La Importancia Del Presupuesto
La Importancia Del Presupuesto
La Importancia Del Presupuesto
Coordinación institucional: Elena González Briones, José María Lamamie de Clairac y Cristina Carrillo Rivero.
Autoría: Manuel Ortega Martínez, Cristóbal Pino Artacho, Melania Merino González y María de las Cruces Ledrado Gómez.
Revisión y adaptación: Alejandro García Cuadra, Carla Rodríguez Caballero y Cristina López Menaza.
© BANCO DE ESPAÑA
© COMISIÓN NACIONAL DEL MERCADO DE VALORES
© MINISTERIO DE EDUCACIÓN
Secretaría de Estado de Educación y Formación Profesional
Instituto de Formación del Profesorado, Investigación e Innovación Educativa
NIPO: 820-10-313-1
Maqueta: Fernando Jiménez
1 EL PRESUPUESTO PERSONAL
OBJETIVOS 1.1 ¿Qué es un presupuesto?
Aprender a
elaborar un Se entiende por presupuesto una relación detallada de la previsión
presupuesto de ingresos y gastos que vamos a tener durante un período de
personal
tiem- po determinado.
Diferenciar
entre gastos fijos Los presupuestos, por tanto, hemos de elaborarlos antes de que se
obligatorios, gastos
produzcan estos ingresos y gastos. Así, si queremos elaborar un
variables necesarios
y gastos superfluos presupuesto para un determinado mes, lo confeccionaremos el mes
anterior mediante una estimación de los ingresos y gastos que pre-
vemos se producirán en el mes siguiente.
Si de pronto tuviéramos que aportar dinero para hacer un regalo a un compañero, que
se marcha del centro porque han trasladado a su padre a otra ciudad, ¿contamos con
una reserva de dinero para los gastos imprevistos?
El presupuesto nos va a ayudar a conocer las respuestas a las preguntas anteriores. Es, por
tanto, un instrumento imprescindible para llevar el control de nuestras cuentas personales, sea
cual sea nuestra situación económica.
Quizás, elaborar un presupuesto nos suene a algo complicado o nos sugiera imágenes desagra-
dables, como privarnos de cosas que nos gustan o, incluso, de cosas necesarias. En realidad, es
todo lo contrario. El presupuesto es la forma más eficaz para sacar todo el partido a nues-
tro dinero. Su elaboración y seguimiento nos pueden resultar incluso divertidos.
Requiere un poco de esfuerzo al principio, pero luego se convierte en un hábito muy beneficio-
so que nos permite identificar en qué gastamos nuestros ingresos y hacer los ajustes necesarios
para ahorrar un poco más cada mes, y así lograr nuestros objetivos financieros.
1.2 ¿para Qué sirve el presupuesto?
El presupuesto nos sirve para:
Apartar alguna cantidad todos los meses para ahorrar, teniendo en cuenta nuestros
objetivos.
A continuación detallamos las diferentes fases o pasos que hemos de seguir para elaborar un
presupuesto.
Existen programas informáticos y servicios de banca online que nos pueden facilitar esta tarea,
pero también lo podemos hacer con la hoja de cálculo o con lápiz y papel.
No debemos olvidar que todos los ingresos y gastos deben corresponder al mismo período de
tiempo. Es decir, si reflejamos ingresos y gastos mensuales, aquellos gastos que sólo hacemos
una vez al año (un regalo a nuestros padres para su cumpleaños, por ejemplo) tendríamos que
dividirlos entre los doce meses.
Empezaremos por hacer una lista de todas las entradas de dinero. La más importante suele ser
la paga que nos dan a la semana o al mes. También algunas propinas provenientes de alguno
de nuestros familiares o regalos en efectivo por nuestro cumpleaños.
Gastos:
Los gastos son todas las salidas de dinero. Para saber realmente en qué situación estamos, hay
que incluir todos los gastos actuales, por muy pequeños que sean. Sin olvidar otros
ocasionales como regalos de cumpleaños y de Reyes o Papá Noel en Navidad, etc.
Un experimento muy revelador consiste en anotar en una agenda todos los gastos que
tengamos, por pequeños que sean, durante un mes. El resultado, seguramente, nos
sorprenderá.
Una vez que tengamos una estimación fiable de nuestra situación financiera, podemos proceder
a la siguiente fase.
¡¡¡ATENCIÓN!!!
Para muchas personas y familias los ingresos mensuales son relativamente estables, pero los
gastos varían. Unos meses se gasta menos y al final hay algo de ahorro. Otros meses, los
gastos son mayores que los ingresos y se recurre al ahorro de meses anteriores para pagarlos.
Y así van tirando mes a mes, pero sin llegar nunca a controlar la situación.
Los problemas surgen cuando hay varios meses seguidos en los que los gastos superan a los
ingresos. Entonces se agotan los ahorros y no hay más remedio que pedir dinero prestado para
atender a los pagos.
En realidad, es aconsejable que nuestros gastos no superen el 90% de los ingresos, para po-
der ahorrar, como mínimo, el 10% restante cada mes. Este 10% lo podemos destinar a crear un
fondo para emergencias o imprevistos y a guardarlo para comprar algún bien que nos interese.
Sin ahorro, nada de esto es posible. Sin ahorro nunca tendremos el control sobre nuestra
situación económica.
Así pues, es conveniente ajustar nuestro presupuesto, tanto si tenemos problemas para llegar a
fin de mes como si queremos ahorrar un poco más. Para ello, sólo hay dos opciones:
aumentar los ingresos o reducir los gastos.
Las posibilidades para aumentar los ingresos suelen ser limitadas. Generalmente no está en
nuestras manos aumentar los ingresos, por lo tanto tendremos que reducir los gastos.
Gastos fijos obligatorios: son aquellos gastos que tenemos que pagar sin falta.
Para una familia serían, por ejemplo, los gastos del colegio, el alquiler de la vivienda o el
recibo de la comunidad, etc.
Son, por tanto, gastos que tenemos que pagar obligatoriamente y cuyas cuantías difícilmente
podremos modificar.
Si este tipo de gastos no los pagamos dentro de los plazos establecidos, nos aplicarán gastos
adicionales de demora, aumentando cada vez más nuestra deuda y la cantidad a pagar, o
ten- dremos que afrontar desagradables juicios y demandas, con sus correspondientes costes.
Gastos variables necesarios: son gastos necesarios para vivir, pero que podemos
reducir si hacemos un uso racional del consumo.
Para una familia, serían la electricidad, la comida, la ropa, el transporte, el calzado, los
electrodomésticos, etc.
Como estos gastos son necesarios, normalmente sólo podemos reducirlos haciendo pequeños
recortes. Un poco aquí, un poco allá: es el ahorro típico de la hormiguita.
Comparar las tarifas de los distintos operadores de telefonía móvil para elegir la que más
se adapta a nuestros horarios.
Comparar entre las diferentes ofertas de Internet y seleccionar la tarifa que mejor se
adapte a nuestras necesidades.
Gastos discrecionales o superfluos: son todos aquellos gastos que realizamos para
cosas que nos gustan, pero que no son imprescindibles.
Todos podemos descubrir gastos superfluos que realmente no añaden mucho a nuestra calidad
de vida, y que reducen el dinero que podríamos utilizar para otros fines más productivos.
Nos puede sorprender el valor de la cantidad de cosas que compramos que no son necesarias y
que luego, además, no solemos utilizar.
Cuando hay que recortar gastos, éstos deben ser los primeros en reducirse o eliminar.
La mejor forma de lograrlo es incorporando dentro de los gastos fijos obligatorios del presu-
puesto. Es decir, se asume la obligación de pagarse a uno mismo una cantidad fija cada
mes antes de anotar otros gastos no obligatorios.
Lo podemos hacer ingresando esta cantidad todos los meses en una cuenta bancaria. Lo im-
portante es coger el hábito a principios de semana o de mes, antes de gastar el dinero en otras
cosas.
No obstante, si después de realizar todos los recortes posibles el presupuesto sigue siendo de-
masiado ajustado para permitirnos esta cantidad de ahorro mensual, no hay que desesperarse,
podemos poner de momento una cantidad menor.
En la elaboración del presupuesto el objetivo es que nuestros ingresos cubran todos nuestros
gastos. Una vez identificados los recortes necesarios para conseguirlo, confeccionaremos el
presupuesto con el compromiso, eso sí, de cumplirlo.
Para cumplir el presupuesto debemos controlar los gastos para no excedernos de lo presu-
puestado.
Las cantidades apartadas para ciertos gastos posiblemente no resulten realistas, o a lo mejor el
gasto en otros conceptos es menor de lo que se pensaba. Es normal revisar varias veces el pre-
supuesto para que se ajuste a la realidad con objetivos alcanzables.
Camila Gómez decide realizar su presupuesto personal para una semana. Sus previsio-
nes para dicha semana son:
El sábado recibe la paga semanal que asciende a 15 euros.
Por recoger de lunes a viernes a los hijos de su vecina del colegio a las 5 de la
tarde, recibirá 2 euros al día.
Destina un 10% de sus ingresos al ahorro (pues desea comprarse un nuevo juego
para la videoconsola).
Paga semanal 15 € 15 €
Recoger a los niños de
una vecina 10 € 25 €
Regalo de su abuela 5€ 30 €
Recarga del móvil 5€ 25 €
Entrada de cine,
refresco y palomitas 12 € 13 €
Ahorro 3€ 10 €
Chucherías y refrescos 10 € 0€
Entre las sugerencias para llevar mejor nuestro presupuesto podemos señalar las siguientes:
Tenemos que ser sinceros sobre cuánto gastamos al mes, cotejando las cifras con la realidad.
Hemos de clasificar, ordenar y guardar los documentos.
Tenemos que buscar un sistema para hacer un seguimiento de los gastos que resulte
cómodo: anotar los gastos en una agenda, calendario o en algún programa de
ordenador.
Apuntar los ingresos y los gastos nos permite prever cuándo necesitaremos emplear fondos
adicionales procedentes del ahorro, e identificar qué gastos podríamos reducir o aplazar hasta
un momento de mayor desahogo económico.
RECUERDA QUE:
2. Tenemos seguridad financiera cuando no tenemos deudas o las podemos pagar có-
modamente, somos capaces de controlar nuestros gastos y logramos aumentar
nues- tros ahorros mes a mes.
3. Las metas u objetivos financieros que nos planteemos han de ser concretos,
alcanza- bles y delimitados en el tiempo.
4. El presupuesto es la forma más eficaz para sacar todo el partido a nuestro dinero.
9. La inversión supone arriesgar parte del dinero ahorrado con la esperanza de ganar
más a cambio.
12. Los bienes y servicios que llamamos necesarios son aquéllos que son imprescin-
dibles, no los que son deseables.
15. Las cuentas a la vista (cuenta corriente y cuentas de ahorro) son depósitos de
dinero que nos permiten realizar cobros y pagos a través de las mismas.
16. Debemos procurar no tener descubiertos o números rojos en nuestra cuenta porque
los gastos que generan son muy elevados.
17. Para sacar dinero en efectivo de los cajeros automáticos debemos utilizar siempre
la tarjeta de débito y nunca la de crédito, salvo emergencias.
18. Los cajeros de nuestra entidad bancaria, en principio, son los únicos que no nos co-
brarán comisiones por retirar dinero con la tarjeta de débito.
19. Los directores de las oficinas bancarias tienen un margen para bajar los precios de
los productos y servicios que nos ofrecen, por lo que es imprescindible que
negocie- mos para obtener el mejor precio posible.
20. Tenemos un plazo de dos meses para devolver recibos domiciliados con los que no
estemos de acuerdo y de tres meses para recibos que no hayamos autorizado expre-
samente.
Cheque Documento utilizado como medio de pago por el cual el titular de una
cuenta corriente ordena a su entidad bancaria que pague una
determinada cantidad de dinero a otra persona o empresa.