Las Penas

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LAS PENAS

La pena se define como una sanción que produce la pérdida o restricción


de derechos personales de un sujeto hallado responsable de la comisión de una
conducta punible, es decir, una acción típica, antijurídica, culpable y punible,
impuesto tras un debido proceso por los órganos jurisdiccionales.
La pena es la más grave de las sanciones establecidas dentro del
ordenamiento jurídico. La distinción de la pena con respecto a otras sanciones
semejantes del ordenamiento jurídico estriba en que tiene como presupuesto
necesario la comisión de un delito y que la misma debe ser impuesta por jueces
independientes en un juicio conforme las reglas del derecho procesal penal
(artículo 4 del CPP). Es esencial resaltar que la pena, a diferencia de otras
sanciones contempladas por el ordenamiento jurídico, afecta los bienes más
importantes de un individuo; su vida, su libertad y su patrimonio. La pena se
distingue además por su absoluta independencia: debido a que puede ser
impuesta junto con otras sanciones; esta simultaneidad no constituye una
infracción del principio de non bis in idem.

Teorías de las penas:

La pena se justifica por su necesidad como medio de represión


indispensable para mantener las condiciones de vida fundamentales para la
convivencia de personas dentro de una comunidad; sin la pena, la convivencia
humana en la sociedad actual sería imposible. Su justificación no es, por
consiguiente, una cuestión religiosa ni filosófica, sino una amarga necesidad. Más
discutidos son los problemas sobre el fundamento y fines de la pena. Estos han
constituido el objeto de la llamada "lucha de Escuelas", que durante muchos años
ha sido el punto de quiebre de discusiones y polémicas en la Ciencia del Derecho
Penal. Se distinguen tradicionalmente, las teorías absolutas, teorías relativas y
teorías eclécticas o de la unión.
a) Las teorías absolutas o retributivas:

“Las teorías absolutas, legitiman la pena si esta es justa. La pena


necesaria, para estas teorías, será aquella que produzca al autor un mal que
compense el mal que él ha causado libremente.” Es la imposición de un mal, por el
mal cometido. En esto se agota y termina la función y fin de la pena. Detrás de la
teoría de la retribución se encuentra el antiguo principio del talión –ojo por ojo,
diente por diente. A través de la retribución se hace justicia al culpable de un
delito.

Kant, en su ejemplo establece que, “si todos los miembros de una


comunidad acordaran por unanimidad disolverla, antes de ello se llevara a cabo,
debería ejecutarse al último asesino que estuviera en prisión, para que todo el
mundo supiera el trato que merece sus hechos”. Encuentra que la pena sólo tiene
sentido si es retribución de la culpabilidad y, en consecuencia, no puede
imponerse simplemente como medio para conseguir otro bien para el delincuente
mismo o para la sociedad. Es decir, que la pena únicamente se justifica para
sancionar un mal cometido por el delincuente, si existiera otro fin, ello
representaría una afrenta a la dignidad de la persona.

Roxin, afirma que: “…la teoría de la retribución hoy ya no es sostenible


científicamente. Si tal como se mostró, la misión del derecho penal consiste en la
protección subsidiaria de los bienes jurídicos; para el cumplimiento de esa tarea,
no puede servirse de una pena que prescinda de toda finalidad social. Dicho de
otro modo, el Estado como institución humana, no está capacitado ni legitimado
para realizar la idea metafísica de justicia. La idea de que puede compensar o
eliminar un mal mediante la imposición de otro mal (el sufrimiento de la pena) sólo
es accesible a una creencia a la cual el Estado no puede obligar a nadie, a partir
de que él ya no deriva su poder de Dios sino del pueblo.”  .

A pesar de ello, la idea retribucionista aún tiene fuerte arraigo en la


sociedad, que reacciona frente a los más graves delitos exigiendo el castigo de
sus culpables "el que la hace, la paga" y en las concepciones religiosas, que ven
la pena como la expiación necesaria del mal (delito) cometido. También las ideas
de “venganza” y de "castigo" se basan en esta concepción retributiva de la pena.

b) Las teorías relativas o preventivas:

Son aquellas corrientes de opinión que no consideran la pena como un fin


en sí mismo, sino como un medio para alcanzar otras metas (prevención,
rehabilitación, defensa social). Entre tales teorías podemos mencionar la
preventiva, la correccionalista y la positivista. Atienden al fin que se persigue con
la pena. Se opone a las teorías absolutas. Para ellas la pena no tiene  que realizar
la justicia en la tierra, sino proteger a la sociedad. La pena no constituye un fin en
sí misma sino un medio de prevención. Se remonta a los inicios de la historia del
derecho, Platón decía: nemo prudens punit, quia peccatum est, sed ne
peccetr; ningún hombre prudente pena porque se ha pecado, sino para que no se
peque. A diferencia de la concepción de la pena retributiva, la teoría de la
prevención, es teoría “relativa”, pues, encuentra su fundamento y fin en la
disuasión futura de una infracción penal.

Las teorías de la prevención se pueden dividir en teorías de la prevención


general y teorías de la prevención especial. Las teorías de la prevención general
ven el fin de la pena en la intimidación de la generalidad de los ciudadanos, para
que se aparten de la comisión de delitos.

Las teorías de la prevención especial, ven el fin de la pena, en apartar al


que ya ha delinquido de la comisión de futuros delitos, bien a través de su
corrección o intimidación, o a través de su aseguramiento, apartándolo de la vida
social en libertad. El delincuente no debe volver a delinquir, para ello se hace
necesario observar una triple dimensión de la pena: intimidación, resocialización e
inocuización. Fundamenta la primera en el sentido que está dirigida al delincuente
como un aviso de la sanción que puede ser objeto al cometer un acto atribuido
como delito. Luego, fundamenta la resocialización, en que el delincuente es
susceptible de corrección mediante la educación durante el tiempo que cumple la
sanción y por último precisa que la inocuización esta dirigida a la anulación del
delincuente habitual, con una sanción penal por tiempo indeterminado e incluso la
pena de muerte.

c) Teorías de la unión:

Las teorías mixtas, eclécticas o de la unión tratan de mediar entre las


teorías absolutas y relativas como solución en la lucha de Escuelas. Pero como
toda solución de compromiso desemboca en un eclecticismo, adoptando posturas
medias; esto es, que recogen de una y otra lo mejor y no llegan a satisfacer
totalmente a nadie. Esto se debe a que las teorías de retribución y prevención
resultan antípodas, por tanto, no pueden subordinarse el uno al otro, sino
coordinarse mutuamente. La retribución mira al pasado, al delito cometido; la
prevención, al futuro, a evitar que se vuelva delinquir.

Las teorías de la unión, en sus variantes, tienen el mérito de haber


superado la parcialidad, tanto de las teorías absolutas como de las relativas.
Ninguna de estas dos teorías, puede comprender el fenómeno de la pena en su
totalidad, ya que, sólo fijan su atención en partes de ese fenómeno. En esto
fracasan también las teorías de la unión. Para éstas lo fundamental sigue siendo
la pura retribución del delito culpablemente cometido y sólo dentro de ese marco
retributivo y, por vía de excepción, admiten que con el castigo se busquen fines
preventivos. Roxin manifiesta que la retribución no es el único efecto de la pena,
sino uno más de sus caracteres, que incluso no se agota en sí mismo, sino que, al
demostrar la superioridad de la norma jurídica sobre la voluntad del delincuente
que la infringió, tiene efecto preventivo general en la comunidad. Se habla en este
sentido de prevención general positiva que persigue el reforzamiento de la
confianza social en el Derecho.
No se puede afirmar que existe función única en la pena, ni asignar a la
pena un fin exclusivo. La pena es un fenómeno pluridimensional que cumple
diferentes funciones en cada uno de los momentos en que aparece, es decir,
cuando el legislador prohibe una conducta amenazándola con una pena, es
decisiva la idea de prevención general negativa, pues se intimida a los miembros
de la comunidad, para que se abstengan de realizar la conducta prohibida. Pero si,
a pesar de esa amenaza e intimidación general, se llega a cometer el hecho
prohibido, entonces a su autor debe aplicársele la pena prevista para ese hecho,
predominando en la aplicación de la pena la idea de retribución o de prevención
general positiva, aunque no se excluyan aspectos preventivos especiales.

Durante la ejecución de la pena, prevalece, la idea de prevención especial,


debido a que, el delincuente estando recluido en prisión, debe recibir la educación
y socialización suficiente para alcanzar un grado evolutivo que al devolverlo a la
vida en comunidad no vuelva a delinquir.

CLASES DE PENAS:
En Guatemala, existen dos tipos de penas reguladas en el Código Penal,
las penas principales y las penas accesorias. Las penas principales se dividen
según el bien jurídico que se afecta; en Guatemala son las privativas de la vida, de
la libertad y económicas.

Penas Principales son: la privativa de la libertad de prisión, la pecuniaria de multa


y las demás privativas de otros derechos que como tal se consagren en la parte
especial; aparecen impuestas específicamente en un delito y no dependen de
otras para su imposición.
Penas accesorias: no están previstas específicamente para el delito, sino que
dependen de la imposición de una pena principal. Acompañan a otras penas y su
duración depende de éstas.
La regulación legal de la clasificación de las penas, según los artículos 41 y
42 del Código Penal, Decreto Número 17-73 de El Congreso de la República de
Guatemala, clasifica a las penas como:
1. Penas principales. se dividen a su vez, en: la de muerte, de prisión, arresto y
la multa.
- Pena de muerte: tiene carácter extraordinario y sólo podrá aplicarse en los
casos expresamente consignados en la ley y no se ejecutará, sino después de
agotarse todos los recursos legales. No podrá imponerse la pena de muerte: 1º.
Por delitos políticos; 2º. Cuando la condena se fundamente en presunciones; 3º. A
mujeres; 4º. A varones mayores de sesenta años; 5º. A personas cuya extradición
haya sido concedida bajo esa condición.
En estos casos y siempre que la pena de muerte fuere conmutada por la de
privación de libertad, se le aplicará prisión en su límite máximo.
- Pena de prisión: consiste en la privación de la libertad personal y deberá
cumplirse en los centros penales destinados para el efecto. Su duración se
extiende desde un mes hasta cincuenta años.
- Pena de arresto: consiste en la privación de libertad personal hasta por sesenta
días. Se aplicará a los responsables de faltas y se ejecutará en lugares distintos a
los destinados al cumplimiento de la pena de prisión.
- Multa: consiste en el pago de una cantidad de dinero que el juez fijará, dentro de
los límites legales.
2. Penas accesorias. se dividen a su vez en: inhabilitación absoluta, inhabilitación
especial, comiso y pérdida de los objetos o instrumentos del delito, expulsión de
extranjeros del territorio nacional, pago de costas y gastos procesales,
publicación de la sentencia y todas aquellas que otras leyes señalen.
- Inhabilitación absoluta: comprende: 1º. La pérdida o suspensión de los
derechos políticos. Según la Constitución Política de la República de Guatemala,
entre los derechos políticos de los ciudadanos están: elegir y ser electo, optar a
cargos públicos etc.; 2º. La pérdida del empleo o cargo público que el penado
ejercía, aunque provinieren de elección popular; 3º. La incapacidad para obtener
cargos, empleos y comisiones públicos; 4º. La privación del derecho de elegir y
ser electo; 5º. La incapacidad de ejercer la patria potestad y de ser tutor o protutor.
- Inhabilitación especial, consistirá según el caso: 1º. En la imposición de alguna
o algunas de las inhabilitaciones establecidas en los distintos numerales para la
inhabilitación absoluta; 2º. En la prohibición de ejercer una profesión o actividad
cuyo ejercicio dependa de una autorización, licencia o habilitación.
- Comiso: consiste en la pérdida, a favor del Estado, de los objetos que
provengan de un delito o falta, y de los instrumentos con que se hubieren
cometido, a no ser que pertenezcan a un tercero no responsable del hecho.
Cuando los objetos referidos fueren de uso prohibido o no sean de lícito comercio,
se acordará el comiso, aunque no llegue a declararse la existencia del delito o la
culpabilidad del imputado. Los objetos decomisados de ilícito comercio, se
venderán y el producto de la venta incrementará los fondos privativos del
Organismo Judicial.
- Publicación de la sentencia: es pena accesoria a la principal que se imponga
por los delitos contra el honor (la calumnia, la injuria y la difamación).

DETERMINACION DE LAS PENAS:


Se refiere a la función del juzgador de aplicar de manera individualizada
una pena o sanción a una persona que infringe la ley, por lo tanto se puede llamar
a esta función como la concretización de la pena.

- Criterios de la Determinación de la pena: Al tener que determinar el castigo


que una persona debe recibir por la comisión de una conducta antijurídica, surgen
criterios guías que buscan una correcta determinación de la pena a nivel general,
se exponen algunos a continuación: Cuello Calón parte del principio de
proporcionalidad, pues indica que las penas severas son para crímenes atroces y
las sanciones más benignas son para los delitos de menor gravedad; resaltando
que amenazar con igual pena a delitos de distinta gravedad es crear un estímulo
para cometer los mayores delitos. Frente a lo cual considera que debe tomarse en
cuenta:
1. La gravedad del delito realizado, y los medios usados o las circunstancias que
en el mismo concurran para entender la personalidad del delincuente y el grado de
peligrosidad que este presenta en la sociedad.
2. Las condiciones personales, biológicas, psíquicas y sociales. Siendo necesario
precisar edad del delincuente, si este sufre de locura, si es un delincuente
habitual, pasional u ocasional, etc.
- La peligrosidad: es un elemento subjetivo de la determinación de la pena. La
abundancia o ausencia de la misma pueden determinar si la pena a imponerse
será aumentada o disminuida. Es el “Conjunto de condiciones subjetivas que
autorizan un pronóstico acerca de la propensión de un individuo a cometer delito”.
La definición previamente expuesta es bastante básica y expone la subjetividad
ligada al concepto de peligrosidad. Siguiendo la línea en las que la subjetividad es
el elemento primordial de la peligrosidad, se exponen los siguientes autores: Trejo
y otros establecen que la peligrosidad debe ser entendida como: “la probabilidad
manifiesta de que el sujeto pueda producir, en el futuro, un resultado dañoso
considerado delito por las leyes penales.”
La peligrosidad es la probabilidad de que un sujeto delinca en el futuro, la cual se
basa en acontecimientos pasados y futuros.
Fundamentar la responsabilidad penal en la peligrosidad es un riesgo para
las garantías individuales que el derecho penal protege, pues se basa en
presunciones, sin embargo es un riesgo que se toma con el fin de proteger el bien
común.
Determinación de la peligrosidad: la peligrosidad es una característica tan
subjetiva de determinar, que existen distintas maneras de determinarla y por
consiguiente varios tipos de peligrosidad. De León Velasco toma como elementos
esenciales para la determinación de la peligrosidad los síntomas de la peligrosidad
y el delito cometido; este señala como primer momento la comprobación de la
peligrosidad (diagnóstico de peligrosidad), y como segundo momento la
comprobación de la relación entre la actual peligrosidad y la futura criminalidad. En
la fase de diagnóstico se analiza si el sujeto señala los síntomas que pueden
indicar su peligrosidad, tomando en cuenta el delito que haya cometido y su
relación con la personalidad del sujeto. Por tanto, se hace indispensable el estudio
científico de la personalidad del sujeto por especialistas y técnicos a través de
procedimientos científicos que prueben, con un grado razonable de certeza, la
posibilidad de comisión de futuros delitos.
Por otro lado Rafael Garófalo se enfoca en la intensión y actitud del condenado,
exponiendo que lo más importante no es medir la intensidad de los impulsos
criminales como la fuerza de resistencia a estos impulsos, en otras palabras
resalta que lo importante es el sentido moral del delincuente para determinar si se
puede temer de el en un futuro o no. Grispigni , citado por Fontán Balestra
consideran que se debe tomar en cuenta a) El delito cometido; b) la conducta
posterior al delito; c) La vida anterior del delincuente; y d) los resultados
psicológicos y psiquiátricos del delincuente. Más completo resulta el conjunto de
elementos de Jiménez De Asúa, quien considera que se deben tomar en cuenta:
a) La personalidad del delincuente de manera íntegra en su aspecto antropológico,
psíquico y moral. b) La vida anterior al delito o al acto de manifiesto peligro. c) La
conducta del agente posterior al hecho delictivo. d) La calidad de los motivos y e)
el delito cometido.

La peligrosidad está compuesta de un elemento inalienable el cual es la


subjetividad; con el fin de hacer más entendible dicho concepto se clasifica la
peligrosidad desde el punto de vista legal, y según la situación en la que se
encuentra el delincuente y su capacidad de rehabilitación. Desde el punto de vista
legal Manzanera47 divide la peligrosidad en dos tipos:
a) La peligrosidad presunta: peligrosidad que se presume sin necesidad de
comprobarla, una vez se compruebe la realización de determinados hechos o
ciertos estados subjetivos del individuo, por lo que se debe ordenar la aplicación
de una medida de seguridad.
b) La peligrosidad comprobada: peligrosidad que debe ser comprobar
concretamente, previo a aplicar las medidas de seguridad.

De León Velasco y De Mata Vela observan dos tipos de peligrosidad según la


situación en la que se encuentra el delincuente y su rehabilitación:
a) La peligrosidad pre delictual o ante delictual: también se le llama
peligrosidad sin delito, o peligrosidad social, esta se presume de individuos que sin
haber cometido un delito, se encuentran próximos a cometerlo. A estos individuos
según criterios judiciales se les pueden aplicar o no medidas preventivas con el fin
de evitar la comisión de delitos.
b) La peligrosidad post delictual o peligrosidad criminal: también se le llama
peligrosidad con delito, se presume en individuos que siendo delincuentes, reflejan
la posibilidad de volver a delinquir. A estos delincuentes específicamente los
órganos jurisdiccionales les asignan las medidas de seguridad con fines de
prevención y rehabilitación.
Esta distinción de tipos de peligrosidad ayuda a establecer el grado de
peligrosidad que se puede imputar a cierto sujeto según sus características
personales, así como la influencia de circunstancias externas que le afectan. Esta
clasificación ayuda a establecer la factibilidad de aplicar o no una medida de
seguridad. Legislación Nacional: El art. 65 del CP de Guatemala, en el apartado
de la determinación de la pena preceptúa que en la fijación de la pena se tomará
en cuenta la mayor o menor peligrosidad del culpable, confirmando la importancia
de este elemento en la determinación de la pena. De manera específica el CP de
Guatemala en su art. 87 “Estado peligroso” establece un listado de índices de
peligrosidad, los cuales se convierten en una guía para los jueces, facilitándoles el
determinar la misma.
En cuanto a los tipos de peligrosidad inmersas en el CP de Guatemala se entiende
que son peligrosidades comprobadas y post delictuales, ya que el art. 86
establece, que las medidas de seguridad (no dice la prevención) solo podrán
concretarse por los tribunales de justicia en sentencia condenatoria o absolutoria,
por delito o falta. De León Velasco y de Mata Vela infieren que: “solo pueden
aplicarse medidas de seguridad post-delictuales, por cuanto que necesariamente
se tiene que dictar una sentencia después de un debido proceso, significa que
previamente ha de haberse cometido un delito o falta. En ese sentido, no puede
cumplirse a cabalidad con la función preventiva (predelictual), que la doctrina
asigna a dichas medidas y resulta inaplicable a los inimputables, vagos habituales,
ebrios consuetudinarios o toxicómanos, por cuanto hay que esperar primero que
infrinjan la Ley Penal para aplicar una medida.” Por lo tanto no aplica una
peligrosidad predelictual o presunta.

CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES Y ATENUANTES DE LA PENA: son


elementos objetivos que ayudan a establecer la responsabilidad penal del
delincuente y contribuyen a establecer la pena que se debe imponer al presunto
delincuente. Estos elementos tienen un gran valor en la función individualizadora
de la pena ya que pueden llegar a aumentar o a disminuir la pena a imponer.
Para Eduardo González Cauhapé-Cazaux estas circunstancias se definen
como: “una serie de circunstancias que, al darse generan una modificación en la
responsabilidad criminal y por lo tanto en la pena. Estas circunstancias pueden ser
atenuantes, implicando una pena menor respecto al tipo básico, o agravantes que
conllevan un aumento de la misma.”. Matías Barrio Mier, indica que un mismo
delito cometido en circunstancias diversas, es también de gravedad diferente,
exponiendo mediante ejemplos que no es lo mismo ejecutar un hecho bajo
arrebatos pasionales que realizarlo a sangre fría y con una premeditación; o bien
realizar una ofensa a un extraño o a un familiar. Las circunstancias atenuantes o
agravantes son condiciones que modifican una pena previamente establecida por
la ley, buscan una completa y correcta individualización entre el acusado y la pena
preestablecida.
Circunstancias Agravantes: La palabra agravar en un sentido amplio se
entiende como aumentar, jurídicamente su significado no disipa del mencionado
con anterioridad.
Guillermo Cabanellas define las circunstancias agravantes como: “aquellas
que aumentan la responsabilidad criminal.” González Cauhapé-Cazaux indica que:
“Sin ser elemento constitutivo del delito, las agravantes están vinculadas a un
incremento del injusto o a una mayor culpabilidad del autor”. Manuel Osorio señala
que las agravantes son la comisión de delitos: “en circunstancias, por medios o
por personas que agraven la responsabilidad del autor sin modificar la figura
delictiva, por cuanto revelan una mayor peligrosidad, una mayor maldad o un
mayor desprecio de sentimientos humanos naturales”. Se estable que las
circunstancias agravantes son situaciones en las cuales se puede aumentar la
pena por la comisión de un delito, comprenden hechos, medios o incluso la
intención del delincuente. Son también agravantes la comisión del delito por
precio, promesa o recompensa, con auxilio de gente armada o siendo el autor
reincidente. Para determinados delitos, los que atentan contra la vida o la
honestidad de las personas, el parentesco en ciertos grados puede constituir
también agravante“.
Mier indica que el móvil es la mejor manera de probar el grado de
perversidad moral del delincuente y su culpabilidad.
Las circunstancias atenuantes están directamente relacionadas al principio in
dubio pro reo, pues son circunstancias benefician al reo en cuanto a la pena que
se le impondrá; denotan humanidad al tomar en cuenta circunstancias externas al
imputado o el arrepentimiento o dolo que este pudiese tener respecto a lo
cometido.
Circunstancias Mixtas: no tienen designado un resultado específico, por tanto,
pueden ser tanto agravantes como atenuantes. Guillermo Cabanellas las define
como: “circunstancias de naturaleza especial, por la índole personal de los
agentes, o por la expresión material de los hechos, que no tienen predeterminado
en la ley el efecto de aumentar o disminuir la pena. En virtud de las mismas, se
atenúa o agrava la responsabilidad criminal, según la naturaleza, motivos y
efectos del delito”. Estas circunstancias tienen un carácter completamente
subjetivo, por lo que deben ser totalmente ajustadas al delincuente que se va a
juzgar para determinar si la misma puede ser atenuante o agravante. La
embriaguez como hecho agravante se da cuando esta es habitual y se obtiene de
manera voluntaria con el fin de cometer un delito. Como circunstancia mixta se
puede agregar la referente a las condiciones personales del delincuente, pues
estas pueden ser tanto beneficiosas como perjudiciales. Al analizar los
antecedentes, personalidad, motivos e intenciones del acusado se puede
determinar el grado de peligrosidad lo que viene a ser un integrante indispensable
en las circunstancias agravantes y atenuantes.
El art. 65 de CP guatemalteco sigue siendo base fundamental en el
apartado de legislación nacional, pues señala los elementos y límites a considerar
al momento de determinar la pena, menciona expresamente la peligrosidad, y
circunstancias agravantes y atenuantes apreciadas en su número e importancia.
Estas circunstancias se hallan reguladas en el CP de Guatemala en los siguientes
arts.; las circunstancias atenuantes en el art. 26, las circunstancias agravantes en
el art. 27 y las circunstancias mixtas en el art. 31. El Art. 66 del CP, establece la
manera de aplicar circunstancias agravantes y atenuantes: “Cuando la ley
disponga que se aumente o disminuya una pena en una cuota o fracción
determinada, se aumentará el máximo y el mínimo en la proporción
correspondiente, o se disminuirá en su caso, quedando fijada la nueva pena,
dentro de cuyos límites se graduará su aplicación conforme a dispuesto en el
artículo que antecede”.

FUNCION DE LAS PENAS: La función de la pena debe informar todo el sistema


penal, de manera que, de una u otra manera, tiene que influir en su operatividad.
Tanto la previsión legal de la pena, como su imposición judicial y ejecución deben
tener como punto de partida la función que la sanción penal cumple.
La función social de la pena puede configurarse de modo distinto a como lo
hacen las teorías de la prevención. En el escenario doctrinal ha aparecido el
planteamiento de Jakobs, éste denomina a su comprensión de la pena,
“prevención general positiva”, un análisis de su planteamiento muestra claras
diferencias con la prevención general positiva de Welzel. Jakobs cuestiona que la
función del derecho penal sea motivar a las personas a evitar lesiones a los bienes
jurídicos, en la medida que cuando el derecho penal aparece, éstos se encuentran
ya lesionados. Por otra parte, los bienes jurídicos resultan lesionados en diversas
circunstancias sin que el derecho penal tenga que intervenir por ello (una persona
muere por su avanzada edad o un automóvil se deteriora por el paso del tiempo),
así como el Derecho penal interviene muchas veces sin que se precise de la
efectiva lesión de un bien jurídico (tentativa, por ejemplo). En consecuencia, la
prohibición penal no es no lesionar bienes jurídicos, sino no realizar conductas que
socialmente se consideren capaces de lesionar un bien jurídico.
Si en algún momento la norma pudiera reestablecerse sólo con la
declaración del carácter incorrecto del comportamiento, ya no sería necesario
imponerle al autor un mal adicional (privación de la libertad, por ejemplo).

ELEMENTOS DE LA PROPIA CONCEPCIÓN SOBRE LA FUNCIÓN DE LA


PENA
Las teorías de la prevención colocan la función de la pena en el plano del
efecto de motivación sobre el sujeto individual, mientras que la teoría de la
reestabilización se centra en la conservación del sistema social. En la medida que
considero que el derecho penal está vinculado más a la parte social de las
personas que a la estructura psicológica del individuo, me inclino a pensar que la
teoría de la reestabilización responde mejor al sentido de la pena.
La función de restabilización de la pena requiere estar informada de un
concepto de persona que no se mueve en el plano sólo sociológico, sino que
hunde sus raíces en una base ontológica. La legitimidad externa de las normas
sociales no puede tenerse como tarea ajena al dogmático, pues de lo que se trata
no es de precisar rasgos característicos de un Derecho penal de cualquier Estado
o sociedad, sino de un Derecho penal de personas. es decir, de seres humanos.

HUMANIZACION DE LAS PENAS:


Es la evolución sufrida por el Derecho penal en cuanto a la intensidad y
motivación del castigo impuesto al condenado. En la actualidad el castigo
o pena puede ser entendida como el medio con que cuenta el Estado para
reaccionar frente al delito, expresándose como "restricción de derechos del
responsable". Se define como la pérdida o restricción de derechos personales,
contemplada en la ley e impuesta por el órgano jurisdiccional, mediante un
proceso, al individuo responsable de la comisión de un delito. Sin embargo, la
anterior definición no se ajusta a la concepción que se tenía sobre la pena en el
derecho antiguo, ya que la pena es una de las instituciones que más se ha
transformado y evolucionado en el derecho.

LA HUMANIZACIÓN DE LAS PENAS: DE LA PENA CAPITAL A LA PENA


PRIVATIVA DE LIBERTAD. SUPRESIÓN DE LAS PENAS INHUMANAS EN
LOS DERECHOS PENALES MODERNOS La pena capital como se llamaba a la
pena de muerte era la pena aplicada por excelencia al movimiento abolicionista,
que propuso su sustitución por la pena privativa de libertad, a partir del siglo XVIII.
El origen de esta pena se pierde en el tiempo, existiendo manifestaciones
pictóricas de ejecuciones capitales en pinturas prehistóricas. Algunos de los
principales argumentos esgrimidos a favor y en contra de la pena capital son los
siguientes:

1. El argumento histórico, utilizado a favor de dicha pena, dado su gran arraigo en


el tiempo, o en contra, en base a que la justicia de una institución no es una
cuestión de cantidad, de mera reiteración, sino de cualidad, y de hecho la historia
de las penas es en muchos casos tan deshonrosa como la de los crímenes.

2. El argumento retributivo a tenor del que quien la hace la paga; ojo por ojo,
diente por diente, pero esto choca con la objeción de que la retribución no siempre
es posible: no en el delito de violación o de rebelión, por ejemplo.

3. El argumento preventivo la pena de muerte juega un papel disuasorio de


nuevos delitos capitales. El argumento utilitario, cuando la pena de muerte no
presenta utilidad alguna, pues no corrige a nadie, sino que acaba con el
delincuente, que a menudo, aún no ha sido corregido; a la población, lo único que
le proporciona es una mezcla de emociones malsanas y morbosas al contemplar
la ejecución, y en el mejor de los casos, para quienes no necesitan la intimidación,
un efecto desmoralizador; en el verdugo, figura amoral que se “acostumbra” de
oficio a algo para luchar contra lo cual él mismo es utilizado: la acción de matar.
Existen otras penas muy duras, como la esterilización forzosa de deficientes
mentales.

LA EJECUCION DE LA PENA:
La ejecución de la pena privativa de libertad, en todas sus modalidades, tiene por
finalidad lograr que el condenado adquiera la capacidad de comprender y respetar
la ley procurando su adecuada reinserción social, promoviendo la comprensión y
el apoyo de la sociedad.

Ejecutoriedad de la pena. Una vez adquiera firmeza la sentencia dictada en


contra del recluso (que no sea susceptible o no esté pendiente de recurso alguno),
significa que las decisiones contenidas en ella han adquirido obligatoriedad. Puede
decirse que una sentencia contiene diversas decisiones, entre ellas una
imputación; la cual puede ser negativa si la decisión es de condena, o por el
contrario, positiva si la decisión es de absolución.
El régimen jurídico de la ejecutoriedad de la pena debe variar si la sentencia es
absolutoria o condenatoria, y si se trata de una pena pecuniaria o de una pena
privativa de libertad de conformidad con la cita siguiente “Para algunos tratadistas,
la ejecutoriedad de las penas solamente ha de referirse a las sentencias de
condena, pues no hay propiamente ejecutoriedad en el caso de la sentencia
absolutoria. Sin embargo, hay trámites ejecutivos concernientes a ordenar la
inmediata libertad del procesado, trámites e incluso pueden ser provisionales, es
decir antes de que la sentencia sea firme, para evitarle mayores sufrimientos al
procesado. Cuando una sentencia se encuentra firme, es decir que ya es
sentencia ejecutoriada, el Juez de Ejecución recibe los autos y analiza qué es lo
que procede, si la sentencia es condenatoria debe designar un centro de
cumplimiento de penas para el condenado pidiendo sea remitido del centro
preventivo en el que se encuentra a dicho centro carcelario de cumplimiento de
condenas; y si en caso se encuentra libre, ordenará inmediatamente su detención.
En la práctica puede suceder que en la sentencia se otorgó por ejemplo, el
beneficio de suspensión condicional de la pena, cuyo efecto inmediato es poner en
libertad al recluso, entonces el Juez de Ejecución es el encargado de dictar la
resolución denominada cómputo, en la que debe hacer constar el beneficio
concedido y el tiempo por el cual fue otorgado, indicando en esa misma resolución
que si el procesado se encuentra aún en prisión, deberá ordenarse su inmediata
libertad, o hacer constar que el Tribunal que le otorgó dicho beneficio ya lo puso
en libertad. En ambos casos, el Juez debe citar al reo para que faccione su acta
de compromiso, en la que se le hace saber la responsabilidad y consecuencias del
beneficio otorgado y del quebrantamiento del mismo. Con lo anterior, puede
evidenciarse que la figura del juez de ejecución, tiene sustentación no solo en los
casos que exista una condena, sino en aquellos procesos que lleguen a su
judicatura, siendo que contengan una sentencia condenatoria o absolutoria.
Definición de la ejecutoriedad de las penas Es el conjunto de normas jurídicas
insertas en diferentes disposiciones legislativas o reglamentarias, que tienen por
objeto regular el estado restrictivo de la libertad personal, sea en el ámbito de un
establecimiento carcelario creado para tal efecto o bien una vez que el individuo
ha purgado parte de su pena y se encuentra en libertad”. La ejecución de la pena
o ejecutoriedad de la condena, se da a partir de que la sentencia condenatoria
quede debidamente ejecutoriada”. Puede decirse que el Estado es el ente
soberano en materia penal que se encarga de tipificar los delitos, imponer penas y
medidas de seguridad, en virtud que la ley lo faculta para tal poder.
Naturaleza jurídica de la ejecución de las penas. Ya sea a través del
Organismo Ejecutivo o del Judicial, es eminentemente pública, ya que es el
Estado al que le está delegado por el pueblo, ejercer la soberanía y los
mecanismos que garanticen la misma, entre ellos la potestad punitiva (Ius
Puniendi) también conocida como derecho de castigar aunque este último término
se haya flexibilizado debido a la humanización de la pena que ha evolucionado a
través de los años, por la defensa de los Derechos Humanos de todos los reclusos
a nivel mundial.
El control jurisdiccional de la ejecución de la pena, es una necesidad en el
sistema penitenciario guatemalteco. El ordenamiento jurídico vigente contiene
disposiciones que hablan acerca de la ejecución penal y de la ejecutoridad de las
penas, así como normas de carácter imperativo que deben tomarse en cuenta
para el efectivo cumplimiento de la condena impuesta, entre las cuales se tienen:
Constitución Política de la República de Guatemala<:
- Artículo 203: Corresponde a los tribunales de justicia la potestad de juzgar y
promover la ejecución de lo juzgado… La función jurisdiccional se ejerce, con
exclusividad absoluta, por la Corte Suprema de Justicia y por los demás tribunales
que la ley establezca. Ninguna otra autoridad podrá intervenir en la administración
de justicia. - Artículo 10: Los centros de detención, arresto o prisión provisional,
serán distintos a aquellos en que han de cumplirse las condenas.
- Artículo 19: El sistema penitenciario debe tender a la readaptación social y a la
reeducación de los reclusos y cumplir con el tratamiento de los mismos…
- Artículo 22: Los antecedentes penales y policiales no son causa para que a las
personas se les restrinja en el ejercicio de sus derechos…, salvo cuando se limiten
por ley, o en sentencia firme…
El Código Penal, también contiene normas que el juez de ejecución debe tomar en
cuenta durante la etapa de ejecución de las penas impuestas a reclusos que han
sido condenados, entre esos artículos podemos citar:
- “Artículo 44. “A los condenados a prisión que observen buena conducta durante
las tres cuartas partes de la condena se les pondrá en libertad.
La rebaja a que se refiere este artículo no se aplicará cuando el reo observe mala
conducta, cometiere nuevo delito o infringiere gravemente los reglamentos del
centro penal en que cumpla su condena.”
- Artículo 46. “Las mujeres cumplirán las penas privativas de libertad en
establecimientos especiales. Cuando éstos no tuvieren las condiciones necesarias
para atender a aquellas que se hallaren en estado de gravidez, se les remitirá a un
centro adecuado…”
- Artículo 47. El trabajo de los reclusos es obligatorio y debe ser remunerado. El
producto de la remuneración será inembargable…”
- Artículo 48: ”No están obligados a trabajar los reclusos mayores de sesenta años
de edad, los que tuvieren impedimento físico y los que padecieren de enfermedad
que les haga imposible o peligroso el trabajo”
- Artículo 49. “Si el encausado o reo padeciere de enfermedad que requiera
internamiento especial, deberá ordenarse su traslado a un establecimiento
adecuado, en donde permanecerá el tiempo indispensable para su curación o
alivio. El tiempo de internamiento se computará para el cumplimiento de la pena,
salvo simulación o fraude.”
- Artículo 54. “La multa deberá ser pagada por el condenado dentro de un plazo no
mayor de tres días, a contar de la fecha en que la sentencia quedó ejecutoriada. A
solicitud del condenado, podrá autorizarse pago de multa por amortizaciones
periódicas.”
- Artículo 55. “quienes no hicieren efectiva la multa en el término legal, o que no
cumplieren con efectuar las amortizaciones para su debido pago, o fueren
insolventes, cumplirán su condena con privación de libertad.”
- Artículo 59. La pena de prisión lleva a la suspensión de derechos políticos,
durante el tiempo de la condena, aunque ésta se conmute, salvo que obtenga su
rehabilitación.”
- Artículo 68. “La condena se computará desde la fecha en que el reo hubiese sido
detenido, salvo que haya sido excarcelado.”
De igual manera, el Código Procesal Penal incluye artículos referentes a la etapa
de ejecución penal que deben ser tomados en cuenta, entre los que se
encuentran: - Artículo 7 El juzgamiento y decisión de las causas penales se llevará
a cabo por jueces imparciales e independientes, sólo sometidos a la Constitución y
a la ley. La ejecución penal estará a cargo de los jueces de ejecución
- Artículo 37 Los tribunales tienen la potestad pública con exclusividad, para
conocer los procesos penales, decidir y ejecutar sus resoluciones.
- Artículo 39 La jurisdicción penal es irrenunciable e indelegable.
- Artículo 51 Los jueces de ejecución tendrán a su cargo la ejecución de penas y
todo lo que a ella se relacione, conforme lo establece este código.
- Artículo 52 La Corte Suprema de Justicia es encargada directa de distribuir la
competencia territorial y reglamentará el funcionamiento, organización,
administración y distribución de los jueces de ejecución, entre otros.
- Artículo 492 El condenado puede hacer valer durante la etapa de ejecución de la
pena, todos los derechos y facultades que las leyes penales, penitenciarias y
reglamentos le otorgan.
- Artículo 493 Las condenas penales no serán ejecutadas antes de que se
encuentren firmes, se ordenará las comunicaciones e inscripciones
correspondientes y se remitirán los autos al juez de ejecución.
- Artículo 494 El juez de ejecución revisará el cómputo practicado en la sentencia,
con abono de la prisión sufrida desde su detención, y determinará con exactitud la
fecha en que finaliza la condena y la fecha a partir de la cual el condenado podrá
requerir su libertad condicional o su rehabilitación.
- Artículo 498 El juez de ejecución controlará el cumplimiento adecuado del
régimen penitenciario, entre otras medidas, dispondrá las inspecciones de
establecimientos penitenciarios necesarios y podrá hacer comparecer ante sí, a
los penados con fines de vigilancia y control. “El juez de ejecución de la pena,
como garante de derechos humanos, no va a ser efectivo si desde un asiento de
estrado, ubicado fuera del establecimiento penitenciario, controla dicha actividad
administrativa. Sólo el control in-situ garantiza el conocimiento y evaluación de la
problemática intra muros, su no realización evidencia el des-compromiso del juez
sobre el cumplimiento de ley.”
REDENCION DE LAS PENAS: Ley del Régimen Penitenciario.
Artículo 70. Redención de penas. Pueden redimirse las penas de privación
de libertad incluyendo la proveniente de conversión de la pena de multa,
impuestas en sentencia firme, mediante la educación y el trabajo útil y/o
productivo, de conformidad con el reglamento respectivo. El Sistema Penitenciario
proporcionará condiciones adecuadas para que las personas reclusas desarrollen
trabajos y/o estudios que tiendan a la redención. La redención de la pena por
cuenta del trabajo o estudio, además de brindar la esperanza al privado de libertad
de disminuir la pena impuesta por una sentencia, permite al reo purgar la sanción
dentro de los límites insoslayables de la dignidad humana.

Como se calcula: el privado de libertad recibirá un día de redención de pena por


cada dos días de estudio de seis horas cada uno, así sea en días diferentes. El
procesado no podrá dedicar más de 6 horas de estudios al día (artículo 97 del
Código Penitenciario y Carcelario).
La redención de pena es el elemento neurálgico de la fase de ejecución de
la pena privativa de libertad en un sistema que privilegie como fin la
resocialización de los internos.
Que es la redención de penas: es un beneficio penitenciario a través del cual un
interno puede reducir los días de prisión efectiva de su condena mediante el
trabajo o la educación. Regulada a partir del artículo 44 del Código de Ejecución
Penal.

Que derechos se pierden en la cárcel. Las penas particulares dependen de la


legislación de cada estado, pero pueden abarcar la pérdida del derecho al
sufragio, servir como jurado o de desempeñar un cargo público; estas pérdidas
pueden durar más que la pena principal (algunos estados prohíben el voto de los
exconvictos).
Que se puede hacer para reducir la pena:
Solicitar rebaja de condena
1. Haber tenido muy buena o buena conducta en los 6 meses anteriores a aquél en
que se proceda a la calificación de su conducta.
2. Haber asistido a terapias clínicas si usted tiene alguna dependencia a las drogas,
alcohol u otros.
3. Haber asistido a la escuela de la unidad penal.
Qué es la redención de pena por trabajo y o educación:  consiste en redimir
la pena según el régimen penitenciario en que se encuentra el interno ya sea
mínima, mediana o máxima seguridad, el delito que verse la temporalidad
que cometió el delito; cabe señalar que no todos los internos cuentan con este tipo
de beneficios 
Debe entender por redención de penas, como un derecho subjetivo de los
reclusos, es una institución por medio de la cual los condenados acortan sus
penas privativas de libertad; la palabra redención, según el diccionario jurídico
significa, acción de redimir; se decía del rescate de la esclavitud por el cautivo
mediante cierto precio, o el acto de recuperar la libertad perdida. Actualmente
dentro del campo del Derecho Penitenciario, esta palabra tiene como significado el
acto por el cual se libra de alguna obligación o de hacer que ésta cese pagando
cierta cantidad, mediante trabajo realizado por el reo. Es la redención de penas
por el trabajo, un procedimiento y un incentivo que ha surgido y existe legalmente
regulado, al servicio de los penados; procurándoles la reducción de la duración de
las penas de privación de libertad y exigiendo a cambio de dicho beneficio, algo
que se encuentra en posibilidad de proporcionar y al alcance de su voluntad, como
es la observancia de buena conducta, constante desarrollo de una actividad
laboral y cumplimiento de preceptos legales que informan la vida de instituciones
penitenciarias. La Ley de Redención de Penas, es el derecho adjetivo de dicha
institución, cuerpo legal que la regula y que se plasman principios y directrices en
que debe basarse y fundamentarse dicha institución. La ley de redención de penas
constituía la parte adjetiva del derecho penitenciario, encaminado a que el recluso
disminuya su condena por medio de trabajo o educación, con el fin de que el reo
se mantenga activo dentro de las cárceles ya sea que realice una u otra actividad
o ambas para que se le disminuya la pena impuesta en sentencia y lograr a futuro
la resocialización, el delincuente debe considerarse un producto social, el
resultado necesario de un proceso de readaptación social. La redención de penas
tiene como finalidad hacer por una parte, productivo al reo y que pueda disminuir
su pena.
Ley de Redención de Penas: Actualmente vigente el Decreto número 56-69
del Congreso de la República, de la cual haremos un análisis de lo más importante
del contenido de la misma, en virtud que ya fue sancionada la nueva ley que
deroga la misma, siendo el Decreto número 33- 2006 del Congreso de la
República, Ley del Régimen Penitenciario. El Decreto número 56-69 del Congreso
de la República, señalaba que los condenados a pena de prisión, pueden redimir
su tiempo de condena por medio de la redención de penas por trabajo o
instrucción, la aplicación de éste beneficio penitenciario consiste en reducir la
condena a razón de un día por cada dos días de instrucción o de trabajo
remunerado, o bien de uno de instrucción y otro de trabajo, según el Articulo 3 de
dicho cuerpo legal, la redención de penas por trabajo o instrucción solo podrá ser
aplicada a las personas privadas de libertad, con sentencia firme, siempre que
tengan una duración mayor de dos años de prisión correccional, según Articulo 1
del cuerpo legal citado. En su Artículo 2, regula que no podían acceder a este
beneficio quienes se les hubiera aplicado esta institución en condenas anteriores;
si intentan quebrantar el cumplimiento de la condena por fugas; observar mala
conducta durante la pena; los reincidentes; quienes a juicio de las juntas
responsables revelen peligrosidad social; y quienes hubieran sido condenados por
los delitos de homicidio doloso, asesinato, parricidio, violación agravada,
secuestro, sabotaje, robo agravado y hurto agravado.
La implementación y aplicación de este beneficio penitenciario se
organizaba según la ley de Redención de Penas a través de la juntas de prisiones
centrales y regionales, presididas por el Director del Patronato de Cárceles y
Liberados y por el Director de los centros respectivamente. Con la entrada en
vigencia del Código Procesal Penal Decreto número 51-92 del Congreso de la
República, las funciones del presidente de la junta central de prisiones fueron
absorbidas por el juez de ejecución penal. En el tema del trabajo remunerado, se
regulaba del Artículo 15 al 18 de la ley, señalando que los reclusos devengarían
una remuneración la cual sería fijada por la Junta Central de Prisiones de acuerdo
a la clase, eficiencia, calidad productiva del mismo, la remuneración que obtenga
el recluso, se destinará un 40% a los fondos privativos del establecimiento; 10%
se le entregará al recluso condenado al obtener su libertad; 30% se le entregará a
los parientes legales que dependan del recluso; el 5% será destinado para cubrir
las responsabilidades civiles derivadas del delito por el que cumple condena; y el
15% será entregado al recluso para su uso personal. Cuestión que hasta hoy no
se cumple, por lo que es considerada ley vigente pero no positiva, por no contar el
Estado con mecanismos útiles que ayuden a lograr estos propósitos, al contrario la
redención de penas por educación y trabajo de distinta manera, los reclusos
condenados que asistan a la escuela y cursen con aplicación, se les concede
redención de la pena por el esfuerzo intelectual, siempre que la instrucción
recibida se ajuste a los programas oficiales hasta donde sea posible y que la Junta
Central o Junta Regional de Prisiones con base en la aprobación de la enseñanza
establecida califiquen un alto grado de adaptación social.

SISTEMA DE CUMPLIMIENTO DE PENAS


En Guatemala contamos con el Decreto número 17-73 del Congreso de la
República de Guatemala, mismos que en su Artículo 41, establece las penas
principales, clasificándolas en: la de muerte, prisión, arresto y multa; mismas que
también se encuentran incluidas en las leyes especiales dentro de la materia
penal, como forma de sanciones aplicables, cuando éstas están establecidas en
sentencia firme.
En el territorio guatemalteco, las penas principales pueden enfocarse en lav
privación de tres valores o bienes jurídicos a quien, después de un debido
proceso, sea declarado responsable de un delito, y éstas son: la pena de muerte,
que priva la vida, y que en la realidad jurídico social, a pesar de ser una norma
vigente dentro de nuestro ordenamiento jurídico, no es una ley positiva, debido a
que su aplicación ya no constituye una realidad debido que, al Guatemala haber
firmado tratados internacionales que prohíben la aplicación de la pena de muerte
en países partes, como parte de la teoría del abolisionismo que adoptan, toda vez
que se compromete al irrestricto respeto a la vida, considerando el derecho a la
vida como un derecho fundamental de todo ser humano, y protegida ante el
sistema judicial; encontramos también la pena de prisión, que si bien conocemos
que la regla general es la libertad, la pena de prisión corresponde a la sanción
más común en Guatemala como uno de los medios de sanción principales en el
país; la de arresto privan la libertad individual; y finalmente la pena de multa, que
afecta directamente el patrimonio de quien sea condenado como responsable por
el Juez competente.

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