los sectores informales que recibieron el subsidio habitacional en forma
de materiales de construcción y que lo aplicaron en las viviendas a través de la
autoconstrucción, con mucho menos cantidad de inversión de recursos públicos
producen más unidades habitacionales -aunque con limitaciones económicas y técnicas-
; el suelo y la obra iniciada que aportan estos sectores viabiliza la política y su ínfima
inversión. La política encuentra sus límites en la formación de cuasimercados en
sectores de población de bajos recursos.
En el segundo periodo la política se fortalece duplicando el valor del subsidio
habitacional y aplicándola no solo en el sector urbano formal, sino también a los
sectores urbanos marginales y rurales de origen informal consolidados o en proceso de
consolidación -considerados demanda no solvente-, que pasan a ser atendidos por la
política pública a través de la contratación directa de la empresa constructora por parte
del Estado. Este segundo periodo se caracteriza por: i) el impulso del sector de la
construcción, a través de la contratación directa por parte del Estado, antes que en
términos competitivos con la oferta de vivienda social en el mercado; ii) la empresa
constructora recibió además un beneficio adicional al otorgársele los derechos de
construcción sobre los terrenos de los beneficiarios, quienes fueron los que viabilizaron
la política. Con los derechos de construcción también se les otorgó el derecho a imponer
un prototipo de vivienda que garantizara su rentabilidad a través de la disminución del
área construida y de los estándares constructivos, ofreciendo un producto terminado
limitando en las posibilidades de crecimiento o ampliación, sin ninguna consideración a
148

los requerimientos culturales de la familia popular, haciendo perdurable sus condiciones


de hacinamiento; iii) la escasa oferta de vivienda nueva para población de bajos
recursos se hizo en los márgenes de la ciudad, ahondando más la segregación urbana y
exclusión social; iv) cuando la empresa constructora ofertó vivienda solo lo pudo hacer
para los sectores medios de la población con capacidad de pago, para lo cual se crearon
condiciones especiales que favorecieron a estos sectores en detrimento de los sectores
de bajos recursos; v) se hace evidente la ausencia de una política de suelo soporte de la
política habitacional. De esta forma el subsidio habitacional termina actuando a favor de
los intereses de los constructores, antes que a los de las familias de bajos ingresos. La
demanda no solvente que no logra ser atendida, sigue postergada aumentando el déficit
habitacional o buscando la informalidad para resolver sus necesidades habitacionales.
En este segundo periodo se muestra aun más los límites de la política habitacional de
mercado, incluso retrocediendo frente a los tibios avances del periodo anterior en la
limitada formación de cuasimercados, con el retorno del Estado en la producción de
vivienda social para las familias de más bajos ingresos. El subsidio habitacional se
equiparó para cubrir el costo de una vivienda con mínimos estándares de habitabilidad,
localizada en los márgenes de la ciudad –específicamente nos referimos a Socio
Vivienda 1 y 2- y con muy poca incidencia frente al déficit existentes.
Las políticas habitacionales del gobierno local juegan en dos sentidos: i) en la
oferta de vivienda social cuyo modelo de gestión es la asociación público-privada que
por su misma lógica atiende los sectores medios de la población; ii) atendiendo a los
sectores de bajos recursos, mediante la política de legalización del suelo de larga
tradición en la ciudad, convirtiéndose en una forma muy económica de inserción a la
ciudad de amplios sectores excluidos, pero al mismo tiempo convirtiéndola en una
potente herramienta para la reproducción de relaciones clientelares, estimulando y
consolidando de esta forma la urbanización ilegal, que al no actuar sobre las causas que
originan la informalidad, favorecen la preservación de los mecanismos que la origina.
En un intento por cambiar la lógica de producción de la informalidad urbana, a
fines del año 2010, la política se reorienta a controlar el suelo de expansión de los
actuales asentamientos informales en aproximadamente 9000 hectáreas, prohibiendo su
ocupación mediante decreto e interviniendo directamente en cercad de 3000 hectáreas
de la zona de expansión a través de la restructuración territorial en base a i)
149

reasentamiento de las familias informales en programas habitacionales privados en


desarrollo, ii) incorporación de los programas habitacionales presentes y futuros al
desarrollo integral de la zona, iii) generación de sistemas de estructuración del territorio
a través del diseño de centralidades urbana, infraestructura vial y áreas verdes y de
protección ambiental, para albergar en los próximos años a 250.000 habitantes. En este
marco queda definido claramente el rol del Estado, el de la empresa constructora y el de
los sectores subalternos. Es precisamente en este escenario donde el modelo de la
política, demuestra sus mayores contradicciones, al enfrenta a la lógica del estado, la
lógica del mercado y la lógica de la necesidad.
En un segundo nivel, los hallazgos del estudio permiten dar cuenta desde la
práctica de los agentes, como la producción y reproducción de los mercados informales
se inscriben en condiciones históricas concretas y como las familias de bajos recursos se
articulan racionalmente a estos, desplegando estrategias familiares y territoriales que
aseguran su reproducción social. Estos hacen relación con: i) Los mercados informales
de suelo se presentan como la alternativa de acceso a suelo y vivienda de los sectores de
bajos recursos, ante la imposibilidad de acceder a la oferta formal vía mercado; ii) los
mercados informales de suelo se presentan como un campo de coexistencia de
diferentes agentes actuando cada una bajo sus objetivos y lógicas: el propietario del
suelo como oferente, el urbanizador pirata haciendo posible la operación y la familia
popular en calidad de demandante; iii) el mercado informal de suelo, actúa articulado y
bajo las mismas reglas del mercado formal, en busca de captar anticipadamente una
plusvalía por las expectativas futura de inversión pública en su regularización; iv) las
estrategias a habitacionales de la familia popular, se hacen a través de inversiones
progresivas en la autoconstrucción del hábitat, en función de su ciclo familiar y
capacidad de recursos, que activa dispositivos en procura de su valor de uso; v) las
familias definen sus estrategias habitacionales a partir de los recursos que poseen
(mano de obra, conocimiento, etc) y de lo que les es posible (como se ha resuelto
antes); orientadas a la conservación o mejorar de su situación; vi) estas lógicas se
inscriben en contextos de redes de relaciones horizontales solidarias que activan
estrategias de vida y de redes de relaciones verticales que activan mecanismos de
dominación-dependencia, que aluden al clientelismo; vi) al ser construcciones
históricas, son susceptibles de cambio.
150

La intencionalidad de terminar con la informalidad en el acceso al suelo y vivienda en el


marco de un concepto integral del hábitat, obedeció más a un imaginario disciplinar,
antes que a un reordenamiento de la política como tal. La esencia de la política
habitacional sustentada en el mercado se mantiene, con intensiones de generalizarla y de
convertirla en la vía legítima de oferta de vivienda social. La proclama de Integralidad,
no alcanza a dimensionar el complejo y diverso mundo social que no se reduce solo a
materialidades urbanas; su operatoria excluyendo a sus beneficiarios e instancias del
gobierno local, abona en sus limitaciones. Se hace necesario revisar el carácter de la
politica y los principios que la orientan. Pasar de una politica que se sustenta en el
Capital, hacia otra sustentatada en el Trabajo
Bajo ese principo, las reflexiones finales están orientadas al carácter que una
política social de reducción de pobreza en general y habitacional en particular centrada
en sectores de bajos recursos debe considerar, si queremos cambiar el patrón de
exclusión heredado. Esto nos remite al plano de las políticas y su rol en la reproducción
social. El fin de las políticas públicas es la universalización de los derechos y permiten
acortar la brecha entre los que más tiene y los que menos tienen. ¿Cómo hacer entonces
para que estas se conviertan en herramientas redistributivas que permitan reducir las
distancias sociales?. ¿Qué tipo de acciones, instrumentos e instituciones se necesitan
para potenciar la participación de sus receptores?
La viabilidad de las políticas, debe considerar las condiciones de los
receptores, responder a la práctica concreta de la gente y su efectividad depende de la
asociación entre lo que se ofrece y lo que se necesita. Las políticas habitacionales de los
grupos de bajos recursos, deben insertarse en el sistema de estrategias de reproducción
social que las familias ponen en marcha para vivir, por esto es vital el análisis empírico
concreto de sus estrategias habitacionales y a partir de ahí crear condiciones materiales
que permitan articular maneras más favorables para la reproducción de la vida.
Las estrategias de reproducción social del mundo popular, se establecen en la
Economía Popular, definidas como un conjunto de actividades y prácticas sociales que
en su desarrollo generan valor de uso y de cambio, se organiza mediante unidades
domésticas, redes de ayuda mutua, comunidades y asociaciones voluntarias diversas, a
través de intercambios mercantiles o de reciprocidad. Comprende un conjunto de
recursos materiales y simbólicos que desplegados en forma de estrategias permiten a las
151

familias la reproducción ampliada de la vida. El principal recurso con que cuenta la


familia popular es su fuerza de trabajo, inscrita en redes de relaciones orientadas a
procurar calidad de vida en función de lo justo y lo posible (Coraggio, 2011:103-109).
El hábitat popular es el espacio privilegiado para la autogestión colectiva de
las condiciones de producción y reproducción de una economía basada en el trabajo, de
una economía para la vida, sustentada en el valor de uso, totalmente contrapuesta a la
lógica capitalista inmobiliaria que concibe a la vivienda y hábitat como valor de cambio
(Coraggio, 2011:386). Su práctica racionalizada remite a la Producción Social del
Hábitat, PSH 133 que no es sino el reconocimiento del actor beneficiario de las politicas
habitacionales como un sujeto portador de una multiplicidad de capitales, entendidos
estos como un conjunto de cualidades, que debidamente potenciadas, gatillan como
recursos complementarios a los financieros o técnicos ofrecidos desde la
institucionalidad en forma de políticas (Rodríguez y otros, 2007:23).
Desde la potenciación del capital social que las familias poseen la PSH,
permite: i) Satisfacer valores de uso vinculados al consumo y al trabajo productivo; ii)
La organización del trabajo al interior de la unidad doméstica; iii) La valorización del
capital de las familias de los sectores populares; iv) Contribuye al despliegue y
fortalecimiento de lazos de cooperación y solidaridad; v) Genera sinergias en ámbitos
más complejos de la promoción del desarrollo local, entre los aspectos más relevantes.
Existen ya en operación –aunque marginalmente- experiencia de políticas
habitacionales, centradas en los “procesos de producción social del hábitat; así mismo
una nueva institucionalidad capaz de materializarlas, un ejemplo de ésta es el
movimiento cooperativista de vivienda en Uruguay (Nahum, 2008).
Es necesario además ampliar la mirada al ámbito urbano, a la dimensión del
Hábitat; lo que implica intervenir en el suelo urbano en manos del mercado con políticas
que incluye la reserva de tierra para vivienda social, y sobre la tierra vacante urbana que
ha sido beneficiada por la acción pública con infraestructura y servicios, para aumentar

133 “La Producción Social del Hábitat, es una forma de producción de viviendas y otros
componentes urbanos que se realiza sin fines de lucro por los propios habitantes y otros agentes
sociales. Hoy no solo son estrategia de sobrevivencia sino de construcción de ciudadanía,
fortalecimiento de la economía popular y transformación social”. Entrevista al Arq. Enrique
Ortiz Flores, Presidente de HIC-Coalición Internacional para el Hábitat. México 2003.
http://www.hic-al.org/eventos.cfm?evento=250&id_categoria=5
152

la oferta de áreas urbanizadas para vivienda social en cantidades adecuadas,


localizaciones correctas y precios accesibles; ampliando además el abanico de la
propiedad individual a formas colectivas de propiedad, que en su conjunto permitan el
ejercicio pleno de la función social del suelo y la vivienda. También se ha avanzado en
América Latina en marcos jurídicos constitucionales que amplían los derechos y
oportunidades de los más pobres a la ciudad y en normativas urbanas para su viabilidad,
como el caso del Estatuto de la Ciudad de Brasil (Rolnik, 2002), y las reformas urbanas
y de suelo en Colombia (Maldonado, 2003).
De esta forma las nuevas políticas debe compatibilizar cuatro factores
principales: instrumentos legales que creen derechos efectivos; leyes de planeamiento
urbano de naturaleza social; agencias políticas e institucionales para la gestión urbana
democrática y políticas destinadas a crear oportunidades de empleo y aumentar los
niveles de ingreso.
Finalmente y haciendo las utopías posibles, en el Ecuador hemos avanzado
substancialmente en crear las condiciones para un desarrollo del Buen Vivir (Acosta,
2012, 2013), contempladas en la Constitución del 2008, que reconoce al Sistema
Económico como Social y Solidario (art. 283) y el derecho de las personas a un hábitat
seguro y saludable, a una vivienda adecuada y digna, con independencia de su situación
social y económica (art 30), así como el derecho al disfrute pleno de la ciudad y de sus
espacios públicos, bajo los principios de sustentabilidad, justicia social, respeto a las
diferentes culturas urbanas y equilibrio entre lo urbano y lo rural. El ejercicio del
derecho a la ciudad se basa en la gestión democrática de ésta, en la función social y
ambiental de la propiedad y de la ciudad, y en el ejercicio pleno de la ciudadanía. Solo
nos toca recurrir a ésta cuando perdemos la dirección y el sentido de los cambios.
153

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Municipalidad de Guayaquil: Dirección de Terrenos y Servicios Parroquiales.


Programas de Vivienda Mucho Lote 1, Mucho Lote 2 y Mi Lote.

Municipalidad de Guayaquil: Dirección de Urbanismo, Avalúos y Registros. Plan de


Desarrollo Urbano. Ordenanza de Ordenamiento Territorial. Ordenanza de
Urbanizaciones. Ordenanza de Edificaciones. Ordenanza de Lotes con Servicio.

REGISTRO OFICIAL
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Registro Oficial N.° 210, del 22 de Diciembre de 1972
Registro Oficial N.° 612, del 8 de Agosto de 1974
Registro Oficial N.° 204, del 1 de Noviembre de 1976
Registro Oficial N.° 646, del 9 de Agosto de 1978
Registro Oficial N.° 67, del 16 de Noviembre de 1979
Registro Oficial N.° 591, del 3 de Octubre de 1983
Registro Oficial N.° 502, del 18 de Agosto de 1986
160

Registro Oficial N.º 828, del 9 de Diciembre de 1991


Registro Oficial N.° 899, del 23 de Marzo de 1992
Registro Oficial N.° 996, del 10 de Agosto de 1992
Registro Oficial N.° 195, del 17 de Noviembre de 1997
Registro Oficial N.° 183, del 3 de Octubre de 2007
Registro Oficial N.° 359, del 10 de Enero de 2011
Registro Oficial N.° 303, del 19 de Octubre de 2010
Registro Oficial N.° 747, del 17 de Julio de 2012

ENTREVISTAS

Identificación de Tipo de entrevistado/a Fecha de realización de la


la Entrevista entrevista
Entrevista N.° 1 Moradora residente en 12 de septiembre del 2012 y 19
Ciudad Victoria de septiembre del 2012
Entrevista N.° 2 Moradora residente en 25 de Octubre del 2012 y 3 de
Ciudad Victoria Noviembre del 2012
Entrevista N.° 3 Moradora residente en 25 de Noviembre del 2012
Cooperativa Ciudad de Dios
Entrevista N.° 4 Moradora residente en 5 de Febrero del 2013 y 8 de
Cooperativa Ciudad de Dios marzo del 2013
Entrevista N.° 5 Alto dirigente Barrial, Coop. 15 de marzo del 2013
Francisco Jácome
Entrevista N.° 6 Alto dirigente Barrial, Coop. 18 de marzo del 2013
Francisco Jácome
Entrevista N.° 7 Dirigente Barrial, Coop. 20 de marzo del 2013
Bastión Popular
Entrevista N.° 8 Morador de la Coop. 25 de Mayo del 2013
Horizontes del Guerrero
Entrevista N.° 9 Morador de la Coop. 26 de Mayo del 2013
Horizontes del Guerrero
Entrevista N.° 10 Morador de la Coop. 1 de Junio del 2013 al 15 de
Horizontes del Guerrero. Julio del 2013
Estudio de Caso
Entrevista N.° 11 Moradora de la Coop. 12 de Julio del 2013
Horizontes del Guerrero.
Estudio de Caso
Entrevista N.° 12 Moradora de la Coop. 18 de Julio del 2013
Horizontes del Guerrero.
Entrevista N.° 13 Moradora de la Coop. 20 de Julio del 2013
Horizontes del Guerrero
Entrevista N.° 14 Moradora de la Coop. 20 de Julio del 2013
Horizontes del Guerrero
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Diario Hoy (2011). “Bono de $ 5000 es para casas prefabricadas”. Sección Noticias. 29
junio 2011.

Diario Hoy (2011). “Gobierno propuso Ciudad Victoria”. Sección Noticias. 9 octubre
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El Telégrafo (2012). “Quiñónez: ´Los asentamientos consolidados serán atendidos´”.


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Noticias. 10 junio 2013.

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Sección Noticias. 18 junio 2013.

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El Telégrafo (2013). “Comienza censo en Monte Sinaí para la entrega de certificados”.


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enero 2011.

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Comunidad. 30 enero 2011.

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El Universo (2011). “Ecapag desmiente que cobertura de agua sea del 85,43%”. Sección
Gran Guayaquil. 12 septiembre 2011.

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Expreso (2011). “Me tienen preso los que impidieron mi reelección”. Sección
Guayaquil. 15 enero 2011.
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Expreso (2011). “Tierras del plan Socio Vivienda en disputa legal”. Sección Actualidad.
20 marzo 2011.

Expreso (2013). “Otra urbe dentro de Guayaquil”. Sección Actualidad. 25 agosto 2013.

Expreso (2013). “El drama de los reubicados”. Sección Actualidad. 1 septiembre 2013.

Expreso (2013). “El revés de Ciudad Victoria”. Sección Actualidad. 16 diciembre


2013.

Expreso (2013). “Un plan que legó conflictos”. Sección Actualidad. 17 diciembre 2013.

Expreso (2013). “No hay casa pa tanta gente”. Sección Actualidad. 18 agosto 2013.

REVISTA POPULAR

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en http://www.vistazo.com/impresa/pais/imprimir.php?Vistazo.com&id=3916

Ponce, Isabela (2011). “Invasiones casa adentro”. Revista Vistazo. Edición Especial
Enero 2011. Visitada el 13 abril de 2011 en http://www.vistazo.com/impresa/
pais/imprimir.php?Vistazo.com&id=3914

Revista Vistazo (2011). “Invasiones, cuento de nunca acabar”. Edición especial Enero
2011. Visitada el 13 de abril de 2011 en http://www.vistazo.com/
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TELEVISION

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Ecuavisa (2013). “Piden al Gobierno iniciar diálogos por nuevos desalojos en Monte
Sinaí”. 3 junio 2013. http://www.ecuavisa.com/articulo/noticias/costa/32430-piden-al-
gobierno-iniciar-dialogos-por-nuevos-desalojos-en-monte-sinai

Ecuavisa (2013). “Bandera blancas y vigilias de moradores en Monte Sinaí no evitan


desalojos”. 4 junio 2013. http://www.ecuavisa.com/articulo/noticias/costa/32503-
banderas-blancas-y-vigilias-de-moradores-en-monte-sinai-no-evitan

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Secretaría Técnica de Asentamientos irregulares. 17 abril 2013. http://
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Telerama (2013). “60 familias son notificadas de nuevos desalojos”. Sección Noticias.
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INSTITUCIONES. SALA DE PRENSA

Asamblea Nacional. Asambleísta Marcela Aguinaga socializa reforma a la Ley 88. Sala
de prensa 5 agosto 2013

Asamblea Nacional. Reformas a la Ley 88 legaliza a 14.600 familias que viven en


sectores postergados. Sala de prensa 7 agosto 2013

Asamblea Nacional. Asambleísta Cristina Reyes. Oficio No. 0039-CRH-AN-2013. 14


agosto 2013

Gobernación del Guayas. Rueda de Prensa que ofreció la Gobernadora del Guayas Ab.
Viviana Bonilla Salcedo sobre los resultados del operativo de desalojo en Thalía Toral 1
y 2 sector Monte Sinaí. 11 mayo 2013. http://
www.youtube.com/watch?v=gQ0GiLKToyU

Ministerio de Desarrollo urbano y Vivienda MIDUVI. “2121 familias dejaron el estero


Salado y pasaron a Socio Vivienda”. Boletín de prensa. 24 septiembre 2013.

Municipio de Guayaquil. “Alcalde Nebot ratificó el miércoles 12 de junio, a moradores


de Monte Sinaí que Municipio de Guayaquil actuará en base a la Ley”. Sala de Prensa.
12 junio 2013

Municipio de Guayaquil. “Jaime Nebot cree que Monte Sinaí tiene asentamientos
antiguos que deben legalizarse”. Sala de Prensa. 1 julio 2013

Municipio de Guayaquil. “Sesión de Concejo aprueba en primer debate reforma a la


Ordenanza especial que regulariza predios adyacentes al Monte Sinaí”. Sala de Prensa.
2 Agosto 2013

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