El Presupuesto
El Presupuesto
El Presupuesto
Hoy en día, todos manejamos dinero, y realizamos pagos a diario, pero si yo te preguntara,
¿cuánto te has gastado hoy?, ¿podrías darme una respuesta?, y ¿cuánto llevas gastado este
mes? Seguramente la respuesta es todavía más difícil, y si ya hablamos del año, las cifras se
nos disparan. Además, con los nuevos medios de pago (tarjetas de crédito, compras por
Internet, Paypal, tarjetas de comercios) en muchos de los pagos que hacemos el dinero ni
siquiera pasa por nuestras manos, sino que es transferido por medios informáticos, sin que
tomemos conciencia de ello, o en el caso de las tarjetas con pago diferido, olvidando que
hemos realizado el gasto, hasta que este, es descontado en nuestra cuenta, semanas después.
Con el presupuesto familiar, lo que vamos a hacer es recopilar de forma ordenada toda esta
información dispersa, y poner frente a frente, los ingresos con los gastos, para conocer de
esta forma el ahorro o el déficit que tiene nuestra economía doméstica.
Así pues, podemos definir el presupuesto familiar como el documento en el que se plasman
de forma ordenada y por escrito la relación de gastos e ingresos, previstos en una unidad
familiar durante un periodo de tiempo determinado. La mejor forma de conocer y organizar
el dinero es realizar el presupuesto personal o familiar, se trata simplemente de llevar las
cuentas al día, es decir, tener un plan de ingresos, gastos y ahorros que ayuden a planificar
mejor la utilización del dinero.
El presupuesto, lo difícil es empezar. El presupuesto requiere de disciplina y vencer a las
propias excusas: no tengo tiempo, ya lo haré después de vacaciones, empezaré el próximo
año o no me va a servir para nada, yo ya sé lo que gasto.
El presupuesto, la clave es ser constante. Una vez empezado, es importante ser constante y
seguir haciéndolo cada mes, pues no todos los meses tenemos los mismos movimientos y
hay recibos que se pagan con distinta periodicidad.
-Controlar el gasto. Cuando se identifican todos los gastos realizados, es cuando se puede
actuar sobre él, y controlar cuanto se quiere gastar y en qué.
Hacer previsiones para el futuro. Además de los objetivos concretos de ahorro, se deben
hacer planes de previsión para el futuro, y es conveniente comenzar cuanto antes a generar
un ahorro para la jubilación, ya que, es un periodo de la vida en que los ingresos siempre
suelen ser menores que durante la vida activa, y de esta forma, se podrá mantener similar
nivel de vida.
-Ajustar el nivel de vida. Si se ganan $100 no se debe gastar $105. Una persona puede
ganar $500.000 al año, y no llegar a fin de mes, mientras que otra, que gana $100.000 llega
sin problemas. Se debe ajustar el nivel de gasto al nivel de los ingresos, y no vivir por
encima de las posibilidades, sean estas las que sean, ya que, no por tener un mayor nivel de
ingresos, se puede tener un nivel de gasto superior a estos ingresos.
PRESUPUESTO MENSUAL
El principal horizonte temporal en el que se mueve la economía moderna es el mes. Los
ingresos de las personas que trabajan por cuenta ajena, y las de aquellas que reciben una
pensión o subsidio, se producen una vez al mes, además de los principales pagos a los que
se hace frente: hipoteca, préstamos, recibos. Por tanto, la forma más útil y práctica de
comenzar a ordenar la situación financiera pasa por realizar un presupuesto mensual, para
realizar una primera evaluación de la estabilidad financiera de la unidad familiar. Para
comenzar el presupuesto, se requiere recopilar la información de los ingresos y gastos que
se generan a lo largo del mes, y clasificarlo en dos columnas: ingresos y gastos.
Ingresos
Para comenzar con el presupuesto, lo mejor es hacerlo por la columna de ingresos, ya que
son más fácilmente identificables, porque, por lo general, son de mayor importe y tienen
menos orígenes. Los ingresos son todas las entradas de dinero que se producen en la unidad
familiar, durante el periodo que abarca el presupuesto. Generalmente, el mayor importe de
los ingresos va a venir de los sueldos y los negocios, las pensiones en los casos de las
personas que ya no están en activo, y los subsidios de desempleo en caso de las personas
desempleadas. No obstante no se deben olvidar otros ingresos como arrendamientos de
bienes inmuebles, rendimientos por diversos productos financieros, subvenciones,
pensiones alimenticias.
Gastos
La otra columna del presupuesto es la que está formada por todos los gastos en los que
incurre la unidad familiar. Los gastos son todas las salidas de dinero, que se producen
durante el periodo que abarca el presupuesto que realiza cualquier miembro de la unidad
familiar. Se puede deducir que los gastos son mucho más numerosos que los ingresos en
cuanto a cantidad y mucho más variados en cuanto a su naturaleza, pero, a través del
presupuesto lo que se consigue es comparar si el importe total de los mismos, es igual,
mayor o inferior al de los ingresos. Además el gasto tampoco es igual a lo largo del año, ya
que, por ejemplo en primavera se puede incurrir en mayores gastos en casa, para
mantenerla fría, o en el invierno el consumo fuera de casa puede ser menor, mientras que en
los meses de verano, se gasta en vacaciones, la hotelería y el ocio aumenta. Para estudiarlos
y recopilarlos de forma ordenada, vamos a clasificarlos en: Gastos fijos obligatorios, Gastos
variables necesarios, Gastos variables prescindibles y Gastos ocasionales.
Gastos variables necesarios. Son todos aquellos gastos que la unidad familiar necesita
para desarrollar su vida diaria con normalidad, y que están en función del consumo
realizado. Aquí se encuentran gastos como electricidad, alimentación, transporte, teléfono,
Internet, artículos de limpieza, agua. Una vez plasmados estos gastos en el presupuesto se
puede valorar su verdadera dimensión y actuar sobre ellos, en caso de que sea necesario
realizar un ajuste presupuestario. Todos estos gastos son necesarios para atender las
necesidades familiares básicas, pero son susceptibles de ajuste, modificando hábitos de
consumo, negociando con el proveedor, o realizando un consumo más eficiente de los
recursos.
Gastos variables prescindibles. Puede ser complicado trazar la línea que separa los gastos
variables necesarios de los prescindibles, e incluso, si se tiene un presupuesto saneado,
tampoco es especialmente necesario, pero si por el contrario, el presupuesto está muy
ajustado, o es deficitario, se hace especialmente ineludible identificar los gastos que además
de variables son claramente prescindibles, ya que, aunque aportan un mayor bienestar a la
vida cotidiana, pero si la situación financiera no lo permite se debe prescindir de ellos. Aquí
se encuentran gastos como todos los relacionados con el ocio (cine, teatro, restaurantes),
aficiones (viajes, turismo, coleccionismo, deportes), cuidado personal (spa, estética) y
demás categorías de actividades que se consumen pero que sin ellos se podría desarrollar
una vida totalmente normal y satisfactoria.
La diferenciación entre necesarios y prescindibles es muy personal, y variará de unas
familias a otras. En caso de tener que realizar ajustes en el presupuesto, habrá que
clasificarlos correctamente, y jerarquizar los prescindibles para poder decidir de cuales se
puede prescindir, con un menor impacto. También, como son gastos variables, se podría
actuar, sin necesidad de prescindir de ellos completamente, comparando, y buscando
alternativas más económicas. Por ejemplo, ir al cine, y no queremos renunciar a ver una
película a la semana, aprovechar el día que es más económico.
Gastos ocasionales. Los gastos ocasionales se consideran aquellos que se hacen de forma
puntual, y para los que, lo ideal sería planificarlos y destinar parte del ahorro. En esta
categoría de gastos se pueden encontrar las vacaciones, el cambio de electrodomésticos, las
mejoras en la casa. Estos gastos no son gastos cotidianos sino que solo se dan de vez en
cuando, y son muchas veces prescindibles si la situación financiera no lo permite. Como no
se producen de forma regular, en el presupuesto se puede destinar una cantidad fija, para
reservarla a este fin, siempre y cuando la situación del presupuesto lo permita. Es
conveniente fijar este importe en función de los objetivos que se tienen para el año, ya que
así, el presupuesto se ajustará más a la realidad y se evitan desviaciones que desequilibren
el presupuesto.
RECOMENDACIONES
■ Eliminar lo innecesario y reducir lo necesario. Recortar al máximo los gastos superfluos
y disminuir lo más que pueda los desembolsos necesarios. La factura de la luz o el gas se
pueden reducir si se tiene cuidado y corregir los malos hábitos.
■ Cuidado con las tarjetas. Utilizar dinero en efectivo para los gastos diarios. Las tarjetas
de crédito pueden distorsionar la visión de los gastos y ponerlo en situaciones difíciles.
■ Deudas peligrosas. Quitarse cuanto antes esas deudas por las que se pagan intereses muy
altos. Los préstamos personales al consumo son muy caros y se pueden evitar con un
presupuesto bien hecho.
■ ¿Cuáles son sus posibilidades? Este es un consejo de oro: ¡no gastes por encima de tus
posibilidades!